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GESTIÓN DE COSTES
Cómo reducir costes energéticos
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LAS EMPRESAS ESTÁN CONTROLANDO LA GESTIÓN LOGÍSTICA PARA MEJORAR SUS COSTES. PRIMERO HAY QUE
AVERIGUAR QUÉ PROVOCA LOS ELEVADOS COSTES DE APROVISIONAMIENTO, PRODUCCION, O COMERCIALIZACION
PARA PODER APLICAR UNA POLITICA CORRECTA Y AUMENTAR LA RENTABILIDAD DEL SERVICIO.
M.ª CRISTINA
CAMALEÑO SIMÓN
Universidad de Valladolid
Ficha técnica
D
espués de más de un siglo en el que, como
muchos países de nuestro entorno, el sector dedicado a la producción, transporte y
distribución de energía eléctrica actuaba en situación de oligopolio –donde la planificación
de las instalaciones correspondientes se hacía
centralizadamente, el operador del sistema de
generación y transporte era único agente y la
tarifa se establecía en el BOE. A raíz de la promulgación de la LSE (Ley del Sistema Eléctrico)
se ha iniciado un camino hacia la introducción
de reglas de mercado en este sector, desregulándose y reformándose ciertas actividades,
mediante pautas de competitividad y libertad
en el sector eléctrico. Si bien, el paso de una situación de monopolio a otra, supuestamente de
liberalización importante, no es sencillo. De
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Autor: Camaleño Simón, Mª Cristina
Título: Cómo reducir costes energéticos
Fuente: Estrategia Financiera, nº 185. Junio 2002
Localización: 61 / 2002
Resumen: Las empresas están comenzando a considerar el coste energético como un factor más dentro de la gestión industrial, ya que conlleva un gasto importante que la mayoría de las empresas menosprecia.
Este artículo propone los pasos que se deben seguir para desarrollar
un plan de ahorro energético, cómo optimizar los costes de energía
eléctrica, cómo usar adecuadamente la energía y cuáles son los indicadores claves en la calidad de suministro. Y, por último, se considera
la utilización de las subastas energéticas como fórmula de reducción de
costes internos.
Descriptores: Control de gestión, contabilidad, reducción de costes, gestión energética, subastas energéticas, reverse auction.
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hecho, la adaptación a las normativas europeas
ha obligado a legislar para liberalizar el precio
de la energía.
Así, en diciembre de 1994 se publicó en el
BOE la Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico
Nacional (LOSEN), que establecía dos modelos
tarifarios diferentes: el sistema integrado –tarifas-; y, un nuevo sistema independiente a desarrollar en próximos años.
En diciembre de 1996 se firmó en España,
entre el Ministerio de Industria y Energía y las
diferentes compañías eléctricas que operan en
España, el Protocolo Eléctrico que fija las bases
de acuerdo para reestructurar el mercado eléctrico basado en la oferta y la demanda.
Finalmente, el 27 de noviembre de 1997
apareció la Ley 54/1997 del Sistema Eléctrico
–sustituyó a la LOSEN- y aparecieron decretos
de desarrollo de los aspectos de esta ley, como
el Real Decreto 6/2000 de 23 de junio, de Medidas Urgentes de Intensificación de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios, que
establece como fecha de liberación del suministro -basado en los niveles de consumo- el 1 de
enero de 2003. Si bien, hasta entonces existirá
una estructura de tarifas y será potestad del
usuario la elección de mercado libre o tarifas.
Gestión energética. Efectos contables
Las empresas están empezando a incluir sus
costes energéticos como factor relevante dentro de su Sistema Integrado de Gestión Industrial; no en vano, en dicho sistema se ha de
empezar a considerar no sólo calidad, medio
ambiente y seguridad, sino incluso la energía.
En este sentido, la gestión energética permitirá un uso más racional de la energía, para
minorar el consumo, sin perjuicio del confort,
productividad y calidad de los servicios.
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Por ello, aquellas empresas en las que el
coste de energía suponga un porcentaje relevante de los costes de explotación o de venta,
deberán replantearse su Sistema de Gestión
Energética, para poder optimizar el uso eficaz
de la energía, a tenor de su rentabilidad en la
reducción de los costes energéticos.
Para tal propósito y para integrar el programa de Gestión Energética Integral se deberá
contar con:
• Compromiso de la dirección.
• Manual de calidad de la empresa.
• Integrar el Programa de Gestión Energética
Integral, en el Sistema de Aseguramiento
de la Calidad.
En consecuencia, nuestro decálogo de objetivos de la Gestión Energética Integral será:
• Paliaremos costes energéticos.
• Conoceremos y controlaremos la verdadera
situación energética.
• Detallaremos los procedimientos y parámetros energéticos a controlar
• Estableceremos un Sistema de Mejora Continua.
• Concretaremos las medidas de ahorro energético.
• Nos servirá como un elemento más de marketing.
• Integraremos el Sistema de Gestión Energética dentro del Modelo Integral de Gestión Industrial (Calidad, Medio Ambiente,
Seguridad y Gestión Energética).
• Incorporaremos la preocupación energética
en la actividad diaria de nuestra entidad.
• Estableceremos instrucciones operativas y
registros de cumplimiento para que nuestra empresa impulse sus propias medidas
de ahorro energético.
• Y, crearemos una sensibilidad permanente
por la eficiencia energética.
No en vano, como lo que pretenderá nuestra
gestión energética será maximizar el rendimiento de las cantidades de energía que nuestra organización precise, nuestros objetivos
concretos no serán otros que:
• Optimizar la calidad de las energías disponibles.
• Mantener y aumentar la producción, minorando el consumo de energía.
• Conseguir ahorros inmediatos que no requieran inversiones apreciables.
• Lograr ahorros posibles con inversiones
rentables.
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El análisis del Sistema de Gestión Energética se debe centrar
en torno a las funciones de aprovisionamiento, análisis
energético y la elaboración un programa de ahorro de energía
• Demostrar que podemos ahorrar energía,
sufragando ineficiencias o incapacidades
anteriores.
• Y, respetar el medio ambiente.
Gestión energética. Funciones
Con miras a alcanzar los citados objetivos
preestablecidos, centraremos nuestro Sistema
de Gestión Energética en torno a las siguientes
funciones:
Aprovisionamiento:
– Elegiremos las fuentes de energía; y llevaremos a cabo las negociaciones con suministradores y control de suministros, almacenamiento y distribución.
– Detallaremos el precio de cada fuente y
sus tendencias.
– Fijaremos a priori la utilidad de los productos energéticos, antes de adquirir los más
idóneos.
– Estableceremos un contrato de suministro
de energía teniendo en cuenta no sólo el logro
del mejor precio, o la permanencia del suministro, sino incluso una cierta libertad para poder
cambiar de suministro, en virtud del precio o
disponibilidad en el mercado. En consecuencia,
para la electricidad, el coste dependerá de la
frecuencia contratada y del consumo, menester por el que haremos un estudio previo de
previsión de su utilización para elegir la tarifa
idónea. Paralelamente, podremos analizar la
conveniencia de autoproducir energía eléctrica.
Por su parte, para el gas natural haremos un
estudio similar, porque las tarifas dependen del
consumo y su distribución en el tiempo.
Análisis Energético:
– Estableceremos dos análisis energéticos:
uno para controlar el consumo y otro de auditoría o diagnóstico.
– Inicialmente estableceremos un plan de
ahorro de energía. Para ello deberemos saber
qué, cómo y cuánto se consume.
– Posteriormente, implantaremos un sistema
de contabilidad energética en aras de conocer
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GESTIÓN DE COSTES
los consumos de cada fuente de energía en
cada centro de consumo.
– Para establecer la situación energética de
diferentes equipos y operaciones básicas realizaremos una auditoría energética detallada,
para conocer: los consumos instantáneos, pérdidas por radiación, pérdidas por efluentes,
rendimiento energético, estado de los equipos
y posibles medidas para mejorarlas.
– A estos efectos, conoceremos periódicamente los consumos de cada fuente de aprovisionamiento energético en cada centro de consumo; y sus variaciones en el tiempo, dependiendo de los factores determinantes de la
producción -diaria, semanal, anual, factor de
carga, grado de utilización, calidad de los productos, etcétera.
– Definiremos ciertos ratios de consumo:
consumo específico por producto, rendimiento
de las instalaciones, del proceso y de la planta;
así como la influencia de coste de la energía en
el coste de producción, en el de venta y en el
propio beneficio; y demás ratios que creamos
oportunos.
– Ahora, conocidos los consumos de energía
de cada fuente, por centros de consumo u operaciones básicas, y para la totalidad de la
planta, reevaluaremos con más exactitud los
costes de los diferentes tipos de energía y su
porcentaje de participación en los costes de
producción, en los precios de venta y en el beneficio de la empresa. (Con este análisis detectaremos aquellas fuentes de energía que por su
incidencia en el coste requieran mayor necesidad de control de su consumo).
Entonces, mediante la correlación de los parámetros anteriores, aprovecharemos cualquier economía de energía posible, de manera que incida
directamente en los beneficios de nuestra empresa.
Programa de Ahorro de Energía:
A raíz de los datos antes obtenidos por el
análisis energético llevado a cabo, estableceremos un amplio Plan de Ahorro Energético que
incluya: no sólo aquellas mejoras que no precisen apreciable inversión -mentalización del
personal, mantenimiento de mejoras de operación y organización-; sino además, aquéllas que
precisen inversiones (modificación de equipos e
innovaciones tecnológicas que cambien los procesos y su optimización e integración).
Para llevar a cabo este proyecto desarrollaremos las siguientes fases:
– Elaboraremos un registro de gestión energética.
– E, implantaremos activamente los ciclos de
mejora continua.
En suma, implantaremos un Programa de
Gestión Energética Integral, dentro del Modelo
de Gestión Industrial ya existente en la empresa, con el siguiente propósito: incorporar la
gestión energética a la actividad diaria de la
entidad, aprovechando su estructura operativa,
sin que ello suponga ningún trabajo adicional
substancial. A estos efectos, las ocho claves del
programa de ahorro de energía serán:
– Formal, por escrito.
– Concreto.
– Justificado -justificación de las acciones
allí contenidas-.
– Cuantificado económicamente -en unidades de energía y en unidades monetarias-.
– Con responsabilidades definidas -a distintos niveles-.
– Comprometido en objetivos, lo que exige
inventiva, iniciativa, riesgo y compromiso.
– Revisado periódicamente con un control proactivo, por cuanto nuestro Programa de Ahorro
de Energía deberá ser ajustado, preciso y con un
continuado control de costes de la energía en el
conjunto de las actividades de nuestra entidad.
– Y, participado a todos los niveles en su
elaboración y seguimiento.
Para concluir, al establecer un servicio de
energía integral se comprobará su rentabilidad,
mediante un control simple: constataremos si
el coste del servicio es inferior a la economía
que proporciona. Además, se efectuará tal análisis periódicamente, a medida que avance la
ejecución del Plan de Ahorro de Energía, con
objeto de confirmar la rentabilidad del esfuerzo
dedicado, lo que propiciará el incremento de
las acciones de ahorro energético.
Optimización de los costes de energía
El servicio eléctrico cuenta con tres áreas de
optimización: uso de la energía eléctrica, conocimiento de los costes y adaptación al coste mínimo y costes de calidad.
Entonces, el análisis adecuado de tales aspectos guiará la actuación eficaz entorno al coste
de la energía eléctrica en nuestros procesos.
1.- Uso de la energía eléctrica
– Realizaremos el diagnóstico de gestión
energética.
– Desarrollaremos un manual de procedimientos de eficiencia energética.
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La principal acción para ahorrar energía no
es sino el sentido común, por cuanto el despilfarro de energía es práctica habitual en nuestra
sociedad.
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La utilización de equipos y procesos energéticamente óptimos es otra de las acciones importantes en este aspecto.
La energía eléctrica tiene unos costes en los
que el precio básico de la energía se ve modificado substancialmente por aspectos adicionales tales como la potencia instantánea demandada, las horas del día en que se realizan los
consumos o la generación de energía reactiva.
Un propicio conocimiento de la estructura tarifaria vigente, así como del entorno cambiante
en el que se va a mover en los próximos años,
nos podrá ayudar a tomar decisiones que, más
tarde, se traducirán en ahorros en el coste final
de la energía eléctrica. Trataremos de maximizar
el consumo de energía eléctrica. Para ello llevaremos a cabo dos acciones: reducción de tiempos
muertos, no calidades e inexactitudes; y, procurar trasladas ciertos consumos energéticos a las
franjas horarias adecuadas. A estos efectos, un
ejemplo sencillo de ahorro por adaptación al
mercado eléctrico, sería el referente a la carga de
baterías de carretillas de uso en almacenes. Habitualmente éstas se ponen en carga al terminar
la jornada con miras a que se encuentren plenamente cargadas al día siguiente. Pues bien, de
iniciar estos procesos de carga a partir de las cero
horas, el precio del kw/h consumido puede variar en una proporción de 1 a 3 veces, cuando en
los dos casos se obtienen idénticos resultados.
2.- Coste de la Energía Eléctrica
El coste final de la factura eléctrica estará
configurado por cuatro componentes:
– Potencia: pretende establecer el coste de
la disponibilidad de la energía instantánea máxima solicitada.
– Energía: establece el coste en virtud de la
energía real consumida.
– Otros complementos tarifarios de discrimnación horaria y energía reactiva.
– Además, determinados consumos industriales importantes pueden tener una rebaja de coste
adicional en concepto de interrumpibilidad. Para
ello, se poner a disposición de la Red Eléctrica
una determinada parte de la potencia contratada,
con miras a que sea interrumpida si las condiciones de explotación así lo requieren. Las condiciones de tal interrumpibilidad, así como los períodos máximos de interrupción y los preavisos mínimos, quedarán prefijados en las tarifas.
En resumen:
Para optimizar nuestros costes de energía eléctrica: primero, racionalizaremos nuestros consumos, evitando los innecesarios y optimizando el
rendimiento energético de equipos y procesos.
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En el nuevo mercado eléctrico primarán factores de eficiencia
energética. El consumidor capaz de racionalizar sus curvas de
carga mejorará sus oportunidades de coste en el mercado
Como las tarifas introducen un elemento de
coste relevante, haciendo variar sensiblemente
el precio a pagar en virtud del momento de
consumo, nuestra habilidad permitirá desplazar aquellos consumos no críticos a momentos
de menor coste, repercutiéndonos en ahorros
importantes en nuestra factura final de la energía eléctrica.
En el nuevo mercado eléctrico, primarán factores de eficiencia energética, y un consumidor de horas punta actual puede llegar a pagar
más que hoy por la energía, mientras que aquel
que sea capaz de modular y racionalizar sus
curvas de carga obtendrá mejores oportunidades de coste en el mercado.
Existe un período transitorio largo, pero durante estos años asistiremos, innegablemente,
a cambios importantes en este sector –cambios
que se harán extensivos a otras energías tales
como el gas o los derivados del petróleo–.
Avanzaremos en la mejora de la eficiencia
energética en general, manteniéndonos informados al tiempo de la evolución de los mercados de la energía.
2.1.- Incidencia de los Costes Energéticos en
el Flujo del Valor de la Planta
El análisis del flujo de valor de la planta
comprenderá la recolección de información más
detallada sobre las operaciones realizadas en la
planta en funcionamiento, analizando profundamente las actividades para elaborar o transformar los bienes comercializables (incluidos
servicios auxiliares), la confrontación de los datos reales con los indicados por el planteamiento inicial referido dentro del área operativa fabril y una reformulación del diseño de
planta.
A estos efectos, desarrollaremos este proceso
operativo en la planta en tres fases:
– Adecuación al proceso de los elementos del
coste industrial, análisis de la maximización en
su uso y reformulación del diseño de planta.
– Control cualitativo y cuantitativo del proceso fabril específico.
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GESTIÓN DE COSTES
– Adecuación al proceso de los elementos
del coste industrial y reformulación del diseño
de planta.
Por todo, en el análisis del flujo de valor de
la planta obtendremos información detallada y
oportuna en el tiempo, y desarrollaremos aquellas estrategias que racionalicen nuestros costes
energéticos, sin menoscabo de la calidad, adecuándolos al proceso de elaboración o transformación de los productos en condiciones de máxima efectividad.
En lo que respecta a este elemento del coste,
será conveniente que:
– Controlemos las bases técnicas de asignación de costes energéticos fijos (de estructura y
operacionales) y variables a las áreas de responsabillidad (departamentos, centros y máquinas),
tanto en lo referente a los procesos de elaboración y transformación (actividades principales),
que por lo general trascienden los diversos departamentos y centros, y a las de apoyo (auxiliares), conforme con la mecánica tradicional.
Igualmente, y de optarse por trabajar en paralelo para intrducir el coste basado en la actividad, cabrá estudiar, con el auxilio de las distintas áreas involucradas, las tareas que conforman las actividades y los generadores
(costdrivers) que crean o influyen en el coste,
permitiendo identificar la causa que lo determina y que permite apropiar los mismos a los
productos comercializables.
– Obtengamos un plano actualizado de los
sectores que comprendan los procesos de transformación y de generación de servicios auxiliares y de apoyo, además de las actividades en
que se descomponen. Ello permitirá seguir, pormenorizadamente, cada una de las operaciones
específicas, y consecuentemente validar la adecuación de los costes energéticos conforme al
principio del causante o del beneficiario de los
mismos, ya sea que se utilice el procedimiento
tradicional o del ABC.
Uno de los pasos del análisis energético es conocer los
consumos periódicos de cada fuente de aprovisionamiento
energético y sus variaciones en el tiempo
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– Ubiquemos a escala en el plano las máquinas, los equipos e instalaciones que conforman
los procesos de elaboración o transformación, los
muebles, personal, áreas de circulación, de atención al público, de almacenamiento de materias
primas y materiales, de semiproductos y de productos terminados, así como en idéntica medida
las correspondientes a las restantes áreas de
apoyo. Totalizaremos la superficie ocupada por
cada departamento o centros de costes, de procesos y actividades, tanto principales como auxiliares, con vistas a analizar la implantación del
Justo a Tiempo sobre lay-out de planta.
– Tracemos líneas en el plano que indiquen
la secuencia operativa y los servicios que les
acceden. Ello facilitará una visualización más
clara tendente a la reducción de los tiempos de
cada actividad, a la liberación de espacios físicos que hagan factible el rediseño de la planta
en su conjunto y al aceleramiento del flujo productivo, con la consiguiente ganancia de flexibilidad e incremento de la productividad energética.
Por tanto, en este control cualitativo-cuantitativo de la gestión energética comprobaremos:
– Si existe motivación en la empresa para
adaptarse al cambio que supone la Gestión Integral de la Energía.
– Qué estrategia de operaciones tiene el
ente y cuál es su estructura de productividad
deseada. Si se conocen las tendencias de la producción, las mejores prácticas y cuáles serían
las innovaciones críticas a introducir para hacer
realidad las mismas.
– Las estadísticas referidas a la secuencia en
el tiempo de todos los procesos que realizamos,
en lo referente a los costes y consumos energéticos. De no contar con estadísticas o registros
que los sustituyan, analizaremos todas aquellas
posibilidades existentes para implementarlas
con el grado de detalle adecuado a las necesidades respectivas de información y control.
– Si contamos con una metodología adecuada, para medir todos nuestros costes de improductividad (no calidad), debidos a subutilización de máquinas, equipos e instalaciones
que se refieren a la capacidad máxima práctica
instalada y a los niveles de utilización de tal
capacidad.
– Si efectuamos controles de desempeño periódicos y sistemáticos en cada área de producción y de servicios auxiliares para corregir, mejorar o eliminar tareas que agregan coste energético, pero no valor, a las diversas actividades.
Además, concretaremos no sólo cómo podemos
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evaluar la incidencia de una reducción de costes energéticos en la productividad y competitividad de nuestra empresa, sino incluso, si tenemos en cuenta o no estrategias de desarrollo
y aplicaciones al respecto.
Por último, con el fin de revisar nuestros
Costes Energéticos:
– Efectuaremos una breve síntesis sobre las
rutinas analizadas dentro de la empresa, que
constituirá la base para rediseño de nuestros
costes energéticos.
– Señalaremos los fallos de auditoría y de
control interno halladas y las medidas que se
aconsejen para solucionarlas. Indicaremos en
qué áreas creemos se encuentran los puntos débiles a corregir.
– Readaptaremos nuestro sistema de costes
y gestión, en lo que concierna a los costes
energéticos, conforme un cronograma orientativo, fijando los objetivos a alcanzar en cada
etapa de la instalación, con la colaboración y
entrenamiento simultáneo del personal de la
empresa que asumirá la tarea de realizarlo.
– Indicaremos la conveniencia de disponer de
un período de transición donde desarrollaremos
extracontablemente un costeo rápido, costes
que en breve se adaptarán a nuestro Sistema de
Costes Integral –de registro y custodia– y revisado con los nuevos costes energéticos.
– Haremos aquéllas indicaciones sobre la calidad, contenido y oportunidad de la información hallada para fines de gestión de los costes
energéticos, control y toma de decisiones y una
breve apreciación sobre posibles mejoras a introducir en la misma.
Calidad del Suministro Eléctrico
La calidad del suministro eléctrico no son
sino las peculiaridades exigibles al distribuidor
por los consumidores o la administración.
En consecuencia, los indicadores clave inherentes a la calidad del suministro eléctrico serán:
Características técnicas
– Continuidad del suministro: número de interrupciones y duración de aquéllas.
– Calidad del producto: frecuencia; tensión;
y normas UNE en 50.160
Características comerciales
– Asesoramiento: contratación; facturación;
cobro, medida, etcétera.
– Atención: nuevos suministros; enganche
de instalación; reclamaciones, impagados, etcétera.
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Clasificación:
– Individual: para cada cliente
– Zonal: para zona urbana; semiurbana; rural concentrada; rural dispersa.
Continuidad del suministro: Para medirlo,
tendremos en cuenta las interrupciones
anuales, es decir, el tiempo de interrupción horas desde el inicio al final de la falta- total
anual; y el número de interrupciones global y
anual.
Índice de calidad sobre interrupción del suministro: TIEPI (Tiempo de Interrupción Equivalente de la Potencia Instalada en media tensión).
TIEPI =
Σ potencia instalada x tiempo de interrupción
del suministro
=
Σ Potencia instalada
Clasificación de interrupciones:
– Interrupciones imprevistas: fallos o averías en la red de suministros (si son de menos
de tres minutos no deducen en facturación;
pero, si son de más de tres minutos, deducen
en facturación).
– Fuerza mayor o acciones de terceros.
Descuentos por incumplimientos -clientes-:
– Consumidores a tarifa:
• Por número de horas: respecto a las horas de interrupción del consumidor
frente a las horas de interrupción reglamentaria-.
• Por interrupciones.
– A consumidores cualificados por peajes:
• Por número de horas: respecto a las horas de interrupción del consumidor
frente a las horas de interrupción reglamentaria.
• Por interrupciones.
– A consumidores cualificados por energía
no servida, serán como mínimo:
• Por número de horas: respecto a las horas de interrupción del consumidor
frente a las horas de interrupción reglamentaria.
• Por interrupciones.
Por último, detallaremos las peculiaridades
comerciales inherentes a la calidad del servicio
energético, entre otras:
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GESTIÓN DE COSTES
– Calidad de atención al consumidor: asesoramiento; facturación; cobro; medida; etcétera.
– Presupuesto para nuevo suministro: oferta
técnica y económica -baja tensión, con o sin
centro de transformación; o alta tensión-.
– Ejecución de las instalaciones: baja tensión, con o sin ampliación de la red, o con uno
o varios centros de transformación; y en el supuesto de alta tensión.
– Enganche y equipos de medida.
– Enganche después de corte por impagos.
– Inexistencia de cortes indebidos
– Sanciones por incumplimiento.
– Perturbaciones provocadas por clientes.
Subasta energética.
Ejemplo para reducir costes internos.
Reverse auction de energía
Es una realidad que Internet ha convertido
las subastas en un instrumento para las masas,
por cuanto posiblilita que personas de todo el
mundo con acceso a Internet participen en una
subasta celebrada en un sitio web. Las subastas
cada vez son más populares en entornos business-to-consumer, business-to-business.
Sin embargo, para que cualquiera de las formas de subastas sea eficaz se requiere que participen en la subasta un número suficientemente elevado de clientes. La audiencia participante debería reflejar exactamente todo el
mercado: la alternativa ideal sería que participasen todos los clientes potenciales.
A estos efectos, en el sector energético podemos hablar de las Reverse Auction, o Subastas
a la Inversa de Energía. Para ver las ventajas
de este tipo de subastas a la hora de reducir
costes internos, es interesante hacer referencia a un caso concreto que puede encontrarse
en este mercado.
Así, en Energy&More -Energy Auction
(www.energy-more.de)-, el cliente puede seleccionar el producto deseado (electricidad, gas), producto que describe conforme a ciertos criterios
esenciales (perfil, duración del contrato etcétera),
y adelanta un precio máximo por Kilowatio /hora.
A partir de este momento sólo debe esperar.
Cientos de suministradores de energía registrados serán automáticamente avisados a través
de Internet de la demanda. Por deseo expreso,
podría limitarse previamente la lista de los posibles suministradores -bastaría con borrarlos-. Durante un plazo, dos semanas, los suministradores
registrados pueden entregar sus ofertas, siendo
evidentemente la oferta más baja la que el
cliente acepte. Más tarde, y de manera formal y
expresa, se cierra el negocio mediante un contrato de suministro –contrato tipo- que contem-
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ple las condiciones acordada. Por último, faltaría
el momento cumbre de dicha subasta, momento
donde se cierra el precio y las condiciones acordadas, y en el que las partes implicadas proceden
a la firma electrónica de dicho contrato. Si bien
por seguridad, en la actualidad aún se remiten
por correo tales contratos, para proceder a la
firma manual de tales contratos debidamente especificados y ya cerrados.
Reducimos costes internos mediante
la subasta energética
La adquisición de un producto energético tal
como la conocemos, exige antes de la firma del
contrato un largo y costoso seguimiento de diversos trámites a realizar: papeleo para conseguir todos los trámites de concurso; selección de
posibles suministradores; envío de los documentos; estudio de las consultas posteriores; evaluación de ofertas; y, negociaciones posteriores
para cerrar el trato. Después de los primeros éxitos en la compra quedan los esfuerzos y los costes relacionados con la compra. Los éxitos de la
compra se reducen al porcentaje usual en otros
productos. La mayoría de los pasos internos (pasos administrativos) se eliminan en la Reverse
Auction y, en este sentido, se reducen bastantes
trámites e importantes costes.
Entonces, las ventajas para convocar una
Reverse Auction:
– Se suman todos los datos relevantes mediante unos cuestionarios a través de Internet.
– El anonimato del demandante y del ofertante impulsa la entrega de ofertas económicas
y facilita todavía más la transparencia.
– La orden de suasta se produce enviando
un fax firmado generado automáticamente durante el proceso de captación.
– A través de un e-mail múltiples suministradores energéticos conocen la demanda y ofertan
directamente mediante la base de datos.
– La evaluación de ofertas y las negociaciones se realizan automáticamente por el sistema
electrónico.
– Cuando la calidad del producto está claramente definida el precio será el único criterio
de decisión.
– Los criterios de decisión son puramente
económicos y pueden ser seguidos por demandante y ofertante.
– El plazo de licitación a concurso puede realizarse en el espacio más corto deseado.
– Ahorro importantísimo de costes administrativos por ambas partes, suministrador y cliente.
– Por su parte, el suministrador reduce de
manera relevante sus costes comerciales y de
distribución.
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– El adelanto de un precio máximo asegura
al cliente un techo.
– La subasta energética asegura al menos el
precio de mercado mediante dos mecanismos.
Esto es, por una parte, el principio de subasta
asegura el precio de mercado para la demanda.
Un suministrador puede repetir su puja varias
veces para bajar el precio si lo desea y ganar o
mantener de esta manera al cliente. Por su
parte, para el suministrador de energía la subasta aporta ventajas notables –reflejadas posteriormente en sus clientes–: evita costosas visitas a clientes: eliminando de su presupuesto
largas visitas y negociaciones con clientes; y
realiza sus ofertas en un tiempo mínimo, de
manera directa, y desde su puesto de trabajo.
(Además, los ahorros del suministrador se reflejan también en la factura del cliente, abaratando los precios de la electricidad y del gas,
entre otros).
– Además, al estar los contratos perfectamente estandarizados se elimina el riesgo de
fallos individuales que pudieran surgir al negociar un contrato individual.
– Y, a mayores, una subasta energética es
gratis para el cliente.
Con todo esto, podríamos decir que el mercado energético está en manos de las Reverse
Auctions; y, que aquellos clientes que sepan
adelantarse y aprovechen las economías inherentes a la Reverse Economy obtendrán múltiples ventajas de este negocio, no sólo en lo que
respecta a las reducciones de sus costes, sino
también en lo que atañe a la innovación.
Subastas energéticas en España
Antes de analizar la situación de las Subastas Energéticas en nuestro país conviene hacer
una breve referencia a la situación europea de
las mismas. En este sentido, se ha hecho referencia en el artículo a una empresa europea dedicada a las Subastas Energéticas, como pionera
de las mismas. Concretamente, la empresa mencionada, Energy&More, es el primer energybroker independiente de Alemania -aparecida en
octubre de 2000 en Alemania y ahora en expansión en Austria- y se dedica a comprar y
vender electricidad a través de la bolsa de
Frankfurt European Energy Exchange (EEX).
Por tanto, ya es una realidad la existencia
de empresas europeas que se dedican a las Subastas Energéticas, y podríamos caracterizarlas
porque tales empresas:
– Actúan exclusivamente por orden de
sus clientes. De hecho, al no poseer participaciones en el mercado, tales entidades pue-
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den apoyar a sus clientes, al margen de intereses particulares, en la compra-venta de
energía.
– Aún la mayoría de sus clientes actuales
proceden casi todos de la industria de tamaño
medio, siendo clientes con grandes demandas
energéticas.
– Y, ofertan entre otros servicios, los servicios de consultoría y la plataforma Reverse Auction, con el fin de cerrar la subasta por la
oferta mínima.
Centrándonos ahora en nuestro país, hemos
de reflejar que en España la tendencia a hacer
negociaciones on line de suministro de electricidad está en alza.
Y, si bien aún no se ha visto la subasta de
una estación de transformación todavía,
las empresas ya están en ello, con el propósito de reducir costes, mejorar los procesos
y lograr una mayor transparencia del mercado a l/p.
De hecho, mediante las subastas de negociación de consumo eléctrico Goodex ha logrado reducir dos costes representativos de
negociación.
En consecuencia, cabrá esperar más negociaciones de este tipo, tanto en nuestro país como
en otros países europeos a medida que más empresas, suministradoras y consumidoras aprovechen Internet para dar un paso adelante en
su estrategia de comercio electrónico y se beneficien de las ventajas concretas y cuantificables que éste ofrece.
Para concluir, baste comentar que a pesar de
las múltiples ventajas ya expuestas, únicamente se ha puesto de manifiesto la punta del
iceberg, por cuanto hay mucho por ver, y de
hecho en esta materia lo más innovador está
por llegar.
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