CAPÍTULO II MARCO REFERENCIAL 2.1 MARCO HISTÓRICO

CAPÍTULO II
MARCO REFERENCIAL
2.1 MARCO HISTÓRICO
¿Cómo surge la agresividad? por medio de los sentimientos
que
constituyen una reacción normal contra el malestar la incomodidad, la
sensación de peligro y la frustración.
La agresividad aparece en las
primeras relaciones del lactante con el mundo que lo rodea ante la
imposibilidad de hacerlo de otro modo, el niño cuando es un bebé descarga
sus sentimientos hostiles en forma de fantasía, destrucción porque para él
no existe diferencia entre el mundo interno y externo entre la fantasía y la
acción real, cada vez que se generan en él este tipo de sentimientos llega a
percibir que realmente a dañado a las personas que en otro momento amaba
y de las que depende para sobrevivir. La agresividad se manifiesta a
medida que sus posibilidades motoras son mayores. La hostilidad se irá
haciendo manifestaciones de aparecer las rabietas, golpes, gritos,
mordiscos, pataletas, insultos, el deseo de imponer autoridad ante los
demás, etc. Siendo la agresividad una consecuencia de estímulos
generados hace millones de años, ya que el hombre la ha precisado para
sobrevivir. Al investigar sobre esta problemática nos encontramos con
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muchos escritos de autores que han brindado definiciones del término a
estudiar, la mayoría de ellos tienen mucho en común entre estos:
Freud (1923, citado por Briggs, D. 2004, Pág. 28), postula que “La
agresividad se produce como un resultado del instinto de muerte y en este
sentido, la agresividad es una manera de dirigir el instinto hacia fuera,
hacia los demás, en lugar de dirigirse hacia uno mismo, y creía que era
innata en el ser humano”.
Para Dollard, Doob, Miller, Mower y Sears (1939, citado en Serrano
1996, Pág. 38), “Es una conducta cuyo objetivo es dañar a una persona o a
un objeto, dicho esto podemos entender que la agresividad es un hecho que
provoca daño a una persona u objeto, ya sea este animado o inanimado”.
Buss (1961, citado por Briggs, D., 2004, Pág. 45), define “La agresividad
como una respuesta consistente en proporcionar un estímulo nocivo a otro
organismo”.
Bandura (1973, citado por Neider J., 1998 Pág. 52), Manifiesta “Es una
conducta perjudicial y destructiva que socialmente es definida como
agresiva”.
Patterson (1977, citado Neider, J., 1998 Pág. 52), dice que “La agresión
es un evento aversivo dispensado contingentemente a las conductas de otra
persona; utiliza el término coerción para referirse al proceso por el que
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estos eventos aversivos controlan los intercambios diarios”. La agresividad
es más frecuentemente en los primeros años y posteriormente declina su
frecuencia, el nivel máximo se logra aproximadamente a los dos años y
puede disminuir hasta alcanzar niveles moderados en la edad escolar, en los
cuatro años disminuye la destructibilidad y los intentos de humillar a otras.
A los cinco años los niños emplean menos el negativismo, rebeldía o las
acciones físicas de rechazo. Independientemente como se manifieste la
conducta agresiva siempre tienen un impulso fuerte en los encargados de
estos niños (Causándoles frustración), la agresividad es un rasgo normal en
la infancia, pero si persiste mucho tiempo se convierte en un problema para
los niños causándoles frustración, daño así mismo y rechazo de las
personas que los rodean.
2.2
MARCO TEÓRICO
La agresividad no es sinónimo de cualidad destructiva como se afirma
con frecuencia es decir, se puede comprender o cometer acciones dañinas o
beneficiosas. (Latorre, A. 2001, Pág. 54), ya que las acciones agresivas
están determinadas por las experiencias de la vida. “El niño agresivo lo es
debido a su experiencia vital y a su educación”. (Train, A. 2003, Pág. 28),
los seres humanos actúan siempre en su propio interés y que por ello es
posible moldear y controlar las conductas. Ejemplo: si queremos que un
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niño se comporte de un cierto modo debemos reforzar esa conducta
recompensándole con diversos tipos de estimulo o elogios. La agresividad
de un niño podría estar causado por su vulnerabilidad innata o por su
experiencia de la vida, se comporta de modo agresivo cuando debido a su
vulnerabilidad, no puede hacer frente a las circunstancias que lo rodean,
dicho de otro modo la agresividad se basa en una combinación innata y sus
circunstancias.
El término agresividad se deriva del latín agresión y significa “Acercarse o
aproximarse” en el sentido de tocar, sin embargo en la época moderna se
conoce como un sentimiento latente que puede llegar a manifestarse en
forma de ataques a otros o hacia uno mismo. (1998, Citado por León, M.,
Moran, E., Ulloa, M., Pág. 1-7), siendo esta el desequilibrio psicológico
que provoca la hostilidad de una persona a los otros que los rodean”.
García, R. (1985, citado por Neider J., 1998, Pág.154), “La palabra
agresividad viene del latín “Agredir” que implica que alguien esta decidido
a imponer su voluntad a otra persona, objeto, incluso si ello implica que las
consecuencias podrían causar daño físico o psicológicos”. Pearce (1995,
citado por Briggs, D. 2004, Pág. 25). Durante la segunda mitad del primer
año los niños desarrollaron la capacidad cognitiva para identificar fuentes
de ira y frustración, como resultado de ellos surgen dos formas de agresión;
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la instrumental y la hostil. La más común es la agresión instrumental; “en
esta forma, los niños no manifiestan verdaderas conductas agresivas, es
decir, acciones hostiles con la intensión de herir a alguien o establecer el
control de esta manera, mediante esta manifestación de agresión, los niños
quieren un objeto, privilegiado o espacio y al intentar obtenerlo empujan,
gritan o atacan a la persona que medie entre ambos, sin intensión
deliberada de herirla. El otro tipo de agresión es la hostil; donde quiere
hacer daño, es un comportamiento para causar dolor como cuando un niño
pega, insulta o grita a un compañero con intensión de dañar a otra persona”,
Berck (1999, citado por Latorre, A., 2001, Pág. 33).
2.2.1 LA AGRESIVIDAD:
La agresividad: Es un punto de enfoque importante para educadores y
padres de familia, debido a su estabilidad relativa en el transcurso del
tiempo y su conexión consistente a una variedad de resultados negativos,
incluyendo la delincuencia, problemas de conducta, poca adaptación y
dificultades académicas (como notas bajas, suspensión, expulsión y
abandono de la escuela). Frecuentemente la agresión hostil e instrumental
son las primeras señales de los comportamientos agresivos.
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Características
Los comportamientos agresivos pueden variar desde problemas de
regulación emocional hasta comportamientos graves y manipuladores. Hay
varias
conceptualizaciones
de
la
agresión,
que
pueden
incluir
comportamientos como: Excluir a otros, discutir, intimidar a otros, ya sea
de forma instrumental (poniéndoles apodos, demostrando superioridad y
dominio ante el grupo), como hostil (empujando, golpeando e insulta a los
compañeros con el fin de herir o dañarlo), amenazar, devolver el golpear
con ira,
usar tácticas de mano dura (para obtener lo que desean),
participar físicamente en peleas.
Origen y principios de la conducta agresiva
No se puede hablar propiamente de “conducta agresiva” como si se
tratase de una única forma de conducta, sino de distintas formas de
agresión. La agresividad puede expresarse de muy diversas maneras y no
son rasgos estables y constantes del comportamiento, por lo que debemos
tener en cuenta la situación o estímulo que la provoca. En este sentido se
puede destacar dos posibles dimensiones en la agresividad humana ya que
puede combatir contra o por algo (o alguien), ya sea bueno o malo es decir
se puede emprender o cometer acciones dañinas o beneficiosas, aunque la
agresividad puede tomar diversas formas de expresión, siempre tendrá
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como característica más sobresaliente el deseo de herir, el agresor sabe que
a su víctima no le gusta lo que está haciendo y por lo tanto, no tiene que
esperar a que el grupo evalúe su comportamiento como una violación de las
normas sociales, sino que la víctima ya le está proporcionando información
directa sobre las consecuencias negativas de su acción, lo cual hace que,
con frecuencia, se refuercen y se mantengan esas mismas conductas es lo
que se conoce como “Agresividad”.
2.2.2 AGRESIVIDAD HOSTIL.
Su principal objetivo es dañar a alguien o algo, este tipo de agresión es la
que se inicia por cualquier estimulo que provoca enfado tales como el
insulto, ataques, etc. “La presencia de señales que molestan son las que
producen el enfado del que se sigue la agresión que supone un instinto de
hacer sufrir a la victima, se puede decir que es una agresión motivada por el
enojo provocado por una estimulación aversiva y se supone que su objetivo
es reducir dicha estimulación, entre los 2 a 5 años se observa un incremento
en la agresión hostil, entre 6 a 8 años hay una proporción más alta de esta
agresividad”. (Citado por Serrano, I., 1996, Pág. 25-26). Esta agresividad
se refiere a la hostilidad que hay en los pensamientos o comportamientos
intencionados para herir a otras personas ya sea físicamente o verbalmente,
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o de destruir propiedades, quiere hacer daño, es un comportamiento para
causar dolor, como cuando un niño pega insulta o grita a un compañero
con intención de dañar a otra persona. Freud observó la agresión como un
instinto básico (la energía del instinto de muerte), dijo, se construye en el
interior del organismo hasta que es descargada ya sea exteriormente a
través de agresividad pública, o interiormente en forma de actividades autodestructivas. Luego se hizo una hipótesis de frustración - agresión que
asume que el impedimento de los esfuerzos de una persona para alcanzar
una meta induce a un impulso agresivo que según sea el caso, motiva el
comportamiento destinado a agredir a la persona u objeto causante de la
frustración.
La teoría del aprendizaje social rechaza la noción de agresión como
instinto o impulso de frustración producida y propone que la agresividad
no es diferente de cualquier otra respuesta aprendida. De acuerdo con este
punto de vista, esto puede aprenderse por observación o imitación, y cuanto
más frecuente se refuerce, es más probable que ocurra. Reforzar ocurre de
la siguiente manera: una persona quién se frustró por un objetivo
bloqueado, experimenta la aparición de emociones desagradables las cuales
hacen florecer diferentes respuestas, la respuesta podría ser una que viene
teniendo mucho éxito en el pasado en revivir la frustración, de acuerdo con
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esta teoría la frustración provoca agresión principalmente en personas
quienes aprendieron a responder con actitud y comportamiento agresivo a
situaciones aversivas. Más allá de las distintas teorías rescataremos ahora
las características más salientes de la personalidad con predominio de
agresividad hostil, la agresión se define como una acción hostil con la
intención de causar daño a otros, los niños se frustran fácilmente y
demuestran su agresividad de manera diferente de acuerdo a la edad
empiezan a preocuparse por el derecho de propiedad y la posesión.
Ejemplos de agresión hostil
Pegarle a un niño que no hace lo que el otro quiere (el deseo de dominar),
destruir los audífonos de un hermano mayor porque no le permite a él
escuchar la radio (venganza), hablar mal de un niño cuya presencia
obstaculiza la amistad con otro.
2.2.3 AGRESIVIDAD INSTRUMENTAL.
Sería la llevada a “cabo para conseguir fines no agresivos, tales como
aprobación social, objetivos materiales o incremento de la autoestima, esta
agresión se inicia por un objeto o reforzador deseado que proceso la
víctima, no tiene por qué existir enfado, el agresor actúa a sangre fría
movido por el deseo de ganar y lograr ese objeto; se puede decir que es una
agresión motivada o controlada por el incentivo externo por eso se le llama
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instrumental y es más frecuente en los niños muy pequeños, en los 2 ó 5
años se observa un declive gradual en la agresión instrumental, entre los 6 a
8 años se observa un menor número de agresión total, que al principio hay
una proporción más alta de agresividad hostil que instrumental”. Ruller
(1974 citado por Serrano, I. 1996, Pág. 25-26). Esta agresividad es el tipo
de conducta agresiva que no tiene la finalidad de herir a otra persona es por
ello, que hay que distinguir los agresores con orientación instrumental, que
suelen ser aquellos que quieren demostrar ante el grupo su superioridad y
dominio, de los agresores hostiles o emocionalmente reactivos, aquellos
que usan la violencia porque se siente fácilmente provocados o porque
procesan de forma errónea la información que reciben y, además, no cuenta
con respuesta alternativas en su
repertorio, no son frecuentes los
comportamientos agresivos mixtos es decir, los que reúnen ambas
condiciones, esta agresión se orienta hacia la posesión de un objeto. La
agresividad instrumental es la más común en esta forma, los niños no
manifiestan verdadera conducta agresiva es decir, acciones hostiles con
intención de herir a alguien o establecer el control de esta manera, mediante
esta manifestación de agresión los niños quieren un objeto privilegio o
espacio, y al intentar obtenerlo empujan, gritan o atacan a la persona que
medie entre ambos sin intención deliberada de herirla, manifestando así
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impulsos de carácter instrumental que no se desencadena por aquellos
estímulos que previamente se habían aprendido y que debían activarlos.
Ejemplos de agresividad instrumental:
Pegarle a un niño para obtener una galleta, empujar a un niño para poder
jugar con un carrito, quitarle un muñeco a otro niño, empujar para poder
sentarse al lado de la ventana del auto.
2.2.4 TEORÍAS SOBRE EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
La agresividad infantil es un problema que preocupa a los padres y
maestros de los niños y niñas que lo manifiestan, con frecuencia nos
encontramos con niños agresivos, desobedientes y manipuladores, pero
realmente los encargados de ellos no encuentran la manera de actuar y
reaccionar ante sus conductas para modificar la problemática. Cuando estos
comportamientos no son tratados a tiempo de una forma adecuada
probablemente pueden con llevar a un fracaso escolar hasta conductas
antisociales en la adolescencia. La manifestación de la agresividad es
permitida en algunas etapas de la vida como lo son las rabietas, en algunas
ocasiones donde el niño no es conciente de la agresión pero si este es
reforzado por medio del padre, su comportamiento ya no es aceptable, más
adelante el niño desarrollara un comportamiento negativo. La agresividad
se da cuando hay provocación o daño intencionado a una persona u objeto
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puede ser de forma hostil e instrumental en el caso de los niños la
agresividad se manifiesta de distintas maneras, no solo aquellas que van
con daño directo (punta pie, empujones), y las otras que se dan de una
forma indirecta (gritos, insultos, palabras ofensivas).
2.2.5 TEORÍAS ACTIVAS
Son aquellos que ponen el origen de la agresión en los impulsos internos,
lo cual significa que la agresividad es innata, por cuanto viene con el
individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie
humana. Esta teoría pertenece al grupo psicoanalítico de Freud. “La teoría
psicoanalítica postula que la agresión se produce como un resultado del
instinto de muerte y en ese sentido la agresividad es una manera de dirigir
el instinto hacia fuera o hacia los demás, en lugar de dirigirla hacia uno
mismo. La expresión de la agresividad de catarsis, y la disminución a la
tendencia de agredir como consecuencia de la expresión de la agresión
efecto catártico”. Ballesteros (1983, citado por Monburguette, A., 1996
Pág. 80), Los etólogos han utilizado sus observaciones y conocimientos
sobre la conducta animal y han generalizado sus conclusiones al hombre,
con el conocimiento de que en los animales; la agresividad es un instinto
indispensable para la supervivencia y apoyan que la agresividad en el
hombre es innata y puede darse sin que exista provocación previa ya que la
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energía se acumula y puede descargarse de forma regular, los
representantes de las teorías activas psicoanalíticas y los etólogos
consideran en que las conductas agresivas, está en la propia naturaleza
humana, pero hoy en día se piensa que existen otros factores ya que esas
energías acumuladas puede ser alimentada a partir de su constante vivir.
2.2.6 TEORÍAS REACTIVAS
Ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al
individuo, dentro de esta teoría está la teoría de la frustración y del
aprendizaje social, la cual afirma que las conductas agresivas pueden
aprenderse por imitación y observación de las conductas de modelos
agresivos; y es una reacción de emergencia frente a los sucesos
ambientales.
Dollard y Miller 1979, (citado por Briggs, D., 1996, Pág. 64) dicen que la
frustración “genera agresividad, todo aquello que le evitan o que desea
tener el niño/a desencadena una agresividad. Esta agresividad puede ser
directa hacia la persona que ha generado la frustración, mediante la
agresión física y verbal o indirecta desplazándola a una tercera persona u
objeto, extendiendo así la agresividad a través de innumerables formas
derivadas”. Esta teoría atribuye a los padres el papel principal durante el
desarrollo de la temprana infancia, los padres son los que acumulan
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frustración sobre los hijos y tienen la tarea de inculcar al niño como puede
lograr sus metas de manera que tenga sentido, desviando la agresividad
hacia algo inocente y constructivo.
2.2.7 TEORÍA DEL APRENDIZAJE SOCIAL DE AGRESIVIDAD.
Ciertos comportamientos agresivos están recompensados socialmente, y
pueden aprenderse por imitación u observación enfatizado los aspectos
tales como: aprendizaje, observación al reforzamiento de agresión y
generalización de la agresividad. El aprendizaje social considera que la
frustración como una condición facilitadora, no necesariamente de la
agresión, es decir la frustración produce un estado general de activación
emocional que puede conducir a una variedad de repuestas, según los tipos
de reacciones ante la frustración que se hayan aprendido previamente y las
consecuencias reforzantes típicamente asociadas a diferentes tipos de
acción. El comportamiento agresivo es influido por el aprendizaje, donde
existen
estímulos
específicos
desencadenantes
de
la
agresividad.
Habitualmente cuando un niño/a emite una conducta es porque reacciona
ante un conflicto. Ejemplos, problemas de relación con otros niños o con
los mayores, respecto de satisfacer los deseos del propio niño, problemas
con los adultos surgidos por no querer cumplir las órdenes que estos le
imponen, problemas con adultos cuando éstos los castigan por haberse
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comportado inadecuadamente o con otro niño cuando este le agrade sea
cual sea el conflicto, provoca en el niño cierto sentimiento de frustración
emoción negativa que la hará reaccionar, y todo depende de su previa
experiencia particular, dándose así el procedimiento agresivo por el
aprendizaje, modelamiento, reforzamiento, factores situacionales, factores
cognitivos. Finalmente cabe mencionar que el déficit en “habilidades
sociales es necesario para afrontar aquellas situaciones que nos resulta
frustrante”. Bandura (1973, Citado por Belanger, R. 2004, Pág. 32), si bien
los factores innatos influyen en la conducta agresiva, no nacen con
habilidad para llevarla a cabo, deben aprenderla ya se directa o
vicariamente.
2.2.8 FORMAS DE MANIFESTAR LA AGRESIVIDAD
Una de las formas que influye en la emisión de la conducta agresiva es
socio cultural del individuo, donde “el ámbito del niño es la familia, los
modelos de refuerzos, el tipo de disciplina al que él se somete”. (Citado
por Traía, A., 2005 Pág. 32). La incongruencia en el comportamiento de los
padres y unas relaciones deterioradas entre ambos, provocan tensión en los
niños y pueden incluir al niño que se comporte de forma agresiva. También
en el comportamiento agresivo influye el sector orgánico, donde esta el tipo
hormonal, mecanismo cerebrales, estados de mala nutrición, problemas de
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salud específica. Aunque las reacciones emocional de agresividad pueden
ser semejantes en niños distintos, con frecuencia suelen tener orígenes muy
diferentes, dándose la frustración, inseguridad, hiperactividad, necesidad de
atención, temores ocultos, provocación del ambiente o por razones
inconscientes cuando sientan que alguien esta interfiriendo en sus
objetivos, percibe cualquier crítica a él o a sus amistades con ira, y
considera que una situación es injusta o alguien ha sido negligente o
descuidado. Empiezan hacer berrinches, para llamar la atención de sus
padres o allegados u otros para poder conseguir su objetivo o ventajas
también utilizan la autodestrucción, para poder manipular a sus padres,
arrancándose el pelo, mordiéndose, pellizcándose así mismo, etc. La
provocación es otro sentimiento que utilizan para que los demás les presten
atención, con actitudes de insulto, gritos y necear, y la destructividad se da
en cuanto el niño destruye objetos ajenos o propios donde no pueden
controlar sus impulsos de agresividad.
2.3
APOYO FAMILIAR
Por el apoyo familiar se entienden “un conjunto de técnicas encaminadas
a fortalecer los vínculos de unión entre los distintos miembros de una
familia, la finalidad en última instancia es conseguir que todos lleguen a
comportarse de un modo sano, comprensivo y capaz de estimular por sí
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mismo el progreso y desarrollo, tanto de los individuos como el grupo
familiar en su totalidad. En el momento actual, muchos orientadores
familiares se limitan a impartir enseñanza mediante las ya famosas escuelas
de padres, método que es muy útil para la formación de todas las personas
interesadas en mejorar su estilo pero resulta insuficiente para resolver los
casos verdaderamente problemáticos dentro del campo familiar”, (Citado
por Barnat, J. 1991, Pág. 43).
Hay que insistir en la importancia de este campo de intervención
psicológica, dado que es un hecho comprobado; que muchos problemas
individuales, tanto infantiles como adultos, tienen su raíz en el núcleo
familiar, es decir, en el modo peculiar que tenga la familia de comunicarse,
en las reglas que se establezcan, en las prohibiciones y hasta en el tipo de
vivienda en que se viva.
Funciones que desempeña el apoyo familiar: el orientador familiar tiene un
amplio campo de acción dentro de la familia, en términos generales
podemos hablar de tres tipos de funciones o más concretamente, de tres
niveles de actuación, dentro del primer nivel el orientador sería el
encargado de proporcionar a los padres una visión pormenorizada y clara
de lo que está ocurriendo en la familia como grupo humano y como sistema
de comunicaciones interpersonales. Para ello se requiere un conocimiento
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previo del ambiente familiar y de todos los factores difíciles de apreciar a
simple vista y a menudo ignorados por las familias pero que habitualmente
ejercen su influencia en la dinámica general del grupo. Descubriendo estos
aspectos y aclarando las causas y relaciones de cuanto acontece
normalmente en la vida cotidiana de la familia se posibilita que los propios
componentes se hagan cargo de la solución de sus conflictos. Se debe
acudir a un orientador familiar cuando la familia atraviesa una situación
difícil que no puede resolver, por medio de los métodos normales
proporcionados por su sentido común, su formación básica o su propia
experiencia se podrá evitar el deterioro familiar. En un segundo nivel, la
intervención procuraría la resolución de los problemas cuyo grado de
complejidad impidiera a la familia su solución mediante el uso de los
recursos habituales. En estos casos, la raíz de los problemas suele situarse
en un nivel mucho más profundo y los efectos no saben, no pueden o no
quieren verlo. El orientador familiar tendrá entonces que aplicar técnicas
más precisas para diferenciar en el conflicto las causas de las
consecuencias, y deberá intervenir de forma más directa que en el caso
anterior aunque sin llegar aún a lo que podía considerarse como tratamiento
terapéutico. Y, por último, en el tercer nivel estarían las terapias
propiamente dichas, necesarias cuando los deterioros sufridos por la familia
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conyugal en su caso, alcanza tal magnitud que se hace preciso provocar
cambios no solamente en los factores de relación con los otros sino también
en ciertos aspectos constitutivos de la personalidad.
Cuándo se debe acudir a un familiar: Como norma general podemos decir
que siempre que la familia atraviese una situación difícil que no pueda
resolver por medio de los método normales proporcionados por su sentido
común, su formación básica o su propia experiencia. En sentido estricto, el
apoyo familiar debería llegar a todos los hogares, ya que en todo se
atraviesan crisis que, aunque normales, no siempre se superan
adecuadamente. Si se hiciera un uso más frecuente de este aspecto
preventivo del apoyo familiar, se evitarían muchos conflictos nefastos en
los hogares, al disponer sus miembros de recursos para ir solventando las
dificultades inevitables en toda relación humana. Es necesario que todos los
padres reciban apoyo, si se entiende por tal una formación que ayude a
desempeñar adecuadamente las funciones de padre y madre, que facilite la
comprensión de cada hijo o que enseñe
a adaptarse a las situaciones
específicas propias de la peculiaridad familiar, hemos de decir que si; todos
los padres deberían recibir orientación o al menos documentarse
adecuadamente al respecto. Pero entendemos una formación más
específica, enfocada hacia una situación conflictiva concreta, solo es
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necesaria cuando tales coyunturas se presentan y resultan difíciles de
superar dentro de la propia dinámica familiar.
El papel del orientador, de apoyo familiar lo pueden desempeñar otras
personas cercanas a la familia: En principio, no, el orientador familiar es un
profesional, cuyos conocimientos le capacitan excepcionalmente para
abordar los distintos problemas que surge en la relación familiar, tampoco
podemos ignorar que algunas de sus competencias las han venido
desempeñando con cierto éxito otros profesionales, tales como los tutores o
profesores de los hijos, u otras personas que por su formación, cultura y
experiencia parece que tienen soluciones para casi todo, ello se ha debido
probablemente a la mayor accesibilidad que han presentado estos
conocidos o amigos personales y quizá también a la habitual reticencia que
solemos tener a la hora de acudir en busca de ayuda, a personas ajenas al
círculo familiar. Es fundamental saber que el tutor o profesor puede
orientar en todo lo relativo a la situación escolar o al rendimiento y
comportamiento dentro de la escuela, pero sería realmente excederse
pedirle que se ocupara también de la vida extra escolar del niño y mucho
más, del resto de la familia. Conviene así mismo señalar que, ante
determinados conflictos, los amigos tampoco podrán prestarnos mucha
ayuda, ya que aun suponiendo a su adecuada formación profesional les
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resultaría difícil ser objetivos en sus análisis al unirles lazos afectivos con
el grupo.
Diferencia entre apoyo familiar y la educación familiar:
No es lo mismo educación, es un concepto mucho más amplio que
orientación familiar; educar a los padres es ofrecerles medios adecuados
para realizar su misión en tanto que ayudarles a resolver situaciones
concretas o a mejorar tipos de relación específica en el seno familiar se
complementa en cuanto que la educación familiar ofrece, entre otros
muchos contenidos, una visión clara de lo que es un orientador y del tipo de
problemas
que
puede
resolver,
haciendo
desaparecer
ese
falso
convencimiento de que los problemas hay que sufrirlos con resignación o
de que el orientador familiar es un individuo que trata de curiosear en los
secretos del hogar y al que es preciso ocultar, en caso de verse frente a él lo
conflictivo o poco decorativo de la realidad familiar. Es una familia unida,
cuando las afecciones de cada uno de sus miembros son aceptadas por los
demás con plena satisfacción, no con resignación de la misma forma, si se
presentan problemas o complicaciones, son asumidos por el grupo, con
plena aceptación del sujeto paciente.
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Vida apoyo familiar y desarrollo del niño:
Crece la evidencia que demuestra que las intervenciones, en especial
aquellas que comienzan a una edad temprana son factores que influyen en
una familia pueden tener efectos sustanciales y de larga duración en la
reducción de conductas agresivas las intervenciones basadas en los padres
combinan la capacitación en las destrezas que necesitan los padres para
ayudar a sus hijos, en la educación, desarrollo infantil y sobre los factores
que predisponen al niño a una conducta inadecuada, así como ejercicios
que ayuden a los padres a adquirir habilidades para comunicarse con sus
hijos y resolver conflictos sin violencia. Este tipo de intervención es la
ideal para familias con niños agresivos, prácticas óptimas en intervenciones
basadas en los padres y la familia mientras que la base de evidencias para
las intervenciones es cada vez mayor y es necesario realizar una mayor
investigación en evaluación, aquellas intervenciones que se han evaluado,
por lo general miden la disminución de conductas agresivas, los trastornos
de conductas u otros problemas que se consideran precursores de niños
violentos a futuro.
Identificación de la población en situación de riesgo:
Gran parte de toda la investigación, se dedican a identificar los factores,
dentro de la unidad familiar, que puedan ser la causa para que el niño
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desarrolle un comportamiento inadecuado tales factores pueden estar
relacionados con la conducta y con características tanto de los padres como
del niño.
Factores que determinan la situación de riesgos en los padres son evidentes
y obvios; como por ejemplo, conducta delictiva y violenta, uso inadecuado
del alcohol, drogas, maltrato y abandono infantil, interacción emocional
entre padres y el niño, falta de amor y cariño, falta de supervisión, divorcio,
que a la larga puede causar una conducta infantil inadecuada.
Factores que determinan situaciones de riesgo en la infancia, se puede decir
que los niños propensos a ser agresivos pueden ser identificados desde el
momento que tiene 3 años de edad, los factores que suponen un riesgo para
el niño incluye presenciar actas de extrema violencia, ser víctimas de
maltrato, desamor, etc. y que puede influir en problemas de aprendizaje,
historial de ausentismo escolar, conductas antisociales en la adultez.
El niño se puede someter a una evaluación dependiendo de su historial si ha
desarrollado características o conductas agresivas como: pegar, gritar,
patalear o insultar a otra persona.
Observar la conducta de los niños se puede pasar a la evaluación de dicha
conducta, y la efectividad de la intervención puede aumentar de manera
exponencial cuando los niños son pequeños, es decir antes que la conducta
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agresiva se haya desarrollado completamente; para el momento en que el
niño llega a la adolescencia, tanto el niño como los padres siguen ya
patrones bien establecidos y son más resistentes a los cambios de larga
duración.
Ejemplo: un joven de 14 años depende mucho menos de su familia y
es mucho más susceptible a la influencia externa que un niño de 7 años. Se
considera el contexto cultural y demográfico de los futuros participantes, al
elegir a los participantes, se tomará en cuenta su ubicación, edad que
cumplan las mismas características y así poder adaptar mejores materiales
y actividades, para que se logre buenas relaciones interpersonales,
seleccionar un entorno apropiado para la intervención, al finalizar se
evaluarán los resultados, los participantes deben estimar los cambios en la
conducta del niño, y el personal de las intervenciones también debe de
evaluar dichos cambios, los docentes de estos niños pueden revisar los
cambios alcanzados y comprobar si disminuyeron los índices de conducta.
2.3.1 COMUNICACIÓN FAMILIAR POSITIVA.
A veces el hacer hablar a los hijos es más difícil de lo que parece y
cuando las cosas
no están saliendo bien, hablar se transforma en un
momento de incomodidad tanto para los padres e hijos. Pero no siempre es
así cuando menos se espera, los hijos se acercan a los padres buscando
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atención; así mismo descubrirá la dicha de observar el mundo de un joven
que esta madurando. Ofrecerle una estructura para hablar de las cosas
buenas en las vidas de sus hijos de la gente que los apoya y se preocupa
por ellos, y de los valores y prioridades
que nos guían, el tener
conversaciones sanas acerca de las cosas importantes de la vida.
Mantenerse atento
-
Hable diariamente de las cosas cotidianas, si sus hijos aprenden a
confiar en usted con las cosas pequeñas muy probable que lo hagan
con las cosas grandes.
-
Tómese un tiempo para conversar, trate de que todos se sienten a
disfrutar de una comida en familia, no oiga música mientras andan
paseando en auto, jueguen algo donde estén integrados todos, en vez
de ver televisión.
-
Manténgase accesible, si sus hijos piensan que van a escuchar un
discurso o van a ser criticados, cada vez que propongan algo o
cuenten experiencias personales, se van a quedar callados, trate de
escuchar sin juzgar y de preguntar sin acusar, deje ver que entiende
lo que están sintiendo sus hijos compartiendo experiencias similares.
-
Enfrente las preocupaciones de una manera seria, a veces se comete
el error de no darle importancia a las preocupaciones o interrogantes
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de los niños, puede ser que desde la perspectiva de un adulto, no
suenen muy importantes, no las ignore, no se ría o haga burla de
ellas, si es importante para sus hijos póngase al nivel de ellos y
escúchelos así aprenderán que pueden contar con usted para otras
cosas, que usted podría encontrar realmente importantes.
- No espere, usted no tiene que esperar una conversación importante
para tener una buena conversación con su hijo, todos los días
encuentre tiempo para hablar con sus hijos de cosas superficiales o
profundas, eso sí cuando hablen, póngales atención y escuche lo que
ellos tienen que decir.
Ser Persistente:
-
Espere, a veces sus hijos no están dispuestos a conversar, porque
están cansados o disgustados, déle tiempo y espacio a sus hijos y a
usted, pero no utilice esto como una excusa para evadir la
conversación.
-
Escuche más allá de las palabras, lo que sus niños digan, a veces no
se expresa en palabras, podría expresarse a través del lenguaje
corporal, el tono de su voz u otras acciones, escuche cuidadosamente
y trate de entender los sentimientos detrás de las palabras y no solo
las palabras.
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-
Analice con tiempo los temas complicados, a veces usted necesita
tener conversaciones difíciles, cuando eso este por ocurrir, analícelo
con tiempo. ¿Qué quiere decir?, ¿Qué preguntas necesita hacer?,
¿Qué puede hacer para que esto salga lo mejor posible?.
Ser Creativo:
-
Haga algo diferente, a mucha gente no le gusta solo conversar, puede
que ellos disfruten más las conversaciones mientras están jugando
básquetbol, armando un rompecabezas, caminando en las montañas o
ejecutando un proyecto de servicio, hacer cosas juntos, que usted y
sus hijos disfruten, puede ser la clave de una buena conversación.
- Comuníquese sin hablar, existen muchas maneras de expresarles que
tan importantes son sin tener que hablar, si sus hijos no quieren
hablar, déjeles una notita, mándeles un correo electrónico amistoso o
sino, solo siéntese en un costado de la cama y déles un masaje en la
espalda, no tendrá que decir nada, pero si estará comunicando
mucho.
Mantener la perspectiva:
- Déles tiempo, muchas veces los hijos necesitan espacio para pensar
sus cosas y darse cuenta quienes son, de les tiempo y espacio, pero
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siempre hágales saber que usted esta ahí, que les importa y que está
dispuesto a escucharlos.
- Tenga paciencia, muchas veces, usted y sus hijos, dicen cosas de las
que después se arrepienten, otras veces se pierde la oportunidad de
una buena conversación, relájese, esto es perfectamente normal, si ya
tiene dificultades para entablar una conversación, recuerde que
siempre puede iniciar otra conversación diferente, aunque sea
liviana, que lo ayude a restablecer la comunicación, aprenda,
perdone y trate nuevamente.
2.4 PROGRAMA DE APOYO FAMILIAR.
Con la finalidad de ayudar a padres de familia, a maestros y al niño mismo
como principal, se desarrollo un programa de apoyo familiar, para la
disminución de conductas agresivas, este consto de doce sesiones las cuales
tiene una serie de actividades a realizar, como también tiene el principal
propósito de que el padre de familia ponga en practica todas las
herramientas que se les brindo en el programa como apoyo para su hijo y
estas mismas ayuden al niño a disminuir las conductas agresivas que este
presentando .
También este programa fue de gran apoyo para las autoridades y docentes
de la institución ya que ayudando al niño a disminuirlo, por medio del
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padre de familia que es el responsable de este, ayudamos también a la
institución y docentes, este programa se impartió en 12 sesiones las cuales
cada una de ellas con un tiempo estimado de una hora con 30 minutos o
una hora con 45 minutos, es decir que por semana los días miércoles y
sábado se impartieron 1 sesión, al día haciendo un total de 3 horas y 0.20
minutos aproximadamente por semana.
CAPÍTULO III
VARIABLES Y SISTEMA DE HIPÓTESIS
3.1
DEFINICIÓN DE VARIABLES
A continuación se define las variables independientes y dependientes del
estudio.
3.1.1 VARIABLE INDEPENDIENTE
-
Programa de Apoyo Familiar.
Definición conceptual: Es un conjunto de técnicas encaminadas a fortalecer
los vínculos de unión entre los distintos miembros de una familia. Ejemplo,
basado en 12 sesiones, se trabajo con padres de forma grupal, abordando
diferentes temas como la comunicación familiar, que ayudaron a fortalecer
las relaciones interpersonales entre padres e hijos
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