Crisis individuales y reconfiguración de sistemas familiares: la

Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
CRISIS INDIVIDUALES Y RECONFIGURACIÓN DE SISTEMAS FAMILIARES: LA
PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA EN PROCESOS PSICOTERAPÉUTICOS
SISTÉMICAMENTE ORIENTADOS
Autora:
SANDRA LILIANA RUBIO RUBIO
Directora:
DIANA RODRÍGUEZ CHARRY
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
MAESTRÍA PSICOLOGÍA CLÍNICA ENFASIS SISTÉMICO
BOGOTÁ, D.C.
2016
1
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
2
Resumen
Este trabajo de investigación-intervención tiene como propósito comprender la manera
como los procesos psicoterapéuticos sistémicamente orientados con mujeres que consultan por
ayuda psicológica, contribuyen a la ampliación de la autonomía como estrategia de cambio ante
crisis vitales en sus contextos familiares significativos. Para cumplir el objetivo se llevó a cabo
una investigación-intervención de tipo cualitativa y se realizó un análisis categorial y holístico
de narrativas en donde se tuvieron en cuenta las conversaciones que se llevaron a cabo en el
sistema terapéutico. Una de las comprensiones más significativas que se construyó a lo largo del
proceso, desde una mirada ecológica, fue la relación de doble vía entre las crisis y los momentos
vitales que situaban necesidades propias del momento vital para cada una de las consultantes, lo
que implicó crear diversos escenarios para la promoción de una autonomía creciente.
Palabras clave: Terapia sistémica, crisis, autonomía, familia, investigación cualitativa.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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Tabla de contenido
Capítulo 1: Construyendo caminos hacia una investigación-intervención
sistémicamente orientada ................................................................................................................. 4
Justificación ....................................................................................................................................................... 4
Aproximaciones conceptuales.................................................................................................................... 9
Sobre la crisis ecológicamente comprendida ................................................................................................ 14
Familia y ciclo vital ................................................................................................................................................... 22
El sujeto en su autonomía desde la perspectiva eco sistémica compleja........................................... 27
Psicoterapia sistémicamente orientada ........................................................................................................... 32
Objetivos .......................................................................................................................................................... 37
Objetivo general ......................................................................................................................................................... 37
Objetivos específicos ................................................................................................................................................ 37
Método .............................................................................................................................................................. 38
Tipo de estudio ........................................................................................................................................................... 38
Diseño ............................................................................................................................................................................ 38
Participantes ............................................................................................................................................................... 41
Registro de la información .................................................................................................................................... 47
Metodología de análisis de la información ..................................................................................................... 47
Consideraciones éticas ............................................................................................................................................ 49
Capítulo 2: Alicia: “La verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir
viviendo de la forma como estoy viviendo ahora” ................................................................. 50
Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital ............................................. 53
Autonomía y self ............................................................................................................................................................. 59
Familia................................................................................................................................................................................. 69
Proceso psicoterapéutico y cambio ........................................................................................................................ 79
Capítulo 3: Una mujer adulta que se recrea ante un golpe del destino .......................... 90
Crisis: Del golpe del destino a la crisis vital ......................................................................................................... 92
Autonomía y self .......................................................................................................................................................... 102
Familia.............................................................................................................................................................................. 107
Proceso psicoterapéutico y cambio ..................................................................................................................... 115
Capítulo 4: La familia que sobrevive a las tensiones y golpes del destino ..................125
Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital .......................................... 129
Autonomía y self .......................................................................................................................................................... 140
Familia.............................................................................................................................................................................. 148
Proceso psicoterapéutico y cambio ..................................................................................................................... 155
Capítulo 5: Reflexiones finales ....................................................................................................161
Referencias bibliográficas ............................................................................................................173
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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Capítulo 1: Construyendo caminos hacia una investigación-intervención
sistémicamente orientada
Justificación
Como la vida misma, la comprensión que el hombre ha tenido sobre sí mismo y sobre los
demás se ha transformado permanentemente en el transcurrir de la historia. Desde la antigüedad,
con los principales pensadores griegos, hasta la postmodernidad, son muchas las perspectivas
desde los cuales el hombre se ha situado y ha nombrado lo que entiende por la esencia y
configuración de “el ser humano”.
El pensamiento moderno, por ejemplo, considera al hombre como un ser racional,
conocedor del mundo circundante, cuya principal característica es la individualidad. Se tiene la
noción de un yo “encapsulado”, estático, con características propias que permanecen con el
transcurrir de los años. Contrario a esto se encuentran los postulados de la posmodernidad –en
los que se inscribe la presente investigación- donde se entiende al ser humano como un ser
social y dinámico. El carácter dinámico del sujeto, se entiende por las constantes
transformaciones que éste tiene a partir de la interacción con los múltiples sistemas con los que
tiene contacto. Esta consideración permite alejarse de la noción de un sujeto determinado o por
lo biológico o por lo social, entendiendo que la construcción que el sujeto realiza de sí mismo y
del mundo en el que se encuentra es el resultado de la conexión de diversos factores a la vez
articulados entre sí, donde por supuesto los elementos biológicos, antropológicos y sociales
están presentes.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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De la misma forma que se reconoce al hombre como un sujeto en permanente
transformación, la sociedad en la que éste se inscribe -y en donde desarrolla un papel activo-,
también lo hace. De hecho, los cambios de uno y otro son en gran parte posibles gracias a su
indiscutible relación. Así, las transformaciones se entienden como parte de los procesos
adaptativos que el hombre desarrolla en respuesta a los pedidos generados en su relación con el
mundo, es decir, en el contexto socio-histórico particular en el que éste se inscribe.
La modernidad1 y los procesos de globalización -con sus elementos tanto de continuidad
como de ruptura-, se presenta como un punto de referencia para aproximarse a los modos de
vida complejos en la actualidad. El paso de una vida principalmente agrícola centrada en la
producción, a una urbana de consumo2 en la que se desarrollan nuevas necesidades de inserción
laboral; así como el desarrollo de nuevas tecnologías que facilitan la comunicación entre las
personas de forma inmediata y efectiva a pesar de encontrarse a kilómetros de distancia, son
hechos de suma relevancia en los ámbitos social, familiar e individual que implican nuevas
formas de relación y al tiempo nuevas circunstancias de adaptación.
Aunque estas situaciones se presentan como parte del continuo histórico de la
humanidad, cuya premisa principal -en el contexto socio-histórico actual- es el ideal de
“desarrollo” y “progreso”, es necesario resaltar aquí la paradoja que ésta presenta pues la
multiplicidad de “libertades” que le son otorgadas al sujeto actual, está acompañado de un sin
número de exigencias, retos y demandas. En palabras de Gergen (2006):
Esta multiplicación de los “debo” es particularmente notoria en el mundo profesional (…) La
posibilidad de establecer nuevas conexiones y adquirir nuevas oportunidades es prácticamente
ilimitada. La vida cotidiana se ha convertido en un mar de exigencias que nos ahogan, sin que se
Entendida –históricamente hablando- como un proceso que inicio en el siglo XVI, pero cuyas transformaciones
aún se mantienen
2
En el marco económico que promueve el capitalismo.
1
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
6
avizore playa alguna. (Gergen, 2006. P. 115)
Esta situación es particularmente compleja para la mujeres, pues el periodo de ruptura
histórica que se expresa en la posibilidad de haber adquirido el derecho a la educación, al igual
que su participación cada vez más creciente en los mercados laborales, contrasta con la
permanencia de ciertas creencias, principalmente en países como Colombia, donde se
consideraba a la mujer como núcleo o eje principal de las familias 3 , cuya principal
responsabilidad radica en el cuidado de los hijos y los demás miembros del grupo familiar, así
como su encargo de los oficios de la casa. De esta forma, si bien gran parte de la población
femenina que por gusto propio o como parte de las situaciones socioeconómicas particulares en
las que se encuentra han decidido desarrollar estos dos oficios de manera paralela, logrando
realizarlos satisfactoriamente, es indiscutible que las exigencias de desempeño para este grupo
poblacional son mayores4.
Contrario a lo planteado por Pineda (2007) que entiende estas transformaciones como “la
posibilidad de espacios de autonomía para la mujer” 5, aquí se presentan precisamente como
retos para la misma y en especial como dilemas en su autonomía por la disminución que se
3
En el presente trabajo se reconoce la múltiples y variadas formas de organización que tienen los sistemas
familiares, entendiendo que la concepción convencional de familia en tanto sistema nuclear, es solo uno dentro de
los diversos tipos de familia que se pueden presentar.
4
Los tiempos que exige cada uno de estos oficios demandan una mayor carga de energía. De acuerdo con la
Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) realizado por el DANE (2012-2013) “las mujeres tienen una carga
total de trabajo mayor que los hombres (…) teniendo en cuenta el tiempo dedicado por hombres y mujeres tanto al
trabajo incluido en el sistema de cuentas nacionales como al trabajo no remunerado, las mujeres trabajan en
promedio dos horas y doce minutos más al día que los hombres, diferencia marcada principalmente por el tiempo
adicional que las mujeres dedican a las actividades de trabajo doméstico (limpieza, mantenimiento y reparación del
hogar) y de cuidados (suministro de alimentos, apoyo a miembros del hogar, actividades con menores de 5 años
entre otros)”(DANE, 2013)
5
La cita completa de Pineda (2007) es la siguiente: “Estos procesos [haciendo referencia a las características de la
transición demográfica, disminución de los hogares y participación laboral de la mujer] que han incidido
fuertemente en la diversificación de las formas familiares, han facilitado también la ampliación de opciones y
estilos de vida, la emergencia de nuevas subjetividades y, especialmente, la posibilidad de espacios de autonomía
para la mujer. (P. 1)
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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presenta en sus grados de libertad.
En este punto es pertinente mencionar lo señalado en el Informe de Gestión de
Consultores (2015) con respecto al tipo de población que asiste en a este espacio pues son
precisamente las mujeres quienes más acuden en búsqueda de ayuda o acompañamiento
psicológico ante situaciones que le generan malestar o sufrimiento.
Gráfica 1. Porcentaje de hombres y mujeres que asisten a Consultores
Fuente: Informe de Gestión de Consultores en Psicología” (2015).
Cuando la mujer –o cualquier otro sistema -considera que las demandas de diverso
orden6 -a las que se les da un significado especial- sobrepasan su capacidad para resolverlas
(Hernández, 2009), interrumpiendo su carácter dinámico, emerge lo que en éste proyecto de
investigación-intervención se llama crisis. En otras palabras, con la crisis se ve interrumpido el
imperativo de desarrollo tanto de la familia como de cada uno de sus integrantes dificultando el
6
Además de las exigencias del contexto social que se evidenciaron, el sujeto se encuentra expuesto a otras
múltiples demandas en los demás mircrosistemas en y con los que coexiste. Uno de los mas importantes, por su
función y cercanía con el sujeto, es el familiar.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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balance entre estabilidad y cambio7 que debe existir en cualquier sistema complejo.
Independientemente del origen de las demandas: si son producto del entramado de las
dinámicas relacionales del sujeto con los demás sistemas8, si son el resultado de “los golpes del
destino”9 o si se presenta por la conjugación de ambas, las crisis, en el ámbito clínico, pueden
estar asociadas con la presencia de un sujeto sintomático10 en la familia. De acuerdo con Ochoa
(2004):
El origen de la sintomatología suele situarse en las dificultades y crisis a las que se ven
sometidos los grupos familiares en su devenir vital (…) el terapeuta familiar se convierte en una
persona que asiste a la familia en momentos de crisis, razón por la cual es sumamente importante
que observe las facetas fuertes y los recursos que poseen sus miembros para generar una
expectativa de lugar de control interno del cambio. (P. 9)
Dentro de las múltiples formas en que se puede considerar una crisis se destacan dos
principalmente: por un lado, como algo desfavorable que genera un desequilibrio en el sujeto o
sistema que la experimenta; por otro lado, como una gran oportunidad de cambio que se le
presenta a un sistema dado.
Teniendo en cuenta lo anterior y partiendo de entender que el terapeuta se presenta como
un posibilitador, como un acompañante en un espacio-tiempo determinado que genera el
7
Como se mencionó, el fenómeno inherente al cambio es el dinamismo o actividad presente en todo sujeto o
sistema. De hecho, el cambio se presenta como una condición necesaria para la supervivencia de los sistemas.
8
El sistema familiar al ser el más cercano al sujeto puede desempeñar un rol significativo
9
Expresión utilizada por Marcelo Pakman en una conferencia en la Pontificia Universidad Javeriana (2015) para
referirse a aquellas situaciones azarosas que se presentan independientemente del accionar de los sujetos.
10
Por sujeto sintomático se hace referencia a la persona que portan algún tipo de “síntoma” o diagnóstico. De
acuerdo con lo señalado por la OMS (2009) los trastornos mentales se encuentran dentro de las principales causas
de discapacidad crónica a nivel mundial. Una de las poblaciones más afectadas de acuerdo con la organización ya
citada son las mujeres de todas las edades con diagnósticos de depresión. En el caso concreto de Colombia el
Ministerio de protección social (2003) reitera que efectivamente son las mujeres la población más diagnosticadas
con algún trastorno del estado de ánimo (17,5% de prevalencia) y de ansiedad (21,8% de prevalencia): solo en los
trastornos por uso de sustancias se encuentra una prevalencia mayor en los hombres.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
9
contexto particular de nuevas perspectivas y alternativas, cuya función consiste en acompañar a
los consultantes a ejercer su libertad con responsabilidad, libertad que como se vio en algunos
momentos genera dilemas en la autonomía de las mujeres, surge la siguiente pregunta
orientadora del presente trabajo de investigación-intervención: ¿Cómo promover en procesos
psicoterapéuticos la autonomía de mujeres en situaciones de crisis co evolutivas en el contexto
de sus relaciones familiares significativas?
Aproximaciones conceptuales
Son dos las aproximaciones epistemológicas que se tendrán en cuenta para la
formulación, elaboración y desarrollo de la investigación-intervención propuesta, a saber, el
construccionismo social y el paradigma sistémico, que serán desarrollados a continuación.
Entender a los sujetos como seres sociales que necesitan de la constante interacción con
el otro para la construcción continua y cambiante que realizan de sí mismos y del mundo en el
que se circunscriben -resaltando la importancia del lenguaje en estos procesos-, implica partir y
tomar como referencia algunos planteamientos epistemológicos del construccionismo social.
El construccionismo surge como una postura crítica dentro de la psicología social, en
medio de la ruptura con la concepción neopositivista de ciencia (periodo moderno), donde se
cuestionaron los fundamentos en los que se había basado el conocimiento científico hasta
entonces11.
De acuerdo con Kenneth Gergen (1996), uno de los principales representantes de esta
corriente, el socio-construccionismo debe ser visto como un medio para generar nuevas maneras
11
Dichos fundamentos, circunscritos principalmente en la corriente positivista son: el carácter de objetividad,
causalidad lineal, sujeto pasivo, lenguaje como representación del mundo y del carácter ahistórico del conocimiento
científico.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
10
de conocimiento sobre las formas en que los individuos históricamente situados, interpretan la
realidad, se relacionan entre sí y construyen el mundo en el que viven. Si bien son varias las
premisas bajo las cuales se desarrolla, a continuación se mencionarán dos aspectos por
considerarlos relevantes para la comprensión de las dinámicas relacionales de los sistemas
principalmente familiares dado que fueron los que se tomaron como referencia para los procesos
psicoterapéuticos.
El primero de ellos, de acuerdo con Gergen (1996), es: “los términos y formas mediante
los cuales obtenemos la comprensión del mundo y de nosotros mismos son artefactos sociales,
productos de intercambios histórica y culturalmente situados entre las personas” (p.162). Así,
las descripciones o explicaciones que se realizan a través de la palabra no están dadas por las
características intrínsecas de un mundo externo, ni por las particularidades de cada individuo,
sino que son el producto de relaciones. De esta forma, lograr la inteligibilidad dentro de un
grupo es participar en un patrón reiterativo de relación. En otras palabras, la racionalidad que
caracteriza a los seres humanos no se puede observar de manera aislada, sino como una
construcción realizada socialmente, cuya característica principal es la interdependencia que
existe entre los sujetos.
El segundo aspecto a señalar es el papel del lenguaje cuyos significados se derivan del
modo en el que se inscriben dentro de patrones de relación. En el construccionismo las muestras
de lenguaje son unidades dentro de patrones mayores de relación. Como lo señala Gergen
(1996) “[el lenguaje] no es representativo de otros dominios- referentes o impulsos interioressino resultados de modos específicos de vida, de rituales de intercambio, de relaciones de
control y dominación” (p. 168).
Adicional a ello, el lenguaje cumple un papel fundamental en la noción que los sujetos
tienen de sí mismos. Siguiendo los planteamientos de Taylor:
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
11
No existe una realidad subyacente, un yo profundo y personal, susceptible de ser descrito de
diversas maneras recurriendo a distintos vocabularios y a distintas expresiones lingüísticas, sino
que el propio vocabulario que utilizo para describirme a mí mismo y las expresiones lingüísticas
a las que recurro para hacerlo, son constituyentes y constitutivas de mi forma de ser; no
explicitan o dan cuenta de mi forma de ser sino que las conforman (Taylor en Ibáñez, 2006, p.
40).
En esta medida, el yo de cada sujeto no puede ser independiente de cómo es
experimentado cuando se interpreta lingüísticamente, sino que resulta de dicha interpretación,
así, la forma de hablar de sí mismo es parte constitutiva de lo que se es.
Al igual que el construccionismo social anteriormente expuesto, el paradigma sistémico
se presenta como un camino alternativo en el abordaje y acceso al conocimiento. En otras
palabras, se concibe como una forma complementaria –frente a la “ciencia dominante”- de
comprender fenómenos asociados a la experiencia vital.
Las corrientes epistemológicas predominantes durante el periodo moderno tenían un
interés particular por identificar la naturaleza última de las cosas, por develar la esencia y
composición de los objetos observados. Se desarrollaba de esta manera un proceso de
observación, descripción y clasificación de partes del objeto estudiado, lo que finalmente
conduce la separación de las mismas. Contrario a esto, los postulados sistémicos señalan que la
comprensión del mundo debería ir más allá del entendimiento de sus partes 12 , se plantea la
necesidad de comprender aquello que se encuentra entre las partes, identificando qué aspectos
las unen o permite que se relacionen unos objetos con otros. En palabras de Garciandía (2011) el
paradigma sistémico consiste en identificar “cómo un objeto que estudiamos aisladamente se
12
Con lo anterior no se desconoce o deslegitima las posturas planteadas por corrientes epistemológicas como el
empirismo o positivismo.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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conecta y se relaciona con otros objetos y su contexto (…) así, en lugar de distinguir lo que se
hace es identificar; en lugar de separar o fusionar se busca conectar.”. (Garciandía, 2011. P. 19)
De acuerdo con la visión de von Foester son tres los aspectos característicos de la
sistémica: la cibernética, la hermenéutica, y el constructivismo13. Aunque Garciandía coincide
con von Foester en los aspectos anteriormente mencionados, plantea la necesidad de incluir el
pensamiento complejo14, como la cuarta característica a tener en cuenta. En el presente trabajo
de investigación este último aspecto se incluye pero de manera transversal a los demás.
La cibernética en tanto proceso circular15 que sobrepasa la causalidad lineal permite ir
más allá de los límites de la materia (sin desconocerlos) para centrarse en la manera como los
fenómenos, acontecimientos o cosas, se conectan. Su aplicación en el contexto terapéutico que
aquí se desarrolla tiene dos grandes implicaciones: por un lado, preguntarse por el cómo y el
qué de las crisis vitales personales y familiares, es decir, en cómo éstas en tanto proceso, van
teniendo ciertas implicaciones en la organización o funcionamiento de los sistemas, más allá de
cuestionarse sobre su origen o porqué. Por otro lado –pasando a la cibernética de segundo
orden-, el papel activo del observador/terapeuta/investigador en el fenómeno estudiado. El
terapeuta/investigador al conformar un nuevo sistema en el contexto del proceso terapéutico,
debe incluir sus acciones como aspectos centrales en el desarrollo del circuito causal. Lo
anterior se puede reafirmar con lo señalado por Pakman (en Heinz von Foester, 1991).
13
se refiere a la posibilidad de conocer el mundo a partir de la experiencia obtenida a través de los sentidos. Esto
solo es posible gracias a la estructura biológica de cada ser vivo. En otras palabras, se plantea que la “realidad” es
todo cuanto los sentidos puedan percibir, la “realidad” se construye en la continua interacción en el mundo
14
De acuerdo con Morín éste debe entenderse como un método de pensamiento, en el cual priman las
comprensiones relacionales de los fenómenos, es decir, la visión del universo conectado.
15
Además de proceso, la circularidad también incluye conceptos de contextos y pluralidad en la mirada de los
fenómenos. Este último concepto, evidencia, por ejemplo, la multiplicidad de posibilidades a la hora de intervenir
en contextos terapéuticos, evidenciando cada una de éstas como una oportunidad de cambio.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
13
El terapeuta no es más alguien que describe el sistema “tal cual es” desde fuera, sino alguien que
“co-construye al sistema del que él es también participante”, y más aún, el terapeuta mismo
emerge como tal a través de esa participación y del tipo de instrumentos conceptuales que usa,
genera, co-genera en dicha participación (P. 26).
Así, más allá de ver las crisis vitales en sistemas familiares como algo externo que debe
ser descrito, desde esta perspectiva se plantea la manera como el observador, en su doble calidad
de investigador y terapeuta, al interactuar con la familia que solicitó orientación, constituye un
nuevo sistema en el marco del proceso terapéutico, en el que por supuesto tiene un papel activo
y en el que es transformado a la vez que es agente transformador.
Continuando en el marco de la cibernética, un concepto que tiene especial importancia
en el presente documento es el de ecología. Éste hace referencia a los procesos de interacción
que se presentan en una comunidad, con acciones combinadas entre múltiples partes que
desencadenan un comportamiento coherente, integrado y armonioso, orientado a satisfacer las
necesidades del todo sobre las partes. De acuerdo con Garciandía (2011) desde la mirada
ecológica “todos [los sistemas vivientes] comparten que son totalidades integradas de cuyas
interacciones, mutua dependencia y recíproca necesidad emergen sus características esenciales”
(p. 68).
En sistemas vivos socialmente organizados como la familia, se observa entonces la
conexión e interdependencia entre sus miembros, que actúan o se desenvuelven en función del
contexto -como parte constitutiva y constituyente de la red en la que se inscriben- permitiendo
que la familia se conserve en tanto sistema. En este orden de ideas el concepto ecológico incluye
el carácter holístico, sistémico y complejo. La mirada holística permitiría ver a la familia como
un todo funcional que conserva una interdependencia entre sus miembros; la sistémica
propendería por identificar las relaciones entre los miembros de la familia así como la relación
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
14
de éstos con otros sistemas; mientras que la perspectiva compleja incluiría la manera como la
familia se sumerge en su contexto natural y social, es decir, cómo se constituyó, en qué
circunstancias, como influye su funcionamiento en el contexto y en la sociedad en general.
Con respecto a la hermenéutica, su la relación directa con el lenguaje se convierte en una
forma de comprender el mundo e interactuar en él, es un medio para comunicarse con los otros.
Desde esta perspectiva se considera que “es quien escucha y no quien habla el que determina el
significado de una expresión”. (Garciandía, 2011.P.11).
Sobre la crisis ecológicamente comprendida
Son múltiples las disciplinas, así como los enfoques desde los cuales se ha tenido un
acercamiento tanto conceptual como investigativo e interventivo al fenómeno de crisis, no
obstante las nociones que aquí se tendrán en cuenta versan en el paradigma de la complejidad.
Una de las aproximaciones más significativas sobre las crisis es la de Le Moigne (2010),
quien plantea que si bien no hay una modelización sistémica de la crisis pues por su misma
naturaleza de imprevisibilidad, junto con su característica de centrarse en el proceso mas no en
el estado, existen ciertos factores que se deben tener en cuenta al momento de aprehender e
interpretar las crisis, a saber, double-bind, catástrofe y bifurcación. De esta forma señala: “Si
bien la crisis es la percepción de una bifurcación posible próxima e imprevisible, una de cuyas
ramas al menos conduce a situaciones desconocidas, ella no es necesariamente la catástrofe”.
(Le Moigne, en Elkaïm, 1998. Pág. 116) Así, además de entender la crisis como un proceso que
anuncia una posible catástrofe pero que no necesariamente la genera, se comprende también que
ésta depende de las representaciones que de ella elabora el sistema involucrado.
Esta comprensión a la vez se encuentra sustentada en varios argumentos, sin embargo en
este trabajo solo se tendrán en cuenta dos de ellos. El primero hace alusión a la temporalidad del
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
15
fenómeno. Plantea que todo sistema paralelamente desarrolla dos procesos de regulación
comportamental –sincrónico y diacrónico- coordinados entre sí. Cuando alguna de estas dos
regulaciones afecta a la otra y por lo tanto ya no se coordinan sino que se inhiben mutuamente,
los comportamientos generados se perciben como incoherentes, declarando al sistema en crisis.
El segundo argumento se encuentra en el orden de lo cognitivo, con dos niveles a la vez:
uno de ellos –al que Le Moigne denomina de gusto de los piagetianos- sostiene que cuando no
existe una adecuada articulación y equilibrio entre los modos de adaptación ante las exigencias
del entorno (acomodación y asimilación) y por ende se cuenta con modelos desequilibrados en
relación con el ambiente, el sistema entra en crisis. El segundo al que el autor señala como de
gusto de los batesonianos hace referencia a las múltiples lógicas que pueden estar presentes. De
acuerdo con Le Moigne:
(…) tal vez no se trata solamente de un conflicto entre los órdenes comportamentales suscitados
por dos niveles de una misma racionalidad, sino de un conflicto entre racionalidades diferentes
que el sistema no percibe como tales: una astucia está en general magníficamente razonada, pero
el razonamiento se funda en otra racionalidad distinta de la que cauciona la buena moralidad de
la lógica clásica (Le Moigne en Elkaïm, 1998. P.118).
Ahora bien, yendo de la noción abstracta de crisis a sistemas concretos, se encuentran las
aproximaciones que se han hecho sobre ésta a nivel individual y familiar. De acuerdo con
González (2010), las crisis se pueden presentar en los periodos de transición –tanto de la familia
como del individuo- de un ciclo vital a otro por todas las transformaciones que éstas implican en
la organización de los mismos. A esto lo llama crisis evolutiva. Siguiendo con los
planteamientos de González (2010):
Cuando cada uno de los miembros de la familia tiene bien definidas sus funciones y los roles
correspondientes al ciclo vital cronológico, va creándose una estructura familiar organizada que
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
16
le permite tener un desarrollo en su identidad familiar y en la individualidad personal de sus
componentes. Ahora bien, si en el esfuerzo de reorganización familiar la propia estructura
familiar, por su falta de flexibilidad, no lo permite, aparecen entonces las disfunciones familiares.
(González, 2000. Pág. 281).
Además de las transiciones normativas, se presentan también las crisis producto de
accidentes generando un mayor costo a la salud. La autora señala que las crisis generadas por
factores accidentales tienen un mayor impacto tanto en las personas como en las familias, no
obstante, no conduce necesariamente a la catástrofe. El camino que tome la crisis dependerá
entonces de la significación que el sistema familiar da al evento. De cualquier forma se
presentará también con un papel transformador.
Crisis, familia y ciclo vital
Las teorías de ciclo vital atribuyen una relación significativa entre las transiciones vitales
y las crisis (bien sea de los individuos o de las familias16). Entre estas posturas se encuentran los
señalamientos de Beyebach y Rodríguez (1995). Desde esta perspectiva, todas las familias,
independientemente de su estructura y como parte de un proceso “natural”, se ven enfrentadas a
diversos cambios a lo largo de su historia. Esto supone la existencia de ciertas fases 17, en cuyos
periodos de transición o cambios de una fase a otra surge o se presenta lo que se podría
denominar como crisis.
De acuerdo con Beyebach y Rodríguez (1995), existen tres niveles desde los cuales se puede
entender esta relación. El primero de ellos es considerado la posición dura, caracterizado por
16
El ciclo vital de la familia hace referencia al proceso histórico del sistema y no a la yuxtaposición de los ciclo
vitales de los individuos que hacen parte del mismo
17
Es preciso señalar que si bien todas las familias cuentan con fases durante su desarrollo vital, éstas tienen sus
particularidades de acuerdo a las características de cada sistema.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
17
establecer una relación causal entre ciclo evolutivo-crisis, es decir, por plantear o bien que la
complicación de la familia para avanzar en el ciclo vital causa la patología 18 , o bien por
establecer que todo problema clínico en terapia familiar presenta el atasco evolutivo. En ambos
casos se presenta a la vez una relación circular donde tanto los unos como los otros causan y
mantienen la situación problemática.
Una de las posturas más clásicas dentro de esta perspectiva es la de Haley y Pittman:
Pittman (1900) apunta en la misma dirección al señalar que las crisis del desarrollo exigen que la
familia modifique su estructura para adaptarse a ella. En su opinión, los problemas surgen
cuando parte de la familia (o toda la familia) trata de evitar la crisis en vez de adaptarse a ella
como cuando parte de la familia trata de apresurar la crisis. En cualquier caso, esta respuesta
inadecuada ante la tensión evolutiva se debe a que existe alguna inflexibilidad estructural previa
(Beyebach y Rodríguez (1995), pág., 69).
En el segundo nivel se encuentra la posición intermedia, “según la cual los momentos de
transición de una etapa a otra pueden eventualmente constituir verdaderas crisis evolutivas,
eventos estresantes que unidos a otros factores de tensión precipiten algún tipo de problema
relacional o individual” (Beyebach y Rodríguez, 1995. Pág. 73). A diferencia del nivel anterior,
desde esta perspectiva no hay una relación directa entre la transición de los ciclos de vida y la
aparición de “problemas clínicos” o de “crisis”. Continuando con lo planteado por los autores,
“la disrupción que la transición pueda causar estaría desde esta óptica mediada por otras
variables 19 individuales y relacionales, además del conflicto previo” (Beyebach y Rodríguez
(1995), pág., 73).
La “patología” y “el problema” se consideran, desde ésta perspectiva, como la crisis.
Algunas de las variables de acuerdo con Worthington (1987) son: modificación de roles familiares, cambios de
equilibrio entre intimidad-distancia, magnitud de cambios percibidos, entre otros.
18
19
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
18
Finalmente, en el tercer nivel, se encuentra la posición suave. De acuerdo con los autores
en esta:
El ciclo vital familiar constituye uno de los contextos dentro de los cuales se desenvuelven los
sistemas humanos y, por tanto, un contexto dentro del cual se generan y mantienen –entre otras
cosas- los problemas. Es decir, el ciclo vital no causa ni precipita los problemas, pero interactúa
con ellos. (Beyebach y Rodríguez (1995), pág., 73).
En este punto es pertinente aclarar que aunque es bastante frecuente encontrar
explicaciones sobre las crisis en los sistemas individual y familiar, asociadas, principal y casi
que únicamente, a los cambios propios del ciclo vital como lo plantea González (2010), el
presente trabajo sugiere el entramado de múltiples factores –en donde por supuesto se incluiría
el ciclo vital en tanto factor y contexto- cuya interacción en un tiempo-espacio determinado
posibilitan la emergencia de la crisis. Los señalamientos de Beyebach y Rodríguez (1995) -con
respecto a la comprensión del ciclo vital como uno de los factores que interviene en la
configuración de la crisis, mas no como un determinante-, en el segundo y tercer nivel, así como
los planteamientos de Hernández (2009) se acercan bastante a lo que aquí se está planteando.
En sus planteamientos, Hernández (2009) hace alusión a la presencia de múltiples
factores que pueden posibilitar la emergencia de crisis en un sistema familiar. De forma
concreta, rotula la crisis como la pérdida de equilibrio que sufre un sistema, bien sea por
estresores o por tensiones, ante lo cual no contaba o no pudo construir los recursos suficientes
para afrontarlo.
En palabras de Hernández (2009):
La familia, como todos los sistemas sociales, intenta mantener un funcionamiento balanceado
usando sus capacidades para enfrentar sus demandas o exigencias (estresores o tensiones),
conforme a los significados que la familia le atribuye a dichas demandas y capacidades. Estos
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
19
tres factores interjuegan para lograr un funcionamiento balanceado, el cual se conceptualiza en
términos del ajuste y la adaptación familiar (…) La crisis o estado de desequilibrio surge cuando
la naturaleza o el número de demandas exceden las capacidades existentes (Hernández, 2009. Pp.
49 – 50).
Ahora bien, es preciso establecer la diferencia que existe entre estresores y tensiones.
Los primeros se caracterizan por presentarse en un momento específico de la vida generando
cambios en el sistema social familiar. Estos estresores a la vez se dividen en dos: por un lado,
aquello que son normativos, es decir como resultado del desarrollo propio del ciclo vital tanto de
los sujetos como del sistema; por otro lado, no-normativos, que ocurren inesperadamente.
Por su parte la tensión se presenta de forma más permanente en la familia, y se establece
como la presión existente cuando hay una necesidad o deseo de cambiar algo. Si bien existen
claras diferencias entre los conceptos, éstos no son excluyentes entre sí, se pueden presentar de
forma paralela potencializando de esta manera la aparición de la crisis. Es necesario aclarar con
esto, tal como lo plantea Hernández (2009) que un único factor estresor o tensionante no
desencadena la crisis, por el contrario ésta emerge en la conexión de múltiples situaciones.
Aunque los autores anteriormente mencionados se aproximen a la crisis desde diferentes
perspectivas, tanto Le Moigne como Hernández coinciden en plantearla como una situación o
evento en el que el equilibrio del sistema, cualquiera que este fuere, se rompe. De esta forma la
crisis es entendida en este proyecto como un periodo de “desequilibrio” tanto del sujeto como
del sistema en el que se inscribe, pero donde necesariamente se va a presentar una
transformación.
Clavijo (2002) ayuda a resaltar esta afirmación al considerar que dentro de las múltiples
formas en que se puede considerar una crisis se destacan dos principalmente: por un lado, como
algo desfavorable que genera un desbalance en el sujeto o sistema que la experimenta; por otro
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
20
lado, como una gran oportunidad de cambio que se le presenta a un sistema dado. En palabras
de Clavijo (2002), “De ahí que sea precisamente en los momentos críticos cuando las personas
están en condiciones más propicias para experimentar la necesidad de cambio y aceptar la
conveniencia de procurar lograrlos” (p.65)
Crisis y cambio
De esta forma el contexto terapéutico se presenta como un escenario posibilitador de
dichas transformaciones, si y solo si, tiene en cuenta los recursos del sistema para superar la
crisis. De acuerdo con González (2010) dentro de los recursos presentes en la familia se
encuentran la cohesión y flexibilidad, que a la vez están relacionados con la adaptabilidad de la
familia ante los cambios del entorno y finalmente el apoyo social. Teniendo en cuenta esto se
planteó que el proceso terapéutico debe ir orientado entonces al reconocimiento de los recursos
protectores de la familia que les permitan adaptarse y recuperar el equilibrio familiar que se
alteró o puso en riesgo.
En este sentido es igualmente importante retomar los planteamientos de Hernández con
respecto a los recursos o capacidades que tienen las personas para enfrentar constantemente las
situaciones adversas, situaciones en las que por supuesto se pueden presentar las crisis. Según
Hernández (2009):
Una capacidad es una potencialidad que la familia tiene disponible para afrontar las
demandas. Habría dos grandes tipos de capacidades: recursos o lo que la familia tiene, y
estrategias de afrontamiento o lo que la familia hace. (Hernández, 2009. Pág. 54)
Existen a la vez diferentes tipos de recursos: los personales, son todos aquellos recursos
con los que cuenta el sujeto; familiares, pueden estar dados principalmente por el nivel de
cohesión que tenga un sistema familiar, es decir, por el vínculo de unión construido y mantenido
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
21
entre los miembros del sistema; finalmente el recurso de la comunidad, de donde se pueda
obtener ayuda para responder a las distintas demandas.
Ahora bien, desde los planteamientos de la presente investigación- intervención, éstos
recursos no son factores aislados, cada uno con un papel específico en el afrontamiento de las
crisis, sino que por el contrario es a partir de la interconexión entre estos elementos que la crisis
puede posibilitar o no un camino de cambio positivo. En otras palabras, no depende solo del
sujeto o de la familia o de la comunidad salir adelante, sino de todos ellos juntos.
Otro autor que apoya lo anterior es Gino Cavani (2010), dentro de los diversos aspectos
que menciona el autor se destacan dos por su relevancia en la presente investigaciónintervención: el primero de ellos es la manera como se inscribe a la familia –como sistema- en la
comprensión de la crisis. Si bien en las investigaciones mencionadas anteriormente se establece
la clara relación “crisis-familia”, el autor va más allá de comprenderla como el contexto o
escenario donde se presenta o evidencia las crisis, entendiéndola como un espacio posibilitador
tanto en el surgimiento como afrontamiento de las mismas. En palabras de Cavini (2010):
Las crisis pueden ser traumáticas y dolorosas pero dependerá de la historia previa de los
miembros del sistema familiar para “dar cara” a estas situaciones. La historia previa relacional
nos muestra qué recursos posee la familia para aliarnos a estos y ayudar a que se produzcan los
cambios deseados. (Cavini, 2010. P. 2)
Así como la historia previa de la familia puede incidir en la manera en que se “de cara” a
las crisis, de la misma manera, de acuerdo con el Cavani (2010), las crisis pueden o enriquecer o
empobrecer los vínculos familiares de un sistema. El debilitamiento de los vínculos familiares
podría conducir a su vez problemas psicológicos de distinta gravedad.
El segundo aspecto identificado, es el abordaje de las crisis desde la perspectiva
sistémica. De acuerdo con Cavini (2010) para que las intervenciones sean exitosas se debe
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
22
identificar con claridad las tensiones presentes en los sistemas: “Cuando es así [la tensión se ha
definido con claridad], se torna tangible y específica, y ello señala el camino hacia el cambio.
Cuando la tensión no se define y se hace confusa, la crisis se extiende sin necesidad y se vuelve
incontrolable” (Cavini, 2010., P. 5).
Adicionalmente, en cuanto a la intervención como tal, señala cómo ante las llamadas
crisis circunstanciales, producto de accidentes o situaciones inesperadas, se busca potencializar
los recursos de la familia para superarlas. Un claro ejemplo de ello fue el trabajo que realizó
Cavini (2010) y su equipo en la zona de catástrofe de Pisco, tras el último terremoto que se
presentó y en el que muchas familias perdieron a sus seres queridos, teniendo además que salir
de la zona para resguardarse. De acuerdo con lo señalado por el autor, el trabajo en la
potencialización de los recursos, así como trabajar para que las personas se quedaran con lo
mejor de las personas que fueron significativas en sus vidas les permitió a muchas personas
superar la pérdida de sus seres queridos.
Las aproximaciones que Cavini realiza a la noción de crisis desde el paradigma sistémico
complejo son de suma importancia en la medida que sugieren la relación crisis-familia-vínculos
(tanto en su configuración como en su tratamiento), aspecto central en la presente investigaciónintervención.
Familia y ciclo vital
En la presente investigación-intervención, aproximarse a la noción de familia implica
considerar de manera simultánea las perspectivas estructural y evolutiva, que además de estar
relacionadas entre sí, se encuentran también atravesadas por una perspectiva funcional.
La perspectiva estructural hace referencia a la manera como está compuesto el sistema
familiar: los límites, roles y jerarquías allí presentes. En palabras de Minuchin (2005) “es el
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
23
conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los
miembros de una familia” (P. 86). En este punto es necesario señalar que no existe una única
forma “adecuada” de organización familiar. Cada familia se organiza de tal manera que en su
contexto particular puede resultar funcional para su propio sistema.
Las estructuras en un sistema familiar pueden observarse o bien individualmente, es
decir, cada persona del grupo, o bien por la unión de dos o más personas que comparten
características como generación, sexo, intereses o función. Un ejemplo de esto último son el
subsistema parental con la unión de los padres, o el subsistema fraterno que se conforma con la
unión de los hijos. Ahora bien, la diferenciación entre cada uno de los subsistemas presentes en
el grupo familiar solo es posible gracias a la presencia de límites. Éstos hacen referencia a las
reglas que establecen quienes participan y de qué forma en cada uno de los subsistemas
presentes en un grupo familiar.
La importancia que los límites tienen en el presente trabajo de investigación-intervención
radica en su relación con los niveles de cohesión familiar, y de éstos con la autonomía.
Retomando de nuevo a Minuchin (2005) se puede decir que existe una estrecha relación entre
los niveles de cohesión: desligados 20 o amalgamados 21 con la autonomía. Las familias o
subsistemas aglutinados “pueden verse perjudicados en el sentido de que el exaltado sentido de
pertenencia requiere un importante abandono de autonomía” por el contrario, “los miembros de
subsistemas o familias desligadas pueden funcionar de forma autónoma, pero poseen un
desproporcionado sentido de independencia (…) y carecen de la capacidad de la
interdependencia y de requerir ayuda cuando la necesitan” (P.91). Es imperioso aclarar que la
Cuando los límites son demasiados rígidos, es decir, cuando los miembros de la familia muy “independientes” se
habla de desligamiento.
21
Cuando los límites son demasiado difusos se habla de amalgamiento familiar pues los miembros de la familia
están sobre involucrados
20
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
24
noción de autonomía que se toma no hace referencia a la libertad total y absoluta del individuo
sobre sí mismo, sino a la gama de variaciones individuales que puede tener en un momento dado
de la vida a partir de las interdependencias con los demás.
El rol determina la función o funciones que una persona puede tener en una familia, está
siempre a favor del sistema como tal, por ello, su naturaleza relacional y organizacional. En esta
misma línea Hernández (2009) plantea que los roles y las reglas, como aspectos característicos
de la familia en tanto sistema, sirven para organizar las responsabilidades y la interacción
familiar, limitando la conducta de los miembros para mantener la estabilidad del grupo.
Por su parte la perspectiva evolutiva considera que nociones como cambio, actividad y
tiempo son condiciones necesarias para la supervivencia de los sistemas, lo que permite
entender que tanto la familia, como cada uno de sus integrantes evolucionan y se reestructura
conforme al curso de su ciclo vital.22
De acuerdo a las fases en la que se encuentren sus miembros, la familia debe ir
transformándose y a la vez garantizando su conservación como subsistema social. En la
transición de una fase a otra, algunas familias perciben el cambio como una amenaza a su
sistema familiar, impidiendo el reajuste que se requiere, posibilitando la emergencia de síntomas
(Hoffman, 1987).
Las dos perspectivas mencionadas finalmente permiten dar cuenta de los procesos
adaptativos que las familias desarrollan ante situaciones cambiantes de manera tal que mantiene
la continuidad a la vez que fomenta el crecimiento psicosocial de cada uno de sus integrantes.
Familia y Portador del síntoma
22
En este devenir se presentan dos procesos complementarios entre sí: morfostático, encaminado a mantener la
estabilidad y el morfogenético, los cuales promueven la flexibilidad para adaptarse a los cambios a los que esta
expuesto.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
25
Los seres humanos recién nacidos de cualquier comunidad son sujetos vulnerables que
necesitan del otro para su desarrollo físico, emocional y social. La familia, al ser el sistema más
cercano en el que se inscribe el naciente, se convierte en ese otro, en el primer y principal
organismo encargado de su cuidado y progreso.
La familia en tanto sistema, se caracteriza principalmente por la red de relaciones e
interdependencias que existe entre sus miembros. Esto, unido al concepto que causalidad
circular que adopta, explica cómo el cambio en uno de sus miembros afecta a los demás en una
cadena circular de influencia. En este punto es pertinente señalar que desde la perspectiva
sistémica compleja los trastornos individuales son entendidos como síntomas de una disfunción
familiar (Hernández, 2009. P.29), y no como un problema originado y mantenido únicamente
por el sujeto sintomático. De acuerdo con Hernández (2009):
Si bien el desarrollo y comportamiento de un individuo son desadaptativos en relación con el
exterior, pueden ser funcionales y adaptativos dentro del contexto familiar. Los desajustes
individuales operarían entonces como un regulador de la estabilidad familiar, aunque en otro
nivel aparezcan como expresión y motivo de tensión dentro del sistema (P.29)
En este mismo sentido Minuchin (2005) considera que el sujeto sintomático está
respondiendo a las dificultades que se producen en otros lugares del sistema, contribuyendo, al
mismo tiempo y de manera significativa, a la tensión que puedan tener otros miembros del
sistema.
Por su parte Boscolo y Bertrando (1996) plantean que lo “patológico” o rígido en los
sistemas resulta cuando estos están dotados de una escasa o nula reflexividad, con explicaciones
deterministas y una concepción lineal del tiempo en la que el pasado determina el presente y
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
26
condiciona notablemente el futuro 23 . Es importante destacar que desde esta perspectiva el
contexto y la red social juegan un papel de suma importancia en la construcción y significado de
la realidad.
Así, aunque la “patología” este localizada en un miembro del sistema familiar en
concreto –en este caso son mujeres en diferentes ciclo vitales- comprender las dinámicas
relacionales al interior de la familia -el primer y principal sistema de socialización y acogida de
los seres humanos- es un factor fundamental en el abordaje de los procesos terapéuticos.
Lo anterior concuerda con lo planteado por Rodríguez (2007) al señalar que en el marco
de los contextos psicoterapéuticos los motivos de consulta, bajo la noción de síntomas o
problemas, deben considerar su construcción social emergente en una dinámica de relaciones
recurrentes, que vincula a todos los participantes en acciones de consenso, y “acoplamiento
estructural”.
De forma más específica, el diagnostico de las mujeres de los tres casos abordados
durante la investigación realizada no se limitan a procesos internos de las mismas, sino que por
el contrario estas personas se considerarán como las portadoras de un síntoma24 que evidencia
dificultades relacionales en su grupo social más cercano y en un contexto socio-cultural
específico.
23
Contrario a ello se encuentra el sistema flexible y adaptable, los cuales permiten que la informacion pueda
circular libremente.
24
La aparición de un síntoma se presenta entonces como el intento del grupo familiar o bien para ajustarse a
modificaciones de su estructura interna o bien por las exigencias del entorno en el que se inscribe y con quien
establece una constante interacción.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
27
El sujeto en su autonomía desde la perspectiva eco sistémica compleja
De acuerdo con Edgar Morin (1998) una característica inherente al sujeto –teniendo en
cuenta la definición biológica 25 que propone- es la noción de autonomía, que a la vez se
encuentra estrechamente relacionada –en un proceso de doble vía- con la auto-organización que
todo sujeto en calidad de ser viviente realiza día a día, a partir de la constante interacción que
tiene con los demás seres que lo rodean en el contexto particular en el que se encuentra.
De forma más precisa, la auto-organización implica que el sistema deba trabajar
constantemente para construir y reconstruir la autonomía, teniendo pérdida de energía. Ante esta
situación el sujeto debe recurrir al exterior y extraer de allí la energía que necesita para mantener
su calidad de ser autónomo.
La dependencia del sujeto con el exterior, siguiendo con Morin (1998), no solo se
encuentra en términos energéticos, sino también informativos y de organización ya que, por un
lado el ser vivo extrae información del mundo exterior para organizar su comportamiento; por
otro, existen ciertos parámetros biológicos, sociales y culturales 26 que organizan la vida de
manera colectiva.
En este punto es necesario señalar que si bien la autonomía es un aspecto característico
de cada sujeto, ésta no se puede estar asociada a la noción de libertad absoluta al margen de las
contingencias que se puedan presentar en un ambiente dado. La noción de autonomía que se
desarrolla en el presente trabajo investigativo plantea la inevitable interdependencia que el
sujeto/sistema presenta con los otros, incluido, por supuesto, el contexto en el que este se
inscribe. Como lo señala Morín (1996):
25
Esta definición bio-lógica va mas allá de las disciplinas biológicas actuales para centrarse en la lógica misma del
ser vivo.
26
Algunos ejemplos de lo anterior es lo organización que existe a partir de la rotación de la tierra alrededor del sol;
el ritmo circadino o reloj interno que registra el proceso de cambio de día y noche. Morin (1998)
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
28
“Al mismo tiempo que el sistema auto-organizador se desprende del ambiente y se distingue de
él, y de allí su autonomía y su individualidad, se liga tanto más a ese ambiente al incrementar la
apertura y el intercambio que acompañan a todo proceso de la complejidad: es auto-ecoorganizador (…) el sistema auto-eco-organizador tiene su individualidad misma ligada a las
relaciones muy ricas, aunque dependientes, con el ambiente”. (p.57)
Es así como se presenta de forma simultánea, por un lado, un cierre operacional que
permite que se mantenga la unidad del sujeto y por otro, una apertura pues dicha unidad solo es
posible en la eco dependencia con el entorno y, en esta interacción con autonomía hay cambio,
variedad, grados de libertad, pero con límites de variación que si se exceden llevan a la
destrucción de los sistemas y las ecologías. Es preciso señalar que las posiciones opuestas que
aquí se exponen lejos de ser excluyentes, se entienden como complementarias en la medida que
representan una condición necesaria para la subsistencia del sujeto en su medio. En palabras de
Hernández (2008):
En la teoría contemporánea de sistemas ya no se hace la distinción entre sistemas abiertos y
cerrados como tipos opuestos, sino como una relación de gradación, pues mediante los límites,
los sistemas pueden abrirse o cerrarse, en la medida que separan y conectan las
interdependencias internas de las interdependencias entre sistema y entorno (P.63).
Así, de la misma forma que el sujeto depende del entorno en el que se inscribe, el
entorno, con todo lo que ello implica (los demás sistemas), depende del sujeto. En el caso de los
sistemas familiares esto se observa de manera clara, pues la interdependencia del ser humano
naciente con su familia es indiscutible: así como el niño o niña que vive en el seno de una
familia se concibe como un ser activo que debe adaptarse tanto al sistema familiar como al
sistema social en el que se inscribe, de la misma manera la familia debe acomodarse para
satisfacer las diversas necesidades del niño(a). Y es precisamente en este proceso de adaptación
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
29
que se delimitará áreas de autonomía. De esta forma, si bien es innegable el juego de
interdependencias que se presenta entre los sistemas entre sí, así como los sistemas y el entorno,
no existirá según Hernández (2010), cualquier forma de dependencia totalizante ni para los
sistemas, ni para el entorno.
En esta misma línea se puede entender que no existen sistemas sociales totalmente
controlados, pues los sujetos que allí se encuentran cuentan con cierto grado de libertad que
pueden utilizar estratégicamente en su interacción con los demás. Siguiendo con Hernández
(2008):
Aún en las situaciones más extremas, el hombre guarda un mínimo de libertad; sigue siendo un
hombre autónomo que se adapta e inventa en función de las circunstancias y de los movimientos
de los demás (p.64)
El carácter activo del sujeto -en la construcción que realizan de sí mismos y del mundo
en el que se encuentran- es lo que le permite tener ese grado de libertad, no obstante, esta
libertad y racionalidad son limitadas.
La libertad es entonces una emergencia y la autonomía una construcción incesante de los
individuos a partir de innumerables dependencias; necesitamos ser nutridos y amados por los
padres o cuidadores, aprender a hablar a escribir, ir a la escuela y asimilar una cultura cada vez
más diversificada para tener autonomía. Por lo tanto la autonomía debe ser concebida en
complementariedad con la dependencia y en esa medida es solo comprensible en el terreno
vincular. (Hernández, 2010. P19).
Una postura similar a la mencionada anteriormente y que reafirma lo aquí planteado es la
de Delgado (1969 en Minuchin 2005) en la que señala: “no podemos ser libres en relación con
los padres, maestros y sociedad (…) puesto que ellos constituyen las fuentes extra cerebrales de
nuestras mentes” (Pp. 26-27). La autonomía es una construcción continua que el sujeto realiza a
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
30
lo largo de su vida y no está dada en la libertad absoluta que éste pudiera tener como si fuera un
ser aislado e independiente del contexto en el que se inscribe, sino como parte de la interacción
constante que como ser social realiza con los demás sistemas en el que se evidencian ciertos
grados de libertad de acuerdo a la circunstancias y contextos en los que se inscribe. Según
Merman, 1995 en Hernández (2010):
La autonomía es la capacidad de un sistema complejo para organizar por sí mismo sus propios
comportamientos, para autodeterminarse, construir, organizar y administrar sus propios recursos,
y sobre todo para intercambiar signos de reconocimiento de esta autodeterminación en los
contextos vitales que habita y que contribuye a crear. (Miermont, 1995. En Hernández, p. 16
2010)
Teniendo en cuenta lo anterior se puede decir que es precisamente ante las situaciones
extremas que aquí se denominan crisis –en la que el sujeto se topa con una ruptura en su
continuidad- que la autonomía cobra un papel fundamental en el presente trabajo de
investigación-intervención. De forma más precisa, la autonomía, en tanto la capacidad que todo
ser humano tiene para organizar por sí mismo sus propios comportamientos en relación con los
contextos vitales que habita y que contribuye a crear, se presenta como un recurso que la
psicoterapia puede emplear frente a las crisis vitales que atraviesan los sistemas consultantes por
la capacidad de reinvención y adaptación a las nuevas condiciones que el contexto plantea siendo por lo general situaciones desbordantes que proporcionan tensiones de diverso ordenpromoviendo de esta forma la ampliación de bienestar.
Autonomía y self
Ahora bien, la forma en la que en el contexto terapéutico se puede dar cuenta o se puede
evidenciar la autonomía de los sujetos es mediante sus narraciones; la manera como se narran a
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
31
sí mismo en relación a los otros y al mundo en el que se inscriben, es decir, de manera
contextual, procesual y relacional. En otras palabras, la forma en que van dando cuenta de su
self.
Para entender la manera en que se va a comprender el Self en el presente trabajo
investigativo es relevante hacer algunas precisiones. Según Gergen (1992), el self ha tenido
diversas transformaciones en su concepción con el trascurrir del tiempo, especialmente con la
transición que hubo entre el periodo moderno y el posmoderno en la ciencia. Durante el siglo
XIX se tenía una visión romántica del self, donde se le atribuía a cada sujeto rasgos de la
personalidad. Esta concepción cambio un poco con el paso a la era moderna, pues al self se le
otorgaba una capacidad de raciocinio, haciendo que las acciones realizadas por los sujetos
fueran en gran medida previsibles y estables.
Esta concepción sobre el self poco a poco se fue transformando con el paso de la
modernidad a la posmodernidad. Dada la importancia que el lenguaje adquirió en el periodo de
la posmodernidad, “el self puede convertirse en una serie de manifestaciones relacionales, y
estas relaciones ocuparían el lugar que, en los últimos siglos de historia occidental, tuvo el self
individual. (Gergen, 1992)
Retomando los planteamientos de Gollishian y Anderson (2002) las transformaciones del
self de un periodo moderno a uno posmoderno, radica en gran medida en la manera como
epistemológicamente se ha discutido sobre el sí mismo, pasando de esta forma del
cuestionamiento acerca de un qué, a la reflexión sobre un proceso, donde el self no se presenta
como parte de datos científicos observables y medibles.
Desde la perspectiva posmoderna el self comienza a considerarse como la construcción
de la noción que cada sujeto tiene de sí –evidenciando de esta forma sus grados de libertad en un
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
32
momento dado- a partir de las pautas relacionales que establecen con las demás personas y las
actividades o acciones que realizan en un contexto determinado.
Siguiendo con la perspectiva posmoderna, se pueden encontrar también los
planteamientos de Goolishian y Anderson (2002), quienes plantean la noción de self como
narrador a partir de un proceso humano de producción de significado por medio de la acción del
lenguaje. En esta medida, el self fue tomado no solo como una construcción social, es decir,
como una producción a través de las interacciones sociales, sino también una construcción a
partir del lenguaje y los discursos narrativos que cada uno establezca con el otro. De esta forma,
de acuerdo con Rubio (2011) se hace explicito el carácter dinámico del self pues, este no es algo
dado o definitivo, sino en constante desarrollo, que también toma en consideración la situación
socio-histórica en la que se encuentren las personas.
Psicoterapia sistémicamente orientada
De acuerdo con Rodríguez (2007), cuando una persona busca ayuda psicológica, por lo
general tiene expresiones de sufrimiento y malestar que pueden cristalizarse en estructuras de
relaciones y narraciones ordenando su mundo subjetivo y relacional. Teniendo en cuenta esto,
así como lo señalado por Watzlawick (1980) al plantear que el principal encargo de la
psicoterapia es el cambio, se puede decir que el trabajo terapéutico sistémicamente orientado es
considerado como una manera de hacer emerger condiciones de cambio relacional, que
movilizan nuevas narraciones en las personas dando continuidad y dinamismo en su vida.
Considerando esto y en concordancia con lo señalado en el apartado anterior sobre el
construccionismo social, donde el lenguaje cumple un papel central en la noción que las
personas tiene de sí mismas y del mundo en el que se inscriben, construyendo realidades que
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
33
emergen en relatos, lenguaje verbal y no verbal27; y el constructivismo, el cual señala que “la
realidad objetiva desaparece como concepto organizador” (Anderson, 1997. P.11) trascendiendo como lo plantea Maturana (1992) de una objetividad en la que los problemas
humanos se observan, miden y cuantifican, a una “objetividad en paréntesis” en la que los
dilemas son contextuales y co-construidos con las personas con las que se interactúa 28 -, los
contextos de ayuda desarrollados se llevan a cabo a través de procesos conversacionales que
delimitan y construyen posibilidades de acción conforme se va conversando.
En este sentido los relatos, según señala Estupiñan (2006), son un elemento importante
para la intervención, pues la narración de experiencias y especialmente el acto de narrarse y ser
narrado, constituye un proceso constructivo de órdenes de sentido de la vida, que permite
denominar la forma en que se configura un sistema, generando al tiempo trayectorias narrativas
y conversacionales en un contexto social, histórico, relacional y ecológico.
Retomando lo planteado por Anderson (1997): “nuestras historias forman, informan y
re-forman las fuentes de nuestro conocimiento, nuestra percepción de la realidad” (P.11). Se
presenta de esta manera un proceso reflexivo, de ida y vuelta, que construye y de manera
simultánea permite comprender las experiencias.
En este orden de ideas, el proceso conversacional cuya principal característica es la
construcción de realidades a partir del lenguaje se presenta como un factor fundamental en un
fenómeno como la crisis, cuyo carácter catastrófico depende de la connotación que la persona y
el sistema familiar haga de su experiencia.
27
De esta forma es posible conformar nuevas historias y comprensiones con los diferentes consultantes.
Desde la perspectiva constructivista se busca co-construir y posibilitar el desarrollo de oportunidades y nuevas
formas de interacción, que mas allá de dar soluciones a los problemas, genere herramientas para comprensder de
una manera diferente la crisis que se esta atravesando.
28
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
34
En el proceso conversacional el terapeuta escucha los relatos del sistema consultante con
gran respeto hacia su punto de vista, y actitud de colaboración, abriendo espacio a lo no dicho.
De acuerdo con White (1993), tan solo una fracción de la “experiencia vivida” por una persona
puede relatarse y expresarse en determinado momento, siendo los aspectos que quedan por fuera
del relato –llamados por el autor “acontecimientos extraordinarios”- una fuente de riqueza y
fertilidad en el sistema terapéutico para la construcción de nuevos relatos. Esto es posible
gracias a lo que Anderson y Golishian (1996) llaman la postura “del no saber” es decir, por el
interés y curiosidad que muestra el terapeuta hacia el relato del consultante, permitiendo que las
comprensiones e interpretaciones en terapia no sean limitadas ni reducidas por las experiencias
previas o conocimientos teóricos que tiene el terapeuta. Es conveniente aclarar en este punto que
la postura del terapeuta no consiste en tener un juicio infundado, sino en reconocer los juicios o
pre-juicios del terapeuta evitando así confundirlos con las descripciones que el consultante hace
de su propia experiencia. Cecchin (1994), “para el terapeuta es posible una solución diferente:
reflexionar sobre el papel que él juega en el co-crear una relación que evoluciona, y en sus
formas para volver favorable la evolución” (P.4)
Así, la perspectiva dialógica requiere que tanto consultantes como terapeutas participen
activamente en la conversación, posibilitando la emergencia de un nuevo sentido, es decir, un
tercer significado diferente a los que tanto terapeutas como consultantes tienen, que este
orientado hacia la «di-solución» de los problemas que aquejan a los consultantes. De esta forma,
como lo señala Hernández (2007) la empatía junto con la comprensión creativa generan una
danza que se mueve entre la cercanía y la distancia, la escucha y la acción y la intervención y la
reflexión.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
35
Ahora bien, con respecto al proceso que se desarrolla en las interacciones del sistema
terapéutico conformado, es prudente señalar que éste implica reconocer dos aspectos esenciales:
el primero de ellos es la influencia que inevitablemente ejerce el terapeuta sobre el consultante y
viceversa. En este punto es pertinente hacer referencia al primer axioma de la comunicación –
generalizable a toda relación humana- que postula que “no es posible no comunicar”. De
acuerdo con Watzlawick (1980): “actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre
valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes, a su vez, no pueden dejar de responder a
tales comunicaciones y por ende, también comunican”. Esta dinámica alimenta los escenarios
conversacionales que en contexto psicoterapéutico tiene efectos transformadores en el
consultante y su malestar.
El segundo aspecto que debe ser mencionado es la noción que se tiene del consultante y
su familia como un sistema que puede desenvolverse dentro de un variado campo de
competencias, respuestas, invenciones y posibilidades (Hernández, 2007).
Desde esta
perspectiva lo que se hace con la terapia es ayudarle al consultante a recuperar su condición de
sujeto activo de su propia vida en su interacción con los otros, al margen de ser concebido como
producto de las circunstancias o golpes del destino. En otras palabras, se puede decir que si bien
las personas configuran escenarios dolor, también pueden construir alternativas de acción y
solución hacia escenarios enriquecedores y de bienestar.
Un recurso de gran utilidad que puede ser empleado dentro de los procesos
psicoterapéuticos para la configuración de bienestar ante crisis vitales -como las que presentan
los sistemas consultante que participaron en la presente investigación-intervención-, es la
autonomía.
La crisis en tanto ruptura tiende a cristalizar procesos de co-evolución en los sistemas
desencadenando, por lo general, sufrimiento y malestar. Es precisamente ante esta situación que
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
36
la autonomía, por su carácter auto-organizador y dinámico, contribuye a resolver o disolver la
crisis siendo esta un camino psicoterapéutico de adaptación y ampliación de bienestar. En
síntesis, el proceso psicoterapéutico se presenta entonces como un contexto posibilitador de
cambio relacional ampliando –por medio del lenguaje y nuevas narraciones- las posibilidades de
las consultantes a partir de las múltiples y diversas interdependencias que presentan con los
demás, y de éstas en relación a las circunstancias espacio-temporales en las que se encuentran a
propósito de la crisis.
Visto así, la psicoterapia que aquí se desarrolla actúa bajo el imperativo ético de generar
un contexto donde las mujeres consultantes puedan ampliar su autonomía, limitada por los
síntomas y los conflictos interpersonales que constituyen los motivos por los que solicitan ayuda
psicológica.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
37
Objetivos
Objetivo general
Comprender la manera como los procesos psicoterapéuticos sistémicamente orientados
con mujeres que consultan por ayuda psicológica, contribuyen a la ampliación de la autonomía
como estrategia de cambio ante crisis vitales en sus contextos familiares significativos.
Objetivos específicos
1. Reconocer la historia personal y familiar en las que se inscribe la crisis vital de la
consultante así como sus recursos y estrategias para promover la autonomía.
2. Identificar los recursos y co-crear estrategias personales y familiares
que
facilitan la autonomía en la consultante y develarlos en el escenario terapéutico
3. Reconocer los recursos propios del contexto psicoterapéutico que fortalecen
narrativas en torno a la autonomía de la consultante al igual que nuevas versiones de las
crisis personales y familiares como oportunidades de cambio.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
38
Método
Tipo de estudio
Teniendo en cuenta que el método es una invitación a la estrategia de pensamiento
(Hernández, 2008), en la que el investigador cuenta con referentes que orientan el tipo de
relación que va estableciendo a lo largo de la investigación con el fenómeno y población que
participa en el estudio, es preciso recordar que el presente trabajo se inscribe dentro de los
enfoques constructivista y construccionista sistémico.
De esta forma, la perspectiva que adopta la presente investigación sugiere por un lado,
que tanto el terapeuta/investigador como el consultante/investigado tomen un papel activo en la
investigación, co-creando conocimiento; por otro, que se acoja un enfoque interpretativo
tratando de entender los fenómenos en función de la manera como las personas los perciben en
su escenario natural. (Denzin & Lincoln, 2011). Lo anterior por supuesto implica partir de la
premisa que existen múltiples realidades relativas a las vivencias de cada persona, contrario a lo
establecido en enfoques epistemológicos como el positivismo en el que existe una realidad única
que es dada al investigador.
Diseño
El presente estudio se inscribe dentro de la investigación cualitativa de tipo
investigación-intervención, pues busca tener una aproximación a fenómenos de la experiencia
humana a través de las narraciones, interpretaciones y significados que emergen en contextos
determinados (Kazdin, 2001), a la vez que co-construye29 y posibilita escenarios de cambio en el
marco de un proceso terapéutico.
29
Tanto el terapeuta como el consultante tienen un papel activo en la construcción de nuevos escenarios
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
39
Desde esta perspectiva, “investigar” e “intervenir” no son acciones distintas que se
lleven a cabo de manera aislada, en la que por un lado se recolecta información y por otro se
actúa en función de ésta, sino que por el contrario se comprenden como un proceso en paralelo
en cuya interacción radica precisamente la totalidad. El terapeuta en su doble papel se inscribe
en lo que Pakman (1999) llamaría participante en acción, quien al reflexionar sobre su práctica
interactiva está retroalimentando circular y mutuamente su proceso de investigaciónintervención.
De acuerdo con Pakman (1999), “La información no se recoge sino que se genera como
una nueva distinción como resultado de una interacción que es, en sí misma, intervención.
Intervenir es la condición de investigar” (P. 361). Es precisamente en el contexto terapéutico
donde esto se produce.
Teniendo en cuenta los planteamientos de Chenail (1991 en Hernández 2008), la
investigación desarrollada en este estudio podría considerarse también como investigación
clínica cualitativa
Además de los artistas y los científicos, los clínicos trabajan también con la naturaleza subjetiva
del conocimiento y aplican métodos descriptivos, interpretativos y cualitativos, (…) Pero a
diferencia de los artistas y de los científicos, los clínicos están condicionados por la praxis de su
trabajo: deben usar métodos que produzcan distinciones prácticas aplicables en la toma de
decisiones y en la solución de problemas en la realidad inmediata de la terapia (P.37).
De forma concreta, en esta investigación se utiliza el estudio de caso, que permite
estudiar en profundidad cada uno de los tres casos seleccionados, brindando información
significativa para la psicología con el aporte en tres ámbitos fundamentales, a saber, teoría,
investigación y práctica. En palabras de Kazdin (2001) “las características ambientales y no
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
40
controladas también han hecho del estudio de caso una fuente única de información que
complementa y contribuye a la teoría, investigación y práctica” (p.204)
De esta forma, se estudia de manera minuciosa el relato en la narrativa de los
participantes con el fin de revelar las voces que comportan oportunidad para hacer generativa la
autonomía de los consultantes y los sistemas vinculares.
Con respecto al procedimiento realizado, es necesario señalar que como parte del
proceso de encuadre a cada una de las participantes se les dio a conocer verbalmente y por
escrito las condiciones del contexto psicoterapéutico que incluían el uso de la información de
cada una de las sesiones con fines académicos (bien sea de investigación o intervención), es
decir, para los espacios de supervisión y la producción de un documento investigativo como el
que aquí se presenta30. Luego de obtener su aprobación mediante la firma del consentimiento
informado brindado por consultores, se les solicitó también su consentimiento para grabar las
sesiones: esta solicitud también fue aprobada a través de un documento institucional.
Los casos fueron llevados a las supervisiones indirectas de manera periódica para
promover una reflexión permanente y colectiva sobre los procesos que se estaban llevando a
cabo 31 . En algunas oportunidades los procesos reflexivos estuvieron acompañados de la
elaboración de protocolos.
Dado el número de sesiones que se realizaron en los procesos psicoterapéuticos, cada
uno de los casos se divide en tres fases: iniciales, intermedias y finales. Esta división se presenta
para efectos de una mejor organización y comprensión del documento.
30
Dado que uno de los casos presentados fue identificado como o objeto de estudio luego de haber dado inicio al
proceso terapéutico, la solicitud de participar en el estudio se produjo durante las sesiones finales luego de un
receso inter-semestral.
31
La retroalimentación era dada por el supervisor y demás colegas que integraban el equipo
terapéutico.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
41
Finalmente cabe aclarar que el orden en el que se dio inicio a los procesos
psicoterapéuticos no corresponde a la manera como son presentados los casos en el texto.
Participantes
Con el fin de dar cumplimiento a la normativa establecida por la Maestría en Psicología
Clínica, en cuyo marco se adelanta esta investigación-intervención con miras a obtener el título
de Maestría en psicología clínica, se convocó a consultantes quienes habían solicitado atención
psicológica en los servicios de psicoterapia ofrecidos por el Centro de la Pontificia Universidad
Javeriana en Consultores estudiando de esta forma tres casos. Estos corresponden a tres mujeres
transitando en momentos vitales diferentes, quienes asisten a Consultores con la intención de
iniciar un proceso terapéutico (a excepción de un caso, cuyo servicio fue solicitado por la
familia de la consultante) a propósito de diferentes situaciones que estaban pasando en ese
momento, la cual estaba relacionada con el diagnóstico, médico o psicológico que presentaban.
Siguiendo el principio de confidencialidad, los nombres de las personas que participaron
en el estudio fueron cambiados.
42
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
Tabla 1: Caracterización de las consultantes
Consultante
Alicia
Mariana
Ciclo vital
Mujer adulta de 43 Mujer adulta de 37 Adolescente de 16
años. Separada
años.
Soltera/unión años. Soltera. Hija
libre
mayor en la familia.
Convive con
Su pareja de 46
años y su hija de 23
Su madre, hermano y
tío materno/Su novio
Dana
Sus padres y dos
hermanos
(una
adolescente de 14
años y un niño de 19
meses).
Ocupación
Realizó un curso
técnico en el Sena
y trabajaba de
forma
independiente, sin
embargo
desde
hace 2 años se
dedica al hogar
Profesional
en
administración
de
empresas. Desde que Estudiante bachiller.
inició
el
proceso
estaba realizando los
trámites para recibir la
pensión
por
incapacidad.
Crisis
Eventos
tensionantes en su
sistema
familiar
(relaciones
conflictivasseparación)
que
configuraron
la
necesidad de ayuda
con diagnóstico de
depresión.
Sufre un Accidente
Cerebro
Vascular
(ACV),
lo
que
impacta su desempeño
en diferentes ámbitos
de su vida, generando
conflictos personales
y
familiares
que
involucran
la
sostenibilidad
económica.
La consultante porta
diagnóstico
de
anorexia desde hace
dos años, que inicio
de manera progresiva
disminuyendo
los
alimentos que comía
conduciendo
a
hospitalización,
lo
que ha afectado las
relaciones familiares.
Caso 1: Alicia

Motivo de consulta
La consultante inicia un proceso terapéutico buscando “volver a ser la misma de antes”,
pues según manifiesta “se encuentra muy triste por una situación que la “atormenta” hace dos
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
43
años y no sabe qué hacer (…) “yo era millonaria en amor, pero lo repartí a todo el mundo y no
deje nada para mí”.
La atención es solicitada por iniciativa personal.

Diagnóstico
La consultante fue diagnosticada hace aproximadamente dos años con depresión.

Definición del problema
Alicia vive una serie de eventos tensionantes en su sistema familiar (relaciones
conflictivas con su hijos y la separación con su pareja) que configuran su necesidad de ayuda, en
un espacio en el que pueda pensar en sí misma a propósito del momento vital en el que se
encuentra.

Número de sesiones realizadas
El proceso terapéutico tuvo un total de 18 sesiones distribuidas a lo largo de 7 meses: 15
de ellas se realizaron de manera individual y las 3 restantes de manera conjunta con la hija de la
consultante.

Intervalo entre sesiones
Durante las fases iniciales (sesiones 1 a 6) e intermedias (sesiones 7 a 13) del proceso se
realizaron sesiones semanales, a excepción de dos oportunidades en las que se programaron dos
sesiones a la semana. En la fase final las sesiones se realizaron con un intervalo de quince días.

Estado
El proceso terapéutico fue cerrado por mutuo acuerdo con la consultante ante el
cumplimiento de los objetivos terapéuticos. En el sistema terapéutico se logró identificar y
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
44
reconocer los recursos de la consultante así como el desarrollo de ciertas estrategias que le
permitieran actuar acorde a sus pensamientos y emociones y en función de sus requerimientos.
Caso 2: Mariana y su familia

Motivo de remisión:
El médico tratante de la consultante sugiere atención psicológica por acompañamiento de
la familia en recuperación de Accidente Cerebro Vascular - ACV-.

Motivo de consulta:
Mariana solicita atención psicológica, a partir de la sugerencia del médico tratante y por
voluntad propia, buscando “tener un espacio en el que solo piense en ella, esperando reducir la
ansiedad que le genera su situación de salud”.

Definición del problema
Mariana sufre un Accidente Cerebro Vascular, evento que tiene un gran impacto tanto en
su salud así como en diferentes ámbitos de interacción y desempeño (familia y trabajo) al
generarse cambios importantes en sus roles y disposiciones personales, lo que ha demandado
cambios en estrategias personales y relacionales, impactando las relaciones familiares que se
mantienen sin cambiar a pesar de la crisis (baja adaptabilidad).

Número de sesiones realizadas
El proceso terapéutico con la consultante se desarrolló en 28 sesiones de
aproximadamente 1 hora cada una, a lo largo de un año y siete meses. De esas sesiones 20
fueron con la consultante; 4 con el hermano; 1 sesión con la madre; y 3 sesiones compartidas
por la consultante y su hermano.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares

45
Intervalo entre sesiones
Al inicio del proceso terapéutico (de las sesiones 1 a la 10) se hicieron sesiones
semanales. En la fase intermedia (sesiones 11 a 23) se realizaron sesiones cada quince días.
Mientras que en la fase final (sesiones 24 a 28) se programaron sesiones cada veinte días. En
algunas oportunidades las sesiones programadas no fueron cumplidas por la consultante por
su estado de salud.

Estado:
El caso ya se encuentra cerrado por cumplimiento de los objetivos terapéuticos, siendo el
cambio en la relación fraterna, una de las novedades más importantes para la adaptación
personal y familiar, lo que promueve bienestar tanto para la consultante como para su familia.
Caso 3: Dana y su familia

Motivo de consulta
Los padres de la consultante deciden iniciar un proceso terapéutico manifestando
“Necesitamos ayudar, no sabemos qué hacer o cómo ayudar a nuestra hija, y a la otra niña
tampoco, queremos salir adelante como equipo”.

Definición del problema
La disminución en las rutinas de alimentación de Danna genera vigilancia en la madre y
cuando se instala, importante malestar en ambos padres quienes van ampliando sus estrategias
de supervisión y acompañamiento a los síntomas de su hija mayor, incluso afectando sus rutinas
laborales y domésticas, lo que impacta el vínculo con los hijos menores. Se genera así una
experiencia de sobredemanda y tensión importantes en los padres quienes se sienten
cuestionados en su rol de cuidadores, y de incomprensión en Danna y ello ante una escasa red de
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
46
apoyo. Sobre el tiempo se presentan signos de agotamiento en los recursos personales y
familiares de Danna y sus padres, no así en los recursos personales de la segunda hija que se
erige como fuente de apoyo.

Número de sesiones realizadas
Los espacios conversacionales con Dana y su familia duraron un año distribuidos en 20
sesiones de aproximadamente una hora cada una. A lo largo del proceso ocurrieron dos
hospitalizaciones de la consultante con una duración promedio de 8 semanas. Danna participa en
la primera parte del proceso y decide luego no participar en ningún sistema de ayuda. Las
sesiones se desarrollaron en su mayoría con los padres y el eventual acompañamiento de la
hermana. De manera específica se realizaron 1 sesión con la familia (exceptuando el hijo menor
de meses); 1 sesión con la madre y las dos hijas; 3 sesiones con el padre; 5 sesiones con la
madre; 3 sesiones con la hija del medio; 3 con los padres; 4 sesiones con los padres y la hija del
medio.

Intervalo entre sesiones.
En la primera fase del proceso terapéutico se desarrollaron sesiones semanales. En las
fases intermedia y final las sesiones se realizaron cada quince días. En algunas oportunidades
los padres no asistían o cancelaban las citas por el estado de salud de Danna.

Estado:
El proceso terapéutico fue cerrado por cumplimiento de objetivos. Se fortalecieron los
lazos familiares entre todos los miembros, al tiempo que se establecieron límites claramente
definidos entre los miembros del sistema.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
47
Registro de la información
La principal fuente de recolección de información empleada fueron las grabaciones en
audio de cada una de las sesiones con sus respectivas transcripciones.
Metodología de análisis de la información
Como principal técnica de análisis se tomó el análisis narrativo desde dos modalidades
complementarias entre sí. La primera de ellas es el análisis categorial de contenido que consiste
en extraer ciertos apartados del texto y clasificarlos en las categorías previamente establecidas
según corresponda. Según Lieblich (1998), los aspectos a tener en cuenta para éste tipo de
análisis son los siguientes:
a)
Selección del subtexto, que constituye el universo de contenido que se
está estudiando de acuerdo con la pregunta de investigación.
b)
Definición de categorías
c)
Clasificación del material en las categorías identificando las frases o
expresiones más relevantes en cada una32.
d)
Conclusión de resultados. Para este último apartado se realizó una síntesis
de los resultados obtenidos en cada categoría por participante; posteriormente se realizó
un análisis de las categorías en general, teniendo en cuenta el conjunto de los
participantes con el fin de obtener una imagen del universo de contenido sobre el
fenómeno de estudio.
Las categorías definidas para el análisis en la presente investigación fueron:
32
Las categorías en este estudio son entendidas como referentes para el análisis y no como componentes fijos o
estáticos.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
-
48
Crisis: En esta categoría se incluyen los relatos en los que se presentan
tensiones, recursos y estrategias que ilustran la manera en que el sistema familiar (tanto
las mujeres consultantes como los demás miembros del grupo familiar) presentan el
motivo de consulta y dan cuenta de las circunstancias de tiempo y relaciones, así como
de los efectos de éste en sí mismas y en la vida familiar.
-
Autonomía y self : Se refiere a los relatos entorno a tensiones, recursos y
estrategias que dan cuenta de los grados de libertad percibidos por la consultante para
decidir, comunicar y sentir en relación consigo misma, las relaciones y circunstancias
que le son significativas en relación al motivo de consulta y la crisis implicada.
-
Familia: roles, límites entre subsistemas, cualidades de cohesión y
adaptabilidad, que promuevan el desarrollo de la autonomía de la consultante de acuerdo
a sus necesidades (independencia, solidaridad).
-
Proceso psicoterapéutico y cambio: Recursos conversacionales,
reflexivos, apreciativos individuales y relacionales en el sistema terapéutico.
La segunda modalidad que se tendrá en cuenta es la holística, en la que se utilizará el
relato completo de cada uno de los participantes, separándolo por secciones, pero analizándolo
en relación con el resto del relato o la historia Según Lieblich (1998) esta modalidad es acorde a
los estudios de casos clínicos. Con el fin de reconstruir del caso, las transcripciones se
organizarán de forma secuencial, ya que es precisamente en la secuencialidad que se evidencia
el proceso terapéutico que se llevó a cabo.
Los aspectos a tener en cuenta en este tipo de análisis son:
a)
Leer varias veces el material hasta que surja un patrón que pueda ser
entendido en la totalidad de la historia y en su contexto.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
b)
49
Poner la impresión global del caso prestando atención en las excepciones,
contradicciones o descripciones incompletas que produzcan desarmonía en el texto.
c)
Decidir un foco especial o un tema que se quiera seguir en la historia.
d)
Usar marcadores de colores para resaltar cada tema dentro de la historia
e)
Seguir el tema a lo largo de la historia y anotar las conclusiones. Prestar
especial atención a los momentos donde aparece un tema por primera y última vez, la
transición entre los temas, el contexto de cada uno y su prominencia en el texto.
Consideraciones éticas
La investigación-intervención realizada cumplió en todo momento con las normas
establecidas por la ley 1090 de 2006 que regula la práctica psicológica.
Al inicio del proceso terapéutico se consultó con los participantes su disposición para
que la información brindada durante el contexto terapéutico fuera utilizada con fines netamente
académicos. De esta forma, los tres casos cuentan con el consentimiento informado como lo
requiere la ley citada en su artículo quinto.
De igual forma se cumplió con los requisitos de confidencialidad protegiendo la
privacidad de los participantes, cambiando su nombre real en el documento público. Finalmente,
dado el carácter de este estudio se dio prelación a la intervención sobre la investigación,
conforme al artículo sexto de la Ley 1090 fundándose en los principios éticos y de dignidad, y
sobre todo salvaguardando el bienestar y los derechos de los participantes.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
50
Capítulo 2: Alicia: “La verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir viviendo
de la forma como estoy viviendo ahora”
Alicia, una mujer adulta que afronta las situaciones tensionantes en su sistema familiar y
los golpes del destino en un momento vital en el que reconfiguraba su autonomía al tiempo que
mantenía una importante cercanía y relación de cuidado con sus hijos.

Historia personal
Alicia, como se llamará a la consultante en adelante, es una mujer de 43 años que busca
ayuda psicológica declarando sentirse “vacía y triste la mayor parte del tiempo”. De acuerdo con
lo que señala, encontrarse en esta situación la ha afectado mucho pues se aleja de la manera
como la consultante se ha visto a sí misma en el transcurso de su vida: como “una mujer verraca
echada para delante” que sin embargo en este momento no sabe qué hacer con lo que le está
pasando. Según la historia que relata, “hace dos años tuve una crisis tenaz, me tocó vivir lo que
nunca antes, una cosa tras otra”. Dentro de los acontecimiento que destaca como relevantes se
encuentra el accidente que tuvo y que la “incapacitó” laboralmente; su delicado estado de salud,
a lo que le siguió el enfrentamiento con su madre y hermana por una circunstancia que considera
“injusta”: estando en esa situación su pareja le “levantó la mano” y la golpeó, hecho que como
relata la consultante fue decisivo para “dejarlo”; no obstante lo anterior, la situación más crítica,
según la historia que narra Alicia, fue el intento de suicidio que tuvo luego de enterarse que su
hijo había empezado a consumir drogas y que no quería nada con ella; esto último la llevó a
estar hospitalizada durante dos semanas en un medio psiquiátrico. La consultante manifiesta que
estas situaciones han incrementado la depresión cuyo diagnóstico porta desde hace
aproximadamente tres años.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares

51
Historia familiar
El sistema familiar de Alicia estaba conformado por su pareja con quien convivió en
unión libre por más de 20 años y a quien aún considera “es el amor de mi vida”; y sus dos hijos,
una mujer de 23 años y un joven que a la fecha tiene 18 años. De acuerdo con lo manifestado
por la consultante, antes de tener a Manuel33 (como se llamará a su hijo menor en adelante) tuvo
dos abortos: el primero de ellos inducido y el segundo de forma natural. Según la historia que
narra la consultante la relación con su esposo era armónica pues se entendían bastante bien en
casi todos los aspectos exceptuando los momentos en que debía reprender a sus hijos 34. La
relación con su esposo –según lo que señala- se tornó conflictiva y distante cuando éste empezó
a “tomar” frecuentemente llegando “borracho a la casa a pegarles a los hijos” y ella empezó a
tener una relación amorosa paralela con quien hoy es su pareja. Según manifiesta Alicia, la
relación conflictiva que tenía con el papá de sus hijos se mantuvo incluso después de la
separación, siendo en varias ocasiones “amenazada de muerte” por él y hostigada por su hijo,
esto conduce a que Alicia tome la decisión de interponer una demanda en contra de ambos.
De acuerdo con la historia que narran tanto la consultante como su hija, con la
hospitalización de Alicia, después de su intento de suicidio, la hija asume gran parte de la
responsabilidad de los asuntos familiares, siendo una gran carga para ella que según afirma,
posteriormente desencadena en que la hija presente tres intentos de suicidio y una
hospitalización en el psiquiátrico.
La consultante señala que desde que era un niño, Manuel ha sido considerado una “persona problema”
presentando conductas “antisociales”. Ella ha sido la única que ha sabido manejarlo todos estos años.
34 Según menciona, en algunas oportunidades ella se tornaba “alcahueta” especialmente con su hijo menor, aspecto
que incomodaba a su marido.
33
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
52
En la actualidad la consultante vive con su pareja, un hombre un año menor que ella que
se encarga del sostenimiento económico del hogar, y su hija con quien considera que tiene una
relación bastante conflictiva.
Configuración de la crisis
Son varias las situaciones de diverso orden que se configuran como tensiones familiares:
la relación conflictiva que mantiene con su madre y dos de sus hermanas, la separación de
Alicia con quien fue su pareja por más de 20 años, la relación complicada y distante con su hijo
menor quien está consumiendo drogas, la relación igualmente conflictiva que tiene con su hija
quien porta un diagnóstico de depresión y ha tenido tres intentos de suicidio; la relación distante
que tiene con su actual pareja, así como la demandas que interpuso ante su ex -esposo y su hijo
por los amenazas que estaba recibiendo por parte de ellos. Dichas tensiones así como las
situaciones inesperadas e igualmente indeseadas como el accidente que tuvo Alicia y que la dejo
“incapacitada laboralmente”, configuran escenarios de gran malestar para Alicia y su familia
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
53
que tiende a incrementarse más ante la limitación que presentan de adaptarse a las nuevas
circunstancias, teniendo en cuenta los momentos vitales en los que se encuentran.
A continuación se presentan los resultados del proceso terapéutico con Alicia de acuerdo
a las categorías y fases previamente establecidas.
Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital
Sesiones iniciales: 1 a 5
Al iniciar el proceso Alicia manifiesta encontrarse demasiado triste por lo que ha venido
siendo su vida desde hace dos años. Según señala en uno de sus relatos:
A: Y lloraba de día y de noche, y no me hallaba. Y ahí empezó como aflorar otra vez esa
depresión (…) Empezó eso. Pasaba uno, dos meses y yo no podía dormir”.
T: ¿En estos momentos estás durmiendo bien?
A: No. Y el perder a mi mamá y a mi hermana, empezó a darme ganas de morir. Las cosas en la
casa empeoraron, yo ya no podía trabajar, me tocó cerrar el taller, cerré la ferretería y todo se
vino para el piso. Y sentía que el mundo ya no me importaba. Y Alberto llegó en mayo, yo tenía
bronconeumonía y todavía estaba en muletas, y Alberto me levantó mano y me pegó. Y por
haberme pegado, cogí la chaqueta, mi perro y a mi hijo, y le dije hasta aquí y hasta hoy llegamos,
y me fui.
T: Ok. En ese momento, 2013, tú tomas la decisión…
A: En junio 5 del 2013. (...) Sin cien pesos en el bolsillo, en la ruina total.
El relato de la consultante gira entorno a las dinámicas relacionales que generan
tensiones en el sistema familiar y que a la vez conducen a que aflore lo que ella llama
“depresión”, una sensación que percibe como “no me hallaba”, “empezó a darme ganas de
morir” y “todo se vino para el piso”. No obstante lo anterior, durante la conversación se
reconoce como una estrategia significativa en la consultante, el decidir cambiar el rumbo de la
situación y actuar acorde a ello, siendo éste un aspecto significativo en su autonomía.
“Alberto llegaba borracho, las peleas en mi casa eran terribles. Empecé a decir que me quería
separar y fuimos trabajando como en el asunto para sacármelo del corazón, porque uno cómo
deja de amar a alguien (…) Hace tres años me accidenté y me dañé esta rodilla, me cayó una
moto encima. Desde ahí… no podía -dos años perdón- no podía caminar bien. En ese enero me
enteré que mi hermano el de Medellín es gay, me enteré que tenía SIDA, me enteré que… llegué
aquí en enero y me hicieron un examen y fue una cosa terrible, porque me enteré que tenía
herpes. Para mí eso fue lo más terrible que me podía pasar en la vida y mire todo lo que ya me
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
54
había pasado, entonces cada vez que me pasaba algo era más terrible, más terrible para mí y
sentía que me iba debilitando. En ese mismo año, en ese mismo… en enero me pasó lo de mi
hermano, en febrero me pasó lo del accidente de la pierna y lo del herpes, y a los ocho días de
accidentada (...) llegó mi mamá un día, mi hermana fue a visitarme muy dura, muy cruel, muy
fría y se me hizo muy extraño”.
De nuevo el relato de la consultante se desarrolla entorno a la cadena de estresores que
vivió, acompañada de las dinámicas relacionales que le proporcionaron tensiones, generando un
efecto en sí misma que ella llama “irse debilitando”. Sus relatos evidencian una sensación de
impotencia generalizada por no saber cómo actuar frente a lo que estaba pasando y ante lo cual
se percibe como estar “estancada”. La sensación de no saber cómo actuar se hace evidente con
los recursos que algunas personas muy cercanas a la consultante encuentran en ella, pero que
ella no logra identificar en su momento. “Porque en la casa me dicen no Alicia, usted es verraca,
usted puede. Pero no encuentro como hacerlo”.
Además de lo anterior, la experiencia de depresión también estuvo acompañada de
emociones de culpa y frecuentes cuestionamientos que ella misma se hacía por su
comportamiento, haciendo declaraciones como: “¿y si le hubiera dado otra oportunidad no
hubiera sido mejor? No hubiera perdido a mi hijo”; “si yo me hubiera quedado, de pronto
Manuel no hubiera cogido ese camino y Jenny no me culparía todos los días, ella todos los días
solo me echa la culpa a mí”.
De acuerdo con lo mencionado en varios de sus relatos, la situación que vive con su hijo
es una de las tensiones más grandes que atraviesa. Según manifiesta “Verlo hundido me tiene
enloquecida (llanto) (…) Ay Doctora usted no se imagina otra vez el infierno que viví”. Así, la
crisis se presenta para la consultante y su familia como una gran demanda que supera su
capacidad de acción, según manifiesta, “Yo sé que todo tiene consecuencias, pero es que me han
parecido tan duras y ya no sé cómo soportarlas”
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
55
Cabe señalar como estrategia construida dentro de la conversación terapéutica de las
sesiones 3 y 4 el hecho que Alicia recurra a las redes de apoyo con las que cuenta para reducir
las tensiones circunstanciales que atravesaba, viviendo de otra forma su proceso. Haber
realizado durante la conversación terapéutica de la sesión 3 preguntas lineales indagando por los
gustos de la consultante al margen de las tensiones que estaba experimentando fue un recurso
dentro del proceso para crear nuevos escenarios.
T: Usualmente que haces en un día normal.
A: Pues si esta Wilson me paro, le hago el desayuno a él y a Jenny, bueno a Jenny de vez en
cuando, cuando se va vuelvo y me acuesto. A veces me paro y me baño, pero otras veces me
quedo en la cama todo el día. Yo no era de esa doctora, que le gustaba quedarse todo el día en la
cama, pero desde que me siento así no me dan ganas de levantarme.
T: ¿Qué te gustaba hacer antes de sentirte así?
A: Me gustaba echar chisme con mis amigas, salir a trotar y sacar a mis amores al parque.
T: ¿Haz considerado en algún momento retomar alguna de esas cosas que tanto te gusta?
A: Sabe que no lo había pensado doctora
El efecto de lo conversado se observa en la sesión siguiente cuando Alicia plantea en sus
relatos lo siguiente:
A: Yo ayer le decía a unas amigas: ustedes que están desocupadas y yo también, por qué no
salimos a trotar (…) les decía sáquenme de la casa, écheme para la calle jáleme, con un lazo, lo
que quieran, pero sáquenme. Ayer estuvieron conmigo y eso me gusta porque me siento
acompañada y no me da tiempo de estar triste.
Se encuentra como significativo en la consultante las acciones concretas que llevó a cabo
en las que involucra a sus pares más cercanos, como una estrategia a nivel relacional para
“sentirse acompañada”.
Sesiones intermedias: 6 a 13
En la conversación que se desarrollan durante las sesiones intermedias se identifica un
cambio en las narrativas de Alicia, como se observa en el siguiente fragmento:
T: ¡Te veo muy bien!
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
56
A: Si, me han dicho eso. Me dijeron Alicia va a volver a ser la de antes y yo no, mejor. Si
porque me fui para otra casa, es más humilde, pero me siento mejor, me siento menos sola. Ellos
me quieren mucho. Ya son de la tercera edad. Yo viví allá con Alberto y pensé que me iba a dar
duro, pero dije las cosas tengo que enfrentarlas porque que hago con seguir huyendo (...) cuando
estoy muy triste y me dan ganas de llorar yo salgo corriendo y la busco [hace referencia a la
dueña de la casa].
T: ¿qué otras cosas además de cambiarte de casa has hecho para sentirte bien?
A: Eso es lo único, pero como para empezar a dejar el pasado tomé la decisión de retirar las dos
demandas, porque es que yo no duermo ni de día ni de noche por estar pensando en eso (...) yo
también me equivoqué.
La manera como se inicia la conversación terapéutica en esta sesión con la expresión “te
veo muy bien” posibilitó que la consultante construyera relatos que evidenciaran los recursos
que tienen así como las estrategias personales y relacionales que ha construido y que posibilitan
un cambio favorable en Alicia. Esto fue alimentado con la pregunta “¿qué otras cosas además de
cambiarte de casa has hecho para sentirte bien?”, cuya intencionalidad era evidenciar la
estrategia que Alicia había aplicado en búsqueda de su bienestar, ante lo cual la consultante
responde posicionándose como sujeto activo que toma decisiones frente a los asuntos que le
generan malestar. Una vez más, las “decisiones” que Alicia toma en búsqueda de su bienestar
son consideradas con uno de los principales recursos en su autonomía.
T: ¿Cómo te sientes con eso?
A: Mejor, porque es que cuando no duermo me levanto de más mal genio. Y he dormido de 4 a 8
no supe de mí y eso fue mucho. Me levante y me dijo quédese acostada y yo no, porque me
siento bien. Ya no me levanto tan deprimida, me levanto de ánimo, no me duele la cabeza (...) yo
sé que si no buscaba ayuda me estaba volviendo loca porque yo iba al parque todos los días y veo
mucho ñeritos, echando pegante, echando marihuana y eso me estaba enloqueciendo porque veía
a Manuel en esas (…) Todo lo que hable con usted, todo eso me revolvió, pero me dio más
fuerza para empezar a aceptar que tengo que dejarlo.
T: Mas allá de dejarlo es empezar a vivir una relación diferente con él. De una u otra forma
siempre va a ser tu hijo.
A: Ayer estuvo enfermo y no me llamo, eso me da más fortaleza para decir Manuel tiene que
estar allá y yo tengo que estar acá.
El relato de la consultante en esta sesión es un ejemplo ilustrativo de las
transformaciones que se están presentando en la relación madre-hijo, siendo “el dejarlo” una
estrategia que se identifica como significativa en su autonomía y la de su hijo.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
57
A partir de la novena sesión se evidencia de nuevo un cambio en la consultante, siendo
percibido por ella como desfavorable. Alicia se muestra emocionalmente afectada, según
explica, debido a las relaciones conflictivas que tiene con su hija y pareja. Alicia manifiesta:
“eso es lo que me tiene mal doctora, los causantes de mi dolor son Jenny, Wilson y mi mamá,
eso lo tengo claro (…) sobre todo Jenny, cada vez son más terribles los agarrones que tengo con
ella, eso es un infierno”. Los relatos dan cuenta de una tensión que evidencia historias previas
sobre dinámicas relacionales conflictivas que se presentan en el sistema familiar de la
consultante.
T: Te veo más triste con relación a la semana pasada
A: Hoy vengo triste doctora. Imagínese lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y
Wilson echado en la cama y yo le hablaba y ni me hablaba, o sea como dos extraños y es la
manera como yo viví con Alberto los últimos 5 o 7 años entonces se me devuelve la película y
eso es lo que yo no quiero. Si me toca eso mejor me quedo sola porque, porque sola no me da
tristeza que la otra persona esté haciendo eso.
T: ¿Qué diferencias encuentras entre antes y ahora?
A: Que ahora por lo menos sé que puedo salir adelante y que tengo otros caminos, tengo es que
fortalecerme más.
Develar en la conversación la actitud que la consultante mostraba con su corporalidad,
pero que no hacia explícito de manera verbal, permitió que Alicia expresara su sentir
abiertamente señalando “hoy vengo triste doctora”, siendo esto una oportunidad para que la
consultante identificara y reconociera los recursos y estrategias con los que ahora cuenta en
relación con su historia previa.
Sesiones finales: 14 a 18
En la misma línea de lo que se venía trabajando, las conversaciones que se llevaron a
cabo en las sesiones finales se orientaron a promover reflexiones en las que la consultante
pudiera identificar y reconocer los recursos y estrategias con los que cuenta, situándose en un
lugar distinto frente a experiencias previas. Un ejemplo de lo anterior, fue la conversación
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
58
entorno a las ideas que tenía la consultante de continuar viva. A diferencia de la primera
oportunidad -donde las ideas trascendieron a un intento de suicidio-, en esta ocasión el espacio
promovido durante el contexto terapéutico para conversar abiertamente sobre sus ideas de
quitarse la vida propiciaron distinciones de suma importancia en la consultante. En uno de sus
relatos Alicia manifiesta: “la verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir viviendo
de la forma como estoy viviendo ahora”. Esta declaración, se tomó como una apertura que
permitió re-pensar sobre diferentes alternativas y hacer viable “un compromiso frente a la vida”
que se mantuvo a lo largo del proceso.
Se buscó co-crear recursos en Alicia que le permitieran construir escenarios de bienestar
en su vida. De forma más específica se hizo especial énfasis en la fortaleza que la consultante
identifica en sí misma en sus propios relatos, como herramientas para el cambio.
T: ¿Qué es lo que más te ha gustado de esos dos libros?
A: Como los ejemplos y la manera en que uno puede seguir adelante, la esperanza [Se le corta la
voz] Pero como que no la pongo mucho en práctica. (Sonríe) (…)
T: ¿Fortalecer qué?
A: Mis creencias. ¿Y porque me pasaban cosas feas? Porque esas son como pruebas que Dios le
pone a uno. Se las pone a las personas más fuertes. Eso fue lo que entendí a las más débiles no.
T: ¿Crees que las personas débiles no podrían soportar las pruebas que Dios les pone?
A: Como tan fuertes no, pienso que pues que si les pone a la manera de ellos, lo que ellos puedan
soportar
T: Entiendo que Dios puede poner pruebas a todo el mundo, pero dependiendo la fortaleza
A: La fe sobre todo.
T: la fe, le pone determinado tipo de pruebas a unos y otros
A: Eso pensé, entendí, eso sentí
T: ¿Y qué te hace sentir eso?
A: mmm no se (silencio) Eso sentí por lo que decía ahí y porque como que a veces a las personas
más débiles les pasa cosas más suaves y a las personas más fuertes como cosas más duras, más
difíciles
T: ¿Es decir que te consideras una persona fuerte?
A: Si, claro.
Identificar los gustos o intereses de la consultante promoviendo conversaciones
terapéuticas a partir de ello, se presenta como una estrategia en el marco del contexto
terapéutico que generó nuevas narraciones en la manera como Alicia se ve a sí misma. Como se
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
59
puede observar en el fragmento, la secuencia de preguntas relacionales que se realizaron develó
uno de los principales recursos en la consultante, a saber, su “fortaleza” ante situaciones
adversas.
En concordancia con lo anterior, durante las últimas sesiones la consultante reconoce en
su motivo de consulta algo pasajero, dando continuidad a su vida y sus proyectos.
A: Estos dos años, sobretodo estos dos últimos años… y hablemos del último, de este último año
donde he empezado a levantarme de todo lo que me ha pasado porque siento que me he
empezado a levantar y yo jamás en mi vida había caído tan bajo. Jamás, jamás, jamás, nunca. En
mis 43 años, espero no volver a caer en la soledad y la tristeza de una cama y de una depresión.
Lo anterior, está acompañado de la manera como Alicia se reconoce a sí misma como
una persona activa en la construcción de ciertos modos de vida que favorezcan su bienestar.
A: Porque pues estaba en la inmunda, estaba lo más hundida que se pueda, entonces cualquier
cosa que dijera me iba a hundir más. No. En este momento me va a doler, seguramente más que
antes, pero tengo el valor de aceptarlo. El valor que no tenía antes. Entonces si a Jenny le
satisface o le va a ser sentirse mejor el que me diga todo lo que siente… yo sí tengo el valor y la
capacidad de recibirlo y de escucharlo, por primera vez
Se observa como relevante en el relato de la consultante las distinciones en la
temporalidad que realiza, así como los recursos que ella misma identifica como significativos
frente a las tensiones que tiene con su hija.
Autonomía y self
Sesiones iniciales: 1-5
Las conversaciones que se desarrollaron durante las sesiones iniciales con la consultante
versan sobre las diversas decisiones que Alicia ha ido tomando en relación consigo misma y sus
relaciones familiares más significativas como una manera de promover su autonomía en medio
de la “crisis” que estaba atravesando. En la primera sesión Alicia manifiesta:
A: Y ellos [refiriéndose a sus hijos] cada día eran más y más rebeldes y más y más rebeldes.
Entonces yo les dije un día estamos acá los cuatro y yo solo tengo dos manos, vamos a agarrar a
dos personas y vamos a soltar una, porque yo no puedo más. Entonces les dije nos tocó soltar a
su papá, porque usted es mi hijo, usted es mi hija y yo no soy capaz (…) no era fácil dejar mi
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
60
esposo y una familia y unos hijos, el confort y la comodidad y todo; no era fácil. Más sin
embargo lo hice (…) Alicia fue capaz.
En el relato de Alicia se identifican los recursos personales que tiene la consultante,
cuando en tercera persona señala “Alicia fue capaz”, así como las estrategias que en un
momento determinado desarrolló al llevar a cabo acciones concretas por tensiones relacionales
ante las cuales declara de sí misma “yo no puedo más”.
En esta misma línea se presenta el fragmento de una conversación que se llevó a cabo en
la sesión tres35.
A: Tener las demandas no me dejaba pasar la hoja (…)
T: ¿cómo te sientes con esa decisión que tomas? (retirar las demandas)
A: Mejor, mucho mejor (…) Con Manuel, más dolor. Yo siento que estoy perdiendo
definitivamente a Manuel, que ya lo perdí, que me quedaban dos meses para poderlo ayudar,
pero ya no puedo. Entonces no quiero que se llene de más rencor. (...) la vez que hablamos yo
lloré toda la noche, me fui para un parque y llame a la muchacha donde vivía...
T: ¿Con qué te quedaste hace 8 días?
A: Con el dolor de saber que definitivamente tengo que soltar a Manuel y con la seguridad que
voy a hacerlo, pero todavía me sigue doliendo mucho, pero tengo toda la intensión de hacerlo.
No es solo intención es "verraquera", es valor, es fuerza, porque tengo que hacerlo por mi...Pero
mire que he dormido, así sean dos o tres horas he dormido
El cambio de perspectiva que se introduce en la conversación terapéutica con una
pregunta en medio del relato que venía desarrollando la consultante, centrado en estresores que
le generan “más dolor” –y en donde la mejoría apenas es señalada-, se orienta a promover lo que
se reconoce como estrategia en la consultante y en el proceso de “pasar la página” posibilitando
a la vez que Alicia lograra reconocer sus recursos exaltando cualidades como “verraquera”,
“valor” y “fuerza” ante este tipo de situaciones en su rol de madre. Las connotaciones que la
consultante tiene sobre sí misma fueron utilizadas en las conversaciones terapéuticas que se
presentaron a lo largo del proceso.
35
Se da continuidad a lo trabajado en la sesión dos en la que los procesos reflexivos conllevan a concebir al Manuel
como un ser independiente de su madre que es capaz de tomar sus propias decisiones aunque están no sean
congruentes con su bienestar.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
61
A: (…) porque yo no voy a hacer todo lo que hacen las mamás con los hijos drogadictos cuando
tienen problemas...
T: ¿Que hacen esas mamás?
A: De ir a buscarlo, evitarles una y otra vez la muerte. En los barrios en los que yo vivo es muy
difícil. Porque deja el hijo, la mamá lo deja entrar, le da comida, deja que le robe las cosas, deja
que se vaya y yo no voy a caer en eso. En eso si estoy clara en esas cosas.
De nuevo fue posible identificar en el relato de la consultante los recursos en la manera
como Alicia se ve a sí misma describiéndose como “un buen ser humano”, al mismo tiempo que
se mantiene en su decisión de actuar acorde con sus pensamiento sin sobrepasar ciertos límites
que ella establece a propósito del contexto social en el que se inscribe. Así, de manera
progresiva, se identifica como estrategia central en la consultante el pensar en sí misma. Según
manifiesta en varias oportunidades durante las primeras sesiones del proceso: “estoy empezando
a pensar en mí, en mí, en mí, primero en mí (…) por primera vez en mí otra vez.”, empezando a
tomar decisiones y acciones acordes a sus pensamientos.
Sesiones intermedias: 6 a 13
Durante las tres primeras sesiones de la fase intermedia los relatos de Alicia dieron
cuenta de sus recursos.
T: ¿Qué crees que ellas ven en ti para buscar esa compañía?
A: Yo no sé [risas]
T: ¿Qué te imaginas que ellos piensan cuando te llaman?
A: Que a pesar de que yo vivo triste, deprimida, yo soy más fuerte que muchas
T: Que eres más fuerte…
A: Si, claro. Porque yo lloro y me siento triste, pero yo soy muy consciente de las cosas. Ellas
no, entonces yo soy la conciencia de ellas
La conversación terapéutica que se desarrolló hace uso tanto de la información brindada
por la consultante en sesiones anteriores, como de “lo que lleva la consultante” en ese momento
a propósito de las redes de apoyo que de nuevo estaba empezando a consolidar. Preguntar sobre
las características que los otros pueden identificar en ella, genera que la consultante una vez más
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
62
se reconozca a sí misma como una persona “fuerte”, ante lo cual se hace resonancia,
estableciendo esta cualidad como una oportunidad en el sistema terapéutico.
De la misma forma, los relatos dan cuenta de las estrategias de las que se valió, y que
fueron construidas en el espacio terapéutico, desarrollando una autonomía creciente que iba de
la mano con su sensación de bienestar.
A: Vea doctora, aprendí a quererme, yo quise mucho a los otros, pero a mí no mucho.
T: ¿Cómo te hace sentir eso?
A: Mejor [risas] mejor, mejor. No le estoy diciendo que estoy recuperada, pero siento, estoy
tomando conciencia, aprendí a perdonarme. Lo que usted me enseñó de la culpa, cada vez que
alguien me echa la culpa por algo, yo espere, qué es la culpa y porqué me la va a echar a mí.
Aprendí. (…) pero es que ahorita estoy pensando en Alicia, primero que en la prima de Alicia y
la tía de Alicia.
Si bien la solicitud que Alicia hace en sus relatos sobre volver a pensar en sí misma, se
consolida como una estrategia empleada durante las conversaciones terapéuticas a lo largo del
proceso, es preciso señalar que a la vez éstas conllevan grandes cuestionamientos y dilemas en
Alicia que promueven tensiones personales y relacionales.
Porque es que a veces yo no sé doctora si me estoy engañando yo o si quiero creer que yo soy
valiente, que soy capaz de salir adelante o soy yo la que me estoy hundiendo ahora. No sé qué es
lo que me pasa, pero no me gusta ver que me afecte tanto y que dependa tanto emocionalmente
de los demás. Es por eso que he tratado, no, no he tratado, he luchado, yo no he tratado lo he
hecho, pero a mí las cosas que me hacen las personas que quiero me destruyen.
El relato da cuenta de un cambio con respecto a las transformaciones que se venían
presentando, en el que cuestiona las estrategias que ha llevado a cabo ante su malestar.
T: Este es tu espacio, puedes desahogarte si quieres
A: Me la pase llorando toda la noche. (Llanto)
T: Las personas fuertes también lloran…
A: Parece que yo no tuviera derecho
T: ¿qué te hace creer que no tiene derecho a sentir?
A: (silencio) es que doctora, me canse, me mamé de eso”.
De acuerdo con lo que señala, pareciera que sus grados de libertad con respecto a sentir y
manifestar sus emociones en ciertos contextos relacionales fueran restringidos, ocasionándole
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
63
gran malestar. En esta medida el espacio terapéutico se presenta un escenario posibilitador en el
que a través de lo que se considera como la estrategia de “desahogarse”, la consultante puede
manifestar la forma como se percibe a sí misma en relación a lo que está sintiendo.
Las restricciones en los grados de libertad de la consultante están dados, de acuerdo con
sus relatos, por los dilemas que en algunos momentos presenta con respeto a las dinámicas
relacionales que se desarrollan con sus hijos. De esta forma se comienza a observar con mayor
frecuencia que los relatos de la consultante versan sobre las tensiones relacionales que presenta
con su hija, y que a su vez chocan con la estrategia que se venía desarrollando con respecto a
promover espacios en los que pueda pensar en sí misma.
T: Lo que estoy entendiendo en este momento es que Alicia tiene una preocupación. Y la
preocupación es que algún día va a faltar, de hecho todos en algún día vamos a faltar y no
sabemos quién va a faltar primero, pero la preocupación de ella es que si ella no está que va a
pasar con Jenny, ¿Qué crees que tendría que ver tu mamá en ti para que no se preocupe de esa
forma por eso?
Hija: No sé. Porque vuelvo otra vez a lo mismo, cuando mi mamá no estaba y se tuvo que ir a
viajar y todo eso pues o sea yo hacia las cosa
T: ¿qué crees que ella podría ver en ti?
Hija: no, la verdad no sé. Que ella me lo diga (…) Pero yo creo que en la vida uno tiene que
pasar por todo eso para aprender y ya. Yo estoy aprendiendo.
T: ¿tú lo estás haciendo?
Hija: Obvio, yo lo pensé. Yo mire para donde me iba a ir, cómo. Pensé cuanto tenía que gastar
mensual.
A: Y yo estoy completamente de acuerdo que se vaya
Hija: Pues como ella se la pasa echándome todo el tiempo
T: pero este es otro asunto. Jenny sabe y ha aprendido muchas cosas de ti, de la familia, de la
vida
En la conversación terapéutica que se llevó a cabo en esa oportunidad y que contaba con
la participación de su hija se devela la tensión de la consultante asociada con la autonomía
creciente tanto de sí misma como de su hija. Es así como se presenta un dilema para Alicia pues
por un lado manifiesta encontrarse “completamente de acuerdo con que se vaya”, pero por otro
lado declara sentirse “preocupada” por lo que considera va a ser la vida de su hija lejos de la
casa: “si no es capaz de lavar la coca del almuerzo, que va ser de la vida de ella viviendo sola”.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
64
Sesiones finales: 14 a 18
Los relatos de Alicia durante éstas sesiones del proceso versan sobre los dilemas que la
consultante enfrenta en su cotidianidad ante los frecuentes cuestionamiento que ella misma y su
familia realizan al empezar a privilegiar sus sentimientos frente a los requerimientos propios de
las dinámicas relacionales que ha construido (especialmente con sus hijos) así como de las
exigencias contextuales en las que se encuentra inmersa.
A: Claro, pero es que yo nunca me servía a mí misma ni me ayudaba, ahora todo es para mí. Si
me sobra algo también para mí. (…) Y eso suena feo pero es lo único que siento en este
momento. (…) Yo decía tan tonta yo, yo nunca me quise.
T: ¿Cómo es para ti en este momento actuar así? ¿Cómo te sientes tú?
A: Es muy duro. Es como se llama, como un choque de lo que quiero y lo que debo hacer, eso es
lo que yo siento. Entonces yo quisiera pararme e ir y correr, pero me tranco y digo, pero no
porque voy a volver a caer en lo mismo. Es como que estoy peleando contra una parte de mi
misma ¿si me hago entender?
T: ¿y ese pelearte contra una parte de ti misma qué emociones te deja?
A: Me causa dolor y alegría, puede que suene confuso, pero para mí es eso porque yo quiero
hacer algo y hay algo que me impulsa a hacerlo, a proteger, ayudar, a cuidar o a desvivirme por
los demás, pero hay otra parte de mí que me dice: no Alicia, primero está usted, usted se queda
acá y no. Entonces son emociones encontradas (…) Yo como que le explico a la Virgencita, pero
seguramente me estoy dando yo misma la explicación y le digo, perdóname si me equivoque,
pero es que eso fue lo que yo sentí (…)
T: En este momento me estoy imaginando una balanza que de acuerdo al peso que tengan en un
momento dado se puede inclinar hacia alguno de sus dos lados.
A: si porque siempre me siento así.
T: Tu estas como en una balanza
A: si señora, así me siento.
T: sin embargo además de inclinarse hacia alguno de sus lados, la balanza también puede
encontrar un equilibrio... cuando los pesos son iguales para cada uno de los lados. ¿En qué
momento crees que es necesario encontrar ese equilibrio y en qué momentos debes inclinarte
hacia alguno de los dos lados?
A: no sé… como siempre hacia lo que me tocaba.
En la conversación terapéutica se aprecia un cambio en la consultante a propósito de los
grados de libertad por ella percibidos a la hora de decidir conforme a sus sentimientos y
emociones. En sus relatos se aprecia una distinción en la temporalidad cuando plantea un antes
en el que “hacía lo que me tocaba” y un “ahora todo es para mí”. No obstante lo anterior es
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
65
preciso señalar que estos grados de libertad en los que sus acciones se fundamentan en lo que
ella señala como “fue lo que sentí”, se encuentran igualmente acompañados de tensiones
relacionales que ella percibe como “un choque” que le genera “dolor” y “alegría” a la vez. De
esta forma, durante la conversación la terapeuta develo los distintos caminos que podía tomar
ante este “choque”, invitándola a reflexionar sobre la manera en que esas emociones y
sensaciones pueden ser empleadas conforme al contexto relacional y circunstancial en el que se
encuentre en determinado momento, alejándose de la tendencia de la consultante de irse a los
extremos.
A: Y me puse a llorar en la casa y le decía a Dios perdóneme por no ir donde mi hija, pero estoy
enferma, me siento cansada.
T: A ver si entiendo bien. En este momento de la vida estas tomando ciertas decisiones que
anteriormente no te permitías tomar, ahora estas decidiendo en qué momento hacer y en qué
momentos no hacer con respecto al otro. Es decir, si el otro necesita algo te tomas tu tiempo…
A: claro
T: y decides si quieres, si no quieres, si lo vas a hacer o no lo vas a hacer. Siempre has tenido
esas opciones
A: Claro!
T: Claro, pero no te las cuestionabas. En este momento ves más de una opción. Por lo que me
dices, tu opción siempre había sido correr inmediatamente, ir inmediatamente a lo que el otro
necesitara, lo que el otro quería. Se cayó.
A: Corra y álcela. Yo no lo pensaba, era instantáneo
T: Tú dices ahora: puede ir a ayudar a alzarla o puedo no ir. Por lo menos ya hay otra posibilidad
diferente a lo que siempre has hecho
A: Y quiero hacerlo o no quiero, porque es que yo nunca me lo preguntaba
T: Anteriormente no te preguntabas y te movías por lo que debo hacer. Sin embargo hay algo
que te sigue afectando. Me pregunto en que radica eso por lo que sientes malestar
A: Es porque me crie y seguramente me acostumbre a que tengo que hacerlo, es como un deber,
es que tengo que hacerlo y ahora ya si no quiero hacerlo pues no lo hago entonces a mí la verdad
que los reproches que me hacen no me duelen tanto como los que me hago yo misma. (…)
Entonces yo siempre me acostumbre a que siempre tenía, TENÍA que hacer las cosas por los
demás. No solo por mí.
De nuevo, el relato de Alicia versa sobre el dilema que enfrenta entre “actuar para sí o
actuar para el otro” siendo el principal generador de tensiones personales y relacionales de la
consultante, sin embargo, la conversación promovida por la terapeuta en esta oportunidad
planteó las posibilidades de acción de la consultante como una cuestión de elección que ella
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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misma ejerce a partir de las condiciones relacionales y circunstanciales en las que se encuentra y
no solamente como resultado de su historia previa. Así, “el ayudar al otro” en su momento pudo
ser una estrategia de la consultante que le resultaba favorable frente a las dinámicas relacionales
que desarrollaba: su papel dentro de la familia en relación con su historia familiar; las
condiciones actuales de la consultante, luego de la confluencia de tensiones relacionales y
golpes del destino que ella presenta como “a mí la vida no me trató con mucha dulzura”
posibilitaron otro tipo de escenarios en los que como ella misma señala “Yo no me estoy
desquitando de la vida, simplemente yo estoy haciendo lo que yo estoy sintiendo por primera
vez”. Es de esta forma que la conversación da cuenta de la estrategia de “pensar en sí misma”
como un aspecto central a lo largo del proceso psicoterapéutico.
En esta misma línea se presenta la conversación terapéutica que se llevó a cabo en las
últimas sesiones en la que Alicia empieza a resolver su dilema privilegiando su necesidad de
sentir y comunicar a la que ella se refiere como “yo quiero ser yo, yo”.
A: Y destrozada, pero Alicia no podía llorar aunque le estuviera doliendo. NO Alicia tenía que
ser la fuerte [empieza a llorar], les tenía que decir a todos los niños que se les había muerto su
papá y su tío. No, no, ese payaso se cansó. A este payaso ahora si le duele. (...) No Alicia
hacia la fiesta, Alicia tomaba, a las seis de la mañana tomaba, hacia el desayuno, el almuerzo,
acostaba a todo el mundo y me daba las 9 de la noche bebiendo a domingo. Y yo siempre fui así,
triste o alegre siempre fui así con todo el mundo estaba contenta, ¿porque? Yo no me siento
amargada.
T: ¿qué aprendiste de esa situación?
A: Que no siempre tengo que demostrar lo que los demás quieren ver en mí
Las conversaciones terapéuticas que se presentan a continuación ponen en consideración
otro aspecto significativo en la autonomía creciente de la consultante y su familia, a saber, la
manera como Alicia, haciendo una observación retrospectiva de las tensiones relacionales que
ha venido presentando en relación con sus hijos, reconoce y asume la responsabilidad de sus
propios actos.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
67
A: Pero sí! hoy uno se da cuenta de la responsabilidad… no está bien pero pues se hizo.
T: Bueno pero fíjate que eso es un buen paso Alicia.
A: ¿Reconocerlo?
T: Claro. Porque todos, de una u otra forma, nos equivocamos.
A: Claro, sí. Eso me pasó a mí con mis hijos y me duele porque son las personas que más amo
[voz entrecortada] me equivoque y muchas veces, pero nunca con mala intención doctora…
T: Eso no lo dudo Alicia.
De acuerdo con la conversación terapéutica, el hecho de que Alicia reconozca su
“responsabilidad” en las tensiones relacionales se configura como una acción significativa
dentro del proceso terapéutico en cuando a la autonomía, al considerarse a sí misma como sujeto
activo en su propia vida.
A: Me imagino que por primera vez en mi vida, (…) Es la primera vez que siento que tengo el
valor porque estoy preparada por primera vez en mi vida para que me digan… para recibir el
odio, la rabia, el desprecio de Manuel, de Jenny, de Alberto, de mi mamá, de Pilar, de todo el que
quiera. (...) De Manuel recibí el veneno y lo recibí de una y todo. La rabia y el odio, fue de una.
Pero Jenny me lo ha dado por poquitos y por primera vez en la vida siento y pienso que tengo
que terminar de recibir para que ella pueda sacar todo lo que tiene, de todo eso que está diciendo
últimamente.
T: ¿Cómo te hace sentir haber adquirido esa responsabilidad?
A: Mejor, mucho mejor
T: ¿eso qué dice de ti Alicia?
A: Que sí he cambiado.
T: aja...
A: Y que si estoy aprendiendo de los errores que cometí.
De nuevo la conversación terapéutica versa sobre los recursos personales de la
consultante a los que ella denomina como “valor” y “responsabilidad”, fundamentales para
consolidar la estrategia que se configuró en el escenario terapéutico y que se presenta como
significativa para su bienestar.
A: Entonces yo no puedo volver a decir no Jenny, usted no puede ir a vivir su vida y me tengo
que ir a matar, porque no es justo. (…)
T: ¿Cómo ves esto que está diciendo tu mamá y sobretodo el hecho de que tu mamá en este
momento asuma una responsabilidad como la que está asumiendo? Definitivamente si yo veo
sesión 1, la primera cita que nosotros tuvimos, a lo que estamos conversando en este momento,
pues yo he visto un cambio en tu mamá. Un cambio muy importante, en donde tu mamá ahora
dice yo asumo la responsabilidad que tal vez en algún momento no tenía, no tenía las riendas…
A: No tenía el valor de… sí.
T: …pero en este momento está cogiendo las riendas de su propia vida
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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Hija: Pues a mí me parece bien, bueno. Me parece bueno que mi mamá aprenda como a aceptar
las cosas pero… así como ella sabe y es consciente, también tiene que… o sea, como que de
verdad se vea.
La conversación terapéutica que se desarrolló de manera conjunta con la consultante y su
hija posibilitaron reflexiones en Alicia en las que, como se observó en sus relatos, empieza a
asumir la responsabilidad que ha tenido en las tensiones relacionales que se presentan en su
familia, y que a la vez tiene repercusiones en la autonomía de su hija a futuro.
La postura que comienza asumir Alicia en su vida se observa en conversaciones
terapéuticas posteriores en las que se identifica como recurso significativo la manera como se
describe así misma.
T: ¿qué cosas claras viste con respecto a ti?
A: Que yo no era que me quisiera morirme, sino que estaba cansada de cómo estaba viviendo la
vida. En ese entonces lo pensé de esa manera y dije tan boba yo, yo soy buen ser humano. Yo
con mucha gente la voy bien. Si a mí me toca una situación económica dura o una fácil para mí
es lo mismo. Yo soy de lavar y planchar en pocas palabras. No era que yo estuviera aburrida con
la vida o porque me quedo grande vivir, porque no tuve plata, no. no. Como la estaba viviendo,
ya no quería. Esa vida era fea, ya no quería, me sentía como en pecado con un amante o como lo
quieran decir y vivir en la casa con otra persona, eso me hacía sentir mal. Yo quería como
cambiar las cosas que estaba viviendo. Eso me da a entender que no fuera que estuviera aburrida
de la vida, sino de la forma como la estaba viviendo y quiero cambiarla.
T: Por fin! Qué bueno! ¿Por dónde quieres empezar?
A: Yo quiero sentir la fuerza de levantarme temprano como lo hice hoy. Hoy sentí que descanse
La conversación terapéutica versa sobre la reflexión que Alicia hace con respecto a su
decisión de seguir viviendo en donde hace distinciones significativas en las que plantea
tensiones y recursos desde otra perspectiva en la cual ella se presenta como observadora de sus
propios asuntos.
Finalmente es preciso señalar que aunque “pensar en sí misma” y asumir la
responsabilidad de sus acciones se configuran como estrategias co-construida en el marco del
contexto terapéutico que posibilita mayores escenarios de autonomía en la consultante, ello a la
vez generó fuertes tensiones relacionales a nivel familiar entre la consultante su pareja y su hija.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
69
Familia
Sesiones iniciales: 1 a 5
Los relatos de Alicia que primaron durante las primeras sesiones del proceso terapéutico
a propósito de su contexto familiar, versan sobre las transformaciones que se han venido
presentando en la dinámica relacional con sus hijos pasando de tener relaciones bastante
cercanas en las que desarrollaban actividades en común, a presentar tensiones que ahora se
configuran como una de las mayores generadoras de su malestar.
A: Y ellos vivían muy pegados a mí, nosotros salíamos todos a cine, al parque, a comer, a la
calle. (…) Y que se fueran a vivir los dos, yo nunca los quise tener amarrados a mí… pero a su
tiempo ¿sí? Y no, no Manuel… usted viera Doctora (llanto) el Manuel que es ahora… usted no
se imagina… y mi relación con Jenny, Jenny me culpa por todo, Jenny me culpa porque me
separé de Alberto, Jenny me culpa porque Manuel está en las drogas, Jenny me culpa porque se
intentó suicidar tres veces el año pasado… (Llanto)
T: ¿Ella también se intentó suicidar?
A: Se cortó las venas (llanto) empezó a manipularme, todo es culpa mía, mía, mía, mía y yo creo
que es mía, no sé qué hacer…
Adicionalmente, pero relacionado con lo anterior, los relatos de la consultante sugieren
que su estado emocional se encuentra en función del tipo de relación que esté viviendo con sus
hijos: los momentos en los que la consultante manifiesta sentirse “muy triste” o “deprimida”
coinciden con las acciones concretas que el adolescente realiza en búsqueda de su propio
espacio.
A: estoy muy triste, no paré de llorar en toda la noche (…) Si viera doctora todo lo que me dijo
(con la voz entrecortada) que lo dejara en paz, que quería hacer su propia vida, que lo dejara
volar.
T: … Discúlpame un segundo, Manuel te dice yo quiero vivir mi vida, yo quiero hacer mis cosas
por mí ¿sí? Y me pregunto… bueno, ¿cuántos años tiene Manuel en este momento?
A: (silencio) sabe qué doctora, lo primero que quiero es poder aceptar que Manuel no va a estar
conmigo, pero lo que pasa es que yo todavía no lo he asimilado.
Los relatos de Alicia presentan las tensiones percibidas por la consultante a propósito de
la relación distante que en ese momento tiene con su hijo y que generan en ella la sensación de
estar “muy triste”. Así, bajo la hipótesis según la cual además de las tensiones en la dinámica
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
70
familiar el conflicto en el sistema parental está dado también por dificultades de adaptación en
el ciclo vital, la intención al introducir una pregunta, aparentemente descontextualizada,
indagando sobre la edad de su hijo se presenta como una herramienta en el contexto terapéutico
para generar posteriores reflexiones entorno al ciclo vital de la familia y cada uno de sus
miembros. El efecto que tuvo esta intervención en la consultante fue reconocer la
transformación que se está presentando en la relación con su hijo, aunque esto se siga
percibiendo como una fuente de gran tensión.
T: En ese momento que Manuel te dice a los 15 años “ya no más”, uno pensaría que hay
momentos en la vida donde los hijos toman decisiones de hacer su propia vida ¿sí? Y hace parte
del ciclo normal como de la vida, del proceso que todos llevamos, de…
A: Uhm.
T: … “ya crecí y en algún momento me voy” Sin embargo ese en algún momento me voy a hacer
mi vida, no significa que a uno se le olvidó la mamá, se le olvidó el papá y se le olvidó del
mundo entero. Existe la posibilidad de mantener una relación igualmente importante con la
mamá así, por ejemplo, no vivan juntos. Me pregunto si ese “déjeme hacer mi vida” tú lo sientes
como es no quiero nada…
A: No, ese “déjeme hacer mi vida” era ya la vendí, ya mi papá la echó de la casa entonces yo ya
puedo seguir consumiendo las drogas (…) Ese era el “yo quiero hacer mi vida”. Era ese, era ese
“yo quiero hacer mi vida” porque ir a una fiesta, salir con los amigos hacer deporte; ese lo tenía
conmigo. Eso otro, no lo tenía conmigo.
T: En algún momento mencionaste que eras demasiado permisiva con Manuel, en que radica la
diferencia ahora. Realmente crees que el dejaría de tomar y tener relaciones sin protección
porque estás tú?
A: Yo no era permisiva para las cosas malas.
Si bien las reflexiones y cuestionamientos que en algún momento se realizaron por
supuesto iban acompañadas de la co-construcción de recursos en la consultante que posibilitaran
escenarios de cambio, es preciso señalar que en algunos momentos –como se observó en el
relato anterior-, sobre todo al inicio del proceso pudieron ser muy apresurados generando
“resistencia” en la consultante.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
71
Sesiones intermedias: 6 a 13
Cuando Alicia presenta algún tipo de acercamiento con su hijo como el que describe en
las sesiones intermedias (de la sexta a la octava sesión), en el que además puede desempeñar
cabalmente su rol de cuidadora, en el proceso terapéutico se observa un cambio en las
narraciones de la consultante que son percibidas por ella como favorables y que a su vez
presentan una influencia significativa con respecto a su motivo de consulta.
A: Pero mire que con Manuel las cosas han estado muy bien, aun cuando yo no confió ciento por
ciento en mi hijo y él es mi hijo, pero como yo sé de sus problemas psicológicos y todo eso, pero
hemos estado muy muy bien.
T: ¿Qué ha pasado en este tiempo para que la relación mejorara de esa forma?
A: El me siguió llamando y yo papi, tiene que sacar la cita al médico. Tres veces que lo llevé al
odontólogo.
En este escenario, las conversaciones terapéuticas con respecto al ciclo vital en sesiones
posteriores, como la que se presenta a continuación tiene un efecto diferente en Alicia,
propiciando mayor reflexión.
A: Manuel cumplió 18 este fin de semana y le caímos de sorpresa… le prepare una torta.
T: Ya es todo un adulto! Cómo es para ti ser mamá de un joven. Ese niño que me contabas en las
primeras sesiones, ya no es un niño, es un hombre. Cómo ha sido eso para ti como mamá.
A: Más ha sido dura que alegría en esta ocasión. Con Manuel porque como él es tan agresivo,
tan alzado, tan grosero, tan peleón, más miedo me da porque la gente se mide de no pegarle
porque es un menor de edad y ahora ya es un adulto, ya las personas no se van a medir, pero yo
hablé con él, le dije eso. Le dije papi (…) tenga cuidado
T: Creerías que tal vez esa sea una de las cosas que tiene que aprender a realizar por sí mismo, a
cuidarse a sí mismo y controlarse
A: Si, yo creo que si [voz entrecortada] yo no voy a estar toda la vida para cuidarlo. (…) La
razón me decía que yo tenía que dejar a Manuel
De nuevo, durante la conversación la terapeuta devela las transformaciones propias del
momento vital en el que se encuentra el hijo menor de la consultante posibilitando reflexiones a
propósito del tipo de interacción que ahora se puede presentar en la relación madre- hijo. A
diferencia de las sesiones anteriores, en esta oportunidad la consultante reconoce el cambio así
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
72
como los límites y posibilidades que ella tiene, en función del papel que desempeña dentro de la
familia, de cuidarlo.
Así, una vez se empiezan a observar cambios en la relación de la consultante con su hijo
-volviendo a ser más cercana y menos conflictiva-, entra en escena con mayor fuerza las
tensiones percibidas por Alicia en la relación con su hija. De acuerdo con esto, y considerando
que las dinámicas relacionales entre madre e hija pueden pasar de ser tensiones a recursos para
promover el bienestar de la familia, en las sesiones intermedias y parte de las finales, se invitó a
la hija a participar activamente en el proceso, desarrollando sesiones conjuntas con la madre.
Aclarado esto último se puede decir que a partir de lo observado en los relatos, las
tensiones se encuentran asociadas a dos aspectos centrales: por un lado al papel que cada quien
tiene en la familia, asociado al cuidado; por el otro lado, las transformaciones personales y
relacionales que se empiezan a promover a propósito de los momentos vitales de los miembros
de la familia.
Con respecto al primero se presenta a continuación una conversación que se llevó a cabo
en la primera sesión conjunta:
Hija: Nosotros [refiriéndose a la relación que tiene con su hermano] pues peleamos, nos
queríamos y todo, pero pues peleábamos, yo creo que yo tome el lugar de mi mamá en cierto
modo, porque yo a mi hermano lo regañaba, yo era fastidiosa con él, yo le pegaba (…) Pero yo lo
regañaba a él porque yo me sentía como con esa autoridad. Y él me hacía caso. Yo creo que yo
tomé como ese rol
T: ¿cómo te sentiste con ese rol?
Hija: Bien, para mí era algo que me hacía caso y yo le daba gusto a él. O sea yo hacía lo que yo
quería, sí.
T: ¿Cómo es eso para ti ahora? (silencio).
En esta misma línea otra de las conversaciones a resaltar es la siguiente:
Hija: Si, porque mi mamá decía, cuando nosotros no estamos su hermana es la que manda.
T: Tu mamá te dio ese poder a ti.
Hija: sí. Yo le decía va, pero tal cosa porque tiene que ayudar usted también en la casa. Muchas
veces yo le decía. Entonces yo me tome como esa autoridad
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
73
T: el cómo veía la situación.
Hija: Ese también, pues a veces me hacía caso, a veces no. Nosotros también discutíamos por
eso
De igual forma durante la conversación se identifica que si bien en un principio esta
“autoridad”, que fue otorgada por la madre, se presenta como un recurso frente a las
circunstancias en las que se encontraban, en la actualidad, se presenta como una fuente de
tensión relacional generándole malestar.
T: Con una montaña de cosas.
Hija: Si. Yo tenía muchos problemas. Yo lo sentía así. Yo sentía que todos dependían de mí.
Cuando no los pude ayudar me sentí que fracase. Me sentí en total fracaso.
T: ¿En qué momento sientes que todos dependen de ti?
Hija: Cuando mi mamá se va para el hospital. Cuando mi hermano estaba tan llevado que todos
los días yo llegaba de trabajar y le dejaba la comida hecha, el almuerzo y me iba para el otro
trabajo. Mi hermano no comía en todo el día, no sacaba los perros. Los perritos se hacían en la
casa. Mi papá estaba todo deprimido. Mi papá se iba conmigo y él me contaba y me decía cosas,
o sea para mí, yo era como el desahogo de mi papá. Yo sentía que yo tenía que ayudarlos a los
tres sí, pero entonces yo no pude.
T: ¿Cómo hiciste para soportar esa carga durante tanto tiempo?
Hija: No sé [risas]
T: ¿Cómo crees que tu hija hizo para soportar esa carga durante ese tiempo?
A: no se
T: ¿Qué características vez en Jenny, Alicia, tu que la conoces más que consideres podrían
haberle ayudado?
A: Lo mismo mío. La verraquera que tengo yo. Jenny tiene mucho de eso.
T: Verraquera
(…)
Hija: Yo veía que mi hermano estaba muy mal, pero yo no quería decirle a mi mamá porque yo
sabía que ella estaba deprimida. Yo sabía que si yo le decía pues más la iba a hundir.
T: ¿Qué buscabas con no decirle?
Hija: no causarle más dolor porque yo sabía que iba a sufrir.
T: No causarle más dolor. ¿Casi que cuidar a tu mamá? ¿Estaría bien ese término para ti? Cómo
protegerla de sentir dolor y sufrimiento
Hija: Si
T: Eso debió resultar muy difícil para ti.
Hija: Claro, yo no sabía qué hacer [voz entrecortada]
T: ¿cómo te sientes con esto que está diciendo tu hija Alicia? Jenny se tomó muy en serio el
poder que en algún momento le diste de ser la mamá de su hermano, portándose en ese momento
como la mamá de su mamá.
A: Yo sé que me equivoque en muchas cosas y que ella sufrió mucho.
T: ¿qué piensas hacer con eso ahora?
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
74
La narración de la hija gira entorno a las tensiones personales, relacionales y
circunstanciales que presentó a propósito del rol de “cuidadora” que en algún momento había
asumido frente a su familia. La conversación terapéutica por su parte, al mismo tiempo que
reconoce las tensiones mencionadas por la hija, valorando sus esfuerzos, promueve un escenario
de reflexión ante el cual Alicia responde protegiéndose y señalando como una equivocación la
experiencia de cuidadora de la hija en su ausencia.
Con respecto al segundo aspecto se observa que al igual que en Alicia, los relatos de la
hija versan sobre las tensiones que se presentan en relación con su madre, siendo este un hilo
más en el tejido de circunstancias en el que emerge la crisis, y con ella el malestar tanto para la
hija como para la madre promoviendo lo que ellas denominan “depresión”.
Hija: ella se pone brava. Entonces yo a veces opte por no decirle nada. Porque yo siento que mi
mamá se rebaja al nivel de nosotros…
T: ¿a quienes te refieres con nosotros?
Hija: bueno, de mi hermano y mío, bueno ahora solo mío, porque yo muchas veces le gritaba y
cuando nosotros peleábamos yo le decía, es que usted es la mamá de nosotros. Usted no es la
hermana ni nada, usted no tiene que rebajarse al lugar de nosotros. Y si, ella se rebajaba muchas
veces al nivel de nosotros entonces a nosotros nos decían que era que mi mamá estábamos todos
al mismo nivel, que mi papá, mi mamá y nosotros estábamos al mismo nivel y eso no debería ser
así
T: ¿Y tú qué crees?
Hija: Que si, nosotros estamos al mismo nivel y pues no sé yo digo que mi mamá es mi mamá y
tiene que poner el ejemplo.
De acuerdo con lo señalado por la hija en su relato, dentro de esta dinámica relacional
uno de los aspectos que mayor tensión genera en ella es el hecho que su mamá “se rebaje al
nivel de nosotros”, solicitando que su madre ocupe el papel esperado en la familia “mi mamá es
mi mamá y tiene que poner el ejemplo”; paradójicamente Alicia sigue manteniendo acciones en
las que demuestra su “autoridad” frente a sus hijos considerando que es la única manera de
ocupar su lugar de madre dentro de la familia.
Hija: ella me sigue diciendo niña
A: Ayy, pero eso es por cariño (visiblemente molesta)
Hija: Pero ella así como me dice que soy una niña, ella todo me ve como una niña
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
75
T: qué crees que tu mamá está viendo en ti para que te siga tratando de esa forma
Hija: mmm…
T: O mejor, ¿cómo tendrías que empezar a actuar para que tu mamá cambiara la manera como te
trata? (Silencio) Jenny no es una niña, es una joven de 23 años. Y en esa medida A: Yo debo
tratarla así
T: ¿Qué crees que deberían hacer ustedes para hacer evidente ese cambio de niña de 10, de 11 a
la mujer de 23 años? ¿Cómo crees que deberías empezar a relacionarte con Jenny, que es tu hija
y eso no te lo va a quitar nadie, pero que ahora tiene 23 años? Y tu Jenny ¿de qué forma tendrías
que comportarte tú en algunos momentos para que tu mamá efectivamente vea a la mujer que
hay en ti y no siga pensando y tratándote como la niña?
De nuevo, el relato de la hija expone el malestar por ella percibido con respecto a la
dinámica relacional establecida con su madre, la cual, de acuerdo con lo que menciona, no es
acorde con el momento vital en el que se encuentra. La intervención que se hizo a propósito de
ello estuvo orientada a promover reflexiones tanto en la hija como en la madre que les
permitieran identificar qué acciones está realizando para mantener este tipo de interacción,
colocándose como actor dentro del escenario que plantea.
Vale la pena señalar en este punto la confusión que se presenta por la incongruencia
entre los relatos y las acciones realizadas por la hija: declaraciones de Jenny como “es que yo ya
no soy una niña” y “yo se valerme por mi misma” evidencian su necesidad de empezar a
establecer interacciones con su madre acordes con su edad y demás cualidades: no obstante, sus
acciones promueven que Alicia siga desempeñando un rol de cuidadora de forma tal que no sea
posible configurar procesos de autonomía más independientes. Por su parte, la madre se
encontraba en ese mismo dilema dando cabida a la dinámica antes señalada y manteniendo la
relación conflictiva que se presenta entre ambas.
Es así como las conversaciones terapéuticas realizadas a propósito del desarrollo
evolutivo de la familia generó gran malestar en sus integrantes, pues al cuestionar y promover
ciertos tipos de interacción en relación al ciclo vital del sistema, se movilizaron aspectos de
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
76
orden estructural como los roles, límites y cohesión familiar, desestabilizando el sistema
familiar.
Sesiones finales: 14 a 18
Las conversaciones terapéuticas que se promueven durante las últimas sesiones dan
cuenta de las reflexiones que Alicia ha desarrollado a lo largo del proceso y que a la vez han
promovido cambios importantes en las dinámicas relacionales que presenta ahora en su contexto
familiar.
Una de las reflexiones más significativas gira entorno al rol que durante cierto tiempo ha
tenido la hija en la familia, así como los efectos que ha tenido en ella y en los demás miembros
de la familia.
A: Como uno siempre tiende a imitar a alguien ¿sí? Entonces como poniéndole el ejemplo de
Jenny, pero “¿por qué su hermana sí y usted no?” o “entonces ¿por qué su hermana no y usted
sí?” Me imagino… en ese entonces, yo digo con toda la certeza de que lo que se ve, es lo que
más se aprende. Porque yo sé que eso es así. Si Manuel me vio fumar, pues aprendió a fumar. Si
Manuel me vio tomar, pues aprendió a tomar. Y lo que uno ve es lo que más aprende, entonces
no era Alberto ni era Alicia lo que tenía que imitar Manuel, el mejor ejemplo era ella.
T: Que responsabilidad tan grande, ¿cómo era para ti esa responsabilidad?
A: Imagínese… [Hablan al tiempo]
J: ¿Si, es que es ahí donde yo digo que esa responsabilidad me la dieron toda a mí?
A: Imagínese Doctora que hoy es que entiendo eso. En ese entonces, no lo entendía.
T: ¿Qué es lo que no entendías exactamente?
A: Lo que hicimos. Eso es uno de los errores que cometimos. (…) Pero hoy entendí eso, o sea,
cuando han pasado los años y no crea Doctora que yo no me he dado palo, usted sabe que yo me
he dado muy duro. (Silencio- se muestra emocionalmente afectada)
T: Tranquila. Date tu tiempo, no hay problema.
A: Pero (voz quebrada) no era ese el derecho de las cosas ¿sí? O sea, no era… nosotros con todas
las equivocaciones y los errores que estábamos cometiendo en esos momentos,
inconscientemente –porque era inconscientemente- nunca lo vi de esa manera, hoy sí.
Inconscientemente poníamos de ejemplo a lo mejor que había, que era ella. Y esa causó rivalidad
entre Manuel y Jenny. Mucha, demasiada. Eso no quiere decir que ellos como hermanos no se
quieran, pero fue un error.
Develar en medio de la conversación terapéutica la tensión personal y relacional que la
hija en algún momento tuvo frente a la “responsabilidad” que había adquirido dentro de su
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
77
familia -siendo señalada en varios de sus relatos durante las sesiones conjuntas que se
realizaron,- fue una oportunidad para que la consultante reflexionara sobre su rol de madre,
reconociendo sus limitaciones al tiempo que otros caminos posibles de interacción.
Las conversaciones terapéuticas que se llevan a cabo en sesiones posteriores dan cuenta
de los cambios percibidos por la consultante tanto en su autonomía como en su contexto
familiar.
A: Entonces yo he cambiado y he cambiado mucho, usted no se imagina cuánto. Yo escuché que
Jenny ha dicho que a mí no me sirve de nada las terapias, de pronto por mi cambio porque ha
sido un cambio demasiado brusco. Yo empecé a dejar que ellos aprendieran hacer las cosas
cuando perdí la memoria y cuando el accidente. La Doctora me decía “tiene que dejar, esa es la
vida de ellos” y esa es la de Jenny, me decía que tiene que dejarla vivir y yo le decía que no
quería verla sufrir. Que así le tuviera que dar calor toda la vida para que le fuera bien (risa) y
estaba mal. Pero yo no entendía. Y sí, ya entendí y me equivoqué (...) Yo antes de dejar vivir a
Jenny y a Manuel la vida, prefería morirme.
T: Entiendo que ver crecer a tus hijos con todo lo que ello implica ha sido difícil tanto para ti
como para ellos, pero también entiendo que si estás aquí es porque no quieres cometer ese mismo
error. ¿De qué forma crees que puedes enseñarle a tus hijos a crecer sanamente? (Silencio)
En la conversación terapéutica es posible identificar las tensiones familiares que presenta
la consultante asociadas al hecho de que sus hijos “hagan su vida” por todo lo que esto implica
dentro de la estructura familiar. No obstante lo anterior, dentro del mismo relato se identifica
como recurso lo que la consultante señala como “entender”, dando apertura a nuevas opciones
en la interacción de esta madre con sus hijos.
Las reflexiones y cambios señalados por la consultante, se vieron reflejados en acciones
concretas que la consultante describió en posteriores relatos. Uno de ellos es el que se presenta a
continuación.
T: Ok. Aquí hay un asunto importante. Tú dices porque Jenny llego a la casa y no se fue
directamente al hospital. Tú planteas que posiblemente ella lo hizo por la dependencia que tiene
contigo.
A: Si, es lo que pienso.
T: Ella actuó con esa lógica pensando que tú ibas a salir corriendo. ¿Qué crees que Jenny ha
visto anteriormente para que haya pensado que posiblemente que tu ibas a estar ahí?
A: los 23 años anteriores lo hice.
T: Los 23 años anteriores lo hiciste.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
78
Si bien la conversación terapéutica gira sobre tensiones relacionales especialmente en la
familia de la consultante, a diferencia de las anteriores, estas se producen por los cambios
llevados a cabo por Alicia frente a los requerimientos de sus hijos.
A: Eso a Jenny le ha causado mucho dolor, rabia. Por eso se ha portado como se ha portado y
cada día es peor, peor, peor. (…) Para ella es un shock así, es cogerla contra el mundo porque la
mamá nunca le había hecho eso (…) ella le dijo a Wilson que ella estaba muy grande, que estaba
aburrida de que mi mamá me mande como una niña chiquita, yo hago lo que a mí se me da la
gana. Entonces que haga todo lo que ella quiere hacer. Entre eso, que se cuide
Aunque las transformaciones que ha venido presentando la consultante, son acordes
tanto a los requerimientos de su hija a propósito de querer ser tratada como una mujer, así como
a su estrategia que venía desarrollando Alicia de “pensar en sí misma”, las tensiones en la
familia nombradas como “dolor” y “rabia” se hacen evidentes en sus relatos. No obstante lo
anterior, la consultante mantiene ciertos límites en su relación con su hija a la vez que definía
claramente el sistema conyugal.
A: Es que acá la que tiene una relación sentimental con Wilson soy yo, usted es una amiga de
Wilson, ustedes son amigos y lo han sido muchos años, pero… ah sí, es que pareciera que yo
tuviera que defender a Wilson porque estoy de parte de ustedes… no Jenny, la que está perdida
en el mundo es usted, nosotros no necesitamos que usted nos defienda.
T: Ok, ¿cómo te sientes colocando ese tipo de límites a tu hija?
A: No Doctora, yo bien. Pero ha sido terrible, en mi casa eso es un infierno. Ahora sí es un
infierno y es… es terrible, hay momentos en los que no sé cómo manejarlos, pero no me corro
¿sí me entiende? No, no, no y no y ahí me quedo. Y Jenny me retó a que íbamos a ver quién
ganaba, si ella o yo. “Ella, porque ella es quien tenía la plata y mandaba en la casa.” No… no
porque es que la mamá soy yo. Cuando ella quiera mandar 100% en su casa, que tenga una y
mande allá. Mientras ella viva conmigo, no y no. Y los límites son mínimos, esas cosas… es que
ella en mi vida no puede mandar, es que no puede.
De acuerdo con lo desarrollado durante la conversación terapéutica se puede decir que
colocarle límites a su hija planteando “nosotros no necesitamos que usted nos defienda” se
presenta como una estrategia en la consultante en las que se redefine las reglas o el papel que
cada uno cumple de la familia, posibilitando a la vez que ella se haga cargo de sus asuntos y
asuma la “responsabilidad” de sus actos.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
79
A: No, es que si es la decisión que yo tomé. Es una decisión de Wilson y mía y ya, y ahí no tiene
derecho a opinar nadie, es que yo no le pregunté a ella.
T: ¿Qué crees que vio Jenny en tu actitud para que ella hubiera cambiado su manera de acercarse
a ti? Porque lo que tú dices es… o por lo menos, me corriges si me estoy equivocando, lo que yo
me estoy imaginando es que llega muy brava, llega…
A: Es que usted no construye allá…
T: …pero después hay un cambio en Jenny y hay un cambio en la forma como se refiere a ti, ya
no es “usted es la culpable, usted…” no sé qué, sino mami tal cosa. Qué crees que vio Jenny en ti
para que…
A: Por el límite que puse. (…) Y siempre he perdido en la vida, en las cosas económicas, pero
esta vez no y me quedo. Y es que a mí, Jenny, no me importa su opinión, es que es mi lote y el
de Wilson. Ya, listo. ¿Sabe qué? Usted trabaje y estudie, vele por su estudio y por su bienestar,
que de Wilson y de mí, nos encargamos nosotros los dos. Entonces me dijo que ella no quería
causarme daño ni preocupaciones… y yo… y ahí aprendí que tenía que poner más límites.
El recurso de “entender” posibilitó llevar a cabo acciones concretas en los que además de
plantear cambios en la estructura familiar que, a pesar de configurar mayores tensiones
familiares durante un tiempo en búsqueda de mantener la homeostasis, promovió como fin
último la autonomía y bienestar tanto de la consultante como de su familia.
Proceso psicoterapéutico y cambio
Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan
elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Alicia en su
contexto familiar frente a la crisis vital que configuró ante las tensiones relaciones y demás
estresores de diverso orden.
Sesiones iniciales: 1 a 5
Con respecto al proceso terapéutico son varios los aspectos identificados como
relevantes en el cambio. Dentro de los que se destacan en este apartado se encuentra la reflexión
que se promovió entorno al papel que desempeña la culpa36 en su vida -la cual no solo está
relacionado con la noción de crisis que tiene la consultante, sino también con la promoción de
36
Era una tendencia de la consultante culpabilizarse por los errores que cometían sus seres queridos con las demás
personas, así no estuviera involucrada en la situación específica.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
80
autonomía que se desarrolla durante el proceso terapéutico al colocarla como sujeto activo de
sus propias acciones.
T: Perdóname que te interrumpa, pero es que me llama mucho la atención y quisiera saber Alicia
en que momento aprendiste tu a echarte la culpa de TODAS las cosas.
A: No sé, yo he tenido ese vicio tan horrible.
T: Quisiera saber cuál es esa voz tan fuerte que te enseño en algún momento a ti de echarte la
culpa de las cosas. Con tal cosa, no es que es mi culpa, con tal otra no, es que es mi culpa. Donde
aprendiste a señalarte a ti misma como culpable".
A: (silencio)
T: ¿qué es para ti ser culpable?
A: hacer cosas malas y esa es una consecuencia. La consecuencia de tomar una mala decisión
sería la culpa.
T: Y hasta cierto punto eso es bueno. Porque me dirían que identificas un error que no quisieras
volver a cometer, pero siendo tan repetitivo y tan presente en todo me preocupa.
A: Como yo era la hija bastarda, entonces usted tiene la culpa, claro como usted es la hija de no
sé quién. Me estigmatizaron, yo nunca había pensado en eso doctora, pero creo que sí.
Develar la tendencia que tiene la consultante de “culpabilizarse” generando gran
sorpresa en Alicia, se presenta como un recurso dentro del proceso que posibilita nuevas
perspectivas en la consultante a propósito de las tensiones personales y relacionales que
vivencia en su contexto familiar.
T: ¿Me pregunto hasta qué punto tu realmente lo crees así? Por lo que me cuentas tienes culpas
incluso desde que naciste
A: Pues de eso no tanto porque yo no elegí los papás que me tocaron, ¿Cierto? pero de lo otro si
me echaba la culpa, tan boba yo
T: ¿Qué crees que te ayudaría a establecer la distinción entre la culpa que establecen los demás y
la tuya?
A: Yo tuve la culpa de haber abortado, porque esa fue mi responsabilidad, yo tome la decisión
equivocada que en su momento consideré que era la mejor y no me imaginé que me fuera hacer
tanto daño por tantos años, pero como le decía yo ya no me siento culpable por eso ya porque me
perdone, pero de eso si me sentía culpable, pero de lo otro no.
Las preguntas que se llevaron a cabo posibilitaron reflexiones en Alicia en las que por
primera vez cuestiona su actuar recriminándose por ello. A la vez que le permitieron hacer
distinciones de suma importancia frente a la responsabilidad que debe asumir como
consecuencia de sus propias decisiones y aquellas en las que no posee injerencia alguna.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
81
A: La verdad yo no me había dado cuenta, pero yo toda la vida me he echado la culpa como de
todo, como no, de todo. Tanto que al tratar de redimir las culpas de mi papá, yo dejaba que me
trataran mal, entraran a mi casa, me insultaran y después dijeran, ahora si traiga el almuerzo (…)
T: ¿En algún momento esa culpa te ha servido para algo?
A: Para nada, para sufrir.
De nuevo, la consultante reconoce que al “echarse la culpa” estaba posibilitando
escenarios en donde se colocaba a sí misma en situaciones desfavorables de sumisión frente a su
familia. De esta forma, la culpa se identifica, dentro del relato de Alicia, como producto y a la
vez productor de las diversas tensiones personales y familiares que le generan sufrimiento.
T: ¿Cuál es el papel de la culpa en tu vida o en la vida de los que te rodean? El hecho que te
eches la culpa que genera... Por ejemplo en lo que me estabas diciendo ahorita. Mi papá hizo y
deshizo (…) pero Alicia asume las culpas (...) Cuando tú te echas la culpa delante de los otros,
qué efectos tiene en los demás y en ti.
A: Yo creo que diciendo que la culpa era mía o sintiendo la culpa mía, les aliviaba el dolor a
ellos... Y como que ...mire doctora que sí, ellos como que, cuando yo les decía, cuando mi
hermana me gritó que mi papá la había violado, yo le decía, Dora, yo no tengo la culpa, pero
perdóneme, cómo así que yo no tengo la culpa pero perdóneme.
T: Una contradicción
A: Si, eso no tenía sentido, es que yo nunca había hablado de ese tema con nadie... (...) yo me
arrodille y le pedí perdón a ella. Y de esa forma ella me volvió a hablar... Y eso está mal,
pareciera que de esa manera hiciera que la gente este conmigo, ponerme como en el papel de
víctima y de culpa?
T: Tu cómo lo ves?
A: Pues yo nunca había pensado en eso, pero pareciera que sí.
T: Además de la culpa de que otra forma crees que la gente podría estar contigo.
A: no, no sé.
T: Es decir que en algún momento la culpa ha servido para unir.
La conversación terapéutica que se ha presentado hasta el momento devela las dinámicas
relacionales de la consultante que le ocasionan malestar, y promueve preguntas que generan
reflexiones en la consultante a propósito del lugar que ella ocupa en esta dinámica, es decir,
asumiendo aquellas tensiones que se presentan como resultado de sus decisiones en el marco de
la relación que establece con los demás, , finalmente se acompaña a la consultante para que de
manera conjunta se pueda co-construir nuevos escenarios de acción, que aumenten los grados de
libertad por ella percibidos en cuanto a su autonomía.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
82
T: ¿De qué forma aparte de la culpa podrías apagar incendios? Tener una relación cercana y
amigable con las personas que realmente quieres tener. Ya vimos que la culpa en un caso
concreto de tu hermana te permitió tener un espacio de tranquilidad, al echarte la culpa, tu
hermana se acercó.
A: A mí y a todos
T: no solo asumiste la responsabilidad que tu papá como hombre adulto, asumiste también las
decisiones y las dificultades de toda la familia. En su momento funcionó, pero ahora no te sientes
bien. Entonces de qué otra forma aparte de la culpa puedes establecer relaciones tranquilas con
las personas que te interesan.
De nuevo la conversación terapéutica versa sobre aquellos posibles escenarios que se
pueden presentan frente a las nuevas decisiones que puede efectuar en cierto contextos
determinados.
Es preciso señalar que además de la conversación terapéutica que se presentó, lo efectos
de las reflexiones se observan en sesiones posteriores en los que la consultante señala en uno de
sus relatos:
Lo que usted me enseñó de la culpa, cada vez que alguien me echa la culpa por algo, yo espere,
qué es la culpa y porqué me la va a echar a mí. Aprendí. (…) pero es que ahorita estoy pensando
en Alicia, primero que en la prima de Alicia y la tía de Alicia.
Finalmente es necesario destacar la importancia que dentro del contexto terapéutico tuvo
el hecho de conocer a la consultante al margen del problema por el cual solicitó ayuda.
Identificar aquellas cualidades de Alicia que se materializan en ciertas acciones en su diario
vivir, tuvo un efecto doble en el proceso terapéutico: por un lado le permitió a la consultante
salir del discurso que prevalecía en ese momento sobre aquellas situaciones desfavorables que
estaba viviendo y que le generaban profundo malestar; por otro lado, le permitió a la terapeuta
vislumbrar nuevas posibilidades, abordando nuevas acciones en las que prevaleciera los recursos
con los que cuenta la consultante para generar un cambio de camino positivo.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
83
Sesiones intermedias: 6 a 13
Las conversaciones terapéuticas que se llevaron a cabo durante las sesiones intermedias
se presentan como un espacio posibilitador de reflexión que le permitió a la consultante
reconocerse como una persona activa en el tipo de relacionales que ha construido con su familia
y que a la vez son, como lo manifiesta, fuente de tensión y malestar. Identificar que las tensiones
son el resultado de la confluencia de múltiples aspectos dentro de los cuales se encuentra el tipo
de interacción que ella ha construido con los demás, es un aspecto relevante en su autonomía en
la medida que puede construir diferentes alternativas a la vez que desarrollar estrategias para
obtener bienestar. Un ejemplo de lo anterior, es la conversación que se llevó a cabo durante la
sesión 10. Los relatos de la consultante iban dirigidos a presentar la tensión relacional que tiene
con su hija y ante la cual señala: “Y ella sigue siendo muy grosera y muy gamina. Y estoy
cansada, eso me tiene aburrida”.
T: (…) Ok todo va bien.
A: Si, pues me contesto un poco feo, pero sí, yo no encuentro razón para que ella se enoje. (…)
le dije Jenny es que usted no puede controlar el comer- que Noo, que no entiende, así como usted
se toma el chocolate y joda y joda por el chocolate, yo no puedo controlar eso- pero no lo
controla de aquí o de aquí (señala el estómago y la cabeza) o es que le hace falta comer –usted no
entiende.
T: Ok, pongámosle pausa. Por un lado, entiendo que tienes una preocupación por tu hija,
preocupación compartida por ella (…) Tú como mamá dices quiero ayudarla.
A: Si, eso es lo que yo pienso.
T: Esa sería una buena interpretación de lo que sucede.
A: Si, es que esa era mi intención. Para mi es fácil pararme en la cocina y decirle Jenny yo hago
el almuerzo de mañana, pero lléveme los perros. Así la engaño, hago que me lleve los perros y
yo hago la comida, antes lo hacía yo, pero como yo ahora no hago todo, entonces ella peleaba
conmigo por eso, pero eso es para que no entre a la cocina y se vaya. (…)
Si bien las preguntas lineales que se presentan al inicio de la conversación terapéutica
buscan indagar sobre la secuencia de los hechos considerados por Alicia como tensiones
familiares, especialmente en relación con su hija, manteniendo narrativas entorno al malestar,
que éstas fueran vistas como una video grabación en el que es posible las “pausas” y los “videos
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
84
en cámara lenta” generó que la consultante se posicionara como observadora de sus propios
actos posibilitando otro tipo de reflexiones en ella.
T: Ok, sigamos con la imagen pausada. Te contesto feo y tú te sientes mal, te sientes molesta.
A: Hasta ahí solo me da tristeza. Porque yo sé cuándo cambio de actitud, yo soy muy consciente.
T: Ok, tu sientes que partes teniendo una buena intensión y recibes como…
A: Una agresión.
T: Ok. ¿Qué crees que sintió Jenny en ese momento cuando le dices, no se puede controlar, no
puede tal cosa?
A: mmm tal vez piensa que de pronto yo lo hago por crítica, como ella me decía.
En el transcurso de la conversación la terapeuta introduce preguntas ante las cuales la
consultante reflexiona reconociendo, por ejemplo, el efecto de sus actos en situaciones puntuales
que desencadenan malestar su hija y en ella.
T: Ah ok, tú crees, además por lo que ella te ha dicho que se siente criticada, estaría bien si digo
en este momento que tal vez la crítica ella la considera como un tipo de agresión.
A: (silencio) si claro. Todo lo que yo le diga, de todas las maneras que yo le diga, es una
agresión.
T: ok, ella siente que está siendo agredida. Entonces si devolvemos un poco el casete lo que
entiendo es: tú tienes la intención de ayudarla en una situación puntual.
A: si
T: en tu intensión de ayudarla, si entiendo bien, tú le preguntas ¿qué es lo que le pasa?
A: Si, si no se puede controlar.
T: querías identificar eso para ayudarla, sin embargo, el hecho de decirle ¿no se puede controlar?
Es que no puede controlarse de acá o de acá es sentido por ella como una crítica.
A: Para ella son todas críticas destructivas.
T: Ante lo cual ella se molesta y reacciona de una forma fuerte ante lo cual tú te sentiste
agredida.
A: Y triste
Continuando con la conversación terapéutica es de resaltar las preguntas cuyo contenido,
tono y contexto sugerían a la consultante identificar el carácter de doble vía en la configuración
de tensiones relacionales como las que mencionaba en sus relatos, pues es de esta forma que
Alicia empieza a reconocerse como sujeto activo en las dinámicas relacionales con los demás
considerando su actuar como una posible fuente de tensión para su hija.
Más adelante durante la misma sesión:
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
85
A: (…) A Jenny le puede decir eso otra persona, pero yo no porque ella está en el punto de la
olla exprés donde ya quiere explotar (…) A Jenny la mejor manera es no decirle nada y ahí es
donde yo no aprendo a tener mi pico cerrado.
T: ¿En qué crees que esta la diferencia entre ellos y tú?
A: Pues que yo soy la mamá y ella tiene muchos conflictos en contra mía.
T: Que tú eres la mamá… Y aparte de ser la mamá ¿Qué más crees que hace la diferencia?
A: Nunca había pensado en eso. Porque Jenny es así hace unos años con nosotros.
T: Tal vez, si fuera en tu caso. ¿Te importaría lo mismo lo que te dijera Jenny a un vecino?
A: No, nadie.
T: ¿En qué crees que estría la diferencia?
A: En el afecto que tengo por Jenny o los sentimientos que tengo por Jenny.
T: Los sentimientos que tienes por Jenny ¿Qué tan fuertes son?
A: Muchos. Me importa porque es mi hija.
T: ¿Entonces en la medida que uno quiere más a una persona se podría sentir más afectado por lo
que esa persona le diga así sea lo mismo que le diga el resto del mundo?
A: Claro, sí.
T: ¿Creerías que tal le podría estar pasando eso a Jenny?
A: Si. Yo no había pensado en eso… pero sí, claro.
El fragmento anterior evidencia un giro en la conversación terapéutica, pues ésta ya no
versa sobre las tensiones relacionales que afectan a madre e hija, sino que, transitando a un nivel
más emocional, se centra en las cualidades que presentan, siendo estas características posibles
recursos en su relación.
T: ¿Cómo te sientes en este momento.
A: Peor.
T: ¿Qué te hace sentir peor?
A: Caer en cuenta. Primero pensar en que si algún día alguien me hubiera hecho caer en cuenta
de eso, quizá yo hubiera podido cambiar. Hubiera aprendido a decir las cosas mejor (llanto).
Pude haber aprendido a decir las cosas de otra manera a como las digo que pensé que era la
mejor manera de decirlas y me doy cuenta que aun cuando he querido tanto a la gente que he
perdido, si hubiera tenido esa herramienta no sé si los hubiera perdido, por eso me siento peor.
T: hay una cosa y es que sales peor de lo que entraste.
A: pero es mejor doctora, porque a uno lo tienen que sacudir en la vida, eso es mejor, yo no
vengo aquí a que me de consuelo y me diga pobrecita Alicia, porque yo no soy de ese tipo, sino
que me pregunta que siento y eso es.
T: eso está bien, y me parece bien que estés así
A: Eso me va a servir para aceptar más las cosas.
T: Sales peor de lo que entraste porque te has dado cuenta de algo.
A: Si, claro
T: Acá hay dos asuntos. Por un lado sabes que hay diferentes caminos en la manera como uno se
puede acercar al otro. (…) Tú tienes opciones, la posibilidad y la bendición de poder tomar
decisiones en este momento. Puede decidir en este momento como quieres continuar tu vida,
lamentablemente nunca sabremos qué pasaría con los hubiera. Tú puedes decidir ahora, porque
resulta que tienes 40 años, pero quedan 30, 40, 50 años más, estas en la mitad del camino, falta
un trecho adicional. Bueno de qué te sirve este sacudón y cómo puedes aprovechar este sacudón
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
86
en tu vida, de AQUÍ en adelante. Ook, sales peor, entonces cómo me sirve, lo vas a aprovechar o
lo voy a botar a la basura. Eso hace parte de tus decisiones y la manera como deberías asumir la
vida en adelante.
En algunas oportunidades las intervenciones produjeron una sensación de malestar
mayor en la consultante frente a la manera como había llegado a consulta, no obstante lejos de
ser considera como un aspecto desfavorable dentro del proceso, esta situación es utilizada como
una oportunidad efectiva de cambio. En este caso particular, la conversación fue percibida por la
consultante como un “sacudón” necesario para que ella reflexionara y acto seguido pudiera
tomar medidas sobre ciertos aspectos en la dinámica relacional que presentaba con su hija.
Este tipo de intervención fue resultado de un proceso reflexivo realizado por la terapeuta
a lo lago del proceso que le permitió tomar una postura diferente frente a la consultante,
confrontando sus pensamientos y emociones con aquellas acciones que realiza en su diario vivir
que no le permitían salir de la pauta que le generaba tanto malestar.
Sesiones finales: 14 a 18
Son varios los aspectos del proceso terapéutico considerados como significativos durante
las sesiones finales, por lo efectos que generó en la consultante con relación al malestar
expuesto en el motivo de consulta. Es preciso señalar que si bien cada uno de los aspectos
priorizó categoría determinada, es necesario ver todos en conjunto para comprender la manera
en que la promoción de autonomía en Alicia posibilitó cambios en ella en relación con su
contexto familiar.
Las reflexiones que se desarrollaron a propósito de la metáfora de “el árbol que da
frutos” es uno de los aspectos interventivo a resaltar, pues fue a partir de éste que se pudo
reconocer los recursos y estrategias previamente utilizadas por Alicia ante situaciones difíciles
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
87
que ahora se presentan como recursos en el proceso frente a las tensiones que manifiesta tener
en la relación con su hija.
T: En algún momento decías que quieres recoger los frutos
A: Con Jenny
T: Quieres que la relación prospere como ese árbol que va creciendo y va teniendo hojas y
frutos. Me pregunto si en algún momento de tu vida has visto que el árbol se marchita, pero de
un momento a otro empieza a dar frutos ¿Has tenido una situación similar?
A: Cuando mi mamá se fue de acá, se fue muy enojada conmigo (...) me dijo que estaba muy
aburrida, que estaba muy desilusionada de mí y yo le dije: yo también de usted si quiere váyase
para Cartagena y separémonos (…) y la relación de los dos fue mucho mejor, aunque me causó
mucho dolor que se fuera.
T: ¿qué crees que hizo la distancia en ustedes?
A: Sanar las heridas, en mi caso sí, el dolor de perderla fue muy grande y me duro muchos años,
aun me duele, pero entendí porque mi mamá había hecho las cosas que había hecho. Otra cosa,
la relación mía y de Manuel estaba totalmente destruida (…) Yo ya no daba un peso por mi
relación con Manuel.
T: ¿Cómo hiciste en esa oportunidad?
A: Alejarme y pedirle mucho a Dios y a la virgen. (…) Pero lo de Manuel, doctora, era un árbol
que no estaba marchito, estaba muerto.
T: Tú crees que la relación con Manuel estaba muerto, pero ya está floreciendo.
A: Si, usted lo viera cuando me ve cómo me abraza.
T: Hay algo muy importante de lo que has dicho.
A: mire doctora, perdón, que en ambos casos la separación ha sido importante
T: Eso iba a decir.
A: Ese día que me fui tan triste, recordaba lo que usted me decía, yo reflexiono mucho las cosas
y yo creo que lo mejor es que nos separemos con Jenny también, tengo que reconocer que ella ya
está grande y debe hacer su vida, así me duela, creo que es lo mejor para ambas. T: ¿Qué
implicaciones tiene la distancia para ti? y que implicaciones crees que tiene para el otro?
(silencio)
La conversación terapéutica versa sobre las estrategias que la consultante ha logrado
llevar a cabo en momentos cuyas tensiones familiares le han generado gran malestar,
reconociendo como aspecto común en su estrategia el “colocar distancia” con las demás
personas implicadas. Esta conversación a la vez condujo a una reflexión en Alicia a propósito de
las dinámicas relacional que puede establecer con su hija, conforme a su ciclo vital.
Otro aspecto identificado como significativo dentro del proceso fue el ejercicio que se
propuso con la puerta en medio de una conversación que daba cuenta de la tendencia de la
consultante de percibir y al mismo tiempo referirse a las cosas bajo el supuesto de “o es blanco o
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
88
es negro, porque para mí aguas tibias no hay”. De esta forma, así como el ejercicio permitió que
la consultante identificara diferentes tonos de grises en una misma puerta, le permitió también
identificar diversas posibilidades de acción en su vida, que se ve reflejado en sesiones
posteriores en las que señala: “no solo existe el blanco y el negro (…) mira que uno
reflexionando entiende por qué pasan tantas cosas y se hace como un poquito más llevadera la
vida”.
Adicional a lo ya mencionado, otro aspecto utilizado fue la metáfora del teatro en la que
la consultante adquiere un papel principal dentro de su propia vida, el cual, además de responder
a su pedido de “pensar más en sí misma”, posibilita una autonomía creciente en ella y en su
familia.
A: ¿Sí? Que es lo que quiero evitar, porque no me parece. Es que yo no les estoy causando, en
verdad Doctora, no es daño; simplemente que no les estoy siguiendo el capricho.
T: Ok. Acá hay un aspecto y si te estoy entendiendo bien, es ha habido ya muchos cambios en ti,
muchos cambios importantes ¿sí? Que se ven en el día a día con las pequeñas decisiones, con las
grandes decisiones, simplemente con las decisiones que tú tomas en tu vida ¿sí? Donde, de una u
otra forma, Alicia tiene mayor protagonismo…
A: Sí.
T: Entonces Alicia tal vez en algún momento era como quienes están en los teatros, quien está
atrás del teatro ¿sí? Y hace todo el escenario…
A: Sí.
T: Y ayuda toda la coreografía y a que este actor esté bien y que esta actriz esté bien y que todo
salga bonito y que todo salga armónico, pero detrás de telones.
A: Hum.
T: (…) Ahora yo veo a una Alicia diferente.
A: Sí.
T: Una Alicia que está en el escenario, no estás detrás del escenario (…) tú ya estás un poco más
en el escenario, donde tienes un poco más de protagonismo, donde tu voz se escucha más ¿sí? Se
escucha más frente a los otros. Ahora, por supuesto, tú me decías “es que si peleo con Wilson
como que lloro, me siento mal. Si peleo con Manuel lloro y me siento mal.” Y yo decía ¿es que
Alicia es humana o no es humana?
A: Sí… (Risa)
T: (Risa) ok, entonces hay que hacer pequeñas distinciones.
Esta conversación estuvo acompañada de un “diploma de reconocimiento” como parte
del cierre del proceso terapéutico con los que además de reconocer los recursos identificados en
la consultante a lo largo del proceso terapéutico como la “verraquera” y “fortaleza”, se buscaba
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
89
mantener los cambios hasta ahora observado en la consultante: Este reconocimiento fue recibido
favorablemente por Alicia, pudiendo identificar en sus recursos en la manera como se
presentaba así misma en sus relatos, así como las diferentes acciones que ha llevado a cabo
como parte de las estrategias que ha desarrollado para lograr su bienestar.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
90
Capítulo 3: Una mujer adulta que se recrea ante un golpe del destino
Mariana, una mujer joven adulta enfrenta un golpe del destino en un momento vital en el
que edificaba una autonomía creciente y al tiempo mantenía una importante solidaridad con su
familia de origen.
 Historia personal
Mariana es una mujer de 37 años (al iniciar el proceso terapéutico), profesional en
administración de empresas, soltera. Desde que era una adolescente la consultante manifiesta
haber colaborado de manera significativa en el sostenimiento económico de su grupo familiar
conformado principalmente por su madre, su tío y su hermano. En diciembre de 2012 tuvo un
Accidente Cerebro Vascular situación que, según manifiesta, “ha marcado su vida”, pues no
solo le produce dolores constantes en el lado izquierdo de su cuerpo, sino que también le generó
incapacidad permanente en el trabajo y deterioro en la relación con su pareja y familiares más
cercanos.
 Historia familiar
El sistema familiar de Mariana está compuesto por su madre, una mujer mayor; su tío
también adulto mayor y su hermano de 34 años. La relación de la consultante con su padre
siempre ha sido distante, pues según manifiesta, él los abandonó cuando ella tenía 2 años de
edad. Desde ese momento Mariana vivió con su madre y con su hermano. De acuerdo con la
historia narrada por Mariana, la situación económica en la que se encontraban fue uno de los
aspectos que la motivó para que desde la adolescencia empezara a asumir gran parte de la
responsabilidad económica de su hogar. La consultante resalta que junto con su madre –quien
trabajaba como operaria- lograron pagar la carrera de su hermano para que él al igual que ella
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
91
saliera adelante. A los 35 años la consultante se fue a vivir sola durante un tiempo (desde finales
de 2011), aproximadamente un año, sin embargo, como consecuencia del ACV volvió a vivir de
nuevo con su madre con quien manifiesta tener una relación conflictiva. Durante las últimas
sesiones del proceso terapéutico Mariana manifestó haberse ido a vivir con su novio como
alguna vez lo habían planeado. Su hermano quien se había independizado hacía ya varios años
de su casa yéndose a vivir con su pareja, se encuentra ahora viviendo en Europa haciendo un
doctorado.
Configuración de la crisis
El accidente cerebro vascular que sufrió la consultante hace un tiempo se presenta como
“un golpe del destino” cuyos efectos ha generado en Mariana gran dolor y sufrimiento: dolor
por la hipersensibilidad que tiene en el lado izquierdo de su cuerpo permanentemente; y
sufrimiento por las dinámicas familiares que se desarrollaron luego del evento en el que, según
manifiesta, ningún miembro de la familia resonaba frente a su malestar, declarando sentirse
“incomprendida” y sin ningún tipo de “apoyo”.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
92
A continuación se presenta los principales resultados del proceso terapéutico llevado a
cabo con Mariana a partir de las categorías y fases establecidas previamente.
Crisis: Del golpe del destino a la crisis vital
Sesiones iniciales: 1 a 10
Durante las primeras sesiones del proceso terapéutico los relatos de Mariana versan
sobre las “consecuencias” del accidente cerebro vascular –en adelante ACV- en su vida. Como
se evidencia en sus relatos, el ACV se presenta como un punto de referencia de suma
importancia para la consultante que divide su vida en “un antes” y un después”, como algo
sorpresivo que le proporciona “un cambio de 180 grados” en su presente.
M: (…) usted tiene esa capacidad de entender las cosas y necesito que ahorita las entienda.
T: Ahorita es…
M: En este momento después del infarto. Para mí fue un cambio de 180 grados entonces la
verdad yo he pensado, porque las conversaciones al principio, pues eran para mí como muy
frustrantes porque yo sentía que no recibía esa respuesta de entender. Entonces para mí fue una
polémica interna.
El ACV se presenta también como un estado de máxima confusión –que además estuvo
alimentada por la tramitología propia de las instituciones de salud en el país- que trae consigo
altos niveles de incertidumbre en la consultante:
“Yo siempre me he considerado muy serena, como con esa capacidad el hecho de trabajar y
estudiar me dio como esa capacidad de estar pensando en varias cosas al mismo tiempo, después
obviamente la ansiedad fue a mil porque obviamente no me creían, un diagnostico errado:
mastectomía unilateral simple, tengo este dolor tatatata y los médicos me decían cómo siguió del
cáncer y yo cómo así a mí nunca me dio cáncer. Para mí que me traten de demostrar que por los
problemas me dio el infarto, no, para mí no, fue al revés, después del infarto me generó todo
esto. Si le hablo al doctor de los diagnósticos y me dicen cómo va el cáncer y no fue uno, fueron
varios, pues obviamente a mí me parece que no solo a mí me parece que cualquier persona
juepucha, qué pasa.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
93
Así, la crisis, en tanto proceso, no se limita al evento de ACV que presentó la consultante
en el 2012, sino a las múltiples implicaciones que ésta tiene en su cotidianidad, generando
constricciones en actividades corrientes y en la autonomía de una persona como lo describe
aquí:
“Yo he cambiado modos de vivir, me duele el peso de las cobijas, el roce de las cobijas tan
áspera, esas cosas yo ya se las he dicho, si ustedes me entendieran eso sería más fácil que
comprendieran yo porque vivo así, porque hago ciertas cosas. A veces ellos me ven que yo lloro
ay mariana qué le pasó- el dolor”.
Como se mencionó, durante estas sesiones las conversaciones terapéuticas giraron
entorno a las consecuencias del ACV y ello se apreció en relación a tres ámbitos de la vida de la
consultante: familiar, personal e institucional37. Entender la complejidad de la crisis por la que
estaba atravesando la consultante en su momento, implica analizar los tres ámbitos en conjunto,
no obstante, para efectos de una mejor ilustración, se presentarán inicialmente por separado.
Así, sin desconocer los efectos de los demás, el ámbito familiar es el que mayor fuerza
cobra en los relatos de la consultante al inicio el proceso terapéutico por sus apreciaciones y por
las tensiones que le genera. Dentro de los principales aspectos que intervienen en el malestar de
la consultante -y que de hecho hacen parte de su motivo de consulta-, se encuentra sentir que
nadie le “cree”, tener la sensación de encontrarse “sola” y no recibir “comprensión” ni “apoyo”
por parte de sus familiares más cercanos ante el cambio radical que ha tenido en su vida como
resultado del ACV que presentó.
M: (…) Yo decía si él [haciendo referencia a su hermano] es muy inteligente para el estudio,
juepucha, porque para las cosas de la vida no es capaz de entender ciertas cosas. Entonces si eso
me cuesta que el entienda, entonces el proceso para mí, el proceso para la familia, todo, va ser
más difícil porque no voy a sentir el apoyo. De hecho en muchas ocasiones me sentí muy sola
por que no sentí ese apoyo cuando yo le hable y al ver la reacción pues yo dije, listo, pues ya sé
que estoy sola, algún día siento yo que él lo va a entender, pero pues siento yo que las cosas no
Además del ámbito familiar, personal e institucional, durante el proceso terapéutico, también se
identificaron consecuencias a nivel laboral, sin embargo para efectos de los objetivos propuestos en esta
oportunidad se desarrollará en profundidad los tres primeros.
37
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
94
se pueden imponer ni obligar, ni forzar aunque a veces siento que no ha sido así y a veces siento
que me tienen miedo.
T: ¿Han hablado de eso?
M: Si, me tienen miedo, que yo impongo, pero pues al contrario yo siento que yo siempre he
hablado. La cuestión es que no han sabido escuchar y cuando yo hablo y hablo y hablo y como
que no oigo esa repercusión de lo que yo digo, entonces llega un momento en el que yo les hablo
más fuerte y me da rabia que digan es que usted nunca ha hablado. Juepucha yo he hablado y he
buscado las formas de diálogo muy serenas.
De nuevo el relato de la consultante, y la conversación terapéutica versa entorno al golpe
del destino y sus efectos en la dinámica relacional que genera tensión nombrada como “falta de
apoyo”, que da cuenta al tiempo del recurso de “ser escuchada y comprendida”, lo que fue
también solicitado en el contexto terapéutico, llevándose a cabo en la conversación que
reconoce, como estrategia central en la consultante, el “hablarlo”.
La recuperación que espera lograr Mariana se encuentra en función del apoyo que reciba
o, por el contrario, que deje de recibir de su sistema familiar, especialmente de su hermano y su
madre. El hecho de sentirse “sola” es un aspecto que según señala interfiere en su recuperación
y choca con las creencias que la consultante tiene acerca del papel que debe desempeñar una
familia cuando alguno de sus miembros se encuentra en alguna situación desfavorable. Mientras
que para ella el hecho de ayudar a un familiar en una situación difícil es “algo natural” y hace
parte del “deber moral” que existe por el solo hecho de pertenecer a una misma familia, para el
hermano, por ejemplo, se presenta como una “obligación” que no quería asumir, pero que sin
embargo en algunos momentos asume o bien por “miedo” a la reacción que pueda tener Mariana
en un momento dado, o bien porque siente que se encuentra en “deuda” con su hermana por
todo lo que ella ha hecho por él. En palabras del hermano: “Obviamente por todo el tema
medico Mariana ha requerido más ayuda y eso es claro, pero esa ayuda cuando me la pide siento
que me está cobrando favores o apoyos anteriores, entonces siento que no me puedo negar,
entonces siento que me toca y esa obligación me incomoda muchísimo.”
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
95
Desde esta perspectiva la consultante y su hermano viven el motivo de consulta de
manera diferente, pues Mariana lo entiende como un asunto familiar que todos deben resolver38
por voluntad propia y el hermano lo ve como un problema de su hermana. Esto da cuenta de una
tensión, que se relaciona con la historia previa, la manera en que cada hermano estaba definido
en la vida familiar (rol), y el significado en sí mismos, que configura autonomías diversas y con
ello diversos relatos de lo que sería esperable de cada uno y su relación ante la crisis.
Sesiones intermedias: 11 a 23
Ahora bien, con el transcurso del proceso terapéutico se observa un cambio en el relato
de Mariana con respecto al apoyo familiar, empezando a resaltar mayor “entendimiento” del
hermano ante su proceso.
En este punto es necesario señalar que tanto a la consultante como a su hermano se les
hizo la invitación de realizar algunas sesiones conjuntas. La participación cada vez más
frecuente y activa del hermano en el proceso terapéutico, así como su planteamiento de querer
ayudar en el proceso de su hermana, permiten asociarlo como recurso de manera importante con
el cambio. De forma más precisa, en el espacio conversacional se observa lo siguiente:
Hermano: Yo soy uno de los que más ha insistido en este tipo de espacios, para que tanto mi
hermana encuentre las soluciones a sus problemas y nosotros como familiares encontremos una
mejor manera de articularnos y de apoyarla en el proceso.
Posterior a ello durante la misma sesión, la consultante plantea.
M: (…) ante esas charlas y por las respuestas que el dio, yo creo que va a ser más fácil que
entienda mi mamá y mi tío, que mi hermano. Pero siento que obtuve una respuesta favorable
[haciendo referencia al hermano] en poco tiempo y eso me ayudo a sentir que me sentía más
apoyada.
T: Te sientes apoyada por tu hermano!!
38
Y que además esta puesto en los otros, al utilizar expresiones como los demás “no me entienden”, los demás “no
me apoyan” o “no comprenden lo que les quiero decir”.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
96
El relato del hermano en el que él mismo se reconoce como recurso para Mariana en
relación al proceso que está viviendo, identificando como estrategia el “apoyarla” tiene un
efecto en su hermana, quien efectivamente percibe un mayor apoyo con las acciones realizadas
por su hermano. A su vez este recurso y estrategia fue identificado y develado abiertamente en
el espacio conversacional dándole fuerza a lo configurado.
Este cambio generó un efecto en la tensión relacional que se va transformando en
recurso relacional, logrando ser explicitado en el escenario terapéutico:
Hermano: es digamos que antes y después del infarto, incluso con el infarto siempre la postura
ha sido ubicar las limitaciones y los problemas afuera, es que usted me molesta con los
medicamentos, es que el médico, es que siempre es otro, está afuera. Yo sé que ella lo tiene claro
pero nunca admite es que yo tal vez, es que yo estoy cansada, es que yo no le estoy metiendo a
ficha, es que yo no quiero, no. Siempre es afuera. Eso ha ido cambiando en el tiempo, en
diciembre, en enero y hasta abril, es que ustedes, es que ustedes. Desde junio hasta acá, mire
estoy cansada, no quiero hoy punto.
T: OK ha habido un cambio!!
Hermano: Claro. Ha habido un cambio. Un cambio en ella total, que pienso que es un proceso
que internamente se ha venido dando, pero que hacia afuera ha venido a una velocidad distinta,
menor, pero claro que ha habido un cambio. Dice estoy cansada, yo prefiero hacer tal cosa, o eso
es lo que a mí me estresa, para mi ese cambio debería acelerarse porque la mayoría de las cosas
que uno vive no están afuera, para mí no están afuera, para mí no están en como usted las asume.
Esta emergente dinámica relacional de mutuo reconocimiento será un aspecto que irá
ganando significación como recurso en la (re)configuración de la autonomía de la consultante e
incluso en la relación fraterna, que va reconociendo la ayuda y el apoyo como una necesidad.
Adicional a eso, visualiza y declara abiertamente querer un camino diferente en su vida,
diferente al de asumir las múltiples responsabilidades como lo ha hecho hasta el momento y al
margen de lo que los demás puedan considerar como bueno o malo.
Las sesiones conjuntas al inicio del proceso fueron de gran importancia para la
configuración de bienestar en la consultante. La participación activa del hermano posibilitó que
la consultante lo reconociera a él y se reconociera a sí misma como un recurso activo en su
proceso.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
97
A pesar de lo anterior es necesario reconocer que en algunas de las sesiones intermedias
se presentaron altibajos en la manera como la consultante percibía el apoyo de su familia
(sesiones 10 a 13), trayendo de nuevo en sus relatos su necesidad de que le “crean”. Uno de los
aspectos que intervinieron en estas tensiones fueron las relaciones con las instituciones y
profesionales del servicio de salud –y la tramitología asociada a esta- con las que ha tenido
permanente contacto en los últimos meses.
T: Quieres vacaciones.
M: Si, estoy cansada, todos los días es una cita al médico, es un control, una papel el otro. Estoy
aburrida de tanta cosa médica, además que es un esfuerzo que las personas crean, inclusive el
neurólogo me dijo: yo no le creí el tema del infarto
T: ¿En qué crees que está tu interés o tu necesidad que te crean los otros?
M: porque me afecta, me está afectando
T: si no te afectara no te importaría que los médico te creyeran o no.
M: si, en primera instancia fue mi familia. Me afecto a tal punto que ahorita que los médicos se
están justificando con cosas que dijo mi familia lo cual no era así. Entonces obviamente los
médicos se están lavando las manos. Me afectó que no me creyeran. Para mí que me crean hace
parte del respeto, yo siento que yo los respeto pero a mí no me han respetado, no me han
comprendido, y yo siempre he estado ahí no solo por y para ellos como es el papel de la mamá,
que una mamá hace todo, no. Yo obviamente no soy una mamá, también con ellos, he estado con
ellos, pero tratando de vivir mi vida en un equilibrio. La palabra clave es esa.
Sesiones finales: 24 a 28
En estas sesiones, una vez se movilizó la relación con el hermano, entró en escena la
tensión con la madre, de nuevo a través de la necesidad de ser escuchada y comprendida en
relación a su malestar físico actual como consecuencias del ACV.
M: Ay usted si jode, me dice [refiriéndose a su madre]
T: Pero hoy te acompaño a la sesión.
M: Si, por lo que antes el dolor era muy grande, no se los vivo diciendo porque yo sé que ellos
están muy cansados y ellos creen que estoy a veces muy bien, me ha tocado hablar con ellos no
mire, por favor entiéndame ciertas cosas, que no se las vivo diciendo porque todos estamos
cansados. Si ustedes están cansados, yo soy la que más está cansada
T: Están casados de…
M: ellos de pronto de escucharme, yo me canso de decirle, como con mi mamá es tan difícil, yo
le digo JC por favor entiéndame. Yo les digo siempre: si ustedes me comprendieran para mí sería
más fácil porque yo estoy cansada de decir las cosas y que ustedes como que no las comprendan
y yo ya no sé en qué idioma decirles.
T: Comprenderte en ese sentido es qué?
M: que el roce es malo, es lo que más me duele, que no es ganas de molestar mía.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
98
Lo anterior se encuentra relacionado con el cuidado, aspecto relacional destacado en la
posición de la consultante con respecto a su familia. Anteriormente, era Mariana quien con un
papel activo asumía la responsabilidad de todo lo relacionado con su familia y cuidaba a cada
uno de sus miembros. Esto es fuente de tensión, haciendo que la consultante reclame cuidado
para ella, con una respuesta percibida como muy escasa, lo que alimenta la tensión tanto en la
cotidianidad de la casa, como en relación a los cuidados médicos.
M: (…) Cuando tengo el dolor tan insoportable digo no más. Si yo le sigo contestando a mi
mamá, que para mí no es contestar sino tratándole de explicar, pues ya uno obviamente le sube el
tono. Con mi hermano pasa lo mismo, pero obviamente es otro nivel, con mi mamá es más
difícil.
T: OK entiendo que has utilizado el diálogo como una herramienta, sin embargo no te ha dado
en todos los casos, los mejores resultados o los resultados que tu esperas ¿Qué crees que podrías
hacer?
M: Hacerles entender de otras maneras. Yo pienso bueno, como me hago comunicar. Con lo de
las terapias ahora yo busco dar ejemplos. Yo siempre auto reflexiono y busco la manera con
ejemplos. Mi hermano es que mire, hay que lavar, que no sé qué. Y yo, pero porque no
entienden, me duele, estoy cansada. Un día cogí a mi mamá y le dije usted cree que no estoy
haciendo nada, camine, acompáñeme hoy, acompáñeme mañana. Llego un día que me dijo ay no
mamita ya estoy cansada. Como el neurólogo me dijo, pues yo esa vez le dije porque yo al
principio quería ir sola porque no quería ser una carga para ellos
Como lo señala la madre, en la sesión a la que fue invitada (sesión 24), la situación de su
hija luego del ACV ha sido para ella también muy dolorosa pues además de la impotencia que
manifiesta sentir al ver a su hija “así como esta” y no poder hacer nada al respecto, llegó a
sentirse culpable por lo que le había ocurrido a Mariana.
T: Cómo ha sido para ti la situación de Mariana, lo del ACV. ¿Cómo fue para la familia?
Madre: Pues ya va a cumplir dos años. Antes de los dos años eso para mí fue muy duro porque
ella nos echó la culpa.
T: ¿En qué sentido?
Madre: A mí porque en ese tiempo yo tenía una amistad y entonces Mariana por eso me echo la
culpa. A ella no le caía bien esa persona. Entonces Mariana nos echa la culpa.
T: ¿TU que sentías en ese momento? ¿Compartías lo que ella decía?
Madre: Me sentía culpable
T: ¿y ahorita cómo te sientes?
Madre: Mal. Pero yo siento que yo no fui la culpable
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
99
La madre se involucra en el proceso manifestando su disposición para ayudar a su hija,
no obstante, en muchas ocasiones esto es percibido como fuente de tensión al no saber qué hacer
o no lo hace de la forma que Mariana esperaba, generando frustración en ambas. Al igual que el
hermano, la madre señala en sus relatos que el “estancamiento” en la salud de su hija se debe
principalmente a que “no pone de su parte” generándole una gran tensión consigo mismo y en la
relación con su hija. De acuerdo con lo señalado por la consultante, la manera en que su madre
manifiesta su incomodidad es quedándose callada y con ciertas expresiones faciales, situación
con la que Mariana declara sentirse incómoda prefiriendo que le digan directamente las cosas.
Así se presenta un círculo vicioso en el que ambas se declaran inconformes.
Aunque en éste punto Mariana sigue reclamando comprensión y entendimiento por parte
de su familia, el hecho de promover conversaciones terapéutica orientadas a identificar sus
recursos genera nuevas comprensiones de la consultante en relación con su familia, y de todo el
sistema frente a la crisis. Por otra parte cabe señalar que en este punto del proceso se posibilitan
conversaciones terapéuticas que versaran sobre otros ámbitos de la vida de la consultante,
también significativos para ella, al margen del diagnóstico.
Con respecto al ámbito personal se destaca el impacto que la consultante manifestó tener
en la relación con su novio, la cual, de acuerdo con lo manifiesta, tuvo un distanciamiento
significativo a raíz del ACV. Éste no solo se ve reflejado, según manifiesta, en el tiempo
limitado que tienen para compartir39, sino también en sus momentos de intimidad. Una de las
principales consecuencias del ACV a nivel físico es el permanente dolor que la consultante tiene
en el lado izquierdo de su cuerpo. De acuerdo con la historia narrada por Mariana, el dolor físico
Las citas médicas a las que debe asistir con frecuencia son uno de los factores que intervienen en
ello.
39
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
100
que presenta, así como el hecho de volver a vivir con su madre interrumpió de manera drástica
la vida sexual activa que tenían.
M: problemas obviamente con mi pareja
T: que tanto se ven ustedes?
M: Pues pasamos de vernos todos los días a cada mes. Obviamente hablamos todos los días, pero
hubo distanciamiento, no tenemos relaciones sexuales, pues uno de mujer siente que eso lo
maneja, pero un hombre, pues hay mucha incertidumbre y yo varias veces le he terminado a mi
pareja, pero él me dice no mi amor yo te amo, yo sé que estás pasando por un momento difícil, el
inclusive me ayuda a mi espiritualmente para crecer. (…)Yo antes no era así. Yo ahorita me
siento muy insegura en muchas cosas. Obviamente ahorita puede aparecer cualquier persona y
eso antes yo no lo pensaba, si aparece cualquier persona no me importa
T: ¿Qué se vaya con otra persona no te importa?
M: Pues no, yo estoy segura de lo que le puedo dar y lo que no le puedo dar, él ya sabe. Ahorita
sigo pensando lo mismo, pero el grado de incertidumbre e inseguridad porque sé que en
cualquier momento eso puede pasar. Se puede sentir insatisfecho porque yo no le ofrezco muchas
cosas, ni sexualmente, ni la compañía porque queremos pasar más tiempo, pero me dice, sí, pero
tú tienes muchas cosas médicas Si te invito a almorzar, algo médico, si te invito a comer en la
noche, algo médico, si te digo los fines de semana, también algo médico. Entonces yo le digo a
mi novio, no los domingos, pero cuando nos vemos tanto el como yo estamos cansados entonces
el tiempo que disfrutamos no es lo mismo… pero como teníamos sueños que se quedaron
truncados (…) Si, teníamos sueños, proyectos. Estábamos prácticamente viviendo juntos. Yo
vivía cerca, pero es que él se la pasaba mucho en mi casa, cada uno tenía su espacio privado, yo a
veces iba donde el… ahora yo con mi mamá pues no tenemos la misma privacidad.
El giro que se propició durante el proceso terapéutico, al conversar con la consultante
sobre los demás aspectos de su vida al margen –por lo menos temporalmente- del ACV y de la
relación con su familia fue una apertura que posibilitó ampliar la mirada de la consultante y
abordar aspectos antes no tratados como la relación con su novio. Aunque como se evidenció en
el relato anterior, la consultante presenta un distanciamiento importante con su pareja, la
relación sentimental que aún mantienen es considerada como uno de los mayores recursos en la
búsqueda de bienestar de la consultante.
T: noto que hablas en pasado… teníamos, estábamos… ¿me pregunto si es que ya no tienes esos
sueños?
M: si claro, pero como te dije antes, estábamos económicamente ahorrando para comprar una
vivienda, ahora todo lo que yo tenía ahorrado me ha tocado gastarlo en temas médicos.
T: ok, por lo que hemos hablado en las sesiones anteriores entiendo que efectivamente lo de
ACV ha sido muy duro y has estado en una serie de trámites difíciles, pero me sigo preguntando,
y me disculpo de antemano si puede sonar fuerte, pero ¿vas a darle tanto poder al ACV, para que
además de las implicaciones físicas te quite la posibilidad de seguir soñando?
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
101
M: [comienza a llorar]
En las sesiones intermedias Mariana manifiesta su intención de irse a vivir con su novio,
retomando los planes que tenían juntos antes de haber presentado el ACV. En las sesiones
finales, Mariana ya estaba viviendo con su novio, decisión que se considera significativa para el
proceso en relación con su autonomía.
En el tercer y último ámbito al que se hará referencia, el institucional, se evidencia la
constante tensión que percibe la consultante en relación con las instituciones prestadoras de
salud.
Y yo, es que es mi estado de salud, como así que no voy a tener derecho a preguntar por MI
salud que en este momento puede significar Mi vida, y cómo así que una persona me va a callar
y me va a decir usted no tiene derecho porque yo soy el doctor (…) Mi hermano se dio cuenta
como salí y me pregunta cómo le pareció, esa fue mi actitud. Me dijo, se sintió incómoda, cierto.
Y yo obvio, eso de psicosis todo lo que tenga que ver con eso de psi, psi psi me hace sentir como
una loca, empezando que desde el comienzo todo fue así, cuanto tiempo para que se dieran
cuenta, ahorita me dan el diagnóstico y parece que si tengo deterioro cognitivo. (…)El nivel de
incertidumbre es muy alto porque no se nada. Los médicos me dijeron que el caso mío es muy
complejo y que hubo una desarmonía entre su caso y el sistema de salud en general. Y yo le dije,
pues me parece que ese si es un diagnóstico más acertado.
Además de lo anterior, se observa también la necesidad de la consultante de comunicar
asertivamente su condición médica para minimizar las posibles tensiones que pueda presentar
con dichas instituciones y logren “entenderla” y actuar correspondientemente a esto. En la
última sesión del proceso terapéutico se observa un cambio significativo en este aspecto,
observando que efectivamente la consultante está haciendo uso de sus recursos y estrategias
priorizando su salud.
M: Y no sé qué tiene que ver, será que no creen que lo que yo tengo es real, para mi esa es la
percepción que yo tengo.
T: ¿Y qué te haría sentir eso, que creyeran que lo que tú tienes no es real? ¿Cómo te sentirías si
dejaran que lo que tienes no es de verdad?
M: pues como eso ha sido tan reiterativo, entonces yo empiezo a explicarle. Yo les digo que
estoy en terapia porque el proceso ha sido difícil para mí, duro. Eso lo explico en un minuto,
porque para mí lo importante es explicarle lo que me aqueja de acuerdo a la especialidad (...)
T: No es la primera vez que lo hablamos…
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
102
M: Yo más bien quedo al interrogante como porque y eso a mí me ayuda para tomar acciones si
vuelvo a ver la doctora, yo más bien le devolvería la pregunta: esto qué tiene que ver con mi
tratamiento o por qué, más bien para comprender yo, porque de pronto yo estoy explicando algo
que de pronto ni les interesa y no viene al caso. Más bien yo tengo dos cosas claras: voy a pedir
mi historia para ver qué es lo que están viendo, leyendo, qué es lo que está escrito y segundo si
vuelve y pregunta y vuelve e insiste, si sigue así pues yo hago lo que he venido haciendo, cambio
de doctor. Yo ya no me desgasto. (...) Y pues si no la tienen clara no me van a ayudar y si es así,
pues cambio de doctor y ya, no me estreso.
Autonomía y self
Sesiones iniciales: 1 a 10
De acuerdo con la historia que narra Mariana, desde que ella era una adolescente asumió
el rol de “proveedora” en su familia. Aunque al inicio, según manifiesta, hacía pequeñas
contribuciones en las fianzas de su hogar, complementando lo aportado por su madre y su tío,
con el paso del tiempo fue asumiendo más y mayores responsabilidades. En los relatos de
Mariana y sus familiares se observa que la consultante tiene un papel destacado en su familia,
sin embargo la manera como ella se reconoce a sí misma en sus relatos no da cuenta de los
recursos que efectivamente tiene ante los estresores y tensiones relacionales y circunstanciales
que configuraron la crisis. En sus relatos iniciales presenta las dinámicas personales y
relacionales que ha configurado como resultado de las circunstancias o golpes del destino, y
atribuyendo la responsabilidad de los sucesos a los demás con frases “es que si mi papá no se
hubiera ido las cosas serían diferentes”, “me toca estar ahí porque mi mamá no sabe manejar
bien la plata” “si yo no estoy pendiente la roban”.
Uno de los grandes aportes del proceso terapéutico tiene que ver precisamente con
promover reflexiones y espacios conversacionales en los que la consultante reconociera sus
recursos y la manera como interviene en las dinámicas relacionales que se presentan con sus
familiares más cercanos, a la vez que asume una posición diferente frente a sus propios actos.
M: Si, yo prefería vivir sola, pero igual hay que vivir cerca de mi mamá porque mi mamá quiere
seguir viviendo cerca de mí.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
103
T: ¿Y tú?
M: Pues si también, pero yo quiero tener mi espacio, hacer las cosas como yo quiero. Si yo
quiero tener la casa sucia la tengo, hacer las cosas de otra manera, pero pues igual alguien tiene
que estar pendiente de si mi mamá tiene para comer o no, de si le pasó algo, alguien debe estar
cerca.
T: Tú tampoco quieres. No quieres dejar “sola” a tu mamá
M: No, claro no.
En el relato, la consultante atribuye la tensión relacional con su madre en la necesidad
que ésta última tiene de construir escenarios de proximidad con su hija, desconociendo que este
interés se presenta de manera mutua. Con las conversaciones terapéuticas se hizo posible
reconociera esta situación como una necesidad de doble vía.
Sesiones intermedias: 11 a 23
La manera como la consultante se reconocía a sí misma dentro de sus relatos (en primera
persona) dando cuenta de sus propios recursos es un avance significativo que se empezó a
observar en las sesiones intermedias: “siento que yo al haber asumido desde más pequeña y ver
la vida con una responsabilidad diferente, bien sea porque yo misma la empecé a asumir o lo
que sea”. Las tensiones circunstanciales son un aspecto significativo que hacen parte del
contexto en el que se inscribía Mariana en determinado momento, sin embargo esto no
desconoce las decisiones que Mariana toma situándose como recurso relacional en su familia
“ayudando” y “aportando” de la manera que lo hizo.
M: Y yo empecé a asumir esa responsabilidad, como esa educación financiera de la vida, porqué,
porque obviamente eso me afectaba.
T: ¿En qué momento decides asumir esa responsabilidad o educación financiera?
M: Pues no tuve en el sentido que nadie me obligó, fue algo que se fue dando sin que yo me
diera cuenta y fue algo que a mí me gustaba.
Adicionalmente se observa:
T: ¿Responsabilidad diferente?
M: Si, siento que la responsabilidad es diferente. La función es diferente. Entonces yo veo las
cosas de manera muy diferente, si, no de malas o buenas, porque en ese sentido no se puede
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
104
catalogar, sino muy diferentes, con un sentido como de responsabilidad mayor. Mi hermano es
muy inteligente, pero el manejo de las cosas de la vida, las ve todavía muy diferente y yo siento
que ha sido por eso tendencia marcada que digamos que él ha vivido algo que yo quise vivir,
pero no lo veo con resentimiento ni nada porque me parece que inclusive el objetivo mío cuando
yo hablé con mi mamá se cumplió.
T: ¿Cuál era tu objetivo?
M: Yo habría querido estudiar sin tener que trabajar, pero cuando a mí me salió la posibilidad de
estudiar en la Nacional, mi mamá llorando me decía. Estudie porque yo no le puedo dar para el
estudio a ambos. Y yo le dije, no mamá, ambos vamos a estudiar. Yo voy a estudiar y trabajar y
entre las dos hacemos el esfuerzo para que mi hermano estudie. (…) Entonces siento que ese
objetivo con mi hermano se cumplió, pero por lo mismo y tanto el ve las cosas muy diferente a
como yo las veo, entonces a veces creo yo, eso ha generado como diferencias, discusiones,
polémicas, pero yo doy gracias a Dios porque la relación siempre ha sido una buena relación.
En este punto es preciso señalar que la decisión de Mariana de posicionarse como un
recurso para su familia asumiendo gran parte de los asuntos de la casa o, como señala su
hermano, “respondiendo por todo” es aceptada –e incluso esperado- por su familia, alimentando
la sensación de la consultante frente a su “responsabilidad”.
La manera como Mariana ayudó a la familia, focalizando toda su atención y energía en
ello promovió que muchas veces en los relatos de la consultante se priorizara el “nosotros”
sobre el “yo” o “mi”, aunque esto no en algunas oportunidades se presentara como tensiones
personales.
Siento que él [refiriéndose al hermano] es solo alegría. Estudiar. Y pienso, porque yo no
lo viví, cuando uno se centra solo en estudiar pues obviamente puede haber más cosas, que
puedo dedicarme a los deportes o hacer otras cosas ¿sí? Y por ejemplo eso era lo que yo hubiera
querido y de hecho, se puede concentrar mucho más en el estudio, aprovechar al máximo el
estudio, yo pues no. Igual no lo digo con resentimiento.
Al mismo tiempo que se promovieron conversaciones terapéuticas en las que la
consultante reconociera sus recursos, se cuestionaba frecuentemente sobre el papel que daba en
su vida a sus gustos o necesidades personales al margen de los requerimientos de su familia.
M: (…)Igual, lo que yo busco y espero para mi siento que es un objetivo no solo para mí, sino
que es a nivel familiar. Siento que todo es como un…
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
105
T: ¿Y tú objetivo cuál es?
M: Es tranquilidad y bienestar para todos. No solo para mí… Para mi hermano, para mi mamá,
para todos. En la medida en que todos y cada uno estemos bien de forma independiente eso va a
funcionar. Va a fluir…
T: Tu objetivo es el bienestar de todos
M: Bienestar y tranquilidad para todos, sí. (…)El objetivo mío es el bienestar para todos, de
hecho no solo para mí sino para todos. Todo va a fluir así, porque es que ya se ha demostrado, se
ha visto: uno está mal y como somos tan unidos los cuatro, y afecta al otro, (…) Entonces al final
todos estamos mal. Por eso yo pienso que si tenemos tranquilidad y bienestar para todos, cada
uno de forma independiente, pues estamos bien. Todo va a fluir y ya.
T: Es interesante para mí que al inicio mencionas mucho las diferencias que hay entre tu
hermano y tú. Las diferencias que tienen los dos, y ahorita me mencionas la necesidad de buscar
el bienestar, el objetivo principal y tú buscas, que tú quieres es el bienestar de todos. Me
pregunto yo cómo hacer para lograr el bienestar de todos, teniendo en cuenta también las
diferencias de cada uno de los miembros de la familia? Que es también algo importante a tener
en cuenta. Cómo se logra el bienestar de todos y cada uno partiendo también de entender las
diferencias. (Silencio)
M: mmm La verdad no lo había pensado.
La reflexión que se hizo de la conversación anterior permitió re-pensar este contexto
empezando a contemplar la interdependencia que necesariamente existe en los sistemas
familiares, a la vez que se reconocen espacios propios en la autonomía de sus miembros, más
aún en éste cuyas relaciones son tan “cercanas”. Así, aunque la necesidad de pensar en ella es un
aspecto central como ella misma lo declara -más aún con los efectos del ACV-, no puede
hacerlo sin su familia.
M: Siempre como por el lado de la responsabilidad. Como que vean la responsabilidad poco a
poco, porque de esa manera siento que me ayuda a mí para que ellos… todos podemos ser más
independientes y yo poder pensar un poco más en mi…
T: Mmm estaba entendiendo al principio como que tu sentías responsabilidad frente a tu mamá o
frente a tu hermano, pero lo que entiendo ahora es que quieres o esperas de ellos es que
adquieran esa responsabilidad para que cada quien sea independiente. ¿Estoy entendiendo bien?
M: Si, como la pregunta fue por mi hermano en ese sentido que mi hermano poco a poco ha
entendido un poco más las cosas. Yo no estoy diciendo que él es bruto, no, al contrario, él es
muy inteligente.
Así, la "independencia" de la que la consultante habla es posible en el reconocimiento de
los demás también como recursos relacionales potenciales a propósito de los que consultante
identifica como una estrategia en el proceso y que es llamada como “responsabilidad”
T: En este momento tu qué piensas con respecto a lo que te dijo la psicóloga
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
106
M: Yo siento que es para todos porque como lo he dicho siempre. En la medida que cada uno se
aprenda a ver uno y empiece a asumir su responsabilidad, a comprender también a los demás va
a ser como si yo también me quitara una carga. Ese esfuerzo que yo tengo que hacer, primero
con mi familia…
(…)
T: ¿En qué momento has tratado de vivir tus cosas y tener tu equilibrio?
M: en la dinámica de estudiar y trabajar es muy difícil tener un espacio para uno ¿sí? Por
ejemplo cuando trataba de salir, divertirme, pasear. Que ha sido muy diferente a la dinámica de
mi hermano. Que una vez me lo critico mi hermano: piense en usted, cómprese cosas para usted,
salga a divertirse. Siempre lo he dicho, nos llevamos tres años de diferencia, vivo con él, cómo es
que no se da cuenta de muchas cosas. No es que yo no quiera divertirme, no tengo tiempo.
Sesiones finales: 24 a 28
Como se ha observado, muchos de los relatos de la consultante versan sobre la manera
en que mariana frecuentemente actúa movida por el “deber ser” o lo que ella llama
“responsabilidad”, especialmente en todo lo relacionado con su familia, no obstante esta
dinámica fue cambiando parcialmente a lo largo del proceso terapéutico, concretamente en las
sesiones intermedias y finales, cuando la consultante señala “ya no más, ya estoy cansada” o “yo
ya estoy como aburrida, quiero vacaciones”. Los relatos de Mariana en primera persona además
de evidenciar las tensiones que presentaba en un momento dado, también expresan las libertades
que se está dando Mariana de manifestar y actuar de acuerdo a sus emociones individuales,
independientemente si esto resulta bien visto o no por los demás. El siguiente fragmento
reafirma lo anterior:
Entonces llego un momento en el que sentí esa actitud y ellos trataban de ayudarme y decían
tápese con esto y yo no, trataba de explicarles y no me entendían entonces decía ya no más.
Entonces lo dije de diez mil maneras, diez mil formas, entonces en ese momento si reconozco
que fui brusca, fui muy tosca. Fue como si me desahogara, mamá tatatatata, JC tatatatatata. Toda
la vida me la he pasado comprendiéndolos a ustedes, respetándolos a ustedes. En este momento
necesito que me respeten, me toleren y me comprendan, porque ya no puedo más, es una
situación que ya, lo único que necesito es comprensión, no necesito nada más, ese momento fue
muy crucial para mí.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
107
Familia
Sesiones iniciales: 1 a 10
Los relatos y las conversaciones terapéuticas que cobran gran relevancia a lo largo del
proceso terapéutico versan sobre las relaciones de dependencia que se presenta entre sus
miembros, y en las que se identificaron tanto tensiones como recursos.
En los relatos de Mariana la relación de dependencia que se presenta entre los miembros
de la familia se identifica desde que ella asume ciertas responsabilidades del hogar, siendo la
consultante quien, como lo señala su hermano “terminaba resolviendo”. De forma más
específica el hermano señala “como esta en esa actitud [refiriéndose a Mariana] inconsciente
como de cuidarnos y estar pendiente, entonces normalmente está pendiente de cuidarme y no de
cuidarse (Hace acentuación en lo último). (…) Entonces llega un punto en el que ya uno tiene
todo listo lo de uno, no necesita que lo cuiden, ella queda como desprogramada con sus cosas”.
No obstante lo anterior, como se mencionó en el primer apartado, el accidente cerebro
vascular que presentó la consultante fue un estresor, una situación inesperada e indeseada, que
provoco tensiones relacionales en todo el sistema familiar, que incrementaron las ya existentes
tensiones por el lugar que cada miembro ocupa en la familia (rol), así como las dinámicas
asociadas a relaciones de cuidado entre sí. Esta situación a su vez exalta la necesidad de una reorganización a nivel familiar, donde se requiere, por ejemplo, mayor involucramiento del
hermano en los asuntos del hogar. De esta forma, como se observa en los relatos de la
consultante, los acontecimientos que se presentaron están acompañados la solicitud que Mariana
hace frecuentemente requiriendo el apoyo efectivo de su hermano en lo que entre otras cosas
considera, es una “obligación moral” que ambos tienen con su madre40.
40
Esto, como se mencionó, esta relacionado con los grados de libertad de la consultante al buscar diferentes
opciones en su vida además de estar pendiente de su madre.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
108
M: por ejemplo lo del tema del deber, para mi él lo menciona y lo entremezcla de lo que yo
siento. Para mi es una diferencia de conceptos, lo que el deber para mí, que usted debe hacer tal
cosa, para mí no es que tenga, es muy diferente usted tiene, no y el un día me lo dejo muy claro:
es que yo no tengo, no, usted no tiene que hacer tal cosa, para mi es más una obligación moral,
no de tener que hacer. Está obligado, no.
T: Obligación moral en qué sentido
M: Por ejemplo, mi mamá es de ambos. Yo no debería estar siempre pendiente sola, para mi es
una obligación moral que deberíamos estar pendientes los dos, no solamente yo.
Dado el rol que el hermano ha desempeñado dentro de la estructura familiar –siendo el
hijo menor y el “consentido” de la madre, como ella y Mariana señalan en sus relatos-, sus
propias creencias y demás experiencias, se posiciona en una orilla diferente a la de la
consultante y su madre con respecto a la fuerte creencia que existe sobre la familia, donde los
miembros de este sistema familiar cumplen un papel de “apoyo incondicional” frente a las
necesidades de los otros. En palabras del hermano: “nosotros somos familia, y uno espera apoyo
de la familia y si no es la familia la que da el apoyo entonces quien”.
T: Hay algo que me parece muy curioso en este momento con lo que me estás diciendo, y es que
muchas veces, lo hemos visto en el proceso, Mariana se deja de lado ella por pensar en el
bienestar de los otros. Me parece muy curioso que en esta ocasión quienes se dejan a un lado eres
tú, y por lo que me mencionas, tu mamá, por pensar en el bienestar de Mariana. Es una relación
donde yo me olvido de mí, dejo de hacer lo que yo quiera para pensar en lo que yo quiero para
pensar en el otro. Parece ser algo muy generalizado en esta familia. No se tu hasta qué punto
estés de acuerdo con esto.
Hermano: Yo soy consciente de eso desde hace rato, pero soy el único que obra en ese sentido,
entonces ha habido muchos choques porque para mí, el ideal es que cada uno pueda valerse por
sí mismo, preocuparse por sí mismo. Que el espacio que compartimos sea compartir nuestros
logros, nuestras cosas. Compartir, no depender, pero mi mamá, mi tío y mi hermana y tal vez
incluso mi abuela, todos están preocupados por el otro, están preocupados por el otro y no se
preocupa por sí mismo o por las decisiones que toma. A mí eso me choca, me molesta mucho,
mucho y a mí en general, hace parte de mi personalidad, no me gusta que nadie dependa de mí,
NADIE, ni siquiera mi pareja, no me gusta, eso me genera una sensación asfixiante, no me gusta.
Eso contrasta mucho con mi familia, con la práctica de mi familia, ahí está una de las diferencias
muy marcadas con mi hermana, porque para mi hermana todo está relacionado y las decisiones,
son decisiones afectan a mi mamá a mi hermana a Mandela a Obama y para mí, mis decisiones
son mis decisiones, a veces las consulto, pero para mí las cosas son mucho más independientes
de lo que son para ellas, entonces en ellos hay una práctica a lo que yo llamo dependencia y es
estar pendiente del otro, no de sí mismo. Para mí siempre mi prioridad siempre he sido yo, yo,
yo.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
109
De manera más concreta, mientras que Mariana -ligada a su creencia sobre la familia al
mismo tiempo que al rol “proveedora”-, con una mirada más relacional siente que su objetivo
principal “Es tranquilidad y bienestar para todos”, su hermano movido desde una perspectiva
más individual considera que “Si tú vives una vida feliz en gran medida depende de ti mismo”.
Hermano: Para mi eran dos mujeres independientes que tenían sus cosas y que cuando
necesitaran ayuda me iban a decir. No dijeron, ahh bueno. Porque además yo si estoy, estaba
totalmente montado en el papel del hijo menor, yo soy el hijo menor, yo soy el hijo de mi mamá
y no el papá de mi mamá, y yo soy el hermano MENOR de mi hermana, para mí era claro.
T: Ok esa fue la posición en la que te colocaste
Hermano: Si, como que yo no veo por ellas, no soy quien velo por su bienestar, en mi visión.
Ahora las cosas han cambiado, porque, porque entiendo que para ellas yo estoy en su núcleo
familiar de dos mujeres y un HOMBRE, donde el HOMBRE es el que vela por ciertas cosas,
como el HOMBRE de la casa.
T: Qué sientes con esa noción que ellas tienen de ti, con lo que ellas te han planteado del
HOMBRE de la casa, el hecho que ellas sean dos mujeres y así está conformado el núcleo
familiar.
Hermano: Me hace sentir incomodo, me hace sentir responsable, me hace sentir con una
responsabilidad que yo no sabía que tenía y que no quería, porque para mí la cosa es particular
con mi mamá porque es mi mamá y es un adulto mayor, pero no con mi hermana. Yo veía a mi
hermana como si fuéramos dos personas iguales, se supone que los hombres y las mujeres somos
iguales y más ahora en una ciudad como Bogotá en un país como Colombia donde no hay ya
como esos límites sociales ni religiosos, entonces mi hermana es igual de independiente, de
valida, capaz que yo, entonces no veo porque yo deba estar pendiente de mi hermana que
tenemos momentos en los que nos podemos apoyar si, apoyar, pero apoyar no es una obligación,
es una opción, es que yo soy un amigo y puedo dar apoyo, no que tengo que hacerlo. Pero yo veo
que ellas si esperaban que yo tuviera que hacerlo, osea ese es un cargo mío, es mi
responsabilidad, un contrato que nunca firme.
En el relato la re-organización del sistema familiar incrementa la tensión que manifiesta
tener el hermano al percibir que además de la madre debe cuidar también a su hermana, cuya
historia previa la posicionaba en un lugar diferente en la familia al que hoy presenta.
Hermano: Yo vivía lo mas de tranquilo pendiente de MI salud, pendiente de MI estudio,
pendiente de MI trabajo, pendiente de MI mamá y la relación con mi hermana desde que
pasamos la adolescencia ha sido muy de par, osea usted es una mujer independiente, yo soy un
hombre independiente como que cada uno sale a delante y si necesitamos ayuda pues nos
apoyamos, pero usted es responsable de sus decisiones y yo soy responsable de las mías. Yo no
soy el responsable de su vida y usted tampoco de la mía.
T: Ok esa es la forma como lo veías. Pero las circunstancias hacen que las cosas cambien y me
pregunto si tú forma de ver a tu mamá y hermana y verte a ti mismo también cambio.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
110
Hermano: Yo no lo veía así, que fuera responsable, creo que nunca lo voy a ver así. Ahora veo
que hay más relaciones que digamos que tienen una influencia más alta de la que yo veía por lo
cual soy consciente que debo cambiar la manera en que me comunico por ejemplo.
En el relato del hermano se identifica una tensión relacional en el ámbito familiar ante la
divergencia que se presenta entre la percepción que el hermano tiene del lugar que ocupa en su
familia y los nuevos requerimientos que las diferentes situaciones promovieron en la misma. La
conversación terapéutica devela las transformaciones que se han presentado en la familia, al
mismo tiempo que invita al hermano a ser parte activa de las transformaciones que se están
presentando. En respuesta a ello el hermano reflexiona reconociéndose- parcialmente- como
recurso en el proceso.
Sesiones intermedias: 11-23
Como se observa en los relatos a lo largo del proceso, tanto de la consultante como de su
hermano, la relación entre el sistema fraternal era tensionante: por un lado a Mariana le parecía
insuficiente la participación de su hermano en los asuntos relacionados con el cuidado de su
madre, por otro lado, el hermano, no estaba de acuerdo con que la consultante “desconoce las
miles de cosas que hago por ella” más aun teniendo en consideración que sus acciones estaban
alejadas de su postura.
Esta situación fue abordada durante el proceso terapéutico, generando cambios en las
dinámicas relacionales que se presentan en la familia, principalmente en la relación de la
consultante con su hermano. Uno de los recursos empleados y que resultó significativo para el
proceso fue plantear escenario conversacionales en los que se priorizara la emoción sobre la
razón en las sesiones que se realizaron de manera conjunta.
T: JC qué significa Mariana en tu vida
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
111
Hermano: Es un buena pregunta. Lo que significa Mariana para mi es independiente de la
dinámica familiar.
T: ¿A qué te refieres con eso?
Hermano: La respuesta de qué significa Mariana para mí, para mí no está condicionada a si
estamos todos juntos, a si tenemos deudas, si le dio un infarto, si no le dio un infarto o a si… NO
está condicionada a los momentos o las cosas que han pasado en los últimos dos tres cuatro o
cinco años. No está condicionado a si tenemos deudas o no, si estamos felices o no. Para mi
digamos que hay cuatro grandes ítems que describen lo que Mariana significa para mí.
En la misma línea se encuentra el siguiente relato que tuvo lugar una sesión después:
Hermano: Yo le puedo preguntar con tranquilidad como se siente, como esta. Eso no es ni
apoyo, eso es lo que para mí significa amistad y para mi está muy ligado a un amor de familia.
Cuando yo digo que la quiero es porque la quiero, cuando yo hago eso ¿cómo está? ¿Cómo se
siente? No es como cuando uno habla con alguien en el trabajo, que finalmente cuando me
responde cualquier cosa me da la misma, pero en este caso cuando yo le pregunto que cómo esta
es una pregunta que me sale…
T: Que te importa…
Hermano: Si, que me importa. Realmente quiero saber cómo esta. Obviamente puede que no le
pregunte en el momento indicado y que no me conteste.
La manera como se promovió la conversación terapéutica generó una apertura para que
las tensiones relacionales que se presentaban en el sistema fraternal se fueran transformando en
recursos relacionales de doble vía. En otras palabras, en las conversaciones terapéuticas que se
desarrollaron se consolidó la figura del hermano como un recurso para la consultante en el
proceso que está viviendo. Las diferentes perspectivas mencionadas anteriormente fueron
durante mucho tiempo fuente de tensión entre los hermanos por lo que Mariana denominó
“responsabilidades diferentes”, no obstante se presentan también como un recurso en la reorganización que Mariana y el sistema en general está desarrollando en pro de una autonomía
dependiente que genere bienestar y equilibrio para todos acorde a las nuevas circunstancias.
Aunque yo sea el hermano, dado, no mis capacidades, pero si una visión distinta donde yo he
sabido darle prioridad a mi bienestar como individuo, yo si siento que tengo la responsabilidad
de ayudarla a que ella se quiera, se cuide y procure su bienestar. Eso es algo que definitivamente
no sé cómo hacer y ahorita he intentado muchas cosas, es algo en lo que estamos muy alineados
con mi mamá. Pero mi mamá no tiene las capacidades, no tiene las herramientas para mostrarle a
Mariana cosas que la hagan decir juepucha. Como persona tengo una función importante además
que como administradora como hija… resulta que yo soy un ser importante y tengo que cuidarme
a mí misma porque además lo que yo pienso de la vida que coincide con lo que mi mamá piensa:
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
112
hay cosas que nadie va a hacer por uno mismo si no las hace uno. Muchas cosas pueden venir
por fuera, pero realmente lo que uno pueda hacer en la vida depende de uno. Independientemente
si tiene o no cosas. Si tú vives una vida feliz en gran medida depende de ti mismo.
Una situación específica en la que se puede hacer evidente al hermano como recurso para
el proceso que está viviendo la consultante, es el apoyo que él le brinda en la decisión de
Mariana de independizarse:
T: JC ¿tú qué piensas con respecto a eso? ¿Tú apoyarías a tu hermana de que tomara la decisión
de independizarse?
Hermano: Si claro.
T: Crees que sería una buena opción para ella y la familia.
Hermano: Si claro porque siento que como ella ha estado ahí, pues por eso se genera una
relación de dependencia mutua (…) Entre mi mamá y mi hermana y viceversa, no solamente de
una, sino de ambas. Entonces si yo siempre he pensado que lo mejor es que cada uno este
independiente para romper precisamente esa dependencia mutua.
La conversación que se propició con la pregunta inicial no solo consolido al hermano
como recurso en las decisiones que su hermana pueda tomar en función de su autonomía, sino
que también permitió identificar la percepción que el hermano tiene de la relación entre Mariana
y su madre a la que llama “dependencia mutua”
Sesiones finales: 24 a 28
De acuerdo con lo manifestado por la consultante en sesiones posteriores, la relación con
su hermano ha cambiado de manera significativa, pues de acuerdo con los que Mariana describe,
además de mostrarse más atento a los asuntos de la casa, se encuentra más interesado por
aspectos de la vida de ella que antes no eran considerados. Así, a pesar de encontrase a
“kilómetros de distancia”, percibe una relación más cercana, y de mutuo bienestar.
Además de las relaciones de “dependencia en la familia” que se mencionaron
explícitamente en los relatos del hermano, se observa en los relatos de la consultante una
prioridad del “nosotros” sobre los intereses o necesidades particulares. De acuerdo con lo
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
113
manifestado por la consultante, “si tu estas solo pues listo te afectará a ti solo, pero cuando tu
estas en grupo le afecta a todos y de hecho siempre ha sido así, a nosotros nos afecta porque
siempre hemos sido muy unidos y ahorita me volvió a pasar”
Si bien el fragmento que se presenta a continuación se inscribe dentro del “juego de
roles” que se realizó, y quien habla como si fuera Mariana en realidad es su hermano, de una u
otra forma es un ejemplo ilustrativo de la manera como algunos miembros del sistema familiar
consideran que las decisiones de unos afectan directa y significativamente a otros.
T: La importancia del proceso para tener los resultados. Eso quiere decir que ellos qué deban
hacer. Entender significa qué, que ellos digan sí es importante el proceso para llegar a los
resultados, o ¿cómo se ve eso de forma tangible?
Hermano: Por ejemplo que cuando vayan a tomar decisiones financieras las consulten antes de
tener un inconveniente, y que entiendan que ese consultar no implica que yo los esté controlando,
sino que pueden tomar buenas decisiones para después no meterse en problemas ellos y después
meterme en problemas a mí y digamos que generar un malestar general
T: ok entonces el hecho de tener bienestar está más enfocado a consultar decisiones propias con
los otros.
Hermano: Si, es un ejemplo. Si ellos entendieran eso sería más fácil hablar de esas cosas sin que
se molestaran y sin que sintieran que trato de controlarlos
T: ¿Y no tratas de controlarlos?
Hermano: Lo que yo quiero es que todos estemos bien y si ellos no ven las cosas bien y yo sé
que yo tengo conocimientos que ellos no tienen pues yo podría ayudarlos a tomar las decisiones
La conversación versó sobre las tensiones relacionales que se presentan en la familia
ante ciertas prácticas que ponen en juego la autonomía de sus miembros: mientras que para unos
estas dinámicas son percibidas como “una manera de controlar”, para la consultante son
percibidas como un recurso que promueve el bienestar
La conversación que se presenta a continuación devela la tensión relacional que se
presenta en la familia producto de la confusión que los miembros del sistema familiar tienen con
respecto a los límites que cada uno tiene.
T: ¿Ellas? Metes en un mismo grupo a tu mamá y a tu hermana.
Hermano: Si, un poco, en nivéleles distintos, pero de hecho eso que tu acabas de
detectar digamos que en algún momento nosotros tres tratamos a los otros dos como una
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
114
sola cosa, para mi ellas en algún momento son una sola cosa, y para mi hermana, mi
mamá y yo somos una sola cosa, y para mi mamá nosotros dos somos una sola cosa
Lo siguiente fue abordado en el proceso terapéutico en una de las sesiones conjuntas a
partir de un juego de roles cuyo fin era posibilitar una meta-mirada en los participantes sobre sí
mismos, así como la situación en la que se encuentran, construyendo así nuevas posibilidades de
acción.
T: ¿Por qué crees que es a ti Mariana si los dos son hijos que tu mamá te pide la plata a ti?
M: Mi mamá siempre ha visto que eso es una obligación mía, pues igual mi mamá siempre lo ha
preferido más a él, lo ha querido más a él y es más condescendiente con él que conmigo. Siempre
ha sido más exigente conmigo.
T: ¿Qué crees que tú podrías hacer para que tu mamá no tuviera esa visión o ese comportamiento
frente a ti, pedirte plata a ti, exigirte más a ti? ¿Qué puede hacer tú con respecto a eso?
M: Esa ha sido una pregunta sin resolver durante mucho tiempo. Lo único que se me ocurre
después de muchas conversaciones con mi hermano y yo he pensado tal vez irme. El hecho que
tal vez vivamos independientes puede ser que ella me vea de una manera diferente, pero también
puede generar muchos otros más problemas que de todas maneras me tocaría a mí llegar a
resolver.
T: ¿Te tocaría llegar a ti a resolver? Tú me habías comentado que viviste sola un tiempo, justo
antes del accidente, como fue para ti esa experiencia. ¿De no haber tenido el accidente habrías
continuado viviendo sola?
Luego del juego de roles se abordó este tema de manera directa con la consultante,
siendo esto lo que manifestó:
T: Eso qué implicaría [el hecho de independizarse]. Digamos que ya me has comentado las
situaciones adversas que puede tener eso, que se puede caer, que necesita compañía ¿Qué
situaciones favorables le puedes encontrar a esa situación, al hecho de independizarte en el
sentido de irte a vivir a otro lado?
M: Pues que cada una tiene que ver como arregla sus cuentas, si yo me voy a vivir a otro lado,
pues con mi hermano tenemos que separar algunas cuentas pero ella se tiene que hacer
responsable de otras y ya yo no tengo que estar pendiente, ya no tendría que estar pendiente. Mi
mamá tendría que hacerse cargo, eso sería para mi más… digamos que más conveniente, mas
relajante para mí. También sería positivo pues que mi mamá valore todo lo que implica o lo que
ha implicado para mi estar pendiente de las cuentas, que si falta plata qué hacer, que buscar
opciones, ella no lo ve.
T: ¿Tú mamá no ve eso?
Hermano: No ella no lo ve. No lo ve y simplemente si no hay plata ella me pide a mí, si no hay
plata entonces no se come, si no hay plata entonces no se hacen las cosas, pero igual las cosas no
se hacen así y si al 15 del mes no hay plata entonces algo hay que hacer para llegar al 30, pero
ella simplemente como sabe que yo voy a resolverlo, entonces nunca ha visto lo que hay que
hacer para eso, entonces nunca ha visto el valor de planear, de organizarse como yo lo sé hacer .
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
115
El hecho de trabajar en el tipo de comunicación que se establece con los demás
miembros de la familia, no solo ha permitido que la consultante genere nuevas formas de
relación con los demás– relaciones más positivas-, sino también que comience a centrar su
mirada en sí misma, asumiendo de forma paulatina la responsabilidad de sus hechos, al mismo
tiempo que permite que los demás asuman los de ellos. Una manera en que se materializó esta
situación, fue la decisión que Mariana tomó de hacer realidad sus sueños e irse a vivir con su
novio conformando un nuevo hogar.
Proceso psicoterapéutico y cambio
Sesiones iniciales: 1 a 10
Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan los
elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Mariana en su
contexto familiar frente a la crisis vital que configuró ante los golpes del destino.
Durante la fase inicial del proceso se destaca el hecho de haber propiciado un espacio en
el que la consultante pudiera “hablar” de las diferentes tensiones que acompañaron el ACV que
presentó, reconociendo esto como una estrategia importante y que a la vez respondía a la
solicitud de Mariana, tanto en su familia como en el contexto terapéutico, de “ser escuchada”.
En ese proceso de escucha fue posible identificar recursos que posteriormente fueron
develados a la consultante en cada una de las conversaciones terapéuticas.
T: Ok. Entiendo que tenías unas expectativas muy grandes con respecto al obrar de tu
hermano Al principio pensaste que no lo iba a lograr, sin embargo en este momento tú te
sientes apoyada por tu hermano porque desde tu sentimiento consideras que JC entendió
muy rápido lo que tú necesitas o buscas de JC en este caso particular.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
116
A la vez que se daba cuenta del proceso de “escucha” que se estaba realizando en ese
momento, se devela durante la intervención, al hermano como un recurso significativo en la
autonomía solidaria de la consultante, haciendo de manera simultánea distinciones importantes
con respecto al tiempo con freses como “al principio pensaste que (…) sin embargo en este
momento”, develando así las percepciones diferentes en la consultante a propósito de su
dinámica relacional.
De igual forma se presenta como significativo para el proceso la invitación que se le
realizó al hermano para participar en algunas sesiones de manera conjunta con Mariana.
T: ¿Qué significa Mariana en tu vida? [Dirigiéndome a JC] y ¿Qué significa JC en tu vida?
[Dirigiéndome a Mariana] (Silencio)
Hermano: Para mi digamos que hay cuatro grandes ítems que describen lo que Mariana
significa para mí. El primero gratitud. De no haber sido por todo lo que Mariana hizo en la vida,
yo no habría podido lograr lo que he logrado (…) El segundo componente digamos que es
apoyo. Ella significa para mí un apoyo (…) El tercer componente es un componente como de
amistad (…) en este caso cuando yo le pregunto que cómo esta es una pregunta que me sale…
T: Que te importa…
Hermano: Si, que me importa. Realmente quiero saber cómo esta (…) Y hay un cuarto
componente que podría estar relacionado con el apoyo, pero es distinto porque yo la siento como
una responsabilidad (…) Esta pregunta que me acabas de hacer probablemente es la primera vez
que ella lo escucha.
T: Nunca habían hablado de esto.
Hermano: Pues en estos términos no y probablemente cuando uno le dice a una persona, oye te
quiero mucho, eso se queda corto para explicar lo que uno siente y suena como a cliché.
La conversación terapéutica versa entorno a las dinámicas relacionales que se presentan
en el sistema fraternal, dando cuenta de los recursos y tensiones relacionales entre los hermanos.
La pregunta inicial, cuya intención era propiciar una conversación desde la emocionalidad, se
presenta como una apertura, en tanto brinda la posibilidad de “decir lo no dicho”.
El efecto que esa conversación terapéutica generó en los participantes se observa a
continuación.
T: Si entendí bien, tú crees que tu hermana está viendo tu respuesta como la de un político que
da un discurso.
Hermano: Si, que dice cosas y después se va.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
117
T: ¿Qué te hace pensar que tu hermana piensa eso?
Hermano: Lo que en algún momento me ha dicho. Que yo no pienso en ellas, que tengo otras
prioridades en la vida…
T: Que curioso
Hermano: Que…
T: Que estás haciendo justo lo que dices que hace tu hermana y que tanto te molesta. Estas
asumiendo y dando por hecho cosas que crees que ella piensa, siente y va a decir, pero que aún
no hemos visto ¿Usualmente pasa esto? (Silencio) Yo quisiera preguntarle a Mariana
directamente que siente con tu respuesta.
M: [llorando] Yo a él lo quiero mucho también, él, mi mamá y también mi tío son muy
importantes para mí.
El relato del hermano evidencia las tensiones relacionales que se ha presentado en el
sistema fraterno asociados al papel que cada uno ocupa en la familia, no obstante, el efecto que
se observó en Mariana se considera favorable en la medida que reconoce relaciones de cercanía,
afecto mutuas y autonomía.
Sesiones intermedias: 11 a 23
Un aspecto que resultó significativo dentro del proceso terapéutico fue promover un tipo
de relación entre los hermanos que no estuviera medida por las tensiones asociadas al síntoma y
todo lo que ello implica, es decir, que no estuviera regida por los tramites médicos que se han
venido presentando como consecuencia del ACV y responsabilidades asociadas al sistema
familiar. Si bien el hermano reconoce como un recurso el actuar de Mariana con respecto a su
familia, resaltando “Mi hermana yo sé que hace las cosas porque nos quiere y le nace hacerlas”,
el hecho que la comunicación entre los hermano gire en torno al síntoma, genera una dinámica
relacional que esta movida por la “responsabilidad” y la “obligación”, propiciando al mismo
tiempo una tensión relacional entre los hermanos.
A continuación se presenta la conversación terapéutica se llevó a cabo en una sesión
individual que se tuvo con el hermano.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
118
Hermano: Mi mamá y yo ya sabemos que tal vez la mejor manera de ayudarla sea estar al lado,
atentos, cuando ella nos pida ayuda nosotros vamos a estar. Fin.
T: estar al lado… Mariana se va, tú te vas a ir, de hecho a muchos kilómetros. La distancia es
importante. Como crees que pueden cambiar la relación.
Hermano: no lo sé. La respuesta va con el deseo, yo deseo que sí. Yo anhelo tener una llamada
con Mariana en la que ella no me ponga tareas, yo anhelo tener una llamada con Mariana en la
que ella me cuente cómo esta y nos riamos y ya, colguemos. Pero ni que ella me ponga tareas, ni
yo le ponga tareas, que no me llame para yo darle todo el reporte de lo que tengo que hacer, ni
que la llamada sea para cuadrar un presupuesto de mi mamá.
T: ¿crees que hay algo que esté en tus manos para que una conversación como esas por teléfono
pudiera coger otro camino? ¿El que tú quisieras?
Hermano: Si, si yo tengo al día absolutamente TODO lo de mi mamá, la llamada puede tener un
tono muy distinto. Y si yo mantengo a Mariana informada de todo lo que está pasando, esos
temas no saldrían en la conversación porque ya tendría un correo que se lo dice, un mensaje de
texto, una nota de WhatsApp de audio, una carta a mano, osea si yo la mantengo informada de
todo, antes de que ella me pregunte, y si yo tengo todo al día sin que me diga que tengo que
hacer. Eso es lo que está pasando, lo que está pasando es que como todo está al día entonces no
ha llamado, no hay motivo para llamar. Toda esta al día.
T: Ahh ya no hay motivo para llamar… Esa llamada de hola cómo estas, que más…
Hermano: Esa llamada hace años no existe.
T: Tú crees que podría caber una llamada sin necesidad de algún motivo en el futuro con
Mariana. Simplemente quiero saber cómo esta y ya.
Hermano: Sinceramente no lo sé. Yo creo que en el corto plazo, como en un año, no creo, no
creo, en corto plazo no creo y ahí es donde ella va a sentir lo que me ha dicho algunas veces y es
que se siente sola y que la vida no tiene sentido.
El relato anterior evidencia la transformación que se presentó con respecto al hermano y
la dinámica relacional que presentaba con la consultante: pasó de ser una tensión relacional a un
recurso relacional en el que señala “ya sabemos que tal vez la mejor manera de ayudarla sea
estar al lado”, respondiendo a la necesidad de la consultante de contar con el “apoyo” de su
familia. De la misma forma durante la conversación terapéutica se presenta como significativo
el hecho de co-construir nuevos escenarios de interacción entre el sistema fraternal que
promuevan bienestar en ambos. Ante la pregunta “Cómo crees que pueden cambiar la relación”,
el hermano responde en función de los estresores y demás tensiones relacionales que se
presentan entre él y su hermana, no obstante en esta oportunidad no se reconoce a él mismo
como recurso en dicha dinámica, lo que permite ampliar la adaptabilidad en la relación.
Más adelante, en el transcurso de la misma sesión:
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
119
Hermano: de los protones y electrones. Carga positiva y carga negativa.
T: ok protones y electrones. Pienso como si los planes fueran una forma de tratar de unir esos
protones y electrones que están muy lejos.
Hermano: Exacto.
T: Me pregunto en este momento, después de lo que hemos conversado es: Existiría otra forma,
además de los planes y las obligaciones y las responsabilidades para tratar de unir esos protones
y electrones sin que sea demasiado cerca para que se repelen.
Hermano: Excelente pregunta, excelente pregunta no lo sé.
T: ¿tendría que ser los planes y las deudas, las obligaciones y las necesidades, la única forma en
la que se trata de unir esos protones y electrones? Porque tal vez esa fuerza con la que se tratan
de unir esos protones y electrones es demasiado fuerte y en vez de unirlos, los separa cada vez
más, pero finalmente es la única fuerza que existe en este momento que ha permitido mantener
la interacción de ambos.
Hermano: Y es que ahí hay una fuerza adicional que se llama mamá.
La conversación terapéutica versa entorno a los diferentes escenarios que los hermanos
pueden construir para mantener una relación, empleando los recursos ya identificados por ellos,
en los que además se promuevan el bienestar de ambos.
Sesiones finales: 24 a 28
Comprender el proceso terapéutico que se llevó acabo con el caso de Mariana desde la
perspectiva que aquí se aborda conduce a observar de manera integrada cada una de las
categorías establecidas y anteriormente presentadas. Es por esta razón que a continuación se
presenta a modo de ilustración la metáfora del carro y la línea de tiempo que se construyó en la
sesión de cierre con la consultante, en la que se destacan las “estrategias” y recursos que
desarrollaron a nivel familiar, personal y en relación con el síntoma, que evidencian la reorganización de su vida en su autonomía ecodependiente en la relación con su sistema familiar.
Los cambios no solo se vislumbran en los relatos, sino en las acciones concretas que tomo a
favor de su bienestar.
T: Pongámoslo así [se hace una línea del tiempo41]. ¿En qué año naciste?
41
Teniendo en cuenta las características de la consultante así como los efectos del ACV a nivel cognitivo se hizo
uso de ciertos recursos “visuales”, que consistieron en el empleo elementos gráficos –como tortas tipo Excel-
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
120
M: En 1976
T: Ok. Naciste en 1976 ¿verdad? Tu vida va transcurriendo “normalmente”. En qué año te
graduaste del colegio.
M: En el 93
T: supongamos que queda acá. 1993 ya eres una bachiller (perdóname la letra de nuevo). Naces
en el 76, en el 93 ya te estas graduando del colegio. Tú me comentabas que cuando eras muy
chiquita, siendo adolescente, incluso desde que estaba en el colegio, empezaste a trabajar para
ayudar económicamente a tu mamá.
M: aja
T: más o menos en qué época empiezas a trabajar.
M: uy, antes de salir del colegio. Como en el 90.
T: Ok. Tú decides que vas a aportar ¿cierto? Aportar económicamente hablando. (…) las cosas
van transcurriendo digamos que con las dificultades que a todo el mundo se le pueden presentar
(…)
En la conversación se retoma lo abordado en el proceso terapéutico haciendo énfasis en
los recursos identificados en la consultante develando las decisiones que ha tomado a lo largo de
su vida en relación con su autonomía. Así, declaraciones como “tú decides”, simultáneamente
posicionan a la consultante en una condición activa frente a las tensiones relacionales y
circunstanciales propias del contexto en el que se encuentra.
T: Ok. (…) tu estas realizando actividades laborales desde el año 90 con lo que empiezas a
ayudar a tu mamá y asumes un poco la responsabilidad económica de tu hogar ¿sí? De tu hogar
entiendo que en ese momento era tu mamá, tu hermano y en algunas ocasiones tu tío. (…)Y llega
el 2012 (…) en el 2012 ocurre algo que no tenías previsto y nadie tenía previsto. Es algo
inesperado, sorpresivo ¿qué sentiste en ese momento? ¿Cómo lo podrías describir ahorita? Si
digamos ahorita yo te pidiera que a través de una imagen, una palabra, me describieras como lo
sentiste y como lo puedes decir ahora tu ACV ¿cómo lo describirías? NO sé si soy clara…
necesito que me lo expliques como si fuera una niña de 5 años y yo me lo imaginara con
dibujitos. ¿Cómo me lo describirías?
M: Yo lo describiría como un choque entre dos carros.
T: Cómo un choque entre dos carros.
M: Si, como un choque entre dos carros y sin ninguna palabra, interrogante, interrogante,
interrogante, exclamación, muchas preguntas, sorpresa, como preguntas de qué pasa.
T: Como muchísima sorpresa.
M: Si, que uno queda como uy [gestos].
T: ¿Cómo aturdido?
M: Si, algo así
siendo un complemento a los procesos de escucha que se llevaron a cabo y facilitando reflexiones entorno a su
papel dentro del sistema familiar, así como su autonomía.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
121
La conversación terapéutica versa sobre el golpe del destino que vivió Mariana con el
ACV y la manera como éste fue percibido por ella. De acuerdo con lo señalado por Mariana el
Accidente Cerebro Vascular fue un “choque” inesperado que deja muchos “interrogantes”,
“preguntas” y “sorpresa” y que a la vez es productor de nuevas tensiones personales y
relacionales.
T: Fue algo sorpresivo, algo que tú no te esperabas, que nadie se planeaba, que nadie sospechaba
que iba a ocurrir, sin embargo pasa. Y es un choque entre dos carros y se forman muchos
interrogantes de ¿ahora que va a pasar? Exclamaciones. Yo venía estudiando, yo venía
trabajando y pasa esto. Esto es un hecho estresante, una situación inesperada que lo deja a uno
puff. Que en su momento te cuestionó con qué pasa con mi familia.
M: Si, digamos que mi familia para mi es lo más importante, pero como lo decía un doctor, lo
llaman así, hecho estresante que obviamente lo afecto todo, lo familiar, lo personal, obviamente
con mi pareja también he tenido dificultades, con mi trabajo, todo, absolutamente todo, aunque
para mí lo más importante es la familia hoy en día.
T: ¿Hoy en día o hoy y siempre?
M: Siempre.
T: Seguramente para ellos también fue algo difícil, afortunadamente en este momento, por lo que
me has contado, te están apoyando, especialmente tu hermano.
M: si, si, y eso que está lejos
La conversación devela la transformación que se presentó en las dinámicas relacionales
en el sistema familiar: en los relatos se observa el tránsito de tensiones relacionales planteadas
por la “falta de comprensión y entendimiento” a recursos relacionales con lo que la consultante
llama “apoyo”.
T: (…), tu familia para ti ha sido algo muy importante. Tan importante que en algunos casos
podría ocupar todo esto de ti. ¿Te acuerdas? Tan importante que a veces el verde no se notaba.
M: Si, si, si, [afirmación con la cabeza]
T: Llegó a ser tan importante que a veces no era fácil encontrarte dentro de [señalo la torta de la
representa a ella] tu decisión de darle ese papel a tu familia… acá es donde se relaciona todo lo
que te ha generado ese hecho estresante o esa situación. Esa situación que te generó dudas, que te
generó incertidumbre, ese choque de carros que tu mencionas ¿sí? (…)
T: si, yo me pregunto cómo ha sido para ti ese proceso de adaptación. Nosotras nos reunimos y
nos vimos en el 2013. En el 2013 tú inicias el proceso en consultores. Ya nos hemos visto un par
de sesiones y digamos que retomando lo que vimos hace 15 días hay una serie de cambios que yo
he visto y tú has visto en ti. Aspectos como este, donde tú casi ni te ves y ahora es diferente,
digamos que el porcentaje es radicalmente con un porcentaje más alto para ti en comparación con
lo que llegaste. A que voy, que entre este periodo y ahorita que es el 22015, que es el periodo en
el que yo ya puedo entrar a decir que conozco a Mariana desde el 2013 he visto como uy
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
122
Mariana ha tenido cambios y Mariana ha tenido transformaciones que claramente se presentan
como una necesidad de adaptarse a lo que pasó
(…)
T: A mí me parece una buena herramienta de estudio, una buena metodología y creo
independientemente de cómo lo vean los demás, me interesa que tú lo veas como una estrategia
frente a uno de los impactos del ACV que es el deterioro cognitivo. Pero yendo más allá del
aspecto cognitivo, en el que has generado estrategias de afrontamiento de la situación.
M: Una doctora acá me decía que usted es uno de los pacientes inusuales. Yo ya estoy
acostumbrada a que me lo digan porque la mayoría se quedan ay pobrecitos y no hacen nada, en
cambio usted utiliza estrategias, esa fue la palabra, estrategias.
T: Exacto, tú tienes una estrategia para manejar lo cognitivo, pero no solo lo cognitivo. (…)
también para tu relación con tu familia. Entonces no sé cómo lo veas y ahorita tú me dirás: (…)
Lo que hablábamos en 15 muestra que has desarrollado estrategias en este ámbito, no sé cómo lo
veas tú, por ejemplo en la casa. Antes, durante un largo periodo de tiempo la responsabilidad
económica, del sostenimiento del hogar, la familia y muchas cosas lo asumiste tú.
M: Si, así es.
T: entonces espérame hago cuentas rápidamente, ¿22 años?
M: Si!
T: listo 22 de 39 años que tienes ahorita. Eres muy joven
M: eso dicen [risas]
T: más o menos a los 17 empezaste. Y llevas 22 años de tu vida asumiendo responsabilidad
económica de tu casa, (…) A lo que iba es que tú hace 15 días me decías que tu hermano aun
estando en Europa, que no sé cuántos kilómetros haya de aquí, está asumiendo cosas y está
haciéndose como…
M: como sentir.
La conversación terapéutica versó sobre las estrategias que se configuraron en el
contexto terapéutico, orientadas a configurar escenarios en los que la consultante se ocupara de
sí misma, en el marco de la relación solidaria que mantiene con su familia. Así, además de
responder a las necesidades de la consultante a la vez que promovía la autonomía en relación
con la dinámica relacional con su sistema familiar.
(…)
T: en este aspecto de la familia, del hogar de lo económico. Entonces yo digo ok algo pasó,
Mariana ha creado estrategias, y en las relaciones familiares el hermano la está apoyando no solo
económicamente. Y no solo eso…
M: Yo no sé qué estrategia
T: También él ha generado estrategias y ha estado más pendiente de tu proceso de salud.
Entonces aquí esta JC, juan esta en lo económico y está en tu proceso de salud ¿sí? ¿Tú crees que
estoy bien o me he desviado?
M: no, no, no
T: Entonces ok. Mariana no solo crea estrategias a nivel cognitivo, también crea estrategias en su
familia, que de una u otra forma le han permitido mejorar la relación, por lo menos con JC. (…)
M: [risas] T: ¿Si? Entonces yo veo que algo pasó con el hermano (…)
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
123
Es de destacar que en la conversación se resalta los recursos observados en el sistema a
nivel relacional y no a nivel individual. Así como la configuración de la crisis que atraviesa la
consultante se presenta por tensiones relacionales y circunstanciales, de la misma forma, los
recursos también lo hace, los cambios observados no son vistos como movilizaciones que solo
ha tenido Mariana, sino el sistema en general, donde por supuesto se incluye su hermano.
M: Mira dos cosas a mí me causa curiosidad que hay esta mi tío, mi mamá y mi hermano,
inclusive hay esta por fuera, pero sería importante incluirlo, mi novio. Él ha tenido un cambio, ha
estado metido en el cuento, mi novio, como en los otros también he visto cambios. Pero me
llama la atención que tú hablas de estrategias, para mí son claras las estrategias cognitivas y las
he hecho porque se me facilita por el estudio y todo, pero con la familia he visto un cambio, pero
si te soy sincera no sé cuáles son las estrategias que yo he hecho para que se haya provocado ese
cambio. Yo estoy de acuerdo contigo pero no sé qué he hecho yo.
T: o qué han hecho también ellos.
M: Si!
T: Digamos que ella [la madre] también ha manejado un poco más la situación
M: De pronto la estrategia era que viviera conmigo lo que yo vivo. Vivirlo.
T: Mmm acompañarte y vivirlo más allá de estar diciendo y diciendo pero entiéndame,
entiéndame, pero por qué no me entiende.
M: eso realmente lo aprendí de ti, tú me diste la clave, porque tú me dijiste un día que de pronto
ellos entienden de una manera distinta cuando uno les explica las cosas, para mí la más fácil es
hablar, pero para ellos no.
Que la consultante haya incluido a su novio como un recurso relacional significativo en
su proceso es un aspecto de suma importancia en la autonomía creciente de Mariana, al retomar
planes en relación con su proyecto de vida a nivel personal, que a la vez promueve otro tipo de
dinámica con la familia de origen.
T: no para todo el mundo es lo mismo
M: exacto, eso me lo dijiste y yo intente cambiar la manera como me comunico con ellos.
T: fíjate que hiciste una cosa, propiciaste un escenario para que las cosas fueran cambiando. En
últimas yo digo: uy Mariana es una estratega total, es una dura para hacer estrategias. Ha creado
estrategias a nivel cognitivo, ha creado estrategias para favorecer su relación con su familia, en
esa medida yo veo un avance significativo. Cuando suceden situaciones como estas el ACV hay
dos opciones: una es decir ya, estoy fue terrible, fue lo peor, y claramente es algo muy duro y
muy fuerte, es un choque de carros, pero uno se puede quedar con el carro chocado o puede
mandarlo a arreglar, que seguramente el carro puede tener dificultades, pero va a seguir andando,
literal, va a seguir. Entonces en ese choque de carros unos dirán: es pérdida total, pero otros
mandan a arreglar el carro y carro sigue sirviendo, sigue andando y sigue transportándote donde
quieres que te trasporte. Yo veo que tú mandaste a arreglar el carro, si, el carro sigue andando, ha
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
124
andado desde el 2012, 2013, 2014, 2015 y va a seguir andando. Estas estrategias yo las veo como
esas herramientas que van a permitir que el carro siga y siga andando. Tuvo un choque
gigantísimo y tú lo has ido arreglando de a pocos. Entonces el chasis que es la estructura sigue
funcionando, con algunos ajustes, pero sigue, no pero es que una llanta no está bien, mandas a
arreglar la llanta, entonces el carro ya va andando más fluidamente, no va tan despacio y yo te
veo a ti así. Yo veo que hubo un choque pero tú sigues andando, has creado estrategias para ir
andando y cada vez más. Yo he visto cambios muy significativos para ti y tu ya cuentas con esto
que es fundamental y te va a permitir a ti seguir andando y andando y andando y mal haría yo en
decir que ha sido únicamente el mérito de este especio, no, es decir, este espacio es como el
taller, donde tu trajiste el carro y te ayudaron en algunas cosas, pero quien maneja y el que
finalmente dio cuenta de los avances del carro has sido tú. Y en esa medida, no sé cómo lo ves
tú, me pregunto qué tan necesario sea seguir viniendo a este taller. Seguir trayendo el carro al
taller cuando el carro ya anda por sí solo, que seguramente en algún momento se le pueden
desinflar un poco las llantas y necesite entonces un poco de aire, no quiere decir que nunca se
encuentre un obstáculo más adelante, el hueco fijo, pero el carro seguirá andando.
La metáfora del carro se configura entonces como una estrategia dentro del contexto
terapéutico para develar los recursos y estrategias que se han co-construido con la consultante a
lo largo del proceso terapéutico y que le permitirán mantener los cambios en el tiempo a la vez
que promueven su autonomía creciente en función de la relaciones solidarias que ahora son
sostenidas por todo el sistema familiar.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
125
Capítulo 4: La familia que sobrevive a las tensiones y golpes del destino
Danna, es una joven adolescente que enfrenta tensiones relacionales y circunstanciales
en un momento vital en el que construía una autonomía creciente a la vez que mantenía una
relación cercana con sus padres a propósito del cuidado.

Historia personal
Danna, como se llamará a la consultante en adelante, es una adolescente que al momento
de iniciar el proceso terapéutico tenía 16 años y se encontraba finalizando sus estudios de
bachiller: Según manifiesta, quiere continuar sus estudios en la universidad ingresando al
programa de Comunicación social. De acuerdo con la historia narrada por sus padres, desde que
era muy pequeña, Danna siempre se destacó en el colegio por ser “una excelente estudiante”,
“dedicada” y “perfeccionista” con sus tareas. La relación que Danna manifiesta tener con sus
compañeras es “buena”, teniendo un grupo de amigas con las que comparte algunas cosas.
De acuerdo con lo que relatan sus padres, desde hace dos años Danna porta un
diagnóstico de anorexia, presentando en varias oportunidades un delicado estado de salud que la
llevaron a estar hospitalizada en dos oportunidades. A lo largo del proceso terapéutico Danna es
de nuevo hospitalizada en dos ocasiones encontrándose en alto riesgo de morir. Según
manifiesta la consultante en uno de sus relatos, “ya estoy cansada, no quiero seguir en más
tratamientos porque la verdad considero que es más de lo mismo”. Es así como la consultante,
decide no continuar asistiendo a controles médicos ni psiquiátricos, así como no asistir a las
sesiones programadas.
En la actualidad Danna ocupa la mayor parte de su tiempo en dos actividades: el trabajo
de medio tiempo que consiguió en una empresa y un curso de inglés en el que los padres la
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
126
inscribieron por petición suya. En sus ratos libres lee novelas, siendo esta una de sus actividades
preferidas.

Historia familiar
El sistema familiar está compuesto por los dos padres y tres hijos: Danna de 16 años,
Jésica de 14 años y Junior de 19 meses.
María -como se llamará a la mamá de Danna-, es una mujer de 33 años que se narra a sí
misma como una “persona alegre y tímida a la vez”. Hizo un técnico en el Sena, pero en la
actualidad no ejerce nada relacionado con ello pues se encarga del cuidado de sus hijos y los
oficios del hogar. De acuerdo con la historia narrada por María, cuando sus hijas eran pequeñas
contaba con el apoyo de su madre para su cuidado, razón por la cual considera que abuela y
nietas tienen una relación muy cercana, señalando: “le dicen mamá a mi mamá y a mí me dicen
María”. Esta situación cambio hace tres años cuando María y su madre tuvieron una discusión
muy fuerte, distanciándose.
El padre, a quien en adelante se nombrará como Juan, proveniente de una familia de
campesinos, siendo el menor de 8 hermanos. A la edad de 15 años decidió, según manifiesta,
“probar suerte en la capital”, radicándose allí desde entonces. De acuerdo con lo señalado por
Juan, esta situación fue muy difícil para él pues no contaba con nadie que lo apoyara, sin
embargo ocupándose en diferentes trabajos ha logrado “salir adelante”. Aunque en este
momento Juan no cuenta con un empleo estable, es el encargado del sostenimiento económico
de su hogar.
Jesica, la hermana de Danna, es una adolescente que al momento de iniciar el proceso
psicoterapéutico se encontraba cursando octavo grado. En uno de sus relatos, Jesica señala tener
dificultades con algunas materias, generando un bajo rendimiento académico. Con sus amigas
del colegio “se lleva muy bien”, de acuerdo con lo señalado por los padres, “ahora le gusta
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
127
pasársela con sus amigas y estar metida todo el tiempo en face”, lo que desde la perspectiva de
los padres es una barrera para poder acercarse a ella. La relación de Jesica con su hermana es
cercana, de acuerdo con lo señalado por el padre, se tienen mucha “confianza”, siendo
“cómplices” en muchas cosas.
María y Juan, se conocieron hace 17 años, cuando Juan tomó en arriendo una de las
habitaciones que el papá de María tenía en alquiler. De acuerdo por la historia narrada por
María, tiempo después de iniciar una relación amorosa a escondidas ella queda embarazada
decidiendo ocultar su embarazo hasta los 8 meses de gestación. Una vez nace Danna, María
sigue viviendo con sus padres, sin embargo, según declara, la relación con ellos se volvió
“tensionante”. Según señala Juan dos años después “la historia se repite, María quedó
embarazada de Jesica y yo me vine a enterar cuando ya estaba en el hospital, pero esta vez le
puse un ultimátum, le dije que se fuera a vivir conmigo”. Después de un tiempo de permanecer
distanciados María y Juan deciden irse a vivir juntos, permaneciendo así hasta la fecha.
Tuvieron un hijo más, que al momento de iniciar el proceso tenía 19 meses.
De acuerdo al relato de la madre, empezó a observar que Danna comía menos, ante lo
cual inició una supervisión y llamados de atención que fueron ampliándose hasta llegar incluso a
asistir al colegio, para supervisar si allí se alimentaba adecuadamente. Esto generó conflicto en
la relación madre-hija. La madre se dedica un tiempo a vigilar a Danna, ante lo cual el padre
cubre otros deberes familiares y domésticos. Se presenta una primera hospitalización y el
diagnóstico.
Según manifiesta la madre durante la primera sesión, la vida de ellos era normal hasta
hace dos años que su hija mayor fue diagnosticada con anorexia. Desde ese momento los padres
han orientado sus esfuerzos de manera conjunta para ayudar a su hija asistiendo a un gran
número de especialistas de todo tipo sin encontrar respuestas favorables a su pedido. Esto ha
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
128
tenido implicaciones en las actividades que comúnmente realizaba así como dificultades
económicas.
Las redes de apoyo con las que cuentan son escasas, pues la relación que ambos padres
tienen con sus respectivas familias de origen es distante. Según la historia narrada por los
padres, la relación cercana que en algún momento tuvo la mamá de María con sus nietas (Danna
y Jesica) empezó a cambiar desde la “fuerte discusión” entre María y su madre. El malestar
entre ambas aumentó con el diagnóstico de Danna, pues de acuerdo con lo señalado por María
en sus relatos “mi mamá me dice que la estamos dejando morir” por eso, complementa el padre,
“no nos gusta que todo el mundo se entere de nuestros problemas y que nos estén diciendo que
tenemos y que no tenemos que hacer”.
El único momento en el que según manifiestan los padres Danna se mantuvo estable por
un tiempo, fue con el nacimiento de su hijo menor, sin embargo cuando “él estuvo más
grandecito” las cosas volvieron a están como antes.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
129
Configuración de la crisis
El diagnóstico de anorexia que porta la hija mayor desde hace dos años se presenta como
un situación inesperada para el padre pues consideraba sus cambios: mal humor, inapetencia,
“querer está sola” y “ser vegetariana” como características propias del periodo vital y el
contexto socio-cultural en el que se inscribía su hija. Esta situación, producto y productor de una
serie de tensiones familiares genera malestar por el impacto que ha tenido en la vida diaria de
todos, así como en las dinámicas relacionales al interior del sistema: María y Juan, en tanto su
rol de padres aumentan sus cuidados hacia las hijas adolescentes, mientras que ellas manifiestan
“no ser entendidas”.
A continuación se presenta los principales resultados del proceso terapéutico llevado a
cabo con Danna y su familia a partir de las categorías y fases establecidas previamente.
Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital
Sesiones iniciales: 1 a 8
La conversación terapéutica que se llevó a cabo durante la primera sesión teniendo como
asistentes a María, Juan, Dana y Jesica, versa sobre la presencia de múltiples estresores cuya
confluencia proporcionan malestar en la familia. No obstante, de acuerdo con los relatos de los
padres, “el problema”, como se refieren al diagnóstico de anorexia, es el que mayor sufrimiento
les ocasiona y ante el cual consideran “no saber qué deben hacer” o “cómo actuar”.
T: Te veo afectada, ¿qué estas sintiendo en este momento?
Madre: Muchas cosas, porque es un día muy tenaz
T: Hoy especialmente ¿Qué sucede hoy?
Madre: Mi bebe lo tengo enfermo, me acaban de llamar del jardín, lo tengo que ir a recoger; hoy
nos definen si a ella nos la hospitalizan o no. Cuando salga de acá tengo que ir donde la doctora
para ver cómo le fue.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
130
Padre: Jesica también estuvo con fiebre.
Madre: Yo quiero que ella se dé cuenta que ella es importante, que ella es como lo más
importante de la familia, Jesica también, pero ella es el punto, que quiero que entienda que si ella
empieza a salir de pronto las cosas se nos empiezan a mejorar en el núcleo familiar.
En los relatos de la madre Danna ocupa un lugar central, reconociéndola al mismo
tiempo como tensión y recurso frente al malestar generalizado que manifiesta tener la familia.
Los demás miembros del sistema familiar, incluidos sus otros dos hijos, tienen menos
protagonismo en sus relatos. Algo similar se presenta en los relatos del padre quien manifiesta:
Padre: Queremos entendernos un poquito, entenderla a ella, por qué resulto ella con su
problema, porque estamos en eso. Nunca nos habíamos imaginado que esto nos llegara a suceder
y estamos desconectados. No hemos sabido cómo hacer porque eso ha sido durísimo para
nosotros, hemos tenido momentos muy duros.
T: esto es una situación compartida de todos. Casi que todos coinciden en que quieren ayudarse.
Aunque la madre tiene una posición semejante a la del padre, colocando a la hija como
fuente de la tensión en la familia, tiende a referirse al motivo de consulta de una manera más
relacional. Desde su perspectiva “el problema” es originado por ciertas dinámicas familiares que
a la vez promueven más tensiones relacionales en el contexto familiar.
Madre: nosotros más que todo venimos, yo digo que venimos para ayudar a mi hija, más que
todo es por eso, y para ayudarla a ella también y como para escucharnos, para saber que piensa
los unos de los otros y pues para de pronto llegarnos a entendernos porque pues porque mi hija
dice que esto no es una familia, que realmente no es una familia. Somos a veces como más
independientes de cada uno por su lado y no sabemos cómo de pronto llega un problema en
cuestión a lo que estamos pasando, lo que estamos viviendo y no sabemos cómo actuar. A veces
nos estresamos, a veces nos gritamos, a veces no la entendemos, a veces no nos entienden, yo
creo que es más que todo para aprender a entendernos o a compartir cosas que no habíamos
compartido.
Una posición similar a la de los padres se observa en Danna, quien en su relato se acusa
a sí misma de ser la principal generadora de malestar en su familia.
T: Danna, me gustaría saber que estar pensando en este momento, por un lado tu mamá nos
manifiesta preocupación por una situación particular, por el otro lado tu papá también y yo
quiero escucharte a TI, tú qué opinas, tu qué piensas y sientes en este momento escuchando a tus
papás.
D: yo me siento muy mal.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
131
T: te sientes mal.
D: Pues si porque es mi culpa yo estoy afectando a los demás, pero no sé cómo, yo he puesto
todo para salir de esto.
Tanto los padres como Danna consideran el diagnóstico de anorexia como una fuente de
tensión personal y familiar que se presenta como un impedimento para continuar
satisfactoriamente con sus vidas. De acuerdo con lo señalado por Danna en la primera sesión:
D: Puede que ellos no crean pero yo también estoy cansada, yo ya quiero volver a tener mi vida
de antes, pues no igual, pero si volver a estar bien.
T: ¿cómo era tu vida de antes?
D: Cuando yo no le tenía ese miedo a la comida, cuando podía compartir con los demás, cuando
podía hacer actividades.
T: Que actividades.
D: Deportes, natación (...) quería aprender más deportes (...), pero ahorita con esto pues no tengo
energía para nada.
T: sientes que no tienes energía.
Incluir la voz de Danna dentro de la conversación fue un intento de buscar otras
perspectivas frente a lo que los padres denominaron como “el problema”, no obstante el foco de
la conversación siguió estando en las tensiones percibidas por los miembros de la familia a
propósito del motivo de consulta.
De esta forma, las conversación terapéuticas que se llevaron a cabo en sesiones
posteriores giraron en torno a las “consecuencias” que ha venido teniendo la familia a propósito
de la crisis y ello se apreció en dos grandes campos: por un lado, las acciones concretas que han
llevado a cabo cada uno de los miembros del sistema; por otro lado, en las emociones que
manifiestan tener.
De acuerdo con lo presentado en las narraciones de los padres y la hermana desde el
momento en que Danna fue diagnosticada con anorexia todos los integrantes de la familia, han
orientado sus acciones en función de la consultante y su recuperación. Un ejemplo de ello
fueron las medidas implementadas por la madre orientadas a incrementar considerablemente la
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
132
supervisión hacia su hija, siendo considerada en su momento por María como una estrategia
para mantener los cuidados hacia Danna.
Y esa vez yo le dije a ella, no me vaya a llegar a ser anoréxica. Le empecé a decir, no me deje de
comer, yo fui directa con respecto al problema que iba a llegar a tener, a llegar allá donde iba a
llegar. Yo iba al colegio y estaba pendiente de si almorzaba o no almorzaba. Que yo supiera que
ella estaba trotando a la hora de salida y sabía que no lo podía hacer, yo le llegaba allá. Yo
hablaba con muchas personas, le decía si ha comido.
Las acciones de supervisión y cuidado se incrementaron con la primera hospitalización
de la consultante -mientras que se encontraba en el proceso terapéutico42-. Tanto el personal del
centro de salud como la madre colocaron su atención en todo lo relacionado con la alimentación
de la consultante, prestando especial cuidado tanto a la cantidad como a la frecuencia de comida
que ingería durante el día.
Madre: Nos levantamos (…) ella come algo y yo le muestro la bandeja a la enfermera para
Mostrarle lo que ella come.
T: Como así ¿tú le llevas la bandeja?
Madre: Si, le llevo la bandeja porque llevan un control (…) Ella va al baño y yo entro con ella.
Otro ejemplo en el que se observan las estrategias llevadas a cabo por la familia ante las
tensiones familiares que percibían en gran magnitud fue la re-organización en sus funciones.
Madre: (…) era lo que más me importaba, duraré luche y luche porque usted me tiene que salir,
al menos que pueda llevar la vida con ese problema, porque eso es un problema que tiene ella,
afrontarlo y empezar a salir, como tener que llevarlo sin descuidarse ella misma , para que ella
pueda llevar una vida normal
Según con lo manifestado en los relatos de ambos padres, éstos tuvieron que re-distribuir
las labores del hogar para que la madre estuviera permanentemente al cuidado de Danna,
mientras que el padre se hacía cargo de los otros hijos; al mismo tiempo la hermana fue
asumiendo ciertas responsabilidades que antes no eran tan evidentes, como por ejemplo el
cuidado eventual de su hermano menor, lo que coincide con su bajo rendimiento escolar.
42
Antes de iniciar el proceso terapéutico la consultante ya había sido hospitalizada en dos oportunidades.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
133
Padre: Entre ellas se ayudaban mucho, ellas eran muy amigas y se colaboraban mucho y en este
momento no, Jesica no puede contar con Danna ahora. Jesica dice que háganse ustedes cargo de
Danna, que yo veré qué hago acá. Pero es una carga también porque ella va a necesitar ayuda,
para tareas y cosas, y más ella que es mujer necesitaría la compañía de María.
Si bien la “redistribución” de las funciones se presenta como una estrategia desarrollada
por la familia para contrarrestar el malestar que experimentaban, como se observa en los relatos,
estas dinámicas son también generadoras de nuevas tensiones relacionales en el sistema
familiar.
Además de las acciones concretas que se llevaron a cabo, en las que cada quien asumió
nuevas funciones y responsabilidades, otra forma en la que se observan los efectos de la crisis
en la familia -y que ocurre de manera simultánea a lo anterior-, está asociado con las emociones
de culpa y miedo que manifestaron sentir los padres. En reiteradas oportunidades señalan “nos
equivocamos, en algo nos tuvimos que haber equivocado”, declarándose a sí mismos impotentes
ante esa situación. Un ejemplo ilustrativo de lo anterior fue la conversación que se llevó a cabo
durante las primeras sesiones:
T: ¿qué crees que estaría en tus manos hacer ante esta situación? Es decir, ¿De qué forma
podrías sentir que diste o estás dando algo?
Madre: Yo no he hecho nada
T: No has hecho nada??? Y este espacio? Buscar los otros psicólogos el psiquiatra, el médico,
eso es no hacer nada? Perdón!
Madre: Es que no he visto como los resultados, yo digo usted hizo, pero no he visto los
resultados, entonces no he hecho nada por ella.
T: Ok, entiendo que has hecho muchas cosas, pero no has visto los resultados que esperarías.
Padre: Lo que pasa es que hay momentos en los que uno se siente impotente, uno no sabe qué
hacer. Lo que le decía a Danna, a mí lo único que me falta es hablar con el presidente. He
hablado con todo el mundo y es que uno se siente tan impotente y ver que ella es como un
puñado de agua.
Madre: A eso uno le tiene miedo. Yo he hecho muchas cosas pero no he visto los resultados.
(…). Algo, algo que la motive. Daría todo lo que fuera para que pudiéramos salir y que no nos
sintiéramos tan mal y tan culpables.
T: ¿Culpables? Me gustaría entender un poco eso ¿De qué forma se sienten culpables?
Madre: Yo por ejemplo me siento culpable porque no sé si la descuide cuando fue pequeña, no
sé si no le brinde o no le demostré todo el amor que siento por ella, que las amo y son lo más
importante para mí. De pronto no se lo demostré.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
134
La conversación terapéutica gira entorno a las tensiones personales y familiares que
conllevan a que el subsistema parental haga fuertes cuestionamientos a su rol de padres, no
obstante, estos reproches se hacen más evidentes en el caso de la madre, quien en algunas
oportunidades trata de explicar la situación de su hija por posibles experiencias a temprana edad.
T: ¿Cómo te sientes ahorita con la hospitalización de Danna?
Madre: Como decepcionada, no sé en qué falle, no sé qué hice mal. No sé qué, o sea, no sé qué
la descuide tanto, no sé si fue algo de los temores que uno tenía durante el embarazo fueron
transmitidos a ellas.
T: ¿A qué te refieres?
Madre: Por ejemplo con ella nadie sabía que yo estaba embarazada, entonces guarde eso por el
temor que nadie sabía que yo estaba embarazada, de pronto eso yo lo transmití a ella (silencio) si
como esas cosas que uno no sabe si les transmite, no haber ido a un control, no sé en que hice
mal.
T: Estoy entendiendo que como ser humano que eres hayas podido tener “errores” en la crianza
de tus hijas, sin embargo eso no me preocupa, de hecho me alegra que lo mencionaras porque
con eso estoy entendiendo también que no te quieres quedar ahí sino que quieres cambiar una
cantidad de cosas de tu rol de madre ahora. Me pregunto ¿Qué quisieras cambiar con tus hijas,
que ya no están en tu vientre ni son unas niñas?
La apertura que los padres realizan al incluirse dentro de “el problema”, así sea como
resultado de su necesidad de encontrar explicación a la situación que están viviendo, permitió
promover cierto tipo de conversaciones durante el proceso terapéutico, que trascendieran el
pasado y generan reflexiones sobre el papel activo que como padres tienen en el tipo de
interacción que quieren empezar a construir con sus hijas, teniendo en cuenta además un aspecto
central que se incluirá más adelante en relación con el ciclo vital tanto de la familia como de
cada uno de los miembros del sistema.
Sesiones intermedias: 9 a 14
Los relatos iniciales de las sesiones intermedias siguieron girando entorno al diagnóstico
que porta Danna, el cual es percibido como algo inesperado que ha generado un sin número de
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
135
cuestionamientos -como los que se hizo el padre: “no sé en qué momento todo esto se nos
derrumbó-.
Madres: Ella [haciendo referencia a Danna] a veces no nos deja pasar, la comunicación se ha
perdido.
Padre: Si, porque es que finalmente esa armonía que antes había no la hay.
Madre: (…) a veces uno esta alterado porque hay días en que uno amanece como no dispuesta
porque usted se pone a pensar hoy empeoró ella, no ha mejorado, qué hacemos. Miles de cosas
que se le vienen a uno encima y pues de todas maneras pues igual estamos los 5. Ahorita no
tenemos apoyo casi de nadie (…) Ya no salimos, ya no compartimos casi. Ya no nos podemos
sentar en un comedor a comer todos y hablar, porque ella no come con nosotros sino aislada (…)
a veces queremos compartir, no nos podemos comer un helado, no podemos jugar con ella. Hay
muchas limitaciones que antes no las había.
La conversación que se desarrolla entre los padres, da cuenta de la manera como
aprecian la crisis que están atravesando señalando un antes “armonioso” y un después con
“limitaciones”. Ahora bien, es preciso señalar que al tiempo que se conocían las apreciaciones
de los miembros de la familia con respecto al motivo de consulta, se busca identificar los
recursos con los que ésta cuenta y que han sido utilizados en oportunidades previas de malestar,
para retomarlos y promoverlos en la situación actual.
T: Me gustaría conocer un poco más ¿qué hacen usualmente cuando se dan cuenta que algo no
está funcionando?
Madre: Le empecé a decir a ella, qué pasa ¿qué es lo que está pasando? y empecé a preguntar y
ella me decía que nada
T: bien, en esta oportunidad hablaste directamente con Danna, sin embargo me refiero cuando al
igual que en esta oportunidad, se presentan dificultades en la familia, recuerdo que en algún
momento mencionaron cuando Juan se quedó sin trabajo, por ejemplo.
Madre: si esa fue una situación muy difícil
Padre: Si, aunque nada tan grave como lo que estamos viviendo ahora.
T: Si son niveles distintos… ¿qué hicieron en esa oportunidad?
Madre: nos organizamos con Juan, el empezó a trabajar de día y de noche mientras que yo me
estaba con Danna y Jessica, en ese momento aún no había nacido en chiquitín.
Padre: Yo doble los turnos, no fue fácil para ninguno, nos tuvimos que apoyar mutuamente para
salir y logramos tener la cuota para la casa.
T: mmm que interesante, es decir que si ustedes se organizan y se apoyan pueden salir a delante
y lograr lo que se proponen? [El papá hace silencio y la mamá movimientos afirmativos con la
cabeza].
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
136
La conversación terapéutica propicio un escenario en el que los padres lograron
identificar “el organizarse y apoyarse” como una característica de suma importancia que ya
poseen y que dieron resultados favorables en situaciones previas de tensión y malestar, siendo
un recurso promovido por el contexto terapéutico para “salir adelante” ante la situación actual.
La estrategia empleada durante el proceso terapéutico fue salirse del discurso sobre el
síntoma, logrando que los padres centraran su atención por un instante en el tipo de relación que
han construido y que quieren seguir construyendo con sus demás hijos, especialmente con
Jesica, quien se encuentra entrando a la adolescencia generándoles nuevos retos a los padres.
Es preciso señalar que las sesiones siguientes (10 a 13) estuvieron orientadas a promover
nuevos escenarios conversacionales en los que se incluía a los demás miembros del sistema
familiar como agentes activos en todo el proceso que está atravesando la familia,
descentralizando el papel que Danna tiene en las narraciones de los padres. De esta forma, se
produjeron conversaciones como la que se presenta a continuación:
T: Ahora que mencionan este tema como una preocupación latente con respecto a Jesica yo
pensaba en todos esos casos en donde los dos papás trabajan, en este caso donde Juan va a
trabajar y tú tienes que cuidar a Danna, ¿sí? A madres solteras que tienen que trabajar para
mantener a sus hijos y aun así tienen una buena relación con ellos ¿Cómo creen ustedes que esos
papas pueden manejar esa situación? ¿Cómo creen que se maneja eso?
Madre: El problema es que el caso de ella es muy diferente.
T: ¿En qué sentido?
Madre: En que por ejemplo la hija sabe que ella está trabajando para el bienestar de ella, si ella
no trabaja no hay que comer, que vestir. En mi caso es diferente, porque yo estoy cuidando a la
hermana de ella que se metió ella solita en este embrollo y se está llevando por delante a Jesica.
T: Así como fue Danna pudo haber sido Jesica… El malestar no solo está en ella sino en todos…
(Silencio)
Si bien la conversación terapéutica se centra en las nuevas tensiones familiares que
surgen a propósito de los nuevos escenarios que se empiezan a presentar en el contexto familiar,
donde la hija del medio aparece en escena en los relatos de la madre, se siguen observando
tensiones en relación con el diagnóstico que porta Danna.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
137
Madre: No es que desconfíe de ellas, pero si me entiende, siempre la mente le dice: oiga no de
papaya, si me entiende.
Padre: Además uno escucha muchas cosas en las noticias. Hay que estar pendiente de los hijos
¿qué hacen los hijos? Uno se va a trabajar y uno cree que los hijos quedan en la casa juiciosos,
pero ellos a veces ven que uno sale a trabajar y… entonces uno de los temores que más le da a
uno, salir de la casa y … lo que pasó con Danna (…) eso que nosotros estamos pendientes ahí, es
algo que nos preocupa mucho.
T: Comprendo que en el fondo tienen un temor por Jesica, sin embargo también me sorprende
que le hayan dado tanto poder a la mente. Dicen: es que la mente juega tiene sus juegos
macabros y pueda hacer una mala jugada.
Madre: o la coge muy débil, quiere decir que por ejemplo, porque yo creo que eso fue lo que le
pasó a Danna, la mente de ella estaba muy débil, la autoestima muy abajo, para haber hecho esa
jugada de repente, y ella se dejó ganar, ella pensó que le podía ganar y no, la mente le ganó a ella
(…) Es que la mente le gana. A veces la mente le juega a uno jugadas. (…)
T: mmm… Es como si la mente fuera algo abarcador, como si tuviera mucho poder…
Madre: La mente tiene mucho poder.
T: Me pregunto eso, en qué momento ustedes y sus hijas le han dado tanto poder a la mente.
Madre: Yo creo que nosotros o nos obsesionamos o tenemos un trauma con la mente (risas) pero
yo digo que la mente le gana, debido a todo lo que le pasó a Danna Carolina, se dejó ganar de la
mente (…) Entonces o nosotros vivimos obsesionados, o nos da miedo que a Jesica le llegue a
pasar eso.
La conversación terapéutica se centra en las tensiones familiares que los padres
manifiestan tener como resultado de su “preocupación” por las acciones que pueda llevar a cabo
su hija del medio a propósito del contexto y de la historia previa con la que cuenta la familia.
De igual forma se observa una variación en las narrativas de los padres, pues si bien al
inicio Danna es a quien le otorgan toda la responsabilidad sobre el diagnostico que porta –es
decir, que la posibilidad que tiene de solucionar “la situación en la que se encuentra” es
proporcional a su “participación” en el origen y desarrollo de su diagnóstico-. Esto se observa de
manera más precisa afirmaciones como “yo creo que un 70% de la solución la tendría ella para
salir de eso”, y “lo que pasa es que ella no quiere poner de su parte”, ante lo que Danna contesta
“es que usted no se da cuenta del esfuerzo que yo hago”.
Posteriormente, consideran a la mente, como un agente externo pero permanentemente
presente en el sistema familiar que perturba la tranquilidad de todos sus integrantes. Es la mente
–como algo independiente de Danna- quien tiene la capacidad de generar las tensiones que se
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
138
presentan en el sistema. De esta forma, los padres de Danna oscilan permanentemente entre
considerar a su hija como una persona activa que tiene un papel relevante en su proceso, a
considerar que “ella no sale tan fuerte” o “ella sale como muy débil”, aspecto que a la vez es
cuestionado durante el proceso terapéutico.
Sesiones finales: 15 a 20
La manera como el sistema en general y la madre en particular centraba su atención en
Danna, o mejor, en el diagnóstico de Danna, fue un punto central de intervención en el proceso
terapéutico. Durante las sesiones finales se realizaron preguntas orientadas a propiciar
momentos reflexivos en la madre que le posibilitaran nuevas formas de interacción con su hija.
T: Parece que el hecho que le estés diciendo insistentemente que coma no ha dado los resultados
que tu esperabas.
Madre: Es verdad doctora, esta semana bajo.
T: ¿cómo te hace sentir eso?
Madre: Muy mal doctora, frustrada.
T: En algún momento te has preguntado qué pasaría si fueran únicamente los médicos y las
enfermeras quienes estuvieran pendientes del peso de Danna, que si comió o no comió, que si
entró o no al baño que si subió o bajo.
Madre: no lo había pensado doctora, pero ahora que me pregunta creo que pelearía menos con
mi hija y yo no me sentiría tan cansada como estoy ahorita.
T: Entiendo que sea un tema que te preocupa, te preocupa muchísimo. No debe ser fácil para una
madre saber que su hija se encuentra constantemente al borde de la muerte, sin embargo
precisamente por eso yo me pregunto ¿Cómo podrías aprovechar al máximo los espacios con
ella?
Madre: La verdad no sé doctora, no sé cómo acercarme a ella.
T: Haber, pensemos un poco… Danna es mucho más que el diagnóstico que ahora tiene. Qué
crees que la podría sorprender a una joven de su edad…
Madre: mmm no sé si le llevó algo
T: Que no sea comida Por favor!!!! [Risas]
T: ¿cómo qué? Yo no la conozco mucho pero sé por Jesica que le gusta leer.
Madre: mmm podría ser un libro de origami, le gusta hacer origami, también podría ser un
rompecabezas…
T: Es una buena idea… ¿De qué otras formas podrías aprovechar más el tiempo? ¿De qué otra
forma podrías acercarte más a Danna? (silencio)
Lo anterior se presenta como interventivo pues además de posibilitar reflexiones durante
la sesión, la madre declaró en sesiones posteriores haber llevado a cabo acciones concretas en su
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
139
interacción con su hija que favorecieron su relación. De forma concreta manifestó: “la relación
ha mejorado, nos comunicamos mejor entre nosotros (…) he aprendido a escucharlas más, a
escuchar más a Danna”.
La conversación terapéutica que se desarrolló en la sesión 16 y cuyos participantes era
los padres y la hermana de la consultante, estuvo orientada por la misma línea.
Hermana: Pues es que a ella no le gusta porque la ella dice que soy la que más la apoyo, más la
entiendo… Porque ella va donde la familia de María y le hablan de ese tema. Va donde la familia
de mi papá y también le hablan, pues lo que tienen más confianza, le hablan del tema… y si va
donde las compañeras, también le hablan de ese tema.
T: ¿Qué crees que Danna está viendo en ti para que considere que eres su único apoyo?
Hermana: No sé, que nosotras hablamos de los libros y las películas, yo no le hablo de eso.
T: ¿Cómo crees que se está sintiendo Natalia? Donde cada sitio donde pueda ir, cada persona
con la que se pueda encontrar, a cada momento solo le hablen de ese tema. Cómo crees que se
siente.
Hermana: Se debe sentir rara. Se debe sentir como apresurada… no sé, se debe sentir mal con lo
que tiene.
T: Se debe sentir mal. Que efecto entonces crees que tendría si TÚ, la única persona que le habla
de cosas diferentes a esta bajita de peso o coma, le hablara de eso.
Hermana: Pues ella siempre me lo ha dicho. Por ejemplo que yo, la única persona que la apoyo
que porque viene acá a hablar de ese tema sabiendo que a mí no me gusta y que yo lo sé y que
porque. Sabiendo que ella tampoco le gusta. Me dice que porque le digo eso.
T: ¿Tu cómo te sentirías sabiendo eso y planteándoles el tema?
Hermana: Yo me sentiría mal diciéndole eso, pero sé que ella lo necesita.
T: Que crees que ella necesita más en este momento. Que tú le digas algo que TODO el mundo
le ha dicho o que tú le digas que ella es importante para ti, o que tú le digas que te gusta ver
películas y que ella se vea los libros para que los compartan… que crees que ella necesita más en
este momento.
Hermana: Pues que haya alguien que no le hable de eso.
De nuevo, el contexto terapéutico, que reconoce en la hermana un recurso para el
proceso promueve escenarios conversacionales en los que los diferentes miembros de la familia
que participaron en la sesión pudieran reflexionar sobre las dinámicas relacionales que se han
presentado hasta el momento en relación con las tensiones percibidas, reconociendo nuevos
caminos de interacción más favorables. Así, las preguntas, tanto reflexivas como estratégicas,
permitieron que la hermana se reconociera a sí misma como recurso dentro del proceso siendo
señalada por Danna como su “apoyo”, posibilitando al tiempo estrategias de acción asociadas
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
140
con establecer un tipo de interacción con su hermana independientemente del diagnóstico que
porta.
Autonomía y self
Sesiones iniciales: 1 a 8
Las conversaciones terapéuticas que se desarrollaron durante las primeras sesiones
versan sobre las tensiones personales, familiares y de la comunidad que los padres manifiestan
tener por dos aspectos relacionados entre sí: por un lado, los cuestionamientos asociados a su
actuar en tanto padres; por otro lado, la ampliación en los grados de libertad que las hijas
adolescentes han empezado a buscar.
Los relatos de los padres durante las primeras sesiones dan cuenta de tensiones
personales y de la comunidad asociadas a su rol de padres. Así, al malestar que los papás
declaran sentir por el estado de salud de su hija, se suma los cuestionamientos que a nivel social
reciben por el manejo que han dado a la situación “permitiendo” que la decisión de Danna de no
comer siga presente.
Padre: Muchas veces la gente dice, porque no la obliga.
Madre: Si no lo hicimos de pequeña, de castigarla o sea, no lo hicimos. Y ahorita ella ya está
grande y sabe lo que tiene, sabe que tiene que mejorar, sabe que lo puede hacer porque yo sé que
lo puede hacer, sino que le falta es algo que la motive y que ella se dé cuenta que es importante
vivir y disfrutar la vida, se puede decir. Y afrontar y saber porque ella de todas maneras esto la va
hacer fuerte para un futuro para los problemas que de pronto se le vengan más adelante.
T: De la misma forma que los hizo fuerte a ustedes solucionar la situación económica cuando se
apoyaron
Padre: Muchas veces yo trato de hablarle de eso y ella me dice ay ya papá, ya no vamos a
empezar a hablar de eso- entonces a veces prefiero quedarme cayado a ver si ella por sí sola logra
salir. Mucha gente me dice dele lo que más le gusta, por mi yo le daría lo que fuera, el problema es
que ella no quiera
La madre en su relato hace alusión al momento vital en el que se encuentra Danna,
reconociendo en “el saber” un recurso de la hija para su actuar. No obstante lo anterior, en
conversaciones posteriores de nuevo los padres centran sus relatos en las tensiones familiares
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
141
que manifiestan tener en relación con sus hijas adolescentes por las dinámicas que se han
desarrollado, llevando a cabo acciones por su propia cuenta sin contar con su opinión.
Madre: Como un poco Jesica, que es un poco más abierta con nosotros. Pero yo quisiera que
ambas le contaran primero a nosotros para tomar una decisión y que de pronto no se equivoquen.
A Jesica le tengo mucho miedo porque ella a veces se deja llevar por las otras personas. A ella le
falta pararse en su raya.
Padre: Le falta carácter y decir no. (…) ahí es donde yo digo que a ella le falta carácter para
decir que eso está mal hecho. Nosotros les hemos dicho, siempre que vayan a tomar una decisión
por favor hablen, no tomen decisiones o no se dejen llevar por otras personas.
Ambos padres en sus relatos declaran abiertamente la necesidad que tienen de seguir
teniendo un papel visible en la vida de sus hijas siendo partícipes de sus decisiones. Es así como
las decisiones que llevan a cabo las hijas por su propia cuenta son desencadenantes de tensión a
nivel familiar.
Padre: (…) que es lo que quiero que entienda, ese mundo exterior, que se dé cuenta que lo que
está al frente es una libertad , tiene toda la libertad, tiene mucha cosas que ella no las ve o no sé
cómo es la cosa, tiene la libertad, todo lo que tiene, estudiar lo que quiere, no sentirse como por
decir que por ejemplo en este momento pensara ir de pronto a un hospital, de pronto la cantidad
de cosas que se va a perder estando allá con el hermano.
Madre: también en el colegio, sus últimos meses.
Padre: todo eso, que para ella debe ser algo especial.
Madre: Por ejemplo que se perdió sus quince años, no pudimos celebrarle los 15 años. Eran los
15 años de nuestra primera hija, era una reunión muy sencilla porque igual no quería nada
grande. Esos detalles tan simples
Padre: con el solo hecho que nos hubiera dejado partirle una torta.
Madre: No nos dejó. Y este año también lo fuimos a hacer y no quiso estar con nosotros, eso
duele, duele mucho.
La conversación de los padres versa sobre el “perder” como una de las principales
tensiones que se presentan a nivel familiar. En el relato del padre el “perder” como fuente de
tensión está en relación a su hija, es decir, frente a la gama de opciones con las que cuenta pero
que, según considera, no serán aprovechadas: por su parte la madre en su relato se refiere al
perder en relación consigo mismos, en la manera como la decisión de su hija tiene efectos en
ellos en tanto su papel de padres. Lo anterior contrasta con lo manifestado por Danna en la
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
142
primero sesión al señalar “No sé, yo no quiero que se me metieran con el colegio, porque es lo
único que me han dejado hacer”.
Teniendo en cuenta lo anterior, es decir, los cuestionamientos que tienen los padres en su
rol, así como la autonomía creciente que están configurando las adolescentes de este sistema
familiar, en las últimas sesiones de la primera fase se promueve la siguiente conversación:
T: a mí me entra una duda y quisiera que la resolviéramos. ¿Si de ti dependiera qué haría Danna,
cómo la verías?
Madre: Yo digo que si ella hubiera seguido como estaba, yo hubiera hecho lo que fuera por ella,
lo que fuera, lo que ella quisiera estudiar, por mi le daría lo que fuera por ella, porque no hubiera
terminado en esa situación.
T: Como por ejemplo qué.
Madre: Por ejemplo si estuviéramos mal económicamente y ella dijera quiero estudiar, yo me
pondría a trabajar en lo que fuera por darle una carrera a ella (…)
T: Entiendo que tu deseo como madre es que ella tenga un buen futuro. Si ella te dijera: María
yo quiero estudiar, quiero hacer tal cosa, tal otra ¿Tu harías todo lo posible para conseguir la
plata y todo lo demás?
M: Si
T: ¿En este momento qué es lo que crees que ella necesita?
Madre: Ella necesita valorarse, quererse a sí misma, tener como el autoestima muy arriba.
T: ¿En cuanto a lo físico que necesitaría?
Madre: Subir más de peso, comer, disfrutar la comida, disfrutar la vida. Estar feliz, levantarse
cada día con un propósito de mejorar o sea muchas cosas.
T: Ok, comer lo que le sirvan, así sea menos de la mitad.
Madre: Exactamente.
T: ¿Tú quisieras que ella lo hiciera?
Madre: Sii. Y yo se lo he dicho a ella. Yo le digo póngase la meta todos los días y aumente por
lo menos media cucharada, con que usted le aumente media cucharada a diario en todas las
comidas usted se recupera, demuestra y su organismo le recibe.
T: En este momento me pregunto María si el hecho de que Danna como o no está en tus manos.
Madre: (silencio) Es que no están en mis manos.
En cuanto al proceso terapéutico que si bien en un principio se hacen preguntas lineales
el conjunto de la conversación evidencia que todas se dirigen a la reflexión final de la madre
sobre sus posibilidades de acción en relación con las decisiones de su hija.
Madre: Si… Yo ahorita hice lo que creo que es correcto y le he dado o sea ella tiene todo en sus
manos. Yo ya hice lo que tenía que hacer. Yo ahora lo que tengo que hacer es estarme con ella
apoyándola, en el momento que ella arranque estar yo ahí disponible para que ella me diga ya
quiero entrar a una universidad, deme la oportunidad, entonces ahí sería como el problema para
mí para buscar la plata para meterla en una universidad (…) eso. En mis manos esta acompañarla
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
143
en la clínica, darle lo que ella necesite allá, como escucharla cuando este triste, darle la fuerza
para que trate de salir adelante, eso, pero de todo, de todo, ella tiene que dar el 99%.
T: Yo diría que el 100.
Madre: (Risas) Si porque yo ya hice, que fue llevarla.
T: Ajá, la llevaste con Juan.
Madre: Si, fue duro, pero la llevamos.
La conversación terapéutico tenía como intencionalidad encontrar un equilibrio entre las
acciones realizadas por la madre orientadas al bienestar de su hija, validando su actuar,
promoviendo al mismo tiempo reflexiones en las cuales, aludiendo al momento vital en el que se
encuentra la adolescente se busca promocionar su autonomía creciente.
Sesiones intermedias: 9 a 14
En concordancia con lo que se venía trabajando, en las sesiones intermedias se
promovieron conversaciones terapéuticas cuya intencionalidad era apoyar la autonomía
creciente de las hijas adolescentes, dándoles voz dentro del contexto terapéutico al tiempo que
se validaba la preocupación de los padres acompañándolos en las transformaciones de sus hijas
a propósito del ciclo vital en el que ambas se encontraban.
T: ¿Crees que eso está en ti María?
Madre: (risas)
T: Es una cosa gigante. ¿Tú crees que está en ti la posibilidad de animar a Danna, o a
Jesica con el nuevo colegio, o de animar a Juan Junior a que entre el jardín? Me parece
una cosa gigantesca. Realmente está en tus manos hacer que ellos cambien, cada uno en
sus respectivas cosas para que se animen en lo que hacen? (Silencio)
Se creó durante el contexto terapéutico un espacio de reflexión colectivo (madre e hijas),
en el que se cuestionaba los alcances del accionar de los padres frente a las decisiones de
diverso orden que están tomando sus hijas en la cotidianidad. Los cuestionamientos que en
principio iban dirigidos a la madre, se dirigieron posteriormente a las hijas como se observa a
continuación:
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
144
T: O el papel iría más en cada quien. ¿Tu cómo ves las cosas Jesica? ¿Tu mamá tendría
el poder de con la varita mágica o no sé con qué tener la capacidad de animar a Danna o
animarte a ti, o de animar a Juan en sus cosas?
J: Yo creo que un poquito, pero cada uno puede animarse solo.
T: ¿Un poquito? ¿Y cómo es eso que cada uno puede animarse solo?
J: pues o sea todo no lo hace María, cada uno puede hacer sus cosas.
T: Por ejemplo ¿tu cómo te animas con tu colegio? ¿Qué hace María y que haces tú?
J: María me dice las cosas que pueden pasar (…)
T: Ahhh ok. Como que María llega hasta cierto punto, ella es la que te dice mire, pilas.
Te plantea los escenarios. (…) Esas son las opciones, pero depende de ti que camino
tomas. (…) ¿Tu qué opinas de eso Danna? ¿Hasta qué punto es papel de María y hasta
qué punto es de los otros motivarse con las cosas?
D: No sé. Yo digo que eso es de cada quien.
T: Tú dices que es de cada quien.
D: Si yo quiero salir a delante soy yo, no ella. Como dice Jenny, María nos da, como que
nos resalta lo que es bueno, lo que es malo, o sea, lo que va a atraer esas decisiones, pero
eso va en cada quien.
La conversación terapéutica que se desarrolló versó sobre los recursos que las
adolescentes reconocieron en sí mismas, siendo estos una herramienta fundamental en sus
decisiones y acciones presentes y futuras. Al tiempo que exaltaban su capacidad de acción y
decisión, reconocían también en la madre un recurso en su “orientación”.
Las sesiones que siguieron versaron sobre los cambios percibidos por el sistema en
relación a la crisis que estaban atravesando. Aunque durante la conversación los miembros de la
familia tienen la percepción generalizada de “ir saliendo” de las situaciones tensionantes, no es
claro para ellos las estrategias o recursos que emplearon para hacerlo. Es así como, a partir de
una escucha activa a lo largo de la sesión, la terapeuta pudo develar los recursos y estrategias
que de forma individual y colectiva realizaron en búsqueda de bienestar.
T: Todavía no has entrado al colegio, vas a entrar y seguramente te va a ir muy bien, otro
ambiente, otros compañeros, otros profesores. Ustedes ya dieron el primer paso con
Jesica de matricularla, y tú diste el primer paso pasando la recuperación y decidir qué vas
a empezar con toda el próximo año. En tu caso ya dieron el primer paso con respecto a
Juan, en el jardín ya está matriculado; tú con el hecho de estar en casa, diciendo voy a
estar apoyándolos a todos; Juan ya dio un primer paso entrando a trabajar; tú ya diste un
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
145
primer paso saliendo del hospital, te dieron de alta. Yo veo que acá todos han dados sus
pasos en sus respectivos asuntos, en lo que a cada uno le corresponde, sin embargo no
estas mal en pensar, y María tampoco, en que hasta ahora es eso, unos primeros pasos,
les hace falta el resto.
En el relato que la terapeuta plantea como un recuento de lo abordado durante la sesión,
es posible observar la manera como cada quien, desde el papel que tiene en la familia, aporta al
bienestar colectivo.
Con el transcurso de las sesiones el relato de los padres se transformó, pasando de
reconocer los recursos a evidenciar nuevamente las tensiones relacionales y personales que
atravesaban asociadas a la recaída en la salud de Danna que estuvo acompañada por la decisión
de la adolescente de irse de la casa al enterarse que de nuevo iba a ser hospitalizada por sus
padres en contra de su voluntad. La acción de Danna se presenta como un intento por hacer
respetar su postura con respecto a la inconformidad que manifiesta tener con los centros de
salud con los que tanto contacto ha tenido en los últimos años.
Madre: Ya ahí ella tomo la decisión que no iba a tomar más nutren, no quería más
controles, desde ahí no ha vuelto asistir a un control. (…) Ella dijo que no iba a aceptar
tratamiento, que no iba a aceptar condiciones de nadie. (…) Entonces yo le dije, bueno,
deme una semana porque Jesica estaba en proceso de entrar al colegio nuevo y eso, el
chiquitín todavía no había entrado al colegio, entonces yo tenía que estar ahí (...) no me
quiso comer tanto tampoco
Las decisiones que permanentemente está tomando Danna en función del ciclo vital en el
que se encuentra donde los límites con los demás –principalmente hacia sus padres y centros de
salud con lo que tanto tuvo contacto- se convierte en un factor central en la configuración de su
autonomía. Es preciso señalar que ésta no se entiende como la ruptura total y definitiva con su
sistema familiar, sino como el distanciamiento parcial con sus padres dando prioridad también a
sus necesidades.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
146
Sesiones finales 15 a 20
En concordancia con lo trabajado a lo largo del proceso psicoterapéutico en relación a la
ampliación de autonomía de las adolescentes, la terapeuta declara abiertamente respetar la
decisión que Danna tomó frente a su vida de no asistir a mas sesiones, continuando el proceso
con los padres y la participación cada vez más activa de la hermana, quien manifestó su
disposición para asistir a dicho espacios.
Con respecto a las conversaciones terapéuticas que se desarrollaron en esta fase es de
resaltar la que se llevó a cabo con la presencia de Jesica en compañía de ambos padres.
T: Como escuchan esto que estamos hablando, María y Juan… Estarían de acuerdo en
que uno de los mejores consejos que puede dar Jenny en algún momento es acuda por
favor a María a Juan.
Madre: Si, sería lo adecuado, sería lo preciso (…) Uno puede ayudar a orientar. Obvio
que la decisión la toma “J”, si es el problema de “J” y si es el problema de Danna pues
ella tendrá que asumir el problema mientras tanto uno solo esta para aconsejarla y
guiarla, pero ya uno irse a meterse en el problema no, si en últimas le toca a uno, uno lo
hace. Uno siempre que ellas solucionen los problemas ustedes mismas, pero eso depende
del grado de la dificultad que a ellas se le presenten a cualquiera de las dos.
T: ¿Tu Juan cómo lo ves?
Padre: Pues ahí lo que yo digo es que ellas deben evaluar hasta donde pueden guardarse
cosidas y hasta donde no se pueden guardar las cosas…
La conversación versa sobre las estrategias y recursos que pueden ser empleados en el
sistema familiar ante posibles tensiones asociadas con las decisiones que tomen las adolescentes
en su vida cotidiana y que puedan representar algún tipo de riesgo para ellas. Se construyó de
esta forma un punto de encuentro entre la autonomía creciente de las adolescentes y la
preocupación de los padres por el cuidado de las mismas, teniendo presente que son menores de
edad. Respetando la cercanía que había entre las hermanas así como la lealtad y confianza que
Jesica manifestaba tener hacia su hermana la estrategia promovida estuvo precedida de
reflexiones previas con Jesica en la que ella pudiera identificar las “señales de alerta” que le
permitieran tomar la decisión de aconsejar a su hermana el acudir a sus padres por ayuda. De
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
147
igual forma es de resaltar que durante la sesión los relatos de la madre, evidencian un cambio
que se mantuvo en el tiempo, reconociéndose a sí misma como recurso en tanto su capacidad de
“orientar”, “guiar” y “aconsejar”, pero haciendo a la vez distinciones significativas entre ello y
las decisiones que finalmente tomen sus hijas.
En este mismo sentido, durante las sesiones posteriores, se presentaron las siguientes
conversaciones:
T: ¿Cómo te sientes con la manera en que estas ayudando a tus hijas a crecer a ser
adultas?
Madre: Pues algo como bonito. Porque ahorita créame que yo me pongo a pensar y de
las charlas que nos han hecho, nosotras nunca le dimos autoridad a ella, ese exigirles,
nunca y eso hizo falta y ahorita aunque es un poco tarde para exigirles porque ya son
grandes, cuesta, pero igual lo hago… eso sirve porque se tienen que desenvolver en la
vida.
En la conversación la terapeuta le otorga a la madre un papel activo dentro del momento
vital que están desarrollando sus hijas, y en concordancia con el rol de cuidadora que ha
presentado a lo largo del proceso, pero desde otra perspectiva en la que se evidencia el ciclo
vital de las hijas adolescentes.
De esta forma se puede decir que con el proceso terapéutico se logró que los padres
identificaran el periodo del ciclo vital en el que se encuentran sus hija y todo lo que ello implica,
al tiempo que las hijas reconocieran su papel activo dentro de las dinámicas relacionales que se
presentan con sus padres, promoviendo acciones concretas en los que asumieran la
responsabilidad sobre su vida planteando así la posibilidad de tener sus propios espacios, poder
tomar decisiones con respecto a su vida, entre otros, ayudando de esta manera a la configuración
de autonomía en las mismas-. Un ejemplo claro de lo anterior, fueron las acciones concretas que
se presentaron durante las últimas sesiones del proceso. De acuerdo con la narración de los
padres, una vez Danna salió por segunda vez del hospital, consiguió trabajo de medio tiempo,
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
148
mientras de manera paralela hacía diligencias para ingresar a la universidad el siguiente
semestre, empezando a presentando nuevas dinámicas relaciones entre los miembros de la
familia que promovían mayor bienestar. Tanto los padres como las hijas asumieron otra
posición, en donde por un lado, los papás daban mayor “libertad” a su hija y por otro lado
Danna respondía desenvolviéndose por sí misma de manera “responsable” como manifestó su
madre, “cuidándose” y “manteniendo un estado de salud estable”.
Familia
Sesiones iniciales: 1 a 8
Durante las sesiones iniciales las conversaciones giran entorno a las tensiones familiares
que se han venido presentando a propósito de las crisis que está atravesando la familia. Lo
anterior se apreció en dos ámbitos. El primero de ellos son los efectos que la crisis ha tenido a
nivel emocional en la familia, así como el papel que cada uno de los integrantes tiene en función
de la misma.
T: Yo los veo a los dos claramente muy afectados... Qué piensas Jesica en este momento.
J: En mi hermana y mi hermano
T: ¿Qué piensas de eso?
J: Ellos pobrecitos y mi hermana también, el chiquito también pobrecito
T: ¿Y tú?
J: Normal
T: ¿Los otros dices pobrecitos, ¿pero tu estas bien?
J: Si [baja la cabeza]
Madre: Yo creo que no.
T: ¿Tú crees que no?
Madre: Ella es la que aguanta todo. Como que le da lo mismo, pero sufre por dentro, no lo
expresa, pero sabe que lleva el dolor por dentro.
T: Como la coraza de la familia
Madre: Si, como que golpea y rebota, pero sabe que quedo algo adentro.
T: Como el escudo que tiene que proteger a la familia. Es la parte fuerte
Madre: Si. Es la que quizá nos da aliento, animo, pero ella también sabe que le ha dolido y no le
funciona, porque yo digo que por eso también le ha bajado el rendimiento académico, debido a
todos estos problemas.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
149
T: ¿Qué crees que está viendo Jesica en la familia para considerar que debe ser ella quien proteja
a los otros, aun pasando por encima de sus propias emociones?
(Silencio) [La madre llora en ese momento]
En la conversación la terapeuta devela el papel que la hija del medio está cumpliendo en
la familia, cuestionando el efecto que esto puede tener en Jesica, situación que es ratificada por
la madre planteando que el bajo rendimiento que tiene ahora su hija en el colegio es el resultado
de lo que considera es “llevar el dolor por dentro”. Es importante señalar el efecto que tuvo en la
madre el hecho que la terapeuta haya planteado el sufrimiento de la hija en términos
relacionales, cuestionando las dinámicas en el sistema familiar. Así, aunque en principio Jesica
puede ser identificada como un recurso a nivel familiar, siendo “el escudo” que “protege”, esto
se puede presentar como una tensión a nivel personal y familiar que igual genera malestar.
El segundo, se encuentra en relación con los efectos que en la organización familiar ha
tenido la crisis. Así, las conversaciones terapéuticas en sesiones posteriores versan sobre las
transformaciones que ha ido presentando el sistema familiar a propósito de la hospitalización de
Danna, siendo al tiempo una fuente de tensión relacional, y también una posibilidad en la
construcción de recursos y estrategias a nivel familiar.
Madre: Entonces dijo, papá ayúdeme usted, ayúdeme. Yo dije, su papá que tome la decisión, yo
por mi parte no voy a cambiar de opinión, si su papá le da una oportunidad yo la respeto.
T: ¿Ustedes habían hablado previamente al respecto?
Madre: Si. Le dije hagámosle porque nos va a tocar muy duro, muy duro nos va a tocar.
T: Y así fue.
Madre: Así ha sido (…) Ellos [refiriéndose a la hija y el padre] tuvieron una discusión, ella le
dijo ahh usted se deja manipular, usted no tiene palabra. Usted me va a dejar acá. Papi
ayúdeme, ayúdeme, deme una oportunidad, no me deje meter. Ahí tuvieron una discusión, ahí
como nos interpusimos nosotros dos (…) Entonces yo le dije, váyase tranquilo, recójame el niño
y yo me hago cargo de Natalia, pero váyase.
El relato de la madre da cuenta de la tensión familiar que se presenta a propósito de la
hospitalización de Danna, al tiempo que evidencia la coordinación que la pareja puede tener en
tanto su rol de padres, actuando en bloque y de manera conjunta en función del bienestar de su
hija.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
150
T: ¿Cómo se han organizado ahora que Danna está en el hospital?
Madre: Yo me la paso allá acompañándola, cuando puedo voy a mi casa y me cambio, ahora ya
no puedo ver casi a “j” ni a Junior porque nos cruzamos, eso me preocupa.
T: ¿Ellos con quien están?
Padre: Conmigo, como yo soy independiente y ahora no estoy trabajando me quedo con ellos
(…) ahora me toca quedarme todo el tiempo ahí, si me salen trabajos no puedo aceptarlos por los
horarios de los niños, a mí no me gusta ponerle pereque a nadie porque los demás también tienen
sus problemas, de vez en cuando el compadre me ayuda.
T: Además del compadre hay alguien más que los pueda ayudar en algún momento dado?
Padre: no, nosotros con mi familia cada quien por su lado (…) y pues por el lado de ella
tampoco, ella tuvo una discusión con la mamá, que era la que nos apoyaba, y desde ahí tampoco.
El relato de los padres presenta las tensiones relacionales que presentan a nivel familiar
ahora que los papeles que cada quien tenía dentro de la familia han cambiado, trayendo consigo
efectos en diversos ámbitos de la vida, especialmente de los padre. Un ejemplo claro de lo
anterior, son las limitaciones que ahora tiene a nivel laboral. Dentro de la conversación la
terapeuta indagó sobre las posibles redes de apoyo con las que cuenta el sistema familiar,
evidenciando una tensión personal, familiar y de la comunidad asociada a la falta de las mismas,
siendo esto característico de una familia de fronteras cerradas.
Ahora bien, además de las tensiones, durante la conversación terapéutica fue posible
identificar también los recursos con los que cuenta el sistema familiar señalando en el “apoyo”
un factor fundamental para la “unión” y “bienestar” de la familia, que fue posible gracias a la
reorganización que presentaron producto de las tensiones circunstanciales en las que se
encontraron. Según señala la madre: “Ahorita estamos más unidos, ahorita nos apoyamos
mutuamente. Antes era diferente porque antes cada uno andaba por su lado (…) estábamos era
pendientes de las niñas, pero no era igual. Ahora ya hay más conexión entre Jesica y el papá,
antes no eran tan unidos.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
151
Sesiones intermedias: 9 a 15
De acuerdo con las narraciones de los padres, en sesiones intermedias se debe presentar
de nuevo una reorganización en la familia como consecuencia de un evento circunstancial en el
que el padre le surge una oportunidad laboral.
Madre: Si eso es un alivio para nosotros y para él. Yo lo hago más por el para que salga se
relaje, se olvide un poco de estar encerrado en la casa todos los días, como la misma rutina
acordándose de eso. Eso es horrible, llegar es una presión que uno siente.
T: Una presión
Madre: Si porque por ejemplo a mi yo tengo mucha presión a veces. Entonces yo quiero que él
se olvide de eso (…) esta distraído con la mente ocupada y llega a la casa y bueno vuelve todo
pero llega más tranquilo. Igual le ha tocado muy duro a él, para que pero le ha tocado muy duro
porque no llevaba ese ritmo antes, no estaba tanto tiempo solo siempre estábamos los dos, nos
colaborábamos en la casa, pero antes no tenía el ritmo
T: Antes quien hacia eso
Madre: Yo
T: Ahhh ok. ¿Y para ti no es duro? ¿Para Juan puede ser duro pero para ti no?
Madre: mmm (silencio) si, pero no es tan duro. Ya como estoy acostumbrada no es tan duro, de
pronto…
T: Y cuando no estabas acostumbrada si lo fue
Madre: Si porque yo me preocupo mucho por los chicos en la casa. Yo llamo a saber si ya llegó.
Me preocupa si Jesica no ha llegado, si Junior ya comió, (…) Yo a veces llamo a Juan y le digo
ya llegó Jesica ¿no ha llegado? Llámela para saber dónde está. Cosas así que de pronto Juan no
estaba acostumbrado. (…) Cosas así, yo soy más intensa (risas)
Padre: Yo me he acercado bastante a Jesica, pero ella tiene más confidencia con ellas. Yo le
pregunto a Jenny: Cómo le fue en el colegio: bien, bien, bien.
La conversación terapéutica se centra en las dinámicas relacionales que se presentan en
la familia así como el papel que los padres tienen dentro de la misma. La organización que los
padres manifestaron haber tenido de manera previa a la crisis proporcionando equilibrio en el
sistema familiar, le otorgan un papel central a la madre en el cuidado de sus hijas y las labores
del hogar, siendo el padre un tanto periférico. La terapeuta, desde sus creencias de género,
cuestiona esta dinámica generando en los padres una posición de “defensa”, que en su momento
no permitió contemplar las tensiones que manifestaban tener los padres cuando señalan: “es que
tanto tiempo que ella este sola como que no es favorable”. Esta tensión se retoma más adelante
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
152
planteando reflexiones entorno al ciclo vital y recursos con los que cuenta la hija, sin embargo
esta tensión no duró mucho tiempo pues en sesiones posteriores la madre comenta que a Danna
le dieron de alta en el hospital, teniendo la posibilidad de estar más tiempo en la casa.
T: ya que están hablando de despegar, me pregunto cómo va a despegar la familia en general
precisamente por todos estos cambios que hay, digamos: el cambio de colegio, será que entro a
comunicación social o no entro [dirigiéndose a Danna]; Juan está trabajando; tú vas a estar más
tiempo en la casa, cómo se han organizado.
Madre: Pues de Jesica ya es fijo que se va para Funza (…) el niño sigue en el mismo jardín, la
espera es ella [dirigiéndose a Danna] saber si le dan cupo o no
D: Eso me da miedo, yo quiero mejorar pero que tal que no…
En la conversación se propone reflexiones sobre situaciones futuras permitiéndole a las
consultantes plantear posibles escenarios de acción a corto plazo a propósito de las
transformaciones que están empezando a tener. En concordancia con lo anterior, la conversación
que sigue a continuación prepara a las consultantes ante posibles “re-caídas” planteándolas
como parte del proceso que están viviendo, y evitando así que vuelvan construir relatos o
discursos cristalizados entorno a la crisis.
T: ¿Ustedes vivieron el proceso con Juan cuando empezó a caminar? Primero gatean, después
comienzan a caminar, pero se caen todo el tiempo, están en eso, pero finalmente caminan, y no
solo eso, después corren. Pero tengo una pregunta, y me dirás María que lo conoces ¿Juan
empezó a correr de una?
Madre: No
T: Él tuvo que empezar a caminar primero.
Madre: A dar pasos seguros
T: Hay niños que gatean hay niños que no, pero lo que sí es seguro es que primero dan un paso,
luego el otro y después salen a correr y nadie los detiene. Ustedes hasta ahora están dando esos
pasos firmes, seguros, para después salir a correr. Yo veo que están en la época de Juan Junior.
Aprendiendo a caminar de nuevo, a conociendo otros caminos. No sé si está muy loco lo que
estoy diciendo ¿qué piensan al respecto?
Madre: es sensato y es la verdad. Nosotros estamos dando los primeros pasos. Estamos dando
solecitos (…) Es cuando dan sus primeros pasos, pero con nervios. Así estamos de pronto
nosotros, con nervios de seguir dando pasos y de pronto equivocarnos, o caernos.
T: Yo me pregunto María. Yo no tengo hijos, pero si tengo un hermano y supe cómo fue su
proceso. Ustedes que lo han vivido con Junior ¿cómo es cuando él se cae? ¿Qué pasa? Tú
estuviste los últimos meses arto tiempo con él. Estaba Juan, se caía, ¿Qué pasaba con Junior?
J: Se ponía a llorar
T: (…) ¿qué pasa después?
J: Toca ayudarlo a parar.
T: ¿Quién?
J: YO
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
153
T: ¿cómo haces?
J: Le cojo la mano y lo ayudo a parar
T: (…) ¿qué pasa cuando lo coges de la mano y lo paras?
J: Pues el sale otra vez a correr
T: ¿Muy preguntona yo? (risas). A que voy con esto: Juan se cae, Juan se levanta y Juan camina.
Nosotros, todos los seres humanos, en este caso ustedes en este momento tienen miedo de
caminar, seguramente se van a caer porque los problemas existen y no se van a terminar, van a
tener muchas dificultades y muchos inconvenientes en la vida (…) pero lo importante no es que
se caigan, lo importante es que después de haberse caído y de pegarse, se puedan levantar
En la conversación la terapeuta desarrolla una analogía entre el proceso de “aprender a
caminar” y el proceso que está teniendo la familia aprendiendo a andar por nuevos senderos que
aunque desconocidos pueden proporcionarles bienestar. Esta analógica resultó bastante
ilustrativa, pues tuvo en cuenta aspectos de la vida diaria de las consultantes potencializando sus
reflexiones como se observó en el cierre de la sesión.
Es pertinente señalar que de manera paralela a las reflexiones presentadas anteriormente,
durante el proceso terapéutico se creó escenarios en los cuales se mantenía involucrado al padre
en el proceso terapéutico, aunque este no pudiera asistir a las sesiones. Una manera de hacerlo
fue mediante la elaboración de una carta que sus hijas y esposa hicieron con las reflexiones
principales construidas en las sesiones.
Sesiones finales: 16 a 20
Un aspecto a destacar de las sesiones finales es el cuestionamiento que durante las
conversaciones terapéuticas se realiza a propósito de los límites que se pueden presentar en el
sistema familiar.
Madre: Entonces yo a veces vuelo. Y mas ahorita, no se, yo le tengo paciencia y todo,
pero Danna ya nos quitó nuestro espacio a Jorge y a mi. Ya ahora duerme con nosotros,
hace dos meses.
T: Hace dos meses duerme con ustedes??
Madre: porque como siente mucho frio se pasó a la cama. Entonces como que nos quita.
No podemos hablar ya casi… no podemos porque ese espacio ya está ocupado. Él no me
puede… no me puede decir, porque son cosas que no se pueden.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
154
El relato de la madre presenta la tensión personal y familiar que se presenta como
resultado de las dinámicas relacionales que se están presentando en el sistema familiar con la
falta de límites en el sistema parental. Es así como la conversación terapéutica que se presenta
más adelante versa sobre los límites que deben existir entre los miembros de la familia en el que
se definan los subsistema tanto conyugal como fraternal, promoviendo contextos de bienestar.
T: De la misma forma que señalas “eso es algo de nosotros” colocando una “cerca” entre tu
familia y el resto del mundo, donde los problemas se mantienen dentro es importante también
que ustedes coloquen estos mismos límites pero con Danna. En qué sentido, Danna tiene su
habitación, así como tú tienes tu espacio con Juan como pareja que son. Hay una situación muy
particular y es que la unión de ustedes va a ser muy importante, la comunicación de ustedes va a
ser muy importante en el manejo que van a tener con Danna, si me explico si, es un momento
muy difícil, y esas decisiones no se pueden tomar solos, solo tu como mamá o solo Juan como
papá. Esa decisión la deben tomar ustedes en conjunto como esposos, como padres, y para tomar
esas decisiones necesitan que haya comunicación, necesitan hablar… con Danna en el medio es
muy complicado. Es difícil hacerlo (…) Uno de los aspectos claves que me parece importante ir
trabajando esta semana es mantener los espacios de cada quien. Tu dices, me estoy desquitando
con Juan, con Jesica, con todo el mundo. Y yo entiendo, por lo que me estas diciendo cada vez
son mas reducidos los espacios que tu tienes para ti, para Juan e incluso para Jenny y el chiquito.
Durante la conversación la terapeuta da instrucción concretas con el fin de posibilitar un
gira en las dinámicas relacionales que se están presentan en la familia, colocando así límites
necesarios entre los subsistemas. El efecto que esta acción se observó en sesiones posteriores en
las que la madre manifiesta, sentirme mejor así como compartir más tiempo con su pareja y
proyectándose como tal en unos años.
Ahora bien, de la misma forma que se promovió colocar límites entre el subsistema
parental, es decir, entre los padres y una de las hijas, de la misma forma, de manera paralela, se
crearon conversaciones terapéuticas que le permitieran a los consultantes diferenciar los
espacios de las hermanas, reconociéndose como un recurso mutuo en el desarrollo personal de
cada una, especialmente en relación con su autonomía creciente.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
155
Proceso psicoterapéutico y cambio
Sesiones iniciales: 1 a 8
Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan los
elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Danna en su
contexto familiar frente a la crisis vital.
El proceso terapéutico que se llevó a cabo durante las sesiones iniciales se caracterizaron
por un lado, por las conversaciones que se desarrollaron de manera empática con la familia
conociendo a cada uno de los integrantes al margen del problema con preguntas como ¿Cómo
ha sido tu experiencia de pasar de vivir en el campo a una ciudad como Bogotá? ¿Qué has
aprendido de eso? ¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres Jesica? ¿Qué significa para ti ser mamá
de dos adolescente? ¿Cómo se conocieron? Esto, además de permitir identificar posibles
estrategias a ser desarrolladas de manera conjunta en sesiones posteriores para promover
bienestar, fue también una estrategia llevada a cabo para reducir el malestar que en ese momento
se presentaba en todo el sistema terapéutico, en donde por supuesto se encuentra incluida la
psicoterapeuta, frente a los relatos de los padres que colocaban a Danna como centro del
“problema”.
Por otro lado es de resaltar la manera como la terapeuta creó conversaciones en las que
fue posible identificar recursos en el sistema, teniendo en cuenta la historia previa de la familia
en situaciones de gran tensión como la que atraviesan en este momento.
T: Yo me imagino que en esos más de 17 años que se conocen pues han pasado muchas
situaciones difíciles como esta, no en la magnitud como ustedes consideran que es esta, pero han
vivido muchas cosas
Madre: Antes eran problemas económicos.
T: Problemas económicos.
Madre: Si, se puede decir, pero fue para el bienestar de nosotros, si?
T: En qué sentido
Madre: era como para un futuro, para nosotros tener la casa donde estamos viviendo.
T: ¿Y qué tuvieron que hacer para eso?
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
156
Padre: Nos organizamos para que yo fuera a trabajar más tiempo mientras que María se quedaba
cuidando a las niñas.
Madre: Fue difícil porque casi no compartíamos
T: Me imagino que no fue nada fácil para ninguno, trabajar más, cuidar a dos niñas…
Madre: Si, no fue fácil
T: Sin embargo mencionaron que finalmente tuvieron un bienestar de todo eso, me pregunto qué
bienestar consideran que podrían tener de la situación que están viviendo ahorita como familia.
(Silencio)
Madre: tal vez unirnos más como familia.
La conversación que promueve la terapeuta estuvo orientada a identificar recursos en el
sistema familiar empleados en su historia previa, y que pudieran ser utilizados en su situación
actual. Es de esta forma como se identificó en el “organizarse” un recurso que les posibilite el
“unirse como familia” como estrategia de bienestar.
Sesiones intermedias: 9 a 14
Las conversaciones terapéuticas que se llevaron a cabo al inicio de estas sesiones
estuvieron orientadas a promover reflexiones en los padres a propósito del momento vital en el
que se encontraban sus hijas cuestionando las dinámicas relacionales de cuidado que se
presentaban entorno a las mismas. Si bien esto fue un aspecto de gran importancia pues se puso
de manifiesto el ciclo vital como fuente de tensión el sistema familiar, esta acción fue
replanteada por la terapeuta en el transcurrir del proceso, generando nuevos escenarios
conversacionales en los que además de promover la autonomía creciente de las hijas en tanto
adolescentes, se pudiera también mantener el papel activo de los padres en la formación, pero
desde otra perspectiva, generando el “ayudar a crecer” como estrategia durante el proceso
logrando un punto de encuentro entre las necesidades de las hijas de configurar acciones en
independencia de los padres, al mismo tiempo que se reconocía la preocupación de los mismos
por el bienestar de sus hijas y su futuro.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
157
De igual forma es de señalar como aspecto significativo en estas sesiones el
reconocimiento que la terapeuta hizo del papel del padre en el proceso terapéutico, generando
estrategias que permitieran involucrarlo activamente dentro del proceso. Una de las acciones
que se llevó a cabo para tal fin fue, por ejemplo, fue “escribir una carta” informándole de lo
trabajado durante algunas sesiones cuando éste no podía asistir y obteniendo una respuesta del
mismo ante dicha información. Esto se presentó como significativo en tanto se mantenía uno de
los recursos señalados por los padres como relevantes a la hora de salir adelante y que ellos
nombraron como “organizarse y apoyarse” para “salir adelante”. De esta forma los asuntos que
usualmente la madre asumía como propios en relación con todos los trámites administrativos y
de diverso índole con Danna, empezaron a ser tratados por ambos padres, introduciendo nuevas
perspectivas en relación con la crisis que estaban atravesando.
Sesiones finales: 15 a 20
Son dos los aspectos a resaltar en el marco del proceso interventivo en las últimas
sesiones: por un lado, las dinámicas relacionales que se promovieron entre los subsistemas
parental y fraternal, y por otro lado, las conversaciones que se orientaron a reflexionar sobre la
“responsabilidad” que las hijas deben empezar a asumir sobre sus propios asuntos y, en general,
sobre su vida.
Con respecto al primer aspecto es de señalar que las conversaciones terapéuticas que
hasta el momento se habían desarrollado giraban entorno a las tensiones relacionales que se
presentaban a nivel familiar a propósito del diagnóstico de la adolescente, siendo ella, o mejor,
su diagnóstico, el centro de atención de todos los integrantes de la familia. La preocupación que
manifestaban tener todos por el estado de salud de Danna generaba que tanto los padres como la
hermana orientaran su atención en “la alimentación” de Danna preguntándose frecuentemente
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
158
“si bajo o no”. La reflexión que hizo la terapeuta sobre lo que ocurría en el sistema terapéutico
para mantener esa dinámica, permitió emplear esa “preocupación” como apertura para
desarrollar otro tipo de escenarios conversacionales en los que se priorizara a la persona sobre el
síntoma. Un ejemplo de los anterior fue la siguiente intervención: “Entiendo que sea un tema
que te preocupa, te preocupa muchísimo. No debe ser fácil para una madre saber que su hija se
encuentra constantemente al borde de la muerte, sin embargo precisamente por eso yo me
pregunto ¿Cómo podrías aprovechar al máximo los espacios con ella”.
Algo similar se presentó en una sesión que se llevó a cabo de manera conjunta entre los
padres y Jésica, desarrollando preguntas reflexivas y estratégicas, en donde cada quien pudiera
asumir el papel que le permitiera sentirse cómodo, en este caso planteando “de la alimentación y
el estado de salud de tu hermana se encargan los médicos (…) Qué crees que ella necesita más
en este momento. Que tú le digas algo que TODO el mundo le ha dicho o que tú le digas que
ella es importante para ti, o que tú le digas que te gusta ver películas y que ella se vea los libros
para que los compartan… que crees que ella necesita más en este momento”. El efecto que lo
anterior tuvo en el proceso consistió en que la hermana, se reconociera a sí misma como un
recurso significativo en el proceso de la hermana, siendo la solidaridad, el apoyo, la complicidad
y lealtad un aspecto de suma relevancia en su relación.
Pasado ya al segundo aspecto significativo durante el proceso se encuentran las
reflexiones que la terapeuta realizó en el transcurso de estas sesiones que le permitieron
identificar que hasta el momento, las intervenciones por ella realizadas orientadas a la
autonomía creciente de las adolescentes estaba dirigidas en su gran mayoría a los padres, es
decir, en develar las dinámicas de cuidado que éstos llevaban a cabo en relación con sus hijas,
promoviendo otro tipo de interacción en el que se tuviera en cuenta el momento vital en el que
se encontraban las hijas.
Sin embargo se consideró también necesario, cerrar el círculo
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
159
identificando y develando las acciones que las adolescentes realizan manteniendo la dinámica
relacional que se presenta con sus padres.
Madre: ahorita no puedo [salir tranquila] porque tengo que pensar en qué dejarles de comer
porque como no les enseñé a cocinar desde pequeñas, entonces no hacen nada.
T: De qué forma podrías enseñarles a cocinar, por ejemplo?
Madre: Por lo menos con cosas que les guste, que yo sé que les guste.
T: ¿Y cómo crees que podrían aprender a preparar eso que les gusta?
Madre: Pues me imagino que invitándolas a la cocina
T: mmm ok [gestos y risas] por varita mágica no va a llegar... (…)
Madre: Ahí sería… ese punto yo no me lo sabía pero si, tiene toda la razón. Seria invitarla a hacer
el arroz con leche y decirle: venga Jesica preparamos entre las dos. Yo le voy dando las
instrucciones, le voy explicando y ella que lo haga. Esa sería una y eso fue un buen punto doctora
Sandra [risas]
Durante la conversación la terapeuta develó las dinámicas relacionales que se estaban presentando
en la familia y que mantenían la pauta de cuidado de la madre, así como la posición de las hijas de no
asumir ciertos asuntos en su cotidianidad. Esto fue reconocido por la madre, quien contribuyó a construir
una estrategia en una relación de doble vía entre “dejar hacer” y “hacer por sí mismas” las cosas. El
papel que empieza a asumir la madre en relación con sus hijas de orientadora contribuye a la estrategia
promovida previamente en el rol de los padres de “ayudar a crecer” a sus hijas pensando en escenarios
futuros de independencia. La intervención se fortaleció con la metáfora de “aprender a montar en
bicicleta”
T: Yo me pregunto ¿sabes montar bicicleta?
Madre: Si, y fue muy duro
T: Cómo aprendieron a montar bici. Cómo aprendiste tu María, te acuerdas cuantos años tenías?
Madre: Yo tenía como 7 (…) los nervios fueron impresionantes, sentir los carros a los lados da
nervios, una vez me caí y me salió sangre, dolió mucho
T: Si, cosas a veces duelen (…) Tu recuerdas cómo fue tu proceso Jesica
J: Creo que fue mi papá el que me enseño, pero yo le enseñe a mi hermana porque ella no sabía
(…) y mi hermana me enseñó a montar patines
T: Se complementaron...
J: Si... siempre nos pasa eso, cuando yo no se algo ella me explica y al revés.
T: Que afortunadas... (Gestos de afirmación)… ¿Tú crees que habrías podido montar
bicicleta sin montarte en una bicicleta?
J: no.
T: Y tu María?
Madre: No, tampoco.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
160
T: Creo que ninguna habría aprendido a montar bicicleta sin montarse en ella y lanzarse.
Considero que se necesitan tres cosas: la primera es que la persona quiera aprender, la
segunda es que tengan una persona que las guíe (…) la tercera es lanzarse a hacerlo. (…)
¿Cuantos años tenías en esa época?
J: como 5
T: Tú aprendiste lo que era usual para una niña de esa edad…Ya no eres una niña, eres
una adolescente, que crees que debes aprender hacer acorde con tu edad J: (silencio)
Madre: yo nunca había pensado en eso, pensaba que haciéndoles todo… si yo no les
enseño y las dejo ella que se batan por ellas mismas nunca…
Además de develar la dinámica relacional que se presentaba la terapeuta construía al tiempo, de
manera conjunta con las consultantes nuevos escenarios de acción acordes con el momento vital en el
que se encontraban y contribuyendo al bienestar de la familia. Durante la conversación fue significativo
emplear experiencias previas de la consultante en una actividad común como montar bicicleta generando
un mayor efecto en las participantes
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
161
Capítulo 5: Reflexiones finales
Este capítulo está dedicado a presentar las reflexiones y comprensiones que tuvieron
lugar en el contexto terapéutico e investigativo a propósito de la manera como los procesos
psicoterapéuticos sistémicamente orientados contribuyeron a la ampliación de la autonomía en
tres mujeres que consultaron por ayuda psicológica ante crisis vitales en sus contextos
familiares.
Antes de exponer las reflexiones entorno a la promoción de la autonomía es necesario
presentar las comprensiones que se desarrollaron a propósito de focos centrales en la
investigación. Así, con respecto a la noción de crisis a nivel general se pudo evidenciar como lo
plantea Le Moigne (1998) y Hernández (2009), que ésta se presenta por la confluencia de
múltiples tensiones y/o estresores que generan una ruptura en la vida de las consultantes y sus
familias. Importante destacar como lo indican los autores, que en los casos estudiados, los
estresores que se presentan en el ciclo vital y que contribuyen a generar las crisis son de tipo nonormativo, es decir inesperados o en palabras de Packman “golpes del destino”. Estos tienen un
carácter perturbador en el sistema de relaciones y de significados que parece confluir con
momentos vitales en los que se iniciaban tránsitos que invitaban a ampliaciones de la
autonomía: Una mujer por definir una vida como mujer, compañera y madre renovada en las
autonomías, una mujer creando una vida de pareja que la distingue de su sistema familiar de
origen altamente cohesionado y una joven por terminar estudios en el colegio e ir a la
Universidad, en su lugar de hija mayor.
En los tres casos, las mujeres en situación crítica, se refirieron de manera repetida a la
crisis como una situación “muy dura” que divide su vida en un “antes” y un “después”
considerando no contar con los recursos suficientes para afrontarla. Algunos de los relatos que
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
162
se presentaron en cada uno de los casos a lo largo del proceso psicoterapéutico se presentan a
continuación: “Yo sé que todo tiene consecuencias, pero es que me han parecido tan duras y ya
no sé cómo soportarlas” (Caso de Alicia); “no sabemos cómo ayudarla cuando le da el dolor”
(Caso Mariana); “no sabemos qué debemos hacer” o “cómo debemos actuar” (Caso de Danna).
La crisis implica una percepción de quiebre e incertidumbre en relación al futuro y lo
que sucedería con sus vidas a corto y mediano plazo, especialmente en el caso de Danna y
Mariana, cuyo diagnóstico comprometía directamente su vida y salud. Es así como las
consultantes y sus sistemas familiares se encuentran frente a lo que Le Moigne (1998) llamo
“situaciones desconocidas”, siendo esto un aspecto que promueve y mantiene el malestar en la
familia.
Ahora bien, aunque la experiencia de la crisis tiene una connotación negativa para las
consultantes, por la oleada de contingencias inesperadas y desfavorables que se fueron
generando en la manera en que los sistemas relacionales se hallaban organizados en diversos
ámbitos de la vida: social familiar, académico (en el caso de Danna comprometiendo sus
estudios de bachiller), laboral (en los casos de Alicia y Mariana interrumpiendo sus oficios) y
personal, es precisamente esta situación de incertidumbres, de intersticios los que proporcionan
una apertura para que se promuevan cambios en la re-organización del sistema familiar logrando
así “salir a delante”. En este sentido se hace alusión a lo señalado por Le Moigne (1998) cuando
plantea que la crisis no es necesariamente una catástrofe, por el contrario puede presentarse
como una oportunidad frente a la necesidad de cambio manifestada. Es en este punto que el
contexto psicoterapéutico contribuye significativamente, co-construyendo de manera conjunta
con las consultantes, nuevos caminos de cambio positivo que dinamicen los relatos cristalizados
a propósito de las tensiones de diverso orden que atravesaron.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
163
Si bien existen puntos de encuentro entre los tres casos, como los ya mencionados,
durante todo el proceso fue posible identificar también ciertas diferencias entre cada una de las
consultantes y sus familias asociadas a los momentos vitales en los que cada quien se
encontraba. Es aquí donde se retoma lo planteado por Beyebach y Rodríguez (1995) cuando
señalan que los cambios a los que se ve enfrentada la familia a lo largo de su historia pueden
eventualmente constituir eventos estresantes que unidos a otros factores de tensión precipitan
algún tipo de problema relacional o individual que finalmente configura una crisis.
Se presenta entonces un interjuego entre las tensiones personales y familiares de cada
sistema con el momento vital que atraviesan y el tipo de diagnóstico que finalmente cada mujer
porta43. De forma más concreta es de señalar que aunque todas las consultantes fueron mujeres
que acudieron al contexto psicoterapéutico con expresiones de sufrimiento y malestar
(Rodríguez, 2007), buscando ayuda ante el momento desbordante que vivían, la manera como se
configura la crisis varía de acuerdo a las cualidades del momento vital que cada una atraviesa,
presentado al mismo tiempo una relación de doble vía en la medida que el ciclo vital también es
influenciado por las crisis que se configura.
De esta forma, en el caso de Alicia, por ejemplo, la mujer adulta que presenta un
diagnóstico de depresión, se observa que la configuración de la crisis se produce en medio de
una transición en el ciclo vital de la familia, que a la vez se presenta como una tensión familiar
manteniendo el malestar a nivel personal y relacional. Visto así, son dos los aspectos relevantes
a ser mencionados en este caso, por un lado, las acciones que el hijo menor 44 orientó al
43
Resulta necesario aclarar que aunque el diagnostico se configure como la máxima expresión de malestar en la
familia –siendo parte del motivo de consulta-, en tanto proceso, la crisis no puede reducir su mirada a este, sino a
las tensiones personales, familiares y de comunidad previas y posteriores que desbordan a las personas y sus
familias.
44
El desligamiento del hijo puede ser cuestionado en tanto presenta consumo frecuente de alcohol y abuso de
sustancias psicoactivas, síntomas que podrían ser vistos como bloqueos al cumplimiento de la tarea fundamental de
la adolescencia de asumir la propia identidad y autonomía.
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
164
desligamiento de su núcleo familiar –siendo un factor característico del periodo vital en el que
se encontraba-, que choca con la pretensión de la consultante de mantener a su hijo dentro de las
relaciones de cercanía (Hernández, 2009), y por otro lado,
la fase vital que ella misma
atraviesa: en el que se cuestiona sobre el sendero que ha caminado a lo largo de su existencia a
nivel personal, familiar, laboral y social, siendo la separación con su pareja un generador de
dolor y sufrimiento. Todo ello confluye con sufrir un accidente automovilístico que lleva a una
hospitalización prolongada, con limitaciones físicas que impiden el desempeño de sus labores
cotidianas como también el despliegue de sus estrategias, ya en marcha, para confrontar a su
esposo e hijos en la dinámica que la familia transitaba.
Estas situaciones –que se presentan de manera traslapadas- dan cuenta de lo que
González (2000) llama falta de flexibilidad en un sistema familiar en tanto que el esfuerzo de
reorganización asociado a las transformaciones de carácter evolutivo no es posible,
desencadenando disfunciones familiares. En otras palabras, en el sistema familiar de Alicia se
observa dificultad para configurar procesos adaptativos frente a los periodos de transición vital
de los diferentes miembros del sistema familiar.
Con respecto al caso de Mariana, se observa que el ACV que presentó como resultado de
los “golpes del destino” así como los efectos que estos desencadenaron, se llevaron a cabo en
medio de una transición en el proceso evolutivo de la familia: mientras que la madre se jubila y
ahora pasa la mayor parte del tiempo en su hogar, la consultante presenta lo que Hernández
(2009) llama la disolución natural, al decidir dejar su familia de origen para vivir de manera
independiente focalizando su atención en los planes a corto plazo que había construido con su
pareja. Si bien esta situación se presenta como un recurso en la autonomía creciente de la
consultante, con el ACV y el hecho que Mariana tuviera que volver a vivir con su madre esto se
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
165
ve limitado presentando tensiones personales y relaciones que afectan principalmente a Mariana
y su familia.
De igual forma, considerar el ciclo vital del sistema familiar de Danna es un aspecto de
suma importancia para concebir el periodo de transición de la familia: el momento en el que se
encuentran las hijas mayores, quienes están entrando a la adolescencia, así como la llegada de
un nuevo miembro a la familia, son ejemplos de ello.
Ambos se presentan como acontecimientos trascendentales que además de ser uno de los
factores relevantes en la comprensión holística de la crisis, también plantean retos en la reorganización familiar y configuración de autonomía en sus miembros. Con las hijas, por
ejemplo, se observa que éstas empiezan a incluirse de una forma más activa en los grupos
sociales con sus pares -con amigas y compañeras del colegio-, planteando otro tipo de dinámica
en relación con sus padres en las que sean más independientes. Esto en algunas oportunidades
choca con las creencias que los padres tienen sobre el “cuidado” que deben suministrar a sus
hijos.
Como se apreció en los resultados, en los relatos de las primeras sesiones se observa
ambivalencia de los padres para orientar sus acciones de cuidado de acuerdo al ciclo vital en el
que se inscriben sus hijas. Se encuentran en una dualidad en la que, por un lado, reconocen el
periodo del ciclo vital en sus hijas, haciendo afirmaciones como “ya están grandes” pero por
otro lado, implementan acciones de cuidado como si aún estuvieran pequeñas. Esto se observa
principalmente con Danna, en todo lo relacionado con su peso y alimentación.
Esto se convierte en un círculo vicioso pues aunque la adolescente ha manifestado de
múltiples formas y en diversas oportunidades la necesidad de que sean respetadas sus
decisiones, las acciones por ella realizadas en las que coloca en riesgo su vida, alimentan la
dinámica de los padres sobre el cuidado. Se observa entonces que los padres tienen la necesidad
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
166
de intervenir cada una de las variables que consideran son dañinas o perjudican a sus hijas.
A partir de lo anterior, conviene señalar que una de los principales aprendizajes a nivel
interventivo e investigativo es que las diferentes formas en las que se configura la crisis requiere
variaciones en las estrategias de afrontamiento, es decir, diversas formas de promover recursos
dentro del contexto terapéutico. En concordancia con lo planteado por Hernández (2009) y
Minuchin (2005), cuando se refieren a las situaciones tensionantes o estresantes propias de
momentos de transición de todo sistema por su carácter evolutivo, los espacios conversacionales
que aquí se promovieron tuvieron en consideración reflexiones entorno a la interdependencia
que se podía generar y mantener de acuerdo a la historia previa y al ciclo vital de cada uno de
los sistemas.
Dado que el contexto de configuración y análisis de las crisis fue el familiar, se
presentan también las comprensiones que el proceso investigativo permitió tener con respecto a
este. De acuerdo con Minuchin (2005) dentro de la estructura familiar existe una correlación
entre los límites con los niveles de cohesión familiar, y de éstos con el panorama de
posibilidades y/o variaciones individuales que los integrantes de una familia puedan tener al
interior de la misma, es decir, con su autonomía. Según lo que plantea el ya mencionado autor,
entre más aglutinados se presentan los sistemas, mayor abandono de autonomía habrá, por el
contrario, entre mayor es el desligamiento entre las familias, mayor será la autónoma careciendo
de estar en la capacidad de solicitar ayuda cuando sea necesario.
Sin lugar a duda los planteamientos de Minuchin son un referente de suma importancia
en lo relacionado con la estructura de los sistemas familiares, no obstante, éstos señalamientos
deben ser analizados a la luz de los contextos particulares en los que se inscribe la familia. En
los tres casos que hicieron parte del estudio efectivamente se pudo observar que los niveles de
cohesión entre los miembros del sistema dan cuenta de familias amalgamadas con límites
Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares
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difusos y relaciones conflictivas en los subsistemas parentales45, no obstante estos no fueron los
únicos aspectos tenidos en cuenta en la ampliación de la autonomía de las mujeres consultantes
como recurso interventivo dentro del proceso terapéutico. Las reflexiones que se realizaron a
propósito de esto, bajo la mirada ecológica, según la cual “los sistemas vivientes son totalidades
integradas de cuyas interacciones, mutua dependencia y recíproca necesidad emergen sus
características esenciales” (Garciandía, 2011), permiten sugerir que además de los límites y
niveles de cohesión en la configuración de autonomía, se tenga también en cuenta cualidades
evolutivas, contextuales y circunstanciales.
Lo planteado anteriormente se puede observar de manera más clara en los casos de
Alicia y Mariana, que tienen en común el hecho de haber asumido desde muy pequeñas el rol de
“proveedoras” y “cuidadoras” en sus familias. Era usual en estas consultantes que respondieran
a gran parte de los requerimientos del contexto aunque esto en muchas ocasiones se presentara
como una sobre-exigencia para las mismas. Las dinámicas relacionales que estas mujeres
construyeron con sus familiares más cercanos durante cierto tiempo de una u otra forma
permitían tener un equilibrio en la familia. En concordancia con lo que plantea Garciandía
(2011) como una de característica en la mirada ecológica, se observa que estas dinámicas están
orientadas a priorizar las necesidades de la familia como todo que sobre sus integrantes-. En
este punto es preciso señalar que en tanto dinámicas relacionales, las acciones que las
consultantes realizaban como proveedoras o cuidadoras son el resultado de las decisiones que en
su momento tomaron siendo esto una manifestación de su autonomía.
Estas dinámicas relacionales fueron cuestionadas ante la configuración de la crisis -en el
caso de Alicia por la confluencia de tensiones personales y familiares así como de ciertos
45
En los casos 2 y 3 las mujeres portadoras del síntoma en su condiciones de hija, mientras que en el caso 1
se presenta en tanto su condición de madre.
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estresores, en el caso de Mariana por los golpes del destino-, requiriendo cambios. Es en este
punto, ante los ámbitos contextuales y circunstanciales que la autonomía tiene un papel central.
En tanto su capacidad de auto-organizarse (Morin, 2010), la autonomía se presenta como la
posibilidad de generar cambio, variedad, así como nuevos grados de libertad.
Teniendo en cuenta lo anterior, una de las formas en las que el proceso psicoterapéutico
sistémicamente orientado posibilitó la ampliación de la autonomía en las consultantes y sus
sistemas familiares, fue generando espacios conversacionales en los que se pudiera reflexionar
sobre el papel activo que ellas tienen dentro de su propia vida. En los tres casos fue común
escuchar relatos en los que las consultantes se narraban a sí mismas como sujetos pasivos
producto de las circunstancias, siendo usual también que atribuyeran la “responsabilidad” de las
tensiones relacionales a sus familiares más cercanos, sin reconocer el papel que ellas también
han tenido en la construcción de estas dinámicas. En este punto es preciso aclarar que si bien la
postura que adoptó este estudio considera que las consultantes portan un síntoma como
resultado de una dinámica familiar, no se puede desconocer su papel en la dinámica relacional
que mantienen y promueven el malestar en el sistema. De esta forma, promover dentro del
espacio terapéutico escenarios en los que los consultantes puedan reconocer su papel como
actores dentro de su propia vida genera aperturas en la configuración de su autonomía creciente.
De manera paralela a ello, se promovieron conversaciones terapéuticas en las cuales las
consultantes pudieran reconocerse a sí mismas como recursos dentro de sus propios procesos
frente a las tensiones personales y familiares que manifestaron tener. Así, en el caso de Alicia,
por ejemplo, se presentaron relatos como “yo soy una verraca”, “soy una mujer fuerte echada
pa´lante” que favorecieron la estrategia desarrollada durante el proceso terapéutico de pensar en
sí misma; en el caso de Mariana se encontraron afirmaciones como “yo me considero una
persona muy serena” o “siempre he sido muy estratega” presentándose como una oportunidad
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para llevar a cabo acciones concretas en la configuración de nuevas dinámicas relacionales en el
sistema familiar en el que por ejemplo se desarrolle una mejor comunicaciones entre sus
integrantes; finalmente en el caso de Danna se posibilitan relatos en los cuales los padres
reconocen a su hija como “decidida con temperamento fuerte” siendo un factor relevante en la
autonomía creciente que construía la adolescente en relación con sus padres.
Relacionado con lo anterior, otra manera en la que el contexto terapéutico promovió la
ampliación del panorama de acción en las consultantes en momentos de crisis fue a partir del
establecimiento de límites entre las mujeres portadoras del síntoma con los demás subsistemas,
considerando además el momento vital de cada persona. Desarrollar de manera paralela
procesos en los que a la vez que las consultantes se reconocieran como actores de sus propias
vidas, propiciaran límites de diverso orden se presenta como uno de los aspectos a tener en
cuenta durante los procesos psicoterapéuticos que promueven bienestar a las consultantes y sus
familias.
Ahora bien, los límites promovidos durante el proceso psicoterapéutico se presentaron –
de manera paralela- en dos niveles. El primero es el que se desarrolla en y entre los subsistemas
familiares parental y fraternal: en el caso de Alicia se consideró necesario promover límites en
la dinámica relacional con sus hijos, favoreciendo la autonomía creciente en todos los
miembros. Por su parte, el caso de Mariana y Danna los límites en el sistema parental se
promovieron en relación con los padres. Ahora bien, mientras que el proceso de Mariana giró
entorno a promover límites pero manteniendo una autonomía solidaria, en el caso de Danna, es
proceso estuvo más orientado a fortalecer la autonomía creciente de la adolescente, sin
desconocer el papel que aún tienen los padres en su cuidado y educación.
El segundo nivel –relacionado con el anterior- hace referencia a los límites con respecto
al quehacer de cada una de las consultantes, es decir, sus posibilidades de acción frente a ellas
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mismas y los demás. El hecho de posibilitar espacios conversacionales en las que reflexionaran
sobre la dinámica que estaban llevando a cabo, permitió que las consultante pusieran límites a
los demás y se pusieran límites a sí mismas favoreciendo la re-organización del sistema familiar
a partir de las nuevas circunstancias en las que se encuentra el sistema y donde cada quien
asume sus propios asuntos a la vez que se re-establece un equilibrio familiar.
Es conveniente aclarar que la promoción de límites dentro del sistema iba acompañada
de estrategias dentro del proceso psicoterapéutico que posibilitaran la configuración de recursos
en las consultantes que a la vez permitieran generar y mantener en el tiempo la autonomía
creciente de las consultantes.
En este punto es pertinente señalar que haber adoptado la postura que Pakman (1999)
denomina como participante en acción le permitió a la terapeuta/investigadora, en su doble rol,
reconocer en los familiares más cercanos a las consultantes un recurso para el proceso
promoviendo así escenarios conjuntos de participación que a su vez dieron apertura a la
realización de ciertos cambios en el sistema. Así, se hace evidente la red de interdependencias
en los sistemas familiares de las consultantes, así como el principio de causalidad circular según
el cual la movilización que se realiza en uno de los miembros del sistema –aunque no sea quien
porta el síntoma-, genera impacto y cambios significativos en toda la familia.
La participación de los miembros del sistema familiar en el contexto terapéutico fue
especialmente significativa cuando la terapeuta invitó a los hermanos de las consultantes
portadoras del síntoma. Esto coincide con lo planteado por Minuchin (2005) con respecto al
papel que cumple el sistema fraterno en el desarrollo personal de cada sujeto a temprana edad.
Ahora bien, de acuerdo con los resultados de la presente investigación-intervención, este apoyo
no solo se presenta en la niñez como lo plantea el ya mencionado autor, sino que se puede
mantener a lo largo del proceso evolutivo. Los hermanos en tanto fuente de apoyo se presentan
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en el marco del contexto terapéutico como un recurso de suma importancia tanto para las
consultantes como para el proceso, especialmente en la consolidación de una autonomía
creciente.
Lo anterior se observa de forma clara en los casos 2 y 3: la participación activa del
hermano de Mariana durante el proceso terapéutico –siendo este también un adulto- permitió
co-construir estrategias orientadas a promover una autonomía solidaria en la familia a propósito
de los tensiones relacionales que se presentaron en el contexto familiar frente la crisis. En
cuanto a Danna es menester señalar que la participación de la hermana en sesiones conjuntas
con los padres permitió reflexionar sobre aquellas dinámicas relaciones que se presentan en el
sistema como tensiones familiares en la adolescente, creando al tiempo medidas dentro del
contexto terapéutico en los que se daba un lugar significativo al sistema fraterno respetándolo
para que puedan ejercer el derecho a la privacidad, tener sus propias áreas de interés y disponer
de la libertad de cometer errores en su exploración (Minuchin, 2005).
De acuerdo con lo anterior se recomienda para futuros escenarios terapéuticos considerar
la participación de los “pares” o todas aquellas personas que puedan presentarse en algún
momento dado como “recurso” para los consultantes en la autonomía creciente que van
desarrollando.
Una vez expuestas las comprensiones y reflexiones a propósito de los recursos y
estrategias que fueron empleados durante el proceso psicoterapéutico en la ampliación de la
autonomía de mujeres con crisis vitales en sus contextos familiares, se hace necesario, presentar
como sugerencia para futuros estudios incluir de manera más significativa el contexto
institucional en la configuración tanto de crisis como de autonomía de mujeres portadoras del
síntoma. Lo anterior ya que un aspecto significativo presente en los tres casos fueron las
tensiones que las consultantes en más de una ocasión manifestaron tener con los contextos
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institucionalizado, especialmente con los centros prestadores de servicios de salud con los que
además tienen frecuente contacto.
Finalmente, otra reflexión que merece ser expuesta a propósito de los contextos
psicoterapéuticos sistémicamente orientados es la duración de los procesos, pues fue algo
común en los tres casos la prolongada duración en el tiempo que tuvieron. Esta característica se
asocia a los asuntos serios que se trataron: a nivel general en los tres casos hubo
hospitalizaciones, medicaciones, médicos, psiquiatras; en el caso particular de Alicia se
observan síntomas en miembros de la familia como alcoholismo, abuso de drogas e intentos de
suicidio. Se trata efectivamente de crisis que comportan múltiples aspectos que deben ser
considerados durante la intervención. Es así como se sugiere que en futuros espacios
psicoterapéuticos se realice una lectura de contexto como la que aquí se desarrolló, teniendo en
cuenta además a los profesionales que se presentan como sistema de ayuda, para promover en
menor tiempo caminos de cambio positivo.
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