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SANTIAGO,
■
i
AGOSTO
4
DE
1930
i
!■
NUESTRO DIRECTOR
•
Él Sábado, por orden de la
autoridad administrativa, ha si
do llevado al sur el director de
este diario, don €¿uis A. Silva
Silva
.
las explicaciones que se
han dado sobre este hecho,
</ que un diario de ayer se enEn
nos
íarga de. publicar, se atribuyen
al señor Silva actividades per
sonales que el Gobierno cono
cerla y no podría aceptar.
La sola idea de que se supon
ga al señor Silva semejantes ac
tividades no puede menos
de
sorprendernos
otros,
a
y,
cuantos
juntó con nos
conocen al se
ñor Silva,
espíritu ecuánime y
tranquilo, hombre de trabajo y
ajeno, por carácter, a intrigas
de toda naturaleza.
Es indudable que, en este ca
so, se trata d-e un error, que se
guramente será reparado.
Mientras esto -ocurre, saluda
mos, en nuestras columnas de
honor, a nuestro director y iría*
;"TrflÍ estamos -nuestra: confianza
en que pronto lo veremos rea
nudar sus habituales
tareas,
para las cuales posee dotes y
criterio excepcionales.
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