Opinión - Juventud Rebelde

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OPINIÓN
SÁBADO
30 DE ABRIL DE 2016
juventud rebelde
LA CRÓNICA
por NYLIAM VÁZQUEZ
GARCÍA
[email protected]
LO vi venir. No soy clarividente, pero a veces,
adivino. Cuando me
anunció su deseo le dije
que No. Alto y claro. Es
cierto, no lo dejé terminar de hablar,
no hubo quién me sacara de la
rotunda negativa. Fui dura. Lo sé.
Se puso triste, pero era necesario. El año pasado me había hecho
un regalo caro, carísimo, que excedía sus posibilidades y las mías, un
regalo que no se parecía a mí. Esta
vez no iba a permitir excesos, ni por
buenas razones.
Me dio miles de argumentos,
todos de peso, transparentes, queribles, pero no me dejé convencer.
Si mi madre hubiese visto la escena se habría puesto las manos en
la cintura y habría dicho: «Mijita,
¿limosna con escopeta?». Pero
El regalo y la tía
ella misma habría concordado con
que cuando digo: «Por aquí», ni a
tiros es posible hacerme cambiar
el rumbo.
Así que él y yo, luego de una larga discusión sobre nuestras discrepancias sobre el asunto, llegamos a
un trato: me podía hacer un regalo,
pero si aceptaba mis condiciones.
Tenía que ser un libro.
No podía comprar un libro (no podía invertir un centavo en «el regalo»).
Debía ser un libro suyo, uno que
él pensara que no podía dejar de leer.
Un buen libro, uno que creyera
que me gustaría.
Se fue cabizbajo, ya había
hecho planes. No entendió mi
tozudez. Dolió verlo partir deshecho. Pero de regreso a la cotidianidad y con un año más en las
líneas de los Ojos, mi blog, ahí
estaba él. Serio, triste aún, me dio
un paquete: «Mira, cumplí todos
los requisitos. Léelo, por favor».
Eligió para mí El libro de Teresa,
de Armando José Sequera. Historias
cortas, las ocurrencias de Teresa,
una chiquilla simpatiquísima que se
adueñó de mis noches. Un libro hermoso, responsable de todas las carcajadas de las últimas madrugadas
en Centro Habana y que me devolvió
las ganas de contar cuentos.
No soy clarividente, pero a veces
resulta perfecto hacerme feliz a mi
manera. Simple. Supongo que nadie
mejor para enrumbar las puntadas
que bordan mi sonrisa.
BRAVA
Aprieta la boca, hace muecas,
aparta el bocado con la mano.
Con tía, dice.
Le hablo.
—Tía te carga y mamá te la da.
—A ver, mi cocuyita, hay que
comerse la papa.
—No quiero.
—¡Mira, con tomate…!
—¡No!
—¿Y fritica sola…?
Hace un gesto con la mano.
—¿Y si te hago el avioncito?
Está rica esta carnita…
—¡No quiero!
Mamá pierde la paciencia:
—¡Isabela, abre la boca!
Tía vuelve a la carga:
—Mira, cariño, el gigante de
Meñique se la come toda, toda la
papa. Dale, esta cucharadita.
La cabeza se mueve como un
ventilador. Su NO, enfático, rendiría al gigante.
—Mira, solo carnita y tomate…
Abre la boca. ¡Milagro! Otro truco. Abre, mastica como si tuviera
espina. Traga.
Asume que ha sido suficiente.
—Mi vida, otra más, la última.
¡Dale… mmm, qué sabrosa!
Se quita el babero, cierra la
boca muy duro. Mamá y tía se
rinden.
—Isa, tienes que comerte la
papa para ponerte grande. No
puede ser que todos los días esta
hora sea tan difícil. Tía lleva el fin
de semana contigo y siempre
igual. ¡Tía está brava!
Me mira seria. No dice nada.
Piensa unos segundos y…
—Tía, ríete —y se ríe ella para
que me contagie.
Me aguanto (ya casi me olvidé
de la comida).
—Tía, ríete. Por favor…
FRENTE
AL ESPEJO
Cosas increíbles
JAVIER DUEÑAS OQUENDO
[email protected]
«MAGNÍFICOS muchachos,pudimos estar hace varios meses
con ellos en la Casa Insólita de Las Tunas, proyecto cultural
que ellos atienden, y de verdad son excelentes, con cosas
increíbles. Allí nos explicaron que se preparaban, fuertemente, para romper un récord Guinness en conducción a ciegas
(Carrera por telepatía, Ana María Domínguez Cruz, 29 de
abril). Hicieron una rueda como de 20 compañeros y fue adivinada cada cosa que les preguntaron. Cuando llegaron a mí,
me pidieron el carné de identidad y lo cambié. Metí la mano
en el bolsillo y le saqué una memoria flash. Contestó que
era una memoria. Le pregunté por la capacidad, y respondió
32 GB. Aquello se cayó abajo…». (E. Morejón)
«Algo que también me sorprende es la carencia del casco protector. Si tanto riesgo encerraba esta demostración,
cómo es posible que a los jóvenes motoristas tuneros se
les permitiera realizar semejante actuación sin esa medida de protección. ¿Fue acaso parte del requisito para
Habana Magia 16, o para romper el récord Guinness?
Espero que sigan cosechando éxitos Aliet y Arley, pero las
autoridades deben prever, o al menos minimizar un posible accidente». (Nébuc)
«Gracias por recordarnos a todos los brigadistas Conrado
Benítez aquel acto con nuestro invencible Comandante
(¡Jóvenes, hijos del pueblo!, Luis Hernández Serrano, 29 de
abril). Alfabeticé en Vueltas y conservo en mi memoria aquella gesta de la cual, como todos los que participamos, nos
sentimos orgullosos». (Roberto de la Peña)
ACUSE
DE RECIBO
JESÚS ARENCIBIA LORENZO
[email protected]
DESDE el 16 de junio de 2013, Olga Margarita Castillo Vargas (calle 14, entre 1ra.
Avenida y Avenida de Céspedes, Manzanillo, Granma) despachó para Cuba una caja
con objetos que adquirió al final de su
misión de colaboradora en la República
Bolivariana de Venezuela. En diciembre de
2015 (su carta se publicó el 9 de enero),
aún el envío, inexplicablemente, no había
llegado a su destinataria en suelo cubano.
Refería la licenciada en Hemoterapia
que empleó para dicha gestión «el servicio
de Transcarga a Puerto Bayamo, en el contenedor 91». Asimismo, afirmaba que había
llamado en varias oportunidades a Transcarga y nunca atendían el teléfono; en tanto, al comunicarse con Venezuela le aseveraban que sus pertenencias habían arribado a la Isla en mayo de 2015.
Otros internacionalistas conocidos de la
lectora habían remitido bultos al final de su
colaboración, y estos habían llegado, aunque algunos con faltantes, relataba.
A propósito responde Juan Carlos González Zamora, director general del Grupo
Atrapada en la espiral
Empresarial de Transporte Marítimo Portuario (Gemar). Afirma Juan Carlos que su institución «le comunicó a la promovente la
situación en que se encuentra su carga en
la actualidad y le expresamos que su contrato fue personal, empleando como vía de
servicio la Agencia Espiral Infinito».
«La Empresa de Transcargo —enfatiza el
directivo— no participa en la transportación
de la mercancía y se responsabiliza con la
carga una vez que arriba al país».
De igual forma, concluye el funcionario,
respecto a los faltantes que mencionan en
paquetes de otros colaboradores, no se
pudo verificar por falta de los datos personales de estos.
Agradezco la breve contestación. Pero he
de apuntar algunos aspectos que permanecen lamentablemente en una nebulosa.
Si Gemar pudo comunicar a la colaboradora el estado en que se encuentra su carga,
entonces se puede suponer que la carga
existe, o sea, que no se perdió en algún limbo sin regreso y, también, que de alguna
manera Gemar debía estar informado de su
DIRECTORA: Marina Menéndez Quintero
SUBDIRECTORES EDITORIALES: Herminio Camacho
DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANA
Fundado por Fidel el 21 de octubre de 1965
Eiranova, Ricardo Ronquillo Bello y Yailin Orta Rivera
Yurisander Guevara
Zaila
SUBDIRECTOR DE DESARROLLO:
trayectoria hasta llegar a suelo antillano.
¿Por qué el directivo no expuso entonces en
su respuesta pública cuál es finalmente la
situación del paquete de marras?
Por otra parte, al mencionarse un contrato «personal» con la Agencia Espiral Infinito, ¿qué debe inferirse? ¿Pertenece a
Cuba o a Venezuela? ¿Existe alguna cláusula o convenio en virtud del cual Gemar y
Espiral Infinito sean co-responsables por el
destino final de las cargas?
En fin, quedan muchas preguntas sobre el
tapete, y la gran angustia del cuento, que es la
pérdida de pertenencias de una trabajadora
cubana, aún pesa.
AYUDAR A ELSIVIADES
Con caligrafía temblorosa escribe desde la punta de Cuba, allá en Guantánamo,
el veterano Elsiviades Cautillo Tomás. Su
historia remite inevitablemente a otras
que hemos publicado en la columna. Resulta que Elsiviades, con 72 años a cuestas, no ha podido jubilarse porque en su
expediente aparecen solamente 23 años
SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO:
Enrique Saínz Alonso
REDACCIÓN: Territorial y General Suárez,
Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba.
APARTADO: 6344
de trabajo, en vez de los 34 que sostiene
haber laborado.
En el documento legal, afirma el remitente, faltan algunas hojas que debían estar. Y
sin el legajo completo —le han dicho en las
entidades implicadas— es imposible obtener la jubilación. Elsiviades tiene cinco hijos,
pero cuatro de ellos, mujeres, se desempeñan como amas de casa y no tienen condiciones económicas para mantenerlo.
Más allá de que a su carta le faltan elementos que podrían clarificar el asunto, uno
puede percibir, en ancianos como él, una falta de orientación notable. ¿Qué pudieran y
debieran hacer las instituciones correspondientes para encaminar a personas con
estas necesidades? Existen formas legales
de probar años de trabajo, ¿le han sido oportuna y suficientemente explicadas a este
adulto mayor? Cuba es cada vez más —y
con orgullo— un país de ancianos. De cuanto allanemos las gestiones y la vida de ellos
penderá la armonía y el bienestar social. En
Rosa de Mata s/n, municipio de Baracoa,
Elsiviades espera comprensión y ayuda.
ZONA POSTAL: La Habana 6
CP: 10600
PIZARRA: 7882-0155, 7882-0346, 7882-0789
TELÉFONO ATENCIÓN A LECTORES: 7881-8265
CORREO ELECTRÓNICO: [email protected]
INTERNET: www.juventudrebelde.cu
ISSN: 0864-1412
Impreso en el Combinado
de Periódicos Granma.