Página 2 - Vanguardia

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Sábado, 19 de marzo de 2016
La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante; es
proposición, estudio, examen y consejo.
José Martí
Como la madre con el hijo

Por Ricardo R. González
([email protected])
Nadie pone en tela de juicio las luces del
sector de la Salud en Villa Clara; aunque a
veces ciertas sombras lo opacan cuando las
personas no reciben el servicio con la calidad y la atención requeridas.
Recuerdo aquellos movimientos de Unidad Modelo, Colectivo Moral y Colectivo del
Pueblo y para el Pueblo, que insistían en lograr la satisfacción plena de una población
que muchas veces no encuentra respuestas
eficientes.
Una de las tantas reiteraciones es la no
permanencia de algunos médicos y enfermeras de la familia en sus consultorios, y las
acciones para erradicar esta deficiencia no
encuentran acotejos definitivos. Persisten lugares donde la burocracia envuelve, y para
lograr la firma de una dieta, la confección de
modelos o un trámite específico, es como viajar a la Luna; mientras en no pocos casos el
llamado «terreno» justifica la ausencia de los
expertos en el sitio.
Detalles contradictorios si se tiene en
cuenta que el propio ministro del ramo, doctor Roberto Morales Ojeda, ha reiterado que
hasta el 80 % de las problemáticas de Salud
deben resolverse en la atención primaria, con
énfasis en el radio comunitario.
De los 2791 planteamientos recogidos
en el último proceso de rendición de cuentas,
el 37,4 % estuvo dirigido al funcionamiento y
estado de los consultorios del médico de la
familia. Muchos de ellos, sin óptimas condiciones, en espacios improvisados o carentes
de privacidad, y aunque algunos han sido
resueltos, aún prevalecen respuestas sin soluciones o insatisfactorias para la población.
mundial tras el anuncio del 17 D y ahora
todos, o casi todos,
quieren saber aún más
de la isla caribeña.
Mantener la singularidad dentro de un panorama global en extremo occidentalizado se convierte en
imperativo para un país
que se abre al mundo,
una apertura necesaria y
lógica que, además, traerá retos que precisan ser
asumidos con inteligencia.
Ahora más que nunca la prensa debe cumplir su papel; pero para
saber si los medios son o no efectivos, resulta imprescindible auscultar a las audiencias. Un mensaje
necesita de sus públicos para ser
interpretado, asimilado…, y si no se
sigue la producción mediática nacional, se corre el riesgo de que se
vuelva nula la labor informativa.
No puede reflejar el mejor de los
mundos posibles (altas producciones, mercados agropecuarios ideales, buenos precios, etc.), mientras
la cotidianidad dista mucho de ese
sueño de perfección.
Le toca poner el dedo sobre la
llaga, polemizar (con hondura) y
colocar sobre la mesa los problemas que le duelen a la sociedad,
para mejorarla.
Solo así podrá legitimarse el
periodismo que se hace y, con él, el
discurso que defiende. Los medios
deben abrirse a la interacción, darle paso al debate y convertirse en
espacio de pensamiento colectivo
desde donde construir un futuro
mejor.
Ningún tema puede ser tabú en
los momentos actuales, aunque
todos deben tratarse con profundidad. La crítica superficial puede
hacer mucho daño. Por eso, hay que
soltar el ancla e ir tras las esencias,
para no quedar solamente en la denuncia del problema.
Tampoco se trata de acudir a un
hipercriticismo demoledor, sino de
encontrar el punto medio, donde se
elogie la buena obra, y se digan las
verdades que se tienen que decir y
cuando se tienen que decir.
Llegó el momento de revolucionar las poses vetustas. Llegó el
momento de erradicar todo vicio de
secretismo, toda fuente que huye y
rehúye de dar información; porque
también les toca a las instituciones
compartir con el pueblo la información que manejan.
Cada silencio, cada asunto que
se obvie dentro de los medios oficiales engordará la especulación,
las bolas, los rumores.
En días de wifi la prensa vive
nuevos retos, porque en el ciberespacio sobreabundan páginas,
blogs, diarios digitales; la mayoría de ellos, prestos a decir cuando los nuestros callan.
De ahí la importancia de generar contenidos que se acerquen de
forma valiente y responsable a la
cotidianidad. La audiencia busca
una prensa que profundice, que trasluzca los acontecimientos y brinde
Por Leslie
Díaz Monserrat
([email protected])
una información valiosa que logre
resaltar en el océano de la Internet.
Además, es necesario repensar el periodismo que se hace. Ponerle más palabras, salirse de las
frases hechas, hacer que el lector
disfrute el texto, y desterrar para
siempre los relatos insulsos y los
bloques antiperiodísticos con sabor a purgantes imposibles de tragar.
Por otro lado, está el asunto de
la inmediatez que imponen las redes sociales, en las cuales se insertan, cada día más y en medio
de las posibilidades, los cubanos.
En este sentido urge una renovación tecnológica, porque toda
mejoría en la prensa también pasa
por el matiz de lo económico, de
los salarios por debajo de la media nacional que obligan al pluriempleo y que atentan contra la
calidad.
Como diría el propio Umberto
Eco, la batalla en la «Era de la Comunicación no se gana en el lugar
de donde parte la comunicación,
sino en el lugar a donde llega». Por
eso, se hace necesario mirar a las
audiencias, optimizar el conocimiento que se tiene sobre ellas, conocer
sus necesidades, los problemas
que las agobian día a día.
En estos momentos, la prensa
cubana debe ser como la madre,
que defiende a su hijo frente al vecindario, pero que lo requiere en
familia y le señala los defectos, con
esa mezcla de amor y firmeza que
le corrige el camino.
LA SALUD
TIENE SOMBRAS
En ello conspira también la no convivencia del equipo de Salud en la vecindad; baste
decir que la provincia dispone de 53 casasconsultorios ocupadas por personal ajeno a
las funciones asistenciales.
En otro giro merecen un aparte las consultas de proyección comunitaria, que no
siempre cumplen lo dispuesto.
Pensemos en aquellos residentes en
sitios intrincados que deben trasladarse a la
cabecera de su municipio para recibir la interconsulta. ¿Qué haría usted si —deficiencias
de transportación aparte— le dicen que la cita
está suspendida porque no concurrió el especialista?
Soy de quienes piensan que las instituciones hospitalarias requieren de tratamiento priorizado para evitar que el paso del tiempo, la falta de mantenimiento, las indolencias
humanas y las variadas indisciplinas sociales provoquen un colapso que impidan su
funcionabilidad.
Hay un poco de todo. Desde filtraciones
de una planta a otra, servicios sanitarios inservibles, vectores convertidos en huéspedes
permanentes de las mesitas habilitadas en
las salas, mobiliario en pésimas condiciones, colchones que piden a gritos su
remplazo, comidas que llegan frías, medicamentos en falta, en fin… Unos casos provocados por cuestiones de infraestructura;
otras, por descuidos, indisciplinas humanas
o por disímiles causas, pero
latientes.
Es cierto que los grandes proyectos requieren de dinero que muchas veces ni existe, mas los cálculos y las mentes ágiles, bajo la oportuna planificación, deben funcionar
como ese Big Ben que marca el
tiempo exacto en el lejano Londres.
Y si bien las carencias materiales golpean, hay otras que lastran y
duelen mucho más. No siempre las
personas reciben un trato correcto ni
una respuesta orientadora. Existen
trabajadores del sector en sus diferentes categorías ocupacionales con
actitudes impropias que ponen en
juego el bienestar de muchos.
Tampoco el servicio de ambulancias exhibe buen rostro, por las causas que sean; en
tanto, la atención a enfermos encamados, los
hogares de ancianos e instalaciones dedicadas a la tercera edad, así como de los insumos, requieren una mirada detenida e individual.
Según el dictamen de la comisión de Salud, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente presentado a la reciente Sesión Ordinaria de la
Asamblea Provincial del Poder Popular, entre
las principales deficiencias del ramo, aparece
la situación higiénico-epidemiológica con la
presencia del Aedes aegypti. Pero en esto la
Martirena
«Hoy, un país pertenece a quien
controla los medios de comunicación», así lo asegura el escritor y
filósofo italiano recién fallecido
Umberto Eco en su ensayo «Para
una guerrilla semiológica», y esta
aseveración tiene una validez demostrada.
Los medios de masas constituyen un instrumento indispensable para el poder. Con la complicidad de estos se han gestado guerras injustas —la de Irak, por ejemplo, debido a la supuesta existencia de armas de destrucción masiva— y hasta se han fraguado intentos golpistas en Latinoamérica.
(Muchos recordarán cuando televisoras de la derecha apoyaron el
golpe contra Hugo Chávez).
Por otro lado, el sistema mediático produce, reproduce y legitima códigos o normas culturales
que, según el teórico de la comunicación Jesús Martín Barbero,
«adaptan a los miembros de la
sociedad a una estructura económica determinada». Por ello, en
el mundo capitalista casi todos los
mensajes llevan su dosis publicitaria como incentivo al consumismo, que alimenta al andamiaje productivo del sistema.
En este escenario, la prensa
desempeña un papel decisivo,
pues de ella depende también la
legitimación o el mantenimiento de
una ideología.
Cuba se encuentra en un momento histórico importante. Se ha
convertido en punto de mira a nivel

respuesta tiene que ser multifactorial y con
peso decisivo en las conductas individuales a
fin de cerrar puertas al mosquito.
La Salud tiene sombras. Es triste que
nuestras vidrieras se empañen y no muestren el brillo requerido. Hay condiciones objetivas que impiden pasos agigantados, pero
otras dependen de realidades humanas que
se desarrollan a medias o no existen.
Es cierto que también hace falta el estímulo y la atención a quienes desempeñan
un rol protagónico, mas en materia de sanidad, la vida pide alicientes y no desdichas ni
infortunios.