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Centenario de Edmundo Valadés l Birdman l Enrique Gómez Carrillo,
promotor del haikú en Iberoamérica l El espejismo de la industria cultural
Recuerdo de Abigael Bohórquez l
Para comprender a Kafka
Colaboraciones de Roberto Bañuelas, Martha Chapa, Roberto Bravo y Carlos Bracho
El Búho está de luto, ha muerto uno de nuestros más asiduos colaboradores y un
amigo entrañable: el gran cantante de ópera Roberto Bañuelas. Te extrañaremos, pero
esta revista seguirá publicando tu obra con la que siempre estaremos recordándote.
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Nació en ciudad Camargo, Chihuahua. Estudio canto y composición
en el conservatorio nacional de música. Fue un intelectual
completo, que no sólo fue compositor y cantante sino pintor
y escritor.
Debutó como concertista en La Creación de Haydn, y en ópera con
La bohème de Puccini, interpretando el papel de Marcelo, en 1958.
En 1959 formó parte del grupo Nueva Música de México, con el
cual presentó obras de su inspiración como el poema sinfónico
Avenida Juárez, piezas para piano y canciones.
A partir de 1961 actuó en temporadas de ópera en México y los
Estados Unidos, especialmente con la Dallas Civic Opera, y en 1968
y 1969, con la New York City Opera. De 1971 a 1979 participó en
más de 500 funciones de ópera en los más importantes teatros
europeos, principalmente en Hamburgo, Múnich, Fráncfort del
Meno, Turín, Hannover, Manheim, Karlsruhe, Sofía, Praga, Amberes,
Tel Aviv, entre otros.
Como primer barítono ha alternado con destacados cantantes
contemporáneos como Franco Corelli, Luciano Pavarotti, Plácido
Domingo, Gianni Raimondi, René Kollo, Martí Talavera, Boris
Christoff, Montserrat Caballé, Mirella Freni, Gundula Janowitz,
Gwyneth Jones, Teresa Stratas, Katia Ricciarelli, Cristina Deutekom
y Fiorenza Cossotto.
Fue dirigido por los más importantes directores de nuestro país,
entre ellos: Carlos Chávez, Luis Herrera de la Fuente, Fernando
Lozano, Sergio Cárdenas, Francisco Savín, Enrique Diemecke,
Héctor Quintanar, Enrique Bátiz, Enrique Barrios y José Guadalupe
Flores, entre otros.
Publicó cuatro libros de cuentos: Ceremonial de cíclopes (CV
Editores), Los inquilinos de la Torre de Babel (Universidad
Autónoma de Tamaulipas), Memorias del exilio interior (Tintanueva
Editores) y Memorial de poetas entre lobos (Fundación René Avilés
Fabila y el IPN). Las novelas El valle de los convidados de piedra
(Universidad Autónoma Metropolitana) y Templo iluminado de la
soledad (Editorial Doble Sol); el libro de poesía Trashumancia del amor cautivo
(Tintanueva Editores); así como El canto y Diccionario del cantante, (Editorial
Trillas) y Nueve canciones, publicadas por la UNAM.
En 2007 fue el estreno mundial de su primera ópera de la Trilogía La muerte
de Agamenón; en 2008, la segunda, con el título de El regreso de Orestes, y en
febrero de 2009, la tercera, titulada El juicio.
Entre los premios más importantes que recibió destacan la Medalla Mozart
por obra y trayectoria (2007) y la Medalla de Oro por 50 años de trayectoria
otorgada por el INBA (2008).
Visita el
Es único en el mundo a pesar de su
pequeñez física. Actualmente tiene
bastante más de lo exhibido. Cuenta
con alrededor de 200 fotografías,
caricaturas, grabados de escritores
famosos, principalmente mexicanos.
Tiene más de 100 primeras ediciones
firmadas por sus autores, entre ella
están libros de Gabriel García Márquez,
José Saramago, Mario Vargas Llosa,
Edgar Allan Poe, Carlos Fuentes,
Alejo Carpentier, Evtushenko, Isidro
Fabela, Juan Rulfo, Juan José Arreola,
Rafael Solana, Fernando Vallejo,
José Revueltas, José Emilio Pacheco,
Carlos Mosiváis, Elena Poniatowska
y muchos más.
Cuenta también con objetos
pertenecientes a escritores relevantes
como plumas, máquinas de
escribir, lentes, cartas documentos
diversos...
Faro del Saber Bicentenario
Av. Parque Lira No. 94
Col. Observatorio
Tel 5276.7700
www.museodelescritor.org.mx
Consejo editorial:
José Agustín Griselda Álvarez (>) Raúl Anguiano (>) Carlos Bracho José Luis Cuevas Martha Chapa
Alí Chumacero(>) Alberto Dallal Beatriz Espejo Gelsen Gas David Gutiérrez Fuentes Andrés
Henestrosa (>) Luis Herrera de la Fuente(>) Dionicio Morales Carlos Ramírez Ignacio Retes (>)
Bernardo Ruiz Sebastián Fernando Sánchez Mayans (>) Leticia Tarragó
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Director:
Aída Emart
René Avilés Fabila
Subdirectora:
Rosario Casco Montoya
Coordinación de arte:
Félix Acevedo
Diseño:
Osam Malja García
Colaboradores:
Manuel Aceves Pulido(>) Eugenio Aguirre Héctor Anaya Hugo Argüelles (>) Roberto Bañuelas (>)
Martha Bátiz Roberto Bravo Salvador Bretón Rodolfo Bucio Salvador Camelo(>) Elsa Cano Emmanuel
Carballo (>) Marco Aurelio Carballo Antonio Castañeda (>) Jesús A. Castañeda Joaquín Armando Chacón
Leonardo Compañ Jasso Marcela del Río Adán Echeverría Javier Esteinou Sergio Fernández Citlali
Ferrer Martha Figueroa de Dueñas Silvia Fong Robles Luz García Sandra García Enrique Gastélum
Eve Gil Otto-Raúl González (>) Francisco Javier Guerrero José Antonio Gurrea Humberto Guzmán
Saúl Ibargoyen Josu Iturbe Marco Aurelio Ángel Lara Daniel Leyva Roberto López Moreno Froylán
M. López Narvaéz Andrés de Luna Ramón I. Martínez María Eugenia Merino Mayté Noriega Carmen
Nozal Juan Luis Nutte Anabel Ochoa(>) José Luis Ontiveros Gregorio Ortega Federico Ortiz Quesada
Francisco Prieto Jorge Ruiz Dueñas Rafael Ruiz Harrel (>) Hugo Enrique Sáez Alejandro Sandoval
Perla Schwartz Ignacio Solares Ignacio Trejo Fuentes Francisco Turón Roberto Vallarino (>) Liborio
Villalobos Calderón Marcos Winocur Patricia Zama Silvio Zavala
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Artistas plásticos:
Gilberto Aceves Navarro Juan Alarcón Iris Aldegani Rocco Almanza Alonso Luis René Alva Jesús
Anaya Javier Anzures Irene Arias Luis Argudín Carlos Bazán Sergio Ángel Beltrán María Emilia
Benavides Ángel Boligán Philip Bragar Alejandro Caballero Alberto Calzada Margarita Cardeña
Alfredo Cardona Chacón Estrella Carmona Jesús Castruita Martha Chapa Guillermo Ceniceros
Edgar Clement Felipe de la Torre Luis de la Torre Juan Román del Prado Lourdes Domínguez
Aída Emart Francisco Eppens (>) Francisco Espino Perla Estrada José Fernández Carmen Flores
Olivia Fuentes Héctor García (>) Joaquín García Quintana Luis Roberto García Gelsen Gas Luis
Garzón Jaime Goded Esther González Gabriel Gómez Pizano Renato González Juan José Gurrola
Víctor M. Hernández Rigel Herrera Jazzamoart José Juárez Lilia Luján Fernando Leal Audirac
Antonio Ledesma Miguel Ángel Ledesma
Jorge López Luckie Leonel Maciel Elsa Madrigal
Francisco Maza Ángel Mauro(>) Pepe Maya Mel Edgar Mendiza Raúl Méndez Adolfo Mexiac
Arturo Miranda Jesús Miranda Hugo Navarro Octavio Ocampo Ofloc Sebastián Carmen Parra
Soid Pastrana Carlos Pérez Bucio Alejandro Pérez Jesús Portillo Neri Felipe Posadas Laura
Quintanilla Ma. del Carmen Razo Carlos Reyes Alejandra Ríos Vicente Rojo Javier Roldán
Teódulo Rómulo Gregorio Rosas Guadalupe Rosas Rruizte Oswaldo Sagástegui Max Sanz Peter
Saxer Fernado Silva Luciano Spano Antonio Tadeo
Raúl Tame Leticia Tarragó M. Tarbados
Francisco Tejeda Jaramillo Mauro Terán Miguel Ángel Toledo Mauricio Vega
Roger Von Gunten
Daniel Zamitiz Enrique Zavala
e-mail para envío de colaboraciones:[email protected]
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Instituto Verificador de Medios
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[email protected]
[email protected]
Circulación certificada por el Instituto Verificador de Medios
Registro No. 285 / 01
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Nació en México Distrito Federal el 19 de
Enero de 1962. Hizo estudios de grabado
en la Escuela de Pintura, Escultura y
Grabado ¨La Esmeralda¨. Estudió pintura con el Maestro Guillermo Zapfe.
Llevó a cabo un curso sobre Pintura
Mexicana del Siglo XX en la Universidad
del claustro de Sor Juana. Y otro sobre
Vertientes, ruptura y arte joven en la
Escuela Mexicana de Pintura del Museo
de Arte Moderno.
Mary Stoppert comenta lo siguiente
de nuestra portadista: “El bello arte de
Aída Emart nos introduce hábilmente
a su mundo privado de paisajes figurativos y de narrativas implícitas que
evocan tiempos y lugares distantes. El
arte de Emart tiene muchos ambientes
y frecuentemente incluye un aspecto de
dualidad. El espectador puede encontrar a una de sus voluptuosas mujeres
posada y posando simultáneamente.
Estas mujeres parecen estar en espera
de algo, anticipándolo o perdidas pasivamente en la narrativa, con frecuencia
con un animal cómplice.
“Aída Emart sigue evolucionando
como una maravillosa artista/pintora.
Ella se conecta con el medio en el que
trabaja, ya sea dibujo o pintura, con
tanta fuerza como su amor por sus
temas. Utiliza colores fuertes, texturas
ricas y líneas atrevidas para crear dramatismo en cada obra. Emart se conecta
de manera muy personal a cada pieza y
parece ser ella quien está en la pintura,
respondiendo a nuestra mirada.”
Su Obra ha estado presente en ferias
internacionales en Miami, Nueva York
y Vancouver, donde obtuvo Mención
Honorífica. Hasta la fecha Aída Emart
cuenta con 23 exposiciones individuales
y más de 60 colectivas. Su obra se ha
reproducido y utilizado en varios medios
como portadas de discos, revistas y
libros.
El Búho. Año 16. Marzo 2015. Número 169 Es una publicación mensual. Publicado por María del Rosario Casco
Montoya. Calle Yácatas 242. Col. Narvarte. CP. 03020, Delegación Benito Juárez. Teléfono y fax: 56395910 y 56393266. Celular: 04455 20959228. www.revistaelbuho.com. [email protected]. Editora responsable: María del Rosario Casco Montoya. Reserva de Derechos al uso exclusivo: 04-2013-050811215600-203. Fecha de la última modificación, 30 de Abril de 2014.
ISSN: en trámite. Ambos realizados en el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Dra. María del Rosario Casco Montoya, Yácatas 242, Colonia Narvarte, Delegación Benito Juárez, CP. 03020, Responsable de la versión electrónica: María del Carmen Castillo Z.
Boulevard Ignacio Zaragoza, condominio Granero casa 36 Col. Hacienda del Pedregal CP. 52910 Atizapan de Zaragoza, Estado de México, Celular 04455 2516 2928
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la editora.
Contenido
Editorial
La encantadora ninfa llamada Lolita René Avilés Fabila 4
l
De nuestra portada
¿Día del amor y la amistad o de la violencia? Daniel Dueñas 6
Bohórquez: una voz que se niega al olvido Ramón I. Martínez 8
Birdman o la virtud de dialogar cinemáticamente Joel Gustavo Rodríguez Toral 11
El centenario de Edmundo Valadés José Miguel Naranjo Ramírez 15
El espejismo de la industria cultural Manu de Ordoñana 23
Trashumancia del amor cautivo Roberto Bañuelas 27
De utopías andantes… Julio César Ocaña 31
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Confabulario
El holandés loco Francisco del Castillo Lozano 39
El viejo profesor de narrativa Oscar Martínez Molina 41
Poemas Primeros Ignacio Martín 45
EL WHITE Roberto Bravo 47
Un minuto… cartas de amor Ylia Kazama 49
La calle Edgar Aguilar Farías 67
Diez Haikus de la memoria Marco Mora 62
Cinco sueños para Sandra Lorenzano Ulises Velázquez Gil 64
Carta de amor: me acorde de ti Rafael Martínez de la Borbolla 66
Haikús María Teresa Rodríguez Almazán 69
El muerto singular Gabriel José Vale Valera 71
Haikús Camelia Moreno 74
Textos muertos Yurazzy 75
Elías lujurias Fajardo... Mi amigo Benjamín Torres Uballe 77
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Clave de sol
Pero sigue siendo el rey Salvador Quiauhtlazollin
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85
Letras, libros y revistas
La Biblioteca de David recomienda… David Figueroa 88
Enrique Gómez Carrillo:
Promotor del haikú en Iberoamérica Ángel Acosta Blanco 90
Las constelaciones poéticas de Miguel Ángel Muñoz Jorge Sifuentes Cañas 96
Martínez Ocaranza y el sagrado averno Roberto López Moreno 100
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Apantallados
Una manzana podrida Francisco Turón 103
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Arca de Noé
Adiós al dirigente campesino Francisco Carranza Francisco Javier Carranza Romero 106
El ejercicio del poder y su significado democrático Francisco J. Carmona Villagómez 108
Los trancos Carlos Bracho 114
Cumbre de sabores y aromas Martha Chapa 117
¿Qué hacer? Hugo Enrique Sáez A. 120
La culta polaca Por Supuesto 123
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Para la memoria histórica
(archivo coleccionable)
Cuentos de Franz Kafka
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Páginas centrales
editorial
. .La encantadora ninfa l amada Lolita
L
a maravillosa novela erótica de Vladimir Nabokov, Lolita, fue elogiada por Denis de Rougemont
y Graham Greene y sacudió a muchos lecto-
res del orbe. En México, donde no cabía la literatura de
amor-pasión, fue recibida como una obra revolucionaria.
Las descripciones de la hermosura, gracia de la jovencita
y su delicada piel son perturbadoras. La adolescente es
una joven atrevida, perversa y poco común, que resucita
la pasión de su padrastro. Al principio fue acusada de
pornográfica. Fue un escándalo y ha sido llevada dos veces a la pantalla, la primera con James Mason en el papel
de Humbert-Humbert, y la segunda con Jeremy Irons. La
mejor Lolita fue sin duda Sue Lyon y ninguna otra como
Shelley Winters para el papel de la madre. Sin embargo,
ambos filmes fueron fallidos debido a la mojigatería de la
época. La novela es un clásico de la literatura universal
y como tal se anticipó a su tiempo. Criticada y censurada, hoy es estudiada y analizada no sólo por su atractivo
tema, un triángulo poco frecuente aún en nuestra época,
sino también porque muchos la consideran un monumento al idioma inglés. Ahora, cada vez que alguien se
topa con una niña precoz en cuestiones amorosas es calificada --con ironía o precisión-- como una Lolita.
Carmen Parra
El tacto es uno de los elementos del amor. El principio del
erotismo. Acariciando la piel comienza en lo profundo a gestarse
El Búho
el orgasmo. Un beso (lo sabían los antiguos griegos y
pero ¡la quería! Con cuánto anhelo deseó acariciar su
los latinos, más recientemente Klimt y Rodin) desata
piel brillante bajo la luz neón del anuncio de un des-
una explosión que el corazón apenas nota y el cerebro
lustrado hotel. Con cuánta ternura se hinchó su pecho
tarda en digerir. La literatura amorosa lo ha propaga-
al imaginarse sorbiendo sus lágrimas, gimiendo en su
do y la realidad es todavía más explícita. En todo gran
pelo, explorando el más diminuto rincón de su frágil
poema o novela de amor, aparecen alusiones a la piel.
cuerpo hasta quedar transido de azul éxtasis.”
Imposible concebir la pasión sin pasar por ella. Tersa,
La piel juega un papel destacado en los textos
suave, morena, bruñida, rubia, negra, blanca, delicada,
literarios amorosos, a veces el principal: la belleza fe-
nacarada, son calificativos frecuentes. Cleland, Shakes-
menina comienza por dos sentidos básicos: la vista y
peare, Sade, Neruda, D. H. Lawrence, Bukowski, Anaís
el tacto. Humbert-Humbert, al perder a Lolita, va en-
Nin, Henry Miller, son algunos que le han dado forma a
loquecido en su busca, añora la piel marmórea de la
los sueños y fantasías eróticas de los lectores. Nabokov
jovencita. Cuando al fin la encuentra, es otra mujer:
fue claro en sus descripciones femeninas: nos presentó
ha cambiado: la metamorfosis es degradante y así la
a una criatura angelical, de belleza perfecta, con un
describe: “…y allí estaba mi Lo, con su belleza estro-
espíritu renovador y agresivo, un tanto cruel y desde
peada, sus manos adultas y venosas, sus brazos de
luego lujurioso. Lolita será siempre más avanzada que
piel de gallina, sus orejas chatas.” Todo está perdido
cualquier niña faunesa o ninfeta. No obstante, el final
para el amor-pasión: Lolita ha dejado su deslumbrante
desconcierta: Lolita convertida en Dolores encuentra el
y pícaro pasado para convertirse en hacendosa ama
amor en un hombre común y la felicidad en la familia
de casa.
convencional. El gran perdedor es Humbert-Humbert, el
Lolita es una novela que ha probado sus valores
hombre que fue subyugado por la niña y luego abando-
estéticos y la niña pecaminosa capaz de provocarnos
nado. Destacan en la novela las descripciones sensua-
pasiones encontradas. Humbert-Humbert, después
les y sexuales, acaso lo que mayor escándalo produjo
de esa experiencia, vivirá eternamente deslumbrado
y que, hoy, ante los excesos de la cinematografía y la
por el pubis blanco y pecoso de Lolita. No importa que
televisión, palidecen de asombro.
su futuro sea el de un hombre lastimoso y nostálgico.
En una parte, Nabokov escribe: “Humbert-Hum-
La literatura se ha hecho más audaz, allí está Philip
bert arrebató la manzana. Dámela, suplicó mostrando
Roth con El Animal moribundo, donde un viejo profe-
las palmas de mármol. Le tendí la deliciosa fruta. Lolita
sor universitario es capaz de conquistar a sus alumnas
la tomó y la mordió. Mi corazón fue como nieve bajo
y correr amores ardientes. Pero para muchos quedará
esa piel carmesí…” Enseguida hace una excitante y
el recuerdo imborrable de Lolita, la niña que ha inquie-
hermosa descripción del cuerpo de la joven.
tado a millones de lectores.
En otro momento, el narrador señala: “H-H: era
un monstruo pentápodo, pero la quería. Era despreciable y brutal y depravado y cuanto pueda imaginarse,
René Avilés Fabila
Editorial de nuestra portada
Daniel Dueñas
N
i de lejos celebramos el día del Amor y
la Amistad, nada del catorce de febrero
de los enamorados, de los que cultiva-
mos la amistad, ni hablar de chocar las copas de
la franca hermandad, ni nosotros los mexicanos
agobiados por la ola, por el tsunami de la violencia y la muerte, como tampoco los creyentes de
Alá que matan en su nombre a judíos y a todo
aquél que no profese su fe, sean europeos, norteamericanos, asiáticos, o en represalia, las bombas,
misiles, balas de aquellos ofendidos, lastimados,
muertos, merced a la furia religiosa de Talibanes
asesinos bajo la protección, sí, divina de Mahoma
y el Islam escrito en el Corán, aunque, para desgracia de la humanidad toda, no sólo sean estos
la única amenaza, el único mal que sufre y padece,
sino que existen otras que asolan a hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños en otras latitudes
de la tierra, en el Medio Oriente entre los mismos
mahometanos que interpretan de diferente forma
Jazzamoart
El Búho
al profeta y pelean entre sí, jordanos que ametrallan
común denominador que nos une, el de la violencia,
sirios, iraníes que ametrallan iraquíes, balas que vie-
ya sea por cuestiones religiosas, políticas o económi-
nen y van en nombre del mismo dios, del mismísimo
cas, o, como sucede en México, violencia y muerte,
Alá, muerte también entre la multitud de naciones in-
desasosiego y franco terror a esta ola desatada por el
dependientes que conforman la otrora África Colonial,
Soma del que hablaba Huxley en su Mundo Feliz, o
repartida por siglos por los imperios europeos de in-
sea, la cocaína que seda de sus angustias a las na-
gleses, franceses, españoles, portugueses, italianos y
ciones, a los ciudadanos, mejor dicho, de países lla-
demás que hicieron del continente negro, un vasto,
mados mega desarrollados, principalmente los Esta-
inacabable manantial de esclavos que vinieron a fun-
dos Unidos con más de tres mil kilómetros de frontera
dar la raza afroamericana, que hoy, siglos más tarde,
con México, cuya ciudadanía en grandes proporciones
forman parte medular de Brasil y los Estados Unidos,
requiere, necesita, del Soma cultivado y procesado
así como de otros países como Colombia, Venezuela y,
en Perú, Colombia y Bolivia, enviado a México para
en gran proporción, en todas las islas del Caribe; seres
ser introducido, merced a esa kilométrica frontera, al
que fueron esclavos y hoy ciudadanos de cada una de
mercado estadunidense, tráfico que se ha convertido
esas naciones, ven con horror las matanzas que ocu-
en un verdadero manantial de riqueza anhelado por
rren en la tierra de su origen, donde el fratricidio arra-
las bandas de delincuentes, que en su afán de con-
sa con millones. Europa, la colonizadora por excelen-
trolarlo han desatado un conflicto que no pocas vidas
cia, tanto en África como en el Oriente Medio y el Asia
ha segado, sino que también se ha convertido en una
Lejana, sufre en carnes y territorios propios, la vio-
real amenaza para la estabilidad de la nación, merced
lencia de los que fueron esclavos, hoy ciudadanos de
a que estos grupos delictivos han expandido sus accio-
las naciones colonizadoras, que siglos después pagan
nes criminales, al secuestro, el asalto a bancos, a insti-
in situ propio los desmanes del coloniaje que se llevó
tuciones privadas, emboscadas a las fuerzas de seguri-
no sólo las riquezas naturales, sino las humanas, son
dad y, como consecuencia, al asesinato cuyas víctimas
sus descendientes convertidos en ciudadanos fran-
se cuentan ya por decenas de miles, situación que
ceses, ingleses o españoles, quienes ahora cobran
no sólo nos preocupa, sino que nos aterra, al tiempo
venganza y abiertamente anuncian que Europa será
de unirnos y colaborar con las autoridades que día con
africana o bien parte del Islam que, les vaticinan los
día exponen la vida en nuestra defensa.
Ayatolas visionarios del mundo entero, que el islam
dominará al mundo.
Pero el porqué de tamaño rollo, se preguntará us-
Por ello, por el escenario que tenemos al frente,
nos fue imposible celebrar el 14 de febrero el día del
Amor y la Amistad.
ted, paciente lector, a qué viene todo ello, viene de un
*Aparecido en La Jornada de Morelos el 15 de febrero de 2015.
de nuestra portada Ramón I. Martínez
H
aciendo una relectura del libro de ensayos
Abigael Bohórquez. La creación como catarsis, de Ismael Lares (Fondo Editorial Tierra
Adentro, 2012), es posible encontrar entrelíneas el espíritu indómito del poeta, dramaturgo y promotor cultural Abigael Bohórquez (Caborca 1936Hermosillo 1995). Abigael aceptó, rebelde
pues a todo límite, la dura suerte de ser
un poeta en la semipenumbra del siglo
veinte, que empieza a ser reconocido en
estos inicios del siglo veintiuno.
Poeta de culto, su obra ha sido escasamente abordada por la crítica. Tenemos por ejemplos el trabajo de tesis de
maestría de Ana Álvarez, el libro Abigael
Bohórquez: Pasión, cicatriz y relámpago
del Dr. Miguel Manríquez, así como el ensayo que Hernán Bravo Varela dedica al
poeta en su libro Los orillados. En efecto,
Jesús Anaya
El Búho
Bohórquez ha sido orillado por las principales an-
comunica y es en el lector donde ocurre la catarsis,
tologías de poesía del pasado siglo y por la crítica,
un purgar sus propias inquietudes para identificarse
académica o no, a permanecer casi oculto. Es una
con el poema y, como dice Lares, busca Abigael “re-
voz que se niega al olvido. De ahí el valor del libro
nacer a una nueva vida que se le brinda en el ejerci-
de Ismael Lares, joven crítico que da fe del descu-
cio poético”, a la manera de los misterios de Eleusis
brimiento de una voz que se niega al olvido.
de la antigua Grecia.
“Poeta a imagen y semejanza de la poesía” como
lo calificara Efraín Huerta en el poema-prólogo de
Hace cincuenta años
Las amarras terrestres (1969), poemario fundamen-
que nací pedigüeño de amor,
tal en la obra del caborquense. Fue un poeta hijo de
y voy de paso
la modernidad, por lo mismo relegado, a la vez que
al paso
crítico de la injusticia y desigualdad sistemáticas.
antojadísimo
Cantó su amor, abiertamente homosexual, lo que le
de que al menos tú, Muerte,
acarreó no pocas malquerencias y ninguneos. Fue la
no me abandones.
suya una poesía de múltiples influencias, como los
Siglos de Oro, la Generación de Contemporáneos,
la Generación de 1927.
Estos versos de Poesía en limpio (1990) son un
testimonio del recurrente memento mori que tuvo
La poesis aristotélica es un concepto que Lares
Abigael Bohórquez desde su primer poemario, En-
toma como preámbulo en el ensayo inicial de este
sayos poéticos (1955). Ya desde joven perfilaba el
libro, “La creación como catarsis” y señala: “Un ele-
amor y el desamor, así como la denuncia y la pro-
mento necesario en la creación poética es la capa-
testa, en un poema tan celebrado como “Llanto por
cidad para desbordar la conciencia, aceptar la cre-
la muerte de un perro” (1957). Éste es un poema
ación como una catarsis (catharsis para definir el
antológico, que es un canto de amor, es una elegía,
acto de purgación de las emociones) del pensam-
una protesta y una denuncia social. En palabras de
iento innovador” (p. 10) No sé hasta qué punto ex-
Ismael Lares, es “el poema entonces un punto de
ista una purgación de las emociones en la poesía
reconciliación. La catarsis como liberación y reen-
bohorquiana, puesto que “catarsis” es un término
cuentro. Muerte y renacimiento cotidiano. La expul-
que Aristóteles liga más con la poesía dramática que
sión y liberación de sentimientos es una catarsis.
con la poesía lírica, pero es notable que ésta es ad-
Abyección como método catártico para la puri-
mirada como dadora de vida, de renovada vigencia
ficación del ser”. La abyección puede ser tomada
y avasalladora. Más que purgar las emociones, las
en el sentido de humillación. Aquí Lares habla de
de nuestra portada la “escisión elemental entre lo agradable y lo desa-
dalizó a la conservadora sociedad mexicana de en-
gradable”. (p. 19) Fue Abigael un ser desagradable o
tonces. Y de hoy.
incómodo para la cultura oficial: abyecto. Pero él lo
“Quizá la verdadera vocación de Abigael haya
eligió así, al alzar la voz para manifestarse tal cual
sido la de rebelde” (p. 25) Así pues, decidió ser
era, levantando su amor a plena luz, en media calle.
un transgresor consuetudinario a las normas
Abiertamente gay, con un homoerotismo que escan-
de comportamiento convencional, según lo declara en su texto “Corazón de naranja
cada día” (1993), donde el ya maduro
poeta hace una rescisión de su propia
trayectoria, que no desentona con sus
declaraciones de principios anteriores, incluidas en su poemario Acta de
confirmación (1966).
Dentro de su amplio registro temático, Abigael tiene no sólo el homoerotismo y la poesía de protesta. También están los poemas civiles (donde se canta
a héroes olvidados), el amor al desierto
natal y a la aquilina tribu, y destaca el
amor a Sofía, su madre. De todo esto
pasa revista Ismael Lares, quien aunque
no pretenda hacer un tratado exhaustivo de la poesía bohorquiana, sí ofrece
una panorámica bastante interesante
de la misma. Pertenece Ismael Lares a
la estirpe de los críticos que se
abocan al descubrimiento de Abigael
Bohórquez. Un libro que se agradece y
que han de agradecer las nuevas generaciones de lectores del vate sonorense.
Demos tiempo al tiempo.
10 El Búho
Ismael Lares
Joel Gustavo Rodríguez Toral
A
Para Betssy
lejandro González Iñarritu nos presenta una película que dentro de
su filmografía es indudablemente
la mejor, pero que no deja de mostrarnos la
asimilación de propuesta americana en todo
momento, demostrándonos quizá que se vistió sin ninguna duda para sacarse la espina de
ganar el Oscar, cosa que no sabremos hasta
que pase, lo que sí sabemos es lo que vemos
en ella. Hay indudablemente un gran trabajo
tanto en la producción como en el actoral, en
donde Emma Stone en su personaje de Sam
Thompson resulta ser un personaje clave en
el conflicto interpretado por Michael Keaton
quien actúa como Birdman/Riggan Thompson.
La película es intimista e invita a un laberinto
en la vida de una celebridad y del impacto del
valor o valores buscados, sobre todo el del
reconocimiento (en esto bien puede ser un es-
Cruzitos
de nuestra portada 11
pejo del mismo director). Un gran acierto es contar
personaje de Michael Keaton: Riggan Thompson. Lo
la historia en camerinos tras bambalinas y hacer la
que nos deja ver una buena dinámica actoral entre
representación de una obra de Raymond Carver, esto
ambos logrando sensaciones inevitables en el espec-
le da un sentido de identidad, de lucha por la vida y
tador, un verdadero Qua pro Quo. Pero lo verdadera-
de mera representación. Las actuaciones de Naomi
mente inesperado es el alter ego de Riggan Thomp-
Watts son arteras pero en el caso de la histrión es
son con su Birdman paranoia y psicosis parlanchina,
algo acartonada, mientras que en el caso del actor
que lo pone a prueba a partir de cualquier duda
Edward Norton, su actuación forma parte de choque,
al respecto de lo que puede ser un éxito. Quienes
relevancia, ya que entra en escena para enriquecerla,
se vuelven una revelación en Birdman es Zach
y se vuelve el amor de su hija Sam Thompson (Emma
Galifianakis, actor más especializado en comedías,
Stone), provocando sentimientos encontrados en el
como la famosa secuela de: ¿Qué paso ayer? Sin em-
José Juárez
12 El Búho
bargo en Birdman realiza una actuación más sobria,
pretar a la LaMota De Niro se operó para demostrar
consistente y bien lograda como el socio y abogado
la obesidad del personaje como se volvió a operar
de Riggan Thompson en la puesta en escena de la
para quedar como Robert De Niro, siendo que pagó
obra de Raymond Carver. Y bueno la que es para mi
más en sendas operaciones que lo que ganó por
gusto personal realmente la revelación de la película
hacer la película, esto da el tono con Michael Keaton
es Emma Thompson, es quien da mucho sentido al
al volarse la nariz, para demostrar que su persona-
drama personal de Riggan Thompson, y representa a
je en la puesta de teatro daría sangre. Cabe seña-
la persona con quien tiene tanta culpa como padre.
lar el sentido de confesión íntima en los principales
Por otro lado y dentro de esta quizá desesperada
monólogos de Robert De Niro, para hablar de la vida
búsqueda del reconocimiento de la celebridad, en
de LaMota, (en esto hay mucho en los momentos de
que cae Riggan Thompson, en una serie de nuevas
duda de Riggan Thompson) y ese interesante diálogo
valoraciones acerca de la frivolidad que se da en re-
que realiza al final de la película en donde menciona
des con celebridades provocadas como Miley Cyrus,
el parlamento de Nido de Ratas (1958) interpretado
Kim Kardashian, o Paris Hilton que por hacer algo
por el gran Marlon Brando, y dirigido magistral-
insignificante como mostrar su trasero se vuelven
mente por el cineasta Elia Kazan. En segundo lugar
trading topic en las redes sociales. En esto y de una
voy a poner en definitiva a Woody Allen quién en sus
manera muy sugerente, González Iñarritu logra una
películas siempre existen esos extraños diálogos fi-
aguda crítica a las mismas de las cuales él mismo
losóficos que son combinados con bromas, algunos
en su persona, ha sido afortunado como víctima, y
arteros y muy bien logrados, en Birdman González
más ahora que se den los ganadores de los Oscares.
Iñarritu hace uso de ello, tanto con finesa como con
Ahora bien Birdman no se queda ahí solamente
maestría, sobre todo con las actuaciones de la re-
no, González Iñarritu como buen cineasta e intelec-
presentación teatral entre Naomi Watts y Edward
tual aprovecha a su Birdman, para hablarnos de su
Norton, principalmente. De las películas que recuer-
propia mirada y hacernos un diálogo y una disección
do en el manejo del chiste filosófico de Woody Allen
de las películas y directores que de algún modo han
y que muy probablemente están de algún modo rela-
inferido en su quehacer cinematográfico, en mi caso
cionadas con Birdman son las siguientes: Crímenes y
personal he de hablar de a quienes reconozco en la
pecados de 1989, Maridos y esposas de 1992 y que es
propuesta de Birdman/González Iñarritu: En primer
la última que realizó al lado de Mia Farrow, película
lugar y de un modo directo y quizá no muy evidente
que apareció en medio del escándalo de su separa-
es a Martin Scorssesse con la película Toro Salvaje de
ción; Mighty Aphrodite (Poderosa Afrodita) con la
1985 en donde Robert de Niro da vida a Jake LaMota
hermosa y gran actriz Mira Sorvino quien por su pa-
boxeador en donde la paradoja es que para inter-
pel de la prostituta Linda Ash obtuvo el Oscar como
de nuestra portada 13
mejor actriz en 1995; y la que me parece que tiene
Iñarritu en la película es sobre la filosofía del ser
el lazo más directo con Birdman dirigida por Woody
y sus valores, la angustia es drama en donde hay
Allen es Celebrity de 1998 acá conocida como: El
una especie de distancia, un drama que quizá sólo
precio del éxito, en donde Kenneth Branagh con
pesa en la apariencia, la subconsciencia manejada
Leonardo Di Caprio, Wynona Ryder y la espectacular
con el Birdman nos remite al cine de: Walt Disney
Charlize Theron realizan una película con altas y ba-
con: Pepe Grillo, de Pinocho y cuando vuela por la
jas dentro de la búsqueda de un primer espectador
ciudad y ese túnel a toda velocidad indudablemente
que quería ser escritor y que realiza un periodismo
a Peter Pan, en esto hay una metáfora con la ver-
del espectáculo, y que a su vez le toca vivir con las
dadera inmadurez de Riggan Thompson, un persona-
celebridades sus caprichos, manías y su falta de soli-
je que tiene distorsionados los valores reales de ser
daridad y compromiso con los semejantes. Celebrity
amado con el de ser célebre y festejado.
a su vez está conectada con la película del director
La percusión de jazz a base de un solo virtuoso
de cine de autor italiano y gran exponente de una mi-
incluso imaginativo de la batería, me remite a la bo-
rada crítica y feroz del mundo: Federico Fellini quien
hemia de los beats como a Otto Preminger el cineasta
debiera ser el primero de la lista pero lo ponemos en
austrohúngaro y su filme El Hombre del brazo de oro,
el tercer lugar, porque Birdman es una cinta más a
realizado por Frank Sinatra quien era un apostador
la idiosincrasia norteamericana que al cine universal
compulsivo y que además es adicto a la heroína, en
per se. En el caso de Fellini la película que homenajea
donde la música de Jazz está presente.
de algún modo y que dialoga de manera intrínseca
Alejandro González Iñarritu nos demuestra una
González Iñarritu es. La Dolce Vita (La Dulce Vida)
gran broma también, ya que nos despierta una ex-
de 1960 actuada por el gran Marcelo Mastroianni y
pectativa que le permite que la película termine 20
con la recién finada actriz sueca: Anita Eckberg. Esta
minutos antes y nos acrecienta un morbo como es-
película nos habla del glamour de la celebridad, de
pectador esperando algo fatal, y el final con la gran
su soledad y de lo que tiene que vivir esas personas
sonrisa y divertida cara de Emma Stone en primer
que viven en la pantalla de los paparazzi, pero que
plano nos dice el final.
no pueden ser personas normales. En Birdman tam-
A mi me parece que Birdman es con mucho, la
bién se da una revisión de una vida disipada, y de
mejor película de González Iñarritu, sin embargo su
la irresponsabilidad de traer hijos y de no criarlos.
fortaleza también puede ser su principal enemigo
He nombrado una y otra vez la filosofía en el cine
ante la premiación del Oscar ya que por muy ameri-
relacionado con Birdman supongo que habrá más
cana que sea, las reflexiones del cine americano
con las que haya dialogado o coqueteado González
nunca llegan a ser profundas y aristotélicas, son re-
Iñarritu; sin embargo de lo que nos habla González
flexiones por entero mediáticas.
14 El Búho
José Miguel Naranjo Ramírez
La muerte tiene permiso
E
n el Estado de Sonora nacieron caudillos que
diseñaron y dirigieron los destinos del México
postrevolucionario, de sus aciertos y errores la
historia ya se ha encargado. Pero los sonorenses tienen
un caudillo del cual pueden sentirse completamente orgullosos, porque fue un caudillo de la cultura, me refiero
a Edmundo Valadés (1915-1994)
quien es un destacado cuentista,
periodista, editor, un escritor que
sigue siendo un referente en la
narrativa mexicana del siglo XX.
La labor literaria de Edmundo
Valadés es de un valor incalculable en la vida intelectual de México. Fundó y dirigió la revista El
cuento mediante la cual divulgaba
la producción mundial del género
cuentístico y difundía los cuentos de los escritores mexicanos.
Por lo antes señalado, la mejor
manera de celebrar el centenario
Rocco Almanza
de nuestra portada 15
del nacimiento de Edmundo Valadés es conociendo
“Asunto de dedos”, “Adriana”, “Un gato en el ham-
su obra cuestística.
bre”, “La infancia prohibida”, “El pretexto”, “Se so-
El primer libro de cuentos de Edmundo Valadés
licita un hada”, “Todos se han ido a otro planeta”,
se publicó en 1955 y se titula: La muerte tiene per-
“Las raíces irritadas”, “Un hombre camina”, “El gri-
miso el cual está integrado por los siguientes cuen-
tar absurdo”, “Qué pasa, Mendoza”, “En cualquier
tos: “La muerte tiene permiso”, “Estuvo en la gue-
ciudad del mundo.”
rra”, “No como al soñar”, “Como un animal, como
Son cuentos cortos y magistrales, aparente-
un hombre”, “Al jalar del gatillo”, “La grosería”,
mente de lectura sencilla, la mayoría de sus temas
nos hacen reflexionar. Lo que Valadés escribió en 1955 tristemente
son temas tan reales y vigentes en el
contexto que está viviendo México,
su lectura asombra la realidad del
contenido y trataré de ejemplificarlo
explicando brevemente el cuento: “La
muerte tiene permiso.”
En este cuento está por realizarse
una Asamblea ejidal, los ingenieros
son los que conducen la Asamblea;
antes que dé inicio, estos destacados
líderes de manera burlesca, reflexionan sobre la vida de los campesinos:
“-Sí, debemos redimirlos. Hay que
incorporarlos a nuestra civilización,
limpiándolos por fuera y enseñándolos a ser sucios por dentro…” El Presidente inició la Asamblea y después
de los clásicos discursos y promesas
realizadas a los ejidatarios, cedió la
palabra a los campesinos para que
expusieran sus quejas, peticiones,
sueños, etc.
Mayra Armijo Ugalde
16 El Búho
Al inicio nadie se animaba a hablar, de pron-
no estaban convencidas, Sacramento antes de rea-
to Sacramento se hizo de valor y pidió la palabra
lizar la petición expuso el último punto: “Si todo
que le fue concedida, la petición que realizaría a la
esto fuera poco. Salió el Presidente Municipal con
Asamblea se justificaba en los siguientes hechos:
los suyos, que son gente mala y nos robaron dos
“Quiero hablar por los de San Juan de las Manzanas.
muchachas: a Lupita, la que se iba a casar con Her-
Traimos una queja contra el Presidente Municipal
minio, y a la hija de Crescencio. Como nos tomaron
que nos hace mucha guerra y ya no lo aguantamos.
desprevenidos, que andábamos en la faena, no pudi-
Primero les quito sus tierras a Felipe Pérez y a Juan
mos evitarlo. Se las llevaron a fuerza al monte y ai las
Hernández, porque colindaban con las suyas. Tele-
dejaron tiradas. Cuando regresaron los muchachas,
grafiamos a México y ni nos contestaron. Hablamos
en muy malas condiciones, porque hasta de golpes le
los de la congregación y pensamos que era bueno ir
dieron, ni siquiera tuvimos que preguntar nada.”
al Agrario, pa la restitución. Pos de nada valieron los
Después de todo lo narrado como era de espe-
vueltas ni los papeles, que las tierritas se le quedaron
rarse el pueblo se cansó de tan mala autoridad que
al Presidente Municipal.”
promueve la injusticia, el autoritarismo, el abuso del
Derivado del conflicto antes señalado, el Presi-
poder, la corrupción, la delincuencia, el cobro in-
dente Municipal enojado porque esta gente ruin,
justo de impuestos, el descaro, etc. y buscó hacerse
baja, pobre y malagradecida se le habían rebelado,
justicia por sus propias manos, fue en ese contexto
empezó a cobrar los diversos prestamos que debían
que se solicitó el permiso para matar al Presidente
los campesinos y que según él estaban muy atrasa-
Municipal, y la primer respuesta de las autoridades
dos. Como era de esperarse el cobro era mucho más
de la Asamblea es la siguiente: “-Pero somos civi-
elevado de lo que realmente debían y esto ocasionó
lizados, tenemos instituciones; no podemos hacer-
lo que a continuación Sacramento seguía exponien-
las a un lado. Sería justificar la barbarie, los actos
do en la Asamblea:
fuera de la ley.” A esta argumentación válida se le
“-Pos luego lo de m´ijo, siñor. Se encorajinó el
muchacho. Si viera usté que a mí me dio mala idea.
respondió: “¿Y qué peores actos fuera de la ley que
los que ellos denuncian.”
Yo lo quise detener. Había tomado y se le enturbió la
Fue tal la presión que se hizo sobre la petición,
cabeza. De nada me valió mi respeto. Se fue a buscar
que al Presidente de la Asamblea no le quedó otra
al Presidente Municipal, pa reclamarle… lo mataron
opción más que llevar la propuesta a votación: “Se
a la mala, que dizque se andaba robando una vaca
pone a votación la proposición de los compañeros de
del Presidente Municipal. Me lo devolvieron difunto,
San Juan de las Manzanas. Los que estén de acuerdo
con la cara destrozada.”
en que se les dé permiso para matar al Presidente
Por si todavía las autoridades de la Asamblea
Municipal, que levanten la mano…” Mi estimado
de nuestra portada 17
lector, como era de esperarse la votación fue a favor
de Valadés. La vida sencilla, rutinaria, ordinaria,
de manera unánime, una vez obtenido el resultado
la encontrará en la lectura de los cuentos que in-
favorable de la votación, Sacramento declaró: “Pos
tegran el libro Las dualidades funestas, los cuales
muchas gracias por el permiso, porque como nadie
son: “Rock”, “Los dos”, “El compa”, “El verdugo”,
nos hacía caso, desde ayer el Presidente Municipal
“El cuchillo”, “La cortapisa”, “La incrédula”.
de San Juan de las Manzanas está difunto.”
En este libro de cuentos es recurrente encon-
Edmundo Valadés es un cuentista genial, por
trar temas que abordan la pasión, el erotismo, el
supuesto que no se está promoviendo la barbarie,
deseo, la sensualidad, el machismo, la cobardía, el
quisiéramos que esto solo fueran cuentos, pero
vandalismo, la venganza, el concepto de amistad,
tristemente se confirma que lo único que hacen los
los celos, etc. y por supuesto que escribir esas rea-
verdaderos artistas es desnudar la realidad, mejor
lidades como crítica social no siempre serán bien
dicho, una pequeña parte de la realidad.
recibidas. Es importante aclarar, que no todos los
cuentos tienen el objetivo de juzgar una conducta,
Las dualidades funestas
hay cuentos que buscan enseñarnos a comprender
que el enorme deseo y necesidad sexual que todos
La obra cuentística de Edmundo Valadés podría ser
tenemos, es tan natural y no tendría que ser visto
tachada de negativa, pesimista, inmoral e incluso
como una perversión, ejemplo de esto es el cuento
antipedagógica. La realidad es que todos los cuen-
“La cortapisa”.
tos de Valadés solo reflejan parte de la condición
Un aspecto interesante de los cuentos que inte-
humana, y la principal función de la literatura es
gran Las dualidades funestas es la sencillez con la
describir esa realidad. Por eso en el segundo libro
que son tratados los temas, verbigracia es el cuento
de cuentos titulado Las dualidades funestas el cual
“El compa”, en el cual nos encontramos con un
se publicó en el año de 1966, Valadés transcribió la
personaje primero obsesionado y después comple-
siguiente reflexión de Mario Vargas Llosa, que nos
tamente enamorado de la Bicha. Él, le prometía
ayudará a comprender de manera más clara parte
amor eterno, ella si bien le agradaba la idea de irse
de la función de la literatura:
a vivir con su enamorado, tenía la clásica duda que
“…Pero quienes lo condenan afirmando que la
solo la quisiera para el “acostón”.
literatura debe ser edificante y ejemplar, se equivo-
En el contexto en que el personaje enamorado
can, pues la literatura nada tiene que ver con la peda-
se desvivía por conseguir el sí de la Bicha, el compa
gogía. Ella es un reflejo de la realidad y sus límites
con el que siempre convivía en las borracheras y en
son los de la realidad que no tiene límites.”
las cantinas acompañados de mujeres, empezaba
La realidad antes mencionada está en la obra
18 El Búho
a notar que su compa lo estaba abandonando por la
Bicha, un día habían quedado de ir a beber al Agua
Ya vas, pensó. Y luego luego se la llevó por ay.
Azul con unas nuevas mujeres y sucedió lo siguiente:
Caminaron en la noche, sin atender más que a sus
“Ni modo. Dejó de nuevo al compa, tragándose el
ganas, escabullendo borrachos, a los vendedores, a
sentimiento. La Bicha lo esperaba para irse de baila-
las mujeres pintarrajeadas que pasaban casi entre
da. Ella estaba respirando muy fuerte, diciendo que
ellos, sin que los inquietara este o aquel policía que
si a todo, a sus ganas desbocadas de irla apretando
se les quedaba viendo.
más y más entre paso y paso de Nereidas. Hasta sen-
Ya sus manos la iban hurgando ávidamente,
tir debilitar su vergüenza, poco a poco. Luego se la
como si ambos fueran los únicos en pasar por esa
acomodó muy bien, toda apretadita, sin disimular
calle y no existiera sino su deseo y como si todos
la calentura. -¿Nos vamos por ay? Ella nomás se le
los demás, la ciudad entera, hubiera sido hecha para
repegó, muy calladita, y él se sintió a todo dar, muy
que ellos se acostaran donde mejor les pareciera.
dueño de todo, capaz de cualquier cosa.
Llegaron a la puerta del hotel, discreta, tentadora.
-¿Dónde me llevas? -Aquí
nomás linda, a estar solitos
tú y yo. -¿No te digo que llevas mucha prisa? Hoy no.
-Ándale, Vidita, si al cabo nos
queremos bien. -Pero un ratito
nomás y sólo para platicar.”
Estimado
lector,
como
podrá imaginarse ¡entraron
al motel solo para platicar!,
pasaron los días y la Bicha ya
vivía en un cuarto con su enamorado. Él, ¡como todo gran
caballero! le presumía mucho
a su compa lo buena que estaba: “-Bueno ya me enredé con la Bicha. Le puse su
cuarto. Un día te vas a comer
con nosotros. El compa no
dijo nada pero bien que se le
Soid Pastrana
de nuestra portada 19
notaba la molestia. A ver cómo te sale la muchacha.
era una mujer que no merecía ser tratada con tanto
Ya ves cómo son las viejas de aprovechadas. No la
amor, los motivos del compa no son muy claros, tal
vayas a regar por todos lados. Le habría explicado
vez, eran celos de amistad, compañerismo, envidia,
que con ella todo era pura vida, mejor que con las
algún rechazo de la Bicha, la verdad es que no lo
del Agua Azul. ¡Qué agarrones! Como para estarse
sé. Lo que sí se puede comprender en el cuento es
encima de ella a todas horas.”
esa naturaleza desviada, perversa, sucia, machista,
Entre más pasaban los días mayor era la feli-
egoísta, porque el compa le dijo al enamorado que
cidad de los enamorados, pero más grande era to-
él había visto a la Bicha con otro, siendo esto una
davía la infelicidad del compa, éste pensaba que ella
mentira, y como era muy su amigo estaba obligado
a decírselo, se emborracharon y bueno, el
final lo podrá leer Usted, pero le anticipo
que es un final trágico.
Es parte de la narrativa de Edmundo
Valadés, un cuentista original, diferente,
quien en el libro La muerte tiene permiso
nos describió la realidad de la vida rural, y
en Las dualidades funestas nos presenta la
vida de la ciudad con todas sus grandezas
y miserias, teniendo el único propósito de
enseñarnos a no convertirnos en “El Verdugo” o “El compa.”
Solo los sueños y los deseos son
inmortales, Palomita
Toda la obra de Edmundo Valadés se integra en tres libros de cuentos, el tercer
libro con el que se esta celebración por
el centenario de su nacimiento, se titula:
Solo los sueños y los deseos son inmortales, Palomita, publicado en el año de
20 El Búho
Tere Palacios
1980. Con tan poca creación el sonorense nos dijo
Después de tantos años de ausencia, “el ex-
demasiado, porque en todos sus cuentos el lec-
traño” regresó a su pueblo donde había nacido y
tor siempre encontrará una parte donde se identi-
crecido, quería reencontrarse con su pasado para
fique. Los cuentos abarcan el nacimiento, infancia,
que le ayudara a vivir o entender mejor su presente,
adolescencia, juventud, adultez, vejez y finalmente
pero, ¿por qué él ya era un extraño? Podría ser que
la muerte.
nadie lo reconociera o incluso el lugar ya no fuera
Este libro se compone de cuentos nuevos y
el mismo, sin embargo, “el extraño” llegó a expre-
cuentos que ya habían sido publicados en Las duali-
sar: “Tenía la sensación de haber perdido para siem-
dades funestas(1966). El contenido es el siguiente:
pre lo mejor que pudo haber en mí mismo. El re-
“Palomita”, “Rock”, “Las Piernas”, “El cuchillo”, “La
cuerdo no encaja. Intento acercarme lo más posible
incrédula”, “El compa”, “La cortapisa”, “Los dos”,
a mi infancia. Voy al callejón, en el que empecé a
“La marioneta”, “¿Por qué?”, “El verdugo”, “El ex-
vivir. Reconozco la casa de los dos pisos, los barrotes
traño”, “Fin”.
donde un niño metió la cabeza. Las banquetas ya
Después de esta publicación de cuentos llegó el
silencio de Edmundo Valadés, ¿Será que ya no había
no son altas.” ¿El problema será de un cambio en la
estructura física?
más que decir? Puede ser que con el transcurso de los
De pronto “el extraño” ve a un niño que es
años nuestras vidas se van convirtiendo en recuer-
su álter ego (otro yo) el cual le dice lo siguiente:
dos que añoramos, y como el diario caminar solo es
“Desde aquí te veo. No me gustas. No eres lo que
un rápido recorrido hacia la nada, tal vez, mejor val-
yo era. Tus ojos no son los míos. Tú eres otro. Yo
dría la pena dedicar los pocos años que nos queden
soy feliz, no tengo ningún fardo, ningún complejo,
por vivir a dejar de ser “El extraño”.
ninguna frustración. Este callejón es mi ciudad, mi
“El extraño” es un personaje que intenta re-
sueño, mi juego. Vivo feliz en este puerto. Soy parte
cordar cómo fue su infancia, recuerda a su padre
de él. Todos me conocen. Voy al muelle, soy amigo
y algunas anécdotas: “Debo haber sido callejero.
de los marineros, de los pescadores, me dejan subir
Escapaba a las calles o casas vecinas, donde podía
a sus barcos. No, ése en que estás tú, no soy yo. ¡En
pasarme el día jugando con mis amigos. Tendría yo
eso me has trastocado! Te inicié en la libertad de vivir
tendencia a la libertad. Mi madre me ataba a veces
y te dejaste imponer grilletes. Te di una maravillosa
a su máquina de coser. Ella es una desvaída imagen,
infancia. La has perdido. Vete eres un extraño.”
una fugacidad inconcreta, una ternura incumplida.
“El extraño” es un precioso cuento que nos hará
¿Qué me queda además de la visión irreal de su traje
reflexionar y respondernos si hemos evolucionado
blanco, bordado? Puro desarraigo de mi primera in-
o involucionado, cada quien tendrá su respuesta. Lo
fancia. Me ha dolido siempre.”
que sí puedo compartir desde mi “egotismo” es que
de nuestra portada 21
entre más crecemos menos libres somos, nos con-
“La marioneta -un payaso en cuyo rostro de
vertimos en esclavos de todo, incluyendo nuestros
madera asoma, tras el guiño sonriente, una nos-
prejuicios y no olvidemos que el rápido caminar, el
talgia infinita- ha observado el drama de quien le
día a día, es un camino hacia la nada, por lo tanto,
da transitoria y ajena locomoción. Sus ojos parecen
no perdamos el tiempo en un correr tan apasionado
concebir lágrimas concretas, incapaz de ceder al
hacia lo incierto, mejor reflexionemos en lo único
marionetista la trama de los hilos con los cuales él
concreto que tenemos, es decir, yo y el otro.
adquiere movimiento.”
Una vez que desterremos de nuestras vidas a
La muerte es un sentimiento trágico con el que
“El extraño”, no significa que ya resolvimos el pro-
se nace, es algo inevitable, irreparable, por años Fa-
blema trágico del hombre. Dejar de ser “el extraño”
cundo Cabral y Alberto Cortez cantaron: “solo aquel
es para vivir mejor esta vida terrenal, pero cuando
que ha vivido, tiene derecho a morir” y le agregaría a
estemos cerca del final, nos encontraremos con la
la letra que los que realmente viven, nunca mueren,
problemática existencial planteada en el cuento “La
porque hoy a cien años de su nacimiento, estamos
marioneta”. Este cuento se compone de dos párra-
recordando, escribiendo y meditando, sobre el in-
fos, para ser más concreto, en 9 renglones Edmun-
mortal Edmundo Valadés. Finalmente, solo los li-
do Valadés, nos está planteando unamunianamente
bros, la literatura y la cultura son inmortales, esti-
el sentimiento trágico de la vida que es dejar de ser,
mado lector.
[email protected]
de existir.
“El marionetista, ebrio, se
tambalea mal sostenido por invisibles y precarios hilos. Sus
ojos, en agonía alucinada, no
atinan la esperanza de un soporte. Empujado o atraído por
un caos de círculos y esguinces,
trastabillea sobre el desorden de
su camerino, eslabona angustias
de inestabilidad, oscila hacia el
vértigo de una inevitable caída.
Y en última y frustrada resistencia, se despeña al fin como muñeco absurdo.
Teódulo Rómulo
22 El Búho
Manu de Ordoñana
E
l neoliberalismo que se puso en práctica en la segunda mitad del siglo pasado
produjo una feroz transformación de
la sociedad en que vivimos. Su plan de devolver
a los estamentos privilegiados el poder perdido
tras la segunda guerra mundial lleva camino de
convertirse en realidad, al tenor del crecimiento
de la desigualdad social que ha experimentado
el planeta en los últimos años, no tanto por las
crisis, sino porque el Estado ha descuidado su
misión de redistribuir la riqueza.
Ha sido un cambio lento, pero profundo,
que está pasando desapercibido, pero encierra
un enorme perjuicio para las clases más desfavorecidas. Está basado en la liberalización de
la economía, la privatización de los servicios,
el recorte del gasto social y la reducción de impuestos, además de una tolerancia encubierta
a la “no competencia” para favorecer las cuentas de resultados de
Lilia Luján
las compañías multinacionales que, a cambio, se comprometen
a financiar a los partidos políticos, con el consiguiente incremento
de la corrupción y la sumisión de la justicia.
de nuestra portada 23
Tras el hundimiento que sufrió la economía oc-
til, teledirigida para amaestrar al pueblo hacia el “no
cidental con la desindustrialización que siguió a la
pensar”, un modelo que, con el tiempo, ha creado
crisis del petróleo en 1973, la ideología liberal se
una minoría adinerada cuyo fin es derribar esa bur-
apoderó de la cultura con la esperanza de convertirlo
guesía culta que ha sostenido la democracia en los
en uno de los motores para recuperar el brío. Surgió
últimos sesenta años. Esa “industria cultural” se ha
así la “industria cultural”, una expresión seductora
adueñado del mercado y ejerce un cuasi monopo-
que esconde una mercantilización descarada de los
lio en la distribución de los bienes culturales y, por
bienes culturales diseñados para divertimiento de la
ende, el derecho a “sugerir” a los creadores el tipo
plebe, pensada exclusivamente para entretener, en-
de mercancía que conviene a sus objetivos.
cubriendo cualquier ideología contraria a los intere-
Este proceso de industrialización provocó la
ses de la clase dominante para perpetuar su modelo
fusión de todas las manifestaciones artísticas, desde
económico.
las más populares a las más exquisitas, para crear
Pasamos de una “cultura de masas” que surgió
un fruto único de fácil acceso para el consumidor,
de forma espontánea en el pasado a una “industria
convertido en sujeto acrítico por la influencia de un
cultural de producción masiva” de carácter mercan-
discurso inocente, pero cargado de intención. La
24 El Búho
Perla Estrada
Unesco definió en 2005 la “industria cultural” como
Creativa 2014-2020”, con un presupuesto de 2,300
el conjunto de empresas que trafican con bienes o
millones de euros, a fin de recuperar el espacio
servicios dotados de un atributo, uso o fin espe-
perdido, no sólo frente a potencias como EE.UU y
cífico que incorpora o transmite expresiones cul-
Japón, sino también ante países emergentes como
turales, con independencia de su valor comercial,
China y Corea.
acogiendo en el mismo paquete a las siguientes:
Esta estrategia de crecimiento inteligente pre-
patrimonio, archivos y bibliotecas, artes escénicas
tende mejorar el rendimiento de los europeos en
y visuales, música, cine y video, radio y televisión,
materia de educación y desarrollo de la era digital,
libros y prensa.
con objeto de estructurar una nueva cultura que fa-
Más tarde, la crisis económica mundial que es-
cilite la adaptación a los cambios tecnológicos pre-
talló en 2008 aceleró el cambio que nos había traído
sentes y venideros. Hasta aquí, nada que objetar.
la tercera revolución industrial, reduciendo la im-
Pero, a continuación, uno se pregunta: ¿y dentro de
portancia de la producción fabril en beneficio de
este mogollón de dominios, en qué lugar queda el
otras actividades que utilizan como materia prima
mundo de las ideas? En el furgón de cola… difumi-
la capacidad de crear y de innovar, lo que obligó
nado, escondido, olvidado.
a los gobiernos a apoyar la reconversión de sus
Al parecer, no se trata de alentar la instrucción,
economías hacia lo que se dio en llamar “sociedad
sino estimular un modelo cultural descafeinado
del conocimiento”, un enjambre de profesiones de
que sirva para reactivar una economía arruinada
diferente pelaje, que se encuentran en la frontera
por los excesos de un capitalismo demoledor, que
entre la cultura y la industria, con aforo para pro-
se ha llevado por delante los avances conseguidos
mover el empleo y generar riqueza de forma más
en la segunda mitad del siglo XX. Y si este proyecto
igualitaria.
fuera transitorio, ahora que los recursos públicos
Surgió así el concepto de industrias cultura-
son escasos, hasta se podría admitir como apto,
les y creativas (ICC), añadiendo a la definición de
pero no parece el caso. La cultura ha dejado de ser la
la Unesco otros sectores como la publicidad, la ar-
herramienta apropiada para formar personas libres,
quitectura, el diseño gráfico, la moda y la artesanía,
capaces de vivir en comunidad y aceptar la diversi-
a los que más tarde se unieron los videojuegos, la
dad, para convertirse en disfraz de lo que postula.
fabricación de instrumentos musicales, las agencias
Las naciones presumen de avivar la oferta de bie-
de noticias y los servicios de traducción e inter-
nes culturales, pero sin preocuparse de su calidad in-
pretación, a los que la Unión Europea se propone
telectual, para atraer a un público iletrado, ávido de
apoyar y potenciar mediante el programa “Europa
artículos superfluos cuyo consumo apenas exige es-
de nuestra portada 25
fuerzo pensante. Su intención no es instruir al indi-
Si, de acuerdo, pero ¿no se podría invertir el
viduo en las esferas superiores del saber, sino dotarlo
argumento? Si desde la infancia, no se fomenta el
de ese conocimiento positivo que lo haga competi-
estudio de materias que, de por sí, son arduas y difi-
tivo y, de paso, procurarle el poder adquisitivo para
cultosas, en la adultez, resulta casi imposible ad-
que disfrute de un ocio prestidigitador que le ayude
quirir el hábito. Entonces, ¿no sería mejor dedicar
a sobreponerse de los sinsabores de su explotación.
recursos a guiar la sensibilidad del niño hacia las
Con sus necesidades básicas satisfechas, el ser
artes y las letras, en todo su recorrido educativo, en
humano ha devenido un animal dócil que consume
lugar de utilizarlos para subvencionar a la industria?
de manera convulsiva los objetos culturales que
Seguramente así, con el tiempo, veríamos la ciudad
le son ofrecidos como diversión, ha optado por el
sembrada de hombres y mujeres ilustrados, versa-
sometimiento —en línea con las ideas expuestas
dos en disciplinas múltiples, de donde surgirían ta-
por Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo— ha
lentos capaces de crear bienes culturales de vuelo
cedido su libertad a cambio de una existencia sim-
alto, así como un colectivo suficiente de demandan-
ple, sin compromisos, asumiendo los valores y las
tes que los apetezcan. Promover el conocimiento,
formas de vida de las estrellas que los medios de co-
el arte y la cultura desde la infancia provoca un en-
municación, al servicio de la ideología, se afanan en
riquecimiento de todos los sectores de la sociedad.
presentar como referentes irrenunciables. ¿Estare-
En esas condiciones, sí haría falta la compare-
mos abriendo de nuevo el camino de la servidumbre?
cencia de la industria para organizar el mercado,
En esa dirección van las reformas educativas
pero una industria subordinada, al servicio de la
en muchos países que se consideran civilizados. En
cultura, no al revés. La tarea de dar forma y distri-
España, el ministro de cultura ha hablado de “ma-
buir el objeto cultural necesita ese eslabón entre el
terias que distraen” para defender más horas lecti-
artista y el consumidor, un tipo de negocio abierto
vas a los saberes instrumentales (ciencias, lenguas
a iniciativas privadas de tamaño mediano, incluso
y matemáticas), en detrimento de otros más pres-
familiar, en las que se abriría la puerta a multitud
cindibles como las artes y la filosofía, que pasan a
de emprendedores con vocación innovadora, a los
segundo plano, y la música, que queda relegada al
que ahora los poderes públicos podrían financiar,
último escalón de las asignaturas formativas en la
ya que estarían contribuyendo al desarrollo inte-
enseñanza primaria. Los medios de comunicación
gral del ciudadano, a hacerlo más libre y, de paso, a
—salvo excepciones— nos han hecho creer que, en
crear empleo y a repartir la riqueza.
estos momentos de crisis, el gasto público en cultura es prescindible, porque hay otras prioridades.
http://serescritor.com
26 El Búho
Roberto Bañuelas
XXXI
Los amantes siempre somos dos
aunque cada uno sea el espejo del otro
en la contemplación de la marea del amor.
Somos la guerra, la victoria y la paz
al mismo tiempo en que celebramos
el triunfo de los volcanes del alba.
Te amo más allá de las palabras que aún no nacen
para no invocarte con las frases fenecidas
de los amantes fantasmas del pasado remoto.
Creador obstinado de un testimonio
signado junto a la luz en fuga
de este atardecer,
reduzco el decálogo
a las cifras ardientes de tu nombre.
Roberto Bañuelas
de nuestra portada 27
XXXII
XXXIII
En la libertad condicionada por tu hechizo,
La tarde prefiere las espigas a los fósiles
segura del encuentro con la luz,
que emergen a morder los frutos del presente.
rasgas con un grito al silencio congregado.
Indiferentes a la línea invisible
entre la caída y el infinito,
Estación terminal de profecías incumplidas,
los montes custodian
te ostentas en la mar, sirena,
la vigencia de albas y ocasos.
y en la tierra,
donde resplandecen las cumbres de tu cuerpo,
Anclado testigo
eres esfinge que huye en la noche
del presente de ayer y del futuro de hoy,
al encantamiento del amor que inspiras.
contemplo cómo vaticinas en tu vuelo
la fuga de signos promisorios.
Mis sueños y delirios
te creyeron torre abandonada,
En una morada para gnósticos disidentes,
sin la luz del faro,
aprovecho la altura de sus atalayas
sin el grito del último náufrago.
para maravillarme con las acrobacias
Mientras algunas plantas carnívoras
de un pájaro gimnasta que se divierte
sueñan en devorar
contra la inconmovible gravedad del cielo.
a pertinaces y puntuales vegetarianos,
los bosques absorben el atardecer
y, sin detenerse hasta dar con la noche,
XXXIV
caminan silenciosos con su sombra.
Insomne y cautivo guardián
Con las últimas señales de claridad,
ante la puerta de tu entrega,
vaga en espiral apasionada
abandono el testimonio y la presencia
la táctil magnitud de tu recuerdo.
de victorias que marchan fenecidas.
Elijo los emblemas vibrantes de tu cuerpo
que me alumbran y me conducen a penetrar
en el templo tripartita de un dios compartido.
28 El Búho
En la llanura desolada
Carne de la imagen,
dialogan las torres y el espacio;
tiemblas en mi alma
abajo, con paciencia nutrida de siglos,
como el viento de la tarde
los capullos de piedra proliferan
que hace gemir de amor
frente a la convergencia de enigmas fatigados.
a los sauces que se olvidan de llorar.
En la guerra silenciosa
del olvido y la esperanza,
surge la revelación migratoria
del eco armonioso de tus pasos.
Junto a la pétrea elevación
que rinde su tributo al horizonte,
tu nombre se vuelve jubiloso campanario,
y de los campos florecientes del crepúsculo
comienzan a germinar emisarios nocturnos.
XXXV
Con pasos de gacela en primavera,
emigras con los fulgores del día
y el canto nuevo de cada amanecer.
Cuando retornas de los bosques,
fundas con tu presencia
el altar encantado del deseo;
cuando te vas,
me dejas en herencia
la magia febril de tu recuerdo.
María Emilia Benavides
de nuestra portada 29
A la imantación de tu piel florida,
en el insomnio nutrido por tu ausencia.
como peregrino cautivo de tu hechizo,
Recuerda que en cada estación espero, siempre,
deposito en tus manos
el rumor de tus pasos de gacela en primavera.
la ofrenda amorosa de mis besos.
XXXVI
¡Por qué tus labios prefieren el silencio
si todo tu ser me da el canto apasionado
Hay un coro de lejanos peregrinos,
de la vida?
mensajeros fervientes
Gacela nocturna: no corras más en la llanura
que marchan hacia la floración del canto.
de mis sueños diurnos ni te aposentes
La locura duplicada
de predicar la armonía en el desierto,
dejó atrás la ceremonia del crepúsculo
que se reunió en el bosque
mientras las torres se inclinaban como espigas.
Cuando el deseo embiste
contra el cuerpo inmenso de tu ausencia,
la luna me hipnotiza y me compensa por la espera.
Desde el círculo de angustia
que proyecta el espejismo
de una cuadratura lejana,
retorno a la mansión que atesora
las mutables iridiscencias de tu forma.
Situado en la vital sincronía
de los cálidos atributos de tu ser,
el amor sigue como el guardián victorioso,
timonel audaz de este barco embriagado
de olas, brumas, arrecifes y nostalgia.
Margarita Cardeña
30 El Búho
Julio César Ocaña
“
No son éstos, tiempos propicios
para la utopía”, nos recuerda
don Adolfo Sánchez Vázquez (†).
—Más aún, don Adolfo, sepultureros de la utopía abundan, y son
bien pagados por cierto…
“Utopía” es un concepto renacentista (si bien ya de utopías
etéreas escribía Platón). Pienso
en “Utopía”, la clásica de Tomas
Moro, pero también en las utopías
de Campanella y Bacon, y en la de
Morelly, en el siglo de las luces. Por
supuesto, en las de los socialistas
utópicos, ya entrado el siglo XIX
(Saint-Simon, Owen, Fourier y Cabet). Pero, sobre todo, pienso en la
Aída Emart
utopía comunista de Marx y Engels, la única realmente posible, la
única apalancada científicamente; la utopía en la cual creo, en la
que sueño; la que me alienta...
“El hombre libertario seguirá creando sueños y tramando utopías
hasta el fin de sus días” (Cartas desde Berlín, p. 20).... Aunque no es
de nuestra portada 31
guisar enchiladas, eso de tramar utopías. Ya sabe-
Pero, sigamos con el discurso de Don Quijote a
mos eso, dolorosamente lo sabemos. Por eso, creer
los cabreros hospitalarios y generosos que, azora-
en utopías no es cosa de hombres comunes, es mi-
dos, escuchaban palabras tan descabelladas:
sión histórica de Caballeros andantes…
“Eran en aquella santa edad todas las cosas co-
Acabo de releer, una vez más, El ingenioso Hi-
munes: a nadie le era necesario para alcanzar su
dalgo don Quijote de la Mancha, esta ocasión en la
ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la
práctica y funcional versión digital, esa bella que
mano y alcanzarle de las robustas encinas que lite-
anda navegando por allí, gratuitamente, en el ci-
ralmente les estaban convidando con su dulce y sa-
berespacio…
zonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos,
Como todas las veces, me sumergí en la loca y
en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes
sutil, aunque profundísima sabiduría de su protago-
aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y
nista, y me solacé con su cándido humor, con ese
en lo hueco de los árboles formaban su república
humor que para Octavio Paz es “el gran invento”
las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cual-
de los tiempos modernos, invento que debemos a
quiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha
Cervantes, fundador del arte de la novela (junto con
de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques
Rabelais), y padrino de la era moderna, en opinión
despedían de sí, sin otro artificio que el de su cor-
de Kundera (al menos en la literatura, reflejo elabo-
tesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se co-
rado de la realidad).
menzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas
Pues bien, me detuve un poco más en el Capí-
sustentadas, no más que para la defensa de las in-
tulo XI (I), a pensar y a repensar el discurso de Don
clemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo
Quijote, donde se refiere a esa “dichosa edad y si-
amistad, todo concordia; aún no se había atrevido
glos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron
la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las
nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que
entrañas piadosas de nuestra primera madre; que
en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se
ella, sin ser forzada, ofrecía, por todas las partes
alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna,
de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese har-
sino porque entonces los que en ella vivían ignora-
tar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la
ban estas dos palabras de tuyo y mío…”
poseían. Entonces sí que andaban las simples y her-
Discurso que da pie a esta aventurada reflexión
mosas zagalas de valle en valle y de otero en otero,
que gustoso comparto, de la mano, debo decir, de
en trenza y en cabello, sin más vestidos de aquellos
los preclaros encaminamientos del respetable filó-
que eran menester para cubrir honestamente lo que
sofo hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez.
la honestidad quiere y ha querido siempre que se
32 El Búho
cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se
ni ofender los del favor y los del interés, que tanto
usan, a quien la púrpura de Tiro y la tantos modos
ahora la menoscaban, turban y persiguen. La ley del
martirizada seda encarecen, sino de algunas ho-
encaje aún no se había asentado en el entendimien-
jas verdes de lampazos y yedra entretejidas, con lo
to del juez, porque entonces no había que juzgar, ni
que quizá iban tan pomposas y compuestas como
quien fuese juzgado. Las doncellas y la honestidad
van agora nuestras cortesanas con las raras y pere-
andaban, como tengo dicho, por dondequiera, solas
grinas invenciones que la curiosidad ociosa les ha
y señeras, sin temor que la ajena desenvoltura y las-
mostrado. Entonces se decoraban los concejos amo-
civo intento las menoscabasen, y su perdición nacía
rosos del alma simple y sencillamente, del mesmo
de su gusto y propia voluntad…”
modo y manera que ella los concebía, sin buscar
He aquí la utopía del caballero andante: Un mun-
artificioso rodeo de palabras para encarecerlos. No
do dichoso, una edad dorada, que algún día exis-
había la fraude, el engaño, ni la malicia mezclán-
tió, aunque fuese en su imaginación, pero que, en la
dose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba
visión de otros quijotes más modernos, no sólo es
en sus propios términos, sin que la osasen turbar
deseable, sino posible.
Adolfo Mexiac
de nuestra portada 33
En su fantasiosa y fantástica reseña, don Quijote apunta tres aspectos dignos de resaltar:
a)
La ignorancia del “tuyo” y del “mío”; es
decir, la ignorancia de la propiedad privada.
me bastaría para afirmar categóricamente que en lo
más profundo de los anhelos quijotescos anidaba
esta grandiosa idea. Es verdad que el manchego atolondrado hablaba mirando hacia atrás en el tiempo,
b)
La comunidad de bienes, y
en tanto que los marxistas lo hicieron (lo hacen, lo
c)
La liberación del trabajo.
hacemos) mirando hacia adelante en la historia.
Justamente son estos tres elementos las piedras
Lo importante para este caso es la existencia de la
angulares de la sociedad comunista, visualizada
idea, de lo posible pasado, en un caso, y de lo po-
por Carlos Marx y por Federico Engels. Esto solo
sible futuro en el otro. Pero no es mi intención adjudicar semejantes pensamientos, locos
o no, a unos cuantos precisos. Si somos
curiosos, veremos que tanto en el antiguo
Platón como en el renacentista Moro, o en
el ilustrado Rousseau, sin pasar de largo
a los predicadores del socialismo utópico, aparecen, una y otra vez, en distintos
pasajes de sus magnas obras, o incluso
en varias de ellas, los mismos conceptos,
más remarcados en unos que en otros,
pero presentes siempre en todos ellos.
No es pues ocurrencia de uno el sueño
de una sociedad que ignore el “tuyo” y
el “mío”, que viva en comunidad de bienes y que se halle liberada del trabajo.
Tan no es ocurrencia de uno o dos iluminados, preclaros, visionarios, que ya los
humildes y auténticos primeros cristianos
habían hecho de estas locas ideas forma
de vida y convivencia, tal y como nos narra
el evangelista Lucas en los Hechos de los
apóstoles. Si bien, el último elemento, el
34 El Búho
Carlos Pérez Bucio
de la “liberación del trabajo”, sólo lo encontramos
del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban
en Carlos Marx y en Don Quijote, aunque distintos
y persiguen. La ley del encaje aún no se había sen-
por su contenido y por sus formas.
tado en el entendimiento del juez, porque enton-
En su obra fundamental, Das Kapital, el funda-
ces no había qué juzgar ni quién fuese juzgado. Las
dor del materialismo dialéctico e histórico y de la
doncellas y la honestidad andaban, como tengo di-
economía política marxista concibe la generación de
cho, por dondequiera, sola y señera, sin temor que
“tiempo libre” como escenario propio de la libertad.
la ajena desenvoltura y lascivo intento le menosca-
¿Pero, de dónde sale el tiempo libre? Pues de la pro-
basen, y su perdición nacía de su gusto y propia
ductividad del trabajo. Ésta, a su vez, es resultado
voluntad.”
de un desarrollo colosal de las fuerzas productivas
Así era la imagen de la sociedad utópica (pasa-
del hombre: de la ciencia, de la técnica, de la tec-
da) que soñaba don Quijote, una sociedad que exis-
nología, del desarrollo organizacional… Al liberarse
tió en los tiempos dichosos de una Edad de Oro su-
el hombre del trabajo, de la necesidad de trabajar,
puesta…
o al lograr la posibilidad de dedicar cada vez me-
Es de resaltar que la utopía de nuestro entra-
nos tiempo al trabajo, sin por ello ver menoscabada
ñable deschavetado implicaba también una crítica
la producción de bienes y servicios en su beneficio,
de su entorno, de su realidad circundante. Crítica
pasa del reino de la necesidad al reino de la libertad.
que percibimos claramente cuando se refiere a la
Esto es, en la visión de Marx (en resumidas cuen-
“Edad de Hierro”, en la que impera el fraude, el en-
tas) el comunismo. O sea: ¡Riqueza! ¡Tiempo libre!
gaño y la malicia; en la que no existen la paz, la
¡Libertad! (mas, para todos, no para unos cuantos,
amistad ni la concordia, y en la que el entendimien-
como sucede en las sociedades de clases). Me re-
to del juez se asienta en la “ley del encaje”.
fiero, esencialmente, a lo mismo de lo que hablaba
Me vienen a la mente, por analogía, las palabras
don Quijote a los cabreros. Resulta interesante ob-
pesimistas, pero tristemente verídicas, de Octavio
servar cómo el héroe manchego no se queda en lo
Paz en La llama doble:
económico (como tampoco Marx), sino que va más
allá todavía.
Veamos: “Todo era paz entonces, todo amistad,
todo concordia... No había la fraude, el engaño ni
“Si pensamos en términos históricos, vivimos
en la edad del hierro, cuyo acto final es la barbarie; si pensamos en términos morales, vivimos en la
edad del fango.”
la malicia mezclándose con la verdad y la llaneza.
La crítica cervantina en El Quijote va más allá,
La justicia se estaba en sus propios términos, sin
pues, del plano económico (propiedad privada)
que la osasen turbar ni ofender los del favor y los
de la “Edad de Hierro”. Se extiende a lo político,
de nuestra portada 35
a lo social, a las instituciones (Iglesia, Estado),
y a la moral imperante que dicta, que prescribe,
Bien podría haber agregado, digo yo: ¡Cabreros
de todos los países, uníos!
que prejuzga, y que juzga y condena… Sin querer
La Edad de Oro es posible, mas no por arte de
queriendo, sin decir diciendo, nos aclara don Quijote
magia o por milagro divino, sino fruto de la lucha,
que todas esas inhumanidades del hombre derivan
de la batalla, de la aventura, del milagro de la acción.
de un pecado original: La propiedad privada, y en
Don Quijote teoriza, pero demuestra que su con-
esto coinciden (¿curiosamente?) ambas visiones, la
vicción es, también, un asunto de hechos. Teoría y
quijotesca y la marxista. Si acaso hubo una dichosa
Praxis, diría Marx. Por ello afirma Sánchez Vázquez
“Edad de Oro”, se debió a la ignorancia del “tuyo” y
que la utopía cervantina “no es sólo asunto de ideas
del “mío”. Si acaso habrá una dichosa nueva, futura
o de ideales, sino de acción y actividad práctica. La
“Edad de Oro”, se deberá entonces a la abolición de
utopía es aquí no sólo la visión de un mundo ideal,
ese “tuyo” y de ese “mío”.
sino de un mundo que debe existir, y este ‘debe’,
Y, otra coincidencia más: al igual que en Marx,
Don Quijote no se detiene en la proclamación de la
como imperativo moral, es el que empuja a Don
Quijote a la acción.”
superioridad y la grandeza de la Edad de Oro. Este
Y, sin embargo, Don Quijote fracasa una y otra
último se propone, ferviente y apasionado, desinte-
vez en su incansable afán libertario y justiciero. ¿Por
resado por supuesto (como corresponde a todo ca-
qué fracasa nuestro héroe? ¿Acaso porque construir
ballero andante), mediante sus temerarias hazañas,
utopías no es “enchílame otra”? Creo que eso lo
hacer realidad esa Edad de Oro.
sabemos de sobra, y de allí se afianzan, de ahí se
Poner en práctica los postulados de justicia,
agarran con uñas y hasta con dientes, los sepulture-
equidad, honradez y solidaridad, es para nuestro
ros del ideal socialista, los enterradores de la utopía
héroe manchego un imperativo moral, una cuestión
comunista. “¿Ven? El socialismo ha fracasado, el
de honor; y, sobre todo, una cuestión de amor… Y
socialismo no sirve, el socialismo no es posible”,
por ello y para ello fue que “se instituyó la orden de
nos escupen en el rostro. “¿Lo ven?: Marx estaba
los caballeros andantes, para defender las donce-
equivocado”. “Déjense, de una vez por todas, y para
llas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y
siempre, de sueños, de utopías… La Edad dorada es
a los menesterosos….”
quimera quijotesca…” “¿Abolición de la propiedad
Y remata contundente, digno y orgulloso:
privada? ¡Jamás!” “Un mundo sin propiedad privada
“Desta orden soy yo, hermanos cabreros, a
es inconcebible…”, pregonan histéricos.
quien agradezco el agasajo y buen acogimiento que
hacéis a mí y a mi escudero…”
36 El Búho
¿Es imposible la utopía, acaso porque es contraria a la naturaleza humana? ¿Existe una “naturaleza
humana”? O existen, más bien, circunstancias…, y
bastara. Fracasa, prácticamente, por ser un héroe
por tanto, situaciones moldeables, modificables, su-
solitario.
perables… Si me preguntan, yo digo que el hombre
Y nos preguntamos preocupados: ¿El fracaso
no es ni bueno ni malo por naturaleza; el hombre,
de Don Quijote equivale, acaso, al fracaso de la
en cambio, puede elegir ser bueno o ser malo, o sus
utopía?
circunstancias lo pueden predisponer para lo uno o
Una lección importantísima, entre muchas más,
para lo otro. Y aquí hallamos otra razón para el fra-
de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Man-
caso de Don Quijote: Él quería transformar el
mundo como resultado de su lucha solitaria;
mas, al contrario, tan colosal y tan compleja
tarea no puede ser una tarea individual, sino
colectiva. He aquí una de las diferencias entre
ambas intenciones “utópicas”, la de Don Quijote y la de Carlos Marx.
Miguel de Cervantes Saavedra, el prohombre renacentista, iniciador de la Edad
moderna, nos enseña más y nos demuestra,
aunque de manera subliminal, que fue un tan
genial como sublime precursor de la concepción y de la visión marxista del hombre y
de la historia. El Manco de Lepanto insinúa
que la utopía de su Quijote está condenada
a fracasar una y otra vez; sí, pero siempre y
cuando no se ofrezcan determinadas condiciones para su realización. Don Quijote fracasa, entre otras cosas, porque toma ventas
por castillos y molinos por gigantes; y porque
cabalga en un jamelgo escuálido, y porque
sus armas son rudimentarias, y porque tiene
por acompañante a un único y pobre hombre
ignorante y mal comido, por si lo anterior no
Leticia Ocharán
de nuestra portada 37
cha, es que la locura de transformar el mundo será
de su visionaria obra como sueño deseable y po-
una locura perdurable en tanto no entendamos
sible, como utopía realizable. A saber: que un em-
que transformar nuestras circunstancias debe ser la
prendimiento como el de don Quijote de la Mancha,
obra de muchos quijotes individuales, pero unidos
está, ciertamente, destinado a fracasar. Que esto,
en pensamiento, en palabra y en acción. La transfor-
sin embargo, no representa el fin de la utopía. Que,
mación de nuestra “Edad de Hierro” en una “Edad
por el contrario, la utopía es tan necesaria e ineludi-
de Oro”, será fruto de la unión, de la cooperación,
ble como lo es el anhelo de una vida digna, justa y
de la organización y la solidaridad de muchos Qui-
libre; de una vida en armonía, paz y amor. Que esta
jotes y, entre más seamos, mejor. O, simplemente,
utopía es no sólo necesaria sino apremiante, y que
no será…
bien vale, por la altura de sus miras, por la nobleza
El fracaso concreto, al pretender realizar no-
de su intención, enfrentar todos los escollos que se
bles ideales, como bien apunta el maestro Sánchez
opongan a su realización y correr todos los riesgos
Vázquez, no significa, por ello, que hay que renun-
que implique, que no serán ni pocos ni pequeños.
ciar a la utopía en nombre del más craso realismo.
Finalmente, me resta decir, parafraseando al
“No se puede vivir sin utopías”, nos dice, “como su-
recientemente fallecido maestro Adolfo Sánchez
gieren los agoreros que hoy proclaman su fin.”
Vázquez, uno de los filósofos marxistas contem-
Por eso Cervantes, a pesar del trágico fracaso
poráneos más preclaros y consecuentes, que esta
de su personaje ficticio, no renuncia a ella, a la
utopía, necesaria para trascender el mundo exis-
utopía.
tente y vivir una vida mejor, será, sí, una locura qui-
En el capítulo final: “De cómo Don Quijote cayó
jotesca, siempre y cuando quienes pretendamos rea-
malo y del testamento que hizo, y su muerte”, así
lizarla no tomemos en cuenta la realidad que nos
nos lo confirma.
hemos propuesto transformar. Tal premisa es una
Al volver Don Quijote a ser de nuevo Alonso Qui-
de las tantas enseñanzas que nos brinda la lectura
jano; o sea, al despertar de su locura, al final de sus
de El ingenioso Hidalgo en tiempos en que, ante el
días, pareciera que, luego de tantísimos desastres y
fracaso de una utopía histórica concreta, los apolo-
penurias, sus sueños se disiparían y morirían con él.
gistas de la propiedad privada y de la explotación
Y sin embargo, no sucede así. Sancho Panza, su fiel
del hombre por el hombre proclaman el “fin de
escudero, toma entonces la estafeta y se hace cargo
la utopía”.
del legado utópico de su Señor, y le dice: “Levántese
desa cama, vámonos al campo…”. Y con ello, Cervantes reafirma lo que se desprende de la lectura
38 El Búho
¡El comunismo es una utopía andante, viva
y andante!
confabulario
Francisco del Castillo Lozano
L
a vida de Vincent Van Gogh fue una
vorágine de creatividad desbordada,
pero también un drama intensamente
humano en el que se enredan la pobreza, el rechazo social, la marginación y finalmente la locura que el artista adoptó como un escape a la
frustración de sentirse aislado, incomprendido
y por su permanente insistencia en expresar
con colores todas las maravillas que su exaltada sensibilidad percibía en la naturaleza.
“Anhelo de vivir” (i. Stone, Diana, 1953)
es una estrujante narración de la vida de Van
Gogh. A lo largo de cuarenta años, la he leído
tres veces. Cada vez me han asaltado nuevas
angustias, quizá ahora, a mis setenta y seis
años, matizadas por mi propia experiencia de
vida encaminada también, entre otras actividades, por el sendero del arte.
Hoy tenemos la suerte de ver las pinturas
de este gran artista y así, tratar de entender su
apasionada intención de recrear todo aquello
que veía. Pero ahora el autor también nos dice
Enrique Zavala
confabulario 39
lo que expresaba con palabras para decirnos cómo
“La materia de que estás hecho, Gauguin, es la
percibía su trabajo y su relación con la vida misma.
misma que forma a la uva, pues tú y la uva no son
Durante una discusión con Paul Gauguin, Van Gogh,
mas que uno. Cuando pinto a un labrador en su cam-
le dijo:
po, quiero hacer sentir la unidad que existe entre el
“Cuando pinto el retrato de un hombre, quiero
uno y el otro. Quiero que se sienta el sol que vivifica
que se refleje en él toda su vida, todo lo que ha visto,
el campo, a su campo, al trigo y a los caballos por
luchado y sufrido.
igual. Recién cuando sientas ese ritmo universal en
“Los campos en que crece el trigo, el agua que
medio del cual se mueve todo el mundo, recién enton-
corre tormentosa por las gargantas, el jugo de la
ces comenzarás a comprender la vida. Eso es Dios”
fruta y la vida que se desliza del hombre son todo la
El camino de la creación, lleva al artista por
misma cosa. La única unidad en la vida es la unidad
senderos a veces sinuosos y a veces con incursio-
de ritmo. Un ritmo al son del cual todos bailamos,
nes y revelaciones luminosas hacia lo profundo de
hombres, manzanas, campos, casas, caballos y sol.
la condición humana.
Aída Emart
40 El Búho
Oscar Martínez Molina
L
a tarde es fría con una estruendosa lluvia golpeando los cristales. El
viejo profesor se arropa con una
raída frazada. Sorbe con presteza el café.
Afuera, el cielo cayéndose en goterones.
Acerca su rostro al ventanal, y el vaho de su
aliento empaña el cristal. Su rostro ajado se
refleja tenue, aun así, el surco en la frente
y las arrugas alrededor de los ojos, le vuelven a recordar que ya no es un joven. Cierra los ojos. Aspira el aire. En su memoria
vuelve a revivirla paso a paso, alejándose.
El color de sus ojos, cafés claro. El sonido
y la alegría de su voz. Su figura delgada y
esbelta. Un sorbo
al expreso que invade
sus sentidos. Imagina el beso en los labios
El cuerpo desnudo. Las manos y su boca recorriéndolo todo. Los senos. El vientre plano. El abrazo enredado en los cabellos húmedos. La blanca, y tersa espalda. Nenúfar
que se ofrece a su boca y a sus dedos. Cuerpos que se encienden. Espasmos y suspiros.
La entrega hacia la muerte.
Edward Munch
confabulario 41
Se aleja del cristal. Se sienta. Otro sorbo al café.
el cielo cayéndose en grandes goterones. Se molesta
Ahora escribe la historia que ha llegado a su mente,
un poco al pensar que la lluvia estropee su salida.
precedida de una tímida dedicatoria ¿para Elena?, y
Ajusta la falda suelta. Amolda con cuidado las cade-
borra el nombre, ¿para Rebeca?, y también lo borra.
ras y las nalgas. Ahora la blusa, de algún modo, deja
Finalmente decide:
que sus senos se muestren apenas. El timbre del ce-
-Para Lolita.
lular. El novio ha llegado y la espera abajo. Un día
Y enseguida empieza la escritura.
más de atar y desatar angustias. Camina resuelta.
La tarde es fría, húmeda. Afuera viento y lluvia.
Ahora la lluvia se vuelve más densa. Piensa en el im-
Es joven, inquieta y hermosa. Apura una taza de
permeable, en el paraguas. Se asoma al ventanal. La
café. Se asoma al espejo. Ve el reflejo de sus ojos,
tibieza de su aliento deja un vaho en el cristal. Vis-
cafés claro. Arregla sus largos cabellos. Se aplica gel
lumbra el reflejo de su rostro y justo en ese instante,
para darles la apariencia de verse húmedos. Deli-
en su memoria, el rostro del viejo profesor de na-
nea con delicadeza el carmín de sus labios. Afuera,
rrativa. Afuera la tempestad bien puesta, el golpe de
Alonso
42 El Búho
las gotas en los cristales, el sonido lejano del timbre
del celular en su bolso. Ve el reflejo de su rostro en
-Ansiedad y locura-, dijo el viejo, y enseguida las
explicó con besos en la espalda y en los muslos.
el ventanal, distorsionado por los hilillos que dejan
El toque de caricias en las nalgas. Aprovechó
las gotas al deslizarse hacia abajo. En su mente la
también los suspiros que brotaban del alma de la
claridad del rostro del profesor. Sonríe tímida. Lo re-
joven, para puntualizar algunos detalles de estos
cuerda, y vuelve a vivir aquel encuentro. Las manos
sentimientos. Suspira profundamente, y brinca so-
acariciando sus ojos. El beso en los labios. Las ma-
bresaltada. El timbre del celular, y la voz del novio.
nos recorriendo la espalda, las caderas, los muslos.
-Bajas.
El cuerpo entero. El recorrido de su boca. La inquieta
Una mueca en los labios. Nuevamente su reflejo
perseverancia de los dedos. Se estremece trémula.
en el cristal. Los goterones golpeteando con ritmo
En su bolso el celular timbrando y de nuevo vela-
pausado. No contestó el celular, canceló la llamada
do, ahora con el estruendo de un trueno, precedido
deslizando la tapa. Pegó la cabeza, el hombro y el
del culebreo del relámpago. El cosquilleo y la cálida
pecho izquierdos al ventanal. Se llevó la mano dere-
humedad que recorre la entrepierna. El maestro de
cha a la entrepierna.
narrativa, y la narrativa que describió en su cuerpo.
-Lujuria-, recordó en la narrativa, y un escalofrío
La necia tentativa de escribir el cuento. El detalle de
hizo temblar su cuerpo. Apretó con fuerza las pier-
la técnica. Los personajes plasmados en sus carac-
nas, atrapando su propia mano entre ellas. El viejo
teres. La ira, el enojo, el deseo, el coraje; y el maes-
y su destreza con los dedos y la lengua. La humedad
tro con una serie definida de conceptos. El caminar
cálida. El temblor violento. De nuevo el timbre del
que la llevó sin más, a la habitación del profesor. La
celular, y al mismo tiempo el claxon del auto.
charla y el café, el cigarrillo.
Interpretar
-delicadeza- había dicho el viejo maestro. Y para
mostrarlo, le cerró los ojos con los besos.
-Ternura-, y entonces mordisqueó sutil sus
labios.
-Tersura-, y el maestro deslizaba suave, las manos por su cuello.
-Ya, ya. Gritó molesta.
Tomó su bolso. Canceló la llamada. No podía dejar el temblor en las piernas. Se acordó de la risa del
viejo, ante los movimientos convulsos de su cuerpo.
La amenaza ahora mismo de volver a explotar como
en aquella hora. La narrativa aplicada en su piel.
-¡Pinche viejo! había exclamado, al abrir la puerta. Afuera el aguacero bien puesto. Primero el brutal
Esta tarde, afuera la lluvia, relámpagos y true-
estremecimiento al contacto con el agua. La explo-
nos. El celular y su monótono timbrar. Su cuerpo y el
sión de su cuerpo y el grito prolongado que nace es-
calor que ahora la recorre.
pontaneo, gracioso. El espasmo desde la punta de
confabulario 43
los pies a los cabellos. El fuego naciendo desde su
Ella aún esta extasiada, riendo.
vientre. La risa en un orgasmo sucesivo.
-¡Pinche viejo cabrón! -vuelve a repetirse.
-Pinche viejo. Repitió. Pensando que aquella res-
Da un portazo tras de sí y exclama violenta
puesta de su cuerpo, volvía de nuevo con sólo pensar
-Pinche noviecito pendejo-.
en él. Mientras lento, recuperaba el aliento.
El viejo profesor, sonríe al ponerle punto final a
-¡Que rico! alcanzó a murmurar, abrazada por el
su cuento.
tenaz aguacero.
II
Golpea con los nudillos la ventanilla del auto.
Empapada de los pies a la cabeza.
-Sube a cambiarte. Dice el joven.
-Paraguas e impermeable. Alcanza a escuchar,
mientras vuelve a casa.
El curso se llama Conceptos interpretativos en la narrativa actual.
-¿Lolita, cómo vas con tu cuento?, pregunta con
ansiedad el profesor.
-Enredada con el carácter de algunos personajes. Responde ella con rapidez.
Él, como cada tarde desde que la vio al
inicio de su clase, vuelve a preguntarse si ella
aceptaría una larga caminata para charlar de
aquellos conceptos indescifrables. Y triste retoma su camino, mientras ve que ella y el novio, que ha venido a recogerla, se alejan en
sentido contrario.
-Pinche noviecito pendejo. Murmura el
profesor, por lo bajo.
-¿Que se trae?, pregunta a la vez el novio
-Es mi profesor, dice ella.
-Necesito que me oriente en algunos conceptos indescifrables. -Acota después.
Él, la mira intrigado, y ella agrega,
-De la narrativa, ¡ehh!
A menos que se anime… piensa para sus
adentros.
Ángel Boligán
44 El Búho
Ignacio Martín
I
LETRILLA
Siento la luna
volverse fuego
cuando tus manos
se vuelven viento;
te siento cerca,
me vuelvo centro.
Siento que somos
aguas y sueños,
siempre nosotros
y los recuerdos.
¿No será que eso somos?
Árboles, tiempo,
labios, recuerdos,
un verso en una piedra,
un pedazo de sueño.
Martha Chapa
confabulario 45
II
Fuego
de amor;
ternura incandescente que nos llena...
Lucha
de paz;
suavidad encendida que nos une...
Sangre
de versos;
poesía de tu amor que nos recorre...
Calma
de amor;
presente que nos llena el horizonte...
III
Niño en mí dentro,
si caigo alguna vez,
si me siento vencido en el presente,
si llega a parecer que no hay más sueños,
si los golpes...
Niño, hijo,
no hace falta que vayas a buscarla,
ella siempre está ahí;
coge su mano...
Luis Garzón
46 El Búho
...y anda...
Roberto Bravo
A
unque cuando estoy alegre corro de un
lado a otro yo no hablo con mis movimientos sino con mis ojos, mis ojos son
el espejo de lo que entiendo, sufro y deseo y nada
quiero más en las mañanas sino que llegue Rosendo y me de tripas de leche, que disfruto como pocas
otras cosas. No somos fieles los perros sino agradecidos con quien consideramos nuestro, no me
refiero a una camada que nos haya nacido ni a otra
perra, sino a quien vive donde nosotros vivimos
y nos procura. Tampoco diferenciamos el tiempo,
nuestra vida es un presente perpetuo. Rosendo, sin
ser afectuoso, me ha demostrado que adentro de
él existe un alma que ama en todas las direcciones
hacia donde ven sus ojos y siente su corazón, y yo
sería completamente feliz el día que pueda dominar
a Chano, el mozo y le rocíe alcohol alcanforado en
los huevos como él lo hace conmigo. Cuando siento al alcohol quemar mis atributos, se me crispa el
cerebro porque la exasperación contrae mi pensamiento y tengo que hacer algo desesperadamente,
porque si no estallaría mi ser, nadie a quien no se lo
Hugo Navarro
confabulario 47
han hecho podrá entenderlo y Chano, a nadie se lo
autoritarios, pero no lo son, interiormente no pue-
hizo sino a mí. Asocié el dolor a sus carcajadas des-
den coexistir con oposiciones porque sufren dema-
pués de hacerme enloquecer. Eso duró hasta que
siado, enferman y mueren si no encuentran una so-
Rosendo tiró el esparcidor con alcohol alcanforado
lución para su conflicto.
y Chano no se tomó el trabajo ni el dinero de comprar otro.
Una tarde vio Rosendo al peluquero que arreglaba el pelo a un cliente. La peluquería estaba a
Desde que llegó Rosendo la vida cambió en el
un lado de la farmacia. Observó los movimientos
negocio, don Manuel está más relajado, Pupa está
que hacía el barbero mientras pasaba una toalla por
alegre casi todo el tiempo y Chano falta cuando se
la nuca y la barbilla a una persona sentada en la
le antoja. A Rosendo le pone de mal humor lavar
silla. Miró cómo después tiró el agua de la bande-
el mingitorio y cuando lo hace, lo hace bastante mal.
ja en la calle y escupió a la tierra. Regresó con el
Tampoco le gusta barrer el frente de la calle ni la
cliente, a quien le mostró su nuca con un espejo.
acera, porque enfrente están Laura y Beatriz, las de
El hombre sonrió y después de pagarle se paró del
la farmacia, y como le gustan no quiere que lo vean
sillón y se fue. El peluquero salió a la acera, escupió
con la escoba. Cuando don Manuel viene por las
otra vez sobre la tierra y bostezó extendiendo los
mañanas y le dice que limpie la calle, lo hace dan-
brazos tanto como pudo. El barbero tenía cincuenta
do la espalda a la botica para no ofrecerles la cara
años y Rosendo catorce, pero ese peluquero fue un
a las muchachas. Cuando Rosendo se fue las cosas
espejo en el que se vio cuando tuviera esa edad si
tomaron el curso de antes. Las tardes sin clientes
se quedaba en el pueblo, e inmediatamente escribió
no volvieron a ser las mismas. Rosendo leía el libro
una carta a su padre explicándole que quería seguir
de los milagros de los santos, o levantaba edificios
estudiando. No dijo a nadie nada, solo escribió la
con las fichas de dominó. Los perros percibimos a
carta y cuando llegó Chano le pidió que la llevara
la persona en su interior y el de Rosendo fue el más
al correo.
fino de los que conocí, estando con él se sentía una
Amaba la vida que llevaba con sus abuelos y los
placidez que experimenté solamente poco antes
amaba como a nadie, pero se dio cuenta que él no
de morir. Reaccionaba a cualquier estímulo, pero
era como ellos y tuvo que dejarlos.
cuando no había motivos era la paz absoluta.
Yo morí una noche de la que no recuerdo otra
Se fue porque, aunque a esa edad no sabía lo
cosa que la oscuridad en la que me tendía después
que quería, supo lo que no quería y un espíritu de-
que cerraban la cantina. Para mí es lo mismo aquí
licado como el suyo no podía vivir en contradicción
que allá, somos los animales parte de la naturaleza
consigo mismo. Personas como él pueden parecer
y para nosotros no existen diferencias.
48 El Búho
Ylia Kazama
Y me quedé en silencio, en medio de la tormenta,
pensando a qué poco sabe todo.
Año de gracia 2000, mes séptimo, día 4.
Carta en cuatro respiros y tiempos... en el tiempo
¿48 horas bastan para mirar?
De Galicia al Paseo de los Melancólicos
La vida son dos minutos y este minuto es para el amor.
La ofrenda que hacemos es darnos protección y delicadeza.
El plan es darnos tiempo, abrir el corazón y la vida.
¡Sea!, dijimos uniendo nuestros corazones
en un rito de amorosa entrega.
A
mor mío:
He sacado de la cajita de roble, aquélla
que tallaste con tus manos con nuestras iniciales entrelazadas en lapislázuli. La he sacado y acariciado su contenido, porque en
días como hoy, ver tus fotografías o letras
me es tan necesario como respirar.
Tengo visiones de otros tiempos. Ahora,
los momentos oscuros y luminosos me enseñan a contemplar tus cartas y manos de
otro modo; cuando me las dabas, cuando me
tomabas de la mano eran días que a veces
no vivíamos sino que nos vivían.
Carmen Parra
confabulario 49
¿Qué veías cuando caminabas por esta ciudad
Eres todas las ausencias...
azulverdosa? ¿A qué jugabas de niño? ¿Dónde abando-
Aquellos eran nuestros días inmortales, faltó tanto
naste la inocencia para vestirla de grisáceo? ¿Quién te
por decir y tanto por combatir; alrededor de tu cabello
dio a gotas diarias el miedo que tomaste como si fuera
estaban mis dedos tejiendo tus sueños, abrigando tu
parte de tu vida? ¿Cuántos pasos había hacia nuestra
cuerpo mis derroteros; compartíamos el aliento acla-
cama desde la entrada? ¿Cuándo liberaste todo eso
rando el mensaje de la permanencia efímera y eterna.
para vestirte de sombras? La faz de la tierra era verte
Guardabas celosamente mi música, mis pasos,
dormido y tu mano, tocando siempre mi muslo, era el
mis secretos y dibujabas con todo lo tuyo un mundo
paso a soñar en el asombro de este encuentro causal
de curiosidades.
con un destino.
Al recorrer con mis dedos tu rostro en las fotografías, ríos de recuerdos fluyen intactos
de ti, de tus insubordinaciones tejidas en el
revés de los relatos; eras terco pero al mismo tiempo eras una entonación dulce. Eras
la mañana que florece con los juegos, eras
el insomnio acongojado y el acontecer de
lo que no podíamos vivir por el caos de las
valentías ante lo inevitable.
Tus cartas lo dicen todo, tu relación filosófica, las correlaciones semánticas de
nuestra amistad amorosa y la gratitud hacia lo que te daba era precisamente el tormento de no poder ser congruente con tus
palabras.
Sin embargo, ahora que leo tus cartas,
sé que era inútil que negaras el amor, porque en cada insignificancia está labrado tu
abrazo largo hacia mis preguntas. El tiempo
no ha desteñido tus letras, la forma en que
las anotabas y la paciencia para mecer conversaciones parpadea en cada hoja.
50 El Búho
Juan Román del Prado
La primera vez que nos amamos, dejaste una car-
ferías marcharte y enseñarme a vivir sin ti. Es en lo
ta pegada a la lámpara amarilla, estaba llena de de-
único que te he llevado la contraria... esta vez no diré:
monios, de sombras, de las vendimias de tus tiempos
“¡...si tú lo dices!”. Me enseñaste a vivir contigo y vivi-
tristes; no supe adivinar en ese momento que había un
rás conmigo por siempre y para siempre... ¡ya te digo!
gran amor en la negación de tus detalles.
Hay promesas de vida, ésta es una de ellas.
Cuando regresaste del trabajo y viste mi maleta
Aún arde la cera de la vela, la luna llena anuncia
en el borde de la puerta, desembarcaste en mis brazos
silentes pulsos en nuestra cama; sigue siendo nuestra
para decirme, con besos de sangre, que no me mar-
porque nadie más que tú la ha habitado. Los ojos cam-
chara. Que aunque no querías quererme, la profundi-
bian los tiempos verbales, distantes para no consumir
dad de nuestras noches estaba por escribirse y que yo
la tierra de Dios y la poesía.
podía darle una oportunidad a ese nacimiento.
Nada está de más en ninguna de estas ciudades,
Esa noche la maleta se quedó durmiendo allí y
cada cosa pertenece y se desintegra de manera per-
la siguiente y la siguiente. Nunca desempaqué, pero
fecta para consumir y renovar los días. Dios está en
tampoco la cerré para marcharme. Desde el fondo de
cada experiencia amorosa, sin este punto de unión no
mis lágrimas vi tu memoria confundida. La eternidad
podríamos habitar el espíritu. Estás en mí como yace
de tus ausencias, el miedo a perderme, el dolor de la
la oración, dibujando con harina los sobresaltos para
certidumbre de que no podías quedarte. Por eso, des-
de un soplo volarlos hacia la media tarde. Es saludar,
nudaste el amor para dormir a mi lado con tu cuerpo,
como hacíamos, a la mañana y reír con los párpados
que parecía desierto; sin embargo, estabas floreciendo.
sin tener confusiones en los pómulos.
Llenamos de amor dulce cada pedazo de piel, pero
¿Te das cuenta de lo que vivimos sin escándalos?
más que nada desnudamos el alma para dormir fundi-
La esencia de los humanos es saber volar, aunque se
dos en una cama de nubes. Construimos una escalera
tenga una nariz imperfecta, o un cuerpo de pecado. Y
infinita hacia los sufrimientos; olvidé el conocimiento
nosotros volamos, dispersamos las perfecciones para
para descubrir en ti que el amor, el verdadero, es matar
habitar balcones civiles recurrentes en cada herida.
los deseos, la piel de borrasca, los sueños, para des-
Y no sé por qué, esta carta escrita en español, debe
pertar al gesto familiar y reescribir una historia sin ha-
llevar estas dos palabras que son capaces de decirte la
lagos, pero con el Verbo tomado de nuestras manos.
gloria de los tañidos incomprensibles para los demás
La ofrenda era el modo de adaptarnos, de rasgar
que la lean: “after all”... ¡¡Ya te digo!!... “Después de
lo que dicen que debe ser, para hacerlo nuevo. Y tus
todo”, julio me encuentra sentada sola canturreando,
promesas eran precisas, escribías en mis vestidos que
viendo la vida sin detenerla, apreciando el ser sin sa-
tenías tanto miedo de morir y dejarme sola que pre-
ber si lo merezco; no queriendo ocupar un sitio que
confabulario 51
no me corresponde pero sabiendo que ser tu cómplice
presencia, pero me quedo con la fundación de la ciu-
como decías, es ser aceptada desde toda mi feminei-
dad religiosa que eras tú; porque en cada acto estaba
dad y desde todo tu ser masculino. Y amándote más,
la fe como estandarte.
de una y mil formas diferentes, llorando de tristeza,
Era Rut, ¿recuerdas?, la que decía: “No me ruegues
pero sonriendo al saber que el amor trasciende la ma-
que te deje y me aparte de ti, porque a dondequiera
teria y las distancias. No hay muchas ocasiones en la
que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré.
vida en que uno puede amar así, me doy cuenta.
Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú
Nosotros encontramos una lucha común, un sen-
murieres, moriré yo, y allí seré sepultada”.
tido real del amor y de vida, un viento que nos guía, a
Y eras tú, siempre, el que me motivaba a repetir
pesar de todo, en este sabernos sin que los demás nos
este pasaje, golpeando el muro de nuestro tiempo.
sepan. Y en este reconocimiento de ser los mejores,
Formulabas negaciones temblando y eras serio pero
sin serlo, está la aceptación de lo que perdura en la
risueño; un corazón invisible pero lo llenabas todo.
prosperidad y en la austeridad a lo largo de los días
Me enseñaste que el amor se cuenta por la unidad en
y noches complicadas o sencillas; en la ausencia y en
tres; era un breve espacio, pero duraba cada minuto
la presencia; en un abrazo profundo de lo que fuimos,
una eternidad.
somos y seremos. Sin embargo, no supimos estar
Pienso... mientras veo la tierra, las piedras, el mar,
a la altura del amor que labramos, tampoco supimos
tus calles, la ciudad, que hay personas que toman los
defenderlo, porque ser solo seres humanos es cometer
hábitos para amar las congregaciones y para reunir-
errores y a veces una de las partes no entiende lo que
se a orar. Yo he tomado los hábitos de otra manera,
significa amar y perdonar al mismo tiempo.
pero finalmente me reúno con tus silencios orando y
Bebo una caña en un bar cualquiera de estas dos
ciudades. No saben igual y yo tampoco soy la misma.
congrego las más claras aflicciones con los mayores
milagros.
El camino a tu lado me ha enseñado y desenseñado
Mi cuerpo, ese cuerpo que redunda en tus manos,
pero es este mismo corazón el que ama. Vagabundeo
se torna desvalido ante la nota vacía dejada por tu
y siento tener la verdad anudada en cada una de mis
huella; la ausencia es tan parecida a morir y me duele
piernas. La vocación de amar es solo el instrumento
este luto al no ser una pareja. Esta no es solo una car-
de Dios, para dar el sermón de la montaña al corazón.
ta, es una oración mínima a la vida y a tus silencios. A
Amar y ser fiel a la sinceridad amatoria no es pensar
lo sagrado de las vestimentas, un salmo en medio de
que un clavo saca otro clavo. Es saber que ese clavo
los jardines que son habitados por las tardes, porque
es el que une la vida con el escrito, con la capacidad
desde tu ausencia ignoro donde quedan las deshon-
de definir que sobrevivo ante la pérdida enorme de tu
ras de este mundo desnudo, para vestirlo a diario de
52 El Búho
símbolos. Confieso que tengo el hábito de amarte, de
zón de ida y... vuelta. Sin embargo, para decirnos tan-
consumar el yacer sosteniendo el horizonte solitario,
tas palabras, oraciones y marchar sobre tantos silen-
porque si el amor no es salvación, ¿cuál sería la espe-
cios fue necesario construir un puente entre tu mundo
ranza de la promesa eterna?
y el mío. Un fértil campo de solsticios y equinoccios,
La vida con tu ausencia -no “en”, sino “con”- se
una cama de huesos y suspiros.
hizo añicos, los cántaros se quedaron solos y vacíos.
Éramos como las nubes, como la corteza de los
Bebimos nuestras copas pero no las agotamos, acari-
árboles que no se equivocan; éramos agrios y dulces.
ciamos la mañana, la amistad, el amor, los fragmentos
Las charcas de sal y de miel; de sombra y luz viviendo
de semanas, de la confianza; arañamos las zozobras,
a pesar de las elecciones, de los combates, de la san-
el dolor, la luz, la pasión y no quedó nada, pero tam-
gre que se derrama entre el norte y el sur.
poco se ha agotado.
Por eso, absorta, miro lo que me ofrece el ancho
No estoy sola porque se que el vino del amor es
mundo, pero no hay nada que llene tu espacio, porque
una celebración que no tiene muchas fechas de feste-
nada hay que llenar. Tu presencia sigue parada entre
jo. ¿Dónde rayos encontraría otra existencia espíritual/
las horas, en las esperas de los días, en los campos de
material como la tuya? ¿Dónde existe otra
trigo; en el mar que nos une y nos sepa-
mano que dibuje como tú, teolo-
ra y con hilos invisibles sé que
gías orgásmicas? Existe, sé que
el amor no se hunde en las
existe... pero no quiero otra
ausencias, no se dis-
mano; ¡tengo tu mano!;
persa en el olvido
me alejo cada día más
cuando los suspi-
del bullicio y estoy
ros aún comple-
más comprometida
tan la tierra que
con la vida; cons-
me habita..
truyo otros puentes
No he vuel-
-como los de Ma-
to a amar por-
dison... ¿recuerdas?,
otros
muy
que
nuestros
sigo
–se-
guiré– amándote.
en un tiempo de luz, con
Muchas veces vuelvo
la luz de la familiar y de la
a sentir melancolía de
amistad. Hermandad que me es,
las noches de luna porque
como debe ser, solo lealtad de cora-
no camino con tu mano tomando
Perla Estrada
confabulario 53
mis dedos. Este entreacto es tan largo que preludia la
Nada es lo mismo, pero aún convive mi aire con tus
muerte que es vida y nítida se dibuja entre los días de
camisetas, aun sin tocarte estás junto a mí, abrazan-
lluvia.
do mis ademanes, mis distracciones; orando con cada
A contramano, es inevitable que lea tus cartas,
sacramento distante por un momento donde podamos
que dé una tregua al dolor de este destino de patria
reunir tus recintos y los míos. Sé que esta lección es de
destejida. Nada es lo mismo sin ti, la cama yace sola
consagrar los desvíos con las partidas, sé que un amor
repitiendo tu nombre, el ciprés está sin hojas, mis de-
así, no es cotidiano. Sé que justo cuando pretendo
seos sonríen y me miran con benevolencia. Las lágri-
romper todo esto, salen las cuentas a decirme que con
mas acuden en los inventarios diarios y esta grieta del
nadie podré compartir cada mañana como contigo.
jueves baja a reírse de mí, mirando con sus pupilas de
Las manchas en la pared son exactas a tus manos,
horas la ternura que aún me llena.
envuelven el misterio de mis noches, hacen que las
Carlos Bazán
54 El Búho
heridas se curen pero retoñen porque aun a la distan-
He cambiado, pero la voz para hablarte sigue sien-
cia te sigo amando. Tu risa habita hasta los prejuicios
do la emanación del principio, tengo una conciencia
de mis amigos mientras visto tus pantalones cortos y
diferente desde que dejamos el mes de febrero dormi-
tu pañuelo se tiende con beneplácito en mi cuello, fir-
do tranquilamente en el alma, guardo silencio y pinto
mando que este es territorio comanche, donde la ca-
en los cristales tu nombre, mientras imagino que te
pacidad de firmeza no se pierde ni es devorada por el
veo caminando para salir del hogar, como entonces...
olvido.
como siempre.
Éramos ángeles y demonios. También herejes
Tu mano saludando mi hambre, tu hambre ali-
creyendo en el infinito; soñando que nuestras manos
mentando mis días. Tu voz detrás del teléfono para
juntas vencerían las fechas. Nuestro lenguaje primi-
decirme:
tivo invocaba el ocultismo de las siglas. Adán en el
paraíso, Eva trasgrediendo la composición de las
predicaciones.
Eres todas las presencias...
–¡Loquita gloriosa!, ¿cómo se te ocurre despertar
tan temprano para verme partir?
Y mis susurros diciéndote que no sabía que era
temprano, solo sabía que era la hora de acompañarte.
El amor brinda aún hoy al mundo el espasmo de
La resurrección está en cada memoria, en cada
los sueños; y yo no los necesito, pero ininterrumpi-
marca que tengo en la piel tatuando tu rostro... El mis-
damente sueño despierta con tu mar y con la invisi-
terio es que el tiempo es obsceno porque edifica clari-
bilidad de tus labios. Somos otra manera del lenguaje
dades aunque no quiera.
del amor. Y me has heredado lo que más amabas y yo
Y te amo en todos los hombres, mujeres, niños,
me he entregado con tanto amor y agradecimiento
árboles, pájaros –cigüeñas, palomas, golondrinas–;
que no hay palabras en esta contienda amatoria más
te amo en un mar de dulzura, en cada esperanza que
que ser en la fe, la luz del destino. No te defraudaré...
nace, en cada soledad que desarmo, en cada presagio
llevaré la lámpara a todos lados.
de tus pasos. Amo cada profecía, cada lugar camina-
Ahora, nuestro idioma se ha convertido en el de
do contigo, cada beso que no me diste, cada caricia
los pájaros. En cada ciudad que camino, eres tú a
que no me prodigaste, cada “no quiero quererte”.
veces la palabra y el significado; otras, eres el signi-
Amo cada amor que has amado, perdono cada dolor
ficante en el punto de inicio del pensamiento. No sé
que te ha lastimado. Desde mi ser mujer entre estos
si donde tú caminas, alguna vez piensas en que soy
tres tiempos, sin tiempo, te amo.
el viento que está a tu lado, pero tengo la certeza
Más allá, en el camino del amor están las respues-
que me llevas dentro, aunque no quieras, sabes que
tas. En cada estrella se mueven tus manos dibujando
como nuestro amor, no habrá otro.
amaneceres que asumo como penitencia para salvar-
confabulario 55
me. Que yo, por si no te has dado cuenta, he aprendido
miserable? ¿Por qué dejaste que el miedo fuera el pro-
a verlos como querías, porque no olvidaste que sin ti
tagonista de la historia, cuando había tanto amor en
vivo pero no vibro; pero con solo pensarte, un arcoiris
ambos? ¿De dónde sale esta espera mansa en la in-
se esparce en el alma y vibrar no es nada, cuando el
sólita ternura de la tarde? Y este rosario en la mano,
alma vive. Solo espero por ti, por tu verdad, por el día
buscando respuestas en cada cuenta... y encontrando
que vendrás por mí, para romper la injusta presencia
verdad en el día a día.
de tu ausencia. Francamente, no soy una mujer soli-
Confieso que aún es tu reflejo el que pasea conmi-
taria porque en cada bisagra de la casa estás tú. Cada
go, que el destino en fantasía no ha envejecido y que
amanecer pongo tus cubiertos y poseo la tierra con tu
como Rut ahora repito... “No me ruegues que te deje
rostro en la inocencia de que te fuiste, no porque qui-
y me aparte de ti, porque a dondequiera que tú fueres,
sieras, sino porque era correcto cumplir con la vida.
iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo
Dejo tu ropa en el respaldo de la silla, como acostum-
será mi pueblo, y tu Dios, mi Dios. Donde tú murieres,
brabas hacerlo para entonar que aún estás en cada
moriré yo, y allí seré sepultada” (Rut, 1.16).
humedad de este cuerpo.
¿Dónde terminan las fronteras de la espera? ¿Dónde el exilio de los respiros? ¿Dónde la mano volverá a
hacer caricias en tu espalda? ¿Cuándo
es el tiempo de reunirnos? ¿Cómo es
que me debo vestir para encontrarnos? ¿Cuándo dejaré de sollozar desde este sótano oscuro? ¿Cómo es que
vivo con este corazón roto? ¿Cómo es
que el oxígeno penetra mis sentidos
si mis pulmones son una materia triste? ¿Estaba escrito que yo tomara los
hábitos bíblicos y al mismo tiempo
fuera la encriptación de los pecados?
Y, ¿dónde estaba escrito que tampoco fuera la elegida, ni la visión humilde de la plegaria? ¿Cómo es que
escribiendo todo esto no me sienta
Leticia Tarragó
56 El Búho
Hasta siempre.
Te amo y no te digo nada… todavía…
Ylia
Edgar Aguilar Farías
L
a calle que lleva a los suburbios asciende
entre una alborada de maples cuyas hojas están cambiando sus tonos del verde
al naranja por el otoño que ya se anuncia con el
viento helado que empieza a soplar.
Una camioneta familiar de segunda mano
recorre el asfalto y dentro la preadolecente Katherine dormita satisfecha luego de obtener el papel
que quería en la obra de teatro de la escuela.
Había ensayado todas las noches frente a un
espejo viendo sus poses, sus rostros, graduando
su voz y entrenándola para una excelente dicción
y al parecer todo eso había funcionado, era estrella del teatro, o es lo que a ella le gusta pensar.
No era el papel principal (querían una rubia y no
una pelirroja pecosa como ella) pero sí obtuvo
uno de los importantes de la obra, el de la amiga
que desenreda la trama en el momento más
necesario y que debe de lucir en sus cortos pero
importantes diálogos para que el drama se desarrolle y tenga el final feliz que todos esperan, y
con el cual puede presumir entre sus amigas de su
colegio.
Joaquín García Quintana
confabulario 57
Su casa no es distinta a las demás de la cuadra,
Katherine se cambia su uniforme del instituto y se
de un estilo victoriano, muros teñidos de blanco, un
pone una ropa más casual, hoy es un gran día para
estilo gastado para la época, pero no por ello ha de-
pasear. Baja por las escaleras y ve que su madre está
jado de ser cálida. El cuarto de Katherine, en el primer
al teléfono, su voz es de angustia y como es su cos-
nivel, tiene una enorme ventana que da al este y en el
tumbre se esconde en sí misma, como tratando de
cual el sol del atardecer inunda con su luz todos los
ocultar lo sucedido, cubrirse de su vergüenza, evitar
días del año. Afuera las ramas del viejo roble asoman
que el miedo ronde por la casa, pero Katherine la co-
como seguramente lo hacían desde que la casa fuera
noce muy bien y se queda parada en el pasillo que une
construida y tal vez como antes una jovencita habitaba
la sala con el comedor y va directamente a la salida
aquella habitación amplia y blanca.
principal, y la mira, sabe ella como su madre de las
malas noticias y ambas esperan.
Cuelga luego de cinco minutos de
Ajumm, sus “si” y mhmmm. Esos sonidos
que delatan las malas nuevas. El auricular
está en su lugar y la madre de Katherine se
cruza de brazos voltea a ver a su hija que
ha sentido su presencia como una molesta
mosca, pero que irremediablemente tendría
que ver para comunicarle lo sucedido.
-… tu primo vendrá a vivir con nosotros
-dice la madre secamente.
-El primo Mauricio ¿Cuándo fue la última vez que hable con él? Y Katherine se da
la vuelta y camina a la salida como si tal información no fuera trascendental.
En el camino al centro comercial, en el
bus, ella empieza a recordar quién era aquel
primo. Recordó que la última vez que le
vio fue cuando ella tendría unos cinco años
casi seis; pues cumple años en enero. En
esa época Mauricio tendría su edad y ya en-
58 El Búho
Giovani Nieto
tonces era un chico alto de alborotada cabellera larga
Katherine al verlo llegar con su madre, admitió
que Katherine en su inocente percepción le pareció
sentir cierta atracción por su físico, como cuando era
muy guapo.
niña, y rápidamente se levantó para saludarle.
Luego de una tarde de curiosear con una amiga
Mauricio correspondió el saludo de beso de su
suya por las tiendas e ir al cine Katherine regresó a
prima, pero Katherine lo sintió distante, confundido
su casa, con los últimos rayos del sol a sus espaldas,
pues miraba para un extremo y otro como si algo estu-
Ya adentro y con la noticia del primo casi olvidada va
viera fuera de lugar.
a la cocina, como es su rutina; para ayudar en la cena
-Ven siéntate a cenar primo debes tener hambre,
que les prepara todas las noches su madre con excep-
-le dijo Katherine quien lo jalo se su mano a una silla
ción de los domingos, que es cuando salen luego de ir
y luego ella se fue a sentar
a la iglesia presbiteriana a comer en algún lugar bonito de la ciudad.
-Si… hambre -dijo el extrañado de aquella chiquilla que le saludaba y lo jalaba.
Pero en su lugar estaba su padre, con su rostro
Al sentarse se podía sentir cierta tensión, un am-
molesto, y colgando su celular. Katherine sabe que
biente pesado e incómodo que Katherine ignoraba al
aquella cara solo la pone cuando discute con su madre,
tener sus ojos puestos sobre aquel bello pariente, el
tiene un problema en su trabajo o con ella.
cual dejó sus cosas tiradas en algún rincón y se sentó,
-No sé por qué aceptó que viniera, y que viva unos
tomó una rebanada de pizza pero en vez de empezar a
días con nosotros… -dijo entre dientes el padre de
comer se le quedó mirando muy extrañado.
Katherine que no había advertido de la presencia de
-¿Qué pizza es ésta? -Dijo Mauricio.
su hija aun.
-Es especial de Michelangelo… por lo de la pelícu-
-Hola papá como va tu noche -dijo ella fingiendo no
la que se va a estrenar; tu come debes de estar cansa-
haber oído las palabras que dijese un momento atrás.
do, -dijo el padre que no le dirigió la mirada a aquel
-Cenaremos pizza del dominio… -dijo el secamente.
-Del dominio ¡no! y si mejor del Hut´a. -Rezongó
Katherine
-Ok, de donde sea pídelas, pero grandes porque
tendremos visitas.
pariente político.
-¡Otra vez! -exclamó Mauricio.
-Ya habías comido pizza el día de hoy Mauricio
-dijo la madre con un pedazo de queso entre
los labios.
Fue todo lo que dijo esa noche hasta la llegada
-No es la comida, es. Es, la película, la serie, la
de Mauricio. Un chico alto de cabellera larga como
animación, el comic ¡otra vez! Era un niño y vi sus
roquero y una mirada pendenciera, que no le quitaba
tres películas, tres, ¿por qué sacar otra luego de tantos
su atractivo masculino de rebelde.
años? ¿Por qué volver a repetir esta pesadilla?
confabulario 59
-No lo sé Mauricio -respondió la madre fastidiada
-porqué no te dedicas a comer y a seguir durmiendo.
-No, solo no -dijo Mauricio y se levantó de su silla,
algo trastornado.
Mientras Katherine solo lo miraba como si su
comportamiento fuera de lo más habitual.
-Al parecer sí consume drogas después de todo
-dijo el padre con media rebanada en su plato.
-Ya discutimos eso… Mauricio siéntate por favor y
dile a mi esposo que no consumes…
-Por qué no le dices a mi hija qué no “cuadra”,
acaso no te gusta esta vida -dijo la madre de Katherine
con una rebanada de pizza entre sus manos.
-¿Qué no cuadra primo? -dijo Katherine muy interesada.
-Sí explícaselo -dijo el padre. -Detalla porqué te
trajimos a vivir aquí, porque tus padres estaban tan
urgidos por sacarte de la casa, del estado…
-Por favor -dijo suplicante la madre de Katherine
mirando fríamente a su marido.
-No, no soy un drogo, creo que las vendo y dis-
-¿Tuviste problemas con la ley primo? -pregunto
tribuyo, no recuerdo -dijo él pero luego se quedó mi-
Katherine delante de su primo que era más alto por
rando todo y siguió hablando como si fuera una obra
cuarenta centímetros.
de teatro y delante tuviera al gran público.
-Pero eso no es lo importante, o por dios, dónde
estoy, que pasa aquí.
-Estás de visita en mi casa primo Mauricio, yo soy
tu prima Katherine y creo que eres lindoMauricio solo se le quedo mirando aquella chiquilla de relampagueantes ojos, sus cabellos, su juventud.
-Sí -respondió fastidiado.
-Por qué no te sientas y ya -dijo nuevamente la
madre -no me generes más problemas con mi esposo
por favor.
-No -dijo Mauricio levantando sus manos, negando.
-¿Qué pasa primo? Dime a mí lo que te molesta, si
eso te hace sentir más cómodo.
Luego el comedor, de un estilo antiguo, victoriano,
Y Mauricio la miró de cabeza a pies, su sonrisa
muy de Norteamérica, con la larga mesa de caoba y la
espontánea y despreocupada, su ropa de marca, sus
comida rápida contemporánea sobre ella, iluminado
zapatillas como de cristal. Nada parecía estar fuera de
todo con la luz de una lámpara de vidrio soplado; todo
su lugar, ni esa tierna mirada de cachorro que tenía.
te decía prosperidad, la vajilla de la abuela en una repisa al fondo, un televisor sobre un mueble con rue-
-Bueno -dijo Mauricio más calmado. -Prima lo que
pasa es que tú no existes.
das, todo declaraba la buena vida. Pero para Mauricio
Entonces todo se quedó estático, primero perdió
algo no encajaba, todo parecía muy perfecto aun las
el color y con ello la sonrisa de Katherine que se volvió
caras molestas de sus parientes parecían de programa
mórbida y sus ojos se apagaron, luego como devorado
de televisión.
por la marabunta todo empezó a desvanecerse, los mu-
-Algo no cuadra -dijo Mauricio.
60 El Búho
ros, los muebles, todo. Solo Katherine pareció no ser
afectada por el progresivo desvanecimiento de aquel
excrementos, trata de no ser atropellado por los otros
comedor y sus habitantes. Pero era claro que aquella
malvivientes que tratan de calentarse en ese inicio de
verdad la había aniquilado y aquella ilusión como si
otoño.
tuviera alma bajo la cabeza y trató de resistir, de re-
Y por fin Mauricio llega a la ventana y se asoma y
sistir a esfumarse pero vio cómo desaparecía también
ve al helicóptero de la policía volando bajo en aquel
y dejaba lugar a un sucio techo, en un oscuro lugar,
barrio suburbano de pobreza. Su luz se enfoca en
con un sonido ensordecedor como parte del maldito
Mauricio y se ilumina el mismo rostro de la ilusión,
ambiente.
pero ahora de piel morena y los ojos rojos.
Mauricio vistiendo harapos se apretaba la cabeza
por el insoportable dolor que tenía, era tan agudo que
-Calla, calla -le grita al helicóptero como si fuera
un ser viviente -calla y deja de asfixiarnos.
el chillido de un recién nacido abandonado por una
prostituta era como un taladro en su sien, el zumbido
del motor de un helicóptero
que sobrevolaba afuera,
eran como barrenadoras
en su nuca y los murmullos
y toses de los miserables y
drogadictos como rasguños en un pizarrón.
Se arrastró en el sucio
piso de aquella casa embargada y abandonada, con
la idea e asomarse afuera;
como si al salir su cabeza
por la ventana todos los
ruidos fueran a cesar, algo
que muy dentro de él sabe
que no sucederá.
Aparta las agujas y frascos de plásticos y evita los
Jaime Goded
confabulario 61
Marco Mora
I. LA MIRADA
Dueña de atracciones
de los ojos, levita en ellos
cuando vive algún encanto.
II. RECUERDO
Breve gota existente
en el océano universal
del tiempo.
III. EL BESO
Gran abismo cruel
que sangra cuanto es
de los labios suceso.
IV. CARICIA
Cede ante el rose sutil de la caricia,
el órgano que recubre la existencia,
robándole el cuero a las gallinas.
62 El Búho
Gelsen Gas
V. AMOR
VIII. LÁGRIMA DE MELANCOLÍA
Flor que florea sin ser flor.
Vienes de noche y de día
Llave de puerta sin chapa.
a refrescar el recuerdo,
Escrúpulos que ocultan el camino.
lágrima de la agonía.
VI. DOLOR
IX. PROYECCIÓN
Cuerpo y alma sin compasión
Pasa el tiempo la crisálida
de dios. ¡Ay tan herido, cuánto duele
imaginando el encanto
el corazón petulante de dolor!
de ser una mujer hermosa.
VII. LAMENTO
X. REENCUENTRO
Suave sexo que se quedó dormido
Nos tocamos… Y no sabemos
entre los oscuros placeres del olvido
quién es quién frente al espejo.
de los pétalos de una flor.
¿Eres tú o soy yo el reflejo
Roberto Bañuelas
confabulario 63
Ulises Velázquez Gil
1
En el Claustro de Sor Juana,
un gato mira desconfiado el paisaje
y se dispersa en un pacto de silencios;
detrás de él resuenan otros pasos:
se delata un aire de cruzados centenarios.
2
Óyeme con los ojos,
revela en su resonancia
una femenina silueta.
Óyeme como quien oye llover,
responde en tímido lance
una sombra desdibujada;
luego de una mirada
cotejada en sabio contrapunto,
Sor Juana y Octavio Paz
se sientan a conversar.
Roger von Gunten
64 El Búho
3
Tras un furtivo salto,
aquel gato delata otra cálida presencia
en una jardinera: ¡¡una niña!!
“¿Dónde está, dónde se ha escondido?”
Los interlocutores de siglos atípicos
voltean a verla y su curiosidad
los devuelve al Patio de los Gatos.
“Busco el cuento perdido…
¿me ayudan a encontrarlo?”
4
Aquella niña, llamada Sandra
–de sendos mares en los ojos–,
acaricia el gato que la descubrió
mientras mira a Sor Juana
suscribirse a la risa del poeta:
afán solar y subrepticio
que se escapa de las manos.
5
Sor Juana y Octavio Paz se le acercan,
acarician su cabello y mejillas.
Ella cierra los ojos; al abrirlos,
solamente el gato le acompaña…
Su mirada sabe hacia dónde acudir.
(Y colorín colorado,
en busca del cuento perdido
apenas ha comenzado…).
Max Sanz
confabulario 65
Rafael Martínez de la Borbolla
“Que tan corto es el amor y tan largo es el olvido”
T
e escribo porque me acordé de ti,
no por necesidad ni por soledad o
porque te extrañe, o por lo menos
de eso me he convencido, aún no defino
si tu amor fue una extraña bendición o un
castigo. Disciplinado como soy seguí rigurosamente la metodología de la propaganda en su máxima expresión: Una mentira
repetida mil veces termina por convertirse
en verdad. No te extraño, pero siempre te
recuerdo.
Te suplico no te hagas de ideas ni que
veas moros con trinchetes, simplemente te
escribo porque me acordé de ti: en medio
de la nada te pienso. Dicen que cuando una
relación llega a su fin es porque se vacía el
alma, aunque se dio todo de sí las diferencias superaron las coincidencias, causa angustia y a veces miedo pero no hay vuelta
atrás, los amantes se separan y a continuar
con su vida. Después de derramar una láLuis Argudín
66 El Búho
grima se promete no volver a caer en los mismos
dadera experiencia de la libertad: Tener lo más im-
errores de siempre, nos ponemos de pie apretamos
portante del mundo sin poseerlo y que aunque cada
los dientes y esperamos lo mejor. Nos convence-
quién escribe su propia historia también tiene la li-
mos que aunque se cierra una puerta encerrando
bertad de contarla como la recuerda; el ser humano
muchos recuerdos detrás de ella, también nos da la
tiene la inclinación hacia una memoria fragmentada
posibilidad de abrir otras y escribir nuevas historias,
y selectiva.
la vida siempre comienza mañana. Es cierto que no
¿Sabes? En su momento pensé que sería sólo
sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos,
algo pasajero, un “break”, pero la vida nos lleva por
pero también es cierto que no sabemos lo que he-
caminos inesperados; las circunstancias, personali-
mos estado perdiendo hasta que lo encontramos. El
dades y tiempos al parecer no estuvieron a nuestro
amor comienza con una sonrisa, crece con un beso
favor, acepto que me dolió, pero el tiempo lo cura
y muere con una lágrima. El brillo del futuro siempre
todo, efectivamente hubieron varias noches en las
se basará en un pasado olvidado, o al menos eso
que moría por respirarte, por hablarte, incluso lle-
dice la leyenda.
gué a pensar en marcar de un número desconocido
Con cierto recelo observo como a otras parejas
sólo para escuchar tu voz. Me mantuve firme y no lo
les cuesta llegar a ese término. Andan yendo y vi-
hice, los sueños desaparecen para las personas que
niendo, pelean, discuten, se hacen y deshacen, gritan
los abandonan. También llegó el silencio a mi telé-
a los cuatro vientos que ya no más; pero al poco rato
fono; quizá nunca te lo compartí, pero a mi casa me
los vuelves a encontrar juntos riendo y poco des-
marcan muy poco, sólo mis familiares muy cerca-
pués de nuevo riñendo, encontrándose de vuelta en
nos, algunos vendedores de productos tan milagro-
esos muros carcomidos que los contienen, la verdad
sos como innecesarios, alguna vez un encuestador
es que hasta enfado da. Se enfrascan en círculos de
pero en realidad solo lo hacías tú.
reclamos infinitos que pueden durar años en cons-
Cuando llegaba a sonar te imaginaba al otro lado
tante represalia: él me lastima yo lo hago más. Para
de la línea y ya tenía estructurada en mi mente una
nosotros no fue así, dos alertas, algunos sin sabores
serie de posibles respuestas a tus cuestionamientos,
y así como vibrantemente empezó silenciosamente
razones o afirmaciones, ¡tenía tantas!, de distintos
terminó. Como si ambos quisiéramos soltarnos; no
colores y sabores, haz de saber que eran perfectas
hubo aspavientos, tampoco grandes complicaciones
para cualquier eventualidad, todos tus argumentos
ni duras recriminaciones, sólo las necesarias. Cada
caerían como naipes para que regresaras a mis bra-
quien en su postura, yo haciéndome el duro para
zos, pero al final se quedaron ahí en mi garganta
sentirme un poquito más seguro y tú en la de prin-
pues esa llamada nunca llegó.
cesa impulsiva en un feudo aristócrata.
Me quedé como el protagonista del Libro El Co-
Ni víctimas ni victimarios, al final nadie pierde
ronel no tiene quien le escriba; sentí en carne propia
a nadie, por que nadie posee a nadie. Ésa es la ver-
esa espera que asfixia, súbitamente aparecieron los
confabulario 67
simbolismos que conllevan la nostalgia; las velas de
tan platicado que nunca hicimos. Todo a partir de
olor que me regalaste y que observaba cómo pau-
esa espera, incluso pensé enloquecía pues varios ob-
latinamente se consumían a sabiendas que no me
jetos que me eran completamente inadvertidos em-
regalarías otras, comencé a prenderlas cada vez por
pezaron de pronto a cobrar vida; todos me llevaban
más breves periodos, hasta que por fin un día des-
a ti, la taza donde te servía tu café, el sillón donde
aparecieron. Quedaron inconclusas las historias de
te sentabas y reías, mi cama donde me enseñaste el
vida sobre las personas que te rodean; familiares,
paraíso, aquel jabón que te compré solo para tu uso,
amistades, conocidos y villanos, también aquel viaje
el programa de tele que tanto te gusta, las sábilas de
donde te llevaste algunas para plantarlas
en tu jardín, esas canciones que te emocionaban, las macetas que compramos
juntos. Todos de alguna manera me gritaban de ti. Hoy me queda claro que en la
vida la incertidumbre es el mayor de los
males, la esperanza es lo que nos hace
permanecer vivos y los videntes que anticipan el amor eterno se equivocan.
¿Te estremeces cuando piensas en los
hubieras? ¿te acordarás de nuestro primer beso? ¿de nuestro último abrazo? Yo
sí. Uno nunca sabe, tendrás que pensar
en la posibilidad de que cuando sientas
un escalofrío, como una suave brisa que
roza alguna parte de tu cuerpo, podría ser
una caricia que se me escapa de un sueño.
Hoy entiendo que como autoprotección el
tamaño de mi indiferencia es comparable
con todo lo que te amé y en la proporción
de las expectativas que había depositado
en ti.
En fin, lo importante es que sólo quería escribirte que me acordé de ti.
@rafaborbolla
Francisco Maza
68 El Búho
Franz Kafka murió pensando en que su tarea literaria era baldía y carecía de importancia. El tiempo y la ayuda de su mejor amigo Max Brod
lo salvaron del error. El narrador checo de habla alemana dividió en dos
a las letras universales: existe un antes y un después. Su obra, aunque
fragmentada e inconclusa, es fundamental para todos los escritores.
Kafka es un referente indispensable y sus admiradores crecen por el
orbe hoy dominado por nuevas tecnologías de comunicación. Existen
blogs y páginas web dedicadas a su trabajo y sin Kafka no existirían o no
tendrían relevancia multitud de escritores en cuyas obras influyó.
Ahora El Búho presenta el trabajo sobre Franz Kafka que escribió
el crítico José Rafael Hernández Arias, un exhaustivo trabajo de traducción y compilación de los cuentos completos en versión original y
aunque hay muchos académicos y especialistas trabajando en el mismo
campo, el suyo es ejemplar y nos saca de errores y confusiones que sus
anteriores admiradores dejaron en un paso apresurado por recuperarlo
lo mejor posible.
Consideramos que el prólogo presentado es un escrito fundamental en la comprensión de la obra de Kafka, él que legó una literatura
bella y misteriosa, inteligente y revolucionaria, llena de enigmas y símbolos peculiares y novedosos. Ahora podemos apreciar la riqueza de un
hombre que ha influido severamente en la literatura universal, pudo
transformarla para siempre y deslumbrar a narradores del tamaño de
Jorge Luis Borges.
(Archivo coleccionable)
obstante, las ediciones de Max Brod obedecen a un
criterio de selección muy personal que puede resultar
cuestionable en varios aspectos. Sólo algunos ejem-
El Búho
Cuentos de Franz Kafka*
PRÓLOGO
José Rafael Hernández Arias
L
a presente edición se propone brindar al lector la posibilidad de acercarse, en la medida
de lo posible, a los textos originales de Franz
Kafka. En el volumen reunimos aquellos escritos
que pueden ser incluidos en la categoría de «relatos», «narraciones», «piezas narrativas», «poemas en
prosa», «historias», «cuentos» o «fragmentos», según
se los quiera denominar, traducidos a partir de los
textos originales, sin filtros ni retoques. El criterio primordial para elegir estos textos ha sido que
formen parte del mundo de la ficción, es decir, no
incluimos escritos autobiográficos, como fragmentos de los diarios, ni otros escritos, como la Carta al
padre, en los que Kafka elabora claramente situaciones personales desde una perspectiva alejada de la
literatura. Es indudable que en parte se debe a Max
Brod la extraordinaria divulgación de la obra de su
amigo Kafka: sin su dedicación e intenso estudio
de los textos no habría sido posible que alcanzase
la fama lograda. Este mérito es incontestable. No
Max Sanz
para la memoria histórica plos. En el caso del relato El cazador Gracchus, Max
Brod fundió una serie de fragmentos y creó un texto
homogéneo que en realidad no existe. Lo mismo
ocurrió con dos versiones del mismo texto, la primera titulada Descripción de una lucha y la segunda sin
título. Por otra parte, la titulación arbitraria de algunos relatos o novelas (como América) ha confundido
a aquellos que pretendían realizar una interpretación
basándose en los títulos de las obras. Por este motivo, presentamos al lector una versión basada en los
manuscritos y, cuando éstos no se han conservado,
en las ediciones autorizadas por Kafka. En los casos
de duda se ha consultado la última edición crítica. De
este modo se da un paso más para acercar la obra
original de Kafka al lector, siguiendo la tendencia
iniciada recientemente en los países de habla alemana de publicar los manuscritos en edición facsímil.
No obstante, la mayoría de la obra kafkiana aún no
ha gozado de este privilegio. Para que esto ocurra
con todos los textos conservados antes tendrán
que resolverse los conflictos de intereses y deberán
vencerse las resistencias de Sir Malcom Pasley, el
curador de la obra de Kafka, custodiada, por voluntad
de los herederos, en la «Bodleian Library» de Oxford.
Nos tenemos que felicitar, sin embargo, del espíritu
que preside las ediciones de la editorial Stroemfeld,
que, en el marco de su edición histórico crítica de
Kafka, ha publicado el facsímil de El proceso, acompañado de su correspondiente CD-ROM, y en fecha
reciente parte de los escritos póstumos bajo el título
Descripción de una lucha. De este modo, los editores
Roland Reuss, Peter Staengle y Joachim Unseld contribuyen decisivamente a un mejor conocimiento de
la obra kafkiana. En esta última edición de los escri-
Francisco Maza
II El Búho
tos póstumos se alternan las páginas del manuscrito
con su transcripción, así el lector puede disfrutar contemplando los trazos picassianos de la letra de Kafka
y la atmósfera kubiniana que transmiten. A la versión
escrita se añade la versión digital en un CD-ROM.
Este proyecto, que esperamos siga adelante, sirve de
complemento a la edición crítica de Malcom Pasley en
la editorial Fischer.
Otro problema que acecha a los editores a la hora
de publicar la obra de Kafka es la ordenación de los
escritos. En este volumen hemos realizado una ordenación atendiendo a un criterio cronológico, lo que,
a su vez, también causa dificultades, pues de muchos
de ellos sólo disponemos de vagas referencias. Tal
vez el ejemplo más significativo sea el breve texto
El deseo de ser un indio, del que no existe el menor
indicio que permita clasificarlo cronológicamente.
No obstante, casi siempre hay pistas que, al menos,
pueden ofrecer un periodo de creación fiable. Este
método de ordenación tiene la ventaja de que permite
un principio interpretativo sólido, posibilidad que no
ofrecen las colecciones de relatos arbitrarias, y además nos muestra un friso de la evolución creadora de
Franz Kafka en conexión con sus datos biográficos.
El que Kafka concibiese la mayoría de sus relatos
como obras autónomas, no quiere decir que le fuera
indiferente qué relatos podían aparecer en un mismo
volumen y cuáles no. Todo lo contrario. En la correspondencia con su editor, Kurt Wolff, y con amigos
siempre encontramos referencias a su obra en las
que se observa su preocupación por dar a las colecciones de relatos una unidad temática. Por ejemplo,
cuando pidió a Kurt Wolff que uniese en un volumen
La condena, La metamorfosis y El fogonero bajo el
título Los hijos era evidente que consideraba los tres
textos vinculados temáticamente. Asimismo, Kafka no
se mostró partidario de unir La condena, La metamorfosis y En la colonia penitenciaria bajo el título Penas,
ya que, según su parecer, el primer relato era incompatible con el tercero. Así pues, Kafka era consciente
del efecto que debían causar en el lector sus libros de
relatos; una ordenación selectiva y arbitraria de los
textos anula, en cierta medida, la atmósfera literaria
que Kafka pretendía crear. Por esta razón, nos hemos
decidido por una ordenación cronológica. Además,
hemos considerado conveniente incluir al final del
volumen algunas observaciones esenciales sobre el
origen y la transmisión de cada uno de los textos. Así,
el lector puede comprobar en qué periodo se redactaron y cuándo se publicaron. Para que ciertos títulos
no lleven a conclusiones o asociaciones erróneas,
hemos distinguido los títulos de Kafka de los ideados
por Max Brod al escribir estos últimos en cursiva.
Otras dificultades que deben afrontarse cuando
se toman los manuscritos como materia prima de la
traducción son una ortografía irregular, anomalías
fruto de la falta de corrección, fragmentos poco claros, reglas sintácticas y gramaticales anticuadas, así
como peculiaridades estilísticas de Kafka, que, sin
duda, dificultan la legibilidad de los textos y les dan
un carácter en cierta medida informal. Por añadidura,
la sintaxis de Kafka era bastante peculiar, probablemente porque daba una gran importancia a la oralidad
del texto. En la traducción se ha evitado en lo posible,
siempre que lo ha permitido la fluidez del español,
la simplificación o la manipulación de los pasajes
problemáticos. Precisamente aquí radica la diferencia
entre emplear una versión virgen y otra, como la de
Max Brod, que contiene numerosas enmiendas respecto al original. Y a Ortega y Gasset, en su pequeño
ensayo Miseria y esplendor de la traducción, había
hecho hincapié en la imposibilidad de identificar la
traducción con la obra. Con razón afirmaba Ortega
que es imposible la transustanciación por la cual la
obra escrita en un idioma surge súbitamente en otro.
La traducción nunca es la obra, sino un camino hacia
la obra. Y cuando se intenta avanzar en este camino
no se hace sin renuncias y sin enfrentarse a decisiones que afectan esencialmente al resultado final.
Es evidente que lo ideal en un clásico como Kafka
sería transmitir su prosa jurídica y seudocientífica,
así como su peculiar forma de emplear el alemán que
supone, indudablemente, un goce peculiar para el
lector, aunque ha habido críticos que han enjuiciado
negativamente esa prosa sentenciosa, fría, casi inhumana. Por desgracia, cuanto más se pretende reproducir la impresión estética en una traducción, por
regla general más nos alejamos del original. Así pues,
en aquellos pasajes en los que quedaba abierta la vía
para una versión más libre, hemos renunciado a ella y
nos hemos decidido por una versión más ajustada al
texto, aunque quizá menos satisfactoria estéticamen-
para la memoria histórica III
te hablando, No obstante, tampoco hemos extremado
tanto este criterio como para convertir la obra de
Kafka en un «aparato bastante enojoso». En realidad,
hemos intentado encontrar una dirección intermedia
entre las dos direcciones que, según Schleiermacher
en su obra Sobre los diferentes métodos de traducir,
puede emprender una traducción: o traer el autor
al lenguaje del lector o llevar al lector al lenguaje
del autor.
Kafka constituye un fenómeno único en la historia de la literatura. De pocos escritores se sabe tanto;
numerosos simposios de germanistas, judaístas o de
filósofos han estudiado su vida y obra hasta en los
más recónditos detalles; el saber acerca de Kafka es
inmenso, difícil de abarcar aun para el especialista.
En 1977 Theo Elm calculó alrededor de 11,000 opiniones de expertos sobre la obra de Kafka. Los coloquios sobre Kafka suelen derivar en auténticas orgías
interpretativas. No obstante, esta obra sigue siendo
un enigma. No deja de causar perplejidad el abismo
existente entre el saber acumulado, una auténtica
Torre de Babel de conocimientos, y las pocas certezas que este saber proporciona. Tal vez por esta
razón la obra de Kafka mantiene su vigencia, atrae
a especialistas y profanos con una fuerza inusitada.
Sin embargo, esta complejidad y este halo misterioso
de la obra repercuten de manera distinta en los lectores. Los especialistas, por una parte, cada vez ponen
listones más altos para la comprensión de la obra de
Kafka: el dominio de las mil teorías que interpretan
sus obras, la profundización en la Cábala, en el psicoanálisis, el sionismo, la filosofía preexistencialista
etc., y, por otra parte, están aquellos que afirman un
acceso directo y personal a la obra, siguiendo, por lo
demás, las instrucciones del mismo Kafka, que escribía a Felice Bauer: «La verdad interna de un relato no
se deja determinar nunca, sino que debe ser aceptada
o negada una y otra vez, de manera renovada, por
cada uno de los lectores u oyentes». Esta perspectiva
colisiona frontalmente con la intención de aquellos
especialistas que desean encontrar un principio fundamental, una fórmula mágica que sirva de llave universal para la interpretación de los escritos kafkianos,
resistentes hasta el día de hoy a toda fijación hermenéutica. Por añadidura, y para mayor confusión del
lector profano, los intérpretes han formado escuelas,
por no denominarlas sectas, que cultivan un aisla-
IV El Búho
cionismo combativo frente a otras teorías y análisis.
No obstante, ya parece haber transcurrido el primer
periodo interpretativo en el que se intentó reducir la
obra kafkiana a un principio rígido. Las intenciones
de Max Brod de convertir a Kafka en un pensador
sionista fueron rebatidas limpiamente por Walter
Benjamin; las interpretaciones psicoanalíticas han
resultado insostenibles. Intentos sistematizadores,
como el de Wilhelm Emrich en su obra Franz Kafka,
parecen demasiado perfectos para ser ciertos y despiertan la impresión de que la obra de Kafka, como un
enorme espejo mágico, se limita a reflejar el espíritu
del intérprete. Pero si la obra kafkiana evoca la célebre
«interpretación infinita», no se puede renunciar, sin
embargo, a la búsqueda de un sentido que explique
su actualidad. Así, la editorial Valdemar ha querido
contribuir a la comprensión de los distintos motivos
que inciden en esta obra universal con la publicación
de El proceso (2000), tomando en consideración los
últimos avances de la investigación, y del volumen
Aforismos, visiones y sueños de Franz Kafka (1998),
en el que se realiza una sistematización de diversos
textos kafkianos bajo determinados epígrafes, correspondientes a los temas fundamentales que han fertilizado su obra. Estos temas, a su vez, proceden de
los distintos ámbitos de la investigación. Por ejemplo,
el judaísmo de Kafka y la problemática en torno a la
Ley y la Cábala han sido investigados por Gershom
Scholem y K. E. Grözinger; Walter Benjamin se ocupó
primordialmente de las implicaciones sociales y de la
frontera entre nihilismo y religión en el pensamiento
kafkiano. Estos aspectos, entre otros, son imprescindibles para acercarse a la obra de Kafka, pero no
excluyen una lectura subjetiva, simplemente amplían
los horizontes del lector. Como manifestó Vladimir
Nabokov en su Curso de literatura europea, para leer
a Kafka sólo se necesita cierta sensibilidad literaria,
poseer la capacidad de trascender la realidad objetiva, de percibir lo indefinible, en definitiva no reducir,
por ejemplo, La metamorfosis a la historia de un
pobre diablo que se convierte en escarabajo. Ésa es la
«célula» o el «gene», como se expresó Nabokov, que ha
creado la literatura y que la mantiene en vida.
La obra de Kafka ha sido definida como un instrumento ideal para el conocimiento de lo oculto. Esta
sensibilidad, que permite captar complejos aspectos
de la existencia y expresarlos, se fundamenta en un
conocimiento profundo de las múltiples formas en
que se manifiesta el poder, en un instinto sutil orientado hacia el discernimiento de lo justo y lo injusto
y en un amor insobornable a la verdad. En Kafka
encontramos un espíritu penetrante, pero además
unas circunstancias únicas. No sólo pertenecía a una
minoría por ser judío, sino también por pertenecer a
la minoría de habla alemana (un 10% de la población
checa). Pero a su vez pertenecía a otra minoría, pues
la nación checa representaba un papel modesto en
el imperio de los Habsburgo. En realidad no era ni
alemán, ni checo, ni austríaco, ni judío, pero era discriminado, o su situación se veía afectada,
por hablar alemán, por ser judío y por ser
checo. Una existencia tan compleja tenía
que desembocar en una crisis de identidad
y, al mismo tiempo, en una intensificación
de la capacidad perceptiva. No es de extrañar, pues, que Kafka se haya convertido en
un símbolo de la inseguridad del individuo
en el mundo moderno, de los problemas
existenciales y anímicos, de la desolación,
de la desesperanza y del desarraigo. Muchos
lectores se han identificado con su personalidad atormentada, se han reconocido en su
actitud desesperada, pero en esta valoración
se olvida un aspecto importante de la obra
de Kafka, sobre el que su amigo Urzidil llamó
la atención poco después de su muerte, y que
no se puede ignorar o dejar que desaparezca
bajo el manto del pesimismo y de la angustia. Hablamos del insobornable realismo de
Kafka y de su gran ironía, de un humor que
posee una fuerza de penetración extraordinaria, capaz de desenmascarar lo falso e
inauténtico en la existencia humana. Este
realismo y humor, esta ironía, no se puede
olvidar, también se encuentran en la obra de
Kafka. Forman parte de su estrategia para
afrontar una existencia que para él había
perdido todo sentido racional e irracional. En
los recuerdos de Gustav Janouch sobre Kafka
se encuentra un curioso pasaje sobre uno de
los autores predilectos del autor praguense,
me refiero a G. K. Chesterton, el creador
del Padre Brown y el autor de ensayos en
defensa de la fe católica. Para Kafka, en una
época impía e irreligiosa como la suya, sólo quedaba
la jovialidad como remedio contra la desesperación.
Por esta razón le gustaba la obra de Chesterton, porque era tan jovial que casi se podía creer que había
encontrado a Dios.
Mucho se ha discutido entre los especialistas
sobre el sentido de la obra de Kafka, ante todo sobre
la posibilidad de encontrar un hilo conductor que
nos lleve a través de sus textos procurándoles un
ordenamiento lógico, tanto desde una perspectiva
temática como biográfica. Por desgracia, no se ha llegado aún a una solución satisfactoria. Sin embargo,
Perla Estrada
para la memoria histórica en Kafka se dan determinadas circunstancias básicas que iluminan, aunque tenuemente, sus escritos.
Nos referimos a la tenacidad con que escribía. En
pocos escritores encontramos esta hipertrofia de la
voluntad, esta obsesión por confundir su ser mismo
con la literatura. Se ha hablado de su egocentrismo
a la hora de escribir. Y, efectivamente, Kafka apenas
escribía para los demás, ante todo escribía para sí
mismo. Con esta actividad pretendía otorgar un sentido a su «existencia vacía». Es posible que escribir
cumpliese para Kafka en algunos momentos de su
vida una función terapéutica, pero no llevemos demasiado lejos esta extendida opinión, escribir también
supuso un esfuerzo excepcional que consumió todas
sus energías. En Kafka se cumple el mandamiento
nietzscheano de «escribir con sangre». Todo lo que
obstruía o impedía su dedicación plena a la literatura
fue considerado un estorbo, una tortura: la familia, la
profesión, el matrimonio. Kafka consideraba la literatura como su forma de existencia natural, pero, en
colisión con su vida profesional y familiar, una forma
de existencia imposible. A Rudolf Steiner, el fundador
de la antroposofía, le confesaba: «No sólo a causa de
mis relaciones familiares, tampoco podría vivir de la
literatura a causa de la lentitud con que se originan
mis obras y de su carácter tan especial; además,
mi salud y mi carácter me impiden llevar una vida
que, en el mejor de los casos, sería incierta. Por esta
razón soy un funcionario en una compañía
de seguros. Sin embargo, estas dos profesiones nunca podrán ser compatibles y permitir
una felicidad conjunta. La mayor felicidad en
la primera supondría la mayor desgracia en
la segunda». Así pues, Kafka se definía como
una existencia imposible que sólo adquiría
sentido en la labor imposible de escribir. Ni su
existencia profesional, ni personal, ni familiar,
ni literaria poseían un punto de anclaje, su
situación sólo se puede explicar como un desarraigo radical. Sus intentos por emanciparse
de la familia y dedicarse plenamente a la
literatura no eran más que, imitando el estilo
heideggeriano, «el arraigo en el desarraigo».
Esta tensión anímica le proporcionó la sensibilidad necesaria para, intencionadamente o
no, describir en un ámbito literario la transición de la metafísica al nihilismo, la ruptura
definitiva de este mundo con la Verdad.
La emancipación, el castigo y la pesadilla
En los textos de Kafka que hemos seleccionado y que abarcan toda su vida se entreteje
una serie de motivos que se repiten una y otra
vez. Estos arquetipos del mundo kafkiano son
una constante en su actividad literaria. Por
desgracia, su interpretación es la que puede
hacer de Kafka un teólogo de lo imposible,
un poeta del nihilismo o el vate de la caída
de la Tradición. Esta variedad de «etiquetas»
es, naturalmente, legítima, pero se basa en
un aislamiento de los motivos, necesario, por
Javier Anzures
VI El Búho
otra parte, para profundizar en ellos. En una introducción como ésta, sin embargo, reducir todas las narraciones que presentamos a un motivo fundamental
sería una tarea desagradecida. Significaría forzar la
obra de Kafka, querer ajustarla a uno de los muchos
principios interpretativos que se han postulado. Ni
las interpretaciones filosóficas, ni las religiosas, ni
las psicoanalíticas, ni las materialistas, ni las estructuralistas, ni las políticas pueden aspirar a explicar
por completo la obra de Kafka. Tampoco resultaría
muy afortunado ir comentando uno por uno todos
los textos e ir adscribiéndolos a una serie de motivos
escogidos con antelación. Este método sería el más
completo pero nos tememos que reiterativo y tedioso.
Aquí seremos más modestos. Como hemos comentado, para Kafka no era indiferente qué relatos podían
ir juntos y cuáles no. Esto nos permite hacer hincapié,
no en los motivos aislados, sino en los vínculos que
unen a los distintos textos entre sí. Estos vínculos son
las arterias de la obra kafkiana, ellos son los que pueden dar una idea de cómo funciona el corazón.
Comenzaremos con tres relatos que Kafka consideró emparentados: La condena, La metamorfosis
y El fogonero, a los que quiso unir bajo el título Los
hijos. Sobre los tres relatos escribió a su editor Kurt
Wolff: «Los tres textos están relacionados interior y
exteriormente. Entre ellos existe una conexión evidente, más aún, una conexión secreta, y como no
quisiera renunciar a ella, desearía su publicación en
un libro titulado Los hijos». ¿A qué vínculos secretos
se refería Kafka? En los tres relatos, escritos en 1912,
se elaboran, indudablemente, experiencias personales. En ellos se plasma un anhelo de emancipación.
En aquel año Kafka albergó esperanzas de lograr
una independencia económica gracias a una fábrica
que terminó convirtiéndose para él en una trampa.
Al final, la fábrica supuso un motivo más de disputa
entre el padre y el hijo, que descuidaba sus deberes y
no se sentía capaz de cumplir con sus obligaciones.
Esto intensificó su complejo de culpa. Pero Kafka no
sólo luchaba por su independencia, sino también
por su propia identidad, una identidad liberada de la
sombra omnipotente del padre. Por esta razón, para
la comprensión de estos tres relatos resulta esencial
la lectura de la Carta al padre, en la que expresa la
naturaleza de sus vínculos familiares. No obstante,
esta lucha por su identidad resultó creativa, Kafka fue
capaz de verterla en el papel, satisfaciendo, al menos
en lo que respecta al texto de La condena, sus elevadas exigencias literarias. Refiriéndose a La condena
Kafka escribió que su intención había sido la de describir una lucha. Y precisamente La condena significó
para Kafka una cumbre de su actividad como escritor,
abriendo un periodo de confianza en su talento literario que, sin embargo, fue remitiendo rápidamente.
En los tres relatos aludidos asistimos, pues, a la lucha
de tres hijos por su independencia y por su identidad,
en La condena y en La metamorfosis con un desenlace fatal, en El fogonero con una puerta abierta a
la esperanza. Para describir esta lucha Kafka empleó
motivos freudianos y recurrió a algunos autores que
concitaban su interés como Franz Werfel, Max Brod,
Jakob Wassermann, Gogol, Dostoyevski y Dickens.
Pero la emancipación de la familia, sobre todo del
padre, no explica completamente los relatos que
aquí nos ocupan. En La condena, es cierto, este tema
aparece en un primer plano, como en la narración El
mundo urbano, pero en los otros dos relatos integra
simplemente uno de los elementos. En La condena se
puede percibir claramente cómo Kafka dota a las relaciones con su padre de cierto grado de abstracción:
eso le permite describir una ruptura de la «autoridad»,
del vínculo cultural, social, religioso y familiar que
une al padre y al hijo. Si nos fijamos en la estructura
de los tres relatos descubrimos que son tres variedades de un simulacro judicial. En La condena, el hijo es
sometido a juicio por el padre y es condenado a muerte; en La metamorfosis, el juicio, en el que la familia
constituye el tribunal, se convierte simultáneamente
en sentencia, y en El fogonero se realiza un simulacro
de juicio que tiene como resultado la averiguación de
la verdadera identidad del protagonista. Es evidente
que Kafka recoge aquí una tradición cabalística y un
«topos» de la literatura moral judía. En estos textos se
afirma que el mundo fue creado según un principio
jurídico y que éste es su fundamento. Religión y legislación se funden en una unidad compacta. Por esta
razón, el hombre debe cuidarse de pecar, pues nunca
sabe cuándo comenzará su juicio. En este juicio todo
puede testimoniar contra el hombre, cualquier cosa,
una piedra o las paredes de una casa. El mundo se
convierte así en un perpetuo proceso, y la existencia
de la persona se refleja en un juicio paralelo, en el que
los demás asumen sus papeles de reos, acusadores,
para la memoria histórica VII
defensores, testigos o jueces. Éstos son también los
papeles que desempeñan los personajes en los tres
relatos que aquí comentamos.
Kafka se sintió profundamente atraído por este
mundo de la judicatura metafísica, por la posibilidad
de que el tribunal celestial pudiera intervenir en la
vida terrenal. No en vano, Kafka era un excelente
jurista que sólo renuncia a ejercer la profesión de
abogado porque deseaba encontrar un empleo que le
permitiese escribir. En toda su obra se percibe un profundo interés filosófico jurídico. Muchos de sus temas
tienen su origen en los tratados jurídicos judíos y
en la argumentación rabínica. Pero Kafka secularizó el tema del tribunal metafísico y lo hizo imperar
en una sociedad industrializada que había perdido
su vínculo con lo sagrado, generando un sentimiento
de culpa, cuyo origen es ignorado por los protagonistas. Cuando Gregor Samsa despierta una mañana
convertido en escarabajo, desconoce que en él se
ha ejecutado una sentencia; tampoco lo asocia a
la tradición judía del «Gilgul», de la transmigración
de las almas como castigo; ni lo atribuye a un comportamiento inmoral, a haber llevado una vida inauténtica o a una traición a sus propias inclinaciones
existenciales. Se limita a plantear hipótesis causales
que puedan explicar su situación e intenta adaptarse
a su nueva vida. Incluso, inexplicablemente, trata
de ignorar la radical transformación física que ha
sufrido y emprender su vida normal. Pero mientras
esto ocurre, asiste a la segunda metamorfosis, a la
de su familia, que se va haciendo más consciente de
sí misma conforme Gregor Samsa se va hundiendo
en la animalidad. Al final, su muerte supondrá una
liberación para toda la familia. La metamorfosis es,
sin duda, la más agresiva de las tres narraciones,
la más desesperanzada, y se encuadra perfectamente
en la trilogía. En La condena Kafka especula con la
posibilidad de que el hijo tenga éxito en los negocios,
se case y desbanque al padre, pero fracasa finalmente
porque no es capaz de adaptarse a esa vida burguesa
y renunciar a la literatura; su debilidad es aprovechada por el padre para destruirle anímicamente.
En El fogonero, el hijo se va de casa y busca fortuna
en América. Se trata de un viaje incierto y lleno de
peligros. No obstante, se observa cómo el hijo se
mantiene inmaduro y busca figuras que sustituyan
al padre. Finalmente, en La metamorfosis, el hijo ha
VIII El Búho
logrado tener éxito y ha desbancado al padre, además
es él quien alimenta a toda la familia, pero este tipo
de vida ajena a sus inclinaciones logra acabar con él.
Aquí, sin embargo, la situación se expresa a través
de una metáfora animal o de una fábula, aunque la
narración parece romper el marco rígido de los dos
conceptos, el mismo sistema que Kafka empleará en
numerosos relatos, casi todos incluidos en este volumen. Podemos citar Un cruce, En nuestra sinagoga
o Investigaciones de un perro. Precisamente bajo el
título común Dos historias de animales publicó Kafka
en la revista Der Jude los relatos Chacales y árabes
e Informe para una academia. Como ha destacado
Grözinger, en muchos textos cabalísticos aparecen
historias similares con animales que, curiosamente,
tratan el tema de la expiación y de la culpa. Además,
el empleo de animales para ilustrar comportamientos
humanos servía para expresar sentimientos de inferioridad y dificultades de adaptación social. Mediante
la metamorfosis, Gregor Samsa queda excluido de la
existencia social y privada, ya no puede influir en su
entorno, ha perdido la capacidad de vivir en sociedad.
Así pues, en las tres narraciones se emiten tres sentencias, pero el reo no entiende por qué se han emitido ni que su vida, en realidad, es un proceso continuo
en un tribunal olvidado por su memoria individual y
colectiva. En las tres narraciones, la excepción y la
normalidad experimentan un estremecimiento que
provoca una confusión de sus fronteras.
Kafka fingía situaciones en su actividad literaria
que tenían una correspondencia en su vida privada. También incluía en sus textos pasajes de crítica
social, pues Kafka era un hombre que se interesaba
por los movimientos sociales y políticos de su tiempo. Pero en estas elaboraciones había un elemento,
llamémoslo onírico, que es peculiar a su obra y que
la diferencia de una literatura social o psicológica.
Este carácter onírico ha impulsado a varios intérpretes a designar su obra con el nombre de «realismo
fantástico», aunque este concepto permanece vago y
ambiguo. Para muchos sería ir demasiado lejos, unir
bajo un mismo techo, pongamos por caso, la obra de
Kafka y la de Jorge Luis Borges. Uno de los principales
rasgos de la actividad literaria kafkiana era su nocturnidad. La mayor parte de su obra fue escrita por la
noche, aunque ello le robara horas de sueño y dañara
gravemente su salud. Aún más, su ideal era escribir
una narración completa en una noche, como ocurrió
con La condena, obra que escribió entre las 10 de
la noche y las 6 de la mañana. Kafka se interesaba,
además, por el mundo de los sueños. En sus Diarios
abundan los comentarios acerca de sus pesadillas y
solía transcribirlas o convertirlas en pequeños relatos. En este volumen hemos incluido varios ejemplos. Este ambiente onírico se puede apreciar con
especial intensidad en textos como La condena, La
metamorfosis y Un médico rural. En la obra de Kafka
se afirma la existencia de un puente entre el mundo
del sueño y el de la vigilia, el mismo Kafka creía que
historias o sucesos que comienzan en el mundo real
experimentan una continuación en el mundo de los
sueños y viceversa. El sueño, desde esta
perspectiva, tiene su propia lógica y su propio lenguaje, el «lenguaje del inconsciente»,
vinculado con la realidad. También podemos
encontrar esta noción del sueño en los textos cabalísticos. Por ejemplo, Grözinger cita
en su libro Kafka y la Cábala un pasaje de
un libro moral cabalístico: «Cuando el hombre duerme en su cama, su alma sale de su
cuerpo y presta testimonio sobre él y sobre
todo lo que ha hecho ese día. Y se juzga su
alma, ya sea para bien o para mal, pues por
la noche juzgan los Tribunales de las alturas...» Para Kafka el sueño no era sólo una
experiencia más o menos interesante, era
una manifestación esencial de su personalidad, una vertiente más de la realidad, como
el fenómeno de la enfermedad. Aquí Kafka se
encuentra en una sólida tradición literaria,
de la que forma parte el motivo del doble,
tan presente en la obra de E.T.A. Hoffmann
y Dostoyevski.
vida psicológica del individuo, de un individuo que
vive en una clase social determinada y está sometido a unos complejos vínculos familiares, hay otros
relatos que intentan reflejar el «espíritu del tiempo».
En ellos Kafka quiso captar la esencia de la época:
por lo tanto se trata de testimonios de las huellas
que dejaron en Kafka las nuevas corrientes filosóficas, los nuevos movimientos políticos y los grandes
acontecimientos históricos. Es indudable que uno de
los grandes acontecimientos fue la I Guerra Mundial.
En sus albores surgieron varios textos kafkianos que
han alcanzado gran fama. Quizá el más conocido sea
El proceso, aunque aquí sólo nos interesa la leyenda
Ante la Ley, incluida en la novela mencionada, pero
El olvido de la Ley
En los tres relatos comentados percibimos la
permeabilidad entre la vida privada de Kafka
y su obra. Ésta es producto de proyecciones
psicológicas derivadas de experiencias personales. También observamos cómo Kafka
extendió sus vivencias para convertirlas en
literatura. Pero si los relatos del epígrafe anterior son el resultado de complejas
interacciones emocionales que afectan a la
Peter Saxer
para la memoria histórica IX
también publicada aparte, pues Kafka sintió un afecto muy especial por esta obra. El otro texto que nos
interesa es En la colonia penitenciaria, una fantasía
penal. La leyenda Ante la Ley fue escrita entre octubre
y diciembre de 1914, el mismo periodo en que Kafka
concluyó En la colonia penitenciaria. La cuestión que
trataremos de dilucidar ahora es hasta qué punto las
dos obras, así como otros relatos vinculados temáticamente a ellas y contenidos en este volumen, reflejan los acontecimientos históricos y las corrientes
intelectuales del momento.
La leyenda Ante la Ley tiene fama de ser uno
de los textos más herméticos de la literatura. Hasta
ahora se ha resistido a una exégesis convincente,
aunque varias monografías han intentado descifrar
el enigma. En realidad, el texto consta de varias
paradojas que culminan en un «horror vacui», en un
El Búho
dilema irresoluble: el conflicto entre la generalidad y
la particularidad de la Ley, un dilema aparentemente
absurdo, pues la Ley es, por esencia, general; ella
supone la superación del privilegio. No obstante,
al final de la leyenda se afirma la particularidad de la
Ley y el sometimiento de la normalidad a la excepción, aunque el protagonista sólo experimenta la
verdad en su agonía. Ello significa que vive desconociendo las propiedades de la Ley. Pero, ¿a qué noción
de la Ley se refiere Kafka? ¿Qué entiende Kafka
por Ley? En el texto no encontramos ninguna pista
que nos aclare estas cuestiones, todo lo contrario,
la leyenda cuenta precisamente con el olvido de la
Ley por parte del lector. Sólo al final leemos sobre
un resplandor que surge del interior. En la obra de
G. Scholem Sobre algunos conceptos fundamentales
del judaísmo constatamos que la Tora, en la tradi-
Francisco Tejeda Jaramillo
ción judía y en determinadas corrientes cabalísticas,
permite una interpretación individual y otra general;
esto quiere decir que existen dos caminos para acceder a ella. El camino que lleva a la Tora es, además,
un camino que conduce a la luz divina, a la luz de la
vida. La Ley se convierte así en la esencia de la vida,
en su sentido. El hombre que pretende acceder a la
Ley aspira a conocer el sentido de la vida, pues la Ley
es el vínculo entre el hombre y Dios, también entre
Dios y el mundo. Si se incumple la Ley al hacer uso
del libre albedrío, el ser humano comete conscientemente un pecado que genera un sentimiento de culpa.
Pero si se rompe el vínculo por olvido o ignorancia
es porque el hombre ha perdido su contacto con la
dimensión divina y desconoce el sentido de la vida. Su
existencia se torna absurda, su sentimiento de culpa
no encuentra una explicación. El hombre que desea
acceder a la Ley desconoce que hay un camino individual que conduce hasta ella, por eso muere sin haber
atravesado la puerta guardada por el centinela. Esta
individualización de la Ley no es más que el intento de
reconciliar lo general con la excepción, un problema
del que ya se ocupó Kirkegaard en La repetición y que
también obsesionó a Kafka. La imposibilidad de esta
reconciliación es un signo del mundo moderno y es
la causa del fracaso del hombre que pretende acceder
a la Ley. Aquí hay que matizar, sin embargo, que Kafka
no se atreve a interpretar este fenómeno como la
muerte o la desaparición de la Ley y, por extensión, de
Dios, como hizo Nietzsche, sino que prefiere describir
su olvido o su retiro, por consiguiente, su inaccesibilidad. Resulta extraña, sin embargo, esta obsesión
de Kafka por la Ley en un mundo que ignora a Dios
y en el que se declara que la Verdad es inalcanzable.
Por desgracia, en la obra de Kafka no encontraremos una solución a este enigma. Las preguntas que
planteó Walter Benjamin respecto a este problema,
es decir, cómo se puede pensar la proyección, postulada por Kafka, del Juicio Final en el mundo, si esta
proyección hace del juez un acusado, si el proceso
se convierte en la pena, si esta proyección supone la
ejecución o el enterramiento de la Ley, no encuentran respuesta en la obra de Kafka y dudamos mucho
de que ésa fuera su intención. En todo caso, tanto
Kafka como Nietzsche alcanzan un pensamiento
metafísico negativo que permite una descripción del
nihilismo como expresión de su época. Nietzsche
desde la muerte de Dios y la voluntad de poder como
la experiencia del ser del hombre, Kafka desde una
secularización de la Cábala y desde una fenomenología gnóstica de la muerte. Aunque el mundo kafkiano
es unidimensional, en él se producen filtraciones
incomprensibles de un mundo metafísico que causan
una angustia extrema en los personajes, pero éstos
no buscan acceso a ese mundo para comprender su
situación, ni aspiran a una salvación escatológica,
sólo se limitan a someterse, en el estadio final, a una
muerte liberadora del dolor, schopenhaueriana, fruto
de una causalidad inmisericorde.
Kafka recurrió al tema de la Ley con frecuencia,
lo que nos muestra hasta qué punto consideraba
importante este motivo. En este volumen hay varias
narraciones que se ocupan de él. En Sobre la cuestión de las leyes se plantea el esfuerzo de un pueblo
por acceder a las leyes que lo gobiernan, unas leyes
que, paradójicamente, son mantenidas en secreto.
En otras narraciones se describe una situación en
que los ciudadanos han olvidado quién los gobierna y viceversa, el gobierno se ha olvidado de ellos,
aunque mantienen su orden de vida, sin introducir
modificaciones, obedeciendo leyes cuya razón de
ser desconocen. Estas fantasías políticas muestran
comunidades que han perdido el acceso a sus propias
leyes, esto es, a su origen, y que vegetan sin experimentar transformaciones, sometidas a un voluntarismo político, sin que el soberano, caracterizado como
«ley viviente», apenas realice actos externos de poder.
En realidad, no necesita realizarlos, pues la propia
comunidad acepta su situación y se limita a justificar
el «statu quo» y a negar la posibilidad de alternativas.
Esta existencia política absurda, reflejada en la apatía
de los ciudadanos, delata esta ruptura del vínculo con
la Ley, una ruptura que tampoco puede restaurarse
cuando hay una empresa en la que una comunidad
puede descargar todas sus energías. En el relato
La construcción de la muralla china, la tarea que la
comunidad acomete es un trabajo de Sísifo; aunque
absorbe todas las energías físicas e intelectuales de la
sociedad, el proyecto deriva en algo ilógico y disparatado. La comunidad vive una ficción y su existencia
pende de complejas paradojas que una vez puestas en
evidencia muestran la profunda inautenticidad de esa
forma de vida. Pero quizá sea en el pequeño texto, El
escudo de la ciudad, donde se refleja con mayor des-
para la memoria histórica XI
esperanza esta carencia de sentido de una vida política que ya no busca el camino hacia la Ley, sino que
intenta buscar en empresas técnicas descabelladas
una razón para vivir. En la narración mencionada se
seculariza el motivo de la Torre de Babel y se describe
una sociedad que vive consciente de lo absurdo de
una construcción semejante, una sociedad fascinada
por la técnica, pero que la aplica preferentemente
en las guerras, una sociedad hastiada de sí misma,
que, en realidad, ya no cree ni en su pasado ni en su
futuro, y cuyas leyendas y canciones presagian, con
un tono casi anhelante, su destrucción por un puño
enorme.
Del periodo de tiempo en que Kafka se dedicó
a la redacción de varios capítulos de El proceso y,
por tanto, del periodo en que se inició la I Guerra
Mundial, data el relato En la colonia penitenciaria.
En él se tratan los temas que más le obsesionaron
en aquella época: la relación entre la Ley, la culpa, la
justicia y la técnica como destino de la humanidad
civilizada. Para redactar este texto, Kafka investigó
la bibliografía sobre los centros penitenciarios coloniales franceses. Pero en el relato Kafka no pretendió
describir las duras condiciones de vida en un centro
similar. Su acercamiento es simbólico y permanece
en un ámbito europeo, los personajes argumentan
en la misma dimensión cultural. No obstante, el verdadero protagonista de la narración es una máquina.
El oficial que la sirve y la ha perfeccionado aúna la
fascinación por la técnica y la barbarie. Sin embargo,
Kafka no se esfuerza en hacerlo antipático al lector, ni
tampoco se esfuerza por hacer simpáticos al reo y al
viajero que presencia la ejecución, todo lo contrario,
el prisionero es descrito como una persona vulgar,
instintiva, y el segundo, el cultivado europeo, como
un hombre que no se atreve a defender directamente
sus convicciones «civilizadas» y que, al final, se convierte en cómplice de un proceso judicial absurdo
e inmoral. Pero la clave del relato no se halla en la
inmoralidad del procedimiento, sino en la amoralidad
de la acción, sobre todo en la amoralidad del espíritu
que creó la máquina, concebida para destruir la vida
humana con la máxima perfección y para grabar en
el cuerpo del reo la ley que supuestamente ha conculcado, en este caso una ley que no coincide con
las inadmisibles imputaciones al soldado. Pero para
el oficial la ley es algo baladí, así como la culpa, su
XII El Búho
obsesión se centra en la perfección técnica de la ejecución, en la perfección con que inscribe en la piel
la letra incomprensible de la ley. Como ha destacado
Hans Dieter Zimmermann, aunque esta narración
no trata de la guerra, sí lo hace de la constelación
que determina la guerra moderna: el acoplamiento
de la técnica y la barbarie. En la I Guerra Mundial
se manifestó por primera vez con gran claridad la
conexión entre racionalidad y destrucción, entre la
técnica como un instrumento neutral y la guerra
de material, inhumana en su esencia. El viajante simboliza el fracaso europeo para detener la catástrofe.
Este fracaso tiene sus orígenes en las contradicciones del proceso civilizador. Es indudable que en este
relato también inciden acontecimientos de la vida
privada de Kafka, como su complejo de culpa, sus
relaciones con su prometida, pero estos motivos no
agotan ni mucho menos el argumento del relato que
comentamos, tampoco su interpretación como una
crítica de la justicia. La forma en que Kafka relata
los acontecimientos, con una prosa fría y distante,
ambigua, en los pasajes esenciales de una neutralidad
dolorosa, va más allá de una elaboración literaria de
la mala reputación del aparato de justicia o de algún
problema psicológico. La obra En la colonia penitenciaria se adapta perfectamente a los acontecimientos
que sacudían la Europa de principios del siglo xx, su
posición en la historia de la literatura es análoga a
la obra de Nietzsche Genealogía de la moral y a la de
Freud Tótem y tabú en sus respectivos campos.
El desarraigo
Mucho se ha discutido entre los intérpretes de Kafka
acerca de la relación entre su condición de judío y
su obra. Las biografías del autor checo abordan este
aspecto de su existencia haciendo más o menos hincapié en sus vínculos con el judaísmo: algunos reducen su relación a un interés meramente teórico, otros
consideran que fue más apasionada, incluso próxima
al sionismo. Lo que se sabe con certeza es que Kafka
pertenecía a una familia de judíos asimilados, de lengua alemana, a esos judíos que denominaban de cuatro días, los cuatro días correspondientes a las fiestas
judías más significativas, algo análogo a los cristianos
«de bodas y bautizos». Como Kafka confesó a Milena,
él se sentía el judío más occidental, pero incapaz por
su posición de tomar ni la dirección del cristianismo
ni la del sionismo. En realidad, consideraba que se
hallaba entre Scila y Caribdis, entre la asimilación y
la conversión. Al padre le reprochó no haber recibido
una educación judía, pero aunque con posterioridad
se interesó por distintas manifestaciones de la cultura
y de la religión judías, no encontró un pleno acceso
a ellas ni se identificó con los movimientos políticos
judíos. No obstante, en su obra encontramos a menudo textos que reflejan los problemas a los que tenía
que enfrentarse por ser judío o en los que planteaba
su profundo desarraigo. Especialmente significativos
al respecto son sus aforismos, pero también las anotaciones en sus Diarios y la correspondencia con Max
Brod. Entre los cuentos seleccionados para este volumen, destacan dos que tocan esta cuestión con especial sutileza: Informe para una academia y Josefina, la
cantora, o el pueblo de los ratones.
El primero de ellos fue publicado en la revista Der
Jesús Anaya
Jude y tuvo un gran éxito. Martin Buber, Franz Werfel
y Max Brod se mostraron entusiasmados. Fue leído
públicamente por Elsa Brod en el «Club de mujeres
judías», y Max Brod hizo una reseña en la que incluía
su propia interpretación, que no fue desmentida por
el autor: «Franz Kafka narra la historia de un mono,
apresado por Hagenbeck, y que se convierte a la
fuerza en ser humano. ¡Y vaya ser humano! El último, el más repugnante miembro del género humano
lo recompensa por sus esfuerzos de acercamiento.
¿Acaso no es la sátira más genial de la asimilación
que se ha escrito nunca? Se puede leer en el último
número de Der Jude. El asimilado, que no quiere la
libertad, ni la infinitud, sino únicamente una salida,
una lastimosa salida. Es a un mismo tiempo grotesco
y elevado, pues la indeseada libertad de Dios permanece amenazante detrás de la comedia “humanoanimal”». Esta interpretación de Max Brod fue la que se
para la memoria histórica XIII
impuso en un principio, frente a otras que se inclinaban más por una crítica de la civilización o un análisis
de la sociedad moderna en la misma línea de algunas
obras de Freud, como La sexual moral cultural y el
nerviosismo moderno o la posterior El malestar en la
cultura. Otros han preferido una interpretación social:
la elección entre la libertad y la seguridad. Pero no se
puede dudar de que en el relato surjan temas con los
que Kafka se tuvo que enfrentar debido a su condición
de judío asimilado, sobre todo el de su identidad, un
problema que le abrumaba. En el texto reflejó no sólo
la situación desesperada de una generación de judíos
que trataba de insertarse en la sociedad europea,
sino también la convicción, al menos para Kafka, de
que una asimilación completa era imposible. No es
de extrañar que con posterioridad, en el Informe para
una academia, se buscaran motivos que hicieran referencia al mundo judío. Así, la jaula en que encierran
a Pedro el Rojo se ha interpretado como el gueto, la
selva en la que vivía antes de ser capturado, como
el Antiguo Testamento. Pero tampoco se deberían
exagerar los paralelismos, el problema del judaísmo
no agota el espectro interpretativo del texto. Se trata,
sin duda, de un relato que, por su temática y por la
composición de los motivos, nos lleva necesariamente a un autor que intenta profundizar en su identidad, determinada esencialmente por su condición
de judío, y que al hacerlo no puede evitar tocar otros
problemas vinculados a éste, como son
el de la libertad y el de la civilización.
El relato Informe para una academia
es el fruto de un sentimiento de desarraigo, un análisis que se esfuerza en
mostrar los problemas de un proceso
de socialización. Como siempre, Kafka
diseñó su texto cuidadosamente, con el
fin de proporcionarle tal realismo que la
historia resultase creíble. Recurrió para
ello a la biografía de Carl Hagenbeck,
leyó los informes en los periódicos
sobre números de Varieté realizados con
orangutanes y chimpancés, consultó
manuales sobre comportamiento animal y examinó informes de expediciones. Todo ello lo plasmó con una prosa
científica que contrasta vivamente con
el contenido del relato, del que no existe
ninguna referencia esencial de Kafka, y
que aún hoy conserva una gran fuerza
de atracción.
En el relato Josefina, la cantora se
nos cuenta la historia del pueblo de los
ratones, y, lo que quizá es más significativo, el narrador mismo es un miembro
de ese pueblo. Es casi inevitable pensar,
cuando leemos este relato, que con el
pueblo de los ratones se hace referencia
al pueblo judío. Así lo han interpretado,
entre otros, H. D. Zimmermann y K. E.
Grözinger. Tal y como lo describe Kafka,
esto es, como un pueblo que afronta
Luis Garzón
XIV El Búho
numerosos peligros, que lucha por la subsistencia
en un entorno hostil, que depende estrechamente
de la solidaridad entre sus miembros, que escoge
ocasionalmente a una suerte de salvador, parece
indudable que estamos ante una elaboración literaria
del destino del pueblo judío. Incluso la paradoja de
la alusión al descuido de la historia por parte de la
comunidad ratonil, sabiendo el papel tan importante
que desempeña la historia en el pueblo judío, puede
encontrar puntos de anclaje, como ha destacado
Grözinger, en las corrientes místicas y cabalísticas
del judaísmo. Sin contar con la posible ironía kafkiana de mostrar al pueblo judío, obsesionado por las
genealogías, como un pueblo, en realidad, carente
de historia, cuya existencia en la diáspora sólo conoce dos momentos trascendentes, su elección como
pueblo elegido y la salvación final. De todos estos
motivos encontramos correspondencias en la realidad. Kafka se interesaba por relatos de rabinos que
afirmaban ser el mesías o poseer poderes especiales,
como se afirma de Josefina, y el poder salvador del
canto es un tópico de la literatura popular judía. Todo
esto llevó a Max Brod a interpretar el relato como un
planteamiento de la «cuestión judía», siempre animado por la intención de acercar a Kafka al sionismo.
Sin embargo, resulta difícil decir si Kafka realmente
apuntaba tan alto. Es cierto que Kafka toma como
inspiración determinadas peculiaridades del pueblo
judío, pero una vez más chocamos con la actitud distante del autor que impide una interpretación unívoca
y definitiva. El relato es narrado por un miembro del
pueblo de los ratones que hace gala de un notorio
escepticismo. El mismo escepticismo del que Kafka
hizo gala, según nos cuenta Max Brod, cuando visitó
a un rabino famoso del que se contaban milagros.
Al salir de una ceremonia presidida por este rabino,
Kafka confesó a su amigo: «En realidad ha sido como
estar en una salvaje tribu africana, pura superstición».
Este distanciamiento es el mismo que se observa en
el narrador respecto a Josefina. En el texto vierte
Kafka su condición de judío europeo, por un lado
fuertemente influido por las corrientes religiosas y
literarias judías de la Europa oriental, por otro lado
distante y frío respecto a los rituales y ceremonias
del judaísmo. Su postura al describir el pueblo de los
ratones es ilustrada y escéptica: como miembro de la
comunidad muestra una actitud ambivalente, la de un
hombre que se siente fuera y dentro, la de un hombre
que busca una identidad. Este aspecto es el que logra
dar a estos relatos la ansiada universalidad, por eso
acapara el interés de judíos y no judíos, pues aquí
se plantea el problema de las identidades colectivas
en la época del individualismo.
Fenomenología de la muerte
La obra de Kafka se ha definido con frecuencia como
una fenomenología de la muerte, como una «tanatología». Y, ciertamente, en la mayoría de sus relatos
aparece la muerte con un protagonismo obsesivo, ya
sea como telón de fondo o como el final inexorable
al que tienden los personajes. En Kafka encontramos, por esta razón, una de las más ricas imaginerías de la muerte en la historia de la literatura. Su
acercamiento al problema de la muerte siempre
se realiza de un modo simbólico; la muerte, aunque se
produce frecuentemente con una vulgaridad y banalidad terribles, supone un tránsito que conduce a una
liberación. En este sentido, y a pesar de que conduce
a una profunda incertidumbre, la muerte mantiene
cierta trascendencia mística. Cuando Gregor Samsa
muere, en realidad sufre una última metamorfosis
que trae la anhelada tranquilidad a la familia y una
humanización de su recuerdo. Gregor, con su muerte, recobra su humanidad y su lugar en la familia. El
hombre que espera con el centinela ante la puerta de
la Ley percibe el resplandor de la Ley en el momento
de su muerte. Para Josef K, en El proceso, la muerte
supone el final de una existencia angustiosa. En La
condena, Georg Bendemann es condenado a muerte
por su padre y él mismo, impulsado por la sentencia,
ejecuta la pena, pero su muerte significa también la
solución del conflicto padre-hijo. Esta faceta positiva
de la muerte, sin embargo, tampoco nos puede hacer
olvidar que Kafka la sitúa en una dimensión vacía.
La muerte, en su obra, no ofrece ninguna respuesta
al hombre, su significado se reduce a «un-dejar-deestar-vivo». Por esta razón, Wiebrecht Ries la opone
acertadamente a la muerte de Ivan Ilich, en la obra
homónima de Tolstoi, en la cual la agonía forma un
proceso continuo con el acto de morir y con la transformación de la muerte en luz. Así pues, la muerte
en la obra de Kafka ofrece una imagen ambivalente,
fruto de las mismas convicciones del escritor. En sus
Diarios y en su correspondencia leemos que para
para la memoria histórica XV
Kafka la muerte no suponía un trauma, más bien
era un fin anhelado. Su miedo no tenía por objeto la
muerte, sino el morir, sobre todo el dolor que acompaña al morir. En una carta escribía a Milena: «¿Te
asusta pensar en la muerte? Yo sólo tengo un miedo
horrible al dolor... Por lo demás, uno se puede aventurar a la muerte». Sin embargo, este deseo de morir
desencadenaba a su vez un pánico generado por la
conciencia de esa voluntad autodestructiva, lo que
le impulsaba a plasmar en sus escritos sus anhelos
de muerte, algunas veces envueltos en una atmósfera
onírica, como en el relato Un sueño, en el que las
fronteras entre la muerte, el sueño y la vigilia quedan
indefinidas. O expresaba estos sentimientos confusos
con manifestaciones contradictorias, como en el relato Un médico rural, en el que el enfermo suplica primero al médico que lo deje morir y luego le pide que
lo salve. En cierto sentido, la obra de Kafka supone
un intento de instaurar el mundo del más allá en el
más acá o viceversa, es una experiencia en las lindes
de lo perceptible y de lo experimentable.
Respecto al tema de la muerte en la obra de
Kafka, el relato El cazador Gracchus, incluido en este
volumen, ocupa un lugar muy especial. No en vano,
detrás de Gracchus, «grajo», se encuentra el apellido
«Kafka», en checo «Kavka». Se trata de la historia de un
cazador de la Selva Negra que muere en un accidente,
pero que está condenado a vagar por la tierra ya que
su barca no encontró el camino hacia el más allá.
Este destino es experimentado por el cazador de
forma negativa, como un castigo. Su existencia
se desenvuelve en un espacio extraño: como
«muerto viviente» no pertenece ni a la tierra ni
al cielo, oscila entre el más acá y el más allá, en
una desorientación metafísica, entre dos dimensiones irreconciliables. A esta desorientación se
añade la simbología mitológica empleada por
Kafka, como la barca de Caronte o la historia del
cazador Orion, que experimenta una inversión,
los motivos mitológicos sólo sirven para expresar una ruptura con la tradición, quedan reducidos a un recurso estético. Lo mismo ocurre
con el paralelismo insinuado respecto al pecado
original, el cazador comete un error fundamental
y este error, que permanece una incógnita, provoca su eterno vagar por la tierra, mientras que
con el pecado original entró la muerte en la vida
del Hombre. Para el cazador Gracchus ya no hay
ninguna verdad, vive en una continua ficción, en
una tierra de nadie, pues para él ha desaparecido el sentido físico y el metafísico, su destino es
seguir navegando eternamente con el aire de la
muerte en las velas, al margen de la vida y desconociendo lo que se oculta detrás de la muerte.
Este relato se ha considerado una metáfora del
pensamiento kafkiano, un documento fundamental de la literatura moderna, equiparable a
las obras de Rimbaud y Baudelaire.
*José Rafael Hernández Arias. Franz Kafka cuentos
completos (textos originales). Traducción de José Rafael
Hernández Arias. Edición Valdemar. 4ª edición 2001. 446 Pp.
XVI El Búho
Aída Emart
María Teresa Rodríguez Almazán
Como violeta
pequeña y silenciosa
llega la tarde
Tiempo de lluvia
relámpagos de otoño
caerá la noche
Un grillo canta
las luciérnagas brillan
llegó el verano
Canta una madre
hay quietud en la noche
se respira paz
Eco lejano
se escucha en la montaña
sólo un camino
Monte sagrado
la cascada de plata
entre la bruma
María Emilia Benavides
confabulario 69
Las carpas nadan
Crece un bambú
imagen de añoranza
a la orilla del río
en el pasado
es primavera
Templo abandonado
Tiempo de olvido
de la montaña surge
resurge la esperanza
como espejismo
nace otra estrella
Flor de origami
La luz rojiza
mecida por la brisa
alumbra el horizonte
en largo viaje
la noche espera.
Margarita Cardeña
70 El Búho
Gabriel José Vale Valera
Y me quedé en silencio, en medio de la tormenta,
A Suramérica.
E
l terremoto se sintió muy dentro del cementerio, debajo
de las inconmovibles lápidas. Si bien fue leve, su levedad
pareció arraigarse de algunos cadáveres ha poco enterra-
dos entre un luto tumultuoso e incierto. Como a las tres de la tarde
la tierra empezó a sacudirse borrosamente, y toda aquella laboriosa lentitud
también parecía combinar el pánico de
los que temblaban en una idéntica postergación. Con mejor virtud sea dicho, la
tierra salta cuando, por errar su báculo, trastabilla en los pies de quienes así
tropiecen.
Ya en la noche los noticieros cifraban algunos daños notorios o repetían
las testimoniales interjecciones de un
silencio que imperiosamente brotaba de
todas las lenguas. Se hablaba de algunas supuestas bajas, pero el gobierno no
propugnó datos oficiales ese día, y no lo
había de hacer en años.
Jesús Urbieta
confabulario 71
Sucedió que sólo las pocas edificaciones derrui-
La tarea de contar los muertos (si los hubiere) se
das eran tan evidentes para todos —aunque al parecer
le encomendó a una oficina reservada, que presidía
ninguno de sus moradores había perecido—, como
un perspicaz y a la vez abstruso hombrecillo de ga-
para hacerse una idea fundamental o peculiar de lo
fas gruesas y sombrero de ala cortísima. Tras haber
que no podía verse. En verdad era bastante inverosímil
documentado todos los accidentes automovilísticos;
que de entre algunas ruinas casi milenarias salieran
tras haber pesquisado las urgencias de hospitales y
todos ilesos (con apenas magulladuras), pero a pesar
clínicas; tras haber buscado en los memoriales de la
de las digresiones comprensibles se corroboró que
policía y los bomberos; tras haber recibido las cifras
aun ciertos ausentes de unos años volvían a manifes-
de una morgue centenaria, pues consiguió al fin una
tarse entre abrazos compungidos.
nulidad más exacta que el redondo de un cero. Nadie
murió en el ámbito de ese temblor, cuyo
amplio arco fue también su intemporal
dominio. Todos los que habrían de morir ese día por circunstancias naturales
(ya que no por las agujas de dos minutos fijos) se demoraron entre las réplicas
imperceptibles del temblor original. Los
desaparecidos que no iban a aparecer, ni
en las máculas de tinta aparecieron. Nada
pareció darse en aquel terremoto. Nada
que lo agitara más de lo que de suyo fue
su ritmo; y ni el crimen ordinario pudo
extender en él su carácter.
El asombro era tal, y tantas las formas de rigor, que se buscaban los muertos hasta debajo de las piedras, aunque
fueran muertos del pánico o de la “clandestina tozudez de unos subversivos”.
Sucedió que de tanto extremarse según
perplejas dudas, hallaron finalmente a
un hombre en su deforme hinchazón,
Gabriel José Vale Autorretrato
72 El Búho
abrillantado y con los botones casi a reventar como
gobierno le impuso al comisionado de gafas gruesas
el brote de su ya desnudo ombligo. Al infeliz le habían
revelar la identidad de aquel hombre, antes de cifrarlo
caído unos tapiales en el jardín interior de una casa
a su singularidad.
vetusta que se refaccionaba por aquel entonces. Pese a
A las semanas del terremoto se hizo pasar por las
que llevaba algunas herramientas del jornal, ninguno
televisoras y la prensa el retrato casi irreconocible de
de los demás obreros, comisionados para el otro lado
aquel muerto, sin duda para que la hinchazón de cier-
del edificio, le reconocía de forma alguna. El capataz
ta notoriedad divulgara un vínculo ineludible; tal vez
de la obra no recordó haberle contratado ni menos
le vieran como un orate que había extraviado a sus
precipitarse a las reformas de ese jardín, oculto du-
parientes, acaso como un borracho pendenciero cuyas
rante décadas bajo un derrumbe para el cual sí que era
ojeras no le dejaban despertar del todo. Los chicos de
menester de unas grúas especiales.
la morgue y la oficina, secretamente conjurados a sus
Ningún documento de identidad acreditaba su
designios, ya le tenían un nombre; ya le reconocían
anonimato; ningún registro dental que pudiera morder
en su irreconocible corrupción truncada en seco. Le
el anzuelo, y tampoco sus huellas dactilares estaban
decían la momia del jardín oculto.
reseñadas entre los límites de folio alguno. Era todo
Pasaron los meses. Pasaron más años que días
un enigma aquel muerto singular, acaso por pertenecer
tienen esos años, y después de longevos votos, el co-
a un linaje cuyo origen parecía estar precisamente en
misionado, casi a tientas, detrás de gruesísimas gafas
su fin y a la vuelta de su mismo vórtice. En un cortejo
de carey, escribía la última ficha de aquella calamidad.
furtivo se le conservó como a una momia. Era verdad
Con dedos tartamudos hizo tabletear a una máquina
que el gobierno se dilataba en los informes y que la
diligente, apenas la ráfaga fugaz de un fusilamiento
opinión pública interpretaba aquel silencio con la pa-
incógnito: “Terremoto de 19**, sin víctimas fatales.” El
reja incertidumbre de todos los días. En cada casa, se
mismo día, a la misma hora en que al fin se le daba
contaban los parientes indispensables y se apacigua-
sepultura al muerto singular, de modo que se perdie-
ban todos con una resignación feliz, que, sin embargo,
ra entre los despojos de una fosa hondamente cavada
no excedía la cuenta de cada cual.
para entrampar la revuelta que precedió a un inocuo
Pero, entonces, ¿de quién era el muerto? ¿De dón-
terremoto. Sólo aquellas letras oficiales fueron el epi-
de venía? ¿Cómo se llamaba? ¿Qué hacía y luego por
tafio, e incluso por aquellas letras el muerto fue quien
qué lo hacía? ¿Para quién trabajaba? ¿Para quién vivía?
fue, si bien ya perdido para siempre entre los anóni-
¿Por qué murió? De modo que no se suscitaran desór-
mos detractores de una tiranía.
denes en torno a un misterio inabarcable y mucho menos se excitara la imaginación estrafalaria del vulgo, el
Noviembre, 2012.
http://leitmotivale.blogspot.com/
confabulario 73
Camelia Moreno
GIRASOL
Amanecer
amarilla sonrisa
de Tonatiuh.
CONFUSIÓN
Silueta negra
Parpadeo continuo:
El pensamiento.
74 El Búho
Jazzamoart
Yurazzy
I
. El momento muerto fuera y dentro de
mí. Invisibles desmayos de la mañana
gris, color de la sombra, del polvo, del
recuerdo, de la maldición de aquellas mujeres.
Puedo describir la simpleza de sus escándalos, al mirar y al sonreír, la muerte del alma
se alumbra.
Una quietud salvaje, respiro dolor, este
lapso de soledad, lo que era y lo que veo.
Solo hay una alucinación miserable que vislumbra en el umbral de mi hospital y mi casa.
Solo una estimación pequeña de lo que intento hacer cuando te pienso dentro de estos
lugares míos. Me perdono, he muerto.
II. En mi libro solo se leen comienzos y vacíos (oscuros y claros). Describo las sangres, pecado presente que inunda la nave,
la memoria rota.
Concibo una perpetua oración para desatarme las yagas, el lastre, la mudez, el impío,
este perjurio infinito. Construyo a leguas de
José Juárez
confabulario 75
mi juventud otras pubertades más desgraciadas que
El día, hoy, acontece, me atraviesa sin consenti-
nuestras. Murmuro entender que puedo explicar mi
miento, no hay leyes, el cielo, lo eterno, lo que guardo
vida, mis mañanas, el paisaje, el tercer laberinto, la
entre las manos. Aquí espero la entrada del verano y
misma mujer de antes.
los cálidos aires, en suspiro se me encierra el cami-
Decido no estar y no ser, decido dar y perder. Co-
no, no hay verdades hechas, construía la pretensión
mienzo a andar de pie sobre la sal de los ríos vírgenes,
de una y por acierto se borró. Estos finales acometen
el desgaste de mis ojos, el ánimo abatido por la misma
contra mi crónica enferma, con lo que dudo y lo que
línea y la hoja blanca. Estoy leyendo el comienzo, díc-
suelo errar. Me equivoco, se suspenden las dudas.
tame por favor lo que sigue en voz baja.
V. Mi serie de repeticiones, el mismo cuento y el misIII. Mi mutable espera, las horas del café prolonga-
mo personaje principal y único. Las manchas en las
das a una mediana eternidad, las pertenencias de
nubes y esta caída de espíritu. Me atrevo a devolver-
todos los arrebatos al sol, las dos estrellas fugaces y
le las gracias a la fortuna, aunque hubiera sido más
mi clave de música.
factible no conocerle el rostro.
El punto suspendido de estas telarañas que me
La pausa al hablarle de mi amargura, la púrpura
conducen hacia la calidez de la flor. La ceguera de mis
en sus labios y yo con la mirada fija en lo que fue solo
manos cuando rondan tus pies desnudos y la ventana
una suerte arrojada a mi senda.
sin vergüenza ladrando de par en par, ofreciendo alas
al viento.
VI. Soy la vuelta del espejo, del pasado, soy las tar-
Apuesto mis dudas, cuatro sueños de infancia, la
des en ayuno, el silencio cuando duerme, el túnel
postal que llegó en tren saturada de garabatos portu-
húmedo de las noches. Soy los huesos sin la carne,
gueses. Pongo en juego la lata con basura, cien gotas
este óvulo sin esperma, la letra ilegible, el mismo
de lluvia, este par de palabras, el sexo trasformado,
espectáculo que ofrece el circo.
mi desidia por amar, el deseo al odio y la sala en don-
Entro en zonas que se inventan mis mayores des-
de siempre me obsesionan tus mentiras que ya dibujo
varíos, se conoce otras formas de actuar (hablo así,
a voluntad.
miro así, gesticulo así, sonrío así). General desacuerdo con el juicio del año 2000.
IV. Historia simple, teñida tontería ésta de imaginar
Acudo cada mañana de cada domingo a asisten-
que perturbas mis cojines, los terciopelos, los olores
cia psiquiátrica, me ha confesado el que escucha mis
que perfuman este encuentro. El recuerdo lánguido,
revelaciones que realmente es bipolar, pero bueno, yo
humo que se desvanece en mis otras personas, la
tengo esquizofrenia… respondí luego de doscientos
pesadilla explosiva llamando sin destinos.
segundos.
76 El Búho
Benjamín Torres Uballe
Capítulo I
N
os vimos en el centro del DF ya que coincidentemente
atendemos clientes en la misma zona, al terminar las
visitas nos dirigimos al “Jekemir” a tomar un capuchino;
no es para nada un sitio lujoso, más bien un tanto incómodo ya que
el local es pequeño y las mesas están muy juntas, lo cual resulta de
la fregada a la hora de chismear porque
todo se escucha en las mesas próximas.
Sin embargo, la vorágine económica hace un buen rato que nos agarró de
sus puerquitos a Elías y a quien escribe
estas líneas, así que por lo tanto no podemos ponernos exigentes al momento de tomar café; debo además aclarar
amigo lector, que mi célebre amigo posee un aura envidiable la cual ejerce un
magnetismo sin igual sobre los meseros
con “capacidades diferentes” (léase puñales), cualidad de la cual debo admitir
me beneficio, ya que nos atienden con
inexplicable prontitud y eficacia, aunque
a cambio debo disimular cuando ellos
Jesús Portillo Neri
confabulario 77
se intercambian miradas lujuriosas o se “cogen de la
a nuestras respectivas casas; yo saqué de mi cartera
mano”, y le cobran menos de la mitad de la cuenta.
“Louis Vuitton” (no amigos lectores, no se hagan bo-
Bueno, sucedió que al término de disfrutar nues-
las, en modo alguno soy incongruente respecto a mi
tro delicioso capuchino y comentar lo jodido que esta-
economía, la cartera es obsequio de mi ex, antes de
ban las ventas, de que si la empleada de tal cliente está
que me mandara a la chin... por infiel, y todo, gracias
buenísima, o que la otra está re’cucha; nos dirigimos
a los consejos del pinche mostro), bueno, les decía
caminando a la estación Juárez del Metro para volver
que extraje el boleto, lo introduje y pasé el torniquete, cuando en eso veo a Elías con su tarjeta del
INAPAM enseñándosela al policía para que lo
dejara ingresar sin pagar, beneficio al que tienen
derecho en la ciudad de México los adultos mayores de 60 años.
El shock de lo que yo presenciaba, era indescriptible, terrorífico, brutal; mis ojos lo veían,
pero mi cerebro, y sobre todo mi ánimo se negaban a creer tal hecho inédito; de pronto el hijo
pródigo de Cañitas, el terror de las domésticas
de “Tlane”, el experto en concertar citas a ciegas
vía telefónica, ese audaz que cuando no tenía
pachocha en sus años de juventud, simplemente se metía al Cine Teresa a ilusionar a algún
puñalón a cambio de varios billetes; al terror
del “Paraíso” y de todos los moteles de la zona
de Indios Verdes y Calzada de Tlalpan, ése, el de
los 3 diarios, había tornádose en mero despojo.
Yo permanecía impávido, totalmente petrificado,
aterrorizado. Era innegable, el mostro, mi entrañable amigo se había vuelto un viejillo, la humanidad lo había perdido para siempre.
Continuamos platicando puras babosadas,
en lo que por cierto ambos éramos expertos, yo
Oswaldo Sagástegui
78 El Búho
lo hacía de forma automática, realmente no estaba
tas “rompe catres”, pasando desde luego por diversos
concentrado en la charla de “Elías”, a quien de pron-
travestis, cuya base de operaciones se encuentra hasta
to no sabía si anteponer el “Don”. Se bajó en la esta-
la fecha en el Periférico y Sor Juana, allá por el norte
ción 18 de marzo, y yo seguí a Indios Verdes, ahí tomé
de la metrópoli, y quienes como homenaje, incluso,
el deprimente guajolotero a mi casa; chingao, todo
nombraron una posición sexual como la “Monstriña”
el trayecto pensativo, me valieron gorro los idiotas
en reconocimiento al intelecto y destreza de Elías.
que se subieron a vender chicharrones, cacahuates,
Testimonio fehaciente de mi dicho, es el hecho de
congeladas, chocolates, y hasta la gorda andrajosa
cuando en una de sus famosas “citas ciegas”, y encon-
que con su guitarra se echó unas rolas de Paquita la
trándose en pleno faje con la dama en cuestión, (de la
del Barrio, y a quien, en determinado momento sen-
cual por razones obvias y en mi incuestionable calidad
tí unos deseos irrefrenables y perversos de bajarla a
de caballero, no revelaré el nombre) ahí, en conocida
patadas en las nalgas; caray... pobre viejillo, ya había
discotheque de un lujoso hotel ubicado en Paseo de la
dado indicios de declive, sin embargo la neta es que
Reforma, una dama de la Liga de la Decencia que se
no le había hecho caso.
encontraba supervisando el lugar, le exigió a “Elías”
que se retiraran del lugar, lo cual mi amigo obedeció
Capítulo II
sin chistar para evitar un escándalo mayor, única-
Desperté y deseé que todo hubiese sido una pesadilla,
mente levantó del piso la ropa interior de su “cita”, y
sin embargo, en brevísimos instantes caí en la realidad:
se fueron a continuar su “labor” en un hotelucho de
para nada “habemus mostrus”. Desde que nos conoci-
paso, por la zona de Buenavista, donde le daban crédi-
mos hace ya más de 35 años hicimos clic para bien, es
to, y adicionalmente abonaban puntos a su tarjeta de
decir, nos acoplamos excelente para emborracharnos
cliente frecuente.
juntos; el pretexto era y lo es hoy, incluso, cualquiera,
Nuestras parrandas se extendían en tiempo y espa-
y cuando no lo había, pues leíamos en algún periódico
cio a lo más comodino, claro que sí. Pero no caíamos a
la nota de ocho columnas y ése era el pretexto, sí... así
cualquier antro, dicho esto en el sentido peyorativo, si
de mamones.
no mire usted: mi primera tarjeta de crédito la estrena-
Mi fogoso amigo siempre ha sido un aventajado
mos, sí, correcto, acertó: en el “Nicte Ha” del añorado
alumno de “Eros”; lujurioso como pocos en el planeta,
Hotel del Prado. Desde luego que la pasamos extraor-
y tras de una apariencia delicada, amable, exquisita, di-
dinario oyendo a Toño Quirazco, y bebiendo San Mar-
ría yo, como de metrosexual, amén de un hábil manejo
cos con sidral, aunque la méndiga cuenta tardé casi un
del idioma español, eso sí, lo admito; solía engatusar
año en pagarla en incomodas mensualidades; pero lo
desde inocentes empleadas domésticas, hasta exper-
gozado quién nos lo quitaba.
confabulario 79
Nuestro cuartel etílico durante varios años, tam-
Capítulo III
bién se ubicó en el bar de conocida cadena de res-
Elías vivió días plenos como play boy internacional, y
taurantes, ubicado en la Calzada Vallejo. Tomábamos
yo, debo admitirlo amigo lector, viví también colate-
peor que cosacos y además cantábamos todas las ro-
ralmente en esa burbuja de beneficios inconmensura-
las interpretadas por el grupo musical que por cierto
bles, y me explico: dada la fama de los “3 diarios” que
lo hacía bastante bien; recuerdo particularmente “Ca-
pregonaba a los 4 vientos mi amigo, era a mí a quien
melia la texana”, e invariablemente a Elías llorando
buscaban para concertar una cita con él. Toda clase
y cantando “Te voy a olvidar” de Juanga, después de
de seres conformaban el grupo solicitante: emplea-
la quinta cuba libre; nunca me lo ha querido decir,
das domésticas, viudas, feas, y muchos socios de la
pero creo le recordaba a un chef al que amó mucho
liga del tercer sexo. Por ello tenía que llevar un control
y que huyó con un lanchero del lago de Chapultepec,
preciso en Excel de todas esas citas, de las cuales nos
al que había conocido por Internet.
dividíamos las utilidades.
A mi mente llegó también la ocasión aquélla en
Pero como todo exceso tiene su costo, después de
que junto con otro amigo del trabajo nos íbamos a
varios meses de surtir tantos “pedidos”, empezaron
“Oaxtepec”, donde ya teníamos reservada una cabaña
las fallas en dichas entregas, y consecuentemente los
y nos dedicábamos a emborracharnos y a tener en-
reclamos airados, y a pesar de que le sugerí -como su
cuentros con ciertas “señoritas” en Cuautla, a las que
manager que ya era de facto- la ingesta de la pastillita
para variar, Elías alborotaba a más de una con la pro-
azul, ni así levantaba presión, por lo que de común
mesa, desde luego infundada, de contraer nupcias y
acuerdo decidimos que “el orgullo tlanepantleño” se
convertirlas en la flor más bella de su pueblo natal,
tomara un amplio descanso en esos menesteres.
allá en Zacatecas.
Los ingresos en su profesión de vendedor de bi-
En otra ocasión le cedí los derechos de una ex no-
blias casa por casa, de plano no dejaban lo suficiente
via conocida como “Mary la Loca” y, fiera como es él,
para mantener el ritmo de gastos acostumbrado en el
consideré un hecho que presto la agregaría a su exten-
café, los tacos de carnitas en Los Panchos, el pozole
sa lista de conquistas, sin embargo, para mi asombro,
en La Casa de Toño, los tacos de canasta junto a la “W”
delicadamente ella lo bateó; este capítulo en su his-
y los caldos de gallina. Ante ello, elaboramos un plan
toria de play boy, no es sino ratificar aquel proverbio
“B”, consistiendo éste en aceptar citas muy específi-
de “al mejor cazador se le va la liebre”, o lo que es
cas, que aportaran un modo decoroso de sobrevivir;
lo mismo “Al mejor Mostro se le va caperucita”, por
algo equivalente a un Fobaproa, sólo que en el caso
sagaz que sea.
sería un rescate culinario, así es que le prometí una
cita a la señora que vendía las tortas, al chef de la ca-
80 El Búho
fetería, al policía gay del Eje Central, y a la empleada
lo habían asaltado unos malandrines al salir de una
gorda y fea de uno de nuestros clientes.
biblioteca.
Todo marchaba digámoslo, más o menos bien,
Después de ese penoso incidente, se acentuó aún
hasta que mi amigo empezó a buscar por su cuenta
más ya la edad; no cumplía con los deberes hacia su
ingresos extras durante la celebración de la Marcha
mujer, la que desesperada llegó incluso a amenazarlo
del Orgullo Lésbico Gay, a la cual fue disfrazado de Pe-
con hacer el amor con su vecino. Pero eso no era todo,
dro Pica Piedra, con tamaño garrote en la mano; pero
extraviaba cada semana un teléfono celular, se llegaba
no contaba que se le iban a juntar dos pretendien-
a quedar dormido recargado en algún poste de teléfo-
tes; el policía gay y el chef, quienes se lo disputaron
no, olvidaba donde había dejado estacionado su auto,
a trancazo limpio y al final, entre ambos, lo dejaron
se dirigía hacia el sur en lugar del norte.
pal’arrastre. Tardó dos semanas en cama para repo-
Él, que llegó a ser lo más cercano al anticristo por
nerse, y le tuvo que mentir a su esposa afirmando que
su terrorífica maldad, ahora tenía la actitud de mona-
Edgar Mendoza Mancillas
confabulario 81
guillo de pueblo, su mujer lo madreaba con frecuen-
en el que la empleada del banco, una jovencita como
cia, lo obligaba a lavar los trastes, ir por las tortillas, a
de 18 años, le dijo que le daba tanta ternura; caray, yo
“lateralizar el dogy” , en fin, ya de aquel temible ma-
me salí a carcajear a la calle, no podía creerlo, ¿dónde
cho mexicano, no quedaba absolutamente nada.
había quedado aquel caballero que inspiraba lujuria,
Uno de los momentos más vergonzantes, fue aquél
pasiones desenfrenadas?
Capítulo IV
Torpemente he tratado de encontrar
una explicación a la decrepitud de mi
amigo, sé que no la hay, pero francamente me resisto a aceptar lo que mi
mente entiende ya claramente: sólo
quedan despojos de ese gran figurín de fama mundial, ni modo, qué
puedo hacer yo, simple y alcahuete
mortal; el uso inmoderado de sus
facultades don juanescas, de plano
lo acabaron.
Recuerdo, cuando tal era su
fama, que los moteles que se inauguraban en la metrópoli, le regalaban cortesías para que fuera de los
primeros, y los recomendara, sabían
que así tenían el éxito seguro; entre
algunos de ellos recuerdo a: “El caída libre”, “El paso a la noche”, “La
gordas’city”, “the hermanos brothers
inn”, etc.; les cobrábamos además
5,000.00 pesos, ah, pero eso sí, nada
de fotos, aunque él podía firmar algunos autógrafos a otras parejas.
Rocco Almanza
82 El Búho
Pero hoy ya no hay duda alguna de que engrosó las
iniciaron los indicios de que era un prospecto muy
filas de la senectud; recién me acabo de enterar, que a
avanzado para “El Asilo Mundet”; por ejemplo, en
hurtadillas acude a las sesiones de “EVMD”, (esposos
vez de pedir en la cantina un tequila doble, ordenaba
viejillos mandilones desesperados), de donde ya, se-
un atole y una guajolota, o se bebía el ron, sin mez-
gún tengo entendido, le han advertido de cancelar su
clarlo con la soda, por lo que por poco y se asfixia, de
inscripción, si continúa tejiendo durante las charlas,
no haber sido porque el chef del lugar le dio respira-
¡hágame usted el cabrón favor!
ción de boca a boca, lo que derivó en que “Lulú”, la
Durante la época de su mayor esplendor, hubo ne-
mesera del lugar le colocara el mote de “El derecho”,
cesidad de instalar una línea telefónica 01 900, para
o también, cuando para una reunión en mi casa, ya
que sus admiradoras (y admiradores), llamaran si pre-
no se acordó dónde era, y llegó después de dos horas,
tendían una cita amorosa con quien por aquellos días
acompañado por un voluntario del “Army Salvation”,
era también conocido como “La Ráfaga de Cañitas”;
que disponía de GPS.
los y las más afortunadas debían esperar en el mejor
de los casos, unos tres meses para encontrarse con
esa especie de ícono, de gurú sexual.
Capítulo V
Como los grandes personajes de la vida, mi queri-
Pero yo que lo conocía muy bien, sabía que a pe-
do amigo no escapó a ese inevitable encuentro del
sar de su inimaginable fama de adonis, seguía sien-
no retorno con la tragicomedia; hoy en día carente
do el tipo sencillo, carismático, amable, despistado,
de aquellas facultades eróticas que lo catapultaron a la
bebedor de chelas y cubas libres; terror también del
grandeza, y a un tris de que lo ignoren todos aquellos
café americano, aunque como buen “latino”, apegado
que otrora se disputaban sus “favores”, se esmera en
a sus costumbres familiares y sociales, lo que, según
la quimera de lograr ingresos que según él lo pudie-
creo, le privó de trascender a lo más alto del celuloide
sen hacer nuevamente atractivo para las damas, tran-
mundial; es decir, rechazó la oferta de una compañía
sexuales, o “lo que sea”.
productora de cine XXX, que le ofrecía un contrato
Cierta mañana mi corazón sufrió un nuevo emba-
en dólares por 2 años, y una cifra con varios ceros; le
te de angustia cuando por casualidad, y mientras me
aconsejé que aceptara la oferta, pero se negó, con el
dirigía muy pantera en mi convertible rojo a una cita
argumento de que si se enteraba su mujer, que perte-
laboral, vi a Elías disfrazado de “menonita” vendien-
necía a la “Congregación de la Limosna Saqueada”, lo
do quesos, en la avenida Juárez; francamente no daba
podía no únicamente madrear, sino abandonar, hecho
el tipo, pues él es más bien compacto y moreno, no le
que por supuesto le horrorizaba hasta la paranoia.
hablé para no avergonzarlo; caray, qué tristeza, ya me
El hecho es que, de repente -ahora caigo en ello-
lo habían dicho, aunque no lo creí; también me habían
confabulario 83
llegado varios correos electrónicos anónimos, donde
Pobre de mi querido amigo. Yo de noche en no-
me advertían de que lo habían pillado en un centro
che le visito para alentarlo, pero creo que pronto ya
comercial como “viene viene”, y otro donde creían ha-
no lo haré más, casi siempre está dormido después
berlo visto vendiendo paletas y congeladas a bordo de
de tomar su atole sopeado con una concha de choco-
un bus; y más alarmante aún ése donde alertaban que
late, y exhausto, ya que su mujer le obliga a realizar
juraban haberlo visto vendiendo discos piratas en el
los deberes del hogar. Además, como que su atrofia
metro.
cerebral se agrava gradual pero inexorablemente. Una
noche intentó venderme a su vieja, contrato
de por medio, con el inverosímil propósito
de comprar muchas pastillitas azules; desde
luego que lo ignoré y le di un buen zape, sobre todo porque su domadora es mayor que
yo 17 años, y es más mocha que el cura de
mi pueblo allá en Galicia.
Esto amigo lector es apenas una probadita de las memorias de “Mi Amigo Elías”, las
que serán publicadas en el próximo verano
por la “Editorial Alcahuete News”; hasta entonces suplico que sus burlas sean moderadas, en memoria de quien fue, y hoy no sólo
no es, sino que no se “haya” a él mismo.
BIBLIOGRAFIA.
Asociación De Moteles de Pasadena/Capítulo Valle de
México.
Unión de Fabricantes de Condones Ultrarresistentes/Región Tlane.
Club de Travestis & Others, S.A. de C.V
Biblioteca de la Congregación de Ancianas del Mandil
Inmaculado.
Gracias especiales al chef y al policía gay del Eje Central
por su colaboración en la historia.
©Benjamín Torres Uballe
84 El Búho
Soid Pastrana
clave de sol
Salvador Quiauhtlazollin
E
ste mes, el Rey del Rock and
Roll cumple 80 años. Analizar
un fenómeno mediático como
Elvis Presley representa todo un reto para
mí como crítico de rock. Sí, sigue en activo y regularmente llena pequeños auditorios, aunque en ocasiones la baja asistencia hace lastimeras sus presentaciones,
como la última en el Teatro Metropólitan.
Lejos quedaron los estadios llenos y las
funciones múltiples en Las Vegas. Ahora,
el escaso público que asiste se divide en
dos grupos bien diferenciados: los ancianos nostálgicos de sus años dorados, y
los adolescentes curiosos que quieren
ver, aunque sea en su declive, a la leyenda. Las generaciones intermedias brillan
por su ausencia, pues testimoniaron, las
últimas tres décadas, la imparable caída
del monarca criollo.
Aída Emart
clave de sol 85
Después de su explosivo regreso a finales
1977 pudo desintoxicarse y quemar decenas de
de los años 60 y sus pletóricas presentaciones
kilos de grasa. No muchos, pero sí los suficien-
en los años 70, Elvis Presley se convirtió en un
tes para no morir de otro ataque inminente.
chiste en los 80. El primer golpe se lo dio la
El segundo gran golpe para la carrera de Elvis
realidad: el asesor de Nixon en la lucha contra
Presley fue su incongruencia: un día criticaba a
las drogas tuvo que reconocer, internándose en
Madonna, al día siguiente, adaptaba Like a Vir-
una clínica, que él mismo era adicto a decenas
gin para sus conciertos en parques de diversio-
-o cientos- de medicamentos prescritos. Afor-
nes. Sus colaboraciones con Sting, U2, Twisted
tunadamente para él, después de su infarto en
Sister, The Psychedelic Furs y REM no pasaron
Rigel Herrera
86 El Búho
de ser cortes anecdóticos en los exitosos ál-
ahora quiere cargar el féretro. O es pedófilo o es
bumes de los intérpretes. Dijo que odiaba el
necrófilo, pero por amor de Dios, que se defina”.
ambiente discotequero y las mezclas de bailes;
Como dijimos, hoy el Rey del Rock and Roll,
y tres semanas después, lanzó un olvidable LP
al cumplir 8 décadas, nos mueve más a lástima
que sacó remixes de cada uno de sus tracks.
que a reconocimiento. Y es una pena. Perso-
Criticó el apartheid, pero cantó en Sun City.
nalmente, sus conciertos me siguen pareciendo
Los noventa vieron un resurgimiento im-
impresionantes. De entrada, el grupo telonero
presionante para Elvis: el movimiento indie
que lo ha acompañado los últimos dos años,
lo declaró su inspiración, el grunge quiso co-
Natan & The Rebel Teens, son toda una reve-
piar sus vocalizaciones, los alternativos imi-
lación y una delicia; sin duda, la mejor banda
taban sus pasos y los electrónicos lo inclu-
de rockabilly del momento. Elvis siempre abre
yeron en temas de ritmo contagioso y golpes
con Hound Dog. Su voz suena prístina y po-
secos. Pero al iniciar el nuevo milenio, se le
tente, el slide de la guitarra de Carlos Alomar y
hizo completamente a un lado. Y comenzó
los riffs de K. K. Downing alegran (y taladran)
su precipitada caída. Políticamente, se alineó
los oídos, mientras los tambores de Vinny Appi-
con los halcones, aplaudió la invasión a Irak
ce y el bajo de Abraham Laboriel marcan el rit-
y en un desplante conmovedor por lo ridículo,
mo. Las voces de los hijos de The Jordanaires
pretendió enrolarse de nueva cuenta en el ejér-
suenan fantásticas. Dichosamente, Elvis, en
cito norteamericano, aduciendo que finalmente
sus actuales conciertos, sólo toca temas de los
él ya había sido un buen chico enlistado y que
50 y 60, olvidándose de sus fracasos en el hit
no necesitaba entrenamiento. Colin Powell le
parade de las décadas posteriores. Y cuando
dio públicamente las gracias con gesto serio,
cierra con El Rock de la Cárcel y el anuncia-
pero aguantándose la risa. Tampoco le ayuda-
dor dice “Elvis has left the building”, los pocos
ron a detener el deterioro a su carrera su im-
asistentes nos hemos convertido en unos locos
placable oposición a Obama; su pretensión de
furiosos, recargados por la energía de este hoy
formar un súper grupo vocal junto con Mariah
octogenario, pletóricos de puro, total, legenda-
Carey, Luis Miguel y Will a.m.; ni su patética
rio y absoluto rocanrol. Pero al volver los ojos
exigencia, en junio del 2009, de encabezar el
y apreciar la menguada audiencia, los poquísi-
funeral del Rey del Pop. La declaración al res-
mos seguidores que tiene el ya anciano Elvis
pecto de Rob Zombie enterró su carrera defini-
Presley, uno no deja de pensar: “¡Qué pena,
tivamente: “Primero graba con Justin Bieber y
mejor se hubiera muerto en 1977!”.
clave de sol 87
letras libros revistas
La biblioteca de David recomienda…
David Figueroa
A
lfonso Reyes: caballero de la voz
errante*. Al hacer mención de
la literatura mexicana contem-
poránea, sin duda podemos traer a colación
escritores representativos como Octavio
Paz, José Emilio Pacheco, Carlos Pellicer o
Carlos Fuentes, sin embargo, existe uno que
merece atención especial, nos referimos
al maestro Alfonso Reyes.
Alfonso Reyes, hijo del destacado General
Bernardo Reyes, ha sido un estandarte de
la literatura mexicana e hispanoamericana;
a lo largo de su vida encontramos diversos
trabajos literarios, periodísticos, poesía,
traducciones, correspondencia personal y
diplomática. Sin duda, una vida dedicada
a las letras y a la literatura que consagró a
Alfonso Reyes para ser considerado el más
grande literato mexicano. Tal vez lo único
que le faltó ganar fue el premio Nobel.
Ciudadano del mundo, Reyes comenzó
a una edad temprana con una educación
Ángel Boligán
88 El Búho
cuidada por su culto padre, en el que las enseñan-
momento, todos y cada uno de ellos definieron
zas en las artes, la esgrima y las lecturas como
la vida de este gran intelectual mexicano autor
Cervantes, Goethe y los clásicos griegos, harían
de obras de gran representatividad como Visión
de él un joven que encontraría en el servicio
de Anáhuac, Ifigenia cruel y Cuestiones estéticas
diplomático el camino de su larga vocación gu-
y que el Fondo de Cultura Económica reuniera en
bernamental y, en la literatura, su forma de vida
26 tomos de Obras Completas todos sus escritos
cotidiana.
(sin tomar en cuenta la mayoría de la correspon-
Designado como secretario segundo en el ser-
dencia personal y dos tomos más de correspon-
vicio diplomático enviado a España por el gobier-
dencia diplomática que editaría la Secretaría de
no del General Victoriano Huerta, Alfonso Reyes,
Relaciones Exteriores).
aprovecharía esta circunstancia para realizar
Promotor de nuevos talentos, el gran admira-
amistades que lo acompañaran a lo largo de su
dor de Mallarmé y Goethe, Alfonso Reyes siem-
estadía posterior a la caída del dictador mexicano
pre mostró un dedicado trabajo para apoyar a
y tras la cual, él permanecería en la madre Patria
las jóvenes promesas nacionales y extranjeras,
durante varios años hasta ser designado como
tal como los escritores españoles que, exiliados
diplomático -nuevamente- durante el gobierno
de su país, buscaron refugio en México. Reyes
del General Álvaro Obregón.
también apoyó decididamente la Casa de España
Así, Reyes visitaría España, Francia, Argentina,
Brasil y, por supuesto, de regreso a
en México que a la postre se transformaría en El
México
Colegio de México y la creación de una editorial
(donde él mencionaba ser “exiliado en su propio
vanguardista como lo ha sido el Fondo de Cultura
país”), sin embargo, sus relaciones personales
Económica. En ambas, su participación fue funda-
y oficiales, lo llevarían a mantener amistad con
mental para edificar dos enormes portentos de la
personajes destacados de la literatura hispano-
cultura nacional.
americana como José Augusto Trinidad Martínez
Finalmente, su trabajo diplomático también
Ruiz “Azorín”, Eugenio D’Ors Rovira, Miguel de
estuvo asociado a un cariño especial por México,
Unamuno, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges,
cuando el servicio exterior representaba más que
María Zambrano, Luis Cernuda, Jesús Silva Herzog
una carta político-burocrática, una labor cultural
y Octavio Paz, así como figuras incólumes como
y hasta turística de un país creador de grandes co-
Alfonso Caso, Jaime Torres Bodet, Pedro Henríquez
losos de la literatura nacional.
Ureña, Enrique González Martínez, Carlos Pellicer
* Alfonso Reyes: caballero de la voz errante. Adolfo Castañón.
Academia Mexicana de la Lengua/Juan Pablos Editor/UANL. 2012,
580 pp.
[email protected]
y Daniel Cosío Villegas, entre otros. En algún
letras, libros y revistas 89
Enrique Gómez Carrillo:
Promotor del haikú en Iberoamérica
Ángel Acosta Blanco
Las crónicas de Enrique Gómez Carrillo
D
e la interesante obra que produjo
Enrique Gómez Carrillo (Guatemala:
1873-París, Francia: 1927), la de las
crónicas es de las que aportaron datos diversos,
no sólo sobre la cultura oriental en general, sino
acerca de peculiares transcripciones de distintos
relatos, leyendas y mitos a manera de fuentes
documentales, asimismo estas últimas tienen la
peculiar característica de poseer una complexión
concesiva y un desenvolvimiento narrativo, lo
que las acerca a lo que hoy conceptualizamos
como microficciones.
Es a finales de junio de 1905, cuando nuestro relatador viaja del famoso puerto de Marsella a Japón. Su motivo fue captar el espíritu del
momento de aquel lugar, el cual se encontraba
en circunstancias de posguerra victoriosa contra
Rusia. Los canales de enunciación fueron los peAída Emart
90 El Búho
riódicos El Liberal y La Nación, en consecuencia, uno
tían traducciones de auténticos pergaminos clásicos
de Madrid, otro de Buenos Aires. Estas vías permi-
del Japón.1 Esta variedad de documentos, junto con
tieron a los modernistas locales informarse durante
la lectura de los múltiples libros de viajes de escrito-
cuatro meses de los aconteceres de la civilización
res como Theodere Dreiser, Pierre Loti, Percival Lo-
asiática isleña, lo que a la vez proporcionaba a esos
wel, Rudyard Kipling o de los estudios e investiga-
poetas hispanohablantes cierta actitud equiparativa
ciones de autores como Lafcadio Hearn, Basil Hall
entre escritores y creativos europeos interesados en
Chamberlain y Paul Louis Couchoud, etc., sirvieron
el universo japonés.
a Gómez Carrillo para enriquecer sus crónicas ja-
Gran parte de las cientos de crónicas realiza-
ponesas que dentro de algunas de ellas muestra la
das por Enrique Gómez Carrillo, están impresas
existencia de cancioncillas y jaikus, lo cual ayudó
en los libros titulados: De Marsella a Tokio (1906),
a interesar e informar también a otros modernistas
Sensaciones de Egipto, la India, la China y el Japón
hispanoamericanos.
(1906), La Rusia actual (1906), El alma japonesa
De la actual propagación de El Japón… (Edicio-
(1907), Grecia (1908), Notas de Oriente (Turquía)
nes del Viento, España, 2009)2, podemos notar que
(1912), Jerusalén y Tierra Santa (1912), La sonrisa de la
dicho manuscrito está determinado por catorce re-
Esfinge (1913).
laciones, todas caudalosas en datos y descripciones,
De las que constituyen mayor importancia, no
retratos y dibujos, citas y referencias; más el cuidado
sólo dentro del conjunto escritural del guatemalte-
retórico y narrativo -pensados para un público culto
co, sino en específico para nuestro tema, están en
y para un enunciatario en general curioso, nunca
el libro El Japón heroico y galante. Dicho trabajo fue
para un receptor masivo e indiferente, por el contra-
estampado por primera vez por Editorial Renaci-
rio, selecto- es escrupuloso, vivaz y atrayente. Los
miento, en Madrid, en 1912. No obstante, para estas
relatos evidencian a un viajero moderno y sibarita,
fechas, también galos, británicos y estadunidenses,
incluso a un indubitable poeta que hurga lo que se
desde un interés político, económico y militar, con-
le presenta, pero por encima de todo apunta la mi-
taban con sus respectivos informantes, cronistas y
rada y pluma hacia el detalle en busca del primor y
espías, pues ya habían realizado proyectos docu-
del arte, donde encuentra jaikus y tankas, y por con-
mentales de todo tipo, varios inclusive alrededor del
siguiente con ello dispuesto a cautivarnos con mun-
arte y la literatura. El mismo Enrique Gómez Carri-
dos reales, antes bien distantes y exóticos para el
llo, quien estaba bien informado antes, durante y
momento, atrayentes y profundamente milenarios y
después de sus viajes, nos comenta desde estas cró-
humanos de un país que se occidentaliza con base
nicas que, por ejemplo, en Francia e Inglaterra, exis-
en la industrialización y consumo: el Japón.
letras, libros y revistas 91
El jaiku japonés, según Enrique Gómez
más breve aún, se compone de un verso de cinco, uno
Carrillo
de siete y otro de cinco. En cuanto al nagauta o gran
En el capítulo IX, dedicado a “La poesía”, Enrique
poema, es una composición de dimensiones indetermi-
Gómez Carrillo hace especial atención a la “litera-
nadas, pero de forma fija. Sus versos son cinco y siete,
tura versada”, es donde además de describirnos sus
con uno adicional de siete al término.6
apreciaciones en torno a los “tankas” y los “nagautas”, lo hace también sobre los “haikais”.3
Aunque no sólo en el capítulo dedicado a la poe-
Al respecto de la lírica en general nipona, el
sía, a lo largo de las demás crónicas van citándose
guatemalteco la constituye como artilugio de “retó-
traducidos tankas, jaikus y otras cancioncillas bre-
rica tiránica y complicada. [Donde] las figuras poéti-
ves; las cuales como en todos lados del mundo, ha-
cas y las licencias gramaticales son invulnerables”4.
blan del pasado, hablan sintéticamente de alguna
Asimismo comenta que los clisés y ripios son mi-
historia ocurrida de amor, desamor, drama, virtud
lenarios escaparates tradicionales, cuyos principios
o dicha, éstas al mismo tiempo son de dominio pú-
serán la base de la “inventiva”; es decir, más que
blico por “x” razones que el pueblo, o en algunos
inventiva, para crear un actual poema hay que sa-
casos sólo en determinados sectores (aristócratas,
tisfacerse de las frases existentes: “La rutina es una
cortesanas, guerreros, viajeros o marineros, etc.),
regla invariable. Así como nadie se atreve a aten-
se conservan de forma esmerada y tradicional. Aquí
tar contra la majestad del Mikado, nadie toca a los
hay que acotar dos cosas con sentido aclaratorio
engarces sagrados del verso”.5 No bien, los rasgos
para nuestro tiempo, que muy probablemente de
de originalidad, autoría y el “yo”, son vislumbrados
lo siguiente desconoció Enrique Gómez Carrillo. El
por Carrillo como conceptualizaciones distintas en
jaiku del que este autor hace mención en sus cró-
comparación con los de Occidente.
nicas es el referido al tradicional hasta el siglo XIX
De los tres principales tipos de poemas que él
llamado “Hokku”, el cual procede como extracto
identifica, dos muy breves y uno extenso, se anticipa
del tanka, quedando la tercina con versos medidos
en la investigación y estudios literarios y nos orien-
de 5, 7, 5 sílabas, este terceto es el que los jaijin ela-
ta a identificarlos de la siguiente manera:
boraron con tan esmerado arte objetivo y naturalista
y, muy pocas veces, subjetivo-emocional, entre los
Una tanka, hoy como ayer, y mañana como siempre,
siglos XVI con Arakida Moritake (1472-1542) y los
será un poema de cinco versos alternados de cinco y
siglos XVII, XVIII y XIX con Matsuo Bashoo (1644-
siete sílabas, de manera que, en total, tenga treinta y
1694), Yosa Buson (1715-1783), Kobayashi Issa
una sílabas de un modo exacto e invariable. El haikai,
(1773-1829) y Daigu Ryookan (1758-1831); enton-
92 El Búho
ces al jaiku que se refiere Gómez Carrillo es al que
no le otorga el relieve adecuado. No bien, dentro
dichos jaijin elaboraron de manera versal y con me-
de su elección traductiva nos deja de muestra el si-
dida métrica. Sin embargo, la mayoría de los intere-
guiente texto:
sados del conocimiento del jaiku japonés adoptaron
el nombre que Masaoka Shiki (1862-1902) propu-
Para todos los hombres
so (“Haiku”), refiriéndose con ello al que él mismo
la esencia de ensueño
experimentó al romper la medida métrica y realizar
es la luna de Otoño.7
las tercinas con verso libre. La otra acotación es lo
siguiente: aunque Enrique Gómez Carrillo hace bre-
Otro dato que apunta es la imposibilidad de po-
vemente alusión al axis analógico de la producción
der traducir los jaikus, en sí, la poesía en general
y de la vida jaikuista con las situaciones temporales,
japonesa es intraducible. Nuestro autor se centra
Javier Anzures
letras, libros y revistas 93
en dos fundamentos en los que en la actualidad de
jaiku, conviene aquí hacer mención de otro argu-
alguna manera sí podemos estar de acuerdo. Uno,
mento que puede completar o reforzar la propues-
es porque las obras están diseñadas por un tratado
ta de Gómez Carrillo y, que a la vez, nos vuelve a
evocativo, tendencioso, sugerente, y no son estrate-
enseñar el esfuerzo por interpretar y difundir los
gias de creación de imágenes que caractericen una
jaikus japoneses, tanto en México como en el resto
idea, como lo es en el caso occidental, origen por el
de Hispanoamérica; dicho punto de vista proviene
cual nos valemos mucho por símiles y metáforas,
del vanguardista Manuel Maples Arce, quien dice
y en el caso de los poetas modernos (simbolistas y
lo siguiente:
modernistas) de signos, símbolos, íconos, imágenes
concretas o abstractas. Otro motivo es quizá por la
La poesía japonesa reclama el compenetrarse de sus re-
razón de que la mayor parte de la retórica nipona
laciones con la vida misma de este pueblo [del Japón], y
termina en vocal, por lo que queda limitada en su
el sentir que los poemas mantienen una íntima relación
complejo rítmico y sonoro, pues las combinaciones
con el paisaje, las leyendas, las creencias religiosas, los
en puras vocales limitan a muy escasas posibilida-
sitios y personajes célebres, los símbolos que, por ejem-
des musicales. Al respecto nos comenta Gómez Ca-
plo en el pino y el bambú, perennemente verdes, encar-
rrillo: “La poesía japonesa no ha tenido nunca esa
nan la larga vida; los ciruelos y cerezas son emblemas
suavidad y esa música. La rima no existe en ella, y
de la esperanza y de la primavera, del ruiseñor, de la
su ritmo mismo es muy ligero”.8 De esto técnico,
poesía; y en la emoción fugitiva de una hora, de un lu-
no discutiríamos contra Enrique Gómez Carrillo.
gar, de un recuerdo experimentado hace tiempo, tienen
Sin embargo habría que tener presente en cuanto
un carácter durable que se mantiene de generación en
que la poesía de los jaijin no tiene como principio
generación.9
realizar un artilugio sonoro con base en las propias
palabras en el sentido gráfico-fonético, sino una
Este acierto se produjo con mejor tino entrada
imagen objetiva de la naturaleza, cuya posible so-
la primera mitad del siglo XX. Ya varios esfuerzos lo
noridad, o cualquier relación con los sentidos, nos
permitieron. Maples atiende más certeramente par-
la proporcione la imagen misma mediante su narra-
te de la temática propia del jaiku tradicional, aun-
ción implícita de sucesos, por lo que además de lo
que tampoco aclarará si es poesía subjetiva o no, si
mencionado por nuestro cronista quizá el jaijin no
es poesía de imágenes objetivas y concretas o no, de
tiene deparo primordial de la aparición técnica de la
situaciones naturales.
sonoridad.
Así pues y a propósito de la no traducción del
94 El Búho
En lo que coinciden es no sólo en subrayar la
tradición del jaiku en Japón, sino en señalar el in-
tento configurativo de poder sugestivo que los jaikus
el guatemalteco Flavio Herrera y el español Rogelio
logran tener al captar esos momentos referenciales
Buendía, hasta concluir los años sesenta, como pri-
del “poeta” y que los muestran como si fueran una
mera fase de su construcción y producción en espa-
pincelada para sus interlocutores:
ñol. Y en estas dos pasadas décadas, resurgiendo de
manera paulatina, donde muchos escritores siguen
En una rama seca
los preceptos de Enrique Gómez Carrillo, otros más,
he visto un cuervo.
generando enlaces y mezclas con otras miniatu-
Esta noche tengo miedo.10
ras poéticas. Siendo esto todavía la continuidad de
nuestro modernismo literario iberoamericano.
Gómez Carrillo, no obstante, mediante di-
chas crónicas aprovecha para aclararnos cómo la
poesía es todavía parte total en la vida japonesa de
comienzos del siglo XX. El gusto por el arte de la esmerada y paciente hechura de las escrituras enanas
es visible en el contexto oriental, por lo que el jaiku,
la miniatura gráfica y los bonsáis hablan del culto
a la compresión semántica, a la popularización de
la forma breve, a la concisa y pulcra belleza. Esto
es quizá lo que a más de un modernista despertó
la complacencia por crear o imitar o recurrir a tan
aristocrática, pero afable, arquitectura; es decir,
nada más o nada menos que el logro de la pisca lingüística estilizada que para nosotros corresponde a
lo poético, a la poesía.
Tanto en España, como en Hispanoamérica, el
jaiku también es una de las emisiones chiquitas
que se experimentó mucho en el quehacer cultural
de la literatura en lengua española, teniendo cierta
efervescencia a partir de los años veinte, del siglo
XX, con hacedores jaikuistas como el mexicano José
Juan Tablada, el ecuatoriano Jorge Carrera Andrade,
NOTAS
1Por ejemplo se documentan algunos de los siguientes: Sinkociotoki
de Tchikafusa; Anuario del Yosiwara, de Jipensha Ikku; Las lindas
mujeres que son poéticas en el Yosiwara o Albun de Masanobu y,
por si fuera poco, menciona que existía del editor Yakohama, éste,
afincado en París, el proyecto de publicar dos códices enciclopédicos, éstos en verso y de múltiples tomos: Manyoshuu (siglo VIII) y
Kokinshuu (siglo X), etc.
2 En 2010, la editorial Renacimiento (España), mediante su colección “Los viajeros, núm. 10”, también ha publicado El Japón heroico
y galante, aunque conformado por 17 crónicas y, a la vez, ahí mismo
rescata el prólogo que Rubén Darío hizo para el libro De Marsella a
Tokio (1906).
3 Aquí el autor usa el término propuesto por los franceses: “Haikai”,
y no el que propuso a finales del siglo XIX el japonés Masaoka Shiki (1867-1902): “Haiku”. Esto quizá también muestre la inseguridad
por usar un término u otro no identificado o establecido todavía en
el mismo Japón y recurrir a las voces autorizadas de europeos.
4 Enrique Gómez Carrillo: El Japón heroico y galante, España, Ediciones del Viento, 2009, (Colección Viento Simún, núm. 43), p. 98.
5 Ibid., p. 99.
6 Idem.
7 Éste y el siguiente jaiku son traducciones de Enrique Gómez Carrillo, según este autor, ambos corresponden a textos populares de
origen campesino japonés del siglo XVII: Ibid., p. 112. (En la actualidad hay traducciones que se las atribuyen a Bashoo; es probable que
Carrillo los haya compilado del saber popular o de la transmisión
oral)
8 Ibid., pp. 102-103.
9 En “Tanka y haiku”, de Ensayos japoneses, México, Ediciones Cultura, 1959, pp. 80-81.
10 Ibid., p. 112. Y posteriormente citado por D. Keenen: “II. La poesía japonesa”, en Op. Cit., p. 56.
letras, libros y revistas 95
JORGE SIFUENTES CAÑAS
M
iguel Ángel Muñoz nació en Cuernavaca, Morelos en 1972,
estudió + historia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y realizó la maestría y doctorado en Historia
del Arte en la UNAM. Desde hace un par de años forma parte del Seminario de Cultura Mexicana. Es poeta, historiador y “crítico de arte”
-no le gusta el término-. Muñoz acaba de publicar el libro
Constelaciones de la mirada*
(Universidad Autónoma Metropolitana, México, 2014),
donde reúne ensayos críticos
sobre arte contemporáneo
y los problemas estéticos que
plantea la percepción de la
obra de arte. Se presentan
críticas expositivas y perfiles narrativos e históricos de
artistas clave de las últimas
cinco décadas, así como revisiones historiográficas de
96 El Búho
Leticia Tarragó
algunos de los movimientos artísticos del siglo
arte Miguel Ángel Muñoz trata con su libro Conste-
XX (informalismo, expresionismo abstracto y arte
laciones de la mirada, no de dar una visión totali-
conceptual). Poeta, lector voraz y exigente. Via-
zadora de qué es arte, sino más bien de darnos ar-
jero constante, interminable, que ha encontrado
gumentos a través de múltiples artistas, corrientes
en París, Marrakech, Madrid, Barcelona, Viena,
y tendencias estéticas, para adentrarnos al térmi-
Praga, Lisboa y Perpeñang, sus ciudades no sólo
no. Por ello, Muñoz propone un recorrido, desde
recurrentes, sino “preferidas”, aunque no niega
finales del siglo XIX con Cézanne y Picasso, hasta
su pasión por el Caribe: Puerto Rico, Panamá, Re-
las nuevas vanguardias con artistas conceptuales
pública Dominicana, Jamaica -“un paraíso”- dice
y más vanguardistas como Nan Goldin, Francesc
Muñoz… Ha traducido al español la poesía de Yves
Torres o Jannis Kounellis, para ir señalando los
Bonnefoy, John Berger, John Ashbery, Adonis y Al-
jalones que desmantelaron el concepto tradicio-
bert Râfols-Casamada. Además es autor de impor-
nal del arte hasta hoy. “Al margen del debate de la
tantes compilaciones de textos históricos de Gutie-
modernidad -dice Muñoz- o de la posmodernidad,
rre Tibón, José Hierro y Rubén Bonifaz Nuño, Rafael
que parece protagonizar la escena artística con-
Canogar, estos tres últimos sobre historia de las
temporánea, coexisten hoy diversos acercamien-
formas estéticas. Su libro anterior fue El instan-
tos a la obra de arte todavía vigentes y activos, que
te de la memoria (Editorial Praxis, México, 2013),
nos sitúan a una distancia apropiada para enten-
donde traduce y recoge la poesía de sus ocho poe-
der las calidades estéticas que la singularizan. Fi-
tas más cercanos, más próximos no sólo a su poe-
gurativo o abstracto, instalación o fotografía, de
sía, sino que todos tienen en común un tema recu-
contenidos narrativos o gestuales lo cierto es que,
rrente en la obra de Muñoz: la pasión por el arte.
entre nosotros, el arte prosigue su camino incierto
Es frecuente escuchar ante una obra de arte
con la condición de siempre. Para el artista, el la-
la pregunta “qué significa” o “qué dice”, lo que
berinto planteado en cada nueva obra poco tiene
sugiere que permanece intacto el concepto -la de
que ver con los debates del gusto contemporáneo
que un cuadro deba decir o sugerir algo- contra la
y menos todavía con la publicidad que los rodea.
que los artistas vienen luchando desde hace casi
Esta visión demuestra que el arte que se produce
un siglo. Sin embargo, el interrogante más radical,
en las últimas cinco décadas del siglo XX ha mi-
que señala cuál es la inquietud fundamental del
nado cualquier noción de arte puramente visual.
espectador es si aquello que ve es “arte” o no. Aun-
Las instalaciones, los performances y los trabajos
que hay que plantear que actualmente hay una lu-
en vídeo, pintura, fotografía y escultura muestran
cha de términos interminable. El poeta y crítico de
su carácter híbrido”.
letras, libros y revistas 97
El arte contemporáneo se ha convertido en
En los más de 40 textos reunidos en esta pu-
un complejo de definiciones y términos confu-
blicación, que se puede considerar como segun-
sos, que han llevado muchas veces al espectador
da parte de Convergencia y contratiempo (Plan C
a no tener claro de qué se trata, no sólo lo que se
Editores- CONACULTA, 2008) y El espacio vacío
ve, sino lo que se explica. Creo que este plantea-
(CONACULTA; 2009), anteriores compilaciones.
miento es eficaz para hacernos comprender las
En ellos se confirman no sólo sus gustos y sus
causas profundas de las transformaciones de éste,
aversiones, sino también su método historio-
pero echamos de menos un análisis más amplio
gráfico para “ver ” y “entender ” el arte. Exagerar
de sus últimas manifestaciones. Muñoz es claro
forma parte de él. También dejarse guiar antes
en su definición de cuáles son los artistas para él
por la información que transmiten los sentidos,
importantes en el desarrollo del arte moderno y
que por las ideas recibidas. Tal vez un error o un
contemporáneo: Dice: “Creo que lo fundamental
acierto, eso sólo él lo sabe. Pero su calidad lite-
son los artistas, lo más importante para mí como
raria y su crítica, así como los puntuales juicios,
historiador y desde luego, como un poeta que ve
justifican el entusiasmo de sus lectores, y sobre
y escucha el arte. El único movimiento conside-
todo, del mundillo del arte.
rable es el cubismo. Es lo más grande que nos
El primer bloque de escritos versa sobre lo
dejó el siglo XX. Los demás son manifestaciones
moderno y lo contemporáneo, donde analiza la
periféricas. Y figuras clave para mí son Picasso,
obra de Antoni Tápies, Roger von Gunten, Mark
Gris, Matisse, Braque, en el ámbito francés; y el
Rothko, Giacometi, Rubén Leyva, Francis Bacon,
genial escultor español Julio González, que es
Monet, Magritte, Pierre Bonnard. Es tan brillante
para mí una figura fundamental. Sin olvidar, una
su visión poética que desluce casi todo lo de-
figura única: Marcel Duchamp. Recuerdo que
más, incluyendo el análisis histórico. El segundo
Octavio Paz me decía que para él Duchamp era
reúne una serie de textos monográficos para ca-
la contraparte de Picasso, pues también cambió
tálogos de exposiciones de artistas más jóvenes y
los derroteros de la modernidad. Y sí, Paz tenía
en proceso de consagración: Patricia Henríquez,
mucha razón. Por otra parte, hay otra tradición,
Sandra Pani, Francisco Quintanar, Jesús Reyes
la de lo fantástico y lo grotesco, en la que inda-
Cordero y Marisa Boullosa. Artistas con los que
gan Chagall, Ernst, Mondrian, Balthus, Dalí y
comparte no sólo la generación, sino también
Joan Miró. Que son también artistas ‘revolucio-
por los que ha apostado a lo largo de ya varios
narios’; es decir, que cambiaron el rumbo de las
años de trabajos compartidos.
vanguardias”.
98 El Búho
El tercer capítulo lleva por título “Textos dis-
persos”, que tiene un interés más teórico, más de
Matta, José Luis Cuevas, Rafael Canogar, Igna-
historiador, pues aquí ensaya sobre José Hierro
cio Iturria que lo han marcado de forma decisiva
crítico de arte; sobre la historia de la galería Casa
en su trayectoria-, todo resulta importante para
Lamm, sobre el grupo El Paso y su influencia en
comprender parte del siglo XX.
el arte del siglo XXI, etc. El último apartado, son
una importante e interesante serie de conversa-
* Ángel Muñoz. Constelaciones de la mirada. Universidad Autónoma
Metropolitana. México, 2014.
ciones con diversos artistas de nivel
mundial: Eduardo Chillida, Richard
Serra, Francesc Torres, Juan Genovés,
Helmut Newton Jannis Kounellis, entre otros. Es importante decir, que el
mérito de Muñoz es haber conocido
y tratado a muchos de estos artistas
que han marcado la escena visual de
la mitad del siglo XX. Un logro ejemplar y tal vez único en México.
Quizá la única crítica que se le
puede poner al libro es la misma que
cabe achacarles a otras recopilaciones de artículos, textos de catálogos
y conferencias que historiadores y
críticos nos brindan. Todo aquí está
escrito por encargo y, claro, no todo
es igual de trascendental. Aunque
hay que reconocer que, dada la preferencia por determinados enfoques,
artistas y momentos de la historia del
arte -el Impresionismo y sus secuelas, el Surrealismo, el Informalismo
o los nombres constantes de Antoni
Tápies, Ráfols-Casamada, Roberto
letras, libros y revistas 99
Roberto López Moreno
En este 2015 se cumplen 100 años del natalicio de nuestro
gran poeta Ramón Martínez Ocaranza. El hecho significa
un importante encuentro con las nuevas generaciones
a la que les fue ocultado durante tanto tiempo.
¿
Y si volviendo a nombrar
las cosas fundamos de
nuevo el mundo? ¿En qué
punto de la novedosa relación
habremos de colocar a Dios si es
que va a existir otra vez entre nosotros?, ¿en el aire del ave?, ¿en
las válvulas y pistones del movimiento?, ¿en el sexo de la flor?,
¿en la erecta furia de la llama?,
¿en la impaciente espera del polvo? ¿En dónde -oh duda- para
hacerlo cumplirnos su servicio?
Hay una pupila forjada en el
zumo de la luz y de la sombra, en
la cópula que se funde oxímoron
Jaime Goded
100 El Búho
para interpretar la luz con el profundo resplandor
sagrado amasada desde la comunión de nues-
de la tiniebla, para decir que lo sombrío rebulle
tro averno. Pregonero de su religión, el poeta de
fulgurante en su diamantino centro. Esa pupila se
Xiquilpan designa: “En el principio fue el cántico./
hace voz y perdura entre nosotros, con nombre y
Y de los días postreros/ fue la elegía del cántico./
apellidos, Ramón Martínez Ocaranza se llama la
Y entre el cántico y la elegía del cántico,/ vimos
llama que se enllamó poeta. ¿Por qué nos hemos
arder los triángulos…” y acto seguido nos abre
alejado de la quemadura de su obra? ¿Hasta dón-
su catecismo que va desde los acentos prehispá-
de llega el descontrol de nuestro miedo? Martínez
nicos hasta las tensiones de nuestros días, pla-
Ocaranza es realmente uno de los grandes poe-
gadas de audacias idiomáticas. En el manejo que
tas de nuestro tiempo y sin embargo pareciera
el poeta hace de los mitos del origen americano,
que nos estuviéramos escondiendo para que no
algo encontramos de aquella poderosa voz de pi-
nos alcanzara su palabra. Es que el mundo en el
rámide y pedernal que fue la de Aurora Reyes, de
que vivimos está contrahecho y Martínez Ocaran-
quien el poeta colombiano Germán Pardo García
za es el mazo que derriba sin contemplaciones
dijo que era la más alta voz de la América india
lo que ya aceptamos como bueno para no lasti-
de nuestros días. Pero aquí está Martínez Oca-
marnos tanto la piel del alma. Todos preservan
ranza, sólo, inventando desde su soledad el de-
su derecho a estar bien dentro del estar mal y
rrumbe de la luz amarga para rehacer el recuento
acomodan sus litorales plácidamente dentro de
de los días, desde su perversa bondad convertida
las dimensiones del deterioro. Entonces Martínez
en verbo y en bálsamo que arde. Pero su soledad
Ocaranza, levanta su letra e incomoda, vuelve a
la multiplica, porque finalmente no se trata de un
lastimar la llaga que nos estábamos curando con
solo poeta sino de varios, del antipoeta, incluso.
el ungüento falso. Mistagogo de violentas salmo-
En él encontramos al escritor directo, enrabiado
dias, devastadoras para fundar lo sagrado con el
pleno ante la injusticia del poder, al amoroso, al
polvo sin luz de los altares demolidos y redotar-
que recurre a las palpitaciones de su paisaje pri-
lo con las bondades de nóveda energía, Martínez
migenio, el que utiliza vocablos propios de las
Ocaranza, sin más remedio, se crece a sí mismo,
lenguas autóctonas, al que cita simbologías de la
sólo, y se asume Zeus en nuestros días, energía
cultura universal, al que vuelve a dar movimiento
de su soledad, oh inteligencia, soledad eléctri-
a las audacias del vanguardismo, el que escritura
ca. Él es la fuerza de su tabernáculo estremecido
su oración y la convierte en violencia, el que odia
por el terremoto de su propio acento. Aquí está,
de tanto amar, el que ama las posibilidades de su
el poeta que va a inventar la nueva versión de lo
odio. Bellas líneas las de Oralva Castillo Nájera al
letras, libros y revistas 101
hablarnos del poeta: “Atreverse a andar con Ra-
de palabras para practicar el vuelo? Ahí en el cen-
món es atreverse a ver más allá de los ojos -de los
tro del centro está el hombre que no le canta a la
anteojos- del academicismo vulgar. Es atreverse
flor, que la crea desde la espina y desde la fuerza
a profanar la oscura escalinata de Chichen- Itzá
hidráulica de las savias terribles. Ahí, lleno de luz,
que nos lleva al Tigre de oro con los ojos de jade.
el sacerdote de la santa destrucción. Ramón Mar-
Seguir a Ramón no es fácil. Sólo a unos cuantos
tínez Ocaranza, santificado sea tu averno, porque
privilegiados nos ha permitido seguir sus hue-
de él será el reino de los cielos. Yo conocí, co-
llas de prestidigitador. De trastocador del mundo.
nozco, a un gran poeta de nuestros tiempos, él
Sólo unos cuantos están dispuestos a violar lo
era, es, de Michoacán, lugar mítico que nos ha
eterno. Lo inmutable. Lo horripilantemente sa-
dado milagros y pirecuas, ese poeta ha llegado
grado”. ¿Y si volviendo a nombrar las cosas fun-
a nosotros en los cables telegráficos que instaló
damos de nuevo el mundo? Entonces estamos ya
un tal Cervantes por el mundo, se llamó, se llama,
en la nueva fase de la creación: “En el principio
Ramón Martínez Ocaranza, a él le he llamado, le
fue el cántico./ Y de los días postreros fue la elegía
llamo, sacerdote de la santa destrucción. Por él
del cántico…” Para crear de nuevo el mundo, para
lermamos del antiguo ritón mágico el ábrara de
hacer su mundo, el poeta de nuestro hálito inven-
las sorpresas. En homenaje a él y a ese Cervantes
ta la irreverencia -porque él fue que la inventó,
que nos lo dio desde su corola de verbos termino
no hay más, creo- para derruir los falsos altares
mi acto de reconocimiento con estas palabras que
en que hemos postrado el proceso aparentemen-
estoy seguro, Martínez Ocaranza aceptaría con
te irrecusable de nuestra creciente degradación.
benevolencia desde su cotidiano hecho de armas:
Los editores de su libro Patología del ser, afirman:
Don Quijote/ sintió fatiga./ Decidió descansar a
“El autor deserta de las filas de los conformistas y
la vera/ del manco, ojos enfebrecidos./ El hombre
acepta como única consigna válida “fuego en toda
ardiendo/ aprovechó el descuido./ Fue por ahí/ a
la línea”, y en ese fuego -digo yo- calcinó y fue
escudriñar/ vericuetos de la noche./ En un atajo
calcinado el poeta fucilante, fuego que destruye
dio con Dios./ Reclamó la ausencia de su brazo./
para crear, fuego creado prometeico para destruir
¡Ojo por brazo! -gritó iracundo-./ Atacó a Dios,
un mundo corrompido, locura que vive por tal ra-
molino de molinos./ Lo hizo cíclope de cíclopes./
zón y para la razón. ¿Quién late desde el fondo
Bajó humildemente el punzón oxidado,/ sin san-
del averno?, ¿quién habla desde el fondo oscuro
gre alguna en el mellado filo./ Desde entonces/
de la ergástula?, ¿quién desde la penumbra de su
Dios anda tuerto por donde anda. Salud, Ramón
calabozo con sabor al 68?, ¿quién desde su cárcel
Martínez Ocaranza. Poeta.
102 El Búho
apantallados
Francisco Turón
E
n el efímero universo del teatro ya todo está dicho y hecho. No hay nada nuevo bajo el astro rey
teatral. Por lo tanto, en las artes escénicas nada es
original. Sin embargo, es innegable que el teatro lo hacemos quienes estamos. El fenómeno “teatro-públicos” ante
la inabarcable oferta teatral que despliega una gran diversidad de producciones escénicas, tiene una baja demanda
ocasionada por la “crisis en el teatro”; son pocos los montajes que permanecen aún a pesar
de tal crisis, a comparación de
otras que tuvieron corta temporada.
Por eso la cuestión shakesperiana
en el show business, debe ser: estar o no estar. En ese sentido, hay
teatreros que siguen estando, así
como hay teatreros que ya no están. La vida es devastadora en su
selección natural, también el teatro.
Aunque a veces, por estadística, la
naturaleza se llega a equivocar en
sus propias elecciones. La prueba
de esto es que hay quienes están,
pero que por la calidad de sus proFotografía de Pili Pala
apantallados 103
puestas escénicas, ya no deberían de estar. Hoy
vencionan este tipo de obras? ¿Es sólo un modus
en día, continúo con el esfuerzo para responder al
operandi para perseguir la chuleta? ¿Lo hacen por
por donde sí, y al por dónde no, arrojar las voces
encargo? ¿Hacen el mayor número de montajes en
que son urgentes de comunicar mediante el uso del
el menor tiempo posible para cumplir la demanda de
derecho de libertad de expresión.
un mercado de consumo cultura oficial de tercera?
Ante las innumerables quejas por la situación del
¿Pretenden continuar el vital esfuerzo de mante-
teatro mexicano que en la comunidad artística to-
nerse vigentes en la cartelera sin importar cuál sea
dos compartimos, pero que nadie es capaz de coin-
el resultado de la propuesta artística? ¿O será que
cidir en la acción, es inevitable que al ver ciertas
la simple sensación de inutilidad, es lo que les apa-
puestas en escena me pregunte: ¿Cuál es aquí y
siona de su trabajo?
ahora, la pertinencia de su trabajo? ¿Por qué hacen
En realidad, tanto estos, y todos los motivos
teatro? ¿Por obstinación de ejercer un oficio? ¿Se
que ustedes gusten y manden, como el hacer un
trata de un golden boy de esos que engendra el mo-
diagnóstico de la situación en la que se encuentra
nopolio del teatro oficial? ¿Quiénes y por qué sub-
el teatro contemporáneo y los públicos, -no tienen
ninguna importancia- cuando ves un deslucido montaje
que se siente como algo muy
trillado.
Tal es el caso de Manzanas
basada en la novela Apples
de Richard Milward, adaptación de John Retallack,
traducción de Antonio Vega,
bajo la dirección de Alberto
Lomnitz, y coproducida por
el
CONACULTA,
FONCA,
INBA, y por las compañías
Por Piedad Teatro y el Conejo
con Prisa. Sin ningún afán
de ofender, y con todo el respeto que me merecen los
compañeros teatristas, cada
Fotografía de Pili Pala
104 El Búho
puesta en escena que veo de Lomnitz, está en de-
sociedad mexicana que en la oscuridad de la injusti-
cremento de la anterior, pero en esta exageró.
cia son secuestrados y desaparecidos, por la policía
En primer lugar, la novela escrita por Milward
municipal de su propio “gobierno”. Se repelen a
cuando tenía tan solo 19 años de edad, en sí misma
los inverosímiles personajes interpretados como
es un eslabón de una larga cadena que va desde
si se tratara de un musical de Vaselina, porque no
Rebelde sin causa, la célebre película que cimentó
hay reflexión analítica, solo morbosidad. El exceso
el estatus del actor James Byron Dean como un íco-
de gesticulación de los actores cae en el cliché del
no de la desilusión adolescente, o la provocadora
hard-drinker y del drug-user, lo cual evidencia la
y controvertida película Klip, escrita y dirigida por
falta de investigación en el tema de las adicciones.
Maja Milos, en un intento de grito cinematográfico
Se abusa del único recurso de los elementos esce-
sobre los problemas de los adolescentes serbios;
nográficos compuestos por decenas de bocinas de
la película Kids de Larry Clark que refleja cómo
distintos tamaños que predeciblemente se mueven
cierto sector de la población urbana de un grupo
y acomodan de muchas maneras para ilustrar los
de jóvenes neoyorquinos vive su temprana sexua-
espacios en los que se desarrolla la historia. Los
lidad sumergidos en el alcohol y las drogas, y la in-
cuadros de violencia coreografiados para rellenar
terminable lista de “pan con lo mismo” sigue hasta
el espectáculo diluyen el texto. El ritmo es lento
ejemplos como Estrellas o Joven corazón idiota,
y repetitivo hasta que en la segunda parte ya no
obras teatrales que culminan con éxito la escritura
hay progresión dramática. Es una puesta en escena
escénica de Anja Hilling. Al final del día, todas son
tan incipiente, como pretensiosa e insulsa, de la que
la misma historia del adolescente incomprendido,
no hay nada rescatable a excepción de las rolas de
pero contada con otros nombres y otros elementos
los Beatles que acompañan algunas de las escenas.
situacionales. Caen en lugares comunes para hablar
Cuando no hay posibilidades de desarrollo de
de la adolescencia como el universo de la soledad, la
una crítica constructiva, entonces no vale la pena
aceptación-evasión, la búsqueda del amor verdade-
seguir enlistando una serie de fundamentos aunque
ro, la disfunción familiar, la paternidad violenta, el
estos justifiquen la crítica negativa de ciertos pro-
trastorno obsesivo-compulsivo, la irresponsabili-
ductos. Insisto en avanzar hacia acercamientos
dad, y la satisfacción del deseo. Todas hablan de la
progresivamente centrados en el contenido como
juventud en medio de una crisis existencial sujeta
el análisis factorial de correspondencias. Cualquier
a las vías de escape falsas adecuadas a la efectivi-
situación de análisis puede ser tomada como críti-
dad de cada época. Sin embargo, en esta puesta en
ca, y cualquier crítica, puede ser considerada como
escena, no hay nada que conecte con la crisis hu-
una denigración de la mirada del otro, en el espacio
manitaria que viven actualmente los jóvenes de la
de las transformaciones sociales.
apantallados 105
arca de Noé
Francisco Javier Carranza Romero
E
n la tarde del día de la Navidad, desde
Caraz (capital de la provincia de
Huaylas, debajo del nevado Huandoy,
Perú) me llega la noticia por teléfono e internet
que mi hermano mayor ha fallecido el 25 de
diciembre de 2014 a las 11.50 am bajo el luminoso y cálido sol andino. Y yo, en Toronto (Canadá)
en esos días, comparto el dolor de mi familia
desde la lejanía. Entonces recuerdo la vida de
mi hermano mayor, más conocido como Pancho
Carranza.
¿Qué pasa cuando nace un niño en el
campo?
Un niño campesino nace porque le llega la
hora de nacer. Aunque su casa sea una casucha
con techo de paja hay un ayllu (comunidad) que
lo recibe con amor. Como testigos tiene a toda
la naturaleza: cerros, ríos, animales, plantas,
sol, estrellas, viento… Por eso, cuando crece
Juan Román del Prado
va comprendiendo el amor de su familia y de su comunidad. Además,
día tras día explora la naturaleza, y cuanto más la conoce, más la ama y
así aprende a respetarla hasta que llega a llamarla patsa mamá o pacha
106 El Búho
mamá (madre natura). El campesino, por esta temprana
También recordé que en las décadas de 1980 y 1990
experiencia, no será fácilmente comprendido por el cita-
retornó a Quitaracsa, nuestro pueblo natal, donde fue el
dino que ve a la naturaleza sólo como un objeto para
presidente que solicitó la posta médica, un colegio de
ganar dinero. Recuerdo a un presidente peruano que en
educación secundaria y un teléfono público, construyó
2009 llamó ignorantes a los nativos de Bagua (región
canales para irrigar los pastizales y comenzó la arboriza-
de Amazonía) que protestaron pidiendo más respeto a su
ción en varias áreas… Tuvo discrepancias con los comu-
naturaleza. De verdad, ¿quién es el ignorante?
neros violentos porque se opuso a tomar los caminos. “El
El dirigente campesino Pancho Carranza nació en
camino es un bien común, y todos tienen el derecho de
el caserío de Quitaracsa (Áncash, Perú) el 11 de octubre
transitar”, fue su argumento. En 2013 la Municipalidad
de 1929, y desde la infancia exploró su entorno natural,
Provincial de Huaylas le concedió el diploma y la medalla
por eso llegó a amarlo con emoción y razón. Él, cuando
de ciudadano honorífico, el primer campesino que recibió
su esposa fue a laborar a Santa Cruz, fue el organizador
este reconocimiento.
de la Comunidad Campesina de Santa Cruz en la década
Si yo, el hermano menor, no mencionara estos
de 1970 y el que se esforzó por el cumplimiento de la
hechos nadie sabría sobre la trayectoria del dirigente
Ley de la Reforma Agraria bajo el principio: La tierra es
campesino Pancho Carranza. Por toda su vida dedicada
para quien la trabaja. Por esta causa fue odiado, acusado
al servicio de sus hermanos campesinos él no desaparece
y enjuiciado por algunos terratenientes acostumbrados
con su muerte, vive en la memoria de los santacrucinos
a vivir de la labor ajena; ellos no se inscribieron como
y quitaracsinos.
comuneros, respondieron prepotentes: “Nosotros no
nos mezclamos con los indios”. “No nos igualamos a los
¿Qué pasa cuando muere un campesino?
cholos”. Los cargos que le imputaron fueron: instigador,
Los familiares y amistades lo acompañaron hasta el
perturbador del orden social y bandido. Por las relacio-
cementerio al son de la banda de músicos que tocaba huay-
nes y presiones de los terratenientes perdió el juicio en
nos y pasacalles… Así se ha marchado Pancho Carranza
las instancias provincial y departamental. Pero, gracias
a la otra región transparente desde donde contempla la
a los buenos asesores del Ministerio de Agricultura apeló
historia de sus hermanos campesinos. Wauqi, kananqa,
a la Corte Suprema de Lima donde ganó el juicio. Los
shuutarillay: Hermano mío, ahora, descansa, por favor.
comuneros santacrucinos celebraron la victoria con el
(Por seguir el calendario católico él fue llamado
reconocimiento de mejores productores de cebada y trigo
Francisco. Y yo, por la misma razón, fui llamado Francisco
a nivel nacional. Mientras Pancho Carranza luchaba en el
Javier. Mi padre, cuando nos juntamos para celebrar sus
campo y en las salas del Poder Judicial, sus hijos y dos
cien años, nos dijo entre la broma y la seriedad: Ustedes
hermanos menores peleaban en las aulas de los centro
tuvieron el mismo nombre por si uno se ausentaba el otro
educativos donde fueron reconocidos.
tomara el cargo de defender a la comunidad).
arca de Noé 107
Francisco J. Carmona Villagómez
¿
Quizás la mayor obsesión que ha sentido en carne propia la
humanidad, es tratar de encontrar una explicación al fenómeno del poder y encontrar la forma de limitar sus excesos.
Ya sea por su ejercicio irracional como una manifestación del
uso de la fuerza en un mundo en caos y violencia, o
como la proyección de la inteligencia para deliberar y llegar a acuerdos que limiten o sometan
los vicios de la naturaleza del hombre y su
voraz ambición.
En otras palabras, preferir una expresión del poder que garantice a las personas una coexistencia pacífica sin
arriesgar o perder todos sus derechos
y libertades fundamentales y, al mismo
tiempo, estar en posibilidad de acordar
las reglas de convivencia o el método
más apropiado para gobernarse, a través
de recíprocas concesiones, para disminuir
los costos de vivir aislados e integrar un espacio público “en sociedad” para poder enfrentar, a
través de un sistema de normas e instituciones las con-
trariedades de la vida diaria.
Enrique Zavala
108 El Búho
En ese sentido, ¿cómo puede ese espacio públi-
Enfrentar la idea del “darwinismo”, donde sólo
co dominar los impulsos del poder y darle un sen-
sobrevive el más apto y el más fuerte, para con-
tido civilizatorio?, ¿cómo lograr que las personas
traponerse a la absurda tesis que se sostiene en el
se sientan representadas para cubrir una serie
discurso de la competencia en el libre mercado y
de expectativas y necesidades más apremiantes?,
el capitalismo salvaje, a lo que Francis Fukuyama
¿cómo garantizar su seguridad y el cabal ejercicio
denomina la “acumulación sin fin”1, que en su
de los derechos y libertades de las personas, así
lógica busca eliminar o alienar a los más débiles,
como su bienestar?, ¿cómo establecer instituciones
contrariando toda noción de un orden justo, digno
cuyo propósito sea garantizar a las personas una
y democrático.
vida digna?, cuestionamientos que en el mundo de
Por eso, ante los excesos del poder, algunos
los humanos y las bestias son las principales razo-
filósofos liberales y contractualistas plantearon, a
nes que los hacen diferentes.
partir de Hobbes, Locke y Rousseau, la importancia
Máxime si consideramos que en el mundo del
de la acción del Estado como una especie de garan-
caos son tres las principales amenazas que experi-
te del pacto social, con el propósito de redimensio-
mentan los seres humanos: a) la falta de futuro al
nar el ejercicio del poder en razón del consenso y
sentirse marginados del cobijo de los otros, por el
la representatividad, el gobierno donde los ciuda-
rompimiento de los lazos de solidaridad o el senti-
danos no abandonan la posibilidad de volverse a
miento de vulnerabilidad y riesgo; b) el “despertar
congregar y sustituir a sus representantes, a través
de la bestia” o la ambición extrema que manifiestan
de los comicios, o bien, del ejercicio permanente de
los individuos para subyugar y marginar a los otros,
la rendición de cuentas y, dado el caso, si se vulneró
para justificar el egoísmo y la acumulación sin lími-
la confianza, revocar el mandato por los extravíos
te de las riquezas y bienes materiales; y, c) el miedo
de quienes ejercen el poder.
a perder o desconocer la esencia de sí mismo, el
Pero, igualmente, recuperar la noción del res-
quebranto de la dignidad, al enajenar las libertades
peto al soberano legítimo y a las normas, porque
y los derechos, ya sea por conquista, dependencia
como ha expresado Emmanuel Kant: “Aún en el
económica o simplemente, por miseria y falta de
mundo de las bestias, éstas buscan tener leyes que
oportunidades.
los hagan aparecer en comunidad como seres distin-
Frente a esas amenazas, el hombre desde tiem-
tos a su brutal naturaleza”.
pos inmemoriales en todas sus cosmovisiones,
Si bien, a lo largo de la historia, las ideas de
aquí encuentra sus principales desafíos y, también,
democracia y libertad han caminado de la mano,
por qué no decirlo, el mayor enigma a resolver.
la primera defendiendo la igualdad y la segunda
arca de Noé 109
refrendado los derechos fundamentales de las per-
Para Bobbio, el asunto de la democracia no
sonas. En nuestros días, los excesos que suceden
sólo es un problema de mayorías o la existencia de
en nombre del libre mercado y la visión hegemóni-
un marco legal que acredite la existencia de reglas
ca del poder han puesto en riesgo una parte funda-
y procedimientos electorales, sino de contenidos y
mental del pacto social que refrendan los sistemas
garantías que permitan a las personas una noción
democráticos, particularmente en tres aspectos: a)
básica de dignidad, tanto en el ejercicio de los dere-
la satisfacción de necesidades materiales mínimas
chos fundamentales (reunión, opinión, expresión y
que hacen posible el bienestar y la dignidad de las
asociación) como en la posibilidad de un reparto
personas; b) la noción de seguridad; y, c) el principio
armónico de los bienes y las riquezas, que sólo
de solidaridad que debe estar vigente en el proceso
pueden ser practicados en el seno del Estado liberal
de maduración de las sociedades democráticas.
y del Estado Constitucional, aquel que prevé que el
Frente a ello, se ha llegado a la conclusión de
ejercicio del poder no únicamente debe estar some-
que la única forma de conservar la viabilidad de la
tido a la ley, sino que además ha de estar limitado
democracia, es garantizando que todos los indivi-
por una serie de principios constitucionales3 que
duos por medio del voto tengan cierto grado de par-
permiten una visión integral de las personas.
ticipación en el gobierno, o en su defecto, puedan
Si bien, esta vertiente de la democracia permite
manifestar su inconformidad frente a las decisiones
someter todos los intereses de la sociedad a la com-
públicas. Quizá se ha pensado que este sistema de
petencia política4, también los coloca en equilibrio,
gobierno sea el único que se acerca al ideal kantia-
en cumplimiento de estándares de calidad que
no de ser súbdito y soberano en una república de
deben ser observados para tener democracias rea-
fines 2; sin embargo, las realidades económicas han
les y no sólo procedimientos electorales. Esto es,
forzado a que el concepto de democracia se amplié
sitúa a los intereses de los distintos grupos organi-
y se llene con contenidos sociales, para dejar que
zados y de poder en una situación de incertidum-
las calidades de vida únicamente sean una ilusión
bre5, porque el derrotero de la competencia política
para los desposeídos.
no es predecible, como tampoco lo es la viabilidad
Por lo tanto, la primera exigencia para conse-
de un producto en el mercado, donde por decreto
guir este propósito es la representación plural de
no se puede saber de antemano quién gana y quién
la sociedad, con la promesa de que se consiga el
pierde, o bien, qué producto es apreciado o depre-
empoderamiento de los ciudadanos para que ten-
ciado por sus calidades o sus defectos, ni tampoco
gan la fuerza suficiente de cabildeo y de opinión, y
se puede asegurar que el que pierde estará siempre
con ello participen en la toma de decisiones.
destinado a fracasar en contiendas futuras. No se
110 El Búho
trata pues de monopolios o privilegios diseñados
social al momento de decidir y expresar las prefe-
de antemano, de reglas a modo que sean favorables
rencias electorales. Por eso, siempre ha de cobrar
a las oligarquías tradicionales, sino a la posibilidad
relevancia, no sólo la calidad del árbitro en la
de que se premie o se castigue a los gobernantes en
competencia, sino también los contenidos, es decir,
razón de los resultados o beneficios colectivos.
el cúmulo de decisiones políticas que expresan los
Por eso, el paso decisivo hacia la democracia,
idearios y plataformas, por una parte y, también,
no sólo consiste en el método para determinar pre-
el compromiso que tienen los grupos en disputa
ferencias en los comicios, éstas pueden ser vanas
en cumplir sus promesas y materializarlas en bene-
y muchas veces rebasadas por el propio contexto
ficios sociales.
Juan Hernández Téllez
arca de Noé 111
De esta forma, la democracia puede ser vista
pues ésta nunca es perfecta y, por lo mismo, no
como un fenómeno de poder para contener los
excluye la posibilidad de que se presenten fenó-
excesos del poder mismo, que trasciende muchas
menos que puedan ser calificados como ilegíti-
veces al deber ser para soportarse en los hechos
mos, que vulneren los fundamentos sobre los que
de la realidad cotidiana, en cuya realización
se construye el Estado y el propio mercado, ya
se expresan los posicionamientos de las elites y los
sea por un exceso de ambición, o por quebranto
grupos organizados de la sociedad, que han de ser
de las reglas mínimas del juego, mismas que si
recurrentemente limitados y nuevamente pactados,
no las limitáramos de alguna forma, se generaría
a fin de resolver sus divergencias dentro del marco
el caos, dado que el mercado no es democrático
de la Constitución, para evitar que la jauría de lobos
porque se sustenta en el desequilibrio y no produ-
se den un festín devorando las débiles
estructuras del Estado y sus instituciones.
Sin embargo, la democracia carecería
de sustancia si no garantizara una suma
de derechos fundamentales que deben ser
inalterables, y que estén por encima de
las veleidades de la competencia política,
incluso de las propias realidades económicas. En resumidas cuentas, al margen
del método y las normas de competencia
electoral, la sustancia fundamental de toda
explicación posible acerca del poder lo
deben constituir los derechos fundamentales, la serie de principios que le permiten a las personas mantener su libertad y
acceder a mejores condiciones de dignidad
y bienestar.
Para algunos autores como Schumpeter,
la competencia en el ámbito político presenta conflictos similares al de competencia en la esfera económica del mercado,
112 El Búho
Teódulo Rómulo
ce igualdad, por eso el arte de la política consiste
precisamente en equilibrar los desajustes del poder
y del mercado.
Si bien, autores como Hayek o Maquiavelo, no
recomendarían a los príncipes o los financieros,
compartir las ganancias o el ejercicio del poder
frente a sus adversarios, lo cierto es que reivindicar una visión humanista del poder crea frutos de
prosperidad y armonía que a largo plazo a todos
conviene. Por eso creo que en democracia debe
haber un orden superior de responsabilidad que le
dé viabilidad al Estado para que se reivindique un
mayor beneficio para las personas.
Aunque el Estado ha sufrido transformaciones
importantes para responder a distintas necesidades, tanto en su organización como en sus capacidades institucionales, adquiriendo formas intervencionistas (Estado benefactor) y liberales6. Esto no
significa que deba replegarse y abandonar ciertas
áreas de intervención económica, ni abdicar de sus
facultades reguladoras y normativas.
Sobre todo, tomando en cuenta que el Estado
moderno se creó para que fuera un agente regulador del mercado con un triple objetivo7: a) para
distribuir los bienes por medio de los instrumentos
de política económica; b) erigirse en garante del
crecimiento económico; y, c) encauzar las relaciones sociales en la lógica de un Estado democrático
de derecho.
NOTAS
1 Cfr. Fukuyama, Francis. El fin de la historia y el último hombre, editorial
Planeta, México, 1992.
2 Según Schumpeter, el método democrático es un arreglo institucional
para alcanzar decisiones políticas que ayuden a lograr el bien común
y que permita a las personas que decidan por sí mismas en ciertos
asuntos mediante elecciones individuales, las cuales en conjunto les
ayudarán a realizar la voluntad colectiva.
3 El Estado liberal no solamente es el supuesto histórico sino también
jurídico del Estado democrático. El Estado liberal y el Estado democrático han sido interdependientes en dos formas: a) en la línea que va del
liberalismo a la democracia, en el sentido de que son necesarias ciertas
libertades para el correcto ejercicio del poder democrático, y b) en línea
opuesta, la que va de la democracia al liberalismo, en el sentido de que
es indispensable el poder democrático para garantizar la existencia
y persistencia de las libertades fundamentales. En otros términos: es
improbable que un Estado no liberal pueda asegurar un correcto funcionamiento de la democracia y, por otra parte, es poco probable que
un Estado no democrático sea capaz de garantizar las libertades fundamentales. Bobbio, Norberto, El futuro de la Democracia, traducción: José
Fernández Santillán, Fondo de Cultura Económica, Segunda edición,
México, 1984, p. 26.
4 Przeworski, Adam. Democracia y Mercado, Cambridge University Press,
Inglaterra, 1995, p.16.
5 Las instituciones democráticas confieren un carácter temporal a los
conflictos políticos. Ofrecen una perspectiva de largo alcance a los
distintos actores, que les permite pensar en el futuro en vez de preocuparse exclusivamente por los resultados presentes. Las fuerzas políticas
aceptan sus derrotas porque están convencidas de que el marco institucional que organiza la competencia democrática les permitirá avanzar
en la consecución de sus intereses en el futuro. Przeworski, Adam, op.
cit., p. 30.
6 El neoliberalismo es la versión extrema de la economía de mercado,
donde el capital adquiere centralidad como factor predominante en
el proceso productivo. En esa lógica quedan inscritas las políticas de
privatización y desregulación que pretende ampliar el desenvolvimiento
del capital para que éste se desarrolle plenamente. Bajo esa lógica se
flexibiliza a las instituciones, se reordena la esfera estatal en aras de
propiciar la articulación orgánica de la dupla Estado-mercado. El Estado
únicamente es un ente con capacidad para garantizar y ordenar los
procesos económicos y la democracia es sólo un método que propicia
las condiciones para la legitimación del poder, aunque sus contenidos
estén acotados.
7 La intervención del Estado en la actividad económica ha sido un tema
controvertido en cuanto a su rol como agente económico garante de
condiciones equitativas. Para Keynes, el papel del Estado cobra relevancia cuando de manera justificada interviene en los procesos económicos, a través de un conjunto de instrumentos de política económica,
por medio de los cuales se pretende tener injerencia en la regulación
y formalización de las reglas del juego económico. Al asignársele este
papel al Estado, hace pensar que éste tiene la capacidad de generar
beneficios en ciertos grupos sociales, lo que conduce a plantear la no
neutralidad del Estado en su papel distributivo. El Estado de Bienestar
se muestra como la crítica hacia los procesos económicos deshumanizados, inflexibles, omnipotentes y omnipresentes; es una aspiración a
la equidad y un llamado a romper con estructuras de mercado de corte
circular, impersonales y vasallistas. Manuel Castells plantea que “… la
intervención del Estado, democratiza y articula a las sociedades, dinamiza la economía y hace posible que las personas se sientan individuos
con futuro y ciudadanos con derechos en la práctica”. Castells, Manuel.
“El futuro del estado de bienestar en la sociedad informacional”, en
Salvador Giner, et. al., Buen gobierno y política social, Editorial Ariel,
Barcelona, 1994, pp. 173-177.
arca de Noé 113
Carlos Bracho
Tranco I
M
aría (ya no voy a
decir lo guapa que
es, no voy a insistir
en que tiene un cuerpo que me
hace viajar por todo lo viajable,
no diré que su boca y sus besos
saben a aguamiel, a néctar de frutos prohibidos ni mucho menos
diré que sus manos son las más
juguetonas con las que me he
topado en mi larga vida) María,
digo, me puso en mi mesa una
ringlera de caballitos de tequila,
Rigel Herrera
del blanco, del que raspa, del
que al tomarlo se le salen a uno las ganas de pelear,
de echar bala, de robarse a otra María en la ancas
del caballo blanco y a pelo irse a la sierra morena; y
luego en el molcajete lucían espléndidos unos chiles
toreados, unas rajas de queso Cotija, unas suculentas rebanadas de aguacate, y envueltas en una
gruesa servilleta cuatro tortillas de máiz (sí, como
114 El Búho
decimos en el rancho: máiz) morado. Y mi
tar las caricias y los besos que nos damos
adorada María me dijo que este día habían
y sentir el palpitar de las pieles y sentir sus
preparado en MI OFICINA unas verdolagas
roces que producen destellos eléctricos…
con quelites y unos frijoles charros que no
En fin, termino esta aventura, aventura
tenían “abuela”, dijo. Yo, feliz, como lom-
que corremos María y yo, cada miércoles.
briz, feliz, pues esto me hace sentir lo vivo
Sólo un día a la semana. Así que imagínen-
que estoy, y más lo soy, viendo el ajetreo
se ustedes, lectoras insaciables, tener que
cotidiano de María, y claro, le atinó usted,
permanecer al alba, despierto, anhelante, y
lectora insumisa y viva, ese movimiento
viendo con sufrimiento samaritano correr
de caderas, ese desplazarse por entre las
las horas y los días, ver pasar los jueves
mesas me produce “calosfríos ignotos”
y los viernes, los sábados y los domingos,
(RLV dixit). Ella, la muy mexicana amiga,
y ver el frío desfile del lunes y el martes,
sabedora de sus dones, sabedora de lo
eso, de creerse o no, es un martirio, pero
que tiene, conocedora de mis debilidades,
como yo ya estoy habituado a tales sacrifi-
más se agachaba y aquellos pechos, pari-
cios corporales, pues me someto, lo acepto
cutines mórbidos, me hacían apurar con
y lo asumo con todas la responsabilidad
anhelo y con una alegría lúdica, aquellos
que el marxismo –sí, dije bien, marxismo-
tequilas que más me incitaban a tenerla
me ha dado. Vale.
cerca de mí. Total, yo esperaría a que ella
Y ahora, pisando la tierra,
que escu-
terminara su turno. Esperaba con pacien-
cho en la rokola a Jorge Negrete y no a
cia monolítica a que el reloj desgajara las
los Rolling, ahora que veo en la pared
doce de la noche, para llevarla a buscar
una foto de Zapata flanqueado por Villa y
el lado oscuro de la luna, para conducirla
por Ricardo Flores Magón, ahora que en
a la caverna designada para recibir a los
mi escritorio están las reseñas del asalto
amantes nocturnos, para abrazarla con
y la muerte de los hermanos Serdán, y que
toda la pasión que Baco y Cupido juntos
a un lado está el México a través de los
me han dado. Y jugar con ella, juntos, tan
siglos, me digo que ese México ya se fue,
juntos que podemos escuchar el crujir
que ese México de mis recuerdos está ente-
de nuestros huesos, y ver, ensimismados,
rrado por la ignominia priista y por la infa-
incrédulos, la rotación de las estrellas y
me derecha que se ha entronizado en este
contemplar el vuelo de los abejorros y con-
país. Y ahora lo que tenemos es un México
arca de Noé 115
entregado a los intereses extranjeros, un
barrenderos y las mucamas son los mexi-
México que ya nos es nuestro, que se nos
canos. Ah, y si algunos de estos obreros se
ha ido de las manos, que ha sido vendido
atreve a protestar, si osa levantar la voz de
a trozos y a trazos por los presidentes en
democracia y de libertad y de patriotismo,
turno. Ya la tierra es propiedad de las tras-
será apabullado por los policías, judicia-
nacionales y las minas son de uso exclusivo
les y soldados y la cárcel será su dormi-
de chinos y canadienses y los esclavos son
torio. Y jueces y ministerios públicos lo
los mineros mexicas; los mares y las pla-
acabarán de hundir en las mazmorras. Sí,
yas pertenecen a los grandes consorcios
la soberanía es un cuento chino, el honor
hoteleros que son propiedad de multina-
es producto de la compra y de la venta. El
cionales y los peones y los servidores y los
dinero es el mandamás, el dinero mueve al
mundo. Así, que mejor voy a guardar a Zapata y a Morelos y a Marx
muy adentro de mi escritorio, sí,
no vaya a pasar un soldado o un
guarura y me tilde de “comunista” o me endilgue el “terrorista”
categórico y me dé balazos o me
someta a un juicio sumario o me
“desaparezca” en Iguala. Y si esto
sucediera, ¿qué pasaría entonces
con María…? Dilema shakesperiano; ser o no ser…
Trato de ser… de amar… de
vivir con la enjundia de Zapata y
de Morelos… En fin, muchas cosas
están por pasar en este pobre
país… mientras a terminar la ringlera de mis tequilas y echarme
unos tacos de nopal y de chile y de
aguacate… Vale.
Oswaldo Sagástegui
116 El Búho
Martha Chapa
L
a cocina, lo hemos dicho, no sólo significa sentarse a la
mesa y degustar ricos platillos. Es, sobre todo, encuentro humano y convivencia fraternal con los demás.
Y justo, esa idea regirá en buena medida para mi gusto, un
importantísimo evento gastronómico a celebrarse en Cancún,
Quintana Roo.
Se trata de una convocatoria que si
bien reunirá a grandes figuras del ámbito
culinario de México y el mundo, conlleva
para mí un ingrediente entrañable y de
carácter sentimental que lo hará todavía
más original y cálido: Hijas y madres
juntas en torno al fogón.
Encuentro que implica un homenaje
o reconocimiento a 10 chefs, investigadoras o empresarias, que en todo caso
poseen una destacada trayectoria en el
universo de los sabores.
Además, se formarán y combinarán
parejas entre madres e hijas para ela-
Martha Chapa
arca de Noé 117
borar recetas extraordinarias. En lo personal, fui
Celebro entonces que tengan un programa tan
invitada por los organizadores y también por mi
completo, ya que además de una serie de homena-
talentosa hija Martha, de quien me siento orgu-
jes, hay conferencias, catas, clases, cenas y degus-
llosísima. Juntas ofreceremos una clase a base de
taciones maravillosas.
Las flores de México. Y para que tengan una idea y
El elenco es de primera línea, pues aparecen
se les haga agua la boca desde ahora, que nuestro
nombres de gran prestigio como lo dice textual-
menú les anticipo se conforma así: Agua cristalina
mente el programa, que ahora reproduzco en
de flores de azahar y crisantemos blancos, Rosita
apoyo de ese magno evento: y para que se sepa ya
con Margarita, Aguachile de camarón y mango con
que bien organizado y concebido está:
chinampa de flores, Gelatina de yogurt y leche agria
“Del jueves 12 al domingo 15 de marzo se lle-
con manantial de tuna rosa y flores de lavanda. Al
vará a cabo por cuarto año consecutivo, en la ciu-
final, tendremos una degustación y convivencia con
dad de Cancún, el Wine and Food Festival Riviera
nuestras asistentes y será algo muy íntimo pues el
Maya, icónico evento culinario.
cupo se ha pensado como máximo para 25 perso-
El festival pone de relieve esta evolución, des-
nas y al mismo tiempo se planteó la elaboración de
tacándola con la presencia de grandes chefs del
platillos fríos de fácil preparación y reproducción.
mundo y del país, a la vez que da un lugar privile-
También elaboraré, junto a otra gran Chef
giado a las degustaciones de vino y los maridajes.
como lo es Yerika Muñoz, un suculento y exclusi-
Tres cenas estelares dominan la cartelera. La
vo mole de coco, de mi autoría, que desde luego
de mayor resonancia es un homenaje a la coci-
ella mejoró con ingenio e indiscutible capacidad.
na española, con la presencia de dos de sus más
De paso, contaré brevemente que tal mole surgió
afamadas leyendas, el vasco Juan Marí Arzak y el
de un ensueño que tuve durante unas vacaciones
catalán Joan Roca, acompañados de Eneko Atxa,
en la playa, en el momento en que se conjuntaron
chef del tres estrellas Michelin Arzumendi, Bruno
los aromas de la vegetación tropical, en especial
Oteiza y Mikel Alonso, del defeño Biko, y Rafael
de las palmeras y sus tan icónicos y representati-
Zafra, chef ejecutivo del hotel Oasis Sens Cancún.
vos frutos, que a mi vez fui mezclando con otros
Será una cena de cinco tiempos maridada con
ingredientes de la región centro y sur de México,
excepcionales vinos españoles. El año pasado el
hasta dar con ese platillo que imaginé con sabor
homenajeado fue el chef franco americano Daniel
a buena tierra, a mar, a litoral. ¡Un mole de coco”!
Boulud.
que pienso resultó prodigioso gracias a nuestra
bendita y generosa naturaleza.
118 El Búho
Divas de la cocina mexicana, por otro lado,
homenajearán a 9 destacadas chefs mexicanas de
los últimos tiempos. Martha Ortíz, Martha Chapa,
autor de Vino de Piedra, y Álvaro Palacios, produc-
Carmen Ramírez Degollado, María Teresa Ramírez
tor de vinos en Priorato y la Rioja”.
Degollado -hija de Carmen y socia fundadora de Sal
Asimismo, Patricia Quintana, Martha Ortiz,
y Dulce Artesanos-, Yerika Muñoz, chef del capita-
Mikel Alonso, Bruno Oteiza y Aquiles Chávez
lino Astrid & Gastón, Lula Martín Del Campo, de
darán clases privadas en El Dorado Royale and
los restaurante Roca y Carbón, Paola Garduño de
Spa Resort by Karisma y podrás asistir al Gourmet
Café Ó y O2, Susana Palazuelos y Alicia Gironella
Tasting Village, un espacio en el que restaurantes
De’Angeli, elaborarán una cena de cinco tiempos
y hoteles locales ofrecerán una degustación de su
acompañada de grandes vinos mexicanos.
oferta, acompañados de 35 bodegas de vino mexi-
“Elegancia descalza: el sabor de Francia
y DJ internacional”, cerrará el festival con una
cano e internacional, licores premium y un mercado francés en el Moon Palace Golf & Resort.
cena dedicada a la cocina francesa elaborada por
El festival contará además con la presencia de
los chefs Laurent Cantineaux, Gregory Gourreau,
los enólogos Hugo D’Acosta de México y Álvaro
Hubert Keller, Laurent Pillard, Henri Charvet y
Palacios de España, así como de los sommeliers
Bruno Davaillon. En seguida de la experiencia culi-
Véronique Rivest, Elyse Lambert y Juan Carlos
naria, los comensales tendrán a su disposición la
Flores Mazón, quienes participarán en el festi-
playa privada del Ritz-Carlton para pasear y bailar
val compartiendo sus conocimientos a través de
descalzos, además de ser consentidos con vinos y
degustaciones y maridajes durante las cenas tri-
cocteles diversos.
buto y eventos.
“Las mejores bodegas de Francia, España,
Checa el programa del Wine & Food 2015 y
Argentina y México darán a degustar sus vinos en
consigue tus boletos en su página web. Puedes
catas a cargo de sommeliers reconocidos a nivel
adquirir entradas individuales o comprar paquetes
internacional como Veronique Rivest (la segunda
promocionales para tener acceso a una gran varie-
mejor sommelier del mundo en el concurso Best
dad de eventos”.
Sommelier in The World 2013), Elyse Lambert y el
Como ven o verán, queridas lectoras y lectores,
mexicano Juan Carlos Flores. Provino, organiza-
es toda una cita en la cumbre de los sabores y los
ción que congrega a algunas decenas de bodegas
aromas, con lo mejor de lo mejor.
de Baja California ofrecerá igualmente degustaciones. El festival también rendirá tributo a dos
importantes personajes del mundo vitivinícola
mexicano y español: los enólogos Hugo D’Acosta,
www.marthachapa.net
Facebook: Martha Chapa Benavides
Twitter: @martha_chapa
arca de Noé 119
Hugo Enrique Sáez A.
¿
Qué hacer? La misma lacerante pregunta
se formulaba Lenin a principios del siglo
XX cuando la soberana voluntad del Zar
se imponía en Rusia. Y en un libro esbozó la respuesta: darle forma al partido socialdemócrata
clandestino integrándolo por células organizadas
en torno a un centro democrático. Después de la
toma del poder en 1917, esas buenas intenciones
borraron la democracia y se instauró un régimen
violento y represivo que a partir de Stalin comenzó
a decaer hasta emprender su lento colapso, porque
el socialismo que invocaba se había convertido en
un significante vacío.
En las actuales condiciones de crisis mundial
retorna la misma pregunta. ¿Qué hacer frente al
abuso del capital financiero que amenaza la existencia de países enteros, como Grecia en estos
momentos? ¿Qué hacer frente a la inseguridad que
se expande por todos los rincones del planeta mientras que los encargados de la protección son más
peligrosos que la propia delincuencia? ¿Qué hacer
frente a la desenfrenada acumulación de riqueza en
Aída Emart
120 El Búho
manos de unos pocos y una desigualdad que condena a la
objeto de la preocupación estatal en sus planes de política
mayoría de los pobres a una supervivencia en el borde del
social. Precisamente, la crisis de violencia afecta con mayor
exterminio? ¿Qué hacer con las instituciones que han sido
intensidad que nunca a la familia. Un informe reciente de la
privatizadas por auténticas mafias corruptas que determi-
SEP y la UNAM (diario Reforma, 22-02-2015) revela que el
nan la orientación de las políticas públicas a su favor?
84% de los alumnos de primaria son golpeados en su casa.
Ahora bien, entre esa multitud de cuestiones un pro-
Los feminicidios constituyen un problema de primer orden
blema central para quienes habitamos en los países lati-
en varias regiones de la república, comenzando por el esta-
noamericanos es la violencia que provoca inseguridad y
do de México. Se reporta que alrededor de un millón de
un creciente deterioro del tejido social. Un síntoma de
michoacanos habitan en los Estados Unidos, lo que refleja
esta descomposición de nuestro escenario es que cada vez
con dramatismo las rupturas emocionales que generan las
menos frecuentes son las relaciones humanas desinteresa-
migraciones.
das, solidarias, gratuitas. En contraste, se impone el inter-
Frente a estos fenómenos se aduce que la cultura del
cambio basado en un contrato aun en cuestiones íntimas:
consumo ha fomentado que el individuo convierta su interés
doy esto a cambio de lo otro. Y el contrato no sólo fomenta
egoísta en la guía de su conducta. La civilización mundial se
la preservación del interés individual sino que el más fuerte
apoya en el conocimiento tecnocientífico que reduce todo
también se rompe en cualquier momento. Recuérdese que
a objeto de explotación mediante el cálculo, y la gente se
la palabra gratuito deriva de “gracia”, que en latín está vin-
educa en ese modelo vía los medios de programación de
culada a “belleza, encanto, placer, favor, regalo”. Por ende,
masas. Por lo tanto, también el homo economicus indivi-
una relación gratuita está desprovista de interés mezquino,
dual emplea el cálculo para lograr sus objetivos sin consi-
no se liga con obligación ni intercambio alguno, no persigue
deración del interés ajeno y se erige como referente de la
beneficios a costa del otro. Se practica con afecto auténtico
conducta exitosa. El embarazo adolescente irresponsable se
y se borran las fronteras entre los individuos que se unen en
ha extendido en el país con fundamento en que “yo decido
la calidez del abrazo. No es una utopía y en este punto cada
lo que hago con mi cuerpo”. La voluntad personal desligada
sujeto es responsable de analizar y transformar la situación
de vínculos sociales como justificante y razón de todas las
de aniquilamiento social en que transitamos.
acciones. Otros jovencitos se incorporan como sicarios del
Me explico. Una relación gratuita genera comunida-
narcotráfico bajo la divisa “Prefiero vivir cinco años como
des en que se materializa la mutua obligación del cuidado
rey que cincuenta como güey”. Conste que no se trata
horizontal: en el amor de pareja, entre colegas del tra-
de la perplejidad moralista sino de una preocupación por
bajo, con los amigos, hacia compañeros de estudio. Por
encontrar caminos que nos posibiliten salir de esta anomia,
supuesto, no es la situación predominante en la sociedad
contagiosa como plaga.
actual, pese a que la publicidad oficial se enfoca a resaltar
En México las cifras de muertos totalizan miles de ase-
los valores familiares -una comunidad hoy herida- como
sinatos impunes, mientras que las autoridades se conforman
arca de Noé 121
con informes llamados “verdad histórica” que nunca inclu-
de un estadio motivadas por el color de las camisetas hasta
yen a los autores intelectuales de desapariciones forzadas,
las guerras mundiales y el terrorismo.
como la ocurrida con los estudiantes de Ayotzinapa, cuyos
En ese sentido, Beck se opone tanto a la absorción de
padres tuvieron que apelar a las Naciones Unidas en busca
las diferencias por la radical modernización de los países
de comprensión y justicia. De hecho, el grupo transnacional
subalternos como al encierro en valores folklóricos de un
más poderoso y agresivo en el subcontinente está constitui-
nacionalismo chauvinista. Al sacar conclusiones de la polé-
do por el narcotráfico, cuyas redes se extienden a Europa y
mica que en 1550 tuvieron en Valladolid el aristotélico Ginés
Asia. La dificultad para combatir esta organización criminal
de Sepúlveda y el dominico Bartolomé de las Casas, puntua-
reside en que ha penetrado sectores de los gobiernos nacio-
liza que el primero se parapetaba en una visión jerárquica
nales merced a las estratosféricas ganancias generadas por
para minimizar al otro, mientras que el segundo partía de la
el negocio de la droga. En consecuencia, se ha modificado
igualdad. No obstante, en ninguno se reconocía la diferencia
lo que Weber llamó el monopolio de la violencia legítima
en plenitud porque de las Casas, en su actitud bondadosa
por parte del Estado, a raíz de que la violencia tiende a
hacia los indios, defendía que éstos se hallaban dispuestos
privatizarse por funcionarios gubernamentales en alianza
a escuchar la palabra de Dios y, por consiguiente, eran vir-
con capos de la droga. El resultado de esta situación se
tuales clientes para absorberlos y convertirlos en católicos.
palpa en una inseguridad que genera miedo prácticamente
La igualdad borrando la diferencia desde una cultura hege-
en todos los países. Cualquier ciudadano está amenazado
mónica. ¿Se puede aceptar que los sujetos sean iguales y
como probable objetivo de un ataque demencial, dado que
diferentes al mismo tiempo? El proyecto de la globalización
paralelo al negocio de la droga se instalan los secuestros,
representada por los grandes poderes financieros y políticos
la extorsión por el derecho de piso, el robo millonario de
es imponer la homogeneización a las naciones, tanto en
gasolina y hasta delitos menores en las calles, que también
lo económico como en lo político y cultural. Se clasifica
cobran sus víctimas.
a los países con los indicadores de los más desarrollados
El sociólogo alemán Ulrich Beck, muerto el pasado 1
y al practicar pruebas de rendimiento escolar como Enlace
de enero, se consideraba defensor de una posición a la que
o Pisa, quedan en el piso inferior las escuelas rurales de
llamó cosmopolitismo. La fórmula es sencilla: reconocer la
escasos recursos, como es obvio. Yo pienso que la igualdad
otredad del otro, más allá de nacionalidades, color de piel,
se basa en el mutuo cuidado y en el reconocimiento de la
género y demás características que conducen a ser víctima
diferencia del otro. En cambio, la colonización reduce la
de la discriminación. La dificultad estriba en llevarla a cabo
singularidad de los pueblos a un paradigma que se muestra
frente a la fórmula vigente de los poderosos en que al igual
a sí mismo como universal. Ya lo decía Sartre en su crítica
se le asigna igual valor, mientras que al diferente se le atri-
a la dominación francesa en Argelia: la élite se considera
buye una inferioridad crónica, antítesis en que se ha justi-
modelo universal.
ficado el ejercicio de toda violencia, desde las grescas fuera
122 El Búho
Cri-Crí, políticamente correcto
T
odavía no se les ocurre, más por incultura que por ganas de destacar, a los vividores de la política que se agrupan en la
empresa familiar llamada Partido Verde Ecologista
de México, llamar a cuentas a Francisco Gabilondo
Soler, por sus canciones “políticamente incorrectas”, pero dado que esta sección se distingue
por ser indulgente y misericordiosa, les quiere
dar a los sobrinos del Dr. Simil, un buen motivo
de campaña política, a falta de un verdadero programa que debían haberle exigido al regalarles el
registro electoral de partido.
¿Qué tal si ahora fingen ser protectores de
los niños –al fin que en sus filas tienen al “Niño
Verde”, que con complejo de Peter Pan no ha
pasado de los 10 años, por lo menos en edad
mental?
Podrían arremeter a lo seguro contra Cri-Crí,
al cabo que ya no podrá defenderse y en todo
Carlos Pérez Bucio
arca de Noé 123
caso será fácil llegar a un arreglo con el heredero
en sus canciones a ciertos animalitos, como fue el
de Gabilondo Soler, Tiburcio Gabilondo, quien por
caso de Ché Araña, El ratón vaquero, El chivo ciclis-
tal nombre debe guardarle a su padre un rencor
ta, El pato bizco, La patita, El jicote aguamielero y
soterrado.
muchas más.
A ver si el Niño Verde es capaz de entender
En última instancia podrían acusar a Cri-Crí
en qué consistiría el negocio. Podría empezar
como alguna vez lo hizo la SEP, de “envenenar las
por plantear que en seguimiento de la batalla del
mentes infantiles” con canciones racistas, como
Partido Verde Ecologista de México, les ha parecido
El negrito sandía o de maltrato a niños como La
que no deben explotar a un grillo, como lo hizo
merienda u otras políticamente incorrectas, como
el compositor, quien además exhibió de mala fe
La muñeca fea.
124 El Búho
Edgar Mendoza Mancillas
Para evitarle algún problema a Tiburcio, La
en los juegos sexuales, pero como se puso en duda
Culta Polaca le ofrece una versión políticamente
su honradez, la repudió públicamente con esa
correcta de La muñeca fea, que hay que retitular:
advertencia.
La frase se ha prestado a otras interpretaciones
La muñeca de belleza inferior a la media.
Esperando a una Oenegé,
que la salve de
violaciones,
y a diferentes aplicaciones, pero seguramente el
consejero áulico que le da nortes históricos al ocu-
platicaba con los ratones
pante de Los Pinos y de La casa blanca, no lo previ-
la muñeca de belleza inferior a la media.
no de esta situación, por lo que salió con la humo-
Un bracito se descapacitó,
rada de presentar el 3 de febrero, como renovado
ya el smog su carita afectó
titular o cabeza visible (nunca mejor utilizada esta
Como ser marginal que ya es hoy,
expresión) de la Secretaría de la Función Pública a
la Pacheco la entrevistó.
Virgilio Andrade Martínez.
–Muñequita –dijóle en la tele–,
No hay en este comentario ningún resquisicio
no llores, subgenio, no tienes razón.
Tus amigos no son del freemarket
de discriminación facial, pero la verdad es que el
nombramiento más pareció un regalo para los cari-
pues empobrecieron a la población.
caturistas (que se dieron vuelo dibujándolo, porque
Nosotros no somos así:
es tan caricaturizable que hasta a Magú le va a
te quieren enseres de salubridad,
salir parecido), que un acto intimidatorio contra
electrodomésticos de moderno hogar
los corruptos y los que manejan mal los dineros
y hasta el veliz de la tercera edad.
públicos.
También yo te quiero y te quiero feliz.
Presentado como el que despejaría las especulaciones que circulan en los medios de comu-
Aunque sólo falta que Tiburcio quiera demandar
al autor de la parodia...
nicación y también en Radio Bemba (como dicen
los cubanos a lo que se difunde de boca en boca),
sobre si hubo conflicto de interés en los casos de
Entre ser y parecer
las casas de Peña Nieto, Angélica Rivera y Fisco
Se atribuye a Julio César –recogida por Plutarco– la
Kid Videgaray, al día siguiente el marxista Andrade
frase de que “La mujer del César no sólo debe
(de la línea Groucho, desde luego), se desmarcó
ser honrada, sino parecerlo”, en referencia a que
y aclaró que no, que él nada más iba a averiguar
Pompeya, la Cesarina, estuvo presente en una
si había habido anomalías en la adquisición de las
orgía romana, una Saturnalia, aunque no participó
casas señoriales, pues las facultades que él tenía
arca de Noé 125
no daban más que para indagar los negocios pri-
bien para esposo de actriz de telenovela y hasta
vados que los señores Hinojosa y San Román han
para aparecer en alguna alfombra roja, que tanto
hecho con quienes les han entregado contratos
gusta a la farándula, ¿pero para Primer Mandatario
bien remunerados. Y es que tanto Peña Nieto, como
de un país? Ya hasta Carlos Fuentes había anticipa-
Videgaray han dejado claro que ellos no organizan
do que no tendría presencia para plantarse frente a
las licitaciones ni hacen las contrataciones, aunque
Obama, Putin o Merker.
Videgaray sea el que paga y Peña Nieto sea el que
puede hacer guiños que todos van a entender como
Hay que rehacer el calendario de puentes
“ái te encargo a mis cuates”, a quienes les deben
En este país pontificio (para los cultos lectores de
los favores de que les hayan dado las casas más
esta sección, que hayan olvidado la verdadera acep-
baratas o les hayan facilitado créditos, pese a que
ción de “pontificio”, se les recuerda que no tiene
sus negocios no tienen que ver con financiamientos
ningún sentido papista, sino que proviene del latín
o préstamos.
pons=puente y facere= hacer, o sea el que hace
Si es verdad que ya se va aceptando la informa-
puentes, el constructor de puentes), en que el máxi-
lidad con que aparecen en público los funcionarios,
mo estímulo para el trabajo son los días de asueto
en mangas de camisa, con chamarra o con traje
que provienen de los “puentes”, y donde el santo
pero sin corbata y con la camisa desabotonada, el
más celebrado es San Lunes, urge una reforma
peinado se había conservado más o menos com-
legislativa que asegure al primaveral mes de marzo
puesto, sobre todo en el sexenio en que el mero
como el más patriótico y digno de celebrarse.
mero es un bien peinado copetón, que tal vez hasta
En este año, sólo hay un San Lunes, el 16 de
usa gel en su cabellera, ya disminuida, quizá por
marzo, más pagano que político, pues parece rela-
enfermedad.
cionado con la llegada de la Primavera y no con el
Hay hasta pelones entre legisladores, como
nacimiento de Benito Juárez. Hay otro día de asue-
Ricardo Anaya del PAN (que no tiene parentesco
to, el 18 de marzo, pero es exclusivo de los trabaja-
con el heterónimo de esta sección, Héctor Anaya),
dores de Pemex o de otras dependencias relaciona-
pero no se habían visto caireles en la frente y nadie
das, como el Instituto Mexicano del Petróleo.
había superado al pintoresco voyerista candidato
Pero estos dos motivos de festejo y sobre todo de
del Panal a la presidencia, Gabriel Quadri, que sólo
descanso, puede ser que desaparezcan pronto, pues
por su aspecto no merecía la Presidencia del país,
desde los tiempos de Fox, el llamado Benemérito
ya que también hay que parecer presidente.
pasó a segunda división, desde que el vaquero lo
Aunque el actual deja mucho que desear. Está
126 El Búho
expulsó de la Oficina Cuadrada (aquí no es Oval,
como en la otra Casa Blanca), la presidencial de Los
bran muchos despistados como fiesta pagana de
Pinos, y aunque no pudo cambiar la decoración a
homenaje al sol, no podrá integrarse al calendario
su pleno gusto, pues no lo dejaron poner un cuadro
de puentes, tan deseados por los muy laboriosos
de la Guadalupana, resultó evidente que ya Juárez
mexicanos.
no seguiría rifando en el ánimo político.
Lo que hay que hacer, entonces, es planear con
Tal vez Benito merezca salir del Calendario
qué fiestas sustituir –o ampliar– los asuetos ofi-
Cívico, pues ya ha quedado claro que su máxima
ciales. La Culta Polaca propone a los neoliberales
frase se la birló a Emmanuel Kant;
que la “modestia medianía” con que
aconsejaba vivir no fue tal, pues si
bien no adquirió mansiones, sí se
hizo de suficientes casas como para
llamarlo casateniente; que su defensa de la soberanía se quebrantó al
apoyar las gestiones de otro simulador, Melchor Ocampo, para dar a
los gringos paso libre por el istmo
de Tehuantepec, por medio del tratado McLane-Ocampo, que si no se
concretó fue porque los gringos no
quisieron; y que finalmente su ejemplar acto de fusilar a Maximiliano, se
debió más a la obediencia del mandato de Monroe: “América para los
americanos” y no para escarmentar
a los extranjeros que quisieran apoderarse del país.
Pero si Juárez va a dejar de ser
pretexto para el puente del 21 de
marzo, se quedará deshonrado el
tercer mes, pues aunque lo cele-
Perla Estrada
arca de Noé 127
o tecnócratas gobernantes las siguientes efemérides de marzo, susceptibles de originar nuevos
puentes, pues son fechas que tal vez les interese
conmemorar:
2. Texas se separa de México, en 1836. Puerto
Rico queda asociado a los Estados Unidos, en 1917.
3. Se autoriza en 1820 la esclavitud en la Unión
Americana, al sur del paralelo 36.
4. Yucatán se separa de México en 1840.
5. La Iglesia Católica condena las ideas astronómicas de Copérnico, en 1616.
7. Las tropas norteamericanas ocupan Veracruz,
en 1847. Invención del juego Monopoly, en 1933.
8.- Lyndon B. Johnson, presidente de E.U.
manda en 1965 los primeros marines a Vietnam,
para defender “el mundo libre”.
9. Creación de la muñeca Barbie, en 1959.
11. Tomás Torquemada es nombrado Inquisidor
de España, en 1482.
12. “Nacimiento” en Puebla, de Gustavo Díaz
Ordaz, en 1911.
13. Fundación de Tenochtitlan, en 1325.
Guillermo Ceniceros
128 El Búho
John F. Kennedy decreta en 1961 la “Alianza para
el progreso”.
Nacieron el mismo año de 1911 y murieron
coincidentemente en 1979, a la edad de 68 años,
16. Nace Josef Mengele, en 1911.
cifra mágica, esotérica, que en la novela de Héctor
18. Reapropiación de la riqueza petrolera mexica-
Anaya, Los cuadernos de Ariadna, próxima a publi-
na, a sus verdaderos dueños, “despojados” en 1938.
carse, adquiere relevante importancia, pues en ella
21. Día de la Primavera. Las tropas nacionales
explica, sin más sustento que la ficción y la intui-
y extranjeras de Maximiliano, sitian Puebla en 1863.
ción, que el ex-presidente, presentado literaria-
Natalicio de John D. Rockefeller, en 1906.
mente como “Tavo”, tenía pavor al 68 y un rencor
28. Creación de la Coca-Cola, en 1886.
especial al 2 de octubre, que lo persiguieron toda
su vida.
Díaz Ordaz y el miedo al 68 y al 2 de octubre
En la novela, su astróloga Connie Hope le vati-
De acuerdo con las cifras oficiales, no muy confia-
cina que morirá a los 68 años (y en efecto, falleció
bles por cierto, se cumplirán en marzo 114 años
en 1979, a los 68 años, como el otro ángel de la
del nacimiento de uno de los más represivos pre-
muerte, Mengele, que también murió en 1979) y que
sidentes que ha tenido el país –probablemente el
se verá envuelto en la numerología del 68.
único que ha logrado reelegirse subrepticiamente–,
El Movimiento Estudiantil de 1968 y el de los
el oaxaqueño Gustavo Díaz Ordaz, que Maximino
estudiantes agrónomos de Chihuahua, tuvieron el
Ávila Camacho convirtió en poblano.
mismo número de días: 68. Al de la Universidad
Nació en 1911, ya sea en San Andrés
Nicolaíta de Michoacán, ocurrido en 1966, le faltó
Chalchicomula, Puebla o en Tlacolula, Oaxaca,
un día para llegar a los fatídicos 68 días, pues el
cuyo nombre en zapoteco es Guillbaan, «pueblo
victorioso general Hernández Toledo, el mismo
de sepulcros», según lo ha documentado Fabrizio
de Tlatelolco, arrasó con todos los estudiantes,
Mejía Madrid, en su libro Disparos en la oscuridad.
por órdenes de Díaz Ordaz y atacó no sólo la
De cualquier manera es el mismo año en que
Universidad, sino también las casas donde se
nació otro funesto personaje, el médico nazi Josef
hospedaban los estudiantes, la casa estudiantil
Mengele, a quien no en vano apodaron «El ángel de
femenil, Juana Pavón, y hasta los domicilios de los
la muerte», mote que igualmente se le podría aplicar
estudiantes.
a quien asumió la responsabilidad histórica, polí-
Pero si no duró los 68 días, el día crucial de esa
tica, ética y moral, de haber ordenado la matanza
huelga de 1966 fue el 2 de octubre, fecha maldita,
de Tlatelolco en 1968, Díaz Ordaz, según él “para
pues en un día semejante, de 1911, el padre de Díaz
salvar al país” de la amenaza comunista.
Ordaz, “don Ramón”, colaborador porfirista, estuvo
arca de Noé 129
a punto de morir, cuando el general revoluciona-
grandes mujeres de principios del siglo XX, María
rio, Cándido Aguilar, lo encañonó en el entrecejo y
Asúnsolo, Machila Armida, Ninfa Santos, Consuelo
le hubiera metido una bala, de no haber acertado
Susín –Charito–, Consuelo Mondragón –Nahui
a pasar un perro propiedad de los Díaz Ordaz, que
Ollin–, Tina Modotti, Antonieta Rivas Mercado,
le gustó al revolucionario y le dijo a Ramón que le
Elena Arizmendi –Adriana– y resume a la intelec-
canjeaba su vida por la del perro.
tualidad de los años 60 de México.
Además, la misma astróloga le pronosticó que
Creativa e insurgente, justiciera en lo político,
su madre, Sabina Ordaz, moriría un 2 de octubre,
pero también en la cultura, pues además de dotar
lo que ocurrió en 1972, conforme a la novela, pues
la trama de erotismo y voluptuosidad, también
el escritor Anaya dentro de la ficción sugiere que
asume la responsabilidad de exhibir el mito de
Díaz Ordaz alteró la fecha y divulgó que había
Vasconcelos, de quien expone las fallas garrafales
muerto el 30 de septiembre, para contrarrestar el
del escritor, con fama de acabado prosista. Pero
mal fario del 2 de octubre.
también descubre sus embustes de educador, editor
En la novela de Héctor Anaya, ahistórica, aun-
y político y se exhiben su misoginia, autoritarismo,
que enclavada en la historia del país, pero también
fobia a los estudiantes, a los jóvenes, a sus hijos, a
política y policíaca, pues se prepara un crimen; de
su familia y su repulsa a la docencia, no obstante
intenso erotismo y de exploración del lenguaje,
haber sido proclamado Maestro de América.
cargada de humor y de enseñanza de la redacción,
Se muestran sus desvaríos como promotor de
además de la magia que encierran los cuadernos de
la lectura, pues se quedó en las bodegas el 80% de
Ariadna, uno de ellos, el Cuaderno Iniciático, dota-
los autores clásicos que editó y pretendía distribuir
do de una cualidad de predicción inversa.
entre personas de escasa cultura, cuando que ni los
En el trasfondo figuran personajes históricos:
más preparados lectores los entienden bien. un sosías de Díaz Ordaz y otro de López Mateos; un
Lo peor es que, dado su carácter impositivo y
tercero que sintetiza el brazo represor e inquisidor
sus inclinaciones nazifascitas, se especula que de
de los gobiernos, dotado de una inteligencia y una
haber llegado a la presidencia, habría actuado como
cultura perversa, encaminada al mal, aunque siem-
el represor Gustavo Díaz Ordaz, ambos mórbidos,
pre inspirado en su idea particular de la defensa de
fanáticos y fundamentalistas anticomunistas.
los altos valores de la patria.
Ariadna, la protagonista, desquiciante mujer, tan
bella y atractiva como preparada, hija del corrector
de estilo de Vasconcelos, rememora la estirpe de las
130 El Búho
Seguramente la novela del heterónimo de esta
sección, Héctor Anaya, al publicarse motivará polémicas, siempre bienvenidas, por refrescantes.