Capítulo 5

CAPITULO
5
Efectos a corto plazo en la salud causados por los plaguicidas
Todos los plaguicidas son sustancias tóxicas
por definición y pueden afectar tanto a las
plagas como al ser humano. La toxicidad de
un plaguicida se refiere a la capacidad de
causar daños a la salud de un organismo, y
está dada por las características físicas y
químicas intrínsecas a esa sustancia.1 En el
primer capítulo hemos presentado su clasificación química y en el cuarto hemos visto
como las etiquetas de cada producto deben
indicar su peligrosidad por su toxicidad y
efectos a corto plazo.
Los daños a la salud de un organismo provocados por un plaguicida, dependen de tres
factores: a) de la toxicidad inherente del
plaguicida debido a sus características físicas y
químicas; b) de las características del organismo receptor como son: la edad, sexo, estado
de nutrición, dieta, carga genética, fortaleza de
su sistema inmunológico, la etapa reproductiva,
entre otras; y, c) de las condiciones de exposición, que se refiere a las condiciones como el
plaguicida entra en contacto y actúa en el
organismo. En la exposición juega un papel
importante la dosis –la cantidad que entra al
cuerpo y la que es absorbida-, que se relaciona
con la duración y frecuencia del contacto con el
plaguicida, su formulación, las vías de entrada
al cuerpo, así como de factores ambientales,
como la temperatura, que pueden facilitar la
absorción, y de la interacción con otras sustancias químicas contaminantes. El riesgo de un
plaguicida se refiere a las probabilidades de
que ocurra un daño por la exposición a la
acción toxica de un producto, es decir a su peligrosidad, en una situación determinada;2 en el
capítulo siete veremos las limitaciones de la
evaluación cuantitativa de riesgos que se realiza para otorgar la autorización o registro a los
plaguicidas .
¿Quiénes están expuestos a los plaguicidas?
Las personas que están aplicando o mezclando
directamente distintos insecticidas, herbicidas o
funguicidas son las más expuestas, pero también
otros trabajadores al estar pizcando ó
recolectando pueden entrar en contacto con
residuos de plaguicidas que hayan quedado en la
fruta y hortalizas o en las hojas en cultivos
como las uvas, naranjas, y otros árboles frutales.
Aunque no se trabaje en el campo agrícola y se
manejen plaguicidas, el resto de la población
también está expuesto. Como consumidores
estamos expuestos al consumir alimentos con
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residuos de plaguicidas en cantidades muy
pequeñas sin darnos cuenta; también al beber
agua de ríos o pozos donde se hayan filtrado los
plaguicidas; como residente podemos estar
expuestos a la deriva de las aspersiones aéreas
de plaguicidas en los campos agrícolas, o
podemos recibir residuos de plaguicidas en la
lluvia o neblina en el caso de aquellos que se
volatilizan y son transportados por el viento a
lugares lejanos del lugar donde se aplicaron.
Con la globalización y la apertura comercial que
facilita la importación de alimentos de otros
paises, estamos expuestos incluso a residuos
de plaguicidas aplicados en Estados Unidos,
Europa u otras partes del mundo.
En las ciudades es cada vez más frecuente el
uso de insecticidas caseros y para el combate
de plagas del jardín que podemos comprar en
los grandes supermercados o en la tienda de la
esquina, vendiéndose al lado de los alimentos
y sujeto a una agresiva publicidad que nos
estimula a su uso.
Es importante recordar que muchas veces estamos en contacto con los plaguicidas sin darnos
cuenta, pues los residuos de los plaguicidas en
alimentos o el agua son tan diminutos que no
los vemos u olemos. En resumen, todos de
algún modo u otro estamos expuestos a los
plaguicidas en algún momento de nuestra vida y
es por ello que tenemos el derecho a conocer
los riesgos que estamos corriendo y a participar en la discusión y en las decisiones que
pueden promover o reducir su uso.
¿Cómo entran los plaguicidas al cuerpo humano?
Los plaguicidas pueden entrar al cuerpo humano por tres vías: por la piel, por la boca y por la nariz.
Por la piel. Al contrario de lo que se piensa
comúnmente los plaguicidas entran al cuerpo
más por la piel que al inhalarlos. Si la
formulación del plaguicida es líquida es
más fácil que entre por esta vía. Si la piel
está mojada o estamos sudando los plaguicidas
pueden entrar más rápidamente. Cuando la piel
tiene ronchas, cortadas o está con heridas, los
plaguicidas pueden entrar más rápido y en
mayor cantidad.
Hay muchos plaguicidas que se absorben muy
rápido, en los primeros 15 minutos de contacto,
y hay regiones del cuerpo en que la absorción
es mayor que en otras, como son en el cuello,
axilas, región de los genitales, cara anterior
del antebrazo, o en la cara interna del muslo.
Vías de exposición a los Plaguicidas
Por los ojos. Los trabajadores que realizan
tareas de mezcladores, cargadores y aplicadores están en mayor riesgo, pues el plaguicida puede entrar a los ojos por alguna salpicadura o derrame de las formulaciones líquidas.
Por la nariz. También los plaguicidas pueden entrar a nuestro cuerpo al inhalarlos, sea que al
respirar se introduzcan a nuestro cuerpo vapores o el rocío de los plaguicidas en una aplicación, o
polvo impregnado con plaguicidas. Al fumar en el campo rociado con plaguicidas aumenta el riesgo
de que entren. Los plaguicidas se queman con el tabaco y usted puede aspirar el humo del plaguicida
directamente a los pulmones cuando fuma.
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Por la boca. Los plaguicidas pueden entrar a nuestro cuerpo por la boca, al
beber o fumar mientras se aplican los plaguicidas, o al comer en los campos
agrícolas donde se hayan aplicado. Es frecuente que haya accidentes de
este tipo en las viviendas pobres rurales cuando los plaguicidas se almacenan
en la cocina.
En la ciudad como consumidores podemos también comer alimentos con
residuos de plaguicidas. La mayoría de las veces ni nos damos cuenta de
ello, porque los residuos son en cantidades muy pequeñas y no tienen un
olor o sabor que se pueda percibir inmediatamente.
¿Cuáles son los efectos inmediatos de intoxicación por plaguicidas?
Los efectos más comunes después de entrar en contacto con los plaguicidas son efectos locales como
irritaciones, -cuando hay picazón en la piel-, ardor en la garganta, lagrimeo o enrojecimiento de los
ojos y tos. También son comunes las ronchas en la piel que se manifiestan como enrojecimiento,
picazón, ampollas -generalmente en las manos-, antebrazos, cara, cuello y
espalda. Los plaguicidas también pueden causar reacciones alérgicas
en la piel.
Cuando el plaguicida entra al cuerpo, generalmente por la
piel, es llevado por la sangre a todo el cuerpo y puede
afectar: ojos, corazón, pulmones, estómago, intestinos, riñones, hígado, músculos, cerebro y sistema
nervioso.
Dolor de cabeza
Los síntomas más comunes de envenenamiento
leve por plaguicidas son: dolor de cabeza,
mareos, debilidad, fatiga, dolor de estómago,
náuseas, vómito, diarrea, sudor excesivo, vista
nublada, dolor en el pecho , aumento de
lagrimeo, moco y secreción en la boca, dolores
musculares y calambres. (ver dibujos).
Dolor de estomago
Una persona intoxicada puede tener todos o
solamente algunos de estos síntomas. Todo
depende del tipo de plaguicida, el tiempo y la vía
y forma de entrada al organismo.
¡Si usted tiene alguno de estos síntomas debe de dejar
de trabajar inmediatamente!.
Sudor excesivo
SINTOMAS MAS
COMUNES
DE INTOXICACION
Calambres
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En casos de envenenamiento moderado se pueden
presentar: debilidad generalizada, dificultad de
caminar, dificultad de hablar, dificultad de
concentrarse, espasmos en los músculos y las
pupilas se ponen pequeñas (miosis).
En casos de envenenamiento grave los síntomas
son: desmayo, dificultades para respirar, las pupilas
muy pequeñas, la piel se pone con un color azulado
(cianosis), defecación y orina involuntaria, convulsiones (dibujo 6).
dibujo 6
Si el evenenamiento severo no es tratado oportunamente puede llevar a un estado de coma y
provocar la muerte. Como veíamos en el primer capítulo, los plaguicidas se clasifican según sus características toxicológicas en grandes grupos. En el caso de los insecticidas se distinguen los organoclorados, los organofosforados, los carbamatos y los piretroides. En el caso de los herbicidas y fungicidas hay otras clasificaciones.
Transmisión de los impulsos
nerviosos entre las células
¿Cómo actúan los plaguicidas organosfosforados y carbamatos?
Los insecticidas organofosforados y carbamatos
fueron diseñados para interferir en el sistema
nervioso de los insectos causándoles la muerte, y
nos afectan porque compartimos con ellos al igual
que otros mamíferos mecanismos de transmisión
nerviosa similares.
Neurotransmisión
de la enzima
acetilcolina
Dichos insecticidas interfieren en el control de la
transmisión normal de los impulsos nerviosos, al
inhibir ó reducir la acción de la enzima acetilLa colinesterasa evita colinesterasa (ACE) llamada también colinesterasa.
que se acumule la
Esto evita que se acumule la enzima acetilcolina,
acetilcolina
que transmite el impulso nervioso de una célula a
otra. (ver dibujo)
Al acumularse la acetilcolina y alcanzar niveles no tolerables provoca la descoordinación de los
impulsos nerviosos que van desde las fibras nerviosas hasta las células musculares y glandulares y
hacia otras células nerviosas de ganglios autónomos y sistema nervioso central, generándose los
síntomas de intoxicación, secreciones y espasmos musculares que describimos en el punto anterior.3
La etiqueta de los plaguicidas organofosforados y carbamatos generalmente indica: “úsese atropina
como antídoto” o bien que “inhibe la colinesterasa¨.
Los efectos de intoxicación con carbamatos son reversibles después de unas horas; y en el caso
de los organofosforados pueden durar más tiempo; en ambos casos la recuperación depende de la
dosis del plaguicida que haya sido absorbida por el organismo del paciente.
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Algunos plaguicidas organofosforados o carbamatos no afectan la colinesterasa directamente sino que
pasan por el hígado que los transforma en sustancias químicas más simples, llamadas metabolitos.
Uno de estos metabolitos llamados oxon son más tóxicos que el plaguicida original. Es esta forma
de oxon del organofosforado que afecta los niveles de colinesterasa. La enzima en el hígado que
es necesaria para hacer tóxico el metabolito oxon es llamada una oxidasa. Son los genes lo que determinan cuanto de esta enzima tenemos en nuestros cuerpos. Algunos tienen niveles más bajos que
otros, lo que podría explicar porque algunas personas tienen reacciones más graves que otras. 4
Los análisis de colinesterasa en la sangre.
Un bajo nivel de la enzima colinesterasa en la sangre es un
indicador de la absorci0ón de plaguicidas organofosforados y carbamatos. Se recomienda que este análisis se
haga minutos u horas después de entrar en contacto con
los plaguicidas pero no después de una semana. No es un
análisis que mida la cantidad de un plaguicida sino como se
afecta el nivel de esta enzima.
Hay dos tipos de enzima colinesterasa en la sangre, la que esta
presente en los glóbulos rojos y en el plasma. Lo ideal es que
el análisis de colinesterasa se haga en los dos, pero si solo se
acepta realizar uno es preferible el análisis en los glóbulos
rojos que brinda información sobre la absorción de plaguicidas
en un período mayor de tiempo.
Los niveles de colinesterasa en la sangre varían
de una persona a otra, los niveles normales en
una pueden ser muy altos para otra, por lo que
puede resultar un nivel de colinesterasa ”anormal” aunque no se hayan presentado síntomas
de intoxicación o a la inversa, tener un nivel
”normal” y presentar síntomas de intoxicación.
Los niveles “normales” de colinesterasa son
promedios, resultado de la medición de cientos
de personas, lo mejor es contar con un análisis
previo a la exposición para saber la línea base
individual y poder comparar los resultados
después de entrar en contacto con los plaguicidas. Cuando no se cuenta con estos datos base
individuales es recomendable hacer más de un
análisis de colinesterasa en la sangre, aunque
el primero haya salido ”normal”, compararlos y
ver las diferencias si los niveles bajan o suben.
Es importante que los análisis se hagan en el
mismo laboratorio y usando el mismo método.5
¿Cuántas intoxicaciones por plaguicidas se producen en México?
Según fuentes oficiales6 las intoxicaciones por plaguicidas en México se
elevaron de 2175 hasta 7822 intoxicados en el período de 1990-1994, y,
desde entonces, han descendido hasta registrarse 5642 casos en 1999, y
poco mas de 2,100 casos en el 2001 (ver gráfica); sin embargo, se estima
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que las cifras reales de intoxicados pueden ser cinco veces más, debido
a que no todos los intoxicados acuden al médico o reciben un diagnóstico adecuado. Los Estados donde se presentan el mayor número de casos
registrados a nivel nacional en los últimos años son: Jalisco, Nayarit,
Michoacán, Morelos, Chiapas, Sinaloa, Baja California y Veracruz; y el
período de edad donde se producen el mayor número de intoxicaciones es
de los 25 a los 44 años.
Fuente: Datos de la Dirección
General de Estadística. Secretaría de
Salud, diciembre del 2001.
Las estadísticas epidemiológicas de la Secretaria
de Salud no especifican el tipo de plaguicida causante de la intoxicación, aunque se sabe que la
mayoría son insecticidas organofosforados o
carbamatos; tampoco el registro distingue las
intoxicaciones agudas de las crónicas. En la práctica, los médicos no reciben un entrenamiento
que les permita diagnosticar que ciertas enfermedades se deben a una exposición crónica a
los plaguicidas. El médico debe realizar un estudio epidemiológico de caso y anexarlo a la hoja
de registro en cada intoxicación, pero no todas
las intoxicaciones se registran.7
Algunos de los síntomas de envenenamiento por
plaguicidas son muy parecidos a la gripe o
catarro, como son cansancio, vista nublada,
mareos, dolores de cabeza, náusea, calambres,
por lo que a muchos trabajadores agrícolas
cuando son atendidos sólo les dan calmantes
sin diagnosticarlos adecuadamente.
¿Qué medidas de protección se deben
tomar al usar plaguicidas?8
•Leer cuidadosamente la etiqueta de los plaguicidas
y seguir sus instrucciones en cuanto a dosis,
medidas de seguridad y contraindicaciones en
la aplicación. (dibujo 9)
dibujo 9
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• Usar un equipo de protección personal que le proteja la cabeza del sol, la piel, las manos, nariz
•
•
•
y boca. Siempre utilice guantes, mascarilla, botas de hule, lentes y un overol de fibra sintética
plástica (dibujo 10). Si no consigue un overol se recomiendan pantalones largos por encima de
las botas y camisa de manga larga por encima de los guantes.
Dar mantenimiento regular al equipo de protección y aplicación: cuidar que los guantes no estén
rotos, cambiar los filtros de las mascarillas, lavar el equipo, revisar que no haya fugas, revisar
empaques, nunca limpiar la boquilla de la mochila de aspersión con la boca.
Si hay que mezclar plaguicidas, hacerlo en un lugar apartado y evitando derrames y salpicaduras.
Lavarse con abundante agua y jabón las manos y la cara antes de comer, beber, fumar o masticar
chicle, para quitar todo residuos de veneno. ( dibujo 11)
dibujo 10
Equipo protector
recomendado
Equipo protector
improvisado
dibujo 11
Lavarse las manos antes de comer
• Lavarse las manos antes de ir al baño.
• No entrar a lugares donde se estén aplicando
plaguicidas.
• Exigir que se pongan anuncios de reentrada
dibujo 12
Los campos tratados con plaguicidas deben tener
avisos de reentrada
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•
después de la fumigación de los campos,
donde se señale la fecha de aplicación y
cuando se puede entrar de nuevo a trabajar.
(dibujo 12)
Mantener a los niños fuera de las áreas donde
puedan entrar en contacto con los plaguicidas
o sus residuos.
• Después del trabajo lávese todo el cuerpo incluyendo el pelo, y póngase
ropa limpia. (Dibujo 13)
• Mantenga y lave separada la ropa de trabajo sucia y no la junte con la
ropa de la familia. (Dibujo 14)
• Guardar los plaguicidas bajo llave de preferencia fuera de la casa.
• Los envases vacíos de plaguicidas deben de ser inutilizados. Hacer un triple
lavado, perforarse y no reusarse para guardar otro tipo de sustancias y
mucho menos agua y alimentos.
dibujo 14
dibujo 13
Hay que separar la ropa limpia de la ropa de
trabajo a la hora de lavarla
Hay que bañarse despues de aplicar plaguicidas
• Nunca quemes los envases vacíos pues sus
gases son muy tóxicos. Tampoco los entierres
pues puedes contaminar el suelo. Los fabricantes de plaguicidas deben de recoger o tener
centros de acopio para la recolecta de estos
envases, es parte de su responsabilidad.
El trabajador agrícola debe exigir que su patrón cumpla con las disposiciones de la Secretaría del
Trabajo que establece que se le proporcione información sobre los plaguicidas, una capacitación
adecuada, agua, jabón y ropa protectora, y un albergue donde se pueda comer, dormir y bañarse.
Sobre estos derechos y obligaciones trataremos con mayor detalle en el capítulo diez. Las altas
temperaturas de las zonas agrícolas hacen muy molesto el usar un equipo de protección completo
por lo que los trabajadores deben exigir que se usen formas de control de plagas alternativas a los
plaguicidas químicos.
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