2.-Esquizofrenia y Envejecimiento

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Maite Garolera Freixa
tores coinciden en señalar la heterogeneidad
entre grupos, entre sujetos y entre sujetos a
través del tiempo.
Recientemente, Thompson et al. (2013),
en un estudio longitudinal de 1-16 años de
seguimiento, con una media de 3,5 años de
duración, en una muestra de pacientes mayores de 40 años que no cumplían criterios de
demencia, ha definido tres trayectorias cognitivas: la mitad de los pacientes con esquizofrenia se mantiene estables evolutivamente,
un 40% presenta un declinar moderado y un
10% acusa un declinar progresivo.
2.-Esquizofrenia y Envejecimiento
¿Cómo envejecen cognitivamente? Para
saber cómo envejecen cognitivamente los
pacientes con esquizofrenia es necesario preguntarse si los ancianos con esquizofrenia son
más susceptibles a los efectos de la edad en
la cognición que los individuos sin esquizofrenia, si presentan un envejecimiento neuropsicológico acelerado y a partir de que edad se
producen los cambios cognitivos (a los 50, 60
o 70 años).
Estas preguntas se mantienen sin respuesta. A la pobreza literaria relacionada con pacientes con esquizofrenia ancianos, se añaden
las dificultades metodológicas de los pocos
estudios publicados hasta la fecha. Estas publicaciones contienen muestras pequeñas, la
mayoría de los pacientes están institucionalizados, mezclan sujetos de diferentes edades, no suelen utilizar para valorar el déficit
cognitivo baterías neuropsicológicas extensas
sino instrumentos de cribaje (algunos de ellos
poco sensibles al deterioro cognitivo asociado a la enfermedad, como es el caso del Mini
Mental State –MMSE) y además pocos estudios
tienen un grupo de control de sujetos cognitivamente sanos para comparar. Por añadidura,
la mayoría de los estudios publicados con pacientes con esquizofrenia ancianos no controlan las enfermedades comórbidas que pueden
Informaciones Psiquiátricas
2014-n.º 216
afectar la cognición (como, por ejemplo, los
factores cardiovasculares). Por otra parte, los
pocos estudios con diseño longitudinal de que
disponemos no informan sobre los sujetos que
se pierden durante el estudio; por ejemplo,
aquellos que utilizan baterías computerizadas
tienen perdidas de muestra de más del 25%.
Finalmente, hay que señalar que casi no disponemos de estudios con sujetos de más de 70
años de edad. Se podría resumir la situación
indicando que los pocos estudios que incluyen personas con esquizofrenia, mayores de
65 años son metodológicamente poco rigurosos y añadir que, tanto si son longitudinales
como transversales, en ningún caso escapan
de determinados sesgos. Los longitudinales no
suelen controlar el efecto aprendizaje de las
pruebas; los transversales, a menudo, subestiman el declinar cognitivo porque no suelen
verificar la diferencia entre jóvenes y viejos.
A pesar de todas las dificultades metodológicas señaladas anteriormente, las diferentes
publicaciones coinciden en la existencia de
un subgrupo de pacientes más vulnerables al
declinar cognitivo. Representan un 10% de la
población de enfermos de esquizofrenia, empiezan el declive antes de los 60 años y suelen ser pacientes institucionalizados. Mientras
el resto de pacientes, dentro del declinar neuropsicológico asociado a la edad, se mantienen más estables evolutivamente (Loewenstein et al., 2012).
Pocas son las publicaciones que se han
cuestionado acerca de la magnitud del declinar cognitivo asociado a la edad en los pacientes esquizofrénicos e, incluso, a valorar si
todos los dominios cognitivos en la esquizofrenia se comportan en su declinar de forma
similar a como lo hacen en el curso del envejecimiento de la población general. Un estudio transversal reciente (Rajji et al., 2013),
publicado con una muestra de pacientes con
esquizofrenia adultos, de diferentes edades
(incluyendo sujetos de más de 60 años), que
se hallaban clínicamente estables cuando se