CRÓNICA del III Encuentro de BRONTOSAILORS

CRÓNICA del III Encuentro de BRONTOSAILORS Celebrado en Madrid el 28 de noviembre de 2015 En torno a 60 antiguos cineros (brontosailors nos llaman ahora) acudimos a la llamada del Comité Organizador. Buen trabajo de este comité que consiguen superar en un 10% el quórum logrado en la cita del año pasado. Gran reto de superación nos espera para la próxima cita. El Frontón de Tito es nuestro destino. Obligado control a la entrada, como en las buenas celebraciones, y todos a elegir carne o pescado, los entrantes obligatorios para todos. Saludos, besos y más saludos, ahí que vamos llegando todos a la cita, más o menos puntuales. Algunos nos reconocemos, otros no tanto, el tiempo pasa factura, pero sólo en el físico, la ilusión permanece y eso se nota. Pasadas las 20.00 horas Jesús Penas toma la palabra y nos da la cordial bienvenida. Jesús como buen navegante serio y responsable también lo es como orador y presentador de la sesión. Pura diplomacia bien servida. Pero vayamos al programa: Jorge Herrador, experimentado navegante e invitado especial a esta cita, nos ilustra sobre su travesía del Atlántico, desde Martinica a Torrevieja. Nos muestra los paisajes paradisíacos de esas bellas islas caribeñas, Martinica, Dominica y otras muchas, sus playas, corales, chiringuitos, puertos y veleros. Parajes muy bien dotados para la navegación a vela, con buen clima, vientos razonables (salvo en la época de los huracanes). Jorge explica cómo pudo convencer a José Mª Ripoll (alias Cocua), regatista profesional, su compañero de travesía, para acompañarle en esta aventura. Jorge reconoce que su barco, el Archibald, es más lento que otros, pero es seguro y es lo que importa. No me voy a detener en los detalles de la travesía: Caribe, Azores (aquí hubo parada en son de paz), San Vicente y Torrevieja. Travesía muy razonable y bastante tranquila, dentro de lo que cabe, durante veintitantos días y las mismas noches. En este sentido Jorge destaca que lo que más le gusta es largar amarras, fijar el rumbo y ponerse a leer, aquí inmersos en la mar océana y lejos de tierra, solamente con el leve ruido de las olas batientes en la amura y los graznidos de las aves marinas. Dos comidas al día, desayuno y almuerzo, son suficientes para estos navegantes solitarios, para cenar un poco de picoteo (parecido a cómo lo hacemos en tierra firme, me refiero en Hispania, aunque con menos comodidades). La excepción a esta navegación “tranquila” fue una fuerte tormenta antes de llegar a las Azores, en la que naufragaron diversos barcos que tuvieron que 1 ser rescatados por el “Esperanza del Mar”, buque perteneciente a la flota del Instituto Social de la Marina, con alguna desgracia incluida. Ante la pregunta de uno de los asistentes acerca de la preparación de la mojama durante su travesía (tuvimos muestra fotográfica de varios pescados, bien salados y colgados durante el día para lograr el punto óptimo de secado) nuestros apetitos se fueron despertando y muy dispuestos a dar buena rienda del estupendo menú. Víctor Simón y José Manuel Fernández Agudo nos alientan a aportar fotos, textos y recuerdos para ir llenando el Blog de los Brontosailors (http://brontosailors.blogspot.com.es). Esta es la página pero está casi vacía y hay que llenarla. Recuerdos, anécdotas y fotos hay muchas, todos las tenemos en el baúl de los recuerdos, nos invitan a aportarlos: [email protected], es su correo. Ángel Álvarez toma el relevo, nos habla de valores cineros, de amistad, de buen rollo, de compañerismo. Agradece nuestra asistencia y felicita por el logro alcanzado a los miembros del comité organizador, entre los cuales se encuentra él mismo. Risas. Ángel nos lee las simpáticas coplillas que nos dirige José Emilio Martín-­‐Oar, quién excusó su asistencia. Y también se refiere al saludo cordial de Pepe Castellote que, por motivos de salud, no puede acompañarnos. Aplausos para ambos. Nos recuerda aquellos primeros años cuando la isla era eso, una isla. Como evidencia el horario del transbordador “Motobarcas Arosa” desde Villanueva (hoy Vilanova) hasta la Isla (hoy Illa de Arousa) que nos muestran en la contraportada del Programa del Encuentro. También nos lee un texto que pretende reflejar el espíritu con el que se retomaron el año pasado estos encuentros y que ya fue leído en aquella ocasión: "¿Qué pretendemos con esto? Pues vernos, recordar lo que vivimos en aquellos años maravillosos, compartir la afición que nos une y de algún modo mantener la memoria de los inicios, no solo de los orígenes, sino también de los primeros años de funcionamiento en la Isla de Arousa, en la Ribeiriña y después en la Nave de Boiro, en cuya construcción participaron algunos de los aquí presentes." “No son unas cómodas vacaciones” Bajo este lema se esconde el verdadero espíritu del CINA o, al menos, eso pensamos muchos de los “brontosailors” que todavía no hemos naufragado en los mares oscuros ni tampoco hemos sucumbido ante los avatares de la vida. Es verdad “no son unas cómodas vacaciones”, nos recordaba Juan 2 Abad en su intervención. Y nos dejó constancia de aquellas condiciones un poco limitativas del campamento del Área de la Secada, menos mal que el agua de mar lo cura todo. Pero Juan también ensalzó los valores adquiridos mediante una convivencia austera, las charlas nocturnas, las excursiones al Yuma y la entrega a un compañerismo que pronto adquiriría lazos de fuerte amistad. Como prueba de esta amistad hace que aquellos brontosailors nos sigamos reuniendo 20, 30, 40 y más años después de aquellas gestas por las rías baixas. Bonita la anécdota que nos comenta de aquel cinero, alto cargo de un Fondo de Inversión, que le recibió con los brazos abiertos al enterarse de que quién reclamaba una consulta era nada menos que un brontosailor de Arousa (esto se parece a los alumni de Harvard). Pero como no todo debe ser nostalgia Alfredo Platas toma el micro y reivindica el actual CINA, según sus palabras, “como debe ser siendo Vicepresidente del club, aunque por poco tiempo” (creo que hay elecciones a la vista, seguro que será reelegido y continuará su labor con ilusión.). En suma Alfredo defiende que el espíritu es el mismo y se mantiene con el tiempo, ya se sabe vivimos tiempos modernos y los chavales que acuden a la cita gozan de más comodidades (algunos dirán que son más pijos que los de antes). Largos aplausos para todos los intervinientes, también para El Frontón de Tito por su esmerado servicio. Después de los postres unos toman copas y otros salen a fumar, todos en charla y tertulia amigable. General coincidencia en los beneficios de aquellas convivencias cineras que luego más tarde todos hemos incorporado a nuestras respectivas vidas personales y profesionales, es la recompensa de un bien armado aprendizaje. La jornada llega a su fin y es la hora del adiós, muchos saludos, besos y abrazos. El III Encuentro se acabó y el comité organizador se dispone a batir records con un IV Encuentro. Y a mí no me queda nada más que añadir. Como decía Pepe Castellote me despido con “besos para ellas y abrazos para ellos”. Manuel Zahera Bronto Sailor 1.12.2015 3