Conciliar conmigo mismo

Modulo 2
Texto de
soporte.
Conciliar conmigo mismo
FUENTES:

Nuria Chinchilla/ Maruja Moragas
Ediciones Ariel 2007. “Dueños de
nuestro destino”.

Rosalba Bortones (2002). Programa:
Desarrollo Personal. Taller: Líderes y
Estilos de Liderazgo.
1
I. PRESENTACIÓN
Cambiar la realidad que nos rodea exige modificar cosas en nosotros mismos. El
conocimiento propio nos ayuda a entender mejor la realidad y a profundizar en nuestra
identidad, lo que nos da una seguridad que luego transmitimos. El autoconocimiento es
fundamental para identificar la misión que tenemos en la vida y priorizar los roles que
queremos llevar a cabo. Es “conciliar con nosotros mismos”.
La conciliación con uno mismo integra todos los elementos de la personalidad, sabiendo
que la persona perfecta no existe. Los tres elementos que influyen en la personalidad son
la genética, la racionalidad y la afectividad. Éstas dos últimas dimensiones son dinámicas,
lo que puede llegar a producir desequilibrios. ¿Cómo corregirlos? A través del
autoconocimiento y de mecanismos de compensación, además de la ayuda de un coach.
El autoconocimiento también pasa por comprender los motivos, conscientes e
inconscientes, que nos llevan a tomar nuestras decisiones. Los principales motivos que
impulsan a la acción en tres grandes categorías:

Extrínsecos: los que vienen del entorno (el dinero, la fama, etc.)

Intrínsecos: los que están ligados a la acción misma y su origen es interno (el
aprendizaje, el reto o el placer que se obtiene de la misma acción).

Trascendentes: su origen también está en el interior de la persona, pero su
destinatario está fuera y las acciones repercuten positivamente en ellos.
Estos tres tipos de motivos pueden influir simultáneamente en cualquier decisión, pero
tienen un peso diferente según la persona y su particular estructura de motivos. “Conocer
los motivos que impulsan nuestras decisiones es primordial para definir si nosotros somos
los dueños de nuestra vida o prevalece el entorno. Cuánto más logramos desplazar el peso
de los motivos hacia los trascendentes, más dueños somos de nosotros mismos”.
II. OBJETIVO GENERAL
Proporcionar a los participantes conocimientos teóricos-prácticos sobre el tema
Conciliación con uno mismo. En nuestra vida diaria surgen problemas de conciliación
entre Yo -conmigo mismo, Yo-familia. Yo-empresa, Yo-sociedad y empresa familia o
2
empresa-sociedad. Es fácil que sintamos ausencia de equilibrio y armonía entre los
componentes de nuestra vida, porque no tenemos el don de ubicuidad, o sea, no
podemos estar en dos sitios a la vez. Pero entonces ¿Qué es la integración? Es armonizar
los distintos ámbitos en los que nos movemos, integrándolos en una sola vida. No somos
dos o tres personas fragmentadas, sino una sola con distintos papeles: esposo o esposa,
padre o madre, hijo o hija, gerente general, hermano.
Por eso para poder integrar es necesario empezar por conciliar con nosotros mismos. Y
esto requiere un profundo autoconocimiento de quienes somos.
III. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Descubrir la misión personal y los motivos que nos mueven a la acción

Dar respuesta a la interrogante: ¿Somos realmente líderes de nuestra vida? ¿Qué
requerimos para serlo, nacemos o nos hacemos líderes
IV. CONTENIDOS

Conciliar conmigo mismo

Persona humana

Liderazgo personal

Motivos que nos mueven a actuar

Descubrir nuestra propia misión
V. METODOLOGÍA
El Curso-Taller Conciliación con uno mismo, está sustentado en dinámicas de grupo educativas con
la finalidad de facilitar experiencias vivenciales individuales y grupales, que promuevan el
desarrollo personal en los participantes. Para este fin, se utilizan las siguientes estrategias:

Cuestionarios

Ejercicios vivenciales

Trabajo en pequeños grupos de discusión

Lluvia de ideas

Juegos educativos

Videos
3

Situaciones simuladas

Estrategias del pensamiento
Conciliar conmigo mismo
Nuestra vida es siempre única e irrepetible aunque vivir dentro de las coordenadas de tiempo y
espacio nos da Ia apariencia y el sentimiento de fragmentación y de desintegración. Pero Ia
persona sigue siendo Ia misma.
El nombre es nuestra identidad, la pertenencia y las raíces. Cada uno de nosotros tiene un nombre
y una biografía irrepetibles: nadie mas puede ser yo, soy pieza única, insustituible e irrepetible. El
guion entre las fechas es el tiempo de que disponemos para completar nuestra particular
expedición a Ia Antártida.
Mientras andamos, tenemos Ia oportunidad de ser felices -a pesar de lo incierto, difícil y esforzado
de Ia aventura- y de desarrollar nuestro máximo potencial. Nadie puede adivinar Ia segunda fecha
que sobre mármol tendrán que esculpir nuestros herederos.
El objetivo de nuestra existencia es Ia felicidad y disponemos de toda Ia vida para dar pasos hacia
ella y sacar partido de nosotros mismos a medida que avanzamos. Tiene como punto de partida
saber quienes somos y como estamos montados por dentro. Muchas veces vivimos volcados en lo
externo porque carecemos de tiempo para pensar en nuestro interior. El conocimiento propio nos
ayuda a lograr unas estimaciones mas correctas de Ia realidad y a profundizar en nuestra
identidad. Cualquier barco lleva una bandera ondeando en lo alto del mástil que da información
sobre su pertenencia a algún grupo, nación o comunidad, a quien sirve y por quien esta dispuesto
a luchar. Puede resultar útil pensar en cual es nuestra bandera y que signos están representados
en ella. En nuestra época se habla mucho de identidad: identidad sexual, nacional, cultural, etc. No
conocernos en profundidad, no saber de donde procedemos ni quienes somos puede llevarnos a
dudar sobre ella o a identidades ficticias, a construcciones culturales y a que cualquiera haga de
nosotros lo que le interese: desde tribus urbanas a tribus profesionales. Y es justo lo contrario de
lo que deseamos, que es liderar nosotros nuestra propia vida.
4
¿Qué significa ser persona?
Nuestra trayectoria por Ia vida recuerda a Ia de un barco: partimos de un puerto y nos dirigimos a
otro y, en ocasiones, ni siquiera sabemos cual es. Desconocemos Ia duración del recorrido y que
encontraremos por el camino. Necesitamos un barco fuerte para sortear los obstáculos y peligros ballenas, piratas, islas o tormentas-, y para llegar a salvo a nuestro destino también debemos estar
vigilantes e ir bien pertrechados. Cualquier patrón conoce las posibilidades de su embarcación,
sabe basta donde puede apurarla y que no puede hacer. No es lo mismo un mercante, un velero,
un yate o una mallorquina.
Se trata de sacar las máximas posibilidades de nosotros mismos, igual que un buen patrón sacaría
Ia máxima potencialidad a su barco, apurándolo incluso, pero dominándolo, y disfrutando de Ia
navegación y de Ia travesía. No se trata de llevar una vida aburrida, sino de disfrutar de ella,
sabiendo que podemos hacer y que no y basta donde podemos llegar para no romper el barco y
no hundirnos.
Nosotros somos mas complejos, es muy difícil conocer todas nuestras posibilidades, saber como
somos y basta donde podemos llegar. A medida que vamos conociéndonos mejor, sabemos cada
vez mas si seremos capaces de lograr los diversos objetivos que nos proponemos y, por tanto, se
reduce Ia incertidumbre. El conocimiento nos da seguridad y Ia transmitimos. Nos hace confiables
y predecibles.
Supongamos que ya conocemos el barco y que salimos a navegar, (donde vamos? Porque no es lo
mismo ir a una cala cercana que cruzar el océano. Hace falta un mapa y un compas, y saber cuales
van a ser los hitos mas importantes del camino: estudios, profesión, familia, etc. Si vamos por Ia
vida sin norte, como quien sale a pasear, sin rumbo, podemos pasárnoslo bien, pero no hay
proyecto ni destino: navegamos de cualquier manera yes fácil naufragar.
Si nos conocemos, hemos decidido adonde nos dirigiremos y además vamos preparados para
cualquier cambio de viento, muy duro tiene que ser el temporal para que nos haga zozobrar. Así,
cuanto mas especifico, completo y realista sea nuestro autoconocimiento y los objetivos que
tenemos para nuestra vida, nuestra profesión y nuestra familia, menos sometidos estaremos a
altibajos y a las influencias del entorno. En cambio, abiertos a todo, no podremos focalizar,
nuestra estabilidad depended del día y nos veremos sometidos a mayores vaivenes. Y si no
sabemos quienes somos ni adonde vamos, estamos siendo dirigidos por los vientos y aumenta el
peligro.
5
Nuestra vida tiene Ia suficiente importancia como para que nos tomemos en serio Ia travesía,
pertrechándonos bien y disfrutando al máximo incluso de las dificultades: ahi se ve quien es un
buen navegante.
Además, no vamos solos, sino que llevamos tripulación que nos ayuda (o es un lastre), y a Ia que
afecta nuestro modo de navegar. Nunca tiraríamos el oro por Ia borda, aunque pese y retrase Ia
navegación, y un buen patrón cuida de ella, y Ia conduce sana y salva a su destino.
Liderar Ia trayectoria vital en todos los ámbitos (personal, familiar, profesional y social) representa
una tarea que dura toda Ia vida y no siempre es fácil. En nuestra vida hay un margen de maniobra
en el que movernos, pero si sabemos donde vamos, aunque nos desviemos, podemos rectificar y
volver a nuestro camino. Vivir Ia vida requiere un cierto valor. Es el mayor reto con el que
podemos enfrentarnos y el más difícil de los liderazgos.
Los verdaderos lideres no nacen, sino que aprenden a serlo y lo consiguen gracias a su esfuerzo
personal, a través de un largo proceso en el que van adquiriendo Ia difícil capacidad de moverse
por los demás. Es entonces cuando pueden liderar a otros. Pasan de navegar en solitario a poder
ser buenos capitanes de barcos de pasajeros.
Conciliar conmigo mismo solo tiene sentido con un para que, un sentido que implica
autoconocimiento previo, identificar nuestra misión y priorizar los roles. que tenemos que llevar a
cabo. Tenemos que determinar nuestras competencias, saber en que somas buenos y en
que no, pues si no avanzamos, retrocedemos. Podemos tener Ia sensación de que
avanzamos pero, a menudo, estamos derivando. Hacen falta referentes para saber donde
estamos: cuando fondeamos en alguna cala en verano, lanzamos el ancla al mar,
aseguramos los cabos y tomamos un referente en Ia costa, un pino, una roca ... Mientras
estamos ahí, les echamos de vez en cuando un vistazo para asegurarnos de que no nos
hemos movido y de que el barco continua en su sitio.
6
El verdadero líder no es solo el perfecto jefe, sino también capaz de dirigir su vida en Ia
dirección adecuada. Lo esencial en el liderazgo es que el líder sea ejemplar. En Ia medida
en que actuamos, mostramos a nuestro alrededor una forma de hacer las casas y de tratar
a las personas. El secreta esta en poner arden en el corazón y desarrollar al máximo su
elasticidad -no nuestro tiempo- acrecentando nuestras posibilidades.
PARA SACARNOS PARTIDO
Conciliar consigo mismo significa, ante todo, centrarse, integrarse, equilibrarse. Significa
saber quién soy y como estoy montado. Los humanos crecemos cuando desarrollamos
los talentos y las capacidades particulares de las que cada uno dispone, cuidando tanto del
espíritu como del cuerpo, e integramos las pasiones, los impulsos y Ia sensibilidad. A base
de formación, de esfuerzo y de cuidados, con los años vamos cincelando nuestra propia
personalidad como si de una obra de arte se tratara, y va apareciendo Ia figura de lo que
en realidad somos, que ya estaba en potencia antes de nacer.
Muchas veces no somos conscientes de nuestros puntos fuertes ni de nuestras áreas de
mejora. Un mapa con Ia orografía del terreno (montañas, llanuras, ríos o lagos)
proporciona mayor seguridad en el recorrido. Conocer los puntos fuertes nos tranquiliza:
son nuestro apoyo para avanzar. Las debilidades pueden asustar, pero constituyen
nuestra mayor fuente de desarrollo y autoestima. Es preciso centrarse en sus aspectos
positivos y capear los negativos. Algunas personas tienen memoria, otras, habilidades
sociales, otras son constantes, algunas tienen capacidad de concentración. En estos
puntos tenemos que apoyarnos para poder trabajar nuestras áreas de mejora con mas
facilidad. Ser capaz de reconocerlos y tenerlos en cuenta nos ayuda en nuestro trabajo,
porque es en el donde todas nuestras debilidades salen a Ia luz.
El autoconocimiento comporta que vayamos pasando de un estado de inconsciencia
respecto a nuestros puntos débiles --en el que ni siquiera se percibe Ia necesidad de
mejorar o cambiar-, al estado de consciencia respecto a su existencia y finalmente a Ia
acción, cuando ya se sabe hacia donde deben dirigirse los esfuerzos y se definen metas
alcanzables en un plano inclinado ascendente. Y debemos tener en cuenta el hecho de
que Ia ausencia de avance implica, casi siempre, un retroceso. AI igual que en el caso del
7
vino, vemos personas que con el paso de los años se convierten en gran reserva, mientras
otros se avinagran.
En esta figura podemos ver cuatro cuadrantes según seamos competentes o no en
determinado aspecto ( delegar, comunicar, trabajar en equipo, etc.) y seamos o no
conscientes de ello. En un primer paso, es necesario hacer un buen diagnostico de Ia
situación de Ia que partimos. Todos poseemos zonas ciegas con respecto a nuestros
puntos débiles o fuertes (A y D en el grafico). Para salir de Ia ignorancia con respecto a
ellos, necesitamos el feed-back de alguien que nos ayude a sacarlos a Ia luz y nos haga de
frontón. Es muy difícil conocerse sin Ia ayuda de los demás y, al mismo tiempo, resulta
esencial ser conscientes tanto del grado de desarrollo de nuestras competencias como de
lo que no sabemos hacer, .porque nos perjudican por igual la situación de
«inconscientemente incompetentes» y la de «inconscientemente competentes». En el
primer caso, porque aceptamos desafíos que no podremos controlar y, en el segundo,
porque no utilizamos todo nuestro potencial.
Liderazgo Personal
Todos reconocemos al líder, a Ia persona en quien podemos confiar porque es madura y
responsable, y sabe responder ante cualquier situación ordenando las necesidades
propias y ajenas. El verdadero líder sabe dirigir a otros porque lucha constantemente por
liderarse así mismo. Según Cardona:6 <<La persona inmadura se caracteriza por Ia
incapacidad de compromiso, por Ia inestabilidad emocional y por una facilidad de
8
autoengaño que Ia sitúa muchas veces en un mundo irreal, fabricado por ella misma -a
veces, inconscientemente para justificar su propio comportamiento. La persona inmadura
sufre Ia esclavitud mas cruel: Ia incapacitación de Ia voluntad, que es Ia perdida de
libertad mas Intima posible. El inmaduro pierde el control sobre sí mismo y queda a
merced de sus impulsos, que son fácilmente manipulables desde el exterior>>
El auténtico-líder-auténtico-de excelencia transformador, es un ser humano único e
irrepetible, con capacidades y /o potencialidades a desarrollar (vocación), capaz de
reconocer sus debilidades y fortalezas en cada etapa de su desarrollo evolutivo;
encarnando los altos valores del espíritu, para darle así, el auténtico sentido a su vida
(misión), con la finalidad de alcanzar la trascendencia personal, a través de la formación
continua en el tiempo; comprometido, con su propio
entorno familiar, social,
empresarial, gremial, académico, entre otros; incentivando a las personas que le rodean, a
que cada una, desarrolle sus potencialidades individuales, logren su misión personal, y
trascendencia, a la que cada persona está llamada en concordancia con su
naturaleza
humana.
Liderar Ia propia vida es gobenarnos internamente desarrollando el car:icter sobre el
temperamento, utilizando bien Ia cabeza y el corazón, conociendo las grietas de nuestra
personalidad y equilibrándola. Si conocemos Ia misión y priorizamos los roles -plasmando
las acciones en Ia agenda-, vamos centrando los compromisos con nuestro proyecto de
vida. Nuestro liderazgo para responder ante otros pasa por Ia responsabilidad ante uno
mismo, conociendo las necesidades propias y atendiéndolas, sean jugar al tenis un día por
semana o leer un rato cada día. Esta atención es prioritaria para luego poder responder a
las necesidades de otros y, de esta forma, poder ser personal, familiar, social, profesional
y empresarialmente responsable.
Para liderarnos tenemos que construirnos bien, sabiendo hacerlo y con unos planos bien
calculados. No se construye de cualquier manera, sino con orden: cada elemento esta en
su sitio, sirve para algo y todos juntos contribuyen a algo. Si hay rupturas por algún lado
pueden presentarse problemas y entrar el agua. Hoy hay tendencia a Ia desintegración:
pensamos que a las personas no les ocurre nada si se construyen mal, porque
consideramos que todo es valido. Y no es así. Las personas interiormente divididas corren
el riesgo de romperse, por eso hay que sanear el corazón. La división es perceptible
incluso en el aspecto exterior de las personas: no se cuidan, van dejadas, sus cuerpos ya
9
no reflejan un interior sano, sino confuso. Se ve que Ia persona ha abandonado su
construcción. El caso de los indigentes es el mas claro: van sucios. abandonados. Si
pensamos que esa persona fue una vez un niño sano, quizás un profesional de prestigio,
nos resulta difícil imaginar Ia degradación que ha seguido.
VALORES DE EXCELENCIA PARA TRIUNFAR
Ante las crisis humanas, tradicionalmente hemos analizado y atacado sus efectos, pero no
sus causas. Y en relación con nuestra crisis actual, que es la crisis de las crisis, hemos
concluido que tiene una sola causa de fondo, que es necesario analizar, para no perdernos
en las formas.
Hoy la crisis es una mega tendencia; las empresas no logran sus objetivos; la paz social es
constantemente sacudida por una multitud de inconformidades económicas, políticas e
incluso étnicas y religiosas; la juventud se haya extraviada en un marasmo de estímulos
falsos; la ecología día con día se deteriora; los conflictos internacionales se multiplican.
En los albores de siglo XXI podemos concluir que hemos equivocado el camino, que hoy
son tiempos de retomar el rumbo correcto, pues la experiencia nos señala que el origen
de los conflictos del pasado y del presente es uno solo: carencia o ausencia de valores.
La crisis actual representa la brecha generacional de valores más importante de la historia
humana y solamente podremos cambiar los efectos cambiando sus causas.
Existen seres humanos que se han comprometido en aliviar los efectos: la pobreza, la
enfermedad, el abandono, la protección del medio ambiente; y otros seres que han
identificado su misión en solucionar las causas: la educación en valores; esta obra
pretende contribuir con el fondo, es decir, con los motivos que nos permitan continuar
nuestra evolución genética para convertirnos en seres superiores.
Si deseamos cambiar el estado actual de las cosas, aspiramos a una vida más plena y llena
de realizaciones, si estamos convencidos de que todos los seres humanos tienen derecho
a la vida y a la felicidad, si anhelamos salvar el planeta, tenemos que comprometernos a
edificar, difundir y concientizar los valores universales, único pasaporte seguro para
convertir nuestros sueños en realidad.
10
Si usted desea triunfar, si quiere integrar a su familia a un nivel de vida superior, si es su
aspiración tener una empresa exitosa, si desea además ser protagonista activo de la
historia humana, lo reto a que incorpore a su existencia- les valores nucleares que le
permitirán realizar sus sueños: los Valores de Excelencia para Triunfar.
VALORES Y VIRTUDES HUMANAS
AMISTAD: son los contactos periódicos con algunas personas que conoce de acuerdo con
intereses comunes (académicos, profesionales, pasatiempos, etc.) basados en mutua
simpatía, interesándose ambos, por la persona del otro, en procura de ser mejor como
personas.
GENEROSIDAD: ayuda desinteresadamente a los demás con alegría, aunque suponga un
esfuerzo.
HUMILDAD: Reconoce sus capacidades y cualidades personales para hacer el bien, sin
querer llamar la atención, y sin requerir del aplauso ajeno; igualmente reconoce, acepta y
busca mejorar sus debilidades personales.
FORTALEZA: Sabe resistir las influencias nocivas del ambiente externo que puedan
perjudicar su mejora personal, soporta las molestias, y se entrega con valentía cuando
puede influir positivamente en el ambiente o personas, a fin de vencer las dificultades y
lograr grandes metas.
JUSTICIA: Se esfuerza continuamente por dar a cada quien lo suyo, de acuerdo con el
cumplimiento de sus deberes y derechos, como personas, a través de: vida, bienes
culturales, morales, materiales.
SINCERIDAD: Manifiesta si es conveniente, a la persona adecuada, en el momento
oportuno, de la forma adecuada, lo que piensa, siente, ha hecho, con claridad, respecto a
una situación personal o de los demás.
OPTIMISMO: Confía razonablemente en las habilidades personales; así como también en
las demás personas. Distingue primero lo positivo, y en las situaciones difíciles, vence las
dificultades con deportividad y optimismo.
11
LABORIOSIDAD: Cumple rápidamente con las actividades necesarias para alcanzar
progresivamente, la madurez humana y espiritual, en el estudio, trabajo, estudio y en
todos los deberes y obligaciones.
LELATAD: Fidelidad a la familia, amigos, patria, instituciones entre otros.
FLEXIBILIDAD: Adapta ágilmente su comportamiento a las circunstancias de otras
personas o situaciones, sin abandonar por ello, los propios criterios de actuación personal.
OBEDIENCIA: Acepta y asume como propias, las decisiones de quien tiene y ejerce la
autoridad, siempre que no se opongan a la justicia; y realiza prontamente lo decidido,
actuando con empeño para interpretar fielmente la voluntad de quien manda.
ORDEN: Se comporta de acuerdo con normas lógicas, necesarias, para lograr algún
objetivo deseado y previsto como por ejemplo: organización de las cosas de uso personal,
distribución del tiempo, actividades, realizadas con iniciativa propia, sin necesidad de que
se lo recuerden.
PERSEVERANCIA: Una vez que ha tomado una decisión, lleva a cabo las actividades
necesarias, a través del tiempo, venciendo las dificultades internas (personales) y externas
(otras personas, objetos, etc.).
PRUDENCIA: Selecciona información ajustada a criterios verdaderos, en la familia, el
trabajo, el estudio, en las relaciones interpersonales, y pondera las consecuencias
favorables o desfavorables, para sí mismo y para los demás, antes de tomar una decisión,
y actúa con lo establecido.
PUDOR: Valora su intimidad personal y respeta la de los demás, por lo que cuida su
intimidad de los extraños, rechaza lo que puede dañarla, y la descubre solamente ante
circunstancias que le ayude a ser mejor como persona.
RESPONSABILIDAD: Asume las consecuencia de sus actos, como consecuencia de la toma
de decisiones.
RESPETO: Actúa o deja de actuar, procurando no perjudicar ni de dejar de beneficiarse así
mismo, ni a los demás, de acuerdo con sus derechos, con su condición y con sus
circunstancias personales.
12
Que nos mueve en la vida
Nuestra toma de decisiones es Ia consecuencia de las necesidades por cubrir, y obramos
en función de ellas. Por un lado, las necesidades materiales: un cuerpo al que hay que
cuidar, vestir y alimentar, una casa, dinero para subsistir, etc. Como seres racionales,
tenemos además unas necesidades de conocimiento -vamos al colegio y a Ia universidad,
aprendemos un oficio, etc.- y como seres sociales, también necesidades afectivas, de
querer a otras personas y de ser queridos, que son de carácter trascendente, ya que van
mas allá del yo. Las tres necesidades se satisfacen o se frustran por medio de Ia toma de
decisiones. Como las personas no somos objetos, aprendemos siempre algo en cada una
de ellas, hacia un lado o hacia otro.
Nuestra vida diaria esta compuesta por una ininterrumpida toma de decisiones. Cuando
nos decidimos por una alternativa, descartamos otras posibilidades. Pero no todas las
acciones tienen Ia misma repercusión, ya que algunas pueden afectar a diversas personas.
Tratar las decisiones como si todas tuvieran Ia misma importancia puede llevar a banalizar
lo importante, o a acabar viendo problemas donde no los hay. AI decidirnos por lo que nos
apetece, y no por lo que racionalmente consideramos conveniente, caemos en un círculo
vicioso en que somos cada vez menos libres. Y si no lo somos en un aspecto de nuestra
vida, tampoco lo seremos en otros, pues nuestra vida esta unida, y todas nuestras
acciones, en apariencia sin relación, se alimentan entre sí.
Las decisiones se toman siempre por algún motivo, seamos o no conscientes de el.
Siguiendo a ]. A. Perez Lopez, podemos agrupar los principales motivos que nos impulsan
a Ia acción en tres grandes categorías:

Extrínsecos (externos): son los que nos vienen de fuera, del entorno: dinero, fama,
reconocimiento, etc.

intrínsecos (internos): están ligados a Ia acción misma y su origen es interno: el
aprendizaje, el reto o el placer que se obtiene de Ia misma acción.

Trascendentes: su origen también esta en el interior de Ia persona, pero su
destinatario -aquel a quien «trasciende» nuestra acción es a quien alcanzan sus
consecuencias- esta fuera y nuestras acciones repercuten positivamente en ellos:
un colega de trabajo, los hijos, el marido. Nuestra decisión alcanza a todos a los
13
que cada uno pueda llegar, y todos ellos constituyen nuestro círculo de influencia.
La persona que se mueve por motivos trascendentes tiene una forma mucho mas
completa de entender Ia vida, porque Ia decisión surge de ella, que esta en el
centro, pero irradia hacia su entorno.
En la siguiente figura puede ver resumido los motivos que nos mueven a actuar:
Descubrir nuestra propia misión
Para descubrir Ia misión necesito primero saber quien soy y mis techos. Sin embargo,
autoconocimiento, autodominio y autoliderazgo, si no están unidos por Ia misión, quedan
inconexos y confusos.
¿Para que queremos conocernos?
No vivimos por casualidad. La misión genérica de cualquier ser humano es ser feliz: para
eso nace y para eso muere, y no hay felicidad sin capacidad de amar. Esto es lo que nos
diferencia de los animales y nos da una dignidad distinta. Misión viene del latín missum, y
quiere decir <<enviado». Lo que bay que descubrir es quien me envía y a que misión he
sido enviado. Cada persona tiene una misión especifica propia, única e irrepetible que
operativiza esa misión genérica y que solo puede ser realizada libremente por ella.
Para llevarla a cabo necesita el apoyo (no Ia intromisión) de otros, o del mismo Estado, a
fin de sacar obstáculos. La vida cobra otra dimensión cuando nos damos cuenta de que
somos seres históricos.
14
Nos recuerda que tenemos un periodo de tiempo determinado para realizar la tarea para
la cual hemos nacido. No saber para que vive uno es dejar la vida al a! bur de los
acontecimientos, ir sin dirección.
La misión implica enfrentarnos con las verdades mas profundas, con los grandes
interrogantes. Su búsqueda nos lleva a la línea básica que lo recoge todo, le da sentido y lo
integra. Si no se descubre la misión personal única e irrepetible, la vida está desperdigada,
dispersa, porque las actividades están inconexas y sirven de muy poco.
Nuestras acciones realizadas sin un para que, sin un proyecto de vida, son como perlas
sueltas: !a misión es el hilo que las une y las convierte en un collar. Y el aglutinador es
siempre el amor. La misión nos da un norte, permite elegir direcciones cuando no
tenemos la certeza de adonde ir, ordena nuestra vida, nos ayuda a filtrar los estímulos
externos que nos distraen y nos impulsan hacia direcciones equivocadas, y nos da fuerza
ante las dificultades. Cuando una persona conoce su misión, puede coger las riendas de su
vida con fuerza, porque sigue los criterios y valores acordes con su mas profunda
desarrollo personal, y se compromete con ellos. Pero, (como podemos descubrir nuestra
misión si todo cambia constantemente?
15