HACIA UN - Tecnalia

EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
HACIA UN
FUTURO
INTELIGENTE
5 CLAVES PARA DISEÑAR
LAS SMART CITIES
www.tecnalia.com
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
EL FUTURO
SON LAS
CIUDADES
02 | 03
—En 2007, por primera vez en
la historia de la humanidad, la
mayoría de la población mundial
pasó a ser urbana. Para 2050 se
espera que la población mundial se
duplique, absorbiendo las ciudades
el 70% de este crecimiento. En este
contexto, las ciudades constituyen
una importante amenaza para el
ecosistema del planeta, pero al
mismo tiempo, al tratarse de los
mayores polos de concentración de
talento, conocimiento y capacidad
de innovación, suponen una
oportunidad para contribuir a nuestra
calidad de vida y bienestar social a
partir de la conversión de ciudades en
Smart Cities o ciudades inteligentes.
En TECNALIA entendemos este
concepto como un instrumento al
servicio de una visión de futuro:
un proyecto inteligente de ciudad
al servicio de una estrategia de
transformación que impulsa la
sostenibilidad social (cohesiónciudadanía-participación), económica
(desarrollo local) y medioambiental
(cambio climático, eco-eficiencia).
Un proyecto apoyado en la reflexión
de futuro de la ciudad y en aquellas
fortalezas sobre las que enfocar
iniciativas estratégicas tractoras.
Identificamos, seleccionamos e
integramos las soluciones urbanas
y tecnologías idóneas para contribuir
a un proyecto de ciudad inteligente
que asegure la sostenibilidad
y regeneración de la ciudad,
su desarrollo socioeconómico y
el impulso de una economía más
verde y sostenible.
UN PROYECTO
DE SMART CITY
GENERA VENTAJAS
SOSTENIBLES
VINCULADAS
A LAS CIUDADES
Y AL TERRITORIO,
PRODUCIENDO
PROGRESO Y
BIENESTAR PARA
LOS CIUDADANOS.
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
LED SÁM
%02
LA
CIUDAD
EN EL AÑO
NÓICALBOP AL ED
ESE
D VENDERÁN
ROYAM ÁRES
MÁS DE
SAL
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OC
2
NAÍREBED
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DATIM AL A
LA ECONOMÍA
VERDE Y DIGITAL
ABSORBERÁN MÁS DEL
Y SEDADUIC ED SEDER
ED SÁM ED SEDADUICAGEM
50%
M 01
DEL EMPLEO
SETNATIBAH ED
A SAMETSIS NÁRARGETNI
ANABRUARPUS ALACSE
LAS CIUDADES
ABSORBERÁN EL
70%
DEL CRECIMIENTO
DE LA POBLACIÓN
MUNDIAL
LOS RECURSOS
ENERGÉTICOS
SE CONSUMIRÁN CASI AL
100%
DESDE LAS CIUDADES
S40
OÑ
MA 06
DE VEHÍCULOS
ELÉCTRICOS
EN TODO EL MUNDO
04 | 05
MÁS DEL
20%
DE LA POBLACIÓN
SERÁ MAYOR DE
60 AÑOS
LAS
EMISIONES DE
CO2
DEBERÍAN
RECORTARSE
A LA MITAD
REDES DE CIUDADES Y
MEGACIUDADES DE MÁS DE
10 M
DE HABITANTES
INTEGRARÁN SISTEMAS A
ESCALA SUPRAURBANA
CLAVES
PARA DISEÑAR
LAS SMART CITIES
—BY TECNALIA—
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
INNOVACIÓN
TECNOLÓGICA
INNOVACIÓN
SOCIAL
REDES
COLABORATIVAS
ABIERTAS AL
MUNDO
ECO-TECNOLOGÍA
CONCENTRACIÓN
DE TALENTO Y
CONOCIMIENTO
PLATAFORMAS
DE INNOVACIÓN
Y CLUSTERS
NUEVA
ACTIVIDAD
ECONÓMICA
REGENERACIÓN
URBANA
INTEGRAL
VISIÓN DE
FUTURO
DISEÑO Y
DESARROLLO
TERRITORIAL Y
URBANO
CLAVES
PARA DISEÑAR LAS
SMART
CITIES
BY TECNALIA
—Un territorio que apueste por convertirse
en motor de desarrollo económico y social en
el futuro debe desarrollar estas 5 claves, tal
como lo testimonian las ciudades y territorios
con mejores indicadores de un progreso
eficaz, sostenible y responsable.
SMART
INNOVATION &
TECHNOLOGY
SMART
STRUCTURE
—Los proyectos de base territorial
y urbana tienen un potencial
extraordinario como “living labs”
donde desarrollar soluciones
eco-tecnológicas, como
espacios de experimentación y
demostración al servicio de la
innovación.
—Un proyecto de ciudad
inteligente requiere una
estructura inteligente de
liderazgo, impulso y gestión.
Estos procesos demandan
un esquema de gobernanza
inclusiva y abierta a la
colaboración de una
diversidad de actores.
08 | 09
SINERGIAS
ENTRE
INSTITUCIONES
MODELOS DE
GOBERNANZA
INTEGRADOS
SECTOR
PRIVADO
PARTICIPACIÓN
CIUDADANA
COLABORACIÓN
PÚBLICO-PRIVADA
COMPRA PÚBLICA
INNOVADORA
CO-FINANCIACIÓN
SOSTENIBILIDAD
ECONÓMICA
SMART
PROJECT
SMART
FINANCING
ARCHITECTURE
SMART
ECONOMY
—La apuesta por un territorio
inteligente hay que entenderla
como un instrumento al servicio
de una visión de futuro y una
estrategia de transformación que
impulse la sostenibilidad social,
económica y medioambiental.
—La transformación de una
ciudad en Smart City requiere
de un esquema de financiación
inteligente combinando
múltiples fuentes, instrumentos y
fórmulas de partenariado y
co financiación.
—Las ciudades son polos de
concentración de talento y
conocimiento que impulsan la
creación de nuevas actividades
empresariales basadas en el
conocimiento y la innovación.
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
SMART
PROJECT
Desde la antigüedad hasta nuestros días la
humanidad ha ido asentándose en torno a
las ciudades, que se organizan y planifican
con el propósito de mejorar el bienestar, la
prosperidad y la seguridad de los que en ella
habitan. Progresivamente el mundo deja de
ser rural para convertirse en urbano, hasta
tal punto que, en este inicio de milenio,
la mayoría de la población mundial ya ha
pasado a ser urbana y para 2050 se espera
que el 70% de la población del planeta viva
en ciudades.
Este movimiento de urbanización,
plantea un desafío de primer orden a
toda la humanidad y constituye uno de
los principales factores del cambio
económico, demográfico, social y
ambiental de las próximas décadas.
El cómo se vaya produciendo este desarrollo
afectará críticamente a los modos de vida
de todo el mundo, al medioambiente y a la
economía local y global, por lo que resulta
fundamental comprender y evaluar con rigor
e imaginación qué queremos y necesitamos
para las ciudades del futuro.
La paradoja urbana nos remite al hecho de
que la amplitud de este crecimiento urbano
constituye al mismo tiempo la mayor
amenaza para el ecosistema global del
planeta o ecosfera y una de las condiciones
necesarias para su preservación.
Las necesidades de creación, renovación y
mantenimiento de infraestructuras y servicios
que este crecimiento va a generar se pueden
terminar convirtiendo en una extraordinaria
fuerza destructiva para el planeta si no se
abordan desde un diseño urbano inteligente
combinado con la aplicación sensata de
tecnologías limpias.
Ya hoy en día, las ciudades
protagonizan el crecimiento
económico en el escenario global
pero, al mismo tiempo, consumen
una parte desproporcionada de
los recursos naturales mundiales
y son responsables del 80% de las
emisiones de CO2. Este ritmo es
insostenible, pero podemos hacer a
las ciudades parte de la solución si
combinamos nuevos modos de vida
y hábitos de consumo, con un diseño
urbano inteligente y con la aplicación
de tecnologías limpias para una
nueva generación de infraestructuras
y servicios.
Hoy, estos retos nos remiten al desafío
principal del desarrollo sostenible,
entendido como un proceso permanente
de creación, mantenimiento y mejora
de las condiciones de vida y estructuras
básicas a fin de posibilitar a todos los seres
humanos su bienestar dentro de los límites
de los ecosistemas (Cumbre del Desarrollo
Sostenible, Madrid 2006). La sostenibilidad
es el vector para orientar nuestras respuestas
a este reto urbano global de crear, renovar
y mantener las infraestructuras urbanas,
reduciendo al mismo tiempo la huella
ecológica del entorno construido.
Si bien el objetivo final es alcanzar
la “ciudad sostenible”, una ciudad
cuyas componentes económicas, sociales
y ecológicas están armoniosamente
asociadas, la ciudad inteligente (Smart City)
es considerada como la primera etapa de
una transición necesaria hacia conceptos
más elevados. Frente a la complejidad
y diversidad de problemáticas (cambio
climático, calidad de vida, desarrollo
económico inclusivo, cohesión social, etc.)
que afectan a todos los aspectos relativos
a la vida urbana (urbanismo, planificación,
transportes, seguridad, salud, servicios,
alojamiento, etc.), la Smart City propone
un enfoque amplio e integrado donde
la tecnología mejora la eficiencia de las
operaciones de la ciudad, la calidad de
vida de sus ciudadanos y el crecimiento
de la economía local.
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Se trata de convertir el proyecto de ciudad
inteligente en una oportunidad para:
• Los ciudadanos, facilitando acceso a
nuevos servicios y soluciones que
hagan más fácil y confortable nuestra
vida en la ciudad para desplazarnos con
mayor agilidad, para comunicarnos y
para proporcionarnos más seguridad.
•
Las empresas, dándoles una
plataforma en la que desplegar una
amplia variedad de productos y servicios
en ámbitos como la movilidad eléctrica,
la valorización de residuos, la eficiencia
energética y la gestión inteligente de la
energía, la captación y tratamiento de
datos, la interactividad móvil, …
Hablamos de oportunidades
empresariales en el mundo del
transporte, la industria, la energía,
nuevas tecnologías, construcción,
nuevos materiales, …
•
La administración, que puede prestar
sus servicios con mayor eficacia y a
menor coste, poniendo a disposición de los ciudadanos nuevos servicios y más
opciones de comunicación y
participación social.
La actual coyuntura económica refuerza la
importancia de la apuesta, pero obliga a
hacerla con sensatez. La apuesta por la
ciudad inteligente adquiere sentido
en la medida en la que sirve a un
proyecto de futuro. Hoy los retos de
competitividad económica se abordan
a escala de las ciudades y de las
políticas urbanas. Facilitar y promover
el desarrollo económico local es una
prioridad a la que la ciudad inteligente
ha de contribuir.
En definitiva, la escala urbana resulta idónea
para impulsar un sector de soluciones
urbanas ecotecnológicas como cluster
transversal, haciendo confluir la iniciativa
privada con la pública, promoviendo
proyectos piloto de desarrollo territorial y
de rehabilitación urbana, combinando un
diseño urbano inteligente con la aplicación
sensata de tecnologías limpias.
—LA APUESTA POR LA
CIUDAD INTELIGENTE
ADQUIERE SENTIDO EN
LA MEDIDA EN LA QUE
SIRVE A UN PROYECTO
DE FUTURO.
Hoy los retos de competitividad
económica se abordan a escala de las
ciudades y de las políticas urbanas.
Facilitar y promover el desarrollo
económico local es una prioridad a la que
la ciudad inteligente ha de contribuir.
La Smart City propone un enfoque amplio
e integrado donde la tecnología mejora la
eficiencia de las operaciones de la ciudad,
la calidad de vida de sus ciudadanos y el
crecimiento de la economía local.
•
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
SMART
STRUCTURE
Smart City es un concepto complejo,
dinámico, multidimensional, con múltiples
actores y niveles, difuso, sujeto a diversas
interpretaciones, que hace referencia a un
proceso de transformación de la ciudad en el
que los objetivos no suelen estar claramente
delimitados e incluso pueden ir cambiando
a lo largo del proceso. El concepto de Smart
City no sugiere una idea normativa exclusiva
de lo que es una ciudad inteligente sino más
bien de cómo se podría lograr dicha ciudad.
Los proyectos Smart City, de
desarrollo y transformación de
ciudad, son procesos complejos que
responden a una estrategia singular
para generar ventajas sostenibles
vinculadas al territorio y producir
progreso y bienestar para los
ciudadanos.
Estos procesos tienen carácter deliberativo,
requiriendo tanto la colaboración e
interacción de una diversidad de agentes
como la creación y mantenimiento de
espacios de diálogo para compartir
información, experiencias y perspectivas y
generar visiones compartidas. Son procesos
de innovación, que incorporan altas dosis de
experimentación y de construcción abierta y
colaborativa de las propuestas para
la ciudad.
La gestión de esta transformación
demanda un esquema de gobernanza
que reemplace los modos de hacer política
unidireccionalmente, de arriba abajo,
por formas de gobernanza inclusivas y
abiertas a la colaboración de una diversidad
de actores. La participación de los
ciudadanos y de las partes interesadas
(empresas, universidades, centros
de I+D, instituciones y organismos
públicos, …) es fundamental para
el éxito de la Smart City y, en este
contexto, la gobernanza puede ser vista
como la responsabilidad compartida de la
administración pública, el sector privado y
la ciudadanía al tratar los problemas de la
ciudad.
Por otra parte, el desafío de las ciudades
que prevén aplicar enfoques Smart consiste
en lograr una transición de los sistemas
funcionales actuales hacia sistemas más
sostenibles e inteligentes. Los proyectos
y actuaciones promovidos para alcanzar
la visión propuesta, se benefician de los
avances tecnológicos –especialmente TICs–,
pero suponen una expansión creciente de
las infraestructuras y servicios urbanos que
exigen, a su vez, el desarrollo y optimización
de la correspondiente arquitectura
financiera.
Llevar adelante un proyecto de ciudad con
el alcance y planteamiento aquí propuesto
requiere una estructura inteligente de
liderazgo, impulso y gestión. El liderazgo
a escala local es cada vez más relevante
para el crecimiento de ecosistemas
de innovación territoriales, abiertos y
colaborativos, que faciliten, fomenten e
impulsen las infraestructuras físicas y de
conocimiento que lo constituyen como
territorio inteligente, eficaz y atractivo, y
marquen la diferencia de la ciudad como
lugar propicio para la inversión y el desarrollo
de actividades económicas innovadoras.
Las estructuras compartimentadas habituales
en las administraciones locales tradicionales
tienen dificultades importantes para
abordar estrategias que implican intervenir,
de modo integrado y participativo, en
ámbitos de gestión diversos (urbanismo,
transporte, medio ambiente, promoción
económica…), y/o que impliquen concertar
actuaciones entre administraciones a
diferentes niveles, como, por ejemplo, en
el caso del alineamiento entre los planes de
desarrollo urbano y los planes regionales
de especialización promovidos por
Europa. Un enfoque inteligente desarrolla
modelos de gobernanza integrados
que facilitan la coordinación tanto a
nivel interdepartamental como a nivel
interinstitucional (multigobernanza).
12 | 13
Una sociedad sensible a los criterios de
sostenibilidad y eficiencia ha de constituir
también un elemento de impulso
extraordinario para el desarrollo local de una
economía de la eco-eficiencia. Las políticas
de promoción de comunidades dinámicas,
innovadoras y eco-sensibles juegan aquí
un papel crucial, desde las iniciativas
que fomentan la compra pública con
criterios de eco-diseño hasta aquellas otras
orientadas a promover pautas de consumo
responsable o a impulsar nuevas actividades
emprendedoras en el ámbito de la
economía verde.
Las opciones por las que han optado
ciudades de referencia para impulsar y
gestionar este tipo de proyectos estratégicos
son múltiples. En algunos casos se delega
esta función en agencias de desarrollo
separadas de la estructura municipal,
con mayor o menor capacidad de actuación
y dotación de recursos. En cualquier caso,
la relación fluida y acción coordinada con
los departamentos municipales es un factor
clave para el buen desempeño.
Singapur está utilizando su agencia de
desarrollo, Sinbridge, como instrumento
para promover proyectos de desarrollo
urbano en Asia y Latinoamérica, llevando de
la mano un potente ecosistema de empresas
y ayudado por el fondo soberano que le
permite entrar en estructuras de
financiación en partenariado con
agentes locales.
En otros casos, desde el liderazgo
público local se han constituido clusters
y plataformas de innovación para
impulsar el proyecto local al mismo tiempo
que promover el desarrollo de nuevas
soluciones y productos por parte de las
empresas. Copenhague constituyó un
importante Cleantech Copenhagen Cluster
y una serie de plataformas de innovación
en ámbitos como las “smart grids” y la
eficiencia energética, con la participación
de la industria local, empresas tractoras
internacionales, universidades y centros
tecnológicos. Un instrumento que está
adquiriendo una importancia creciente son
las incubadoras y aceleradoras.
La actividad emprendedora está
muy ligada a lo que sucede localmente. Los emprendedores valoran, crecientemente,
las conexiones y los encuentros físicos, el acceso a redes de contactos “cara a cara”
en las que apoyarse para obtener
y contrastar ideas. El reto está en
cómo capitalizar la tendencia hacia la
“urbanización del emprendizaje” para
revitalizar partes de la ciudad y hacerlo en
un contexto de escasez de recursos.
—UN PROYECTO DE
CIUDAD REQUIERE
UNA ESTRUCTURA
INTELIGENTE DE
LIDERAZGO, IMPULSO
Y GESTIÓN.
Las opciones por las que han optado
ciudades de referencia para impulsar
y gestionar este tipo de proyectos
estratégicos son múltiples. En algunos
casos se delega esta función en agencias
de desarrollo separadas de la estructura
municipal mientras que, en otros, se
han constituido clusters y plataformas
de innovación para impulsar el proyecto
local y promover el desarrollo de nuevas
soluciones y productos. Un instrumento
que está adquiriendo una importancia
creciente son las incubadoras y
aceleradoras.
•
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
SMART
INNOVATION &
TECHNOLOGY
Una ciudad Inteligente integra aspectos muy
diversos relacionados con el medioambiente,
los recursos, las infraestructuras, los servicios,
los comportamientos sociales y políticos etc.;
al objeto de progresar en su sostenibilidad
social, económica y medioambiental con el
recurso a la tecnología (TICs) para mejorar
la eficiencia de las operaciones de la ciudad,
la calidad de vida de sus ciudadanos y el
crecimiento de la economía local.
Así lo ha recogido la Sociedad Europea para
la Innovación en Ciudades y Comunidades
Inteligentes en su Plan de implantación
estratégica:
MOBILIDAD
URBANA
SOSTENIBLE
DECISIONES
DISTRITOS
SOSTENIBLES Y
MEDIO AMBIENTE
CONSTRUIDO
INFRAESTRUCTURAS
Y PROCESOS
INTEGRADOS
ATENCIÓN A LOS
CIUDADANOS
CÓMO INCLUIR A LOS CIUDADANOS EN EL PROCESO COMO
ACTOR INTEGRAL PARA LA TRANSFORMACIÓN.
POLÍTICA Y
REGULACIÓN
CREACIÓN DE UN ENTORNO PROPICIO PARA ACELERAR LAS MEJORAS.
PLANIFICACIÓN
INTEGRADA
CÓMO TRABAJAMOS, LÍMITES ADMINISTRATIVOS,
Y CÓMO GESTIONAMOS METAS TEMPORALES.
TRANSFERENCIA DE
CONOCIMIENTO
CÓMO ACELERAR LA TRANSFERENCIA DE EXPERIENCIAS PARA LOGRAR
DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE INNOVAR Y COMPARTIR DICHO CONOCIMIENTO.
MÉTRICAS E
INDICADORES
QUE PERMITAN A LAS CIUDADES DEMOSTRAR MEJORAS
EN EL RENDIMIENTO DE UNA MANERA EMPÍRICA.
OPEN
DATA
ENTENDER CÓMO SACAR PARTIDO DE LAS CADA VEZ MÁS COMUNES
BASES DE DATOS; HACIÉNDOLAS ACCESIBLES-PERO SIEMPRE
RESPETANDO LA PRIVACIDAD DE LAS MISMAS.
PERSPECTIVAS
NORMAS
FONDOS
MODELOS DE NEGOCIO,
APROVISIONAMIENTO Y
SOLUCIONES FINANCIERAS
QUE PROPORCIONAN UN MARCO PARA DAR CONSISTENCIA,
FAMILIARIDAD Y HABITUALIDAD; SIN INHIBIR LA INNOVACIÓN.
LOCALES TANTO DENTRO DEL ÁMBITO DE LA UE COMO
DE MERCADOS MÁS GLOBALES.
Energías alternativas,
transporte público,
logísticas eficientes,
planificación.
Mejorar la eficiencia
energética de los
edificios y de los
distritos, aumentar
la proporción de
fuentes de energía
renovables utilizadas
y la habitabilidad de
nuestras comunidades.
—
Áreas prioritarias (European Innovation Partnership on Smart Cities and Communities: Strategic Implementation Plan;
http://ec.europa.eu/eip/smartcities/files/sip_final_en.pdf)
Energía, TIC,
Transporte - conectar
los activos de
infraestructuras para
mejorar la eficiencia y
la sostenibilidad de las
ciudades.
Llevar a la práctica este planteamiento
requiere identificar, escoger e integrar las
soluciones y tecnologías idóneas con criterio
sensato e independiente, poniéndolas
al servicio de un proyecto inteligente de
ciudad. Requiere también atender a un
segundo factor de relevancia vinculado al
tecnológico: el modelo económico y de
negocio. Nos encontramos a las puertas
del despliegue de una amplia variedad
de productos y servicios de fuerte base
tecnológica para los que la velocidad y éxito
de su despliegue va a depender en gran
medida de la idoneidad y aceptación social
de los modelos económicos y de negocio
con los que se presenten al mercado.
El trinomio tecnología-mercado-modelo
de negocio constituye el núcleo básico
de actuación para el despliegue de las
innovaciones de base tecnológica.
La tecnología no es solo una herramienta
para resolver problemas. Juega, también,
un papel muy relevante como palanca
para crear nuevos negocios, facilitando
la generación de una industria renovada
basada en el conocimiento y la innovación.
Ahora bien, esta función creadora de
negocio requiere hibridar la tecnología con
otras clases de conocimiento e innovación,
haciendo esencial la colaboración entre
múltiples actores.
14 | 15
En la actualidad estamos asistiendo a la
emergencia de una nueva naturaleza de
la innovación, siguiendo el paradigma
de la innovación abierta descrito por
Henry Chesbrough hace ya más de una
década, donde el modo colaborativo
de crear negocio incorporando ideas,
conocimiento y activos externos está
cobrando cada vez mayor relevancia
y los partenariados, las redes de
colaboración y las relaciones en círculos
diversos y niveles regionales y globales
adquieren un protagonismo sin
precedentes.
Como señalaba Amar Bhidé, destacado
experto en dinámicas de creación económica
de base tecnológica (y miembro del Scientific
Advisory Committee de TECNALIA),
el diálogo fluido con proveedores, clientes
y usuarios es un mecanismo esencial
de coordinación en una economía
descentralizada basada en la innovación.
Un diálogo que fluye solo cuando se da
un contexto de relaciones sostenidas y de
confianza, de ahí la relevancia de disponer
de un marco relacional estable, como el que
ofrecen los “living labs”, con una variedad de
agentes tanto empresariales o institucionales
como los usuarios finales, para construir
oportunidades de negocio en esta nueva
economía de la colaboración.
En efecto, los “living labs” urbanos
constituyen ecosistemas locales
donde la colaboración entre industria,
organizaciones gubernamentales y
ciudadanos para el logro de objetivos
específicos locales, genera la densidad
relacional y de interacción necesaria
para el desarrollo de la nueva
economía creativa y se convierten,
así, en espacios donde la innovación
tecnológica es también innovación
social.
Los proyectos de base territorial y urbana
tienen un potencial extraordinario como
“living labs” donde desarrollar soluciones
eco-tecnológicas, como espacios de
experimentación y demostración al servicio
de la innovación. Los ejemplos de ciudades
como Copenhague o Boston resultan
paradigmáticos por haber hecho de sus
proyectos “living labs” donde experimentar
y demostrar innovaciones tecnológicas,
nuevos productos, servicios avanzados y
modelos de negocio.
Una vez que un territorio cuenta con una
mínima infraestructura de conocimiento
y tecnológica ha de ser capaz de utilizar,
también, su propio mercado interior como
laboratorio de experimentación para ensayar
distintos modelos de negocio, apoyando
así el desarrollo de nuevas soluciones,
productos y servicios avanzados por parte
de la industria. La existencia de un mercado
interior de carácter innovador en sus
comportamientos de compra es un factor
clave para el desarrollo de una industria
local innovadora, comenzando por la propia
administración como comprador público.
De ahí la relevancia de promover y articular,
entre otros, procesos de compra pública
innovadora en los proyectos estratégicos
de desarrollo territorial y urbano.
La adopción de las innovaciones por
parte de los mercados requerirá, además,
nuevos modelos de negocio que
concilien los intereses del municipio, de la
empresa y del ciudadano. Por una parte, las
limitaciones presupuestarias y la magnitud
de las inversiones requeridas empujan a
las ciudades a buscar nuevos modos de
financiación y desarrollar estrategias de
cooperación público-privada sostenibles
y orientadas a mercado. Por otra, el
concurso de las empresas que aportan no
solo su dominio tecnológico sino también
su capacidad financiera, requiere ensayar
nuevos modelos de partenariado, menos
costosos y mejor adaptados a los desafíos
abordados, compartiendo riesgos y
beneficios.
La innovación es la única estrategia que
asegura la sostenibilidad a largo plazo,
respondiendo a los retos del desarrollo
socioeconómico en la escala del
territorio e impulsando una economía
más verde y sostenible. En este escenario
“smart” caracterizado por la necesidad de
innovación y tecnología, existe un espacio
de oportunidad abierto a nuevas maneras
de entender la ciudad y el territorio y de
intervenir en ellos, promoviendo proyectos
piloto a escala real, demostrativos de
tecnologías orientadas a conseguir entornos
urbanos “low carbon”. Es esencial para el
futuro de las ciudades hacer confluir estos
conceptos de Inteligencia Urbana y
EcoTecnología, generando propuestas
integradas en el campo de las Soluciones
Urbanas, para responder a los retos de
la ciudad del siglo XXI, en los que se
necesitarán nuevos modelos, estructuras e
instrumentos, como las redes colaborativas,
plataformas de innovación, “living labs”
y partenariados, que van adquiriendo un
mayor protagonismo como palancas de
desarrollo de oportunidades económicas
basadas en la innovación y la tecnología.
—LOS LIVING LABS
URBANOS SON
CATALIZADORES DE
NUEVAS SOLUCIONES
EN ESPACIOS DONDE
LA INNOVACIÓN
TECNOLÓGICA ES
TAMBIÉN INNOVACIÓN
SOCIAL.
Los “living labs” urbanos constituyen
ecosistemas locales donde la colaboración
entre industria, organizaciones
gubernamentales y ciudadanos para el
logro de objetivos específicos locales,
genera la densidad relacional y de
interacción necesaria para el desarrollo de
nueva economía creativa y se convierten,
así, en espacios donde la innovación
tecnológica es también innovación social.
•
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
SMART
FINANCING
ARCHITECTURE
Hoy, muchas ciudades buscan su camino
para transformarse en ciudades inteligentes,
impulsando los denominados proyectos
Smart City. La transformación de una ciudad
en Smart City requiere, no obstante, una
financiación considerable. Si bien una parte
del proyecto puede ser financiado gracias a
mecanismos tradicionales de contratación,
las restricciones presupuestarias y la
magnitud de las inversiones requeridas
empujan a las ciudades a buscar
nuevos modos complementarios de
financiación.
El contexto en Europa es positivo.
En 2012, la Comisión Europea (CE) puso
en marcha una nueva iniciativa, “European
Innovation Partnerships on Smart City and
Communities” que tiene como objetivo
poner en común recursos europeos para
desarrollo de Smart Cities con el fin de
apoyar proyectos urbanos de demostración
en energía, transporte y TICs. Europa va
a promover proyectos de demostración
a gran escala (“lighthouse projects”) con
soluciones urbanas integradas (energía,
transporte, TICs, ...) como instrumento para
avanzar hacia los objetivos 20/20/20 de
sostenibilidad. Ahora bien, se va a requerir
de las ciudades que cuenten con estructuras
de partenariado y de co-financiación
adaptadas a la complejidad de los proyectos.
Obviamente, existen diferentes
modelos de financiación, desde la
totalmente pública a la financiación
privada pero, en particular, la
contratación mediante fórmulas
de Colaboración Público Privada
(CPP) resulta de especial interés
para los proyectos de Smart City
ya que permite compartir riesgos y
beneficios.
La CPP es un concepto que engloba
diferentes tipos de cooperación entre
el Sector Público y el Sector Privado
en lo relativo a la contratación de
infraestructuras y servicios para mantener
la actividad y fomentar la innovación en
las empresas tecnológicas a la vez que
se mejoran y evolucionan los servicios
públicos garantizando la sostenibilidad
presupuestaria.
Los contratos CPP tienen un potencial
de aplicación muy amplio y son una
herramienta que garantiza la ejecución
y explotación de los proyectos al tiempo
que asegura al sector privado implicado
en los mismos un retorno económico
competitivo.
No obstante, las ventajas de una
fórmula de contratación CPP van más
allá del ámbito presupuestario ya que
favorecen la innovación y permiten
acelerar el desarrollo de nuevos
servicios, de más calidad y con un
mayor impacto social.
En la mayoría de los casos, los contratos CPP
comprometen unos recursos muy elevados,
lo que conlleva la necesidad de acudir a
fuentes de financiación ajenas a las
que son propias de los promotores de los
proyectos. Entre las diferentes fuentes de
financiación pública, la Unión Europea (UE)
–como principal impulsor de los proyectos
de Smart City– es la que dispone de un
mayor potencial financiador.
El presupuesto UE 2014 – 2020 abre
importantes oportunidades a las ciudades.
El Fondo de Desarrollo Regional, FEDER,
exige que un mínimo del 5% de los
fondos se destinen a acciones integradas
para el desarrollo urbano sostenible
(16.000 millones de Euros), ejecutables
potencialmente a través de la
herramienta ITI.
16 | 17
La Inversión Territorial Integrada (ITI)
es una herramienta que permite a los
Estados Miembros implementar Programas
operativos de una forma transversal y recurrir
a la financiación de varios ejes de prioridad,
de uno o más Programas operativos, para
garantizar la ejecución de una estrategia
integrada en un territorio. ITI es un
instrumento que fomenta el uso integrado
de fondos (incluyendo FEDER, FSE, FC)
a fin de provocar un mejor resultado con
la misma cantidad de inversión pública,
asegura la implicación de los agentes locales
y ofrece una mayor seguridad con respecto a
la financiación a los promotores.
Además de los fondos para el desarrollo
urbano citados, los proyectos de Smart
City pueden beneficiarse de otros fondos
procedentes de la UE, tales como el
Programa Marco para la Investigación y
la Innovación H2020, el Programa para la
Competitividad de las Empresas COSME,
los fondos de Desarrollo Rural EAFRD o el
programa LIFE para el medioambiente y
cambio climático, principalmente.
Por otra parte, están los instrumentos
financieros que catalizan recursos públicos y
privados para lograr un efecto multiplicador
de la inversión en proyectos de alto valor
socioeconómico que son financieramente
sostenibles pero que no resultan atractivos
para los fondos privados por su perfil de
riesgo o plazo de maduración. Citaremos por
su importancia la iniciativa de la Comisión
Europea desarrollada conjuntamente con
el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el
Banco de Desarrollo del Consejo de Europa
(CEB), JESSICA (Joint European Support
for Sustainable Investment in City Areas)
mediante la cual se financian proyectos
integrados y sostenibles de desarrollo
urbano. Otros instrumentos relevantes:
RSFF (Risk Sharing Finance Facility) o ELENA
(European Local ENergy Assistence).
En fin, no quisiéramos concluir sin una breve
referencia a la compra pública innovadora
(CPI) que si bien no es un instrumento
de financiación propiamente dicho, sí es
un mecanismo eficaz para fomentar la
innovación empresarial y que, en definitiva,
financia la I+D que necesita una empresa
para acudir a una licitación pública. Se trata
de la adquisición, por parte de los entes
públicos, de bienes y servicios novedosos,
que se introducen por primera vez en
el mercado.
Tanto la UE como España disponen de
mecanismos de financiación de la CPI.
La UE apoya a través de Horizon 2020
tanto la creación de redes para el fomento
de la CPI e intercambio de buenas prácticas,
como la realización de compras conjuntas
transfronterizas a ser realizadas por
compradores públicos de al menos tres
Estados Miembros o Asociados. En España,
además de los proyectos de co-financiación
a través de los fondos europeos, existen
otras dos vías. Una de ellas es a través del
programa INNODEMANDA, gestionado
por el Centro para el Desarrollo Tecnológico
Industrial (CDTI), mediante el que las
empresas que concurran en los procesos de
licitación de CPI podrán recibir financiación
de CDTI para las actividades de I+D a
través de un procedimiento de evaluación/
concesión acelerado. Con INNOCOMPRA
se apoyan las actuaciones en CPI en
CC.AA. con fondos tecnológicos FEDER.
Es un sistema de apoyo del Ministerio de
Economía y Competitividad a organismos
y entes públicos de las comunidades
autónomas para apoyar proyectos de I+D+i
susceptibles de recibir ayudas del Estado,
siempre que una parte sustancial de esos
programas conlleven contratos denominados
de Compra Pública Innovadora.
—LAS FÓRMULAS
DE COLABORACIÓN
PÚBLICO PRIVADA (CPP)
RESULTAN DE ESPECIAL
INTERÉS PARA LOS
PROYECTOS DE SMART
CITY YA QUE PERMITEN
COMPARTIR RIESGOS Y
BENEFICIOS.
Los contratos CPP son una herramienta
que garantiza la ejecución y explotación
de los proyectos al tiempo que asegura
al sector privado implicado en los mismos
un retorno económico competitivo.
Además, favorecen la innovación y
permiten acelerar el desarrollo de nuevos
servicios, de más calidad y con un mayor
impacto social.
•
EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
SMART
ECONOMY
Según las proyecciones de la ONU,
la explosión demográfica del siglo XXI
se caracteriza por la concentración de la
población en las ciudades, modesta en los
países desarrollados, pero espectacular en
el resto del mundo. Hoy, lo que vemos es
un mundo cada vez más urbano, se está
construyendo más ciudad que nunca.
Solo China está construyendo más tejido
urbano que en cualquier época anterior.
El mundo no es plano sino policéntrico.
Y sus centros son las ciudades y, cada vez
más, las ciudades-región que se postulan
como realidades emergentes en los últimos
tiempos.
Esta dinámica tiene su lectura en el plano
económico: las 30 mayores ciudades van
a protagonizar el 20% del crecimiento
económico global entre 2010 y 2020
(The Global Cleantech Report 2012).
La dinámica de creación de riqueza,
indisociable de la concentración de la
innovación y del talento, se da ante todo
y antes que nada en las metrópolis, que
juegan un rol crucial en la transición hacia
la economía del conocimiento ya que
albergan una parte cada vez mayor de la
población mejor formada, más creativa y
emprendedora. Las ciudades (y ciudadesregión) son polos de concentración de
talento y conocimiento en las que se
gestará, cada vez más, el futuro del
crecimiento económico. Su desarrollo
reconfigura las economías, concentrando
un poder económico y político cada vez
más importante, hasta alzarlas al nivel de los
Estados e, incluso, superándolos.
Sin embargo, conviene considerar
(J. Haëntjens, Futuribles, nº 398, 2014)
que si en 1991 Saskia Sassen describía
una economía mundial liderada por una
quincena de ‘ciudades globales’, hoy en día
la consultora McKinsey cita que los dos
tercios del crecimiento del próximo
decenio estarán protagonizados por
600 grandes ciudades. Igualmente
estima que el mayor crecimiento
lo realizarán las ciudades de talla
intermedia (entre uno y tres millones de
habitantes) y no las grandes locomotoras
como Nueva York, Londres, Paris o Tokio.
La mayor volatilidad de las empresas y sus
colaboradores, y el desplazamiento hacia
el este y el sur del centro de gravedad
económico del planeta, impiden asegurar la
posición dominante de las antiguas ciudades
globales.
Uno de los principales desafíos económicos
de este crecimiento será la financiación de
infraestructuras, en particular las redes –de
transporte de personas y mercancías, de
fluidos, de energía, de información, de
desechos, etc.– cuyos costes de construcción
y mantenimiento se van a disparar a medida
que se extienda el conglomerado urbano.
Estas infraestructuras básicas son,
no obstante, una condición esencial para
el buen funcionamiento de las ciudades
del futuro.
La expansión metropolitana, a su vez,
cuestiona el tradicional concepto de
‘ciudad’ eliminando los límites de la misma,
absorbiendo el espacio periurbano en
beneficio de su extensión en grandes
zonas urbanas, entrelazando múltiples
zonas funcionales (alojamiento, actividades,
comercio, ocio, etc.) y ramificando sus
actividades en territorios inmensos.
Un cada vez mayor número de economistas
proponen que es tiempo de “repensar la
economía a través de los territorios”.
La entrega, en 2008, del premio Nobel
de economía a Paul Krugman, uno de los
fundadores de la nueva economía territorial,
refuerza su credibilidad. Esta economía
territorial se basa en la idea de que las
riquezas y las competencias tienden a
polarizarse en algunos puntos del planeta,
pero no en cualquiera, sino más bien en
torno a las metrópolis, que ofrecen “costos y
facilidades de intermediación” especialmente
competitivos. Las grandes ciudades están,
generalmente, en el núcleo de ciudades
más pequeñas que les aportan grandes
ventajas competitivas.
18 | 19
Lo urbano es un potente creador de riqueza.
Es el lugar privilegiado que concentra
talentos, capitales, comercios y materias
primas para la creación de riqueza en
la ciudad y, también, fuera de ella. Esta
capacidad de transformar recursos en
riquezas se mide mediante el concepto de
atractividad. La atractividad económica
se convierte en el elemento determinante
de la actividad, de las ventajas comparativas,
de la excelencia, del desarrollo de mercados
y, en fin, del empleo. Pero no es suficiente.
Además, hace falta captar los recursos
financieros y, sobre todo, intelectuales y
humanos necesarios a la creación de nueva
actividad económica de alto valor, basada en
la innovación y la tecnología.
Como ha argumentado Daniel Innerarity,
la economía creativa tiende a territorializarse,
a elegir espacios propicios para la relación
de red y el intercambio. En particular,
la densidad relacional que caracteriza al
entorno urbano lo convierte en un lugar
idóneo para el desarrollo de esta nueva
economía creativa y del conocimiento.
Los espacios urbanos híbridos
y favorecedores de diversidad e
interacción pueden ser auténticos
centros de innovación y creación
económica.
También Richard Florida, conocido por
su desarrollo del concepto de “clase
creativa” en torno a la regla de las tres T:
“Talento, Tecnología, Tolerancia”,
ha señalado las ventajas diferenciales que
tiene el territorio urbano para emprender
nuevas actividades empresariales de
carácter innovador. Los productos de base
tecnológica y servicios innovadores son cada
vez más multidisciplinares, requieren de una
diversidad de conocimientos y se benefician
de la colaboración transversal con usuarios y
adoptadores tempranos. En esta línea,
hoy en día es ampliamente aceptado que la
creación de nueva actividad económica
basada en la innovación y la tecnología
responde a un modelo abierto
–requiere diversidad de actores, disciplinas
y aproximaciones–, es transversal –sucede
en los cruces entre ámbitos o sectores
establecidos– y emergente –no es
fácilmente pronosticable a priori–.
Estamos asistiendo a movimientos
importantes de ciudades como es el
caso de Singapur que presenta los
mejores indicadores de sostenibilidad
en Asia. Es un territorio completamente
urbano, una ciudad-estado, de pequeño
tamaño, intensamente industrializado y
económicamente muy avanzado.
Ha planteado las soluciones urbanas como
prioridad económica para los próximos años
utilizando la ciudad como escenario para
el desarrollo de proyectos experimentales
a escala real. Es un buen ejemplo de
cómo utilizar la experiencia adquirida y la
excelencia de sus proyectos estratégicos para
impulsar un sector empresarial local que,
hoy, está detrás de muchos de los proyectos
de nuevas ciudades en Asia.
—LAS CIUDADES
SON POLOS DE
CONCENTRACIÓN
DE TALENTO Y
CONOCIMIENTO EN LAS
QUE SE GESTARÁ, CADA
VEZ MÁS, EL FUTURO
DEL CRECIMIENTO
ECONÓMICO.
La dinámica de creación de riqueza,
indisociable de la concentración de la
innovación y del talento, se da ante todo
y antes que nada en las metrópolis, que
juegan un rol crucial en la transición hacia
la economía del conocimiento ya que
albergan una parte cada vez mayor de la
población mejor formada, más creativa y
emprendedora.
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EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A
CREEMOS EN
LAS CIUDADES,
EN SU POTENCIAL
DE PROGRESO, EN SU
ROL CATALIZADOR
DE INNOVACIÓN Y EN
SU CAPACIDAD PARA
CONSTITUIRSE EN
MOTORES DE
DESARROLLO
ECONÓMICO.
Este es uno de los grandes desafíos
por los que TECNALIA apuesta
en los próximos años, aportando
soluciones innovadoras y tecnológicas
capaces de crear ciudades
inteligentes y sostenibles que generen
oportunidades de negocio.
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AUTORES
Fernando Espiga
Director
División Emergentes
TECNALIA
Dr. Gotzon Azkarate Garai-Olaun
División Estrategias de Innovación
TECNALIA
HACIA UN
FUTURO
INTELIGENTE
5 CLAVES PARA DISEÑAR
LAS SMART CITIES
DESCARGUE NUESTRO
INFORME EL FUTURO DE LAS CIUDADES:
www.tecnalia.com/images/stories/Eventos/Informe_Futuro_Ciudades_TECNALIA.pdf
www.tecnalia.com