Oportunidades desde una crisis: el fin del principio - Colegio de

Oportunidades desde una crisis:
el fin del principio
José Francisco Sáez Rubio
Descriptores
Modelos profesionales
Reconocimiento
Directiva 2005/36
Internacionalización
Expatriación
Emigración
Introducción
Nuestro colectivo sufrió una cantidad ingente de pruebas
clínicas que se pusieron en común durante el VI Congreso de
Ingeniería Civil, celebrado el pasado febrero.
La diagnosis de nuestro enfermo fue extremadamente
acertada. Lo que personalmente eché en falta en mi condición
de familiar del enfermo, es el tratamiento a seguir para su
recuperación y los hábitos saludables que deberá incorporar
una vez restablecido. En este artículo haré un breve análisis
previo para poder identificar las coordenadas y oportunidades profesionales de nuestros compañeros en un contexto de
incertidumbre internacional, y por tanto, una oportunidad
para la reflexión.
La definición de nuestra profesión
Para ello, comenzaré identificando a nuestra profesión dentro
del marco mundial de la misma. Quede claro que en este
artículo se utilizará la denominación de Ingeniero Civil como denominador común del más alto nivel de capacitación
profesional del sector de la ingeniería civil, no desmereciendo
en ningún caso la denominación de nuestro colectivo, el de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
La definición de la profesión de Ingeniero Civil consensuada y aceptada por todos los países del mundo no ha
sido en ningún caso desarrollada por los miembros de este
colectivo, puesto que la misma está ofrecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su clasificación de
ocupaciones ISCO (International Standard Classification of
Occupations) del año 2008.
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Los Ingenieros Civiles desarrollan labores de investigación
y consultoría y construcción, así como gestionan la operación y
mantenimiento de estructuras de ingeniería civil, e investigan
sobre los aspectos tecnológicos de determinados materiales.
Frente a la ambigüedad de esta definición clasificable
como de compromiso por la mayoría del sector, la definición
de la profesión tuvo incluso más problemas cuando intentó
reflejarse en la Carta de la Ingeniería Civil realizada por el
Consejo Europeo de Ingenieros Civiles. Durante los estudios
que precedieron a la configuración del texto se pudo demostrar que los ámbitos de actuación de los ingenieros civiles en
cada uno de los países europeos eran distintos y por tanto, era
muy delicada la definición de dichos campos de actuación.
A este reto se enfrentó la Comisión Europea mediante el
desarrollo de su directiva 2005/36, creyendo que la mera denominación común de una actividad implicaba las mismas capacitaciones profesionales en cada uno de los países de la Unión
Europea, lo cual vino a ser clarificado por el Tribunal Superior
de Justicia de las Comunidades Europeas en varias de sus sentencias, que identificó la necesidad de la creación de un acceso
parcial a las profesiones, para salvaguardar los derechos de los
profesionales con ámbitos de actuación más restringidos. Por
lo tanto, parafraseando a algún político, podríamos decir que la
definición de Ingeniero Civil es un concepto discutido y discutible.
Antecedentes
A este respecto, dicen que hay cosas que nunca cambian y que
todo ha de cambiar para que nada cambie. Como muestra
dos botones:
1. Hace doscientos años se ganaban las elecciones diciendo
que por un pueblo pasaría el ferrocarril, doscientos años
después el cambio más importante es que el ferrocarril en
cuestión es de Alta Velocidad.
2. Hace diez años Bolonia prometía una remodelación de la
estructura académica de las titulaciones para poder armonizarlas en el contexto europeo y hacerlas más claras para
el usuario y la sociedad, diez años después se ha conseguido una segmentación de las titulaciones, una redenominación de las mismas y una absoluta metástasis académica
que pone en riesgo el marco de las profesiones reguladas
tal como las conocemos.
Consideraciones previas aparte, lo cierto es que si bien
algunos consideran que la profesión necesita entrar en el siglo
xxi, existe aún mucho trabajo en el siglo xix; más de la mitad
del mundo sigue en el siglo xix y necesitan llegar al xx para
poder llegar a ser competitivo en algo que no signifique el
precio de la mano de obra.
Hemos de tener en cuenta que a día de hoy, la mejora del
índice de desarrollo humano (IDH) de la ONU se basa sobre
el trabajo de nuestro colectivo. Recordemos una serie de cifras provenientes del Banco Mundial (BM) y la International
Roads Federation (IRF):
— 1400 millones de personas sin acceso a electricidad (BM)
— 880 millones de personas viven sin agua potable (BM)
— 2600 millones de personas sin acceso a saneamiento básico
(BM)
— 1000 millones de personas se encuentran a más de 2 km
de una carretera (IRF).
Lo cierto es que el conformismo de la abundancia atrajo
al espíritu de la cigarra, producida por un círculo vicioso de
dinero extremadamente barato que ha permitido alcanzar un
consumo record de cemento por habitante y día en el mundo,
ha traído una sobreoferta puntual de otro recurso, el técnico.
Mucha razón llevan los que dicen que los ajustes son necesarios, pero obvian la tragedia griega que conllevan: la bacanal
fue dionisíaca pero ahora hay que pagarla. Hasta aquí un
análisis que algunos caracterizarán de simplista.
Crisis, ¿qué crisis?
Es relativamente difícil decir que una profesión está en crisis cuando su demanda en EE.UU., según el Employment
Projections program del U.S. Bureau of Labor Statistics, se
espera que crezca un 19% en el periodo 2010-2020, cifra superior a la media del país (ingenieros civiles 19%, crecimiento
medio 14%, ingenieros 11%).
En este mismo sentido, se arrojan cifras de crecimiento
en la empleabilidad de los ingenieros civiles en Australia,
con cifras de crecimiento de 31,4% frente al 13,1% de la
media nacional en los últimos 5 años, y unas expectativas
muy buenas de crecimiento de acuerdo con el Job Outlook
del Department of Education, Employment and Workplace
Relations del Gobierno Australiano.
Para más información: <http://joboutlook.gov.au/pages/
occupation.aspx?code=2332>.
Una última aportación es la declaración realizada por el
presidente de CONFEA (Conselho Federal de Engenharia e
Agronomia) durante su intervención en la Asamblea General
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del Consejo Europeo de Ingenieros Civiles en Zaragoza,
2010, que cifraba las necesidades de Brasil en 50 000 profesionales durante el periodo 2010-2015.
Sin embargo, en estos océanos de beneficios existen mares
de pérdidas, y es en este mar de pérdidas en el que a día de
hoy, nuestro colectivo se está ahogando.
Datos de desempleo de colegiados de la última promoción de un 70% e índices de desempleo del 30% en las últimas cinco promociones, demuestran que existe un desajuste
de intereses no coincidentes entre universidades y empresas.
Sin embargo, si presentamos esta cifra en términos absolutos,
2700 colegiados, comparada con las necesidades de ingenieros civiles que requiere Brasil para su crecimiento hasta el año
2015, 50 000, esta situación algunos la tacharían de ridícula.
Ahora bien, esta pedantería estadística no tiene en cuenta
uno de los paradigmas fundamentales y paradójicos de nuestra profesión. Esta, nuestra profesión, es una profesión regulada altamente cualificada que se encuentra en un mercado
con barreras de acceso legales.
Lo que sí está claro es que la globalización se ha convertido en una tecnología disruptiva, y como toda tecnología
disruptiva, su entrada en el mercado destruye valor. En este
caso, la remuneración de un servicio profesional.
Nuestro potencial
Ahora bien, realizando un cierto examen, se encuentran
ciertos factores que nos convierten en un colectivo extremadamente competitivo, con una situación muy parecida a la de
Japón en el año 1945, donde solo podían exportar una cosa:
japoneses. El paralelismo con esta situación es aún mayor de
lo que a primera vista pudiera parecer.
No quisiera hacer una apología reduccionista de la cultura
japonesa y hacer un paralelismo zafio, pero sí es verdad que
nuestras virtudes pueden ordenarse en un acróstico de las
iniciales de nuestra profesión:
• Idioma: nuestra lengua en este momento es la segunda lengua más hablada del planeta y la hablada en muchos de los
países que en este momento se encuentran en un proceso
de cubrir sus carencias de su stock de infraestructuras, junto
con una actitud positiva de la mayoría del mundo para con
nuestro país.
• Capacitación: nuestra formación es una formación de carácter generalista, de calidad y que conforma una capacidad
de análisis envidiable.
• Compromiso: el compromiso de nuestro colectivo es una
demostración de la capacidad de sacrificio asumida tanto
en sus años de formación como el alineamiento profesional
para con los del empleador.
• Procedimiento: nuestra forma de trabajar que se adecua con
el objetivo, no pecando de sobreplanificación, pudiendo
afrontar soluciones versátiles a situaciones inesperadas que
siempre aparecen.
Sobre estas virtudes, también hemos de entender algo que
no es obvio. Aquello que no se comunica adecuadamente, no
existe. Esa es la paradoja de que las empresas españolas puedan ser consideradas punteras en nuestro sector, mientras que
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las empresas extranjeras no consideren a ese mismo nivel a
nuestros profesionales. Por ello, es necesario enriquecer la experiencia internacional de nuestro colectivo y su reputación.
La experiencia internacional
La interpretación histórica de la carrera internacional como la
expatriación de un profesional al extranjero, considerando esta
situación como mérito futuro en su desarrollo profesional en
una empresa española, ha sido en muchos casos superada por
los acontecimientos. Estos acontecimientos nos obligan a la
identificación de los distintos tipos de experiencia internacional que nos ofrece el mercado. Antes de entrar en profundidad
en este análisis, es necesario ser consciente que uno de los valores que es fundamental para cualquier carrera internacional
es la deslocalización.
Estos tipos de experiencia internacional se pueden clasificar en tres grandes grupos, que son los siguientes: la inserción en un mercado sin carácter de permanencia, la inclusión
en un mercado nacional distinto del propio con vocación
de permanencia en el mismo, y la inmersión en un sector de
dimensión mundial.
• La inserción está basada sobre la concepción de un ejercicio
profesional temporal en un país para la posterior vuelta a
España. Este modelo es el más cercano a la expatriación
clásica, si bien en muchos casos el empleador será una
empresa del mercado de destino o una empresa extranjera
distinta de la española, que requiere de un talento concreto para un periodo concreto. Esta opción suele ser la más
apetecible en una primera instancia para resolver el periodo
coyuntural de la crisis, si bien las experiencias internacionales dejan una huella indeleble en la carrera profesional, haciendo que las empresas deseen aflorar ese valor ofreciendo
nuevas experiencias internacionales.
• La inclusión tiene vocación de permanencia en un mercado
distinto del de origen. En este caso, el empleador buscará el
talento de nuestros profesionales con el fin de poder mejorar su cultura empresarial, procedimientos, conocimientos
o su capacidad de interlocución con el mercado destino.
Esta experiencia internacional tiene una proyección importante en tanto en cuanto convierte al profesional en atractivo para las empresas españolas debido a su conocimiento
de un mercado.
• La inmersión es una experiencia que asume la globalización
como precepto básico de la experiencia profesional. Los
empleadores requieren de profesionales de un elevado
perfil con capacidad de gestión en ambientes distintos y
sobre todo lo que eufemísticamente definen algunos como
disponibilidad para viajar. Los negocios expuestos a esta
experiencia son aquellos sectores que no pueden depender
únicamente de un solo mercado nacional y cuya tecnología
debe competir a nivel mundial para su rentabilidad.
La identificación del tipo de experiencia profesional tiene
como objetivo el conocer no solo el tipo de experiencia en sí
misma, sino conocer el carácter de temporalidad o no de ese
periodo, ya que muchos países regulan el ejercicio temporal
de una manera distinta que un ejercicio permanente.
Destinos y modelo profesional
Una vez revisados los tipos de experiencia profesional, es
necesario conocer los tipos de modelos profesionales que nos
podemos encontrar en los distintos países con el fin de que no
nos sorprendan los requisitos a cumplir para ejercer, ya sea de
manera temporal o permanente, en un país.
Se puede definir modelo profesional como todos aquellos
condicionantes de acceso, ejercicio y responsabilidad profesional que se estructuran en un país para asegurar la calidad
de una serie de servicios de especial interés de la sociedad y
salvaguardar a la misma frente a una mala praxis profesional.
Lógicamente, cada sociedad y administración identifica distintos campos como de especial sensibilidad, por lo tanto, no
es descabellado que una actividad profundamente regulada
en un país, esté desregulada en un país limítrofe.
Para clarificar los modelos profesionales posteriores son
necesarias las definiciones de profesión regulada y título protegido de acuerdo con el artículo 3 de la directiva para el
reconocimiento de cualificaciones profesionales CE 2005/36.
• Profesión regulada: actividad o conjunto de actividades profesionales cuyo acceso, ejercicio o una de las modalidades
de ejercicio están subordinados de manera directa o indirecta, en virtud de disposiciones legales, reglamentarias o
administrativas, a la posesión de determinadas cualificaciones profesionales; en particular, se considerará modalidad
de ejercicio el empleo de un título profesional limitado
por disposiciones legales, reglamentarias o administrativas
a quien posea una determinada cualificación profesional.
• Título protegido: profesión ejercida por los miembros de
una asociación u organización que tendrán por objeto
en particular promover y mantener un nivel elevado en
el ámbito profesional en cuestión. Para la realización de
dicho objetivo, gozarán de un reconocimiento especial por
parte de un Estado miembro y expedirán a sus miembros
un título de formación, garantizarán que cumplen normas
profesionales dictadas por ellas y les otorgarán el derecho
a utilizar profesionalmente un diploma, una abreviatura
o un rango correspondiente a dicho título de formación.
Dentro de las singularidades particulares de cada uno de
los países podemos definir cuatro grandes familias de modelos
profesionales. Quede claro que la pertenencia de dos países a
una misma familia no asegura una mejor disposición para el
reconocimiento de sus profesionales.
La primera familia engloba a los países de profesión regulada por su ámbito de competencia profesional. Este grupo
de países suele tener una regulación específica que identifica
las profesiones con el título académico correspondiente, o lo
que se conoce como título habilitante. Esto significa que los
conceptos de reconocimiento profesional y homologación
académica son equivalentes. El ejemplo más patente de este
modelo es España. Los países que disfrutan de este modelo
profesional son en su mayoría de habla española y portuguesa, si bien en algunos de ellos existen requisitos complementarios de formación necesarios que hacen una habilitación
semiautomática del título.
La segunda engloba a los países de título protegido. Este
grupo de países suele tener una organización que certifica un
nivel de capacitación del profesional definiendo su ámbito de
actuación en base a la sociedad en que se inscribe. En estos
países se interpreta erróneamente que la profesión no está
regulada, si bien está regulada de otra manera. Los países que
disfrutan de este modelo profesional son aquellos que se vieron colonizados de manera efectiva o tuvieron como referente
al mundo anglosajón. El ejemplo más claro de este modelo es
el Reino Unido, teniendo en cuenta que su título protegido
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de Chartered Engineer identifica el nivel de capacitación
profesional en uno o más de los ámbitos que le son propios
a la institución de inscripción, no en su totalidad como se
describe en la familia anterior. En estos países, no existe un
título habilitante al requerirse requisitos complementarios
de formación y experiencia para la obtención de dicho nivel de
capacitación, siendo estos distintos en cada ámbito.
La tercera familia recoge a todos aquellos países que regulan, no tanto un ámbito profesional más o menos amplio,
sino una modalidad de ejercicio profesional, siendo la mayoría
de los casos el ejercicio de la provisión de servicios de consultoría de ingeniería. Los países que disfrutan de este modelo
profesional son aquellos que formaron parte de los antiguos
imperios centrales y Rusia o que tuvieron como referente al
mundo germánico. En estos países no existe un título habilitante, al requerirse requisitos complementarios de formación
y experiencia para la obtención de dicho nivel de capacitación, siendo estos distintos en cada ámbito, si bien lo que se
certifica en este caso es la capacidad de ejercicio profesional,
quedando en suspenso cuando no se ejerza. Podemos tomar
un ejemplo de este modelo como el presente en Austria.
La última familia que recogemos aquí se refiere a la ausencia de modelo profesional directo, que puede derivarse de
dos situaciones. La primera de ellas de una condición de país
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pequeño, que no requiere una regulación, ya que el mercado
se autoregula; o, por otro lado, la estructuración de un modelo de garantías sobre la base de las empresas o personalidades
jurídicas que no repercuten esa responsabilidad sobre los
profesionales y, por tanto, no consideran necesario regular
esos ámbitos o modalidades profesionales.
Oportunidades profesionales
Esta colección de destinos no es única, si bien esta basada en
criterios de análisis fundamental sobre tres premisas:
— El movimiento de los núcleos de inversión a nivel mundial.
— La renovación de vacantes por jubilación.
— La dimensión de sus mercados.
En estos momentos, los grandes polos de inversión en
infraestructuras provienen de todos aquellos países que tienen liquidez, ya sea debido a la puesta en valor de recursos
naturales escasos, o países refugio que han podido evitar
la crisis de endeudamiento. No debe quedar en el olvido
que en estos primeros países se están realizando inversiones
de carácter privado de igual o mayor valor debido a las infraestructuras necesarias para la extracción, refino o posterior
transporte de recursos naturales. A continuación presentamos
un breve apunte para distintas regiones con oportunidades
profesionales para nuestro sector.
Ámbito de habla española y portuguesa
En este sentido, países de Iberoamérica como pueden ser
Argentina, Brasil, Chile, Méjico, Perú, Uruguay, tienen un
potencial de crecimiento a corto y medio plazo importante,
si bien en muchos casos el procedimiento de reconocimiento
profesional es pesado y lento.
Con el fin de poder facilitar la movilidad de profesionales
de los distintos países de esta área, el Colegio de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos ha realizado una serie de iniciativas que inicialmente han fructificado en un primer convenio.
Este convenio, firmado a mediados del año pasado con la
Ordem dos Engenheiros de Portugal, es el proyecto piloto
para un modelo de referencia de la aplicación de la directiva
CE 2005/36 en su más amplia expresión. La vocación de este
convenio es la de formular la exigencia de una serie de conocimientos mínimos sobre las normas de ejercicio profesional del
país, su modelo de responsabilidad civil y su modelo normativo, como paso previo a un reconocimiento profesional total
en el país destino.
Sin embargo, la filosofía imperante que subyace en el
desarrollo de este convenio es el poder servir de marco base
para su aplicación como herramienta para el reconocimiento
profesional en los países de lengua española y portuguesa.
En la actualidad, la aplicación de este convenio permite el
reconocimiento profesional con plenas atribuciones entre
ambos países y por lo tanto permite el uso de los convenios
bilaterales de cada uno de los mismos. Dentro de este marco
se encuentran ya varios países que permiten utilizar dicha vía
sin ningún otro trámite complementario como son: Angola,
Cabo Verde, Mozambique y Panamá.
Dentro del marco de la Federación de Asociaciones
Profesionales de Ingeniería Civil de países de habla española
y portuguesa, España, conjuntamente con Argentina, ha
asumido el rol de ponente para el desarrollo del sistema de
movilidad profesional sobre la base de este convenio. Las
negociaciones actuales de inclusión en este sistema por parte
de Brasil abrirían un mercado que en este momento es de los
que tiene una mayor capacidad de absorción de profesionales
del mundo.
Europa
La situación que en estos momentos está sufriendo la Unión
Europea no impide que existan países que se encuentren
con unas perspectivas más favorables en su actividad de ingeniería. Si bien existen problemas coyunturales en Europa,
la ingeniería y la ingeniería civil en particular sufren de un
riesgo estructural respecto de la composición y evolución
demográfica del colectivo en un futuro a medio plazo.
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En este caso, la composición demográfica de nuestro colectivo es muy diferente de la del resto de Europa. La actual
estructura por edades de los trabajadores de ingeniería es un
indicador del impacto que el envejecimiento tendrá en la
profesión de la ingeniería en el futuro. La no cobertura de
las bajas por jubilación de los profesionales pondrá en riesgo
la competitividad de las empresas europeas. Un desprestigio
social de la profesión en Europa es el principal factor determinante de una inminente escasez de ingenieros en el mercado
laboral europeo.
En el más corto plazo, países como Alemania, Suiza o
Reino Unido pueden requerir de una demanda puntual de
profesionales, si bien en el último caso, su destino final sería
la actividad de esos posibles empleadores en otros mercados de
alto crecimiento, ya que el mercado doméstico en dichos mercados europeos se encuentran bastante estabilizados.
Golfo pérsico
Esta área geográfica se encuentra en un periodo de furia
inversora debido al alza de los precios del petróleo, que les
ofrece la oportunidad a esos países de intentar modificar su
futuro modelo económico, una vez se produzca la pérdida hegemónica de los derivados del petróleo como fuente principal
de energía. La creación de un sector servicios y de turismo de
lujo en estos países requiere de un nivel de infraestructuras
que está haciendo competir a esos países entre ellos.
La cultura predominante en los servicios profesionales en
esa zona es la británica, por su condición de antigua potencia
colonial en la zona, así como las empresas de construcción
árabes. Ejemplos como el proyecto del corredor de alta velocidad Medina-La Meca, recientemente adjudicado a un consorcio español, ha abierto oportunidades a los profesionales
españoles al exponerles a un mercado de alta capacidad de
absorción y bien remunerado.
Norteamérica
Esta área geográfica ha tenido un resurgir en la demanda de
sus profesionales parecida a la ocurrida durante la edad de oro
de la obra pública de EE.UU. en los años 30 del siglo pasado.
El envejecimiento de esas mismas infraestructuras y la nece-
sidad de rehabilitación de las mismas, junto con la necesidad
de mantenimiento y reparación de las infraestructuras de
abastecimiento y depuración de aguas, debido al crecimiento
demográfico del país, han aumentado la demanda de profesionales de estos sectores. En el caso de Canadá, la explotación
de nuevos yacimientos de recursos minerales y la necesidad de
las infraestructuras necesarias para su exportación, junto con
la precariedad de sus infraestructuras, ha sido el motivo de este
incremento de la demanda.
Este nicho de demanda no puede ser cubierto por los propios países, lo cual está generando una importación de talento
muy importante, con un fuerte potencial de continuidad.
Área Asia Pacífico
Dentro de esta área geográfica se incluyen regiones con situaciones distintas como pueden ser las de antiguas colonias asiáticas, países como la India, Tailandia, Malasia, que ya sea por
sus materias primas o sus bajos costes laborales han localizado
procesos fabriles en sus territorios, y que con infraestructuras
de la época colonial, pretenden mejorar su competitividad
con la creación de infraestructuras que permitan el transporte
de esos bienes, así como dinamizar su economía captando
inversión productiva de los mercados.
Planes de desarrollo portuario como el de Malasia, o la
modernización de las decimonónicas redes indias de transporte, son proyectos con capacidad de absorber profesionales
de esos sectores. No hay que olvidar tampoco que en estos
países la implantación de infraestructuras de abastecimiento
y saneamiento de agua está muy lejos de lo deseable y es una
prioridad de sus gobiernos.
En contraste con estos países, tenemos también pequeños
santuarios, como pueden ser Singapur y Hong Kong, centros
financieros de Asia y que, en muchos casos, agrupan una gran
parte del mercado privado de la consultoría de ingeniería en la
región. Por último, Australia y Nueva Zelanda también tienen
una inversión alta disponible debido a su necesidad de reposición de catástrofes naturales y la entrada de inversión extranjera debido a su estabilidad económica. En ambos casos, el stock
de infraestructuras es deficitario, reduciendo la movilidad de
bienes y personas en todo el país, lastrando tanto la capacidad
productiva como el sector turístico del país.
Proceso de reconocimiento
Una vez definido el grupo de países que pueden ser objetivo
para la búsqueda de empleo, es necesario realizar el correspondiente estudio de detalle para identificar de manera
inequívoca los requisitos para iniciar un proceso de reconocimiento profesional o una petición de licencia temporal en el
país de destino, conjuntamente con el proceso ordenado de
emigración al país destino. Este trabajo es necesario porque
todo procedimiento tiene unos requisitos a realizar en el país
de origen, que si no se hacen previamente pueden lastrar de
manera gravosa ese proceso.
Siendo el objeto de este texto el hacer hincapié en los
aspectos profesionales de la experiencia internacional, se obviarán los requisitos y trámites de extranjería necesarios para
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la emigración al país destino. Por tanto, con ese acento en el
aspecto profesional del proceso, el análisis posterior deberá
podernos responder al menos a las siguientes preguntas:
— ¿Qué profesión es la equivalente?
— ¿Se regula algún nivel o modalidad de ejercicio de la
profesión?
— ¿Qué entidad regula los ámbitos profesional y académicos
del proceso? ¿Es la misma?
— ¿Qué requisitos académicos son necesarios para el ejercicio
profesional?
— ¿Existe la posibilidad de una licencia temporal?
Tramitación
Respondidas las preguntas anteriores, es habitual que en muchos de los procesos de reconocimiento o licencia temporal,
sea necesario demostrar la adquisición de un cierto nivel de
capacitación académica en un ámbito determinado, ya sea a
través de un proceso académico de reconocimiento en la Universidad o en la propia institución profesional. Este paso es
previo a la compleción del resto de requisitos de experiencia
o formación habilitante.
Aquellos países cuyo modelo profesional es de título
habilitante, requieren un proceso de reconocimiento de los
estudios por parte de una autoridad, sea o no académica.
En la mayoría de los casos, la documentación académica
necesaria a solicitar en la Universidad origen es la siguiente:
— Título académico.
— Certificado académico que contenga las asignaturas con
sus respectivas notas y los años en que se cursaron.
— Los programas de las asignaturas.
Para el cotejo de esta información y posterior reconocimiento se debe asegurar la fidelidad y veracidad de dicha documentación académica aportada por el peticionario. En este
sentido, los estados requieren de un trámite de legalización
documental en su respectivo consulado, trámite muy farragoso, aunque se permite un procedimiento abreviado para todos
aquellos países adscritos al Convenio de La Haya. Al ser un
país firmante del Convenio, para el reconocimiento de títulos
universitarios obtenidos en España, se reducen los trámites
de verificaciones y legalización documental a los siguientes:
a) Legalizar los documentos en el Ministerio de Educación.
Para información sobre legalizaciones en este ministerio:
<[email protected]>.
b) Legalizar los documentos en el Ministerio de Justicia. C/
San Bernardo, 45, entrada por C/ Manzana, 2. 28071
Para información sobre legalizaciones en este ministerio:
<http://www.mjusticia.gob.es/>.
En el caso de los países que requieran procedimiento
consular, una vez realizados los trámites de legalización
documental del Ministerio de Educación, se procederá a
continuación a:
a) Legalizar los documentos en el Ministerio de Asuntos Exteriores: <http://www.maec.es/> entrando en “Cita previa
para legalizaciones”.
b) Compulsa de los documentos en el Consulado del país
destino en el país donde se obtuvo la titulación académica.
Para el caso de solicitud de licencias temporales, es muy
posible que se exija también una prueba de capacitación para
el ejercicio profesional en el país de origen, hecho que en
nuestro caso puede certificar el propio Colegio.
Conclusión
Realizado este perfil sobre las oportunidades profesionales
de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en el
mundo, quisiera informar de la existencia de un Servicio
de Relaciones Exteriores en el propio Colegio, que tiene
como objetivo orientar, asesorar y revisar los procesos de
reconocimiento profesional en otros países, así como facilitar la capacidad de licitación de empresas españolas en el
extranjero mediante la emisión de certificados de idoneidad
técnica para ofertas en el extranjero.
Conjuntamente con este servicio, una de las prioridades
del Colegio es la firma de convenios bilaterales para el reconocimiento profesional de nuestros colegiados en distintos
países del mundo, mejorando la empleabilidad de nuestro
colectivo.
Este servicio está a disposición de todos los colegiados
que así lo deseen a través de la siguiente dirección: <servicio.
[email protected]>.
Por último, citar a Churchill que sabiamente dijo en noviembre de 1942: “Esto no es el fin. Ni siquiera el principio
del fin. Es si acaso, el fin del principio.” n
José Francisco Sáez Rubio
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Director Ejecutivo del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles
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