Para el verano y más allá

Domingo 3
Enero 2016
BUENOS AIRES
AÑO 6 - N°351
SUPLEMENTO JOVEN DE
TIEMPO ARGENTINO
A PALOS
´
Para el verano y más allá
Periodistas y amigos recomiendan qué leer, ver y escuchar en estas
vacaciones y a qué estar atento en 2016
Además: El último cuento de Zambayonny | El problema del Pro | El costado romántico de Valentín y
los Volcanes | Cortes de luz | The Dandy Warhols | La nueva ola | Pez | Estereotipos
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año 6 | nº 351 | 3 de enero de 2016
Caja negra
El final
Cuando llegaron los perros ya no había nada.
Olfateaban el suelo confundidos y miraban
para todos lados buscando una respuesta.
Sabían perfectamente lo que había sucedido
pero no podían explicarlo. Daban vueltas en
círculos, aceleraban el paso, iban y venían
desde el borde hacia el centro, se detenían de
pronto quedando en posición de alerta con
las orejas en punta como si hubiesen escuchado algo vital, pero no, todo era una falsa
alarma y entonces lloraban bajito como hacen los esclavos del algodón cuando parece
que cantan.
Atrás de ellos llegaron los primeros hombres
agitados esperando encontrarse con lo peor
que habían visto en sus vidas. No sabían lo
que tenían que traer, por lo tanto cada uno
hizo lo que pudo en el escaso tiempo que tuvieron desde lo ocurrido hasta que llegaron
al lugar. Algunos trasladaban agua y botiquines de primeros auxilios, otros matafuegos
vencidos y bengalas, otros comida enlatada y
otros solamente bronca. Obviamente la mayoría portaba sus armas. Revólveres sucios
recién desenterrados, escopetas viejas que
durmieron durante años encima del ropero,
pistolones que disparaban en dirección del
azar, cuchillas brillantes que ya contaban con
algún muerto en su reflejo, cajas de balas mal
empezadas, palos y por supuesto palas. Se
quedaron inmóviles de impotencia frente al
panorama. Tardaron bastante en reaccionar.
No había nada para hacer. Ante semejante estupor que sufrían le ladraban a los perros por
no gritarse entre ellos. Los ojos arrugados de
aquellos hombres buscaban detalles y encontraban obviedades, perseguían consecuencias
y hallaban verdades, rastreaban poesía y cosechaban prosa. Bajaron las armas como si
se rindieran ante la evidencia, apoyaron las
palas en la tierra, agacharon la frente, se mordieron los labios y negaron con la cabeza en
una coreografía de resignación infinita.
El clima parecía acompañar la secuencia
como un óleo falso que se subasta en cientos
de millones. El sol se escondía en un color
mortecino como si hubiese amanecido enchufado a 110. No había manera de descubrir
formas conocidas en las pocas nubes inmóvi-
Estereotipos
El o la que 'milita' en
contra de los fuegos
artificiales por los perros
Mandá tus ideas a
[email protected]
o vía Twitter a
@niapalos así lo publicamos.
les que custodiaban el cielo como si fueran
centinelas dormidas. El aire denso se metía
en los pulmones como un verano imposible
y el olor a lluvia inminente no podía explicarse sin recordar que el mar estaba demasiado lejos.
La banda de sonido eran los pájaros huyendo, exactamente al revés de lo que ocurre
con los náufragos en medio de las aguas que
al encontrar un ave comprenden felices que
•Hace la cuenta regresiva a gritos desde
las 23:59 y 50 segundos.
•Regala “pavaditas”.
•Si es mujer dice de sí misma que es “re
bichera”.
•La confesión aplica para el marido.
•A las mascotas les pone nombres
humanizados tipo “Gastón”, “Patricio” y
afines.
•Foto de perfil con Patricio dándole un
beso en la boca.
•Patricio tiene mejor cobertura de salud
que la mitad de los argentinos.
•Consumidora de todas las noticias
basura tipo “El conmovedor mensaje
de la China Suárez en Instagram” o “El
la tierra está próxima: acá las alas agitadas y
los picos apretados se llevaban la esperanza
a donde nadie podía ir.
Recién entonces llegó el grueso de la tropa. Ya había pasado demasiado tiempo. Los
soldados bajaron excitados de los camiones
camuflados para la fiesta a la que siempre
habían esperado que los inviten. Sus superiores les daban absurdas indicaciones con
vehemencia mientras sostenían los enormes
tierno video del perrito que no se quiere
despertar de la siesta de Maypi Delgado”.
•Pone más de tres hashtags.
•Uno por lo menos es #love o afines.
•Mucha foto con los “sobris” en
Facebook.
•Hace abuso de Retrica.
•Gran mandadora de cadenas de oración,
frases "para pensar" y cuanta pelotudez
haya en internet.
•Se compró una remera que dice “soltar”.
•Ahora se puso a estudiar flamenco.
•Muy fan de Fanny Mandelbaum.
•Y de Nelson Castro, al que le dice
"Doctor".
•Dice que hay que romper los envoltorios
intercomunicadores esperando instrucciones que no llegaban.
Arriba los helicópteros se mordían la cola,
más arriba los satélites se mareaban a contraórdenes y todavía más arriba Dios se miraba en el espejo.
Todo era caos en esa calma.
Las cámaras que habían sido encendidas inútilmente desde sus estuches para no perderse nada ahora viajaban errantes al hombro
cabalgante de sus periodistas agitados desde
donde registraban y archivaban imágenes
vacías de un paisaje inocuo. La narración de
los cronistas giraba en torno de una miserable metáfora infantil ante el estupor de lo
que se veía. La primicia en letras de molde
pedía de apuro un corte publicitario para
poder tragar saliva. Y pensar en qué decir.
“¿Qué está pasando?“ preguntaban insistentes desde estudios centrales ante el silencio
de radio. La pregunta rebotaba y rebotaba
mientras perdía peso y se diluía sin gravedad.
Las sirenas de los carros de bomberos poco a
poco se iban silenciando, los grifos se mantenían cerrados y los cascos reposaban en las
manos. Las patrullas que habían frenado cinematográficamente en medio de la acción
ahora mantenían sus motores apagados y
sus balizas dormidas.
Los funcionarios se rascaban la cabeza encogiéndose de hombros y se negaban a dar
declaraciones.
La gente común llegó a la escena. No había
ninguna valla que protegiera el perímetro y
tampoco había instrucciones de no dejar pasar, simplemente porque nadie sabía a dónde no se debía pasar.
Los vendedores ambulantes montaron sus
puestos de comida con precios altos y poco
a poco todos dejaron de buscar lo que buscaban.
Alguien puso música para dejar de escuchar
el murmullo de las conjeturas.
Los niños jugaban despreocupados entre gritos y risas, la gente cambiaba de canal buscando la novela y los perros de a poco iban
volviendo en sí.
Parecía que no había pasado nada.x
de los regalos porque traen suerte.
•Fan de Raphael y su especial de fin de
año.
•Mucha vela.
•Y palo santo.
•Fan de El Campito en Facebook.
•Cada tanto se clava una capítulo de
Hijitus en Youtube.
•Tiene varias fotos con la estatua de
Mafalda en San Telmo.
•No tiene postura definida sobre Nik.
•De chica admiraba a Raúl Portal.
•Todavía es capaz de decir “Manochanta”
o “Caracúlico”.
•El Doctor Romero es su Juan Carr.
•Mira mucho Canal 26.
3 de enero de 2016 | año 6 | nº 351
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Ruido de fondo
Amar ya no es cosa de locos
Que una banda metida en la laguna del
indie se le anime a la canción romántica
y al bolero es un gesto importante. Podría ser también un proceso de maduración, pero en Valentín y los Volcanes
las ideas nacieron maduras. Desde los
primeros eps, la banda liderada compositivamente por Jo Goyeneche mataba
de arranque a Santa Claus y cascoteaba
el lago, y ese otro autor de canciones
encantadoras (el que ya estaba rodando
era el Chango Motorizado) salía, por fin,
también a la luz. Una comedia romántica no da vueltas, te encaja un beso de
arranque, casi de arrebato. El título es
informativo y otorga una entrada amplia
para que la banda nacida en La Plata se
desenvuelva en géneros populares que,
por estos días, comienzan a ser reconocidos en el sector alternativo más canchero. El tercer disco de VyV le abre la
puerta a algunos músicos que hace rato
no encuentran una salida en paz.
A su debut Play al viejo walkman lo editaron en 2009. Un conjunto de canciones
que ya estaban tocadas y definidas antes
de llegar al estudio. “Un chico cazando
abejas en los pasillos de la facultad”,
decía una de las primeras frases de “Rayos del verano”. Así presentaban la definición de su mundo, acompañadas por
una estética artística también hecha por
Jo Goyeneche. Todos los sábados del mundo
(2012) ya estuvo acompañado de un productor amigo (Julián Perla) y compues-
Falsa escuadra
Con 35, 36, 40 grados de térmica, tales los
picos de temperatura de esta última semana, aumentó considerablemente la cantidad
de usuarios sin luz, dados las múltiples interrupciones del servicio y las dificultades aparejadas por la baja tensión. Fueron 50 mil,
60 mil, casi 70 mil los afectados en, sobre
todo, la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Y se espera, ¡obvio!, que el calor no
afloje. ¿Entonces?
El agravamiento de la situación fue informado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a través de su página web
oficial, pero hasta ahí, ya que hubo varias
zonas cuya situación no fue reflejada en los
datos provistos; o bien, se dieron a conocer
estimaciones acerca de la rehabilitación del
servicio en muchos puntos porteños y del
GBA, a todas luces, imprecisas, incorrectas.
Así, el organismo indicó la existencia de casi
20 mil clientes de Edenor afectados y más de
43 mil de Edesur, como una cifra promedio
entre el lunes y el miércoles, lo que derivó
en la friolera mencionada.
“Estamos al límite”, advirtió, hasta el hartazgo, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, por lo que solicitó a los usuarios, en
Una comedia romántica
Valentín y los Volcanes
to musicalmente pensando en una obra
acabada. Canciones simples, resbaladas
y tan artys como las anteriores pero,
ahora sí, mejor resueltas. Lo que seguiría iba a ser motivo de abismos permanentes pero la solución vino de la mano
del amor, uno más crudo y real. La banda
se encontró en una nueva casa en ruinas
donde repasaron muchos discos de rock
argentino, se retiraron del contacto continuo y letal del circuito y compusieron
desde una nueva perspectiva.
“Costanera”, por ejemplo, es una canción romántica con arreglos algo insinuantes del tango más orillero. En “Los
nuevos”, meten un Hammond melódico
y desarrollan una charla entre una pareja ubicada en el pop más ambicioso:
“Quería una canción que nos dé de comer”. “La tumba de los Rolling Stones”
trae una añoranza nostálgica y urbana.
En “El salto de Sofía” un piano conduce
la melodía mientras un muro de voces
repite versos como “Sos invisible / cruzás paredes / la realidad es la mitad”.
Hay más de esta comedia, pero también
aparecen enlaces como en “Golpea lo
que encuentra” donde se ponen art-pop
con pulso punk para asegurar que es
hora de encender.
En Valentín y los Volcanes, la clave para
lograr el sonido que buscaban vuelve a
ser una decisión profesional: fueron a
buscar a Tweety González, productor
de El amor después del amor y de Canción
animal entre tantos otros, y lo encontraron. También se sumaron Ulises Butrón
y Pablo Di Peco como consejeros artísticos. El resultado es revelador: el indie
también puede abandonar su impostura
y ser gomoso.×
Abrazame hasta que vuelva la luz
reiteradas ocasiones, “reducir la demanda”
para tratar de evitar cortes de luz. Y el Jefe
de Gabinete, Marcos Peña, aprovechó las
cámaras, los micrófonos, los flashes para
brindar un mensaje en el mismo sentido:
“En dos años, recién, veremos los cambios
positivos de la inversión”.
Ante las masivas interrupciones y cortes en
la prestación del servicio de energía eléctrica porteña, el Defensor del Pueblo Alejandro
Amor, comunicó que “es necesario prever
esta situación y evitar el colapso por alto
consumo que se evidencia actualmente, especialmente en los días lunes 28 y martes
29 de este mes”. Y agregó: “Mediante recomendaciones, intimaciones y notificaciones
a las empresas Edesur, Edenor y al ENRE hemos denunciado y advertido sobre la falta de
previsiones y el consiguiente colapso en la
prestación de este servicio, imprescindible,
público y esencial. Reiteramos, por esa razón, la necesidad de realizar todas las obras,
inversiones y el mantenimiento adecuado
de la red eléctrica por parte de las distribuidoras”. Además, destacó: “Insistimos en que
se aceleren los mecanismos para que se dispongan los correspondientes resarcimientos
económicos, indemnizaciones y reparaciones por los daños y los perjuicios ocasionados”.
“Y advertimos –enfatizó el funcionario porteño– sobre la necesidad y el deber legal y
constitucional de brindar información veraz, fehaciente y confiable a los usuarios
afectados por los cortes”.
“Los clientes tienen derecho a ser indemnizados”, dijo al respecto Héctor Polino, referente de Consumidores Libres, una ONG que
brega por la defensa de los derechos de usuarios y consumidores. “Se deben reunir la mayor cantidad de elementos de prueba posibles
que acrediten el monto de los daños y perjuicios ocasionados por los cortes”, aconsejó. X
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año 6 | nº 351 | 3 de enero de 2016
Nota
Lo que pasó y lo que viene
Las vacaciones siempre son una buena excusa para ponerse al día con aquellos libros, películas, series y discos que dejamos en stand by
durante el año. O simplemente una excusa más, como cualquier otro mes, para leer, mirar y escuchar aquello que da vueltas por el mundo
de la cultura. Y es el verano, también, el inicio de un año que siempre promete novedades. Por todo eso ofrecemos un listado -incompletode lo que pasó y lo que viene: aquellos libros, discos, películas, series u obras de teatro que no podemos obviar durante las vacaciones, y
aquellos que prometen llamar la atención durante los primeros meses de este incipiente 2016.
Música: de Nacho Vegas a Super 1 Mundial
Un disco para escuchar ahora. Nacho Vegas
acaba de sacar un EP al que le puso Canciones
Populistas. Son cinco canciones de protesta
que vienen a continuar lo profundizado en
Resituación y en el proyecto colectivo Fundación Robo, que quedó como “la banda de sonido del 15M” pese a ellos mismos.
Es intrigante el género canción (de) protesta.
Y mucho más en la actualidad. ¿Cómo enviar
un mensaje sin que se licúe en cuanto sale
del parlante? ¿Cómo pensar la música como
una herramienta de lucha después de tantos
años de lugares comunes y un camino lleno
de artistas que con el paso del tiempo sólo
han mantenido un fuerte compromiso hacia
la contradicción?
Se podrían plantear algunas hipótesis, pero
por un tema de espacio, se subrayarán dos
(hay más) maneras acercarse al género: 1)
desde la búsqueda de la identificación militante, donde no importa mucho cómo se
diga el mensaje sino que se diga lo que se
quiere escuchar y 2) hacerlo como a cualquier otro gesto artístico. Claro que, como
dice Zizek, la ideología es una matriz que
articula actores visibles e invisibles y no es
lo mismo escuchar una canción cargada de
mensajes afines que de otros opuestos. Por
ponerlo en nombres, Nacho Vegas acá hace
una reversión de “Love me, I’m a liberal”
(Phil Ochs, 1966) que comienza con un párrafo interesante: “Recuerdo aquellos noventa /
todo empezaba a ir bien mi trabajo aunque
precario / era al fin y al cabo trabajo también
/ y yo que votaba a Felipe, creí en el milagro de Aznar / amigos míos ámenme, soy un
liberal”. ¿Por qué es interesante? Porque el
sarcasmo está puesto en un sujeto complejo,
alguien que de joven “iba de manifestación”
pero que “hoy gracias al libre mercado me
he convertido en libre pensador”. Es la protesta sobre el oyente de canción protesta de
antes. No escapa al modelo de “nosotros contra ellos”, pero “nosotros” y “ellos” ya no son
categorías absolutas. En otro extremo están
las bandas de derecha como Campo de Mayo
a la que Thurston Moore citó alguna vez en
una clásica patinada de gringo hipster.
Canciones Populistas cae en un momento óptimo para que los mensajes resuenen por
sobre la sensación de inocencia política que,
inevitablemente, viene con el género.
Un disco para escuchar mañana. Cuando
las aguas creativas del tsunami Laptra se
aquieten (y se están aquietando, lamentablemente) Go Neko va a sobrevivir como la
banda diferente. No hay en el país una tradición de bandas instrumentales, con apelaciones vocales de samples y efectos, que
mantengan una organicidad vital por fuera
de la muerte progresiva, del fascismo tonto
del que “pela”. Después de dos discos y un
EP, Go Neko decidió separarse y eso hoy, en
la era de cuidar el kiosco, es un gesto artístico valiosísimo. Pipe, Tom y Manu quedaron
reagrupados como Super 1 Mundial y tiraron
tres temas en su bandcamp hace mas de un
año, incluido el cover de “My face”, un temazo de Henry Badowski. La novedad es la voz,
emparentada literalmente con Bestia Bebé,
solo que acá el barrio es el espacio. En estos
días están grabando el disco que saldrá en el
2016 y dan ganas de escucharlo.X
Marcos Zurita | @lunesfelices2
Don’t you Play in Hell (Sion Sono), Zoolander 2
(Ben Stiller), Silence (Martin Scorsese) y Los 8
más odiados (Quentin Tarantino).
Para los fanáticos de Tarantino los años se
dividen entre los que Tarantino estrena una
película y los otros. A pesar de que Django sin
cadenas fue una decepción, Bastardos sin gloria
es una obra maestra, al igual que el resto de
su filmografía. En eso se sostiene la esperanza para esta nueva película, filmada en 70
mm, con 187 minutos de duración (y 12 de
intermedio) o 167 minutos en su versión digital, música de Ennio Morricone y actuación
de algunos amigos de la casa como Samuel L.
Jackson, Kurt Russell, Michael Madsen y Tim
Roth.
Si bien es un western (al igual que Django),
esta vez la historia está más concentrada: narra el encuentro de ocho personajes indeseables en un refugio de montaña durante una
brutal tormenta de nieve. Lo que en manos
de un director medio podría correr el riesgo
de ser teatro filmado tiene potencia cinematográfica cuando detrás está un maestro de la
narración como Tarantino. Según las críticas
lo más fuerte está puesto en los diálogos y los
actores, y algunos ya la comparan con Perros
de la calle. La buena noticia: hay que esperar
poco, el estreno en nuestro país está anunciado para el 14 de enero. X
Luciana Calcagno | @lulaazul
Cine: entre Mitchell y Tarantino
Para ver. Si en algo podemos estar todos de
acuerdo es que el 2015 fue un año intenso.
El cine no fue la excepción, y se despachó
con un récord: vendió más de 50 millones
de entradas, número que no alcanzaba desde
1986. Y si bien pasó lo de siempre (los tanques se llevaron la mayor recaudación y muchísimos estrenos argentinos e independientes pasaron sin pena ni gloria) se estrenaron
muy buenas películas.
Hay una perlita que tal vez haya pasado desapercibida entre tanta oferta -no le fue demasiado bien en la taquilla- y que recomiendo
busquen y vean como puedan (está en Netflix): se llama It Follows (“Te sigue”) y fue la
película de terror del año. Tuvo su paso por la
trasnoche del Festival Internacional de Cine
de Mar del Plata y del BAFICI, como es debido, y los que pudimos verla en esas ocasiones
quedamos fascinados.
Es que It Follows es esa mezcla perfecta entre
película de género y película indie que es
difícil que salga bien. David Robert Mitchell
(director de la ya muy independiente pero
no tan de género The Myth of the American
Sleepover) presenta acá una historia tan simple como aterradora: después de tener sexo
en una cita, una adolescente comienza a ser
perseguida por una presencia mortal. Pronto
descubre que la única manera de que dejen
de seguirla es acostarse con otras personas
para pasarles la maldición. El eje de la película –y tal vez su mayor acierto– es que no
hay ni golpes de efecto, ni monstruos amenazantes: es toda una larga sucesión de climas
y da la sensación de que el mal acecha –aunque no siempre se lo vea– en cada escena, en
cada plano. Con bastante poco Mitchell logra
dejarnos perturbados hasta días después de
ver It Follows.
Para esperar. Pero si el 2015 cinematográfico fue bueno, el 2016 parece que será mejor.
Ya están anunciados los estrenos de películas como Hail César! (Joel y Ethan Coen), Why
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Teatro: Cacace vuelve, Tarrío llega
Lo que pasó y vuelve. 2015 fue sin dudas intenso para Guillermo Cacace. Su obra Mi hijo
sólo camina un poco más lento se consolidó como
el gran suceso teatral del año y logró disolver,
con su humanismo contundente y una mirada descarnada sobre la institución familia, la
desconfianza que podría haber generado a los
espectadores infrecuentes de teatro la combinación de un origen exótico (el texto pertenece
a un dramaturgo croata), un emplazamiento
geográfico inhabitual (una pequeña sala en el
barrio de Congreso, no contenida por el polo
Abasto) y el horario de sus funciones (sábados
por la tarde y domingos por la mañana). Mi hijo
sólo camina… les llegó muy hondo y por igual
a los que están acostumbrados a ver teatro y
a los que no: el que haya salido de verla libre
de lagrimones, que tire la primera piedra. Pero
también fue un año difícil para el director: Apacheta, la sala que abrió hace más de diez años
y en la que montó la mayoría de sus obras de
aquel tiempo a esta parte, estuvo a punto de
venderse a una empresa china que iba a usarla
para guardar containers pero que finalmente
desistió de la compra porque el espacio quedaba un poco chico para sus propósitos. Ahora,
pasado el susto -e hipoteca de su casa, venta del
departamento de una potencial socia y charla
con todas las nuevas autoridades de los Ministerios de Cultura de Ciudad y Nación mediante-,
Cacace comienza a darle forma a la posibilidad
de comprar el espacio que, aunque las escrituras digan lo contrario, ya le pertenece hace rato.
Pase lo que pase, Mi hijo sólo camina un poco más
lento vuelve en marzo y no hay que perdérsela.
Si todo sale bien, el reestreno será en Apacheta.
Lo que viene. En el terreno de lo estrenos 2016,
unas fichas a Esplendor, la nueva obra de Gustavo Tarrío. Será a fines de febrero en el Teatro del
Abasto. Para su nueva puesta, Tarrío congregó a
un dream team del off: Eddy García (revelación
en Todo piola, maravilloso trabajo anterior del director), Valeria Lois (a quien muchos conocerán
por La mujer puerca), Moro Anghileri y Patricio
Aramburu (que también vuelve, hacia principios de marzo, con la conmovedora Prueba y
error en Timbre 4). El ensayo general para público que hicieron a fines del año pasado promete.
Por último, y en un año en el que ya puede
olerse agite en el campo de la cultura, otros
proyectos que vale la pena bancar y seguir de
cerca serán los que emprendan el Foro Danza
en Acción y el grupo TIM (Teatro Independiente
Monotributista), que durante 2015, en el marco
del ciclo Mis documentos curado por Lola Arias,
organizaron la performance Informe SM, donde
denunciaron el vaciamiento del Complejo Teatral de Buenos Aires por parte de la gestión del
PRO, que por entonces no había llegado aún a
la Presidencia. A fin de año el colectivo volvió
a la carga con Feliz año CTBA en el mismo día y
horario en que iba a hacerse la conferencia de
prensa que anunciaría las actividades del Complejo para este año. La conferencia fue cancelada, pero las puertas del San Martín se llenaron
igual de artistas y periodistas que pegaron cientos de post-it con sus deseos para 2016 en toda
las puertas del teatro: desde "Papel higiénico en
los baños" a "Que sea el espacio de investigación y creación que todos queremos", se pidió
de todo. X
Natalia Laube | @hiloglorieta
Series: el Rey Simon y los Estados Unidos de Stephen King
Lo que hay que ver. Show Me a Hero, lo último
de David Simon (The Wire, Treme) es el exacto reverso de la fantasiosa, inverosímil y, por cierto,
mucho más exitosa House of Cards. Entretelones
de la política norteamericana, sí, pero a escala
municipal y con el foco puesto en una historia
real que va siguiendo a lo largo de seis capítulos
el ascenso y la caída de un político ambicioso y
cómo sus decisiones al mismo tiempo que determinan su ruina profesional y personal también modifican -para bien- la suerte de una comunidad. El protagonista es Nick Wasicsko (en
una interpretación inolvidable de Oscar Isaac),
elegido como el alcalde más joven de Estados
Unidos para gobernar Yonkers, una ciudad gris
de las afueras de Nueva York. Todo parece prometedor para el futuro político de Wasicsko en
el primer capitulo, pero como siempre en las
series de Simon, la tragedia de las instituciones
que se llevan puesto a sus personajes está al
acecho. En este caso, la ciudad está obligada
a cumplir con un fallo judicial que le ordena
construir viviendas para los habitantes (negros
y latinos) de un barrio de monoblocks en zonas
de clase media blanca. Ningún político quiere
cumplir la sentencia, presionados por sus bases
electorales, hasta que la ruleta de la política
pone a Wasicsko ante el dilema de cumplir y
traicionar a sus votantes o llevar a la ciudad
a la quiebra judicial. Es una historia sobre las
consecuencias de la decisión política, sobre la
responsabilidad, sobre cómo el sistema puede
al mismo tiempo producir políticas públicas
justas y castigar a quienes las llevan a cabo. Y
también, como en todo Simon, es una elegía
triste a los funcionarios públicos anónimos, a
los comprometidos con su comunidad, a las vidas comunes que se las arreglan para sobrevivir
bajo fuerzas que los exceden.
Lo que viene. Para febrero de 2016 se anuncia
en la televisión norteamericana el estreno de
11/22/63, ocho capítulos que llevan a la pantalla el libro del mismo nombre de Stephen King.
La fecha del título es la del asesinato en Dallas,
Texas de J. F. Kennedy y, porque hablamos de
King y no de Oliver Stone, la historia tiene que
ver con viajes en el tiempo, con portales que
comunican dimensiones temporales y con los
riesgos que implica cruzarlos e intentar modificar la historia. Los datos hasta el momento no
son muchos, salvo que en la producción están
J.J. Abrams (el niño mimado de la televisión
-Lost- y del cine -Star Wars- por estas épocas)
y el propio King, alguien particularmente
exigente cuando sus libros se llevan al cine o
a la televisión. Como protagonista se anuncia a James Franco, otro personaje que en
los últimos años estuvo por todos lados. La
pregunta obvia es si será un fiasco o le hará
justicia al libro, uno de los mejores de los
últimos años de King, una novela larga y llena de vueltas espacio temporales que retrata
dos épocas alejadas y opuestas de un mismo
país: los últimos 50 y los primeros 60 con
sus ingenuidades, sus creencias puritanas,
su fe en el progreso y su deriva lenta hacia la
locura representada por el asesinato de JFK;
y nuestros años en el otro extremo, nuestra
época hija de esa locura ya desplegada, sin
competencia. X
Mariano Canal | @buensalvaje
Literatura: la ruta entre Muslip y Gandolfo
Para el verano. En estos días de calor agobiante, la cabeza del lector agradece libros
veloces, amables, livianos. No importa qué
lugar nos deparen las vacaciones, sea playa, montaña o celda de cuatro paredes, esa
osada idea de leer alguno de los monstruos
publicados en estos últimos años o alguno
más remotamente antiguo suele derretirse
a causa de los 35° de sol argentino. Por eso,
prefiero recomendar una novela breve, placentera y viajera, escrita por el autor argentino Eduardo Muslip: Avión (Blatt & Ríos, 2015).
Un muchacho argentino vuelve de Los Ángeles a Buenos Aires y el relato en primera persona transcurre durante ese viaje en avión,
una unidad temporal limitada e intensa. Así
resumido Avión podría carecer de interés; sin
embargo, la novela se enriquece en el registro que el muchacho realiza de cada uno de
los pasajeros. Entre ese minucioso registro,
que va desde una familia de plástico hasta un
colorado viril, el protagonista se evade de la
espera que todo tránsito implica y vuelve a
su pasado infantil-adolescente en un edificio
porteño. En ese punto, la novela de Muslip
retoma un tono a lo Manuel Puig y trabaja sobre los chismes y las relaciones entre vecinos
de ese edificio. El relato va y viene del presente paralizado del viaje al pasado chismoso del barrio y se centra particularmente en
el tema predilecto del chisme: el sexo. ¿Qué
mejor lectura para el verano que una novela
ligera, bien escrita, centrada en los rumores
y los ratoneos del cuerpo? Avión es un libro
hermoso para leer a sol y, suerte mediante,
a sombra.
Para tener en cuenta. En este año que se
fue, hemos podido celebrar algunas reediciones de literatura argentina realmente notables. Desde El caos, de J. R. Wilcock (La bestia
equilátera), hasta la antología Un poderoso
camión de guerra, de Bernardo Kordon (Blatt
& Ríos), pasando por Las varonesas, de Carlos
Catania (Las cuarenta), algunas editoriales
argentinas han puesto un objetivo claro en
revolver los anaqueles polvorientos del pasado literario para traer nuevamente a los lectores pequeñas joyas ocultas u olvidadas. Me
cuentan que en 2016 la editorial cordobesa
Caballo Negro, de catálogo genial y preciso,
recopilará los cuentos completos de Elvio
Gandolfo. Para aquellos que no pudieron
disfrutar aún de un libro como La reina de las
nieves o de cuentos como “Llano del sol”, “Vivir en la salina” o “Caminando alrededor”, la
publicación de todos los relatos de Gandolfo
es una novedad para aplaudir de pie. Al menos dos o tres aspectos pueden valorarse de
la narrativa breve de este autor: su exploración de géneros populares como el policial
negro, la ciencia ficción y el terror; el estilo
que recupera tonos del lenguaje coloquial; la
estructura equilibrada de la mayoría de sus
relatos. En definitiva, los cuentos completos
de Elvio Gandolfo podrían ser la gran noticia del 2016 en el marco de este movimiento
editorial que cuestiona la tradición literaria a
través de una arqueología del pasado. X
Matias Raia | @golosinacanibal
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año 6 | nº 351 | 3 de enero de 2016
Cine: Alí frente a Rocky
Piñas van, piñas vienen. El boxeo es el deporte más cinematográfico de todos. Desde
Toro Salvaje (1980), con la dupla Scorsese &
De Niro en su época dorada, hasta Gatica, el
mono (1993), el regreso triunfal de Leonardo
Favio, es difícil encontrar un film sobre boxeo que pase inadvertido. Por este motivo, la
recomendación veraniega serán dos películas protagonizadas por superhéroes del ring.
Facing Ali (2009) es un documental que reúne las voces de los rivales más importantes
que tuvo Ali. “No puede hablar por sí mismo, pero nosotros podemos hablar por él”,
dice Ron Lye, uno de sus contrincantes, en
una frase que sintetiza la esencia del relato.
A partir de las palabras de los boxeadores se
reconstruye la vida del mejor peso pesado de
la historia, con testimonios colmados de respeto y gratitud. Su conversión al islamismo
se muestra con los gritos de Ali (“¡¿Cómo me
llamo?! ¡¿Cómo me llamo?!”) mientras golpea
a un adversario que se había burlado de él,
al llamarlo por su antiguo nombre, Cassius
Clay. George Foreman habla con una admiración pavorosa sobre el hombre que destruyó
sus ilusiones. Después de la histórica pelea
en Zaire -retratada con maestría en el documental Cuando éramos reyes (1996)- Foreman
nunca volvió a ser el mismo. De Joe Frazier,
su clásico rival, Ali diría: “Es la otra clase de
negro. No es como yo. Es el Tío Tom”. Ese era
el término peyorativo utilizado para referirse a los negros serviciales con los blancos,
que no defendían las banderas que levantaba la comunidad negra. Sin embargo, a Frazier se le llenan los ojos de lágrimas cuando
recuerda la enfermedad de Parkinson que
padece Ali. Larry Holmes, que había sido su
sparring, enfrentó a Ali en el final de su carrera: “Me daba miedo pegarle en el cuerpo.
Entrené muchas veces con él, y cuando iba
al baño, orinaba sangre”. “Si se hubiera retirado a tiempo, hoy sería el presidente de
Estados Unidos”, sentencia Ron Lye, con unas
palabras que son fieles a la nostalgia que se
percibe en Facing Ali.
Si uno quisiera comparar a Muhammad Ali
con un ícono similar en el universo ficcional
del boxeo, el único que estaría a la altura del
desafío sería Rocky Balboa. El 4 de febrero
se estrena Creed, que cuenta la historia de
Adonis, hijo del eterno rival de Rocky, Apollo Creed. Aunque ya hay algunas versiones
online, el regreso de Balboa debe verse en
el cine. No hay que caer en la tentación del
living. Creed es para disfrutar con amigos en
pantalla grande, después de una cena fraternal. En esta oportunidad, Rocky es el entrenador de Adonis, con quien forja una relación paternal, que remite a la que tuvo con
Marie, la adolescente que aconsejaba Balboa
en la primera entrega de la saga y de la que se
enamoraba en Rocky Balboa (2006), la última
aparición del semental italiano. La leyenda de
una tercera pelea con Apollo, a puertas cerradas, es uno de los guiños más divertidos
de Creed, donde Stallone consigue una de las
actuaciones más emotivas de su vida y revitaliza con sangre joven a la figura mitológica
de Rocky.X
David Fernández | @eldeibik
acondicionado y sos de los que aprovechan las
vacaciones para los bodoques, Franzen y sus
700 páginas te esperan.
Lo que está por venir. La ironía quiso que
el anuncio de la nueva novela de Don DeLillo llegara a la Argentina veinticuatro horas
después del ballotage presidencial que cerró
doce años de kirchnerismo. Zero K se titula
el regreso del autor de Ruido de fondo a las
librerías y su salida en Estados Unidos está
programada para mayo de este año que acaba de comenzar. Si Franzen es la versión obcecada y detallista del sueño cada vez más
perimido y vintage de la Gran Novela Americana, DeLillo es su su último gran prócer, un
artesano que llevó ese anhelo a sus unidades
mínimas: la vida norteamericana entendida
como una sucesión de fotogramas significativos, capaces de capturar una época. Seis años
después de Punto Omega, su anterior novela,
donde el punctum era la Guerra de Irak -trasfondo también de dos libros muy dispares
entre sí publicados en 2015 en Argentina,
a saber, La guerra humana (Dakota), de Noah
Cicero, y Gracias por la compañía (Seix Barral),
de Lorrie Moore-, Zero K sigue el derrotero
del multimillonario Ross Lockhart y su fe en
un proyecto científico secreto que ayude a
su joven esposa, Artis Martineau, a “vencer
a la muerte”. En el cotorreo publicitario previo, se lo escuchó a Harold Bloom describirla
como un punto culmine en la obra de DeLillo, un autor del que siempre es una buena
noticia oír novedades y del que esperamos
ver una traducción antes de fin de año. X
Literatura: de Franzen a DeLillo
Lo que pasó. Recomendar un libro para leer
no implica necesariamente recomendar el
mejor libro del año. En Pureza (Salamandra),
Jonathan Franzen se confirma como un jugador consagrado que vuelve a exhibir su talento aunque en algunas páginas se escuche el
crujido de las articulaciones y el ímpetu balzaciano derive en una sátira que podría tener
más predisposición al humor. Pero Franzen,
que insiste con la “Gran Novela Americana”,
con la Gran Novela Americana asociada a la
voluptuosidad de los grandes bodoques, hace
algo que en la época de la alt lit, el reviente
y la anemia narrativa se recibe con la ansiedad expectante con que se captura una señal
extraterrestre: un recorte detallista del presente que, cruzado con el proverbial fastidio
de su autor -conocido por pelearse tanto con
Oprah Winfrey como con las redes sociales o
la paternidad; una especie de Abuelo Simpson
de la Nueva Sinceridad- termina produciendo
una novela donde los cañones de la elocuencia
apuntan contra las dos grandes promesas de
emancipación contemporáneas: el feminismo
e internet. Madres disfuncionales, chicas alfa,
seudos WikiLeaks dirigidos por egomaníacos
disidentes de la Alemana comunista, insoportables “matrimonios feministas”, odas al pe-
riodismo tradicional y palos a la ética hacker
conforman una historia donde lo mejor es lo
que suele ser lo mejor de la franquicia Franzen:
las relaciones de pareja, la familia, los padres
distantes y las madres omnipresentes como
residuos de una identidad que por momentos
parece una condena. Si no te cortaron el aire
3 de enero de 2016 | año 6 | nº 351
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Música: Revolutiva vuelve
Regresos. En este 2015 en el que -entre otras
cosas- se vio derrotado un “relato" que llegó a
no permitirse pronunciar el nombre de quien
debía garantizar la continuidad del "proyecto"
y "defendernos" (y desde la Biblia se sabe que
omitir a quien se alude constituye el máximo
desprecio), se me ocurren muchos discos para
recomendar porque el rock de las calles, los corazones y los antros perdidos siempre permanecerá vital pase lo que pase y apene quien le
apene. En principio, los ineludibles: los nuevos
discos de Sr Tomate, Los Espíritus, Shaman, Mi
Amigo Invencible, El Mató, Los Pels, José Miel,
Valle de Muñecas, Bestia Bebé, Olfa Meocorde, Hojas Secas, Fantasmagoria, Valentín y los
Volcanes, Mujercitas Terror, el gran Prietto y
etcétera. Sí, son muchos, la lista es larga pero
se tratan, todos, de álbumes imperdibles, que
se consiguen fácil en la web. Bandas que desde hace años vienen dándonos lo mejor de ese
universo musical que enhebraron con paciencia y talento. Y que plasman en canciones que
en algunos casos nos identifican y/o llenan de
misterio; algo para decirnos y algo, tal vez, que
no terminamos de descubrir (y parecido podemos decir de “nóveles" como Las Edades, Las
Armas BsAs, Agrupación Musical Ayrton Senna, Gualicho Turbio o incluso López, que proviene de los ya extintos y geniales Futre; todas
con discos debuts muy buenos). Ahora bien.
Estamos en una especie de año bisagra (¿otro
más?). Y en ese caso me es imposible dejar de
celebrar el regreso, por un recital, de Revolutiva, la mejor banda de rock sureño del mundo.
Un grupo que los periodistas de rock cargamos
con cierta vergüenza porque no supimos hacerles una mísera nota cuando en 2008 sacaron El libro rojo, su obra maestra. Un verdadero
long-play imposible de interrumpir una vez
que empieza a correr su swing que deja reluciente los pisos (o ese country blues que acompaña con su guitarra slide las penas en un bar
equis de Constitución). Todo eso que es tan del
Norte (porque los yanquis cuando saben, saben) y que los Revolutiva saben apropiarse con
la peculiaridad de unas letras objetivamente
clasistas (sin panfleto) que le dan una vuelta inaudita (nunca escuchada) al asunto. Así, con la
dicción de una especie de Paul Newman reacio
a las mariconadas (y oriundo de ¡Lincoln!, provincia de Buenos Aires), te cuentan de la odisea
de los espaldas mojadas al sur del Río Bravo,
o de las huelgas en El Alto de Bolivia, o de las
intifadas en Palestina, o de las contramarchas
del sindicato (¿Hola, Caló? ¡Teléfono!) que “te
quiere manso”, y así. Sin duda, los cinco Revolutiva son excelentes: la base rítmica de Cochi
Conde y Román, la armónica suburbana de Ángel, los punteos de Cirilo… Pero hay algo en la
voz (más guitarra) de El Flaco, la cara principal,
el Paul Newman en cuestión, que termina de
hacerlos especiales. Juro, y eso que llevo más
de un par décadas escuchando rock nacional
(el de ayer, el de hoy y el de antes de ayer), que
no hay nadie por estas tierras capaz de cantar
estos géneros yanquis con tanta naturalidad
y gracia como el lungo gringo de esta banda
maravillosa. Quizás Ricardo Soulé, de Vox Dei,
se le acerque un poco. Pero lo del Flaco es tan
natural (su timbre de voz es tan perfecto) que
lleva a pensar que es un misterio de la genética o una trampa de Dios (si no fuera porque
él seguramente sea ateo). Este año, cuando
volvieron en un pequeño local de Boedo y los
veía disfrutar cual Creedence Clearwater Revival reencarnados, me repetía: esto es verdad
y ocurre acá. ¿Cómo podemos hacer para que
no vuelvan a desistir? Obviamente depende de
ellos. Pero escucharlos y conocerlos más, seguramente ayude. Aquí entonces mi recomendación. Y mi deseo: sigan, muchachos, toquen.
No dejen de existir. Y así, tal vez, el 2016 nos
encuentre unidos bajo la escucha del sucesor
de El libro rojo, que sé que mantienen en gateras desde hace años, y que promete ser tan
bueno como el anterior. Ojalá. X
Juan Manuel Strassburger | @lowfirocker
Teatro: Mariana Obersztern y Agostina Luz López
Lo que vuelve. Inspiratio. Es una obra dirigida
por la más excéntrica referente de nuestra
escena alternativa: Mariana Obersztern. Tres
actores la llamaron para que “los mire” en
un trabajo que ellos habían empezado a ensayar por su cuenta. Ellos son tres verdaderos
dioses de las tablas: Julieta Vallina, Agustín
Rittano y Leticia Mazur. El resultado de las
preocupaciones e improvisaciones de los intérpretes, más la dirección flotante y aguda
de Mariana, es un trabajo de una originalidad
y una belleza pocas veces vista. Una suerte de
deriva poética e hilarante sobre la sustancia
inaprensible del actor. Obersztern viene de
dirigir Si el destino viene a mí, donde también
aparecían los dobleces entre actores y personajes, y la duda sobre en cuál de estos lugares se asienta la verdad. Inspiratio hizo unas
pocas funciones en 2015, pero prometieron
volver en 2016. Esperamos que cumplan su
inspiradora promesa.
Lo que viene. Los milagros. Agostina Luz
López es una muy joven dramaturga y directora teatral. Dirigió la bella y sutil La laguna
en 2012. Este es su nuevo trabajo y tenemos
fe en que se las trae. Las actrices son Martina
Juncadella, Carla Fonseca, Ernestina Ruggero
y Laila Maltz. La obra se centra en Martina,
una chica que está terminando la adolescencia y cree que “empieza el futuro”. Relata
historias donde habla sobre su familia, su
madre y su abuela, esa red de herencia maternal, de sangre italiana en donde ella está
envuelta. Su madre y su abuela son como actrices de sus relatos, en donde Martina reflexiona sobre cómo la vida familiar se convierte
en una ficción, como esas historias que todas
las mujeres de su familia cuentan se dramatizan y se exageran. Estas tres mujeres, la
joven, la madre y la abuela tienen pasión
por escenificar, por hacer de cada hecho cotidiano, una tragedia. ¿Cuál es el límite de
su realidad y cuándo empieza su capacidad
de generar novelas? Aparece un cuarto personaje, una amiga de la chica, que viene a
hablarle de todo ese futuro que teme y a meterse como una extranjera en esa familia. X
Mercedes Halfon | @hebilladepasto
Cine: 3 corazones y Rabo de peixe
Para ver y volver a ver. Si cuando te preguntan por la mejor película estrenada en 2015 y
la más esperada –y también potencialmente
mejor- de 2016 uno dice Mad Max: Furia en el
camino y Los 8 más odiados (a la que sería mejor llamar “Los 8 desgraciados”), la respuesta es tan obvia como la evidencia de que el
aparato estadounidense industrial, ya globalizado como estructura de producción, sigue
teniendo vigencia. Es, en el fondo, una cuestión de poder, pero también de qué se hace
con él, como nos recuerdan las películas de
superhéroes cada vez más malas, dentro de
las instituciones que lo monopolizan y administran. George Miller celebró una fiesta
mientras que Tarantino, heredando al John
Carpenter de La cosa (antítesis de Spielberg),
juega una partida de ajedrez con la democracia neoliberal como la que el caballero
de El séptimo sello jugaba con la muerte. Pero
en los arrabales de la gran institución cinematográfica del entretenimiento, cuando no
fuera de ella, también hay vida, no necesariamente viciada del escepticismo lúcido de
quienes filman desde el lado oscuro de la
Fuerza (único lado apetecible, por no decir
aceptable, del entretenimiento imperial). El
año pasado el mejor clasicismo -el arte de
narrar virtuosamente, de involucrarnos con
personajes y situaciones a escala humanano estuvo representado por películas como
Misión imposible: Nación secreta, ni siquiera por
Puente de espías ni por cualquier otra estadounidense, sino por 3 corazones (u otra de origen europeo como Mr. Turner, de Mike Leigh),
cuya estructura simbólica, continuidad, actuaciones y puesta en escena está a la altura
del mejor cine filmado desde los 30 hasta los
50, sin desentonar con los ritmos narrativos
que durante los 60 y 70 directores franceses
paralelos a la Nouvelle Vague como Claude
Sautet -y posteriores a ella como André Téchiné- adaptaron al presente contemporáneo
de cada uno. Esta vez Benoît Jacquot ha hecho lo propio con un triángulo amoroso relatado como melodrama, vale decir tragedia,
veloz en la que cristianismo y paganismo
-entre otras fuerzas- se siguen disputando el
mundo subterráneamente y cuyo más que
improbable héroe es un empleado de la AFIP
francesa. Otra isla perdida en el archipiélago
de estrenos dominado por los pesados continentes de siempre fue Rabo de peixe -proyectada en el Malba y que, esperamos, tenga
estreno comercial este año- que es literalmente una isla de las Azores. Joaquim Pinto
y Bruno Lionel, sus directores, casi no aparecen en cámara, pero lo que miran y cuentan
nos transportan. El mar y los que trabajan
artesanalmente en él son sus grandes prota-
gonistas. Pinto y Leonel pescaron imágenes
que luego pusieron en relación a través del
montaje, cuidando de respetar el ecosistema
simbólico original de pertenencia sin tampoco privarse de usarlas como materiales de
la memoria y del imaginario. Rabo de peixe es
un relato que no suelta nunca al espectador,
lleno de pequeñas intrigas atractivas de toda
índole que no tienen necesidad de cerrarse,
y también uno en el que el mundo viviente
se manifiesta majestuosamente porque sí. X
Hacerse la crítica | @hacerselacrtica |
www.hacerselacritica.com
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año 6 | nº 351 | 3 de enero de 2016
La mala leche
Relatos salvajes
¿Cuál es el objetivo del Pro según
el Pro? Pacificar el país. ¿Cuál es la
hipótesis de conflicto del Pro? El kirchnerismo. El Pro y el kirchnerismo
saben que no se sacan nada, y sobre
esa confirmación mutua el Pro tramó
previsiblemente su nuevo relato republicano: cree que la desunión de los
argentinos es obra del kirchnerismo,
que los argentinos somos unidos por
naturaleza y que estamos “condenados al éxito” por la riqueza de nuestro
suelo. Se propuso entonces desarmar
esa “grieta” desarmando el aparato
simbólico kirchnerista (periodismo
militante, ley de medios) y dando fin
a lo que llamó “guerra del Estado contra el periodismo”. A propósito de los
favores devueltos del gobierno al grupo Clarín en la disolución del AFSCA
(por más pésimo funcionario haya sido
Sabatella), la estructura propietaria de
medios se muestra como otra excepción argentina. El periodista Sebastián
Lacunza escribió en su blog el miércoles último: “En EE.UU. no rige la ley de
la selva. Hay límites establecidos para
prevenir la configuración de monopolios, lo que no quita un intenso lobby
para desandar ese camino (de Rupert
Murdoch, por citar a alguien). Es decir,
un actor preponderante del mercado
de diarios (New York Times) tiene vedada la explotación de TV en una misma región, y también imperan techos
para la porción de la audiencia. El ente
regulador Federal Communications
Commission está compuesto por cinco
directores propuestos por el presidente y convalidados por el Senado, que
tienen mandato por cinco años (es decir, exceden el término presidencial);
en cualquier caso, no más de tres de
ellos pueden pertenecer al mismo partido. Por la acción de la FCC es que no
existen en EE.UU. conglomerados tan
protagónicos como los latinoamericanos Globo, Televisa o Clarín.”
La grieta es una creación narrativa, es
el segundo nombre de la batalla cultural, es el nombre que le puso Lanata para distinguirla como una herida
social que alguien “maliciosamente”
nos produjo. Podés desarmar la grieta
(cerrar canales, sacar a 678, desmontar
el periodismo militante, etc.), pero el
problema del Pro no está sólo en las
previsibles plazas kirchneristas en
Parque Centenario o Saavedra o las
playas atlánticas, el problema lo tiene
con Cresta Roja, con los sindicalizados
que esperan sus paritarias después de
la bruta devaluación, con los inundados de ciudades con infraestructuras
postergadas, con los aspiracionales,
con los trabajadores informales, con
los que se autoperciben de clase media (¿el 80% de los argentinos?). Porque si estamos en la batalla que el Pro
quiere proponer (“la Batalla del Desarrollo”), estamos en el desierto de
lo real. Es una lucha de los que no se
bajan del consumo. Y no se me ocurre
mejor metáfora del intríngulis que el
empleado de Cresta Roja, Miguel Ángel Villegas, que reconoció haber votado a Macri y fue desalojado a gomazos de la Richieri. “Yo lo voté a Macri
porque quería un cambio, lo vi bailar
en la Casa Rosada y me puse contento. Mirá vos cómo me pagó, cómo me
pagó, no tiene vergüenza. Le dio todo
a los sojeros, a los bancos, a nosotros
nada.” Eso dijo Miguel a los gritos.
Habría que hacer un apunte más. Sobre el control del espacio público (los
corte de rutas, calles) pierden de vista
que este es un país de consensos simultáneos. Te piden mayoritariamente orden pero también hay una enorme sensibilidad contra la violencia
policial. Esa ambigüedad argentina no
comprendida se llevó puesto a Duhalde. Las dos cosas son simultáneas.
¿Qué aprendimos en estos veinte días
de macrismo? Que el republicanismo
es situacional: se es republicano en la
oposición, se transgrede la ley en el
gobierno. Pero una vocación republicana sincera supone que el país que
se “recibe” viene sin beneficio de inventario, por lo menos en principio. Y
que las leyes que no te gustan se cambian con las reglas de juego, porque
el republicanismo es un mensaje de
“formas”. El Pro resulta un republicanismo sucio, sagrado sólo en las leyes
que él constituye y refundacional
frente al reconocimiento de la herencia. Macri no dejó sus ideales económicos en la puerta de la Casa Rosada,
gobernó más de veinte días para la
base social que lo votó en las PASO,
y se dedicó a una suma de poder basada en una capacidad transgresora
cuya explicación es unívoca: Macri
hace lo que hace porque puede. El kirchnerismo extremó la lógica del voto
popular y su mandato rotundo (luego
del 54% vino el fatídico vamos por todo
en el que licuó su poder). El Pro hasta ahora es un gobierno revanchista,
una suerte de cristinismo invertido,
que aglutina tanto poder comunicacional y se enfrenta al riesgo inevitable de abrumar. Su pedagogía es economicista, racionalista y ambiciosa:
la primera reunión de Mercosur planteó un nuevo norte regional. Venía
a “enfriar la política para ordenar la
economía”, terminó recalentando la
política y cambiando la economía. ¿Y
los radicales, nuestros republicanos?
Cumplieron el último mandato de Alfonsín cuando cerró la candidatura de
Lavagna en 2007 (“el hombre sin partido para un partido sin el hombre”).
Gobernaciones, intendencias, parlamento y ministerios, ¿se van a quejar? Escribió un gran tweet mi amigo
Agustín Cosovschi: “Deben estar muy
seguros de que la economía levanta
vuelo en 6 meses y no recordaremos
nada de lo que ocurra entre el 1 y el
31 del corriente.” En fin. Memoria,
alegría y feliz 2016.X
La salidera
Eventos, lanzamientos, recomendaciones
La nueva ola II: La venganza del verano
Kino Palais, el espacio de artes audiovisuales del Palais
de Glace, presenta una nueva edición del ciclo “La nueva
ola”, un programa de películas con temática veraniega.
Films actuales más algún clásico para refrescar el verano
porteño con el mejor cine. Una selección de once films,
de autores de las más diversas nacionalidades y con
estéticas y narrativas variadas, y donde hoy se proyecta
Beach Town (2015), de Erik Hammen, un buen exponente
del cine independiente norteamericano contemporáneo,
que mezcla rock and roll y playa, en 16 mm color.
Cuándo: Viernes, sábados y domingos, desde el 2 de
enero hasta el 21 de febrero.
Hora: 19:00
Dónde: Palais de Glace, Posadas 1725, CABA
Entrada: Libre y gratuita
Más info: www.palaisdeglace.gob.ar
The Dandy Warhols
Una de las primeras visitas internacionales de 2016
es una banda que hace ocho años no pisaba nuestro
país. The Dandy Warhols, la banda comandada por el
ecléctico e inclasificable Courtney Taylor-Taylor llega
a la Argentina y se presenta en el escenario de Niceto
Club. Después de su último disco, This Machine, editado
en 2012, los norteamericanos pisarán Buenos Aires,
como escala de su gira sudamericana, para recorrer su
discografía que incluirá, por supuesto, su vieja gema
Thirteen tales from urban bohemia, que el año pasado
cumplió quince años de vida.
Cuándo: Jueves 7 de enero
Hora: 20:00
Dónde: Niceto Club, Niceto Vega 5510
Entrada: Desde $630, a la venta en Niceto y Ticketek
Fiesta Clandestina con Pez
La Fiesta Clandestina ya es un clásico y lo que también
empieza a ser un clásico es que arranque el año de
la mano de Pez, una de sus bandas fetiche. El grupo
liderado por Ariel Minimal dio el puntapié inicial el año
pasado junto a Humo del Cairo -y antes inauguró el 2014
con Poseidótica- y ahora repite en este 2016, esta vez
junto a Richard Coleman. Como su nombre lo indica,
la Fiesta Clandestina es una fiesta e incluye también
la música del DJ Seen Cadena, cerveza libre y circo
clowndestino con acrobacia, malabares, performers y
más.
Cuándo: Viernes 8 de enero
Hora: 23:00
Dónde: Groove, Av. Santa Fe 4389
Entrada: Desde $100, a la venta en Ticketek
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Director
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Diego Sanchez
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