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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
REVISTA DE BELLAS ARTES Y ACTUALIDADES,
FUNDADA
POR
E L E X C M O . SR. D. A B E L A R D O
ANO
DE C A R L O S .
XXIX.
ÍNDICE DE LOS GRABADOS CONTENIDOS EN EL TOMO XL.
(SEGUNDO
FALLECIMIENTO Y FUNERALES.
|
de S. M. e l R e y D . A l f o n s o X I I .
CABEZA YACENTE DE S. M. EL REY D. A L FONSO X l l , 335.
CAPILLA ARDIENTE EN LA CÁMARA MORTUO-
RIA, en el Real palacio del Pardo, 324.
CEREMONIAS
RELIGIOSAS ANTE EL CADÁVER
SEMESTRE
D E iSS 5 .)
ALBERTO DURERO, cuadro del mismo insigne |
artista, 33.
ALDEANA DE ASTURIAS, dibujo de Alfredo
Perea, 88 y Sg.
TORRE DEL CLAVERO, en Salamanca, 121.
ALICATADOS
L"NA FERIA EN LA HUERTA DE MURCIA, cua-
DEL TEMPLETE
NORTE,
en
la
Alhambra , 97.
APUNTES ARQUEOLÓGICOS DE MENORCA, ÍO8.
APUNTES ARTÍSTICOS DE ROMA, por H. Es-
DE S. M. EL REY , expuesto en el Salón
tevan, 2S4.
de Columnas del Real palacio de Ma- A V E , MARÍA, cuadro de Beckcr, 109.
drid, XLV.
AVES DEL PARAÍSO, cuadro de Masó , i(>8.
CONDUCCIÓN DE LOS RESTOS MORTALES DEL
BURRO FLAUTISTA ( E l ) , dibujo de Martin
REY, desde Madrid al Escorial, 329.
Rico, 184.
CORO ( E l ) DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCANTE HONDO, dibujo de Araujo, 244.
CO EL GRANDE, durante las exequias rea- CASCO DE D. JUAN DE AUSTRIA, 281.
les, 353.
CATEDRAL DE CÁDIZ: Vista interior, 153.
DE LA FLORIDA Á MADRID: Paso de la comi- CATEDRAL DE MURCIA: Vista de la parte lativa fúnebre por la plaza de Oriente, 337.
teral , y puerta de los Apóstoles, 9.
DE MADRID AI. ESCORIAL : Colocación del
CATEDRAL DE MURCIA: Vista general (excoche-estufa sobre la plataforma de un
terior) ,20.
furgón: Paso del tren por la Casa de Cam- CATEDRAL DE PLASENCIA (Cáceres) : Fachapo; Llegada á la estación de Villalba, 340.
da principal, 288.
EL CONVOY FÚNEBRE, del Pardo á la Flori- CONCIERTO EN LA CORTE, cuadro de Erdda, 332.
mann . 272 y 273.
EN LA FLORIDA: El cortejo fúnebre empren- «.CORONA DE HIERRO» de los revés lombardos,
de la marcha hacia el palacio Real de Ma392.
drid, 333.
DESEMBARCO ( E L ) , cuadro de Berne Bellecour, 41.
EXEQUIAS EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO
SEPULCRO DE DON JUAN II v DOÑA ISABEL
LIE PORTUGAL, en la Cartuja de Mirallores, 285.
dro de Agrasot, Si.
I'NA PARTIDA EMPEÑADA, dibujo de Llovera,
13(1 y 137.
LTN PRESTIDIGITADOR AMBULANTE. Cuadro d e
Vautier, 340 y 341.
VIOLÍN ENCANTADO (El), cuadro de Roil, 28c).
VISITA MUY PROLONGADA, cuadro de Girardet, 169.
¡VIVA LA ALEGRÍA!, cuadro de Ferrant, 3S8.
;Y EL DEL PERRO?, dibujo de Garlang, 20S.
STAFFORD NORTHCOTE (Sir), primer lord de
la Tesorería, 29.
TOPETE (1). Juan Bautista), vicealmirante
de la Armada, 2b>.
ZOI.A ^Mr. Emile) , célebre novelista francés , 312.
ALEGORÍAS, TIPOS, VISTAS, ETC.
Actualidades: Aplicaciones científicas é industriales de la electricidad ^siete grabados) , 293.
Aranjuez : Visita de S. M. el Rey al hospital
de coléricos , 1 y 4.
Buques armados en corso : Velachero del
siglo xvi, jabeque de Barceló y vapor
moderno, 133.
Cárdenas (Cuba) : Escuela-Llaa. , 245.
RETRATOS.
Carolinas y Palaos (Islas): Apuntes de la
ALCÁZAR (D. José de), gobernador de Murexpedición verificada por el crucero Vecia, 12.
lasco, 100.
ALCOYAXO (El), asistente voluntario de los Casas de indígenas en la isla de Yap , 149.
enfermos coléricos en Murcia, 36.
Caza (La) y los cazadores, por Comba, 173
ALMAZÁN (D. Rafael de), alcalde de Aran- Charitas: La Hermana de la caridad, 57.
juez, 112.
Colmenar (Un) en Asturias, por Cuevas, 45.
ALONSO Y SANJURJO (D. Eugenio), jefe de Costas de Galicia : Barcas pescadoras corrienSección en el Ministerio de Ultramar, 80.
do un temporal, 292.
BOSCH Y FUSTEGUERAS (D. Alberto), ex alcal- Cuba (Isla de) : El puerto de Baracoa, lor.
de de Madrid, 233.
Escorial (Madrid) : Toma de posesión del
EL GRANDE POR EL ETERNO DESCANSO DE
DESPEDIDA DEL CONTRABANDISTA, cuadro de
Real Monasterio de San Lorenzo, por los
S. M. EL R E Y . el 12 de Diciembre, 348
García y Ramos, 72.
¡ BRYAN Y LIVERMORE (D. Tomás), obispo de
RR. PP. Agustinos, 104 y 105.
Murcia y Cartagena, 17.
: DESPUÉS DE LA CORRIDA, cuadro de Marius i
>' 349Michel, 276.
I CAPRILF.S Y OSUNA (D. Enrique), teniente Isabela (Puerto-Rico) : Repartición de socoEXEQUIAS POR S. M. EL REY EN LA IGLESIA I
de navio , 264.
rros á los necesitados, 228.
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA (episodio !
DE SAN FRANCISCO JAVIER, en París, el 4 de
CUBAS (D. Francisco de), arquitecto insigne, Islas Filipinas : Nuevas escuelas públicas y
I del entierro), por Alcázar, 257.
Diciembre, 352.
180.
nuevo cementerio de Uniuay (Ilo-Ilo),
ESCALA DE JACOB (La), cuadro de Murillo, 57.
EXTERIOR DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO
164.
EL GRANDE, á la llegada de los invitados á ; Es TAN DONDE ESTÁN?, dibujo de Lasuen, DOCTORES SRES. CISNF.ROS , PÉREZ-VALDÉS
y REYES, médicos de la Enfermería del Lanzarote (Canarias) : El puerto de Naos, 44.
las exequias Reales, 345.
I 229Sur, en Madrid, 156.
Madrid.—Alguacil de la plaza de Toros, 140.
EXTERIOR DEL PALACIO DEL PARDO, donde
ESTATUA DE D. COSME DAMIÁN CHI RRUCA,
EGAÑA (D. Pedro de), ministro que fue de la —Bendición y jura de la bandera del Bataha fallecido S. M., 316.
en Motrico (Guipúzcoa), 160.
llón de Ferrocarriles , 92.
Gobernación, 101.
FECHA DE LA MUERTE DEL REY: ¡ 25 de No- EVANGELISTA SAN JUAN (El), cuadro del DoGÓMEZ DE LA CORTINA (D. Federico), ex al- — Camino del Pardo, dibujo de Campuzaviembre de 1885!, dibujo de Mélida, 313.
mcniihino, 193.
calde de Murcia, 36.
no, 44.
LLEGADA DEL CORTEJO FÚNEBRE Á LA LONJA
FACHADA PRINCIPAL DE LA IGLESIA DE LA
DEL REAL MONASTERIO DE SAN LORENZO
ALMUDENA, en construcción (Madrid), GRANT (Mr. Ulises), presidente que fue de — Cocina económica inaugurada por S. M.
la Reina en la Escuela de Veterinaria, 309.
DEL ESCORIAL, 341.
los Estados Unidos de Norte-América, 92.
196 y 197.
ISAURA Y FARGAS (D. Francisco de P . ) , — Detalles del nuevo teatro de la PrinceLLEGADA DEL TREN FÚNEBRE Á LA ESTACIÓN
FIESTA ( L a ) DE LOS LANCEROS Y ARCABUeminente industrial barcelonés, 64.
sa, 253.
DEL ESCORIAL, 332.
CEROS DE AMBERES, cuadro deTeniers, 25.
IVENS (D. Roberto) y BRITO CAPÉELO (don — Enfermería del Sur (hospital de colériLLEGADA DE SS. \ \ . RR. LA PRINCESA DE
FUMADOR ( E l ) , cuadro de Meissonier, 217,
Hermenegildo), exploradores portugueses,
cos), 156.
ASTURIAS Y LA INFANTA D.a MARÍA T E R E FUROR COLONIAL, cuadro de Tomaso, 152.
205.
— Escuela-modelo para niñas y niños, funSA AL PALACIO DEL PARDO, 317.
H E R O , cuadro de Spieler, 256.
KUBLY ARTEAGA (D. Enrique), ministro de
dada por el Ayuntamiento, 188.
RECUERDOS DKI. REINADO DE D. ALFONSO XII.
HORA DE LA CITA, dibujo de Coffieri, 120.
la república del Uruguay en Madrid, 16.
— Fachada del teatro Real, en construc—El Rey pasa revista al Ejército del Norte IDILIO, cuadro de Antonio Jaspe, 32.
ción, 28.
en la Plana de Olite (Navarra), el 23 de IMPORTUNANDO AL DOLOR, dibujo de Urru- LLAGA Y OTERO (D. Francisco), fundador de
la escuela de su nombre, en Cárdenas, 245. — Fumigación de viajeros en la estación del
Enero de 1875, XLIV.
tia, 172.
ferrocarril del Mediodía, 21.
—Entrada del Rey en el alcázar de sus ma- IMPRESIONES DE VIAJE, dibujo de Hermene- LLÓRENTE Y SANTOS (Fr. Fernando), cura
párroco de Uniuay (Filipinas), 280.
— Incendio del mercado Las Américas, 36.
yores,el 14 de Enero de 1875, XLIV.
gildo Estovan, 108.
—Inundación de Murcia: S. M. lleva el con- INSTINTO DE LA MATERNIDAD, dibujo de MAESTRE Y PÉREZ (El Doctor), inventor del — Instituto municipal de Artesanos: Clase
tratamiento hipodérmico anticolérico, 36.
de Geometría, 261.
suelo á los habitantes del pueblo de Al- Reiss, 224.
cantarilla, el 20 de Octubre de 1879, XLIV. LAUDA SEPULCRAL DEL M. RDO. SR. YUSTO, MARTÍNEZ IZQUIERDO (D. Narciso), primer — La guarnición ante el cólera: El regiobispo de Madrid-Alcalá, 69.
miento de León en el cuartel del RosaARZOBISPO yuE FUE DE BURGOS, labrada
—Ovación al Rey en Madrid, á su regreso
MORENO Y MAZÓN (D José), arzobispo de
rio, 125.
por Samsó, 113.
de París, el 2 de Octubre de 1883, XLIV.
Granada, 17 7—Lotes de prendas de ropa colocados en la
—Visita del Rey á las provincias de Grana- LONJA (La) de Zaragoza, 225.
Camarería mayor del Real palacio, con
da y Málaga, á mediados de Enero de MADONNA DE SAN ANTONIO (La), cuadro del MOREU DE ESPINOSA (D. Pedro d e ) , alcalde
de Motril, 112.
destino á los pobres, 380.
1885, XLV.
Sanzio, 200.
PRÍNCIPES EXTRANJEROS Y ENVIADOS EX- MONASTERIO DE YI:STE: Parte llamada El NOCEDAL (D. Cándido), ministro que fue de — Llegada del primer Obispo de la diócesis
la Gobernación, 49.
TRAORDINARIOS, presenciando las exequias
de Madrid-Alcalá á la basílica de San Isidro
Palacio, última residencia de Carlos V, 365.
Reales en el presbiterio bajo de la iglesia MÚSICA (La), cuadro alegórico de Alberto PEZUELA Y LOBO (D. Manuel de la), ex minisel Real ,68.
tro de Marina, 65.
ae ban Francisco el Grande, 356 y 357.
Hynais, 372.
—Manifestación patriótica el 23 de Agosto
ÍUBLICO ( E L ) INSCRIBIÉNDOSE EN LAS LIS- ¡MUY BUENOS DÍAS!, dibujo del natural, 176 POSADA HERRERA (D. José de), presidente
(dos grabados), 116 y 117.
IAS, en la galería del Real palacio de Ma- NOTICIAS DK LA GUERRA, cuadro de Jiménez
que fue del Consejo de Ministros, 161.
— Manifestación patriótica en la noche del 4
.drid, 316.
RIPÓN Y LIRÓN (D. Manuel), comandante
Aranda, 201.
de Setiembre (tres grabados), 145, 148
del batallón depósito de Aranjuez, 36.
ÚLTIMO RESPONSO EN EL PANTEÓN DE LOS NUEVA FACHADA DEL CRUCERO, de la Catey 149.
SALABERT Y PINEDO (D. Narciso d e ) , mar- — Nuevo teatro de la Princesa (exterior é
dral de León, 56.
VE\ES, en el monasterio del Escorial, ORILLAS DEL SENA, cuadro de Espina y Caqués de la Torrecilla, 297.
interior), 236 y 237.
po, 73.
* • 'SALISBURY' (El marqués de), primer ministro — Recibimiento y festejos en honor de los ex"LTIMOS MOMENTOS DE S. M. EL R E Y , 320 y
del Gabinete británico, 29.
ploradores portuguesesCapelloc Ivens, 252.
PALACIO «DAS NECESSIDADES», de Lisboa
IS
' A DEL MONASTERIO DE S A N LORENZO DEL
S. A. R. ALEJANDRO I de Battcnbcrg, prin- — Sesión de la Sociedad de Geografía en hovista exterior), 381.
cipe de Bulgaria, 192.
PANTEÓN R E A L KN LA BASÍLICA DE SAN I S I nor de Brito Capello y Roberto Ivens, 249.
y
paflaXLV
S. A. R. CARLOS ANTONIO , príncipe de — ¡Ya se fue el cólera!, alegoría, 260.
DORO, de León, 185.
I lohenzollern-Sigmaringen, 48.
Marina española de guerra.—Aviso Marqués
£\ A /~~ 1 ' a s t ' ifr:ls ''"manas Se refieren á PAITO DE LOS EVANGELISTAS, en el Monas¿"plcincntos ilustraos.)
BELLAS ARTES.
u
adros, estatuas, monumentos, etc.
^
D
, £
CR1STAI
' I"'- ROCA TALLADO,
useo del Prado), 377.
Anterior
terio del Escorial, 105.
PUERTO DE ROUEN ( E l ) , cuadro de Morera, 305.
¿OUIÉN ENGAÑA Á yinÉN?, dibujo de Araujo,
24.
REINA DEL BAILE ( L a ) , cuadro de Schmie-
chen, 384 y 385.
S. A. R. MARÍA DE ORI.EANS, 268.
S. A. R. WALDEMAR DE DINAMARCA, 268.
SERRANO v DOMÍNGUEZ (D. Francisco), du-
que de la Tone, 325.
S. M. EL REY D. FERNANDO DE PORTUGAL, 361.
S. M. MILANO I, rey de Servia, 301.
Inicio
del Duero, 124.
— Corbeta Doña Mar'ia de Molina en el dique
de la Carraca, 204.
— Crucero Aragón, 132.
— Crucero ('as/illa, en construcción, 129.
—Crucero Colón, en construcción, 220.
— Crucero Infanta Isabel, 76 y 248.
Siguiente
Marina española de guerra.—Crucero Veías- !Perros sueltos, 290.
Zaragoza : Inauguración de la Exposición
Aragonesa (dos grabados), 26S y 269.
Plaza Mayor ( L a ) de Madrid en los días de
co, 124.
—Escuadra de Instrucción del Mediterráneo: | Navidad, 368 y 369.
Eragatas Nitmancia, Vitoria, Gerona y Car- Pontevedra : Las Aceñas, paisaje del rio LcREVISTA EXTRANJERA ILUSTRADA.
men; crucero Navarra y cañonero Paz, 157.
rez, 40.
ALEMANIA.
— Cañonero filis, 1S0.
—Fragata Asturias , escuela naval Untante, —Las Torres del Oeste, en la ria de Arosa, 21).
— Escuadra en los mares de Oriente: cruPrincipio del fin (El) , por Comba, 375.
245.
cero Jíore, cañonero Adler y fragatas ¡-./iRecuerdos de Scgovia, por Kiudavets , 141.
—Vapor transporte Sai/ Ouinlin, 12S.
rentéis, /'.¡isaheih, 7>ismar¿h , (ineisenau v
Monfovte de Lemus ( L u g o ) : Vista de la Resplandores crepusculares (una figura), 1 55.
Prinz-AJaibcrt,
iSr.
Reyezuelos de la isla de Yap (Carolinas), 1 .| |
villa y de su fortaleza, 5 ; .
Muía (Murcia): Vista general de la villa, 52. San Sebastián (Guipúzcoa ) : Cachalote pes- AVSTRIA. — Árbol de hierro \V.\ '•. en Vicna,
Murcia.—Aspecto de un caserío de la huerta ! cado en alta mar, 2q().
S a n t a c l a r a ( C u b a ) : Nuevo Teatro Je ¡a Ca- HÉLciiCA. — España en la Exposición de Amdurante la epidemia, 1 2.
beres (exterior é interior de la sección esrit/ad. 2 0 2 .
— Distribución de soconvs á los necesitados |
pañola) , 7(1.
en presencia de los Sres. Presidente del S a n t i a g o ( C o r u ñ a V A p u n t e s d e las tiestas del
Consejo di' Ministros v Ministro déla GoA p ó s t o l , (u).
— Pabellón de las Colonias portuguesas , 2i(>.
bernación. 5.
— P e r e g r i n o s q u e se d i r i g e n á g a n a r el jubi- — Pabellones del reino de Cambodge y de los
leo por la Puerta Sania. S4.
fabricantes de cigarros de la llab.ma, <<<i.
— Interior de la cocin.i económica de la Ca— Procesión en la basílica en la tiesta prin- CANADÁ. — Manifestación tumultuaria de los
pital , s2.
cipal. S5.
tranco-canadienses en contra de la vacuna—- Los Sres. Cánovas del Castillii y Romero
ción antivariolosa, en Montreal, 261.
Robledo visitando el hospital de coléri- Termas de Matbcu, en Albania de Aragón.
cos , 8.
COIOMI'.IA ( E H . U U . de).—Viaje á Mariqui2Ou.
ta . 1 Sjf.
— Los Sres. Cánovas y Romero presentándose Valencia : Campamento de la masía del Olien el balcón principal del palacio del Obisvera! . para el batallón cazadores de Alba — Yiav de Pamplona á Cuenta v el Puerto,
po, 13.
de Formes, 204.
— Las inoculaciones anticoléricas del doctor 1 E E . \'\~. 111: NORTL-AMKKICA.—Cañón lanzaNochebuena en el bosque, 3'<4.
Ferrán , 77.
I rtibles, empleado en el salvamento del buOntígola (Toledo"): Vista de la población, del
— Procesión de rogativa con la imagen de la I e,ue británico Malta, en Xew Jersey, 37;.
Mar de Ontigola y de las cuevas, 13.
Virgen de los Desamparados, S4.
— Funerales del general Grjnt, en Ririrside
Falencia: El canal subterráneo de l;,s minas
Pai\- iXueva Y o r k ) , 1 ;2.
de Orbó , 2 1 Í.
, Vendimia (La), 22 1.
E E . U U . DE NORTE-AMÉRICA—Vista de N
P o r t , estación balnearia, 93.
w
FRANCIA. — A p u n t e s del establecimiento bal-
neario de Cauterets y de sus cercanías 61"
— Exposición del Trabajo Nacional, e'n el
Palacio de la Industria, 304.
— Muelle denominado des C/iartrons, en Bur
déos , 2 1 2 .
GriíKRA SKUVIO-IUI.CARA.—Enfraila del principe Alejandro de Bulgaria en Filipópolis
— Militares y paisanos servios discutiendo
los asuntos políticos, 301.
— l'n canipaniento Servio en la irontera servio-búlgara, 381).
ITALIA. — Una visita al Vaticano, por Comba , 300.
M lluro ( F E . U l T . de ).— Apuntes de la ciudad de Medellin , 60.
Pounv.Ai . - Desembarco de los exploradores
lirito ("apello y Roberto Ivens, en Lisboj
—Traslación del cadáver del rev 11. Fernando al panteón, 380.
SriíciA. — El torpedero submarino Nordenfelld, 220.
— La catástrofe de Stockolmo, en el acto de
cantar Cristina Nilsson en la plaza del Gran
Hotel (dos grabados), 2i<¡ v 232.
ÍNDICE DE LOS ARTÍCULOS CONTENIDOS EN ESTE TOMO.
memoria (K! vicealmirante D. Juan BauAdministrador (El).—Otro donativo, 31,0.
tista Topete, 275 .
Alfonso (D. Luis).—El veraneo en los EstaFunes (D. Enrique).—Cisneros, soneto, 123.
dos Unidos : New-Port, 90 y 101.
Alonso y Sanjurjo (D. Eugenio). Oda xv de Gil ( D. Isidro). — El canal subterráneo de ;
Orbó , 2 10.
Horacio, en verso castellano. 78.
Amador de los Ríos ( I I . Rodrigo). — Estu- Grilo ( D . Antonio E. ). — A la Virgen María
( U n libro de J o r r e t o ) . i r ; La Hermadios arqueológicos : El estilo mudejar, 78
na de la Caridad, poesía, 34; Lejos del
y i)o.
hogar, poesía, 78; Madrigal, S7 ; Tin el
Arcimis ( D . Augusto). — Las tormentas, <)i.
abanico de S. A. K. la Infanta Eulalia,
Arévalo (I). .1. de).—Papel de cartas, 22I1.
110; El día de campo, 210: A una ami- .
Bosch (1). Manuel).—Publicaciones ¡lustraga de mi bija, 227; La muerte del Rey,
das de la Librería Ouantín, 390.
'318.
Bustillo ( I ) . E d u a r d o ) . — Las tres ventaGutiérrez de Alba (D. Jcsé María). — ¡Tierra!,
nas , 2O'>.
poesía, 138 v 151 : Una excursión á MariCampillo ( I ) . Narciso).—La pólvora, 42.
quita, en la república de Colombia, 1S3;
Cañete ( 1 ) . Manuel). — Los teatros, '17, 83,
1Í13, 1 7<j, 251 , 299, 3'13 y 379.
[ La raza latina, 255 ;|Impresiones de viaje:
Colombia, 271.
Castelar (I). Emilio).—El Príncipe Federico
Carlos, <> ; Kl Mambrú contemporáneo, 35; Hernández Sanz ( I). Francisco).— ApunLos conservadores ingleses y la paz univertes arqueológicos de la isla de Menorca,
sal, 51 ; El casamiento de la princesa Bea310.
t r i z , y la muerte del Madhi africano, 147; Jacksón Veyan (D. José).—La música, poeEl Arte y la Naturaleza en León, 198 ; La
sía, 59; La ciencia y la religión, 174; Kl
cuestión de Oriente, 235 y 2^5 ; El PrinAlma, 243.
cipe de Bulgaria y su primer Ministro, 267; Landerer ( D. José J . ) . — Los resplandores
La Conferencia europea y la guerra eslacrepusculares, 155.
v a , 302.
León y Marín ( I). J. Luis ).—Abnegación, 78.
Castro y Serrano ( D . José d e ) . — Dolores, L l a n o s ( D . Adolfo).—Contradicciones, 55;
historia vulgar, 194.
Agua y lágrimas, 9 1 ; Cosas de Felipe II,
Cervera Bachiller ( D. J u a n ) . — Angela, na367 y 386.
rración contemporánea, 11 y 19; El reina- Madrazo ( I ) . Pedro de ). — Los cuadros del
do de D. Alfonso X I I , según L A ILUSTRAEscorial en el siglo x v m , 74; Bellas Artes:
CIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA, 322.
Lauda del arzobispo de Burgos, D. Anasta«Clarín» ( D . Leopoldo Alas).— Carta á mi
sio Rodrigo Y u s t o , obra de I). Juan
sobrino disuadiéndole de tomar la profeSamsó, 115; Fe consoladora (meditación),
sión de critico, 166.
239Esperanza y Sola ( I ) . J . M.)—El Excelen- Martínez de Velasco ( D . Kusebio ). — Nuestísimo Señor D. Eugenio Alonso y Santros grabados y «Libros» presentados, en
jurjo, 75; Revista Musical, 238, 270 y 303;
todos los números.
La música en los funerales del Rey, 347.
Mas y Prat ( I I . Benito).— Tres cuadros naFernández Bremón ( I ) . José).—Crónica geturalistas, 1 18 y 139; Mió Cid y Sigfrido,
neral, en todos los números.
286 y 354; Costumbres andaluzas: La
danza macabra en las campiñas, 367 y 383.
Fernández Duro ( I ) . Cesáreo).—Prevenciones contra la peste en el siglo xvi, i82 %
Méndez Borjes ( ü . Francisco).—Ün médico
Fuentes Bustillo ( I ) . Joaquín d e ) . — A l a
en el siglo .NVIII , 151.
Anterior
Monreal ( D . Julio).—Cuestión de palabras,
7 : A Bretón de los Herreros, poesía, 26:
Costumbres del siglo x v m : Arredro raras,
la dueña, 171. 211 , 227, 2')2 , 2C)4 y 374.
Navarrete (T). Ramón de).—Los dramas de
la vida, novela, 219, 231), 250, 274 y 287.
Neira Cancela (D. Juan).—A. Cirilo, 110:
Rosalía Castro. 158.
Olivan (Doña Joaquina A.).—A. Magdalena,
madrigal, 59.
Ossorio y Bernard ( D. Manuel).—Palíeles
viejos, 71.
Palacio (I). A. del).—Ventajas de la belleza.
106.
Palacio (D. Eduardo de).— Hombres bromistas, 1 1: Moros sueltos, (12: Excesos de
previsión, 106: Precocidad, 142: Can/e hondo, 242: Perros sueltos, 290: Los muñecos,
370; Espectáculos económicos, 387.
Palacio (I). Manuel del).—Fn el álbum de
Deba, soneto, 19S.
Pérez de Guzmán (I). Juan).—Ríos Rosas v
la poesía en Ronda, en el siglo actual, 10
y 22: Curiosidades literarias, 54; Instalación de los l ' I \ Agustinos en el monasterio del Escorial. 214 y 335.
Perillán Buxó (D. Eloy).—Los carolinos,
290, 307 y 351.
Prat ( D. Pedro d e ) . — La quincena parisiense, 27, 59, 94, 122, 135, 154, 187, 230,
275, 291 y 339; Los príncipes escritores,
3 55-''
Rada y Delgado (I). .!. de Dios de la).—A
S. M. el Rey, con motivo de su viaje á
Aranjuez, poesía, 1 1.
Ramonet y Mendo (II. Joaquín). -Leyenda
del Árbol de /¡ierro, de Viena, 223.
Rodríguez Ferrer (D. M.).—El puerto de
Baracoa en la isla de Cuba, 107: Las islas
Carolinas y la bandera alemana, 123.
Rodríguez Mourelo (D. José). — Finalidad
del poema de Goethe, 243 y 258.
Rueda ( I ) . S.) . — La línea curva, soneto,
123.
Salvador de Salvador (II. José).—Moreno
Inicio
Nieto (epiceyo), 43; Dante {La Divina Comedia); Einal del canto V de El Infierno
en verso castellano, 107; Madrigales, 187;
Elegías, 243; Tristeza, tempestad, amor
(canciones), 278: Homenaje á la memoria
del Sr. D. Manuel de Góngora, %~i.
Sánchez Pesquera (D. Miguel).—Leyendo á
Dante, 374.
Sañudo Autran (D. P.).—La Milonga, 335.
Sbarbi (D. José María).—Preliminares para
un tratado completo de Parcmiologia comparada, 3<j, 70, 103, 126, i(>7, 207, 222r
371 y 38(1.
Sepúlveda (D. Enrique). -Madrid pintoresco: La leyenda de la calle de Sevilla, 226.
Sepúlveda (D. Ricardo).— ***, poesía, n o y
123: Las hijas de Gilimón, 135: Rima, 187.
Simonet (I). Francisco Javier).—Las anacreónticas de Ibn Guzmán, 331.
Soto (I). Sixto Mario).—D. Manuel Iradier,
viajero explorador del África Central, 30,
u Thebussem » (El doctor)'.—La duodécima
edición del Diccionario de la lengua castellana, 86.
Torre-Muñoz (I). C. de).—El obispo comunero I). Antonio tic Acuña (apuntes sobre
su familia), 170.
Un veterano de Trafalgar.—(Rellexiones militares, 131.
Valdelomar y Fabregues (D. Julio).—A Andalucía, 2 10.
Valera (D. J u a n ) . —Las hojas que cantan,
354; Praxiteles y Fryne, 387.
,
Valero de T o r n o s ' ( ü . J.).—Zola, 307. l
Vega Inclán (I). Benigno de la).—De Sierra
Morena á Guadix (apuntes de mi cartera"), 23.
Vela-Hidalgo (!) Ángel).—La caza del perdigón, poesía, 119.
.,
X.--Nueva fachada del teatro Real de Madrid, 30; D . Francisco de P . Isaura y vargas, 64; Iglesia de Santa María de la Aimudena, en Madrid, 186; El duque de w
Torre, 327.
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MADRID, 8 DE JULIO DE
AÑO XXIX.
xni. xxv
iSS;.
E L R E Y E X A R A X J U E Z.
V I S I T A
HE
S. M . A I. H O S P I T A I. I)K
( D i b u j o de Comba.)
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C O L
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S.\'\X'-- ' ' '
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
SUMARIO.
N.° XXV
nado ala inmovilidad, cuando se creia que de la quietud
de su persona dependía el equilibrio universal.
Poco después de repartirse nuestro número anterior uno
de los colaboradores que en él firmaban su artículo habia
deíado de existir, víctima de un ataque cerebral, que le
TEXTO. —Crónica general, por D. José Fernandez Bremon.—
privi') de la vida en menos de tres dias.
Nuestros grabados, por 1). busebio .Martinez de Yelasco.— l-.l
F'd Lxcmo. Sr. 1). Luis Alvarez Alvistur ha muerto jopríncipe Federico Carlos, por IX Lniilio Castelar, de la Real
Kl
Congreso
ha
celebrado
en
estos
dias
una
de
esas
soAcademia bapañóla.— Cuestión de palabras (artículo III), por
ven : lendria treinta y seis años de edad y parecía destina1
lemnidades
oratorias
que
se
repiten
(k
vez
en
cuando
,
v
1). Julio M en real.- Ríos Rosas y la poesía de Ronda en el sido a larga vida. F i a individuo de muchas corporaciones
son como un acto con ¡pie dan le de vida los jefes de parglo actual, por 1). Juan Pérez de Gtlzman.— A S. M. el Rey,
científicas nacionales y extranjeras: habia publicado un
con motivo de ^i \ lale á Arauaiez el día 2 de Inho tic 1 SS^,
tido. Lslos discursos, v la conspiración permanente en que
tratado de Apicultura v varios opúsculos relativos á difepoe-ia, por 1). 1. de "Dios de la Ka la y Delgado, de la Keal
hemos vivido casi todo el siglo , son las maintostacioiies de
rentes prácticas agrícolas v a l resultado de sus experienAcademia de la Historia. -A la \'irgen María Um libro de
la política en Lspafia. Y como la división de los partidos cias en diferentes clases de cultivos. Disponíase á hacer un
loríelo), por 1). Anionio !•'. Cirilo.
Angela, nanacion cones cada día mavor, así como la movilidad de los quo viven
viaje á las estaciones españolas del Alrica occidental, v nos
lempoianea (continuación), por D. Juan C'ervera Bachiller. de la política, estos debates solemnes tienen cada vez. mas refería con entusiasmo su proveció pocos dias antes de
1 lombres luomisias, por I>. b.duardo de Talado.
Sueltos.--vaguedad , v se convierten en una especie de piegos lloraAdveitcucia. - - 1 .ihi os presentados a esla Redacción por automorir. Fia ademas \:n amigo cariñoso v excelente.
res o editores, por \ . - -Anuncios.
Íes de elocuencia v de ingenio, en que se han disputado
Dios le hava perdonado v dé a su atribulada familia rehov los premios los Sres. Martos y Silvela ( I). l''rancisco ),
signación v consuelos.
G K A K A P O S . - l-'.l Rey en Aran¡ucv : Visita de S. M. al hospital
( aslclar, Pidal y Cánovas del (astillo, Iodos ellos han ded c i o k r i c o s . (Dibujo de Comba.)
Viaje de S. M . e l Rey a
mostrado una vez mas la elegancia de su estilo v la enviAranillez. I n M a d l i d : l.as pihuelas noticias: Regreso de
diable soltura de stis lenguas.
lireve es, pero expresiva y elocuente , la proclama que
S. M.; A naves de la- calles; O\ ación ante el Real palacio.
Inútil es entre nosotros aspirar a dirigir los negocios púha dirigido el M.ulhi a los soldados que murmuran por la
(Dibujo del natural, por C o m b a . ) - M uicia : OisO ¡luición de
blicos MU una gran verbosidad. [Sismare!* hubiera tenido
socorres en metálico y prendas de ropa a los necesitados, en
prolongación de la guerra, que no les permite hacer sus
presencia de los Sres. Presidente del Consejo de Ministros y
(pie abandonarlos en Kspaña , por carecer de la facilidad v
devociones en la Meca.
Ministro de la Gobernación. (De fotografía del Sr. Almagro,
abundancia de palabra indispensables para llenar una seu i o os atirmo, les dice, quo de todos los campos de bade M u r c i a . ) — M u r c i a : I.os Sres. C a n o \ a s d e l Castillo y Rosión. Todo el que concrete demasiado sus ideas v no sepa
talla parte un camino que coiuluce al Paraíso. Yo os asemero Robledo visitando el hospital de coléricos. (I)ibuio de
divagar con elegancia o improvisar párrafos arrebatadores,
guro (pie todo el quo muera peleando contra los infieles
Manuel A l c á z a r . ) - - La Catedral de M u r c i a : Parte lateral del
no sera considerado entre nosotros hombro de ( >obieriio.
se cnconlrara aquel mismo día en el Fdcn , vestido de o'ala
templo y puerta llamada de los Apostóles. (De lotografía de
La lengua es la espada de nuestro tiempo. \ o concebiv acariciado por huríes mas hermosas que la luna
»
I.aurem.) — Retrato de 1). José de Alcázar, dignísimo gobernador de Murcia.-— M U R Í A : Tiisle aspecto de un ctserío de la
mos cómo no se ha pensado todavía en conceder los honoSe comprende 1 la bizarria con tpie esos soldados acomehuerta. (Dibujo de Manuel Alcázar, según croquis del natnral,
res de la perpcluidad a cada uno de esos instrumentos de
ten al enemigo: los solteros v los pobres, por tener un hapor A . L.l — Murcia : I.os Sres. Cánovas ele 1 Castillo y Rogobierno que el vul^o llama lenguas , decrelando su conserrem : los casados v ios ricos, por mejorarle.
mero Robledo presentándose en el balcón principal del palavación en espíritu de vino. Creemos que deberían figurar
Pero convengamos en que esa religión es muv triste
cio del Obispo, a instancias del pueblo. (De fotografía directa,
en lo.s estantes de la Armería esas hachas di' cortar v rapara las muieres. La viuda que encuentre á su marido
por el Sr. A l m a g r o . ) — O n l í g o l a (Toiedo), \illa de j ; o habijar gobiernos y partidos, con el mismo derecho con que muerto en el campo de batalla, no sólo llorara la pérdida
tantes cruelmente castigada por la epidemia : I , Vi-la general
de la población : 2, Laguna denominada Mar de (hi//^o:,i ; ;,
están en aquel Musco las espadas v mandobles de otras
material que sufre , sino (pie sentirá aquella noche celos v
Aspecto de las cne\ as donde habitan gentes del pueblo. (Dietiocas.
congojas al considerar las caricias y ternuras con que estabujo del n a t u r a l , por R i u d a v e t s . ) — R e t r a t o de S. E. 1). Knrtran recibiendo á su esposo las huríes , mientras ella, triste
que Kublv Arteaga, ministro plenipotenciario de la República
v abandonada, contempla su cadáver.
del Uruguay cerca de la corte de España.
Kl ejercito trances ha obtenido un triunfo venciendo á
los annamitas. que resistía:! su dominación, v tomando las
fortalezas de Hué. de que estaban apoderados. F'sta victol*n loco fue sorprendido hace pocas noches armado de
ria, obtenida en la capital de aquel Imperio , residencia de
CRÓNICA GENERAL.
una escopeta.
la corte . a la que obliga a someterse . es de gran importan— ; A donde va V. con esa a r m a : — le preguntaron.
cia material y moral para Francia. Sabido es que la sumiy I'ÉXAÍ habían terminado las complicadas cues— Voy de caza.
sión de los annamitas no habia sido voluntaria , y que el
tiones políticas que impidieron al Rey visi— ; De caza a las diez de la noche ?
Gobierno habia conspirado en favor de los chinos, contri\'\¡ tar a la afligida ciudad de Murcia, una maña— Sí , señor : cazo estrellas.
buyendo acaso a los desastres del Tonkin con sus confidenna supo Madrid con sorpresa quo S. M.. sin
cias v auxilios indirectos : dan categoría á la victoria de los
avisar anticipadamente á su familia ni al
franceses el haber sido las fortificaciones de Hué construiGobierno, y sin mas compañía que la de uno
Disputando con un convecino el sangrador del pueblo,
das por europeos, tener numerosa artillería , aunque de sisde sus avudantes , se había trasladado al Real
sacó la lanceta y le dio un pinchazo.
tema antiguo , y sobre todo, el tratarse de una capital de
sitio de Aranjuez para visitar los hospitales
Kl herido empezó a quejarse : y su adversario, ya calioo.ooo almas. La verdad es que Francia necesitaba un
y cuarteles, inlundir con su presencia aliento y eon- triunfo de resonancia en aquellas regiones para recobrar el
mado , le restaño la sangre y le vendó la herida , diciéndo•Q) fianza. socorrer desgracias, y sobre todo, impulsado
le cariñosamente :
prestigio, debilitado por las desgracias de su ultima cam' por un sentimiento generoso irresistible. La Real fa— Xo temas , hombre , que no te cobro la sangría.
paña.
milia y el jefe del Ministerio, Sr. Cánovas, supieron la noXo creemos que esa ventaja militar asegure el dominio
ticia por una carta del R e y , entregada después de su partide los tranceses en aquel país de costumbres tan diversas á
da : cundió la nueva en los centros políticos, v luego circuló
las suvas : mucho tiempo , mucha sangre y mucho dinero
— Hace sesenta y cuatro años estuve aquí a punto de
por todas parles : las (amaras suspendieron sus sesiones
les ha de costar el que lorme en realidad parto integrante
perder la vida—decía anoche un veterano en la calle del
para saludar al Rey , v el público le tributo una ovación
v positiva de la nación francesa aquel pais lejano v poco
7 de Julio. — Una bala me derribó en aquella esquina el
espontánea v eiittisiasia. I'.I Rcv, MU consejo de nadie, y
conocido. Si Francia se propone cumplir alli un deber civiplumero del morrión.
por una bella inspiración , se había aproximado a su pueblo
lizador, que sean sus armas vciu ti rosas , v los servicios que
— Conozco el morrión v no veo el peligro.
con un ac!o natural v sencillo, sin ¡nter\ encioti de minispresten a la cultura disculpen su ambición.
— .'Ouc dices, muchacho?
tros responsables ; va otro acto, puramente personal , la
— Une entre la cabeza y los plumeros de entonces habia
dignidad de su conducta ante la actitud descortés del puealgunos pisos.
blo de l'arís, le valió en Madrid un recibimiento verdaderamente conmovedor : su visita inesperada a los coléricos
Kl colera va de vencida en Murcia : en Aranjuez conti0— ; Olio edad tiene I)." Mímica?
de Aranpicz fue comprendida v apreciada por los (¡tic tienua la mortandad , v en \ alencia han aumentado las inva- - S e ignora : solo se sabe que se lian hundido (le viejas
nen corazón ; no disminuiremos aquella acción laudable
siones, aunque, atendida la mucha población, la estadístitodas las casas (pie ha habitado.
con encarecimientos hiperbólicos: diremos solamente lo
ca solo es grave por ¡a relación de los tallecidos respecto
que. repetían aquella tarde las gentes del pueblo, comende los a t a c a d o s . L s t a c i r c u n s t a n c i a d o l o r o s a es el c a r á c t e r
Josf. F I : R \ A \ I > K Z BKEMOX.
tando la not icia:
d o m i n a n t e de la e p i d e m i a , q u e , en o p i n i ó n de m u c h o s fa— Fstá bien hecho.
Los políticos hacían , ademas, otras deducciones.. Si el
deseo significado por el Rev de su via¡e á Murcia había
producido una crisis v el desistimiento natural de S. M., la
ida á Aranjuez, renovando la cuestión , parecía indicar que
la dificultad política volvía á suscitarse. Sin embargo, .'podía el Gobierno no acoplar la responsabilidad de aquel acto
generoso, aplaudido por el pueblo? Si el Presidente del
( onsejo hubiera sido el Sr. Movano, la crisis habría sido
inevitable.
I)iseurrian otros si aquel via|c verihcudo sin conocimiento de los ministros se acomodaba estrictamente al ritual de la Constitución vigente, aplaudiéndole de todos
modos, v algunos por lo mismo (pie rompía ciertas prácticas monótonas
Pero el título vi de la Constitución nada dispone ni establece: (pie coarte la libertad personal de los monarcas en
aquellos actos privados que no constituyen uso del Poder
kjecutivo: si el Rey , en la Const Unción , viene a ser una
entidad jerárquica (pie no ejerce sin la cooperación de un
ministro responsable, tiene, en cuanto hombre, v en lo
(pie se refiere a su persona, la dderencia que has' entre
una ent idad v un ind i viduo.
Dice, por ejemplo, el arL.p; del titulo citado, párrafo 2." :
» Xingun mandato del Rev puede llevarse á efecto si no
está refrendado por un ministro , que por solo este bot lio
se hace responsable. »
; Se ha de inlerprot.tr lan violen! ámenle osle arliciilo,
(pie no tonga ( J KYv ijereelh I p.ua mandar a sus criados
(pie preparen una bot I i na , o una pal 1 ¡da de caza , (> un vía
| e a M11 r e í a v A r a 11 p i e z :
( J a r o e s ( p i e s o l o s o r e l i ó l e la t i e - c i i i o u d e la e l u a c i a d e l
m á n d a l o r e g i o a a q u e l l o s .icio1; q u e s u p o n e n el e | e n ICIO d e
las liiiuuoiies p u b l i c a s , n o a l o s( p i e c o m o p a r t i c u l a r p u e d e
v e r i h r . u s i n i n l e i v e n e n ni d e s u s ni n i ¡si r o s . 1 A c a s o n e g a r a
nadie a \\\\ lev consl ¡1 ucional la lacullad de etilerarse personalmente del estado de sus pueblos, para conocer sus
aspiraciones v estudiar lo que les conviene? Nosotros no
créenlos (pie el monarca esta eii|aulado en los artículos de
la ( onst ttticion como el antiguo mikado japonés , eonde-
Anterior
c u l t a ! ivos , no es el c o l e r a , s m o u n a liebre p a l ú d i c a , q u e
t i e n e s i n t o n í a s coleri t o r m o s , v q u e sost ienen v a g r a v a n e irc u n s t a n c i a s p u r a m e n t e locales , c o m o las e m a n a c i o n e s de
los n o s o t e r r e n o s p a n t a n o s o s .
M a d r i d goza a c t u a l m e n t e de un e s t a d o s a n i t a r i o m u v sat i s l a e t o n o , c o m o lo p r u e b a la e s t a d í s t i c a m o r t u o r i a , q u e
no ha d e j a d o de ser la n o r m a l u n solo dia.
C o m o s u c e d e s i e m p r e en c i r c u n s t a n c i a s a n á l o g a s , la e p i d e m i a t i e n e un lado c o n s o l a d o r : los r a s g o s de a b n e g a c i ó n ,
c a r i d a d v b e n e í i c e n c i a , q u e por su n ú m e r o no p u e d e n c i t a r se : los de las h e r m a n a s de la ( a n d a d han m e r e c i d o e s t e
párrafo al Sr. C a s l e l a r , (pie o b t u v o los a p l a u s o s de t o d a la
Cámara v tribunas :
« I l l a m ó n o s en un sent i ni l e n t o v en v i e m o s d e s d e lo all o
de e s t a t r i b u n a la b e n d i c i ó n de la p a t r i a a esos g o b e r n a d o res de M u r c i a , r e p r e s e n t a n t e s v u e s t r o s ; á e s o s o b i s p o s
q u e van de c a m a en c a m a v de choza en c h o z a , l l e v a n d o
p a l a b r a s de c o n s u e l o ; á esos praet ieant es (pie , a r r o s t r a u d o
t o d a clase de p e l i g r o s , r e c o g e n el ú l t i m o s u s p i r o de los labios de aquel m i s m o e n i e r m o á q u i e n l u c h a b a n p o r v o l v e r
la salud : e n v i é m o s l a , s o b r e t o d o , a esas h e r m a n a s de la
( a n d a d , á esas n u i ) c r c s s u b l i m e s q u e las r e l i g i o n e s a n t i g u a s no c o n o c i e r o n , p o r q u e las r e l i g i o n e s a n t i g u a s t u v i e ron v e s t a l e s v p i t o n i s a s , t u v i e r o n Salos v ( O r i n a s , p e r o
n o t u v i e r o n las h e r m a n a s de la C a r i d a d , no c o n o c i e r o n
esas s a n t a s v b o r o n a s i n u | c r e s , q u e llevan al l e c h o de los
e n t e r n i o s la palabra de | ) i o s . »
; ( ) u e i m p o r t a , d e e i m o s n o s o t r o s , q u e en a l g u n a población , c o m o Altea , (J t e r r o r s u b v u g u e los á n i m o s , p r o d u
c i e n d o una v e r d a d e r a d i s p e r s i ó n de l u n c i o n a n o s v g e n t e
p u s i l á n i m e v m e d r o s a , v la vida social q u e d e casi interi límpida p o r el m i e d o , si e n s a n c h a n el c o r a z ó n t a n t o s
e|eiu píos g e n e r o s o s í 1 liamos mies! ro a p l a u s o a los q u e re
s o n . i i o n en los e s c a ñ o s del ( o n g r e s o , v di n|;llii( >ülos e s p e
cía I m e n t e á esas p i a d o s a s mu | e r e s (pie se d i s p u t a n los pues
los de m a v o r p e l i g r o con e n ! u s i a s m o q u e re» u o r d a el de
los mar! iros.
¡ L a s t i m a g r a n d e (pie en a q u e l l a s c o m a r c a s no hava b r o
t a d o a l g u n a idea o a l g ú n p r o v e c t o g e n e r o s o para l e v a n t a r
los espirit us abat idos , en cons< malicia con el e s p í r i t u de
esas m u j e r e s I n e r t e s !
Inicio
NUESTROS GRATOADOS.
Vi.ü eile l,<s .Sres. Presídeme ild Consejo de Ministros y Miilísim de ¡a GeIvrimeíon ¡i Mureiti. - Distribución de sdcorr.^ un metálico y ropas á los
nc rc-ilados, en el campamento del Malecón. Los Ministros , el Obispo y el
G obernador visitando el hospital de. coléricos. — Los Ministros en el balcón
de l palacio episcopal , aclamados por el p u e b l o . - Don José de Alcázar, gobe rnador de Muieia. ••- Aspeelo de un enserio de la huerta. —T.a catedral de
Kl Rev en Aninjue:: : Visita de S. M. a! hospital de coléricos.—
M urcia
R egreso del Kcy á Madrid. Vistas de Ont.'cola ( Toledo ). D o n fcnrlqu r Kubly Aneaba, miuislro plenipotenciario del Uruiruay en la cuite de
M adiiil.
Nuestros lectores saben ya que la desgraciada situación de
Murcia y su pintoresca h u e r t a , en cuyos habitantes se ceba con
iK.inlilc'saña la epidemia colérica desde el dia del Corpus (fecha
memorable en aquella ciudad, porque en igual dia de 1834, s e "
i;iiii leemos en periódicos de la localidad, se desarrolló tambieri,
por primera vez, el c ó l e r a ) , hizo conveniente la presencia en
misma de los Kxcmos. Sres. I'residente del Consejo de Ministros
y Ministro de la Gobernación, en nombre de S. M. el Rey Y .._
Gobierno, con socorros para los necesitados, que son muchísimos, y con frases de consuelo y de esperanza para los abatí
por la desgracia y el pánico.
,
Llegaron á Murcia los ilustres viajeros, acompañados del do ^
tor Garagarza, jefe del laboratorio químico-municipal, el día 4
de Junio próximo pasado, en tren especial, y esperábalos en
estación numerosa concurrencia, entre la cual figuraban el sen
Obispo de la diócesis, el Gobernador civil de la provincia, el tucaldc constitucional, el I lele-gado y el Interventor de llaciena*,
el Comandante general, el Jefe de la Sección de Fomento, }M*rios diputados provinciales y concejales, y ademas los bres. 1
dieta y Sanche/. Orliz, corresponsales ele La
Correspondencia)
Su vi .¡la a la ciudad, desde la c lacion, la describe asi el pri"
incio de los pciiodislas , ¡ladn • :
,,,1-iu,. l a llegada del lien lia --i.l.. ...dudada con una salva (le api.
so:
\
1 011 v i v a s
a los S i c . ( 'an..\ a . y
K..111CO'
K o U c d o .
los Antes
M " " s de °hos
?L
la »C| ,o,,,omn, lai ,aal c: i,m
, , ,e, ,p, al eu alian
d , , , ,,c,,pa,l,,
del O b i , puna
o y cálletela
del Alcalde.
|,eda,se en el palacio episcopal han recorrido la ciudad contem
piando e n tnsleza la espantosa soledad que impera en las( ai ^
cuyas casas están cerradas casi en su totalidad, especialmei
fas calles céntricas.
la epi"
» M a s de un 90 por loo permanecen sin abrir des eje _ 1 ^ r c ¡ 0 e s
demia tomó aterradoras proporciones. La ruina del co ^ farnw
inevitable. Puede decirse que no hay abiertas m a s q u e las
Siguiente
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
XXV
vocación de iglesia de Santa María, debe su fundación al obispo
D. Fernando de Pedrosa, que puso la primera piedra de la nueva
fábrica en 13S8, la cual no fue terminada hasta 1467, reinando en
Castilla D. Enrique IV y en Aragón D. Juan II ; la hermosa capilla del Marqués de los Velez, degusto ojival, con preciosos detalles dc escultura, fundóla *el magnífico Sr. D.Juan Chacón,
adelantado de Murcia y señor de Cartagena (según reza la inscripción que decora los arranques de la bóveda ), y acabóla don
Pedro I'ajardo, Marqués de los Yelez , adelantado de Murcia, año
de mil c quinientos e siete , á cuatro de Octubre * ; tres años después, en I; 10, quedó terminada la capilla de Yunteron, de gran
mérito artístico por sus bajo-relieve? en mármol, que representan
el Nacimiento de Cristo y la Anunciación de la Virgen; en 152=,
el emperador Carlos Y mando sepultar en la capilla mayor las
entrañas del rey 1). Alfonso X el Sabio, conquistador de la ciudad , y la bella urna funeraria que las guarda ostenta la siguiente leyenda : Atjui : están: las en/rañas del Señor D. Alfonso
\ : el Cual nutriendo en Sevilla : por la gran lealtad con que
En las primeras horas de la noche, y en el mismo palacio, se
celebró una junta de concejales, diputados provinciales y perso- esta andad de Murcia le sirvió : en sus Adversidades : las mandó
nas notables de la población, bajo la presidencia de los Sres. Mi- sepultar en ella. ,• en otra urna funeraria , que también esta situanistros, para determinar la mejor manera de distribuir los fondos da en la capilla mayor, al lado izquierdo del aliar principal, se
que, en socorro de los necesitados, llevaban lo? Sres. Cánovas custodian huesos de los santos patronos de la diócesis, San Fulgencio y Santa Florcnlina, donados por el rey I). Felipe 11 á la
del'Castillo y Romero Robledo; á saber: 25.000 peseta^ de Su
iglesia catedral,
- ' "
'"
Majestad el 'Rey, 50.000 pesetas, facilitada^ por el Gobierno, y
Saneho Davila.
20.000 pesetas y algunos fardos de ropa , que procedían de la
En 1521 fue denunciada por ruinosa la primitiva torre . alminar
suscricion abierta dias antes en Madrid por caritativas y aristode la vieja moquita, y en seguida se dio principio á las obras de
cráticas damas.
la
actual: el primer cuerpo, que algunos críticos atribuyen á
En el dia 2; visitaron los Sres. Ministros, con inmensa comilíeiTULTuete, sm fundado motivo, quedo terminado en 1520,-; el
tiva, los barrios y puntos infestados, y en seguida se dirigieron
secundo, de estilo greco-romano , contiene el campanario, que
si campamento del Malecón.
consta de 20 campanas de grandes dimensiones ; el tercero, que
Este campamento ha sido instalado, como su nombre lo indica,
remata en templete circular, sostenido por ocho esbeltas columálolar°"O del Malecón; que mide una longitud de dos kilómetros y
nas, fue levantado con sujeción á planos de I). Ventura Rodríconsta de unas treinta casetas de madera y tabiques de caña cuguez, y concluido en 17^)4biertos con capa de yeso, y más de cincuenta tiendas que ha faAntes de esta época, en 1737, el insigne arquitecto D.Jaime
cilitado la Administración militar : allí se albergan numerosas faBort dirigió la construcción del grandioso pórtico de la fachada
milias pobres de los barrios de San Antolin y de San Juan, las
principal , hábilmente labrado en mirmol , que parece haber tenicuales reciben diariamente una ración de menestra, abundante y
do la tlexibilidad de la cera bajo el cincel del artista.
sana.
Nuestros suscritores antiguos conocen ya el exterior de la seDesde el malecón, que se eleva más de diez metros sobre el
vera capilla del Marqués de los Velez (véase l.A ILUSTRACIÓN
suelo de la huerta, se domina en preciosa perspectiva la extensa
de
1S74, p.ig". 632 ), semejante á feudal castillo más que á templo
vega, cruzada por el Segura, que solo puede compararse con la?
de Valencia y Granada ; pero ¡ qué rudo contraste ofrece ahora cristiano ; y en la pág. 9 publicamos un grabado (sobre fotografía, de Laurent ) que representa la parte lateral del templo donde
el humilde caserío de la huerta, con las tristes escenas que en él
está situada la puerta de los Apostóles, resto de la primitiva fádiariamente acontecen ! A través de los espléndidos verjeles, de
brica, que fue construida por los templario?, según la tradición,
los bosques de moreras, de los altos maizales, cruzan con aterradora frecuencia el caritativo párroco que lleva á los coléricos los en el siglo Xlir, cuando la mezquita recibió el título de Santa
María de la Gracia.
últimos consuelos de la religión, y el pobre huertano que conduce efectos fúnebres....
Una de estas escenas está representada en el segundo grabado
Dos genio? tutelares han velado v velan por Murcia, en su
de la pág. 12, por dibujo de Manuel Alcázar, hecho con presencia
aflicción presente : el Sr. Obispo déla diócesis (aplazamos para
de croquis del natural, de A. L.
el número próximo la publicación del retrato de ese virtuoso
Prelado) y el Sr. D. José de Alcázar, gobernador civil de la provincia, cuyo retra'.o verán nuestros lectores en la pág, 12.
Según el Sr. Mencheta, «el campamento del Malecón, que alVa lo hemos dicho en el número precedente : el Sr. Alcázar es
gunos censuran (dice) y que yo aplaudo con entusiasmo, debiera
hijo de la prensa periódica madrileña, antiguo director y redacllamarse Barrio de la Salud, puesto que no ha habido en él un
tor
de importantes diarios políticos, y digno funcionario de Adsolo invadido desde que se estableció, á pesar de pertenecer toministración civil, elegido espontáneamente por el Sr. Ministro
dos sus habitantes á familias que han perdido uno ó dos de sus
de la Gobernación para el mando de la provincia de Murcia.
individuos en los últimos dias», cuando moraban en las casuDesde los primeros dias de la epidemia reveló su previsión, su
chas miserables de los citados barrios.
celo, su tacto exquisito, adoptando disposiciones acertadísimas
Las autoridades de Madrid deben fijar seriamente su atención
para
aminorar los estragos, ya que, por desgracia, se presentó
en ese hecho, para instalar campamentos parecidos al del Maleel cruel azote repentinamente y con deplorable violencia ; y luecón, albergue de menesterosos, en las afueras de esta capital, en
go ha demostrado el temple de hierro de su espíritu y los sentiel desdichado caso de que la epidemia reinante, leve hasta ahora,
mientos generoso? de su corazón, ya dirigiendo por >í mismo la
por fortuna, se convirtiese súbitamente en tremendo a/.ote.
instalación de los hospitales, la organización del servicio sanitaLa visita de los Sres. Ministros al campamento del Malecón,
rio,
la distribución diaria de socorros á lo? menesteroso?, y ya
en cuyo centro ondea la bandera española sobre la tienda de la
también alentando á los que deMnayaban en el cumplimiento de
Sanidad, está descrita por el mismo corresponsal de la siguiente
su deber é imponiendo severo correctivo á los que abandonaban
manera :
ignominiosamente su puesto de honor en los dias. de la adver«Los Ministro?, acompañados del Obispo, el Gobernador, el
sidad.
Alcalde, el Conde del Valle y otras personas, han repartido alguSu prov idencia si: ha extendido á lo- puebla de la huerta : vinos miles de reales á los pobres, en el campamento del Malecón,
V les han regalado prendas de ropas enviadas por las señoras de silo, en unión del Dr. Ca-lillo, los barrio- y caseríos de Malina,
Col
illas, Alguazas , Alcantarilla y otros, donde la epidemia haría
Madrid, cuyas virtudes y generosidad de sentimientos premiar;!
horribles e-tragos, repartiendo socorros en metálico y come-tiel cielo.
bles entre los pobres sin trabajo y entermos, distribuyendo me»Los donativos se han hecho en nombre del Re}', del Gobierdiramentos y desmlec tautes en abundancia, dirigiendo palabras
no y de las señora?.
de consuelo v esperan/.a, y también de enérgica entereza á las
* — yue Dios se lo pague y la Virgen del Carmen.
levantando, en fin, el espíritu decaído de los pue» Esta ha sido la contestación que han dado la mayuría de los autoridades,
blos.
pobres al recoger el donativo.
El Ayuntamiento de Murcia, por voto unánime, le ha declarado I1110 adoptivo de la ciudad, y sus antiguos compañeros, los
» Ha terminado el reparto de dinero y ropas, y los Ministros periodistas madrileños, le han dirigido el telegrama que á continuación copiamos :
se disponen á partir. Los vítores y las aclamaciones al Rey, al
uobierno y á las almas caritativas encuentran aquí sentido eco,
« Kn nombre de la prenda, honrada por V. con sti conducta, se
respeto y gratitud profunda.
asocian á la general admiración que inspiran sus heroísmos en
esa infortunada capital, sus antiguos compañeros. »
El Sr. Alcázar contestó en los siguientes términos :
«.Murcia, 2<S ( 1,25 t. ).— A periodistas madrileños.
» Por extraordinarios que fueran mis merecimientos, el telegrama de Y'V. les ha otorgado excesiva recompensa. El aplauso
de los escritores más distinguidos de España es un tesoro de
tal valía, que no lo trocara por todos los bienes de la tierra. No
puedo pagarles merced tan grande sino asegurándoles que en estas líneas les envia con el alma entera su inmensa gratitud el
antiguo compañero y eterno hermano de YV., José de Alcázar.»
Autoridades como el Sr. Alcázar honran á los pueblos que dirigen y administran, y al Gobierno que ha tenido el feliz acierto
de elegirlas.
tCS d;ie l1R e wu3t:jeios responsaDies ue la borona y
y y de la Nación en la afligida Murcia
Memorable ha de ser en las páginas del reinado de I). Alfonso XII la que corresponde al dia 2 del actual : el cólera diezmaba
1 * eS
Plación i sepiscopal,
donde
se
han
hospedado
por
breve
tiempo
horriblemente á Aranjuez, y S. M. el Rey, cediendo á nobilíCuand " •is • tó t rao s > >' donde fue recibido S. M. el Rey en 1*79,
simos impulsos de su corazón magnánimo, salió de Madrid, en
suelo a° y ^ er '. ciudad con motivo de prodigar socorros y conlas primeras horas de la mañana, acompañado únicamente de su
de 1 m e j Po r ejudicados
por
las
inundaciones
del
Segura
,
es
uno
ayudante de servicio, el coronel de infantería de Marina Sr. Anpuso 1 n-m e rsa edi.'ícios de Murcia : el obispo D. luán de Mateos gosto, para llevar socorros, consuelos y esperanzas á los angusaueH
P
piedra
en
1748
,
y
cuatro
años
después,
en
1752,
tiados habitantes del Real Sitio.
4
c,afroiJ concluidas las obras de fábrica.
En la Crónica general se apuntan, en breve resumen, los sucerinci al orientada
arcoiA •C0> t pculturas
P '
al Norte, tiene un bellísimo
sos, y el telégrafo y la prensa política los han narrado con minuPresos!
f COn alegóricas
, gran escudo de armas y dos inciosos detalles, que son ya conocidos en todo el mundo culto;
m
ap-níf
P i l a s t r a s corintias, formando un conjunto
pero la visita del Rey á Aranjuez ha sido un acto que excitó,
de la í,1C0 ' SU 1í a cr inoa c leal bposterior
domina
el
maravilloso
panorama
desde las primeras noticias, el entusiasmo del pueblo de Madrid,
neta v T Í V J 0 S Se' d c s t: ai rcrai ün d c S a n '^nito. el pasco de la Gloy debemos consignarle, por lo tanto, con la mayor amplitud pomitan'l
las siluetas de las montañas (¡ue lisible en las páginas de este periódico, al describir los grabados
Pales
fumadores verjeles de la llanura; su escalera priuci- que liguran en la plana primera y en la pág. 4.
está i A C , Í l d e r a m e »le regia, y los salones del primer piso, donde
n dd
rel:ul()
El Lia .' llaC1
> s n n ¡ á m e n t e suntuosos.
c ?
lscn a P
todos lo'5 ü]°
P l de Murcia tiene fama dc ser el primero de
e st P
' clase en España.
Ante todo, no estará de más copiar aquí lo que, acerca del orígen de la epidemia en Aranjuc/,, liemos leido en una carta de la
villa, escrita por persona respetable ; y es lo que sigue :
«El mismo dia en que se presentaron los primeros casos hubo
ectrtn' cl0 , e P ISC0 P a l es uno de los mejores monumentos are Mur
una fuerte tempestad con lluvia copiosísima; después se levantó un
cio rp , <'ia, la iglesia catedral merece el título de
1f
así de : ( u
viento huracanado, Algunas horas más tarde volvió á llover muEl1 suntn^
'
> l ella histórica ciudad.
suntn ' ??™,
ta
rapio, construido en el solar de antigua mezqui- cho , y de nuevo se levantó un viento que soplaba con gran vio> Que ff
consa•grada en los dias de la Reconquista bajo la adlencia. Casi de repente todos los vecinos notaron un olor inso-
cías, algunos ultramarinos, tres ó cuatro zapaterías y unas cuantas tiendas de objetos de indispensable necesidad, ademas de las
loterías y estancos.
>>
• Alojados los Ministro? en el palacio del Obispo, el escaso público que acudió á la plaza pidió salieran aquellos al balcón, y al
esentarse i Rl b 0 u n aplauso unánime.»
De estos hechos damos gráfica representación en dos grabados
del presente número : el de la pag. 8 (dibujo de Manuel Alcáar MÍ£T«ra á los Sres. Ministros \isitandoel hospiial de coléricos acompañados de los Sres. Obispo, Gobernador, Alcalde y
otras personas; el primero de la pág. 13 (.de fotografía directa,
por nuestro activo corresponsal, el lotogiat\> D.Juan Almagro)
señala el in.-tante en que los Sres. Ministros, accediendo a los
deseos del público, se presentaron en el balcón principal do la
sala de recepciones del palacio episcopal.
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portable y desagradabilísimo, por lo que las familias tomaron la
precaución de cerrar ventanas y balcones.
^ Kn el Casino, que estaba bastante concurrido, se percibió el
mismo olor, y momentos después varios socios se retiraban indispuestos. Estos fueron los primeros caso?. Al siguiente dia ya imperaba la epidemia con todos sus horrores. Desde entonces ha
crecido con una rapidez y con intensidad aterradoras »
Añadiremos que el periódico L* imiSpeudanit* Br'/ge, de Bruselas, en cana muy sensata que le ha dirigido su corresponsal en
Madrid, indica la posibilidad de que la epidemia reinante en
Aranjuez no >c:i \ erdadero colera morbo asiático, sino liebres
perniciosas ocasionada- por emanación e.- palúdicas", y recuerda
á este proposito la horrible peste que reino en kspaña á mediados del siglo \ v i , y que, á iuzgar por las nolnias de historiadores de aquella época, pie.-cnlo carcatéres y síntomas semejantes
a los que r-e observan en U^ eulcimos de aquella desventurada
villa.
^ consignado-- estos datos, rogando á la? autoi idades y al
Conseio de Sanidad que tijen su atención en ellos, continuamos
nuestro interrumpido relato.
A las seis de la mañana, S. M , vestido con uniforme de capitán general, >e dirigió á la estación de Atocha ^en berlina sin
armas ni librea de la Real Car-a), dejando en Palacio un lacónico
billete de despedida,
v. hasta la tarde*, para su amantísima esposa, la rema 11.a Cristina, y otro billete para el presidente del
Consejo de Ministros, Sr. Cánovas del Castillo ; el ayudante de
sen icio, que cumplía las órdenes del Rey, tomo en la rejilla del
despacho, guardando el turno correspondiente, dos billetes de
primera cla-e para Aranmez ; subió S. M., con el Sr. Angosto, al
único carruaje ole dicha clase que llevaba el tren , colocado entre
coches de segunda, y se dice que en el mismo departamento estaba ya sentado un \ ¡ajero, á quien cupo la honra de acompañar
al augusto Monarca ; reconocido S. M. en los precisos momentos
de p.irtir el tren, acompañóle también el inspector de la línea
Sr. Aurioles, que conserva como objeto de gran estimación y valía el billete que le entrego el Rey, como viajero particular, en
cuanto llego el tren á la estación de Aranjuez.
A poco rato, el Sr. Villaverde, gobernador civil de la provincia, que se encontraba enfermo, abandono el lecho y salió también, en tren especial, para Aranjuez; y á las once partieron al
mismo Real Sitio, en una máquina piloto que conducía el almuerzo para S. M.. y á la cual se enganchó un \vag;on de primera,
los Sres. Ministro de la Guerra y Capitán general de Madrid.
El Sr. Mencheta, testigo presencial de la visita de S. M. el
Rey á Aranjuez, la describe de este modo :
•<
. Sin perder momento, se ha dirigido el Rey, con el escaso
número de personas que le acompañaban , á visitar los hospitales
y los cuarteles.
»Xi un detalle se ha escapado al Monarca en su visita á los
hospitales.
y Al enterarse en el hospital del Real patrimonio de que habia
un colérico natural de Murcia y que solicitaba una licencia temporal, le dijo : «La tienes concedida, y diles á tus paisanos que
>^el Rey no ha ido allí porque no ha podido; pero que los acom»paña con su corazón durante su desgracia, como acompaña á
Modos los españoles en stis aflicciones y sus desventuras.^
» Estas sublimes palabras emocionaron á los enfermos y á los
que acompañaban á S. M. En dicho hospital ha}* 13 invadidos.
>x Visito después S. M. el hospital Militar, establecido provisionalmente en una de las crujías de la Plaza de Toros, que por
cierto tiene la entrada por el tendido número 4 de la parte de
sol. Hay 29 invadidos. Su Majestad ha tributado consoladoras
frase- á todos ellos. *
\< I MI el hospital de San Carlos se ha detenido poco el Rey, porque no habia mas que tres enfermos y dos hermanas de la Caridad.
?• 1.a visita regia al hospital establecido en el convento de San
Pablo ha sido detenida, porque el Rey ha querido tributar un
homenaje á las hermanas de la Caridad, á esos ángeles de la
lieiía, que después de piodigar á los moribundos tudos los consuelos ile la religión y toólos los auxilios de la asistencia, mueren
con ellos, y sus almas pasan juntas á la eternidad.»
A r'Ma visita de S. M. al hospital de San Pablo se refiere el
grabado (^dibujo de Comba) que damos en la plana primera.
Después visito el Rey el cuartel del regimiento de San Fernando.
sv Cada compañía (dice el Sr. Mencheta) se halla formada en
traje de cuartel en sus respectivos dormitorios, y han sido revistadas por el Rey, á quien acompañaban el Ministro de la Guerra,
el Capitán genera! y el Gobernador civil.
>^ Dentro del cuartel no se ha notado el más ligero detalle que
revele apocamiento de espíritu ni la falta más insignificante dc
policía.
•>•> El Rey ha probado el rancho en los cuarteles. Las tropas están bien alimentadas. Por la mañana se desayunan con sopa de
ajo ; á la hora de almorzar se les sirve arroz con garbanzos y tocino, y por la tarde, rancho con carne.
» Las fuerzas militares y el escaso vecindario que no tiene obligaciones imprescindibles que atender en su i casas se han confundido, y formando un apiñado grupo, siguen al Rey por todas
partes, vitoreándole y aclamándole incesantemente.
» ¡ Viva el Rey valiente! ¡ Viva el Rey que no teme al cólera !
¡ Viva el español de pura raza! »
También visitó S. M. el cuartel del regimiento húsares de la
Princesa, el cual habia tenido, desde el principio de la epidemia, 32 invasiones y 10 fallecimientos, y dispuso que la caballería se alojase en las cuadras del Real palacio, y en las habitaciones de éste los soldados que hubiera necesidad de sacar del cuartel, para impedir la aglomeración de la tropa.
A las dos y media de la tarde se dirigió el Rey á la estación
de Aranjuez, y regresó á Madrid en el tren mixto, en un carruaje de primera, y acompañado de su ayudante Sr. Angosto y de
los Sres. Ministro de la Guerra, Capitán general del distrito y
Gobernador civil de la provincia.
Xo necesitamos describir el grabado de la pág. 4, dibujo del
natural, por Comba: este apreciable artista ha fotografiado la
crónica de los hechos, puntualizando exactamente el aspecto que
ofreció la coronada Villa en el dia 2 del actual, desde que los extraordinarios de periódicos de noticias divulgaron la salida del
Rey para Aranjuez, hasta la ovación entusiasta que público numeroso, reunido en la plaza de Oriente y calle de Bailen, tributó á SS. MM. ante el Real Palacio.
Porque el pueblo honrado admira siempre los actos de abnegación y de heroísmo, y más todavía cuando esos actos están inspirados en el sentimiento sublime de la caridad cristiana.
Tal ha sido el viaje de I). Alfonso XII á la infortunada villa
de Aranjuez.
ND sólo Aranjuez es desgraciado : hay poblaciones, cerca del
Real Sitio, respetadas hasta ahora por la cruel epidemia, y tales son las que radican hacia el Norte de la villa ; pero hay otras
inmediatas, en dirección del Sud y del Oeste, (¡ue parecen ser
víctimas predilectas del terrible azote.
Ninguna como la villa de Ontígola, situada á menos de 5 ki-
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
V I A J E
E
N
M
A
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D R
D E
I D. — LAS PRIMERAS NOTICIAS.-
S. AI. E L
N.°
R E Y A A R A N J U E Z.
RKCKKSO DE S. M. — Á TRAVÉS DE LAS CALLES. — OVACIÓN ANTE EL REAL PALACIO.
(l)ibnju
d e lnatural,
Inicio
p o r Comba.)
Siguiente
XXV
DISTRIBUCIÓN- DE SOCORROS EN METÁLICO V PRENDAS DE ROPA Á LOS NECESITADOS, EN PRESENCIA DIO LOS SRES. PRKSIÜIOXTK DEL CONSEJO DE MINISTROS V MINTS1RO DE LA GÜIíKRN ACIÓN.
(De
Anterior
fotografía
d e l S r . A l m a g r o , ile M u r c i a . )
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
lómetros de Aranjucz en el declive de una colina, y formada
por cien familias que habitan (la mayoría de ellas, por lo menos)
en miserables cuevas subterránea?, mal llamadas casas, cuyo ambiente está saturado de las emanaciones pestíferas del Á/iir de
Oniígola , \asta laguna que se extiende al pié de la población y
que nutren los manantiales y arroyuelos de las cercanas montañas
-.< Kn la tarde del jueves -5 de Junio (leemos en carta de r."
del actual") se presentaron lo-; primerié casos, y desde entonces
la eníciincdad se lia desarrollado de manera tan horrorosa, que
hoy tenemos 50 invasiones y 2(~> cadáveres en el camposanto.
Familias enteras desaparecen súbitamente, y se ha dado el hecho
de morir un hombre inven v robu-lo a tu-- dos horas ile haber sentido los priniero^ simonía^ del mal. b.l cuadro general es aquí
más lúgubre que en Muivi;i \' Y a k n i i a : tén^a-e en cuenla que
Ont líenla, < 011 -u-; cien familias, ajanas I ieiie (100 habitantes, y
ile estos han ^-ido atacados nía- cíe Joo, y han fallecido 04, si mi
cuenta es, como cien, exacta.«
1.a inten--idad de la epidemia no se dehíliía, á j i l e a r por los
p a i l i s de la (it:¡i\,i i(v JA/,/'; ;d: el cnrre>|in!idieiHe al dia en que
o e r i i irnos esta^ 1 inc;^ - efiala en Om ii^ola 25 invasiones y 13 defunciones, y el del dia antei ior, 1 7 \ 10 respecta amento.
La carta citada añade- e.-ta^ noticia^ descon-oladoi as :
^Aqui no hay botica, hl médico y MI familia marcharon en la
mañana del domingo _\S de Jimio, y hasta ayer, t;o, no se ha remitido el parte correspondiente al Sr. (.lohernador civil de la provincia ( 1 o l e d o \ quien se ha apresurado á enviarnos un delegado
i a e u k ; u i \ o , desinlectantes. botiquín y otros socorros.^
Kn la pá£. 1 í publicamos v.n grabado (sesum dibujo de Riudavets) que se refiere á esa desdichada villa de Ominóla ; contiene
una vista general de la población, la perspectiva de la pestilente
laguna denominada .U¡ir de O)i!;£^!-.i^ y el aspecto exterior de las
e u e \ a - que í-irven de morada á las gentes del |>ueblo.
No tiene O m i n ó l a , aunque antiquísima, y perteneciente en
oíros dia? a la Orden Lie Santiago, restos de motiumentJS notables; pero conserva este recuerdo histórico : en iS de Noviembre
de TSeq, un cicreuo francés ataco á la caballería española que
mandaba D. Juan Cario-; Arci/a^a ; aquel perdiñ al general Par í s , que tué muerto |>or el cabo e-pañol V'cente Manzano, y un
el campo del combate quedñ herido de i;ra\edad el joven oíicial
D. An^el de Saavedr.i, después Duque de Rixas v célebre autor
de Don A/raro y El Moro exx-::o.
I.a prensa de Madrid se ha ocupado en er-tos dia- del acto de
generosa abnegación lle\ado á cabo por el honorable ministro
plenipotenciario del ["ru^uay, Sr. I). Enrique Kubly, quien, en
.os más acerbos momentos de la epidemia que aflige á Murcia, y
no escuchando más que los impulso? de un corazón noble, se
trasladó a aquella ciudad en compañía del dignísimo secreiario
de la Legación, Sr. Ramella, y del agregado Sr. Capitani, repartiendo éntrelas familias necesitadas una suma de 57.000 pesetas, de su peculio particular (1).
í
L A I L I ^ T R A C I O N ESTAÑÓLA \ AMKKICAXA se asocia gustosa
á los testimonios de aprobación y reconocimiento que nuestros
apreeiable- colegas de la prensa cotidiana han prodigado al señor Ministro del l.'rugriay por su loable conducta, publicando su
retrato en la pág. 1(3 del presente número.
De todos los hombres de la nueva generación del Rio de la
Plata, Enrique Kubly" es el más digno de estudio por la originalidad de su talento, por el atrevimiento de sus ideas y por sus
tendencias eminentemente radicales.
Dotado de un carácter leal é inflexible, se ha puesto siempre
decididamente de parte de los oprimidos, y ha combatido la injusticia en todo terreno. Habría para llenar un hPVo con los detalles verdaderamente curiosos que contienen las diversas biografías que de él se han publicado en América. Se refieren de su
vida re\ olucionaria actos de valor y de intrepidez, que asombran
por su temeridad y su aiulaci,». Kn aquella parte de América donele el valor es cualidad liarlo cumun para ser apreciada, el nombre de Kubly es, no obstante, entre los jóvenes que han militado
en la^ fila- de su partido, y aun entre sus mismos adversarios,
sinónimo de hravuia v de sangre Iría.
Enrique Ku!>ly desciende, por el lado paterno, de una antigua
y muy considerada tamilia de la Suiza alemana, y por la parle
materna, de una conocida familia de Vi/.eava, los Arteaga. Nació en 1^5^ t-11 l ;í i'i udad de Monlcvule' . 11 izo sus primeros est 11dios en Hucno--Aires (República Argentina), donde su padre
desempeñaba las funciones de CVin.-iiI general de la Confederación Suiza, Mendo luego enviado á Kuropa. Su ilustración es
vastísima : posee con perleccion los idiomas español, Irances,
alemán é italiano ; está pi otundamente \ errado en la histoiia, la
lilo-olía y la literatura de todas las naciones antiguas y modernas.
Ftt iSSí Iné nombrado ministro plenipotenciario cerca del Gobierno del Paraguas 1 , teniendo la gloria envidiable de poner su
firma á un tratado de paz V de amistad entre aquella nación y su
patria, tratado p<>r el cual el I ruguay, dando un ejemplo de generosidad, sin precedentes qui/.áen la historia de todas las naciones tic I mundo, perdonó la deuda de guerra al Paraguay vencido
en la formidable lucha de cinco años que sostuvo contra el I mperio del lírasil !a República Aigent nía y la del I 1 ruguay, aliadas.
Como esci itor polít ico y filosófico •-e- distingue por la grandeza
de su estilo, su conocimiento de las trasíorinaciones sucesivas de
las sociedades humanas, por la elevación de sus ideas y la lógica
de su argumentación. Sus ideales son la Libertad, la Igualdad y
la Justicia.
Su posición de Ministro en dos monarquías le lia obligado á
suspender la empezada publicación en París de su monumental
obra L.as Grandes revoluciones, cuyas primeras entregas se encuentran en poder de pocos y muy íntimos amigos.
Sus. adversarios, no son los últimos en hacer justicia á su talento y la lealtad nunca desmentida de su carácter, y aun ¡unidlos
;i quienes con más violencia fia combatido no vacilan en reconocer su indisputable mérito como polemista, 3" !a inta< hable
honorabilidad ole su conducta. Es innegable, por otra parle, (pie
el Sr. Kubly escribe lo que siente y lo que piensa: no es un declamador, es un hombre convencido. Sus opiniones políticas podian ser un extravío resultante de su amor á todo lo que es grande y generoso ; parecerá á algunos un fanático del liberalismo,
peni es forzoso < onirsar que es, en todo caso, un fanático tolerante, sin rencores y lleno de indulgencia, y que, como él mismo
lo dice, no pedirá nunca la hoguera para ninguno de los enemigos de su causa.
KtsK.mo M A R T Í N E Z
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I»K VKI.ASCO.
di:I
K .
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i c M l d l n
T r i l l o
M u i d a ,
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K u b l y
de la República Oriental del Uruguay.—Madrid.
Anterior
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e x l r a ü i d i n a r i o
XXV
EL PRÍNCIPE FEDERICO CARLOS.
para consagrarse á cualquier ocupación que le cortase
la uniformidad de su vida ordinaria, dióse á los vía
jes, creyendo encontrar en su movimiento y en su
OMO al magnate inglés, que combatía variedad las ocupaciones indispensables á la'inquie
frente á frente de Beltran Iluguesclin, tud natural de su batallador espíritu. ¡Qué ilusión I
le llamaron en la Edad Media el Prín- Paseaba por todas partes el hastío que le producía
cipe Xcgro.al general prusiano Federi- terrible atrabilis, y no lograba el reposo interior
co Carlos, que combatiera en este nues- condenado, como el feroz cazador de la leyenda o-ertro siglo con los austríacos y con los fran- mánlca, tan conocida en todas partes, á guerrear
ceses, le han llamado el Príncipe Rolo. En perpetuamente ; y cuando no tenia con quién, conelecto, mucha sangre, muchísima, su paso sigo mismo. Por manera que bien pudo decir como
por el mundo ha dejado, especialmente cuan- el clasico y antiguo cantar nuestro Un usual en el
do uñadla los dos imperio-, babilónicos derri- teatro: w Defiéndame Dios de mi.»
bados por las espadas y por los cetros de los suyos : el
I 11 hombre asi estaba formado para la conspiración
Imperio de los Austrias y el Imperio de los Bonapar- y para la guerra. Cuando esta se desencadenaba
tes. ^ o recuerdo como al acercarse con sus tropas a Creíase va en su elemento, como la salamandra de
Metz, la ciudad en cuyas murallas se había estrella- los antiguos, que vivia en el fuego. Federico Carlos
do el genio militar de Carlos \ , Bonaparte clamaba dirigió aquel gran cañoneo que arrancara las provincon espantables clamores desde aquel campo de Clu- cias del Báltico a Dinamarca, cual Federico Carlos
lons que había visto la colera de Aula quince siglos gano la gran maniobra que rompiera el cetro germáantes, invocando \\\-\ nombre sacratísimo, el lautas nico en manos de los Austrias. Pero el principal odio
veces invocado por los ultimo;- cesare-- de la triste de su vida era el Imperio Irances presidido por los
decadencia, el nombre de libertad. Y pedia que todos Bonapartes. Vinculábase lavenganzacomoporju.ro
los franceses le ayudaran a salvarla. Pero de los fran- ile heredad en su familia. Solo el horror de Anníbal
ceses, unos, como los latinos antiguos en las agonías .1 la Roma clásica se puede comparar con el horror de
del Imperio romano, apenas comprendían la liber- Federico Cirios á la Francia bonapartista. Cuando
tad, y otros la comprendían bajo la forma tan solo el tiempo con sus leyendas haya puesto los esmaltes
de una liberal República.
ile la tradición histórica en todas estas figuras cícliPocos generales tan felices como el general Fede- cas , nos aparecerá el general prusiano, como el gerico Cirios. Muy |o\en todavía, le sonrio la fortuna neral cartaginés, prestando en los lares patrios juracon -u- más seductoras sonrisas. En aquella lucha en- ; mentó de odio inextinguible á sus eternos enemigos
tre Pru-ia y Austria, que había de fundar el predo- I las gentes de Francia. El recuerdo de Jena, la huminio de su patria sobre Alemania y el predominio millación de Prusia, la brutalidad enorme de Napode Alemania sobre Europa, el principe Federico Car- león el Grande con toda la tamilia Real prusiana, helos contribuyó en primera línea seguramente á ganar rida con algo más cruel que la derrota en el campo,
la decisiva batalla de Sadowa. Mandaba el entonces con el insulto escupido á la cara ; todo este conjunto
Rey de Prusia y ahora Emperador de Alemania el ile concausas explican el estado interior de su ánimo
grueso de las tropas, el centro de tan magno ejercito, contra los franceses, y el deseo vivísimo de un pronto
v necesitaba para poder aplastar al general austríaco desquite. Cuando lo acariciaba con más pasión y lo
la llegada en hora fija de dos cuerpos tan importan- veía más cerca , se apareció nada menos que una
tes como el mandado por su heredero Guillermo y su oferta muy tentadora, el trono de nuestra España.
sobrino Carlos. Pues dos horas antes que aquél llegó Sépanlo cuantos lo hayan olvidado. El primer candiéste. Y á llegada tan oportuna se debió que pudiera dato á quien el general Prim ofreció la corona hispála gente prusiana resistir el ataque porfiadísimo de la nica después de habérsela ofrecido al príncipe^ Tomás
gente austríaca, muy célebre de antiguo en los cam- de Sabova, fue al príncipe Carlos de Prusia. Este hupos de batalla por su tenacidad, tanto en la resisten- biera admitido en seguida y muy de grado, pero Biscia como en el empuje. Así los franceses le creen la marek lo creyó inconveniente por provocativo, y encausa principal de la ruina que abrumo y aplasto al tonces todos los pensamientos se fijaron á una en el
emperador Napoleón. Yo recuerdo que por aquel en- príncipe Leopoldo de Hohenzollern, pariente de la
tonces , como ahora , escribía yo á los periódicos ame- Casa Real prusiana, pero católico y casado con una inricanos y anunciaba cómo á un mismo tiempo y de fanta portuguesa. Prim, asediado, en el estío de 1870,
un mismo golpe habían muerto el Imperio absoluto por los conservadores, para que llevase al trono esda los Hapsburgos y el Imperio cesarista de los Bo- pañol vacante un príncipe de sangre Real, no habiendo podido alcanzar la venia de Federico Carlos por
napartes.
el veto de Bisinarck , se lijé) en el príncipe Leopoldo y
Pero continuemos bosquejando la figura del Prínlo reservé), como diz que los papas reservan sus cancipe. Los franceses en estos últimos tiempos le mididatos á las altas dignidades eclesiásticas, u¡ petto.
raban tanto, que sabían desde sus achaques persoCon traillo el compromiso con los príncipes, guardó el
nales hasta sus sinsabores domésticos. Preguntad;!
secreto revelado por una imprudencia de la misma
sus libros, Y os dirán cómo el verdadero vencedor
persona que había como presidido y encabezado el
de Sadowa, tan útil á su familia y á su patria en
convenio. ¡ ( )ué tremendas consecuencias se derivalos tiempos di' guerra y de combatí', resultaba inron de lodo esto !
útil en los tiempo.- de paz y de armonía. Metido
.Sorprendido, pues, el secreto del general Prim,
en los parques á guisa de lusil inservible arrinconado por cualquier museo militar, este instrumen- secreto formidable, el ministro de Xegocios Extranto apocalíptico de matanza y exterminio servía, jeros y el ministro de Justicia fueron á las Cámaras
como sirven los pertrechos amontonados o los arma- trancoas á declarar que no consentirían el advenimentos guerreros, para las guerras hituras y proba- miento del príncipe Leopoldo, por considerarlo como
bles, líl grande hastío á que le condenaban el des- un nisus bclü para el honor de Francia. El advenicanso forzoso y el sueño sobre sus ensangrentados miento del Príncipe se había convenido, la autorizalaureles hacian que desahogara en los suyos el mal ción del Rey alcanzado, y hasta el consejo de Bismarck
humor propio de tales situaciones extrañas. Aquel interpuesto con su poderosa decisión. La casa de Branceñudo castillo', donde se había confinado, evocaba deburgo, á que el Rey de Prusia y el príncipe Leoel recuerdo, como parecía la imagen, de los antiguos poldo pertenecen, siempre ha creído hallarse desticastillos señoriales. Allí, apartado por completo de la nada por la Providencia á reemplazar á la casa de
corte oficial, donde solo aparecia en las grandes fies- Austria, representando su predominio en Alemania,
tas familiares, como cumpleaños del Emperador ó de su poder sobre las razas eslavas y latinas, su presila Emperatriz, el príncipe Federico Carlos gruñía, dencia de la Europa central, su dilatada soberanía.
cual gruñen los tigres en sus Instes madrigueras. I'na familia que acaricia estos ensueños de antigua
1 labíanle dado por esposa una hermosísima princesa gloria monárquica, encuentra súbitamente en su cade las criadas para los altos tronos y los regios tála- mino la corona de Carlos V, aquella corona que llevo
mos en los viveros de matrimonios reales, conocidos engarzado el sol y que até) al carro de los cesares mocon el nombre de cortes alemanas. Pues la compañera dernos con argollas de oro el Viejo y el Nuevo
de su vida, rayo de luz en aquel espíritu de tinieblas, mundo.
nota de amor en aquel hervidero de odios, iris de paz
Se necesita ser príncipe, educado en esas alturas,
puesto entre los recuerdos sangrientos de dos guerras y príncipe alemán, para comprender cómo había de
terribles, sólo pudo endulzar la hiél de tan altivo halagar á su fantasía el presidir al pueblo que trabajo
príncipe durante los primeros años de matrimonio, con los grandes navegantes, que sintió con el corazón
puesto q u e , habiéndose quedado sorda como una de Santa Teresa, que pinté) con el pincel de Munllo
tapia, no había medio de comunicarse con ella, y en y de Yclazqucz, que canto con la lira de- Lope y Calvez de traer encantos, traía disgustos al hogar, don- derón, que pcnséi con la inteligencia de Alonso A y
de se hallaba como silenciosa sombra; y en vez de Luis Vives, que escribió con la pluma de Cervantes,
apaciguar el natural bélico de un militar lenco, lo que reine') con la autoridad de Carlos V é Isabel la
recrudecía y enconaba Ireciiontcnicnlc, atrayéndose Católica , que \eneio con la espada di' Córdoba y
tan malos tratos y tan bruscos golpes, que la obliga- l.eiva, quu tuvo por tributarias cien naciones, que
ban v constreñían mil veces;! pedir su divorcio. Así, contó entre sus vencidos a Francisco 1 y entre
las querellas entre la pobre princesa y su invariable héroes a Hernán Cortes, que fue un gigante estremarido constituían á la continua una especie de pun- chando en sus brazos los mares, tocando por Orieru
to negro en el cielo déla corte germánica y amargaban basta la India de Alejandro y por Occidente a t l ( j r r a |
la vida diaria de todos los suyos. Para distraerse de desconocidas é ignoradas, las cuales parecían s a l i r n o
sus melancolías, para divertir su atención del hogar, sus conjuros de lo misterioso, de lo infinito, del s
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LA ILUSTRACIÓN ESTAÑÓLA Y AMERICANA.
N.° XXV
Claro está que, al decir D. Duarte «bueno me lo
de una nueva creación, tan sólo para dilatar la majes- ninguna de sus promesas. Bien pronto conocieron sus
dé
el amor», desea que éste le dé buen resultado ó
patrocinadores
de
Alemania,
Guillermo
y
Bismarck,
tad dt\su imperio.
Y mientras en las cabezas de los príncipes, porta- la imposibilidad absoluta de que hombre acostumbra- éxito en la empresa amorosa. De paso nos recuerda
les ideas exaltadas, bullían estos ensueños, gozábase do á las marchas rápidas y á los golpes decisivos die- que en Madrid había, y hay, aunque hoy trasladados
Bismarck indudablemente en procurar nuevas humi- ra muestras de una grande flexibilidad allá en el ile sitio, un hospital y templo llamados del Buen Sullaciones á su rival, a Francia. Pero esta humillación complicado suelo de Oriente, donde se necesita y ceso , cuvo nombre era debido al buen suees<> o éxito
sobrepujaba lodos los limites. Desde la batalla de Ma- exige una gran diplomacia. Volvióse desencantado y que Unieron los votos de unos náufragos. Nos queda, pues, un testimonio material, que da forma senhasta la batalla de Villaviciosa v de Alman- opto por la vida del rcpúblico, ya que no le daba siingnan
sa Francia ha proseguido el pensamiento de no con- ficienle vado á su actividad inquieta la vida del pe- sible, por decirlo asi, á esa olvidada locución, testisentir una Alemania apoyada en España, ni una Es- regrino. A este fin abandono su castillo y constriño ficando tic su existencia.
Por si pareciere poca la claridad, puede I irso propana apoyada en Alemania, como en tiempo de los en lierlin un palacio, llubiérale sucedido lo misino
-Vustrias ; y ahora renace ese inmenso gigante en el que allá en Jerusileii , otro desencanto. Individuo de porcionarnos otro texto en Marta l¡i /'lati'asa , cuanKhin y en el Pirineo, para anular á la nación fran- las especies carniceras, había nacido para el extermi- do uno de los interlocutores dice al otro :
cesa, que se cree como el centro hacia el cual gravitan nio v la matan/a. Esa muerte implacable, a quien
Ouise venirme de asiento
diera tan grande alimento, no ha querido perdonarle.
tocias las naciones europeas.
A la airte. para ver
;Cuán
terrible
habrá
sido
su
despertar
en
la
eterniA esta causa universal de disgusto se unía una larOué >','.', v.-,> lia ile tener ,
Pon (jomez, mi casamiento.
ca serie de causas ocasionales; y sobre todo el secre- dad si se ha encontrado con sus victimas!
to, ese funesto secreto, que al general Prim agradaba
( . V i o u , esc. i.)
EMILIO CASTKLAR.
y que es de todo punto incompatible con las instituciones modernas. En cuanto las naciones vieron que
Seguramente que suci'sa no vale aquí1 por aconteel príncipe Leopoldo podia ser causa de guerra, le
cimiento o discurso de tiempo, sino que está evidenrodearon. El embajador de España en París le pidió
temente para significar que e.xií'i, que resultado ha
CUESTIÓN
DE
PALABRAS.
indirectamente la renuncia. Kl de Inglaterra en Prude tener el casamiento.
sia insistió para obtener tal resultado. Su hermano
También del P. Mariana, en su 1 listaría de l\sf>aIII.
el príncipe Carlos de Rumania temió un destronañíi, podríamos poner de maní tiesto otra muestra en
miento, y reclamo, como una prenda de cariño, ese j
ITXTI: en otro artículo que el influjo de el siguiente párrafo : v. Cayo Nigido, enviado en luacto de abnegación. El Principe renuncio. Su padre
la literatura francesa, en el siglo pasa- gar del pretor muerto, pelee') con no menos suceso
comunico la renuncia al Sr. ( Mozaga en París y al
./
do,
llevó en nuestra España á los hom- contra Yiriato*-, etc. (l.ib. ni, cap. m.t
general Prim en Madrid. Todo parecía salvado. La
Este pasaje es no menos concluyeme que los otros
bres
de letras, no sólo á seguir el renapaz estaba hecha. Aquella renuncia alejaba de nospara probar que, en castellano, suceso significa tamcimiento
clásico
con
lodos
sus
severos
otros el azote de la guerra.
y estrechos principios, sino á imitar los bién éxito, ademas de hecho, sin que hava razón alTan cierto es cuanto digo, que Emilio Ollivier se
gustos de aquella nación, dejando que has- guna para proscribir su acepción, sobretodo si aquépresentó en el Cuerpo Legislativo con el ramo de
ta el genio de su lengua y sus propios vocablos lla pudiera ser el temor de incurrir en un galicismo,
oliva en las manos. Ligero por temperamento, gárse infiltrasen primero é inundasen después el cuando nuestro vocablo tiene en Castilla tan vieja
rulo, poco acostumbrado á la gravedad propia de los
habla patria, hasta el punto de ser hoy casi im- estirpe.
consumados estadistas, anuncio en los pasillos que posible, aun queriéndolo, sustraerse á tan malhaSi los escritores vivientes de autoridad dan el ejemtenía el telegrama de la renuncia, y que por este te- dada invasión.
plo para la restauración del lenguaje, no es de dudar
legrama la paz continental se había salvado. Todo el
Contagiados en el dia por la continua lectura de- que logren buen suceso.
mundo sabe como estos hechos pueden influir en la libros
No menos trascenderá á galicismo para muchos el
y periódicos franceses o traducidos sin concienBolsa. Todo el mundo sabe cómo los más desentrena- cia, llegan
verbo
ddciulcr, con el significado de prohibir, que
á sernos familiares voces, frases y giros,
dos apetitos piden á la especulación fortunas impro- peregrinos antiguamente
dan nuestros vecinos á deiendre.
en
Castilla,
y
aun
pasa
por
visadas y fabulosas que sería inútil esperar del trabajo meticulosa y hasta de poco vuelo en sus arranques
No obstante, los clásicos le usaron en el siglo de
y del ahorro. En cuanto dijo estas palabras Ollivier de imaginación la persona que se muestra escrupulo- oro. continuando el ejemplo que les habian dado los
en los pasillos se lanzaron los especuladores á la Bol- sa en adecentar el idioma, limpiándole de ese tamo anteriores, y sin que lo desecharan por arcaico. Las
sa, y se dieron á comprar papel. En pocos instantes
que el viento literario nos ha traído en leyes de Partida, en pleno siglo xm, usan con freel papel francés subía de una manera fabulosa. Des- extranjero,
cuencia el verbo defender y el sustantivo defendital
abundancia
de las ajenas parvas.
de los abismos se elevaba súbitamente á las nubes.
niieut'j ( i ) en el sentido de prohibir y prohibición:
Y,
por
singular
contraste,
cuando
recogemos
Pero ¡ ah ! era aquella una ruina. Mientras Ollivier
verdad
que, como al principio dije, la mayor proxiligeramente anunciaba la paz, el partido militar le aquel, casi con vanidad, á manos llenas, hemos pre- midad al origen de la formación de las lenguas, que
terido
en
nuestros
escritos,
como
galicismos,
palacircuía, le asediaba y obtenía la guerra. Los que á las
tomaron sus elementos, no sólo del latín, sino de los
tres de la tarde habian comprado á precio alzado, á bras y frases que, si se hallan en el idioma francés, idiomas del Norte, hace que en aquel siglo sea fácil
las cinco de la tarde estaban arruinados. Hé ahí la no es por cierto que de allí las tomaran los escritores tropezar en castellano con muchos vocablos de una
suerte de los pueblos que enajenan su voluntad y su de nuestro siglo de oro.
raíz con vanos de las primeras, como meter
Hermanas las lenguas neo-latinas, cuanto más pró- misma
conciencia en manos de un cesar. Hé ahí la suerte de
por
poner,
prender por tomar, taller por quitar, que
Francia, ele la nación que creía regir al mundo, re- ximas á su origen, sus rasgos hsonómicos tienen ma- podrían pasar hoy por galicismos é italianismos.
yor
semejanza,
no
porque
unas
los
copien
de
otras,
gida por los caprichos de un hombre. En el fondo
El autor de Ln Celestina empleo también el verde este abismo puede perderse hasta la civilización sino porque todas los traen de abolengo ó los toman bo defender significando prohibir, y así escribió en
en su infancia, como ese lenguaje peculiar con que
europea.
se comunican los niños, sm que sea dable determi- el argumento del acto x: •* Pregunta Alisa á MeliDe aquí, de la guerra, provino la grandísima gloria nar cuál de ellos ha dado origen á tales palabras.
bea, su hija, de los negocios de Celestina, detendienpor Podenco Carlos alcanzada en el Rhin y en el
ilo/e su mucha conversación.»'
Hoy
el
dejar
su
uso
no
puede
creerse
(pie
se
haya
Loira. Pero detengámonos ante los últimos sucesos de hecho por un escrúpulo, que sería ridiculo tener en
Lope de Yoga, en su comedia Santiago el l'erdc,
su vida, y demos este rápido boceto de un hombre lo menos y desechar en lo más, sino que debe con- ! dio á delem/er la acepción de pralubir o no permitir.
que será contado como un protagonista de nuestra ceptuarse un olvido ("i ignorancia de los maestros del j Cuenta 1). (jarcia un cuento, que principia de este
historia contemporánea. Viendo el Emperador de Ale- bien decir, que conviene restaurar, y no consentir modo :
mania que príncipe, tan útil en la guerra le resultaba cpie caigan en el olvido voces verdaderamente castel'.ntróse en una des|)cnsa,
Por un agujero esl reeho,
como baldío en la paz, propúsose dar á su actividad llanas.
I'na zorra: ahora piensa
algún pábulo. Y para dar á su actividad algún pábulo,
Si alguno, por su empleo, nos tilda de galicistas,
Cual puso barriga y pecho
propúsole un viaje á Tierra Santa, combinado con
De aquella abundancia inmensa.
grandes empresas de futura influencia en Oriente. podremos enseñarle la alcurnia solariega de tales voI Vobo a salir , no cabia ,
Despertóse la vena romántica, que todos los germa- cablos y demostrarle que procuramos enriquecer el
Porque el haber engordado
habla,
no
con
adornos
de
alquimia
de
dudoso
brillo
nos guardan á una entre sus facultades y entre sus
La puerta le íielautiii, etc.
y
escasísimo
valor,
sino
desenterrando
tesoros
que
la
fibras.
incuria y la pereza habian sepultado malamente.
Sin duda ninguna que también usó el verbo en la
El suelo de Palestina se apareció á sus ojos, como
Una de esas palabras olvidadas es el sustantivo su- misma acepción en La Dorotea, cuando Gerarda
Egipto á los ojos de Napoleón , como un suelo pro- ceso,
en la acepción de éxito, resultado de alguna habla de un famoso arbitrio «para que un so'dado
picio á las grandes aventuras. Entrósele por las mientes el poema de la orden teutónica, fundadora de su cosa, en la que lo vemos usado muy frecuentemente solo pudiera defender la entrada de la Florida» (acpatria, y la imagen de aquellos emperadores germa- en los antiguos escritores, aunque se le haya dejado to II, esc. v), pues no está usado significando defensa
nos que, ó bien habian muerto en los caminos, ó hoy únicamente para significar cosa que sucede ó militar, sino prohibición ó i ni pedimento.
Ni ha de faltarnos la autoridad del gran maestro
bien habian entrado en los senos de la celestial Jeru- trascurso del tiempo.
Verdad es que nuestros vecinos de Francia dicen Cervantes, á quien acaso pueda tildarse, como á
salen. A un protestante, la ciudad divina le avasalla
mas que á un católico, porque su historia forma como aT<iir un sucecs á obtener un resultado próspero en otros de su tiempo, del empleo á sabiendas de los
parte de su propia historia, y porque su recuerdo es alguna cosa ; pero eso no debe detenernos y produ- italianismos que trajeron de los golfos Adriático y
como
jugo de la propia vida, si, de la vida del alma. cirnos escrúpulo literario, desde que podamos pre- Napolitano, pero no de galicismos. Sin escrúpulo
r".os Protestantes leen todos los tlias algo relativo á la sentar textos de autores españoles de época en que ninguno escribía en su Quijote: «Cuenta la historia
nistona de Sion en sus Biblias, y la ven sobre los no copiábamos ni traducíanlos, sino en que éramos que las voces que oyeron 1). Quijote, el Cura y el
esiertos
inmensos, bajo el cielo ardiente cuyas re- traducidos.
Barbero eran de la sobrina y ama, que las daban diV
Al que nos tildara de galicistas podríamos ense- ciendo á Sancho Panza, que pugnaba por entrar á
?™ rac iones ocultan como ejércitos de ángeles invisibles, coronada de abrojos cual los redentores que ñarle aquel pasaje, entre otros, de Tirso, en f'or el ver á D. Ouijote, y ellas le de/eutlian la puerta, etc.»
nan muerto en su seno, henchida de profecías ema- solana y el torno, en que, describiendo I). Duarle ( Parte n, cap. ll.)
nadas sude los poetas que han llorado sus tristezas y como liabia ido en seguimiento de dos damas, dice:
(•alicisino flagrante y mayor aún parecería otra lo'cno s lamentaciones, digna deque los peregrinos
cución del mismo escritor en la propia obra. Refiere
I
V
las
man<>s
v
lapadas
Van eternamente á recibir las inspiraciones de su
la donosísima y no poco naturalista (á la moderna)
ma
1 lacia la puerta del Sol
d e s u mística para volar al cielo y á recoger un poco
escena de los batanes, y el engañado caballero dice
Kiharnii , v y<> Iras ellas
Polvo
santo
para
que
pueda
dormir
en
paz
su
c
al amedrentado y maleante Sancho: v. Pues asi es,
Siguiendo sus |>asos vov ;
erpo LIUC
yertoqUC
en Clos r(>
trios sepulcros de la tierra, lmnc[ .legaron al 1 íucii Sut'es<'
Sancho, que h'aeiuau/e no puede moverse, yo soy
lei des
l
' P P"sicroii la idea de ir á Jerusa( Humo me lo dé el amor ),
euu/i-u/n de esperar que ria el alba, aunque yo llórep ^'
P'egar allí su actividad y su genio, aceptóla
l'or las gradas de la fuente
lo que ella tardare en venir.»- (Parte i, cap. .\x.)
enco Carlos y fue y compró un territorio y colillas, por la puerta yo,
Pro \° a P ° n e r P ° r ° b r a P l a n e s fantásticos. Pero bien
V nto conoció que la tierra prometida no cumplía
Anterior
Frontera de la Victoria, ele.
(Acto II, esc. xm.)
Inicio
( i ) Véanse, por ejemplo, l:i x v u , título-XXVIII, Partida III, y
la XIII, título V, P u n i d a V, entre otras muchas.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
M
U K
C 1 A.
LOS SKÑOKKS CÁNOVAS I>KL CASTILLO Y kOMHK'O KOÜI.KDO VISITANDO lil. HOSPITAL !)]•: COLlíKICOS.
Dibujo
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.° XXV
de
Munuul
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Alcázar.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
10
I^a frase de D. pinjóte, yo soy contento, se tildaría, si hoy se usase, de evidente galicismo.
Otra muy usada por los antiguos escritores ha dejado completamente de estar en vigor en la actualidad. Franceses y españoles usaban la locución un viih'i'i de agua para significar //// raso tic agua, y
aunque ellos en su idioma continúan empleando la
palabra verre , nosotros liemos sustituido vidrio con
ruso.
Como demostración del uso de dicha frase que en
el 1 icmpo pasado se hi/o , expondré algunos ejemplos.
KM I.US Melindres tic lie/isa, de Lope, dice la protagonista á su criada :
¡ Jesús , v que altor.icion !
¡ 1 lula , liante un -eitirio ¡le ligua.'
( Acto i , esc. IV. )
A q u í itHeiiieiuii está c o m o s i n ó n i m o d e sed, lo q u e
hoy se juzgaría galicismo de bulto.
En otra de sus comedias, Kl Citerdu en su ci/s,t,
emplea también mino por <"</.v" o trasca, cuando
Leonardo, metiéndose ¡i enseñar al rustico Mendo
lecciones de trato cortesano, dice que para colación
ha debido ofrecer á D.a Elvira
I "na caja de perada .
Algún -eitirio de jalea.
( Acto i, esc. xvi. )
Encomiando el historiador Mariana la veneración
y respeto que por la Iglesia sintió siempre el rey don
Fernando 1 de Castilla, escribió: v.l*na ve/ se le
cayó de las manos un vidrio que el abad (tic Sahagun ) le daba, como cuenta D. Rodrigo, y luego ?e
le restituyó de oro.» (Lib. ix, cap. vi.)
El escritor Antonio Enriquez Gómez, en su l'idci
de 1). Gregorio Giiiidiiñii, refiriéndose á los preciosos vasos de cristal veneciano que servían de adorno
en los escaparates de los estrados de las damas (escaparates equivalentes á lo que hoy en puro francés
se llama etagers), dice, en ocasión en que un alcalde
trata de registrar un almario en que la picara Beatriz tiene gato encerrado : «.Mirad dónde está la llave
(dijo el juez) ó caerá la alacena al suelo.» « Xo hará
(respondió la dama), que tiene búcaros de Lisboa y
ridrios de Venecia.» (Cap. iv.)
Tampoco escrupulizó la frase el gran Cervantes,
quien narrando en La Señora Cornelia cómo don
Antonio de Isunza socorrió en su casa a aquella
dama, dice : «Acudió prestamente D. Antonio á un
escritorio y sacó del muchas conservas, y de algunas
comió la desmayada, y bebió un ridrio de agua tria.»
En fin, para terminar, diré que también Calderón
empleó aquella palabra, de seguro sin proponerse
adulterar la lengua patria con un galicismo, cuando
en El .Maestro de danzar hace decir a Leonor :
Trae
u n -eidrio
d e a^iia,
liles.
(.luí'. I , ese. x. )
nificado de valor, que es lo que hace falta dar al que
es cobarde.
El mismísimo pensamiento y con la misma frase y
significado expresó Vicente Espinel en su Escudero
Cláreos de Obrcgon cuando dijo : *E1 vino da coraje
al más cobarde.» (Reí. I, des. lx.)
Y en fin, para terminar, citaré también al Padre
Mariana en su Ilisturia tic l'lspaña, quien describiendo la batalla de .Marcos, dijo : «Fue grande el
eu/-,i/e y denuedo de entrambas las partes, pero el esfuerzo de los nuestros tuc vencido por la muchedumbre de los enemigos.» (l.ib. xi, cap. xvm.) Aquí cui'ii/e ota como equivalente de denuedo.
Xo concluiré sm repetir lo obligados que, á mi
]iucio, están todos los que se precian de oradores o
escritores castellanos á poner el mayor conato y estuerzo en que brillen la hermosura y riqueza de nuestra lengua, así como á conocer la historia y abolengo
de sus vocablos : que aun sm ser del numero de sus
gemimos custodios, nos cumple también el limpiarla
de frases peregrinas, cuando son innecesarias por tener en su caudal otras adecuadas y significativas, así
como darle esplendor y fijarla, no consintiendo que
se empañen y oscurezcan con la herrumbre del ocio
y del tiempo voces y frases hermosas y expresivas
que se usaban ayer á la par de las que hoy mas empleamos, no habiendo, por tanto, razón valedera para
dejarlas anticuadas.
rengamos presente que la lengua en que escribieron Cervantes, Lope, Calderón v tantos otros, es
al fin la ini-ma que manejamos : que nadie tiene á
vergüenza, sino á gala, parecerse en el estilo á aquellos egregios modelos, y que al rostro de tan hermosa
matrona, como es nuestra habla castellana, lo mismo se le ofende y afea poniéndole ridículos y superfinos atavíos extraños, que despojándole de los que
le son propios y gemimos, por ignorar que son sus
predilectos, ó creer, con depravado y engañoso gusto , que ya no convienen á los modernos usos y patrones.
Jl'l.Iü MONRKAI..
RÍOS ROSAS
Y LA POESÍA KN HONDA, KN EL SIGLO ACTUAL (!>.
S
tradiciones literarias en la ciudad de Ronda son constantes desde la reconquista, de !
l u e C 2 0l i c
'
'
-^ a - v o c l c ' a ñ 0 a c t u a ' s e n ; l cele- •
lirado el cuarto centenario: pero los nombres (
verdaderamente brillantes no abundan en el
laujo catalogo de sus ingenios. Uno solo de
ellos ha logrado fama universal y un puesto culminante en medio del magnífico teatro de la
patria literatura: YiiT.x n; Ksi'ixtl. , que alcanzó medio siglo entero del WI v el primer cuarto del x v u .
I)iego IVRV. de Mesa en el mismo sÍ5*lo xvi . el doctor Rivera v Valenzucla cii el siglo x v m , teniendo por
norte las noticias biograticas v bililiográlicas que el doctor
( a m p o s v \ a r a n | o trasmitió al celebrado I). Xieolas An-
Los franceses tienen la palabra visaje para significar semblante ó rostro. En España no podríamos usar l o u i o p a r a s u Ihbliotlieea lii^ptiua itoi'ti. v e n e l s i g l o x i x
hoy la voz visa/e, si no era para expresar gesto pasa- M o r e t i e n s u ll/'-lioiii tic Ut ,/talad di1 Rondti, h a n h e c h o
jero, con que se manifiesta algún afecto, dolor o pa- largas enumeiaeiojies de nombres literarios , a algunos de
sión de ánimo. Empleándola como sinónimo de ros- los cuales se atribuyen obras electivas que lorman parte de
la 1 íibliogratia general española, ó que permanecen inéditas
tro, parecería ciertamente importada de Francia.
Sin embargo, Cervantes la empleo de esta última en bibliotecas v archivos. I'oeos de éstos son verdaderamente de alto relieve, v acerca de los que mas se destacan
manera dos veces en el (Jui/o/e ; en una de ellas existen
ciertas sombras v iludas, por las que, cu rigor de
dice : «En resumen, bien echo de ver el Oidor que conciencia
, no se puede determinar de una manera concluera gente principal loda la que allí estaba ; pero el vente si dieron en su cuna legit ima savia al laurel rondeño.
talle, visaje y la postura de I). Quijote le desatinaba.» kl mismo 1 tiego Tere/, de Mesa, que se contó entre los
hombres más sabios de su época, ilustrando con sus cono(Parte i, cap. XI.II.)
Ciertamente que aquí visaje no significa gesto pa- cimientos matemáticos, astronómicos V náuticos las cátesajero que denote una pasión de ánimo, sino el sem- dras de las universidades de .Alcalá de Henares v de Sevilla, al describir á Ronda en las ampliaciones al libro De
blante que de ordinario tenía I). Quijote, seco y ave- las
Grandezas de r.spaña, de Pedro de Medina, con una
llanado y de peor catadura, aún desde que los pasto- minuciosidad de detalles que no derramó en la descripción
res le derribaron á pedradas algunas muelas cuando de ninguna otra población de Andalucía , dice que se educó
la aventura de los dos ejércitos.
en ella, pero no confiesa haber nacido en la misma ciudad,
La otra vez que Cervantes hace uso de aquella pa- antes bien habla de los parientes que tenia en Zallara. Kl
labra es cuando enjaularon á D. Quijote, y entonces autor del Premio de la constancia ó Pastores de Sierra JSeraunque murió cura del Expiritu Santo en Ronda, en
dice : «Llegaron á él, que, libre y seguro de tal acon- mejii,
de Octubre de 1634, v fue sobrino del maestro Vicente
tecimiento, dormía, y asiéndole fuertemente, le ata- 3Kspinel,
no habia nacido en la ciudad serrana, sino en Maron muy bien las manos y los pies, de modo que nilez, sobre la margen del Guadiaro. De ]). Macario Faricuando él despertó con sobresalto, no piulo menearse ñas del Corral , que en las ciencias arqueológicas dejó una
ni hacer otra cosa que admirarse y suspenderse de reputación universal, el mismo Rivera y Valenzuela dio á
ver delante de sí tan extraños visajes.» (Parte i, ca- entender que sus conexiones de familia las tenia en Ceuta, siendo extraño que hasta ahora 110 haya podido toparse
pítulo XI. VI.)
ninguno de los libros parroquiales de Ronda con la íe
Igualmente aquí la repetida palabra quiere decir en
de su bautismo (2). Filialmente, del lamoso ministro de
los rostros que, figurando demonios, presentaban la minoridad de ('¡irlos II v de su madre v tutora I).* MaI). Fernando y sus compañeros.
riana de .Austria, Fernando de Valen/alela, primer MarTambién se ha tildado de galicismo el empleo de qués de \ illasieri'a . va no cabe la menor duda, después de
la palabra coraje, significando 7'ri/or, denuedo, arrojo, los documentos publicados, v en cuva averiguación jamas
y se ha pretendido que en puro castellano únicamen- cederé á nadie la parte que me corresponda , de que su nate puede usarse en la acepción A<¿ colera, furor, irri- eiiinento ocurrió en Xapoles, aunque de padre rondeño.
tación de ánimo.
I .os clásicos desmienten tal opinión, pues emplea( 1) lle'.pues de esculo iMr articulo si; han publicado cu Málaga ( impicnla
ron la palabra de la primera manera. El autor de d e I:L lili,/,,,/,-,,, Andaluz, 1 ) l a s PC>I<'SÍ.\K u n K m s R O S A S .tole,, ¡omitía:, por
I) II. Cuno de /,i.v fíios, precedidas di- la bii)|;ralía del autor.
Celestina dice hablando del vmo : «Esto (juila la
(-•) Poseo un papel curioso lie la época , donde este punto se aclara más. Ks
Insle/adel cora/ou más que el oro y el coral ; esto docnmenlo manuscrito y original. Titúlase : Los eaiialleros hijosdalgo t/ue
virtud ile diferentes órdenes expedidas por .V. M. en el año ti,- 1635 y en
da estuerzo al mozo y al viejo fuerza, pone color al en
• I de 1037 y 1O38 , por las q nales se manda que dijn's niualleros assi desta
descolorido, coraje al cobarde, al flojo diligencia, et- turril de Ronda , romo de los lugares di- su partitlo v ci huillas y lugares de
señorío mas tereanas á esle Correximienlo i/tie á otro, estt'n piontos ion sus
cétera.» (Acto ix.)
armas y eauallos para hir ti eervir á S. M. á la ciuilad de Burdos y otras
Con toda claridad se ve que está coraje con el sig- partes para Jm de enero de 1639 , y los tjtte ussi se alistaron soti los stguten-
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Inicio
XXV
Espinel y Pérez de Mesa elogiaron al poeta coetáneo de
ambos, Jerónimo F r a n c o . d e quien no ha quedado más
obra poética que el soneto que se encuentra entre los
preliminares de las Rimas de Vicente Espinel, por el cual
difícilmente puede deducirse dato alguno sobre su mérito
De Luis de Finares, poeta latino, un poco anterior á Espinel , no se conserva más libro que el poemita de la Vida
de San Pablo, primer
ermitaño
( 3 ) , d e q u e s e o c u p ó D . "Vi-
colas Antonio, tan raro, que yo 110 conozco otro ejemplar
que el que existe en la biblioteca de los herederos del señor
donjuán de Tro v Ilortolano. Las obras de Derecho del licenciado (iiiivi 1 'eie/ de (i 1 ronda, CUYO reí rato original con
el ác Vicente Espinel, es propiedad de la testamentaria del
lanuaieut ico I). Caudillo (ion/ale/., en Ronda, han caido en
desuso (4). Alonso de Alcaudete, que escribía aún antes de
la Reconquista, no produjo smo lo que hoy pudiéramos llamar romances de ciego. Los trabajos matemáticos v sobre
artes mecánicas de Bernabé (iarcia. a quien Pérez de
Mesa menciona, están completamente perdidos. Keinoso v
Malo, en el siglo \ \ 11, desnudando a la historia manuscrita de la ciudad nativa, que el luego añadió con algunas noticias propias y de su tiempo , del nombre de su ¡tutor primitivo, dejo en la oscuridad a los venideros acerca de su
verdadera paternidad, aunque \ ícente Espinel, en el Obregon, v Tere/ de Mesa, en /.a< (¡ra/idcza* de F.spaita, expresaron que a las ciencias históricas se dedicaban por entonces en Ronda D. Juan Oval le, D. Diego Maraver y D. Juan
Lscovcdo de Santander. Tampoco se conocen las obras de
los tres Luzoncs.el licenciado IX Francisco (5), el canónigo
Mateo ((>) y el caballero I). Juan, de cuyas obras de ingenio
hay elogios en Xicolas Antonio, Pérez de Mesa v Espinel (7 )• I <H1 os estos eran nombres literarios de Ronda en el
siglo xvi, ¡i cuva cabeza hubiera estado el de Juan Cansino,
de CUYOS versos recientemente se han dado muestras en el
Cancionero de Oro~eo. si a esta y ¡i todos no los hubiera oscurecido el del amigo de Cervantes y maestro de Lope,
Vicente Espinel (S).
Tampoco era de Ronda, aunque murió párroco del Espíritu Santo, el sobrino del gran poeta Jacinto de Espinel
Adorno, natural de Manilva y autor de los Pastores de
Sierra lia ¡neja. A pesar de todo, los nombres del licenciado Bartolomé de Ahumada, D. Francisco Argote de
Castroverde , fray Juan Bustos. que murió obispo de Xicaragua : el Dr. D. Juan de Campos y Xaranjo, D. Xicolas
de (jalvcz y Espinosa, con quien Valenzuela frecuentemente consultaba cuestiones de Hacienda y Estado : Juan
Jiménez de Savariego , el arzobispo de Xueva Granada
don Bartolomé Lobo y Guerrero, el beneficiado D. Francismo Martínez de la Parra . el historiógrafo D. Fernando
de Reinoso v Malo , el secretario de Estado Cristóbal de
Salazar Mardones , el poeta latino Alonso Velazquez y el
poeta castellano D. Diego de Barahona Aranda, mantuvieron viva en la localidad la permanente sucesión de su cultura literaria durante todo el siglo xvn , enlazándolo con
el xvm, en que florecieron el Dr. D. Juan María de Rivera Yalenzuela, autor de los Diálogos históricos sobre
Ronda; fray Agustín Ramos , el famoso I). Agustín de
Ahumada y Villalon , marqués de las Amarillas y progenitor de los que después han fundado la casa ducal de Ahumada : el vicario D. Jacinto José de Cabrera y Rivas, don
Cristóbal de Aviles v Castro, que , aunque poeta ramplón,
no dejé) de demostrar gracia é ingenio en sus sermones
burlescos . en sus comedias y loas , Y . finalmente, el poeta
latino D. Sebastian Sánchez González, que ha alcanzado
muchos años ile vida en el siglo actual (ij).
JlAX
Pl.UKZ
I>H
GlZMAX.
|.SV ,011, luí
tes: Ademas de las personas más notables de Ronda, entre los que se eneuenna el padre de olio csci itiu , KKUNANUO 1)K RKINOSO (SIL, vecino dt Ron,1,¡ y de las ile lü serranía, como I). KllAxcisrn I'KKEZ I>K ÜIÍZMAN . SEBASTIAN ZAMI mu y I). PEDRO MORENO AI.TAMIKANU, rezinos de la villa de
Set,uil, de quienes mis padres descendieron , léese id primen) en lista *el
LiieneiiuloM. M.U-AKIII KMIINAS PEÍ. COUUAL, natural de Xelita » , y luego
M^ucn « I ) . DiE.,11 I.AINEZ IIE SOTOMAYOH, vezlnn V Kiwiitor de la lindad:
( URisrorAl. I>E AVII.ÉS CASCO. ve::ino t/e Ronda y e\erilnino de número;
I). J I A N
IICII.I.A»" CAUTAJ.U. : I). ALONSO DI; TAIMA CADEA, Kejidor; D O N
KKAN( i s n i DI; XAI:AKIÍI;TE Y YEI.ASCO, Alférez mavor, por nombramiento dt
I) a Luisa de -Ve/par, -'inda de I). Juan Villalon: I). JI'AN DE GILES CASILLAS; U. ALONSO DI; LA CALLK MORENO», y otros, hasta el número de noventa
y siete personas de calidad y miembros de su nobleza.
(3) Toledo : por Raimundo de Petras, 15^7.
(4) 5 -Tra, tutus ile gabellis, recluís llisrani,r debitis. Ómnibus I. (••
liim vero lux i/ui in foro versanlur illilissimus. Aurtore I). GARCÍA DE
(¡IHONDA, y. ('. hispano, meóla ei-oitalis Kondensis, ¡lliberitanec provintix
(I'hilippo Polcnti.ssimo I lispaniarum Refíe. JI dicatus).— Escudo Real.— Cum
privilegio.— Malriti: apud viduam Petri Madrigal: auno 1594. íól.
S*i Traettitus de e.KpHeaiione privilegiorum . auetore DOCTORE GARCÍA DE
GIRONDA, Rondensi, ómnibus in jure rersantibus ulilissitnus. (Ad Donlinum meu 1). Ludovicum Fernandez de Cordova, illustrissimum , dignissiinum ruque reverendissimum episcopum malacitanum , regiumque consiliarum
mcrilissimuni.)—Auno 1617. -(Escudo del Mecenas.)—Cum privilegio.—Matriti : apud I.udovieuni Sanctium , typ. reg., fé)l.
( s ) Carta de Medina Conde á Rivera Valenzuela. Memorias : iij. pag- 4(6) Carta citada : Mem. de Rivera , iii. pág. 5.
,
(7) PERKZ DE MESA: Grande::, de España,
ObrrRon : desc. x¡v y 11.
(8) He a,|UÍ la lista alfabética de los
dan noticias durante el siglo xvi :
Alcaudete (Alonso de).
Cansino (Juan).
Kseovedo de Santander (I). Juan).
Espinel (Vicenle).
Franco Mohedano ( |erónimo).
C.ueia ( Bernabé).
pig. 153.-
ESPINEL:
íscua.
.
escritores de Ronda, de quienes queI.uzon (I). Juan de).
I.uzon (D. Francisco).
I.uzon (El Lic. Mateo de).
Ovalle (I). Juan de).
Pérez de Gironda (García).
Pérez de Mesa (Diego).
'"'•')'ííl cuadro de la cultura inleleelnal de Ronda, deducido de la lista de
los csoito.es que lloreeieron en ella durante los siglos XVII y XVIII, se cornple
U así :
sna.o NY11.
AhiniiadayM,idana(I).IÍailolomc).
A . g o t ^ d c CastiOYcrde (.». Eran-
"'Saragu:,
Campos
Carrillo
F.spmcl
Fariñas
V J !1
" " '''' ' ' "'""" ''"
v Natan¡i, ( 1 ) . J u a n ) .
( Fray l u á n ) , merecnaiio.
Adon.o (Jacinto d e ) .
del O . i . n l ( D . M a e a r i , , ) .
Calvez Espinosa ( I ) . Nicolás).
Jimenez de Savanego^ J - ^ ¡ o m
^
Á
é )
,
- 11 v! ra (l^Kraneisco).
Tiernos,, V Malo ( D. Kcl liando .1.
Salaz.,, Mar,l,,ncs. ( Cristóbal J.
V a l o n a A . a n d a ( D. D i e g " •
Velazquez ( L i c e n c i a d o Alonso
,_
SU ¡I.O \YI
Amarillas ( Kl .Marqués ,1c las ).
Aviles Casco y Castro (I). Cristóbal).
Cabrera y Rivas (D. Jacinto José de).
Campo ( D. José María del ).
Díaz Machuca , " • J » . f A " ' " " ^ "
Cuerna Camero ( D. I edro j o . ,
Ramos f Fray Agustín )
._
Rivera Valenzuela (. D. Juan M*
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
XXV
Á S. M. EL REY
COX
MOTIVO
DK
SI' VIAJE
Á
A R A S J l ' E Z
L'1 úi;\ 2 dV J u l i o d e 1K85.
¿ Oué voces hieren mi oido
Cruzando el aire veloz,
Y hacen que el pecho agitado
Lata cual nunca lat 10 ?
lis del pueblo la espontanea
V entusiasta aclamación,
Oue lleva por el espacio
101 eco repet idor.
Por suelte, en sus desventuras
Siempre incólumes guardo
Tesoros de sentimiento
KI noble pueblo español.
l'odra eclipsar la desgracia
Picha, grande/a, esplendor,
Mas nada abatir consigue
Su animoso corazón.
Como arpa que repercute
El sonido que la bino,
'Todo hecho grande en él suena
Con potente vibración.
Miradle correr ulano ,
Y con anhelante voz
Tohlar de ¡ vivas ! el aire .
Oue el entusiasmo arranco.
¡ Viva el Rev ! lodos repiten ,
Y van de su huella en pos,
Oue el Rev es grande, v lo sabe
El pueblo que lo aclamo.
Hace tiempo que sulria
Del pueblo con el dolor,
Y ansiaba consuelo liarle,
Ya que la ventura no.
La muerte, implacable y ciega,
Con silencio aterrador,
De victimas cubre el suelo
Y de luto el corazón.
El Rey heroico, dejando
A las prendas de su amor,
Con el misero que sufre
Va á compartir la aflicción.
Consuelos presta al doliente
Que la epidemia tocó ;
Socorros al desvalido,
Y á los tímidos valor.
Doquier horrible el contagio
Muestra su aciago tesón ,
Mas no logra ni un momento
Poner en el Rey temor.
Xo piensa nunca en si propia
La cristiana abnegación :
Es la caridad su guia,
Y la caridad es Dios.
Rey Alfonso, rey Alfonso,
Si en el campo del honor
Su laurel, teñido en sangre ,
La victoria te otorgó,
Hoy el amor de tu pueblo
Te lo concede mejor.
Pues sus lágrimas lo esmaltan
Con perlas de bendición.
Hay estrofas que no se leen , sino que se rezan. Xo es
preciso escoger en este libro. Basta abrirlo por cualquier
parte. ¿Quieren nuestras lectoras rezar el A^r María en las
preciosas seguidillas del poeta cristiano? Aquí las tienen :
<< Dios le salve, María.
De gracia llena ,
Más pura que las hojas
De la azucena.
» Dios es comido:
Sé, ni , Virgen >|ucnda,
npi
.* Por lus sanias \ ¡rindes
Bendita cíes
F.nlre el número inmenso
De la- muioics.
»Y de tu -olio
llendilo el santo fimo
De gloria lleno.
• '; Santa Man'.i, M.nlie
De Dios clemente :
Ruédale por nosottos
Pcipéuiaincntc ,
>-Y á tus favores
Nuestro perdón debamos
Los pecadores ! »
I.a Salve es un primor de hechura y de paciencia. Xo
podemos resistir al deseo de reproducirla en estas lineas,
que escribimos á escape, para dar una idea a los lectores de
LA li.rsiKACiox de la justicia con que lia merecido el favor
del publico la obra de Jorreto:
«Dios te salve, Reina y Madre,
Madre de misericordia,
Dulce manantial de vida.
Ouc da consuelo al que llora :
Furo nombre, cuque mi [lima
Funda Mi esperanza toda.
>* Dios te >alvc ; á tí llamamos
Desde este mundo de sombras ,
Desde este triste destieirn,
Que pnr los espacios Hola,
Los pobres hijos de E v a ,
Llenos de inmensa congoja.
« Recoce nut stros suspiros ,
Nuestras lágrimas copiosas,
Que ya , de tanto verterlas ,
l ' n valle de llanto forman.
» Ka, pues. Virgen María,
Nuestra Abogada y Señora,
Vuelve á nosotros tus ojo:;
De inmensa misericordia,
V después de este destierro,
De e>la vida transitoria,
Precíntanos á lu Hiio ,
Al Rey , ;1 quien le pregonan
Desde la perla, que ocultan
Allá en vu seno lasólas,
Hasta los asttos que ruedan
Por la tiansparente atmósfera.
¡ Oh María Clementísima !
T ú , que eres buena y piadosa,
Kuei;a por nos al Eterno;
L a / m a n c h a s del alma borra,
Y haz quu un dia , limpia y pura,
Volando á tí presurosa,
Alcance y goce contigo
Las dulzuras de la Gloria,
Premio que jesús re ser \ a
Para quien cmi te lo invoca.•>
11
La chimenea de una linda casería rústica perdida entre
frondas, (lores y emparrados, como á un cuarto de legua
de la granja, lanzaba bocanadas de humo á los espacios.
En aquella casería vivían algún tiempo hacía Angela y
su anciano padre, un venerable aunque rudo marino, que
había servido muchos años en la Armada, hecho repetidos
viajes científicos, y hasta dado la vuelta al mundo.
Cansado de sus campañas , v poco amigo del ruido de las
grandes ciudades , había escocido para tranquilo nulo desús últimos Liños aquel delicioso rincón perdido entre las
montarías costaneras del Cantábrico, donde poseía la orania tic que va tenemos noticia v la casería que había escogido para residencia suva v di1 su hi]a, a quienes acompañaban un antiguo v fiel criado y una dócil muchacha, que
hacia a la ve/ oficio de criada v de doncella.
Allí, olvidados del mundo, v queridos y respetados délos que les rodeaban, veían deslizarse mansamente los dias
v las estaciones, ni envidiados ni envidiosos.
Angela, consagrada absolutamente al cariño de su buen
padre, no se acordaba siquiera de que se hallaba en esa
edad en que todas las mujeres, v más las mujeres de corazón sensible v tnntasia soñadora, necesitan amar v ser
amadas.
La contemplación de la Naturaleza, el estudio, la miisica v el ejercicio de la caridad llenaban aún por completo
su corazón.
El dia a que nos hemos referido iba á celebrarse en aquella deliciosa casita el restablecimiento de la monísima Adelita con una modesta comida casi de familia : Angela misma había querido dirigir los preparativos, y andaba á
vueltas por la cocina como pudiera hacerlo la ultima aldeana ile los contornos.
El respetable Sr. D. Fernando de l.arcdo, que asi se llamaba el padre de nuestra adorable heroína, había invitado
personalmente á Roberto, con quien habia trabado va cortés amistad en el tiempo trascurrido desde la llegada de
éste : aunque era cosa rara en él, que tenia concentrados
sus afectos únicamente en Angela, y, ó por temperamento
ó por sistema, no era muy dado a tener confianzas con
nadie.
Después del amor de su hija, todos sus goces se cifraban
en recordar sus aventuras de mar y sus viajes, y en mirar
desde la playa cómo aquellas olas embravecidas, que tantas veces habían puesto en peligro su propia existencia,
corrían entonces a rendirse humildemente á sus pies como
en testimonio de respeto y vasallaje.
Solo una preocupación venía á turbar de tiempo en tiempo la tranquilidad de aquella vida monótona y sencilla.
Su Angela pasaba ya de los veintiuno, y por ley natural
debería anhelar unirse en dulce lazo á un hombre que completara su felicidad.
Don Fernando pensaba, cuando tales ideas le asaltaban,
que no era fácil que hasta el ignorado rincón en que crecia
gentil y pura aquella flor de sus amores, viniese á buscarla , como traído por la mano de un hada , el esposo que Dios
la hubiera destinado.
En la comarca era inútil esperar encontrarlo tampoco,
Después de estas estrofas, no es extraño que la censura
poniue las gentes que les rodeaban eran rústicos campesieclesiástica havu enriquecido el libro de Jorreto con trases
nos v humildes pescadores.
tan lisonjeras para su autor como las que encontrarán nuesCuando á tales meditaciones se entregaba el buen cabatros lectores en el siguiente documento del sabio Padre
llero, estaba a punto de decidirse á abandonar su retiro v
Fita :
« He leído v examinado el manuscrito del libro que , con trasladarse con Angela á Madrid , ó siquiera á Santander , ó
el titulo de J'lores <i J/aria , ha compuesto v desea publicar á cualquier otra capital no lejana, donde aquella inteligente v espiritual señorita pudiera encontrar un mundo más
el licenciado 1). Manuel Jórrelo v Paniagua, v lo encuentro pertectamente a]ustado al dogma católico v á la más ancho en que moverse v más amplios horizontes por donde tender el vuelo de su alma apasionada é impresionable.
sana moral. Obra de exquisita belleza artística, (le arraigaI.A RADA V DKLOADO.
.1. i>r. D i o
Pero al cabo concluía por resistir á la tentación , quizá
da piedad v viva v tierna devoción , las ['lores a Mana, una
por consecuencia de una misantropía sistemática, v lo fiavez que saldan ;i lu/. no podrán menos de producir en el
Madrid, 2 dt- Julio de 18S5.
ba todo á la casualidad, que tan activa parte suele tomar
animo de ios que las levcicn Initos opimos y copiosísimos
en todos los actos y accidentes de la vida humana.
di' virtudes.- - KIDF.I. FITA.»
Dados estos precedentes, no será difícil adivinar que la
Kl eminentísimo Moncscillo, arzobispo de Valencia, espresencia de Roberto de Escalona en la granja de los Cascribe la carta-prólogo , v en ella felicita v bendice á su ilustañares no fue desagradable al anciano marino, máxime
tre paisano Manuel Jórrelo, en estas hermosísimas palacuando creyó advertir que entre ellos se habia establecido
bras con que termina la carta :
( l : \ I.IHKÜ
I)K J O K K K T O . )
una simpatía cordial v franca, que era de buen agüero sin
<i F.stoy , pues , al lado de V., ó siguiéndole , como usted
duda.
quiera, v á donde le plazca, vendo ambos en la buena comi. título que. encabeza estas líneas es el del lipañia de la Madre de Dios y por el camino de salvación,
La respetuosa y al par sencilla galantería con que el jobro de nuestro amigo v colaborador. Manuel
Jesucristo Señor Xuestro.— AXTOLIX, cardenal-arzobispo de
ven de la corte trataba á Angela, el vivo reconocimiento
Jorreto v Paniagua acaba de hacer la segunI 'alenda.»
que le demostraba á todas horas por la parte que habia toda edición, porque la primera, que se dio á
mado con sus solícitos cuidados en la curación da Adelita,
Después de hablar asi el insigne prelado, gloria de la
la estampa con el nombre de Flores a María,
y el fino trato que brillaba en el elegante calavera, harto
Iglesia, yo no puedo deciros otra cosa más que lo que en
se agotó en una semana. No hav manera de
avezado á las costumbres cortesanas, le conquistaron .sin
este momento sale de lo más profundo de mi corazón, al
r¡ escribir un artículo crítico después de la lectura
gran dificultad el aprecio y aun la amistad del ordinariaterminar la lectura del libro de quien más que amigo es casi
de este libro admirable. La razón olvida sus anámente poco expansivo viejo.
un hermano mió : ¡¡¡Compradle y leedleü!
lisis; el pensamiento se ensancha por los amplios y
T^» luminosos horizontes de la verdad, del sentimiento y
Después del modesto banquete íntimo con que se festejó
ANTONIO F. GRILO.
de la fe, y el alma, alejada completamente del tedio
el total restablecimiento de la simpática huerfanita, Angebrumoso de las dudas y de los desalientos, parece que rela, queriendo aprovechar lo hermoso de la tarde, tomó á
coge nuevos bríos, plega sus alas por los floridos cauces de
aquélla de la mano, y salió á dar un paseo por los alredeaquellas hermosísimas estrofas y entona un himno de gradores, mientras su padre y el amigo Roberto saboreaban
titudá la pluma que ha sabido engarzar pensamientos tan
una taza de rico moka y un tabaco legítimo de la Vuelta
cristianos y consoladores en la forma más rica del habla
de Abajo.
castellana y en la sonora música de la más bella de las
F2scalona no quiso dejar pasar tan oportuna ocasión.
N A R R A C I Ó N
C O N T K M P O K A N K A.
rimas.
— Muy pronto, Sr. D. Fernando — dijo, dirigiéndose al
(Co»tinuacion. )
anciano—me veré ya precisado á dejar la gratísima comiodo cuanto hemos aprendido en el rincón de nuestro
pañía de VV.; pero antes tengo que hacer á V. una franca
Pueblo de los labios de nuestras madres; todas las reminisIII.
y leal manifestación, que no dudo recibirá V. con su habicencias benditas de aquellas oraciones inolvidables con que
tual benevolencia.
El eterno idilio.
Por las noches nos cerraba los ojos la que nos aterraba dulceniente con los miedos de los cuentos y nos embelesaba
— Usted dirá, Sr. de Escalona — contestó el antiguo
"ablandónos de la Virgen ; plegarias que nos recuerdan la
KA una herniosa mañana de fines de Mayo.
marino, no sin sospechar á dónde, iba á parar aquel preámI egaria favorita de cada devoción recóndita, que lia triunI-'1 campiña v las faldas de las montañas
bulo.
aclo de todos los olvidos y de todas las preocupaciones,
ofrecían una risueña perspectiva que delei— Pues bien ; debo declarar á V. noblemente que adoro
desde el eterno
*
1
1
taba ci ánimo con su salvaje belleza.
á Angela, y que pido á V. formalmente su mano. Paréce« C o n ]>¡c
Kl mar cercano enviaba sus efluvios inme que no ha de desagradarle á ella mi petición , y de con<:„,! Dio,, „
comparables tierra adentro, moviéndose apésiguiente sólo me falla que V. me honre con su aquies.-'Cr ñas en su lecho de algas y conchas marinas.
cencia.
,' i S t : l ' a santamente vulgarísima que pone mos en los labios
d
•"
Los labriegos, tendidos acá v allá por campos
e nuestros hijos, de
l'or mi partí-, amigo mió, 110 deseo más que mi Anv cercados, daban al aire sus sencillos cantares, imgela sea dichosa, á V. le considero como hombre digno, y
t l i i t i [la sea
j> pregnados de esa dulce poesiaque en España, como
por tanto, si ella está conforme, de mi parte no he de opoEtLTIKUl
ule lo
en todas partes, rebosan los cantares del pueblo.
ner obstáculos á su felicidad.
Las lanchas pescadoras se aventuraban allá abajo sobre
emvLn S n c o n l r a i "éis magistral y tiernísimamente glosado,
El afortunado calavera, profundamente reconocido á tan
ecido, labrado con las galas poéticas en honor de la
las olas en busca de la codiciada presa que las redes arreexcelente acogida, estrechó con efusión las manos del buen
de los Angeles.
batan todos los dias á las entrañas del Océano.
viejo, y le dio las gracias con caluroso entusiasmo. Era en
Á LA VIRGEN MARÍA.
ÁNG ELA.
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12
aquel momento un ser feliz en toda la
júbilo la resolución de su futuro, pues
era por una parte muy apasionada de
la Naturaleza, y por otra no quería
privar á su padre del tranquilo bienestar que gozaba en su voluntario
destierro.
Escalona hizo un corto viaje á Madrid para disponer los detalles indispensables del casamiento y arreidar
sus asuntos.
Sus compañeros de glorias y fatigas
le dieron no pocas bromas cuando supieron sus proyectos de matrimonio
y de espontaneo ostracismo.
; Era posible que en Roberto se hubiera operado tan profunda y rápida
traslonnaeion : -No sería todo aquello
una alucinación del antiguo calavera
disipado:
Angela, entre tanto, compartía su
tiempo entre los preparativos parala
boda y las caricias a la encantadora
huerfanita protegida de su generoso
novio, que se hacia llevar todas las tardes v a la que colmaba de ternura, recordando cuánto babia sufrido viéndola a las puertas de la eternidad.
Roberto regrese) pronto, con gran
placer de la señorita de l.aredo y de
la inocente criatura, que le llamaba
aiin balbuceando paf\'i-!io, v que recibió una sorpresa indescriptible cuando vio desempaquetarlos juguetes que
este le trajo de Madrid.
Los dias trascurrieron con celeridad
aunque menos velozmente que hubieran deseado nuestros enamorados.
Todo estaba dispuesto: el dia feliz
llegaba
ya solo faltaban tres dias
dos dias se contaban hasta las horas.
Pero ¡ay! ¡cuan deleznables son las
alegrías y las esperanzas del hombre!
extensión de la palabra.
I,a conversación se prolongó todav¡a un rato, al cabo del cual Roberto
se retiró, prometiendo volver al dia
siguiente a saber la respuesta deiinitiva.
Cuando Angela regresó de paseo,
su padre se apresuró a comunicarle la
buena nueva, agregando la contestación condicional que babia dado al
pretendiente.
1.a joven, radiante de go/o y llorando de felicidad , se arrojó al cuello
del autor de sus di.is , y prodigó a este
las niuestlas del mas acendrado carino
lilial.
Aquella era su respuesta.
Sentadas estas bases, debemos añadir que todos los detalles oportunos
quedaron pronto convenidos de mutuo acuerdo, y la boda se lijó para dos
meses después.
¡ Oue trasportes de alearía se cruzaron entre los novios, á partir de aquel
ni<miento !
¡Oue de provectos de dicha y de
amor !
; Oue dulcísimos coloquios !
¡ Aquello era ese eterno idilio que
nunca envejece y siempre es nuevo!
Roberto, realmente enamorado, sm
iluda, acabó por olvidar sus calaveradas, sus amibos de Madrid v sus alegres amigas, sus placeres y sus locuras, para consagrarse todo entero al
cultivo de su adorada Angela.
Cuanto a esta, su amor y sus sueños de ventura parecían prestarle cada
dia nuevos encantos v añadir nuevas
perfecciones á su indisputable belleza.
Todos los dias la enamorada pareja,
seguida de cerca por el buen anciano,
se daba sendos paseos por las pintorescas y montaraces cercanías, aspirando con deleite las brisas del mar y
los balsámicos efluvios de las montañas, entregada á sus protestas de amor.
Roberto concluyó por decidir que.
al menos mientras D. Fernando viviese . continuarían residiendo en aquel
delicioso retiro enteramente apartados del mundo, salvo alguna que otra
breve excursión que harian á aquellos
puntos de la Península que Angela
mostrase deseos de visitar.
Su prometida acogió con infantil
IV.
Ficción rota.
D.
Jos
d i g n í s i m o
Al U R C I A. — T R I S T E
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N.° XXV
K
n K
^ u b e r n a d o r
A i. c A z A R,
c iv i1 d e
El dia anterior al en que la boda
debía celebrarse, Angela estaba haciendo sus últimos preparativos, sola,
en su lindo y alegre gabinete, cuando
la vino á sorprender la voz de su padre , que preguntaba si podía pasar.
La hija se levantó y corrió á recibir
al anciano con los brazos abiertos.
Pero la severa expresión del semblante de éste y el fuego que centelleaba en sus ojos la dejaron petrifica-
Murria.
A S i1 K c T o i) K v x c A s K K í o D K i. A H v K R T A.— ( Dibujo de Manuel Alcázar, según croquis del natural, por A. L.)
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
N.° XXV
13
M U R C I A .
LOS SRES. CÁNOVAS DEL CASTILLO Y ROMERO ROBLEDO
presentándose en el balcón principal del palacio del Obispo, á instancias del pueblo.—(De fotografía directa, por el Sr. Almagro.)
O N T 1 G O I , A ( TOLEDO ) , \U.LA J)K 55O 1 lAlü'J'ANTES, CRUELMENTE CASTIGADA POR LA EJMDH.MIA.
1- Vista general de la población.—2. Laguna denominada Mar de Ontígola.—3. Aspecto de las cuevas donde habitan gentes del pueblo.—(Dibujo del natura , por Riudavets )
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14
da. ¿Qué significaba aquella metamorfosis en el que pocas
lioras
antes se mostraba tan alegre?
ITn temblor nervioso sacudió violentamente á la atónita
joven.
—¿ Qué ' c pasa, papá? —preguntó con febril impaciencia.
Una lágrima que rodaba por las tostadas mejillas del
viejo marino fue la única contestación que recibió la angustiada señorita.
-—¡Pero lloras!
;1 las enmudecido?
."Qué sucede?
Por Oíos, habla pronto
— - Roberto
- lué á decir 1 >. I'Yrnaudo.
— ¡l)ios u n o ! ; 1 A' ha sucedido alguna desgracia? —se
apresuro a preguntar, atajando la palabra a su padre.
— Quizá valiera mas.
— .'Que dices ?
Que debes borrar su nombre de tu memoria
.'Tienes valor para escucharme?
— Sí , si ; habla.
- - T u padre lleva con honra sus canas, como ha llevado
siempre el apellido de sus antepasados, Iiicu sabes que en
nuestra familia, que en mi. el honor, el culto de la dignidad , han sido siempre una religión.
— : Y bien?
— Ksta religión impone á veces dolorosos sacrificios y
tiene también sus mártires
— ¿Que quieres decir con esos enigmas?
— Que tu boda con ese hombre es imposible, si amas
nuestro inmaculado honor.
— ¡Imposible, imposible! -;Qué motivos hay para que
yo renuncie a mi dicha? — prorumpio lucra de sí la desolada beldad.
— Kse hombre es indigno de ti, ¡es un impostor!
— ¡Impostor Roberto! ; Quien se atreve a calumniarle
tan villanamente ?
— Serénate , hija de mi corazón , por cuya felicidad daría
yo mi propia vida : serénate.
— ¡Dios mío, Dios mió!
Y rompió en acerbo llanto.
— ¡Qué quieres! ¡ésta es la vida ! por eso odio yo la sociedad : detesto á los hombres
Afortunadamente el golpe ha llegado antes de que nos pudiera herir de muerte
¡ Escucha!
Y el anciano sacó del bolsillo interior de su batin de casa
dos cartas,
La joven no tuvo paciencia para esperar: se abalanzó y
arrebató aquellos papeles fatídicos de manos de su padre.
Iban ambas dirigidas á D. Fernando de Laredo.
En la una se le avisaba que Roberto les había burlado,
pues habia ocultado que la niña Adelita, que hacia pasar
por sobrina suya, y a quien en tal concepto aparentaba
proteger con una generosidad dudosa, era hija suva natural y huérfana de madre.
La otra misiva era más extensa, y en ella hacían la historia al detalle de la vida y milagros del incorregible calavera, que por sus disipaciones estaba al borde de la ruina,
y por sus hábitos de ociosidad y falta de cordura era un
hombre perfectamente estéril é incapaz de hacer nada de
provecho, por más que su verbosidad , su brillante educación v su trato de gentes le hicieran aparecer como el reverso de la medalla : aquello era una acusación terrible,
abrumadora.
— Estas cartas son anónimo* que sólo merecen mi desprecio; eso es una míame calumnia, un odioso embuste.
— Desgraciadamente , no
— ¿Cómo lo sabes.'
— Le he visto a el mismo; acabo de tener una conferencia con él.
— ¿Y bien?
— La niña es hija suva natural; respecto á lo demás.
no se ha atrevido á oponer una negativa rotunda; se ha
puesto furioso, v sospechando acaso que con la acusación
habrían venido las pruebas, casi ha conlesado de plano.
— Pero ¿ p o r q u é me ha ocultado que era padre de ese
pobre ángel.'' Yo le hubiera aceptado, porque no tenia el
derecho de quejarme de hechos anteriores al tiempo en
que. le he conocido, v me hubiera ofrecido a servir de madre cariñosa á esa inocente criatura
¡Traidor! ¿(Juv había tic particular en esfo?
— ¡Perdón, Angela, perdón !— gritó, precipitándose á
sus pies , Roberto, (pie llegaba lucra de si en aquel instante v habia oido las últimas palabras de la digna v generosa
¡oven.
Esta lanzo un grito desgarrador al verle, y se deshizo
en lágrimas.
— ¡ Perdón , perdón !—repetía él. — ¡ Seré tu esclavo !
— No puede perdonar mi hija-•• rugió el m a r i n o - á un
hombre que es un cínico depravado v un impostor.
— ¡Papá, papá! — clamó la joven, anonadada é inclinándose á la compasión como mujer enamorada.
— No, déjame: no será tu marido; no Inquiero; no lo
consiente mi dignidad ; me ha engañado este hombre abusando de mi noble credulidad.
— Mis obras borrarán el pasado — murmuro pálido como
un muerto Escalona.
— ¡ Vana palabrería !
— Por Dios, papá, ten piedad de mi!
— Por eso, por eso precisamente me opongo; más te
quiero muerta que desgraciada.
— ¡ Pues mátame, porque aun le a m o !
— ¡ .Angela mía !
— ¡Desdichada! ¿Qué lias dicho.' Repilclo, repítelo, v
la maldición de tu padre caerá sobre t i , v yo me ai raneare
esta inútil vida que no reparas en envenenar, desobede
eiéndome.
Y apoderándi >se con ujt rápido movimiento de un pe
queño puñal que peudia de una panoplia, v bland leudóle
airado, pareció pronto á cumplir su amenaza.
Angela, al verle apoderarse del puñal, lanzó un grito supremo y se desplomó á sus pies.
El viejo soltó entonces el arma, y Roberto, bajando huinillado la cabeza y rugiendo de coraje, repasó la puerta,
que con altivo desden le señalaba D. Fernando.
Anterior
Y.
La cabeza y el corazón.
En poco estuvo que las galas nupciales sirvieran de sudario á la infeliz Angela.
Una espantosa crisis la tuvo por muchos dias á las lindes del sepulcro v puso en grave peligro su razón.
Pero la Providencia, que la tenia destinada a nuevas
pruebas, se sirvió echar sobre la pobre enferma una mirada compasiva, v Angela dominó ¡a crisis, recobro sus facultades intelectuales v recupero, aunque lentamente, las
perdidas tuerzas.
í no de sus primeros cuidados fue pedir a su padre que
le llevasen la huertanita, v el desolado anciano n^ se atrevió a negar a su hija aquella pequeña satisfacción.
( liando la tuvo sobre su lecho, Angela la estrecho dulcemente entre sus brazos, v lloro amargamente, mientras
que la niña la colmaba de inocentes caricias, como siempre que la veía.
Paso largo tiempo antes que la enterma tornase a sus habituales ocupaciones y a sus estudios de mas serenos dias.
1.a salud volvió al tin toda entera ; pero Angela no era
va la misma muier.
Una palidez mate se extendió por su delicado semblante :
sus o]os, sombreados por una tristeza eterna, reílciahau
todas las amarguras de un alma dislacerada ; la sonrisa que
le era habitual habia huido de sus rojos labios, y el corazón habia dejado de palpitar con la apasionada energía de
otro tiempo. No le quedaban ni ilusiones en el alma, ni
alegrías en el corazón. Parecía que hasta su delicada sensibilidad se había extinguido como una antorcha que el
vendaval sacude.
De]o de licuar en sus paseos hasta la urania de los Castañares, a la que tomó instintiva repulsión invencible, v
no se cuidaba ya de hacerse llevar la huerfanita.
Al principio preguntaba por ella de tarde en tarde : después , ¡nada! la olvido por completo.
La angelical é inocente criatura , causa inconsciente de
sus desventuras, hizo nacer en el corazón de la joven una
antipatía tan profunda como grande habia sido el cariño
que le tenia anteriormente.
No parecía sino que aquel hermoso corazón se habia petrificado y cerrado á todas las manifestaciones del sentimiento que eran ingénitas en la señorita de Laredo.
Hasta se hizo huraña, displicente , caprichosa y versátil,
La cabeza habíase impuesto sin iluda al corazón ; y como
en aquélla las decepciones habían hecho el vacio, éste quedo trocado pura y simplemente en una vertebra sin objeto
ni razón de ser.
¡Qué tales son á veces las mudanzas de la humana naturaleza por un fenómeno no fácil de explicar!
Roberto, al abandonar la granja de los Castañares, después de la violenta ruptura de su proyectada boda , entrego una fuerte cantidad á Jeronima y su marido como pago
adelantado de la pensión de Adelita por un largo plazo, y
les recomendó que la cuidasen bien . pues él tendría acaso
que emprender en breve un largo viaje, sin perjuicio de
que a su regreso les reclamaría la niña, aparte de enviarles a su dchulo t lempo nuevas sumas si su vuelta se dilataba.
Trascurrieron tiempos v años, v ni llego más dinero, ni
si' recibió la menor noticia de] padre di1 la pobre pequeñucla , lo cual traía muv disgustada a Jcróníma, pues va iban
bastantes trimestres vencidos después de cumplido el plazo del adelanto.
A todo esto, I imotwo había pasado a mc|or vida , v su
viuda, (pie era mujer interesada como el mas interesado
montañés, empezó a calcular que la niña era para ella una
carga mas, v a la verdad aquello no podía seguir.
( omcuzarou los malos tratamientos para la desvalida
hucrlana , luego las privaciones de todo género, v, por ultimo, se la destinó, con inaudita crueldad, v sin tomar en
cuenta sus pocos años ni su naturaleza, no dispuesta para
tales faenas, a todos los trabajos compatibles con su edad
v aun superiores a sus tuerzas, por rudos que fuesen , como
si la brutal casera tuviera el derecho de contarla entre las
bestias de carga.
Si la pobre niña lloraba, se quc|aba o no hacía las cosas
á satisfacción de su antigua nodriza, ¡ ay de ella!
A la desdichada víctima ni aun le quedaba el supremo
recurso de correr á implorar el amparo de su protectora de
otros tiempos, á quien no veía de larga lecha; pues Angela v su padre estaban ausentes de la comarca.
Vino el verano, v los viajeros regresaron á su casa de
campo en busca de los aires puros de la montaña y de la
tranquilidad de sus soledades.
Cierta I arde , Angela , que , aunque más ent rada en años,
se conservaba tan bella como siempre, v aun mas encantadora (pie nunca con su tristeza indeleble v su melancólico
abandono, salió á respirar e! aire del mar y las emanaciones de las flores silvestres y los pinos marítimos, v lué á
sentarse en una plazoleta cercana á la plava, á la (pie prestaban sombra v lrescura copudos árboles y apiñados arbustos.
Jr.VX C.KKVKKA IÍA( IIII.I.KK.
(Se continuará-)
HOMBRES HROMLSTAS.
J\'?h A himiaind.id está dividida en dos ban£~wK^,r¿•) dos: el de las personas serías v el de las
[VJ personas alegres <> frivolas, ñ broinislas.
l¿
Fu el primero se halla a los hombres
!/•*'*- que cometen los mayores disparates con
seriedad.
En el segundo bando íormau los hombres dispuestos á reir á su propia costa.
En los bromistas conocemos dos clases: la
de moleiisivos y la de esos individuos perjudiciales para la tranquilidad del prójimo.
/.
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N.° XXV
Los que disparan petardos, los que mugen en las
altas horas de la noche, molestando al vecindario pacífico, todos esos son hombres de broma.
Un condiscípulo á quien tuve el gusto de tratar y
conocer, se divertía haciendo cosquillas con la hoja
de un cortaplumas en los oidos de los compañeros de
clase.
Cuando alguno de éstos se quejaba de la brutalidad , replicaba el autor de la gracia:
-•-No servís para una broma.
Hay siqetos para quienes la diversión más completa consiste en apabullar el sombrero de algún armero
cu mancharle la levita ó en quemarle la capa.
F.n los paseos públicos se entretienen rompiendo
las narices, á porra/os, de cuantas estatuas hallan á
su paso.
En hacer saltar la pintura de los frescos, si visitan
algún edificio notable, ó en escribir groserías en los
sitios más públicos.
Otros individuos se complacen en comunicar malas noticias, verídicas o falsas, en broma por supuesto.
Salir á ca/a con varios señores bromistas es como
salir á campaña ; porque el infeliz no bromista va
completamente vendido.
Algunos bromistas se dedican á espantar mujeres
V niños.
Se ocultan detras de una puerta cuidadosamente
y aguardan el paso de una muchacha de su familia ó
de cualquier chiquillo, y cuando llega la víctima salen del escondite mugiendo ó lanzando un grito.
El electo es natural.
La pobre mujer ó el chiquillo sufren una sorpresa
muy desagradable.
En varios pueblos de escaso vecindario, los mozos
entretienen sus ocios nocturnos disolviendo grupos de
vecinos á escopetazo limpio.
En todas las localidades se encuentra algún bromista por lo menos.
— Para seguir una broma, nadie como Fulano —
dicen sus convecinos.
—; Es alegre ? — pregunta el forastero.
— Vaya si lo es — responden sus compinches.—
;Oué dirá V. que hizo anteayer?
—¿Quién puede saber?
Y continúa pensando el malicioso :
— ¿ Quién puede adivinar la bestialidad que llevaría á cabo ?
— Pues echó al rio al maestro de escuela, y por
por poco se ahoga.
— ; Xo se ahogó ?
— Xo, señor; le sacaron á media legua de aquí,
tan fresco.
— Ya lo creo.
— Es el demonio ese Fulano.
— - Sí, veo que es ocurrente.
— Mucho: otro dia secuestraron al alcalde, en broma por supuesto, entre él y otros dos é> tres mozos
del pueblo.
— ,; Y qué ?
— Oue luego envió un psciitlitiiini') á la mujer del
secuestrado, pidiéndola por el rescate otro borrego.
— ; Cómo otro borrego?
— Vamos, en broma, á cuenta del alcalde. Siempre pensando alguna travesura.
— ¿Y ese hombre anda suelto?
—-Y le queremos todos en el pueblo, porque nos
divierten sus gracias.
Tropezar con un bromista de ese género es peor
que encontrarse con un perro hidrófobo.
¿Y los que quitan algún objeto á un amigo para
que éste crea que se ha perdido é> que se le han robado con formalidad, y no se le devuelven hasta que le
ven mareado y con disgusto?
¿ Y los que se disfrazan en Carnaval con el exclusivo fin de aporrear, o mantear, ó insultar, ó embadurnar al propino?
; Y los que invitan á los amigos á una jira campestre, y á mitad de comida les sueltan un novillo.
Entre los hombres graves corno pollinos pensativos
V los bromislas con catástrofe, como los dramas, me
quedo sin unos y otros.
Un ciudadano á quien conozco, y de quien huyo
con temor, dio la siguiente broma á la esposa de u n
amigo.
— Señora, vengo á preparar á V. para una mala
noticia.
La señora, alarmada, preguntó:
-—¿Qué pasa, Fulano? ¿y mi esposo?
,
Yo siento
pero, en f i n , encomiéndele V. &
l)ios ; ha muerto de repente en la nhcina.
Excusado es decir cuáles serian las consecuencias.
Pues cuando el amigo lué á buscarle para romperle la cabeza , le dijo con 1 raii(|iiilidad :
l'.ien , hombre, basta ; i reí que eras amigo, peí o
en adelante no volveré á darte ninguna broma, poique veo que te picas.
-"•""••
"--.
EDUARDO DK PALACIO.
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
XXV
mejora sensible en el estado general de mi salud. — AuGTSTE
IÍEAULIEU.»
En todas las farmacias.—Kxigir la firma R,. B r a v a i s , impresa en rojo.
CONSEJO DE LA SEMANA.
PRESERVACIÓN DE LOS TAPICES.
En un litro de agua, póngase un poco de coloi/uitiliifti y 12
ararnos de goma ¿nigtiniíi/íi. Téngase al fuego durante media hora. Extiéndase el tapiz sobre una mesa, y con ayuda de un pincel humedézcase el tapiz por el reres con la citada preparación.
Esta operación comunica á las tapicerías \\\\A especie de
resto, preservándolas de los insectos.— . l e w IIR 1'AKIS.
ap'
¡ Q U I N I N A D U L C E ! —KM una napolitana, que solo sahe
á chocolate , cuatro granos de 511IÍ.U0. llav tambicn poho. Ya
por correo. Pe venta en muchas boticas. Pedid prospectos al
Dr. Santoyo (.de Linares).
15
r i — Exposición Universal de París.—1878.
ADVERTENCIAS,
Al presente número acompañan el índice y la Portada correspondientes al tomo xxxix de LA ILUSTRACIÓN ESTAÑÓLA
Y AMKRICAXA, que terminó en 30 de Junio
del presente año.
HENRY B I N D E R * * Fabncantedecoches
:U.
KUF. lili COI.1SÉE, PARÍS
Las mili ¡lililí Reconipeníiií ru /,/s (ii'iindeí
'Proveedor pni'ile^iiido
ííí't'riMííf eorles
I'.xpoíicioues.
extranjeras.
Kl dc|«>sito de las t;i|xis especialmente í.ibi icadas por
D. (i. Siquier, de Karcclona, para eneuadernar tumos de
año ó semestre de I. \ l i r s TUACION KSPAÑOI.A Y AMFKICA-
Las célebres especialidades de la Perfumería
Dusser
XA. continua establecido, por cuenta del mismo, en esla
M.idnJ.
Precio de cada jileco de tapas para tomo de año ó semestre, pesetas 7,50.
Los Señores Suscritores de provincias que deseen adquirirlas para encuadernar sus tomos, se servirán hacerlas
recocer en esta Administración por persona de su confianza , atendido á que no pueden remitirse por el correo.
(Páte Efilatoire, Pilivore, Jaborandine, C/iarmeresse. etc.') se en- A d m i n i s t r a c i ó n , C,irre/i>.<, i 2 .fiineif,¡I,
cuentran en Madrid, en las pertumerias Pascual. l'rcra. inglesa etc.; en Barcelona, en casa de l.afont, etc.
«Surgeres (Chareute-lnferieure) i.° de Octubre de 1S77.—Desde que hago uso del H i e r r o B r a v a i s no he vuelto á sufrir
los calambres de estomago intolerables que tenía antes de emplear vuestro precioso ferruginoso ; y hasta he observado una
La Casa envía los dibujos y los ciatos que se le
piden. Se encaro.i de la expedición, tranco de todos
gastos, de los coches vendidos pava España.
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Bálsamo quu cío»trita Ui U&gat en loa an!mala$.
tndiapeniabl* para el Tratamiento de lo* Caballos
heridos en las rodillas.
Pira caalraquier* ditos pedir el Folleto j Prospidoi
ti Señor M £ K ¿ d e C H A N T I L L Y .
ENFERMEDADES NERVIOSAS
1
.El empleo, en medicina, del Hierro Rabuteau esta enteramente fundado sobro la
ciencia.
Los estudios hechos por los sabios mas distinguidos de nuestra época, han demostrado que el verdadero Hierro Rabuteau es superior d todos los ferruginosos para
curar los casos de ('lorosis, A nemia, Colores pálidos, Perdidas. Debilidades, Extenuación,
convalecencia, Ijebilulud de los niños, y las enfermedades causadas por la debilidad y
alteración de la sanare a consecuencia de fatigas, veladas y excesos de loda clase.—El
«ierro Rabuteau está pr. p.uMclo en Gradeas, en Elixir y cu Jarabe.
"RACHAS D E HIERRO RABUTEAU,
Las Grapas Rabuteau no enne-
'ecen l
d i Uy S |. di!_r¡,.r,,i, j , o l . los estuina^os mas débiles
débil
ti
ojecen
los diciiU;s
sin causar constipación.— Dósi.s : 'lómense con regularidad ü Grageas líabuteau, mañana y tarde, en las
comidas (6 diarias).
pon' t . ral . amlenl <> ferruginoso por las Verdaderas Grageas de Rabuteau es muy
t-umoinico, y el gasto di,trio que origina es muy
y mínimo.
lULIXIR
E HIERRO
O RABUTEAU. El
RS
SE
El Elixir
Elixir R
Rabuteau
está recomendado
lias
lias personas débiles que no pueden tragar las G-rug-eas
Rabuteau.—
Kl Elixir
f*" .
drid.
00
Depósito en Madrid: calle de las Infantas, 36, pastelería.
D ute
Diríjanse los pedidos, acompañados de su importe, alas oficinas de LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA, Carretas. 12, principal, Ma-
en Máquinas
de
112 litros.
La Compañía garantiza la absoluta pureza de cuantos vinos expende, y somete á la consideración del público, y particularmente á la de las personas habituadas al vino de Burdeos,
las siguientes líneas, copiadas del acreditado periódico inglés The Wme Trade Reviene número de 15 de Octubre de ISSJ.
«Como lo hemos indicado en un principio, las casas francesas hacen, desde hace algunos
» anos á esta parte, fuertes compras en el di^ti ito, y los \ i nos de Rio]a, al pasar por la pla»zade Burdeos, adquieren este nombre y aumentan de precio, merced á tan aristocrático
«bautismo.
»—
en las bodegas de la Compañía Vinícola del Norte de Kspaña se procede hoy
» con los mismos escrupulosos cuidados que en mucho han contribuido á dar celebridad á
» los vinos de Burdeos.
«Así, pues, considerando que parte del terreno ile la Rioja es semejante al de Mcdor,
» que las diversas viñas que se cultivan son del mismo origen que las francesas, y qtie la
«elaboración que emplea la Compañía es la misma qtie se usa en las bodegas de Burdeos,
» no hay razón para que los vinos de la Rioja sean enviados allá para adquirir y ser expen» didos bajo un nombre postizo.»
GRAGEAS, ELIXIR
E l Mundo i n v i s i b l e ( continuación de las Escenas fantásticas ). Un tomo, 4 pesetas.
de vapor, Bombas y toda ciase
EN BARRICAS
de
de 24 medias
225 litros.
botellas.
:o
iS
16
ESPECIALIDAD
0 A BORDO EN BILBAO.
EN CAJAS
de 12
botellas.
Backe.
Un tomo 8.° mayor
CÁPSULAS
Premiado por la Facultad
del D o c t o r Clin
de Medicina
de Parid. — Premio
Montyon.
K Las V E R D A D E R A S C Á P S U L A S C L I N de Bromuro de Alcanfor, se
emplean con el mejor éxilo en las alecciones nerviosas, en general y sobre todo en
las enfermedades siguientes :
' Asma, afecciones del corazón y de las vías respiratorias, Tos nerviosa, Espasmos,
a Coqueluche, Insomnios, Epilepsia, Histérico, Palpitaciones nerviosas, Corea ó Baile de
« San Vito, Parálisis agitada. Tiro nervioso, Nevrúsis, Turbaciones nerviosas cau. adas
« por estudios excesivos, Enfermedades cerebrales ó mentales, Deürium tremetis,
* Convulsiones, Vértigos, Dolores de cabeza, Vahídos, Haluanaciones, Enfermedades del
« cuello de la vejiga y de las Vías urinarias y en las Excitaciones de toda clase.
« En resumen, las VERDADERAS CAPSULAS CXiIXff de Bromvro de
Alcanfor, eslan recomendadas cada vez que se imiera producir una acción sedativa
y calmante sobre el sistema nervioso.»
{Gazette des Ilopitaux.)
Dosis : De 3 a 6 cápsulas diarias— Kn cada frasriuillo hay una instrucción detallada.
Se hallan las VERDADERAS CAPSULAS CLIN de Bromuro de Alcanfor
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las inflamaciones causarlas por una marcha
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C1ÉPOSÉF
de las señoras, ('na sola j>rur"b(i armas!>ora
su .mjwiorhtfid sobr, Ivdos los Cith¡-('rr«mt
conocidos h'isiii t'l iiia.
rituclii : l ' S O v 2'SO
DE PERFUMERÍA Y CEPILLOS INGLESES
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LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
LIBROS PRESENTADOS
MA
Veladas de invierno, historias, cuentos
y tabulas, por don Teodoro Baró.—Cuentos
de mi aldea, por D. Amonio Anguiz. Estos
dos libritos, para uso y lectura de los niños
pertenecen á la curiosa biblioteca de educación c]iic publican los editores D. Juan y
O. Amonio liasiinos, A quienes se dirigirán
los pedidos, en Harcclona (líoqueria. 47 v
J
San llonoiato, .0.
KKUAt'ClOX l'OR AUTORES
Lo K**talílissciiKMit «111 ¡univoir temporel dit Pape par le Prime de Pisnun-ck,
par l")r. Siommel. (Jmixelle?, Lihraire E¡<~
ropéenne ( \ M u q u a n , 45, rué tic la Relenco.)
De esie interesante íollem ha dicho el periódico I.'(\<<e¡ i'atcre /\oH!tv;o ^ q u e invin e
\IK'¡,MH'S
Ciio!-tt i o n e * <*Í«Mitíiu*ns , p o r 1"). R a f a e l
A l v a r e z Sercix , i n g e n i e r o d e M o n t e ? . K x a m i n a el i l u s t r a d o a u t o r de este lil 10 alguno.i m p o r t a n t e s a s u n t o ? científico?, y t a l e s s o n :
la t e m p e r a t u r a del S o l , el m e r i d i a n o ú n i c o ,
el o r i g e n del m u n d o , la e v o l u c i ó n m e n t a l
d e los a n i m a l e s , la e l e c t r i c i d a d atmosférica,
los t e m b l o r e s d e tierra, e t c . lis u n a o b r a q u e
e n s e ñ a y d e l e i t a . \ o l ú m e n d e 2Z\ p á g i n a s
en ív", q u e se v e n d e , a 5 p e s e t a s , en l a s
principólos librerías.
traducción de don Mariano Blandí. (Segunda edición.) Contiene este librito estudios biogrático-críticos del gran poeta, relativos á Miiabeau, Voltaire, I.amennais, Imbert Galloix, lord líyron y Walter Scott.
I Opúsculo de m i páginas en S.", que se venile, á una peseta, en las principales librerías, y en la del editor I). Manuel Saurí,
Barcelona ( Plaza N u e \ a , :, ).
Kl l^ihi-o d«» l a * e \ ] > i a c í i > m ^ , por don
J'.milio Hlancliet. correspondiente de la Real
Academia Sevillana de Bellas Letras. Contiene e?te curioso libro las composiciones
tituladas : la Finta del cercado ajeno, Sahina l'epea. El Conde de Rostofic/i'in, El Baron de J/oiitigny, El Mulato Ogé, La Duquesa de Pompadcnr, C na Aventura de Alfie/;. Barcelona, 1S85.
juego, etc. Precio : 60 céntimos de ¡ira (peseta), en las principales librerías de Turin.
Roma, Milán y Florencia.
I)i*cur**os It'iilos a n i e la Iíeal Acáiteiuia de Ciencias Adórales r Políticas, en la
recepción pública del excelentísimo señor
IX Aleiandio Goizard y Gómez de La Serna , el dia 7 de Junio de 1885. Desenvuélvese en ellos, con recto criterio, gran copia
de erudición y correctísimo lenguaje, el
tema sigtiiente : «De la necesidad de remover los obstáculos que al desarrollo del derecho punitorio opone el principio de la soberanía territorial, 3- de la conveniencia de
dar carácter extraterritorial á las leyes penales, en armonía con el ideal del derecho
de gentes. >N l'n folleto en 4.0 mayor. Madrid, imprenta de La Rerisía de Legislación, 1SS5.
I*ái>-inns s u e l t a s , cuestiones de mi tiempo, por D. Héctor Y. \"arela. liemos recibido el tomo I de esta obra, escrita por el
distinguido literato americano Sr. Várela.
Nos ocuparemos en examinarla detenidamente cuando se publique el tomo II de la
misma. Madrid, 1SS5.
S.
K. D. E x R 1 o v t:
AK TKA G A.
HOUBIGANT
ijue es á la carne 1" ijue el ain- juno á los pulninnes , y s
tendrá el cutis fresco, la piel blanca y la fíente MU ;inu(í;i.
(Agua, crema, polvos.')
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I ;ip;m-C(.T l o s t o n o s p á l i d o s é i h i m i n ; i i l l o M r o c o n su ;Ü<_Teiopelado.
l'íifii <liir riifrza á lus Niños y á las perso- I
nas (lelilíes del fierho ó del estómago» 61
atacadas de ch,rosií¡ ó de anemia, el mejor I
y mas «ralo desayuno es el i i l O A I I O U T I
ñu i.os A l t l l l l ' . S , alimento nutritivo y re-1
constituyente, preparado porDelaiisreiiier, I
de I'aris. — Depósitos en las principales I
Tarmacias de España, de la Isla de Cuba y I
del resto de América.
SOCIEDAD CONCESIONARIA
131,
LA CARMELITA,
! ingeniosa venda plástic;! <¡iK' ntTf^lri l;is facciones , que amolil;i Ifis nicjillas, ((uc evita las desigualdades en el rostro. La
CAR_Mí¿L,ITA es al rnslro lo que ul airsO ul Uillc.
Cuídese también el pecho por
ALIMENTO, NINOSl
hiili'S i l c r i v a d a s d n
EL EMPOBRECIMIENTO DE LASANGRE|
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K v u i. v
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(Agua de Rocador, fáinagre,
golvo de .Arroz etc.
DE ONCIDIA DE ESPAÑA
<lo I " s p a f i ; l
II<"ii!ir«'ís <*«'1«'IMM*S , por \ íctor Hugo;
C - h i l i e n t ' o m i i w i a ! , r o n ^ i « ¿ - l i ;inrlí
allicv: del/e Suele E.emenuv;
Sitp'ei: r>\ i-te.
E s t e n u e v o librito d e Luis Rocca , d i s t i n g u i d o escritor peda^oíjíci) d e I t a l i a , c o n t i e ne i n t e r e s a n t e s conseios a los jnvtrne? a l u m nos d e escuelas y c o l e g i o s , r e l a t i v o s a l a
e d u c a c i ó n , la s o c i e d a d , lar c o - t u m b r e s , el
PERFUMERÍA ESPECIAL
llislocia
1CI ( i i ' a n i n a r i - i - a l i l c A y a r m - h o : VA
Asesinato, por 1>. Amonio l'lores, miembro
correspondieme de la Real Academia Kspafiohi. Refiérese este interesante libro al célebre general americano 1). Amonio José
Sucre, y tiene verdadera importancia, por
los documentos justificativos que en él se
publican, para la Historia general de los
listados hispanoamericanos. Nueva-York,
imprenta y administración de Las A'oredaJes (_ j ; , l.ihiTty Streei ).
I S r m n a * l i j ^ r i * : ! * >• e o k v c i o n ile p o e s í a s tes\\\ a s , ori^iiiaU-s ole 1). J ost M o r e n o Clistel lo
( 7 : 7 Aprendiz}.
H a y en este libio c o m p a r i ciones p o é t i c a s m u y n o t a b l e s , o l e a r a n i n t e rés y loiulo lilosotico baio forma libera, í^raeio?a }" correcta, l ' n v o l u m e n e n 8.°, q u e ?e
v e n d e , á 3 pesetas, en la l i b r e r í a d e l j e , M a drid (Carrera de San Jerónimo, _ \
JLa M o r t a l i d a d do Madrid , colección de
artículos publicados sobre dicho tema, por
el Dr. D. Gaspar Gordillo y Lozano, exalumno interno de la Facultad de Medicina
de Madrid. Curioso folleto de 17b página?
en 8.°, que se vende, á 2 pesetas, en la librería de Gaspar ( Príncipe, 4) y en casa
del autor ( Mesón de Paredes, i ( 0 -
tlt»
para 11-0 de la* escuelas y colegios, por don
l'nidcncio Solís y Miquel, profesor de la
h-cucla Normal Supeiiov ele Valencia. Sejnnula edición, declarada de texto. Valencia, lil.rciía de I). Ramón Ortega ( Bajada
líe San l'rancisco, 11).
ser i c U o p n r imlo< los c a t ó l i c o s ^ , a u n q u e
PU a u t u r H ' ; I u n tih'wolo p r o t é s t a m e ; y e n
i g u a l e s UTimin>- le u v o m i e m l a M r . I l a r l m a n n , el c é l e b r e a u t o r ile la Ph;io>o/-]¡:e
de f ¡usccn^ciew.. I n \ ultimen <le SS p á g i n a s
en S.°, ijuí' si' e n \ ia /r,irti> p o r L-1 e o i i e o a
q u i e n i r i n i i a a lo^ roliiot e^. - , 5 0 p é s e l a s ,
p u v i o ole * aila eienipl;ir. H í n c e l a s , Ice. cit.
PIERRE
Ksta fórmuLi eslimulanK-* del celebre Tnuichis, al obrar
s(>bre el tejido dilatado de las glándulas, desarrolla y conserva el seno.
I.a J U V E N T A , «1 D U V E T P O L E N , la CARMEL I T A , la M A M E L I A N A , se cnem njmti <-n la Maison Baldini, premier étage 3 , rué de la B a n q u e ,
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Dupo^i'.o P r i n c i p a l
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MADRID.—Este
(.-nto tipográfico «Sucesores de Rivadcneyra»,
rircsores <lo la Reül Casa.
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