1.18 Corte DD

26 Expansión Lunes 20 octubre 2014
PAÍS: España
FRECUENCIA: Lunes a sábados
PÁGINAS: 1,26-27
O.J.D.: 32013
TARIFA: 22068 €
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ÁREA: 1931 CM² - 180%
SECCIÓN: PORTADA
20 Octubre, 2014
ECONOMÍA / POLÍTICA
El desplome del petróleo,
EL PRECIO DEL CRUDO SE HUNDE MÁS DE UN 25% EN CUATRO MESES/ Entre las causas que explican la abrupta caída de los precios
frente a China y América. La depreciación puede aliviar el invierno recesivo que se avecina sobre Europa y dará
o por Francisco Rincón Durán. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
El precio del petróleo ha caído más de un 25% en cuatro
meses hasta situarse la semana pasada cerca de los 80 dólares por barril. Las causas
más citadas son el aumento
de la producción de petróleo
no convencional en Estados
Unidos, el enfriamiento de la
economía mundial, y especialmente de la demanda europea y asiática, junto con la
percepción de que la inestabilidad en Oriente Medio y el
norte de África por los conflictos en Irak, Siria y Libia no
está suponiendo una merma
importante de la producción.
Este conjunto de factores
ofrece una explicación adecuada, aunque quepan matices geopolíticos dada la volatilidad de esta primera década
y media del siglo XXI.
Un eventual deterioro de la
situación de seguridad en
cualquiera de esos escenarios
no resulta descartable, como
tampoco pueden obviarse las
tensiones con Rusia, las dificultades para avanzar en las
negociaciones nucleares con
Irán y riesgos varios desde el
golfo de Guinea al Mediterráneo, pasando por el Sahel.
No obstante, el elemento
geoeconómico clave para la
evolución de los precios del
crudo es la reacción de Arabia
Saudita a esos tres vectores
mencionados. El aumento de
la producción no convencional estadounidense (y de Canadá) ha supuesto un cambio
en la estructura de los flujos
mundiales del petróleo. Hace
sólo pocos años la pugna entre Estados Unidos y China
por el control de los recursos
energéticos africanos se presentaba casi como inexorable.
En la actualidad, Estados Unidos prácticamente no importa petróleo (ni por supuesto
gas) de África, y esas exportaciones se han redirigido hacia
Asia y Europa, inundando los
mercados y poniendo en peligro la cuota de mercado de
Arabia Saudí.
Algo semejante ocurre desde hace años con una parte
importante de las exportaciones de América Latina. Lo
que en su día pudo presentarse como un acercamiento po-
Demanda débil
La debilidad de la demanda
europea y asiática es por tanto
más preocupante ahora para
los grandes productores tradicionales, muchos de los
cuales requieren un barril por
encima de los 100 dólares para equilibrar unos presupuestos que llevan años al alza al
amparo de precios elevados.
La situación es especialmente difícil para Rusia, que
debe afrontar al tiempo las
sanciones internacionales a
su sector petrolero y el déficit
anunciado que implica un
presupuesto equilibrado a 117
dólares por barril y las dificultades para financiarlo por las
sanciones, en este caso financieras. Se ha apuntado que
Rusia podría resolver ese problema con una devaluación,
pero las soluciones de los manuales de economía son precisamente las que las guías de
supervivencia política en regímenes petroleros tratan de
evitar por todos los medios.
El rublo lleva ya perdido un
20% de su valor frente al dólar
en lo que va de año pese a los
esfuerzos del banco central,
que sólo en las dos primeras
semanas de octubre se dejó
casi 11.000 millones de dólares de reservas de oro y divisas (aún le quedan más de
450.000) defendiendo su moneda, y tuvo que cambiar su
banda de intervención 31 veces. Si además se mantiene
cerrado el acceso a la financiación occidental, Putin puede empezar a moderar su
aventurerismo estratégico
ante la posibilidad de repetir
el colapso económico de su
añorada Unión Soviética.
Buen estratega y mejor conocedor de ese fracaso, sería de
esperar que no quisiera replicar lo que él mismo ha deno-
Bloomberg News
Gonzalo
Escribano
lítico de Venezuela y otros
productores cercanos a la izquierda bolivariana hacia
China se ha convertido en
una competencia asiática con
los productores del Golfo Pérsico que aquéllos tendrán
muy difícil mantener. Para
completar el círculo del Pacífico, hace unas semanas
Alaska exportó a Corea del
Sur su primer cargamento de
petróleo en diez años. Aunque era un flete pequeño, es
un claro mensaje al mercado
asiático de que el único Estado exento (por ahora) de la
prohibición estadounidense
de exportar crudo está “abierto para los negocios”.
La estrategia de los países del Golfo Pérsico es mantener precios bajos en el corto y medio plazo para recuperar cuota de mercado.
minado la mayor catástrofe
geopolítica del siglo XX apenas comenzado el XXI.
Otros grandes productores
de la OPEP se encuentran en
una situación igualmente
comprometida, como Venezuela o Nigeria. Es también el
caso de Argelia, si bien cuenta
con un mullido colchón de reservas superior a los 200.000
millones de dólares. En el golfo Pérsico, Irak, pero sobre todo Irán y Bahréin, focos de
tensión bien conocidos que
basta mencionar, son quienes
necesitan precios más altos
para financiar sus presupuestos. Irak requiere esos ingresos a muy corto plazo para
combatir al EI y prevenir tanto una mayor desafección de
la población suní como la caída de ingresos que supondría
una independencia fiscal y
petrolera kurda cada vez más
plausible.
En cambio, Arabia Saudí no
Irak, Irán y Bahréin
necesitan precios
altos para financiar
sus presupuestos y
calmar a la población
sólo precisa precios inferiores
para equilibrar su presupuesto (entre los 92 y los 97 dólares, según las estimaciones de
Reuters y The Economist Intelligence Unit, respectivamente), sino que tiene las terceras reservas mundiales de
divisas tras China y Japón,
unos 800.000 millones de dólares que le permitirían financiarlo durante más de tres
años sin exportar un solo barril. Qatar, Kuwait y Emiratos
Árabes Unidos son los grandes productores con mayor
espacio fiscal y, pese a las diferencias que Qatar mantiene
con sus socios del Consejo de
Cooperación del Golfo, nin-
guno de ellos está presionado
por la caída de precios
Arabia Saudí había venido
mandado señales sólo aparentemente ambiguas. Por un
lado, a comienzos de octubre
redujo el precio de venta oficial de su crudo, lo que se interpretó como el primer paso
de una guerra de precios para
mantener su peso en el mercado asiático. Por otro, anunció una modesta reducción de
su producción, manteniendo
la incertidumbre en los mercados acerca de su disposición a mayores descensos,
unilaterales o en el marco de
la OPEP, cuya próxima reunión el 27 de noviembre promete un tenso debate. Sin embargo, la semana pasada se divulgó que altos funcionarios
saudíes habían mantenido reuniones con analistas y operadores para avanzar que el Reino se sentiría cómodo con
precios cercanos a los 80 dó-
lares, mientras que su principal aliado, Kuwait, apuntaba
incluso por debajo.
En cuestión de días, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Irak y la propia Irán
anunciaron sus respectivos
descuentos. Este cambio de
estrategia consiste en apostar
por precios moderados en el
corto y medio plazo para recuperar cuota de mercado y
después maximizar ingresos
subiéndolos a largo plazo.
Cuando hace apenas unos días se filtró que Arabia Saudí
estaba ofreciendo descuentos
similares a las castigadas refinerías europeas con el piadoso argumento de ayudar a
mejorar sus márgenes, el
mercado leyó que los saudíes
iban en serio. Y aquí estamos,
en mínimos de más de cuatro
años y con la brecha entre el
Brent de referencia en Europa y el West Texas americano
estrechándose tras otros tan-
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ECONOMÍA / POLÍTICA
20 Octubre, 2014
un respiro para Europa
sobresale la estrategia de producción adoptada por Arabia Saudí, que siente amenazado su dominio del mercado
tiempo para que Bruselas trabaje en las interconexiones energéticas que reducirán la dependencia de Rusia.
tos divergiendo por la revolución no convencional.
Las consecuencias geopolíticas y geoeconómicas pueden ser importantes. En primer lugar, acotar la expansión
del fenómeno del petróleo no
convencional: aunque una
parte importante de la producción estadounidense ya es
viable por debajo de esos precios, en ocasiones hasta una
franja discutida de 50-70 dólares, los campos menos rentables no. Su extensión fuera
de Estados Unidos se vería
frenada por la incertidumbre
en los precios si éstos permaneciesen bajos durante un período prolongado.
La inversión en algunos
nuevos proyectos de arenas
pesadas de Canadá también
podría verse afectada, aunque
las inversiones más avanzadas continuasen. Algo semejante pasa con los pozos marginales convencionales y los
yacimientos en aguas ultraprofundas: los primeros simplemente dejarían de producir, los segundos verían ralentizado el ritmo inversor en
nuevos proyectos y la rentabilidad de los que están en marcha. A la competencia geopolítica por los recursos del Ártico podría ocurrirle lo que a la
rivalidad China-Estados Unidos en África: desvanecerse
(por el momento).
‘Petroconspiración’
En tercer lugar, una moderación prolongada de los precios supondría una erosión de
los regímenes petroleros más
vulnerables. En clave regional
ello implicaría una balanza de
poder más favorable para
Arabia Saudí frente a sus
competidores potenciales,
Irán e Irak. A nivel global, el
equilibrio de poder quedaría
sesgado en favor de los productores OPEP del Golfo ya
señalados, y en contra de los
miembros restantes. Y por supuesto en contra de Rusia, el
gran perdedor de la estrategia
saudí. Prueba de ello es el nerviosismo de algunos ejecutivos petroleros rusos, que tardaron horas en acusar a Arabia Saudí de participar en una
petroconspiración árabe-occidental antirrusa, lo que no
está exento de ironía procediendo de quien ha hecho de
la petropolítica una razón de
Estado, si no de ser.
Asia sería sin duda uno de
los más beneficiados económicamente, pues no en vano la
competencia se ha desatado
LA INESTABILIDAD DEL 'ORO NEGRO'
Evolución del precio del Brent, en dólares por barril.
Junio de 2012:
El precio del crudo se desploma un 27% en
tres meses, lastrado por la incertidumbre
generada a raíz de la crisis del euro.
130
Junio de 2013:
La revuelta en Egipto, unida a las huelgas
en Libia y la inestabilidad en Irak, dispara
el precio del petróleo en apenas 3 meses.
120
Octubre 2014:
El precio del Brent toca mínimos desde 2010, a
raíz de la desaceleración de la economía en los
países avanzados, el aumento de la producción
en Estados Unidos y la falta de actuación de la
OPEP.
115,71
110
100
90
80
2011
2012
2013
2014
Fuente: Bloomberg
Expansión
en y por su mercado. Pero sólo
Europa obtendría un doble dividendo: el geopolítico del debilitamiento de Rusia y el económico de la moderación de
precios, en un momento además especialmente delicado
para la UE en ambos planos.
Más sanciones tensarían quizás en exceso la situación, tanto con Rusia como en el reparto de los costes entre Estados
miembros. Precios más bajos
del petróleo, e indirectamente
del gas por indexación, repercuten en menores ingresos para Rusia y mayor capacidad de
negociación para la Unión.
Añadir a las sanciones y la
merma de ingresos por la caída de los precios cortes del suministro de gas a Europa y la
consiguiente pérdida de ingresos, inmediata y futura,
puede suponer una suma muy
pesada para la economía rusa.
Putin todavía debe demostrar
que sabe cabalgar su régimen
con una economía en recesión
y sin el paraguas de los elevados precios del crudo de los últimos años. Su descenso puede hacer que el invierno en
Centroeuropa no sea tan frio
como prometía el conflicto de
Ucrania y sus cortes de sumi-
EXPORTACIONES DE PETRÓLEO
En millones de barriles al día.
7,57
Arabia Saudí
2,7
Emiratos Árabes
2,39
Irak
2,19
Nigeria
1,93
Venezuela
1,66
Angola
1,21
Iran
Fuente: OPEP
nistro, después de todo.
En el plano económico, las
presiones a la baja en los precios de los hidrocarburos pueden atemperar y acortar el invierno recesivo en la UE. Precios más bajos de la energía
ayudarían a la industria europea a recuperar algo de la
competitividad perdida frente a Estados Unidos por la revolución no convencional. No
parece suficiente para compensar la “mediocridad” económica (Martin Wolf citando
a Lagarde), sea ésta secular o
infinisecular, de la que en parte se deriva la caída de precios.
Pero en todo caso constituye
un choque de oferta positivo
más que bienvenido ante el
riesgo de una tercera recesión
consecutiva. Este efecto debería sentirse especialmente en
aquellas economías que padecen mayores niveles relativos
de intensidad energética, más
vulnerables al coste de la
energía, en Europa básicamente los Estados miembros
centroeuropeos.
2,05
Kuwait
Argelia
0,74
Qatar
0,59
Libia
0,58
Ecuador
85,6
0,38
Expansión
Situación española
Ya en clave nacional, España
presenta niveles de intensidad energética muy inferiores
a los de dichos países y algo
menores que Francia o Portugal, aunque más elevados que
los de otras economías de
nuestro entorno como Alemania, Italia o Irlanda. Los
precios del gas y la electricidad que pagan los consumidores residenciales españoles
están entre los más elevados;
las empresas afrontan costes
Una caída de los
precios del crudo y
del gas daría más
fuerza a la UE para
negociar con Putin
Asia sería uno de los
mercados más
beneficiados por la
depreciación, y Rusia
saldría perjudicada
superiores de la electricidad
(salvo las italianas), pero menores o similares para el gas.
En el caso del petróleo, la
vulnerabilidad económica de
España estriba en el elevado
peso del transporte por carretera, tanto de viajeros como
de mercancías. El efecto psicológico de las bajadas de precios de los combustibles sobre
las expectativas de los consumidores es también importante. A largo plazo, el servicio
de estudios del Banco de España ha presentado la correspondiente evidencia de que
en nuestro país precios elevados del petróleo reducen la
producción potencial y la productividad, elevando la tasa
natural de desempleo.
El riesgo es caer en el conformismo y no aprovechar ese
doble dividendo económico y
geopolítico, mientras dure, para acometer las reformas que
requiere el sector energético
europeo. La ventana de oportunidad será temporal y breve
para los tiempos de la política,
y más de la comunitaria. Incluso si se diesen complicaciones geopolíticas como las
apuntadas, la agenda del mercado global del crudo la marcará en buena medida Arabia
Saudí y sus aliados del golfo
Pérsico. Suyo será el calendario, aplicado a sus ritmos y al
servicio de sus intereses, que
pueden ser coincidentes con
los europeos sólo muy parcial
y provisionalmente.
El próximo Consejo Europeo de 23 y 24 de octubre debería tener en cuenta esta realidad en los postulados de su
paquete de Energía y Clima,
planteando objetivos ambiciosos. España hará bien en insistir en la necesidad urgente de
inversiones europeas en interconexiones, sin las cuales el
paquete puede ser otra oportunidad perdida y ningún proyecto de Unión Energética
merecerá tal nombre. Llegados a este punto, la complejidad de la política energética
europea es curiosamente en
muchos aspectos superior a
los retos más descarnados de
la geopolítica internacional.
Hasta el límite de que, según y
dónde, resulta más difícil tender un cable de alta tensión
entre dos Estados miembros
que construir un gasoducto
hasta Turkmenistán. Su tratamiento desborda incluso los límites de este ya extenso artículo, por lo que deberá quedar
para mejor ocasión.
Director del Programa de
Energía del Real Instituto
Elcano. @g_escribano