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 Desarrollo económico, países emergentes y globalización vistos
por los ciudadanos
Gregorio Martín Caballero
E
l término «globalización» se utiliza para referirse a la creciente interdependencia mundial de la gente y las
naciones. Desde hace unos diez años, este proceso ha cobrado muchísimo ímpetu, sobre todo debido a los
grandes avances en el campo tecnológico. Los bloques que eran antagonistas durante la Guerra Fría
prácticamente han desaparecido, las barreras comerciales se han venido abajo, los principales mercados financieros
del mundo se han ido integrando y viajar es cada vez más fácil y asequible.
La globalización es económica, sobre todo, pero también es crecientemente política y cultural. Lo más característico
de este proceso es la imbricación creciente de las economías nacionales en el sistema global de producción, sobre todo
a través de las empresas multinacionales. A este sistema de producción mundial se corresponde una extensa red de
relaciones comerciales. El comercio internacional ha alcanzado en las últimas décadas niveles sin precedentes. A esta
producción crecientemente trasnacional y al incremento de los intercambios comerciales internacionales se junta una
dinámica financiera que se ha convertido en un elemento central de la globalización económica.
La globalización tiene, asimismo, un componente cultural. Los medios de comunicación y la industria de la cultura
están generando la sensación de pertenencia a un mundo único y han abierto la posibilidad de penetración comercial
de productos y de marcas globales, dentro de un contexto en el que los comportamientos sociales tienden a
homogeneizarse en el nivel trasnacional.
Este proceso de globalización ha venido impulsado por un conjunto de fuerzas y de transformaciones producidas en
las últimas décadas. Unos cambios profundos de las tecnologías de la información y de la comunicación, que han
modificado las comunicaciones globales y las formas de producir. Como consecuencia un mayor desarrollo de
mercados globales de bienes y de servicios, vinculados a esa nueva distribución de la información y a la apertura de las
barreras comerciales.
También se ha producido un debilitamiento de los Estados nacionales y la articulación de la acción política en
múltiples estratos, hacia abajo con una mayor descentralización y autonomía de los ámbitos locales y regionales y
hacia arriba, con una transferencia de soberanía hacia los niveles de integración regional supranacional y hacia las
instituciones mundiales.
Esta creciente integración internacional ha producido toda una serie de consecuencias de carácter económico,
político, cultural y medioambiental. Lamentablemente, algunas de ellas pueden ser negativas. La publicación del
«Informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas 1999» explicó: «La vida de la gente de todo el mundo está
vinculada de manera más profunda, más intensa y más inmediata que nunca antes. Esto abre muchas oportunidades,
da nuevas posibilidades de bien y de mal». Como sucede en el caso de gran cantidad de logros humanos, la
globalización tiene un lado positivo y uno negativo.
Los defensores de la globalización responden que las naciones pobres no sufren como consecuencia de este
fenómeno, sino porque tienen gobiernos corruptos, una administración inepta y políticas económicas ruinosas. Según
Joseph Nyer, decano en la Universidad de Harvard, «La tecnología y las inversiones pueden ayudar a combatir la
pobreza pero sólo cuando hay gobiernos responsables».
En nuestro país, la periodista Rosa Montero expresa su opinión acerca de este tema tan polémico, defendiendo en
todo momento al proceso de globalización:
«Ante el rechazo total a la globalización, podemos perder una ocasión idónea para mejorar el mundo. Entiendo bien
la inquietud que las nuevas tecnologías provocan; la vida ha cambiado de manera descomunal en muy pocos años, y
eso siempre origina ansiedad y rechazo. Hoy creo advertir frente a la globalización un fenómeno regresivo, el miedo
ancestral e irracional ante lo nuevo. La globalización no es un programa maléfico diseñado por el capitalismo feroz
para sojuzgar aún más a los pobres de la Tierra, sino una mera circunstancia histórica, un momento de la evolución
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de este planeta. Es un fenómeno imparable, porque la Humanidad no puede desinventar lo inventado y oponerse
frontalmente a ello es como arrojar piedras al sol. La globalización ofrece una oportunidad única para mejorar las
condiciones de vida del Tercer Mundo: por primera vez podemos acabar de verdad con la pobreza. Pero para ello hay
que aspirar a controlar lo más posible los nuevos recursos tecnológicos».
Sin embargo también hay opiniones en contra, como la de Noam Chomsky, filósofo del lenguaje, activista político
y catedrático del Instituto de Tecnología de Massachussets, y uno de los manifestantes en Seattle que lucha contra la
globalización mundial, «la mitad de la población mundial vive poco más de un euro al día. A los consumidores de los
países ricos les ha beneficiado mucho la globalización pero, sin embargo, ha acentuado las diferencias con los más
pobres».
Otros opinan que el desempleo en el mundo ha alcanzado su nivel más elevado desde la gran depresión de 1930.
Más de 800 millones de seres humanos están desempleados o subempleados en el mundo. El trabajo humano está
siendo paulatina y sistemáticamente eliminado en el proceso de producción, siendo sustituido por máquinas. Como
consecuencia de los adelantos, se pronostica que en los próximos habrá una drástica reducción la fuerza laboral que
será necesaria para producir todos los bienes necesarios para satisfacer la demanda total.
Como se observa, es un proceso vivo y de actualidad. Hacia dónde caminará no lo sabemos. Posiblemente países o
grupo de países que hoy están liderando este proceso tengan que dejar paso a otros que, en función de su desarrollo,
estabilidad política, crecimiento de sus infraestructuras de comunicación y tecnológicas, se agrupen y sean verdaderas
potencias en este mundo global.
Nuestras entrevistas de este número se han dirigido a cuatro personas de diferentes ámbitos, por un lado, al Ingeniero
Técnico Adolfo Martínez; por otro, al Catedrático de Bioquímica Antonio Heredia y, finalmente, hemos contado con
la colaboración de Biólogo David Navas y del Psicólogo Sergio Gallardo, que ofrecen su visión sobre la globalización,
a través de las preguntas que les hemos formulado.
1. ¿Considera que el proceso de globalización
económica ha implicado un aumento efectivo del
desarrollo en el mundo, incidiendo en las
condiciones de vida de los ciudadanos? y, ligado a la
anterior, ¿cree que ha supuesto un proceso de suma
cero o, por el contrario, ha generado efectos netos
positivos? A este respecto, señale, a su juicio, los
ganadores y perdedores en este proceso.
4. A la luz de los recientes episodios a los que
venimos asistiendo, ¿puede decirse que la
globalización constituye un freno o un acicate para el
desarrollo de conflictos bélicos?
5. En los últimos treinta años, el agregado de países
BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) ha
experimentado un desarrollo extraordinario,
acortando distancias con respecto a las
tradicionalmente llamadas economías avanzadas
(EE.UU., Europa y Japón), y representando hoy día
más de una cuarta parte del PIB mundial y, según las
proyecciones existentes, su cuota seguirá
aumentando a lo largo de los próximos años. A tenor
lo anterior, y a la posible configuración de la
economía mundial que se prevé para 2050,
¿considera que algún país o grupo de países podrá(n)
ejercer un poder hegemónico en lo económico y/o
en lo político?
2. Desde el punto de vista de la gobernanza, ¿ve
factible avanzar en la configuración de instancias
supranacionales que exige un mundo cada vez más
integrado en lo económico, cuando en el orden
político asistimos a unas crecientes demandas de
autonomía local y regional?
3. La crisis económica y financiera internacional
iniciada en 2007 se han encargado de sembrar todo
tipo de dudas acerca del alcance futuro de la
globalización, especialmente en caso de que no se
dispongan de los instrumentos adecuados para aislar
las consecuencias de las perturbaciones internas y
externas sobre un área geográfica o económica
concreta. En este sentido, ¿cree que se ha producido
una parada duradera en el proceso de globalización
o, por el contrario, asistimos a un proceso imparable
e irreversible?
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«Mucho tenemos que avanzar tecnológica y culturalmente para que un gobierno
mundial sea creíble y cuente con el apoyo de los ciudadanos. El idioma, por
poner un ejemplo, sigue siendo una de las principales barreras para configurar
un gobierno global. No es fácil confiar en quien no habla tu mismo idioma»
Adolfo Martínez Orellana
Ingeniero Técnico
1. El proceso de globalización económica ha
implicado una mayor facilidad para mover el dinero
a aquellos países o servicios que generen más
beneficios a los poseedores de grandes capitales, ya
sea mediante explotación laboral, evasión de
impuestos, especulación con productos básicos o
compra de dirigentes políticos que apliquen las
políticas más adecuadas para maximizar dichos
beneficios mediante los métodos antes descritos. El
aumento del desarrollo en el mundo lleva
produciéndose siglos, independientemente de los
movimientos de capital. Son la ciencia, el
inconformismo y la lucha por las libertades las que
hacen que el mundo avance. La globalización lo que
ha propiciado es el desarrollo desaforado de
contadas familias que son las que ejercen el poder
fáctico en el panorama mundial. El mundo, por
tanto, avanzará globalmente en función de que dicho
avance beneficie a los poseedores del capital, y nada
más que eso. El coste de dicho desarrollo recaerá,
para variar, en los pobres e ignorantes a los que se
engañará haciéndoles creer que tienen suerte de
estar vivos y que en vez de protestar deben estar
agradecidos por el sueldo de subsistencia que se les
da a cambio de su silencio y pasividad. La religión,
por un lado, y el fácil acceso al pecado, por el otro,
son en estos casos un magnífico lubricante del
sistema.
idioma, por poner un ejemplo, sigue siendo una de
las principales barreras para configurar un gobierno
global. No es fácil confiar en quien no habla tu
mismo idioma.
3. La globalización tiene más que ver con el avance
de las telecomunicaciones y el transporte que con el
libre movimiento de capitales. En consecuencia, es
un proceso imparable e irreversible salvo catástrofe
mayor de bíblicas consecuencias. La globalización es
internet, los smartphones y el airbus A380. Los
capitales no fomentan la globalización, se benefician
de ella. Los instrumentos para controlar los daños
producidos por el mal uso del capital no sirven para
nada, la ley y la trampa la seguirán haciendo los
mismos de siempre. Como siempre.
4. Como ya apuntaba antes, será un freno o un
acicate en función de lo que interese.
Desgraciadamente, tenemos ejemplos muy recientes
de varios conflictos bélicos y está claro que se tratan
de muy distinta forma unos de otros, en función de
los actores intervinientes y si se desarrollan en
terreno económicamente sensible o no. Las personas
pasan a un segundo lugar cuando hay capitales en
juego.
5. Las naciones que se unen para luchar contra otras
tienen su debilidad precisamente en el motivo de su
unión. Una vez desaparecido o debilitado el
enemigo, el motivo de la unión también se debilita y
aparecen las tensiones internas que acaban por
romper el grupo. Posiblemente crezcan hasta
superar a USA, Europa y Japón, pero después dudo
que tengan suficientes nexos de unión (idiomática,
cultural, política) para mantenerse unidos. Y se
producirá otro ciclo.
2. Actualmente, creo que la gobernanza por
instancias
supranacionales
inspira
bastante
desconfianza por dos motivos. Primero, por el
propio recelo de los ciudadanos con sus gobernantes,
que estos mismos se han ganado, ya sea por acción o
por omisión. Segundo, porque la lejanía del poder
no hace sino aumentar dicho recelo por la falta de
una sensación creíble de control sobre estos remotos
gobiernos. De hecho creo que tendría el efecto
contrario y se reforzarían los sentimientos localistas.
Mucho tenemos que avanzar tecnológica y
culturalmente para que un gobierno mundial sea
creíble y cuente con el apoyo de los ciudadanos. El
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«El proceso de globalización es irreversible; como si de un sistema físicoquímico se tratara, se ha alcanzado la energía de activación suficiente para llegar
a un punto de non-stop del proceso»
Antonio Heredia
Catedrático de Bioquímica
1. No soy experto en estos temas, me faltan datos
para analizar, pero como ciudadano medio detecto
que son más los hábitos de vida más modernos que
las mismas condiciones las que han ayudado a un
aumento del desarrollo global. Toda la economía que
gira en torno a las comunicaciones, de todo tipo, han
progresado notablemente, el desarrollo de productos
agroalimentarios llegan a esa incidencia que se
pregunta. Lo efectos netos pueden considerarse
positivos, pero no acabo de ver bien, tiempo
tardaremos en ello, si la parte negativa ha sido a
costa de un déficit acumulado de pérdida de
libertades o conquistas sociales.
4. No alcanzo a ver si los conflictos actuales, de
menores dimensiones, son resultado de la
globalización, de la mayor comunicación y
conocimiento en tiempo real de todas las variables.
Las dos grandes guerras del siglo XX son
probablemente difícilmente superables. Los expertos
indican que la primera gran guerra se hubiese
evitado con una comunicación rápida entre los
políticos en un tiempo de gran tedio, en pleno
verano, de países autocomplacientes.
5. Pienso que el poder hegemónico lo ejercerán
aquellos países o grupos de países con un
extraordinario desarrollo de los medios de
comunicación e información y, sobre todo, de sus
tecnologías e investigación en este vasto campo. Eso
implicaría, además, un desarrollo científico y técnico
tremendos.
2. Veo diferencia y contradicciones entre ello. Las
demandas autonómicas de carácter menor deben
optimizar su configuración olvidando viejas
demandas de tipo nacionalista y personalista para
ello. En países de buena calidad democrática se
alcanza un punto de equilibrio aconsejable; en países
de mala calidad democrática el problema puede ser
mucho más acuciante y actuaría como freno.
3. Pienso que el proceso de globalización es
irreversible; como si de un sistema físico-químico se
tratara, se ha alcanzado la energía de activación
suficiente para llegar a un punto de non-stop del
proceso. Dejado en manos de los actuales visionarios
y poderes el producto conseguido llegará a su
máximo de desorden y caos para que estalle y
requiera
una
nueva
reorganización.
La
termodinámica de procesos irreversibles aplicada a
la economía lo predice claramente como dicen
algunos
expertos
heterodoxos.
La
nueva
reorganización, después de la crisis que se produzca,
como buena crisis debería dejar fuera a los
miembros y materia de la que partió. Como un
huevo no tiene nada que ver con su producto, el ave
que volará y obtendrá energía de modo diferente.
Ese debe ser el gran objetivo.
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«Es evidente que con la globalización se está produciendo un debilitamiento del
Estado Nación tal como se concebía hace 30 años. Lo que sucede es que hoy la
gobernanza no está encarnada por una sola institución, sino que la globalización
ha llevado a redes no territoriales de toma de decisiones a múltiples niveles»
David Navas
Biólogo
Técnico de Microscopía
1. Creo que en algunos casos sí ha supuesto un
mayor desarrollo, pero como aspecto negativo ha
implicado una mayor desigualdad entre las
diferentes clases sociales. Por otro lado, la
globalización ha hecho más débiles a los países más
pobres. En cuanto a los efectos netos positivos, si no
recuerdo mal, en los últimos años la riqueza está
cada vez peor distribuida, está desapareciendo la
llamada clase media, por lo que cada vez hay una
mayor parte de la población mundial que no cubre
sus necesidades básicas diarias.
Esto no se logrará acabando con la globalización,
sino, en todo caso, reorientándola y eliminado los
obstáculos externos y, sobre todo, internos que
impiden que algunos países (excomunistas,
africanos, latinoamericanos y asiáticos) encuentran
para hacer efectivas las ventajas potenciales de la
globalización. Que ésta no es en sí misma perjudicial
para el desarrollo económico lo prueba la trayectoria
histórica de los primeros países globalizados, los
occidentales y la más reciente de algunos asiáticos
(Corea del Sur, Taiwán, Malasia, etc., primero, y,
más tarde, China e India).
2. Es evidente que con la globalización se está
produciendo un debilitamiento del estado-nación tal
como se concebía hace 30 años. Lo que sucede es que
hoy la gobernanza no está encarnada por una sola
institución, sino que la globalización ha llevado a
redes no territoriales de toma de decisiones a
múltiples niveles, a complejos estratégicos que unen
de forma novedosa y compleja a gobiernos, agencias
internacionales, organizaciones no gubernamentales,
organizaciones militares y civiles, y que son un nexo
importante en la formación de la gobernación
mundial. Así, la gobernación no está encarnada en
una sola institución, sino en todas las redes y
conexiones que aúnan a diferentes organizaciones,
grupos de interés y formas de autoridad. Desde este
punto de vista, sí veo factible que se vaya avanzando
en ello, siempre que se realice con equidad, porque
de lo contrario podrían surgir movimientos
contrarios con intereses cruzados, que nos lleven a
situaciones como la que se sucede en Ucrania
actualmente y otras muy cercanas que podría
despertar.
4. No podemos olvidar el hecho de que seis países
concentran el 80% de las exportaciones mundiales de
armamento, y que precisamente cuatro de ellos
-EUA, Rusia, Reino Unido y Francia- son miembros
permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas con derecho a veto, es decir, los que deberían
ser los principales valedores de la paz en el mundo.
Ni tampoco que, en 2007, últimos datos disponibles,
el estado español ocupó el octavo puesto de los
exportadores mundiales de armamento, con el 2% de
las exportaciones mundiales. Con estos datos y los
intereses cruzados que suele haber, lo que debería
ser un freno desgraciadamente se convertirá en un
acicate por los intereses que hay en juego.
5. Porque el agregado de países BRICS ya están
lanzados, se dice que los países que resurgirán en la
economía mundial en los próximos años serán
México, Indonesia, Nigeria y Turquía (MINT). Estos
países en los próximos 20 años registrarán un fuerte
crecimiento demográfico con incrementos anuales
de sus activos por encima de los ciudadanos que no
están en disposición de trabajar. Además tienen una
buena situación geográfica, cercanos a EE.UU.,
América Latina y China y tres de ellos (México,
Indonesia y Nigeria) son productores de materias
primas.
3. Yo creo que el gran reto de la humanidad, en estos
momentos, es encontrar la forma en que las grandes
diferencias de renta entre unos y otros países, gracias
al mayor crecimiento de estos últimos, se reduzcan
sin hacer insostenible la existencia de 10.000
millones de habitantes en un planeta de recursos no
infinitos. No es tarea fácil.
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«No creo que se haya producido un “aumento efectivo del desarrollo en el
mundo”, ese desarrollismo creo que venía arrastrándose y han contribuido al
mismo las sucesivas revoluciones (industrial, de la información…), la
globalización lo que ha permitido es que, más o menos, llegue a todo el mundo»
Sergio Gallardo
Psicólogo
1. La primera pregunta la contestaré por separado,
pues creo que, aunque siempre se quieren relacionar
son cosas bastante distintas entre sí. Por lo tanto, a la
primera parte, mi respuesta es no. No creo que se
haya producido un «aumento efectivo del desarrollo
en el mundo», ese desarrollismo creo que venía
arrastrándose y han contribuido al mismo las
sucesivas
revoluciones
(industrial,
de
la
información…), la globalización lo que ha permitido
es que, más o menos, llegue a todo el mundo. En
cuanto a la segunda parte, la respuesta es sí. Ha
incidido, incide y cabe suponer que incidirá en el
futuro en las condiciones de vida de los ciudadanos.
El problema, quizás, es que lo que se conoce como
globalización no es tal, pues sólo hay una
globalización del capital, no así del resto (personas,
salarios, nivel de vida…), pero creo que sí, que ha
incidido. Además creo que es irremediable, el capital
busca asentarse allí donde puede sacar más
rendimiento (donde el salario es más bajo) pero ese
asentamiento del capital hace que esos trabajadores
mejoren sus condiciones de vida, al mismo tiempo
que aquellos que pierden su trabajo (por el traslado
del capital) las empeoren. Al final debiera ocurrir
como en los vasos comunicantes, que se nivelen.
2. Ufff. Ahora mismo no puedo tener una idea muy
clara, porque los hechos acaecidos en estos años me
han empujado a no ver las cosas con la misma
claridad que las veía antes. Me parece que es más
razonable intentar conseguir esas instancias
supranacionales, pero creo que eso sólo podrá ser
posible si las sociedades se convencen de que ese es
el camino idóneo, pero si se usan esas instancias con
miras nacionales (como ocurre, por ejemplo, en la
actualidad con Alemania y la Unión Europea) vamos
directo hacia el fracaso. Todo avance en este tipo de
estructuras debe de ir acompañado de una cesión de
soberanía nacional y, por ende, de una visión, por
parte de los gestores, global y no nacional.
3. Es que habría que definir globalización, porque
creo que la globalización del capital no ha sufrido
ningún parón, todo lo contrario; en cambio la
política (entiéndase Unión Europea, ONU, etc.) sí
que ha sufrido un parón y este sí que puede ser
irreversible, cuando los ciudadanos no se sienten
identificados con las instituciones la vida de estas
está sentenciada.
4. Depende. Por ejemplo, en el conflicto
imperecedero de Oriente Medio la globalización no
existe y donde existe (Afganistán, África, la etapa
final de la ex Yugoslavia…) ha constituido tanto
freno (África) como acicate (Irak).
En cuanto a la segunda pregunta no lo tengo muy
claro, pues sospecho que una de las partes amplifica
sus ganancias más allá de las pérdidas de la otra
parte. Y no tengo duda en cuanto a ganadores y
perdedores: El capital ha ganado siempre, mientras
que la masa laboral a veces gana y a veces pierde y
me remito a lo dicho con anterioridad: si se instala
una fábrica en Tailandia, cabe suponer que ayudará
a elevar el nivel de vida de esos trabajadores, pero si
previamente se ha quitado de España, cabe suponer
que los trabajadores que pasan al paro pierden nivel
de vida.
5. Me falta información, pero diría que sí. China, en
primer lugar, y seguida por India y Brasil. Eso si no
nacen nuevas alianzas que puedan alterar el mapa.
Por otra parte hay un interés de contrarrestar otras
alianzas potenciando Mercosur (Argentina, Brasil,
Paraguay, Uruguay y Venezuela) y más
recientemente hay países como Indonesia, Turquía,
Nigeria, que si fueran capaces de estabilizarse
políticamente, podrían tener tasas de crecimiento
muy cercanas a las que tuvieron países como China a
principios de siglo. Como cuestión atractiva y que les
hace potencialmente atractivos es que estos países
son productores de materias primas y están bien
situados geográficamente.
Dicho lo anterior, he de reseñar que como efecto
de la crisis que padecemos (crisis global) sí ha
disminuido ostensiblemente el nivel de vida.
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