Competitividad en las empresas turísticas - Dirección de Innovación

Competitividad en las
empresas turísticas
Competitividad en las empresas turísticas
Por: Licda. Ena López
Técnica Sectorial Célula de
Turismo
Dirección de Innovación y Calidad
La competitividad en las empresas
turísticas se entiende como “La
capacidad para crear productos con
valor agregado, que sostienen sus
recursos al tiempo que mantiene su
posición en el mercado en relación a
sus competidores” (Hassan, 2000)i.
En el sector turístico, las ventajas en
la competitividad se dan desde la
oferta y la demanda turística, ya que
los
consumidores
son
más
experimentados y se informan más
antes de visitar un destino. A la vez,
el desarrollo de la oferta se ha
estimulado por las diferentes mejoras
dentro de las empresas, entre ellas
tecnológicas,
servicios,
ventas,
calidad, etc.
En la última década, los avances se
han centrado específicamente en el
campo de las tecnologías de la
información, haciendo una mejora en
las telecomunicaciones, facilitando
una mayor rapidez y eficiencia en el
procesamiento de la información y de
la comunicación.
Dentro
de
los
factores
que
determinan la competitividad, se
pueden mencionar los siguientes:
Producción: la cual abarca todos los
procesos de producción o de servicio
de una empresa. La parte de
producción puede comprender desde
la elaboración de un producto u
obtención de la materia prima, hasta
la comercialización y venta del
mismo. En el caso de empresas de
servicios, abarca los procesos de la
cadena de valor de turismo: desde la
comercialización, el contacto con los
operadores de tours, las reservas, los
lugares
de
alimentación,
el
alojamiento, el transporte terrestre o
aéreo, el desarrollo de las actividades
turísticas, las guías, la visita a los
lugares, hasta el regreso de la partida
inicial.
Marketing: considera todas las
estrategias
de
publicidad
y
comunicación que la empresa utiliza
para llegar al público final.
Administración:
abarca
los
elementos de la gestión interna de la
empresa, como por ejemplo: la
gestión
del
personal,
el
funcionamiento de la empresa, los
recursos humanos, la contabilidad,
las ventas, la comercialización, la
recepción,
el
transporte,
los
inventarios y los equipos.
Las ventajas competitivas son
determinadas por aquellos elementos
que se incorporan al destino y que lo
fortalecen, como por ejemplo la
educación y formación en las
actividades turísticas.
Finanzas: incluye los procesos
contables que una empresa puede
utilizar para conocer sus estados
financieros, balance general, balance
de
comprobación,
pérdidas,
ganancias, utilidades.
Tecnología: tiene que ver con la
adopción
de
nuevos
sistemas
tecnológicos que colaboran en las
diferentes áreas de la empresa, como
por ejemplo: los sistemas de reserva,
inventarios, atención al cliente,
facturación, contabilidad, etc.
Calidad: considera el producto final y
la aceptación que tiene el mercado.
Para las empresas turísticas abarca
también la calidad en el servicio al
cliente.
Las ventajas que pueden tener las
empresas se clasifican en ventajas
comparativas ventajas competitivas.
Dentro de las ventajas comparativas
se consideran los factores propios del
destino como son los recursos
naturales, culturales, condiciones
socioeconómicas
y
medio
ambientales.
Tomando en cuenta la ventaja
competitiva, las empresas ofrecen
beneficios que se pueden sostener en
el tiempo; a la vez, buscan satisfacer
a sus accionistas, clientes y personal,
lo
que
se
conoce
como
Responsabilidad Social Empresarial.
Una empresa tendrá una mayor
ventaja competitiva cuando tenga
capacidad
y
recursos
para
proporcionar un valor superior al
cliente y su producto sea difícil de
imitar.
Entendiendo la competitividad, las
empresas turísticas deben partir de
las siguientes ventajas:
Liderazgo en costos: considerando
la
reducción
de
costos
y
aprovechando
las oportunidades
disponibles, como las economías a
escala, ventajas tecnológicas y
acceso a materias primas. Además,
realizando el uso inteligente de los
recursos (reduciendo inventarios,
eliminando
los
desperdicios,
identificando
proveedores
que
ofrezcan mejores condiciones de
pago, precio, producto y calidad del
mismo)
El poder de negociación de los
proveedores tanto de materias
primas, artesanías, alimentos, etc.
Diferenciación: se utiliza para
diferenciarse de otros competidores
de la industria, distinguiéndose en
algún aspecto que supone un valor
añadido para el consumidor. Esto
como resultado de la innovación y de
la investigación.
En las actividades turísticas las
estrategias adoptadas deben estar
basadas en un sistema compatible
con los elementos económicos,
políticos, sociales, culturales, medio
ambiente y en general en su entorno.
El grado de rivalidad existente entre
los competidoresii.
Enfoque: se sigue la estrategia de
diferenciación, pero se centra en un
segmento en particular, ya sea un
grupo específico en el cual se logran
identificar oportunidades para colocar
productos innovadores.
En resumen, en la búsqueda de la
competitividad de las empresas
turísticas, es necesario tomar en
cuenta las ventajas competitivas que
existen en el entorno, adecuarlas a
cada empresa, considerando sus
propios recursos, la oferta y la
demanda.
Para el sector turístico, se pueden
mencionar cinco criterios a considerar
que pueden determinar la rentabilidad
a largo plazo:
De esta manera, la competitividad en
las empresas genera más clientes y
mejores ganancias.
La entrada de nuevos competidores,
los cuales pueden ser desde nuevas
empresas de servicios turísticos
como hoteles, hostales, estancias,
resort,
restaurantes,
bares,
operadores de turismo, etc.
i
HASSAN, S.S. (2000): “Determinants of market
competitiveness in a environmentally sustainable tourism
industry”. Journal of Travel Research, nº 38, pp. 239245.
ii
Las cinco fuerzas de Porter, Michael Porter.
La amenaza de nuevos o mejorados
servicios que puedan resultar más
atractivos para los turistas.
El poder de negociación de los
compradores a través de los
operadores de turismo o de forma
directa.
Por: Ena López
Técnico Sectorial
Célula Inventa Turismo
Dirección de Innovación y Calidad
Edición: Nelson Alfaro/Gabriela Vásquez
Ministerio de Economía de El Salvador