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EL FENÓMENO
ISLAMISTA
Leopoldo García García
GE de Artillería
DEil.
Affah queria que el islam fuera una religión
pero los hombres han querido hacer una política
(MOHAMEDSAIDAL-ASHMAW)
La situación
socio-política
en el mundo arabo-musu!mán
Existen hoy indicios en el mundo árabo-musulmán
de una renovación que presenta
esencialmente matices políticos y sociales, sin casi contenido intelectual, en la ,medida
en la que no constituyen un renacimiento profundo del pensamiento religioso y políticoreligioso. Para los musulmanes cultos el fenómeno que se vislumbra no constituye en sí
una renovación del islam, sino más bien una desfiguración
de esta religibn: un
integrismo, es decir una fijación sobre ideas y conductas sacralizadas en las que
‘_expresiones
como «revolución
islámica», «gobierno>) o «Estado islámico» se han
convertido en símbolos movilitadores.
Ideas que en otro tiempo tuvieron un poder movilizador, como la ideología tercermundista
o la causa palestina, hoy han perdido este poder. Hoy en día, como señala Mohamed
Heikal:
<cLafiebre islámica traduce los sueños nacionalistas fracasados>.
Esta ascensión en fuerza del islam, si encuentra su verdadero anclaje histórico en la
reacción fundamentalista
de principios de siglo frente a los desafíos -((agresiones»de
Occidente, actualmente se inscribe, por una parte, en un proceso que ha marcado la
quiebra de la ideologías del nacionalismo y del panarabismo, principalmente
depu6s de
la derrota frente a Israel en junio de 1967. y por otra, en el contexto de una crisis
económica cuyos síntomas son patentes.
En efecto, las sociedades musulmanas
presentan hoy una explosión demográfica
galopante, que unida a una crisis socio-económica
profunda de carácter estructural
plantea a los diferentes Estados musulmanes unos acuciantes problemas de empleo, de
educación, de alimentación, etc., que sus economías no son capaces de resolver.
Pero otra crisis más profunda sacude actualmente a las sociedades musulmanas: la
construcción estatal. En efecto, la copia de los modelos de los Estados occidentales y su
imposición a unas sociedades que no sólo les son extrañas sino que además están muy
lejos de hacer suyos los principios de modernidad, han generado unas crisis de identidad
y una desorientación,
ante las cuales las distintas sociedades han reaccionado con
distinta intensidad y en distintas direcciones.
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Esta situación socio-política e incluso cultural ha dado lugar, en búsqueda del norte, a un
enfrentamiento
entre tradición y modernidad, que han llevado al individuo a volverse
hacia la religión, que es percibida como:
- Factor de legitimación para los nuevos dirigentes.
- Consuelo y guía a nivel individual.
- Contemplación de un pasado, que se adorna con tintes gloriosos (tradicionalistas).
- Ideología de combate (islamistas).
Este <<resurgir)) del islam vehiculado
-
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por diferentes
corrientes
representa:
Una nueva etapa en el largo proceso de adaptación de las sociedades arabomusulmanas a las condiciones de la vida actual basadas en la industrialización
y en
la penetración de Occidente.
Una reacción de oposició? a lo que se siente como una ingerencia del extranjero a su
ideología y a su sistema de valores tradicionales, que tienen su base en el islam.
La expresión de un choque permanente entre un modernismo cada vez más agresivo
y una tradición con la que se identifican una parte de las masas populares.
La derrota militar y el sometimiento cultural determinaron un declive total del mundo
musulmán en el siglo XIX y la umma comenzó a replantearse cuestiones básicas. Ante
esta situación en el mundo musulmán se configuraron tres opciones:
- La fundamentalista,
que trataba de excluir las influencias europeas, reinstaurando las
costrumbres de sus antepasados.
- La laicista, que adoptó un camino opuesto tratando de emular a los europeos.
- La reformista que veía la respuesta en la reconciliación del islam con la civilización
occidental.
Esta división ha sido el tema central del gran debate que ha tenido lugar en el mundo
islámico durante los dos últimos siglos.
Cada una de las opciones ha dado origen a una serie de grupos, de contornos no muy
bien definidos, que defienden de forma genérica las ideas siguientes:
- Los fundamentalistas
que atribuyen a la sharia una validez eterna y que intentan
vivirla al pie de la letra. Para ellos «la verdad es eternaa y J~os, que está en posesión
de la verdad, no puede estar cambiando de idea». La sharia, para ellos, es inmutable
y sólo requiere, en ocasiones, una actualización
a las nuevas circunstancias:
la
imprenta, los seguros, el tabaco hay que considerarlos, pero, lo que esta escrito es
inmutable. Admiten incluso que puede haber preceptos menores como el código de la
circulación o el de comercio, que deberán abordarse cuando sea necesario.
- Los laicistas propugnaron el abandono puro y simple de las costumbres islámicas
sustituyr2ndolas por las occidentales.
- Los tradicionalistas
que, conscientes de los objetivos totales de la sharia y de las
realidades humanas buscan una síntesis en la que la conservación de la sociedad
musulmana tenga prioridad sobre el cumplimiento total de la ley islámica-la saharia.
El islam: religión-mundo-Estado
El islam encierra un conjunto de valores espirituales y temporales. Como toda religión y
en base a distintas interpretaciones,
han aparecido una serie de corrientes que, dando
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primacia a unos valores o a otros, configuran un entorno socio-político en el que se libran
luchas intelectuales, políticas e ideológicas. En los extremos de este entorno, por un lado
el islam oficial de los ulemas. que postula por una reconsideración
de los valores
centrales del dogma, y por otro, el contramodelo extremista en el que se postula por una
reformulación radical, nueva, revolucionaria de los valores del mismo código religioso.
El islam, por sus textos, presenta una doble vocación. La primera religiosa, unicidad de
Dios, como exigencia primera y fundamental de la fe. La segunda comunitaria, por la que
los vínculos sociales y políticos deben someterse a la unicidad divina.
El islam significa una total entrega de uno mismo a Dios y a su Palabra, pero no se trata
de una simple sumisión, sino que a lo sumo una entrega voluntaria, activa, basada en la
fe. Para el creyente el islam debe percibirse como el fundamento principal de la identidad,
la exigencia principal de toda finalidad y desde luego por encima de ideologías, países,
naciones, razas o clases. Esto es teoría porque la realidad es que en la práctica los
musulmanes no árabes sufren medidas discriminatorias
en países árabo-musulmanes.
Lo que
cultura
islam,
social,
diferencia al islam del resto de religiones reveladas es que es a la vez religión,
y civilización, postulando la fusión íntima de lo espiritual con lo temporal. El
a través de sus textos constituye un conjunto de normas para la vida política,
familiar, religiosas, espiritual para todo musulmán y para la umma.
Hay en los principios coránicos una verdadera filosofía política: obediencia al Profeta, jefe
espiritual y temporal, quien ostenta con toda legitimidad la autoridad; obligación para el
jefe de consultar a aquellos a quienes dirige; y necesidad para los musulmanes de
consultarse mutuamente para llegara un consenso, donde radica el fundamento de toda
legitimidad.
Religión y Estado se confunden, al igual que fe y poder. El Estado islámico es una
necesidad ordenada por Dios. El origen de la autoridad es divino y la legitimidad del
Estado está en hacer respetar los preceptos del islam, y si el individuo o el grupo estiman
que tal poder no es origen divino y no respeta los preceptos del islam, pueden sustituir
su fidelidad por la desobediencia o la disidencia. Desde el punto de vista coránico es
difícil reconocer como legítimos a los regímenes árabo-islámicos
nacidos de la
descolonización, máxime cuando algunos de ellos estrecharon lazos y copiaron modelos
de países comunistas
-«los
sin Dios+
aún cuando hicieron concesiones a la
islamización de sus nuevos Estados.
Por último, el Corán tiende a regir el conjunto de las relaciones sociales: matrimonio,
familia, condición de la mujer, testamentos, herencias, adopción de huérfanos, socorro a
los pobres, testimonio ante los tribunales, función social de la propiedad, condena de la
usura y de la depravación de las costumbres, prescripciones sobre la alimentación y las
bebidas, muertes, funerales, etc.
El islam es a la vez din, dunya y dawla.
- Din viene definido por tres elementos:,el contenido de la fe, la práctica del islam y
todos los mandamientos de la Ley, es decir todas las obligaciones y prescripciones
que Dios impone a sus criaturas y a las que ellas deben someterse.
- Dunya designa el campo de la vida material, de la vida temporal, se refiere a todo lo
que en la vida diaria no depende del Corán o de las tradiciones del Profeta.
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Cuadro 1 .-Diferentes
corrientes
del islam.
Identifican islam y Oponen dina dmy.
din en el sentido Elascetadesprecia
occidental (religión). los placeres
Niegan el carácter vida.
del islam en los
campos de dunya
Preeminencia
de Ponen de acuerdo Islam es religión y
din, al que some- la razón y la reli- gobierno
(din y
gión. Din incluye da&). Din, dawde la ten dunya.
el campo de la mo- la y danya consti-
ral y de la vida so- tuyen un todo unicial. Dunya englo- do e indisoluble.
ba todo lo que se
refiere a organiza-
y dawla.
ción administrativa, política, financiera. que no dependen en absoluto
del din.
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La palabra árabe dawla tiene el significado de período de un reinado o de un poder
individual y tambien se emplea con el sentido de dinastía. En nuestros días también
se le ha llegado a dar el significado de nación.
Las diferentes corrientes del islam, desde el Profeta, han dado interpretaciones
diferentes a estos tres conceptos marcando preeminencias
entre ellos y acotando los
campos para llegar a un posicionamiento
intelectual y político que diferencia a unas
corrientes de otras, cuadro 1.
El islamismo
Los medios de comunicación social, especialmente los occidentales, han utilizado de
forma indistinta los nombres de islamismo, tradicionalismo, integrismo, fundamentalismo,
etc., para designar a las personas o grupos musulmanes cuya acción pública, religiosa,
social o política intenta una vuelta a los valores islámicos y rechaza los valores
occidentales.
Este empleo indiscriminado de los ttkminos señalados ha producido cierta confusión por
el hecho de la generalización nominal a grupos que presentan diferencias profundas.
El islamismo es una ola de pensamiento no estructurado que intenta, por medios muy
diferentes, conseguir una adecuación de la sociedad civil y de la sociedad política. Es una
sacralización de los desafíos temporales a los que se enfrenta el islam. Se trata de un
intento de islamizar la modernidad frente a la acción de modernizar el íslam, que intentan
llevar a cabo no sólo las sociedades occidentales sino incluso diversos dirigentes árabes
en el poder. Hay en el islamismo un contenido político, que puede diferir de unos grupos
a otros, pero que en síntesis se concreta en los principios siguientes:
- La soberanía no pertenece más que a Dios.
- Dios es el único juez y legislador y aquél que dice o se atreve a pensar lo contrario
debe ser considerado como infiel.
- Hay que gobernar con la Ley divina, ella sola y además en su totalidad, ninguna de sus
disposiciones puede ser enmendada, suspendida o considerada relativa u obsoleta; si
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los textos parecen obscuros hay que recurrir a los ulemas. que son los únicos que
pueden interpretarlos y pronunciar las fatwas y los juicios.
La sociedad contemporánea es pagana por lo que es necesario cambiarla.
No hay más que dos partidos: el Partido de Dios, es decir el representado por el islam
político y sus adeptos y el Partido de Satán, donde se incluye el resto. El primero debe
llevar por todo el mundo la yihad, sin tregua ni descanso hasta la instauración del
gobierno de Dios.
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En cuanto a la existencia de una 4nternacional
islámicau, si por ello entendemos un
movimiento políticamente activo, inspirado en el islam que se manifieste en el conjunto
del mundo actual con los mismos objetivos y poco más o menos con los mismos métodos,
es difícil negar la existencia de tal organización. Pero si, por el contrario. pensamos en
una organización mundial, que tuviera un centro, unas ramas y unos agentes de enlace,
hay que decir que no. En esta nebulosa en la que nos movemos, cada movimiento
islamista define una estrategia particular, adaptada a la forma de régimen al que está
llamado a enfrentarse, aun cuando el credo y los movimientos de base sean los mismos.
Así, los ((Hermanos Musulmanes)) egipcios son totalmente distintos a los «Hermanos
Musulmanes)) sirios.
El islamismo
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se presenta hoy en el mundo árabo-musulman
bajo varias formas:
Asociaciones
misioneras, apostólicas y de recuperación del musulmán. Reciben
generalmente
los nombres genéricos de asociaciones para la predicación y el
apostolado. Son asociaciones en cierto modo dependientes
de los 4iermanos.
Musulmanes)). Presentan un espíritu reformista, practican la predicación y suelen ser
muy críticos con los gobiernos.
Asociaciones de «Hermanos Musulmanes», que predican la reislamización
de la
sociedad y de las instituciones modernas. Presentan estrategias muy diversas según
los países, condenando o no la violencia. Se las puede encontrar en el Magreb y en el
Machrek. En ocasiones son toleradas, pero en otras, y en el mismo país, son
severamente reprimidas.
Asociaciones más activistas, que tienen un proyecto político, que pretenden implantar
con una actividad que puede llegar a ser armada. Pueden aceptar la violencia y serán
clandestinas o no según el grado de represión o de apertura de los regímenes políticos
establecidos. La gran diferencia entre ellas radica entre las que quieren participar en
las instituciones políticas como partido político, y las que arremeten contra el poder y
la sociedad, acusándolos de herejes. Se las puede encontrar en Egipto, Siria y Líbano.
Movimientos shiíes, especialmente en Irán, Líbano (Amal, Hizbolahi) y también en Irak
(Al-dawa).
La síntesis de estas manifestaciones islamistas nos lleva a considerar al islamismo como
<cun único movimiento de ideas, políticamente activo, inspirado en el islam, que se ha
desarrollado en todo el mundo musulmán, con los mismos objetivos e iguales o parecidos
métodos)). Se trata de un radicalismo con sus fuentes y sus ideales dibujados con
bastante nitidez.
Este islam político se traduce en movimientos
y corrientes muy diferenciados
difícilmente reducibles a una sola categoría. Así, ha habido manifestaciones etc.:
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y
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Presión. en Turquía, Egipto, Malí y Marruecos.
Rebelión, en Siria, Líbano, Afganistán e Irán.
Participación política, en Jordania, Sudán, Kuwait y Qatar.
Ejercicio del poder, en Pakistán, Irán después del año 1980.
Las causas fundamentales
de la aparición y expansión del movimiento islamista son
numerosas. El hecho fundamental es la crisis de la hegemonía del modelo occidental
(económico, político, cultural) que se ha tratad de imponer a las sociedades árabemusulmanas.
El rechazo masivo de la población, manteni6ndola alejada de los circuitos de producción,
la ausencia de instituciones políticas de integración y de expresión democrática de los
conflictos, el sentimiento de la pérdida de identidad cultural o religiosa, son otros tantos
elementos que provocan sentimientos de desamparo, de desilusión ante el progreso y,
desencanto. Cuanto más excluyentes son los regímenes políticos -en los planos político,
económico y social- más se exacerban las tensiones en un contexto de marginalidad
social y de ausencia de una real vida democrática y esto ofrece a los movimientos de
contestación religiosa un terreno abonado para su expansión.
El islamista está persuadido de tener una conciencia cierta de las desigualdades debidas
a las diferentes formas de exclusión y para hacer frente a las frustraciones y evitar la
desesperación, busca en la religión hacer una transferencia
de su entusiasmo para
conseguir hacer una reconversión. El cambio brutal de los militantes islamistas se podría
explicar probablemente por el intenso deseo de la afirmación de su personalidad; este
proyecto individual se acompaña, con frecuencia, con un proyecto político y social, de
voluntad de imposición de la Ley revelada al conjunto de la sociedad.
El islamista estable&
una extraña relación con el pasado islámico, soñando con
restaurarlo: volver a la edad de oro, al tiempo de la ciudad musulmana, pero al mismo
tiempo se inscribe, a su manera, en la modernidad, introduciendo
una dinámica de
contestación político-ideológica
de todas las formas actuales en crisis: el Estado, la
economía, la familia, etc.
La figura del islamista de hoy se distingue de la del musulmán clásico. de los místicos
sufies o de las formas de religiosidad tradicional y marabútica, ya que el islamismo es
fundamentalmente
un fenomeno político-religioso.
El término ~~islamista~~designa una
acción militante de renovación del islam y de acción en favor de la restauración del
Estado fundado en la sharia.
Si el islam es una religión, el islamismo es una política. No están claras las fronteras
entre los conceptos de islamismo, tradicionalismo,
fundamentalismo
e integrismo. Para
empezar hay que decir que los términos ~~fundamentalismo~~ e <integrismo>> son extraños
al islam y propios del cristianismo.
El ~~fundamentalismo~~ se refiere a iglesias y organizaciones protestantes que insisten en
el origen divino y en la infalibilidad de la Biblia». El Gntegrismo» está relacionado con la
Iglesia católica y es «la negación para adaptar la acción de la Iglesia y de sus creyentes
en materia, social y pastoral>>.
Los dirigentes musulmanes rechazan ambos términos y se designan así mismos como
islamiyún, palabra que podemos traducir por islamista. En el islam, el fundamentalismo
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es un movimiento de purificación
del islam para limpiarle de todos los elementos
extraños a la revelación del Profeta que, a lo largo del tiempo, han ido acumulándose
sobre la vida musulmana. Desde el punto de vista de actuación, el fundamentalista
tiene
un discurso moralizador y pasivo, no soñando con la conquista del poder político, sino
como máximo, con hacerle cambiar hacia un sentido m& religioso, por la presión
popular.
El integrismo sería, en el islam, ((el proyecto religioso que predica la vuelta a una
interpretación literal de los textos originales -Corán y hadith- y que rehusa el depósito
acumulado por la tradición. El integrista es un fundamentalista
cuya lectura de los textos
sagrados es literal y rígida y que es contrario al esfuerzo de interpretación de los mismos.
Islamismo
y tradicionalismo
Si los islamistas constituyen un fenómeno esencialmente urbano, el tradicionalismo
es
particularmente
activo en el medio rural. A diferencia del islamismo, $1 tradicionalismo
no presenta un proyecto político, refiriéndose
solamente a Grminos moralizantes
(costumbres, educación,...) y esto con nostalgia del pasado. Con raras excepciones, el
tradicionalista
no habla nunca de problemas económicos y muy raramente de política,
cuando lo esencial es llegar a darse cuenta de que existe una relación muy estrecha
entre inmoralidad y sistema económico y político.
El tradicionalismo
se caracteriza por su apego a las dos fuentes fundamentales
de la
.religión musulmana: El Corán y la sunna, y por SU desconfianza hacia las interpretaciones
o versiones localistas. Históricamente
los tradicionalistas,
situados en el centro del
sunnismo, son enemigos declarados del shiismo; de los mutazilitas -conjunto
de
escuelas y tendencias político-religiosas
de primero de siglo de la h6gira. centrados en el
problema del califato-;
de los racionalistas que pretendían aliar fe y razón; de los
sufistas aparecidos a partir del siglo VIII; de las hermandades religiosas y de las
especulaciones místicas.
Hoy, el término tradicionalista
puede aplicarse a los ulemas que ejercen una función
oficial en las instituciones
religosas y que perpetúan una cultura escolar hecha de
dogmatismo, de simplificaciones
y de repeticiones.
Puede hoy designar también a los jefes de ciertas hermandades religiosas que encuadran
masas de fieles, especialmente en el medio rural, pero también en el urbano. Puede
aplicarse también hoy a ciertas formas de religiosidad mística y marabútica, que son
calificadas de ((arcaicas)) por las corrientes islamistas.
Es importante la consideración de este islam de hermandades y marabúticos porque
pueden constituir un terreno abonado para la captación de activistas que podrían pasar
de la contestación religiosa a la política, como ya ha sucedido en alguna ocasión.
Islamismo
y fundamentalismo
El fundamentalismo
designa toda idea que expresa una vuelta absoluta a la Escritura,
como único fundamento de toda crítica, de toda renovación. Designa más precisamente
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la corriente de reformismo musulmán o salafiya, que es un movimiento político-religioso
de reforma del islam del siglo XIX, cuyos fundadores son Jama1 Ed-Din Al-Afghani,
Mohamed Abduh y Rashid Rida. Predicaban una vuelta a la doctrina de los ((antepasados))
para enfrentarse mejor a los desafíos de Occidente, reformando el islam y adaptándolo a
la modernidad.
El término fundamentalismo
puede aplicarse a musulmanes reformistas como Allal ElFassi en Marruecos, a Ibn Badis en Argelia, así como a las concepciones radicales de
Moammar Al-Gaddafi.
El fundamentalismo
se diferencia del tradicionalismo
en que el retorno al pasado y a la
tradición no lo considera pertinente más que si permite la reforma de la sociedad, la
recuperación del retraso acumulado frente a Occidente y la adaptación del islam a las
exigencias de la modernidad. Produce militantes
y no adeptos pasivos como el
tradicionalismo.
Su proyecto de renovación puede llegar a ser revolucionario.
Pero si los islamistas son fundamentalistas
o al menos así se consideran, por cuanto son
partidarios de volver al Corán y a la sunna para de ahí extraer las referencias morales,
sociales y políticas para revolucionar la sociedad, todos los fundamentalistas
no son
islamistas. En efecto, hay entre ellos divergencias en cuanto a los medios para reformar
la socieda,d: así por ejemplo, la modernidad tecnológica y sobre todo la política es
sospechosa para los fundamentalistas
mientras se la apropian los islamistas.
Pero la divergencia más clara está en la cuestión del Estado. Situado en el corazón del
proyecto islamista, que apunta a la conquista del poder, empleando incluso la fuerza, la
acción fundamentalista
se encuentra circunscrita o encasillada, como en los tradicionalistas, a la esfera moral, o bien funciona como presión política, moral, intelectual sobre
los que,ostentan el poder.
La diferencia fundamental
hoy en el Magreb está en el lugar que ocupan los actores
fundamentalistas
de un lado y los islamistas de otro, en el campo político-religioso:
- Los fundamentalistas
están, generalmente, del lado del poder, de los ulemasoficiales,
incluso si utilizan la presión moral para la educación islámica del poder y del pueblo.
- Los islamistas, por el contrario, se sitúan en concurrencia
con el clero oficial,
contestando
el monopolio del campo político-religioso,
formulando
incluso un
contramodelo radical y alternativo al del islam oficial dominante.
Lo que acerca a fundamentalistas
e islamistas es su implantación en los medios urbanos
más occidentalizados y su desconfianza sobre las formas tradicionales de religiosidadmisticismo,
marabutismo,
culto de los santos, hermandades...
No obstante, si la
estrategia fundamentalista,
con frecuencia, se identifica con la de los ulemas del islam
oficial, los islamistas rechazan su legitimidad en nombre de un islam político, activista y
radical.
Profundizando
un poco más en el fundamentalismo,
podemos distinguir
dos tipos
radicalmente opuestos:
- Fundamentalismo
activista y político, universalista, humanista, que lejos de proponer
una auténtica renovación del pensamiento religioso, lucha únicamente en el terreno
y con las armas de la política, rebajando al islam y a la sharia al nivel de una vulgata
política.
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Fundamentalismo
racionalista y espiritualista,
vuelto hacia el recuerdo y crispado
sobre posiciones que no quiere, ni puede sobrepasar. Es hostil al progreso y vuelve al
islam tal como lo comprendían los primeros musulmanes, sigue las enseñanzas del
Corán y de la sunna y las utiliza para renovar la vida espiritual de los musulmanes,
dando nuevo valor al trabajo y a la interpretación de la Ley divina, encuentra un papel
activo en la civilización mundial y por último, define precisamente lo que deben ser las
instituciones políticas y jurídicas de la sociedad, sin sacralización excesiva y sin ánimo
destructor.
Islamismo
e integrismo
El integrismo puede definirse como la aspiración a resolver, por medio de la religión -el
islamtodos los problemas sociales y políticos y, simultáneamente,
restaurar la
integridad de la creencia en los dogmas y en los ritos. Para ellos practica una lectura
intransigente;
literal y rígida del Corán, rechazando y oponiéndose al llamado islam
oficial.
Propugna un aplicación estricta de la sharia, exigiendo la observancia
costumbres islámicas y rechazando pura y simplemente la modernidad.
estricta de las
Desde el punto de vista político y de la concepción del Estado, los integristas consideran
que el islam es religión y Estado, atribuyendo a Dios todo el poder y a él sólo la capacidad
de legislar, siendo el imam el único representante de la comunidad y abogan por el
restablecimiento del califato. Su concepción del poder es monolítico y antidemocrático y
su oposición al poder establecido es radical, pudiendo llegar a la violencia.
Como hemos presentado para el fundamentalismo,
en el intregrismo también hay un
abanico de posiciones, de forma que el término integrista no permite ordenar el
fenómeno islamista porque podemos encontrarnos cog fundamentalistas
Gntegristaw,
tradicionalistas
((integristas)), e incluso islamistas integristas)).
Panislamismo
y panarabismo
La palabra panislamismo se empieza a escuchar hacia los años 1940 en los medios
imbuidos por el islam político. Pretendía hacer del islam el lazo privilegiado entre los
musulmanes, borrando para siempre toda fidelidad a Patria o a nacionalismo.
Se trata de una concepción falsa ya que el islam, rechazando toda tentación tribal, étnica
o nacionalista, es una religión abierta a todos, en un pie de igualdad y sin ninguna
discriminación entre los pueblos.
Esta ideología encuentra su modelo en el judaísmo. En’efecto, el judaísmo es una religión
nacional, es la religión de los judíos. El carácter particular del judaísmo se manifiesta en
el hecho de que es muy difícil, si no se ha nacido de madre judía, adoptar esta religión.
Es decir, hay una concepción exclusivista,
mientras que el islam, desde el primer
momento, y por razones claras, estuvo abierto a todo aquél que hacía profesión de fe
musulmana. Y una vez que se profesa la religión musulmana, el apóstata es reo de
muerte.
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Desde el principio del islam, ya pesar del carácter abierto de la religión, hubo un intento
de dominación de la etnia árabe sobre las otras etnias convertidas al islam. Esta
exacerbación del elemento árabe dio lugar, durante el califato Abbasida, al nacimiento de
un contranacionalismo
de origen persa, que entró en conflicto con el nacionalismo grabe
y que tuvo desastrosas consecuencias, no sólo en el plano político, sino también en el
religioso, cuadro 2.
Esta oposición, en el plano religioso, es responsable de la división entre sunnismo y
shiismo. El término shiismo, en su origen es político y designa a los partidarios de Ali Abi
Talib, que consideraban que el califato debía recaer en éste y en sus hijos y no en la
dinastía de los Omeyas. A partir de ahí, el shiismo de forma progresiva se fue
convirtiendo
en una tendencia religiosa, que adoptaron sobre todo los persas para
distinguirse de los árabes y en la que introdujeron sus doctrinas y tradiciones para
diferenciarse del islam arabizado.
Cuadro 2.-Diferentes tendencias del islam
c0ncep10s
Fundamentalismo
Integrismo
Origen e implanla- Ulemas tradicionación sociológica. les. Burguesía rural,
Medio de recluta- Medios populares.
miento.
Éliies urbanas. Teólogos. Burguesía
modernista.Partidos
nacionalistas.
Pequena burguesía Jóvenes escolariurbana Medios po- zados en contacto
pulares. Población con occidente.
marginal de cludades.
Referencias doctrinales. Filiaciones
ideol6gicas.
Salafiya.
Mohamed Abduh.
ACAfgham
Rashid Rida.
Islamismo
S Outb
Al-Eianna.
Mawdudf.
Khomeyni
Concepcióndel Es- Plural. Formas de Apoyo al islam ofi- Rechazo radical al islam oficial
religiosidad popular. cial.
tado.
Doctrina religiosa. Autenticidad de la Vuelta a los textos Lectura mtransitradición. Misticis- sagrados como fun- gente literal y rígida
mo. Hermandades. damento de reno- del Corán.
vación. Esfuerzo de
interpretación.
Lectura política
revolucionaria del
Corán. Activismo
politice.
Postura frente a la Rechazo. Resisten- Adaptar el islam al Rechazo observan- Crítica violenta
modernidad WC¡- cia a la occidental¡- mundo moderno. cia costumbres iszación critica de las Rechazo de la oc- Iámicas estrictas
dental.
costumbres.
Con- cidentalización.
servadurismo.
Concepción
Estado.
del No tiene proyecto Restablecimiento
Aplicación estricta Proyecto utópico
de Estado islámico.
del califato. Inter- de la sharia.
político.
pretaclón de la
sharia según la necesidad del tiempo.
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Cuadro 2.-(Continuación)
conceptos
Tradicionabsmo
Fundamentalramo
Integrismo
Islamrsmo
Islam es religión y Estado. Todo el poder pertenece a Dios. El Imam es el
único dirigente. Imam y Califa.
Reivindicación justicia social. Adaptación sociedad
mundo moderno
pero versión islámica.
Actitud frente a los Generalmente apopoderes políticos. yo incitándolosa valTipos de acción. ver a la tradición.
Se limitan a la esfera moral. No tienen
ni proyecto político
ni proyecto económico.
A favor de la refcir- Oposlci6n política radlcal. Activismo
ma del Estado. Pre- político, en ocasiones violencia.
sión intelectual organizada y selectiva.
Búsqueda de un
reconocimiento político legal para hacerse con el poder
despu& implantac16n régimen islá..
mico duro
Concepción de la Sin contenido.
democracia.
Generalmeilte
a Antidemocrático.
favor del parlamentarismo. Se puede
encontrar alguna infl&
de occidente.
La aceptación del
pluralismo democrático no es más
que una táctica.
El conflicto entre árabes y no árabes llena las páginas de la Historia y el Estado islámico
pasó de las manos de unas etnias a otras, antes de terminar en las de la dinastía
Otomana, que pretendió buscar legitimidad declarándose heredera del califato Abbasida.
El Imperio Otomano estuvo marcado por el nàcionalismo y la etnicidad, dando lugar a un
.otomanismo~) que, en contraposición, dio lugar a un contranacionalismo:
el panarabismo,
que desencadenó la revuelta árabe del año 1916 y que se acreditó universalmente
cuando dio origen a la fundación de la Liga Árabe el 22 de marzo de 1945.
En el año 1956, la triple agresión y la nacionalización del canal de Suez dieron un nuevo
vigor a la corriente panarabista y las masas árabes manifestaron su aspiración de llevar
a cabo la unificación política del mundo árabe bajo el liderazgo de Nasser. La idea
representaba un serio peligro para ciertos regímenes, que veían cómo se cuestionaba su
existencia. Y en esta situación el mundo árabe se dividió en dos campos opuestos:
- Uno dirigido por Nasser, panarabista, que pretendía establecer un Estado árabe
unificado en el marco del socialismo &abep> y que se autoconsideraba
progresista.
Sus adversarios los calificaban de prosoviéticos, laicos y por tanto, de antireligiosos.
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Otro dirigido por Arabia Saudí, que prefería la unidad política, la constitución
de
bloques regionales, rechazaba el socialismo y se autocalificaba
de religioso o
conservador, mientras que sus adversarios lo acusaban de ser reaccionario y al
servicio del imperialismo occidental.
Para reforzar su campo, Arabia Saudí suscitó la creación de la Conferencia Islámica y de
la Liga Islámica, con la finalidad de frenar el socialismo árabe y desarrollar el sentimiento
de pertenencia al islam. La llegada de Sadat al poder significa un cambio de orientación.
En efecto, se expulsa a los soviéticos, se restablecen los lazos con Estados Unidos y se
emprende una política de acercamiento a Arabia Saudí. Por otra parte, hay un resurgir de
los grupos islamistas -<<Hermanos Musulmanesy el panislamismo toma una nueva
dimensión. Pero este movimiento islamista -(<Hermanos Musulmanesesencialmente
nacionalista, tenía un objeto exclusivamente político y no religioso: acceder al poder en
todas partes y empleando todos los medios posibles. Así pues se produce el empleo de un
islam falsificado en beneficio de un neonacionalismo árabe y esto da lugar al nacimiento
de un neonacionalismo
persa, como doce siglos antes.
La revolución iraní de 1979 no tard6 en mostrar su carácater nacionalista, bajo unas
apariencias islámicas, dando una nueva dimensión a los antagonismos árabo-persas y
suniíes-shiíes. La combinación de estos cuatro conceptos, y según que se islamice la
política o se politice el islam, lleva a una atomización en grupos, con base étnica o no,
sobre los que actúa Y de una forma acusada la idea nacionalista.
Se puede decir que hoy existen tres «panislamismo)), aunque no se puede negar la
posibilidad de que se produzcan nuevas emergencias por fraccionamiento
de los
existentes o por aparición de otros, con un carácter m6s regionalista.
El panislamismo árabe está íntimamente ligado a la mentalidad y actitudes árabes, que
no tienen su fundamento ni en el CorBn ni en la sunna y que se disfraza pretendiendo
presentarlas como islámicas.
-Presenta un modelo de gobierno -el ideal islámicoexcluyendo cualquier
forma que los países islámicos tienen que someterse a este pseudo ideal.
otro tipo, de
Predica, bajo el manto del islam, un nacionalismo en el que, rompiendo los lazos de
patrias y de nacionalidades, se pasa a una dependencias de un centro neonacionalista,
que sería el centro del islam. Y por supuesto, este centro corresponde a la etnia árabe.
El panislamismo persa tiene por centro Irán, podría haber tenido alguna proyección
Libia y está desarrollándose actualmente en Sudán.
en.
Presenta el modelo iraní como el ideal del gobierno islámico y pretende exportarlo,
calificándolo de revolucionario, mientras que descalifica a los otros regímenes islámicos,
tachándolos de reaccionarios y de satélites del imperialismo.
No hay que decir que difunde la doctrina shiita, considerada
y pretende llevar a los suníes al camino verdadero.
como la única fe auténtica
El panislamismo africano, todavía joven, ha nacido en Estados Unidos. En su origen, la
voluntad de los negros de darse una personalidad distinta a la de los otros americanos.
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Han creído que podrían encontrarla en sus raíces y en la ideología africana, pero ante del
fracaso, han recurrido al islam, en su forma de nacionalismo político, que les ha aportado
una ideología nacionalista.
Este panislamismo tiene un carácter más politice que los dos precedentes. La verdad es
que tienen del islam una idea muy superficial y su práctica tiene visos de ritual. Para ellos
el islam no es más que un arma para luchar contra el nacionalismo americano.
Los panislamismo árabe y persa buscan el control de su homólogo africano -a través de
apoyos financieroscon la finalidad de disponer de una esfera de influencia en el mismo
corazón de Estados Unidos. Para conseguirlo se apoyan en la naturaleza misma del
panislamismo, que predica la sustitución de las fidelidades a Patria y Estado, por la
subordinación a un Estado central islámico. y a que se consideran más unidos a los
hermanos separados que a aquellos con los que comparten la vida diaria.
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