PROPUESTA CRÍTICA ANGLOSAJONA ¿CÓMO SE PERCIBE EL

PROPUESTA CRÍTICA ANGLOSAJONA ¿CÓMO SE PERCIBE EL
SUJETO/CUERPO A TRAVÉS DE LAS INTERACCIONES Y LA
EXPERIENCIA?
ÉTICA Y POLÍTICA EN LA ESCUELA
Marian Patiño Alzate1
Hna. Nora Aydé Martínez Vélez2
Jorge Hernán Betancourt Cadavid3
RESUMEN:
La propuesta crítica anglosajona busca incorporar el cuerpo a la vida del sujeto,
partiendo de las experiencias y de las interacciones con el mundo que lo rodea. Desde
aquí el maestro debe tener en cuenta la importancia de la formación de la
autoconciencia hacia la construcción de nuevos conocimientos significativos, basados
en lo que cada persona interioriza en el proceso de socialización o contexto en el que se
mueve y como resultado cada uno actúa e interpreta la realidad en que vive.
Por lo tanto los maestros deben ser agentes transformadores que brindan espacios
propicios a los estudiantes, donde se dé la oportunidad de convertirse en sujetos activos,
reflexivos, críticos y autónomos que se gobiernen así mismos, no que se deje manipular
por otros, ni permita las injusticias en su alrededor.
Es tarea de todos hacer que la educación sea diferente, aunque la pedagogía crítica
parezca una utopía hay que tomarse el tiempo para analizarla desde otro punto de vista y
no estancarse sólo en el análisis, sino practicar todas estas propuestas para lograr una
transformación social, individual y llegar a la emancipación que se propone, son
muchos los retos para alcanzar esta meta, pero con la reflexión se puede lograr.
1
Licenciada en educación preescolar de la Universidad San Buenaventura Medellín.
Hermana del Instituto de Religiosas Mercedarias Misioneras De Barcelona, Licenciada en educación
Preescolar de La Universidad de San Buenaventura Medellín.
3
Docente – Investigador Universidad de San Buenaventura – Medellín Facultad de Educación
Grupo Interdisciplinario de Estudios Pedagógicos - GIDEP
2
PALABRAS CLAVE: pedagogía crítica- pedagogía- ética- política- enseñanzaABSTRACT:
The Anglo criticized proposal seeks to incorporate the body of the subject's life,
building on experience and the interactions with the world around him. From here the
teacher should think about the importance of the formation of self-consciousness toward
the construction of significant new knowledge based on what each person internalized
in the process of socialization or on the context in which it moves and as a result each
person acts and interprets the reality it lives.
So teachers must be agents of change that provide appropriate spaces for students,
where there will give the opportunity to become active, thoughtful, critical and
autonomous as they govern themselves, not to be left to be manipulated by others, or
allow the injustices around them.
Is everyone’s duty to make that education is different, even critical pedagogy looks like
a utopia. We have to take the time to analyze from another point of view and not just
stuck in the analysis, but practice all these proposals to achieve social transformation,
individual and get to the proposed emancipation, there are many challenges to achieve
this goal, but using the reflection it can be achieved.
KEY WORDS: pedagogy- critical pedagogy- Ethics- politics- education
1. RETOS Y PRÁCTICAS DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA
ANGLOSAJONA
Para describir como se percibe el sujeto/cuerpo en la ruta anglosajona, a través de las
interacciones y la experiencia con su mundo de vida se debe hablar de toda una historia:
es mirar el pasado para encontrar las causas de lo que está pasando en el presente y lo
que puede ocurrir en el futuro.
Es todo un camino que se debe recorrer a través del tiempo para describir cómo ha sido
el proceso de formación de estudiantes y docentes durante toda su vida, y de qué
manera se interioriza en los individuos para favorecer las decisiones que se vayan a
tomar para la vida.
La Metodología utilizada es hermenéutico-crítico, gracias a que este trabajo se ha
desarrollado una interpretación del contexto de la pedagogía crítica en la cultura
anglosajona, que permite comprender y generar una relación dialógica con el punto de
emergencia de la propuesta pedagógica crítica. Esta propuesta hermenéutica se entiende
como la pretensión de recuperar los saberes sociales existentes en el trasfondo socio
histórico de los mundos de la vida. Por lo tanto es que el interés es emancipatorio
porque pretende descubrir ataduras que tradicional y paradigmáticamente han ocultado
la realidad de la pedagogía en un contexto como el latinoamericano que se desarrolla en
tiempos débiles e inciertos, modelos que han esclavizado la actividad docente y han
convertido a la educación en víctima de un estatismo más o menos inconscientes. Estas
ideas, denominadas en el interés científico delineado por la teoría Habermasiana como
teoría crítica de la ciencia y la sociedad, logran manifestarse en términos metodológicos
en cuanto a que trata de develar y romper las ataduras de la realidad, que para este caso
se desarrollarán como auto reflexiones de la pedagogía.
El quehacer del docente ha sido analizado y fuertemente criticado a través del tiempo
desde diferentes puntos de vista, lo que lleva a cuestionar y replantear no sólo el
quehacer pedagógico, sino toda la educación en sí, es entonces cuando se empieza a
pensar en una pedagogía crítica que fomente la autonomía en la libertad para tomar
decisiones claras y oportunas que no sean impuestas por ideas represivas y posibilite la
movilización de la conciencia crítica.
Puede esgrimirse cualquier razón para tratar de justificar las problemáticas que viven
estudiantes y docentes en el proceso de educación y formación, y por ello resulta
inaceptable no investigar con detenimiento cómo el aprendizaje que cualquier ser
humano ha elaborado de manera informal, y por qué está lleno de interés y dedicación.
Pero ese fenómeno no se hace visible cuando del proceso de educación y formación se
desarrolla dentro del ambiente formal. Se trata de observar con cuidado los elementos,
variables y matices que circundan estos aprendizajes despreocupados, que se originan
en la inquietud por aprender de los individuos y que a lo largo de la historia de la
humanidad se han convertido en proyectos de investigación, que a la larga terminan
siendo los discursos y teorías hegemónicas:
“Cuando vuelva a dichos aprendizajes comprenderá que no le será fácil
descartarlos como irrelevantes, asistemáticos, espontáneos y reflejos, sino
que encontrará en ellos todos los prerrequisitos del aprendizaje riguroso y
sistemático, pero logrado gracias al fluir de las interacciones, donde se
presta atención a todo y a nada, como si meditara”.(Osho 1999).
En palabras de la profesora Hilda Mar Rodríguez:
“La pedagogía crítica, es un modo de restablecer relaciones escuela/vida,
producción/significación, cultura/subjetividad, de forma tal que la
construcción de estructuras (como el lenguaje) y espacios (como el
cuerpo) sea una consecuencia de las experiencias del sujeto y de las
interacciones con los dispositivos.” (2001, p. 75)
Así mismo desde Álvarez (2003) se plantea que: “el cuerpo/sujeto debe ser el puente
entre lo que es el individuo y el espacio donde vive, donde la subjetividad es encarnada”
.Es decir que el conocimiento surge de la misma experiencia del estudiante con su
mundo de vida y el mundo que lo rodea. A partir de aquí es que se debe tener en cuenta
la importancia de la formación de la autoconciencia donde haya un proceso constante
en la construcción de significados que se respaldan con las experiencias personales
vividas diariamente; lo que cada persona interioriza en el proceso de socialización
depende del medio o contexto en el que se mueva y como resultado de esta evolución
cada uno actúa e interpreta la realidad en que se vive, es así como el producto de este
proceso se da en el momento en que el individuo de acuerdo a esta interiorización
favorece las decisiones que vaya a tomar para su vida.
Por lo tanto la Pedagogía Crítica abre caminos para reestructurar la tarea educadora en
la que se hace pertinente mejorar las condiciones y el apoyo que deben tener los
docentes con respecto a la misma, pues:
“La formación de los maestros debe ser un proceso crítico, que permita el
reordenamiento de la profesión y de la sociedad, en la medida que se
pueden crear las condiciones para que el maestro asuma las
responsabilidades formativas de la escuela, al tiempo que se compromete
con un proyecto social y cultural” (Rodríguez, 2001, p. 87)
Es necesario entonces, que el docente haga un alto en su vida y reflexione sobre su tarea
educativa en la que debe impartir una pedagogía dinámica, creativa, relevante y
didáctica donde los estudiantes sientan agrado, gusto y descubran en cada aprendizaje
una forma de transformación crítica que oriente y desarrolle la emancipación y la
movilización del pensamiento, entorno a todo lo que los rodea, para lograr cambios
personales y contribuir así mismo a la transformación de la sociedad en la que se está
inmerso.
Es por eso que se busca una nueva reestructuración de cambios dentro y fuera del aula
donde se hace pertinente mejorar todas las condiciones y el apoyo que debe tener el
maestro con respeto a las dificultades que poseen los niños y jóvenes, y de esta manera
se transforme el proceso de aprendizaje, teniendo en cuenta los problemas sociales y
culturales que se presentan en el contexto, ya que la educación no se basa solamente en
impartir conocimientos, sino que es mirar más allá del quehacer mismo y ponerlo en
contraste con el encuentro intercultural donde van y vienen diferentes experiencias y
puntos de vista para tomar una posición crítica y subjetiva frente a situaciones que se
vivencian diariamente, en donde al final todos los sujetos estén en un constante
intercambio con el otro y haya una participación democrática que contribuya a la
construcción personal y social.
Desde luego (Rodríguez, 2001, p. 85) en sus escritos plantea lo siguiente:
“La pedagogía Crítica intenta crear nuevas formas de conocimiento
interdisciplinario. Además, busca que las distinciones u oposiciones entre
el conocimiento escolar/conocimiento extraescolar, la cultura y lo popular
se superen en el espacio escolar para hacer del plan de estudios un tipo de
conocimientos sensible a las diferencias y experiencias de las personas.”
Por consiguiente podemos decir que lo que le da sentido educativo a la actividad
escolar, es la transversalidad de unos ejes considerados como básico y necesarios; con
cuyo conocimiento y vigencia parecería que se dan respuestas a los cambios tan
deseados en el contexto educativo, a la construcción de hombres y mujeres críticos y
reflexivos frente a una sociedad opresiva que se pretende ser analizada y transformada.
Solamente partiendo de una educación, desde la vida y para la vida se puede superar
esas brechas que existen hasta ahora en el acontecer educativo, solo desde una
contextualización de la educación se podrá vencer la brecha de escuela y sociedad. La
escolarización es tan poderosa que hace creer que no se sabe de educación, y por ello es
que este trabajo de investigación se propone entender la forma en que la pedagogía
crítica enunciada en la cultura anglosajona, puede permitir una comprensión y agencie
las propuestas formativas y educativas en tiempos como el presente. La educación y el
aprendizaje deben estimularse, cuidando el parecer sobre el que se piensa que el
quehacer educativo se está limitando eminentemente al aula de clase, pues las únicas
problemáticas que existen no son las del proceso de aprendizaje del alumno, “sino que
desborda el aula y abre la perspectiva para analizar otros elementos que están en juego
en el proceso educativo” (Álvarez, 2003)
Se debe reconocer que en la escuela hay una importante formación, pero se debe
potenciar y aprovechar los saberes que rondan este contexto, pues es un espacio donde
todos los miembros de la comunidad participan y construyen nuevos conocimientos, en
estos encuentros se debe desarrollar la capacidad de análisis y reflexión para
transformar la realidad por medio de los conocimientos, habilidades y destrezas
necesarias de los alumnos y así tener una representación crítica del mundo para lograr
una emancipación donde pueda defenderse en todo lo que crea injusto y no se deje
dominar por los demás, sino que sean ante todo seres autónomos, capaces de construir
su propia realidad y tomar las decisiones oportunas frente a una situación determinada.
Es necesario preguntarse ¿Si los que se están educando y formando son objetos o
personas? Los objetos se manejan como quiera, pero los sujetos deben ser tratados con
mucha sabiduría. Por lo tanto, es importante recordar que se enseña lo que se es y se
explica lo que se sabe, pues la enseñanza debe estar basada en el amor autentico hacia
uno mismo y el prójimo. Es decir el docente debe mirarse hacia dentro para mirar
después lo que hay en el exterior. Pues no se puede dar de lo que no se tiene, “el
maestro, en este proceso de colocarse frente así mismo, de ser sujeto de su propia
experiencia, no debe ocultar sus tendencias, inclinaciones o desvelos” (Rodríguez, 2001,
p. 86)
Es decir, se debe enseñar desde la experiencia, cómo se van a enseñar estos
conocimientos, cómo sus acciones se ven reflejadas en su relación con los alumnos y así
estos comprendan el proceso para alcanzar un punto de vista subjetivo, necesario para
lograr un ambiente propicio para la democracia, la crítica y reflexión, saliéndose de
hormas o moldes que no le permiten ni al maestro ni a los estudiantes ir más allá, lo que
se pretende es todo lo contrario, que los maestros durante su formación y su quehacer
pedagógico aprendan de su experiencia, que se reconozcan, y que tengan en cuenta el
contexto y la historia individual social y cultural.
Es importante que al estudiante se le de la oportunidad de transformarse en sujetos
activos y por ende tengan la capacidad a una elección en el proceso educativo, puesto
que lo que se quiere formar son personas autónomas, un ser pensante y que se gobierne
así mismo, no que se deje manipular por otros, ni permita las injusticias en su alrededor.
Es por eso que los estudiantes desde edades tempranas se les debe enseñar a practicar
en ellos mismos el pensamiento crítico a través de la reflexión y la capacidad de
diálogo, la convivencia con los demás, a aprender a decidir por ellos mismos y no que
otro tome la decisión sin dar la oportunidad de pensar en lo que el estudiante realmente
quiere y le interesa. Es tarea de todos hacer que la educación sea diferente, aunque la
pedagogía crítica parezca una utopía hay que tomarse el tiempo para analizarla desde
otro punto de vista y no estancarse sólo en el análisis, sino practicar todas estas
propuestas para lograr una transformación social, individual y lograr la emancipación
que se propone es verdad que son muchos los retos para alcanzar esta meta, pero se
debe tener en cuenta la historia y el recorrido que esta corriente ha tenido:
“la pedagogía crítica anglosajona surge gracias a la inmigración de los
filósofos de la Escuela de Frankfurt y de la apropiación conceptual por
parte de algunos intelectuales norteamericanos de la pedagogía crítica
alemana con todo y sus principios filosóficos, tales como la crítica al
sistema político, el análisis de la ideología en una sociedad, la
emancipación del hombre de una u otra forma, el abuso de la razón
instrumental como nociva para la convivencia, el materialismo como
objeto de estudio, entre otros” (Álvarez, 2003)
2. EL MAESTRO AGENTE POLÍTICO Y EMANCIPADOR EN LA
SOCIEDAD.
La violencia sigue siendo una anomalía, a pesar de que ha constituido una realidad
permanente en la historia del país.
En los periodos de gran violencia, como el vivido en las décadas pasadas, los
colombianos se angustian por conseguir una paz que pareciera ser esquiva.
Paradójicamente, durante el siglo XX se vio un país que en muy pocas ocasiones
interrumpió sus elecciones y, la disputa de los partidos políticos por el poder, bajo
procedimientos típicos de la democracia liberal.
Es vergonzoso admitir que se vive en el país de la amnesia, donde generalmente por
egoísmo, los ciudadanos sin memoria son marionetas de un estado que suprime el
pensamiento individual, viola la libertad y anula la oportunidad de participar
activamente en el cambio social, que pide a gritos el país, cambio social que desde
luego no le conviene al gobierno, cambio social que hará que te miren como un loco;
que ironía: otro loco entre locos, que te llamarán loco sólo porque no estas mintiendo!!.
Es necesario que el maestro y el estudiante dejen de ver el cuerpo como un simple
instrumento que les permite actuar. Es importante adentrarse en el ser para empezar a
ver el cuerpo de otra manera y lograr así convertirlo en el mediador y posibilitador de
ejecutar nuevas ideas, es decir que el cuerpo permita interiorizar lo que esta en el ser
pensar.
En la búsqueda de una ciudadanía crítica y activa se conforma la figura que representa
en la sociedad civil de la autoridad emancipadora y el papel que desempeñan los
maestros como intelectuales en la formación de personas capaces de expresar sus
pensamientos, de tener memoria y sentido político, además con vocación y ética para la
acción social natural pública.
Al analizar el texto “Enseñanza Escolar y lucha por la ciudadanía” de Giroux se resalta
como el autor describe de una forma relativamente nueva el papel desempeñado por los
maestros, cómo intelectuales en la producción de formas y discursos culturales dando
un nuevo rumbo a la línea que hace algún tiempo atrás trazaron Gransci, Pierre
Bourdieu, Alvin Gouldner y Andre Gorz:
“El concepto de autoridad, en su modelo emancipatorio constituye la
columna vertebral en el ejercicio de trabajo y la ética con el propósito
de la educación pública y la pedagogía critica, y que dicho concepto
esta radicado en matiz altruista en la cual se ve reflejada la esencia de
la democracia.” (Giroux y Mendez, 2008, p. 142)
Es indudable que el cuerpo aparezca para ayudar a ejercer esa autoridad que
es el
único medio que permite al sujeto aparecer ante el mundo y entonces las ideas sólo
podrán aparecer a través de él, es por eso que se hace necesario darle otra connotación
en la que cobre valor, en las cosas buenas que se puedan dar a raíz del mismo cuerpo.
No se puede seguir hablando de un sujeto/cuerpo sólo para el poder, para la opresión,
sino de un sujeto cuerpo para la paz, la justicia y para una buena democracia.
Se necesitan maestros que a través de las cosas que hace, invite a la reflexión y al
cambio personal, así mismo como se expresa Giroux:
“Trato de reconstruir posturas teóricas que les puedan proporcionar a los
educadores las bases para constituir experiencias estudiantiles dentro de
formas de autoridad y de discurso moral que ejemplifican la importancia
de la democracia crítica como forma de vida, la práctica ética como un
discurso de solidaridad y de cuidado del prójimo, y la esperanza como
precondición importante para un utopismo radical” (2008)
Es decir, los maestros deben tener una conciencia crítica sobre su quehacer pedagógico,
ya que tanto ellos como los estudiantes deben adquirir e interiorizar los conocimientos
asimilados durante su formación, a través de las experiencias vividas en relación con la
sociedad y el mundo que lo rodea. Todo esto conlleva a unos aprendizajes significativos
que conducen al ser humano a unas formas de vida basadas en la democracia, la ética y
la moral para lograr cambios personales y sociales y una mejor relación con el prójimo.
Al contrario de “una ciudad como Estados Unidos que se está convirtiendo en una tierra
sin memoria y que una de las funciones importantes de la ideología dominantes es la de
establecer una sociedad sin historia de protesta, ni poseedora de una multiplicidad de
discursos sociales y políticos” (Giroux, 2006, p. 131). , por lo tanto sería válido resaltar
que los maestros deben hacer una reconstrucción de la historia, aprovechando todos los
materiales, recursos y medios que existen para recuperar críticamente lo que la sociedad
ha olvidado y aún puede aprovecharse como base en contra de la opresión y la
dominación de un mundo que pide a gritos cambios liberadores.
Se puede decir que la educación esta relacionada con la enseñanza ya que ambas no
pueden estar separadas y si se habla de educación y enseñanza, las dos se reciben en el
lugar donde se encuentra: ya sea en el trabajo, en la escuela, yendo de camino, en el
autobús, en casa entre otros, hasta como crear una relación y un ambiente ameno y
agradable con el estudiante y el maestro, para que desde allí se obtengan nuevos
conocimientos, pues esta enseñanza y educación no solo se recibe en el ámbito escolar.
Es importante preguntarse ¿Cómo se debe impartir la enseñanza? Es necesario que para
que esta se dé, siempre debe haber alguien que esté interesado en recibirla sobre todo en
aprender y por ende tenga buenas intenciones en acogerlo, es importante también que
entre maestro y estudiante hayan buenas relaciones de confianza y de cariño; pues es
difícil enseñar cuando no hay buena disposición y cuando no hay relación entre
maestro/estudiante, la tarea se vuelve más dura y difícil y por ende no habrá una
transformación social adecuada.
Es necesario decir también:
“Que la democracia, como ideal social, hace el individuo el fin y de las
instituciones los medios. A los esquemas de gobiernos, a los sistemas
económicos, a las formas de vida familiar y a las instituciones religiosas
se los considera a todos por igual como medios para el enriquecimiento
de la vida de los individuos. La validez de todas y cada una de las
prácticas institucionalizadas se debe someter a prueba según lo que aporte
a este fin supremo. La sociedad no posee ningún bien, aparte del bien de
cada uno de sus miembros, actuales y futuros. La democracia exige que
estos individuos, en su forma humana de carne y hueso, sean tratados
como los objetos finales de la consideración ética. Por consiguiente es
una forma de vida que por su naturaleza inherente se opone a la
regimentación, a la uniformidad y al totalitarismo.” (Childs, 1936, p. 134)
Bien pareciera por todo lo anterior que si se habla de autoridad también se habla de
participación y democracia, ya que estas buscan darle una educación que mejore todos
los aspectos de la vida del estudiante basado en la reciprocidad de ideas, donde el
maestro es el medio más importante que está al lado del estudiante y este debe tener en
cuenta la cooperación de los agentes educativos como algo necesario e indispensable en
la vida escolar. Así mismo todas las instituciones sociales como: el gobierno, la familia,
la escuela, las entidades religiosas, pasan a ser el medio que beneficia el aprendizaje de
los individuos por las experiencias vividas y significativas que aportan cada una de
estas a la individualidad de cada miembro por su formación personal sin caer en el
sistema del fascismo que nos ve a todos como una totalidad.
Si el maestro es ameno, creativo y dinámico hace que los estudiantes estén atentos y
dispuestos a participar y se interesen más por su proceso educativo, adquiriendo los
conocimientos y las diferentes habilidades que de él reciban; pues los estudiantes son
las piezas más importantes y significativas en todo este proceso y sin ellos nunca habría
escuela. Por eso es de sumo interés su participación y atención para poder adquirir los
conocimientos y habilidades, por lo tanto debe haber compromiso y responsabilidad de
su parte. ¿Entonces que sería del maestro sin ellos los más pequeños?
Hablando de ellos ocupan un papel importante dentro del proceso educativo, ya que
todo depende de la doctrina que tome como suya para impartir y darla a conocer de
manera sencilla y eficaz, con compromiso y sobre todo con responsabilidad y mucho
amor, proporcionando a los estudiantes nuevos estilos de vida a través de su propia
experiencia y sean conducidos a un mundo diferente hacía la producción de nuevas
ideas y nuevos conocimientos para el bien de todos.
Vale la pena retomar uno de los interrogantes que plantea el autor en el texto ¿”En qué
tipo de sociedad desean vivir los educadores”? (Giroux y Mendez, 2008, p. 142)
El escenario ideal en el cual los educadores pueden desarrollar el papel fundamental de
construir las bases de un nuevo proyecto de sociedad es aquella en la cual los
ciudadanos gocen de una educación garantizada donde la cultura y la academia sean
consignas estatales.
El respeto por el individuo y sus derechos es un tema básico para la creación como
afirma Wolin, (1985) es algo más que “un portador de derechos, privilegios e
inmunidades abstractos… un ser político es una persona cuya existencia se sitúa en un
lugar particular y haya sostén gracias a relaciones circunscritas: familia, amigos, iglesia,
barrio, lugar de trabajo, comunidad y el poblado de la ciudad.”
Así mismo Wolin (1985) afirma: “El verdadero poder político implica no solamente
actuar a modo de efectuar cambios decisivos, sino que significa la capacidad de recibir
poder, de efectuar cambios, de que se actúe sobre uno, sino de cambiar y que se nos
haga cambiar” (p. 256)
Pues si, en pocas palabras el político es aquel ser que de una u otra forma quiere
cambiar la manera de vivir y de actuar de los seres humanos, pero mirando desde el
punto de vista de los maestros, él es el encargado de crear y recrear condiciones
afectivas y efectivas en el ámbito escolar, para el buen desarrollo de un trabajo con
calidad donde cada estudiante aprenda los diferentes conceptos del ser, el saber y el
hacer desde el punto de vista de la ciencia, la tecnología cosa que repercuta en su vida
futura tanto individual como grupal; ya que educar es darle las suficientes herramientas
para que pueda vivir y convivir.
Ellos como portadores de conocimientos reglas, valores críticos y desde luego desde su
testimonio realizan la labor más importante de la sociedad, ya que al establecer una
relación con el estudiante, haciendo que este se examine y reflexione y se cuestione
acerca de su entorno, además que aprenda la ciencia y los valores necesarios; encaran
críticamente las condiciones ideológicas prácticas que les permitan, mediar legitimar y
funcionar en su calidad de intelectuales.
La autoridad emancipadora considera la pedagogía como la labor más solemne de todas,
al considerarla “como una forma de labor intelectual en la que se interrelacionan
concepto y práctica, pensando y hecho y producción e implantación como actividades
integradas que le dan a la enseñanza su significado dialéctico.” (Giroux, 2008, p. 145)
Desde hace varios años se está tomando en cuenta la autoridad emancipadora y
teniendo en cuenta esta expresión, es el momento que todos los educadores reflexionen
sobre su tarea diaria en la vida y en el mundo escolar educativa, pues es el lugar donde
más comparten la vida.
En realidad se debe ser consciente que si de verdad se quiere un cambio, se debe
empezar por brindar a los maestros el lugar que se merecen y darles prioridad a los
espacios educativos y culturales en el proyecto social. El autor hace un aporte al
respeto:
“En su labor docente se preocupan por vincular la adquisición de
facultades, la habilidad para pensar críticamente con el concepto de la
transformación social. Es decir el hecho de enseñar con miras a la
transformación social significa educar a los estudiantes de manera que
corran riesgo y luchen dentro de las relaciones de poder existentes, con el
objeto de que sean capaces de modificar las bases sobre las cuales se
desarrolla la vida.” (Giroux y Mendez, 2008, p. 146)
En caso Colombiano es un claro ejemplo de malas políticas de educación, donde la
principal prioridad del gobierno es la guerra disfrazada de seguridad democrática,
destinado gran parte de los recursos para tal fin y dejando casi olvidadas la educación
pública, la salud y los derechos humanos. No se puede ocultar además que el país tiene
grandes problemas de desempleo y pobreza, y que la mayoría de las medidas tomadas al
respeto no han servido de mucho.
La educación pública en el país se ve amenazada diariamente por las medidas
represarías que toma el gobierno contra ellas, tal como los son recortes a los
presupuestos y ni hablar de la atención por parte del estado de vincular al conflicto
armado Colombiano y a la población estudiantil ofreciéndole recompensas por
denunciar movimientos o bandas delictivas en los establecimientos educativos.
Además del estado algunas Universidades públicas del país se ven manchadas por
pequeños bloques de los grupos al margen de la ley, creando así un ambiente de
inseguridad y miedo en el Alma Mater, y volviendo a ésta en un foco de violencia y un
medio de difusión de grupos alzados en armas.
Todo esto estremece a toda la humanidad, como es posible tanto dolor y tristeza en las
aulas en la vida escolar ¿Será que los maestros no están atentos o simplemente pasan
desapercibidos o no les importa la realidad que pasa en la vida educativa, dentro de sus
aulas de clase?, es tiempo de repensarlo y no quedarse en silencio ante tanta injusticia.
Maestros ¿Qué esta pasando en la labor diaria? Piensa y actúa.
No es posible que los establecimientos educativos sean ajenos a la realidad que vive el
país, pero no se puede permitir que los planteles se vean infiltrados por grupos de
personas que promulgan la violencia. Las Escuelas, los Colegios y las Universidades
deben ser espacios que promuevan el sano debate, la libre expresión y la no violencia,
donde se luche por una trasformación de la sociedad con razonamientos críticos y
proyectos sociales y educativos, donde solo se busque el bien común para todos y la
enseñanza en las aulas sea más productiva, amena y agradable.
White (1985) nos ilustra un poco al respecto:
“El más amplio sentido, es la Educación, el aspecto central de un
proyecto que pueda convertir las posibilidades en realidades… Es la labor
de los maestros, junto con otras personas, la de iniciar un proyecto en el
que se consideren y transformen las formas de las instituciones sociales y
de trabajo con el fin de que en el concepto de cultura se pueda llegar a
incluir el desarrollo de las estructuras sociales.”
Los maestros como guías de un proyecto transformador deben luchar por convivir en el
aula de clase, en un espacio de dialogo y debate, una pequeña sinagoga de opinión, de
expresión, amor, cariño, confianza, libertad, bondad, justicia y fomentar la aparición
de líderes, fomentar la no violencia y la sana competencia con el fin de practicar una
democracia activa y a la vez de hacer valer los derechos como estudiantes y ciudadanos.
Es de vital importancia para el desarrollo satisfactorio de las prácticas pedagógicas a
implementar en el proceso de transformación estructural de la sociedad, ya que resalta la
relevancia de la diferencia y el papel que desempaña el diálogo entre dos visiones
distintas para concentrar en las mejores propuestas y llevar a cabo la política como
medio de cohesión social.
Desde luego no se ha querido decir a lo largo de este texto que la transformación social
sea una tarea fácil. Ni mucho menos que pueda ser llevada a cabo en poco tiempo. La
verdad es un proceso lento, arduo y complejo que debería ser llevado a cabo con
paciencia y mucho trabajo por parte de los educadores y las personas con aquella
vocación social, muchas de las cuales morirían en el intento, ya que se debe recordar
que se vive en el país de las personas que en realidad luchan por una sociedad más justa,
equitativa, respetuosa y tolerante, mueren como caudillos de un pueblo olvidadizo y sin
un juicio crítico a la hora de examinar el entorno político y social en el que se vuelve
costumbre infringir y modificar las normas al antojo del político de turno.
No por esto se puede claudicar en el intento de un futura y no mejor educación para los
pequeños, para todos los estudiantes, haciendo un buen uso del poder, haciendo valer la
importancia que tiene el lenguaje y el diálogo en el desarrollo de una sana convivencia
y respetando los derechos y deberes fundamentales de todos los estamentos de la
educación y la sociedad entera.
Sería pertinente
resaltar la visión de Maxine Greene (1984), como principio de
autoridad emancipadora y democracia participativa, además un llamado al pluralismo y
a la participación activa de los ciudadanos por una sociedad que espera el minucioso
esfuerzo de cada persona, por llegar a tener en un país, en un mundo de todos, una
sociedad más culta y pacífica:
“Si los educadores pueden renovar sus esperanzas y volver a alzar la voz,
si pueden facultar a más personas en los múltiples dominios de la
posibilidad, no tenemos que temer una falta de productividad. Estaremos
persiguiendo los valores decisivos; estaremos creando nuestros propios
propósitos conforme avancemos.”
La reformas educativas que han querido implantar “la nueva derecha” es una arremetida
con respeto al papel que desempeñan las escuelas y los maestros en los procesos
sociales y políticos, además porque redefinen la función de la educación en el campo de
la crítica y al juicio de cada estudiante, sino que reducen a éste a un simple producto al
propugnar una educación estrechamente definida para el trabajo.
La educadora Bárbara Finkelstein4 desglosa la postura de los nuevos conservadores:
“Las reformas contemporáneas al aparecer están revocando la misión
utópica tradicional de la educación pública: el fomento de una
4
Profesora y Maestra Centro Internacional de Educación Transcultural. La Dra. Barbara Finkelstein, es
un historiador de la educación que examina las dimensiones culturales e históricas de las políticas y
prácticas educativas, ya inciden en la vida de los niños, jóvenes, grupos minoritarios y las mujeres, y la
forma de la calidad de las oportunidades educativas disponibles para ellos.
población crítica y contemporánea, capaz de estimular los procesos de
transformación política y cultural, así como refinar y extender el
funcionamiento de la democracia política. No se
forjan nuevos
horizontes en cuanto a posibilidades políticas y sociales. En vez de
ello, hacen un llamamiento para que las escuelas públicas se pongan
exclusivamente al servicio de la industria y la cultura. Los
reformadores han vinculado sus llamamientos en pos de una reforma
educativa de aquellos que se refieren a una redistribución del poder y
la autoridad, así como del auspicio de formas culturales que ensalcen
al pluralismo y la diversidad.” (1984, p. 280-281)
Es preocupante que los cambios y las reformas que se quieren hacer al sistema
educativo, en vez de ser transformadores que impulsen el pensamiento crítico y la
participación del maestro y el estudiante, que promuevan el pluralismo
y la
colectividad; tienden a ser una conversión de los planteles educativos en centros de
control de mercancía, ya que las vida escolar queda definida, primordialmente,
midiendo su utilidad frente a la aportación que hace al crecimiento económico y a la
uniformidad cultural.
Es decir, los nuevos conservadores proclaman un concepto capitalista de la educación,
anulando el control que posee el maestro sobre el plan de estudios y convierten a los
estudiantes en pequeñas hormigas al servicio de la industria y el comercio.
Los maestros son quienes deben desempeñar sus labores educativas en el ámbito
escolar, sin remitirse a un plan de estudios ya establecido que lo limita y que muchas
veces no lo deja actuar por convicción propia, ya que no tiene la propia libertad de
ejercer su vocación con autonomía y creatividad.
Es aquí cuando se tiene un maestro maniatado por las entidades administrativas
responsables de crear e implantar políticas, este maestro está aprisionado en su “plan de
estudios
estandarizados” lo que le impide educar a sus estudiantes con criterios y
juicios propios y generar polémicas que les permitan preguntarse e indagar, investigar
por sus propios medios y métodos las bases de los conocimientos principales de su
intelecto y de esta manera ejerzan una verdadera comprensión crítica y rigurosa desde
sus propios saberes para y desde la sociedad que lo rodea y que está a su cargo, ellos
son los mismo estudiantes que esperan mucho de ellos.
Aunque ya se ha mencionado anteriormente es importante retomar la idea del maestro
como constructor de una sociedad crítica, al plantear una política
cultural e
implementar un plan de estudios como medio para que sus estudiantes se puedan
facultar en el conocimiento y el pensamiento crítico.
El propósito de implementar un plan de estudios es el de propiciar un ambiente en el
cual los estudiantes sepan adquirir los conocimientos brindados por los maestros, por
su propia cuenta y que le permitan desarrollar facultades críticas y construirse como un
sujeto político y moral activo.
3. CONCLUSIONES
La pregunta central que da origen a este texto es ¿cómo se percibe el
sujeto/cuerpo a través de las interacciones y la experiencia? Por lo que de
manera concluyente se puede decir que el conocimiento surge de la misma
experiencia del estudiante con su mundo de vida y el mundo que lo rodea. A
partir de aquí es que se debe tener en cuenta la importancia de la formación de la
autoconciencia donde haya un proceso
constante en la construcción de
significados que se respaldan con las experiencias personales vividas
diariamente; lo que cada persona interioriza en el proceso de socialización
depende del medio o contexto en el que se mueva y como resultado de esta
evolución cada uno actúa e interpreta la realidad en que se vive, es así como el
producto de este proceso se da en el momento en que el individuo de acuerdo a
esta interiorización favorece las decisiones que vaya a tomar para su vida.
Para dar una respuesta concluyente a la pregunta: ¿Si los que se están educando
y formando son objetos o personas? Se puede decir que es necesario tener en
cuenta que se están formando personas y no objetos, y estos se deben tratar con
mucha sabiduría, teniendo en cuenta que cada ser tiene su propio mundo, vive
sus propias experiencias y aprende de ellas, es por eso que la relación entre
maestro-estudiante debe estar basada en la confianza, en la comprensión, el
respeto y el amor hacia lo que hacen, para lograr un punto de vista subjetivo,
necesario para llegar a un ambiente propicio para la democracia, la crítica y la
reflexión, saliéndose de hormas o moldes que no le permitan ni al maestro o al
estudiante ir más allá.
¿Cómo se debe impartir la enseñanza? En definitiva para que haya una buena
enseñanza, lo primordial es la relación entre maestro-estudiante, pues de la
buena disposición quedan aprendizajes significativos que se van adquiriendo a
través del tiempo, se sus vivencias sociales y personales.
¿Entonces que sería del maestro sin ellos los más pequeños? Los estudiantes son
las piezas más importantes en el proceso educativo, pues sin ellos no existirían
los maestros, que son simplemente los mediadores comprometidos para
proporcionar a los estudiantes nuevos estilos de vida, a través de su propia
experiencia y sean conducidos a un mundo diferente hacia la producción de
nuevas ideas y nuevos conocimientos para el bien de todos.
¿”En qué tipo de sociedad desean vivir los educadores”? La tarea del maestro
junto con toda la comunidad es crear y guiar un proyecto transformador, donde
existan espacios de diálogo y debates de libre expresión, respeto y confianza
para la formación de líderes críticos, reflexivos y creativos con el fin de lograr
una sana convivencia que construye una democracia activa para hacer valer los
derechos como estudiantes y ciudadanos.
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