1. Educación

EL DESÁNIMO Y CÓMO VENCERLO.
Desánimo. Definición:
Falta de ánimo.
Ánimo. Definición:
Alma o espíritu, en cuanto es principio de la actividad humana:
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(“su estado de ánimo es excelente”).
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Valor, esfuerzo, energía.
-
Intención, voluntad.
Sinónimos de la palabra desánimo:
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Desaliento
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Abatimiento
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Postración
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Abandono
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Desmayo
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Depresión
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Derrotismo
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Desconsuelo
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Desfallecimiento
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Languidez
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Pereza
El ánimo es imprescindible para llevar a cabo con éxito cualquier tarea
que uno se proponga, o para realizar una función, trabajo o desempeño
de un ministerio.
En Nehemías 4.6 leemos que el pueblo edificó el muro, y toda la muralla
fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo
para trabajar.
Nota que el ánimo fue el factor predominante para que el pueblo no sólo
iniciara el trabajo sino que cumpliera con los objetivos primarios
(terminar la muralla hasta la mitad de su altura).
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EL DESÁNIMO Y COMO VENCERLO. MIGUEL ÁNGEL ACEBAL RIESCO. 2012.
Vencer no es comenzar cosas, sino concluir cosas.
Pablo, conocedor de esto, escribe en su segunda carta a Timoteo (4.6-8):
Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está
cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe.
A continuación menciona la corona de justicia.
Estas palabras son claves y definen el proceso:
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Mi tiempo está cercano
-
He peleado
-
He acabado
-
He guardado
-
Recibiré mi premio
Historia de un grupo desanimado.
Y dijo Judá: las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el
escombro es mucho, y no podemos edificar el muro. Nehemías 4.10.
Aquí vemos tres factores que definen el desánimo:
Pérdida o disminución de las fuerzas para realizar una tarea.
-
“las fuerzas de los acarreadores se han debilitado”.
Pérdida de la visión.
-
“el escombro es mucho”.
Pérdida de la fe.
-
“no podemos edificar el muro”.
Una de las tareas de Satanás, el enemigo de nuestra alma, es
desanimarnos para que no terminemos la obra que Dios ha depositado
en nuestras manos. A él no le importa si comenzamos algo, pero se
preocupa y actúa cuando continuamos siendo fieles en nuestro
propósito. Ver el libro de Nehemías.
Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en
medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra. Nehemías 4.11.
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En Job 1.6, 2.1, Vemos como Satanás es experto en entrar en medio
de… sin que nadie, salvo Dios, se de cuenta de su presencia. Su misión
es hacer cesar la obra.
¿Cómo podemos recuperar el ánimo?
Si bien hay varios factores que nos pueden llevar a recuperar el ánimo
quiero céntrame en uno en concreto:
La declaración de la palabra de fe y las promesas de Dios.
Hemos visto anteriormente que el desánimo es la pérdida de:
-
Las fuerzas
-
La visión
-
La fe
Recuperamos el ánimo, recobrando los tres factores antes mencionados.
Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto
del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y
temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por
vuestras hijas, por vuestras mujeres, y por vuestras casas.
Nehemías 4.14.

Recuperamos la fe cambiando nuestra manera de hablar:
-
No temáis delante de ellos.
Alentaos unos a otros con estas palabras. 1ª Tesalonicenses 4.18.
 Recuperamos la visión cambiando nuestra manera de pensar:
Centrar nuestros pensamientos en Dios nos lleva a recuperar la visión:
-
Acordaos del Señor, grande y temible.
¡Grande y temible es Dios, no nuestras adversidades! No mires tus
adversidades sino al Dios que todo lo puede.
Acordaos del Señor: Recordar también la multitud de situaciones en las
que él nos ha guardado, protegido y bendecido. Si él nos ayudó en el
pasado, porque no va a hacerlo en el presente y en el futuro.
Ver Salmo 103.
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 Recuperamos las fuerzas cambiando nuestra forma de mirar:
Mirar lo que tenemos y que podemos llegar a perder si no lo cuidamos y
protegemos nos lleva a recuperar nuestras fuerzas:
-
Pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras
hijas, por vuestras mujeres, y por vuestras casas.
Pon tu mirada y concentra toda tu atención, no en lo que te falta, sino
en lo que tienes. Aquello que tienes es lo que si te descuidas, puedes
dejar de tener.
Miguel Ángel Acebal Riesco. 2012.
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