¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?

¿Cómo participan las Juntas de Acción
Comunal de Teusaquillo?
Línea base de participación local
Serie ¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal en
Bogotá?
Bogotá, D.C., 2009
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Serie ¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal en Bogotá?
Samuel Moreno Rojas
Alcalde Mayor de Bogotá
Clara López Obregón
Secretaria de Gobierno
Olga Beatriz Gutiérrez Tobar
Directora del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC)
José Cuesta Novoa
Subdirector de Promoción de la Participación
Jorge Luis Rodríguez Ibagué
Gerente de la Escuela de Participación
Jose Rafael Vecino Oliveros
Subdirección de Asuntos Comunales
Autor
Javier Andrés Baquero Maldonado
María Isabel Hernández Lozano
Con la asesoría de la Fundación Foro Nacional por Colombia
Coordinación editorial
Oficina Asesora de Comunicaciones
El contenido de este documento de investigación es responsabilidad de sus autores y
no compromete la opinión de Foro Nacional por Colombia.
Impresión
Gente Nueva Editorial
ISBN
xxxxxxxxxxxxxxx
Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC)
Carrera 30 No. 25 – 90 Piso 14. Teléfono 2417900
www.participacionbogota.gov.co
[email protected]
Bogotá D.C., Colombia
500 ejemplares
2009
TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACIÓN
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INTRODUCCIÓN
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1. PRÁCTICAS PARTICIPATIVAS DE LA ACCIÓN COMUNAL
1.1. Elementos de enfoque conceptual
1.2 Antecedentes de la organización comunal
1.3 La participación en la organización comunal
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2. ANTECEDENTES Y CONTEXTO LOCAL.
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3. LA ORGANIZACIÓN COMUNAL EN LA AGENDA POLITICA DISTRITAL Y LOCAL
3.1. Participación de las JAC en el Plan de Desarrollo Distrital 3.2. Participación de las JAC en los planes y programas del IDPAC
3.3. Participación de las JAC en el Plan de Desarrollo de Teusaquillo
3.4. Participación de las JAC desde el contexto normativo.
3.5. La participación ciudadana de las JAC en el marco de las normas nacionales y
distritales 25
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4. LAS JUNTAS DE ACCIÓN COMUNAL EN LAS JUNTAS ZONALES DE SEGURIDAD
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4.1. Creación, conformación y funciones y productos
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4.2. Las Juntas Zonales de seguridad JZS en Teusaquillo
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4.3. Percepción de la instancia, logros y retos, caso UPZ Galerías
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4.4. Papel de la organización comunal en la Junta zonal de seguridad de la UPZ Galerías38
4.5. Balances y retos de la organización comunal en las Juntas Zonales de Seguridad 39
5. LAS JAC EN EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE LA CIUDAD EXPERIENCIA DE LA
MESA UPZ 107
5.1 Conformación de la Mesa
5.2 Proceso y avances de la mesa 5.3 Balance y retos de la mesa
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41
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43
6. CONCLUSIÓN 45
BIBLIOGRAFÍA
Entrevistas y grupos focales
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49
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
PRESENTACIÓN
La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Instituto Distrital de la Participación y Acción
Comunal, IDPAC, como entidad promotora de acciones participativas y de fortalecimiento a la
organización social en Bogotá, ha establecido la construcción de una línea base de la participación como herramienta indispensable para aproximarnos a los procesos y las dinámicas de
incidencia de la ciudadanía en la ciudad.
Para ello, nos hemos preguntado ¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal en las 20
localidades? y, de esta manera, efectuar un ejercicio para mejorar la comprensión de los
procesos participativos de éstas organizaciones, sus formas, expresiones y dinámicas en torno
a la participación de las Juntas de Acción Comunal y su incidencia en las políticas públicas.
Estos documentos son el resultado del proceso investigativo realizado por el IDPAC, bajo la
asesoría de la Fundación Foro Nacional por Colombia. Queremos resaltar el papel protagónico de las y los autores (contratistas y servidore(a)s del IDPAC), quienes desde su experiencia,
trabajo con las organizaciones comunales de la ciudad, y del conocimiento sobre las prácticas
participativas, aportaron en la construcción de cada uno de los documentos.
El proceso investigativo dio como resultado una serie de documentos, de la cual hace parte
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo? De esta manera, la Bogotá
Positiva para vivir mejor continúa brindando herramientas de fortalecimiento a la comunidad
y de esta forma cualificar su incidencia en público.
Olga Beatriz Gutiérrez Tobar
Directora General
Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal, IDPAC
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
INTRODUCCIÓN
En su interés por desarrollar líneas de investigación que sirvan como insumo para la construcción de política pública y la generación de apuestas institucionales acordes con las necesidades y dinámicas de la ciudadanía en Bogotá, el IDPAC, con asesoría de Foro Nacional por
Colombia, ha desarrollado un proceso con gestores de la Subdirección de Asuntos Comunales
y de la Gerencia de Proyectos de Obras con Participación Ciudadana para la realización de
una serie de investigaciones que pretenden dar cuenta de cómo participan las Juntas de
Acción Comunal en cada una de las 20 localidades de Bogotá.
En este sentido, entre los meses de febrero y junio de 2009 se llevó a cabo un proceso de
asesoría y acompañamiento a veinte gestores del IDPAC, para la identificación y análisis de las
prácticas participativas de las Juntas de Acción Comunal en diferentes instancias de participación reglamentadas mediante normas distritales o locales pero también en espacios no
formales de participación a escala barrial, local e interlocal. El producto de este ejercicio
de investigación es la serie de documentos Cómo Participan las JAC en Bogotá, que hoy se
presenta y de la cual hace parte el presente volumen.
La investigación tiene como objetivos en primer lugar, establecer una línea de base sobre la
participación ciudadana de la organización comunal en Bogotá que de cuenta, entre otras
cosas, de las lógicas, dinámicas, agendas y prioridades que orientan sus acciones. En segundo
lugar, determinar la posible configuración de la organización comunal como contrapeso
social así como su incidencia en políticas públicas a través de su intervención en las instancias
de participación a nivel local y distrital. Y finalmente, identificar los factores sociales e institucionales que determinan las características de la participación de la organización comunal en las
diferentes instancias de participación.
Los lineamientos conceptuales y metodológicos de la investigación fueron construidos
conjuntamente entre el equipo de Foro por Colombia y los gestores del IDPAC. El desarrollo de
la presente investigación incluyó el análisis de información secundaria y la realización de seis
entrevistas en profundidad. Sea esta la oportunidad para agradecer a las personas entrevistadas por su disposición y valiosos aportes.
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
1. PRÁCTICAS PARTICIPATIVAS
DE LA ACCIÓN COMUNAL
La acción comunal como proceso social a comprender, es compleja en términos de su
trayecto histórico, su naturaleza (comunitaria y autónoma pero promovida institucionalmente) y en la particularidad de cada organización en su territorio especifico, lo cual hace difícil
realizar observaciones generalizables de manera que el ejercicio de sistematizar la participación de las Juntas de acción comunal de un territorio hace que sea especifica.
En este capitulo se parte de unos acercamientos conceptuales que enfocan esta investigación en el análisis de la participación de las juntas de acción comunal en la Localidad de
Teusaquillo, desde la condiciones institucionales ofrecidas por la Administración Distrital y el
desarrollo autónomo de las organizaciones comunales en sus dinámicas locales.
1.1. Elementos de enfoque conceptual
Este trabajo no pretende en ningún momento agotar la discusión sobre democracia y participación sino aportar marcos conceptuales como lentes para observar los procesos de participación ciudadana en Bogotá. En esta vía se traza un recorrido por la democracia, la participación y el ejercicio de la ciudadanía como bases para comprender la participación de
las Juntas de Acción Comunal en la construcción de lo público mediante las instancias de
participación.
Debates sobre la Democracia
No existe una conceptualización finalizada sobre la democracia, sino variadas comprensiones del concepto y de su desarrollo en las diferentes sociedades y épocas. “Por eso mismo
tendremos que comprobar los distintos matices contextuales para estudiar en cada momento
lo que se quiere decir con la palabra democracia” (Negri, 2001, p 137).
La democracia definida como el gobierno del pueblo, desencadena múltiples preguntas,
como: ¿Quién es el pueblo? ¿Qué es gobernar? ¿Desde qué organización política se gobierna?
¿Qué grado de democracia es apto para gobernar una sociedad? ¿Cuál es el fin de este
gobierno? ¿Cómo se organiza? ¿Qué papel cumple el pueblo? ¿Qué participación es la que
se genera? ¿Sí el ejercicio de gobernar contiene lo político, que se entiende por este? ¿Cómo
se organiza un gobierno democrático, cuáles son sus instancias?
La democracia en términos conceptuales y prácticos tiene su origen en la sociedad ateniense, sociedad que contó con independencia económica y militar, relaciones sociales fuertes y
constantes y una cultura de valoración por lo público como sagrado. Todos los ciudadanos1
participaban de los asuntos públicos como un medio de perfeccionamiento. Siendo de esta
manera el demos (el pueblo), el soberano, el que determinaba las leyes que regirían la ciudad,
subordinando los intereses privados al bien común.
1 Es importante reconocer que los ciudadanos en las ciudades griegas de la edad antigua, eran los hombres adultos
y libres, excluyendo así a las mujeres, los niños y los esclavos.
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Aristóteles lo describe de la siguiente forma:
“El fundamento del régimen democrático es la libertad. Una característica de la libertad
es el ser gobernado y gobernar por turno y, en efecto, la justicia democrática consiste en
tener todos lo mismo numéricamente y no según los merecimientos, y siendo esto lo justo,
forzosamente tiene que ser soberana la muchedumbre, y Io que apruebe la mayoría,
eso tiene que ser el fin y lo justo. Afirman que todos los ciudadanos deben tener lo mismo, de modo que en las democracias resulta que los pobres tienen más poder que los
ricos, puesto que son más numerosos y lo que prevalece es la opinión de la mayoría. Ésta
es, pues, una característica de la libertad, que todos los partidarios de la democracia
consideran como un rasgo esencial de este régimen. Otra es vivir como se quiere; pues
dicen que esto es resultado de la libertad, puesto que lo propio del esclavo es vivir como
no quiere. Éste es el segundo rasgo esencial de la democracia, y de aquí vino el de no
ser gobernado, si es posible por nadie, y si no por turno. Esta característica contribuye a
la libertad fundada en la igualdad” (Held, 2002, página 36).
Esta forma de gobierno no perduro en el tiempo ni fue apropiada por otras sociedades de la
época; por el contrario, las diferentes sociedades asumieron formas de gobierno autoritarias,
hasta la edad moderna en que se retoman algunos postulados y son apropiados por actores
sociales y políticos.
Es así como Rousseau retoma supuestos de la democracia y de forma radical postula que
“la idea del autogobierno se plantea como un fin en sí mismo; un orden político que ofrece
oportunidades para la participación en los asuntos públicos no debe ser simplemente un
estado, sino que debe implicar la formación de un tipo de sociedad; una sociedad en la que
los asuntos de estado están integrados en los asuntos de los ciudadanos normales…Para él,
la soberanía procedía del pueblo, y en él debía permanecer” (Held, 2002, página 77). Por
lo tanto el pueblo mediante acuerdo es el único que puede promulgar leyes, y en la misma
medida se obliga a cumplirlas.
Sin embargo, las sociedades modernas se conformaron con mucha más complejidad y
densidad poblacional, imposibilitando un consenso de las leyes y normas que debían regirlas,
lo cual llevo a la elección de representantes que llevaran a una asamblea los intereses de los
representados, en busca del beneficio común.
Con esta base pragmática y postulados retomados de la antigüedad, como son los de Platón,
sustentados en la idea de que el pueblo no se encuentra con las capacidades para gobernar,
ya que lo hace desde los impulsos, sentimientos y prejuicios, de manera que los llamados a
llevar el timón de la ciudad son los filósofos o sabios, que cuenta con los conocimientos y
habilidades para dirigir la sociedad, la democracia se fue posicionando, en términos de viabilidad, como un gobierno de los políticos, un gobierno querido por el pueblo, que se constituye en “un mecanismo estabilizador por el cual los ciudadanos –la masa– eligen entre las elites
de expertos aquella que prefieren que les gobiernen, porque satisfacen sus deseos en mayor
grado que las restantes” (Cortina, 1993, página 96); siendo este un mecanismo para garantizar
el liderazgo político, como lo reconoce Weber, que permite elegir y legitimar a los líderes más
cualificados y aptos para gobernar, garantizando eficiencia y responsabilidad política.
En esta misma línea Shumpeter , citado por Held, entiende la democracia como: “un método
político, es decir, un arreglo institucional para llegar a decisiones políticas, confiriendo a ciertos
individuos el poder de decidir en todos los asuntos, como consecuencia de su éxito en la
búsqueda del voto de las personas…la vida democrática era la lucha entre líderes políticos
rivales, organizados en partidos, por el mandato para gobernar” (Held, 2002, página 204). A lo
cual Bobbio en el Futuro de la democracia (1985), avanza, reconociendo que la democracia
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
es un sistema de reglas para la formación de las mayorías, entre las que cabe destacar el peso
igual de los votos y la ausencia de distinciones económicas y sociales en la conformación del
electorado.
Lo anterior constituye el modelo de democracia imperante de los Estados-Nación contemporáneos, la democracia representativa, en la cual la ciudadanía (habitantes de un territorio
con mayoría de edad formal) mediante el voto eligen a unos representantes que conforman
una asamblea o congreso responsable de la promulgación de leyes y a un gobernante que
dirige el poder ejecutivo, responsable de la formulación y ejecución de políticas, tanto a nivel
nacional como territorial o local.
Es evidente que ha sido una conquista histórica de movimientos sociales y políticos, que
aumenta y garantiza libertades civiles y políticas, donde todos en principio pueden elegir
y ser elegidos, los gobernantes no son el soberano sino que están sujetos a una elección
para un periodo determinado producto de una competencia electoral, y entre los elegidos
se controlan de manera mutua al interior de los diferentes poderes públicos. Sin embargo,
teóricos como Adela Cortina refieren que para que ese modelo permanezca, es necesario:
“ 1) mantener la desigualdad política entre expertos y masa como un momento estabilizador de la democracia liberal; 2) limitar la esfera política, de modo que solo la designación del
gobierno se someta al principio democrático; 3) y, por último, mantener la apatía política de
la masa” que le posibilita a las elites gobernar tranquilamente y con mayor efectividad, sin la
intromisión de ciudadanos ignorantes”(1993, página. 96).
En esta perspectiva, el modelo presenta diferentes riesgos, que redundan en una crisis de la
representación del interés común.
Ejemplo de éstos, son la desinformación de los y las electoras frente a los candidatos y sus
programas, la poca comprensión en términos reales de los impactos de uno u otro programa
de gobierno, su limitado análisis de la información generada por los medios masivos de
comunicación, y sus condiciones de insatisfacción de necesidades materiales básicas que les
ponen en riesgo de ser cooptados por prebendas mediatas.
Con respecto a los líderes políticos, un riesgo es la cooptación de éstos por parte de grupos
de presión, principalmente los económicos, situación que parcializa las decisiones hacia
dichos sectores al ser elegidos. Las elecciones se constituyen en un mercado en el que se
comercializan con prebendas los votos, instrumentalizando el ejercicio democrático; los no
elegidos dejan a una fracción de la sociedad sin representación alguna, los elegidos generan
una barrera con la ciudadanía que no les permite comprender sus preferencias reales ni el
ejercicio de control ciudadano a sus gobernantes; la corrupción que genera la concentración del poder desgasta los recursos del Estado sin avances en el desarrollo de la sociedad
y en términos generales el voto aunque universal y periódico no logra revelar el total de las
preferencias reales y complejas de una sociedad en su conjunto.
Estos son algunos de los riesgos que presenta en términos prácticos una democracia representativa, dejando el gobierno del pueblo convertido en el gobierno de unas elites políticas, lo
cual sesga el interés común por la sumatoria de algunos intereses particulares. Así las cosas,
este modelo ha constituido unas pseudo democracias, ya que han transformado en privados
los asuntos públicos, dejando que las decisiones más importantes de la sociedad sean tomadas
por pequeñas élites.
En contraposición, autores como Castoriadis han propuesto un modelo de democracia participativa que pareciera en términos conceptuales ser redundante, pues habla de democratizar
la democracia, ubicándola como “el régimen en el cual la esfera pública se transforma real y
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efectivamente en pública –pertenece a todos-, está efectivamente abierta a la participación
de todos” (Castoriadis, 1958 página 276).
En desarrollo de este postulado, se concibe la radicalización de la democracia y la recuperación de la soberanía del pueblo, desde la garantía de igualdad de condiciones económicas y
sociales a toda la ciudadanía, que les permita participar activamente en los asuntos públicos,
potenciando sus capacidades y garantizando su libertad, puesto que “sólo puedo ser libre
bajo una ley si puedo decir que esa ley es la mía, si tuve la posibilidad efectiva de participar en
su formación y en su posición (aun cuando mis preferencias no hayan prevalecido)” (Castoriadis, 1958, página 274).
Esto posibilita “considerar la democracia, no como un instrumento al servicio de fines privados,
sino como una forma de vida, valiosa por sí misma, puesto que respeta y fomenta el carácter
autolegislador de los individuos, potencia en ellos el sentido de la justicia al considerarles
capaces de orientarse por intereses generalizables, y no solo por los individuales y grupales, y
es por ello fuente de autorrealización” (Cortina, 1993, página 93).
“El debate democrático participativo se centró, entre otros temas, en el cuestionamiento de los límites deseables y prácticos de la intervención estatal y, correlativamente, del
alcance de la autodeterminación de la ciudadanía; en la democratización del Estado
a través de la ampliación de la accesibilidad y responsabilidad de los representantes y
funcionarios; en la distancia entre el reconocimiento formal de derechos y los derechos
como facultades garantizadas de los ciudadanos; en la tensión entre la institucionalización y el experimentalismo, que privilegia la apertura y fluidez de diseños institucionales
que permiten el aprendizaje ciudadano; y en las propuestas de transformación en torno
del autogobierno y el control de los escenarios inmediatos” (Echavarría, C. 2008, p.142).
Sin embargo esta propuesta de régimen político se complejiza en el momento de concretar un
sistema político en el que toda la ciudadanía cuente con plena igualdad política para definir
los asuntos de una sociedad. En ese panorama se han planteado propuestas como sustituir
la maquinaria del estado por la de las comunas autónomas, la definición de las decisiones
mediante plebiscito o referéndum, la constitución de escenarios asamblearios abiertos que
permitan la deliberación sobre las políticas públicas, entre otras propuestas que buscan la
participación directa de la ciudadanía; sin embargo, su factibilidad está en discusión.
Estos modelos de democracia no han logrado dar respuesta a las exigencias de las sociedades contemporáneas, por lo tanto el ejercicio “consiste hoy más bien en determinar que es
ó que significa la democracia y que tipos de democracia resultan moralmente deseables y
técnicamente viables” (Cortina, 1993, p.107).
No es necesariamente una decisión entre la disyuntiva “democracia representativa vs
democracia participativa”, por el contrario, puede ser un complemento entre la representación y la participación que puede resultar en un sistema democrático con participación
ciudadana, que logre dar lugar y responsabilidad clara a los representantes y a la ciudadanía
en general.
Con miras a mejorar la calidad de la democracia, esta sí debe caminar hacia la democracia participativa, ya que este modelo “modifica las formas de relación entre la sociedad y el
Estado a través de la inserción progresiva de nuevos actores sociales en la escena pública, en
la deliberación política y en la toma de decisiones” (Velásquez, 2003, página 56).
“En estos términos, se podría entender la democracia como un sistema de interacción entre
relaciones de fuerzas de poder, que les permite a todos y todas las ciudadanas participar,
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
desde sus respectivas condiciones e intereses individuales, colectivos y generalizables, en la
definición y construcción de la sociedad en la que quieren habitar y que les permite desarrollar sus proyectos de vida personales y colectivos”.
Es así que la política se constituye en el escenario idóneo para el ejercicio pleno de la ciudadanía, en el cual se tejen las sociedades desde interacciones de conflicto y cooperación, que
cuentan como base la deliberación, la pluralidad, el consenso, regla de la mayoría y la acción
colectiva.
De dicha interacción hacen parte, diferentes colectivos políticos, sociales, culturales, económicos y ciudadanos, con diversas identidades, intereses y objetivos, que actúan e interactúan
cotidianamente con el objetivo de determinar la sociedad que desean, impacto que depende
de sus recursos, conocimientos y estrategias.
Participación ciudadana
En una sociedad democrática, el ejercicio pleno de la ciudadanía desde el ámbito político se
concreta ejerciendo el derecho político de participar en la construcción de lo público, en la
medida que se sienten parte de una comunidad política, comprendiendo así, que “la participación puede ser entendida como una forma de acción individual o colectiva que implica
un esfuerzo racional e intencional de un individuo o un grupo en busca de logros específicos.
Tomar parte en una decisión, por ejemplo, a través de una conducta cooperativa” (Velásquez,
2003, página 58).
Comprendiendo la participación como un proceso de intervención de individuos y colectivos, desde intereses y objetivos determinados, con unos recursos y un poder especifico, que se
ponen en juego en la arena política para debatir sobre el rumbo de una sociedad, el sistema
le debe dar las posibilidades a todos de manera igualitaria para intervenir, lo cual puede
resultar en que unos logren mayor incidencia que otros, pero todos cuenten con las mismas
oportunidades en medio de unas reglas de juego claras y equitativas.
“La participación es, a la vez, un medio y un fin. Más exactamente, debe ser considerada como un fin intermedio. En otras palabras, se participa para algo, para obtener un
beneficio, para construir redes solidarias, para contribuir al bien común o para ejercer las
virtudes cívicas. No se participa sólo por participar, sino para alcanzar objetivos específicos en situaciones concretas. Pero, de otro lado, la participación es deseable, lo que la
convierte de cierta manera en un fin, en cuanto componente central de la democracia”. (Velásquez, 2003, página 63).
La participación en términos generales y como lo esquematiza inicialmente Nuria Cunill (1991)
se puede ubicar en los siguientes niveles: la participación política, que hace referencia a la
intervención de sujetos o colectivos en los asuntos públicos con miras a constituir el bien común
o el desarrollo de la sociedad (procesos electorales, partidos políticos, votaciones, etc.); la
participación ciudadana, hace referencia a la intervención de sujetos o colectivos en los
temas públicos con intereses particulares o sectoriales (en torno a la gestión pública de la
educación, la salud, los jóvenes, las minorías…); la participación social que se determina por
la búsqueda de intereses comunes, genera lazos sociales y sinergias para la acción, mediante
la constitución o transformación de las relaciones económicas, culturales o sociales (gremios,
medios de comunicación, el sistema educativo…) y por último, la participación comunitaria
que se constituye por la búsqueda de intereses colectivos de transformación de los territorios,
de los problemas del hábitat o de una determinada población o sector social (JAC, organizaciones sociales y comunitarias).
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Todos los ciudadanos deben participar en los asuntos públicos que les afectan, sin distinción
alguna de sexo, raza, ni propiedad, en el grado de sus intereses y de los que la sociedad le
delegue, en los ámbitos públicos estatales y no estatales, con miras a construir el bienestar
de la sociedad desde intereses claramente generalizables. Es importante evidenciar que los
ciudadanos cumplen barrios roles en la sociedad, lo que les permite “determinar los diferentes
sistemas sociales, de todos los «espacios de asociación humana sin coerción y al conjunto de la
trama de relaciones que llenan este espacio», de suerte que su pertenencia a la sociedad civil
es el núcleo coordinador de los restantes rasgos” (Cunill, 1991, página 151), para el logro de la
garantía de los derechos no solo políticos, sino también económicos y sociales, aumentando
la redistribución del bienestar social.
En esta investigación se espera comprender cómo procesos de participación comunitaria
llegan a niveles de participación ciudadana, en la medida que los actores comunitarios buscan
incidir en temas de gestión pública de su interés, para la solución de problemas particulares de
sus territorios, comprendiendo que la participación ciudadana se puede presentar en diversos
niveles, que parte de obtener información, que involucra la concertación o negociación de
lecturas sobre sus territorios o de respuesta a sus problemas e implica por último la fiscalización
y control de las acciones estatales sobre sus temas de interés, para en términos generales,
evidenciar que lo que se persigue es la incidencia en la toma de decisiones públicas.
Por lo anterior, se puede decir, retomando a Chantal Mouffe, que la ciudadanía es “la identidad
política común de personas que pueden estar empeñadas de muchos emprendimientos con
finalidades diversas y con diferentes concepciones del bien, pero que, en la búsqueda de su
satisfacción y en la ejecución de sus acciones, aceptan someterse a las reglas que prescribe
la república” (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2006, página 118).
La participación le posibilita al sujeto político potenciar sus capacidades sociales, así como su
realización personal en la medida en que aporta en los asuntos de la vida pública y colectiva, siendo la autonomía y la participación desde intereses generalizables lo que hace libre al
ser humano y permite a su vez reconocerse como interlocutor válido y capaz de intervenir en
la construcción y control de las acciones públicas que le afectan, desde intereses comunes,
solidarios y con sentido de justicia. Esto supone que “el individuo puede a su vez definir por
sí mismo las normas, los valores, las significaciones mediante las cuales tratará de ordenar su
propia vida y darle un sentido” (Castoriadis, 1958, página 240).
Sin embargo, son útiles en términos prácticos los postulados Weber y Shumpeter, ya citados,
que ubican como dudoso que el ciudadano medio llegue a estar alguna vez tan interesado
en todas las decisiones adoptadas a nivel nacional como lo estaría en las tomadas más cerca
de su hogar, puesto que las personas se interesan por participar en las cosas que les afectan
de manera directa, porque es más comprensible y más asequible, ejercicio que les permitirá
conocer más sobre los asuntos públicos y prepararse para participar u opinar sobre los temas
más complejos del país.
1.2 Antecedentes de la organización comunal
Desde el anterior enfoque conceptual, se puede determinar la Acción Comunal como una
vía para democratizar la sociedad colombiana, con el interés de aumentar la cohesión social
y la acción colectiva de los y las colombianas, constituyéndolos en ciudadanos activos que
aportan a la construcción de sociedad. Sin embargo, este proceso ha transcurrido por diferentes senderos en la historia del país, siendo importante retomarla para ubicarnos en el presente
y observar sus alcances y retos.
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
La Acción Comunal fue inicialmente una iniciativa de origen rural en la Europa de posguerra que
sirvió como espacio de convergencia de las personas alrededor del territorio. En Colombia se
aplicó como una estrategia de integración social, centrada en promover la paz, la descentralización y la alfabetización dado el déficit de instituciones educativas rurales.
Desde la creación legal de las Juntas de Acción Comunal mediante la Ley 19 de 1958,
éstas han sido concebidas como organizaciones claramente relacionadas con las expresiones, manifestaciones y luchas populares, alrededor de las necesidades más sentidas de la
población. Desde entonces las JAC han sido las organizaciones llamadas a resolver, por la
vía de la autogestión o de la interacción con el Estado, los problemas relacionados con el
desarrollo barrial o veredal.
En la historia de la organización comunal tanto en Bogotá como en el resto del país, se pueden
identificar cuatro grandes etapas profundamente relacionadas con el contexto político y
social del país que han determinado las características y alcances de estas organizaciones.
Etapa de 1958 a 1968: Esta primera etapa de las Juntas de Acción Comunal se caracteriza por su énfasis autogestionario orientado a resolver problemas relacionados con servicios
públicos domiciliarios, equipamientos básicos como escuelas y salones comunales así como
vías primarias.
La acción comunal como práctica autogestionaria ya existía a finales de los cincuenta, de
manera que la Ley 19 de 1958 sobre reforma administrativa reglamenta esta práctica, estableciendo que los concejos municipales y otras entidades locales debían normar la conformación de las JAC y encomendarles “funciones de control y vigilancia de determinados servicios
públicos, o dar a esas juntas cierta intervención en el manejo de los mismos”. (Art.22)
Sin embargo, la ley 19 de 1958 no avanza en la definición de las Juntas de Acción Comunal;
apenas once años después con el Decreto 2070 de 1969, se hace un esfuerzo para definirlas. En efecto, se plantea que: “es Junta de Acción Comunal toda Asociación voluntaria de
los vecinos de un Municipio, Barrio, Inspección de policía, Corregimiento, Vereda o Caserío,
que se organiza democráticamente, sin ánimo de lucro, para conseguir el desarrollo social y
económico de los asociados y de las familias que integran la respectiva comunidad”.
A través de este Decreto se define a las Juntas de Acción Comunal como las organizaciones
comunitarias por excelencia y las interlocutoras con el Estado al establecer entre sus finalidades “Organizar los diferentes sectores populares para que tomen conciencia de las necesidades de la comunidad y de la manera como pueden satisfacerlas y asumir la vocería de la
comunidad en los problemas que directamente le interesan”
Entre 1959 y 1966 se conformaron en Bogotá 250 Juntas de Acción Comunal. En ese momento,
el balance de la administración de Bogotá sobre el surgimiento de las JAC apuntaba a que a
través de estas organizaciones se lograba “responsabilizar a las comunidades de su participación activa en el estudio y solución de sus problemas; estimular la organización comunal para
que los inmigrantes provenientes de provincias y áreas rurales se adapten a la vida urbana;
despertar la iniciativa, pericia e ingeniosidad de los individuos, como un nuevo recurso para el
mejoramiento de sus condiciones de vida y formular con las comunidades pequeños planes
de desarrollo para cada barrio, integrados dentro del plan general de la ciudad” (Jaramillo J.,
2005, página 20).
Etapa de 1968 a 1990. Esta etapa del movimiento comunal está marcada por el pragmatismo
de la política y los denominados auxilios parlamentarios que derivaron en las prácticas clientelistas de las Juntas de Acción Comunal. Durante este periodo una de las principales fuentes
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de financiamiento de las JAC provenía de los auxilios parlamentarios2 y sus funciones, en
relación con el desarrollo barrial y el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes, estaban determinados por el paternalismo por cuenta de los partidos políticos y por la
relación directa entre votos y vías, redes de acueducto o escuelas.
Es justamente durante esta etapa, más precisamente en 1968, cuando se crea en Bogotá el
Departamento Administrativo de Acción Comunal, como parte de la estructura administrativa del Distrito y se le atribuye entre otras funciones la de canalizar los auxilios aportados por el
Estado para las Juntas de Acción Comunal, de manera que las JAC debían cobrar los auxilios
por conducto del DAACD, y ésta entidad debía programar y dirigir las obras barriales hacia las
cuales iban destinados dichos recursos (Jaramillo J. 2005).
Con estas condiciones, no es de extrañar que para comienzos de los años setenta el DAACD ya
se hubiera convertido en un instrumento de los partidos políticos y que se produjeran debates
entre los partidos Liberal y Conservador por el control de la institución.
Durante este período el clientelismo se convirtió en el medio articulador del sistema político y la
principal herramienta de gestión de las Juntas de Acción Comunal, lo que puso de manifiesto
la capacidad de movilización política y partidista de las Juntas, un aspecto que posteriormente implicaría una creciente pérdida de credibilidad en estas organizaciones y un estancamiento con respecto a su potencial y capacidades de gestión.
Curiosamente en las décadas de los setenta y ochenta se produce un desarrollo significativo
de la organización comunal, con miras a superar la atomización producto de su configuración
barrial y veredal, avanzando en la construcción del movimiento comunal, desde la realización
de los congresos comunales distritales concebidos como un espacio de encuentro, en los que
se definieron agendas colectivas que trascendieron lo barrial e incluso lo local, llevando en
1974 a la constitución de las asociaciones zonales de JAC –Asojuntas- y en 1985 la Federación
Comunal de Bogotá; dos años después, la estructura de la organización comunal se formaliza
mediante el decreto 330 de 1987 y se crea la Confederación Nacional Comunal (Ciro Restrepo
V., 1993, página 75).
Durante esta etapa, al mismo tiempo que la organización comunal funciona con la lógica
impuesta por los auxilios parlamentarios y sus negativas consecuencias, alcanza un crecimiento importante en relación con el auge de los movimientos sociales y la confluencia de múltiples
tendencias y sectores alrededor de lo comunal, reivindicando, entre otros aspectos, la
descentralización y la autonomía regional.
Etapa de 1991 a 1996. Para comienzos de la década de 1990 en Bogotá se habían conformado 1.060 JAC que agrupaban alrededor de 600.000 socios, aunque cerca del 14% permanecían inactivas (Ciro Restrepo V., 1993, página 51). No obstante, ya durante la década de
los ochenta las Juntas de Acción Comunal tenían serios problemas asociados a las prácticas
clientelistas y con la expedición de la Constitución en 1991 que eliminó la figura de los auxilios
parlamentarios, podría decirse que estas organizaciones entraron en crisis porque no contaban
con el apoyo de los partidos políticos y tampoco tenían otras herramientas para la gestión de
recursos. Adicionalmente, durante este período, comienzan a surgir nuevas organizaciones
de todo tipo con estructuras más abiertas y modernas que le quitan fuerza a las JAC como
organización de base por excelencia.
Etapa de 1996 – a la actualidad. En abril de 1996 se inicia un proceso de resurgimiento de
la organización comunal mediante la renovación de dignatarios de las Juntas de Acción
2 Según el trabajo sobre el Movimiento Comunal en Bogotá realizado por Voltaire Ciro a comienzos de los ’90 el 21%
de las JAC incluidas en el estudio tenía como fuente de financiamiento los auxilios políticos.
16
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Comunal, las Asojuntas y la Federación y también con su vinculación a las instancias de participación creadas a partir de la Constitución. En el caso de Bogotá, el proceso de resurgimiento de esta organización es promovido por el entonces DAACD, que a través de programas
como Obras con Saldo Pedagógico y Acciones para la Convivencia, busca entre otras cosas
brindar herramientas a las JAC para entender y asumir nuevas lógicas de relacionamiento
con el Estado y nuevas prácticas para la gestión de recursos por la vía de la elaboración de
proyectos sociales comunitarios.
Por otro lado, la Ley 743 de 2002 le da un nuevo alcance a la organización comunal en el
marco de la democracia participativa. En este sentido el artículo 8º de la Ley define las Juntas
de Acción Comunal como “una organización cívica, social y comunitaria de gestión social, sin
ánimo de lucro, de naturaleza solidaria, con personería jurídica y patrimonio propio, integrada
voluntariamente por los residentes de un lugar que aúnan esfuerzos y recursos para procurar
un desarrollo integral, sostenible y sustentable con fundamento en el ejercicio de la democracia participativa.”
1.3 La participación en la organización comunal
Las Juntas de acción comunal en su naturaleza inicial son un medio de participación comunitaria que promueve el desarrollo de sus territorios desde la autonomía, la autogestión y la interlocución con el Estado con respecto a las intervenciones de este en sus territorios. Actualmente,
las Juntas de Acción Comunal son las organizaciones de base con mayor arraigo ciudadano y las que más peso tienen dentro del tejido asociativo a escala barrial, veredal, local,
distrital e incluso nacional. El 40% de las organizaciones sociales que existen en Bogotá son
comunales: se trata de 1.756 Juntas de Acción Comunal, 20 Asociaciones y una Federación,
que congregan aproximadamente a 23.000 líderes sociales como dignatarios y a otros 750.000
ciudadanos en calidad de afiliados (Agudelo R., 2009).
Sin embargo, como se ha enunciado anteriormente, la constitución de las organizaciones de
segundo y tercer grado que agremian las JAC, les ha permitido posicionarse como interlocutores entre la comunidad y el Estado para la definición de diferentes políticas, haciendo uso
de la participación ciudadana.
En este mismo orden, la Constitución de 1991 fortalece la participación ciudadana creando
las instancias de participación ciudadana como espacios de interlocución permanente, con
diferentes niveles de incidencia3, entre la ciudadanía y de ésta con el gobierno, respecto a
temas específicos de la gestión pública, creados por una norma nacional, regional o local;
sus objetivos principales: la disminución de las asimetrías de poder entre los gobernantes y
la ciudadanía, y el aumento en la efectividad de la gestión pública, con la atención de los
problemas públicos, mediante la vinculación de los actores sociales en la definición de las
políticas.
En muchas de estos escenarios un actor importante han sido las Juntas de acción comunal,
logrando tener representación en las instancias locales y distritales, por su conexión directa
con los territorios y la comunidad, en el contacto directo con los problemas e intereses de la
ciudadanía, lo que les ha permitido a las JAC ampliar su nivel de participación comunitaria y
una participación ciudadana, que incide en las acciones del Estado.
La organización comunal es identificada como un semillero y como la principal escuela de
liderazgo; un significativo número de organizaciones sociales de otro tipo han tenido como
sus fundadores a miembros de las Juntas de Acción Comunal, y en las diferentes localidades
3 Los niveles son particulares de cada instancia, como información, consulta, control, concertación o decisión.
17
muchos ediles han sido antes dignatarios comunales. Este hecho da cuenta de la importancia
de la organización comunal en el conjunto del tejido asociativo.
No obstante, al interior de la organización comunal hay ciertos retos por superar, relacionados
al manejo de los conflictos internos, las relaciones y comunicación entre las Juntas y los otros
niveles de la organización como las Asociaciones, la Federación y la Confederación, situaciones que condicionan la acción de las organizaciones comunales e incluso su real incidencia
en el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de sus barrios y localidades.
Por otra parte, las estructuras internas de las organizaciones comunales tienden a la dispersión
de la base social y a la concentración del poder en los dignatarios, generando problemas de
contrapesos en el nivel micro de la organización comunal y de su representatividad.
En esta medida, otro gran desafío son las formas de inserción de la organización comunal en
procesos de participación ciudadana, tanto locales como distritales, ya que siguen estando
marcadas por la permanencia de prácticas clientelistas como mecanismo de acceso a bienes
y servicios, hecho que genera dificultades para la promoción de iniciativas participativas que
superen el ámbito barrial y la constitución de estructuras internas democráticas e incluyentes.
Igualmente, las necesidades de los ciudadanos son cada vez más complejas, diversas y difícilmente pueden ser asimiladas y tramitadas por la organización comunal, lo que ha generado
una especie de migración fundamentalmente entre jóvenes y mujeres a otros procesos
sociales, mediante la creación de otras organizaciones y un cierto nivel de especialización en
los temas que pueden ser abordados y tramitados por las JAC.
Lo anterior genera a la organización comunal, entre otros el gran reto de enfrentar una serie
de desafíos relacionados con su capacidad de interactuar, generar alianzas y sinergias con
otras organizaciones sociales, constituyendo agendas comunes que permeen los escenarios
locales y distritales, y así incidir en la definición de políticas que les garanticen los derechos a
sus representados.
Desde la perspectiva de su agenda temática, la organización comunal se distingue cada
vez más por centrar su interés en el desarrollo territorial, lo que le permite articularse a temas
transversales de la gestión pública. Alrededor de lo territorial, cuenta con una agenda móvil e
intermitente que se activa ante problemáticas y situaciones específicas.
Su participación en seis instancias de participación distrital y en siete de participación a nivel
local (tabla 1), le ha permitido a las JAC dialogar con los otros actores sociales e incidir a nivel
local y distrital en políticas públicas determinantes para la ciudad y que están relacionadas
con la planeación territorial y del desarrollo, con cultura, bienestar, salud, seguridad alimentaría y derechos humanos.
18
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Tabla No. 1. Instancias formales locales y distritales con participación de las JAC
Sector
Instancia
Norma
Planeación
Consejo Territorial
de Planeación
Modificado
Acuerdo Distrital
18 de 1998
Seguridad
alimentaria
Consejo Directivo
del Plan Maestro
de Abastecimiento
Alimentario y Seguridad Alimentaria
para Bogotá D.C.
Decreto Distrital 315 de 2006,
modificado por el
040 de 2008
Cultura
Consejo Distrital de
Cultura
Decreto Distrital
66 de 1989 , Decreto Distrital 462
de 1994 modificado Decreto Distrital 781 de 1998,
Adicionado por
el Decreto Distrital
996 de 1998, Decreto Distrital 564
de 1999
Objetivos y/o definición de la
instancia
Analizar, discutir, organizar y
coordinar lo relacionado con
el Proyecto del Plan de Desarrollo, mediante la organización
de reuniones a nivel del Distrito
y las localidades en las cuales
intervengan los sectores económicos, sociales, ecológicos,
comunitarios y culturales, con
el fin de garantizar eficazmente
la participación ciudadana,
Absolver las consultas que sobre
el Plan Distrital de Desarrollo
formule el Gobierno Distrital o las
demás autoridades de planeación durante la discusión del
proyecto del plan.
Garantizar la ejecución de las
políticas, planes, programas y
proyectos del Plan Maestro de
Abastecimiento de Alimentos
y Seguridad Alimentaria de
Bogotá.
Estimular el desarrollo cultural y
contribuir al mejoramiento de
la calidad de vida de las comunidades. Actuar como entes
articuladores de las actividades
relacionadas con el fomento, la
promoción y la difusión del patrimonio cultural y artístico Vigilar
la ejecución del gasto público
invertido en cultura, Asesorar al
gobierno del Distrito Capital en
la formulación, implementación
y ejecución de las políticas y
planes culturales.
19
Sector
Instancia
Norma
Derechos
Humanos
Consejo Distrital de
Paz
Acuerdo Distrital
17 de 1999
Comité Distrital de
Derechos Humanos
Acuerdo 4 de
1995
Planeación
Consejo de Planeación Local - CPL
Acuerdo Distrital
13 de 2000
Espacio público / Control social
Comité Local de
Parques
Acuerdo 78/2002
20
Objetivos y/o definición de la
instancia
Asesorar de manera permanentemente al Gobierno Distrital en
materias relacionadas con la
paz; Elaborar propuestas para el
Gobierno Distrital acerca de soluciones negociadas al conflicto
político, social y armado interno,
al respecto, promoción y defensa de los derechos humanos, la
aplicación efectiva del Derecho
Internacional Humanitario, la
disminución de la intensidad y
cese de las hostilidades, la reincorporación a la vida civil de los
miembros de los grupos guerrilleros, la reconciliación entre los
colombianos, la consolidación
de la democracia, y la creación
de un orden político, económico y social justo; Proponer al
Gobierno Distrital mecanismos
de participación de la sociedad
civil en los procesos de diálogo
y negociación con los grupos
guerrilleros
Organismo asesor del Personero
Distrital y de la Unidad Coordinadora de Defensa, Protección
y Promoción de los Derechos
Humanos del Distrito Capital de
Santa Fe de Bogotá
Diagnosticar y priorizar las necesidades de la localidad. Proponer alternativas de solución a
las necesidades estructurales
y sectoriales de la localidad.
Organizar, promover y coordinar
una amplia discusión sobre el
proyecto del Plan de Desarrollo
Local, mediante la organización
de foros informativos, seminarios,
talleres y audiencias públicas,
encuentros ciudadanos u otros
mecanismos, con el fin de garantizar eficazmente la participación ciudadana.
Red Distrital de Parques.
Los comités tienen como función velar por el cabal cumplimiento de la administración y el
desarrollo de actividades en los
parques zonales y vecinales.
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Sector
Instancia
Norma
Bienestar
Consejo Local
de Política Social
-CLOPS
Se rige por Decretos locales
Cultura
Consejo Local de
Cultura
Decreto 221 de
2002 (está en proceso de reforma)
Atención a
desastres
Comité Local de
Emergencias
Decreto 723 de
1999
Deportes
Consejo Local de
Deportes
Acuerdos locales
Salud
Comités de participación Comunitaria
COPACO
Decreto 1757 de
1994
Objetivos y/o definición de la
instancia
Instancia para la concertación y
seguimiento de la política social
de la Localidad, su carácter es
mixto y tiene como objetivo principal promover la articulación,
integralidad y complementariedad de la actuación de las instituciones públicas y convocar la
solidaridad.
Son organismos de participación ciudadana para la concertación entre las autoridades
locales y las comunidades, de
políticas, planes, programas y
proyectos culturales y sus respectivos presupuestos, para el
estímulo, fomento y desarrollo
cultural en las localidades.
Es el órgano de coordinación interinstitucional local, organizado
para discutir, estudiar y emprender todas aquellas acciones
encaminadas a la reducción de
los riesgos específicos de la localidad y a la preparación para la
atención de las situaciones de
emergencia que se den en ésta
y cuya magnitud y complejidad
no supere sus capacidades.
Es una instancia estructurada
que apoyará las autoridades locales y de Plantación en cuanto
al deporte y la recreación.
Espacio de concertación entre
los diferentes actores sociales y
el Estado
Sin embargo, existen otras instancias de participación formal4, que tienen un carácter más
amplio como son las Juntas Zonales de Seguridad o los Encuentros ciudadanos en las que las
Juntas de acción comunal tienen una participación importante.
De igual manera, es importante aclarar que por iniciativa de las Juntas de acción comunal
o de otros procesos sociales se han constituido múltiples espacios autónomos de participación que se han conformado en red para incidir en determinadas políticas públicas de interés
común, reconocidas en esta investigación como instancias no formales, pero que en varias
ocasiones cuentan con más poder que las formales, por su nivel de cohesión, estrategia y
recursos.
La trayectoria de las Juntas de Acción Comunal en su intervención en las dinámicas e instancias
de participación a nivel local y Distrital plantean varios interrogantes: ¿Cuál es el papel que
han jugado las JAC en las diferentes instancias de participación?¿Está preparada la organización comunal para ejercer un papel protagónico e incidente en estas instancias?; ¿Teniendo
4 Instancias de participación formal son las que tienen origen o son creadas por una norma que puede ser del orden
nacional, distrital o local.
21
en cuenta que en la mayoría de instancias son las Asojuntas y la Federación las organizaciones que tienen representación en las instancias locales y distritales, se puede hablar de una
verdadera representación de la organización comunal en estas instancias? ¿Cuáles son los
temas que pone en la agenda de las instancias la organización comunal desde una mirada
de localidad o ciudad, cuando el predominio de las JAC está en el nivel barrial?. Qué tipo
de relaciones establecen las JAC con otras organizaciones sociales para gestionar cambios o
transformaciones? ¿Hasta qué punto la oferta institucional dirigida a la organización comunal
contribuye a su cualificación y fortalecimiento para su incidencia en las instancias de participación a nivel local y distrital? Estas y otras preguntas son la ruta de esta investigación, desde
la sistematización de dos experiencias de participación de las JAC en la localidad Teusaquillo.
22
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
2. ANTECEDENTES Y CONTEXTO LOCAL.
La localidad de Teusaquillo ha sido históricamente una de las mejor consolidadas en términos
urbanísticos en Bogotá, característica ésta que ha influido también en sus determinantes
poblacionales, de acceso a servicios, y condiciones de productividad ubicándola entre las
cinco primeras localidades con mejores indicadores de calidad de vida.
Según las referencias del diagnóstico local del 2008 hecho por la Secretaría de Integración
Social y la Escuela Superior de Administración Publica, (Salazar, 2008 página 10 ) la consolidación urbanística inicia en 1927 con la formación del barrio Teusaquillo, que intervenido por
diferentes arquitectos se posiciona como la zona de residencia de la clase dirigente del país.
Posteriormente se genera propiedad horizontal en zonas como Centro Urbano Antonio Nariño
(1952) y para los años setentas en el Park Way y el, siendo éstas, pioneras en la ciudad de este
tipo de urbanismo.
La construcción de la Ciudad Universitaria es también uno de los hitos y aun en la actualidad,
tiene un impacto importante en la localidad; sumando a ello equipamientos como el estadio
Nemesio Camacho El Campín, Corferias, El parque Simón Bolívar, la Embajada Americana y
el Centro Administrativo Nacional, que interactuando con la tradición residencial del territorio,
generan dinámicas de movilidad, poblacionales, productivas y de participación diversas y en
ocasiones no necesariamente concordantes.
La localidad se establece por el acuerdo 26 de 1972 como alcaldía menor de Teusaquillo
integrando el Distrito Capital gracias a la Constitución Política de 1991 para que finalmente el
Decreto Ley 1421 de vía al Estatuto Orgánico de Bogotá posibilitando la gestión de recursos y
la autonomía de la planeación en el ámbito local.
Referentes de Calidad de vida
POBLACIÓN TOTAL
CONDICIONES HOGARES
137.530
0.2 % hogares en hacinamiento critico.
0.1 % hogares con alta dependencia económica
0.4% hogares pobres por NBI (una o + NBI)
POBLACIÓN AFILIADA AL SISTEMA GENERAL DE SALUD
Régimen contributivo 94,1%
Régimen subsidiado 3.1%
No afiliados 7.5%
49.71% entre 25 y 54 años de edad
49.71% siendo mayor la tasa en hombres
(56.66%) que en mujeres (43.74%)
71.5% asistencia
69% cobertura
POBLACIÓN OCUPADA
TASA DE OCUPACIÓN
ESCOLARIDAD
Fuente: Encuesta de Calidad de vida 2007 en: http://www.sdp.gov.co/resources/calidad_de_vida_07.pdf
23
Si bien la localidad tiene unos de los más altos indicadores de calidad de vida en el distrito,
principalmente por la cobertura de servicios básicos, la vivienda y la educación, cabe resaltar
indicadores como el del porcentaje de hogares con dependencia económica o hacinamiento, que observados detenidamente refieren a dos características de la población de territorio:
ciclo vital del mayor porcentaje de habitantes y dinámica poblacional.
La localidad de Teusaquillo tiene un alto porcentaje de habitantes adultos mayores, que como
se menciona en el informe La salud y la calidad de vida en la localidad 13, publicado por el
Hospital Chapinero presenta vulnerabilidad “como resultado del deterioro de la capacidad
económica como consecuencia de la recesión económica que vivió el país en 2000 y 2003”
afectando principalmente el empleo y el poder adquisitivo de adultos y adultos mayores.
Por otra parte, la localidad acoge diariamente población flotante en grandes volúmenes y
particularmente estudiantes que en muchos de los casos se integran a los entornos de sus
lugares de estudio, en habitaciones informales en situación de hacinamiento.
Estas dos situaciones son parte de lo que se configura como pobreza oculta, que indica
disminución de la calidad de vida de un porcentaje de la población de la localidad, por falta
de acceso al empleo o la generación de ingresos por medios propios (industria o comercio).
La localidad se caracteriza por una participación fuertemente sectorializada pero de altísima
cualificación, puesto que quienes la movilizan son en su mayoría profesionales vinculados al
tema o a la problemática en cuestión.
Tal es el caso de las dinámicas de participación en el tema ambiental, que generan una
interesante movilización alrededor de la Comisión Ambiental Local, o el Consejo de Sabios,
que congrega a un importante grupo de adultos y adultas mayores que han vivido y ejercido
sus profesiones en la localidad y ahora son los interlocutores de los temas de este ciclo vital
frete a la administración local.
También es fundamental la dinámica de participación que generan las Juntas de Acción
Comunal, principalmente en los temas de seguridad y ambiente, y la propiedad horizontal;
estos últimos no de manera colectiva hasta el momento, pero sí con dinámicas desde sus
particulares territorios con la posibilidad de contar con un gran volumen de población.
En los últimos años y gracias a los temas del ordenamiento territorial y el uso del suelo, se han
organizado diferentes experiencias de trabajo para estudiar y entender la temática y podemos
decir que un avance del proceso es la experiencia que referiremos de la Mesa de la UPZ 107.
24
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
3. LA ORGANIZACIÓN COMUNAL EN LA
AGENDA POLITICA DISTRITAL Y LOCAL
Con el objetivo de comprender las condiciones institucionales, normativas y presupuestales
con las que cuentan las juntas de acción comunal de la localidad de Teusaquillo, en este
capítulo se muestra cómo la administración Distrital y local comprende el tema, que proyectos
implementa en la localidad, así como el presupuesto destinado al tema, para finalizar con un
contexto general de la normatividad que rige a estas organizaciones.
3.1. Participación de las JAC en el Plan de Desarrollo Distrital
El plan de desarrollo Distrital 2008 -2012 “Bogotá Positiva: Para Vivir Mejor”, hace una apuesta
por la gestión pública participativa, al reconocer en el objetivo General del plan, que Bogotá
debe ser “una ciudad cuya construcción sea el resultado de un proceso permanente de
participación, en el que cada vez más personas se involucren en la discusión y decisión de los
asuntos públicos” (Acuerdo 308 de 2008, Artículo. 1), para lo cual la Administración Distrital por
el Principio de participación “reconocerá el valor de la intervención ciudadana en los asuntos
públicos, la diversidad de intereses y su aporte a la construcción de un proyecto de ciudad,
y promoverá el ejercicio de la participación a través de los canales existentes y de los que el
gobierno y la propia ciudadanía considere necesarios. La participación será un componente transversal de todas las políticas públicas del distrito” (Acuerdo 308 de 2008, Artículo. 2.
Principios).
Lo anterior se concreta programáticamente mediante el Objetivo Estructurante de Participación constituido como eje transversal de la gestión Distrital, en donde los y las habitantes de
la ciudad “incidan en la definición, ejecución y seguimiento de las políticas públicas, directamente o a través de sus representantes y organizaciones, haciéndose corresponsables del
desarrollo integral de la ciudad” (Acuerdo 308 de 2008, Artículo 16. Descripción).
Que de manera particular para el fortalecimiento de las Juntas de Acción Comunal se
encuentran los propósitos: “3. Fortalecer el capital social y 4. Promover la organización social
y potenciar las capacidades técnicas y políticas de las personas para mejorar su poder de
interlocución con las autoridades públicas” (Acuerdo 308 de 2008, Artículo 17.Propositos), así
como mediante las estrategias: 1. Fomentar, fortalecer y cualificar los espacios y mecanismos de participación, control social y representación de la población y sus organizaciones; 3.
Promover la democratización de la información y la pedagogía social para el desarrollo de
los procesos de deliberación colectiva. 4. Propiciar sinergias entre las iniciativas públicas y las
propuestas ciudadanas en torno a temas específicos de la vida de la ciudad y sus localidades” (Acuerdo 308 de 2008, Artículo 18.estrategias). Por último el programa 2. “Organizaciones y redes sociales. Promover la articulación entre las instancias de participación y las
organizaciones, y mejorar la capacidad técnica de las redes sociales locales y distritales,
25
con el fin de contribuir al fortalecimiento del capital social y la construcción colectiva de la
ciudad, generando inclusión de los grupos poblacionales, sectoriales y etarios”. Ubicando
así las organizaciones sociales y comunales en un ámbito de interés para la gestión Distrital,
para la garantía de su accionar social, evidenciado de forma más detallada en las siguientes
metas, que representan el 27% de las metas del Objetivo de participación, las cuales impactan
positivamente las organizaciones comunales:
Metas Objetivo de participación
Programa
Proyectos
Sistema distrital de participación
Comunicación para la
participación activa de
todas y todo
Escuela distrital de
participación
Programa
Proyectos
Fortalecimiento de organizaciones y
redes sociales y familiares
Obras con participación
ciudadana
Fortalecimiento de la organización comunal, los
consejos de propiedad
horizontal y otras organizaciones
Ahora decidimos juntos
Metas
Acompañar 22 procesos electorales de las organizaciones,
instancias y autoridades sociales.
Capacitar 2.500 personas en tecnologías de información y comunicación
Consolidar 100 medios de comunicación comunitaria
Formar 16.000 ciudadanos y ciudadanas en participación,
con el concurso de los sectores de la administración distrital
Elevar las destrezas y conocimientos de 143.000 personas para
la participación y la organización democrática, la convivencia y la paz
Organizaciones y redes sociales
Metas
Apoyar 450 iniciativas formuladas por las organizaciones sociales
Realizar 620 Obras con Participación Ciudadana, de infraestructura menor y embellecimiento arquitectónico
Fortalecer 390 organizaciones comunales
3.2. Participación de las JAC en los planes y programas del IDPAC
Es el IDPAC la entidad responsable de la garantía del derecho a la participación y propiciar el
fortalecimiento de las organizaciones sociales, fundado en el acuerdo 257 de 2007, además
es la entidad responsable de coordinar el Objetivo de Participación del Plan de desarrollo, lo
cual se materializa en el Plan Institucional de la entidad.
Como estrategia misional del IDPAC se encuentra la Estrategia no. 1: Fortalecimiento de los
procesos de participación y organización social, que busca el “desarrollo de capacidades,
habilidades y destrezas para que los ciudadanos y ciudadanas se involucren de manera cualificada en los procesos de construcción de lo público. Se traduce en el desarrollo de contenidos, la formulación y aplicación de metodologías para la participación” (Plan Institucional
estrategia No 5).
El plan institucional ubica la generación de las siguientes competencias ciudadanas como
medio para la garantía del derecho a la participación, las cuales se constituyen el marco de
acción de la entidad (Plan Institucional, estrategia No.6. Competencia ciudadanas):
Sentir lo colectivo y social
26
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Para el IDPAC, la construcción de esta competencia tiene como propósito el transformar la
cultura ciudadana para que sea más solidaria, más democrática, más incluyente (propensión
hacia lo colectivo). Se busca con el desarrollo de esta competencia, personas más cívicas y
grupos de intereses colectivos con mayor sentido de lo social.
Ciudadanía socialmente activa
Tiene como propósito, cualificar y vincular a los ciudadanos, ciudadanas y organizaciones
sectoriales, gremiales, poblacionales y territoriales, en los procesos de la participación y cultura
democrática que actualmente existen en el ámbito distrital.
Actuación desde el liderazgo
La concreción de esta competencia se evidencia en el desarrollo de habilidades y profundización en el liderazgo para el ejercicio de procesos de participación, en aquellos actores
(individuales y colectivos) que requieren consolidar estas capacidades, para actuar desde
sus propios escenarios con el objetivo de contribuir en la construcción de una sociedad más
democrática, participativa e incluyente.
La promoción de estas competencias de manera directa busca afectar positivamente entre
otras organizaciones sociales, a las Juntas de Acción Comunal, con el objetivo de fortalecerlas
en su cohesión y gestión social.
A continuación se relacionan algunas acciones de promoción generadas por diversas áreas
del IDPAC:
• Vinculación de Dignatarios de JAC a Proyectos Obras con Participación Ciudadana OPC
• Planes Estratégicos de Desarrollo Barrial
• Fortalecimiento y Cualificación de las Comisiones de Conciliación y Convivencia en
Asojuntas
• Reivindicar la Acción Comunal para el Siglo XXI
• Formador de formadores
• Cultura democrática y ciudadana
En esta línea el IDPAC para el año 2009 en la localidad de Teusaquillo implementó los siguientes procesos con miras a fortalecer las JAC:
• Escuela de Participación Comunal: Durante 2009 se culminó el proceso de formación que
inició el año anterior, en convenio con la Federación Comunal de Bogotá, con la participación de dignatarios de las 20 localidades del Distrito Capital. Por otra parte, se suscribió
convenio con la Asociación Comunal de Juntas de Acción Comunal de la Localidad de
Teusaquillo, por un valor de $19.759.656 para la formación de 50 dignatarias y dignatarios
de JAC, de los cuales se certificaron 32.
• Planes Estratégicos De Desarrollo Barrial Y Veredal, Pedbv: se inicio el proceso con la JAC
EL Campin, el cual a 2009 se encontró en proceso de preparación.
• Bogotá Te Junta: El 15 de octubre en el Barrio La Esmeralda, se realizó la Jornada Bogotá
Te Junta, con el fin de plantear soluciones en conjunto con dignatarias y dignatarios de las
JAC de la localidad.
27
• Fortalecimiento a Organizaciones Sociales:
ORGANIZACIÓN
PROYECTO
SECTOR ORGANIZACIONES COMUNALES
Creación de una
página interactiva
JAC San Luis
en internet para
promover la participación.
JAC El Campin
Estrategia de
comunicación y
capacitación para
fortalecer nuestra
organización
PRODUCTO / LOGROS
LÍNEA TEMÁTICA
Web, capacitación a 3
dignatarios, evento lanzamiento, pendón. Machote
de boletín
Web, capacitación a 3
dignatarios. Gorras bordadas, diseño logo, evento de
lanzamiento.
Participación en
línea
• Obras Con Participación Ciudadana: 3 embellecimientos de fachadas fueron entregados
en el marco de las siguientes jornadas: “Bogotá Positiva y Colorida” y “Viva Mi Cuadra
Navideña”.
Para el 2010 el IDPAC en la localidad de Teusaquillo, dentro del proceso de territorialización de
la inversión, asignaron $ 111.724.341 para el desarrollo de proyectos que impactan de manera
directa el fortalecimiento de las JAC de esta localidad.
Luego de la presentación de las acciones que realiza el IDPAC para el fortalecimiento de las
Juntas de Acción Comunal, se puede observar que se ha realizado un esfuerzo importante
para el logro de este objetivo en la localidad de Teusaquillo, sin desconocer que se requiere
mayor cobertura, es posible evidenciar la oferta institucional clara y precisa para este sector
social.
3.3. Participación de las JAC en el Plan de Desarrollo de Teusaquillo
La localidad, como el Distrito, en su plan de desarrollo local integra la participación como
componente, generando complementariedad con el orden Distrital en el Objetivo Estructurante
de Participación desde el eje programático de promoción de la participación en la localidad.
De manera puntual, con respecto a las organizaciones comunales se define como un propósito el “promover la organización social y potenciar las capacidades técnicas y políticas de
las personas para mejorar su poder de interlocución con las autoridades públicas”, así como
“fortalecer el capital social” (JAL TEUSAQUILLO, Acuerdo Local Nº 2 de 2008, Artículo 17).
Este objetivo es concretado mediante los programas: Ahora Decidimos Juntos, Organizaciones y redes sociales y Control social al alcance de todos y todas, que se implementa mediante
5 proyectos con 8 metas plan, que de manera directa no realizan acciones para el fortalecimiento de la organización comunal. Sin embargo, mediante el programa Organizaciones y
redes sociales, desde el proyecto de Obras con participación ciudadana con la meta de una
obra anual y el proyecto Fortalecimiento de organizaciones y redes sociales y familiares, con
la meta de “adelantar un proceso de divulgación, sensibilización y acompañamiento para
promover la organización ciudadana y la construcción de redes que incorpore herramientas tecnológicas”, son acciones que pueden fortalecer las organizaciones comunales en el
desarrollo de sus funciones.
28
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
En términos presupuestales, factor real que determina el interés de un gobierno por resolver un
problema o promover un tema de política, la localidad para el tema de participación destina
menos del 3% de su presupuesto cuatrienal, lo que significo para el 2009 la programación de
$340.887.000.
En la misma línea, el programa de organizaciones y redes (proyectos que aportan al fortalecimiento de las JAC) con relación a todo el Objetivo de participación representa presupuestalmente el 50% de este; sin embargo, con respecto al presupuesto en general tan solo es el 1.5%,
lo que significo para el 2009 la programación de $170.444.000, presentándose un bajo apoyo
presupuestal para el fortalecimiento de las Organizaciones comunales.
3.4. Participación de las JAC desde el contexto normativo.
Desde el punto de vista de las disposiciones y garantías constitucionales para la organización
y la participación de las organizaciones comunales en desarrollo del artículo 38 de la Constitución Política de Colombia, la Ley 743 de 2002, en lo referente a los organismos de acción
comunal decreta en su titulo primero:
Artículo 1°. Objeto.
“Promover, facilitar, estructurar y fortalecer la organización democrática, moderna, participativa y representativa en los organismos de acción comunal en sus respectivos grados asociativos” (Ley 743 de 2002. pp.1).
Según este objetivo general, así como en sus principios, fundamentos y en el desarrollo de
sus componentes, la ley es clara y prolija en conceptos e instrumentos que dan un piso legal
firme para promover, facilitar y fortalecer la construcción de la democracia participativa y el
desarrollo comunitario, social e integral, así como al impulso a la participación democrática
de las JAC en todos los estamentos, por todos los medios y mecanismos existentes desde la
Constitución de 1991.
“Principio de la participación: la información, consulta, decisión, gestión, ejecución, seguimiento y evaluación de sus actos internos constituyen el principio de la participación que prevalece para sus afiliados y beneficiarios de los organismos de acción comunal. Los organismos de
acción comunal podrán participar en los procesos de elecciones populares, comunitarias y
ciudadanas” (Ibíd. pp.2).
De acuerdo con este principio (y los demás como: democracia, autonomía libertad, prevalencia del interés común, etc.), las JAC tienen todas las garantías para la participación democrática. Sin embargo, a nivel interno en muchas de ellas prevalecen todavía las decisiones directivas y poco participativas, y a nivel externo, predomina un relativo interés para vincularse a
procesos electorales locales, distritales o nacionales, toda vez que su numero permite una
relación entre JAC más cercanas.
En cuanto a su misión de colaborar de forma efectiva para la construcción del desarrollo
comunitario y el fortalecimiento de la sociedad civil, la norma establece que:
“El desarrollo de la comunidad debe construirse con identidad cultural, sustentabilidad,
equidad y justicia social, participación social y política, promoviendo el fortalecimiento de la
sociedad civil y sus instituciones democráticas” (Ley 743. 2002. pp.2).
29
Este concepto provee claramente el marco normativo para que las OC asuman un liderazgo de primera línea en la gestión y el desarrollo integral, justo, equitativo, sustentable y con
identidad cultural de sus comunidades barriales.
En este sentido, es importante reconocer que las OC adelantan por su cuenta y con el apoyo
de las mismas comunidades y distintas entidades, tanto públicas como privadas proyectos y
acciones de carácter social y comunitario buscando el mejoramiento de la calidad de vida
de sus habitantes.
Algunos de los objetivos de la organización comunal que tienen que ver con sus oportunidades de proyección y gestión son los siguientes:
Artículo 19. Objetivos. Los organismos de acción comunal tienen los siguientes objetivos: c)
Planificar el desarrollo integral y sostenible de la comunidad; e) Generar procesos comunitarios
autónomos de identificación, formulación, ejecución, administración y evaluación de planes,
programas y proyectos de desarrollo comunitario; f) Celebrar contratos con empresas públicas
y privadas del orden internacional, nacional, departamental, municipal y local, con el fin de
impulsar planes, programas y proyectos acordes con los planes comunitarios y territoriales de
desarrollo; g) Crear y desarrollar procesos económicos de carácter colectivo y solidario para
lo cual podrán celebrar contratos de empréstito con entidades nacionales o internacionales;
h) Desarrollar procesos para la recuperación, recreación y fomento de las diferentes manifestaciones culturales, recreativas y deportivas, que fortalezcan la identidad comunal y nacional.
De acuerdo con estos, desde las juntas barriales y las Asociaciones locales hasta la Confederación Nacional, las OC tienen amplias posibilidades de Gestión y concertación de proyectos
con entidades nacionales e internacionales, pero sus alcances e incidencia en estas instancias,
en la realidad no son tan significativos como podría o debería ser, por diversas razones.
3.5. La participación ciudadana de las JAC en el marco de las normas
nacionales y distritales
Las juntas de acción comunal como se enuncio anteriormente, participan en términos
comunitarios promoviendo el desarrollo de sus territorios, pero también son actores claves de la
participación ciudadana, mediante su incidencia en los asuntos de competencia del Estado,
para lo cual hacen uso de las estrategias promovidas por las administración, los mecanismos
de participación legal y la vinculación activa a las instancias de participación ciudadana
formales e informales.
Con el fin de ubicar las instancias de participación formal, en las cuales las JAC tienen participación por decisión de los mismos actos administrativos que las crean, se presenta la siguiente tabla:
30
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Sector
Instancias formales locales y distritales con participación de las JAC
Instancia
Norma
Planeación
Consejo Territorial de Planeación
Modificado Acuerdo Distrital 18 de
1998
Seguridad
alimentaria
Consejo Directivo del Plan
Maestro de
Abastecimiento Alimentario
y Seguridad
Alimentaria para
Bogotá D.C.
Consejo Distrital
de Cultura
Decreto Distrital
315 de 2006, modificado por el 040
de 2008
Cultura
Decreto Distrital 66
de 1989 , Decreto Distrital 462 de
1994 modificado
Decreto Distrital 781 de 1998,
Adicionado por
el Decreto Distrital
996 de 1998, Decreto Distrital 564
de 1999
Objetivos y/o definición de la
instancia
Analizar, discutir, organizar y
coordinar lo relacionado con el
Proyecto del Plan de Desarrollo,
mediante la organización de
reuniones a nivel del Distrito y las
localidades en las cuales intervengan los sectores económicos,
sociales, ecológicos, comunitarios
y culturales, con el fin de garantizar eficazmente la participación
ciudadana, Absolver las consultas
que sobre el Plan Distrital de Desarrollo formule el Gobierno Distrital o
las demás autoridades de planeación durante la discusión del
proyecto del plan.
Garantizar la ejecución de las políticas, planes, programas y proyectos del Plan Maestro de Abastecimiento de Alimentos y Seguridad
Alimentaria de Bogotá.
Estimular el desarrollo cultural y
contribuir al mejoramiento de
la calidad de vida de las comunidades. Actuar como entes
articuladores de las actividades
relacionadas con el fomento, la
promoción y la difusión del patrimonio cultural y artístico Vigilar
la ejecución del gasto público
invertido en cultura, Asesorar al
gobierno del Distrito Capital en la
formulación, implementación y
ejecución de las políticas y planes
culturales.
31
Sector
Instancia
Norma
Derechos
Humanos
Consejo Distrital
de Paz
Acuerdo Distrital
17 de 1999
Comité Distrital
de Derechos
Humanos
Acuerdo 4 de 1995
Planeación
Consejo de Planeación Local
- CPL
Acuerdo Distrital
13 de 2000
Espacio público / Control social
Comité Local de
Parques
Acuerdo 78/2002
32
Objetivos y/o definición de la
instancia
Asesorar de manera permanentemente al Gobierno Distrital en
materias relacionadas con la
paz; elaborar propuestas para
el Gobierno Distrital acerca de
soluciones negociadas al conflicto
político, social y armado interno, al
respecto, promoción y defensa de
los derechos humanos, la aplicación efectiva del Derecho Internacional Humanitario, la disminución
de la intensidad y cese de las
hostilidades, la reincorporación
a la vida civil de los miembros de
los grupos guerrilleros, la reconciliación entre los colombianos, la
consolidación de la democracia,
y la creación de un orden político, económico y social justo;
proponer al Gobierno Distrital
mecanismos de participación de
la sociedad civil en los procesos
de diálogo y negociación con los
grupos guerrilleros
Organismo asesor del Personero
Distrital y de la Unidad Coordinadora de Defensa, Protección y
Promoción de los Derechos Humanos del Distrito Capital de Santa Fe
de Bogotá
Diagnosticar y priorizar las necesidades de la localidad; proponer
alternativas de solución a las necesidades estructurales y sectoriales de la localidad. Organizar,
promover y coordinar una amplia
discusión sobre el proyecto del
Plan de Desarrollo Local, mediante
la organización de foros informativos, seminarios, talleres y audiencias públicas, encuentros ciudadanos u otros mecanismos, con el
fin de garantizar eficazmente la
participación ciudadana.
En el marco de la Red Distrital de
Parques, integrar los comités que
tienen como función velar por el
cabal cumplimiento de la administración y el desarrollo de actividades en los parques zonales y
vecinales.
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Sector
Instancia
Norma
Bienestar
Consejo Local
de Política Social
-CLOPS
Se rige por Decretos locales
Cultura
Consejo Local
de Cultura
Decreto 221 de
2002 (está en proceso de reforma)
Atención a
desastres
Comité Local de
Emergencias
Decreto 723 de
1999
Deportes
Consejo Local
de Deportes
Acuerdos locales
Salud
Comités de participación Comunitaria COPACO
Decreto 1757 de
1994
Objetivos y/o definición de la
instancia
Instancia para la concertación y
seguimiento de la política social
de la Localidad, su carácter es
mixto y tiene como objetivo principal promover la articulación, integralidad y complementariedad de
la actuación de las instituciones
públicas y convocar la solidaridad.
Son organismos de participación
ciudadana para la concertación
entre las autoridades locales y las
comunidades, de políticas, planes,
programas y proyectos culturales y
sus respectivos presupuestos, para
el estímulo, fomento y desarrollo
cultural en las localidades.
Es el órgano de coordinación
interinstitucional local, organizado
para discutir, estudiar y emprender
todas aquellas acciones encaminadas a la reducción de los riesgos específicos de la localidad y
a la preparación para la atención
de las situaciones de emergencia
que se den en ésta y cuya magnitud y complejidad no supere sus
capacidades.
Es una instancia estructurada que
apoyará las autoridades locales
y de Planeación en cuanto al deporte y la recreación.
Espacio de concertación entre
los diferentes actores sociales y el
Estado
Sin embargo, existen otras instancias de participación formal5, que tienen un carácter más
amplio como son las Juntas Zonales de Seguridad o los Encuentros ciudadanos en las que las
Juntas de acción comunal tienen una participación importante.
De igual manera, el Plan de Desarrollo Distrital promueve la puesta en marcha del Sistema
Distrital de Participación Ciudadana, promulgado en el año 2007 por el Decreto Distrital 448,
por el cual se conforman los Espacios Cívicos (distrital y locales) que requiere la participación
activa de todas las organizaciones y redes sociales, y la construcción de las Agendas Locales
concertadas por la Administración con dichas organizaciones.
“El sistema Distrital de Participación ciudadana es un mecanismo de articulación entre la
administración distrital, las instancias de participación, las organizaciones sociales y comunitarias, redes, asociaciones, alianzas temporales y permanentes, con el fin de garantizar el
derecho a la participación en las políticas públicas del distrito Capital”. (Decreto 448 del 2007.
Artículo 2º).
5 Instancias de participación formal son las que tienen origen o son creadas por una norma que puede ser del orden
nacional, distrital o local.
33
Este marco normativo propone a la ciudadanía el organizarse autónomamente para incidir en
los asuntos de política de participación ciudadana es el “espacio cívico local y distrital:
“El espacio cívico de participación es el escenario autónomo de convergencia de instancias,
organizaciones sociales y comunitarias… encargado de articular a la sociedad civil para
proponer estrategias y metodologías para la deliberación, concertación, evaluación,
seguimiento y control social a la política pública que en materia de participación se formule y
ejecute en el Distrito Capital”. (Decreto 448,2007, Artículo 17)
La puesta en marcha del espacio cívico, que reúna y represente a las organizaciones locales
tiene el objetivo de fortalecer los procesos sociales y la participación ciudadana, mediante
la concertación de la agenda de participación como instrumento que ubica los acuerdos en
materia de promoción de la participación.
Lo anterior, permite reconocer qué garantías institucionales tienen las juntas para ejercer sus
funciones y así lograr transformar la realidad de la población que representan, ubicando fortalezas en términos normativos por el respaldo que se le presta a la organización; sin embargo, se
evidencia también que aun son insuficientes las acciones de fortalecimiento de la organización comunal, y el presupuesto definido para tal fin.
34
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
4. LAS JUNTAS DE ACCIÓN COMUNAL EN
LAS JUNTAS ZONALES DE SEGURIDAD
En este capítulo se pretende comprender el funcionamiento de una instancia de participación
relativamente nueva y particular en su conformación y funcionamiento como son las Juntas
Zonales de Seguridad JZS, analizando el papel que cumplen las Juntas de Acción Comunal en
el desarrollo de esta instancia y en el logro de sus objetivos, desde la experiencia de la JZS de
la UPZ Galerías.
4.1. Creación, conformación y funciones y productos
Las Juntas Zonales de Seguridad, se constituyen en instancias de participación, en términos
que el Acuerdo Distrital del Concejo de Bogotá número 321 de 2008, que las define en su
artículo primero como “órganos de participación y comunicación entre los habitantes de las
Unidades de Planeación Zonal UPZ y las autoridades responsables de atender la seguridad y
convivencia ciudadana en el Distrito Capital”. Estas sesiones periódicas de interlocución, se
deben constituir en cada una de las UPZ de la ciudad, promovidas por los Alcaldes locales
quienes las presiden, junto con los comandantes de estación de policía, y contar con amplia
participación de los y las ciudadanas de la correspondiente UPZ.
El acuerdo determina las siguientes funciones:
1. Ser órgano de prevención de las autoridades y los habitantes de las Unidades de
Planeamiento Zonal sobre los temas que afectan la seguridad y la convivencia ciudadana.
2. Recepcionar las informaciones y sugerencias que en materia de seguridad presenten los
participantes a las Juntas Zonales.
3. Trasladar a la autoridad competente, la información recibida sobre hechos que puedan
afectar la seguridad o la convivencia ciudadana.
4. Tramitar las quejas y reclamos de los asistentes a las juntas, ante las autoridades competentes, en materia de seguridad y convivencia ciudadana.
5. Promover y acompañar el adecuado funcionamiento de los frentes de seguridad.
6. Velar por la eficiente y oportuna prestación del servicio de policía.
7. Promover la participación del sector privado en la Red de Apoyo y Solidaridad Ciudadana
(Acuerdo 233 de 2006).
35
8. Promover la celebración de acuerdos entre las diferentes entidades gubernamentales y
la comunidad para la solución de problemas que afecten la seguridad o la convivencia
ciudadana. Estos acuerdos señalarán claramente los compromisos adquiridos por el sector
público y el sector privado, y se denominarán pactos locales de convivencia y seguridad
ciudadana que tendrán por parte de la Subsecretaria de Asuntos para la Convivencia y
Seguridad Ciudadana un seguimiento permanente a los compromisos suscritos.
Estas funciones, permiten comprender el carácter e incidencia de la instancia, que pasa por
ser un escenario de deliberación, de circulación de información, de seguimiento y puede
llegar al punto de establecer acuerdos, para solucionar los problemas que se presenten en
seguridad y convivencia en una zona determinada.
Para el adecuado funcionamiento de la instancia, la alcaldía local debe citar por lo menos dos
sesiones al mes, los días sábados, en las que se debe garantizar la participación de la policía
y de servidores públicos requeridos, realizar la convocatoria de la ciudadanía, garantizar los
medios necesarios para la realización de los encuentros periódicos, para lo cual la Secretaria
de Gobierno Distrital tiene la responsabilidad de presentar apoyo logístico a las alcaldías, así
como “adelantar campañas de promoción y sensibilización en las diferentes UPZ, para buscar
la participación masiva de las comunidades en las Juntas Zonales de Seguridad (ARTICULO 7).
Uno de los instrumentos centrales para garantizar la diligencia y efectividad, son las actas
resumen que debe realizar la Subsecretaria de Asuntos para la Convivencia y Seguridad
Ciudadana, que permite la evaluación y seguimiento de los compromisos, como lo plantea el
artículo cuarto del acuerdo:
“Al inicio de cada reunión deben revisarse los asuntos tratados en la anterior junta y
evaluarse los resultados. Si revisados estos temas, se encuentra que no han sido resueltos, se incluirán como compromisos pendientes. Los compromisos asumidos solo podrán
retirarse de las actas cuando hayan sido atendidos…PARAGRAFO. Antes de finalizar la
reunión el Alcalde Local dejará constancia en el acta de su contenido e impartirá las
instrucciones necesarias para su atención. Estos asuntos encabezarán el orden del día
de la siguiente reunión.”
De igual manera, los diagnósticos y los pactos sobre seguridad y convivencia, son instrumentos
que el acuerdo determina para garantizar que la participación tenga resultados en la transformación de la realidad.
4.2. Las Juntas Zonales de seguridad JZS en Teusaquillo
Los espacios e instancias de participación a pesar de contar con una regulación normativa,
no se desarrollan de manera uniforme en todas las localidades y territorios, aunque cuenta
con unas generalidades, así como lo reconoce la gestora de seguridad y convivencia de
la localidad al decir que el desarrollo y accionar de las JZS “depende de la localidad, cada
localidad se adapta a sus necesidades, en términos generales se realizan reuniones periódicas donde la comunidad expone sus problemáticas en términos de seguridad al alcalde y al
comandante de la policía. Además de recorridos por la localidad para conocer de primera
mano la necesidad de seguridad de la comunidad” (Baquero, J. entrevista a gestora de
seguridad y convivencia, agosto de 2010).
En Teusaquillo, de manera particular esta dinámica se hizo complementaria de los ejercicios
previos realizados por el alcalde local, denominados “Alcaldía al barrio”, en los cuales, al inicio
de la administración, se visitaron todos los barrios de la localidad y se recogió información
diagnóstica sobre sus problemáticas.
36
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Cabe resaltar la estructura de la instancia, que refiere unos apoyos, unos espacios de interlocución y el seguimiento a los compromisos, como lo menciona la gestora de seguridad y
convivencia de Teusaquillo, al describir que el proceso en la localidad inicia en el 2009 con la
realización de “27 reuniones de diagnósticos con delegados de las UPZ donde se definieron las
5 prioridades en seguridad de la localidad” (Ibid., página 35). Para inicios del 2010 se reunió a
la comunidad y las instituciones para dar solución a las problemáticas priorizadas a través de
acuerdos.
Una vez firmadas estas actas se enviaron a las instituciones con los compromisos y se empezó
a realizar seguimiento a la gestión de los delegados de cada institución y en junio empezó un
proceso de verificación de las acciones y los compromisos adquiridos” (Ibid., página 35).
La conformación y funcionamiento de las JZS, ha sido planteada como un proceso sistemático, en el que el gobierno administra la política de seguridad y convivencia desde los territorios, con miras a lograr mayor efectividad en la respuesta a las problemáticas, basándose en la
corresponsabilidad, la participación, la información, la producción de acuerdos, la generación
de respuestas integrales y sus respectivo seguimiento.
Sin embargo, la pregunta por la efectividad del espacio y la generación de respuesta acordes,
es un tema importante que se desarrollará en el siguiente aparte, desde la mirada de las y los
ciudadanos participantes del proceso.
4.3. Percepción de la instancia, logros y retos, caso UPZ Galerías
Es evidente que como principal logro se encuentra la disminución de las asimetrías de poder
entre los gobernantes y la ciudadanía, al generar espacios permanentes de encuentro, la
posibilidad de presentar problemáticas y propuesta, la generación de acuerdos y el seguimiento a los mismos.
Como segundo logro, pero no menos importante se encuentra lo relacionado con la implementación de una gestión pública territorializada y participativa, que le permite a los gobernantes una mayor efectividad en la solución de los problemas públicos, en la medida en que
construye respuestas más acordes a la realidad, cuenta con información pertinente y con la
corresponsabilidad ciudadana.
Además, las JZS “hacen que las instituciones se reconozcan y puedan ejercer una coordinación mejor” (Ibid., página 35), ya que en las sesiones han participado funcionarios de las
diferentes entidades, permitiendo gestionar la política de seguridad desde un enfoque integral
no reducido a la presencia policiva, sino reconociendo las múltiples causas de los problemas,
“por ejemplo hábitat se hace responsable con el tema de alumbrado, integración social con
el tema de habitante de la calle, logrando así una vinculación de las entidades del distrito con
la comunidad” (Ibid., página 35).
Las JZS incluyen la presencia de los diferentes sectores de la administración, con acción local,
de manera que se convierten en un buen espacio de encuentro entre ciudadanía y entidades
y permiten la solución de problemáticas más puntuales (manejo de residuos, luminarias etc.)
que resueltas efectivamente afectan la calidad de vida y la percepción de seguridad de
algunas zonas, concretando la seguridad como fortaleza del tejido comunitario.
Sin embargo, este modelo de gestión pública en su funcionamiento e implementación no ha
logrado los resultados esperados, por múltiples razones estructurales y procedimentales, tales
como la rigidez de la planeación y ejecución de los diferentes programas, la desarticulación
37
de los sistemas de información y la carencia de políticas claras de articulación programática, que impiden de manera especial dar respuestas a problemáticas complejas identificadas.
De parte de las entidades públicas no existe una constancia en su participación, como
lo expresan ciudadanos participantes de la instancia: “Se ve la falta de constancia por
parte de la policía” (BAQUERO, J ; HERNÁNDEZ, M. (2010, agosto). [Grupo focal con líderes
comunales]); de igual manera, otro líder participante del grupo focal plantea que “se
propusieron varias reuniones pero no hubo más reuniones, debido a una alta rotación
de funcionarios, que hizo que no existiera una continuidad” (Ibíd.).
El cumplimiento de los acuerdos, como lo expresa un participante: “debido a una falta de
constancia, se realizan muchos acuerdos pero pocos se realizan” (Ibíd.), es el segundo y
posiblemente más importante reto que se le presenta a la instancia, generado por la dificultad de dar solución a problemáticas complejas, tales como el impacto de eventos masivos en
zonas como el Estadio El Campín y el Parque Metropolitano Simón Bolívar o el control efectivo
frente a hurtos a residencias o a personas.
Desafortunadamente la dinámica de las JZS en algunos casos no ha logrado dar respuestas
efectivas a la ciudadanía o no han respondido a expectativas quizá muy altas, generándose
desgaste del escenario de interlocución e inconformidad en los participantes. Genera así una
mayor apatía de la ciudadanía para participar en la solución de dichos problemas públicos,
al no ver resultados claros y concretos, reforzando “la indiferencia de la comunidad” (Ibíd.).
Sin embargo, los líderes comunales también reconocen que los problemas anteriormente mencionados pueden ser percibidos por “una falla en la comunicación, tanto para la
convocatoria como para mostrar los resultados”.
Es así como lo anterior ubica grandes retos para la instancia, en términos de lograr mayor
estabilidad y constancia de la participación de las entidades, la concreción de los acuerdos
establecidos, para lo cual tendrá que flexibilizar la ejecución de sus proyectos y hacer un
seguimiento más sistemático de los compromisos, para así, aumentar la confianza ciudadana
en la efectividad de la participación, y generar un mayor interés de los habitantes por vincularse en la solución unas de las problemáticas de mayor interés comunitario.
4.4. Papel de la organización comunal en la Junta zonal de seguridad de la UPZ
Galerías
Siendo las juntas de acción comunal, la organización social por excelencia de competencia
territorial, su gestión está directamente ligada a mejorar las condiciones sociales, económicas,
ambientales y políticas de un barrio o vereda; son las llamadas a conocer a profundidad los
territorios, sus problemáticas, sus relaciones, como insumo para representar a los y las habitantes ante los actores gubernamentales, en el momento en que estos busquen intervenir dicho
territorio.
Además, la mayoría de las JAC han constituido en su interior comisiones de seguridad, que les
permitirían participar con mayor eficiencia y cualificación; sin embargo, su participación en
términos numéricos no es muy nutrida, dejando en gran parte la responsabilidad a los dignatarios, que también dejan de participar al no encontrar respuestas eficaces a sus problemáticas.
Es así como en la JZS de seguridad de la UPZ Galerías, las JAC han tenido un papel crucial,
reconocido por las y los dignatarios de las juntas al decir que “Las JAC participan activamen-
38
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
te” (Ibíd.), y por la administración, que plantea que “en Galerías ha sido fundamental la participación de los líderes, con disposición y entrega en los procesos de la UPZ” (Ibíd. Página 35).
Su participación se ha concretado en el apoyo de la convocatoria de la ciudadanía, el aporte
en la construcción de los diagnósticos, la presentación de propuestas y el seguimiento de los
acuerdos, como por ejemplo “una de las iniciativas fue la escuela de seguridad, en donde la
participación de la junta fue importante para que se llevara a cabo” (Ibíd. Página 35).
Además de ser importante la participación de las JAC en las acciones anteriormente referenciadas, estás han jugado un papel importante en la democratización de la ciudad, en la
medida que “actúan como representantes de su comunidad” (Ibíd. Página 35) y no de sus
intereses particulares, permitiendo que los intereses comunes de sus representados sean
vinculados en las agendas públicas de la ciudad.
La administración también reconoce que esta participación se debe seguir fortaleciendo “ya
que esto hace que los proyectos tengan permanecía en el futuro” (Ibíd. Página 35), lo que
evidencia que la ciudad es construida por sus habitantes, si estos se vinculan a los procesos de
decisión; sin embargo no necesariamente es alcanzable, si el gobierno no tiene la voluntad de
abrir la esfera pública, a los actores sociales.
4.5. Balances y retos de la organización comunal en las Juntas Zonales de
Seguridad
Los dignatarios comunales al momento en que se encuentra el proceso, plantean que “las
JAC participaron activamente pero al no existir una continuidad, las personas se volvieron
apáticas” (Ibíd. Página 37), haciendo que el proceso se encuentre detenido, por problemas
administrativos. Además queda la pregunta sobre la funcionalidad que ha tenido la participación ciudadana, que aun no logra incidencia en la definición de las acciones a realizar en sus
territorios a pesar de la participación de las JAC en el proceso, la construcción de acuerdos y
la priorización de acciones o territorios de parte de la administración.
Se puede observar que las JAC son fundamentales en la generación de diagnósticos, como
medio del reconocimiento de las problemáticas territoriales, en la promoción de acciones
de mejora de la calidad de vida de los habitantes de sus territorios, emprendiendo acciones
autónomas y autogestionarias, pero aun no han logrado incidir de manera efectiva en la
definición de las políticas públicas que les afectan, haciendo de la participación un ejercicio
instrumental.
Estas organizaciones tienen el reto de fortalecer su participación ciudadana, cualificando sus
accionar, aumentando su cohesión y utilizando los mecanismos de participación y exigibilidad de derechos, con el fin de dialogar con el gobierno de forma más horizontal, con la
generación de propuestas y la sustentación de las mismas mediante instrumentos legales, de
movilización y presión política, como medios para concretar su derecho a la participación.
39
¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
5. LAS JAC EN EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL
DE LA CIUDAD EXPERIENCIA DE LA MESA UPZ 107
La planeación territorial de la ciudad es un tema de importancia para toda la ciudadanía, ya
que afecta de manera directa la vida cotidiana de todos y todas, y es uno de los escenarios
en donde la toma de decisiones no siempre está en la esfera ciudadana, de manera que el
posicionar el derecho a la participación con incidencia alrededor de estas temáticas resulta
por decirlo menos, un reto y una responsabilidad interesantes. En esta medida, la conformación
autónoma de la Mesa de la UPZ 107, como instancia de participación no formal, se constituye en el medio que las juntas de acción comunal encontraron para ejercer su derecho a la
participación y al territorio.
5.1 Conformación de la Mesa
Hacia noviembre de 2009 los presidentes de las Juntas de Acción Comunal de la
UPZ 107 por “la responsabilidad como ciudadanos…así como por la responsabilidad
como presidentes de las JAC” (BAQUERO y HERNÁNDEZ, Grupo focal con integrantes de Mesa UPZ 107) empezaron a trabajar en una estrategia para lograr que la
propuesta de modificación de la reglamentación de la UPZ (norma urbana) formulada
por la Secretaría de Planeación Distrital, incluyera la protección y valorara el carácter
predominantemente residencial de la zona, pues su propuesta inicial parecía orientarse en otro sentido.
En ese entonces, algunos presidentes y presidentas de las juntas “columna vertebral del
proceso” (Ibíd., página 40), con el apoyo de la edil Fanny Jiménez, iniciaron un proceso de
estudio de la propuesta normativa, para reconocer y comprender las dimensiones de las
propuestas de modificación y generar una propuesta alternativa desde la ciudadanía.
Como lo narra la presidenta de la JAC de Quinta Paredes:
“El 1 de septiembre de 2009, fecha en la cual Planeación Distrital presenta una propuesta, ninguno de los dignatarios tenía idea de cómo se manejaba, nos toco sentarnos a
entender los conceptos técnicos para poder hacer una propuesta.
Primero buscamos unos arquitectos, luego recogimos unos planos y nos sentamos en el
barrio a “comer” la terminología y con apoyo de personas que ya estaban más familiarizadas con los términos, se realizo el taller de norma urbana” (BAQUERO, Entrevista líder
comunal, septiembre 2010).
En abril de 2010, el grupo de presidentes de juntas y la Junta Administradora Local convocan a
una sesión general de control político para revisar lo referente al control urbano, escenario de
competencia directa de de la Alcaldía Local. En esa audiencia se remarca que el ineficiente
41
control urbano afecta la calidad de vida en la UPZ, su carácter residencial, y puede generar
como ha ocurrido en otras zonas, que la norma urbana se modifique para hacer legales usos
que ya están extendidos sobre el territorio, como los hoteleros, que en la norma vigente no son
permitidos.
La Secretaria de Planeación Distrital convoca también a una nueva socialización ciudadana
de la propuesta de modificación de la UPZ, y los y las ciudadanas se manifiestan nuevamente inconformes con la información y con las propuestas de cambios de uso, pues en líneas
generales, la propuesta amplía los usos a comercial, de servicios, incluye equipamientos de
escala urbana y densidades mucho mayores de las actuales, respondiendo a la necesidad
de la ciudad de expansión en altura y al modelo de centro extendido, en el cual la UPZ se
encuentra afectada por su ubicación geográfica.
Esta nueva propuesta de modificación, las condiciones de control urbano ya mencionadas
y la noción de la existencia de una Operación estratégica (Anillo de Innovación) y un Plan
Parcial (Proyecto Innobo) a ocurrir en el territorio, animan a los y las presidentas a consolidar un
escenario de reflexión y trabajo frente al tema urbano, denominado MESA UPZ 107.
En el espacio físico de la JAL, se empiezan a reunir periódicamente algunos presidentes de
juntas de acción comunal, residentes interesados por el tema y profesionales también residentes que aportan sus conocimientos profesionales para el análisis de la propuesta de reglamentación de la UPZ, con miras a generar un nuevo documento que recoja de manera cualificada la postura ciudadana frente al tema, pronunciamiento que cuestiona de manera central el
modelo de participación ciudadana en la modificación de la norma urbana y particularmente la profusión de usos propuesta para la reglamentación de la UPZ.
5.2 Proceso y avances de la mesa
En el ejercicio de la mesa se generan dos trabajos paralelos: uno, el seguimiento al control
urbano ejercido por la Alcaldía local y otro, la preparación del pronunciamiento ciudadano
sobre la propuesta de ajuste de la reglamentación de la UPZ.
En lo referente al primer tema, desde la mesa se envían diversos derechos de petición de
información a la Alcaldía local, para hacer seguimiento a las obras construidas sin licencia, o
con licencias diferentes a las del uso del suelo permitido, recuperándose una gran cantidad
de información sobre quejas hechas por vecinos y procesos interpuestos en años anteriores, además de un ejercicio de visitas a los predios cuestionados por parte de vecinos. La
Alcaldía local, por su parte, manifiesta ejercer su tarea de control con recursos insuficientes
lo cual demora el desarrollo de los procesos y suma a ello el derecho al debido proceso, que
permite que los infractores apelen y acudan a diversas instancias extendiendo en el tiempo los
procesos legales.
Frente al tema del pronunciamiento ciudadano, los y las integrantes de la mesa se dan a la
tarea de comprender cuidadosamente la propuesta de norma, realizando diversos ejercicios
pedagógicos apoyados con planos de la UPZ, comentarios de expertos e información de los
y las residentes. De allí sale no sólo un pronunciamiento ciudadano sino la necesidad de dar
a conocer de manera masiva la información y en últimas alertar a los y las residentes sobre los
cambios a ocurrir en la UPZ.
Las JAC cobran aquí gran importancia pues son los depositarios de las dudas y temores de los
residentes y a su vez muchos de sus líderes y lideresas les representan en dinámicas como la de
la mesa e informan posteriormente los diversos desarrollos y avances. Son sin duda uno de los
espacios más eficientes para la circulación de información.
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¿Cómo participan las Juntas de Acción Comunal de Teusaquillo?
Junto a los ejercicios de la mesa, se gesta también una propuesta vecinal denominada “Vide
de Barrio”, que en cabeza de un arquitecto y un diseñador industrial, vecinos del barrio El
Recuerdo, busca hacer un ejercicio de planeación participativa en el barrio, ofreciendo a
las y los vecinos información sobre la propuesta de norma y los cambios posibles del territorio, pero con la idea de que comunitariamente se logre hacer una propuesta de diseño del
barrio que aproveche positivamente la necesidad de expansión de la ciudad e incluya a los
vecinos y vecinas en las ganancias de ese ejercicio; iniciativa que apoya el interés de la mesa
de informar a los vecinos y vecinas.
La Secretaría de Planeación Distrital se pronunció frente al documento ciudadano invitando a
los habitantes a generar una propuesta técnica frente al tema y ha participado en encuentros
con la ciudadanía como una sesión de la mesa territorial ll de Gestión social Integral, en donde
han ofrecido información sobre la propuesta de modificación de la norma, y el foro informativo en el cual se amplió información acerca de lo que concibe la Administración como
renovación urbana.
5.3 Balance y retos de la mesa
La Mesa UPZ 107, es una experiencia muy importante en la que la participación es evidenciada como “el espacio que tiene la comunidad para incidir en las decisiones que los pueden
afectar” (Ibíd., página 40). El escenario pretende hacer posible “la participación de la
comunidad general dentro del proceso de construir ciudad, de construir estadios de discusión
con relación a muchos temas” (Entrevista líder comunal, 22 de septiembre), lo que les permite
ubicarse como sujetos de derechos, con la plena capacidad de intervenir en su futuro y en las
decisiones públicas que lo determinan.
Este ejercicio de participación, parte del encuentro de voluntades y confianzas para generar
acciones colectivas alrededor de la defensa de los intereses colectivos de los ciudadanos y
ciudadanas habitantes del territorio, para lo cual no basta con la organización de los líderes
comunales, sino de la motivación, cualificación y vinculación de cada uno de los residentes,
“ya que la participación es personal e intransferible, la representación solo sirve como canal
de comunicación” (Ibíd., página 40).
Sin embargo, la participación de la ciudadanía no es masiva aun: “pobre, no obstante algunas
personas participan activamente como el arquitecto que ayudo a construir el documento de
propuesta” (Entrevista líder comunal, 22 de septiembre). Aunque la mesa sigue en el ejercicio
de informar, cualificar y organizar a la comunidad porque “la intensión es que la propuesta
salga de la comunidad y no de las 5 personas que se sientan a trabajar; para eso han sido los
talleres” (Entrevista líder comunal, 22 de septiembre) ya que se tiene claro que “cuando las
personas sienten vulnerados sus derechos participan activamente” (Entrevista líder comunal,
22 de septiembre).
Es esta una experiencia de participación significativa para la ciudad en términos de movilización social, ya que a pesar de no contar con recursos financieros ni logísticos propios para el
desarrollo de su ejercicio ciudadano, si han logrado altos niveles de cualificación, información,
construcción de propuestas, socialización y sensibilización ciudadana, gracias a la cohesión
del equipo, las capacidades profesionales de sus integrantes (dos abogadas, un economista,
dos arquitectos y una profesional en ciencias de la educación), así como el apoyo político de
una edil y el respaldo comunitario de las líderes comunales.
La mesa reconoce como logros centrales la creación y visibilización del espacio en sí, que
les ha permitido dialogar con la Administración Distrital de manera cualificada, informada,
cohesionada, ubicándolos como actor importante en el proceso, hasta el punto que se les
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presenta la propuesta, se generan espacios de deliberación y en últimas, “por lo menos saben
que la comunidad está aquí y está pendiente de lo que pasa, es un logro intangible pero está
sucediendo” (Entrevista líder comunal, 22 de septiembre).
Así la mesa se ha constituido en una de las experiencias de participación más importantes de
la localidad, que desde su autonomía y autogestión han logrado la ubicación de sus intereses
en la agenda pública de la ciudad, constituyéndose como actores parte del ordenamiento
territorial de la localidad y de Bogotá.
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6. CONCLUSIÓN
Con base en los procesos de las instancias referenciadas de la localidad de Teusaquillo, se
pueden observar características del modelo de democracia y de participación de la localidad,
que puede no ser distante del de la ciudad, para lo cual se realiza a modo de conclusión un
análisis en términos generales de los rasgos democráticos más importantes de la localidad.
Para iniciar, es importante reconocer que Bogotá cuenta con un gobierno Distrital compuesto por el Alcalde Mayor y doce sectores administrativos, llegando a este cargo a partir de su
inscripción como candidato por un partido político y con un plan de gobierno, siendo elegido
por voto universal y mayoría simple. Sin embargo, del mismo ejecutivo hace parte el Concejo de
Bogotá, como cuerpo colegiado conformado por concejales, que fueron elegidos mediante
voto popular.
Siendo estos los líderes políticos de la ciudad, elegidos para gobernar con un plan de gobierno
y unas propuestas programáticas, definen los planes de desarrollo, presupuestos, políticas
públicas y normas que regirán la ciudad como mínimo por un periodo de cuatro años. Además,
la estructura del gobierno Distrital ha avanzado en su descentralización interna, constituyendo 20 localidades, que cuentan con una Junta Administradora elegida por voto popular y un
alcalde local elegido por el alcalde mayor de terna presentada por la JAL, los cuales cumplen
las veces del gobierno Distrital, en cada localidad.
Estas autoridades de la ciudad, son posibles gracias al ejercicio de la democracia representativa, que recoge intereses y necesidades diversas, permite el control horizontal entre los diferentes órganos de poder como medio de contrapeso, garantiza gobernabilidad y la concreción
progresiva de los fines del Estado, en torno al desarrollo de la ciudad y la calidad de vida de
la población.
Sin embargo, este modelo de democracia también con grandes limitaciones, pues la elección
de un Alcalde, unos concejales y unos ediles, no garantizan que los intereses, imaginarios y
necesidades de toda o la mayoría de los y las habitantes de la ciudad sean representados,
ya que en la constitución del “pueblo” no todos pueden votar y de los que tienen la facultad
lo hacen menos del 60%, quienes en un alto porcentaje no cuentan con toda la información
y cualificación para elegir, y son persuadidos por estrategias de marketing, imagen política y
prebendas personales.
Además, en lo que respecta a los gobernantes, estos no cuentan con información completa y
permanente para representar efectivamente a la ciudadanía, por lo tanto las respuestas a los
problemas públicos no logran altos niveles de eficiencia y eficacia; existe una alta discrecionalidad en la formulación y ejecución de las políticas públicas, que pueden llegar a favorecer
intereses muy particulares, así como permitir corrupción y clientelismo.
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Por lo tanto es la democracia participativa, el complemento que se ha reconocido como
necesario para solucionar estos problemas de dirección social, para que la ciudadanía tenga
mayores posibilidades de intervenir en la construcción de lo público, promoviendo así la participación ciudadana, mediante estrategias como la conformación de las instancias de participación, promovidas por la administración o por la misma ciudadanía.
Las instancias analizadas demuestran que la participación les ha exigido y permitido cualificarse, organizarse y movilizarse para ser incluidos como actores claves y poder vincular sus temas
en la agenda pública de la ciudad, sustentando el supuesto de Platón y Weber, sobre que la
participación política debe ser ejercida por lideres cualificados y aptos para gobernar.
Sin embargo, las tres condiciones que Cortina identificó como fundamentales para que la
democracia representativa no sea más participativa, permanecen en el sistema político de
Bogotá, en la medida que la ciudadanía ha tenido que autoformarse para disminuir la desigualdad política, las decisiones importantes de ciudad no son consultadas con la ciudadanía y los
procesos de participación generados, no presentan resultados específicos, lo que aumenta la
apatía política de la ciudadanía, limitando la democracia a la elección de los gobernantes.
Es así como se teje una perpetua disyuntiva entre mayor o menor democratización de la
sociedad Bogotana, con la tensión entre las fuerzas de poder, que buscan concentrarlo y
las que buscan democratizarlo, escenario en el cual la ciudadanía ha tenido que hacer un
gran esfuerzo de organización, cualificación, investigación y movilización para disminuir las
asimetrías de poder constituidas por el mismo sistema.
Estos esfuerzos ciudadanos, son diversos y particulares para cada experiencia dependiendo
de su carácter formal o no formal, de sus diferentes recursos, niveles de organización ciudadana, cualificación de los actores y acompañamiento de las entidades públicas.
Con respecto al caso formal de las Juntas Zonales de Seguridad, se pudo observar que el
proceso es my dependiente de la dinámica institucional, haciendo que la movilización social
sea limitada y medida por las condiciones generadas y no por el nivel de organización y
cualificación de sus actores. En esta medida, el espacio logró niveles de eficiencia y éxito al
punto de la generación de un espacio de interlocución entre la administración y la ciudadanía alrededor de las problemáticas de seguridad, pero pierde fuerza en el momento de dar
respuesta a las problemáticas identificadas, por razones de gestión pública.
Por el contrario, la instancia informal de participación en el ordenamiento territorial de la
ciudad, ha tenido un mayor nivel de movilización desde su autonomía, por el interés de sus
actores en organizarse, cualificarse, investigar, construir propuestas, informar a la ciudadanía y
realizar un marketing de sus propuestas, dependiendo directamente del trabajo de sus actores
y del colectivo en su conjunto y no de actores externos, contando con grandes ventajas en
términos de capacidades académicas, poder político y representación social.
Son dos vías para emprender los procesos de participación, en los que la ciudadanía con sus
intereses busca incidir en los asuntos públicos que les afectan, sin embargo es evidente que
la autonomía ciudadana, la cualificación y su organización son factores fundamentales para
lograr sus objetivos.
En ambos procesos las organizaciones comunales juegan un papel fundamental, en la medida
que son actores con un nivel de cualificación, información y legitimidad importante tanto
para la ciudadanía en general como para los actores de la administración pública, ya que se
encuentran conectados directamente con los territorios, sus síntomas, condiciones y relaciones
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sociales, por lo tanto se constituyen en actores fundamentales en el momento de implementar una política pública.
De igual forma, los casos permiten identificar que las organizaciones comunales a pesar que a
su interior no logran altos niveles de cohesión, si permiten representar de manera más directa y
efectiva los intereses y necesidades de los habitantes de los territorios que representan, lo que
les permite interactuar entre los diferentes líderes comunales, generar consensos y emprender
acciones colectivas que les sean rentables a todos.
Todos y cada uno de estos procesos constituyen un aprendizaje para la ciudadanía en su
conjunto, en la movilización para incidir en lo público con miras a consolidar sistemas de
autogobierno y autorregulación de las sociedades, consolidando un sistema complementario
entre representación y participación, en el que el ejercicio de los derechos políticos, permite
un equilibrio de poderes, mejor dirección social y promoción efectiva del desarrollo integral.
Este modelo integrado se debe seguir consolidando desde la deliberación, la generación de
consensos y el respeto de la regla de las mayorías sin detrimento del bienestar de la minoría, el
reconocimiento de la pluralidad y la concreción de la cooperación.
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