«¿Cómo renovar la opción por los pobres hoy?» - CIEC

«¿Cómo renovar la opción por los pobres hoy?»
P. Gastón Garatea, sscc.*
Se me ha pedido compartir ¿Cómo renovar la opción por los pobres hoy? ¿Cuál es nuestro
compromiso por la defensa de la vida?
Creo que la renovación de la opción por los pobres en nuestra tierra pasa por varios
estadios:
Ver la realidad de lo que ocurre realmente en el Per con ojos de evangelio, es decir, saber
que estamos pecando contra el plan de Dios.
Los pobres no son pobres por casualidad, sino que son obra de esa falta de Ética disfrazada
de mil formas que nos permiten vivir en medio de los pobres con la mayor tranquilidad:
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En esos pobres, que viven en medio de nosotros, está presente el Señor.
Los religiosos y religiosas estamos llamados a ser signos del Reino, y la primera cosa que
tenemos que hacer es descubrir la presencia de Dios entre los pobres: ¡Tuve hambre y
me diste de comer....! (Mt 25,40).
Una lectura religiosa del Evangelio nos hace descubrir la presencia de Jesús en el rostro
de cada uno de los pobres, que no son nicamente cifras de estadística, sino que son
esas personas despreciadas y desprotegidas por el mundo oficial, las que nos van
mostrando de verdad el auténtico rostro de Dios aunque nos parezca imposible.
Una de las características más auténticas de la Vida Religiosa es esa dimensión poética,
es decir que nos hace ver aquello que normalmente no se ve.
Pero, no sólo vemos sino que decimos lo que vemos. Y aquí comienzan nuestros problemas,
pues la interpretación de lo que vemos y la sensibilidad que nos permite ver a Jesús no es
siempre la misma.
Lo cierto es que todo lo que nosotros podamos hacer tiene que estar en la línea del
seguimiento, de discípulos y discípulas del Señor Jesús: formar parte del mundo de los
desposeídos.
La experiencia de Dios que es un momento de discernimiento, nos va a mostrar justamente
en la oración, que la presencia de nuestro Dios se da con los más pobres de los hermanos.
Me parece que tenemos que tener una reflexión de esas que llamamos llenarnos de Dios y
descubrir la presencia del Señor vivo y presente entre los humanos. Es el momento que
desde nuestra experiencia de Dios podemos buscar una mayor lucidez.
Hay que buscar ordenar lo que nos ha pasado, para saber decir lo que hemos concluido.
El tercer momento es actuar evangélicamente. Este es un asunto que tenemos que tomar
muy en serio pues podemos estropear todo lo bueno que hemos hecho y vivido.
El compromiso es dar la vida por los que se ama.
Cada día estoy más convencido de que la verdadera opción en nuestra vida, ES DAR LA
VIDA POR AQUELLOS QUE LA TIENEN RECORTADA.
La cosa más nefasta que hemos tenido en los últimos treinta años en el Per ha sido la falta
de respeto a la vida, y precisamente a la vida de los más pobres.
Conocemos bien que la población civil de las zonas andinas fue violentada por parte de
grupos terroristas y por algunos sectores de las Fuerzas Armadas; el respeto a la debilidad
del otro, a la vida del otro no se tuvo en cuenta.
Comprometernos con el Proyecto de Dios como miembros de este pueblo, de esta Iglesia,
nos debe llevar a seguir entregando la vida, pues Esta hay que regalarla como un regalo que
se recibe y se da.
* P. Gastón Garatea, sscc., compartió su experiencia como religioso participando en una
Institución del Estado y sociedad Civil. Actualmente es Presidente de las Mesas de
Concertación de Lucha Contra la Pobreza, - MCLCP- y fue miembro de la Comisión de la
Verdad y la Reconciliación.
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