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E S PA Ñ A
LA INVESTIGACION
«¿Cómo metisteis tantos detonadores
en el centro de Madrid?»
Los dos últimos etarras detenidos en Cuenca dialogan con los arrestados por el 11-M en
el módulo de aislamiento de Soto del Real pese a la orden judicial de incomunicación
LUIS F. DURAN
MADRID.– El módulo de aislamiento de la cárcel de Soto del Real se
ha convertido en un polvorín. Allí
comparten espacio los detenidos
por los atentados del 11-M, los dos
últimos etarras apresados en Cuenca con 536 kilos de explosivos,
miembros de Al Qaeda y peligrosos
criminales como Alfredo Galán, el
Asesino de la Baraja, o el moldavo
Pietro Arcan. Hay tantos reclusos
en este búnker de la cárcel que se
está incumpliendo el aislamiento
judicial ordenado para los arrestados del 11-M por el juez Juan del
Olmo, según denuncian fuentes
sindicales.
Este grupo de presos ni siquiera
permanece incomunicado ya que
pueden hablar entre sí a través de
las ventanas posteriores de sus celdas, que dan al patio interior, de
acuerdo con las mismas fuentes
sindicales. En concreto Gorka Vidal, el etarra que conducía la furgoneta con los explosivos descubierta
en Cañaveras (Cuenca) por la
Guardia Civil, tiene como vecino de
módulo, en la celda contigua, a Mohamed Chaoui, de 33 años, uno de
los primeros cinco detenidos por la
masacre de Madrid. Lo que más ha
llamado la atención es el diálogo
fluido entre los dos presuntos terroristas de distintas ideas. «¿Cómo
metisteis tantos detonadores en el
centro de Madrid?», le ha llegado a
preguntar Gorka Vidal. En algunos
momentos del día, el etarra sigue
interrogando a Mohamed y le lanza
comentarios relacionados con la
preparación del atentado. Ambos
parecen entenderse a medida que
avanzan los días, a pesar de que deben permanecer apartados y separados, según los funcionarios.
Los trabajadores de la cárcel de
Soto han denunciado en varias ocasiones el hecho de que «presos peligrosísimos pueden hablar e incum-
plir el régimen de aislamiento e incomunicación decretada por el juez
Del Olmo». «Es inaudito que reclusos de este calibre puedan hablar y
compartir información pese a que
lo tienen prohibido», indicaron.
José Ramón García, coordinador
nacional del sindicato CSIF en el
departamento de Interior, denunció
ayer que el problema del módulo de
aislamiento es consecuencia de la
masificación que sufre el centro penitenciario. «Soto del Real es una
cárcel ideada para 1.002 presos y
en estos momentos hay 1.795. Lle-
Presos protegidos
El día del atentado
del 11-M, Instituciones Penitenciarias decidió aislar a
los presos etarras
de Soto del Real.
Los presos comunes comenzaron a
insultarlos y amenazarlos al culparles de la masacre de
los trenes de Madrid. Ese mismo
día, ya por la noche,
el director de Soto
decidió proteger en
el módulo de aislamiento a los reclusos
relacionados
con Al Qaeda al empezarse a sospechar
que podrían estar
detrás de la tragedia. El máximo responsable de la prisión pretendía evitar el contacto de
estos reos con el
resto de internos
que podrían haberse enterado por la
radio o la televisión
de que se había descubierto un cinta
con versículos del
Corán en la furgoneta con los detonadores hallada en Alcalá de Henares.
Cuatro días después del atentado,
los etarras aislados
volvieron a su régimen ordinario. Los
internos vinculados
con el terrorismo islámista siguen separados del resto.
vamos mucho tiempo denunciando
este hacinamiento y nunca hay soluciones». «El problema», continúa
García, «es que estos inconvenientes han degenerado en esta falta de
seguridad en la cárcel como el que
está sucediendo en el módulo de
aislamiento».
Partes de servicio
Desde la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior, se
asegura que el módulo de aislamiento de Soto «cumple rigurosamente la legislación en materia de
incomunicación». Además, señalaron que los funcionarios del módulo de aislamiento deberían haber
reflejado en un parte el hecho de
que los presos estaban hablando
entre sí.
Sin embargo, los trabajadores de
la cárcel mantienen que en los últimos días han redactado escritos y
partes de servicio denunciando la
«imposiblidad de mantener la incomunicación de estos reclusos peligrosos en las circunstancias que se
encontraban». Asimismo, denuncian que varios presos comunes
que permanecen ingresados en el
módulo de aislamiento han amenazado de muerte a los detenidos del
11-M en las dependencias de Soto.
Detenidos tres
miembros de una
célula ‘durmiente’
del GIA argelino
P. TORMO / E. GISBERT
VALENCIA.– La Policía Nacional ha detenido a tres hombres
en la provincia de Valencia que
presuntamente integraban una
célula durmiente del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino.
La operación se inició el lunes con la detención de dos de
los fundamentalistas en la ciudad de Valencia y en la localidad de Tavernes de Valldigna, a
57 kilómetros de la capital. La
Jefatura Superior de Policía de
Valencia se apresuró a informar a última hora de ayer de
que, en principio, los detenidos
no tienen relación directa con
los atentados del 11-M, aunque
tampoco descartan ninguna hipótesis. Los dos primeros detenidos son dos hombres de nacionalidad argelina que responden a las iniciales A.B.–de 40
años– y H.K.A. –de 47 años y
conocido como Husein–.
Ayer por la tarde se dio por
culminado el cerco al grupo con
la captura del tercero de sus
miembros, también en la ciudad de Valencia. Se trata de
S.S.A., un individuo de nacionalidad siria de 40 años que responde al sobrenombre de Abú
Ubaida y a las iniciales.
Los agentes que llevan la investigación interrogaron ayer a
los tres detenidos y analizaron
los documentos intervenidos
durante los registros que practicaron en sus domicilios.