'Recartografías', o cómo volver a poner la provincia en el - Unizar

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Diario T eruel
de
TERUEL•
Domingo, 26 de enero de 2014
•EXODO RURAL•LUIS DEL ROMERO Y ANTONIO VALERA CATALOGAN MÁS DE 50 PUEBLOS CASI OLVIDADOS
Imagen de las calles desiertas del antiguo núcleo rural de Mas Blanco, en el actual término de San Agustín. Luis del Romero
‘Recartografías’, o cómo volver
a poner la provincia en el mapa
La asociación estudia el fenómeno del abandono y el olvido de numerosos pueblos de Teruel
Miguel Ángel Artigas Gracia
Teruel
Torre de Alcotas (Manzanera),
Mas Blanco (San Agustín), Las
Dueñas (Arcos de las Salinas), El
Colladico (Loscos), Barrio de las
Minas (Libros) o Las Casillas de
Bezas (Albarracín) son algunos
de los lugares fantasma que existen en la provincia de Teruel. En
su día fueron barrios o pueblos,
algunos de ellos prósperos y hasta bulliciosos, con sus escuelas,
sus centros de producción y sus
fiestas patronales. Por diversos
motivos fueron abandonados y
después olvidados, de suerte que
ya no aparecen en los mapas modernos y ya casi no queda nadie
vivo a quien se le haya perdido
nada allí. En el mejor de los casos, con sus casas silenciosas y
sus ermitas, parideras o fábricas
medio derruidas, solo sobreviven
en la cabeza de los habitantes de
la contornada, como una simple
referencia geográfica.
Si se comparan dos mapas topográficos de la misma zona,
uno de mediados del siglo XX y
otro actual, resulta difícil adivinar que representan el mismo
trozo de tierra . El antiguo, en
apenas 30 km2, contiene numerosos topónimos de forma abigarrada; el nombre de los barrancos, rochas, veredas, sendas,
fuentes, corrales, cabezos y masadas se superponen unos a otros
luchando por hacerse un hueco
en el papel. El mismo mapa sesenta años después apenas tendrá media docena de mases y algún camino comunal. Está vacío
y no porque el mapa esté mal elaborado, sino porque el territorio
turolense, más allá de las carreteras asfaltadas, se está quedando
vacío.
Recartografía la provincia
Luis del Romero y Antonio Valera
son profesores de la Universidad
de Valencia, autores del libro Territorios abandonados; Paisajes y
pueblos olvidades de Teruel, y
miembros de la asociación Recartografíar, que trata precisamente
de rescatar del olvido esos pueblos y masadas abandonados de
Teruel, Castellón y Valencia.
Su objetivo no es solo elaborar un catálogo de núcleos deshabitados y recuperar todas las referencias históricas, demográficas y geográficas posibles, sino
además colaborar con grupos como SOS Mundo Rural, que trabajan para promocionar el regreso
de jóvenes emprendedores a las
zonas rurales.
No es un trabajo fácil y el
tiempo juega en su contra. Luis
del Romero y Antonio Valera
abren su Pueblos abandonados
de Teruel con un ejemplo casi
dramático. El de un valle, que
han rebautizado como Cañada
pues no se conservan mapas o
documentos que indiquen como
se llamaba –se encuentra cerca-
• • • El libro
‘Territorios
abandonados; Paisajes
olvidados de Teruel’
recoge más de 50
referencias …
no a Villel–. Cuando la escuela
mixta fue cerrada y poco antes de
que se convirtiera en una corral y
las pocas familias que quedaban
se marcharan a principios de los
años ochenta, alguien guardó en
la buhardilla del edificio libros
escolares, libretas con dibujos de
los alumnos y un calendario de
1979. Es un museo improvisado
“a punto de derrumbarse”, advierten los autores del libro. “Y
cuando eso suceda habremos
perdido un pequeño fragmento
más de cultura y de conocimiento del territorio”.
Un desierto demográfico
A lo largo del último siglo Teruel
ha perdido casi la mitad de la población que tenía, y la que hay
está mucho más polarizada que
entonces, concentrándose en Teruel capital, el Bajo Aragón con
Alcañiz a la cabeza, Calamocha y
Utrillas. Fuera de estos territorios
la densidad de población es de
menos de 10 habitantes por metro cuadrado, lo que a efectos es-
tadísticos se considera un desierto demográfico.
Además los censos oficiales
ofrecen distorsiones tras las cuales el panorama todavía es menos alentador. Así, en varios pueblos estudiados en el trabajo de
Del Romero y Valera aparecen varios habitantes censados, por
motivos sentimentales o fiscales
normalmente, aunque de hecho
no tienen ningún residente fijo
durante el año.
Los motivos por lo que una
zona del territorio se convierte
en una 'shrinking city' –ciudad o
región menguante– es el envejecimiento de la población asociado a las bajas tasas de fecundidad y, sobre todo, el éxodo rural.
Este ha acabado con la población
de varios núcleos turolenses en
la segunda mitad del siglo XX
fundamentalmente por la crisis
de los sectores agrícola y ganadero (El Alconzal o Torremocha, en
el Maestrazgo, El Campo o Escriche en la Comarca Comunidad
de Teruel, El Cañigral o Val de Cabriel en Albarracín o La Cervera,
La Dueñas, Paraíso Alto o Tarín
Nuevo y Viejo en Gúdar-Javalambre, por ejemplo) y las crisis
industriales y el fin de la política
autárquica que eliminó los aranceles a la importación de materias primas (Barrio de Las Minas
en Teruel, Rambla de Martín en
las Cuencas Mineras, Las Salinas
en Gúdar-Javalambre o Sierra
Menera en el Jiloca).
Otros pueblos fueron abandonados de forma forzosa por motivos heterogéneos; Santolea y
buena parte de los mases cercanos se quedaron vacíos tras la
construcción del pantano de Santolea que anegó gran parte de los
pastos y huertas de un fértil valle, y Las Casillas de Bezas vivió
su declive a partir de las políticas
de repoblación de pinos en montes de utilidad pública, tradicionalmente utilizados para pastos,
caza y aprovisionamiento de leña.
Un caso especial que reseña
Luis del Romero es el de La Estrella (Mosqueruela). Las lluvias de
octubre de 1883 arrastraron parte
de una ladera destruyendo 26 casas y matando a una veintena de
personas. A partir de ahí se inició
un declive del que nunca se recuperaría, aunque actualmente todavía cuenta con dos habitantes
nacidos allí. Otro caso, el de Mas
de Llaurador (Matarraña), es el
de un próspero pueblo evacuado
y destruido durante la guerra civil, hasta el punto de que jamás
se planteó su reconstrucción.
Entre las soluciones que se
apuntan desde la asociación Recartografías se apunta “un cambio de filosofía” y la concepción
de que “por estar donde están
cuentan con unos recursos ganaderos, agrícolas o turísticos que
no están en otros sitios”, según
Luis del Romero, “y que por tanto representan oportunidades
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para emprender un proyecto económico”. En cualquier caso la solución no pasa, según este profesor valenciano, “por los grandes
macroproyectos, los grandes dispendios de dinero público que
buscan atraer a muchas personas”. Según Del Romero, las pocas veces en las que este tipo de
proyectos tienen éxito atraen a
personas “que acuden por la desesperación derivada de la coyuntura de crisis”, que abandonan
los pueblos una vez que la situación económica cambia.
Tampoco se trata de pretender
que zonas con 5 habitantes por
metro cuadrado de repente se
conviertan en polos de desarrollo, porque no es un horizonte realista: “lograr y mantener una
cierta población que permita que
un pueblo sea accesible y tenga
servicios me parece lo deseable,
me parece que es calidad de vida”, sostiene Del Romero.
Seminario en Valencia
La asociación Recartografías realizará un seminario sobre despoblación que llevará por título
Descartografías, del 20 al 22 de
febrero, en el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local
(IIDL) de Valencia. Constará de
varias charlas de especialistas sobre despoblación como Joan Noguera, doctor en Geografía y director del IIDL, el propio Luis del
Romero, Agustí Hernández, escritor y periodista, y miembros
de SOS Mundo Rural y la Asociación par ala rehabilitación de
Pueblos Abandonados de España. En ellas se hablará sobre la
despoblación, sus causas, y modelos sostenibles para emprendedores e iniciativas empresariales
en el mundo rural.
Además por esas fechas se inaugurará en Valencia la exposición Territorios abandonados.
Paisajes y pueblos olvidados de
Teruel, compuesta por material
encontrado en casas abandonadas. La muestra fue estrenada en
Calamocha, actualmente está en
Mas de las Matas de donde viajará al IIDL valenciano antes de
exponerse en Cantavieja, aproximadamente en el mes de marzo.
El sábado 22 de febrero concluirá el seminario con una excursión por la provincia de Teruel, en la que se visitarán varios
de los núcleos fantasma reseñados en el libro de Luis del Romero y Antonio Valera.
Barrio de Las Minas, en las inmediaciones de Villel. L. R.
Ruinas de El Cañigral, en la Comarca Sierra de Albarracín. L. R.
Mas del Navarrete, en Camarena de la Sierra. L. R.
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