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Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana
Número 8 (1)
NOTICIAS SOBRE VISITACION SIVILA. UN ALMA MILAGROSA EN
JUJUY, ARGENTINA
Some news about Visitacion Sivila. a miraculous soul in
jujuy, Argentina
Alicia Ana Fernández Distel*
RESUMEN
En este trabajo se desarrollará todo lo que se conoce por tradición oral, por noticias
periodísticas y trámites judiciales sobre la vida, muerte y leyenda de la muchacha llamada
Visitación Sivila. Su existencia transcurrió entre los años 1880 y 1907 en las afueras de
la ciudad capital de la provincia de Jujuy. Su muerte seguida de violación y antropofagia,
impactó en el imaginario popular transformándola en una mártir milagrosa. Sobre todo
entre los jóvenes estudiantes, convencidos de que ella los escucha y cumple sus ruegos.
Aún hoy llenan de exvotos su lugar de martirio y la tumba en el cementerio citadino
donde fue enterrada.
Palabras clave: milagro, mártir, ofrenda, tradición oral
* Espacio de Arte Nicasio Fernández Mar, 4600 Tilcara, Jujuy, Argentina. aliciana04@
hotmail.com
A. A. Feranandez Distel 2014. Noticias sobre visitación sivila, un alma milagrosa en
Jujuy, Argentina. Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana 8 (1):
71-83. Buenos Aires.
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Taboada y Farberman 2014: 71-83
RESUMO
Aquí vai correr tudo conhecido pela tradicao oral e reportagens e procesos
judiciaiais, sobre a biografia da garota chamada Visitacao Sivila. Sua vida foi levou entre
1880 e1907 nos arredores da Capital da Provincia Jujuy, Argentina. Sua morte seguido
de violação e canibalismo impactou no imaginário popular transformando a numa mártir
milagrosa. Sobretudo para os jovens estudantes, que ainda hoje enchem de exvotos seu
lugar de martírio e a tumba no cimitério citadino onde foi enterrada.
Palavras-chave: milagre, mártir, oferenda, tradicao oral.
ABSTRACT
Here will be elaborated everything that is known by “oral tradition”, journalistic
news articles and juridical procedures about the biography of the girl called Visitación
Sivila. Her life elapsed between the years 1880 and 1907 in the outskirts of the capital of
the province of Jujuy, North Argentina. Her death followed by rape and anthropophagy
impacted on the popular imagination, transforming her into a miraculous martyr. Above
all young students who still today fill with votive offerings the place of her martyrdom
and the grave at the town cemetery where she was burned.
Key words: Miracle, martyr, offering, oral tradition
INTRODUCCIÓN
Se podría decir que en el siglo XX, Argentina, en toda su geografía,
se ve matizada por apariciones sobrenaturales y almas milagrosas aunque
el Noroeste y el Nordeste son los más prolíficos. De ello deriva una herencia
tangible e intangible etiquetable como “religiosidad popular”.
Ya desde la época de los caudillos a mitad del siglo XIX, comienzan
a darse los primeros acontecimientos asociados a milagros y a pobladores
heroicos. Uno de esos héroes casi anónimos con máxima fama, es la
Difunta Correa1.
En este trabajo también hablaré de una “difunta”, de gran resonancia
en Jujuy, la provincia más norteña y más andina de la República
Argentina. Se trata de una mujer común, cuya muerte violenta, cruel,
solitaria, terminó por conmover a la gente. A partir de ese hito comienza
a crecer su fama y su leyenda.
Hacer una hagiografía2 de Visitación Sivila es prácticamente
imposible, pues de su existencia real poquísimo se sabe. Era una
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campesina con una hija producto de una unión anterior y con un marido
honesto y trabajador, habitando una chacra del cordón periurbano de
la capital de provincia.
La existencia de Telésforas Castillo, Difuntas Correas, Gauchitos
Giles3, se da como fenómeno local. Son conocidos por el boca a boca y así
se mantienen por décadas. En el caso de Gilda o Rodrigo4 ya entran a jugar
los medios de comunicación en su difusión, la que se torna masiva.
Podríamos hipotetizar que en la Argentina del siglo XX, la
generalización de santos locales viene aparejada con la intercomunicación
del país. Así, en periódicos de Jujuy de 1908, una ciudad de 20.000
habitantes pero con dos diarios de circulación abierta, las noticias del
progreso del juicio al victimario de Visitación Sivila se difundieron con
truculencia. Su traslado a Buenos Aires y finalmente a Ushuaia fue
seguido por los jujeños con ahínco. La radiodifusión también tuvo su
rol.
A su manera, cierto papel, en ésta como en otras “santificaciones
populares”, lo tuvo el Credo Católico en general. No se puede decir que
el Obispado de Jujuy haya bloqueado o propiciado el hecho, pues para
la época no existía tal institución eclesial.
Los nuevos promesantes respaldados en las palabras de Jesús “la fe
mueve montañas” dieron rienda suelta a una admirativa actitud frente a
la tan castigada Sivila. La Iglesia del momento toleró a disgusto el culto
y también intentó secularizar las prácticas5.
Las herramientas heurísticas para crear una veneración nueva,
las extrae en estas regiones, el creyente católico (por si solo) ya que está
atosigado de un santoral que no deja día libre sin recordaciones. Incluso
es visto con simpatía, que un ser absolutamente local y común, del propio
entorno, pueda estar señalado por La Gracia Divina. Ello contrarresta la
hagiografía pletórica de santos foráneos, cuyos milagros no se alcanzan
a entender totalmente. La mencionada necesidad de encontrar figuras
regionales, más vívidas y creíbles, es una de las razones posibles del
crecimiento, en un marco provinciano de un siglo atrás, de esto de las
“almitas” o difuntos milagrosos.
EL FUNDAMENTO ÍNTIMO DE RECURRIR A UNA “ALMITA”
La razón radica en que se reconoce en ella el don de interceder entre
la Divinidad Suprema -el mismo DIOS- y el peticionante. La condición es
rogarle a la “almita”, con recogimiento y unción. La oración es un alimento
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gratificante para el difunto dispuesto a ayudar a los vivos6. En ese
“reconocer”, está el intuir que el fallecido fue un alma sensitiva, propensa
a “oír” o que se volvió sensitiva con el tremendo martirio sufrido.
Como ser de exacerbado poder comunicacional, ese muerto, en su
existencia ultra terrena, puede lograr beneficios para sus creyentes. En
este marco de ideas se entiende que él escucha cuando vienen a pedirle
cosas y también cuando regresan a agradecerle.
Una mediación con Dios Nuestro Señor Creador no viola los
preceptos eclesiales aunque no sería correcto solicitar soluciones o
beneficios monetarios especulativos. Sin embargo, esto sucede: vi en
el Templete de Visitación Sivila, por ejemplo, un ticket de tómbola, lo
que significa que hasta un jugador empedernido no duda en llevar su
petición.
En el empeño, se recae en el prometer el pago de un precio material
o simbólico de obtenerse la “gracia”. Por ello, y al no mediar trámites
formales de canonización (Coluccio 2003:7), la Iglesia mantiene distancia
respecto de estas figuras: siempre subyace a ellas el pecado de simonía7.
En el caso de Visitación Sivila, alma santificada no oficialmente, la Iglesia
Argentina se abstiene de propiciar el crecimiento del culto. Esta mujer
yace en un cementerio público, la iconografía que la acompaña es la del
Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen María, San Expedito, las santerías
no generan imágenes del Almita Sivila.
SU VIDA
Varios autores se dedicaron a esta figura, sobresaliendo tres trabajos:
el de Bidondo Carrillo (1973), el de Amanda Torres (1983) y el de Antonio
Paleari (1983). El primero y el último recurren a documentación judicial
(la misma en la que se sustentó esta noticia y que está depositada en el
Museo Policial de Jujuy. En contraste con las dos fuentes mencionadas
la Sra. Torres8 realiza una fantasía panfletaria que pivotea sobre el tema
de la posible tercera reincidencia de un femicidio por parte del victimario
Condorí.
Respecto a fuentes de circulación nacional hay que mencionar a
Félix Coluccio (1999, 2003). En ambas se incurre en el serio error de
confundir fechas. Además se percibe que el investigador Coluccio al
no haber tenido acceso al trámite judicial, en todos sus pormenores,
desconoció el episodio de la violación post mortem / antropofagia.
De todos modos habría que decir que el culto a Visitación “Almita”
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Sivila sigue en Jujuy y que los fieles no acuden con lecturas previas y con
preconceptos derivados de estos textos. Así el boca a boca de los milagros
concedidos produce un reguero de visitas a los dos polos geográficos que
tiene este culto: el lugar del asesinato donde se conserva en pie un árbol
de aquella época y la tumba en el cementerio de El Salvador.
Visitación fue una mujer del campo, casada legalmente con
un hombre con quien escasamente llegó a convivir y con una hija
prematrimonial previa. Con ese segundo marido compartía una existencia
feliz. Él era un quintero, bastante mayor que ella, tal vez por ello, de esta
segunda unión no se mencionan hijos.
Visitación, continuamente recibía requiebros y ofrecimientos
amorosos de otros “gauchos” de la zona. Por ello sabía defenderse y no
temía hacer kilómetros sola, a caballo, por la maraña peri fluvial del
río Grande de Jujuy9 para llevar productos o para a su vez comprar lo
necesario para su casa de campo en Los Blancos (Figura 1). Toda mujer,
por esas épocas, montaba con pollera y en una montura especial para
las damas. Si lo hacía en montura masculina, como surge de los testigos
del juicio, dejaba percibir sus piernas, objeto de particular erotismo.
En este marco, montando “a lo gaucho”, un 1º de junio de 1907
hacia la hora de la siesta, regresaba Visitación de hacer sus compras en
la ciudad capital (San Salvador de Jujuy). Luego de cruzar rumbo a su
casa, el anchuroso río Grande la sorprendió un tal Leonardo Condorí.
Campesino joven como ella, misógino pero con arrebatos sexuales
incontenibles, trató de convencerla de mantener relaciones sexuales.
Ella vislumbró la peligrosidad de una negativa tajante, lo entretuvo
y amagó una fuga. Al ver él que no lograría convencerla, aun habiendo
ofrecido un pago e incluso haber subido la oferta 10, comienza un
forcejeo que termina con el derribamiento de la mujer, un comienzo de
estrangulamiento con una cuerda de cuero especial, y, finalmente la
perforación en su carótida con un cuchillo de campo11, arma blanca que
todo gaucho lleva para fines varios.
Al percibir que la había matado, comienza a desplegar tácticas para
alejar los restos mortales del transitado sendero. Así, ató a la muerta con un
lazo a su caballo y la arrastró bosque adentro. Allí, sin ropas, solo con los
botines puestos, Visitación Sivila recibe el embate sexual del homicida.
Éste recortó luego un pedazo de carne del muslo12, escondió el
resto del cuerpo con ramas y palos y se alejó hacia su rancho, distante
unos seis kilómetros. Antes, se tomó el tiempo de seleccionar víveres y
utensilios que llevaba la difunta y que había comprado recientemente.
Estos elementos se hallaron al allanarse posteriormente su cubículo de
El Brete.
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La policía encontró el cuerpo cerca de la transitada senda, habiendo
sido un importante indicio del nefasto hecho, la desorientación del caballo
de Visitación que al regresar sin jinete al rancho de Los Blancos, da
pie a las sospechas. El asesino no tomó mayores precauciones como lo
habría sido el arrear fuera del lugar a esa cabalgadura delatora y huir
de la escena del crimen. Se dejó detectar fácilmente, aunque negó el
hecho. Como si homicidio y robo no fuesen vistos por él como causales
drásticas.
Su condena se apresuró luego de la requisa del rancho, pues
Condorí no sólo atesoraba la carne extraída a Visitación sino también
los objetos y víveres. Por otra parte, ya era un “buscado por la ley”: tenía
un homicidio en su haber, que no había purgado. Coincidentemente,
también de una mujer.
Figura 1: El escenario en el que se movieron los protagonistas de este crimen, queda comprendido entre
San Salvador de Jujuy, las Serranías de Zapla y el pueblo de Palpalá.
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Figura 2: La tipa, aparentemente al pie de Figura 3: Las ermitas en la ruta, cerca de la tipa del crimen
la cual se consuma el crimen, árbol más
que centenario
Acudir hoy el lugar donde se produjo el asesinato, no es tarea
difícil pues el sitio fue atravesado por una Ruta Provincial de intenso
tráfico, segura y asfaltada. Allí junto a la tipa (árbol autóctono), que ya
se mencionaba en la época del crimen, se erigió una cruz y un templete
(Figura. 2). Actualmente el templete se ha multiplicado en unos 50
receptáculos, nichos y/ o veleros, al decir de Salas (2004:98)13.Se dice
que en la corteza de la tipa se puede ver todavía, a más de 100 años del
hecho, la sangre derramada (Figura 3).
¿QUIEN CIMENTÓ LA RELIGIOSIDAD EN TORNO DEL CRIMEN DE
VISITACIÓN?
Este ítem es difícil de responder. Consultados los habitantes de
la zona, dicen que el desencadenante de este culto14 fue el tremendo
martirio sufrido. Las penurias de esa “alma” sólo se comparan con las
de los “santos oficiales”. El peticionante percibe un sello divino en el
martirio (De Hoyos y Migale 2000).
No veo como posible que el culto haya sido favorecido por la madre
de Visitación (quien la sobrevive e interviene en el juicio) dado que
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esta señora se demostró prescindente, desmemoriada y trasuntando
falta de fervor cristiano. La hija de la mártir, que a la época del juicio15
tendría catorce años, podría haber tenido algún papel aunque no hay
absolutamente ningún indicio al respecto.
Frente al santuario-tumba, el actual ofrendante pierde totalmente
el pudor al peticionar sobre temas espinosos e íntimos como sexualidad,
procreación, lactancia, enfermedad, relación de pareja, trabajo, estudio,
patrimonio material. Ello oralmente, a la par que enciende unas velas.
Además de las expresiones verbales, pueden dejarse cartas, mensajes
cortos, epígrafes16.
Actualmente, hay personas que se turnan en el cuidado de la tumba,
aunque nadie paga oficialmente al Municipio por el pequeño predio en los
fondos del cementerio citadino. Es la parte trasera dedicada a los “pobres”,
por donde también se halla el osario comunitario. El extendido “santuario”
junto a la ruta, también tiene creyentes quienes en su profunda gratitud
se turnan en esto de mantener el predio en condiciones.
LAS PROMESAS
El creyente coincide con los cultos católicos oficializados, en
llevar a Visitación “una promesa” o exvoto17. Lo coloca al momento de
solicitar. Hay “promesas” representando partes del cuerpo humano, pero
también hay otras en que se muestra una casa, un libro, un auto, etc. El
mecanismo ritual es el mágico - imitativo, arraigado aparentemente en
la región desde épocas prehispánicas (Mariscotti de Görlitz 1978).
El agradecimiento se realiza ofrendando una placa, o sea haciendo una
intervención indeleble sobre la tumba de Sivila. No se mencionan apellidos y
muy raramente los nombres de las personas, vagamente el beneficio recibido.
La acción en la lengua regional se llama “promesar” (Solá 2004).
Se concurre preferentemente los días lunes, el día de la semana que
en América es visto como el día de los muertos. Al no haber estampas de
la “difunta”18, se llevan imágenes de otros santos, de la Virgen María, del
Sagrado Corazón, etc., también flores, velas, rosarios (Figura 4). Asimismo
objetos que refuerzan lo de la magia imitativa: si se pide por un bebé se lleva
un chupete o un juguete, si se pide por un vehículo se lleva un autito de
fantasía, si se pide por una determinada enfermedad se deja allí la tableta
medicinal que el médico ha indicado, etc. También se dejan ofrendas de
algo que se considera valioso para todo andino: coca19 o cigarrillos.
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Figura 4: La ermita principal ubicada en el lugar del crimen
El exvoto, sin ser de metal valioso, tiene un cierto costo pues es de
carácter comercial: está estandarizado y lo realizan sólo determinados
artesanos en chapa de alpaca. Para dejarlo bien fijado, se busca una
base se botella trasparente de vidrio, se coloca dentro la pieza y luego se
amura el conjunto, con cemento, en algún sector de la tumba. Pueden
verse botellas de agua20 y plantas de jardín, ello en el sector de la Ruta 56,
donde fue el asesinato. En nuestro mapa, gran plantación de eucaliptos
en las laderas de las serranías del Zapla, entre San Salvador de Jujuy
y Palpalá.
La presencia de elementos viejos parece ser un lugar común en
todos los cultos populares: añejas botellas, macetas fuera de moda y
frascos en vidrios hoy en desuso, portarretratos bizarros, mil cosas a
encontrarse en estos lugares (Salas 2004:97).
ANTROPOFAGIA
Este ítem surgió al realizarse el sumario policial a Leonardo Condorí.
Preguntado sobre unos trozos de carne y grasa que colgaban al sol, en su
casa, confirmó que eran de su víctima. Falseó el testimonio diciendo que tenía
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esas piezas por mera “curiosidad”. Pero era evidente que existía la intención
de consumir esa carne, pues ya la había salado para disecarla21.
Datos sobre prácticas antropofágicas en Los Andes, hay muchos.
Unos provienen de la ficción, pero con fundamentos vivenciales. Por
ejemplo el cuento “El desquite bestial” de Juan Carlos Dávalos (Dávalos
2004), donde un puneño vengativo estrangula y chupa la sangre de su
víctima. Néstor Homero Palma (1973), por su parte, explica un hecho
penal ocurrido en el siglo XX, también en la Puna, en el cual tres personas
atacan a un indefenso, extraen un trozo de carne de la pierna del occiso
y lo ingieren.
Leonardo Condorí, el asesino de Visitación, parecía tener el perfil
andino perfecto: él también se proponía comer -ritualmente- un trozo del
muslo de la joven. No es el momento de extendernos sobre este crucial
ítem de la religiosidad americana.
PALABRAS FINALES
Las “almas”, para transformarse en milagrosas y trascender
no necesitan ser ni vírgenes ni puras: evidentemente Visitación era
una campesina aguerrida, conocedora del sexo masculino y de sus
embates.
“Tomada la decisión”, por parte del pueblo, que ella era merecedora
de un culto, y que podía practicar “retornos” en lo atinente a beneficios,
curas, milagros (al fin la mentada reciprocidad del mundo andino), no
hubo más preocupación por saber del destino del convicto.
Éste, condenado a prisión perpetua en Ushuaia, vio conmutada su
pena y aparentemente volvió a Jujuy, pero sin mayores persecuciones
por parte de nadie.
Paradojalmente, una muchacha como Visitación, con seguridad
analfabeta como lo era en general la población marginal en esa época, se
transformará en la principal protectora del estudiantado, o sea de quien
se preocupa por progresar a través de la escolarización. De hecho los
mensajes se les dejan por escrito en hojas de los cuadernos diarios.
El adorarla como a una santa polifacética, y sin venia oficial del clero,
lleva ya 100 años. Lo mismo el cuidar puntillosamente los dos centros
en los que se despliega el culto aunque haya menguado notablemente
el fervor22.
El asunto de esta almita queda abierto, luego de haber brindado,
creo, a los lectores, los anclajes heurísticos para profundizar el tema.
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Notas
1. O. Plath (1995:24-25) se extiende en esta figura como representativa de Argentina,
aunque Telesita (Telésfora Castillo), en el Territorio de Santiago del Estero, compite con
ella en popularidad y “musicalidad”.
2. Del griego hagio o sea “santo” y grafía “escritura”, se traduce por vida o biografía de
santos.
3. El “gaucho Gil” un campesino cuchillero de la región litoral de Argentina muestra
un culto particularmente vital en la primera década del siglo XXI, extendido ya a toda
Argentina y Chile.
4. Gilda y Rodrigo fueron cantantes populares que se destacaron en la segunda mitad
del siglo XX en la región central de Argentina donde se da la mayor concentración de
población.
5. Ver por ejemplo la publicación “Corona Mística, inapreciable tesoro de santas oraciones
para sanar todo tipo de dolencias”, reeditado en distintas lenguas del mundo y con un
mismo y unificado mensaje: alcanzar La Gracia de Dios y superar la enfermedad.
6. El rezo del Padrenuestro o el Avemaría o una oración improvisada, son alimento para
esa “almita “de difunto que se ha convocado. El diminutivo enfatiza el cariño y familiaridad
con que se la convoca.
7. Simonía es el comercio ilícito de las cosas espirituales. Viene de “Simón Mago” que
pretendía comprar a San Pedro el Don del Espíritu Santo.
8. Ella se declara descendiente del policía que apresa a Condorí, el asesino.
9. Esa zona lleva un topónimo antiguo: El Carmen, del cual da fe Solari (1907) en su
“Geografía”, aparecida coincidentemente en el mismo año del crimen.
10. Una ofensa muy grande para la mujer que no quiere compararse a una prostituta.
11. “Facón” es el argentinismo para tal arma blanca.
12. Se explica en el texto de la sentencia que la rasgadura con el cuchillo, va desde los
labios de la vagina hasta casi la rodilla.
13. Hornacinas individuales de mampostería.
14. Santamaría caracteriza a esto como “Culto sacrificial” (Santamaría 2012: 245).
15. En 1908 finalizan todas las actuaciones.
16. Del griego Epi “sobre” y gramma, “letra, escrito”, por lo tanto escrito sucinto para
comunicar y dejar en la memoria un determinado tema.
17. Voto, deseo, ruego
18. Se buscó alguna “estampita” en los comercios de santería y se aclaró que de Sivila
no había porque “no era santa”.
19. En forma de hojas de Erythroxylon coca, no se cultiva en Argentina, llega desde
Bolivia como contrabando.
20. Tal vez una yuxtaposición con el culto de la Difunta Correa en San Juan.
21. Para elaborar el charqui, carne secada al sol con sal.
22. Objetos relacionados con el crimen se exhiben hoy en el Museo Policial de San Salvador
de Jujuy. Copia del texto del juicio se halla en la misma sede.
AGRADECIMIENTOS
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Especial mención merece el comisario retirado Miguel Ángel Sala quien
desde el Museo Policial de Jujuy, me orientó en todo lo atinente a la consulta de los
expedientes de 1907-1908. Fernando R. Valdez, desinteresadamente, me colaboró
con las fotos que aquí se adjuntan. Con los evaluadores anónimos que apostaron
al interés intrínseco del tema, también estoy en deuda.
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1983. La verdadera Muerte de Visitación Sivila. T. G. Chávez. San Salvador de Jujuy.
Argentina.
Breve Curriculum Vitae del Autor
Alicia Ana Fernandez Distel es Licenciada en Ciencias Antropológicas (1971) y
Doctora en Filosofía y Letras (1981) en la Universidad Nacional de Buenos Aires, se dedicó
a la docencia en Prehistoria en la misma Universidad. Posteriormente ingresó (como
becaria primero y como investigadora después) al CONICET. Tiene diez libros publicados,
entre ellos un “Diccionario Arqueológico”, primera edición Buenos Aires 1992. Sus trabajos
giran en torno a la etnografía y la arqueología americanas. Actualmente es directora del
Espacio de Arte Nicasio Fernández Mar, en Tilcara, Jujuy, Argentina.
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