¿Cómo se almacenan las semillas? Guillermo Rojas - AltaVoz

¿Cómo se almacenan las semillas?
Guillermo Rojas. Asesor privado Consultora CAIGRO y ex alumno Escuela de Agronomía PUCV
Patricia Peñaloza, profesora Escuela de Agronomía PUCV
Colaboración: Regina Brito, periodista
Al igual que cualquier ser vivo, las semillas de todas las especies vegetales tienen una
longevidad particular, de modo que su vida útil se reduce a causa producto de las condiciones
ambientales a las que son expuestas una vez cosechadas. Esto significa que ocurren cambios que
incrementan la vulnerabilidad a sufrir deterioro antes de ser sembradas.
Para mantener en mejor forma las semillas en toda la cadena que va desde que son
cosechadas (tratamientos, envasado, transporte) hasta la siembra, es necesario conocer el efecto
que tiene la humedad tanto propia de la semilla, como la del medio que le rodea, así como la
composición de la misma (almidón, ácidos grasos, proteínas, entre otros) y la temperatura
ambiental. Esto resulta aún más importante en el caso de semillas de especies que se guardan a
gran volumen, almacenadas a granel o en envases rústicos (bolsas de papel o de tejido de
polietileno).
Aun cuando la longevidad es propia de cada especie, se determinó que por cada 1% de
reducción de humedad de la semilla y por cada 5°C de reducción de temperatura ambiente, se dobla
la vida de las semillas (Harrington, 1972).
En el caso de semillas de poco volumen y de alto valor unitario, como lo son las hortícolas y
flores, los tiempos de almacenaje son conocidos: en cebolla y perejil el período es de un año; dos
para lechuga y pimentón; tres en semillas de apio, zanahoria y brócoli; cuatro años para repollo,
sandía y tomate; mientras que pepino de ensalada y melón, entre otros, cinco años. Todo ello
considerando condiciones de almacenaje óptimas y envases sellados (Kong y Zhang, 1998 y Ellis,
Bass y Whiting, 2008). En el caso de las semillas de flores como áster, pensamiento, prímula e
impatiens, tienen una vida cercana a un año y otras como alyssum, marigold, nicotiana, petunia y
tagetes, duran algo menos que tres años (McDonald y Kwong, 2005).
En el caso de semillas de leguminosas, cereales y otros cultivos industriales que implican
grandes volúmenes, el almacenaje significa un costo no despreciable, razón por la cual la industria
utiliza el concepto de stock de enlace. Ello involucra minimizar el volumen y tiempo de almacenaje
durante la época de siembra (como insumo agrícola) y de cosecha de semilla (reposición de la
entrante temporada). El costo financiero del almacenaje de grandes volúmenes es relevante en la
decisión de definir stocks de enlace, dependiendo de las diferentes áreas de producción a nivel
mundial. A esto se debe agregar el costo de los tratamientos para reducir problemas por insectos de
almacenaje de alta agresividad.
En la presente investigación se desarrolla la idea de almacenajes a menor escala y otros a
nivel industrial. En el primer caso, pudieran ser las semillas al interior de un predio agrícola o
quienes deciden guardarlas por cortos periodos, mientras que el segundo tipo, hace referencia a los
depósitos de semillas.
Almacenaje a escala menor
El criterio principal es reducir la humedad y temperatura del lugar en que se almacenarán las
semillas. La mejor forma de hacerlo es asegurándose de que la humedad de la semilla está entre 6 y
14%. En caso de no ser así, se puede someter a un secado de corto tiempo. Posteriormente
almacenarla en algún recipiente hermético, ojalá frascos de vidrio o de material inerte como
polietileno, que reduzcan el paso de la luz. En el interior del recipiente se puede reducir la humedad
del ambiente con el uso de diversas sales, de alta capacidad higroscópica, esto quiere decir, que por
su constitución química absorben fácilmente la humedad. Posteriormente, se separan usando una
rejilla o malla.
Las sales más recomendadas son Cloruro de litio, que permite una humedad de 11,2%,
mientras la temperatura ambiente sea de 20 a 30°C; Acetato de potasio, que permite humedades de
22 a 23,2% en ambientes semejantes al anterior; y Cloruro de magnesio, cuya característica es
mantener la humedad entre 31,5 a 32,9% (McDonald y Kwong, 2005). También pudiera usarse la
conocida sílica gel, que aunque con un efecto no tan notorio en la reducción de humedad, facilita los
almacenajes breves.
Almacenaje a escala mayor
Cuando el almacenaje es del tipo industrial, se realiza en bodegas con control de
temperatura y humedad relativa. Previamente, la infraestructura se diseña considerando al menos:
-
La superficie y el volumen que ocupan los productos en sus estanterías
-
Los pasillos entre estanterías
-
Altura de levante del mástil en los equipos de manipulación
-
El tipo de mástil de la grúa
-
El tipo de desplazamiento de la grúa
-
El radio de giro
-
Los pasillos transversales, perpendiculares a los pasillos entre estanterías, para la
circulación
-
Las zonas de servicio, sean carga, descarga, devoluciones, oficina, recarga baterías
-
Semilla o producto a almacenar
-
Necesidades y proyecciones de las actividades de cada área, flujos de productos, formas de
manejo de productos o de cuidado especial.
Por otra parte, se requiere tomar una decisión no menor, que tiene relación con la logística
del almacenaje y se puede optar por lo que se denomina posición fija o posición caótica. El
significado de la primera se asocia a que existe un lugar predeterminado para cada producto o tipo
de producto. En sistemas manuales facilita la localización del cada producto, aun cuando reduce la
velocidad en la ubicación y entrega, requiere más espacio, dificultad de mantenimiento y es de
escasa flexibilidad.
En tanto, en la posición caótica se va llenando la bodega con cada producto que va
entrando en el primer lugar disponible, lo que conlleva una mayor eficiencia en sistemas con apoyo
computacional, reduce la necesidad de espacio en un 20% a 25% y mejora la velocidad de llenado y
entrega de productos, generando mayor flexibilidad y facilidad de mantenimiento.
Finalmente, cabe destacar que es también importante conocer los tipos de envases en los
cuales se expenden las semillas. Se pueden encontrar desde distintos tipos de papeles hasta metal.
Quienes han evaluado la duración han comprobado que las latas y los envases de polietileno
reducen el ingreso de humedad, mientras que otros como papel y celofán cumplen parcialmente tal
requerimiento. De todas formas, los envases metálicos mantienen de mejor forma la capacidad de
germinación de las semillas almacenadas en su interior. La calidad del envase de una semilla está
en relación directa al valor de la semilla y en relación inversa al volumen a almacenar (Antonello et
al., 2009 y Deepa et al., 2013).
Bibliografía consultada
Antonello, L., Muniz, M., Brand, S., Vidal, M., Garcia, D., Bibeiro, L. and dos Santos, V. 2009.
Qualidade de sementes de milho armazenadas em diferentes embalagens. Ciência Rural, 39(7):
2191-2194.
Deepa, G., T., Chetti, M., Khetagoudar, M., Adavirao, G. 2013. Influence of vacuum packaging on
seed quality and mineral contents in chilli (Capsicum annuum L.). Journal of Food Science and
Technology, 50(1): 153-158.
Ellis, J.E., Bass, L.N., and Whiting, D. 2008. Storing Vegetable and Flower Seeds. Colorado State
University Extension Fact Sheet No. 7.221. Colorado, Colorado State University. 2 p.
Harrington, J.F. 1972.Seed storage and longevity. In Kozlowsli, T.T. (Ed.) Seed Biology. Academic
Press. 3, 145-245.
Kong, X., Zhang, H. 1998. The effect of ultra-dry methods and storage on vegetabl seeds. Seed
Science Research, 8(1): 41-45.
McDonald, M. B. 2005. Flower seed longevity and deterioration. In: McDonald, M. B. and Kwong, F.
Y., eds. Flower Seeds : Biology and Technology. Oxfordshire, CABI. Pp. 187-205.