2. 2.1 MARCO TEÓRICO Alternativas teóricas asumidas 2.1.1 Mujeres gestantes 2.1.1.1 Definición El embarazo es parte del proceso de la reproducción humana que comienza con la implantación del conceptus en la mujer. El embarazo se inicia en el momento de la nidación y termina con el parto. FIGO (2007). El embarazo comienza cuando termina la implantación, que es el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días después de la fecundación). Entonces el blastocito atraviesa el endometrio uterino e invade el estroma. El proceso de implantación finaliza cuando el defecto en la superficie del epitelio se cierra y se completa el proceso de nidación, comenzando entonces el embarazo. Esto ocurre entre los días 12 a 16 tras la fecundación. OMS (2007) 2.1.2 Infecciones perinatales Las infecciones del feto y el recién nacido son una causa importante de morbilidad, mortalidad y secuelas en el recién nacido (RN). Las características propias de la etapa fetal hacen que las infecciones que ocurren en este período tengan una patogenia especial y produzcan una infección con características 7 clínicas únicas. Estas varían según el semestre del embarazo en que ocurren. En el período neonatal, las características propias de la inmunidad del RN le dan también una forma de presentación y evolución características. VENTURA (2002). 2.1.2.1 Infecciones bacterianas Las infecciones bacterianas del RN tienden a la diseminación, resultando en Sepsis y Meningitis, cuadros clínicos graves que requieren una oportuna sospecha, pesquisa y tratamiento precoz si se quiere evitar la alta morbilidad y mortalidad potencial que tienen. Según su forma de adquisición, se denominan infecciones connatales a aquellas que son adquiridas por transmisión materna y que se presentan habitualmente precozmente en los primeros días de vida. Se denominan nosocomiales aquellas infecciones que son adquiridas por contagio intrahospitalario de gérmenes provenientes de otros niños o del personal de la Unidad de Recién Nacidos. VENTURA (2002). 2.1.3 Historia natural de la sífilis La sífilis es una enfermedad infecciosa, exclusiva del ser humano, de transmisión sexual, sanguínea y perinatal. Tiene etapas agudas asintomáticas o sintomáticas y etapa crónica que se acompaña de graves secuelas. El 40% de las mujeres embarazadas con diagnóstico de sífilis que no reciben tratamiento culminan en aborto espontáneo, óbito fetal o muerte perinatal. La infección se transmite al feto en cualquier fase de la enfermedad: la transmisión vertical va de 60-100% en la sífilis secundaria, con disminución lenta con el paso del tiempo. NEIRA (2008). 8 2.2 Categorías de análisis teórico conceptual 2.2.1 Sífilis 2.2.1.1 Descripción La sífilis es una treponematosis aguda y crónica que se caracteriza clínicamente por una lesión primaria, una erupción secundaria que afecta la piel y las membranas mucosas, largos períodos de latencia y lesiones tardías en la piel, los huesos, las vísceras y los sistemas nervioso central y cardiovascular. La lesión primaria (chancro) aparece unas tres semanas después de la exposición, como una úlcera indolora e indurada, con exudado seroso, en el sitio de la invasión inicial. Antes de la lesión cutánea inicial se produce la invasión del torrente sanguíneo, y generalmente aparecen ganglios linfáticos satélites, indoloros, no fluctuantes y firmes. La infección puede darse sin la presencia manifiesta de un chancro, es decir, puede estar oculta en recto, canal vaginal, cuello uterino u orofaringe. NEIRA (2008). El agente causal de la sífilis pertenece a un grupo de bacterias conocido como Treponemataceae, el cual agrupa tres géneros de bacterias: Leptospira, Borrelia y Treponema. Todos se caracterizan por tener una pared celular flexible. El agente causal de la sífilis pertenece al género Treponema y se denomina como Treponema pallidum. En un principio, la enfermedad era mortal y aguda, causaba la muerte en pocos días. La sífilis, junto con la tuberculosis, son consideradas como las grandes simuladoras, ya que pueden simular cualquier tipo de enfermedad y porque los médicos las pueden confundir con cualquier tipo de enfermedad. CONTRERAS (2008). Después de cuatro a seis semanas, incluso sin tratamiento específico, el chancro comienza a mostrar involución, y en aproximadamente un tercio de los casos no tratados puede surgir una erupción secundaria generalizada, a menudo 9 con síntomas generales leves. Se considera como clásica la erupción maculopapulosa simétrica que afecta las palmas de las manos y las plantas de los pies, y su linfadenopatía acompañante. Las manifestaciones secundarias muestran resolución de modo espontáneo en el término de semanas a doce meses. Aproximadamente un tercio de los casos de sífilis secundaria no tratados terminarán por ser clínicamente latentes durante semanas o años. En los primeros años de la latencia pueden reaparecer las lesiones infecciosas de la piel y de las membranas mucosas. En cualquier momento puede producirse la enfermedad del sistema nervioso central: en la forma de meningoencefalitis sifilítica aguda en la sífilis secundaria o latente temprana; más tarde en la forma de sífilis meningovascular y, por último, en la forma de paresia o tabes dorsal. La latencia a veces persiste durante toda la vida. En otros casos, y en forma impredecible, aparecen lesiones tardías e incapacitantes (5-20 años después de la infección inicial) en la aorta (sífilis cardiovascular) o surgen gomas en la piel, las vísceras, los huesos, las superficies mucosas o en todos estos órganos. En las primeras etapas, rara vez se produce la muerte o incapacidad grave. Las manifestaciones tardías acortan la vida, afectan la salud y limitan la productividad de la persona. La infección concurrente por VIH puede aumentar el riesgo de sífilis del sistema nervioso central, por lo que es necesario incluir la neurosífilis en el diagnóstico diferencial de una persona infectada por VIH y con síntomas del sistema nervioso central. La infección del feto se produce con gran frecuencia en las infecciones tempranas no tratadas de las mujeres embarazadas y, con menor frecuencia, en etapas ulteriores de la fase de latencia. A menudo, la infección materna ocasiona 10 aborto o muerte del feto y puede causar la muerte del lactante debido al parto prematuro de un producto de bajo peso al nacer o por enfermedad sistémica. La infección congénita puede producir manifestaciones tardías, entre ellas el ataque del sistema nervioso central y otros estigmas. NEIRA (2008). 2.2.1.2 Agente causal La sífilis es causada por Treponema pallidum, que pertenece al grupo de bacterias Treponemataceae, el cual agrupa tres géneros: Leptospira, Borrelia y Treponema.De los treponemas identificados solo cuatro causan enfermedad en el ser humano: Treponema Pallidum (sífilis), Treponema pertenue (frambesia o pian), Treponema endemicum (bejel) y Treponema carateum (pinta). El Treponema pallidum es una espiroqueta móvil, fina, extraordinariamente trofoespecífica. Es propio de los seres humanos, microaerofílico, muere rápidamente al ser extraído de su hábitat (su crecimiento solo se ha logrado in vitro en concentraciones de oxígeno que oscilan de 3-6%) y no ha podido ser cultivado, lo cual ha dificultado su estudio y por ende el desarrollo de mejores pruebas diagnósticas. NEIRA (2008). 2.2.1.3 Aspectos epidemiológicos La mayor importancia, que tiene la sífilis para la salud pública es su capacidad de transmisión de una mujer gestante infectada a su hijo, durante cualquier momento de la gravidez, lo que puede originar elevadas tasas de mortalidad perinatal, infantil y en menores de 5 años en aquellos lugares donde persisten niveles altos de prevalencias de infección treponémica. La probabilidad de infección fetal es cercana al 70% si la madre se encuentra en las fases primaria o secundaria de la enfermedad pero se reduce al 30% durante 11 las etapas tardías de la infección materna (sífilis latente tardía y terciaria) y se estima que dos terceras partes de los embarazos en mujeres infectadas por treponema pallidum resultan en sífilis congénita muerte fetal ó aborto espontáneo. OPS (2004) y Valderrama J. & Zacarías F. (2005) citado por GALBAN E. & BENZAKEN A. (2008). Ello contrasta con el elevado nivel resolutivo y de costo-beneficio que puede obtenerse con la implantación de planes y programas adecuados para su prevención y control. Estas actividades deberán integrarse a intervenciones destinadas a prevenir la morbilidad y mortalidad fetal, neonatal e infantil y la evaluación de su ejecución deben representar indicadores de la calidad de la atención prenatal. Entre los factores que contribuyen a la persistencia de la sífilis congénita como problema de salud pública cabe destacar la falta de percepción de los proveedores de salud de que la sífilis materna y congénita pueden tener consecuencias graves y con ello la ausencia o las bajas coberturas de programas de prevención; la existencia de barreras para el acceso a los servicios de control prenatal; y el estigma y la discriminación relacionados con las infecciones de transmisión sexual. A pesar de que está comprobado desde hace muchos años que estas complicaciones podrían ser totalmente prevenibles con tecnologías asequibles y de muy bajo costo, la enfermedad permanece como uno de los grandes problemas de salud pública a nivel global. La Organización Mundial de la Salud ha estimado que alrededor de 12 millones de nuevos casos de sífilis ocurren cada año en el mundo en la población adulta, 90% de ellos en países en desarrollo. 12 Para Latinoamérica y el Caribe el estimado de la incidencia anual de casos de sífilis en población adulta es de 3 millones. OMS (2000) y OPS (2004) citado por GALBAN E. & BENZAKEN A. (2008). La situación epidemiológica actual a nivel global de la sífilis, suele ser muy variable, su magnitud se está incrementando aún en lugares donde se le consideraba bajo control, como en algunas regiones de Europa oriental y occidental, en las que se observa incremento de la incidencia en años recientes. OMS (2001) y Public Health Agency of Canadá (2007) citado por GALBAN E. & BENZAKEN A. (2008). Aunque en la mayor parte de los países existe la política de ofrecer pruebas de diagnóstico para sífilis y tratamientos gratuito a las gestantes que resulten positivas, la realidad es bien diferente, pues se conoce que en grandes regiones del mundo esto no sucede así. Por ejemplo en África Subsahariana menos del 30% de las gestantes son estudiadas para sífilis y en algunos países de Latinoamérica esta cifra alcanza valores semejantes. Centers for Diseace Control and Prevention (2007) y Public Health Agency of Canadá (2007) citado por GALBAN E. & BENZAKEN A. (2008). 2.2.1.4 Anatomía patológica El Treponema pallidum alcanza directamente el torrente sanguíneo fetal, por lo que la primera fase de la enfermedad no estará presente en el feto afectado. El hígado es el primer órgano infectado y a partir de él la infección se disemina a otros tejidos. La respuesta inflamatoria local en los órganos afectados es la responsable de la mayoría de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Cuando la infección se produce en las primeras semanas de gestación, los pulmones pueden verse afectados de manera significativa, produciéndose un cuadro clínico característico llamado neumonía alba. 13 La infección del feto por Treponema pallidum induce una notoria hematopoyesis extramedular en hígado, bazo y riñones. El treponema es capaz de producir alteraciones hísticas, entre las que se destaca la fibrosis intersticial inespecífica. Las gomas no son frecuentes en el recién nacido. NEIRA (2008). 2.2.1.5 Manifestaciones clínicas La infección sifilítica intrauterina puede producir muerte, hídrops fetal o prematurez. Los recién nacidos afectados pueden presentar: Hepatoesplenomegalia Linfadenopatías Edema Erupciones cutáneas Osteocondritis Secreción nasal acuosa Pseudoparálisis Anemia hemolítica Trombocitopenia Estas manifestaciones clínicas se pueden presentar en el período neonatal inmediato o durante los primeros meses de vida. Si los pacientes afectados no son tratados, a pesar de haber cursado con manifestaciones clínicas en el período neonatal inmediato pueden tener manifestaciones clínicas tardías, usualmente después de los dos años de vida. Las manifestaciones tardías más frecuentes son de sistema nervioso central, huesos, articulaciones, dientes, ojos y piel. Es posible que algunas consecuencias de la infección intrauterina se manifiesten solo después de haber transcurrido muchos años desde el nacimiento. Ellas pueden ser: 14 Queratitis intersticial (5 a 20 años). Sordera como consecuencia de afectación del octavo par (10 a 40 años). Tríada de Hutchinson (dientes de Hutchinson, queratitis y sordera) Genovaro anterior. Frente prominente. Molares en forma de mora. Nariz en silla de montar. Articulaciones de Clutton. NEIRA (2008). 2.2.1.5.1 Sífilis primaria Poco después del período de incubación aparece una pápula en el lugar de inoculación, que rápidamente se erosiona y da lugar al chancro. Se caracteriza por ser de base limpia e indurada, no exudar y ser poco o nada dolorosa. Pueden aparecer múltiples chancros, especialmente en los pacientes inmunodeprimidos, y los Treponemas son fácilmente demostrables en estas lesiones. Los genitales externos son los lugares más frecuentes en donde aparece el chancro, seguidos del cuello uterino, la boca, el área perianal, etc. Acompañando al chancro hay una linfadenopatía regional que consiste de un agrandamiento moderado de un ganglio linfático, que no es supurativo. El chancro cura al cabo de 3 a 6 semanas, sin lesión residual. La adenopatía persiste un poco más. Las espiroquetas se pueden identificar mediante la observación directa en campo oscuro o por detección del antígeno por inmunofluorescencia. CONTRERAS (2008). 2.2.1.5.2 Sífilis secundaria Representa el estadio clínico más florido de la infección. Empieza entre 2 y 8 semanas después de la aparición del chancro, pudiendo éste estar presente todavía. Los Treponemas invaden todos los órganos y la mayoría de los líquidos orgánicos. Las manifestaciones son muy variadas. La más frecuente es el 15 exantema, máculo-papular o pustular, que puede afectar cualquier superficie del cuerpo y persiste de unos días a ocho semanas. La localización en palmas y plantas sugiere el diagnóstico. En las áreas intertriginosas, las pápulas se agrandan y erosionan produciendo placas infecciosas denominadas “condilomas planos” que, también, pueden desarrollarse en las membranas mucosas. La sintomatología sistémica consiste en febrícula, faringitis, anorexia, artralgias y linfadenopatías generalizadas (la que afecta al ganglio epitroclear sugiere el diagnóstico). Cualquier órgano del cuerpo puede estar afectado: el sistema nervioso central, con dolor de cabeza y meningismo, en 40%; el riñón se puede afectar por depósitos de complejos inmunes; puede aparecer hepatitis sifilítica, alteraciones del aparato digestivo, sinovitis, osteitis, etc. CONTRERAS (2008). 2.2.1.5.3 Sífilis latente Es el período en el que hay una ausencia de manifestaciones clínicas, que no implica una falta de progresión de la enfermedad, pero durante el cual las pruebas antitreponémicas específicas son positivas. Durante la sífilis latente puede producirse una recaída y, por lo tanto, el paciente es infeccioso; es más frecuente en el primer año, y cada recurrencia será menos florida. La sífilis latente tardía es una enfermedad inflamatoria poco progresiva que puede afectar cualquier órgano. Esta fase suele ser referida como neurosífilis (paresias, tabes dorsal, sífilis meningovascular), sífilis cardiovascular (aneurisma aórtico) o goma (infiltrados de monocitos y destrucción tisular en cualquier órgano). CONTRERAS (2008). 16 2.2.1.5.4 Neurosífilis En términos generales, la neurosífilis es una superposición de alteraciones meningo-vasculares parenquimatosas. El diagnóstico de la neurosífilis asintomática se realiza en pacientes que no tienen manifestaciones clínicas pero sí anormalidades del líquido cefalorraquídeo, como pleocitosis, aumento de las proteínas, disminución de la glucosa o una respuesta positiva en la prueba VDRL, con lo cual se hace necesaria la punción lumbar para poder establecerlo. La neurosífilis meningovascular se debe al desarrollo de una endoarteritis obliterante que afecta los vasos sanguíneos de las meninges, el cerebro, los cordones espinales, etc., y que provoca múltiples infartos. CONTRERAS (2008). 2.2.1.5.5 Sífilis cardiovascular La lesión patológica subyacente es la endoarteritis obliterante que afecta los vasa vasorum de la aorta y que provoca una necrosis de la capa media con destrucción del tejido elástico y la consiguiente aortitis con aneurisma sacular y, con menor frecuencia, fusiforme. Hay una predilección por la aorta ascendente que lleva consigo la debilidad del anillo valvular aórtico. La aortitis sintomática se presenta en 10% de los pacientes no tratados, pero se ha demostrado su presencia en 85% de las autopsias de dichos pacientes. Gracias al tratamiento, la sífilis cardiovascular es, en la actualidad, una curiosidad. CONTRERAS (2008). 2.2.1.5.6 Sífilis gestacional La sífilis gestacional (SG) es aquella que se diagnostica durante la gestación, el pos aborto o el puerperio inmediato y puede encontrarse en cualquiera de sus fases, aunque es más frecuente en la secundaria indeterminada. M.P.S. (2007). 17 2.2.1.5.7 Sífilis congénita La sífilis congénita se produce luego de una infección transplacentaria por Treponema pallidum. Las etapas primaria y secundaria de la infección se caracterizan por altas concentraciones de espiroquetas circulantes en el torrente sanguíneo de las mujeres embarazadas, por lo cual, el riesgo fetal es muy elevado. REYES (2004). 2.2.2 Sífilis congénita La sífilis congénita (SC) ocurre cuando la madre con sífilis transmite la infección al fruto durante la gestación ya sea por vía hematógeno-transplacentaria o durante el parto por el contacto del neonato con lesiones en los genitales de la madre. Las lesiones clínicas se forman a partir de la semana 16 de gestación cuando el sistema inmunológico ya se ha desarrollado, aunque el treponema puede pasar la circulación fetal desde la novena semana. Si la madre recibe tratamiento antes de la decimosexta semana es casi siempre posible que se prevenga el daño al feto y de aquí la importancia de la solicitud de pruebas no treponémicas prenatales en el primer trimestre. La SC se clasifica según el momento de aparición de las manifestaciones clínicas. O.P.S (2007). El riesgo teórico de infección fetal en las etapas primaria y secundaria de la sífilis es del 90 a 100%. En el 50% de los casos producirá abortos, mortinatos, partos prematuros y muertes neonatales, manifestándose en el 50% restante como una sífilis congénita. Posteriormente, el riesgo de infección cae al 80% en la etapa latente precoz y a menos del 50% transcurrido un año o más de la infección materna. 18 El 60% de los recién nacidos (RN) infectados nace asintomático, manifestando la enfermedad en las primeras semanas o meses de vida. Se describen secuelas en 1 a 3% de los pacientes tratados. El diagnóstico de sífilis congénita es difícil de confirmar, no disponiéndose en la actualidad de un método rápido, sensible y específico que asegure el diagnóstico en los RN, especialmente en aquellos que nacen asintomáticos. REYES (2004). 2.2.2.1 Sífilis congénita temprana Es la que se presenta antes del segundo año de vida; mientras más tempranamente se presenta tiende a ser más grave y puede ser fulminante, se asemeja a la sífilis secundaria del adulto. Puede darse que el niño nazca con serias deformidades y se asocia con una mortalidad alta o puede que las manifestaciones estén presentes desde el nacimiento o que se vayan presentando paulatinamente durante el crecimiento, pero que no atenten directamente contra la vida del paciente. Tabla 1. O.P.S (2007). 2.2.2.2 Sífilis congénita tardía Se presenta después de los dos años de edad, se asemeja a la sífilis terciaria y perdura durante toda la vida. La infección del feto puede producirse en cualquier mujer no tratada, aunque es más frecuente en los estadios precoces de la infección. La infección antes del cuarto mes de gestación es poco frecuente. La gravedad clínica va desde el aborto tardío hasta parto pretérmino, muerte neonatal, infección neonatal e infección latente. Tabla 1. 19 Tabla 1: Manifestaciones clínicas Sífilis congénita temprana Prematurez, retardo de crecimiento intrauterino. Neumonitis (neumonía alba), hepatoesplenomegalia. Linfadenopatía generalizada. Manifestaciones hematológicas: anemia, leucopenia o leucocitosis, trombocitopenia. Manifestaciones mucocutáneas: púrpura, pénfigo palmoplantar, erupción maculopapular, condilomas lata, ragadías, petequias. Lesiones óseas, osteocondritis, periostitis. Manifestaciones renales: síndrome nefrótico. Manifestaciones de SNC: meningitis aséptica, pseudoparálisis de Parrot. Manifestaciones oculares: coriorretinitis, retinitis en sal y pimienta. Otros hallazgos: fiebre, rinorrea sanguinolenta, pancreatitis, ictericia, inflamación del tracto gastrointestinal, hipopituitarismo, miocarditis. Hidrops fetal. Sífilis congénita tardía Dientes de Hutchinson. Queratitis intersticial. Nariz en silla de montar, frente olímpica. Ragades, gomas en pie. Lesión de SNC: retardo mental, hidrocefalia, convulsiones, sordera y ceguera. Lesiones osteoarticulares: articulaciones de Clutton, tibia en sable, gomas óseos, escápulas en forma de campana. Paladar alto, mandíbula protuberante, micrognatia, fisuras periorales. Fuente: M.P.S (2007). La transmisión de la infección al feto en la sífilis materna primaria es del 70% y en la secundaria es del 90% al 100%. En la latente temprana es del 30%, en la sífilis latente tardía la transmisión disminuye a alrededor del 20%. Las espiroquetas cruzan la barrera placentaria desde la octava o novena semanas de la gestación. Sólo después de la semana dieciséis de gestación el feto es capaz de desarrollar una respuesta inmune a la infección; las manifestaciones dependen no sólo de la edad gestacional al momento de la infección, sino también de la etapa evolutiva de la enfermedad y del inicio del tratamiento. Si la madre se infecta en las primeras semanas de gestación, se produce un daño fetal severo y un pequeño porcentaje termina en aborto espontáneo. Si se 20 infecta después de la semana dieciséis de gestación, ésta evoluciona hacia aborto en el 25%, mortinato en el 25% o infección congénita en el 50% de los casos; sólo un pequeño porcentaje nacerá sano. La infección de la madre al final de la gestación se traduce en una amplia transmisión al feto; el 60% de los recién nacidos nacerán aparentemente sanos. Se estima que hasta el 90% de los recién nacidos de madres con sífilis no tratada adquirirán la sífilis congénita y muchos no desarrollan síntomas hasta dos semanas a tres meses más tarde. M.P.S. (2007). 2.2.2.3 Modo de transmisión 2.2.2.3.1 Exposición sexual Corresponden a cerca del 90% de las infecciones. La contagiosidad va disminuyendo hacia el segundo año de la infección. La madre adquiere la sífilis durante las relaciones sexuales, por contacto directo con exudados infecciosos de lesiones (chancro) iniciales húmedas evidentes o no manifiestas de la piel y de las mucosas; la exposición casi siempre tiene lugar durante el coito, está involucrado el sexo por vía vaginal, anal u oral. M.P.S. (2007). 2.2.2.3.2 Transfusiones de sangre contaminada con sífilis Si el donante está en la fase temprana de la enfermedad, raro hoy en día dada la búsqueda en el donante. M.P.S. (2007). 2.2.2.3.3 Objetos contaminados Es posible contraer la infección por contacto con objetos contaminados, pero esto es extraordinariamente raro. 21 Es más frecuente por compartir jeringas para inyección de drogas intravenosas. Algunos profesionales de la salud han contraído lesiones primarias en las manos después del examen clínico de lesiones infecciosas en la etapa temprana. M.P.S. (2007). 2.2.2.3.4 Prenatal (vertical) La sífilis congénita ocurre cuando la madre con sífilis durante la gestación transmite la infección al fruto ya sea por vía hematogeno-transplacentaria o durante el parto por el contacto sanguíneo o con lesiones en los genitales de la madre. Los niños infectados pueden tener lesiones mucocutáneas húmedas, más generalizadas que en la sífilis del adulto, y constituyen una fuente posible de infección. M.P.S. (2007). 2.2.2.3.5 Lactancia Puede estar involucrada en la transmisión sólo si existen lesiones sifilíticas en las mamas y la transmisión sería por inoculación directa. M.P.S. (2007). 2.2.2.4 Complicaciones La neurosífilis es la complicación más grave y existen cuatro formas diferentes: asintomática, meningovascular, tabes dorsal y paresia general. 1. Neurosífilis asintomática: La neurosífilis asintomática precede a la sífilis sintomática y se presenta en 15% de las personas con sífilis latente. En este caso, pueden encontrarse anomalías en el líquido cefalorraquídeo, sin que los síntomas estén presentes. 22 2. Neurosífilis meningovascular: En la neurosífilis meningovascular pueden presentarse parálisis de los pares craneales y anomalías de la pupila, entre una amplia variedad de síntomas, y daño en los vasos sanguíneos, lo cual ocasiona ataques cerebros vasculares. 3. Neurosífilis en tabes dorsal: En el tabes dorsal se presenta degeneración progresiva de la médula espinal que ocasiona alteración o pérdida de la propiocepción generando dificultad e incapacidad para caminar. 4. Neurosífilis en la paresia: En la paresia general se presentan parálisis, temblores, convulsiones y deterioro mental como resultado del daño a las células del cerebro, y presencia de gomas sifilíticos en cualquier parte del sistema nervioso central (SNC), lo cual causa una gran variedad de síntomas neurológicos. La meningitis sifilítica aséptica ocurre como producto de la infección crónica y cuya sintomatología básica son dolores de cabeza, cambios cognoscitivos y anomalías de los pares craneales. M.P.S. (2007). 2.2.3 Diagnóstico Las definiciones para el diagnóstico de sífilis congénita son: Caso confirmado: recién nacido o lactante en que se identifica Treponema pallidum en la placenta, cordón umbilical o autopsia. Caso presuntivo: hijo de madre con sífilis no tratada o inadecuadamente tratada al momento del parto, independientemente de los síntomas. Además, recién nacido con serología positiva asociada con: 23 Signos de sífilis congénita en el examen Radiografía de huesos largos alterada VDRL (+) en LCR Aumento de células y proteínas en el LCR no atribuible a otra causa IgM FTA-ABS 19S positiva Aborto sifilítico: muerte fetal con más de veinte semanas de gestación o peso mayor de 2500 g si al momento del parto la madre tiene sífilis no tratada o fue inadecuadamente tratada. NEIRA (2008). 2.2.3.1 Pruebas serológicas Para el diagnóstico serológico de la sífilis se utilizan las siguientes pruebas: Treponémicas No treponémicas. Estas pruebas se diferencian en los antígenos utilizados y en el tipo de anticuerpo que se determina. NEIRA (2008). 2.2.3.1.1 Pruebas treponémicas. En las pruebas treponémicas el antígeno es el Treponema pallidum. Su finalidad es la de detectar anticuerpos antitreponémicos específicos que generalmente aparecen en infecciones provocadas por treponemas. 24 Debido a su mayor especificidad, estas pruebas solo se utilizan para confirmar los datos obtenidos en las pruebas no treponémicas. Por desgracia, son técnicamente complejas y costosas comparadas con las no treponémicas. NEIRA (2008). 2.1.3.1.2 Pruebas no treponémicas. Determinan anticuerpos reagínicos que se detectan con el antígeno cardiolipina-lecitina altamente purificado. A pesar de que las pruebas no treponémicas son relativamente específicas, no son exclusivas para la sífilis y, por tanto, pueden producirse reacciones positivas falsas. Las pruebas no treponémicas que se usan en la actualidad se dividen en dos grupos, según la forma en que se detecten los complejos antígeno-anticuerpo: pruebas no treponémicas de fijación del complemento, como la de Kolmer y pruebas no treponémicas de floculación. Estas últimas resultan más fáciles de hacer y su uso está ampliamente difundido. Entre ellas se pueden citar: VDRL (por su nombre en inglés:Venereal Disease Research Laboratory) y RPR (por su nombre en inglés: Rapid Plasma Reagin). NEIRA (2008). 2.2.4 VDRL La prueba VDRL (Venereal Disease Research Laboratory) que es de floculación en placa, que presenta una especificidad baja, pero suficiente para un estudio global. 25 La prueba VDRL sirve como control de tratamiento y su interpretación tiene que ser al lado del caso clínico, pues no toda reacción positiva es sífilis ni toda reacción negativa la descarta. MEJÍA y MEJÍA (2006). VDRL es una prueba bien controlada, fácil de hacer y que se puede cuantificar con exactitud. Los resultados de VDRL se describen como positivos o reactivos, débil reactivo y negativos o no reactivos. En la actualidad es la prueba serológica no treponémica más utilizada. NEIRA (2008). La prueba del VDRL constituye una técnica serológica con la suficiente sensibilidad y especificidad para complementar el diagnóstico de sífilis y analizar la respuesta al tratamiento específico. Su costo y complejidad la hacen ideal para el estudio de esta enfermedad de trasmisión sexual en grandes masas de población. El Médico de la Familia es el máximo responsable de los programas nacionales para el control de las enfermedades sexualmente trasmisibles; por tanto, entre sus funciones básicas se encuentran la indicación y la interpretación a primera instancia de los resultados de ésta. LARRONDO (1999). 2.2.4.1 Reacción de VDRL La sigla Venereal Disease Research Laboratory tiene como base un antígeno no treponémico del tipo lipídico, dependiendo de su especificad y del balance apropiado de sus componentes cardiolipina, lecitina y colesterol. Ofrece una sensibilidad del 91% en la sífilis primaria, del 68% en la sífilis latente, del 65 al 90% en la sífilis tardía o congénita y del 100% en la sífilis secundaria. 26 Pero su especificidad es solamente del 40%, pues se pueden observar falsas reacciones positivas con períodos transitorios de 3 a 6 meses, después de infecciones bacterianas, virales, parasitarias o vacunaciones recientes. Otras veces la reacción es persistentemente reactiva sin que exista proceso luético, como en casos de lupus eritematoso, con mayor predilección en el sexo femenino, lepra tipo lepromatoso, linfomas, paludismo, mononucleosis infecciosa, fiebre reumática, neumonía neumocócida, artritis reumatoide, periarteritis nudosa, hepatitis infecciosa y linfogranuloma venéreo. El período de incubación de la sífilis tiene un promedio de 3 semanas con límites extremos de 10 días y 3 meses. La reacción de VDRL es la que predomina hoy en todos los laboratorios y su ausencia de reactividad en las personas ausentes de antecedentes y sífitomas, prácticamente descarta la enfermedad. De allí su frecuencia empleada como una selección global de pacientes. Cuando la reacción es reactiva, hay que analizar los factores capaces de dar falsas respuestas positivas y valorarla al lado de la clínica. Y en caso de alta sospecha clínica, su negatividad no descarta la sífilis, pues puede ser que el paciente esté todavía en período de incubación o en porcentajes anotados donde la reacción es negativa con proceso luético evolutivo. De todas maneras es la reacción que hoy presta una gran utilidad sin olvidar que su interpretación es conjuntamente con la evolución clínica y antecedentes del paciente. MEJÍA y MEJÍA (2006). 27 Tabla 2: Prueba de cribado serológico (No Treponémica) y el diagnóstico de la sífilis en el embarazo. Determinación Pruebas de Cribado (No Treponémica) Método VDRL Ventajas Sencillez Permite realizar determinaciones individuales. No requiere equipamiento específico. Detecta conjuntamente IgG e IgM. Posibilidad de realizar de forma automática (VDRL/ EIA). Validada en LCR Requerimientos/ Limitaciones Pre-tratamiento de la muestra. Falsos positivos biológicos y falsos negativos igual que la prueba de RPR. Una muestra reactiva requiere cuantificación y confirmar el resultado con una prueba Treponémica. VDRL/EIA, puede presentar variabilidad de resultados al realizar el método cuantitativo. Fuente: Cercenado E. et al. (2004). 2.2.4.2 Significación clínica La sífilis es una enfermedad venérea causada por el Treponema pallidum, que invade las mucosas intactas o la piel en áreas de abrasiones. El contacto sexual es la forma más común de transmisión. El diagnóstico de esta enfermedad sufre la carencia de un método para cultivar el microorganismo en medios de laboratorio y la dificultad para detectarlo en estadios de la enfermedad en los que no se observan lesiones epidérmicas. Sin embargo, desde el comienzo de la infección aparecen en el suero del individuo infectado ciertas sustancias denominadas “reaginas”, que reaccionan 28 con antígenos de cardiolipina, lecitina y colesterol. Estas reaginas junto a los signos clínicos son por lo tanto los procedimientos más rápidos y útiles disponibles para diagnóstico de sífilis. WIENER (2000) El VDRL es una técnica de floculación que utiliza el antígeno de cardiolipina para detectar anticuerpos antitreponémicos inespecíficos producidos por el individuo ante una infección sifilítica. Se practica normalmente en lámina de cristal, en la que se mezcla el suero del paciente (previamente calentado para inactivar el complemento), con una suspensión fresca de antígeno de cardiolipina; esta mezcla se agita de forma rotatoria y al cabo de pocos minutos puede observarse la floculación utilizando un microscopio de bajo aumento; sus resultados pueden expresarse tanto cualitativa como cuantitativamente. LARRONDO (1999). 2.3 Planteamiento de hipótesis 2.3.1 Hipótesis General Mediante la validación e investigación de los niveles elevados de V.D.R.L en las mujeres gestantes que acudieron al Hospital “El Empalme” en el período de enero a junio del 2011 se determinará la incidencia de la misma. 2.3.2 Hipótesis Específicas 1. Los porcentajes de V.D.R.L. reactivo débil o fuerte en mujeres gestantes que acudieron al Hospital “El Empalme” serán mínimos en el período de enero a junio del 2011. 2. Los porcentajes de V.D.R.L. no reactivo en mujeres gestantes que acudieron al Hospital “El Empalme” serán elevados durante el período de investigación. 29 2.4 Operacionalización de las hipótesis específicas Hipótesis específica 1: Los porcentajes de V.D.R.L. reactivo débil o fuerte en mujeres gestantes que acudieron al Hospital “El Empalme” serán mínimos en el período de enero a junio del 2011. Tabla 3: Operacionalización de la hipótesis específica 1. Variables VDRL Definición Conceptual Prueba serológica que determina los anticuerpos inespecíficos al reaccionar con los antígenos cardiolipídico. Definición Operacional Indicadores Prueba serológica que determina anticuerpos inespecíficos elaborada de Reactivo acuerdo a las débil o fuerte normas internacionales de laboratorio cuyo resultado se define como: reactivo débil o fuerte Unidad de medida IgG e IgM, Hipótesis específica 2: Los porcentajes de V.D.R.L. no reactivo en mujeres gestantes que acudieron al Hospital “El Empalme” serán elevados durante el período de investigación. Tabla 4: Operacionalización de la hipótesis específica 2. Variables VDRL Definición Conceptual Prueba serológica que determina los anticuerpos inespecíficos al reaccionar con los antígenos cardiolipídico. Definición Operacional Indicadores Prueba serológica que determina anticuerpos inespecíficos elaborada de No reactivo acuerdo a las normas internacionales de laboratorio cuyo resultado se define como: no reactivo 30 Unidad de medida IgG e IgM,
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