Integración planetas generacionales con los opuestos

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INTEGRACIÓN DE LOS PLANETAS GENERACIONALES CON SUS OPUESTOS
Los Planetas Generacionales mueven estructuras complejas y la manifestación orgánica: átomos, molécula,
macromoléculas, etc., es sólo la realidad constituyente de la Esencia del Ser.
El paso de los Planetas lentos por el zodíaco, además de permitir dilucidar el conocimiento del propósito de éstos para
la integración con sus opuestos, permite a lo largo de sus lentos movimientos descubrir oportunidades existenciales,
objetivas y subjetivas, que aceleren el desarrollo del despertar de la conciencia.
Así, será a través de los Signos del Zodíaco donde la incertidumbre profunda podría abrirse a la revelación del origen
y, en consecuencia, integrar las energías subyacentes que, aparentemente inconexas, a lo largo del camino de las
experiencias en la existencia se descubrirán.
Detallo a continuación, algunas prescripciones de acuerdo a la naturaleza de los astros:
INTEGRACIÓN SOL-URANO
El individuo debe asumir e identificar su propia identidad, y sólo así podría formar parte de la humanidad de una
forma propia y exclusiva, sin proyecciones, adentrándose fraternalmente con el colectivo y desde una perspectiva
humana propia y original.
La voluntad y la autoconfianza, acaso, podrían agitar e inclinarle a asumir las nuevas experiencias hacia el progreso y
a no temer los cambios vitales, pudiendo lograr afrontar con valor y energía y aprender asumiendo las nuevas
perspectivas y situaciones versátiles.
Las ideas más avanzadas, probablemente, renovarían la posición particular y permitirían mantener al hombre en una
posición de liderazgo; disposición que le permitiría representar en la vida una posición privativa, especifica y notable
frente a la apariencia impersonal que explayaría en virtud de su autonomía e independencia.
La continua creatividad daría lugar a conocer y consentir la constante inventiva que representan todas las
circunstancias y experiencias de la subsistencia y esto, probablemente, emanciparía a la persona, ya que no temería
los cambios. Esta libertad y manumisión revelaría la grandiosidad de la verdadera fortaleza, espíritu y aliento de la
vitalidad.
Del mismo modo, los grupos, posiblemente, averiguarían a través de la identificación original, la Unidad. Las ideas
encontrarían formas que serían canalizadas para la afirmación de la humanidad y, la rebeldía se convertiría en
innovación, originalidad, progreso y perfeccionamiento que sustentasen el talento, el ingenio y la conciliación con lo
genuino y universal.
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INTEGRACIÓN MERCURIO-NEPTUNO
El individuo intuye capacidades intelectuales elevadas e inclinadas hacia el estudio y comprensión de lo desconocido
y misterioso, hacia el análisis y reflexión, sobre todo, de aquello que resulta intrigante e impenetrable.
Se debería adoptar una aptitud mental ajustada a la búsqueda e ingreso de nuevas dimensiones y, por ello, sería
posible, poseer unas facultades mentales óptimas, y por ende, unas facultades psíquicas en sintonía con las primeras.
El mundo de las formas y lo simbólico exige que se plantee infinito, y sólo así tal vez, se reconocería y sometería el
hombre al caos; escenario que puede confundir, trastornar y conmover al no poder ser probado tan indefinido ámbito.
La correspondencia debería existir plenamente accesible e ingenua, esto es, abierta a toda clase de energías y
vibraciones y no, tan solo, a las etapas y circunstancias ya experimentadas.
Para coronar en lo más positivo de la esencia ambos planetas, quizás, lo constituiría la admisión de la magnificencia
de la naturaleza del espíritu y reconocer asumiendo la pequeña parte con la que el mortal opera conscientemente. Esta
nueva mirada le concedería la posibilidad de elaborar otras técnicas y/o métodos que le permitiesen acceder al área de
lo hermético y desconocido.
Otra condición o práctica, que sería del todo negativa para el desarrollo del sujeto residiría en pretender racionalizar
las experimentaciones incomprensibles al ojo humano y pragmatizar las impresiones, efectos y visiones. Esta
imprudencia, probablemente, dejaría al individuo en tal estado de ansiedad que, debido a la perturbación y el
desasosiego que el caos le habría originado, obtendría como resultado un desajuste mental importante y, por
consiguiente , de la personalidad.
INTEGRACIÓN PLUTÓN-VENUS
La satisfacción de los propios deseos obliga al individuo, de forma inconsciente, a la transformación para hallar la
verdadera armonía existencial.
Las tendencias negativas y, por ello, tensas cuando no se integran ambos planetas pueden hacer que la persona
coexista desde una actitud posesiva y controladora, renunciando y despreciando todo lo conseguido en busca del
continuo malestar y perturbación sentimental. Esta apariencia justificará la entrega total a episodios de vulgaridad,
pereza y situaciones pulsionales que desequilibren tanto la energía sexual como sensual.
Estas energías bien canalizadas y entregadas hacia la integración de lo positivo y negativo de ambos planetas podrán
repercutir en que el deseo de poder experimentado y el deseo de perder para encontrar, enriquezcan armoniosamente.
Desde un carácter tranquilo y juicioso se podría ejercer una influencia personal, en condiciones óptimas, admitir y
someterse a las diversas formas de la muerte, dando por expirado el ciclo que haga despertar al individuo y recibiendo
abiertamente la reforma de los impulsos profundos que transforman el interior del Ser.
Las vivencias realmente deseadas y perseguidas encierran en sí mismas la necesidad de ser perturbadas con la
finalidad de generar el nacimiento de nuevos valores y así la obtención de recursos que consagren el verdadero deseo.
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Este enigmático ejercicio es desarrollado constantemente como fundamento indispensable para llegar al fin, aún
siendo éste engendrado desde su inicio, esto es, marca el fin anhelado desde su origen para reiniciar nuevos resortes
que se encuentran aún dormitando en el interior del individuo.
La puesta en marcha de este mecanismo de manera íntegra, aportaría un incuestionable proceso reconstructivo y
evolutivo, tanto personal como colectivo, acerca de la integración de los opuestos Venus-Plutón; obtención/pérdida,
sentimiento/insensibilidad, delicadeza/desatención, material/incorpóreo, entre otros. El valor y la voluntad no podrían
existir sin la pérdida, del mismo modo que no lo harían el gusto y el confort sin el dolor. Ambos aspectos forman
parte del mismo espectáculo y ninguno de ellos es más importante que su compañero de experiencias.
De igual forma, estas energías se darán espontáneamente, ya sea de forma equilibrada o exaltada y, desde un punto de
vista práctico o, un plano totalmente consciente podrían, entonces éstas, asaltar frenéticamente en disposiciones y
experiencias físicas que incitarán hacia la corrupción del cuerpo y de la mente.
Plutón impulsa a los actos instintivos, violentos y fuerzas sometidas a una sutileza tal que la energía en sí misma
surgiría en manifestaciones de un gran potencial energético, ya sea el abuso del sexo o llevar a través de la energía
física la destrucción de todos los valores tanto físicos como morales. Venus, por el contrario, ofrece unas fuerzas
vinculadas a la entrega, el afecto y el sentimentalismo y, el exceso de éstas podrá obstaculizar el progreso de la
materia.
Llegar a entender esta fusión es comprender la sencillez de la naturaleza, Venus, representante de la fertilidad y los
valores y Plutón de la destrucción y la pérdida. La naturaleza nos da la vida en detrimento de ella misma y la fusión
de los dos polos que nos guiaron a la existencia son los elementos inequívocos para salvarnos del peligro de la
autodestrucción.
Carmen Esteban