Boletín de los Misioneros de la Tercera Edad

Misioneros de la Tercera Edad
Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero
de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada,
hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón…
¡Pero nunca te detengas!
Santa Teresa de Calcuta
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Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, A.R.
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Corazón de la misión
Boletín bimestral • noviembre-diciembre 2016 • Año 10 • No. 60
Q
ueridos amigos(as), la recta final de
este 2016, que hemos vivido como tiempo extraordinario de misericordia, está marcada por varias fiestas que nos invitan a seguir celebrando con alegría al Dios de la vida.
La conmemoración de Todos los Santos, el
recuerdo de los Fieles Difuntos, la alegre espera del tiempo de Adviento, la fiesta de María de Guadalupe; todo parece prepararnos al
gran misterio de la encarnación del Hijo de
Dios, del Emmanuel, que nos recuerda que
Dios está con nosotros.
Como misioneros hacemos nuestra la alegría que viene de la Palabra
que se ha hecho carne y nos sentimos, hoy más que nunca, invitados a
llevar a todos los rincones del mundo esa Buena Noticia. Para que todos
tengan vida en abundancia.
En este tiempo el Señor sigue sorprendiéndonos y en medio de tanto
escenarios que muestran una humanidad envuelta en situaciones de dolor
y de enormes sufrimientos, una vez más, nos enseña su rostro para que
no perdamos la esperanza y para que no olvidemos que Él sigue siendo el
Dios de la paz.
La Navidad, con su mensaje de ternura, con su promesa de vida y con
la prueba de la fidelidad de Dios para quienes ama, nos invita a renovar
nuestra confianza y a despertar nuestros buenos deseos de trabajar en la
construcción de un mundo más fraterno, en el que nadie quede excluido del
amor que el Padre tiene por cada uno de nosotros.
Los invitamos a seguir uniéndose, con sus sacrificios, con el dolor de
sus enfermedades, con el peso de la edad y sobre todo con la alegría de
su corazón misionero, a la tarea de anunciar la Buena Noticia de Jesús que
viene entre nosotros, también esta Navidad.
Con nuestros mejores deseos, un abrazo cordial.
inforesidencias.ocm
No te detengas
Para reflexionar
P. Enrique Sánchez González, mccj