“Marjorie Mardones articulo Cartografiabibliografica” (PDF 267KB)

La bibliografía cartográfica y la memoria emblemática:
propuesta para el estudio de los mecanismos
patrimonializadores del Archipiélago de Juan Fernández
RESUMEN
Este documento propone analizar críticamente los estudios bibliométricos desde la
perspectiva de la cartografía simbólica, considerando como ejes centrales la escala, la
proyección y el símbolo (Sousa-Santos, 1991). Estas representaciones instauradas y
ampliamente aceptadas por la comunidad académica han consolidado el modelo
hegemónico de la lógica informacional, lo que justifica la urgencia por explorar nuevos
métodos de representación y de análisis, teniendo presente los usos sociales de la
información: el acceso, la democratización, y la inclusión de todos los saberes. Esta
investigación es parte del modelo aplicado a la elaboración de la cartografía bibliográfica,
memoria y mecanismos de patrimonialización del Archipiélago de Juan Fernández.
PALABRAS CLAVE
BIBLIOMETRÍA, CARTOGRAFÍA SOCIAL, CARTOGRAFÍA BIBLIOMÉTRICA, MEMORIA
BIBLIOGRÁFICA, PATRIMONIO DOCUMENTAL
ABSTRACT
This document proposes to analiyze the bibliométrics studies form the perspective of the
symbolic cartography, considering as backbones of the scale, the projection and symbol
(Sousa- Santos, 1991). These representations eslablished and widely accepted by the
1
academic community have consolidated the hegemonic model of the informational logyc ,
wich justifies the urgency of exploring new methods of representation and of analysis, bearin
in mind the social uses of the information: the access, the democratization, and the
incorporation of all the knowledges.
KEYWORDS
BIBLIOMETRICS,
METRIC
STUDIES,
SOCIAL
MAPPING,
CARTOGRAPHY
BIBLIOMETRIC, ACCESS TO INFORMATION, DEMOCATRIZATION OF INFORMATION,
COGNITIVE CAPITALISM
CARTOGRAFÍA Y BIBLIOMETRÍA
La obsesión por la objetivación de la realidad a partir de la fundación del positivismo y post
positivismo, la apología desbocada por la racionalidad y la necesidad de cuantificar todos
los fenómenos sociales, son prácticas ampliamente validadas y sobrevaloradas en las
distintas disciplinas del conocimiento, fenómeno presente en la bibliotecología y ciencias
de la información a través de la matematización de sus productos y servicios. Esto se
observa principalmente en las mediciones de información, ya sean bibliométricas,
cienciométricas, webmétricas; términos usados, las más de las veces, indistintamente.
Los estudios bibliométricos utilizan para su representación gráficos y mapas, los que
consideran índices de co-citación, concurrencias de palabras, concurrencias de códigos de
clasificación y fuentes de recopilación; sus indicadores se centran en indicadores
personales, de producción, de dispersión, de visibilidad o impacto, de colaboración, de
obsolescencia, de forma y contenido de la información (Ardanuy, 2012), los que están
2
transversalmente vinculados por nociones de espacio, tiempo y lugar; todos ellos conceptos
inherentes a la representación cartográfica.
En las últimas décadas espacio, tiempo y lugar se han diluido en el tráfico desbocado de
las carreteras de la realidad virtual. Pareciera que las fronteras han desaparecido o que el
mundo se ha empequeñecido. Por ello se tiende a olvidar que esta carretera de la
información posee un correlato a un espacio físico determinado. Que sus autores y autoras
responden a grupos sociales particulares, donde la información no tiene relación explícita
con el cotidiano y el territorio, de modo que la generación de nuevo conocimiento va
perdiendo sentido para la comunidad. Así la representación de la información y los estudios
métricos son reproductores de un sistema exclusivista de producción y promoción de la
información; reflejo de una sociedad para la cual el conocimiento es un capital necesario
para la generación de nuevos recursos o formas de explotación a gran escala. De este
modo quedan en jaque los usos sociales del conocimiento científico, acorralados por el
actual capitalismo informacional, el que se comporta como una nueva fuente de
desigualdad social, viniendo a reforzar las anteriores fuentes tradicionales de inequidad
políticas, económicas, sociales y culturales del sistema capitalista (Ramis, 2014).
Un mito que ha instalado el ciberutopismo y el internetcentrismo, es que ambos no perciben
la censura, propaganda y vigilancia que se incuban al interior de las redes telemáticas. Para
Assange, todo esto se lleva a cabo bajo el amparo de la idea de los cuatro jinetes del
infocalipsis; es decir, que el Estado se permite vigilar a los ciudadanos escudándose en el
combate del terrorismo, el narcotráfico, la pornografía y la piratería (Assange, 2013).
La tecnología va aparejada a una nueva forma de sociedad del control, que lejos de
democratizar y personalizar las relaciones económicas, las fragmenta y masifica. El
concepto sociedad de la información es un paradigma tecnoutópico, que sobreestima la
técnica instrumental y estadística. Quienes denuncian el ciberfetichismo acusan un intento
3
de hacer de las redes telemáticas un limbo jurídico, político y ético; ya que tras la idea de
un modo de producción entre pares se podrían envolver nuevas formas de especulación y
explotación social, tal como es el caso de las lógicas que desarrollan las publicaciones
científicas y los estudios métricos informacionales (Ramis, 2014).
La consideración de éstos contextos permite introducir en el análisis del mapa la incidencia
de los distintos actores, las técnicas y las herramientas, la intencionalidad del autor y los
modos de llevarla a cabo, las agencias financiadoras y sus influencias sobre el mapa, el
impacto del público al que se dirige, el estudio comparativo de los demás documentos que
se ocupan de entornos espaciales similares y, de manera fundamental, remarca el hecho
de que el mapa es una representación cultural, confeccionado en un lugar y un tiempo
determinados al interior de un cierto orden social establecido. Por lo tanto el mapa no sólo
representa el territorio, lo produce. La cartografía ejerce una violencia simbólica que
refuerza la violencia física con la que se establecen las relaciones jerárquicas al interior del
Estado (Montoya, 2007).
En el caso de las metrías de la información, se delinean rutas del conocimiento. Los análisis
bibliométricos y sus correspondientes representaciones constituyen metáforas de la
realidad, en las que se toma opciones por lo que es representado. Lo peligroso surge
cuando esta metáfora se entiende de modo literal “los tratados de retórica nos enseñan que
el uso repetido de una metáfora durante un largo periodo de tiempo transforma
gradualmente la descripción metafórica en una descripción literal” (Sousa- Santos, 1991).
De este modo muchas veces el mapeo o cartografía cumple la función de sistematizar el
territorio, espacio y tiempo de acuerdo a modos de significación hegemónicos, entendiendo
que “el mapa no solo cumple la función de familiarizar al sujeto con el entorno sino también
aquello más profundo de naturalizar el orden de relaciones que le son permitidas en el
espacio, cumpliendo una función ideológica” (Escudero, 2014).
4
La cartografía simbólica de la información propone algunas interrogantes como por ejemplo
qué sucede con las lógicas económicas que esconden las bases de datos en que se publica
la información, quiénes son la entidades o de dónde provienen los académicos que validan
esta información, qué nivel de conciencia existe respecto a los volúmenes de documentos
que quedan fuera de esta lógica de la información. Estas interrogantes apuntan hacia una
epistemología de la información en la que se pone en crisis la objetividad de los recorridos
informacionales propuestos. En este sentido es posible entender las representaciones
bibliométricas como un producto cultural –del conocimiento/poder-, de manera que es
posible asimilarlas más como textos que como imágenes fieles de lo real. Ello nos indica
que el mapa “monumentaliza” y establece intencionadamente intervenciones o hitos del
paisaje como referentes. La imagen-documento del mapa establece ciertos marcadores
visuales y signos que arbitrariamente “naturalizan” las relaciones espaciales, limitándose
reforzar los relatos ya instalados en la conciencia social (Montoya, 2007).
Como señala Sousa-Santos (1991), los mapas proponen tres aspectos vitales para
representar porciones de realidad que son: escala, proyección y simbolización, los que
observaremos a la luz de los estudios bibliométricos actuales.
ESCALA
La escala permite realizar la metáfora de lo representado, constituyendo miniaturas de la
realidad. En el caso de las representaciones a gran escala o a pequeña escala, se toman
opciones para representar porciones de mundo. Así, los mapas de pequeña escala no
permiten medir con exactitud la amplitud de las vías del tren o la dimensión de los mares
pero permiten apreciar claramente las posiciones de algunos elementos entre sí y su
relación con los demás accidentes del terreno. Cambiar la escala significa cambiar el
5
fenómeno o dicho de otro modo lo observado cambia cuando el observador cambia,
dependiendo en este caso de los usos y emisores de la información.
La información y sus estudios métricos se centran en la creencia que existe una sola escala,
centrada en el estudio de las revistas científicas, con los indicadores ampliamente
reconocidos dejando de lado estudios fuera del circuito académico, centrado en otros
espacios físicos y virtuales. Se trata de formas de información infracientífica, informal, no
oficial. Así los estudios bibliométricos que abarcan grandes volúmenes de información
invisibilizan algunos agentes.
El término capitalismo cognitivo viene a hacerse cargo de esta lógica económica que
fecunda a través de las revistas de alto impacto y de mercadeo del conocimiento, que son
la materia prima para el desarrollo de las representaciones métricas del estudio del
conocimiento científico. Esta lógica ha venido a consolidar una dinámica de información
supranacional, un sistema nervioso central mundial, un sistema de conocimiento basado en
estructuras de dominación pre-existentes. Sin embargo, la información surge de manera
mucho más espontánea, similar a lo que ocurre con los Sistemas Emergentes planteados
por Steven Johnson. Estos fenómenos de información han sido analizados en los últimos
años, especialmente los relativos a los fenómenos de las redes sociales a través de las
webmetrías o bigdatas. Sin embargo, el material impreso de manera asistemática o
infrainformacional como es el material producido por pequeñas editoriales, editoriales
independientes, publicaciones de organizaciones no académicas, autoediciones, entre
otras, simplemente no existen para los estudios métricos.
Centrada en la lógica de la escala en la representación cartográfica, en el caso de una
cartografía bibliométrica es posible distinguir tres espacios básicamente: una bibliometría
local, una bibliometría nacional y una bibliometría mundial. Lo que distingue estas tipologías
de información es el tamaño de la escala con que regulan los volúmenes de información.
6
La bibliometría a gran escala describe pormenorizadamente los detalles, comportamientos
y actitudes, fenómenos en el tiempo, evolución de la información en las instituciones, etc.
En el caso de la bibliometría de menor escala es pobre en detalles, y reduce los
comportamientos y las actitudes a tipos generales y abstractos de acción. Pero, por otro
lado, determina con rigor la relatividad de las posiciones (la producción de las instituciones
y organizaciones, y de los autores individuales), ofrece otras direcciones y atajos, y es
sensible a las distinciones (y complejas relaciones) entre las partes y el todo; pasado y
presente; funcional y disfuncional: la bibliometría crea una cartografía con una orientación
determinada en cada una de sus manifestaciones. Y lo más importante, permite
comprender el vínculo entre la generación de conocimiento, territorio y comunidad.
El conocimiento sirve y funciona para perpetuar un modelo existente, careciendo de sentido
para la vida cotidiana. Termina constituyendo solo un indicador para aumentar aportaciones
concretas para el I+D+i en los distintos puntos del orbe. Por ello es que los estudios a
pequeña escala son relevantes para los habitantes de territorios determinados, ya que el
reconocimiento y construcción de su imaginario a partir de estos dispositivos de memoria,
permiten el auto reconocimiento de la comunidad, y particularmente el reconocimiento del
territorio y la construcción y de la memoria y su consecuente imaginario.
PROYECCIÓN
La proyección en las cartografías viene a significar una distorsión, en la cual se modifican
formas, distancias, direcciones, ángulos. Todo lo que se realiza para aumentar el grado de
exactitud en la representación de un particular atributo, contribuirá a aumentar el grado de
error en cualquier otro.
7
La proyección no es un procedimiento neutro, al igual que la escala. A través de él la
bibliometría define sus fronteras. Así cada representación define su centro y su periferia.
Los estudios métricos tienen por frontera las mismas bases de datos y revistas científicas
que son su principal fuente de información. Concentradas en universidades de todo el
mundo, han desarrollado una verdadera máquina para la producción de información,
invisibilizando paulatina pero constantemente la información que proviene desde la periferia
(académicos con poca producción académica, áreas de conocimiento menos rentables para
el sistema de mercadeo imperante, temas que no se encuentran en el cénit del interés
general, investigadores latinoamericanos de países y universidades pequeñas, documentos
en otro idioma que no sea inglés).
Estos fenómenos de distorsión presentes en la información y sus lógicas proyectuales se
tornan más notorias cuando se detiene la observación en la periferia, ya que los temas y
lógicas cambian, puesto que los puntos de interés radican en otras temáticas, constituyendo
una proyección temática–geográfica, alterada básicamente por condiciones técnicas y
económicas.
SÍMBOLIZACIÓN
La representación cartográfica utiliza símbolos gráficos para señalar elementos y
características de la realidad espacial seleccionados. En el caso de los estudios métricos
es posible considerar la simbolización en cuanto prestigio que se obtiene a través de estas
revistas y bases de datos que las contienen y distribuyen. Es decir, estas revistas pueden
comprenderse como símbolo de poder y estatus, no solo de consolidación de un modelo
económico- cognitivo.
8
ESTUDIO DE CASO: EL ARCHIPIÉLAGO DE JUAN FERNÁNDEZ
El Archipiélago Juan Fernández es conocido a nivel mundial como escenario de la novela
de Daniel Defoe, Robinson Crusoe publicado en Londres el año 1719. La narración del
náufrago que vivió 28 años solo en una isla hasta que lo rescatan piratas devolviéndolo
a Inglaterra, es considerado relato icónico sobre el simbolismo de la relación colonial
(Pennycook, 1998). A la representación de soledad y abandono sobre Juan Fernández,
inmortalizada por Defoe, se yuxtaponen variados discursos, prioritariamente científicos
y literarios, que permiten esbozar un mosaico de miradas y valoraciones del territorio
que constituyen un régimen disciplinario de producción de conocimiento sobre las islas,
aspecto que se desea abordar como objetivo de la presente investigaciòn. En principio
se identifican dos memorias sobre el archipiélago.
La primera memoria identificada es la exógena o “memoria colonizadora” construida por
agentes culturales dominantes y que responden a una agenda política emanada desde
continente, interesada en revertir el imaginario del aislamiento, fomentando la noción de
integración al territorio del Estado nación chileno. La preocupación por la pérdida del
“espesor cultural” frente a la arremetida de la cultura mediática y la modernización
inconclusa que perpetúa la dependencia isleña del continente es el telón de fondo de la
reflexión sobre el Chile Insular1 discusión liderada por los casos emblemáticos de Chiloé
(Mansilla, 2007) e Isla de Pascua (Aguirre, 2003), lo que permite una aproximación para
Juan Fernández con la finalidad de reconocer las claves que particularizan su caso. La
segunda memoria es la “colonizada”, construida por los habitantes del archipiélago y que
establece un discurso identitario para la población local que responde a las claves de
insularidad del territorio (Brinck, 2006) como una suerte de oposición al “otro”, entendido
1
Integrado por 3.739 islas, según el Instituto Geográfico Militar. Disponible en http://www.igm.cl/
9
como el Chile continental. La identidad de esta comunidad se despliegaría entonces a
partir de la oposición insulares frente a continentales de manera que los discursos
identitarios (antiguos y nuevos) de la comunidad se elaboran en relación con el exterior
(Vanhulst, 2014).
JUSTIFICACIÓN
El interés por examinar las características la memoria emblemática sobre Juan
Fernández radica en que ésta legitima las acciones patrimonializadoras de ciertos
agentes sociales por sobre otros, excluyendo la experiencia y el recuerdo personal que
no tiene asidero en el recuerdo colectivamente significativo, revelando las inclinaciones
y tendencias de una política de la memoria y por cierto del olvido colectivo. La política
de la memoria se instituye desde el proceso confrontación y lucha por construir memorias
emblemáticas (Stern 2000), y ocupa un lugar central en la activación de los proyectos de
cambio y/o innovación social en las sociedades marcadas por la desigualdad, al
considerar que el ethos que se instala determina los eventos y sus relatos recordables
bajo la exclusión de otras narrativas (Gascón, 2010).
La discusión sobre la construcción de las identidades personales y colectivas es una
problematización que para algunos surge en momentos de crisis o cuando hay una
autoconciencia o percepción de estar en crisis (Larraín, 2001). Visto así, la pregunta por
la identidad de un territorio se instala en una encrucijada o punto de encuentro
tensionado dado que en torno a la identidad concurre la interpelación sobre el sentido
general construido en la sociedad contemporánea y el creciente interés por la
construcción de relatos y constitución de prácticas de nuevos actores sociales,
relacionadas con la pluralidad de discursos, y por extensión el debate sobre la
conservación de elementos (tanto materiales, tangibles como simbólicos e intangibles)
10
en riesgo de desaparecer (debate cultura de la memoria y patrimonio cultural). La
operación cognitiva, emotiva y política de visitar el pasado, recordar eventos y
acontecimientos desde el lugar que proporciona el presente permite abordar las
cristalizaciones históricas e hitos constituyentes de la proyección de una sociedad o
comunidad hacia el futuro asumiendo que dentro de la heterogeneidad de las
experiencias, lo que se tiene en común como colectivo es nuestro pasado (Garretón,
2003).
En la actualidad, el denominador común o caracterizador de la cuestión insular chilena2
(3739 islas, según el Instituto Geográfico Militar, 1998) estaría en la preocupación por la
pérdida del “espesor cultural” frente a la arremetida de la cultura mediática y la
modernización inconclusa que perpetúa la dependencia del continente y establece un
punto de encuentro para los casos emblemáticos de Chiloé (Berg, 1996) e Isla de
Pascua (Aguirre, 2003). Sin embargo, la finalidad del presente estudio está en reconocer
mecanismos patrimonializadores que finalmente intervienen en la permanencia o
anulación de ciertos discursos identitarios inscritos en las variadas artistas del fenómeno
de «asociacionismo de defensa del patrimonio» (Ariño, 2002) escasamente explorado
en nuestro país.
Objetivo general
Establecer el régimen disciplinario de producción de conocimiento del Archipiélago de
Juan Fernández, considerando como elementos fundamentales en el análisis de los
resultados la escala, la proyección y el símbolo.
2
11
Objetivos específicos
Describir los mecanismos patrimonializadores de la memoria colonizada/colonizadora
del Archipiélago de Juan Fernández.
Desarrollar una base de datos con la bibliografía situada.
Representar la información recopilada a través de mapas locales y mundiales,
distinguiendo discursos oficiales,
Metodología y Resultados esperados
El diseño metodológico esta investigación contempla abordar la “memoria colonizada” y
“memoria colonizadora” desde la documentación; desde la identificación de los agentes
patrimonializadores y sus discursos, los que participan en la construcción de una
memoria hegemónica totalizadora sobre el Archipiélago Juan Fernández. Tales agentes
producen y reproducen discursos asociados a sus intereses que son de diversa
naturaleza y que determina la prevalencia de ciertas nociones como patria, Estado,
turismo, ecología, tesoros y piratas, patrimonio subacuático u oceánico, maremotos,
endogamia, violencia, etc. En la construcción de la memoria colonizada/colonizadora
sobre
Juan
Fernández
se
reconocen
agentes
que
activan
mecanismos
patrimonializadores excluyentes que se levantan desde una operación de selección de
ciertas categorías que terminan por construir un discurso sobre el Archipiélago que se
intenta esclarecer en el presente estudio asumiendo lo isleño/exógeno del continente
como dos entidades geográficas que se apoyan y en cierta medida se reflejan.
12
CONCLUSIONES
Los mapas están presentes en la vida cotidiana. La aparición de herramientas exitosas y
de uso común tales como el google maps y los habituales mapas conceptuales, y la
posibilidad de adaptarlos a las necesidades particulares, permiten que la representación, la
dispersión y simbolización, sea por todos fácilmente asimilado. Así, la propuesta para
comprender los estudios métricos de información a partir de esta premisa permite
problematizar cuestiones tan importantes como son los sesgos existentes, las exclusiones
e invisibilizaciones. En definitiva comprender, desde la reflexión teórica y la investigación
empírica de sus representaciones sociales, el papel que el conocimiento científico y sus
tecnologías aplicadas juegan en el capitalismo cognitivo como intensificadores de las
formas de desigualdad.
A su vez, hacer el ejercicio de comprender la lógica con que circula la información, permite
cuestionar y proponer la necesidad de realizar estudios métricos a pequeña escala, sin
descartar los mega-estudios, entendiendo que cada uno posee sus sesgos y sus utilidades.
De allí que la idea de desarrollar cartografías de información centradas en determinados
espacios geográficos, incorporan otros elementos a la hora de analizar la información y
entender la lógica de los lugares: el caso del estudio bibliométrico de Quintero-Puchuncaví
(Mardones & Carmona, 2014), consideró todos los tipos de publicaciones, centrados en el
tema medioambiental, permitiendo conocer un territorio determinado de un modo que las
publicaciones científicas no podría observar, mostrando la preocupación de organizaciones
no académicas respecto al medioambiente entendido como un agente de impacto en la
salud de la comunidad, más allá de los estudios de suelo y desarrollo social, siempre parte
de los discursos oficiales.
La cartografía bibliométrica, centrada en la escala, proyección y simbolización permite
mover el eje central de los estudios, comprendiendo que ellos constituyen fragmentos de la
13
realidad, instalando una discusión que plantea un asunto ético, de inclusión y de
descentralización, entendiendo que toda propuesta es una opción de construcción de la
cultura, de la realidad y de la sociedad. El mito de “todo está en internet”, pone en crisis la
idea de que es necesario observar los fenómenos informacionales con una mirada crítica,
develando lo que se oculta tras estas redes sociales y lógicas sutilmente implantadas.
Es necesario leer críticamente las prácticas dominantes en la formas de conocimiento que
se han instaurado en los estudios bibliométricos, practicando otras formas de escala,
proyección y simbolización de la información como prácticas democratizadoras, tal como lo
propone una cartografía bibliográfica, en dirección de recuperar el vínculo entre el la
producción bibliográfica y el territorio.
Es necesario reconfigurar la lógica del conocimiento científico y posibilitar la creación de
formas innovadoras de intervención cultural y política de carácter democrático y
emancipatorio: “Este objetivo exige una nueva configuración de los saberes y de ecologías
del conocimiento. Es decir, una revisión crítica de las jerarquías y de las fronteras culturales
que naturalizan y presentan como inmutables la separación entre ciencias y humanidades,
ciencias sociales y ciencias sociales, naturaleza y cultura, expertos e ignorantes,
conocimiento especializado y sentido común” (Rodríguez, 2009).
Finalmente, interesante resultaría lograr un análisis estructural y fenomenológico de los
modelos hasta ahora experimentados, con intenciones de provocar la alteridad en el
conocimiento, que es la única manera de generar nuevas rutas hacia aquello que
imaginamos y que no.
En el caso de los estudios bibliométricos es necesaria la incursión de perspectivas
cualitativas para la representación de la información, que ya que “lo que pretende hacerse
pasar por datos objetivos o neutrales es siempre producto de concepciones teóricas y
14
presupuestos axiológicos que, en la mayoría de los casos, ni siquiera son planteados
explícitamente” (Sautu, 2005).
BIBLIOGRAFÍA
Ariño, A. (n.d.). La patrimonialización de la cultura y sus paradojas postmodernas.
Retrieved June 26, 2015, from
http://www.academia.edu/1198690/La_patrimonializacio_n_de_la_cultura_y_sus_
radojas_postmodernas
Assange, J. (2013). Criptopunks: libertad y el futuro de internet. LOM: Chile.
Berg C., L. (1996). Ideas y modelos en la memoria arquitectónica : el caso de Chiloé. De
Arquitectura , 0 (7), Pág. 38-41. doi:10.5354/0719-5427.1996.30437
Brinck Pinsent, G., & Torres De Rodt, J. (Eds.). (2005). Memorias insulares:
archipiélago Juan Fernández. Valparaíso: Punta Ángeles.
Escudero, H. B. (2012). Taquigrafías de un territorio: espacio, tiempo y lugar. En
Cartografía social: investigación e intervención desde las Ciencias Sociales métodos y
experiencias de aplicación. Argentina.
Garretón, M. A. (2003). Memoria y proyecto de país. Revista de Ciencia Política
(Santiago), 23(2), 215–230. http://doi.org/10.4067/S0718-090X2003000200010
Gascón, F. (2010). ¿Políticas de la memoria o semióticas del olvido?
Ima(r)ginarios sobre comunicación y cambio social.
15
Jordy, A. (2012). Breve introducción a la bibliometría. Universidad de Barcelona.
Larraín, J. (2014). La identidad chilena. Chile: LOM.
Mansilla Torres, Sergio. (2007). Hay un dios que todo lo compra: Identidad y
memoria de Chiloé en el ssiglo XXI. Revista Austral de Ciencias Sociales, (12), 145–
158.
Mardones, M. & Carmona, J. (2015). Puchuncaví - Quinteros, Chile: Bibliometría y
Medioambiente.
Montecino Aguirre, S. (Ed.). (2003). Revisitando Chile: identidades, mitos e historias
(1a. edición). Santiago, Chile: Cuadernos Bicentenario, Presidencia de la República.
Montoya Arango, V. M. (2007). El mapa de lo invisible. Silencios y gramática del
poder en la cartografía. Universitas Humanística, 63(63). Retrieved from
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/article/view/2341
Ramis, Á. (2015). Los bienes comunes intangibles en el capitalismo cognitivo.
(Spanish). The Intangible Commons in Cognitive Capitalism. (English), 15, 109
129.
Sautu, R., Boniolo, B., Dalle, P. & Elbert, R. (2005) Manual de Metodología: Construcción
del Marco Teórico, formulación de los objetivos y elección de la metodología. CLACSO:
Buenos Aires.
Pennycook, A. (1998). English and the Discourses of Colonialism. Routledge.
Rodríguez Victoriano, J. (2009). Los usos sociales de la ciencia: tecnologías
convergentes y democratización del conocimiento. (Spanish). The Social Uses of
Science: Converging Technologies and the Democratization of Knowledge.
(English), 17(34), 225–249.
16
Sousa-Santos, B. (1991). Una cartografía simbólica de las representaciones sociales:
prolegómenos a una concepción posmoderna del Derecho. Nueva Sociedad, (116), 18–38.
Stern, S. (2000). De la memoria suelta a la memoria emblemática: hacia el
recordar y el olvidar como proceso histórico (Chile 1973-1998). En Garcés, M. et a
(Editores), Memoria para un nuevo siglo. Chile, miradas a la segunda mitad del
siglo XX. Santiago, Lom, 11-33.
Vanhulst, J. (2011). Amenazas y perspectivas para la preservación de la biodiversidad
del archipiélago Juan Fernández, Revista Chilena de Estudios Regionales, año 2, n°2,
43-63.
17