RELATO DE REDES EN PERU Partimos 6 personas desde el

RELATO DE REDES EN PERU
Partimos 6 personas desde el parque Echenique en Chosica (Lima – Perú), localidad
situada por la carretera Central, rumbo a la ciudad de San Pedro de Casta a 42 km
de la ciudad de Lima y una altitud de 3200 msnm, nuestro objetivo la enigmática e
histórica meseta de Markahuasi (Marka: protector Huasi: casa) a 3800 a 4200
msnm, para ser exactos, “la fortaleza”, una formación rocosa imponente situada en
la parte más alta de la meseta.
A la partida, 2 compañeros casi renuncian por un accidente automovilístico que se
logró sortear. El primer recorrido tuvo una duración de 3 horas y media, hasta llegar
a San Pedro de Casta, donde almorzamos algo ligero, sabiendo que en la noche
probablemente no cenaríamos.
Decidimos abordar la meseta por el camino corto por lo tanto la más empinada.
Empezando la marcha fueron muchas las enseñanzas a aprender, de nuestros
compañeros, paso a paso, con Pablo a través de su decidida peregrinación
caminando con su mochila pesada a cuestas, como de la persistencia y lucha de
Carla por llegar a la meta y el infaltable estilo de Jorge de ascender con sombrilla.
En el camino reflexionaba, que por alguna razón varios compañeros que iban a ir
con nosotros desistieron por motivos personales, ya que hubiese sido muy duro
para todos, escalar hacia la zona más elevada. Llegamos casi caída la noche a un
lugar conocido como el Anfiteatro, muy exhaustos, todavía quedaba la tarea de
armar las carpas, luego de eso lo único que queríamos era descansar, para aliviar el
soroche que en algunos comenzaba y las contracturas musculares que se hacían
presentes por el esfuerzo físico de la escalada.
A las 10 de la noche, salimos dos de nosotros a tomar algo caliente, prender la
fogata para calentarnos ya que el frío llegaba casi a cero grados y mirar el cielo
estrellado, haciéndonos rememorar viejos tiempos.
Al día siguiente despertamos muy temprano y luego de una meditación, reparamos
energía con un buen desayuno, en la pequeña carpa bodega-restaurant que los
lugareños han acondicionado, con un baño para mantener la belleza del lugar. Aun
con las piernas entumecidas por el esfuerzo de la caminata del día anterior
empezamos una nueva travesía rumbo a una zona conocida como la Fortaleza, luego
de reconocer paisajes hermosos con un bosque de piedras que
la naturaleza había tallado en el tiempo y
se han hecho famosas por sus formas entre
ellas, la tortuga, la llama, el profeta, el
mamut, el perfil del indio, la serpiente, el
perro, el cóndor, el famoso monumento a
la humanidad que con 5 rostros
representan las distintas razas, vistos
desde diferentes perspectivas que nos dan
el ángulo preciso para verlos; entre otras
formaciones rocosas
que han sido
reconocidas en el tiempo, lagunas
incontrastables
por
momentos
la
escenografía
perfecta de un mundo antediluviano. Llegamos al
frente de la fortaleza donde decidimos realizar la
ceremonia del antenaje para incrementar la red del
planeta, luego de un pequeño ritual, empezamos
nuestro regreso con la alegría de la labor
cumplida…recogiendo nuestros pasos por el camino
de viejos Yauyos.
Oscar