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Leinier:
¡Otra hazaña!
Terminó con medalla
de plata como primer tablero
en la Olimpiada Mundial
Por RAFAEL PÉREZ VALDÉS
Leinier Domínguez: otro buen golpe.
E
L mejor ajedrecista cubano,
Leinier Domínguez, nos regala de vez en cuando una gran
alegría. Cualquiera de ellas es un
agregado al hecho de encontrarse
para nuestro orgullo ubicado en
puestos importantes del ranking.
Y es que ahora conquistó medalla
de plata como primer tablero en
la Olimpiada Mundial (sí, el tablero en que se suele colocar a los número uno de cada país).
Esa es la mayor alegría vivida
por nuestros dos equipos, uno masculino y otro femenino, en el torneo
efectuado durante 11 rondas en
Bakú, la capital de Azerbaiyán del
1° al 14 de septiembre.
Domínguez (2720 puntos de
Elo) tuvo un rendimiento encomiable: 7.5 unidades en 10 salidas.
Nuestros compatriotas lograron 14 puntos (seis victorias, dos
empates y tres fracasos), válidos
para 27.5 y el lugar 25. Los tres primeros fueron Estados Unidos (20),
Ucrania (también 20, decisión en
el desempate) y Rusia (18).
Año 108/No. 20
Entre las damas las cubanas
sumaron 18 unidades, y con ellas
terminaron decimoctavas (siete
victorias, un empate, tres fracasos). Las tres primeras plazas fueron para China (20), con nueve
sonrisas, dos empates; Polonia
(17) y Ucrania (también 17, relegada en el desempate).
Las ubicaciones de nuestros
elencos quedaron por debajo de lo
esperado. Los varones pretendían
mejorar el séptimo lugar en
Tromso 2014, igual resultado a los
conseguidos en Novi Sad 1990 y
Calviá 2004. Aunque las muchachas mejoraron su pálido puesto
anterior desde el 30 hasta el 18.
Ello sin tener en la mente un punto tan empinado como su cuarto
en Khanty-Mansiysk 2010.
Así el Ídolo de Güines finalizó
con 2839 unidades, válidas para
ubicarse como primer tablero por
detrás del georgiano Baduur
Jobava (2926), ganador de la medalla de oro, quien totalizó ocho
puntos de 10. La de bronce correspondió al estadounidense Fabiano
Caruana (2838), con siete de 10.
Leinier había llegado con espíritu colectivo a la sede: “El objetivo individual es siempre jugar
buenas partidas y tratar de incre-
mentar el Elo si es posible, pero lo principal es
el equipo, ayudarlo todo
lo que esté a mi alcance
para conseguir un lugar
destacado […]. Todos
estamos muy optimistas, tenemos experiencia juntos y somos conscientes de que podemos
tener un buen resultado, solo hay que mantener la concentración y no
bajar la guardia”.
Leinier no perdió. Archivó cinco victorias e
igual cantidad de tablas.
No es todo: sumó 15.6
puntos a su Elo (serán
anexados el primero de
octubre). Claro que la
noticia ha producido mucha alegría, y disparado
al menos tres recuerdos…
Uno: Se trata, desde
el primer tablero, de la
segunda medalla de un
cubano, junto al oro del
genial José Raúl Capablanca,
campeón mundial de 1921 a 1927,
en Buenos Aires 1939.
Dos: La de plata de Leinier es la
cuarta de forma general de un cubano: Reynaldo Vera ganó oro como
tercer tablero en Elista 1998; Isam
Ortiz plata en el cuarto de Tromso
2014.
Tres: Es inevitable olvidar su
paso por nuestra revista en 2013,
cuando conquistó el Gran Premio
de Salónica. Nos visitó, en gesto
amable, para facilitar nuestro interés de realizarle una entrevista
(se reflejó también en la portada).
También accedió, lleno de paciencia, como el que no estaba cansado, y él lo estaba, a conversar y
retratarse con todos lo que lo desearon.
Y cerramos con una curiosidad.
En Bakú hubo su tira y encoge por
ir al baño. Los jugadores, según
la federación internacional, debían pedir permiso para hacerlo
y esta medida disgustó a muchos.
Ella se dijo era para evitar que
pudieran utilizarse allí computadoras, capaces de analizar millones de combinaciones por segundo. Hubo protestas de medio
centenar de equipos que consideraron la normativa como “absurda y humillante”.
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AJEDREZ
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