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DOMINGO 19 DURANTE EL AÑO – 7 DE AGOSTO 2016 - Nº 2303– CICLO C
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PREPARADOS PARA ESPERAR A JESUCRISTO (Lucas 12,32-48)
"Misericordiosos como Dios Padre"
Tres textos, originalmente independientes, componen el  Lucas 12,39-40: otra parábola, la del ladrón que ingresa sin
Evangelio de este Domingo:
avisar a la casa para robar. Tiene la misma finalidad que la
anterior: estar vigilantes en función del Reino que debe crecer
 Lucas 12,33-34: amplía el tema del domingo anterior sobre
permanentemente y en función del día del retorno glorioso de
la espiritualidad cristiana de la pobreza resumida en esta
Jesucristo (= Parusía o Segunda Venida del Señor).
enseñanza: “Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán
también su corazón” (12,34). El ser humano pone su corazón, A la luz del mensaje de este Evangelio nos convencemos más de
es decir, toda su capacidad de esfuerzo, dedicación y acción, que la vida cristiana es camino, no hacia el vacío ni a una utopía,
allá donde cree que está su bien o estima que es el camino de sino hacia el encuentro personal y comunitario con Cristo
su éxito y su dicha. Jesús nos recomienda “acumular tesoros resucitado. Entre tanto, Jesús nos pide trabajar sin miedo,
donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla” (12,33).
sin fanatismos. Con gran cariño nos dice: “No temas, pequeño
rebaño” (12, 32) ¿Cuál es la razón que Jesús da para esta
 Lucas 12,35-38: constituye la parábola de la vigilancia de los afirmación? Muy simple: “Dios, el Padre de ustedes ha querido
servidores ante el regreso del Amo de una fiesta de bodas.
darles y confiarles el Reino” (12,32).El
Es preciso estar con los ojos abiertos
crecimiento del Reino no se debe a nuestras
para ser lúcidos y conocer dónde está el
fuerzas. Es regalo que Dios ha hecho ya a
verdadero bien. Luego habrá que obrar en
la humanidad en Cristo. Nuestra tarea es
consecuencia para ser felices. Por dos
aceptar ese Reino y mostrarlo a todas las
veces Jesús proclama “felices” a quienes
naciones. En estos tiempos de hostilidad
no se dejan encandilar ni desviar por
y persecución, este mensaje de Jesús nos
falsos tesoros y bolsas que se deterioran.
viene como anillo al dedo y nos llena de
Sólo son dichosos los que, aquí en la
coraje.
tierra viven liberados de cargas inútiles.
TEXTOS
PARA
REFLEXIONAR
a) “Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón” (Lc 12,34)
b) “¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando su llegada! Les aseguro que él mismo
recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos” (Lc 12,37)
c) “Estén preparados, porque el Hijo del Hombre llegará a la hora menos pensada” (Lc 12,40)
d) “No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.” (Lc 12,32).
RITOS DE ENTRADA
M. La Eucaristía que celebramos es presencia del Señor que
viene, es cumplimiento de nuestra espera, pero, también,
alimento para no desfallecer hasta que el Señor glorioso vuelva
al final de los tiempos. Debemos esperarlo con confianza
apartando de nuestros corazones el miedo y el temor.
1. CANTO DE ENTRADA: “Somos un pueblo que camina”(VSJ 39)
Somos un pueblo que camina,
y juntos caminando podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
Somos un pueblo que camina,
que marcha por el mundo buscando otra ciudad
Somos errantes peregrinos
en busca de un destino, destino de unidad.
Siempre seremos caminantes,
pues solo caminando podremos alcanzar…
2. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
C. El Dios de la esperanza, que por la acción del Espíritu
Santo nos llena de su alegría y de su paz, permanezca
siempre con todos ustedes. Y con tu Espíritu.
3. ACTO PENITENCIAL
C. Hermanas y hermanos: Jesucristo nuestro Redentor, intercede
por nosotros y nos reconcilia con Dios Padre. Abramos nuestro
espíritu al arrepentimiento, para acercarnos a la mesa de la
Palabra y del Pan de la Eucaristía. (Silencio breve)
C. Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar:
Señor, Ten Piedad
C. Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un
pecador que se arrepiente:
Cristo, Ten Piedad
C. Tú que perdonas mucho a quien mucho ama:
Señor, Ten Piedad.
C. Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
4. GLORIA: “Gloria a Dios en el cielo” (VSJ. 75)
Gloria en el cielo
y en la tierra paz a los hombres.
Gloria a ti, oh Padre Omnipotente,
Rey celestial.
Gloria a Ti, oh Hijo del Eterno
Dios Redentor.
Gloria a Ti, Espíritu,
que eres Amor.
5. ORACIÓN COLECTA.
C. Oremos (Silencio): Dios todopoderosos y eterno, a quién,
movidos por el Espíritu Santo, nos animamos a llamar Padre;
confirma en nuestros corazones la condición de hijos tuyos,
para que podamos entrar en la herencia prometida. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén
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6. PRIMERA LECTURA.
M. El Sabio para fortalecer la fe del pueblo, recuerda la actuación
liberadora de Dios. Este mismo Dios sigue salvándonos.
Lectura del libro de la Sabiduría 18, 5-9
Como los egipcios habían resuelto hacer perecer a los hijos pequeños
de los santos —y de los niños expuestos al peligro, uno solo se
salvó— para castigarlos. Tú les arrebataste un gran número de sus
hijos y los hiciste perecer a todos juntos en las aguas impetuosas.
Aquella noche fue dada a conocer de antemano a nuestros padres,
para que, sabiendo con seguridad en qué juramentos habían creído,
se sintieran reconfortados.
Tu pueblo esperaba, a la vez, la salvación de los justos y la perdición
de sus enemigos; porque con el castigo que infligiste a nuestros
adversarios, Tú nos cubriste de gloria, llamándonos a ti.
Por eso, los santos hijos de los justos ofrecieron sacrificios en secreto,
y establecieron de común acuerdo esta ley divina: que los santos
compartirían igualmente los mismos bienes y los mismos peligros; y
ya entonces entonaron los cantos de los Padres.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
7. SALMO RESPONSORIAL 32, 1. 12. 18-20.22
R. ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia!
Aclamen, justos, al Señor:
es propio de los buenos alabarlo.
¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que Él se eligió como herencia! R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
Nuestra alma espera en el Señor:
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti. R.
9.
EVANGELIO
M. Escuchemos atentamente lo que nos dice Jesús
sobre la manera de esperar su retorno glorioso.
Aleluia.
Estén prevenidos y preparados,
porque el Hijo del hombre
vendrá a la hora menos pensada.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Lucas 12, 32-48
Jesús dijo a sus discípulos:
«No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de
ustedes ha querido darles el Reino.
Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse
bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro
inagotable en el cielo, don­de no se acerca el ladrón
ni destruye la polilla. Porque allí donde tengan su
tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados, ceñidas las vestiduras y con las
lámparas encendidas. Sean como los hombres que
esperan el regreso de su señor, que fue a una boda,
para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra
velando a su llegada! Les aseguro que él mismo
recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se
pondrá a servirlos.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o
antes del alba y los encuentra así!
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8. SEGUNDA LECTURA.
M. Admiremos e imitemos la fe de nuestros antepasados. Gracias a
ellos, tenemos en Cristo, el cumplimiento de las promesas que ellos
recibieron de Dios.
Lectura de la carta a los Hebreos 11,1-2.8-19
Hermanos:
La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza
de las realidades que no se ven. Por ella nuestros antepasados
fueron considerados dignos de aprobación.
Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el
lugar que iba a recibir en herencia, sin saber adónde iba. Por la fe,
vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo
mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa.
Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios.
También por la fe, Sara recibió el poder de concebir, a pesar de su
edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo pro­metía. Y por
eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació
una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable
como la arena que está a la orilla del mar.
Todos ellos murieron en la fe, sin alcanzar el cumplimiento de las
promesas: las vieron y las saludaron de lejos, reconociendo que
eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Los que hablan así demuestran claramente que buscan una patria;
y si hubieran pensado en aquélla de la que habían sali­do, habrían
tenido oportunidad de regresar. Pero aspiraban a una patria mejor,
nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de
llamarse «su Dios» y, de hecho, les ha preparado una Ciudad.
Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a
Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las
promesas, a aquél de quien se había anunciado: «De Isaac nacerá
la descendencia que llevará tu nombre». Y lo ofreció, porque
pensaba que Dios tenía poder, aún para resucitar a los muertos. Por
eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué
hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las
paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo
del hombre llegará a la hora menos pensada».
Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola
la dices para nosotros o para todos?»
El Señor le dijo: «¿Cuál es el administrador fiel y
previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su
personal para distribuirle la ración de trigo en el
momento oportuno? ¡Feliz aquél a quien su señor,
al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les
aseguro que lo hará administrador de todos sus
bienes. Pero si este servidor piensa: “Mi señor
tardará en llegar”, y se dedica a golpear a los
servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a
beber y a emborracharse, su señor llegará el día y
la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr
la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor,
no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme
a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo
severo. Pero aquél que sin saberlo, se hizo también
culpable, será castigado menos severamente.
Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se
le confió mucho, se le reclamará mucho más».
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús.
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA
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10. HOMILÍA- Silencio
11. CREDO.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro
Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
¿Qué podemos darte, nuestro Creador?
Solo nuestra nada tómala, Señor.
12. ORACIÓN UNIVERSAL
C. Hermanas y hermanos: Dirijamos a Dios Padre, por
medio de Jesucristo, estas oraciones que brotan de nuestro corazón. A cada petición respondemos.
Por tu misericordia, escúchanos Padre.
15. CANTO DE COMUNIÓN: “Fiesta del Banquete” (VSJ 212)
Fiesta del banquete, Mesa del Señor,
Pan de Eucaristía, Sangre de redención (2-2)
Acepta estos dones, Padre y buen Señor,
fruto de sudores, signo de tu amor.
14. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
C. Padre de bondad, acepta los dones que misericordiosamente has dado a tu Iglesia y que, con tu poder,
conviertes en sacramento de salvación. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén
PLEGARIA EUCARÍSTICA
Este pan que nos das por manjar,
es el pan de unidad y de fraternidad.
Padre bueno, que nos has enviado a Cristo
Salvador, Testigo fiel y Primogénito de la creación, Hacia Ti vamos hoy, a tu altar,
Tú nos das la ilusión en nuestro caminar.
no permitas que desfallezca nuestra fe. Oremos.
Padre Bueno, que has elegido a tu Único Hijo como RITO DE COMUNIÓN
Redentor del mundo, haz que el Papa, los Obispos,
los Sacerdotes y Diáconos sean mensajeros de tu 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Palabra a pesar de las persecuciones. Oremos.
C. Padre que la comunión de tus sacramentos nos alcanPadre Bueno, que has constituido a Cristo Rey de ce la salvación y nos confirme en la luz de tu verdad. Por
la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los Jesucristo Nuestro Señor. Amén
que gobiernan las naciones para que respondan
a la confianza de todos, particularmente de los RITO DE CONCLUSIÓN
empobrecidos. Oremos.
Padre Bueno, que nos has dado el cielo como M. Hermanas y hermanos: El Señor ha fortalecido nuestra
regalo en Cristo, tu Hijo, ilumínanos para detener esperanza. Llevemos a la práctica lo que Jesús nos dice,
el odio y trabajar por un pais próspero y solidario. “Donde está tu tesoro está tu corazón”. Recibamos la bendición de Dios para nosotros y para nuestras familias.
Oremos.
(Otras intenciones. Es importante que la Asamblea se 17. BENDICIÓN
acostumbre a orar por los acontecimientos que ocurren C. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, (†) y
actualmente)
Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y les lleve a la
vida eterna. Amén.
C. Padre Santo, que has preparado bienes eternos para
los que trabajan por la paz, infunde valentía en nues18. CANTO FINAL: “Virgen morenita” (VSJ 251)
tros corazones para que no desfallezcamos en la espera
Virgen
morenita, Virgen milagrosa,
de la venida de tu Hijo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Virgen
morenita, te elevo mi cantar.
Amén.
Son todos mis hermanos devotos de tus ruegos
hoy todos son tus hijos, Madre del Salvador. (2-2)
13. CANTO DE OFRENDAS: “Mira nuestra ofrenda” (VSJ 141)
Mira nuestra ofrenda, mírala, Señor.
Así será, Virgen mía,
Todo te ofrecemos para unirnos más.
mereces el respeto y la veneración
porque tu ofrenda es nuestra ofrenda,
por eso yo te canto y te elevo mis plegarias
porque tu vida es nuestra vida. (2-2)
y pido escuches mis ruegos, por favor. (2-2)
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN
4Los Ministros de la acogida, reciben a los fieles y les entregan banderines con los colores patrios.
4Ayer celebramos la independencia de la Patria. Durante el canto del Gloria, del Santo y de la Doxlogía, la comunidad
agita las banderines.
4Después de la Homilía, la comunidad medita en silencio la Palabra de Dios proclamada.
4Felicitar a los Diáconos de nuestra comunidad, por la fiesta de su Patrono: “San Lorenzo”.
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“NO OLVIDES: EL REINO ES PARA NOSOTROS”
En el Evangelio de hoy, Jesucristo se dirige
a cada uno de nosotros y nos dice:
• “No temas pequeño rebaño” (Lc
12,32)
Nos habla con ternura y misericordia, pero también con preocupación.
¿Será que advierte el mal que nos rodea, o estamos confundidos con nuestras
“grandezas”, o andamos en la vida sin rumbo ni
esperanza?
• “A nuestro Padre le ha parecido bien darnos
el Reino” (Lc 12, 32)
Nos recuerda que tenemos a Dios como nuestro Padre y en su misericordia nos da la gracia
del Reino. ¿Tú y yo somos merecedores de este
gran regalo?
• “Vende tus bienes y da limosnas” (Lc 12, 33)
Nos llama a compartir, a vivir la caridad, a ayu-
dar a los que necesitan. ¿Será que nuestro afán cotidiano es “tener más” y dejar
pasar al pobre, afligido, enfermo y olvidaros del necesitado que clama nuestra
ayuda?
• “Ten ceñido la cintura y las lámparas encendidas” (Lc 12,35)
Nos convoca a estar atentos, vigilantes y despiertos. La gracia del Reino que hemos recibido
como regalo no es para ocultarlo, todo lo contrario:
es para vivir y proclamar a todos el valor del Reino
de Dios.
• “Estén también ustedes preparados” (Lc
12,40)
Si hoy viniera el Señor ¿te encontraría preparado?
¡Ánimo! Es momento de recomenzar nuestra vida
cristiana expresada en obras.
DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
Dios ha amado tanto nuestro mundo que nos ha dado a su Hijo. Él anuncia la buena noticia del Reino
a los pobres y a los pecadores. Por esto nosotros, como discípulos de Jesús y misioneros, queremos y
debemos proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo. Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos
ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza
en medio de todas las pruebas. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad
y no profetas de desventuras. (DA 29)
¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el
mundo hoy!
EL PAPA FRANCISCO NOS DICE:
Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz
porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia… Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la
dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio.
Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra
amistad y de la fraternidad.
(Misericordiae Vultus, 15)
Dios nos habla cada día: del 8 al 14 de agosto
Liturgia de las Horas: III Semana
Lunes: Ez 1,2-5.24-28c; Sal 148,1-2.11-14bc;
Mt 17,22-27
Martes: Ez Ez 2,8-- 3,4; Sal 118,14.24.72.103.111.131; Mt 18,1-5.10.12-14
Miércoles, san Lorenzo: 2Co 9,6-10; Sal 111,1-2.5-9; Jn 12,24-26
Jueves: Ez 12,1-12; Sal 77,56-59.61-62; Mt 18,21- 19.1; o (Mt 19,27-29)
Viernes: Ez 16, 1-15.60.63; Sal Resp: Is 12,2-6; Mt 19,3-12
Sábado: Ez 18,1-10.13b.30-32; Sal 50,12-15.18-19; Mt 19,13-15
Domingo, 20: Jr 38,3-6.8-10; Sal 39,2-4.18; Hb 12,1-4; Lc 12,49-53
ÁREA DE EVANGELIZACIÓN, SECCIÓN: LITURGIA • Casilla 7857 • Teléfono: 2406790- 2406908 • Fax: 2406817