Abelardo Díaz Alfaro: El pintor de las letras

Claridad, El Periódico de la Nación Puertorriqueña
Abelardo Díaz Alfaro: El pintor de las letras
Por: Edgardo Huertas
Luego de investigación, estudio, corroboraciones y testimonios importantes se logró
establecer que Don Abelardo Díaz Alfaro había nacido en el año 1916 y no como se
creía en el 19. Lo que ha permitido que su centenario se celebre correctamente y por
tal razón la ciudad de Caguas, el Instituto de Cultura, Wipr TV y diversas entidades
se han dado a la tarea de honrar la memoria de un hombre que supo plasmar en el
papel la historia, la vida, las costumbres y el mundo cotidiano de nuestros jíbaros de
pura cepa.
Abelardo nació en Caguas, Puerto Rico y obtuvo un bachillerato en el Instituto
Politécnico de San Germán, más tarde estudió trabajo social en la Universidad de
Puerto Rico. La esencia de su inspiración fue precisamente ese pueblo campesino
que recorrió por trillos y veredas en su función social. Era un gran observador,
conversador y tenía una facilidad de palabra impresionante. Su sentido del humor era
constante y a todo le sacaba chispa. Su voz se convirtió en la voz del campo, sus
escritos fueron el retrato de una realidad que se vivía en aquellas primeras décadas
del siglo XX. Es en el 1947 que publica su primera colección de esos cuentos y
estampas con el libro Terrazo. Allí ese desfile de personajes fueron calando hondo
en la mente y la memoria colectiva de nuestros días como sociedad, como pueblo y
como país. Cuentos como El Josco y Los Perros han sido publicados en diversos
idiomas. Veinte años más tarde publicó el libro Mi isla soñada una colección de
libretos que dio a conocer a través de WIPR radio.
Para Abelardo, el canal del Pueblo de Puerto Rico siempre fue “la gran casona” la que alberga cultura, optimismo y esperanza. Por eso en el
1996, bajo la administración de Jorge Inserni, se le dio el nombre de Abelardo Díaz Alfaro al estudio que en su momento sería el más moderno
del Caribe.
Aunque delicado de salud, pudo disfrutar de esa celebración en donde a través de una señal de satélite él estaba mirando todo lo que acontecía
en los estudios del canal y las figuras que se daban cita para honrar su legado.
El personaje principal de sus obras, Teyo Gracia, está inspirado en una combinación de los dos tíos que más quería: Juan y Leopoldo Díaz
Morales. El tío Juan era famoso por sus cuentos de vivos y muertos y Abelardo como buen oyente memorizaba esas historias que más tarde
plasmaría en escritos convirtiéndolo en el maravilloso escritor costumbrista que llegó a ser. En sus obras Abelardo retrata esa reafirmación y
lucha del que ama su patria por defender su terruño. Aquella época en donde los maestros tenían que enseñar inglés y ni ellos mismos conocían el
idioma, la lucha por proteger lo nuestro y la victoria de haber mantenido nuestros lazos y raíces culturales sin asimilarnos y sin lastimar nuestra
idiosincrasia. La lucha del obrero de la caña en el cuento Bagazo es una voz de alarma ante la explotación, el abuso y la miseria.
Yo disfruté mucho de Abelardo desde niño. Mi padre y mi padrino Guillermo Venegas eran sus amigos y lo visitábamos de vez en cuando a su
casa en College Park. Había que oírlo, siempre tenía historias, sueños y memorias que contar. En estos días WIPR recibió del honorable William
Miranda Torres, alcalde de Caguas, la serigrafía oficial del centenario de Abelardo. En una mañana gloriosa pudimos compartir y conversar con
la profesora Flavia Lugo de Marichal y Jacobo Morales quienes en determinado momento fueron estrechos colaboradores de Abelardo y
promotores de su obra.
Las Estampas de Teyo Gracia y Retablo del Solar forman parte del tesoro de recuerdos que guarda celosamente el archivo de imágenes Angel
F. Rivera en la emisora pública. El 24 de julio se le llevaría una ofrenda floral en una comitiva que partiendo desde el I nstituto de Cultura llegaría
hasta el cementerio nacional Santa María Magdalena de Pazzis del viejo San Juan. Allí desde la carreta de bueyes hasta el propio Don Procopio,
el “despedidor de duelos”, uno de los personajes de su obra, dijeron estamos presentes. Recordándote y honrándote.
No podría finalizar este artículo sin reconocer a Luis Molina Casanova, porque si la obra de Abelardo todavía está vigente se debe en gran
medida a su esfuerzo, trabajo y dedicación a través del tiempo. Fue el cineasta quien realizó su primer largometraje con Los cuentos de Abelardo
adaptados por la inolvidable Gilda Galán. Posteriormente realizó Cuentos para despertar, inspirados en esa época de Abelardo joven como
maestro y trabajador social.
Recordamos, además, el maravilloso trabajo musical que realizó Gary Nuñez y su grupo Moliendo Vidrio musicalizando los cuentos de
Terrazo. Una joya que debe ser publicada nuevamente en este centenario.
Unidos a la memoria de nuestro escritor estarán los nombres de Elín Ortiz, Marcos Betancourt, Angel F. Rivera, Eda Celia Oliver, Alberto
(Beco) Zayas, Nilda Martínez, Rey Francisco Quiñones, Myrna Vázquez, Juan Ortiz Jiménez, Sandra Rivera, Miguel Ángel Álvarez y tantos
otros artistas nuestros que le dieron vida a los personajes de una literatura nuestra, auténtica que convirtió el papel en el lienzo de nuestro pintor
de las letras. Vive Abelardo y su obra en este centenario.
El autor es cantante productor y actor.
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