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IR C UN STA N C IA S
D I­
VERSAS. ajenas
C
muchas de ellas
a la voluntad, ha­
cen que la apari­
ción de RENO­
VACION se retra­
se más de lo que
fuera dable de­
sear. Esto a su
vez motiva que el
contenido de ca­
da número sea ex­
cesivamente
va­
riado por los te­
mas que abarca
y sin que a nin­
guno de ellos se
le dediquen las
columnas o las
páginas que su
importancia
hu­
biera de merecer.
Así por ejemplo,
desde la apari­
ción de nuestro
número anterior,
a la fecha, ha
transcurrido
un
O R G A N O D E L A S J U V E N T U D E S S O C IA L IS T A S D E E S P A Ñ A E N E L E X IL IO , — Sec. de M EX ICO, D. F.
‘ Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración de Correos de ia Oficina Central en México, D. F., el 3 de mayo de 194V’
R E D A C C IO N Y A D M IN IS T R A C IO N ;
período de tiem­
po en el cual van
incluidas efeméri—
des tan señaladas
o ih b
en la conciencia
de la clase trabajadora españo­
la como son, el movimiento de
Octubre de 1934, la fecha del 7
de Noviembre del 36, el ani­
versario del hecho histórico so­
cial que representa la Revolu­
ción Rusa dirigida y llevada a
la práctica por Lenin y Trotski.
En este lapso de tiempo coin­
cide también el aniversario de
a desaparición física de nuesiro insigne Oon Julián Besteiro, en cuyo homenaje orlado de
respeto y de cariño, insertamos
los últimos trabajos que a su
memoria han aparecido en pe­
riódicos socialistas.
lío V - Núm. 43
T A C U B A 15, Altos.
Director-Administrador:
J U A N M O LAS.
México, D. F., Diciembre de 1949.
PORTE PAGADO.
Precio $ 1.00
Los temas anteriores aquí es­
bozados, son de suficiente en­
vergadura para ser tratados con
¡a amplitud debida, pero los mol­
des rígidos del pediódico suma­
dos a las exigencias dei tiempo
y del dinero, impiden hacer otra
cosa.
Pasando a otro tema, como
españoles que somos no pode­
mos P°r menos de exteriorizar
la pena y el dolor que nos pro­
duce ver la situación de mise­
ria física y moral que se ense­
ñoreó de la tierra en que naci­
mos. cuya representación gráfi­
ca señala con trazo maestro el
grabado de presentación de es­
te número.
Las consecuencias
de ia intransigencia reacciona­
ria y derechista en España a
todo lo que pudiese significar
avance social o incorporación a
la época en que vivimos, no pue­
de ser más dolorosa; si esas
clases tuviesen un adarme de
dignidad, deberían pensar que
más les valdría no haber nacido.
La juventud española, la juven­
tud madura — ya que las jóve­
nes generaciones nacidas bajo el
signo franquista están minadas
con el morbo de la putrefac­
ción— es decir, solamente las
generaciones que vivieron un
régimen de libertad, podrán con­
tar a la hora de liquidar cuen­
tas. Por nuestra parte, los jóve­
nes socialistas prometemos co.
brársela sin ensañamientos, pe­
ro si al precio justo que merece
■a España que destrozaren.
España, la Nación más Grande de la Historia, yace encadenada
y pronta a convertirse en colonia, solo la acción revolucio­
naria de la clase trabajadora, con la ayuda -no por demorada
menos necesaria- del proletariado libre, podrá restituirla a un
Régimen de Libertad Social.
Madrid 1936
Los Olvidados
Por S. Martínez Dasi.
M u erto s p o r la Liberación
Por RODOLFO LLOPIS.
Francia ha celebrado, como en años anteriores, el aniversario de
su liberación. Nosotros, socialistas españoles, comprendemos perfec­
tamente su regocijo. Lo comprendemos, porque también padecimos,
en Francia, el régimen de Vichy y la ocupación alemana. Lo com­
prendemos tanto más, porque España no ha sido todavía liberada, y
porque nosotros socialistas españoles, continuamos en la emigración.
Comprendemos la alegría de los franceses, y de ella participamos
con orgullo. Su alegría es nuestra propia alegría. Como sus dolo­
res y sus tristezas de ayer, también las hicimos nuestras. La cróni­
ca diaria lo recogía a su debido tiempo. La historia, estamos segu­
ros, lo subrayará mañana. Pero mientras ese día llega, no estará de
más que nosotros recordemos a los españoles que lucharon en esas
horas tristes y que, con su propia vida contribuyeron a la legítima
alegría de la liberación.
Los demócratas españoles fuimos vencidos, en lucha desigual,
por el fascismo internacional. Nos dejaron luchar durante treinta y
tres meses. En esos treinta y tres meses, el fascismo internacional
pudo ensayar en nuestros propios pueblos y en nuestra propia carne,
los armamentos que preparaba para su futura agresión. En esos
treinta y tres meses, aparte lo que con la pérdida de material y de
hombres, se debilitó militarmente til nazi-fa'cismo, las Democracias
pudieron prepararse para la agresión de que fatalmente iban a ser
objeto. L a liquidación de la guerra de España, no era sino el co­
mienzo de la guerra europea.
Fuimos vencidos después de treinta y tres meses de lucha, pero
no nos rendimos. Como no tenemos alma de esclavos, preferimos el
exilio. Y al exilio venimos, sin firmar la paz, ni armisticio alguno
con el fascismo. Por eso cuando Aemania declara la gue­
rra a
las Democracias, son muchoslos refugiados españoles
que se
incorporan a i Ejército francés. Para ellos, aquella gue­
rra era
continuación de la do España. Para ellos,
era seguir
su lucha por la Libertad. Era continuar su lucha contra el fas­
cismo internacional que, en 1936, comenzaren en España. Y lucha­
ron en el Ejército francés. En Flandes y en Noruega. Y muchos
murieron.
Sólo en Narwic, cayeron ochocientos españoles.
Llego el desastre francés. Pero pronto, en medio de tantas des­
dichas, ce dejó sentir la voz del general De Gaulle. Y en torno a su
nombre, a lo que él simbolizaba, se forma un pequeño ejército que
lucha en Gabón y Erythrea. Son tan sólo novecientos hombres, seis­
cientos cin. ucnta son españoles. Poco después, en 1941. al terminar
la campaña de Siria, se les unen otras fuerzas. El Ejército de De
Ganl]e cuenta ya con tres mil quinientos hombres. Hay dos bata­
llones de la Legión: el primero se cubrirá de gloria en Bir-Hackeia;
el segundo, en Gau Gall. De esos tres mil quinientos, mil cien son
españoles... En Bir-Hackein, hay trescientos muertos y trescientos
prisión oros, que fueren transportados a Italia. El barco se hunde en
el camino. Todos perecieron. De esos seiscientos muertos,. ciento
ochenta eran españoles. . .
Durante la campaña de Túnez, se les incorporan nuevas fuerzas.
AUí hay mil Retendent os cincuenta españoles que se baten contra los
alemanes a las órdenes del general Giraud. Durante la campaña de
Italia, hay dos mij Retendantes españoles en el Ejército francés. Y,
-desde Italia, donde los nombres de Garigliano. Ponteeorvo, Santa Ole­
ra y t utos más, evocarán siempre las proezas de los españoles, pa­
san a Franela. Desde que comenzó la campaña de Italia, hasta fines
de diciembre de 1944, mi] seiscientos españoles quedaron fuera de
cent bate... .
Al lado de esas fuerzas, hay que señalar las de la famosa Divi­
sión Leclerc, en la que también habían muchos españoles. L'no de
o:l(.-5. oficial, con el grado más elevado que puede obtener un extran­
jero en el Ejército colonial fraileéis, con el bosiilo lleno de citaciones
. Por eso agrego a mi defensa una acusación, ambas saturadas
de justicia. Justa la defensa, porque el laborismo no es culpable
del presente angustioso estado de cosas en Gran Bretaña, que
sería más grave de no haber él ocupado el Poder asistido por
millcnes de trabajadores, quienes no habrían prestado idéntica
colaboración a un Gobierno conservador en periodo de aguda
crisis; de la cual no podrá salirse, definitivamente, sin un con­
cierto universal de producción: y justa también la acusación,
porque el laborismo tiene el deber de reparar los inmensos daños
que a la democracia española causó Inglaterra; cuando, coac­
elogiosas y el pecho cubierto de merecidas condecoraciones. Amado
Granell, me escribía desde Estrasburgo, teatro en aquel entonces de
operaciones:
“ Te escribo hoy para darte cuenta de lo que ha sido la acción
de los voluntarios españoles en. esta lucha verdaderamnete magnífica,
y que ha suscitado la admiración de los países a liados y, sobre todo,
del Alto Mando francés. Ya en Túnez se revelaron las grandes cua­
lidades del español, cuando se bate por un ideal. Después, incorpo­
rados a la División Leclerc, desde Normandía hasta la frontera ale
mana, hemos puesto muy ajta y con legítimo orgullo, nuestra ban­
dera tricolor. Nuestra entrada en París, con el primer piulado de
hombres, revistió caracteres de verdadera apoteosis, y los nombres
de nuestros blindados: “ Madrid” . “ Guadalajara” , “ Brunete” , “ Guer­
nica” , etc. quedarán grabados para siempre en el corazón de los pa­
risinos, que nos dispensar, una acogida formidable.
Nuestra llegada ai Ayuntamiento de París — continúa la carta—
la noche memorable de] 24 de agosto, donde ful recibido por el Pre­
sidente del Consejo Nacional do la Resistencia, hoy Ministró de N e­
gocios Extranjeros, M. Bidault, quien, con gran emoción, me dijo que
Francia no olvidaría jamás a los voluntarios republicanos españoles.
Y “ Combat” habla, incluso, de ' nuestros hermanos de España” .
No somos nosotros — concluye Ja carta— a quienes corresponde
hacer la apología, de nuestra acción de combatientes. El Alto Man­
do francés la lia hecho ya. Nuestras numerosas citaciones lo con­
firman. Hoy podemos decir que Francia nos conoce. Nuestra fra­
ternidad ha sido sellada con nuestra sangre” .
No se pararon los españoles de la División Leclerc, terminarla la
liberación del territorio nacional francés, en la frontera alemana.
Pasaron el Rhin. Y, desde Berschtesgarden, otro español, el Ayu­
dante-Jefe Federico Moreno, me ponía una postal para decirme:
“ Cuatro letras para que sepas que estoy bien. Estoy en la mis­
ma guarida de Hitler, que hemos tomado ayer. T e digo sinceramen­
te que estaba emocionado. El que me hubiese dicho que un socia­
lista español iba a echar al dueño de Europa de su casa, no le hubiese
creído. Naturalmente que la cosa no fué fací]. Figúrate una ca­
rretera entre montaña y los S. S. ocupando las alturas. Pero, a pesar
de eso, hemos dado cuenta de ello. No sin bajas. Ramón está he­
rido en un brazo. No corre peligro, pero será largo de curar. Bueno,
creo que la guerra está terminada. . . ”
Si, la guerra quedó terminada. Y la fraternidad quedó sellada
ccn la sangre vertida generosamente, por la Liberación. Por la L i­
beration de la France!” En las unidades donde estaban encuadra­
dos les españoles, ellos se encargaron de modificar la voz del eco.
Cuando se Jeia el nombre de un combatiente español muerto en el
fragor del combate — ¡y se leyeron tantos!— los nuestros no decían
“ ¡Muerto por la liberación de Francia!” Los nuestros impusieron
que se dijese: ••Muerto por la liberación!” Nada más que eso. Nada
menos que oso.
No significaba aquello claro está, agresión o menosprecio algu­
no a Francia, con cuyo uniforme combatían. Tenía aquello una significácón mucho más profunda. Era lg, declaración de que los nues­
tros, aquellos doce mil españoles incorporados a los Ejércitos Alia­
dos. cual nuevos Quijotes, combatían, luchaban y moran, por la li­
beración de España y por la liberación del nftwdo: ¡Por ]a liberación
del mundo: ¡Por la liberación de todos los oprimidos de la tierra!
Han pasado los años. Nosotros, españoles, no hemos conocido
todavía la liberación de España. Nosotros nos limitamos a gozar de
la liberación de los demás. Nosotros, al cabo de diez años de expa­
triación, seguimos luchando. Y muchos compañeros nuestros, siguen
muriendo ante la monstruosa indiferencia del mundo. ¡Pero esta
vrz se lucha y se muere por la liberación de España!
Próximamente va a renovarse el Parlamento britónico. Por
bien que al Labour Party le vaya en la nueva contienda, no
le irá mejor que en 1945. pues difilcilmente obtendrá mayoría
tan aplastante como la que ahora posee en los Comunes y le
permite gobernar con amplísima holgura.
SI dejara el Gobierno - cuando sea - sin haber cooperado
eficazmente a resolver el problema español, ayudando de veras
al restablecimiento de nuestras libertades, habrá dejado de cum­
plir promesas concretas y públicas, lo cual nunca fué título
de gloria y a veces llega a ser baldón de ignominia.
I. Prieto en ‘‘ Defensa y acusación del Laborismo
tivamente sugirió en 1937 a Francia; la hipócrita y cobarde NoIntervención que hundió a nuestra República.
nico” .
Britá­
El simple enunciado: 7 de No­
viembre. evoca, por asociación de
ideas, un nombre: MADRID. Con
su sublime resistencia, el pueblo
español, encarnada su voluntad por
el pueblo madrileño, respondía a la
expectación
pesimista
de
lo s
observadores;
y destruía,
sola­
mente
Io s
planes
de
ciosos. sino los histéricos
los
fac­
brami­
dos victoriosos de Hitler en Berlín
y de Mussolini en Roma. Poco
se ha dicho y menos se ha escrito
de aquellas jornadas cumbres de
la voluntad de resistencia de la
cl^se trabajadora española. ¡Que
surja el escritor que relate la his­
toria! ¡Que cante el poeta empre­
sa tan gloriosa! Para que la juven­
tud de hoy y de mañana sepa y
sienta lo que fué la epopeya del
Madrid de Noviembre de 1936.
Desde el 18 de Julio dió Madrid
una tónica estimulante dentro del
inmenso sacrificio, un ejemplo en
la resistencia y el combate san­
griento y desigual. Madrid marcaba
un rumbo, una trayectoria resuelta
y decidida en la que debian inspi­
rarse cuantos en el resto de Espa­
ña entendían defender la República.
Si años antes, hombres socialistas
pudieron plantear la grave cuestión
política entré la Casa dle Pueblo y
la Casa Real, en 1936. desapareci­
da la realeza, se planteaba el com­
bate sangriento, provocado por los
generales facciosos, entre el fascis­
mo internacional y la Casa del
Pueblo de Madrid, la Casa del Pro­
letariado consciente, la Casa del
Socialismo. Era pleito exclusivo en­
tre españoles.
Más tarde, el fas­
cismo internacional venció con sus
trepas italianas, alemanas, moras e
indígenas y el material más mo­
derno de la época, a la Casa de!
Pueblo; se perdió la guerra de Es­
paña sin que aceptásemos la derro­
ta, por injusta, inhumana, inmere­
cida. No pudimos vencer, los espa­
ñoles a los que, después, para set
derrotados, necesitarían concillarse
la enemiga de las democracias del
mundo entero y seis añes de terri­
ble y agotadora guerra cuyas con­
secuencias aun están sufriendo to­
dos los pueblos del mundo.
Lo que al pueblo Español, lo que
a la Juventud de España se le exije es obra de titanes, y eso lo ex¡jen quienes en su haber no han
escrito una página como la que e!
pueblo español supo escribir, con
cu carne y su sangre, en Madrid.
Franco y sus generales, los de­
rrotados en Madrid, creen haber ex­
terminado la raza de los hombres
conscientes, los titanes del 7 de No­
viembre, el espíritu indomable de
la Casa del Pueblo, apagado la voz
de los abanderados de nuestras
organizaciones, dispersado la fuer­
za principal de la Revolución Espn
ñola, destruido nuestro Partido Y
la Unión General de Trabajadores,
sepultado el valor y la combativi­
dad de las Juventudes Socialis­
ta s ... pero se equivocaron.
El titán no ha muerto. Malheri­
do y maltrecho, desangrándose, ya­
ce encadenado bajo la bota faccio
sa y fascista: su sangre corre p»i
las venas del proletariado español,
su voluntad se crece ante la peésécución y el ensañamiento crimina!
de los que “ crean Patria asesiñándo españoles".
JULIÁN BESTEIRO
o de la Lógica en la Vida y en la M uerte
(De Tribuna).
Evocar a Besteiro es recordar la fueron, con el aprendizaje hereda­
época de las más intensas luchas do de Pablo Iglesais, Francisco
en la vida política y social de Es
Largo Caballero y Julián Besteiro.
paña. Fué el portavoz de la que,
Y aquí están, fundidos en la muer­
por comodidad <le clasificación, se te y en el pensamiento histórico,
Jlamaba el ala derecha del Partido
dos hombres que es su vida, des­
Socialista Obrero Español, aunque pués de Agosto dé 1917, aparecie­
él solía decir que a su izquierda no ron distanciados dentro de la mis­
había nadie. Suya es también la ma corriente socialista. Se nos til­
frase de que, de haber sido ruso,
dará de exclusivistas, cuando otros
hubiera militado en las filas del
hombres pueden destacarse prime­
bolchevismo. Dos frases que hay
ros en su aposto'ado social. ¿Pera
que inte.pretar dialécticamente, con
quién como ellos en la específica
el sigui nte sentido: que no renun­ conducta política, después de Cos­
ciaba a ninguna de las consecuen­ ta y Pablo Iglesias, puede presen­
cias finales del socialismo, y que
tar una perseverancia tan eonstruc
las luches de éste para la conquis­ tiva y una siembra tan fructífera
to del peder, dependían del medio,
para la cosecha de conciencias ciu­
de la tradición, del proceso mismo
dadanas?
de las contradicciones sociales. Se
Besteiro, teórico de finalidades
le ha querido situar también en las
revolucionarias, en los dos momen­
características del laborismo britá­
tos decisivos de nuestra historia
nico, ]o cual no es más que un re­
contemporánea tuvo dudas inope­
curso polémico. La serenidad y
rantes. Su duda es cuanto a Ja ne­
ponderación de su juicio no fueron
cesidad de que el Partido Soclrüls
obstáculo para que tomara muy en
ta Obrero Español entrase de llene
serio el marxismo. Para él Marx
en la conspiración para traer la Re
ocupaba la cúspide de dos vertien­
pública, no fué obstáculo para que
tes históricas, y asi como su pen­
aceptase la Presidencia de las Cons­
samiento era la ascensión de un
tituyentes. en la que tan brillante
I racionalismo crítico para la inter­
cuanto eficaz actuación tuvo. Otro
pretación de la historia como un
Presidente con menos visión polí­
proceso de lucha de ciases, desde
tica es fácil hubiera dejado escapar
ól arrancan también las rutas in­
la crisis del gabinete Lerroiix, que
telectivas y sociales para la trans­
él consumó obligando a las Cortés
formación de la sociedad. El labo­
a llegar hasta el fin.
rismo sigue también esas rutas, pe­
ro sin tener a Marx como guía, en
EN LOS ANOS DE L A GUERRA
el sentido sistemático de la pala­
C IVIL.
bra.
Como buen intelectual supo crear
posiciones, tendencias, en tomo
suyo. Hoy sor. algunos los socia­
listas que dicen, como haciendo
ostentación de un mérito: “ Yo
nunca fui de nadie, ni de Pabjo
Iglesias” . Incluso no se denominan
marxistas para que nP se les crea
admiradores de Marx. Besteiro no
podía ser de esos. Tenía la ambl| i ión, de que su verdad prevalecieI se en la libre discusión de las idea3.
I Y la exteriorizaba para definirse asi
I mismo y para que los demás se deI ¡iniesen ante ella. Aeatalja la oplI nión de ]a mayoría, y si le era adI versa, esperaba le proceso del
I tiempo para sostener su criterio o
I para rectificarlo.
I
I
I
I
I
I
Pero ai tratarse de un intelec
tital, de un profesor universitario,
es muy natural que nos pregunta
mos: ¿Dónde está su obra? Y para
responder hemos de situarnos ante la eterna paradoja de las cosas
españolas. Porque su obra no es
libresca.
Cuando se habla de ja influencia
de la generación del 98, en el resur­
gir de España, se refieren los crí­
ticos al aspecto literario de la cues­
tión, sin tener en cuenta que el re­
surgimiento floreció en letras por­
que resurgió también en hombres
y en conciencias. Y quienes lleva­
ron la siembra de los nuevos valo­
res sociales, condición indispensa­
ble para los otros resurgimientos,
La continuación, 18 de julio de
1936. ¿Cuá] fué su Jección? Prime­
ramente una lección de moral, de
conducta, permaneciendo en Ma­
drid cuando tantos huían. ¿Creyen­
do que por su oposición al rumbo
que tomaban los acontecimientos
sociales en España, se salvaría en
caso de entrar en Madrid los su­
blevados? Más adelante veremos
que él era consciente del destino
que le tocaba, y que era por im­
perativo de conducta que había to­
mado la resolución de afrontar el
fin cod todas sus consecuencias.
Después, un silencio absoluto en su
disconformidad con el rumbo que
se daba la guerra para no dar lugar
a pugnas que dificultasen la guerra
rn si misma. ¿Acierto? Nosotros
lo reputamos como un error. Vino,
casi al "final, la insinuación de que.
acaso él pudiese enderezar las co­
sas, especialmente en su aspecto
internacional; su entrevista con
Negrin, acusándole de estar al ser­
vicio de los comunistas, y empezó
contra él la campaña sucia de los
esbirros de Moscú, la misma cam­
paña que emplearon contra Caba,
llero, primero, contro Prieto, des­
pués, y que algunos socialistas co­
reaban a su turno, refocilándose
cuando se dirigía a] líder de sus
odios, sin comprender, traidores los
unos, insensatos los otros, que la
campaña era contra el Partido So­
cialista a través de sus hombres
Por F F E R R A N D IZ A L B O R Z
representativos. Y se consumó la propósitos y de mis anhelos...,
continuidad de la traición por de­ mi aspiración sería que, salvados
bilidad de la Primera Magistratu­ aquellos secretos que pertenecen
ra y por defección de los gobernan­ a !a consideración social y al pu­
tes.
dor del alma, mi vida interior fus­
se completamente diáfana para que
Y vino ei fin de la guerra. Como
creemos conveniente que nuestros todo el mundo la viera” . Y a con­
tinuación proejama su distintivo
lectores conozcan algunos aspectos
marmol que ha sido el del Partido,
de Ja vida del Partido en aquellos
angustiosos
días,
reproducimos la Lealtad: “ Hay un rasgo de mi
unos párrafos de nuestro libro iné­ conducta que v-> quiero subrayar
dito, “ Llegó la Bestia” , que guar­ aquí. To he sido, además de diá­
dan relación con el compañero ilcs- fano en la conducta, abe Jutamen
te leal para todos. He sido leal
teiro.
‘‘ Se designó una ponencia inte­ para con mi Partido, en el cual he
grada por los compañeros Piñue­ militado d?sde el año 1912; he sido
la, Rubiera y el autor de estas lí­ leal para los partidos que legítima­
neas, para que presentásemos una mente se consideraban así; he si­
do leal hasta la exageración coa
algún partido que, llamándose afín
era el mayor enemigo del Partido
en que yo militaba y de mí perso
nalmente; he sido leal para el Go­
bierno que combatió la República,
para ios que tenéis esa ideologia
aquí, y en este momento creo que
soy leal con el Tribunal” . (Cómo
se morderían el resentimiento los
deslóales componentes del tribunal,
ante estas palabras de Besteiro).
Y recogiendo unas palabras del fis­
cal, termina con las siguientes pa­
labras:
nota fijando la posición del Pairi:1o ante el nuevo estado de cosas.
‘ ‘Y después de la intervención
del compañero Dege, centrando ej
debate a la nota de la Ejecutiva,
de adhesión al Consejo de Defensa
esta fué aprobada con el voto en
conta del compañero O.”
Besteiro se había convertido en
el centro de la pugna entre espa­
ñoles y rusófilos, entre demócratas
y totalitarios. Bien le guardaron
el rencor. En la cárce] de Yese­
rías, me contaba el compañero Teodomiro Menéndez, que estando en
la de Porlier, muchas veces tuvo
que emplear su dialéctica y puños
de vaquero de alzada para hacer
respetar a Besteiro. Los comunis­
tas habían esparcido la consigna do
que, cuando pasara Besteino por
su lado, con> - quien no lo hace,
que escupieran en señal de despre
ció. Hasta que hinchados los mo­
rros de unos cuantos cretinos se
acostumbraron a la forzada decen­
cia en ei trato con la gente.
SU U LTIM A
LECCION.
Su actitud ante el tribunal fac­
cioso, fué una lección de dignidad
personal, de serenidad de espíritu,
de claridad de ideas y sentimien­
tos, de decencia privada y pública.
N 0 se conforma con que se reco­
nozca la honradez de su vida pri­
vada. “ Yo estoy seguro de haber­
lo sido en mi vida pública’-. Tam­
poco le interesa un fallo favora­
ble. 1.0 que yo quiero es que se
me conozca taj como scy. no sólo
por los hechos externos, sino por
la expresión de mis ideas, de mis
“ Ahora si quisiera yo lamentar­
me de una circunstancia de mi vi­
da que ha apuntado el señor fisca’
diciendo que yo soy algo mito y que
ese mito no debe subsistir. Ya lo
siento mucho. Yo no quisiera ser
mito. Ahora puede que sea verdad,
porque yo creo que en las circuns­
tancias desfavorables los persona­
jes mitológicos se convierten en
mártires y yo, las graves acusacio­
nes que s« me han dirigido, las he
oído con una serenidad de espíritu
enorme. Ese es un bien que nadó­
me puede quitar. He dicho” .
Y a este hombre. Profesor de Ló­
gica de la Universidad Central de
Madrid, Presidente que fué del Par­
tido Socialista Obrero Español y de
la Unión General de Trabajadores
de España, representante mayoritario de] pueblo madrileña en las
Cortes, Presidente da las Constitu
yentes, una de las figuras cimeras
del movtmineto scciaiísta Interna^
cional, una pandilla de forajidos
uniformados lo condenó a reclusión
perpetua, haciéndole morir tirado
en el suelo de la cárcel de Carmo­
na, por ‘ ‘rojo canalla, ladrón y
asesino” . Esta es su gloria y la
vergüenza de ellos.
X X X
Ultimos días, mejor últimas ho­
ras de la guerra internacional en
España Había Que salvar lo que
se pudiera. Unos cuantos socialis­
tas estibarnos empeñados en salvar
nada menos que ei Partido. En e)
sálvese quien pueda de aquellos
día» malaventurados, unos salvaban
« uanto encontraban a su paso. Hu­
bo quien empleaba camiones oficia­
les trasladando a Francia sus tre­
bejos de cocina y los papeles de su
mezquina historia de resentimientos
poro se olvidaron del archivo del
Partido, y en Madrid quedó como
botín de ]a bestia.
Unos cuantos socialistas nos em­
peñábamos tambén en salvar al
compañero Julián Besteiro. I.a nue­
va Comisión Ejecutiva designada
por el Congreso de las Federacio­
nes, de la que nos tocó formar par­
te. visitó a Julián Besteiro, enton­
ces Consejero de Estado en el
Cons'.io ds Madrid, después que el
pueblo con su desprecio y los sol­
dados con su arrojo desbarataron
la sublevación comunista, que no
tenía otra finalidad que la de al­
zarse con los medios de salvación.
En la entrevista Besteiro nos hiz0 partícipes de su inquietud:
— Hay que salvar a cuantos co­
rran peligro, incluso obligándoles,
si es preciso, a que se trasladen a
los puertos en procura de barco.
Se le expusieron los inconvenien­
tes con que se tropezaba por la fal­
ta de barcos.
— Se ha designado — nos dijo—
una Junta Nacional de Evacuacio­
nes y estamos al habla de las em­
bajadas, particularmente de Ingla­
terra y Francia, para que los faci­
litón.
Tanto se nos había hablado de
su deficiente salud, que incluso lo
encontramos fuerte y vibrante, con
su gesto de elegancia inglesa y su
fumar empedernido.
Al día siguiente concidimos en
su despacho un grupo de compañe­
ros. Como tantas otras comisiones,
Íbamos con el propósito de conven­
cerle para que saliera de España. A
las primeras palabras nos atajó se
co:
— He dicho que me quedo.
¡La invocamos la necesidad que
tendríamos de su consejo en el fu­
turo.
-—El Partido ya es mayor de
edad -—nos dijo— . Sabrá evitar los
errores y superarlos.
Me permití advertirle que su de
ber era velar por el Partido y que
por eso mismo era necesaria su ex­
patriación.
Mi deber está aquí —y con sn
diestra cortó e] aire— Ustedes ha­
cen bien en salvarse procurando
así salvar al Partido, pero lo m e
jor ayuda que yo puedo hacer al
Partido es quedarme aquí y. aquí
me hallarán.
— Supongo que Ud. se dará cuen­
ta del peligro que corre. . .
No nos dejó terminar:
— Ni una palabra más —nos di­
jo— . Les ruego no insistan.
Nos despedimos. Por última vez
estreché sn mano sarmentosa, ten­
sa, voluntariosa.
Integrábamos el grupo Gó­
mez Osorio, Carlos Rubiera, Fer­
nando Piñue)a y el autor do estaa
líneas. Al recordar ahora el mar
(P a sa a la
pág. 8)
Fábulas del Errabundo
Caminos que l evan al Socialismo
Por R. RAMOS MARTINEZ.
LA ALONDRA Y EL GUSANO.
Criminal disparo quebró las alas de una alondra, que
cayó a un matorral.
Acercóse otra alondra, pretendiendo ayudarla a levan­
tarse, y la primera dijo, con voz doliente:
-—¿Para qué quiero vivir si y a no puedo volar?
Desde una mata de espliego, replicó un gusano:
— Y ¿para qué quieres volar, si se vive mejor arrastrán­
dose?
EL FILOSOFO Y EL ASNO.
— M e dirijo a tí, asno amigo, porque eres el único ser que
pones tiesas las orejas cuando nosotros, los filósofos, habla­
mos. Eso prueba que nos escuchas.
— Eso quiere decir que no te entiendo.
— Eres tan mentecato como los hombres.
— No seas iluso. Eres más mentecato que yo.
— A tí te basta con el pesebre, como a los hombres con
sus vicios.
EL ALBA Y LA NOCHE
Dijo el Alba:
— Y o hago feliz a la Humanidad, porque le doy la Luz.
Replicó la Noche:
— Y o protejo al Amor.
Contestó el Alba:
— Las flores y las aves saludan mi diaria aparición.
Añadió la Noche:
•—Sin la obscuridad, ¿cómo se justificaria a Dios?
EL FILOSOFO Y EL SACERDOTE
El filósofo:
■—El hombre es imperfecto.
El sacerdote:
•—Está hecho a imagen y semejanza de Dios.
El filósofo:
—Entonces, el imperfecto es Dios.
El sacerdote:
— El único error que tuvo fué crear al filósofo.
El filósofo:
— Ese error corresponde al sacerdote por haber creado a
Dios.
Per J. Vila Cuenca.
En medio de la inquietud en que el
mundo vive y de la zozobra que re­
presenta el temor a otra guerra, empie­
za a plasmar en auténticas realidades
el ideal humano que dio forma filosò­
fica y contenido de acción al Socialis
mo. No es corto — lo estamos midien­
do en años— el tiempo transcurrido
desde que Carlos Max analizó el des*
envolvimiento económico de los hom­
bres y de los pueblos a través de la
teoría, por todos conceptos genial, del
Socialismo Científico. De entonces acá.
pese a todos los detractores que han
combatido el Socialismo éste no ha
hecho sino imponerse, y ya no existe
er el mundo Estado alguno político
que no haya tenido que recurrir a fór­
mulas y soluciones de tipo Socialista
para enderezar, en la medida de lo
posible, los yerros y descalabros pro­
ducidos y originados por las contradic­
ciones en que, con obsesión digna de
mejor empleo, ha venido incurriendo
el capitalismo a lo largo de los últimos
pasados setenta años.
Las teorías Socialistas fueron — to­
davía lo son en no pocos aspectos—
combatidas desde muy diversos ángu­
los. Para este torpe menester siem­
pre contó la burguesía capitalista con
plumas mercenarias puestas al servicio
de los más innobles apetitos y del
más desaprensivo afán de lucro. Y así
resultaba, que el capitalismo, sin ofre­
cer soluciones adecuadas a la crisis
económica cada día más creciente que
se iba adueñando del mundo, recha­
zaba, sin detenerse a meditar sobre
ellas, las que el Socialismo ofrecía.
Aún hoy día, pese a los tangibles re­
Eutrapeli a
Recordáis aquellas hojitas parroquiales editadas en todas las
provincias españolas, en las que incluían una sección humorística
y cuyas márgenes interiores eran aprovechadas para colocar una
línea-lema que decía: ‘ ‘Guerra a la blasfemia. Santificad el día
del Señor0?
Pues con idéntico tamaño y formato, con la línea- lema en el
•crucero, se edita en la ciudad de México, calle de la Palma, otra
'hoja parroquial sin parroquia, organillo de la “ España combatien­
te” , engendro ideado por Negrin, Velao, el ‘ ‘Sublimaos y compa­
ñeros mártires.
En la tal liojita, dedicada a la reconquista de España com­
batiendo sin cesar, no en e] interior de la patria perdida, sino a
ese Luzbel conocido por Prieto, hay también su sección humorís­
tica o de camelos.
La publicada en la primera quincena del pasado mes, trae la
asombrosa noticia, el acto de heroísmo sin par llevado a cabo por
el señor Alvarez del Vayo, quien penetró en España con atuendo
de comisario general de su numeroso ejército y . . . un jamón.
Y si el tal acto de combativismo de este nuevo Pelayo de por
sí merece la medalla del valor, no es menos acreedor a un diploma
•el camarada acompañante que le salvó, coceando al policía, que,
tras un minucioso interrogatorio, quiso detener al héroe.
Gente más dada a la chanza que a preocuparse de imitar a don
Julio, dice todo se redujo a representar en la frontera, cuando los
guardianes estaban en descuido, idéntico papel al célebre borrachito que, por la influencia del mosto soplado, cayóse en la pro­
ximidad de un mojón limitador de dos pueblos. Si la mareántica
le llevaba el c u rpc hacia la derecha, leía Pinto, y si hacia la iz­
quierda, veía Valdemoro. Pues así, de Francia a España, entre
Pinto y Valdemoro, metió e] pie — fuerza de la costumbre— del
Vayo, mientras farfullaba palabras en distintos idiomas, acogida a
con júbilo por su defensor, que expresaba su alegría haciendo ca­
briolas; poniendo la«s manos en el suelo y tirando coces — ¿será
consigna de 1‘España combatiente” — a la luna.
Aún más. Los chascarrrilleros del prietismo aseguran que tan
heroica hazaña salió, del coco de don Julio para anticiparse a un
sultados obtenidos en algunos países
que han realizado, en determinados as­
pectos nada más, experiencias median­
te la Socialización en algunos casos,
y la nacionalización en otros, de ri­
quezas de producción y de servicios
de utilidad pública, el capitalismo
aprovechándose de su riqueza amasa­
da con la sangre y la miseria de los
pueblos, persiste en presentar como
descabelladas, ruinosas y catastróficas
las soluciones que ofrece el Socialis­
mo.
Sin embargo, no obstante la enorme
fuerza que en el mundo sigue repre­
sentando el capitalismo, y la coacción
eue ejerce sobre los gobiernos, éstos
arrastrados por la fuerza de las cir­
cunstancias que son las determinantes
del sentido evolutivo de la vida de la
humanidad no tienen más solución que
la de echar mano de aquellas que
ofrece el Socialismo. Ahí están para
rubricar nuestro aserto, Inglaterra y
Francia; Italia y los países del Bene­
lux; Finlandia y los pueblos nórdicos,
er. Europa. Se nos podría argüir que
en alguno de esos países, el Reino Uni­
do, por ejemplo, el gobierno está en
manos del Partido Laborista, y que en
otros la influencia y el predominio de
los respectivos partidos Socialistas de­
jan sentir toda su poderosa influencia.
Exacto. Pero no lo es menos que en
otros países la mayoría gubernamen­
tal se halla en manos de las clases
conservadoras, y que los gobiernos es­
tán dominados por hombres de extrac­
ción burguesa, y a pesar de esto se
introducen reformas en la legislación
con marcada tendencia socialista y se
H e r ©i c a
Por Rafael Atienza.
proyecto de incursión de Angel Galarza — a quien acusan sor in­
ventor de la canasta uruguaya— con objeto de combatir a la “ Es­
paña combatiente” . . . y que le avalaran unos cheques los del inte­
rior. documentos que le rechazara el pobrecito Negrin, con cuyo
dinero pensaba el Angelito, no se sabe si adquirir, para derrocar a
Franco, trabucos Daranjeros o barajas de poker.
A l saber tan expuesta y formidable hazaña el Consejo Nacio­
nal de ios combatientes, que don Julio preside, sintieron arder en
su sangre la belicosidad, liándose a mamporros con Galarza, por
considerarlo
Agente o chivato de Amaro del Rosal
en deliberaciones del chistoso Consejo N acion al...
sin nación ni tambores para llamadas a la lucha para reconquistar
la patria. Que de tan tremebunda pelea, el único lesionado fué el
edificio lugar de la reunión, a cuyas paredes acometió Veiao con
su pelada cabeza al grito de “ ¡Muera don Juan!, y ¡que le den
cacahueses a don Diego!” ; lo que hizo suponer a los asambleístas
estaba recitando el Tenorio, no dejando así ni ese papelito a don
A]varo de Albornoz.
Sostienen quo Blanco Ua propuesto en el consejillo que existe
en Méjico, editor de la hojita parroquial —no de parra— sin parro­
quia, se coloquen en bella y amplia vitrina el zapato con el que
pisara Alvarez del Vayo tierra española; los cascos del agresor
a la policía franquista, que en lo sucesivo serán emblema de los
combatientes agrupados, e impresos en oro los artículos, para que
Franco entrara en el plan Marshall, escrito por el eminente eco­
nomista Juan Negrin’ cuyo retrato — orlado de salchichas y da­
mas resistentes— y el de la señora Rementería’ con viñetas táuri­
cas, servirán de fondo a tales artefactos de combate de la Agru
pación, que tan heroicamente ha comenzado a escribir su histo
ria y a crear un m useo.. .
No creemos ni yo ni Molas los inventos, menos aún la carne
lancia del avance por tierras hispánicas, vestido de comsario, cea
un jamón y hablando el chino, de don Julio Alvarez del i ayo. Por
muy cara de Velao que se tenga no pasa la bola. Ni la hoja parro­
quial .
elaboran Leyes de protección para la
clase trabajadora, mejor dicho, pro­
ductora de riqueza que es, en defini­
tiva, la que hace vivir a los pueblos
en su incesante progreso humano.
Existe, efectivamente — el recordarlo
casi puede resultar obvio una relación
de causas a efectos, y de la misma
manera que puede afirmarse que el
régimen capitalista al adquirir su má­
ximo desarrollo industrial ha sido la
causa del desiquilibrio económico en
que se encuentra el mundo, puede ase­
gurarse, sin lugar a rectificaciones,
que el Socialismo, mediante la aplica­
ción metódica de sus teorías, va ga­
nando camino en su tarea de reajus­
tar el perdido equilibrio de la econo­
mía mundial. Es este un hecho in­
discutible. La demostración se halla
en esos mismos pueblos que habien­
do salido empobrecido de la quena,
teniendo destruidas todas sus fuentes
de riqueza, se recuperan rápidamente,
sin que para ello sea un impedimento
absoluto la lucha política interior que
mantienen por culpa, principalmente,
del comunismo al servicio de Moscú.
Es cierto —no seremos precisamente
nosotros quienes lo neguemos que no
todas las teorías socialistas pueden
considerarse de sana aplicación en be­
neficio de los hombres y de los pue­
blos. En no pocas ocasiones hemos
dicho —lo repetimos una vez más—
que nos contamos entre aquellos socia­
listas que propugnan por una revisión
a fondo de nuestras propias teorías.
Seguimos aceptando como dogma la
filosofía marxista, pero en el terreno
práctico de la aplicación de las teorías
que de dicha filosofía se desprende,
estimamos que se impone, repetimos,
la más escrupulosa revisión. Si no
aceptáramos esta conclusión caeríamos
en el mismo grave error en que ha in­
currido la burguesía y el daño
que con esto se ocasionaría al géne­
ro humano sería de consecuencias más
funestas que el que combatimos.
Damos por cierto que el régimen co­
munista ruso ha causado más daño al
Socialismo que su enemigo principal,
el capitalismo. No será nunca posi­
ble mediante la tiranía dictatorial de
un partido como triunfará por el So­
cialismo. Mucho menos aún minando
la moral de los pueblos a través del
quintacolumnismo. O lo que es peor,
enganando a las clases productoras
para que sirvan los designios imperia­
listas de potencias extranjeras. Por
seguir esta política el gobierno ruso
tenemos a orgullo s e r
incompa­
tibles coa él. No podemos mostrar­
nos solidarios con un régimen como
el comunista que es la negación de
los propios principios con cuyo nombre
se adorna, y el más efectivo enemigo
de la clase obrera.
El engaño y la mentira han de en­
contrar siempre la repulsa de todo so­
cialista que se precie de serlo. Por
serlo nosotros sin abjurar de los prin­
cipios, nos aferramos ni ideal d emo­
crático. Detestamos todo clase de dic­
taduras, igual las rojas, que las ne­
gras, que las pardas que las azulesDemocracia, evolución y progresoEstos — no otros— son los caminos, co­
mo se está probando, que conducen al
Socialismo, sin contar, naturalmente
con el Kremlin.
El X X X II Aniversario de
la Revolución Rusa
Pocos aniversarios tan im­
portantes como este XXXII de
la Revolución Rusa. En el cor­
to — para la Historia— periodo
de un año, la Unión de Repú­
blicas Socialistas Soviéticas re­
gistra a su favor dos hechos
de particular importancia: el vos de la victoria bolchevique,
descubrimiento de la bomba ninguna consideración filcsófiatómica por los sabios rusos y co-políüca, ningún estudio marCarlos Marx
De ‘ ‘ El Capital”.
la victoria casi definitiva de las xista-revolucionario del hecho
Capítulo XXII.
fuerzas populares de China, cu­ ruso, ninguna exposición de al­
COMO PU E D E N CO M PARARSE
LOS D IFE R E N TE S TIPO S NACIO
y
a adscripción al comunismo cance internacional respecto de
N A L E S DE SALARIO .
es tan notable. Por contra, uno la posible táctica de lucha de
Para comparar el tipo del salario
Si la producción capitalista está menor en proyección universal
los trabajadores organizados.
entre distintas naciones, conviene
más desarrollada en un país, el tra­
pero
quizá
más
importante
en
Se ha hablado como si no exis­
tener presentes las circunstancias
bajo nacional alcanza en él, por lo
valoración
ideológica
y
políti­
tiera para la clase trabajadora
de que dependen en cada cual el
mismo, una productividad e inten­
valor de la fuerza de trabajo: la
sidad ordinarias más marcadas que ca: la rebeldía de Tito en Yu- internacional otros problemas
cantidad de las necesidades ordina­ la productividad e intensidad me­ goeslavia.
que los derivados de la ads­
rias, el precio de las subsistencias,
dias internacionales, y la cantidad
cripción ciega y sin reparos
Merece la pena analizar des­
el número medio de individuos de
de valor producida en el mismo
a los intereses particulares de
las familias obreras, los gastos de
tiempo es más elevada y se expre­ de el punto de vista marxista,
educación del trabajador, el papel
El internacionalismo
sa por una mayor cantidad de dine­ estos tres importantes aconteci­ Moscú.
que desempeña el trabajo de muje­
comunista se ha convertido en
ro, el cual vale relativamente me­ mientos.
Y al hacerlo, habre­
res y niños, en fin la productividad,
nos en ese país que en otro donde
el nacionalismo ruso más allá
mos
de
comprobar
como nues­
la duración y la intensidad del tra­
la producción capitalista esté menos
tro análisis se separa totalmen­ de las fronteras de la URSS y
bajo.
desarrollada.
los Partidos comunistas interna­
te de los rea liza d os tanto en
Conociendo la duración cotidiana
la Plaza Roja de Moscú, ccn la cionales se han limitado a ser
de éste y el salario de la jornada
SALAR IO A P A R E N T E Y
en cada país, se hallará para uno
nueva y brillante figura de Ma- pequeñas sucursales de los
SA LA R IO REAL.
el precio de la hora de trabajo en
lenkoff como personaje
fuer­ métodos soviéticos. Contrasta
las mismas ramas de industria, y
te" de la URSS, como en las con ello la posición resuelta de
De este último hecho resulta que
así podrán compararse los tipos
el salario nominal — expresión de
diversas capitales de las "de­ Tito, quien sin renunciar a sus
nacionales de salario a jornal.
la fuerza del trabajo en dinero— se­
mocracias populares" y giupcs principios comunistas, quiere
Después habrá que reducir el
rá por término medio más elevado
afines internacionales. En to­ para su pueblo ese mínimo de
salario ?. jornal o salario a desta­
en el primer país que en el segun­
jo, único que indica los diferentes
dos los discursos conmemorati­ dignidad y derecho a la auto­
Diferencias en el Tipo de los Salarios
grados de intensidad y productivi­
dad del trabajo.
M ODIFICACIONES DE LA LEY
DEL VALOR EN SU A PLICAC IO N
IN T ER N A C IO N A L.
Existe en cada pais cierta inten­
sidad ordinaria, y en defecto suyo,
un producto consume más tiempo
de trabajo del socialmente necesa­
rio: más cualquiera que sea el tiem­
po que haya consumido, en el mer­
cado nacional solo encuentra el va­
lor correspondiente al tiempo so­
do, lo que no quiere decir que su­
ceda lo mismo precisamente con el
salario real, esto es, con la canti­
dad de subsistencias puestas a dis
posición del trabajador.
Aparte de esta diferencia en el
valor del dinero con relación a las
mercancías, se verá oon frecuen­
cia que, si el salario diario, sema
nal, etc., es más elevado en una
nación, el precio proporcional del
trabajo, es decir, su precio compa
rado con la plusvalía o con el va.
lor del producto, es en ella menos
elevado.
cialmente necesario para su pro­
ducción. El valor solo se regula
por la duración de ese tiempo, y
semejante regla solo se modifica
cuando el trabajo alcanza un grado
de intensidad superior a la ordina­
Mientras que el precio aparente
del traba io es por lo general más
bajo en los países pobres, donde
ordinariamente los artículos alimen­
ticio están más baratos, es precio
real, o sea el que cuesta al capita­
ria nacional.
lista una cantidad dada de trabajo
ejecutr-do, es en ellos y en casi to­
dos los casos más alto que en los
países ricos.
No ocurre lo propio en el mer­
cado universal, donde se encuen­
tran los productos de les diversos
países. La intensidad ordinaria del
trabajo nacional no es la misma en
todos. Mayor aquí, menor allá, sus
diversos grados nacionales forman
una escala que tiene por medida el
grado de intensidad media interna­
cional que su comparación propor­
ciona. En comparación con el tra­
bajo nacional más intenso, el na­
cional menos intenso crea en el
mismo tiempo menos valor, que se
traduce en menos dinero.
Otra modificación más profunda
de la ley del valor, en su aplica­
ción al mercado universal, consiste
en que e] trabajo nacional más pro­
ductivo se considera en ese mer­
cado como trabajo más intenso, es
decir, como trabajo que produce,
no solo mayor cantidad de produc­
tos, sino mayor cantidad de valor,
siempre que la nación más produc­
tiva no se vea obligada por la com­
petencia a rebajar el precio de ven­
ta de sus mercancías al nivel de su
valor real.
vos del hecho de Octubre en­
contramos el mismo argumen­
to base: la bomba atómica en
poder de la URSS es instrumen­
to de progreso, en manos de
EE. UU. de Norteamérica es ele­
mento de destrucción y guerra.
La URSS es la paz, según los
comentaristas al dictado de
Moscú, las fuerzas imperialis­
tas del Occidente son la gue­
rra. Fórmula simplista, que,
como todas las consignas de
los altos cerebros del comunis­
mo oficial, quiere imponerse en
la mente de todos los trabaja­
dores del mundo. Consigna tan
ligada a los intereses particu­
lares de la URSS que no hemos
alcanzado a encontrar, en nin­
gún de los textos conmemoraíi-
Por Carlos A . de Aguirre.
tacción para la clase trabajaaora— ; desprestigiem ei socia­
lismo francés que iuenando por
su dignidad no se ha plegado
a los mandatos sectarios del
comunismo; llenar de lodo to­
das las auténticas fuerzas de­
mocráticas de los países euro­
peos que no están dispuestos
a renunciar a sus derechos his­
tóricos, sus libertades indivi­
duales y colectivas y sus con­
quistas progresistas para po­
llerías — como un homenaje de
lacayos— al servicio exclusivo
del imperialismo ruso. No les
ha bastado a los dirigentes del
Poiitburo con tratar de presen­
tar las fuerzas americanas co­
mo dependientes de la pluto­
cracia imperialista. Han en­
vuelto en ello todas las fuer­
zas democráticas de Europa,
cuando éstas no se han plega­
do a sus ambiciones. Se acusa
de este modo el exacerbado
nacionalismo de la URSS, se
evidencia
de un modo indiscu­
determinación otrora tan "pre­
tible la supeditación total y ab­
gonados" por los capitostes del
comunismo oñcial. Defender a soluta de los Partidos Comunis­
tas a los intereses y propósitos
ultranza la posición de la URSS
y los métodos de infiltración particulares de la URSS.
Por estas razones tiene el
del comunismo obediente en
gesto
de Tito una gran impor­
las "democracias populares"
tancia
en la evolución ideológiequivale a olvidar la persecu­
co-política
de los, pueblos y es­
ción de los social-demócratas
pecialmente
de la clase traba­
de Polonia, Hungría y Checoes­
jadora
organizada.
Como es­
lovaquia; el régimen de terror
pañoles,
celosos
de
nuestra
his­
impuesto a luchadores heroi­
toria,
de
nuestras
costumbres,
cos de la democracia auténti­
ca en Rumania y Bulgaria, de nuestra idiosincrasia; y co­
equivale a legitimar muchos mo trabajadores conscientes de
de los sistemas de terror im­ nuestra responsabilidad, segu­
puestos tras la "cortina de ace­ ros de nuestro destino, firmes
ro". Y lógicamente, supone el en nuestro concepto socialista
combatir a sangre y fuego al y humano del porvenir, este
laborismo británico — cuyas aniversario de la Revolución
conquistas son motivo de satis- Rusa nos afirma en nuestros
principios indeclinables. Princi­
pios sagrados para nosotros,
que nos hablan de libertad, de
progreso y de justicia, pero so­
bre todo de dignidad.
Frente al nacionalismo cre­
ciente de la URSS, frente a la
sumisión incondicional de, los
Partidos Comunistas oficiales,
frente a la política de negación
de los derechos del hombre y
de los derechos de los pueblos
a su propio destino, nosotros le­
vantamos en alto la bandera
roja de nuestras esperanzas,
que habla de internacionalis­
mo constructivo y revoluciona­
rio, de respeto mutuo enire la
gran familia trabajadora del
mundo y de colaboración cons­
ciente y sincera de todas las
fuerzas progresivas de la Hu­
manidad.
J U LIA N
BESTEIRO, ACADEM ICO.
BESTEIRO era en aquellos meses Presiden­
te del Congreso de los Diputados. Gobernaba nuestro Par­
tido, de acuerdo con los republicanos. Eran los días eufó­
ricos de la Repúblca Española, que muchos de nosotros, no
obstante, veíamos con ojos entristecidos.
Besteiro, en la
Presidencia del Congreso, se nos representaba como ence­
rrado en una jaula dorada. Cuando Je veíamos en su alto
sitial, lleno de maestria, acatado por todos, aumentando su
fama , se nos aparecía como desdibujando su personalidad
socialista, a pesar de la rotundidez con que la defendía,
cuando llegaban los instantes críticos.
¡Cuánto hubieran
ganado el Partido y Ja minoría parlamentaria si Besteiro
hubiese sido su guía espiritual, desde los escaños, educan
do en socialista a muchos de aquellos que necesitaban aún
del maestro adoctrinador!
Pero era el Presidente de la Cámara.
Y su elevado
sitial le aislaba, por la fuerza de los hechos, de la masa ge­
neral y de los representantes sindicales y políticos de nues­
tros organismos. Por otra parte, Besteiro no fué nunca ami­
go de tertulias, de comidas oficiales o particulares. No iba
a los estrenos teatrales. No ocncurría a las Academias, ni
siquiera al Ateneo. . . Iba mucho, fué mucho, en cambio, a
ción intelig;ntemente previsora y evitar el escollo de la
magogia y d-1 histrionisme político es el primer deber
toda política revolucionaria. .Otra cosa, sea .cualquiera
apan'encia, .no pasa de ser .impotencia constructiva y,
muchos casos, rutina y reaccionarismo disfrazados” .
de­
de
su
cn
EL IN T E R V E N C IO N ISM O CONSERVADOR
Se ha querido desacreditar al Socialismo por refor­
mista. Besteiro no lo era. Era intervencionista. Como lo son
todcs los socialistas, todos los sindicalistas, aún los acratas,
que jamás han renunciado a los beneficios de la legislación
social. Jamás. Pero el intervencionismo, a veces, es lo con­
trario del Socialismo. Como el dirigismo. A veces es lo que
acelera su descrédito. Los conservadores han sido más in­
tervencionistas que los liberales.
Bismarck, en Alemania,
dió la pauta, para contener los avances del Socialismo| Pe
ro oigamos a Besteiro, a este respecto:
‘ ‘El intervencionismo del Estado ha sido con frecuen­
cia patrocinado por los partidos conservadores, en su lu­
cha con el liberalismo clásico, un poco a la manera come
los monarcas absolutos, en su lucha con los señores feuda­
les, buscaban el apoyo del pueblo, haciéndole concesiones” .
(Pág. 8).
la Casa del Pueblo de Madrid. Nunca faltaba a una reu­
nión de Comité o a una junta general, y lo hacía con placer,
Y en otro capítulo de su trabajo, analizando otros as­
pectos, alude a las presiones e ingerencias de ¿a burgesia
en el sene de nuestras agrupaciones, en estos términos:
con modestia, con sencillez.
Alcalá Zamora era Presidente de la República, y sién­
dolo, propuso a Besteiro para ocupar una de las vacantes
producidas en la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Besteiro consultó el caso. Todos los consultados mostraron
sil ccnform.dad. Todos. El propio D. Niceto sería su reci­
“ Después de todo, no es la primera, vez que la bur­
guesía ha tolerado, cuando no patrocinado, un reformismo
socialista para evitar males mayores, ni e« el fascismo de­
clarado el único caso que ofrece la historia actual da socia­
lismo reformista aliado a la violencia y a las aspiraciones dic­
tatoriales’’. (Pág. 118).
piendario, y el acto de toma de posesión habría de consti­
tuir un acontecimiento... Pero pasaban los meses, y Bestei­
D E FE N SA DEL MARXISMO
El Partido Socialista Obrero
Español no ha tenido
otro profesor de marxismo de más alta categoría que Bes
teiro. Algún día habrá lugar, en España, de reeditar sus diccursos, sus conferencias, sus trabajos, y se verá cuan rica
y profunda fué su aportación a nuestros ideales. Lo fué
cuando serlo era impopular, en los momentos en que mu­
ro no redactaba su discurso de ingreso en la Academia. Ca­
yó el Gobierno de coalición, en las condiciones desgracia­
das que todos conocemos, rompiendo un nudo que debió ser
desatado sin violencias.
D. Niceto llamó al Poder a otros
nombres, vencieron en las normas las derechas por la división
de las izquierdas, cuando la ley Electoral se había hecho pa­
ra la formación de grandes bloques políticos, como si nues­
tra inteligencia con los Partidos burgueses debiera durar
toda la v id a ... Surgieron los sucesos de octubre de 1934, la
represión, e| odio entre republicanos y socialistas.. Y en­
tornes, precisamente entonces, Besteiro, venciendo su des­
gana, redactó su discurso de entrada en la Academia de
Ciencias Morales y Políticas, al que contestó, como estaba
convenido, el Presidente de la República, académico Sr. AH
cala Zamora.
• Por qué utilizó Besteiro la tribuna de la Academia
para pronunciar su famoso discurso? Bastaría leerle, para
darse la adecuada respuesta. ¡Cn qué emoción reproduciría
yo integro este admirable trabajo, al conmemorar el ani­
versario de su muerte! Es muy extenso. Intentaré, no obs­
tante, dar una impresión al lector, con textos abundantes
del autor mejor que con juicios míos. Ello será la mejor ma­
nera de respetar su pensamiento y de honrar su memoria.
■MARXISMO Y A N T IM A R X IS M O ”
Asi tituló Besteiro su discurso. Así rotuló el libro pu­
blicado el 5 de may0 de 1935. La fecha ya vale la pena de
ser retenida. Y de pensar en cómo se encontraba España en
aquellos instantes, con la minoría socialista apartada del
Parlamento, las cárceles llenas de trabajadores, el Poder en
manos de los conservadores y la República en peligro, por
las acometidas de la izquierda y de la derecha. Besteiro no
hurtaba nunca su responsabilidad, ni le preocupaba la po­
pularidad. ‘ 'Cuando sr* habla — dice en el Prólogo de su li­
bro— o se escribe acerca de temas de interés público se
♦ontrae responsabilidad ,no solamente por lo que se di
ce. SINO T A M B IE N POR EL M OM ENTO EN QUE SE DICE’.
Besteiro había escogido el suyo a conciencia. Sabía a lo que
se iba a exponer, pero era de su deber exponerse. Esta cita
está hecha, además, porque el auter reproduce en su libro
sus discursos políticos del año 1933. Y al ratificar sus posi­
ciones, después de los acontecimientos que había vivido Es­
paña, se creía obügrio a reivindicar para si toda la respon­
sabilidad de sus afirmaciones, en unos instantes en que, la
corriente contraria a sus posiciones era arrolladora, le era
fanáticamente hostil.
Besteiro quiso utilizar la alta Tribuna de la Acade­
mia de Ciencias Morales y Políticas, presidida la sesión por
el Jefe del Estado, para proclamar su fe en el Socialismo
revolucionario, como lo prueban estas palabras, estampadas
en la página 3, al empezar su disertación:
“ F,i cambio tumultuoso es siempre preferible al estan­
camiento, y en ciertas circunstancias históricas, el cambio
tumultuoso, o por lo menos acelerado, es el UNICO POSI­
BLE, si se quiere mantener la vida. Hay momentos críticos
en que a las sociedades se les plantean problemas do vida o
muerte, que requieren soluciones perentorias, que no so pue­
den ni eludir ni aplazar” .
Y en la
página 13, este
pensamiento, tan
coincidente
con su formación:
“ Hacer compatible el espíritu renovador con la actua­
chos intelectuales — y algunos, entonces, afiliados a la Agru­
pación de Madrid— se vanagloriaban de combatir a Marx.
Pero nunca fué un fanático, nunca se escudó en Marx para
defender sus peculiares puntos de vista. Lo mismo hizo en
la Academia, al leer su discurso en defensa de las doctri­
nas marxistas. Es mejor oirle, con lo que ganará el lector
en claridad y en belleza en la exposición:
‘‘Ha dicho Kautski que el Socialismo, tal y como lo
concibe Marx, es una síntesis de elementos teóricos y prác­
ticos que la historia había ofrecido como contrapuesto e
irreductibles; es una síntesis del idealismo y del empiris­
mo, de las ciencias de la naturaleza .y de las ciencias del
espíritu; una síntesis del genio filosófico alemán y del ñiglés: una síntesis, sebre todo, de la teoría y de la práctica,
que se traduce a su vez en una síntesis del trabajo manual
y de la ciencia.
Una aportación intelectual que ofrece estos caracte­
res, que encierra en si tesoros no agotados de sugestiones
certeras para el progreso de las ciencias sociales y para de­
terminar las normas de la acción, no puede quedar abando­
nada a merced de los apasionamientos de los adversarios o
de los partidarios fanáticos que, precisamente por serlo, no
pueden hacer ctra cosa que desnaturalizarla y empequeñe­
cerla.
Precisamente en estos momentos de violentos ataques
al marxismo se impone !a vuelta a Marx como una necesi­
dad, ya experimentada por los mismos escritores que han
empleado gran parte de los esfuerzos de su vida en una em­
presa, si no de refutación, si de rectificación del marxis­
mo” . (Pág. 33).
“ Para ser marxista y n0 poner en caricatura al mar­
xismo hay que esforzarse, como se esforzaba el propio Marx,
para hallar la síntesis resolutoria de las contradicciones que
la vida nos vaya presentando y que nuestro pensamiento
haya logrado reconocer.
Para ello, Marx no se encastilló en las fórmulas del
idealismo hegeüano. Si lo hubiera hecho, no hubiera sido
otra cosa que un doctrinario más. Marx completó su cultu­
ra germánica con las aportaciones del pensamiento de los
utopistas franceses y de los economistas filósofos ingleses.
Si queremos hacer una obra socialista, aunque mo­
desta. fecunda, nosotros tenemos que seguir, en esto quizás
más que en nada, las huellas del maestro. El carácter emi­
nentemente constructivo del Socialismo actual lo requiere
más ap-emlan temen te que nunca. He aquí, pues, la segun­
da consecuencia a que yo quería llegar; que en el estado
actual d“ las cosas, si queremos evitar los peligros de una
interpretación unilateral y dogmática del Socialismo, de
una interpretación que convierta las organizaciones socia­
listas en clubs de doctrinarios y al Socialismo en una sec­
ta; si oueremos contribuir a la construcción de un Socialis­
mo no autoritario, ni cuartelero, ni despótico, ni dominado
por pasiones ciegas, sino de un Socialismo inteligente, due­
ño de sus propias acciones y verdaderamente libertador de
ios esclavos de] capitalismo es decir, si queremos construir
Marxismo y ntimarxismo
Comentario
un Socialismo no como lo han concebido sus adversarios para combatirle sino como lo han concebido sus partidarios,
romo lo lian concebido Marx y Engels, seria muy recomen­
dable que prestásemos una creciente atención al desarroilu
de las ideas socialistas y aun marxistas, aunque sus mante­
nedores no hayan jurado en nombre del maestro, tal coreo
se ha producido fuera de la Alemania en que nació Marx y
cn la cual fué perseguido y de la cual fué expatriado. Se­
ría muy recomendable que prestásemos una atención más
sostenida de la que prestamos al Socialismo tal como so
desenvuelve en jc-s pueblos anglosajones y escandinavos, y
aún que, en el orden de !a teoría, procurásemos refrescar
nuestro espíritu en las fuentes más claras del intslortualisnio de' siglo X V III que-, como antes hemos indicado, no bro­
taron en el continente europeo, sino en las Islas Británi
cas” . (Pág. 84).
Se ha dicho que la teoria de la lucha de clases es la
del resentimiento, la del complejo de inferioridad, analiza­
da tan brillantemente por Henri de Man. Besteiro na hurta
los escollos. Los busca para salvarlos, inteligentemente. Heaqui un extracto de su pensamiento. a este respecto;
‘ ‘Yo no puedo negar que, en los comienzos do! moví
miento proletario y en algunes momentos especialmente crí­
ticos de su historia, la psicología del resentimiente ha podi­
do ser un factor que haya ejercido una influencia más o me­
nos importante en los acontecimientos. Lo que si afirmo es
que la influencia del marxismo ha sido precisamente la que.
al tratar de despertar en la masa proletaria la conciencia de su
gran misión histórica, ha contribuido más preponderantemente que otra alguna a libertarla de pasiones inferiores, a
desviarla de la práctica de acciones de violencia estéril, y
en suma, no a eliminar la pasión, cosa ni posible, ni de­
seable, pero sí a elevarla, a racionalizarla y a dotarla, de
ese modo, de una eficacia que, cuando era pasión ciega y pri­
mitiva, es incapaz de alcanzar” . (Pág. 114).
LA PARTIC IPAC IO N M IN IST ER IAL
Preside Alcalá Zamora, como ya hemos dicho. Y Bes­
teiro explica serenamente sus teorías, sus puntos de vista,
contra-ios a los mantenidos y deseados por aquellos acadc
micos a quienes pretende aleccionar. El Socialismo no tie­
ne nada que hacer en un Gobierno de coalición burguesa
Para ello, echa por delante está afirmación rotunda de
Marx:
SABORIT.
t¡Efacción acarrea responsabilidades generales que pueen ocasionar a la
colectividad
grandes trastarnos” .
Pág. 16).
Y aún remacha su ataque contra los participacioniss en estos términos:
‘ ‘Para un Partido socialista, sobre todo si su paso por
Poder, aunque sea rico en reformas parciales. NO LE
\ PERM ITIDO ABORDAR LOS GRANDES PR O BLE M A S
E SOCIALIZACION, el ejercicio de la función coactiva
jbrá de ser siempre una fuente de descrédito ante la mageneral de los ciudadanos, y muy especialmente ante
toras muy importantes de la clase obrera” . (Pág. 152).
EL SOCIALISMO Y LA CIENCIA.
Besteiro era un científico, un pensador. Y el Socialisestá estudiado por él en función de pedagogo, más que
y iigitador. No le concibe como un ideal que deba ser ser­
lo por un HOMBRE. No habló nunca como un caudillo,
mo un jefe, como un aspirante a dictador. Fué siempre e¡
¿¡peda del mito, como dijo, trémula la voz, en sus últimas
ilabras ante los jueces militares que le condenaron en Maid Su comprensión del Socialismo es la de un austero:
‘Esta obra de Identificación del Socialismo y la ciencia
. puede, ni ha podido, ser realizada por un solo hombre. Es
¡a obra difícil y penosa, que sólo puede ser lograda por ei
abajo perseverante de una serie de generaciones humanas.”
V. 29.)
La fórmula a que aludo puede condensarse así: el triundel Socialismo es función de la ciencia, y ninguna otra
icunstancia, antecedente o concomitante del movimiento
rogreçivo de la humanidad hacia el Socialismo puede iguarse o compararse a ella, y mucho menor abrigar la pre­
nsión de sustituidla.
Sin el concurso de la ciencia el .capitalismo no hubiera
latido; sin el concurso de la ciencia el Socialismo no puedo
¿arrollarse, ni los problemas que anhela resolver pueden
atminarse hacia su solución. (Pág. 27.)
ESTUDIO DEL FASCISMO
Había triunfado Mussolini en Italia, implantando un re­
men de dictadura, de terror. El Socialismo, el anarquiset comunismo habían sido barridos. La democracia bur­
gesa había dejado de existir. Pero el fascismo más impresio­
nante, más aterrorizador de consecuencias más incalculables,
a el establecido por Hitler, en Alemania. Y en España, en-
La zona de coincidencia entre el nacional socialismo y
el marxismo, en cuanto se refiere a la actitud sentimental
de ambos con respecto a la burguesía es, como acabamos de
ver, una zona muy limitada. El menosprecio, ia aversión, el
odio a la burguesía son más extensos y más agudos en el
nacional socialismo que en el marxismo. Esto explica el he­
cho de que la agitación demagógica nacional socialista, tan
rica en efectivismos, tan ostentosa de modernidad, tan paga­
da de poseer los pretendidos secretos de Psicotecnia, no ba­
ya dudado en utilizar ampliamente el odio al burgués para
abrirse camino entre las masas y conseguir sus finalidades
políticas. Porque es de advertir que la enemiga del nacional
socialismo contra el burgués tiene un carácter puramente
POLITICO que, por lo demás, no trasciende a lo ECONOMI
CO NI A LO SOCIAL. Por eso puede decirse que la actitud
sentimental contra la burguesía, si es más txtensa y más
aguda en el nacional socialismo que en el marximo, es, en
cambio, más profunda en el marxismo que en el nacional so­
cialismo.” (Pág. 116.)
1‘El fascismo somete políticamente a la democracia bur­
guesa y la priva de sus derechos; pero ECONOM ICAM ENTE
la sirve” . (Pág. 117.)
“ A lo que el fascismo se opone MAS R E S U E LT A M E N ­
TE es a la socialización de la propiedad privada. Por eso ei
fascismo constituye la representación genuína y la síntesis
de laa tendencias antimarxistas.” (Pág. 120.)
LA V ICTO R IA DE H ITLER.
El fascismo es demagógico. Maltrata a la burguesía.
Dice, como Franco en cada arenga a los obreros españoles,
reclutados por fuerza para oirle, que su régimen ni es capi­
talista ni marxista. Franco no repite sino las mismas aren­
gas de Hitler, peor pergeñadas. Sus rsesesores son de segunda categoría. Los de Hitler habían bebido en las fuen­
tes de Nietzsche, de Schopenhauer, de Sorel. Tenían otra
talla. Besteiro no los menosprecia. No disimula la derrota;
pero, en buen marxista, deduce sus consecuencias. Esa de­
rrota entraña una lección. Y se produce en el país más tra­
bajado por el Socialismo.
Por algo el régimen victorioso,
ivictorioso en las urnas!, se llamará nacional socialista. Co.
mo Franco ha denominado al suyo nacional sindicalista, es­
timulando los bajos instintos de un anarquismo larvado,
siempre latente en España, el mismo que durante sus pri­
meros pasos acompañaría en triunfo a Primo de Rivera, en
1921.
He aquí la opinión de Besteiro:
‘ ‘Si aceptamos, aunque no sea más que provisionalmente,
esta denominación — la del marxismo antimarxista— , bien
podemos decir que ia prueba más clara de la existencia de
ese marxismo antimarxista la aporta el fascismo militante.
Por algo el fascismo alemán se llama socialista y obrero.
Por algo en sus actos de propaganda ha adoptado una serie
de expresiones y de fórmulas habituales al Socialismo de
inspiración marxista.” (Pág. 108.)
“ Habrá seguramente muchas personas que piensen, co­
mo yo, que el triunfo dei fascismo en Alemania, en la nación
de los grandes filósofos y de los grandes poetas, constituye
una enorme desgracia para Europa y para el mundo. Ahora
Lien, desde el punto de vista del que quiere darse cuenta de
lo que el racismo significa, la existencia de la Alemania fas­
cista facilita de una manera extraordinaria ia solución del
1-Por lo que Marx se esforzó fué por caracterizar la e ias derechas, la germanofilia había estado siempre de
lucha política del proletariado con independencia de la lu oda. Besteiro conocía, además de mod0 especial, la psico­
cha política de los partidos burgueses, aun los más avan­ sis de la clase media española, donde se han reclutado los
umnos de las Academias militares, entre los cuales se culzados y progresistas” . (Pág. 121).
aba una especie morbosa de heroísmo, que ha deslumbraAnalizando el paso por el Poder de los Partidos So
ciaiistas, Besteiro llega a la conclusión del desgaste que i en muchas ocasiones a la juventud masculina de nuestra
ello habrá de significar, en estos términis, a la vez de cri­ ación. He aquí algunos pensamientos de Besteiro:
"Nada más natural que la inclinación de un aima de so­ problema” . (Pág. 106).
tica y constructivos:
ts
militarista e imperialista, decepcionada en lo que cons“ En Alemania se hallaban dadas de un modo eminen­
“ Un Partido Socialista en el Poder que, por las cir
te, y sobre una base occnómica, las condiciones más ade­
cunstancias que sean, no puede acometer la solución de lo? uia el objeto de sus más íntimas ilusiones, a extender los
cuadas para que la semilla ideológica del faJscismo, recogida
grandes problemas económicos con su orientación propia ales propios en busca de un consuelo de raíces profundas
corre gran riesgo de desdibujarse y confundirse con la psi a la subconsciencia y en el instinto, pero absurdo e incom­ y conservada con maestría, principalmente por pensarloreo
germanas, se desarrollara con frondosidad. Y en la masa
colegía y los hábitos de acción propios de los partidos re­ ible con los postulados de la vida social universal.” (Pág.
ingente de destituidos de la gran industria, pero principal­
presentantes de ia burguesía intervencionista y reformado­ i.)
La burguesía no solamente tiene para el fascismo una
mente en la masa de destituidos precedentes de ia clase me­
ra. Y un Partido Socialista fuera del Poder, que acepte el
culto de la violencia, pero n0 se cuide de construir, al me ?ui[;caeión económica, sino que no debe ni puede tener otra dia, ia propaganda, mejor dicho, la agitación del fascismo,
do de los laboristas ingleses, un programa bien maduro de snificación. Las instituciones democráticas que ha engen- encendió llamaradas de frenéticos entusiasmos y de insacia­
política gubernamental que comprenda puntos tan esencia­ rado el liberalismo burgués no sen otra cosa que una mons- bles codicias de Poder. La democracia fué vencida, y triun­
les como lá socialización de las industrias principales y de ■losa desviación del curso de la historia, que ha venido a fó la dictadura hitleriana.” (Pág. 148.)
las grandes explotaciones agrícolas, la socialización de .los irter las impurezas de la economíá en las sublimes purezas
FASCISMO Y COMNISMO
transportes, de los establecimientos de crédito y de las fun ' la política guerrera y heróica, destinada, no solo a afirmar
Cuando hablaba Besteiro, ser demócrata era un anacro­
mantener
las
glorias
históricas
nacionales,
sino
a
hacerlas
dones principales del comercio, puede fácilmente degene­
nismo. Estaba de moda la dictadura. No había otra salida:
rar en un reformismo revolucionario y violento, de psicolo­ -iunfar en el mundo. La papeleta electoral es una despreciá­
O
la de ellos o la nuestra. Pero Besteiro no se deja intimi­
is traducción a la política del anonimato de las acciones ingía y de actuación muy semejante a la del fascio"
dar.
Es socialista al modo marxista. Es demócrata como
«triales,
y
la
mayoría
parlamentaria
no
tiene
una
signifi(Pág 154).
lo fueran los randes maestros del Socialismo . Y no transi­
‘‘La resolución de un militante socialista de servir ;clón más alta que la mayoría de los votos de los acdonisge con el comunismo, como, no transigió, en 1921, con las
funciones áe Gobierno independientemente de la disciplin.; » en una sociedad anónima, para el nacional socialismo el
irgués es el hombre vulgar, el filisteo a cuyo espíritu, uti- Veintiún Condiciones de Moscú, que provocaron la división
de los partidos puede ser juzgada más o menos favorabidel movimiento obrero, la creación del fascismo, la implan­
0 desfavorablemente, con más o menos independencia de ’-able bajo la ordenación de otros espíritus superiores, no
tación de los métodos terroristas en las Casas del Pueblo.
iede
nunca
confiársele
función
alguna
de
carácter
directipasiones nobles o innobles que. en el mejor de los casoe
Besteiro había sufrido la prueba. Estaba preparado para lle­
■" (Pág. 113.)
pueden turbar la serenidad del juicio. Pero, aún para el
gar hata el fin. Y con la ecuanimidad del filósofo, expli­
“
El
desprecio,
la
aversión
que
siente
ei
nacional
sociase halle más exento de toda propensión a estimar el lad”
mo por el burgués no están fundado®, como, si acaso, po­ caba ante los académicos su lección de este día pero pen­
favorable que tales formas de actuación política pueden V
to
estarlo en el marxismo, en la consideración de que la sando, al hacerlo, en la clase trabajadora, a la que tanto
ner, no ha de serle difícil reconocer que, si esos cambios JK>
cguesía constituye una clase privilegiada y
expío- amaba:
líricos se realizan obedeciendo a un convencimiento since
“ Apenas si es preciso decir que la denominación de co­
lora,
sino
en
la
idea
de
que
todo
burgués,
por
ro y observando una conducta leal y diáfana, son, desde,e¡
munistas
la han adoptado los partidarios de la dictadura del
mero
hecho
de
serlo,
muestra
claramente
los
estigmas
punto de vista del mismo interés de partido, preferibles.:
le delatan como perteneciente a una raza humana in- proletariado con objeto análogo al objeto con que Marx y
la permanencia en las filas de las organizaciones soeisib
•ior, si la superioridad o inferioridad de las razas ha de Engels adoptaron la misma denominación on el * ‘Manifiesto
tas de militantes poseídos de una pasión gubernameaç
dirse con arreglo a concepto nacicnal socialista del he. Comunista” , de 1848. Marx y Engels querían, con la pala­
perfectamente,legítima si de satisface arriesgando : respes
bra comunismo, diferenciar al Socialismo científico de las
¡ano.
sabílidades propias: pero de legitimidad dudosa cuando,.*1'
otras varias formas de Socialismo que en el mismo “ mani­
fiesto Comunista” son estudiadas, y especialmente del Socia­
lismo utóph-o. Los comunistas actuales quieren, con esa de­
nominación. diferenciarse de los social demócratas, que esti­
man errónea la interpretación dada por los comunistas rusos
a la doctrina de la dictadura del proletariado, y consideran
la demorcracia burguesa. COMO EL MEDIO PROPIO EN
EL C U A L PUEDE Y DEBE DESENVO LVERSE, CON VER­
DADERA EFICACIA. LA ACCION PO LITICA DE LA OR­
G A NIZACIO N OBRERA Y DE LOS PARTIDOS SOCIALIS­
T A S”.
■‘Entre los comunistas actuales, lo mismo que entre ios
socialistas democráticos, es frecuente considerar que el mo­
mento en que actualmente se encuentra la sociedad, al me­
nos en los pueblos que han alcanzado un grado cosiderable
de desarrollo, es un momento de TRANSICION entre el
capitalismo y el Socialismo. La diferencia se produce cuan­
do se trata de determinar cual es el modo de actuar propio
do los Partidos Socialistas en este momento de TR AN SI­
CION: la acción política dictatorial proletaria, según ios co­
munistas: la acción política proletaria, dentro del marco de
ias instituciones democráticas, creadas por la burguesía con
el concurso del proletariado; según los socialistas democrá­
ticos.” (Pág. 123).)
•‘ Yo no puedo negarme a reconocer, sin embargo, que en
la práctica- de la vida de Icis partidos, no pueden menos de
existir militantes del comunismo que, obsesionados principálmente por la consideración de la eficacia de los procedi­
mientos de violencia dictatoria! llegan a adquirir unos ras­
gos psicológicos muy difíciles de diferenciar de la psicología
del militante del fasclo y. de la misma manera, que no dejau
do existir partidarios del Socialismo democrático que. en su
entusiasmo por las excelencias de la democracia, llegan a
caracterizarse psicológicamente y a caracterizarse en su ac­
tuación política de un modo muy difícil de distinguir del de­
mócrata burgués.” (Pág. 125.)
El comunista está maravillosamente retratado, con sus
similitudes fascistas; preo no lo está menos el socialista que,
en su adoración por los métodos burgueses, llega a confun­
dirse en muchas ocasiones con los más caracterizados defen­
sores de este régimen. Ese Socialismo, bien lo sabemos
nosotros, no fué nunca el de Besteiro . De ese Socialismo,
a veces para elogiarle, inconscientemente, le han hecho
abanderado muchos de sus panegiristas, precisamente los
que ni leyeron sus discursos ni le han conocido sino a través
de sus detractores, no siempre desinteresados. De ambos
sectores fué objeto de ataques y de burlas. Como presintién­
dolas decía:
‘En medio de esta lucha> el Socialismo democrático, por
igual adversario de uno y otro género de dictaduras, es com­
batido con la MISMA SAÑA por el fascismo que por el co­
munismo. ha hostilidad de los comunistas no amengua, sino
que aere.-i enta la de los fascistas contra ios sociales demo­
cráticos, verdaderos antípodas del fascismo, tanto por ser
adversarios de la dictadura cuanto por ser adversarios del
régimen capitalista.” (Pág. 124.)
EL SOCIALISMO NO ESTA MUERTO
Así estábamos en 1935. Así puede que volvamos a es­
tar, no tardando. En España, para vergüenza del mundo, no
hemos recobrado aún la libertad. No ha sido vencido aún
el fascismo. No ha triunfado todavía, no ya el Socialismo,
pero ni la democracia burguesa. Franco se burla de la demo­
cracia del Parlamento, de los derechos humanos, de la burguesía. a la que escarnece en sus discursos... Es una ridicu­
la parodia sangrienta, que cuesta a España ríos de sangre.
Besteiro sufrió los ataques más violentos de los extre­
mistas, reformistas, como hemos visto, defensores de la dic­
tadura del proletariado y del frente único, de la unificación
de las Juventudes y de la entrega del Socialismo al bolche­
vismo. No todos eran enemigos personales. Muchos defen­
dieron estos puntos de vista de buena fe. Pero su error esta
a la vísta. Por eso, Besteiro. anticipándose, al aludir a
Marx, en la pág. 137, dice lo que sigue, donde está retrata­
da su alma:
“ Atento a evitar les inconvenientes del Socialismo utó­
pico, ajeno a todo anhelo de profecía, Carlos Marx, en este
como en otros casos, ha sido verdaderamente profétteo; el
acierto de sus previsiones debe ser para nosotros ur. estímulo
que nos mueva a buscar en sus obras sugestiones y consejos
útiles.
Si él pudiera recordar sus propias palabras,
contemplar sus propias ideas y mirar con „us pro­
pios ojos la realidad actual, es segure que manten
dría cada vez más vivo su fe en los destinos de la
humanidad, su confianza plena en el triunfo de los ideales
socialistas; pero, en algunas ocasiones, es también seguro
que el peso de su propio acierto gravitaria T R IS T E M E N T E
SOBRE SU PE N SA M IEN T O Y HERIRIA PR O F U N D A M E N ­
TE SU CORAZON. Acertar es siempre útil para alguien;
pero no SIEM PRE ES GRATO, EN A LG U N A S OCASIONES
EL PROPIO ACIERTO ES U NA FU E NT E A B U N D A N T E
DE DOLOR.” (Pág. 137.)
No siendo pesimista, sus lecciones pacecian serlo porque
*
(P a sa a la pág. 8)
»
EL ESPEJO QUEBRADO
Falsificación de Sacerdotes
Por I. de LA RIBERA.
Checoeslovaquia, el país de Eduar­
do Benes y de Massarick, que otrora
fue uno de los más sólidos puntales
del catolicismo en Centro Europa aca­
ba de dar al mundo el más demole­
dor de los ejemplos. De los países
Stalinizados podían —y pueden— es­
perarse los hechos más inverosímiles.
A nadie que esté, siquiera sea some­
ramente, familiarizado con los proce­
dimientos expeditos que usan los co­
munistas para llegar a obtener los fi­
nes que se proponen puede asombrar­
le lo sucedido en Checoeslovaquia. A
nosotros, por lo menos. no nos ha
asombrado. Por el contrario, lo hemos
registrado como un acontecimiento ló­
gico y natural En todo caso, lo que
nos hubiera podido sorprender es que
los comunistas checos procedieran de
manera distinta a la que lo han he­
cho. Juzgamos por analogía estable­
ciendo los efectivos paralelos que exis­
ten entre los súbditos de Stalin y los
hijos de San Ignacio de Loyola. Aque­
llos copiaron, e s cierto a estos,
pero no lo es menos que los
han aventajado, hasta
al umnos
donde esto es posible, a los maestros.
Para comunistas y jesuítas es común
Marxismo y . . .
(V ie n e de la pág. 7 )
era triste la realidad que querían reflejar. Su alma estaba
atormentada. Pensaba siempre en los sufrimientos de las ma­
sas, no en los suyos, no en los de los ELEGIDOS. Y sabía que
estaba hablando sobre un volcán, presto a dar el estallido:
‘*Yo tengo para mí, que, para un hombre de espíritu (y
en los momentos críticos, por fortuna, creo que los hombres
de espíritu son legión), no puede existir mayor timbie de
gloria que haber nacido en esta edad difícil y grandiosa en
que la Historia propone a los humanos la solución de los
más graves problemas. Y sít desechando la vana pretensión
de encontrar la palabra mágica que pueda resolverlos, lo­
gramos contribuir con nuestro esfuerzo personal para que,
no los ELEGIDOS, sino las grandes masas humanas se pon­
gan al menos en camino de la solución, SE A C U A L Q U IE R A
LA S U E R T E QUE PODAM OS CORRER, debemos sentirnos
satisferhois de nuestra propia vida y darla por bien emplea­
d a . ( P á g . 5.)
Hubo nuevas Cortes, en 1936. Nuestra minoría era la
más numerosa, como en 1931. Pero Besteiro no fué exaltado
a la Presidencia de la Cámara. No era entonces popular. En
sus lugar, el Sr. Martínez Barrios ocuparía tan alto sitial,
como premio a la devoción que durante treinta años habla
sentido por D. Alejandro Lerrou x... Era un buen antece­
dente, para darle la preferencia. Besteiro, disciplinadamen­
te, emitió su voto en favor del candidato del Frente Popular,
sin que haya habido jamás un acto suyo de indisciplina, ni
de soberbia personal.
Recortar a hombres como éstos es un deber de la clase
trabajadora sepañola. Nosotros lo hacemos sin idolatría. Lo
hacemos con el alma dolorida, torturada, pensando en lo que
sufrió injustamente, en el abandono de sus últimas horas, en
la prisión de Carmona, sin asistencia médica, por no solici­
tarla, por no molestar, por evitar que su amada esposa pu­
diera sufrir con sus sufrimientos.
Era tod0 renunciación
Nunca quiso dejar Madrid, y con Madrid, España. Era de los
que cumplían sus promesas, hechas anticipadamente. Hasta
aquí, ‘ ‘Marxismo y Antimarxismo”, de Julián Besteiro. Per­
mítasenos cerrar estos comentarios con las palabras finales
de su conferencia, en 1933, a los jóvenes socialistas, en la
Escuela de Verano, y con un párrafo del testamento de Bes­
teiro:
“ Por consiguiente, vosotros, jóvones socialistas que es­
táis rumiando el tema de democracia y dictadura, reflexio­
nad que es muy fácil sentirse radical y decir: “ La demo­
cracia nG nos sirve para nada; vamos a la dictadura, y se
acabó” . Quiero que reflexionéis que la obra del Partido So­
cialista, desde que se fundó, y la teoría de Marx, consiste
«n recalcar a los proletarios que ser revolucionario no es
cosa fácil, ni está al alcance de cualquier indigente espiri
tuai; que es preciso antes sufrir mucho, trabajar mucho,
meditar mucho para saber ser revolucionario, y que muchas
veces se ES MAS RE V O LU C IO NA R IO RESISTIENDO U NA
DE E ST A S LO CURAS C O LE C TIVA S
QUE DEJANDOSE
A R R A ST R AR POR E LLAS, DEJANDOSE LLE V A R POR
LA C O R R IE N T E
DE LAS M ASAS PARA COSECHAR
T R IU N F O S PROXIM OS Y A P L A U S O S SEGUROS, A RIES­
GO DE QUE D E SPUE S SEAN LAS M ASAS LAS QUE CO­
SEC H EN LOS D E SE N G A ÑO S Y LOS SU FR IM IE N TO S.”
tFinal de la
conferencia en la Escuela de Verano, el 5 de
agosta 1933.)
1-Muero siendo socialista. Cuando la libertad en España
vuelva a hacer a los hombres libres, quiero que mis restos
sean envueltos en una bandera roja y enterrados al lado de
Ja tumba del que fué mi maestro: PA B LO IG LE SIA S.”
?
aquel centenario axioma, brutal por lo
que de despreciativo tiene para la
conciencia humana, que dice: el fin
justifica ’os medios. Pero, por lo visto.
e ' más alto representante de Dios en
la tierra no había caído en la cuenta
de que podrían surgir los jesuítas ro­
jos. Ineptitud, nos permitimos nosotros,
llamar a esta figura. Comprendemos
muy bien en que abismo de desolación
ceben haber caído los católicos de to­
do el mundo al enterarse, como nos
ha sucedido a nosotros, que existen sa­
cerdotes falsificados La noticia, con
cruel frialdad, la ha proporcionado, en
reciente nota oficial, la Secretaría de
Estado del Vaticano. Hasta ahora, que
se sepa, los falsificados ministros del
señor, en la tierra, solo se encuentran
en Checoeslovaquia. Pero, ¿quién ase­
gura a los católicos "Urbi et orbe" que
la infame mancha no se ha extendido
ya a otros países? Terrible situación es
ésta para los creyentes. Nos ponemos
en lugar de ellos y sentimos escalo­
fríos. La razón es sencilla. En cua­
lesquiera parte del mundo pueden apa­
recer, sin darnos cuenta de ello, de la
noche a la mañana, como qui*>n dice,
sacerdotes falsificados, capacos, por
sei impíos, de administrar les san*os
óleos; otorgar indulgencias; impartir
bendiciones; suministrar la eucaristía;
santificar uniones matrimoniales, etc.,
ote. Horrible suplantación esta que
puede dar como resultado llevar al in­
fierno para "ineternum" al infeliz cre­
yente que se deje sorprender. ¡Horror
de horrores! Sólo el pensarlo pone frío
en el corazón. Nos imaginamos el gra­
do de mortificación que ha tenido que
producir en el sensible corazón de Su
Santidad ia falsificación de sacerdotes.
Se trata de algo nuevo ¡Esos comunis­
tas checos! En verdad que han sido
torpes. Hasta es posible que con un
poco de habilidad hubieran obtenido
del Santo Padre la anulación del Decre­
to de excomunión que ahora pende, ¡Oh
espanto! de la cabeza de los comunis­
tas católicos. La cosa era muy sencilla.
Nc hacía falta nada más que repetir lo
que el clero españoL con la bendición
apostólica, llevó y lleva aún a cabo, en
España. A l fin y a la postre al Vatica­
no lo que le importa es guerdar las for­
mas. El gobierno Checoeslovaco, al
igual que hizo Franco en España, podía
haber usado sacerdotes auténticos para
deformar el sentido cristiano de sus súb­
dits En Roma se los habría prestado
muy a gusto a cambio de pequeñas
concesiones, favorables, por lo demás,
a Stalin. En el embrutecimiento de los
pueblos Stalin y el Papa pueden ca­
minar de la mano. ¿Por qué, pues no
dejar a los pastores católicos checos
que siguieran embruteciendo, con todas
las prerrogativas del Altísimo, a sus
feligreses? Error craso, repetimos, este
er. que han incurrido los comunistas.
Y sino ahí está el ejemplo vivido de
Franco. El clero español, aparte las
matanzas masivas de hombres reali­
zadas en gran escala y autorizadas
por él es el mejor auxiliar conque cuen­
ta el Generalísimo. Mediante la coac­
ción espiritual llevada a efecto a tra­
vés del clero, Franco ha aniquilado el
sentido cristiano de amor y caridad
entre grandes masas del pueblo espa­
ñol. La niñez española es educada en
el sentido del odio y de la violencia.
Ei el clima que conviene a la iglesia
católica y a los dictadores de los pue­
blos. Y todo esto llevado a cabo con
sacerdotes auténticos. Nada de falsi­
ficaciones. Todo al estilo de ese mi­
serable judas, mil veces despreciable,
que se toca con capelo cardenalicio y
que responde al nombre de Plá y Da*
nieL El monstruo número uno de la
Iglesia Católica, Apostólica y Romana,
por cuya desaparición tenemos emiti­
dos nuestros más fervorosos rotos.
LA MASCARA DE LOS
ANTI-M ATERI ALISTAS
J. Pérez GALLARDO.
Una mezcla de satisfacción y repug­
nancia nos invade cuando leemos al­
gunos comentarios respecto a la situa­
ción de España, formulados por esas
gentes puras y "espirituales" que no
quieren saber nada del ateo materia*
lismo de los hombres de educación fi*
losófico-marxista.
son obreros las cosas van bien para
la Iglesia y no falta la consiguiente
bendición: el orden es necesario. Si
los perseguidos son los sacerdotes que
se meten a funciones que no les co­
rresponde, entonces hay que abogar
por la libertad de conciencia, los dere­
chos del individuo, el respeto a las
creencias.
Estos hombres, ajenos a toda grose­
ra influencia del medio, no saben sin
Por esto Jb farsa de los "espiritua
embargo juzgar sino a través de las
les" hombres que no practican el gro­
manifestaciones más elementales de la
sero "materialismo" nos inunda a la
vida "materialista". Para justificar los
vez de satisfacción y repugnancia. Sa­
crímenes de Franco y sus secuaces,
tisfacción, por constatar de modo indu
desvían totalmente 1er cuestión y la en­ cable que los principios morales per
focan desde la atalaya de los intereses manentes, la consecuencia y el más
que les toca defender: si es política an- cito respeto a las normas de conviven
tt-comunista "a ultranza", recordándo­ cías humanas son las que nosotros
nos los crímenes de los rojos y di- practicamos, defendemos y propaga­
déndonos que ahoro hay orden, res­ mos. Y de repugnancia, porque ve­
peto y libertad a la propiedad; si es mos la mentira enseñoreada en un
satisfacción de "gachupín" enriquecido mundo que se llena la boca de máxi­
en América diciéndonos que ha vivi­ mas elevadas y practica las más redo en la Madre Patria seis magníficos ougnantes y bajas realidades. Gentef
n.eses de vacaciones y que la vida
ic estómago a quienes se puede apli­
no es tan cara para quien maneja dó­ car el viejo refrán español: "Dime de
lares .. . Allí —claro que pagando un que presumes, te dire lo que te falta".
poco más— se consigue magnífico pan
blanco, comida abundante, diversiones
de todas clases... España es un paraí­
so. Los que odian la grosera reali­
dad de los "marxistas" solo saben
encontrar buena o mala a su patria en
rezón de las digestiones pesadas, los
(V ie n e de la pág. 3 )
cabarets alegres y las demi-mondaines
más o menos atractivas. Ellos son,
tirio de todos me da vergüenza de
eso sí(( muy espirituales, no practican
seguir viviendo.
el grosero materialismo.
En aquellas horas de incartidumLos periodistas del imperialismo ame­ bre, cuando tantos escudaban su
ricano, ven la España geográficamente cobardía arrojándola sobre los de­
situada, digna de la ayuda de las más, no faltó quién interpretara la
naciones democráticas como avanza­ actitud de Besteiro, suponiendo que
da de la lucha anti-comunista. No les le era más cómodo refugirarse en
importaría llegar a la inmoralidad po­ alguna embajada que afrontar (as
lítica de apoyar a Franco y sostener molestias del exilio.
una dictadura de tipo fascista, con tal
Pero todo sucedió según la ínti­
de que ello les sirva para establecer
una vanguardia contra la U.R.S.S. Tam­ ma lógica que Besteiro había tra­
zado a su vida. El no podía mar­
bién estos señores son espiritualistas,
abominan del marxismo y sus. enseñan- charse. Con el compañero Piñuela
iba comentando la resolución de
ras.
Besteiro, y recordé las palabras su­
Y no digamos nada de la Iglesia
yas sobre e] concepto del héroe,
oficial. Desde que en las monedas
que Homero aplicaba a Aquilea pre­
de España se permitió —sin protesta
cisamente por ser el de los pies li­
de la Iglesia— que figurase la efigie
geros, ej de mayor posibilidad para
del enano sangriento con la leyenda
correr y huir. Y como en aquéllos
“ Por la Gracia de Dios", la Iglesia
días se decía también de la conduc­
ha perdido gran parte de su influen­
ta heroica de Alfonso X III, Besteicia moral, si es que antes le había
ro decía si se referían a su veloci­
quedado alguna. Juez y parte en una
contienda en que sus hijos —separa­ dad en la huida hacia Cartagena,
dos en dos bandos enemigos se des­ tan apresurado que se o] vid ó hasta
trozaban— la Iglesia no tiene autori­ de Ja familia.
Julian Besteiro.n
dad para definir normas 6* conducta
ni señalar rumbos espirituales.
¿A qué vienen ahora sus protestas
sobre la conducta de las autoridades
civiles en Polonia y Checoeslovaquia,
si ellos en España dieron el primer pa­
so que los señala como aliados de las
fuerzas negras de la reacción?
¿A
qué hablar a voz en grito de persecu­
ciones y malos tratos, de prohibición
de la libertad, si por ellos los pueblos
hubieran seguido sometidos a la barba­
rie del fascismo criminal y salvaje
Podrían hablar de Hungría, de Polo­
nia y de Checoeslovaquia si antes hu­
bieran hablado en España. Sus his­
téricas lamentaciones carecen total
mente de valor.
Las normas represivas de los Go­
biernos son buenas si a ellos Ies favo­
recen, malas si les perjudican. Si ios
castigados, perseguidos y ultrajados
Y en nuestro comentario, llega­
mos a la conclusión que Besteiro
no era de los héroes que corren si­
no de los que permanecen en «i
puesto que el destino les depara.
En toda, nuestra guerra hubo mu­
chos auténticos héroes que cayeron
abrazados a su tierra por no huir
del cumplimiento dej deber. Tuvi­
mos otros héroes de esos de pies
ligeros que aún medran en el exi­
lio y hacen chacota del martirio de
los mejores.
Y Besteiro fué eso, uno de lo»
mejores, vivió y murió en su ley de
consecuencia lógica en la conducta
y en el pensamiento. Y hasta el 2Î
de septiembre de 1940, hasta él mis­
mo momento de morir en ]a cár­
cel de Carmona, no hizo sino man­
tener la lógica de toda su vida coa
la lección de su muerte.
- Jornada Conmemorativa Por FE R G O IT IA .
“ Las compañeras conside­
ran muy pequeña la labor
realizada, pero debemos ren­
dirles un tributo de admira­
ción, tributo que se acredita
por nuestra presencia” .
En estos términos se ex­
presó hace noches, el com­
pañero Manuel A lb a r al di­
rigir la palabra a las com­
pañeras y compañeros que
concurrieron a la cena que,
para celebrar el primer ani­
versario de su fundación, or­
ganizó el Grupo Socialista
Femenino de Solidaridad.
A l terminar la cena, a la
que concurrieron numeroso
grupo de compañeros del
Partido Socialista
Obrero
Español, así como muchos
compañeros de la Sección de
Juventudes
Socialistas de
esta localidad y la mayor
parte de las compañeras y
simpatizantes que integran
dicho Grupo, la compañera
Piedad Semitiel leyó las car­
tas que, con motivo del ani­
versario de la fundación del
Grupo Socialista Femenino
ce Solidaridad, remitieron
el Comité de Solidaridad,
constituido por la A g ru p a ­
ción Socialista Española, la
Unión General de T ra b a ja ­
dores y la Juventud Socialis­
ta, asi como otra del último
de estos organismos.............
. . En ellas, el Comité de So­
lidaridad encomiaba la la ­
bor que hasta ahora ha rea­
lizado el Grupo y las exhor­
taba a seguir por el mismo
camino, a pesar de cuantas
dificultades encontrasen, di­
ficultades que sabrán supe­
rar gracias al entusiasmo
que todas ponen para llevar
a cabo la tarea que ellas mis­
mas se han impuesto. La de
la Juventud Socialista hacia
referencia, además de ani­
marles también a proseguir
la, desde todos los puntos,
encomiable labor, al orgullo
que dicha organización sien­
te “ya que nuestra Juventud
auspicio con verdadero inte­
rés la propuesta de su Se­
cretaría Femenina para lo­
grar la formación de dicho
Grupo” . Y al hacer referen­
cia a todas las dificultades
que el Grupo Socialista Fe­
menino ha encontrado y los
esfuerzos que han tenido
que hacer para no desmayar
en el empeño, les expresan
que ello “ les acredita como
entusiastas luchadoras para
la consecución de ideales
tan dignos y justos como los
que representa el Socialis­
mo” .
Acto continuo hace uso
de la palabra la compañera
Mercedes
Maestre, Presi­
denta del Grupo Socialista
Femenino de Solidaridad, para que sea algo más que
quien hace un resumen de la una entelequia, o algo más
forma en que se constituyó que esa paloma blanca que
dicho G rupo,
punto éste los diplomáticos dejan salir
sobre el que es justo repe­ de una mano cuando están
la
guerra” y
tir que el nacimiento del preparando
mismo se debió al tesón y aludiendo a la situación ac­
perseverancia de la compa­ tual en que Estados Unidos
ñera Alicia Ruiz quien, como y Rusia están empeñadas
Secretaria Femenina de la en discusiones saturadas de
Juventud Sociailista, propu­ “ átomos”, manifiesta “ que
so la constitución de dicho con la derecha ofrecen la paz
organismo al Comité local,
y con la iquierda, tras la es­
quien consideró la idea muy palda, preparan la guerra,
interesante y ayudó en la uno y otro bando”.
forma más amplia posible,
a la realización del proyecto.
“ En esta porfia - dice A l concluir su interven­ nosotros los españoles, y
se ha fijado para su diserta­
ción, esto es, L a Mujer, nos
dice:
“La labor de la mujer so­
cialista no debe limitarse a
labor .de solidaridad, sino
también labor de propagan­
da socialista. La mujer, que
ha llenado papel extenso, es­
tá llamada a llenar uno ma­
yor, en un futuro más inme­
diato de lo que podemos
creer.
“ La mujer ha prestado ya
una ayuda valiosisima al So­
cialismo y hay que esperar
manitaria haciendo que, pa­
ra que la virgen pueda ser
honrada en los altares, sea
virgen” .
Después de examinar a
grandes rasgos lo realizado
por e l Paitido Socialista
Obrero Español en favor de
la mujer que está, desde
cualquier punto de vista, en
oposición al proceder de la
Iglesia Católica, afirma que
“el Socialismo ha venido a
reivindicar a la mujer como
madre, esposa y ciudadana.
Si la mujer tiene derechos
políticos es porque el Socia­
lismo se considera en la obli­
gación de apoyar dichos de­
rechos.”
A continuación hace refe­
rencia, remontándose algu­
nos años, y en consonancia
con la obligación de apoyar
eses derechos políticos, al
derecho de voto concedido
a la mujer en España, cues­
tión que postuló el Partido
Socialista Obrero Español; y
combatiendo una creencia
muy generalizada expresa:
El voto a la mujer no ha
traído consecuencias reaccio­
narias y no están en lo cier­
to quienes opinan contraria­
mente; el voto a la mujer no
ha contribuido a incremen­
tar las fuerzas reacciona­
rias”.
Grupo de asistentes a la Cena
ción, la compañera Maestre
concede la palabra al com­
pañero Albar, quien hace
referencia al
Movimiento
Socialista que con carácter
internacional se inició por el
año de 1906, al que siguió
otro en el 1910, y un tercero
en el año 14 cuando empe­
zaron a sonar los primeros
cañonazos de la G ran G ue­
rra, acontecimiento que im­
pidió la realización de tan
nobles propósitos; más tarde
en el año 1915, es decir,
durante la guerra represen­
tantes femeninos del movi­
miento socialista internacio­
nal se reunieron en Suiza
abogando por la paz, cosa
que, desgraciadamente, no
se logró sino tres años más
tarde.
En relación con el tema
de la paz, el compañero A lhar manifestó que es una de
las tareas esenciales de la
m ujer; luchar por la paz,
A n iversario del Grupo
principalmente los socialis­
tas, que hemos dejado mu­
chas sepulturas anónimas,
tenemos derecho y obligación
a movilizar nuestra poten­
cia para que la paz sea un
hecho” .
A l principio de su diser­
tación, el compañero M a­
nuel A lb a r manifiesta que
hay que “ hacer mención a
la contribuición que l o s
hombres han prestado” , pe­
ro hace también un llam a­
miento para que los com­
pañeros influyan con sus es­
posas prestando la colabora­
ción que requiere el Gruño
Socialista Femenino, “a fin
de ayudar a los compañeros
en Francia y en España, que
siempre sufren privaciones.
Ningún socialista debe dejar
de prestar la ayuda que se
le requiera para que el G ru ­
po alcance mayor desarro­
llo” .
Y
volviendo al tema que
Fem enino
de Solidaridad.
de ella que se lo preste, en
los días futuros, todavía ma­
yor.” Y, al inquirir las razo­
nes de esta afirmación, con­
testa “ porque el Socialismo
es una idea redentora, y si
alguien se ha beneficiado de
cuanto el socialismo repre­
senta, es justamente la mu­
jer; si la mujer tiene actual­
mente alta categoría social,
esto obedece fundamental­
mente, por no decir exclusi­
vamente, al Socialismo.”
A l comparar los propósi­
tos redentores del Socialis­
mo con los de la Iglesia, prin­
cipalmente de la Iglesia, C a­
tólica, manifiesta que ésta
“ no ha sabido hacer nada
por la redención de la mu­
jer, sino todo lo contrario,
pues siendo la maternidad
la obra más alta que a la
m ujer corresponde, en cuan­
to a función v i t a l , l a
Iglesia Católica condena in­
cluso esta alta función hu­
Para concluir su diserta­
ción que fué calurosamente
ovacionada, el compañero
A lbar, dirigiéndose a las
compañeras del Grupo So­
cialista Femenino de Solida­
ridad, les dice “que el desá­
nimo no debe, en ningún ca­
so, aminorar en ellas el en­
tusiasmo con que han venido
realizando su labor” .
“ Y o quisiera que el éxito
de esta fiesta, en que cele­
bramos este año de labores,
fuese la demostración de que
no se ha sembrado en campo
yermo y que, en fin, el G ru­
po está haciendo algo que
merece el cariño y la estima­
ción de todos nosotros” .
“A las mujeres socialistas
Ies corresponde poner un
punto de ilusión y de espe­
ranza en esta noche sombría
por que estamos atravesan­
do. No hay motivo alguno
para que nos sintamos desa­
nimados,
aunque estamos
presenciando una pugna en­
tre el mundo de ayer y el de
hoy; entre Capitalismo y So­
cialismo” .
>.
El acto terminó en medio
de entusiasmo de los asisten­
tes, con el reconocimiento de
la importante labor realiza­
da y con el ánimo dispuesto
a seguir laborando por el
camino emprendido.
¡DERRUMBE!
GLO RIO SO NOMBRE
Por P. Tordesillas.
Cuanto más clara se hace para las
çpntes sencillas toda la injusticia del
sistema capitalista que condena a los
pueblos a la guerra, al hambre, a la
miseria y a la desocupación, tanto
más arrencian los esfuerzos de los serservidores de la burguesía para inven­
tar teorías que justifiquen la necesidad
del sistema.
La posesión de varias acciones no
hace propietario al que las tiene, sino
que sirve así a los monopolistas de ins­
trumentos para movilizar los recursos
de la población. El grueso de los tí­
tulos está en poder de un puñado de
plutócratas financieros ¿O es acaso
que se sienten capitalistas los cinco
millones de desocupados totales, y
más de once millones parciales, que
reciben, por lo tanto, un salario infe­
rior y que son candidatos inmediatos
al ejército de desocupados?
Tras la catastrófica desvalorización
de las divisas —aún las de los países
que fueron, hasta hace poco tiempo
potencias capitalistas indiscutibles—
hierve hay la angustia del pan, y por
El informe sobre la situación econó­
muchos remiendos que se hagan para mica mundial, publicado recientemente
calmar la situación material de los pue­ por la O.N.U. atestigua que el paro
blos no podrían evitar, más pronto o obrero sigue creciendo, alcanzando ci­
más tarde, el levantamiento de los fras sorprendentes, en particular en Esmismos con sus legiones de esclavos tedos Unidos, donde aumentó durante
para frustrar cualquier intento o propó­ el primer trimestre del año en curso
sito contrario a la revisión del sistema nu 70%, en comparación con el último
que durante siglos ocupó en el mundo trimestre de 1948. Más según los
e1 predominio del mismo, predominio cálculos de los órganos oficiales, nada
que se debate en el extertor de la dados a la exageración, en el trans­
muerte agarrándose a la dinamita y a
curso del primer trimestre a la fecha,
los átomos para sembrarlos en la os­
el paro alcanza a un 73%, sin contar
cura, hambrienta y enloquecida hu­
millón y medio de obreros perdidos co­
manidad.
mo ellos llaman a los que cuentan
En la faz de la tierra, millones y
con más de 45 años de edad, y que
millones de seres tienen hambre, y por
los capitalistas arrojan de sus empre­
el contrario, nunca como hoy, la rique­
sas como trastos viejos.
za material se encontró en menos mar os, —manos que se agitan sin temblar
Hoy más que nunca los que deten­
entre cortinas de terciopelo— sin pa­ tan la riqueza del mundo parecen re­
rarse a mirar la responsabilidad que sueltos a hundirlo.
les cabe, desviviéndose y esforzándose
por querer demostrar que existe en la
El viejo y torpe trato capitalista, fué
mayoría de los pueblos un "elevado
condenado hace ya muchos años, no
nivel de bienestar". Solemne mentira.
solo por los teóricos del Socialismo sino
Los apologistas del capitalismo saben,
por el mismisimo León XIII, y si los
que sus predicamentos no contienen el
cresos que hoy se empeñan en ham­
mener atisbo de realidad. Ni en In­
brear a los pueblos —cuya economía
glaterra ni en Estados Unidos, paí­
se traduce para ellos más que en
ses estos eminentemente capitalistas,
dividendos— sino fueran tan obtusos
hubo jamás un ejército tan grande de
reconocerían ipso-facto que pora bien
desocupados. Se argumenta que la
de todos deben de modificar su con­
guerra.. . . ¿Pero quién hace la gué­
ducta, hasta la fecha absolutamente
ri a? Porqué es patético ver cómo se va
errada.
remendando la paz, esta pobre paz he­
cha de egoísmos y de inconfesables
Las revoluciones sociales se gestan
ansias de lucro que ahondan día a día,
siempre en los subsuelos del hambre,
hora a hora, los abismos que median
y estos campos están hoy suficiente­
eníTe los que todo lo tienen y los que mente abonados a todas las subversio­
nc tienen nada.
nes y a todas las catástrofes.
En realidad esa argumentación
hay que desecharla por falsa. Vea­
mos otra.
Los predicadores del capitalismo nor­
teamericano, hermanos de los predica­
dores capitalistas ingleses, y herma­
nos de los capitalistas de todo el mun­
do, —para estos no hay fronteras—
están explotando dos argumentos. Ei
primero es el que se refiere a la de­
mocratización del capital, y el que
ocupa el segundo lugar es el que hace
referencia a la llamada legislación
contra los trusts.
Toda esa teoría del primer argu­
mento, y el aserto de que los capita­
listas distribuyen sus acciones entre
ambas capas de la población, son puic engano.
Por Fermín Zugazagoltia,
En un número atrasado del
.amoso periódico "España Po­
pular", que se dice ser órgano
de las Juventudes Socialistas
Unificadas, entidad que dejó
de existir al celebrarse en Lille
un Congreso Internacional de
Juventudes Socialistas, lo cual
no ha sido obstáculo para que
gente sin escrúpulos, pues "to­
dos los medios — según ellos y
Loyola— , son buenos. .
use
su nombre para engañar a in­
cautos, ha sido publicada una
felicitación del Sr. Giral a un
batallón de guerrilleros de Es­
paña, cuyo nombre, muy glo­
rioso, por cierto,, según vere­
mos más adelante,, es "Bata­
llón Santiago Carrillo".
. .No nos importa, a los fines
que perseguimos el dar a cono­
cer este hecho, que el Sr. Giral
felicite a cuantos batallones se
le ocurra. Allá él si quiere
contribuir a dar vida, aunque
no sea más que en el papel, a
cuerpos inexistentes. Antes que
él, otros han dado vida, con
muchísima mayor suerte a per­
sonajes de cuya existencia ac­
tualmente casi ni se duda: Don
REDACCION
Y
TRACION
Hay que dejar paso a sistemas nue­
vos, no dictatoriales, que no traten de
capitalizar la desesperación de nues­
tro tiempef para implantar un régimen
inhumano y primitivo aprovechan Jo la
miseria del mundo.
El capitalismo está.atravesando una
etapa gravísima en su historia, no se­
rá posiblemente la última, pero cuida­
do, mucho cuidado; el mundo tiene por
obligación que reajustar muchos y nue­
vos conceptos fundados en el egoísta
usufructo del bienestar de los pocos,
con detrimento de la satisfacción de lo
estrictamente indispensable para los
muchos.
La paz es el pan, y sólo habrá paz
si hay pan para todos.
A D M IN IS­
DE
“ R E N O VA C IO N ”.
Tecuba No. 15 Altos.
Director y Administrador;
JUAN MOLAS.
Red. Jefe:
LUIS ROCA DE ALBO R N O Z
Redactores:
FELIX M IG UE LE Z, RAFA E L
FERNANDEZ, FERM IN ZUGAZAGOITI A.
Quijote y Sancho Panza, Pino­
cha, Galatea, etc., cuyos auto­
res le llevan la diferencia y
ventaja de haber logrado fama
por tales motivos.
Decir que en España hay
organizados batallones de gue­
rrilleros (un batallón lo compo­
nen varias compañías bajo ór­
denes inmediatas de sus res­
pectivos capitanes), es una in­
sensatez pues,, ¿cómo compa­
ginar la existencia de unidades
militares de esta especie con
la poderosísima de un aparato
represivo como el que tiene a
su servicio Franco, el cual no
limita su acción al ámbito de
las ciudades sino que, cual
cuerpo
expedicionario,
se
adentra a los bosques y ascien­
de montañas con el sólo y cri­
minal propósito de cazar (sí,
cazar! desgraciadamente), a
cuantos por tales lugares se ha­
yan ocultado?
Pero dejemos de lado la in­
existencia o realidad de tales
batallones, y aclaremos, aún
cuando no consideramos tan
necesario hacerlo porque ma­
yores pruebas que nosotros no
las ha proporcionado nadie,
que sin embargo, sí sabemos
y no desconocemos la vida de
¡as guerrillas, aunque la pala­
bra es probable que no se ajus­
fe exactamente a la definición
del diccionario.
Ahora bien, ya sea tal uni­
dad mili lar o diez guerrilleros
sólo, quienes se hayan bauti­
zado como "Batallón Santiago
Carrillo", no ha dejado de cau­
sarnos cierta sorpresa.
Seguramente que nunca —
queremos ser indulgentes en
nuestro juicio— , había ni si­
quiera soñado con semejante
recompensa la persona a quien
se tiene la intención de honrar.
Esta afirmación nuestra re­
quiere, naturalmente, una ex­
plicación y gustosamente va­
mos a proporcionársela a quien
nos lea.
Allá por aquella época, lle­
na de entusiasmo, en que fué
provocado el "cuartelazo" (por
usar palabra de aquel enton­
ces); "cuartelazo" que ya nadie
ignora y todo el mundo prego­
na cuando le conviene, y que
fué únicamente el pretexto pa­
ra hacer de España el campo
de prueba que Hitler y Musso­
lini necesitaban antes de dar,
iambién, el "cuartelazo" uni­
versal; por aquella época, en
que el General Mangada, aun­
que tenemos entendido que
nunca acepó tal grado, tenia
establecido su Cuartel General
por la Sierra, se formó el Ba­
tallón "Largo Caballero" al
frente del cual estaba el enton­
ces compañero Santiaguín, co­
mo familiarmente se le llama­
ba.
Pues bien, según cuenta la
historia, la oral, pues hasta es­
ta fecha nada había impreso,
el día siguiente de la toma de
posesión del cargo, el sector
que ocupaba el Batallón "Lar­
go Caballero" fué duramente
castigado por el enemigo. No
es necesario que nosotros enu­
meremos aqui los actos heroi­
cos que se llevaron a cabo, tano por honrar el nombre con
que el Batallón había sido dis­
tinguido, como por el entusias­
mo con que "casi" todos, jóve­
nes casi niños, maduros y ve­
teranos voluntarios actuaron.
El "casi" excepcional fué su
jefe; Santiago Carrillo, quien
percatándose del peligro que
allí se corría, decidió estable­
cer su puesto de mando en Ma­
drid, designio que llevó a ca­
bo la misma noche del ataque
o al día siguiente, en las pri­
meras horas de la mañana,
lue en esto no es muy exacK
la historia.
Y la misma historia oral, ter­
mina deciéndonos que en Oc­
tubre del 34, a cierto joven
muy exaltado, se le encomen­
dó una tarea de suma impor­
tancia; labor que no pudo rea­
lizar por haber perdido el tren:
se había dormido. El protago­
nista era el mismo de la haza­
ña de la Sierra.
Si ese Batallón existe, ¿no
creen sus componentes que de­
bieran elegir un nombre que
estuviese más a tono con sus
hechos?
ACTIVIDAD FEMENINA
A L IC IA RUIZ
Modesta ha sido en verdad, la
actuación del Grupo Femenino de
Solidaridad Socialista, pero su pe­
queño rendimiento se debió en gran
parte a las dificultades inherentes
a todo Organismo que comienza.
Nueistra principal preocupación, ha
sido desde el primer momento la
de facilitar medios de ayuda al
Comité de Solidaridad, y en esa
sentido hemos trabajado afanosa­
mente.
El resultado de nuesto Balance
y por actos benéficos celebrados
arroja un saldo a favor de 1.950 $.
suma que en su totalidad fué entre­
gada al Comité encargado de im­
partir ayuda a nuesros compañeros
necesitados. No estamos, ni con
mucho satisfechas de nuestra ges
tián, por que aspiramos a conse­
guir mayores beneficios para apor
ir ai Comité y esperamos que si
* nos presta el respaldo que cons­
tantemente estamos solicitando de
agrupar a nuestro lado al mayor
contigente posible de la numerosa
emigración femenina, nuestra labor
será inas intensa y los resultados
por lo tanto mas satisfactorios en
bien siempre de ios compañeros
que necesitan y reclaman “ con jus­
ta razón’’ nuestra ayuda.
Pero si los resultados no nos han
SATISFECHO PLENAM ENTE, ya
que nuestra ambición en éste sen­
tido Solidario es grande, NO CE­
SAREMOS por eso, de continuar
con todo empeño y entusiasmo la
labor emprendida, y con la firmo
esperanza de que vaya cediendo la
despreocupación de muchas de
nuestras afiliadas y de aquellas
otras compañeras que sintiendo
igual nuestra causa, están alejadas
de nuestro movimiento y que con­
fiamos irán viviendo oelaborar con
nosotras, y por lo tanto a fortale­
cer nuestro Grupo Femenino.
En fecha próxima iniciaremos un
turno de conferencias de carácter
cultural y educativo, que se reali­
zaran con la colaboración, de dis­
tinguidas personalidades de ambos
sexos que ya se han comprometido
a ocupar nuestra tribuna. Brillante
realidad es hoy las clases de “ cor­
te y confección” tan hábilmente di­
rigidas por la compañera Maruja
Mompradé de Amador, y que ya
ha tenido la satisfacción de ver co­
mo algunas do sus alumnas se con­
feccionan sus propios vestidos.
Nuestro proyecto de organizar
mensualmente un TE FR ATE R N AL
que constituya un motivo para reu­
nimos el mayor- número de com­
pañeras y amigas así como sim­
patizantes ha constituido ya un
gran éxito en el primero de los ce­
lebrados el día 13 de Noviembre, y
éxito rotundo en el segundo, del
día 20 de Octubre donde un buen
número de compañeras, muchas de
ellas acompañadas de otros familia­
res y amigas, asistieron a la reu­
nión.
Y para finalizar hacemos un nue­
vo llamado a todas las que aún no
se han decidido a ingresar en nues­
tras filas, lo hagan ya, confiadas
de que Ies haremos un buen reci­
bimiento y su presencia engrande
cení el Grupo femenino-
Directiva de la Sección Local, en el descubrimiento de
la lápida à Antonio Atienza.
Ce/eña de la
Asamblea
Según la convocatoria repartida
en su oportunidad se celebró el día
26 de Agosto próximo pasado ia
Asamblea general ordinaria de es­
ta Sección correspondiente ai tri
mestre en curso. Presidió el com­
pañero Héctor Martínez por ausen­
cia forzosa del compañero Julián
Lara, actuando de secretarios los
compañeros Ruiz Tejedor y Rubén
Salcedo. Se dió lectura el acta de
ia Asamblea anterior que fué apro­
bada. Se dió cuenta del movimien­
to de afiliados, acordándose haeer
un nuevo llamamiento a aquellos
cuya situación administrativa si­
gue irregular, con el objeto de for­
talecer la Sección hasta donde sea
posible. Se conoció el estado de
cuentas presentado por el Co. Busteros, con el dictamen de la Co­
misión revisora, el cual fué apro­
bado. El Co. Zugazagoitia como
Secretario del Comité, procede a
la lectura de todos ios informes así
como la correspondencia cruzada
con ia Federación, todo lo cual filé
aprobado por la Asamblea. El Co.
Molas en nombre del Comité ex­
pone con amplitud la gestión de la
Junta Directiva, la cual después de
do discutida es aprobada por una­
nimidad. l a Asamblea conoce las
causas accidentales por las que no
se envió al Pleno, recientemente
celebrado en Toulouse, el informe
del Delegado de la Región, Co. La­
ra. l a Asamblea conoció ios acuer­
dos del referido Pleno, acordándo­
se felicitar a la Comisión Ejecuti­
va por la eficacia de la labor rea­
lizada.
El Co. Molas como Director de
Renovación, dá cuenta de la situa­
ción económica del mismo, así co­
mo de los proyecto para un futu­
ro inmediato. Inteviene el Co. Ra­
fael Fernández aprobándose lo re­
lacionado con nuestro Periódico. Se
da cuenta dp la gestión de los De­
legados al Comité de Solidaridad,
Compañeros Molús y Agripino To­
más, aprobándose su gestión.
En el último punto del Orden del
Día, se dá cuenta de la dimisión
reglamentaria del Comité por ha­
ber cumplido el término de su mandato, estimándose unánimemente
por la Asamblea la conveniencia de
proceder a la elección de nueva
Junta Directiva, verificada la cual
arrojó el siguiente resultado: Pre­
sidente Rafael Fernández, Secre­
tario Gral. Fermín Zugazagoitia, Se­
cretarlo de Relaciones; Juan Molús,
Secretario Administrativo; Ricar­
do Busteros. Secretario de Prensa
y Propaganda;
Agripino Tomás.
Secretario de Cultura y Deportes
Hugo Borderas. Secretaria Feme­
nina; Alicia Ruiz. Levantada el ac­
ta por la Mesa de Discusión; se dió
por terminada ia Asamblea. . .
HOMBRES SOCIALISTAS
ANTONIO ATIENZA
En el Panteón Español de esta ciudad, tuvo verificativo, el pasa­
do dia 14 de Agosto, el descubrimiento de la lápida que ha sido co­
locada en la tumba de nuestro compañero Atienza por iniciativa de
tos componentes A l grupo de las Artes Gráficas de la U .G .T : de
México. Iniciativa a la que se unió con todo entusiasmo la Sección
Local de |a Juventud Socialista, no solo por los relevantes méritos
del desaparecido, sino también como ejemplo y estimulo, contribuyen­
do de esta manera a patentar el afecto el respeto por la labor que en
pro de ia clase trabajadora española españo]a llevó a cabo tan des­
tacado compañero. El acto resultó emocionante, y en él estuvieron
presentes los gráficos residentes en México. Recordamos a Gascón,
Cecilia Lara, Toba,
López Valencia, Tordesillas, Partearroyo, Medina
etc. Por la Directiva de la U .G .T . estuvieron presentes Vila Cuenca
y VidaJ Ruseli. Por la Agrupación Socialista
Marciano Tejedor.
Antonio Cañizares. Albar y Diamantino. La Juventud Socialista es­
tuvo representada por todo el Comité.
Fué Manuel Albar el encargado de pronunciar lo que pudiéramos
llamar oración de despedida, y lo hizo evocando la extraordinaria
calidad humana de Antonio Atienza, sobresaliente por su saber y sus
virtudes que, pudiendo y mereciendo serlo todo dentro de} P.S.O.E.
y de la U .G .T ., prefirió no ser nunca nada, salv0 maestro en la con­
ducta. Exhumó Albar melancólicamente sus días de convivencia con
Atienza en la redacción de “ El Socialista” ; el papel que Atienza, apto
para todo, aunque su nombre rara vez apareciese impreso, desem­
peñaba; la entrega absoluta y humljde — que es el mérito mayor—
con que sirvió las ideas socialistas desde su juventud hasta su muer­
te. Y exaltó la veterania, que es por si misma un título de nobleza,
pero que alcanza su categoría más alta e ilustre cuando se vincula a
hombres como Antonio Atienza, paradigma de honestidad en el pen­
samiento y en |a acción.
- Convocatoria EL P R O X IM O D IA 12 DE D ICIEM BR E, A L A H O R A
DE C O ST U M B R E Y EN EL S A LO N DE AC T O S D EL C E N ­
TR O R E P U B L IC A N O E S PA Ñ O L (T A C U B A , 15), SE CE­
L E B R A R A L A A S A M B L E A G E N E R A L O R D IN A R IA , C O ­
R R E SPO N D IE N T E A L TRIM ESTRE EN CURSO, C O N EL
S IG U IE N T E
ORDEN
DEL
D IA :
lo .— L E C T U R A D EL A C T A AN T E R IO R .
2o.— A L T A S Y B A J A S DE A F IL IA D O S .
3o.— E S T A D O DE C U E N T A S.
4o.— G E ST IO N D EL COM ITE.
5o.— PR O PO SIC IO N ES D EL C O M IT E .
6o.— R UEGO S Y PR E G U N T A S.
LA ASAM BLEA
PUNTO
COM ENZARA
DE L A N O C H E,
A LAS
ROGANDOSE A
SIETE
EN
T O D O S LOS
A F IL IA D O S L A M AS P U N T U A L A S IST E N C IA .
EL SECR ETARIO G E N E R A L .
tL
CLACTC
PCDEC
Miserias del Periodismo Capitalista
Por M A N U E L ALBAR,
Por mucho que presuma de de­
mócrata, la prensa capitalista es
profundamente reaccionaria, y sus
periódicos, más que órganos de opi­
nión, que no lo son jamás, aunque
se lo llamen, son envenenadores
o deformadores, en el caso más be­
nigno, de la opinión pública. Nin­
gún instrumento de poder social
tan corrosivo como la prensa pues­
ta al servicio de clanes plutócratas.
Tuerce o retuerce la verdad; ador­
na la mentira; refuerza el sostén
de los gobiernos, o lo socava, según
oue se trate de gobiernos afines a
loa intereses que ella defiende, o al
contrario; crea ambiente de guerra
cuando las ambiciones imperialis­
tas lo recieman; ataca el laicismo,
presentándolo como una
al sentimiento religioso;
agresión
las más
modestas demandas obreras se con­
vierten, a través de sus columnas,
en los más pavorosos atentados al
criden social y a la propiedad pri­
vada; la más simple manifestación
de espíritu liberal trasciende a co­
munismo; cultivan la nota morbo­
sa, sobre todo en el orden sexual y
en el sangriento;la cusilería mas
desaforada es una de sus base3
principales de apoyo: los nacimien­
tos, las bodas, los entierros, las co­
muniones, los quince años, las des­
pedidas de soltería, los finales de
carrera universitaria, los onomás­
ticos, las inauguraciones de comer­
cios, con bendición arzobispal y to­
do; el chismorreo de alcoba, la in­
discreción que compromete honras,
el endiosamiento de los papanatas,
y otros mil y mil sucesos de igual
equivalencia son acontecimientos
nes? Porque dimensión y abundan­
cia no les falta a los periódicos que
se usan por estas latitudes america­
nas, jauja del rastracuerismo a me­
dio ilustrar. Si la décima parte de
lo que derrochan en papel la gas­
taran en seleccionar, con un hones­
to criterio de imparcialidad, sus
servicios informativos y en atem­
perar equilibradamente sus comen­
tarios editoriales, serían, tal vez.
los mejores periódicos del mundo.
Por ahora no pasan de ser los más
voluminosos, pero los peores.
Se comprende que un periódico
de empresa capitalista adopte una
posición prejuzgada y hasta siste­
mática frente a problemas trascen­
dentales de principio.
Me parece
natural que un periódico burgués
combata al socialismo, siempre que
lo haga — entendámonos— con ra­
zones y argumentos .de inteligen­
cia; y en el mismo caso, a la in­
versa, se halla un periódico socia­
lista para combatir el régimen bur­
gués. Si resucitamos la estampa
grotesca del socialismo desgreñadoi
con el cuchillo entre les dientes y
una lata de dinamita colgando de
su mano, frente al lobo burgués que
chupa vorazmente la sangre del
corderillo proletario, y nos atenemos
a esa simbolización plástica de la
lucha de clases, nada tenemos que
hacer, salvo declararnos petroleros
o lobos. Pero eso pertenece, desde
hace muchos años, al mundo de las
historietas en serie, ese género ilus­
tre con que el periodismo nortea­
mericano ha enriquecido y ensan­
chado la cultura universal. Es de­
cir. pertenecería si aquí, desde el
lado burgués, no se nos estuviera
ofreciendo a diario la versión no
corregida, sino
empeorada, del
hombre de la lata. ¡Oh, geniales
mentores de la opinión pública! Por
vosotros no han pasado los años.
Las Batuecas — decía Larra— no
re han movido de su sitio...
Para hacer más simple su tarea,
la prensa mercantil y mercantiliza­
da ha suprimido los matices. ¿Co­
munismo, socialismo? ¡Todo es uno
y lo mismo!, valga por aleluya im­
provisada. Lo que importa es in­
clinar el ánimo de las gentes a m¡ir con horror — con prevención, al
menos— todo lo que trascienda a
democracia auténtica. Y se hace
befa — con una cobardía ejemplar—
de los republicanos españoles; y se
ensalza a Franco, como lo viene
haciendo con su cuenta y su paga,
ese lamentable y repelente señor
Ordorica que representa al diario
NO VE D A D E S en Nueva York; y
se denigra al gobierno laborista,
acusándolo de llevar a Inglaterra a
la ruina cuando es el gobierno más
honrado y capaz que ha tenido In­
glaterra; desde hace muchos años.
Tan puritanamente honrado, desde
el punto de vista del interés nacional
que no ha tenido inconveniente en
enfrentarse a los sindicatos obre­
ros, exigiéndoles sacrificio y com­
prometiendo con elio su próxima
elección, cosa que nunca hubiera
hecho el mayestático y fosilizado
míster Churchil, adversario desleal
y rupestre, para quien los intereses
de Inglaterra no pasan de ser los
intereses del Imperio bien en­
tendido que los intereses d e l
Imperio
son,
tereses
del
a
su
vez
partido
los
in
conserva­
dor. Churchill, con su puro sempi-
soborno. Y eso que la prensa de su
tiempo no era, ni remotamente, la
prensa corrompida de hoy, almáci­
ga de todas las infamias sí hay di­
nero que las pague, y espejo de to­
rededores, es, precisamente, cuan­
do mueren más pobres de hambre
y de frío.
La prensa mercantil y mercan­
tilizada, para la cual no hay otra
norma de conducta que la que se­
ñala el libro de caja, ni otra fuen­
te de inspiración que la represen­
tada por el honorable gremio de
anunciantes, es siempre patriotera,
en tales proporcio­
tas. al cabo de catorce años de go­
bierno consecutivo, han perdido
echo puestos en beneficio del par­
tido nacionalista, que tiene, desde
ahora, la mayoría parlamentaria.
Y el correponsal de marras no se
limite a dar la noticia escueta, sino
que la comenta como si se tratara
de un acontecimiento decisivo para
la política internacional. "Después
de catorce años de régimen socia­
lista, los habitantes de Nueva Ze­
landia han arrojado del poder al
gobierno laborista...*’ Cualquiera
A Napoleón se le ha reprochado
muchas veces el desprecio que sen­
tía por la prensa; pero es que Na­
poleón era un psicólogo y sabía
hasta qué punto la letra impresa de
las gacetas es obra acabada de la
hipocresía, de la adulación o de!
millos retóricos las
Posadas que
preludian la Navidad, y en sus al­
mo puede haber quien la digiera de
reduce a que en las elecciones — allí
hay elecciones, por supuesto— cele­
bradas recientemente, los laboris­
quiere decir que se hayan debilita­
do e| prestigio y la potencia que el
laborismo tiene en el país, como lo
demostrarán bien pronto los he­
chos. Si todos los descalabros so­
cialistas son como ése. bien pode­
mos afirmar que el socialismo goza
de perfecta salud.
mente y con textos líricos las bo­
das de las once mil vírgenes millonarias y se anuncian con cara
tmen grado y
toso calda de los laboristas en Nue­
va Zelandia.*'. Pues bien: todo se
próspero desarrollo de la riqueza
pública y por el incremento de la
cultura. Una derrota electoral de­
bida a circunstancias aleatorias
nunca previsibles, de ningún modo
trascendentales para el periodismo
sible se pregunta el lector que con­
serva despierto el sentido crítico
acumular tanta estupidez? ¿Y có­
Estas reflexiones, un poco atra­
biliarias, vienen a propósito de una
noticia publicada el 1o. de diciembre en un periódico mexicano con
este título retumbante: ‘-Estrepi-
pensaría que Nueva Zelandia se ha­
bía sacudido, al fin, una dictadura
tan sangrienta com0 la de Franco
o como las que padecen algunos
de los países sometidos a Rusia.
Pero la verdad es que esos cator
ce años de gobierno laborista se
han caracterizado por su absoluto
respeto a la democracia, por el
capitalista en
todas partes del
mundo,
pero en ninguna, desde
luego, ccmo en algunos países de
América. La prensa mercantil y
mercantilizada de México es un
ejemplo de lo que decimos. Menos
mal que es una prensa caritativa.
Cada invierno, a pesar de que el
invierno mexicano suele ser apaci­
ble, mueren en las calles, acurru­
cados en los portales, unos cuantos
infelices, niños y viejos, víctimas
del frío y del hambre, sin que les
sirvan de cobertura — y de morta­
ja__ más que esas hojas de perió­
dico en las que se registra gráfica­
servil con el que manda, insolente
con los que no están en candelero.
En realidad su lectura, para quien
no tengan el gusto habituado a to­
lerar, bien o mal. la bazofia, equi­
vale a un vomitivo. ¿Cómo es po­
temo, su aire bonachón y su gesto
de dogo es un personaje de poco
fiar. Vive fuera del tiempo. Lo sa­
ben algunos de sus colaboradores
jóvenes, empeñados en hacerle sa­
ber, pero inútilmente, que ya no
gobierna la reina Victoria. . .
Cuando este número vea la luz pública se habrá cumplido otro aniversario, el X X IV .
del fallecimiento del “ Abuelo” como cariñosamente se le mencionaba, a pesar del tiem­
po transcurrido su recuerdo permanece fijo aunque muchos de nosotros en aquel en­
tonces niños solo alcanzamos a r e c a d a r sus últimas intervenciones en la vida política
española. Con el tiempo su talla ^ q u ie r e dimensiones gigantes.
Los frutos de su
obra, el P . S . O . E . , y la U . G . T . serán los puntales de la España del futuro. Una Es­
paña Digna y Humana cual la soñada por Pablo Iglesias.
das las vanidades a tanto la linea.
Hay un personaje de Shakespeare
que habla de este modo: "Si cada
uno recibiera según sus méritos,
¿quién de nosotros escaparía al lá­
tigo?” Hagamos omisión compasi­
va y justa de los innumerables pe­
riodistas que, obligados a ganarse
la vida en los periódicos capitalis­
tas, entre otras razones porque
apenas si hay otros, cumplen su
oficio sin comprometer en eilo su
conciencia. De los demás —edito­
res, empresarios, directores, comen­
taristas internacionales, etc., cuan­
tos constituyen la plana mayor del
periodismo mercantil— . casi ningu­
no, si hubieran de recibir el precio
que merecen, escaparía con las «*paldas limpias.