control ciudadano

JUNIO 2016
BOLETÍN DE SEGUIMIENTO A POLÍTICAS PÚBLICAS - SEGUNDA ÉPOCA - AÑO XII - Nº 30
CONTROL
CIUDADANO
La expansión territorial del capitalismo en
la producción agropecuaria en Bolivia
H
ace diez y seis años señalábamos que la agropecuaria capitalista ya no se concentraba casi exclusivamente en el
oriente del país (como se podía constatar a mediados de los años setenta), pues, a mediados de los años de 1990,
verificabamos que si bien las relaciones capitalistas de producción en la agropecuaria se consolidaban en el oriente, éstas
también comenzaban a tener una mayor presencia en los departamentos de los valles y del Altiplano1.
Recientemente y con el objetivo de
continuar aportando al conocimiento
de las transformaciones que se vienen
operando en la composición de la
sociedad rural boliviana, demostramos
que estas tendencias se habían
consolidado entre 1996 y 20122, sobre
todo por un importante incremento
de los pe queños pro du cto res
agropecuarios capitalistas o campesinos
ricos3 en todas las regiones del país.
Estos productores encontraron el
medio adecuado para expandirse a
partir de la aplicación de las políticas
neoliberales así como las del gobierno
del MAS, que profundizaron los iniciales
procesos de diferenciación campesina
que ya se advertían durante el periodo
nacionalista (1953-1984).
Los datos del Censo Nacional
Agropecuario de 2013 recientemente
publicados por el Instituto Nacional de
Estadística (INE), no hacen más que
confirmar estas tendencias, dando a
conocer, además, algo que por
definiciones metodológicas en la
medición del empleo, los anteriores
censos agropecuarios o de población
así como las encuestas de hogares no
lograban captar en su verdadera
dimensión: la magnitud del empleo que
generan las actividades productivas
agropecuarias.
Este boletín recupera partes del
artículo escrito por el autor (Ormachea:
2015) en relación a la expansión de las
relaciones capitalistas de producción
en la agropecuaria entre 1976 y 2012
y presenta un breve análisis acerca de
la relevancia cuantitativa de este pro­
ceso con base en los datos del Censo
Nacional Agropecuario de 2013 recientemente dados a conocer por el INE.
ALGUNOS ANTECEDENTES
Como se sabe, la agricultura
capitalista —es decir, la producción
agropecuaria mercantil que se realiza
con fuerza de trabajo asalariada— se
concentró durante el periodo
nacionalista fundamentalmente en el
departamento de Santa Cruz. Los
principales cultivos de la época (arroz,
c a ñ a d e a z ú c a r, a l go d ó n ) s e
caracterizaban por sus bajos niveles de
tecnificación y, por tanto, por su alta
demanda de fuerza de trabajo asalariada
estacional, muy fuertemente
concentrada en las épocas de cosecha.
Si bien el departamento de Santa
Cruz ya contaba en esa época con un
proletariado agrícola relativamente
impor tante y con campesinos
“colonizadores” de origen andino
dispuestos a asalariarse estacionalmente
en la agricultura capitalista, ésta
dependía de trabajadores de otras
regiones del país —fundamentalmente
campesinos— que estuvieran
dispuestos a asalariarse por temporadas.
2
Control Ciudadano
Otro sector que fue priorizado para
su desarrollo durante el ciclo
nacionalista, fue el de la ganadería bovina
en el oriente del país, fundamentalmente
en el departamento del Beni, a partir
del desarrollo de la gran hacienda
ganadera basada en la tenencia de
grandes extensiones de tierra con
abundantes pastos naturales, lo que
implicó el predominio de una ganadería
extensiva de corte capitalista pero de
muy baja productividad y de escasa
demanda de fuerza de trabajo cuyo
mercado fundamental eran los
p r i n c i p a l e s c e n t r o s m i n e ro s
nacionalizados.
De esta manera, mientras en este
periodo los sucesivos gobiernos
priorizaban el desarrollo agrícola y
ganadero capitalista en estos dos
departamentos, promovían en la misma
perspectiva procesos de “colonización”
en las tierras bajas de los
departamentos de La Paz, Cochabamba,
Santa Cruz y Tarija. En estas zonas
comenzaron a desarrollarse intensos
procesos de mercantilización de la
producción agropecuaria y, por tanto,
t a m b i é n p ro c e s o s d e m ayo r
diferenciación social entre los
campesinos colonizadores. En las tierras
altas de los valles y el Altiplano, al
haberse generalizado la pequeña
propiedad agraria y no haberse alterado
sustancialmente las viejas formas de
producción agrícola y pecuaria, los
Los pequeños productores
agropecuarios capitalistas o
campesinos ricos encontraron
el medio adecuado para
expandirse a partir de la
aplicación de las políticas
neoliberales así como de las
políticas del MAS, que
profundizaron los procesos de
diferenciación campesina que
ya se advertían durante el
periodo nacionalista
(1953-1984).
procesos de diferenciación social no
eran aún tan marcados aunque sí se
presentaban ya entonces procesos de
una cada vez mayor mercantilización
de las comunidades campesinas y de
pauperización de importantes sectores
campesinos que se veían obligados a
emigrar definitivamente o asalariarse
en la agricultura capitalista de Santa
Cruz o del exterior (fundamentalmente
el norte argentino) y en otras ramas
de la economía para poder subsistir.
Durante el periodo neoliberal
(1985-2005) y los diez años del
gobierno del MAS (2006-2016), en
Santa Cruz se han expandido cultivos
altamente mecanizados (soya, sorgo,
sésamo, maíz amarillo duro, entre otros)
y se han modernizado algunas fases
culturales de cultivos tradicionales que
antes demandaban importantes
volúmenes de fuerza de trabajo
asalariada temporal (caña de azúcar y
arroz entre los principales), con efectos
en las magnitudes y características del
empleo asalariado agrícola en este
departamento con relación al periodo
nacionalista.
Entre ellos: i) una menor demanda
global de empleo asalariado debido a
menores requerimientos de fuerza de
trabajo por hectárea; ii) una reducción
de los periodos de contratación de los
obreros agrícolas temporales; iii) un
crecimiento de la importancia del pro­
letariado agrícola de origen rural y
urbano con residencia en las mismas
zonas de emplazamiento de las empre­
sas agrícolas; iv) una menor importancia
de los trabajadores asalariados migrantes semiproletarios (campesinoasalariados) y v) la expansión de un
segmento de trabajadores asalariados
especializados con mayores califica­
ciones profesionales4.
A partir del periodo neoliberal, se
desarrolló un mayor grado de división
del trabajo en la ganadería bovina de
los llanos, pues mientras el departa­
mento del Beni se especializa en la cría
de ganado, el departamento de Santa
Cruz es el que se ocupa más bien de
la recría y el engorde del mismo. Por
esta razón, a diferencia del periodo
anterior —en que el departamento del
Beni jugaba un rol central en el crecimiento del hato ganadero total—, son
los departamentos de Santa Cruz y
Pando los que presentan las mayores
tasas de crecimiento convirtiéndose el
primero en el principal abastecedor de
carne en el mercado nacional.
En los últimos veinte años, la
ganadería cruceña ha experimentado
importantes procesos de
modernización de manejo del hato
ganadero (mejoramiento genético y
sanidad animal) y ha realizado
inversiones en infraestructura
productiva, desarrollo de pasturas
cultivadas y el establecimiento de
centros de engorde a partir de
existencias de ganado en el propio
departamento y de compras de ganado
en pie del Beni. En este sentido, las
haciendas ganaderas de corte capitalista
semiintensivas e intensivas, se asientan
fundamentalmente en el departamento
de Santa Cruz.
La Paz, junio de 2016
El manejo mejorado del hato
ganadero encuentra su máxima
expresión en las denominadas cabañas
ganaderas, que se dedican a una fase
de mayor especialización en la
producción a partir de la cría de ganado
para carne o leche de alta calidad
genética y derivada de la aplicación de
las más relevantes técnicas científicas.
Esta modificación cualitativa del proceso
de producción refuerza el manejo de
tipo capitalista del hato ganadero y una
mayor división social del trabajo, pues
además de la contratación de peones
y jornaleros permanentes y temporales,
así como de personal administrativo
recurren a una serie de profesionales
especializados en veterinaria, zootecnia
y otras.
Las grandes haciendas ganaderas
extensivas basadas en pasturas
naturales, siguen concentrándose
fundamentalmente en los llanos
benianos y en la región del Chaco, las
mismas que, como ya hemos señalado,
cuentan con una menor división social
d e l t r a b a j o y c o n m e n o re s
requerimientos de fuerza de trabajo.
La apertura comercial que promovió
la política neoliberal en relación al
sector agropecuario que tuvo
continuidad con el gobierno del MAS,
ha afectado seriamente a vastos
sectores campesinos —sobre todo
andinos— que al no poder competir
con los productos agrícolas importados
se pauperizaron progresivamente, lo
que los impulsó a abandonar el campo
por la vía de la emigración definitiva o
se vieron obligados a obtener ingresos
extra prediales a través de la migración
temporal para poder subsistir,
ampliándose, de esta manera, la cantidad
La modificación cualitativa
del proceso de producción
refuerza el manejo de tipo
capitalista del hato ganadero
y una mayor división social
del trabajo, pues además de
la contratación de peones y
jornaleros permanentes y
temporales, así como de
personal administrativo
recurren a una serie de
profesionales de otras
especialidades.
de fuerza de trabajo dispuesta a
asalariarse en la el sector agropecuario
o en otras ramas de la economía.
Pero, esta misma política, implicó a
la vez que una fracción minoritaria de
campesinos lograra desarrollar cultivos
mercantiles más rentables lo que
significó la incorporación de algunas
innovaciones tecnológicas y la
contratación de peones y jornaleros
asalariados como consecuencia de un
incremento en las superficies cultivadas
o en la producción, dando lugar a una
expansión de los pequeños productores
agrícolas capitalistas o campesinos ricos
tanto en las zonas de colonización
como en otras zonas de los valles y
del Altiplano.
Estas grandes tendencias son
verificadas a la luz de la lectura de dos
cuadros estadísticos basados en
información del Censo Nacional de
Población y Vivienda de 1976, la
Encuesta Nacional de Empleo 2da.
Ronda de 1996 y la Encuesta
Permanente de Hogares 2012. Es
importante advertir que debido a
problemas de orden metodológico en
la medición el empleo femenino en el
Censo de Población yVivienda de 1976,
la información estadística que se
presenta en la primera parte de este
boletín se refiere a patrones o
empleadores y trabajadores asalariados
agropecuarios masculinos. Por otro
lado, es importante señalar que si bien
la información de censos anteriores y
de las tradicionales encuestas de
hogares no logran captar la verdadera
magnitud del trabajo temporal en el
sector agropecuario, pues se mide el
e mp le o co n re fe re n c i a a u n
determinado momento del año, son las
únicas fuentes de alcance departamental
y nacional que brindan información
estadística sobre las características del
empleo agropecuario y que permiten
describir las tendencias generales de
la evolución de esta problemática en
el tiempo.
LA EXPANSIÓN DE LAS
RELACIONES CAPITALISTAS DE
PRODUCCIÓN EN EL SECTOR
AGROPECUARIO ENTRE 19761996 Y 1996- 2012
Como puede observarse en el
cuadro 1, en 1976 el número de
personas que declaraban ser patrones
o empleadores del sector agropecuario
alcanzaba solamente a 4.307 personas,
67,4% de las cuales correspondía a la
región de los llanos como resultado de
la concentración del desarrollo de la
agropecuaria capitalista, fundamentalmente en los departamentos de Santa
Cruz y el Beni durante el periodo
nacionalista.
Entre 1976 y 1996, es posible
advertir un incremento de las relaciones
capitalistas de producción en el sector
a gro p e c u a ri o p u e s e x is t e u n
crecimiento sustantivo de la categoría
patrones o empleadores agropecuarios
que pasa de 4.307 a 65.366 personas,
alcanzando una tasa anual promedio
de crecimiento en este periodo de
14,6%. Sin embargo, este crecimiento
ya no se concentra en la región de los
llanos, pues las tasas de crecimiento
promedio anual de estas categorías
ocupacionales en los valles (16,6%) y,
sobre todo, en el Altiplano (22,1%),
superan ampliamente la que registra la
región de los llanos (10,8%). En este
sentido, la localización geográfica de
l o s p a t ro n e s o e m p l e a d o re s
3
Control Ciudadano
4
agropecuarios ya había cambiado
sustancialmente en este periodo, pues
si bien en el oriente el número absoluto
de patrones agropecuarios seguía
creciendo, su participación relativa había
disminuido al 34,3% como consecuencia
del incremento del número de patrones
o empleadores agropecuarios en los
valles y el Altiplano, que concentraban
el 32,1 y 33,6% de esta categoría,
respectivamente (Cuadro 1).
Esta tendencia en los valles y el
Altiplano se consolida entre 1996 y
2012, pues mientras la tasa anual de
crecimiento de estas categorías en la
región de los llanos apenas es del 0,4%,
en los valles y el Altiplano es del 4,9 y
el 2,9%, respectivamente. De esta
manera, tanto en términos absolutos
como relativos, la región de los llanos
pierde en los últimos años la hegemonía
cuantitativa que ostentó entre 1976 y
1996 (Cuadro 1)
Sin embargo, el que la región de los
llanos tenga menos patrones o
empleadores agropecuarios que los
Cuadro 1
Bolivia: distribución de patrones y/o empleadores agropecuarios
por regiones y áreas de residencia, 1976, 1996, 2012
Regiones
1976
1996
2012
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
86
299
385
1.677
19.295
20.972
5.180
27.947
33.127
Valles
159
860
1.019
3.788
18.169
21.957
9.821
37.723
47.554
Llanos
696
2.207
2.903
7.890
14.547
22.437
13.871
9.889
23.760
Total
941
3.366
4.307
13.355
52.011
65.366
28.872
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
9,14
8,88
8,94
12,56
37,10
32,08
17,94
36,99
31,72
Valles
16,90
25,55
23,66
28,36
34,93
33,59
34,02
49,93
45,53
Llanos
73,96
65,57
67,40
59,08
27,97
34,33
48,04
13,09
22,75
Total% (Colum.) 100,00 100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
Altiplano
Regiones
Altiplano
Regiones
75.559 104.431
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Altiplano
22,34
77,66
100,00
8,00
92,00
100,00
15,64
84,36
100,00
Valles
15,60
84,40
100,00
17,25
82,75
100,00
20,66
79,34
100,00
Llanos
23,98
76,02
100,00
35,17
64,83
100,00
58,38
41,62
100,00
Total% (Fila)
21,85
78,15
100,00
20,43
79,57
100,00
27,65
72,35
100,00
Bolivia: tasas de crecimiento de patrones y/o empleadores agropecuarios por regiones
y áreas de residencia, 1976-1996 y 1996-2012
Regiones
1976 - 1996
1996 - 2012
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Altiplano
16,01
23,17
22,13
7,30
2,34
2,90
Valles
17,18
16,48
16,59
6,14
4,67
4,95
Llanos
12,91
9,89
10,77
3,59
-2,38
0,36
Total
14,18
14,67
14,57
4,94
2,36
2,97
Fuente: Elaboración propia con base en Pablo Pacheco y Enrique Ormachea (2001). Campesinos, patrones y obreros
agrícolas: Una aproximación a las tendencias del empleo y los ingresos rurales en Bolivia (La Paz; CEDLA); INE,
Encuesta permanente de hogares 2012.
valles y el Altiplano, no implica que haya
perdido su hegemonía productiva pues,
al ser patrones o empleadores
predominantemente dueños de
unidades productivas capitalistas
modernas con altos niveles de
maquinización, producen una parte
considerable de la producción
agropecuaria regional y nacional,
situación que contrasta con lo que
ocurre en los valles y en el Altiplano,
donde los patrones o empleadores
agropecuarios son generalmente
medianos productores o pequeños
productores capitalistas con menores
niveles de tecnificación, pues aún
combinan el trabajo manual con la
maquinización en algunas fases
culturales.
La información estadística relativa
al lugar de residencia de los patrones
y/o empleadores agropecuarios muestra
en el periodo 1996-2012 mayores tasas
de crecimiento de aquellos que residen
en áreas urbanas —lo que implicaría
una tendencia hacia un mayor
incremento de unidades productivas
más típicamente capitalistas en el
sentido de que sus propietarios son
“ausentistas” (es decir, que no residen
en el predio o en lugares rurales
cercanos al mismo)— y se recurre al
trabajo asalariado incluso para las
labores de administración de las mismas.
Estos datos permiten inferir el nivel de
desarrollo del capitalismo agrario
alcanzado en las distintas regiones.
En 2012, en la región de los llanos,
ya sólo el 41,62% de los patrones y/o
empleadores agropecuarios residían en
Que la región de los llanos
tenga menos patrones o
empleadores agropecuarios
que los valles y el Altiplano,
no implica que haya perdido
su hegemonía productiva pues,
al ser patrones o empleadores
predominantemente dueños
de unidades productivas
capitalistas modernas con
altos niveles de maquinización,
producen una parte
considerable de la producción
agropecuaria regional y
nacional
La Paz, junio de 2016
áreas rural, mientras que en los valles
y el Altiplano estos porcentajes seguían
siendo muy significativos (el 79,34 y el
84,36%, respectivamente). Estas cifras
dan cuenta de la importancia que tienen
en estas regiones, tanto las unidades
productivas cuyos propietarios, si bien
contratan fuerza de trabajo asalariada,
siguen siendo también productores
directos, es decir, pequeños productores
agropecuarios capitalistas, como
unidades productivas capitalistas strictu
sensu cuyos propietarios que viven en
sus predios pero que sólo son
administradores de los mismos.
Como ya hemos señalado, durante
el periodo nacionalista, y como
consecuencia del desarrollo de una
agricultura capitalista escasamente
mecanizada, demandante de
importantes contingentes de fuerza de
trabajo en determinadas fases culturales
y espacialmente concentradas, el Censo
de Población yVivienda de 1976 registró
72.444 asalariados agropecuarios, de
los cuales el 62,9% correspondían a la
región de los llanos.
Entre 1976 y 1996 es posible
advertir un decrecimiento del número
de trabajadores agrícolas asalariados
en todas las regiones del país, tanto
como consecuencia de la mecanización
de la agricultura capitalista cruceña
—que se agudiza a inicios de los años
de 1990— como por el lento desarrollo
del capitalismo agrario en los valles y
el Altiplano, que aún no requería
volúmenes significativos de trabajadores
asalariados. En este sentido, entre 1976
y 1996 la tasa anual promedio de
crecimiento de los asalariados agrícolas
a nivel nacional fue negativa (-0,6%),
debido fundamentalmente a un mayor
c o m p o r t a m i e n t o n e g a t i vo d e
crecimiento de esta categoría en los
valles y el Altiplano, regiones que
tradicionalmente ofertaban fuerza de
trabajo asalariada temporal para la
agricultura cruceña (Cuadro 2).
Por el contrario, entre 1996 y 2012,
a pesar de los menores requerimientos
de fuerza de trabajo asalariada que
presentan los principales cultivos de
Santa Cruz debido a sus altos niveles
de modernización, la expansión de
medianos y sobre todo pequeños
agricultores capitalistas con menores
niveles de tecnificación en todas las
regiones del país, ha implicado,
paralelamente, un incremento de los
5
Cuadro 2
Bolivia: distribución de los asalariados agrocecuarios
por regiones y áreas de residencia, 1976-1996-2012
Regiones
1976
1996
2012
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
843
7.814
86.57
0
6.051
6.051
4.438
5.229
9.667
Valles
1.740 16.421
18.161
2.596
12.515
15.111
12.992
17.280
30.272
Llanos
3.925 41.701
45.626
16.050
26.878
42.928
35.441
49.079
84.520
Total
6.508 65.936
72.444
18.646
45.444
64.090
52.871
71.588 124.459
Altiplano
Regiones
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Altiplano
12,95
11,85
11,95
0,00
13,32
9,44
8,39
7,30
7,77
Valles
26,74
24,90
25,07
13,92
27,54
23,58
24,57
24,14
24,32
Llanos
60,31
63,24
62,98
86,08
59,15
66,98
67,03
68,56
67,91
Total% (Colum.) 100,00 100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
Regiones
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
Altiplano
9,74
90,26
100,00
0,00
100,0
100,00
45,91
54,09
100,00
Valles
9,58
90,42
100,00
17,18
82,82
100,00
42,92
57,08
100,00
Llanos
8,60
91,40
100,00
37,39
62,61
100,00
41,93
58,07
100,00
Total% (Fila)
8,98
91,02
100,00
29,09
70,91
100,00
42,48
57,52
100,00
Bolivia: tasas de crecimiento de los asalariados agropecuarios por regiones
y áreas de residencia, 1976-1996 y 1996-2012
Regiones
1976 - 1996
1996 - 2012
Urbano
Rural
Total
Urbano
Rural
Total
-100,00
-1,27
-1,77
-
-0,91
2,97
Valles
2,02
-1,35
-0,92
10,59
2,04
4,44
Llanos
7,30
-2,17
-0,30
5,08
3,83
4,33
Total
5,40
-1,84
-0,61
6,73
2,88
4,24
Altiplano
Fuente: Elaboración propia con base en Pablo Pacheco y Enrique Ormachea (2001). Campesinos, patrones y obreros
agrícolas: Una aproximación a las tendencias del empleo y los ingresos rurales en Bolivia (La Paz; CEDLA); INE,
Encuesta permanente de hogares 2012.
trabajadores agrícolas asalariados en
toda la geografía nacional, especialmente
en los valles y los llanos.
Mientras que los requerimientos
de fuerza de trabajo asalariada de las
e m p re s a s a g ro p e c u a r i a s m á s
maquinizadas son cubiertos
mayoritariamente por proletarios
agrícolas que viven en áreas urbanas o
ru ra le s c e rca n as a l l u ga r d e
emplazamiento de las mismas, los
requerimientos de fuerza de trabajo
asalariada de las medianas empresas
En los dos grandes periodos
de análisis (1976-1996 y
1996-2012), las mayores
tasas de crecimiento entre
los trabajadores agrícolas
asalariados se dan entre
aquellos que tienen como
residencia habitual las áreas
urbanas.
6
Control Ciudadano
capitalistas escasamente maquinizadas,
pero sobre todo de las unidades
productivas de los pequeños capitalistas
o campesinos ricos, son cubiertas
mayoritariamente con la contratación
temporal de campesinos pobres de las
comunidades campesinas circundantes.
Finalmente, es importante destacar
que en los dos grandes periodos de
análisis (1976-1996 y 1996-2012), las
mayores tasas de crecimiento entre los
trabajadores agrícolas asalariados se
dan entre aquellos que tienen como
residencia habitual las áreas urbanas.
Por ello, mientras en 1976 los trabaja­
dores agrícolas asalariados con residen­
cia urbana representaban solamente el
8,98% del total, en 2012 representaban
ya el 42,48% (Cuadro 2).
En este sentido, los centros urbanos
mayores o intermedios no solo están
sirviendo de áreas de residencia de los
patrones y/o empleadores agrícolas,
sino también como abastecedores cada
vez más importantes de fuerza de
trabajo asalariada para la agropecuaria.
Los intensos procesos de urbanización
que han sufrido centros poblados
cercanos a los lugares donde se
Cuadro 3
Bolivia: regiones y departamentos según número total de unidades
productivas agropecuarias (UPA) y UPA que utilizan trabajadores asalariados
Altiplano
432.138
Nº de UPA con
trabajadores
asalariados
120.860
La Paz
245.455
Oruro
Regiones
Departamentos
Nº total de UPA
% fila
% columna
28.0
38,5
81.936
33,4
26,1
62.692
12.103
19,3
3,8
Potosí
123.991
26.821
21,6
8,6
Valles
296.463
128.456
43,3
40,9
Chuquisaca
73.388
26.554
36,2
8,5
Cochabamba
181.536
81.837
45,1
26,1
41.539
20.065
48,3
6,3
Llanos
143.326
64.414
44,9
20,6
Santa Cruz
115.027
54.674
47,5
17,4
20.762
8.256
39,7
2,6
7.537
1.484
19,7
0,6
871.927
313.730
36,0
100,0
Tarija
Beni
Pando
Total
Fuente: Elaboración propia con base en INE (2015) Censo Agropecuario 2013 Bolivia.
concentra la producción agropecuaria
y la expulsión de fuerza de trabajo
p e r ma n e n t e d e la s e m p re sa s
agropecuarias como efecto de la
modernización de sus actividades
productivas, que termina residiendo en
áreas urbanas para convertirse en
trabajadores asalariados temporales,
son parte de la explicación de esta
tendencia.
RELACIONES CAPITALISTAS DE
PRODUCCIÓN EN EL SECTOR
AGROPECUARIO A LA LUZ DE
LOS DATOS DEL CENSO
NACIONAL AGROPECUARIO
DE 2013
Los datos del Censo Nacional
Agropecuario de 2013 no hacen más
que confirmar la expansión de las
relaciones capitalistas de producción
en el sector agropecuario en toda la
geografía nacional descrita
anteriormente.Así, por ejemplo, de un
total de 871.927 unidades productivas
agropecuarias (UPA) censadas en el
país, 313.730, es decir, el 36.0% había
contratado fuerza de trabajo asalariada
durante el año agrícola 2012/2013. Por
otro lado, también la información del
cuadro 3 permite verificar que el
número de UPA que contratan fuerza
de trabajo asalariada en el Altiplano
(120.860) y los valles (128.456) es
mayor a la que concentra la región de
los llanos que sólo cuenta con 64.414
UPA de este tipo.
Por otro lado, los datos censales
también revelan la importancia que
van adquiriendo las UPAS que contratan
trabajadores asalariados a nivel
departamental. Así, por ejemplo, si bien
en Santa Cruz y Beni el porcentaje de
UPA que contratan fuerza de trabajo
asalariada representan el 47.5% y el
39.7% del total de UPA censadas en
cada uno de estos departamentos,
estos porcentajes son también
relevantes en: La Paz 33.4%, Chuquisaca
36.2%, Cochabamba 45.1% y Tarija
48.3%. ¿Qué significan estos datos?
En primer lugar, una mayor cantidad
de unidades productivas en los valles
y el altiplano están incorporando el
trabajo asalariado para la producción
agropecuaria, lo que implica un mayor
desarrollo de las relaciones capitalistas
de producción en estas regiones. Sin
embargo, si bien una parte de este
incremento se explica por el desarrollo
La Paz, junio de 2016
de medianas empresas de corte
capitalista con bajos niveles de
mecanización, otra parte se debe al
importante incremento que, a partir
del periodo neoliberal y del gobierno
del MAS, han tenido los pequeños
productores agropecuarios capitalistas
o campesinos ricos como consecuencia
de los procesos de diferenciación social
entre el campesinado.
En segundo lugar, el hecho de que
la región de los llanos concentre
solamente el 20.6% del total de UPA
que contratan trabajadores asalariados
en el país, no significa un menor
desarrollo de la agropecuaria capitalista
en Santa Cruz, pues este departamento
concentra la mayor parte de UPA
capitalistas más desarrolladas; es decir,
las más maquinizadas en el caso de la
agricultura, así como la mayor parte
de las haciendas ganaderas
semiintensivas e intensivas. Por ello,
Santa Cruz aporta con la mayor parte
de la producción agropecuaria del país.
Como hemos señalado al inicio de
este artículo, debido a que los censos
y encuestas recaban información sobre
el empleo y sus características con
referencia a un determinado momento
del año, omiten una parte importante
del empleo agropecuario que se genera
durante toda una gestión agrícola que,
como se sabe, es fundamentalmente
de carácter temporal pues comprende
distintas fases culturales (preparación
de terreno, siembra, labores culturales,
cosecha y postcosecha) que, además,
pueden ser desarrolladas bajo distintas
formas de producción (manual,
semimaquinizadas o maquinizadas). Esta
falencia en la generación de estadísticas
no permite identificar la verdadera
magnitud del empleo agropecuario y,
por tanto, del empleo asalariado,
situación que ha fortalecido visiones
que se niegan a reconocer un mayor
desarrollo del capitalismo en el sector
agropecuario así como en el occidente
del país.
El Censo Nacional Agropecuario
de 2013, contempló preguntas
orientadas a conocer tanto el número
total de personas remuneradas así
como de no remuneradas que fueron
ocupadas por las unidades productivas
agropecuarias durante el año agrícola
(julio de 2012 a junio de 2013). En este
sentido, por ejemplo, tomando en
cuenta que los trabajadores asalariados
temporales suelen rotar por varias
unidades productivas agropecuarias en
una misma zona o desplazarse a otras
con el mismo fin, un mismo trabajador
ha podido ser contabilizado por más
de una de ellas. Así mismo, familiares
no remunerados que viven ya en
centros urbanos y que retornan
temporalmente al predio agropecuario
para colaborar en distintas fases
culturales también fueron registrados,
lo que amp lía e l número de
trabajadores familiares no remunerados
utilizados por las unidades productivas
agropecuarias. De allí que, como se
podrá constatar, el volumen total del
empleo agropecuario registrado por
el Censo Agropecuario 2013 durante
todo el año agrícola (influido por la
relevancia cuantitativa del empleo
temporal) es ciertamente relevante y
novedoso.
En este sentido, los datos sobre el
volumen del empleo en el sector
agropecuario que muestran las cifras
del Censo Agropecuario 2013 no son
comparables con los datos de
anteriores censos (agropecuarios o de
población) y encuestas de hogares,
aunque, como comprobará
seguidamente el lector, las tendencias
señaladas por el autor años atrás en
relación al desarrollo del capitalismo
en la agropecuaria con base en el Censo
Nacional de Población de 1976 y las
encuestas de hogares de 1996 y 2012,
son corroboradas ampliamente por el
último censo agropecuario realizado
en 2013.
El cuadro 4 revela un total de
4.689.264 personas utilizadas en
diferentes actividades relacionadas con
la producción agropecuaria durante la
gestión agrícola 2012/ 2013, cifra que
es ciertamente novedosa pues, según
los datos del Censo Nacional de
Población y Vivienda de 2012, la
Existe una alta demanda
de empleo temporal que
caracteriza a las unidades
productivas agropecuarias
que se nutren tanto de la
propia población local como
de migraciones provenientes
de áreas urbanas y rurales
de otras regiones.
población de diez años y más ocupada
en el sector agropecuario, medida con
parámetros tradicionales, es de
solamente 1.252.750 personas
(1.096.125 con residencia en áreas
rurales y 156.625 en áreas urbanas).
Las cifras del Censo Agropecuario, no
hacen más que confirmar la alta
demanda de empleo temporal que
caracteriza a las unidades productivas
agropecuarias.
Otro de los datos relevantes del
Censo Nacional Agropecuario recién
publicados, señala que del total de la
población que fue utilizada en la
producción agropecuaria en la gestión
2012/2013, 2.535.128 personas (54.1%)
se ocuparon como asalariadas y
2.535.128 como familiares y otros no
remunerados (45.9%). Para los
matemáticos desprevenidos, se trataría
simplemente de un “empate técnico”
entre distintas categorías ocupacionales,
7
8
Control Ciudadano
Cuadro 4
Bolivia: regiones y departamentos según población asalariada y no asalariada
ocupada en la producción agropecuaria 2012/2013
Población
total
ocupada en
actividad
agropecuaria
%
Población
asalariada
%
Población
no
asalariada
%
Altiplano
1.753.867
100,0
744,473
42,5
1.009.394
57,5
La Paz
1.088.633
100,0
577.999
53,1
510.634
46,9
Oruro
148.474
100,0
39.181
26,4
109.293
73,6
Potosí
516.760
100,0
127.293
24,6
389.467
75,4
Valles
1.876.863
100,0
1.013.240
54,0
863.623
46,0
568.801
100,0
233.923
41,1
334.878
58,9
1.076.580
100,0
640.863
60,0
426.717
40,0
240.482
100,0
138.454
57,6
102.028
42,4
1.058.531
100,0
777.415
73,4
281.116
26,6
969.742
100,0
721.604
74,4
248.138
25,6
Beni
75.538
100,0
47.197
62,5
28.341
37,5
Pando
13.251
100,0
8.614
65,0
4.637
35,0
4.689.261
100,0
2.535.128
54,1
2.154.133
45,9
Regiones
Departamentos
Chuquisaca
Cochabamba
Tarija
Llanos
Santa Cruz
Total
Fuente: Elaboración propia con base a INE (2015) Censo Agropecuario 2013 Bolivia.
cuando en realidad se trata de un
cambio cualitativo de suma importancia
en el ámbito de las relaciones sociales
de producción en el agro pues se trata
de la constatación del peso que va
teniendo el capitalismo en la producción
agropecuaria (Cuadro 4).
Los datos también confirman que
este proceso se ha consolidado en el
oriente del país —pues ya práctica­
mente tres cuartas partes de la fuerza
de trabajo que es utilizada en la
producción agropecuaria de esta región
es asalariada— y se ha expandido a los
departamentos del occidente del país
donde los porcentajes de trabajadores
asalariados utilizados en la producción
agropecuaria son cada vez más rele­
vantes en cada uno de ellos (Chuquisaca
41.1%, La Paz 53.1%, Tarija 57.6% y
Cochabamba 60.0%). Solamente los
departamentos de Oruro y Potosí pre­
sentan aún bajos porcentajes de fuerza
de trabajo asalariada utilizada en la
producción agropecuaria (Cuadro 4).
Finalmente, importa destacar que
si bien Santa Cruz es el departamento
que utiliza el mayor volumen de fuerza
de trabajo asalariada en la agropecuaria
(777.415 personas), los datos que
corresponden a los departamentos de
Cochabamba y La Paz no son menos
relevantes (640.863 y 577.477
asalariados agropecuarios, respectivamente). Estos tres departamentos
concentran el 76.5% del total de la
población asalariada que fue utilizada
en la gestión agrícola 2012/2013 en el
país.
DIRECTOR: JAVIER GÓMEZ AGUILAR
ESCRIBE: ENRIQUE ORMACHEA SAAVEDRA
EDICIÓN Y DISEÑO: UNIDAD DE
COMUNICACIÓN Y GESTIÓN DE INFORMACIÓN
CONTROL
CIUDADANO
NOTAS
1. Al respecto véase Pablo Pacheco Balanza y Enrique Ormachea Saavedra (2000)
“Campesinos, patrones y obreros agrícolas:
una aproximación a las tendencias del
empleo y los ingresos rurales en Bolivia”
( La Paz: CEDLA).
2. Al respecto véase Enrique Ormachea
Saavedra “Pequeña y gran producción
agrícola capitalista y trabajo asalariado en
Bolivia” en Alberto Riella y Paola
Mascheroni (comp.) (2015) “Asalariados
Rurales en América Latina” (Montevideo
CLACSO y Departamento de Sociología
de la Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de la República).
3. Entendemos por pequeño productor
agropecuario capitalista o campesino
rico (como usaba de sinónimo Lenin)
a aquel que trabaja todavía en la
producción agrícola y/o ganadera pero
que, a la vez, contrata obreros asalaria­
dos (generalmente peones y jornaleros
temporales) para el desarrollo de dis­
tintas faenas agrícolas o pecuarias.
4. Pablo Pacheco y Enrique Ormachea
(2000) Op. Cit.
5. Ciertamente se trata de una clasificación
de regiones convencional, pues es
evidente que departamentos catalogados como de Altiplano tienen zonas
de valles o de llanos. O a la inversa,
departamentos clasificados de llanos
que tienen valles, así como departamentos calificados en la región de valles
que también tienen zonas de altiplano
o llanos.
Achumani, Calle 11 Nº 100
entre García Lanza y Alexander
Telfs: (591-2) 2794740 / 2799848 / 2791075
E-mail: [email protected]
Casilla 8630
La Paz, Bolivia