El uso de Instrumentos Bursatiles en sustitucion al programa Procampo

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Instituto de Ciencias Sociales y Administración
Departamento de Ciencias Jurídicas
Maestría en Derecho Empresarial
El uso de Instrumentos Bursátiles en
sustitución al programa Procampo
Sergio Arturo Olliver Martínez Grijalva
Matricula: 118799
Derecho Bancario y Bursátil
Trabajo Final
Mayo de 2012
Introducción.
La falta de cultura financiera por parte de los mexicanos, tanto políticos
como
ciudadanos,
ha
acarreado
a
lo
largo
de
los
años
un
desaprovechamiento de las oportunidades que los mercados bursátiles
otorgan, causando un costo de oportunidad que difícilmente podríamos
cuantificar, teniendo un efecto directo sobre los niveles de pobreza de la
nación como un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (P.I.B.).
Si partimos de que en México somos una población conformada por
112,336,538
habitantes,
tanto
mexicanos
como
extranjeros,
según
estadísticas del INEGI y que de estos el 60% se encuentra en estado de
pobreza, alcanzando niveles alarmantes de hasta un 80% en los Estados de
Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla, según la CONEVAL, y tenemos que
en estos estados en pobreza la actividad principal salvo Puebla es la
agricultura, entonces podemos inferir que con una mejora en las políticas
públicas destinadas a la producción agrícola y ganadera un gran porcentaje
de mexicanos sería capaz de salir de la pobreza a través del esfuerzo
propio, una vez sucedido esto no sería necesario el continuar otorgando
incentivos fiscales ni subsidios al campo mexicano, con el consecuente
ahorro para las finanzas públicas, y este capital se podría reinvertir en otros
programas para beneficio de mas mexicanos.
La importancia del campo para la economía mexicana.
A lo largo de la historia principalmente en las primeras décadas desde
la independencia y aun en la época de la colonia, las haciendas y la minería
fueron los pilares de la economía, llegando al grado de que la tenencia de la
tierra provoco diversos enfrentamientos violentos entre particulares.
Durante la Época Colonial y la primer centuria de la Independencia, es
en esta época en donde con el apoyo de la corona española emigrantes de
la madre patria se hacen de grandes extensiones de terreno para su
explotación agrícola, formando junto con la minería la principal actividad
económica de la época y bajo la figura jurídica de la encomienda se
presenta una de las primeras formas de explotación de los indígenas en
México, para el provecho único de un grupo minoritario que mantenía el
poder, es aquí en donde las primeras rebeliones en contra del sistema se
pueden apreciar.
Durante la Revolución Mexicana, con un aumento en la población y al
ser la agricultura una de las únicas fuentes de riqueza de la época
comienzan a surgir movimientos de campesinos desposeídos, dada la
monopolización del recurso en pocas familias descendientes de los
españoles originales, es aquí donde aprovechando la anarquía del
movimiento revolucionario líderes locales aprovechan la oportunidad para
exigir sus demandas a cambio de unirse ellos y su gente a la lucha,
teniendo como principal exponente al ahora héroe nacional Emiliano Zapata
quien con su gran sentido de la justicia y liderazgo reunió campesinos bajo
los gritos de “Tierra y Libertad” y “La tierra es de quien la trabaja”,
concretándose estos principios tiempo después de terminada la revolución a
favor de los más desposeídos, pero con un efecto importante en la
producción agrícola.
El Ejido y la Reforma Agraria posterior a la Revolución Mexicana, es
aquí donde se limita constitucionalmente la propiedad de la tierra, en
relación a nacionalidad y extensión basada en la fertilidad de la misma, con
la llegada del General Lázaro Cárdenas al poder, un gran idealista de su
época, comienza la repartición de tierras fértiles a favor de campesinos bajo
la figura jurídica del Ejido, es así como se priva de sus derechos de
propietario a múltiples hacendados que teniendo toda la vida dedicada a la
explotación de sus tierras, y con un conocimiento pleno de las mismas se
encuentran reducidos, en el mejor de los casos, a la explotación de una
pequeña parcela, quedando el resto de las mejores tierras del país en
manos de ex soldados revolucionarios muchas veces sin experiencia alguna
en las labores del cultivo, no siempre campesinos desposeídos, hasta
décadas después y una vez repartidas todas las tierras fértiles del país, se
llega al absurdo de crear ejidos en zonas desérticas, como se puede
verificar a lo largo y ancho del noreste del Estado de Chihuahua, teniendo
como ejemplo cercano lo que ahora es la zona de Salvarcar, que fue
repartida a ejidatarios a finales de los sesentas, principio de los setentas,
teniendo que aun el día de hoy ya absorbida completamente por la mancha
urbana de Ciudad Juárez continua siendo una zona principalmente
desértica.
En la actualidad a cien años de la revolución encontramos con que los
campesinos y en general las zonas rurales del país se encuentran en
estado de pobreza como resultado del mínimo tamaño de las parcelas
repartidas durante la reforma agraria, siendo imposible que estas a través
de su explotación sean el sustento de una familia durante todo un año,
llegando al absurdo de recibir diez hectáreas por individuo para su
explotación, faltos de financiamiento y tecnología necesaria para elevar la
producción de su parcela miles de mexicanos han tenido que emigrar a la
ciudad o incluso al extranjero en busca de mejores oportunidades de
desarrollo, dejando el campo mexicano de ser una fuente de ingresos y
desarrollo para el país que históricamente había sido y que a pesar de los
incentivos fiscales, exención del Impuesto al Valor Agregado (I.V.A.) a los
productos de la agricultura y tasa preferencial para personas físicas y
morales con actividad agropecuaria del 25% en el Impuesto Sobre la Renta
(I.S.R.), y no solo eso, sino que a lo largo del último siglo ha sido uno de los
principales rubros de erogación del presupuesto federal a través de
incentivos como el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo),
microcréditos con tasa preferencial otorgados por la banca de desarrollo,
fideicomisos relacionados con la agricultura entre otros proyectos de los tres
niveles de gobierno destinados para el mismo fin, incluido el programa
Oportunidades, cuyos principales beneficiarios dado su estado de pobreza
son los habitantes del campo.
La función de los Subsidios Agrícolas.
Los subsidios agrícolas consisten en otorgar un beneficio a un
agricultor, ya sea este en efectivo o en especie, a través de la creación de
un mercado especial para la venta y producción de productos agrícolas,
donde estos cuenten con una ventaja sobre los producidos en otros países,
y tienen por finalidad el de estabilizar los precios de los productos
alimenticios, garantizar un ingreso mínimo para los agricultores y fortalecer
la industria de la producción agrícola en el país
Los diferentes tipos de subsidio son el pago directo a campesinos o
sociedades que tienen por fin la producción rural, por ejemplo Procampo, la
compra de los productos agrícolas a un precio por encima del precio de
mercado del producto en ese momento, subsidios directos a los insumos
necesarios para la explotación de la tierra, por ejemplo, subsidios a los
fertilizantes, subsidios al agua de riego, creación de infraestructura agrícola,
aportación de maquinaria y equipo necesarios para el agricultor,
microcréditos con tasa preferencial para la financiación del productor
agrícola, seguros contra desastres naturales como la sequia o la
inundación, la importación de cuotas compensatorias a los productos
provenientes de países más productivos, por ejemplo las cuotas
compensatorias a el azúcar y el maíz, que limitan el numero de toneladas
que se pueden importar a un determinado precio, o bien la imposición de
impuestos especiales en la substitución de este producto como un insumo
en ciertas industrias, como la imposición del azúcar para la producción de
los refrescos a FAMSA y el resto de las refresqueras hace algunos años.
El programa Procampo.
Con ya casi veinte años desde su iniciación (1993) el programa
Procampo ha sido el principal instrumento de financiamiento para la
producción agraria en México, basado en la transferencia de recursos por
parte del Gobierno Federal a los agricultores, que funciona a través de
otorgar una cantidad liquida en efectivo al productor en base al tipo de
cosecha y número de hectáreas, así pues los cultivos como el maíz, frijol,
trigo, arroz, sorgo, soya, algodón, cártamo y cebada se encontraban en un
principio dentro de este programa, teniendo el beneficio cada agricultor de
recibir hasta 100,000.00 (Cien mil pesos M.N.) por temporada de cosecha, y
que a partir de 1995 se extendió a cualquier cultivo licito como beneficiario.
Es de decir que en lo correspondiente al periodo fiscal 2012 el costo
total presupuestado del programa asciende a 17,968,000,000.00 (Diecisiete
mil novecientos sesenta y ocho millones de pesos M.N.), según el
presupuesto de Egresos de la Federación para el 2012, equivalente a 3.53
veces lo recaudado por el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (I.S.A.N.)
que en total recauda 5,088,000,000.00 (Cinco mil ochenta y ocho millones
de pesos M.N.), 4.62 veces lo recaudado por el Impuesto a los Depósitos en
Efectivo (I.D.E.) con un total de 3,881,900,000.00 (Tres mil ochocientos
ochenta y un mil millones novecientos mil pesos M.N.), todo esto basado en
la Ley de Egresos de la Federación y en la Ley de Ingresos de la
Federación ambas para este año fiscal.
Es pertinente hacer relación a que dada la situación de pobreza de los
agricultores, y a la falta de cultura financiera estos subsidios a la producción
rural no siempre son utilizados de la mejor manera, pues los agricultores
para estas fechas tienen necesidades que cubrir y el producto de la cosecha
pasada ya se ha gastado, o queda muy poco de él, es por ello que este
subsidio no termina siendo invertido en formas más eficientes de riego o en
la compra de maquinaria, ni mucho menos en la mejora de la tierra, sino en
cubrir las necesidades básicas de alimentación y vestido de la familia del
agricultor, también se debe hacer hincapié en el “fraude” llevado a cabo por
algunas familias de agricultores, que fraccionan el terreno con la finalidad de
recibir mayores apoyos de programa, ya que este se limita a un pequeño
número de hectáreas por persona física, encontrándonos así que es fácil
para el dueño que una vez alcanzado el número máximo de hectáreas
sujetas al subsidio, otorgue a través de alguna vía, el uso y goce del
terreno, ya sea Comodato, arrendamiento, donación, etc., para que una
segunda persona reciba nuevamente el apoyo de Procampo, llegando a
suceder casos en el que toda la familia se hace acreedora al subsidio a
través de la simulación jurídica, esto sucede principalmente con dueños de
terrenos muy amplios, que tienen el capital suficiente para hacer la
explotación apropiada y que por lo general no necesitan los apoyos
gubernamentales para eficientar su producción anual, ni mucho menos para
subsistir, aumentando de esta forma el gasto para los contribuyentes
fiscales en beneficio propio, y haciendo que en este país de recursos
limitados que exceden sus necesidades otras familias que si necesitan el
dinero para subsistir no lo reciban, ya que estos recursos no son enviados a
otros programas como becas para estudiantes u Oportunidades.
Es de mencionar que el suscrito a lo largo de su carrera profesional se
ha enterado de diversos casos, muy frecuentes en el campo chihuahuense
en el cual el dueño de la tierra renta la misma y como parte del acuerdo
entre las partes se estipula que el apoyo de Procampo será destinado al
pago de la renta, mas al final un porcentaje de la cosecha, encontrando así
que este es un incentivo muy poco productivo y para el cual no fue
diseñado, que es cubierto con los impuestos de todos y que a pesar de ir
contra derecho es de difícil comprobación e investigación, esta costumbre
es especialmente frecuente en las zonas de Casas Grandes, Ascensión y
Janos, municipios ubicados al noreste del estado, donde productores
extranjeros, principalmente de origen canadiense y estadounidense, rentan
la tierra a los dueños mexicanos cada temporada, ya que al poseer mejor
tecnología para el aprovechamiento de la cosecha son capaces de cultivar
grandes extensiones a un menor costo que los productores de la localidad,
por lo cual resulta evidente que los recursos de Procampo no solo están
siendo mal invertidos por los beneficiarios, sino que no siempre llega a
quien debería llegar, encontrando así que en los últimos 19 años en los que
este programa ha sido implementado no ha aumentado el nivel de
producción ni de eficiencia del campo mexicano, y que aun el día de hoy
muchos habitantes de las zonas rurales del país continúan emigrando a las
ciudades e incluso a otros países para trabajar y vivir.
Que es un Derivado.
Un derivado es un instrumento financiero utilizado dentro de la bolsa
de commodities, del anglosajón mercancía insumo o materia prima, dentro
del Chicago Board of Trade y otras bolsas en el mundo (MEXDER para
México), los principales son Futuros, Opciones y Swaps.
Los Contratos de Futuro son contratos financieros bilaterales, que
tienen por finalidad la compra de una cantidad específica de Insumos,
Materias Primas (commodities como el arroz, maíz, frijol, oro, plata, bronce,
entre otros) o instrumentos financieros (Bonos públicos o privados, o valores
basados en IBEX 35, S&P 500, entre otros) en una fecha futura
determinada, en determinada forma y el lugar de entrega, así como la
moneda en que serán vendidos, estos contratos se encuentran basados en
el movimiento del valor en el tiempo de dichos insumos o instrumentos
financieros fin del contrato. Este tipo de contratos pueden llegar a su fin
anticipadamente a la fecha de cumplimiento si una de las partes, ya sea
comprador o vendedor así lo decide, previo pago de una cantidad en dinero
a la contraparte, este tipo de contratos tiene la particularidad de aun y a
pesar de celebrarse entre particulares, se hace frente a un intermediario,
que no es más que la sociedad dueña del mercado en mención, es así
como si una de las partes decide retirarse del contrato pero la otra no, las
obligaciones de quien se retira, así como el cobro hasta la fecha de retiro de
la pérdida o pago de la ganancia producida corre a cargo de esta sociedad,
quedando a cargo de cumplimentar dicho contrato al momento de su
ejecución, es decir en la fecha estipulada para su fin.
Encontramos que este tipo de contrato tiene su origen en el Contrato
Promesa de Contraventa de carácter Civil que originalmente se celebraba
entre particulares alejados de cualquier entidad reguladora, mas es el caso
que a lo largo de los años cuando la variación en el valor real y el valor
signado por las partes dentro del contrato, generalmente la parte perdedora
no cumplía con lo estipulado en el mismo, siendo necesario un largo
proceso frente a los órganos jurisdiccionales competentes para hacer valido
su cumplimiento, teniendo que la parte vendedora o compradora tenia aun y
después del tiempo perdido que hacer la compra o venta del insumo a
través de otro medio, es por eso que los comerciantes decidieron
estandarizar este tipo de contratos y hacerlo frente a una entidad
reguladora, como lo es el Mercado de Derivados en el cual se celebra el
contrato en la actualidad, y donde ambas partes necesariamente deben
registrarse y dejar una fianza para poder hacer negocios.
Los Contratos de Opciones son un instrumento financiero que forma
parte de los así llamados derivados, de carácter bilateral, con fecha
determinada a futuro, dentro de la cual la parte acreedora previo al pago de
una prima adquiere el derecho mas no la obligación a comprar o vender
determinado insumo, materia prima o instrumento financiero como una
opción, mientras que el deudor que al recibir una prima (Premium) se obliga
a hacer la compra (call) o venta (put) ,según sea el caso, del insumo,
materia prima o instrumento financiero a favor del vendedor (o en su caso
de su equivalente monetario), dentro de este tipo de contratos la parte
acreedora decide al momento de culminación del contrato si hace efectiva la
opción compra o la opción a venta acordada, basada en el precio acordado
a la constitución del contrato y el precio de mercado en ese momento, si la
variación en el precio es favorable el acreedor decidirá ejercer ese derecho
obteniendo un beneficio económico, y si el precio no es favorable el
acreedor decidirá no hacer efectivo ese derecho, perdiendo únicamente el
pago de la prima.
Los Contratos de Swap son derivados dentro del cual dos partes
deciden intercambiar flujos de efectivo, instrumentos financieros o cualquier
tipo de beneficio, uno a favor del otro, el beneficio varía dependiendo del
derecho intercambiado entre las partes, ya sea el tipo de interés de bonos,
el momento del pago en una obligación o bien el tipo de interés.
Como utilizan los derivados los intermediarios.
En México los intermediarios, aquellos quienes compran los insumos a
los pequeños productores, ya sea frijol, maíz, o cualquier grano son quienes
hacen el mayor uso de estos instrumentos financieros para maximizar sus
ganancias, esto es si tienen proyectada la adquisición de una cantidad
determinada de toneladas de algún insumo, acuden ante su representante
de casa de bolsa para hacer la adquisición de Opciones por una prima
determinada, minimizando financieramente el riesgo de pérdida por una
fluctuación en los precios de la materia sujeto del contrato.
Así pues, si un intermediario ubicado en la región de Chihuahua que se
dedica a comprar maíz a los agricultores locales se encuentra que a finales
de la temporada el precio se desploma por causas naturales, y me permito
añadir ajenas a su voluntad, este puede hacer efectiva la opción de venta
adquirida con anterioridad gracias a la ayuda del corredor bursátil y de esta
forma minimizar la perdida, y el único costo fue el pago de la prima
requerida por la institución financiera bursátil compradora para firmar el
contrato. En cambio si el precio del mismo insumo sube una vez iniciada la
temporada, no será necesario para el intermediario el hacer valida la opción
de venta a un precio determinado, no teniendo el derecho la institución
financiera bursátil compradora a ejercer la venta forzosa, pues el contrato
de opción solo tiene derecho a solicitar su cumplimiento quien hace el pago
de la prima, en el ejemplo, el intermediario ubicado en la región rural del
Estado de Chihuahua, es así, como los instrumentos financieros bursátiles
efectivamente ayudan a minimizar el riesgo para el intermediario de un
cambio brusco en los precios de los insumos con los que comercia.
Beneficios económicos de la substitución del programa Procampo por
Derivados de Opciones.
Ahora bien, que sucedería si el beneficio de los instrumentos
financieros fuera utilizado por el estado en provecho del productor originario
y no solo por los intermediarios para establecer precios justos y redituables
para los productores originales, en su gran mayoría campesinos e indígenas
ambos con un muy bajo conocimiento de los instrumentos financieros
globales, quienes se ven obligados a hacer la venta de sus productos a
precios de mercado dada su condición de pobreza y su necesidad de
adquirir otros bienes y servicios, con el producto de su esfuerzo como
agricultor, que sucedería si cambiamos el fallido programa Procampo por un
esquema financiero que permitiera vender a un mejor precio los insumos a
los agricultores con un costo mínimo para el Gobierno Federal, quien
únicamente tendría que cumplir con la prima del contrato de Opción de
venta en el Chicago Board of Trade o bien en cualquier mercado de
derivados en el mundo, ya que bien es sabido por todos que el programa
Procampo no cumple con su finalidad de subsidiar adecuadamente la
producción agrícola debido a que los agricultores carecen de los
conocimientos técnicos para hacer producir la tierra de una forma optima, a
su máxima capacidad a través de sistemas de riego adecuados para la
región, y otras tecnologías que permitan hacer más productivo el esfuerzo
del agricultor.
Es de esta forma como implementando un pago de precios de
garantía, similar al establecido con fecha anterior al inicio del programa
Procampo se incentiva la producción y la eficiencia, ya que el productor
reconocerá que entre más produzca mayores serán los beneficios en su
bolsillo, cabe hacer hincapié de que el uso de los instrumentos financieros
bursátiles, cubrirían en tiempos de precios bajos de los productos
agropecuarios la diferencia en cuanto al subsidio, y en tiempos de precios
altos no sería necesario hacer efectivo este instrumento financiero para el
Gobierno Federal.
El Exitoso caso de PEMEX en los Mercados de Derivados durante la
Primera Guerra del Golfo Pérsico.
En el año de 1990 con la invasión de Irak a Kuwait los mercados
reaccionaron con un aumento de los precios del petróleo, ante la posible
contracción de los suministros a Estados Unidos, dada la cercanía del
conflicto bélico con los principales países productores del hidrocarburo
(Arabia Saudita, Irán, y los propios Irak y Kuwait), en el ahora llamado Oil
Price Shock de 1990. Es en este momento cuando los precios pasaron de
un promedio de 17 dólares por barril a cerca de 50 dólares por barril en
menos de seis meses, y fue aquí donde el Director Financiero de PEMEX
de la época previendo el riesgo de un desplome de los precios del petróleo
en el mediano plazo acudió al Chicago Board of Trade y realizo la compra
más grande hasta ese momento de Contratos de Opciones de Venta de
Petróleo, garantizando el precio del petróleo para la producción estimada de
PEMEX para ese periodo fiscal, dado el alto precio del petróleo y la cantidad
de mínima que solicitaba PEMEX en ese momento para la opción de venta,
entre 20 y 24 dólares por barril, la prima que pago por contrato de opción
fue mínima, ya que los compradores consideraron poco probable un
desplome en los precios del petróleo en el mediano plazo. Semanas
después y frente a lo breve de la Primera Guerra del Golfo los precios del
petróleo en los mercados internacionales se desplomaron en más de un
50%, alcanzando niveles aun menores a los de la guerra, y con PEMEX
haciendo efectivos sus opciones a venta, se especula una fortuna millonaria
en excedentes que se mantuvo en las arcas del estado hasta la devaluación
de 1995.
Conclusión.
Es así como a través de la inclusión de instrumentos financieros como
los derivados dentro de la política económica rural del Estado Mexicano se
podría disminuir la necesidad de subsidios y con ello el alto costo que estos
atraen para el presupuesto fiscal anual, dejando el campo mexicano en el
mediano plazo de ser un lastre económico para convertirse en una fuente
de empleo y riqueza para la nación y sus habitantes, al igual que en países
como Argentina, Brasil en donde la producción agrícola ha significado un
aumento considerable en las ventas al exterior y con ello un aumento en el
bienestar de la población, y Estados Unidos, principales productores de
granos y semillas en el mundo, que si bien cuentan con enormes
extensiones de tierra cultivable, esta es igualmente productiva y fértil bajo
circunstancias similares que la que se puede encontrar en regiones de
nuestro país.
Se concluye reiterando que a través de la adecuada implementación
de políticas públicas para el área rural del país, este no batallara para
nuevamente ser productivo y generar riqueza para ese 25% de los
mexicanos que aun lo habitan, y dejara de ser una fuente de gasto
inagotable para el erario publico, que después de 19 años y a pesar de las
ingentes cantidades de dinero gastado en subsidios, construcción de
infraestructura, pago de excesivas nominas burocráticas, e incluso compra
de maquinaria después distribuida entre los campesinos ha sino insuficiente
para sacar al campo adelante, manteniendo aquí el principal problema de la
pobreza en México.
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