El Análisis Cefalométrico de Pérez Presentación Resumen El

1 El Análisis Cefalométrico de Pérez
Presentación
Resumen
El objetivo de esta presentación es introducir al estudiante y al especialista
en las diferentes áreas de la odontología al conocimiento y aplicación del
Análisis Cefalométrico de Pérez. Está conformado por la justificación del
porqué de su elaboración y su necesidad a pesar de que ya existen
muchos en la literatura. Se explica la naturaleza de su conformación y las
bases con que fue creado. Como su nombre lo indica, es una introducción
al Análisis, no es el Análisis en sí ya que su descripción completa y toda la
metodología que se empleó para su elaboración están descritas en el libro
“Tratado de Cefalometría” –un análisis sencillo, lógico y preciso para
ortodoncia y ortopedia dentofacial- de la Editorial AMOLCA.
Abstract
The objective of this presentation is to introduce the student and the
specialist in different areas of odontology into the knowledge and
application of the “Cephalometric Analysis of Pérez”. This introduction is
composed by the justification of the reasons and the necessities of the
analysis, despite there are plenty of other publications. It explains the nature
of its conformation and the basis
2 which were used for its creation. As its name implies, it is an introduction to
the analysis, not the anaylisis itself. The complete description and
methodology are included in the publication “Tratado de Cefalometría” –
un análisis sencillo, lógico y preciso para ortodoncia y ortopedia
dentofacial- of Editorial AMOLCA.
Tradicionalmente
los
análisis
cefalométricos
herramienta utilizada por los ortodoncistas,
han
sido
una
odontopediatras, cirujanos
maxilofaciales, y ortopedistas principalmente para diagnosticar y elaborar
el plan de tratamiento para resolver las diferentes maloclusiones.
El uso de este elemento data de hace más de medio siglo,
sin
embargo su efectividad es ampliamente cuestionada.
El uso de este elemento de diagnóstico debería de resaltar lo que se
observa clínicamente, sin embargo esto no siempre es así. Habitualmente
los diagnósticos obtenidos con los análisis cefalométricos conocidos hasta
hoy no corresponden con lo que observamos clínicamente. Lo anterior
sucede principalmente con los aspectos óseos sagitales y verticales. En
otras
palabras,
sólo
por
poner
dos
ejemplos:
diagnosticamos
cefalometricamente una Clase II esqueletal cuando clínicamente vemos
una Clase I dental, o diagnosticamos cefalometricamente una mordida
abierta esqueletal cuando la sobremordida vertical dental es correcta.
3 Debemos resaltar varios aspectos en cuanto a este punto. En primer
lugar la evolución tecnológica que han tenido las herramientas que
utilizamos los diferentes especialistas - léase materiales y equipo-, no han
ido de la mano con la actualización de los análisis cefalométricos. Y es
sumamente incongruente que a pesar de que hoy en día contamos con
herramientas
tan
sofisticadas
como
análisis
cefalométricos
computarizados, y aún más, con tomografías en 3D, de cualquier forma
seguimos
obteniendo
los
mismos
resultados
diagnóstico cefalométrico se refiere.
pobres
en
cuanto
a
Lo anterior sucede porque la
mayoría de esos análisis cefalométricos –computarizados- sólo han
capturado los mismos datos erróneos que se utilizan de forma manual. Es
decir, la interpretación cefalométrica no mejoró con los avances
tecnológicos, solo cambió de piel, antes era manual y hoy es con
computadora, pero sigue siendo la misma.
El problema no radica -como han mencionado diversos autores-, en
que la población mexicana es diferente a la que se utilizó en los diferentes
métodos cefalométricos, ya que éstos tienen el mismo error en todo el
mundo. El error radica principalmente en que en ninguno de ellos se
empleó una metodología adecuada para su elaboración.
Esta metodología debería de incorporar un tamaño de muestra
apropiado, en primer lugar. En segundo lugar se deberían de haber
4 establecido correctamente
los criterios de inclusión de pacientes con
oclusiones ideales para lo obtención de valores normales; en tercer lugar
realizar procedimientos estadísticos que validaran los resultados a través
de análisis de sensibilidad y especificidad comparados con maloclusiones
diferentes a la ideal, principalmente en los aspectos sagitales y verticales;
y por último y más importante aún, establecer valores normales en ciertas
medidas angulares, para cada biotipo.
Hasta cierto punto puede parecer ilógico y hasta absurdo que
habiendo tantos textos y artículos describiendo las diferencias entre los
biotipos, no se haya tomado este factor en prácticamente todos los análisis
realizados hasta el día de hoy.
La base del Análisis Cefalométrico de Pérez es precisamente todo lo
anterior, utilizando una muestra validada con la metodología apropiada
para la obtención de valores normales en los tres principales biotipos
conocidos: dolicocefálico, mesocefálico y braquicefálico.
En términos generales, podríamos resumir que las diferencias entre los
tres biotipos son muy claras:
Los braquicefálicos tienen el tercio inferior ligeramente más reducido
en comparación de los dos tercios superiores. La causa de lo anterior es
que la altura de la rama es grande, haciendo que la altura facial posterior
sea al mismo tiempo también muy grande en relación a la altura facial
5 anterior. Desde el punto de vista morfológico la mandíbula presenta un
ángulo goniaco naturalmente más cerrado, es decir menos obtuso, -ya
que mide más de 90° en su totalidad- . Sólo esta cuestión coloca a la parte
anterior de la mandíbula casi al mismo nivel que la parte posterior de la
misma en sentido vertical.
Desde el punto de vista cefalométrico la rotación de la mandíbula
en sentido contrario a las manecillas del reloj, hará que el ángulo ANB
disminuya su valor de manera natural. En resumen los valores del ángulo
goniaco, sobre todo el inferior y el ángulo ANB serán normalmente
menores. (Figura 1)
Figura 1
6 Los
dolicocefálicos
tienen
el
tercio
inferior
ligeramente
más
aumentado en comparación de los dos tercios superiores. La causa de lo
anterior es que la altura de la rama es pequeña, haciendo que la altura
facial posterior sea al mismo tiempo también muy pequeña en relación a
la altura facial anterior. Desde el punto de vista morfológico, la mandíbula
presenta un ángulo goniaco naturalmente más abierto, es decir más
obtuso o muy obtuso. Esta apreciación coloca a la parte más anterior de
la mandíbula muy por debajo que la parte posterior de la misma en
sentido vertical.
Desde el punto de vista cefalométrico, la rotación de la mandíbula
en sentido de las manecillas del reloj, hará que el ángulo ANB, aumente su
valor de manera natural. En resumen los valores del ángulo goniaco, sobre
todo el inferior, y el ángulo ANB serán normalmente mayores. (Figura 2)
Figura 2
7 De los mesocefálicos sólo habría que decir que sus características
morfológicas y por lo tanto cefalométricas se encuentran entre los dos
polos
opuestos
correspondientes
a
los
dolicocefálicos
y
a
los
braquicefálicos. (Figura 3)
Figura 3
En otras palabras, es la morfología mandibular la que determina el
tipo de crecimiento o biotipo facial, así como las diferencias en los
principales ángulos que determinan los aspectos sagitales y verticales del
diagnóstico cefalométrico.
Desde mi punto de vista, parto del principio de que cualquier biotipo
tiene el potencial para establecerse en un equilibrio tanto sagital como
vertical, es decir, todos los biotipos pueden tener una relación sagital de
8 Clase I (dental y esqueletal) y además tener una relación vertical (dental y
esqueletal) ideal.
Sin embargo cuanto más marcado o severo sea el biotipo, entonces
la maloclusión se verá reflejada principalmente en sentido vertical,
haciendo que los dolicocéfalicos
presenten una mordida abierta y los
braquicefálicos presenten una mordida cerrada. Ahora bien, cuando el
biotipo es muy severo, y se presenta conjuntamente con una maloclusión
diferente a la Clase I esqueletal –y dental- en sentido sagital, entonces una
maloclusión de Clase III esqueletal –y dental-
se verá reflejada con
mordida abierta en un dolicocefálico y con mordida cerrada en un
braquicefálico, de la misma forma que una maloclusión de Clase II
esqueletal
–y dental- también se verá reflejada con mordida abierta en
un dolicocefálico y con mordida cerrada en un braquicefálico.
Considerando lo anterior, el Análisis de Pérez descrito en el libro:
“Tratado de cefalometría” –un análisis sencillo, lógico y preciso para
Ortodoncia
y
Ortopedia
Dentofacial-
de
la
Editorial
AMOLCA,
Actualidades Médicas, C. A. Edición año 2013, incorpora en él, datos
precisos para cada tipo de crecimiento o biotipo facial.
M. en O. César Augusto Pérez Córdova