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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día
Vol. 11 No. 3
de
Dios
Zuki y Pali Mxoli
decidieron arriesgarlo todo
Una promesa
es una promesa
12
20
La fe y las
finanzas
El don que
Jesús nos prometió
27
Vol. 11 No. 3
N O TA
16
D E
TA P A
Los constructores
de Dios
Sandra Blackmer
Aunque estaban por perderlo todo, Zuki y
Pali Mxoli dedicieron seguir adelante.
8
PA N O R A M A
M U N D I A L
El campo misionero más
importante
Ted N. C. Wilson
Nuestras familias, una prioridad.
12Una promesa es una promesa
D E V O C I O N A L
Dennis Meier
¿Cumple Dios su palabra bajo cualquier
circunstancia?
14Visiones de Dios
C R E E N C I A S
F U N D A M E N TA L E S
20La fe y las finanzas
V I D A
A D V E N T I S TA
Julian Archer
La relación entre la administración de nuestro
dinero y la fe.
22
Expansión del ministerio de
D E S C U B R A M O S
D E P R O F E C Í A
Nuestro amor hacia un Dios que nos conoce
más y mejor que nosotros mismos.
la mensajera de Dios
Anna Galeniece
Elena White da a conocer el mensaje de salud.
24Amor en acción
S E R V I C I O
3
Noticias breves
6
Informe de noticias
10
Historias de GLOW
A D V E N T I S TA
Joel Reyes
Una niña necesitada es conectada con
alguien dispuesto a ayudar.
25Cuando las especies cambian
F E
Y
C I E N C I A
L. James Gibson
Los seres vivos se adaptan a su ambiente
todo el tiempo.
D E PA R TA M E N T O S
MUNDIAL
E S P Í R I T U
Paulo Cândido de Oliveira
3 I N F O R M E
E L
Congreso de la Asociación General 2015
R espuestas
26
pre g untas
Por la presente, se notifica que el sexagésimo
Congreso de la Asociación General de los
Adventistas del Séptimo Día será llevado a cabo
del 2 al 11 de julio de 2015 en el Alamodome de
San Antonio (Texas, EE. UU.). La primera reunión
comenzará a las 8.00 del 2 de julio de 2015. Se
insta a todos los delegados debidamente acreditados a que se hagan presente en ese momento.
Ted N. C. Wilson, Presidente de la Asociación
General
G. T. Ng, Secretario de la Asociación General
a
bíblicas
Ausentes pero no
olvidados
27 E S T U D I O B Í B L I C O
11 S alud M undial
Trastorno por déficit El don que Jesús nos
prometió
de atención con
hiperactividad
28 I N T E R C A M B I O D E I D E A S
spanish.adventistworld.org
www.adventistworld.org: Disponible en línea en diez idiomas
Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
2
Adventist World | Marzo 2015
F o t o g r a f í a
d e
l a
p o r ta d a :
C r e ata s / T h i n k s t o c k . c o m
Aún más profunda
INFORME MUNDIAL
Más de
tres mil bautismos
en República Dominicana
Histórico sábado corona los
«Diez días de oración» de la Iglesia Adventista
G ó m e z / DIA
Andrew Mcchesney, editor de noticias, Adventist World
R e n é
«Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el Arca de Jehová, Señor de
toda la tierra, se mojen en las aguas del
Jordán, las aguas […] que vienen de arriba se
detendrán formando un muro» (Jos. 3:13).
Es uno de los sermones más comunes del
adventismo: nos llama a avanzar por fe, con
la expectativa plena de que Dios cumplirá sus
promesas. Miles de templos han comenzado a
partir de esas palabras. Incontables campañas
de evangelización han progresado –primero
titubeantes pero luego con creciente con­
fianza– cuando los líderes y miembros recor­
daron la necesidad de obedecer al Dios que
nos dice: «Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura» (Mar. 16:15).
¿Qué sucede, sin embargo, cuando el
lecho del río no se seca apenas colocamos
nuestras plantas, o el agua nos llega a las
rodillas, la cintura o aun al cuello? ¿Qué
sucede en esas horas cuando la lógica de la
mente que Dios nos ha dado entra en con­
flicto con la fe instaurada por el mismo Dios?
Si cada gatito perdido apareciera cada vez
que oramos, o cada alma experimentara una
dramática transformación cada vez que así se
lo pedimos al Señor, pronto consideraríamos
que los milagros de Dios son comunes y
que aun los merecemos. La Palabra de Dios
nos recuerda vez tras vez que la fe no es
una transacción de máquina expendedora,
donde depositamos una moneda para
obtener un producto.
En último término, no son cosas –ni
siquiera milagros– lo que más necesitamos,
sino una relación con ese Dios misericordio­
so. El objetivo final de la fe siempre supera a
las demostraciones de esta; es mayor que la
construcción de edificios, la predicación de
sermones y la distribución de agua. La fe es la
experiencia por la cual aprendemos a confiar
más, a alcanzar la confianza inamovible de
que estamos seguros para siempre, porque
estamos en sus manos.
Al leer la nota de tapa de este mes sobre
el matrimonio adventista que caminó en el
Jordán hasta que el agua le llegó al cuello, lo
invito a orar por esa confianza más profunda
que recuerda la promesa: «Cuando pases por las aguas, yo estaré
contigo; y si por los ríos, no te
anegarán» (Isa. 43:2).
Arriba DEDICACIÓN: Veintiséis pastores
(en la fila del centro), de rodillas con los
líderes de la iglesia (izquierda), durante la
ceremonia de ordenación. Las esposas de
los pastores están de pie detrás de ellos.
Derecha DE LA CHINA: El pastor Israel Leito,
presidente de la División Interamericana,
bautiza el pasado 17 de enero de 2015 a
Hiu Wang, la primera creyente china que se
une a la Iglesia Adventista en la República
Dominicana.
R e n é
G ó m e z / DIA
■■ Miles de personas atestaron un estadio de la capital de la República
Dominicana, para celebrar el bautismo de 3052 personas y la histórica
ordenación de ciento diez pastores, en el cierre de los «Diez días de ora­
ción» que es una iniciativa mundial de la Iglesia Adventista.
Los veintinueve líderes principales de la Iglesia Adventista, entre ellos,
Ted N.C. Wilson, presidente de la denominación, asistieron al culto de
adoración del 17 de enero en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo.
«Nos vamos de aquí con corazones llenos de gratitud por la acción
del Espíritu Santo y rebosantes de gozo, porque el Espíritu de Dios ha
obrado con poder en esta ciudad», expresó el evangelista Mark Finley,
quien dirigió el programa diario vespertino titulado «Año nuevo, vida
nueva» entre el 7 y el 11 de enero.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
3
INFORME MUNDIAL
Entre los 3052 bautizados, 1800 lo
hicieron en el estadio el sábado
17 de enero, y otros cientos en diversos
lugares de la isla entre el 16 y el 17
de enero, según informó la Unión
Dominicana de la Iglesia Adventista.
Muchos otros fueron bautizados duran­
te la semana anterior, como parte de la
campaña de evangelización de Finley.
«Jesús es la roca, y tienen que edificar
la iglesia sobre la roca, sobre Jesucristo
–dijo Wilson a los candidatos–. Pueden
edificar la iglesia de Dios al llevar a
otros a él, a su Santa Palabra, a su iglesia
y a este movimiento profético».
Uno de los bautismos ocupó un lugar
destacado: el de Hiu Wang, la primera
creyente china en unirse a la Iglesia
Adventista en la República Dominicana.
«Wang representa un grupo de creyentes
por los cuales la iglesia ha estado traba­
jando durante un año y medio, gracias a
un centro misionero adventista en Santo
Domingo», dijo Luis Miguel Acevedo, el
pastor encargado del grupo.
La ceremonia de ordenación, llevada
a cabo el sábado por la tarde, marcó
un momento histórico para la Iglesia
Adventista por el número de ministros
que fueron ordenados, y el número de
países y líderes que participaron. Totali­
zaron ciento diez pastores, contando los
veintiséis ordenados en la sede principal
del evento en Santo Domingo. Líderes
de las trece Divisiones de la iglesia
mundial asistieron a la ceremonia junto
con los vicepresidentes de la Asociación
General y otros directivos. Veintitrés
Uniones de la iglesia y once países de la
División Interamericana participaron
vía satélite.
Unos treinta pastores fueron orde­
nados en distintos puntos de la División
en las semanas previas a la ceremonia
principal. El sábado fue el punto cul­
minante de los «Diez días de oración»,
una iniciativa anual de la Asociación
Ministerial de la Asociación General que
4
Adventist World | Marzo 2015
reúne a los adventistas de todo el mundo
durante diez días, para rogar por el
derramamiento del Espíritu Santo sobre
la iglesia.
Finley dijo que Dios estaba transfor­
mando vidas. «Me voy de Santo Domin­
go profundamente impresionado por el
compromiso de los feligreses con la mi­
sión, la extraordinaria participación de
los jóvenes en la vida y testificación de
la iglesia, y el énfasis de los administra­
dores en el evangelismo –dijo Finley–.
Salgo de aquí sintiendo que Dios hizo
algo increíblemente inusual porque
los administradores, los pastores y los
laicos se unieron en la misión de Dios
al mundo, con un sentido de urgencia.
Me pregunto qué pasaría si ese énfasis
en la misión y el compromiso de ganar
a los perdidos para Cristo eclipsara todo
interés egoísta y fuera prioridad de cada
iglesia, Asociación, Unión y División».
Libna Stevens (Div. Interamericana)
colaboró con este informe.
Comentario de noticias
La
mayor contribución
de Herbert E. Douglass
a la teología adventista
Douglass usó los escritos de Elena
White para ofrecer claridad durante
momentos de grandes desafíos
Jerry Moon, director del Departamento de
Historia Eclesiástica, Universidad Andrews
■■ Como estudiante doctoral a comien­
zos de la década de 1960, Herbert E.
Douglass tuvo que analizar a diversos
teólogos modernos juntamente con sus
compañeros de la Escuela de Teología
del Pacífico, en Berkeley (California).
En varias ocasiones, cuando la
clase se cuestionó las contradicciones
que parecían insalvables entre los
principales teólogos, Douglass ofreció
una perspectiva que según sus colegas,
clarificaba la dificultad.
En un comienzo, los compañeros
pensaron que Douglass tenía talento
para la reflexión teológica. Pero después
de varias situaciones similares, se le
acercaron y le dijeron: «Tienes que estar
sacando esas ideas de algún lado. ¿Qué
estás leyendo además de los textos que
nos asignaron para la clase?» Douglass
entonces les habló de Elena White, una
de las fundadoras de la Iglesia Adventista.
Uno de sus compañeros, después
de leer El Deseado de todas las gentes, le
PENSADOR ADVENTISTA: Herbert E.
Douglass posa en 1973, durante los
seis años que pasó como director
asociado en la Review and Herald.
A r c h i v o s
A d v e n t i s ta s
dijo: «Ahora entiendo lo que dices. Esta
escritora tiene una calidad propia que
la autentica».
Escuché esta historia de boca del
mismo Douglass, quien colocó a White
en el centro del sistema teológico que
construyó a lo largo de su vida. Razonó
que si el adventismo era verdadero,
y si White fue usada por Dios para
contribuir al desarrollo de una teología
bíblica auténtica, sus escritos tenían
que contener las perspectivas necesarias
para resolver cualquier problema.
La tarea de este estudioso, de profun­
dizar en el estudio de los escritos de White,
solo tuvo fin el 15 de diciembre pasado
cuando falleció a los ochenta y siete
años, después de una larga enfermedad.
Apreciar la pasión que este desta­
cado teólogo adventista del siglo XX
sentía por White, requiere comprender
el mundo turbulento del adventismo
al que ingresó como joven pastor en la
década de 1950.
Los adventistas olvidan
reformarse
Un valor central que heredamos los
adventistas, de la Reforma Protestante,
fue la idea de que como resultado de
la complacencia y recaídas humanas,
la única manera de que la iglesia esté
reformada era seguir reformándose. La
falla de todo movimiento religioso es
considerarse «reformado» y abandonar
el proceso continuo de «reforma».
White expresó en repetidas ocasiones:
«Somos reformadores», y los primeros
adventistas creían que su misión era
completar la Reforma Protestante en
preparación para la venida de Cristo.
En un encuentro de la iglesia en 1888,
dos jóvenes ministros, E. J. Waggoner
y A. T. Jones, trataron de convencer a
la iglesia de su necesidad de reforma
pero, según White, la mayoría rechazó
el mensaje.
Por ello, muchos adventistas ingre­
saron al siglo XX sin percibir que no
tenían una experiencia viva de justifi­
cación por la fe tan solo en Cristo. La
mayoría de los protestantes los conside­
raban una secta legalista.
El Congreso de la Asociación General
de 1950 procuró remediar esto llamando
al reavivamiento y la reforma, pero sobre
la base de una visión meramente legal de
la justificación, no toda la «nueva crea­
ción» explicada por Pablo en 2 Corintios
5:15-17 y respaldada por White.
Dos jóvenes misioneros adven­
tistas en África protestaron por esa
desviación, y los líderes de la iglesia se
sintieron atacados. Un punto externo
de presión para los líderes adventistas
surgió en 1955, cuando algunos
evangélicos confrontaron a los adven­
tistas, dudando de que eran cristianos
ortodoxos. Esto llevó a que en 1957, la
iglesia publicara el libro Los adventistas
responden preguntas sobre doctrina. Este
libro declaraba abiertamente que su ob­
jetivo «no es ser una nueva declaración
de la fe» sino explicar «las creencias
[adventistas] con la terminología usada
actualmente en los círculos teológicos».
No obstante, las cuestiones que el libro
trajo a la luz pronto polarizaron a la
denominación.
A esa volátil situación llegó Herbert
E. Douglass. Su ministerio abarcaría
más de sesenta de los más turbulentos
y controvertidos años de la historia
adventista.
En 1953, Douglass tenía veintiséis
años y solo seis de experiencia pastoral,
cuando el Colegio Superior Unión del
Pacífico lo llamó a enseñar y lo becó
para que estudiara en el Seminario
Teológico Adventista. En esos días, el
seminario, la sede de la Asociación
General y la casa editora Review and
Herald se encontraban en Takoma
Park, en las afueras de Washington
D.C. Douglass pronto llegó a ser re­
conocido como un destacado erudito,
y la Review and Herald lo invitó a ser
parte del equipo editorial que prepa­
raba los tomos 6 y 7 del Comentario
Bíblico Adventista.
Respuestas en Elena White
Desde un lugar privilegiado, Douglass
pudo observar el desarrollo de la con­
troversia, y se volvió a Elena White en
busca de soluciones.
En 1957 regresó al Colegio Superior
Unión del Pacífico para enseñar teolo­
gía, y en 1960 se convirtió en director
del Departamento de Teología del
Colegio Superior Unión del Atlántico.
En 1964 recibió su doctorado de la
Escuela de Teología del Pacífico, y
siguió trabajando allí como vicerrector
académico y más tarde rector.
Cuando en 1970 Kenneth Wood,
editor de la Review and Herald lo invitó
a ser editor asociado de la publicación
que hoy se conoce como Adventist
Review, Douglass tuvo el tiempo y la
oportunidad de publicar artículos y
libros sobre los conceptos que había
desarrollado durante sus años de ense­
ñanza. Además de cientos de artículos,
llegó a editar treinta libros. Mensajera
del Señor (1998) fue el volumen más
completo sobre White antes de la
Enciclopedia de Elena White (2013), de
la cual fue un importante colaborador.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
5
INFORME MUNDIAL
Douglass encontró el punto de
partida de su teología en las narrativas
bíblicas del conflicto entre el bien y
el mal, y en los comentarios de White
sobre esas narrativas. El comienzo del
pecado, las acusaciones de Satanás con­
tra el carácter de Dios, y la revelación
del plan de salvación de Dios como
la respuesta abarcadora a todas las
acusaciones satánicas, expusieron las
debilidades de la mayoría de las teolo­
gías modernas.
El énfasis de White en el carácter de
Dios como la cuestión fundamental del
gran conflicto llegó a ser el fundamento
del sistema teológico de Douglass.
El tema del gran conflicto expuso
y resolvió claramente el falso dilema
entre la obra de Cristo en la cruz y su
obra en el Santuario celestial. Como
el propósito de la expiación era salvar
la brecha que el pecado había creado
en el universo de Dios, quedó claro
que la cruz era el centro pero no el fin
de la expiación. El sacrificio de Cristo
en la cruz fue perfecto, completo,
suficiente y único. Pero en la mañana
de la resurrección, en el universo aún
quedaban cosas por hacer que solo él
podía lograr.
Las presentaciones más abarcadoras
del sistema teológico de Douglass se
encuentran en tres libros publicados
en los últimos años: God at Risk: The
Cost of Freedom in the Great Controversy
(2004), A Fork in the Road (2007), y
The Heartbeat of Adventism: The Great
Controversy Theme in the Writings of
Ellen G. White (2011).
Douglass fue un gigante, una le­
yenda para miles de adventistas que se
nutrieron con sus escritos y aplicaron
sus perspectivas a la vida diaria. Aun
los que están en desacuerdo con él
difícilmente pueden negar que a través
de sus obras seguirá siendo uno de los
teólogos adventistas más influyentes
del siglo XX.
6
Adventist World | Marzo 2015
EN CONSTRUCCIÓN: Los líderes de
la iglesia levantan
una sala para la
Escuela Sabática
cerca de la iglesia
adventista de
Villa Caoba, en La
Romana (República
Dominicana).
L i b n a
S t e v e n s / DIA
Líderes adventistas
construyen
una iglesia
Wilson, al frente de grupo que se toma un descanso
de las tareas administrativas para hacer algo práctico
Libna Stevens, División Interamericana
■■ Los veintinueve principales líderes
de la Iglesia Adventista cambiaron sus
computadoras portátiles y teléfonos ce­
lulares por pinceles y palas para ayudar
a construir –algunos por primera vez–
un templo en la República Dominicana.
Ted N.C. Wilson, presidente de la
Asociación General de la Iglesia Ad­
ventista, estuvo al frente del grupo de
presidentes de División, vicepresidentes
generales y otros importantes admi­
nistradores de la iglesia que dejaron de
lado por una semana las actividades de
sus cargos, para colaborar con el pro­
yecto en la ciudad de La Romana.
«Qué privilegio es tomarse un
descanso de los deberes administrativos
para hacer algo práctico –dijo Wilson
durante el culto de la mañana en el hotel
donde se alojaba el grupo–. Es un traba­
jo de multiplicación: expandir la iglesia».
Los principales líderes se reúnen
al comienzo de cada año para las
reuniones de planificación del Consejo
Consultivo Ejecutivo del Presidente
(PREXAD por su sigla en inglés),
pero este año, Wilson también animó
a los líderes para que construyeran
una iglesia. Antes del encuentro, la
Asociación General se contactó con
Maranatha Volunteers International,
una organización afiliada a la Iglesia
Adventista y conocida por sus proyectos
de construcción de «Iglesias de un día»,
y juntos escogieron la iglesia adventista
de Villa Caoba, en La Romana.
El nuevo edificio ofrecerá un lugar
de adoración a los cuarenta miembros
de la congregación y agua potable a esa
comunidad de doce mil personas. Los
feligreses se reunían antes en un humil­
de edificio de techo y paredes de zinc,
ocho bancos semiderruidos y un piso
de tierra que se llenaba de barro cuando
llovía. Los niños lo hacían bajo un árbol.
El 14 de enero, los líderes de la iglesia
pintaron los dos baños de la nueva igle­
sia, levantaron las paredes de bloques,
y colocaron el techo sobre la estructura
del edificio. También levantaron una
estructura de «Iglesias de un día» donde
se llevarán a cabo las Escuelas Sabáticas
infantiles, junto al edificio principal.
«Es maravilloso sentir el aire
internacional de todos nosotros en
este lugar, y trabajar juntos para que la
iglesia crezca», expresó el evangelista
Mark Finley mientras pintaba las pare­
des de los baños junto a Ella Simmons
y Armando Miranda, vicepresidentes de
la Asociación General. Finley dijo que
mientras trabajaba pensaba en dos co­
sas: en pintar correctamente y en alabar
a Dios por la oportunidad de servirlo.
Simmons, que está completando su
segundo período de cinco años como la
primera y única vicepresidenta mujer
de la Asociación General, dijo que era la
primera vez que participaba en la cons­
trucción de una iglesia y expresó: «Por
muchos años he querido hacer esto. Es
maravilloso». Después de dedicar tiem­
po a pintar, anunció que comenzaría a
poner cemento entre los bloques.
Construir una iglesia con Maranatha
fue también una primera experiencia
para Israel Leito, presidente de la
División Interamericana, que incluye a
la República Dominicana.
«Es un momento sumamente
histórico tener a todos los líderes
construyendo un templo para nuestros
feligreses –dijo–. Nos sentimos muy
felices porque esto les asegura a los
miembros que estamos con ellos, y no
solo sentados en nuestras oficinas».
Esteban Paredes, pastor de la iglesia
adventista de Villa La Caoba, dijo que
la nueva iglesia es la más pequeña de las
seis congregaciones que pastorea, pero
que la decisión de los líderes de trabajar
en el lugar dejó una gran impresión. «Es
un gozo enorme ver y tener a los líderes
de la Iglesia Adventista aquí trabajando
codo a codo para construir este templo
–expresó–. Es realmente un privilegio».
NUEVO CARTEL: El
presidente Ted N.C.
Wilson descubre
el cartel de la calle
Elena G. de White,
mientras que
Armando Miranda,
vicepresidente de la
Asociación General,
traduce a su lado.
L i b n a
S t e v e n s / DIA
Calle rebautizada
«Elena
G.
de
White»
Es la primera calle del mundo en recibir el nombre
de la fundadora de la Iglesia Adventista
Libna Stevens, División Interamericana
■■ Una ciudad de República Domini­
cana ha rebautizado una calle «Elena
G. de White», el nombre de una de las
fundadoras de la Iglesia Adventista, en
reconocimiento por su contribución al
mundo a través de sus escritos.
Maritza Suero, alcaldesa de La
Romana, una ciudad de ciento treinta
mil habitantes, anunció que la Calle 7ª
pasaría a llamarse «Elena G. de White»
en una ceremonia a la que asistieron el
presidente de la Iglesia Adventista
mundial, el pastor Ted N.C. Wilson, y
otros líderes de la denominación.
«No alcanzan las palabras para sa­
ludar a personalidades tan distinguidas
del mundo cristiano en esta ciudad de
La Romana, que hemos declarado como
la ciudad de Dios», dijo Suero el pasado
15 de enero de 2015 en una alocución
en la que abundó en felicitaciones a la
Iglesia Adventista y sus líderes. Wilson
agradeció a la alcaldesa por sus amables
palabras, los esfuerzos de la ciudad
por promover la libertad religiosa y la
conmemoración del legado de White a
través del nombre de la calle.
Hacia el final de la ceremonia, un
importante funcionario municipal
anunció por sorpresa que la ciudad
donará un terreno que vale más de cien
mil dólares, a fin de construir una
iglesia. La propiedad de quinientos
metros cuadrados se encuentra en un
barrio de clase media alta.
La calle Elena G. de White está en
el barrio de Villa Alacrán, a solo una
cuadra de la iglesia adventista que lleva
el nombre La Fe, una congregación
de sesenta miembros. Wilson y otros
líderes visitaron más tarde la calle para
descubrir el letrero y elevar una plegaria
en el lugar.
La idea de rebautizar la calle provino
del concejal Wanchy Medina, que es
adventista y quien afirmó que quiso re­
conocer la contribución significativa de
White en el área de la salud, entre otras.
G. T. Ng, secretario de la Iglesia
Adventista mundial y presidente de la
Junta de Fideicomisarios del Patrimo­
nio White, mencionó además que
este año se cumple el centenario de
su muerte.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
7
P A N O R A M A
M U N D I A L
El
Ted N. C. Wilson
campo
mısıonero
más importante
está en nuestro hogar
D
e todos los dones que Dios
nos ha dado, dos de los más
preciados provienen del Edén:
el sábado y la familia. Estos dones
especiales se centran en las relaciones
con Dios y con los que están más cerca
de nosotros.
Es interesante que Satanás dirige
algunos de sus ataques más despiadados
a esos dos dones tan especiales. Lo
que Dios ideó para nuestra mayor
felicidad, Satanás quiere transformarlo
en fuente de tristeza. En este artículo,
analizaremos específicamente el don de
la familia.
El don de la familia
Cuando Dios creó a Adán y Eva,
no solo creó dos individuos para que
coexistieran uno junto al otro. Por el
contrario, creó una maravillosa amal­
gama de los dos en una unidad especial.
¡Fue la primera familia del mundo!
Dijo entonces Adán: «¡Esta sí que
es hueso de mis huesos y carne de mi
carne! Será llamada “Mujer”, porque del
hombre fue tomada».Por tanto dejará
el hombre a su padre y a su madre, se
unirá a su mujer y serán una sola carne.
(Gén. 2:23, 24 RVR 1995).
¡Qué imagen hermosa y plena de
amor! ¡Cómo ha anhelado Dios esta
cercanía, este amor en cada familia,
8
Adventist World | Marzo 2015
desde el principio! Pero como bien
sabemos, el pecado entrometió su terri­
ble cabeza, trayendo miseria y dolor.
A pesar de ello, no todo está per­
dido. Nuestro Creador es el poderoso
Ayudador, Restaurador y Guardador
de todo lo que se le encomienda (véase
2 Tim. 1:12). Dios aún puede ayudar a
que las familias actuales experimenten
la calidez, el amor y la cercanía origina­
les. La inspiración asegura que «solo la
presencia de Cristo puede hacer felices a
hombres y mujeres. Cristo puede trans­
formar todas las aguas comunes de la
vida en vino celestial. El hogar viene a ser
entonces un Edén de bienaventuranza;
la familia, un hermoso símbolo de la
familia celestial».1
Maneras prácticas de fortalecer
a las familias
¿Cuáles son algunas cosas prácticas
que podemos hacer para fortalecer a las
familias? He aquí seis recomendaciones:
1. Dediquen tiempo cada día para el
culto familiar. Lleven a cabo un culto
familiar que no resulte tedioso o extenso,
sino breve y elevador. Cuando nuestras
hijas eran pequeñas, leíamos mucho.
Primeramente usábamos relatos de la
Biblia en libritos llamados «Pescaditos».
A los dos años, nuestra hija mayor los
memorizó. Más tarde leímos Mis amigos
f o t o g r a f í a :
B r a n d
de la Biblia, seguido por Las bellas historias de la Biblia, de Arthur S. Maxwell.
Las niñas a veces hacían dramatiza­
ciones de las historias bíblicas y, por
supuesto, leíamos también directamente
de la Biblia. Entonces orábamos juntos,
y ellas oraban. La oración era una parte
central del culto, y queríamos que las
niñas se sintieran cómodas orando.
Ahora que han crecido, Nancy y yo
buscamos diversas maneras de hacer los
cultos, como por ejemplo leer la Biblia
y libros devocionales, intercambiar una
cita que nos impresione del Espíritu
de Profecía, y siempre orar juntos por
la mañana y por la noche. Para ambos,
nuestros momentos devocionales
personales leyendo la Biblia y el Espíritu
de Profecía son insustituibles. Esto
refuerza en último término la atmósfera
de nuestra creciente familia de hijos y
nietos. Oren siempre con sus hijos, de
mañana y de noche. Oren con sus hijos
y con su cónyuge. Asegúrense de que
todos coloquen el día en las manos de
Dios. Que la familia sea despedida por
la mañana con oración, y que termine el
día de la misma manera.
Cuando estaba en la universidad, mi
padre se tomó el tiempo de enviarme una
nota manuscrita con la siguiente cita:
«Conságrate a Dios todas las mañanas;
haz de esto tu primer trabajo. Sea tu
X
P i c t u r e s / S t o c k b y t e / T h i n k s t o c k . c o m
Que la familia sea despedida por la mañana con oración,
y que termine el día de la misma manera .
oración: “Tómame ¡oh Señor! como
enteramente tuyo. Pongo todos mis
planes a tus pies. Úsame hoy en tu
servicio. Mora conmigo, y sea toda mi
obra hecha en ti”».2
Jamás he olvidado ese acto de bon­
dad, y trato de consagrarme al Señor
cada mañana.
2. Conversen y oren por sus hijos.
Padres, es esencial que hablen con sus
hijos. Pregúntenles por la escuela, la vida
social y el desarrollo espiritual. Hablen
con ellos. Hablen. Hablen y hablen. Aun
cuando crezcan, pueden llamarlos o
mandarles mensajes de texto, o incluso
escribirles una carta. No los fastidien o
molesten; por el contrario, conéctense
con ellos. Dialoguen incluyendo pensa­
mientos espirituales, pero no de manera
degradante o condenatoria. Ofrezcan
palabras de aliento. Díganles que están
orando por ellos. Oren con ellos por
teléfono, o en persona. La oración ayuda
a que los niños sepan que ustedes confían
en Dios y, al ser ejemplos de oración, les
dicen que ellos también necesitan hacerlo.
3. Afirmen y valoren a sus hijos.
Muéstrenle a sus hijos que los aprecian,
y que son individuos cabales. Bríndeles
orientación y aliento sobre cosas de
valor eterno tanto para la vida personal
como vocacional.
Un inmenso factor para afirmar y
valorar a los niños es decirles que creen
en ellos. Hoy hay demasiada gente que
carece de autoestima. Existen muchas
razones para ello, como los mensajes
de los medios que nos dicen que si no
hacemos o tenemos esto o aquello no
valemos nada.
Por ello, díganle a sus hijos que
creen en ellos y que están orgullosos
de ellos. Aprovechen cada oportunidad
para hallar una razón de brindarles
afirmación. En vez de reprenderlos,
muéstrenles que el Señor es la fuente de
todo lo bueno y anímenlos a buscarlo.
No puedo exagerar la importancia
de brindar afirmación a sus hijos. No
dejen de hacerlo cuando sean adultos.
Es importante animarlos y brindarles
afirmación durante toda la vida.
4. Planifiquen actividades especiales.
Planifiquen bien de antemano activida­
des especiales con la familia, ya sea un
picnic, una actividad especial en la casa
o una salida a comer con su cónyuge. Si
no lo hacen en forma deliberada, irán
por la vida sin demasiada interacción
familiar. Planifiquen las vacaciones
bien de antemano, y permitan que
todos ayuden a planificar momentos
felices, en lugar de que sean instancias
estresantes donde no haya tiempo para
disfrutar juntos.
Planifiquen algunas actividades
misioneras juntos, como distribuir
folletos o cantar en hogares de ancianos
u hospitales. Hacer algo juntos por
otros es una gran protección contra las
tentaciones del maligno.
5. Hagan en ustedes los cambios
que quieren ver en otros. Las familias
fueron instituidas por el mismo Dios, y
tienen que ser una protección contra los
efectos del cinismo, el escepticismo y el
desánimo. Las familias fueron creadas
para darnos aliento; no desaliento.
Recuerden un reciente encuentro
familiar. ¿Les parecieron molestos
algunos familiares? ¿Se sintieron contra­
riados por algunos comentarios? Sepan
que en la familia puede haber mucho
amor, pero también gran animosidad o
tensión. Aprendan a perdonar, aceptar
y alentar a su familia, aun cuando la
conducta de algunos los desaliente. Re­
laciónense en el espíritu del Sermón del
Monte que pronunció Cristo (Mateo 5).
En muchas partes del mundo hay
familias extendidas que viven en proxi­
midad y forman parte de la experiencia
diaria. Esto puede brindar aliento a los
miembros del grupo que están pasando
por dificultades. Desafortunadamente,
en el siglo XXI, es cada vez más común
vivir lejos de la familia. La gente puede
quedar desconectada espiritualmente de
sus raíces y caer en patrones de vida que
están lejos del ideal de Cristo. Invito a
los miembros de la familia a que cuiden
las relaciones con sus seres queridos,
aun si estos se encuentran del otro lado
del mundo.
6. Sean guardas de su hermano. Las
familias están sufriendo enormes ata­
ques, y esto a menudo produce hogares
fracturados y niños criados por un
solo padre. Invito a los que están en esa
situación a tomar aliento en el Señor,
porque él puede suplir lo que falta. Nos
promete: «Te desposaré conmigo para
siempre; te desposaré conmigo en jus­
ticia, juicio, benignidad y misericordia»
(Oseas 2:19).
La pregunta de Caín «¿Soy yo acaso
guarda de mi hermano?» es respondida
por Cristo, quien se interesó en cada
ser humano. Y también se extiende a la
familia de la iglesia. Somos parte de una
familia mundial de dieciocho millones,
cada uno con la responsabilidad de
brindar alimento espiritual a los miem­
bros de esa familia maravillosa.
Un comentario especial
para los padres cuyos hijos
dejaron al Señor
Jamás pierdan las esperanzas. Jamás
dejen de orar por sus hijos. Piensen
en la manera de relacionarse con ellos,
para no ser condenatorios. Muestren
por el contrario la bondad de nuestro
Padre, quien, mediante el Espíritu
Santo, siempre busca atraernos hacia
sí. Reconozca que mediante esfuerzos
pequeños y demostraciones continuas
de interés y amor en sus hijos, se pro­
ducirán, por la gracia de Dios, algunos
cambios de actitud. Aprovechen cada
oportunidad de hacer comentarios
positivos, y de mostrarles que se inte­
resan en ellos.
Para las familias que enfrentan
desafíos
No dejen de hablarse, pero háganlo
con voz tranquila. Muchas veces solo
escuchamos lo que decimos y no lo
que dice el otro. Pero la Biblia aconseja:
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
9
P A N O R A M A
M U N D I A L
«Sobrellevad los unos las cargas de los
otros» (Gál. 6:2). Pónganse en lugar del
otro y procuren estar en paz, en lugar
de encerrarse siempre en la opinión
propia. Permitan que el Espíritu Santo
les ablande el corazón, y entonces, hará
lo propio con el corazón del cónyuge
y los hijos. Que en el hogar reine un
espíritu dulce, según el consejo de
que «todo hogar debiera ser un lugar
donde reine el amor, donde moren los
ángeles de Dios, y donde ejerzan una
influencia suavizadora y subyugadora
sobre los corazones de los padres y de
los hijos».3
En conclusión
Mantengamos nuestra vista en las
realidades eternas. Cuando lleguemos
al cielo, Dios no nos preguntará cuánto
trabajamos por la iglesia, o cuántos
folletos distribuimos. Son cosas buenas,
pero no lo principal. Por el contrario,
nos preguntará: «¿Qué hiciste con tu
familia? ¿Dónde está tu rebaño pequeño?»
Un gran recurso
Cada año, el Departamento de
Ministerios de Familia de la Asociación
General crea recursos que ayudan a
fortalecer las familias. Lo invito a visitar
el sitio web en www.family.adventist.
org, y descargar el libro electrónico
de reavivamiento y reforma titulado
Building Family Memories [Cómo crear
recuerdos de familia], editado por
Willie y Elaine Oliver, directores del
departamento. Este libro constituye un
gran recurso para todo aquel que esté
interesado en fortalecer su familia, y las
familias de la iglesia y la comunidad. n
1 Elena
White, El hogar cristiano, p. 24.
camino a Cristo, p. 70.
hogar cristiano, p. 14.
2 White, El
Historias de
GLOW: Iluminando el mundo
«Iluminando el mundo» (GLOW) es una iniciativa misionera que se originó
en California (EE. UU.), pero que se está extendiendo a otras Divisiones. Se
basa en la idea de que los miembros de iglesia aprovechen toda oportunidad
que se les presente para repartir folletos en forma gratuita. Los folletos se
imprimen actualmente en cuarenta y cinco idiomas.
A continuación compartimos una historia que muestra a personas alcanzadas por GLOW:
REINO UNIDO: James,* un miembro de iglesia,
estaba viajando en un autobús cuando sintió el
impulso de compartir un folleto con un joven que
viajaba a su lado. Haciéndose de valor para hablar,
le explicó que estaba participando de un proyecto
de distribución de impresos para crear conciencia
de lo que la Biblia dice que sucederá en los
últimos días de la historia de este mundo. Se inició
entonces el diálogo, y cuando James llegó al punto
donde debía bajarse, le señaló la dirección de
una iglesia adventista que estaba impresa en el
reverso del folleto, y lo invitó a asistir.
Cierto sábado, alrededor de un año después del
incidente, James llegó a la iglesia y se sorprendió de ver al joven del
autobús quien le contó que había ido porque quería aprender más. Unos
meses después, luego de estudiar la Biblia, el joven fue bautizado. Para
ese acontecimiento invitó a toda su familia.
«Me asombró que fuera tan simple –dice James–. A veces buscamos
hacer grandes cosas para compartir la verdad, pero Dios solo me necesitaba
en un autobús con un folleto de GLOW en el momento exacto».
3 White, El
Ted N.C. Wilson es
presidente de la
Iglesia Adventista del
Séptimo Día.
10
Adventist World | Marzo 2015
Estas historias son compiladas por Nelson Ernst, director de GLOW de
la Unión Asociación del Pacífico (EE. UU.), y por Kamil Metz, coordinador de
GLOW International. Si quiere saber más sobre GLOW, visite sdaglow.org.
Para ver testimonios sobre GLOW, visite vimeo.com/user13970741.
* pseudónimo
S alud
mundial
Peter N. Landless
y Allan R. Handysides
TDAH
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Nuestro nieto es inquieto y le cuesta seguir indicaciones. Su maestra y padres
dicen que es hiperactivo, impulsivo y le cuesta mantener la atención. Ellos lo
llaman trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Creemos que tal vez
necesita una disciplina más estricta, pero sus padres nos dijeron que no opinemos.
¿Tienen algún consejo al respecto?
E
l trastorno por déficit de atención
con hiperactividad (TDAH,
también conocido por sus siglas
en inglés: ADHD) es una situación
estresante para todos. Y aunque les parezca
descortés, el pedido de no interferir ni
opinar puede ser un intento de buscar una
disminución de la angustia y la ansiedad.
Este trastorno puede tener muchas
repercusiones, y ha sido muy estudiado.
Se diagnostica por síntomas de conducta
como los que usted describe.
El TDAH afecta la tarea de aprender a
leer y también de hacer amigos; algunas de
sus características persisten en la vida adul­
ta. Está asociado con bajos índices de con­
clusión de estudios secundarios y puede
también ser un problema en la retención
del empleo. Aunque estamos seguros de
que tienen la mejor de las intenciones, se
apreciará más que sean amables, compren­
sibles y que brinden su apoyo, en lugar de
efectuar comentarios sobre la conducta del
niño y dar el consejo de ser más estrictos.
Este trastorno no se diagnostica en niños y
adolescentes que muestran la energía pro­
pia de la edad, pero puede estar asociado
con efectos adversos a largo plazo. Por
ello, el diagnóstico se basa en «escalas
validadas de padres y maestros que eva­
lúan la conducta del niño en situaciones
diarias en diversos ambientes».*
Los trastornos del aprendizaje y la
ansiedad, así como la depresión, son
todos factores que producen angustia no
solo a la familia sino también al niño que
los experimenta.
Se necesita una evaluación profesional
para garantizar que no exista por un
lado un diagnóstico excesivo y, por el
otro, una respuesta inadecuada a la
situación. Existe la posibilidad de un
diagnóstico desmesurado, debido a su
elevada presencia en países tales como
los Estados Unidos. Los varones tienen
mayor riesgo que las niñas. Las estadís­
ticas internacionales indican que alrede­
dor del cinco por ciento de los varones
puede sufrir el trastorno, mientras que
en los Estados Unidos, se produjo un
incremento del 33 por ciento entre 1997
y 1999, y entre 2006 y 2008.
En Estados Unidos, los criterios de
diagnóstico son delineados por las Pautas
de Prácticas de la Asociación de Psiquia­
tría Estadounidense, el «Manual Diag­
nóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales» (DSM por su sigla en inglés).
Se requiere que estén presentes al menos
de seis a nueve síntomas, antes de los
doce años. La clasificación internacional
utiliza el término trastorno hiperkinético.
La severidad de los problemas
pueden ser de leves a severos, y los
resultados también pueden variar.
Algunos estudios han mostrado un
componente genético, y se cree que es
hereditario en un 76 por ciento.
Las imágenes neurológicas han
mostrado retrasos en la maduración de
la corteza cerebral, y muchos creen que
existe una disfunción de la actividad
eléctrica nerviosa del cerebro.
Debido a que el trastorno presenta
cierta complejidad, es importante tener
un equipo experimentado que trabaje
junto con los padres en el hogar.
La gente suele pedir algún medica­
mento, dado que el uso de estimulantes
ha mostrado una reducción de los sínto­
mas; si bien esto puede producir mejoras
sintomáticas, es esencial aplicar la terapia
conductual. Mediante el uso de recom­
pensas y otras consecuencias, así también
como la capacitación conductual de
los padres, es posible ayudar a muchos
niños. Hay expertos que recomiendan
terapias complementarias, tales como
suplementos dietarios, vitaminas, cambios
en la dieta, abstención del azúcar, terapia
de quelación (quitar los metales del
cuerpo), etc. Algunos de estos tratamientos
son inocuos, pero otros han producido
efectos adversos. No hay suficientes
evidencias para recomendar terapias
como la quelación y las megavitaminas.
Un ambiente de hogar que sea
tranquilo y pacífico, y que cuente con
estructuras rutinarias (lo que incluye
momentos devocionales) contribuye a la
tranquilidad que necesitan esos niños y
todos nosotros. También aconsejamos
decididamente evitar programas excitantes
de TV y demasiados juegos electrónicos.
Como abuelos, sigan siendo un
«oasis» seguro, dignos de confianza,
solícitos y de apoyo en lo que pueden
ser momentos muy complicados para
los padres. Eviten dar consejos; por el
contrario, ofrezcan su amor. n
* Heidi M. Feldman y Michael I. Reiff, «Attention Deficit–
Hyperactivity Disorder in Children and Adolescents», New
England Journal of Medicine 370 (27 de febrero de 2014): 838-846.
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear
certificado y director del Departamento de
Ministerios de Salud de la Asociación General.
Allan R. Handysides es ginecólogo certificado
y exdirector del Departamento de Ministerios
de Salud de la Asociación General.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
11
D evocional
promesa
Una
es una
promesa
«Jehová se le apareció a Abrahán en el encinar de Mamre,
estando él sentado a la puerta de su tienda, a la hora de más
calor» (Gén. 18:1).
E
l fuego destruyó por completo Textiles Malden el 11
de diciembre de 1995 en Lawrence (Massachusetts),
en una de las catástrofes fabriles más grandes de la
historia del estado. Después de la tragedia que afectó a miles
de obreros, Aaron Feuerstein, gerente general de la empresa,
anunció que seguiría pagando el sueldo a sus empleados, y
que reconstruiría la fábrica. Los entendidos de la industria
de la indumentaria esperaban que al recibir el importante
monto que le daría el seguro, Feuerstein reconstruiría la
fábrica en Asia, donde ya se habían trasladado la mayoría de
las empresas textiles estadounidenses. ¿Hablaba en serio, o
era tan solo una jugada de relaciones públicas?
En Génesis 18 Dios llega al campamento de Abrahán. Dios
no solo come lo que Abrahán le sirve. Visita a su amigo. En
efecto, hay una razón especial para el encuentro, dado que no
es la primera vez que lo hacen.
Durante la conversación, queda clara cuál es la razón de
la visita. Si leemos con detenimiento, veremos que tan solo
unos versículos antes (Gén. 17:21), se había producido un
encuentro similar. Dios le había dicho a Abrahán: «Pero yo
estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año
que viene por este tiempo».
La razón de la visita
La visita de Dios al encinar de Mamre tiene una historia
encubierta. Dios repite una promesa que no fue tomada con
seriedad o realmente escuchada. Parece que Abrahán «oyó» la
promesa sin creerla.
Podemos usar nuestra «imaginación santificada» para
recrear la escena. Mientras todos los demás hablan y disfru­
tan de una comida suntuosa, Dios se inclina discretamente
hacia Abrahán, e inicia el siguiente diálogo.
Dios: Abrahán
12
Adventist World | Marzo 2015
Dennis Meier
Abrahán: ¿Mi Señor?
Dios: ¿Te acuerdas de lo que hablamos hace unos tres
meses?
Abrahán: Por supuesto, Señor, lo del pacto y la gran
nación y la circuncisión, ¿no es así?
Dios: Así es. Entonces, Abrahán, ¿qué necesitamos para
una gran nación?
Abrahán: ¡Gente! ¡Mucha gente!
Dios: Bueno, Abrahán, ¿de dónde vendrá esa gente?
¡Recuerda lo que te dije!
Abrahán: Bueno, obviamente, de mí y de Sara.
Dios: Correcto. Seamos directos: Te hablé hace tres meses
y te dije que en un año Sara tendrá un hijo. ¿Te acuerdas?
Abrahán: Sí, pero yo pensé que…
Dios: Además de pensar, ¿has hecho algo con Sara para
ayudar a hacer realidad la promesa?
Entonces Dios repite en voz muy audible las palabras:
«De cierto volveré a ti el próximo año, y para entonces Sara,
tu mujer, tendrá un hijo» (Gén. 18:10).
Ahora sabemos por qué Dios tuvo que visitar a Abrahán
en Mamre. Tres meses habían pasado y aún no había
acontecido nada. La promesa de Dios había sido «oída»
como una frase hueca. Quizá la promesa había sido espiri­
tualizada. Quizás, razonaba Abrahán como también suelen
hacerlo los teólogos, era un problema de hermenéutica, de
interpretación. De una u otra forma, la acción no siguió
a la promesa.
Una promesa que no se aplica, que no se vive, sigue siendo
una frase vacía o se torna un oráculo.
Dios nos visita
Los seguidores de Cristo llevan en su equipaje una maleta
llena de promesas. Han sido dadas por Dios. En ocasiones, se
aplican a todos; otras veces son sumamente personales.
Una promesa que se aplica a todos nosotros, y que es tan
seria como el anuncio del nacimiento de Isaac a Abrahán y
Sara, es la siguiente declaración de Cristo: «Yo estoy con
El cumplimiento
de la promesa se hace
realidad por la acción;
mediante acciones
expresamos nuestra
confianza en Dios .
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mat. 28:20).
Necesitamos entender cuán radical es esa promesa. No
depende de que sintamos la cercanía de Jesús. No depende de
que siempre hagamos lo correcto. La corrección dogmática
no es condición para su cumplimiento. Se aplica incon­
dicionalmente a todos los participantes del reino de Dios
(vers. 18, 19).
En ciertos momentos de la vida, no estamos seguros si
Jesús está con nosotros. Las enfermedades, las desilusiones
o la depresión pueden nublar nuestro sentido de la cercanía
de Dios.
Hallamos, sin embargo, una lección más. La segunda
visita de Dios nos enseña que más allá de las expresiones
religiosas, las promesas de Dios acaso requieren una acción
de nuestra parte. Abrahán solo tendría el hijo prometido
si disfrutaba de sus obligaciones conyugales con Sara. El
cumplimiento de la promesa se hace realidad por la acción;
mediante acciones expresamos nuestra confianza en Dios.
Después de predicar sobre ese concepto, un miembro de
iglesia que sufría mucho por una enfermedad me hizo una
pregunta difícil. Quería saber por qué sus oraciones pidiendo
salud no habían sido respondidas. Otros habían orado por
él como lo expresa Santiago 5, y había leído la promesa de
sanación literal de Santiago 5:15 («El Señor lo levantará
[al enfermo]»). ¿Cómo podía reclamar y vivir esta promesa
de manera práctica?
La respuesta, sin embargo, no se encuentra en una acción
mecánica que desencadena otra. Las promesas son compro­
misos confiables de una relación amante. En la promesa de
Jesús en Mateo 28:20, el Maestro dice que él estará presente
hasta el fin. Entonces, está allí, aun cuando no lo notamos.
¿Por qué? Porque solo aquel que me ama y quiere estar a mi
lado puede prometer semejante cosa. Esto también se
aplica a la enfermedad. Puede significar que la curación no
siempre es una mejora visible para nosotros; puede llegar
más tarde, o acaso recién en la resurrección. Pero aun eso es
una cuestión de confianza.
I m a g e n
d e
E d i c i o n e s
S w e e t w at e r
La promesa es vivida por fe, y la fe crece en una relación
de amistad; a su vez, la relación de amistad crece cuando
invertimos en ella. Las relaciones de amistad son el movi­
miento perpetuo que los investigadores han buscado durante
siglos: son motivadas por su propia energía, la que ellas
mismas producen.
Por lo tanto, en términos estrictos, no tenemos que recla­
mar una promesa para que se cumpla (la teología de «lo pido
y lo consigo»), sino más bien actuar, porque conocemos al
que prometió. Entonces podemos avanzar, porque sabemos
que Dios está allí. Por medio de la oración podemos llevar
al Señor para que nos acompañe en la vida diaria. Podemos
renunciar a lo que sea necesario. Con Dios, nada es imposible
(Gén. 18:14).
Una promesa cumplida
Las promesas de Dios se hicieron realidad. Sara quedó
embarazada y dio a luz a un hijo. En la epístola de Hebreos,
Sara es alabada por su confianza en Dios (Heb. 11:11).
De paso, el miembro de iglesia enfermo está mucho
mejor. Y el gerente Aaron Feuerstein cumplió su promesa.
Pagar los sueldos de sus empleados durante la reconstruc­
ción de la fábrica en Massachusetts le costó más de veinti­
cinco millones de dólares y, en último término, el control
de su compañía, pero cumplió con lo que había prometido
que haría.
Dios cumple sus promesas. No importa qué situación
estemos atravesando, él no nos dejará. La promesa se cumple.
Ahora es hora de levantarnos para hacerla realidad. n
Dennis Meier es presidente de la Asociación
de Hansa y vive con su familia en Hamburgo
(Alemania).
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
13
C reencias
fundamentales
H
ace un tiempo, un amigo me contó lo que, según
dijo, es una historia verdadera. Un creyente estaba
fumando un cigarrillo bajo el acoplado de un
camión. Alguien le preguntó por qué fumaba debajo del
camión, a lo que él respondió: «Porque aquí abajo Dios no
puede verme».
Comprender a Dios es la esencia de la vida espiritual.
Como crecí en un país católico, esa comprensión, esa visión,
se relacionaba con su grandeza, solemnidad y distancia. Era
cuestión de estar en el lugar y el momento apropiados, y tener
la conducta correcta. Se me enseñó que Dios vivía en el cielo
pero que podía estar con él tres veces a la semana si asistía
que es más fácil y seguro tratar con un Dios distante; es me­
nos intimidante, más misterioso, y quizá más santo.
Para mi gran sorpresa, el libro de Salmos me mostró que
cuanto más me acerco a Dios, más lo veo como el que habita
cubierto de una luz gloriosa (Sal. 104:1, 2), y cuyo poder y
majestad están más allá de la comprensión humana (Sal. 8;
139:6). Me sorprendió darme cuenta de que el Dios santo
de Salmos no solo ponía énfasis en mis pecados y errores
(Sal. 130:3, 4). La orientación del corazón fiel a Dios se mos­
traba más importante que el estado del corazón (Sal. 106).
Los poemas e himnos sagrados me invitaban a acercarme con
confianza y humildad para hallar seguridad, paz y reposo bajo
Paulo
NÚmerO 3
El libro de Salmos
presenta una descripción
sumamente colorida de Dios
fielmente a la iglesia, y que tenía que portarme bien en su pre­
sencia. En mi vida diaria, lo percibía más bien como un viejo
vecino gruñón, que andaba husmeando todo el tiempo para
atraparme y castigarme cuando hacía algo malo. Buscaba
esquivarlo, a menos que estuviera desesperado.
Más tarde, en el libro de Salmos, me encontré con un Dios
muy diferente. Lo vi en las calles, las tiendas, las esquinas y los
hogares, siempre involucrado con la gente. Me sorprendí al
ver una descripción sumamente colorida cuando se revela en
medio del caos de la vida humana.
La visión de Dios en el libro de los Salmos me presentó
tres características que transformaron mi perspectiva de él y
me abrieron un camino hacia la vitalidad espiritual.
Presente, no distante
La primera característica, y acaso la realidad más asom­
brosa de Salmos, es que Dios siempre está cerca de nosotros
(Sal. 139). La visión distorsionada de un Dios distante parece
ser una suposición ampliamente compartida. Se considera
14
Adventist World | Marzo 2015
Cândido
de Oliveira
de
Dios
su sombra (Sal. 91:1, 2). En esta cercanía íntima, comprendí
dónde se produce la transformación y cómo recibimos la
fortaleza para ser fieles. Solo era cuestión de permitirle que
me atrajera hacia sí. Me di cuenta de que no podía ausentarme
de su presencia. Por el contrario, no es ningún secreto que
existimos en su presencia (Sal. 139:7).
Activo, no silencioso
Una segunda característica es la participación activa de
Dios en la historia humana (Sal. 135:6, 7). El Dios distante
que conocía también era silencioso: rara vez se lo veía u oía.
Me intrigaba pensar que podía estar ausente y mudo ante
tanta miseria, y mayormente indiferente ante la locura huma­
na. Maravillado, observé la lenta revelación del rostro de un
Dios que no deja a la humanidad librada a su suerte o sujeta
a sus propias leyes. El libro de Salmos lo revelaba como en
control de todo (Sal. 103:19), lo que incluye las naciones y la
naturaleza (Sal. 9:7, 8; 104:14, 15, 27, 28).
En el presente, la agitación social, como la de la naturaleza,
Estaba equivocado.
Dios no está distante,
silencioso o enojado .
crean un sentido de incertidumbre y ansiedad. Pero los
salmos nos aseguran que Dios tiene el futuro –nuestro
futuro– en sus manos (Sal. 16:5). Fue reconfortante aprender
que él cuida de los que entretejió en el vientre de su madre
(Sal. 139:13), y finalmente me encontré cara a cara con su
providencia (Sal. 138:7, 8). Escucha nuestras plegarias y
responde con protección, libertad y salvación (Sal. 18:5, 6,
16-19). Sus ojos nos siguen como rayos de luz en la noche
más oscura. Escucha a los endeudados (Sal. 103:8) y es un
refugio cuando enfrentamos el peligro (Sal. 57:1). Satisface al
sediento y sacia al hambriento (Sal. 107:8), mientras sigue fiel
junto al necesitado (Sal. 109:31). Asimismo, me recordó que
en su amor bendice tanto al fiel como al infiel (Sal. 104:5-31).
Sonreí sorprendido al reconocer cómo se da a conocer, lleno
de compasión y misericordia (Sal. 111:4).
Un Dios amante
Por último, su tercera característica me señaló a un Dios
amante. Al comienzo, tenía la imagen de Dios enojado y
disgustado. Pero el libro de los Salmos no muestra un ceño
fruncido. Como un bálsamo de aire fresco, comprendí
que tiene sentido del humor (Sal. 2:4), y que brinda gozo
y felicidad (Sal. 4:5-8). Se especializa en transformar la
oscuridad en luz (Sal. 18:28), y aun disfruta del regocijo
en su presencia (Sal. 100:1, 2). Sentí deseos de correr hacia
él cuando los salmos me revelaron que no era un Dios enfa­
dado, sentado en una nube y con un relámpago en la mano,
listo para descargarlo sobre los desobedientes. Ahora podía
disfrutarlo como la fuente del contentamiento (Sal. 126).
No podía sacar la vista del Salmo 136, en donde insiste en
declararse leal y amante. Los autores de los Salmos –David,
Asaf, Coré, Moisés, Hemán, Etán, Salomón y Jedutún– de­
pendieron todos ellos de Dios (Sal. 130:5) y comprendieron
que conocerlo es confiar en él (Sal. 9:10).
La historia de Israel está llena de terribles actos de in­
fidelidad hacia Dios. Van desde envidiar a Moisés y Aarón
hasta el sacrificio de niños a los demonios. Israel rechazó la
Tierra Prometida y comió en honor de Baal. Aun así, a pesar
de sus malvadas acciones, Dios respondió con misericordia y
compasión (Sal. 106).
Estaba equivocado. Dios no está distante, silencioso o
enojado. Anhela darnos prosperidad y bendiciones (Sal. 128;
144:12-15).
Una visión genuina
Si los que afirman que Dios no existe son necios (Sal. 14:1),
lo mismo sucede con los que piensan que él no los ve bajo el
acoplado de un camión. Gracias a Dios que no nos deja solos,
porque crearíamos una imagen de la divinidad conforme a
nuestra semejanza.
El Dios real, en el mundo real, camina en nuestras sucias
calles y escucha nuestras conversaciones más mundanas y
triviales. Se humedece las manos al secar las lágrimas de los
pobres y temerosos. Siente las tragedias y escucha la agonía
de los perdidos. Les sonríe a los niños que juegan. Participa
de los cánticos felices en nuestras bodas, y toma nota de los
votos pronunciados. Susurra ideas creativas a los oídos de los
poetas, y brinda nuevas armonías a los músicos. Es el Dios de
todo lo humano. Es en verdad un refugio seguro (Sal. 90:1). n
Paulo Cândido de Oliveira nació en Brasil
y actualmente es misionero en Oriente Medio.
Está casado con Liliane, y tienen dos hijas.
Dios
el
Dios el Padre Eterno es el Creador, Origen, Sustentador y Soberano
de toda la creación. Es justo, santo, misericordioso y clemente,
tardo para la ira y abundante en amor y fidelidad. Las cualidades y
las facultades del Padre se manifiestan también en el Hijo y en el Espíritu Santo. (Gén. 1:1; Apoc. 4:11; 1 Cor. 15:28;
Juan 3:16; 1 Juan 4:8; 1 Tim. 1:17; Éxo. 34:6, 7; Juan 14:9).
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
15
N O TA D E TA PA
Zuki y Pali, marido y mujer, se tomaron
de la mano mientras miraban un montículo
de grama y contemplaban los comienzos
de la nueva iglesia adventista. ¿Qué
estamos haciendo?, se preguntaron en
silencio. ¿Cómo podemos ser tan necios?
Pali miró a su esposo y expresó en voz alta
lo que ambos estaban pensando: «¿Está
Dios realmente al frente de este proyecto?
¿Estamos en verdad siguiendo su plan?»
Zuki no contestó inmediatamente.
Por el contrario, la atrajo hacia sí y
comenzaron a caminar alrededor del
edificio de dos plantas aún en construcción, mirando hacia adentro por las
ventanas. Imaginó los niños cantando y
orando en las salas de Escuela Sabática,
mientras los adultos se sentaban en
cómodos bancos para estudiar la Biblia.
La sala comunitaria podría albergar
fácilmente varios cientos de personas,
brindando posibilidades de confraternizar, compartir los alimentos y planificar
proyectos misioneros. Sería una estructura imponente, un lugar que honraría
a Dios y a las visitas. A él y a Pali, sin
embargo, les costaría todo lo que tenían;
absolutamente todo. ¿Espera realmente
Dios algo así de nosotros?, se preguntaban. Quizá deberíamos explicar la
situación y disculparnos con la gente.
Seguramente nos entenderán.
La agitación interior de Zuki
amenazaba con abrumarlo, pero se
permitió remontarse en el pensamiento
al comienzo mismo del proyecto.
Z
ukisani («Zuki») Mxoli,
un exitoso arquitecto y
desarrollador inmobiliario, vivía
con su esposa Palesa («Pali») y cinco
hijos, en Johannesburgo (Sudáfrica),
donde siempre se hacía tiempo para
compartir su fe con otros. No solo
hablaba de Dios con amigos y colegas:
Zuki también era un predicador
y evangelista laico. Dirigía
Semanas de Oración
y reuniones de
Arriba EN PROCESO: La iglesia de
Thembelihle en una
etapa temprana de
la construcción.
Izquierda MANOS
JÓVENES: Hasta los
niños de la congregación ayudaron a
limpiar los alrededores de la iglesia.
Los
Sandra Blackmer
constructores
de
Dios
Zuki y Pali Mxoli
decidieron
arriesgarlo todo
LOS MXOLI: Zuki y Pali
evangelización, y se alegraba cuando
veía que la gente aceptaba a Cristo.
«Siempre tuve pasión por el evange­
lismo –dice Zuki–, pero a veces luchaba
entre mi profesión y la ganancia de almas.
Por un lado, tenía que trabajar para
ganar dinero, para sustentar a mi familia;
por otro, necesitaba preparar sermones y
predicar. Era un gran dilema».
Zuki y Pali comenzaron a orar por la
situación, pidiendo a Dios que resolvie­
ra el conflicto. El Señor los impresionó
con el texto que dice: «Hacedlo todo
para la gloria de Dios» (1 Cor. 10:31).
Los Mxoli entendieron que Dios no les
pedía que abandonaran la profesión,
sino que la usaran como herramienta de
evangelización.
La pregunta, entonces, era: «¿Cómo
ministrar a otros desde la empresa?»
La respuesta: «Construyan una
iglesia».
«Hallamos una congregación en
Katlehong que había adquirido un
terreno y una estructura básica de acero,
pero no tenían dinero para construir
la iglesia –explica Zuki–. Durante años
habían estado luchando para recolectar
fondos. Se reunían en una sala muy
pequeña, muchas personas en poco
lugar, y trataban de construir. Nos in­
vitaron para que fuéramos a predicar, y
en ese momento, nos dijimos: ¡Nosotros
podemos ayudar a esta gente! Tenemos
el conocimiento, los medios y el dinero.
Tuvimos la bendición de ganar dinero
en los proyectos de construcción, por lo
que decidimos usar las ganancias de un
F o t o g r a f í a s :
F o t o g r a f í a
d e
C o r t e s í a
f o n d o :
d e
Z u k i
proyecto, para construir una iglesia que
no representara gasto alguno para el
grupo. Pero animamos a los miembros
para que siguieran recolectando fondos
para pagar por cosas específicas que
querían para su iglesia. Las ganancias
de otros proyectos serían para vivir.
Decidimos repetirlo una vez al año:
hallar un grupo que necesitara una
iglesia; la construiríamos gratuitamente, y
el resto quedaría para nosotros. Creímos
que eso sería bueno y aceptable para el
Señor», dice.
Cambio de planes
Zuki les dijo a los feligreses que
Dios proveería los medios, y que la
compañía construiría la iglesia sin
causarles ningún desembolso. ¡La gente
estaba tan entusiasmada! Las cosas, sin
embargo, no salieron según lo planeado.
Justo después de colocar los cimientos
y comenzar con las paredes, el proyecto
de cuyas ganancias saldrían los fondos
para construir la iglesia fue cancelado.
Los funcionarios locales cuestionaron el
acuerdo por el terreno y, como resulta­
do, el banco se rehusó a liberar fondos
adicionales. El monto que se usaría
para la iglesia desapareció casi en forma
instantánea.
«Nos preguntamos: “¿Y ahora? –ex­
plica Zuki–. ¿Les decimos: ‘Miren, ya
hicimos esto; ahora sigan a medida que
puedan’? ¿O seguimos adelante? Final­
mente decidimos seguir adelante”».
Zuki comenzó a usar las ganancias
de otros proyectos para la construcción
del prometido templo. Eran fondos
destinados a cubrir los gastos de su
familia. Pero Zuki no había diseñado
una iglesia pequeña con cuatro paredes
y un techo. Era una edificación amplia
e impresionante de dos pisos, con un
costo estimado de trescientos mil dólares.
«En Éxodo, Dios fue específico
respecto de la construcción del San­
tuario –destaca Zuki–. Pidió lino fino,
oro puro y la mejor madera. Por ello
Mx o l i
ISTO C K / THINKSTO C K . C OM
decidimos hacer lo mejor para que esa
iglesia glorificara a Dios».
Al comienzo, este matrimonio no
estaba muy preocupado por perder el
dinero del proyecto; el Señor los había
bendecido, y creían que aún podían
proveer los fondos. Nuevos proyectos
solían llegarles todo el tiempo. Pero
ahora, por alguna razón, eso ya no
sucedía.
«No teníamos más trabajo –dice
Zuki–. Hice todo lo que había hecho
durante quince años, pero no aparecía
nada. Consumimos nuestros ahorros
para financiar la construcción del
templo».
La situación fue de mal en peor. Ya
sin nuevos proyectos, a pesar de todos
los esfuerzos de Zuki y con casi todos
sus ingresos dedicados a financiar la
iglesia, el matrimonio apenas podía
pagar las cuentas. Llegó el momento
en que ya no pudieron cubrir los pagos
de la hipoteca de su propia casa y del
automóvil, y el banco los amenazó con
quedarse con todo.
Frente al desafío
«La amenaza del banco fue el mayor
desafío que enfrentamos –dice Zuki–.
No estábamos seguros qué debíamos
hacer. Por ello, oramos juntos a Dios.
Cuando nos levantamos de orar allí en un
rincón de la casa, nos miramos y dijimos
al unísono: “Seguiremos adelante con
la iglesia”».
A pesar del consejo del abogado y
del contador, que les dijeron que
«dejaran de actuar como locos», Zuki y
Pali siguieron adelante, recordando
1 Corintios 2, donde Pablo dice que las
cosas de Dios «son locura» a los que no
creen, aunque no así para los que tienen
«la mente de Cristo».
No fue una decisión fácil. Los pro­
blemas financieros estaban causando
agitación y estrés en el hogar. En oca­
siones, la pareja se sentía confundida y
desanimada. En esos momentos, Zuki le
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
17
N O TA D E TA PA
decía a su esposa: «Vayamos al lugar de
la construcción».
«Nos pasábamos dos horas allí,
caminando y mirando, mientras los
obreros trabajaban –dice Zuki–. Enton­
ces sentíamos paz y experimentábamos
la seguridad de que teníamos que seguir
adelante, sin importar el costo personal».
Y añade: «Los feligreses no cono­
cían nuestra situación. Solo alababan
a Dios por sus maravillas. ¡Y esas
sonrisas! Nos dieron la fuerza para
continuar. Sabíamos que Dios quería
que construyéramos la iglesia y nues­
tro enfoque personal comenzó a cam­
biar. En lugar de orar por dinero para
pagar nuestras propias cuentas, nuestra
simple oración era: “Dios, ayúdanos a
terminar la iglesia”».
Finalmente, después de no pagar la
casa y el automóvil por tres meses, el
banco estableció una fecha para llevar­
se todas las pertenencias de los Mxoli.
Faltaban tres días; sería al mediodía.
Al matrimonio le pesaba imaginar
qué pensaría la gente, en especial los
feligreses. Pero aún más fuerte era su
compromiso de permanecer fieles a
Dios y a lo que sentían que él les había
pedido que hicieran. Por ello, deci­
dieron confiar en el cuidado divino y
avanzar por fe.
La intervención divina
Poco antes de que el banco entrara
en acción, Zuki recibió una llamada
de un empresario de Durban, a más
de quinientos kilómetros de Johannes­
burgo. Necesitaba un contratista
experimentado para que supervisara
un proyecto de construcción que tenía
en Johannesburgo, y quería saber si
Zuki estaba interesado. Se había ente­
rado de él hacía poco, cuando al pasar
con el automóvil por «un hermoso
templo en construcción» se paró a
mirarlo. La gente del lugar le habló
de Zuki, quien estaba construyendo
la iglesia para la congregación con su
18
Adventist World | Marzo 2015
propio dinero. El empresario, que era
cristiano, pensó: Bueno, si hay alguien
en quien puedo confiar es en una persona que da de su dinero para construir
un templo. Por eso lo ubicó y le ofreció
el trabajo. Y no era un proyecto peque­
ño. ¡Era inmenso!
El empresario voló a Johannesburgo
ese mismo día, y para la noche siguiente
se habían hecho los trámites y firmado
el contrato; un proceso que suele llevar
meses para un proyecto tan
grande, destaca Zuki. El
hombre solicitó entonces la
información bancaria de Zuki
para transferirle los fondos.
A la mañana siguiente, el
día en que el banco le qui­
taría todo lo que tenía, Zuki
ingresó a su cuenta de banco,
esperando encontrar el depó­
sito usual de entre el cinco y
el diez por ciento. En su lugar,
vio que el empresario le había
adelantado el cincuenta por
ciento de los fondos.
«Lo llamé inmediatamente
y le dije: “Se equivocó. Transfirió dine­
ro de más”. El hombre respondió que
no era ningún error, y agregó: “Confío
en usted, porque ha dado todo para
edificar la iglesia de Dios”».
Al mediodía llegaron los encargados
del banco para llevarse el vehículo y las
demás pertenencias de la familia. Pero
Zuki los detuvo y les dijo:
–Queremos hacer un arreglo para
pagarles.
–No queremos hacer ningún arreglo
–le respondieron–, porque ya nos ha
hecho muchas promesas. Venimos a
llevarnos las cosas.
–No, ustedes no entienden –les
contestó Zuki–. No queremos negociar.
Queremos pagar toda la deuda. Solo
queremos saber: ¿Quieren un cheque o
efectivo?
«Fue el mejor momento de nuestra
vida», dice Zuki.
PROYECTO TERMINADO: La
sede de la Unión Asociación
de Zambia en Lusaka.
La obra sigue adelante
LA UNIÓN DE ZAMBIA: Posan antes de comenzar la construcción de la
nueva sede de la Unión Asociación de Zambia (desde la izquierda) Harrington
Akombwa, presidente de la Unión; el misionero estadounidense Dennis Evans;
Pardon Mwansa, vicepresidente de la Asociación General; el desarrollador
inmobiliario Zuki Mxoli; y Francis Makuwa, asociado de Dennis Evans
en Zambia.
HOMBRE DE FE:
El desarrollador
inmobiliario Zukisani
«Zuki» Mxoli, con
planos de un proyecto
de construcción
dedicado a Dios.
La iglesia de Katlehong ya está
terminada. La empresa de Zuki está
floreciendo nuevamente, y las preocu­
paciones financieras del matrimonio
son cosa del pasado.
Entonces, ¿qué están haciendo
ahora? Bajo los auspicios del nuevo
ministerio denominado «La Co-Misión
Palabra, Vidas y Ministerio», siguen
donando y construyendo no solo igle­
sias sino también otras instalaciones.
Entre otros, han construido un edificio
de administración y salones de clase
para la Escuela de Enfermería de Maluti
(Lesoto); un edificio de ciencias para
la Universidad Rusangu (Zambia); una
biblioteca y una capilla para el Hospital
Adventista de Kanye (Botsuana);
apartamentos para matrimonios en el
Colegio Superior Helderberg (Sudáfri­
ca); y la sede de la Unión Asociación
de Zambia, en Lusaka. A veces Zuki
cubre los costos totales del proyecto;
en otras ocasiones, se asocia con los
miembros de iglesia y la organización,
y paga un porcentaje. Las solicitudes
de ayuda abundan, y Zuki y Pali siguen
haciéndose cargo por fe, de proyectos
diseminados en siete países.
«Una vez que tomamos un proyecto,
hacemos un compromiso y entonces le
pedimos a Dios que nos dé el dinero, y
él así lo hace –dice Zuki–. Nuestra fe en
Dios es cada vez más grande. Decimos
a la gente: “Esto no es cosa de Zuki; es
cosa de Dios. Lo que él ha hecho por
nosotros y lo que sigue haciendo en
nuestra vida puede hacer también en la
vida de todos. Solo es necesario dar ese
paso de fe”». n
Sandra Blackmer es
editora asistente de
Adventist World.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
19
V ida
adventista
fey las
Julian Archer
La
finanzas
¿La afluencia afecta la espiritualidad?
L
a fe y el dinero presentan el «dilema
del subibaja». Es común ver estos
juegos en las plazas de muchos
países. En inglés, la palabra deriva del
término francés ci-ça, que literalmente
significa «esto-aquello». El subibaja
es un aparato mecánico que enfatiza
«uno o lo otro», «esto o aquello».
Solo se puede estar arriba en uno de
los extremos, pero jamás en los dos al
mismo tiempo.
¿Es eso lo que sucede con la fe y el
dinero? ¿Podemos tener solo fe o dinero,
pero jamás los dos? ¿O solo cuando hay
mucha fe o mucho dinero se produce el
efecto subibaja?
Lo que aprendí en la parte
inferior del subibaja
Mi país, Australia, es una de las
naciones más acaudaladas del mundo.
El Informe de Riqueza Global 2013 de
Crédit Suisse muestra que la riqueza de
los adultos australianos ocupa el segun­
do lugar en el mundo (le sigue a Suiza),
y que la riqueza media por adulto es la
más elevada del planeta, más que dupli­
cando la de Suiza. Esto significa que no
solo somos muy acaudalados (aunque a
veces no lo sintamos), pero que nuestra
riqueza está distribuida más equitativa­
mente que en muchas otras naciones.
20
Adventist World | Marzo 2015
Como cristiano que procuró durante
muchos años mantener una sólida
relación con Dios mientras mis ingresos
eran más que suficientes para disfrutar
de una vida cómoda, me pregunté:
¿Qué impacto tiene la abundancia en
la espiritualidad, incluida la mía? ¿Nos
lleva más cerca de Dios, y aumenta
nuestra fe? ¿O aleja nuestra vista de él?
¿O será que el dinero nada tiene que ver
con la fe?
En busca de respuestas
En el año 2009, una encuesta de
Gallup comunicó los resultados de
sondeos en 114 países. Una de las
preguntas decía: «¿Es la religión una
parte importante de su vida diaria?»
Gallup también investigó los niveles
de ingresos per cápita de cada país
y entonces estableció correlaciones
entre ambos.
De los datos queda claro que el efecto
subibaja se cumple a la perfección.
Cuanto más elevado el ingreso per cápita
de una nación, más bajo es el papel de la
religión en la vida diaria, y viceversa.
Fijémonos en algunas de las naciones
al tope y al fondo del subibaja de «la fe
y el dinero». La tabla adjunta se basa en
datos de la encuesta de Gallup y el Informe de Riqueza Global de Crédit Suisse.
Los datos muestran claramente una
gran brecha –en la importancia de la
religión y los niveles de riqueza– entre
los países más ricos (menos religiosos) y
más pobres (más religiosos).
Podría aducirse que la razón de
la gran riqueza de estas «Primeras
diez» naciones más acaudaladas es que
originalmente basaron sus sociedades
y prácticas comerciales en principios
cristianos, y Dios las bendijo. Sin em­
bargo, los tiempos están cambiando. El
subibaja está del otro lado, y la riqueza
está derrotando tanto a la religión como
a la espiritualidad.
Mahatma Gandhi expresó en cierta
ocasión: «Es un hecho que en el mo­
mento en que se garantiza la estabilidad
financiera, también se garantiza la
bancarrota espiritual». Gandhi parece
reflejar las palabras de Jesús: «Más fácil
es pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de
Dios» (Mar. 10:25).
Sé por experiencia personal que
cuando se tienen bendiciones financie­
ras, se entra en la etapa espiritual
más peligrosa de la vida. Cuanto más
elevado eran mis ingresos, menos
necesidad sentía de Dios. Mis ingresos
imponían un gravamen sobre mi
espiritualidad.
Riqueza
promedio
por
adulto
País
¿Un sueño hecho realidad?
Cuando doy seminarios de «Fe y
finanzas» veo que la mayoría de los cristia­
nos acaudalados, en lo más profundo del
corazón, anhela tener una relación con
Dios ferviente y transformadora. Pero
estos cristianos se sienten frustrados.
Sienten que están forzados a vivir enfo­
cados en prioridades terrenales, cuando
bien saben que la verdadera satisfacción
y realización solo se encuentran en lo
eterno. Puedo escuchar sus clamores,
porque pasé años «disfrutando de un
sueño hecho realidad», pero ansiando
una relación más profunda con Dios.
Finalmente percibí que las bendi­
ciones materiales de Dios se habían
convertido en una maldición para mi
vida espiritual. No quiere decir que las
bendiciones divinas son maldiciones,
pero que a menudo las usamos de tal
manera, que terminan siéndolo. Cuando
permitimos que las bendiciones mate­
riales de Dios llenen nuestro corazón,
no podemos abrir la puerta del corazón
a Cristo. Y esa es una maldición eterna.
La Biblia abunda en ejemplos en
los que el mal uso de las bendiciones
divinas produjo maldiciones. En Deu­
teronomio 6, Moisés les dice a los hijos
de Israel que están por entrar en una
«tierra que fluye leche y miel» (vers. 3).
Pero entonces agrega la advertencia:
«Luego que comas y te sacies, cuídate de
no olvidarte de Jehová» (vers. 11, 12).
Es un recordatorio de que un estómago
lleno nos torna somnolientos.
Una mirada al subibaja
Entonces, ¿cómo se presenta ese su­
bibaja en la vida diaria del cristiano que
se siente cómodo? Analicemos tres áreas:
Construcción: Cuando «construyo
graneros más grandes» y almaceno mis
tesoros terrenales, y me distraigo de las
riquezas eternas. Comienzo a preocu­
parme por estos tesoros, e invierto cada
vez más tiempo y energía para proteger
y multiplicar mis bendiciones en lugar
«¿Es la religión
una parte
importante de
su vida diaria?»
(en miles de
dólares)
% que respondió «No»
Suiza
513
57 %
Australia
403
67 %
Noruega
380
78 %
Luxemburgo
315
64 %
Estados
Unidos
301
36 %
Suecia
299
88 %
Francia
296
74 %
Singapur
282
53 %
Bélgica
256
68 %
Dinamarca
255
83 %
LA GRAN BRECHA
Tailandia
8
2%
India
5
9%
Haití
4
8%
Pakistán
4
4%
Kenia
3
3%
Camboya
3
3%
Nepal
2
5%
de confiar plenamente en Dios. Mis
finanzas mejoran, pero mi fe disminuye,
a menudo sin que me dé cuenta (veáse
Apoc. 3:17).
Tiempo: El primer indicador de
apatía espiritual es la disminución y los
recortes de los momentos que paso con
Dios. Esto se produce por lo general
en períodos de mayores presiones
de tiempo, como resultado de mis
prioridades financieras, personales o
de entretenimiento. El problema puede
durar pocos días, o quizá muchos años.
Cuando descuido pasar tiempo de cali­
dad orando y estudiando las Escrituras,
mi relación con Cristo se debilita.
Corazón: Toda vez que lleno mi
corazón con los dones y no con el
Dador, mi fe disminuye. Cuando Cristo
llama a la puerta de un corazón que
está colmado de bendiciones materiales
(vers. 20), el sonido de su llamado se
ahoga. Y aun cuando lo escucho, lucho
por trepar sobre todas las bendiciones
para llegar y abrir la puerta.
Elena White se refirió a este sín­
drome del corazón atiborrado cuando
escribió: «El Huésped celestial aguarda
a la puerta, mientras apiláis obstáculos
que impiden su entrada. Jesús llama por
medio de la prosperidad que os da. Os
colma de bendiciones para probar vues­
tra fidelidad, para que estas fluyan de
vosotros hacia los demás. ¿Permitiréis
que triunfe el egoísmo? ¿Derrocharéis
los talentos que Dios os ha dado, y per­
deréis vuestra alma por al amor idólatra
a las bendiciones que os ha otorgado?»
Es un territorio de grandes desafíos,
que nos lleva a preguntarnos: ¿Será que
siempre tiene que decrecer nuestra fe
cuando aumentan nuestras riquezas?
¿Es ese subibaja un principio inamovi­
ble y universal?
Rompamos el subibaja
Dios ofrece una cura para todo el
que se dé cuenta de que el estilo de vida
acaudalado está dañando su vida espiri­
tual. ¡Su solución es un ataque cardíaco!
No un mero paro cardíaco, sino un
trasplante total del corazón espiritual.
En Ezequiel 36:26, Dios nos dice que
quiere darnos un nuevo corazón, un
corazón de carne, para remplazar nues­
tro corazón materialista de piedra.
Tenemos que reconvertirnos. Po­
demos ser miembros de iglesia activos
y apoyar financieramente a la obra
de Dios, pero aun así contraer una
afección del corazón espiritual. Necesi­
tamos un trasplante cardíaco total.
En lugar de «la fe o el dinero»,
deberíamos hablar de «la fe más el
dinero». O mejor aún, «la fe más allá
del dinero».
Que podamos ser fieles a Dios en
todas las cosas, aun en las materiales. n
* Elena White, en Advent Review and Sabbath Herald, 2 de
noviembre de 1886.
Julian Archer es autor de
Help! I’ve Been Blessed!
[¡Socorro! ¡Recibí muchas
bendiciones!] Escribe desde
Toowoomba, en Queensland (Australia).
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
21
LEGADO
de LUZ
SEGUNDA PARTE : 1860–1868
Los años de desarrollo de la iglesia
ELENA
Énfasis en la salud
El 5 de junio (a veces se dice 6 de
junio, porque se produjo después de la
puesta de sol del viernes) de 1863, solo
dos semanas después del primer con­
greso oficial de la Asociación General,
y poco después del establecimiento de
las principales doctrinas de la iglesia,
los White se encontraban visitando a la
familia Hilliard en Otsego (Míchigan).
En ese lugar, Elena fue llevada en visión
por unos cuarenta y cinco minutos.
Allí recibió un mensaje abarcador de
una reforma prosalud2 que Dios quería
que compartiera con los creyentes. No
era la primera vez que se le mostraba
la necesidad de un estilo de vida más
sano. En 1848, el Señor le reveló el peli­
gro de usar tabaco, té y café3 y, en 1854,
le mostró que los santos debían tener
22
Adventist World | Marzo 2015
Expansión
del
de la
ministerio
mensajera de Dios
Una mirada a la vida y el legado
de Elena White (1860-1867)
W h i t e
L
a historia oficial de la Iglesia
Adventista comenzó en 1860 con
la elección de su nombre y la
incorporación de una pequeña
asociación publicadora en 1861.
Gracias a este humilde comienzo, los
creyentes comenzaron a verse como una
organización. Se unieron en asociaciones
locales, y en octubre de 1861 se
estableció la Asociación de Míchigan.
Hasta ese entonces, los mensajes
de Elena White habían sido dirigidos
mayormente a sostener a los cre­
yentes en su fidelidad a Dios y a las
doctrinas bíblicas, sostener la obra
de publicaciones y señalar la necesi­
dad de la organización eclesiástica.
Pero llegó el tiempo de ampliar el
espectro para que comenzaran a ver
la misión en expansión de la iglesia.
Por ello, en mayo de 1863, veinte
delegados de seis de las siete Asocia­
ciones por estado1 decidieron reunirse
y organizar la Asociación General de los
Adventistas del Séptimo Día como el
organismo central de gobierno.
Anna Galeniece
Pat r i m o n i o
GOULD
WHITE
RETRATO DE FAMILIA: Jaime y Elena White posan con sus hijos
Guillermo (al medio) y Edson (extremo derecho) para un retrato familiar
en 1865, dos años después de la muerte de Henry (recuadro izquierdo).
casas limpias y controlar los apetitos.4
La visión en el hogar de los Hilliard
no solo incluyó los beneficios de un
cuerpo sano y el ambiente correcto, sino
que también presentó una conexión
estrecha entre la salud y la espirituali­
dad, lo que no es tan solo una cuestión
personal. Elena vio que el mensaje
«debía despertar las mentes respecto del
tema»,5 por sus implicaciones sociales
y misioneras.
Además de esos importantes logros,
1863 culminó con una página menos en
el álbum familiar de los White. Su pri­
mogénito, Henry Nichols, se enfermó
de neumonía y falleció el 8 de diciembre
en Topsham (Maine). En especial para
Elena, fue un terrible golpe perder
al hijo de dieciséis años –el «dulce
cantor»–6 por su ignorancia de simples
remedios caseros que conocerían en un
futuro cercano.
Solo dos meses después de ese
suceso, Willie, el tercer hijo de la fami­
lia, contrajo la misma afección. En esa
ocasión, la madre aplicó hidroterapia
y oraciones fervientes que sustentaron y
sanaron al muchacho.
TERCERA PARTE: 1868–1881
CUARTA PARTE: 1881–1891
Los años de encuentros campestres
E S Pde
Í R 1880
I T U
La década
Sin embargo, los resultados de la
batalla del gran conflicto –la enferme­
dad, el dolor y la muerte– visitaron
varias veces el hogar de la mensajera de
Dios. Ya en 1860, el cuarto hijo de los
White, John Herbert, había fallecido
con tan solo tres meses de edad.
Continúa el aprendizaje
El año 1864 dejó varios eventos
importantes en el ministerio de Elena
White. En primer lugar, publicó el
cuarto volumen de Dones espirituales,
subtitulado «Hechos importantes de
la fe: Las leyes de la salud, y los Testi­
monios 1-10». Incluía un capítulo de
treinta y dos páginas con una amplia
descripción del mensaje abarcador de
salud revelado el 5 de junio de 1863.
Al mismo tiempo, escribió el folleto
Un llamado a las madres.
Al año siguiente, la visita a la insti­
tución médica de James C. Jackson,
«Nuestro hogar en la colina», en
Dansville (Nueva York) a comienzos de
septiembre de 1864 marcó otro evento
significativo. En su viaje a Boston
(Massachusetts), los White pararon
en esta institución médica y quedaron
impresionados con los tratamientos
naturales que observaron allí. Elena, sin
embargo, no estaba completamente de
acuerdo con el enfoque de Jackson a la
reforma prosalud. Comprendía mejor el
tema gracias a las visiones de salud. Por
ello, siguió escribiendo sobre asuntos
relacionados con la salud, y en 1865
publicó seis folletos titulados La salud:
Cómo vivir. Mediante los tópicos de
salud, nutrición y estilo de vida, hizo un
llamado a la fiel observancia de las leyes
naturales de Dios.
Los continuos viajes, las predi­
caciones, los artículos, la obra de las
publicaciones, las responsabilidades
del liderazgo y otras obligaciones,
además de diversas tareas familiares y
la pobreza, tuvieron sus efectos sobre
su esposo Jaime. El 16 de agosto de
1865 se desplomó por el agotamiento
y quedó afectado por la parálisis. Este
fue el primero de los accidentes cere­
brovasculares que también afectaron
su personalidad. Por ello, Elena, ade­
más de ser profetisa, escritora, oradora,
consejera y madre, tuvo que cuidar de
su esposo enfermo.
En diciembre de 1865, los White
lograron viajar a Rochester (Nueva
York) y quedaron en casa de amigos.
El día de Navidad se reunieron para
orar por la deteriorada salud de Jaime.
En esa instancia, Elena fue llevada en
visión, y allí se le enseñó cómo con­
tribuir a la recuperación de su esposo.
Lo más importante fue la orientación
que recibió para que se estableciera
una institución de salud en la cual se
implementaran y enseñaran los prin­
cipios que ahora conocía. La visión,
que integró la reforma prosalud con la
religión (Apoc. 4:12), se tornó funda­
mental para preparar a la iglesia para
una amplia misión y, en consecuencia,
para la segunda venida de Cristo.7
Seis meses después, durante el Con­
greso de la Asociación General de mayo
de 1866, Elena White aconsejó a los
líderes sobre la necesidad de establecer
una institución de salud. Estos acep­
taron el nuevo desafío de educación y
tratamiento. La decisión llevó al lan­
zamiento pocos meses después de una
nueva publicación, El reformador de la
salud, y el Instituto Occidental de Re­
forma Prosalud, precursor del Sanatorio
de Battle Creek.
Siervos obedientes
Ser instrumento fiel en las manos
de Dios incluye no solo predicar y
enseñar a otros sobre lo bueno, sino
seguir su voluntad revelada en todo
sentido. Por ello, en obediencia a las
directivas de Dios aun durante los
fríos meses invernales y contra lo que
aconsejaban sus amigos, Elena llevó a
Jaime en una gira de predicaciones por
el norte de Míchigan para ayudarlo a
recuperarse. Al final de 1866, el viaje
D E
P R O F E C Í A
se vio coronado por la restauración
parcial de su salud, y su ministerio
se expandió. Durante un tiempo, los
White se dedicaron a la agricultura y a
escribir, pero en 1867, un itinerario de
veinte semanas los llevó a otro viaje,
durante el cual participaron de ciento
cuarenta reuniones. En ese viaje «Ele­
na se dedicó abiertamente a ser ora­
dora»8 y presentó mensajes tanto ante
audiencias grandes como pequeñas.
Por ejemplo, en septiembre de
1867, habló en un encuentro de la
Asociación de Illinois-Wisconsin. Poco
después lo hizo en una reunión similar
en Iowa. El éxito de estos dos encuen­
tros animó a la Asociación General,
que patrocinó el primer encuentro
campestre oficial en Míchigan en
septiembre de 1868, donde Elena habló
ante dos mil personas.9
Cuando Dios llama a alguien para
cumplir una tarea para él, también
equipa a la persona y le da fuerza, valor
y poder. Esto puede verse claramente en
la vida y el ministerio de la mensajera
de Dios, en su tarea de contribuir al
progreso de la misión y el mensaje de la
Iglesia Adventista. n
1 Iowa, Michigan, Minnesota, Nueva York, Ohio y Wisconsin;
Vermont no envió ningún delegado.
2 Elena White, Manuscrito 1, 1863; Elena White, Spiritual Gifts
(Battle Creek, Mích.: Seventh-day Adventist Pub. Assn., 1864),
t. 4a, p. 153; Review and Herald, 8 de octubre de 1867; 2 de abril
de 1914; 30 de abril de 1914.
3 Elena White, Mensajes selectos, t. 3, p. 311.
4 Elena White, Manuscript Releases (Silver Spring, Maryland.:
Ellen G. White Estate, 1990), t. 6, p. 221.
5 Ibíd., t. 5, pp. 105, 106.
6 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 100.
7 Ibíd., pp. 482-493.
8 Arthur L. White, Ellen G. White: The Progressive Years, 18621876 (Washington, D.C.: Review and Herald Pub. Assn., 1986),
t. 2, p. 185.
9 Gary Land, «Camp Meetings», The Ellen G. White Encyclopedia
(Hagerstown, Maryland.: Review and Herald Pub. Assn., 2013),
pp. 676, 677.
Anna Galeniece es
directora del Centro
White en la Universidad
Adventista de África
en Nairobi (Kenia).
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
23
S ervicio
A D V E N T I S T A
DOCTOR Y PACIENTE: Un año después,
Inés posa con el Dr. Nelson. La jovencita
anticipa una vida larga y productiva.
Joel Reyes
Amor
en
acción
Una niñita recibe una
segunda oportunidad
Puedo confiar en el Señor,
él me va a ayudar.
Puedo confiar en el Señor,
no me va a fallar.
L
a dulce melodía flota en el viento,
llevando con ella un mensaje de
esperanza. Es un cántico especial
que los niños disfrutan. Todos vienen
de lugares diferentes y por diversas
razones, que nunca son lindas. Son
huérfanos y abandonados, niños que
han perdido el derecho humano más
básico: una familia.
A pesar de ello, entre las montañas
desérticas de Baja California (México)
han hallado un oasis, un hogar real. Allí,
Inés* encontró una nueva vida. Al igual
que los demás residentes del Hogar de
Niños «El Oasis», de la organización
International Children’s Care (ICC por
su sigla en inglés), Inés ha experimenta­
do dolor y angustia indescriptibles. Pre­
senció la desintegración de su familia, y
vio cómo sus hermanos fueron llevados
lejos para siempre.
Hacia una nueva vida
Pocos años después de llegar a «El
Oasis», los que trabajaban allí notaron
una pequeña curvatura en la columna
de Inés. Siempre había sido una niña
feliz y activa, y la enfermedad no parecía
24
Adventist World | Marzo 2015
afectarla. Sin embargo, fue llevada a un
médico, que le diagnosticó escoliosis.
La malformación progresó con
rapidez. El médico concluyó que a
menos que fuera operada, la niña tarde
o temprano quedaría discapacitada.
El administrador del hogar de niños
y el médico comenzaron a buscar
profesionales que quisieran llevar a
cabo la cirugía.
Por la misma época, un grupo
de patrocinadores de ICC del sur de
California visitaron el lugar. Entre ellos
se encontraban Malcolm Smith y su
esposa Joyce. Cuando se enteraron de
la situación de Inés, se preocuparon. Al
regresar a California, contaron a amigos
y conocidos la historia de la niña de
México que necesitaba ayuda.
También se pusieron en contacto
con el Centro Médico de la Universidad
de Loma Linda. Después de analizar la
situación, la Comisión de Beneficios
Internacionales del Centro Médico
aprobó la solicitud de llevar a cabo la
intervención que Inés necesitaba.
Sin embargo, aún había obstáculos
que superar: Inés necesitaba un
pasaporte y visa para ingresar
a Estados Unidos. Como menor
dependiente, necesitaba además un
permiso especial de las autoridades
mexicanas para viajar al extranjero.
En octubre de 2012, Inés logró final­
mente llegar a Loma Linda. El equipo
quirúrgico, dirigido por el doctor Scott
Nelson, uno de los mejores cirujanos
ortopédicos del centro, se reunió para
evaluar el caso y preparar un plan. Las
palabras amables y modales suaves de
Nelson impresionaron a la niña que
aún recuerda su sonrisa cada vez que
ingresaba a su habitación.
«Me sostuvo la mano –dice en voz
suave– y oró por mí. Después de orar,
sentí que todo iba a salir bien, porque
Jesús estaría allí para ayudarlo».
Debido a lo avanzado del caso,
Nelson planificó la cirugía en dos seg­
mentos. En total, las cirugías duraron
más de doce horas. Al terminar, el
equipo de Nelson quedó exhausto, pero
satisfecho de saber que había transfor­
mado la vida de una niñita.
«Si pensamos en la gravedad de su
situación –dijo más tarde Nelson–, es
una bendición tremenda para mí como
cirujano, y para todo el equipo, verla
salir caminando del hospital erguida
y feliz».
Si hubieran visto a Inés antes de la
cirugía, se darían cuenta de la marcada
diferencia con el presente. Inés es extro­
vertida y, si le preguntaran, les contaría
de su nuevo amigo en Loma Linda; de
ese médico amable que le sostuvo la
mano y oró por ella. Les mostraría tam­
bién una línea en la pared que marca su
altura antes de la cirugía. Y entonces se
pararía al lado, erguida, para que vean
cuánto más alta es ahora.
«Nueve centímetros más», dice con
una sonrisa. n
*No es su nombre real.
Joel Reyes era director
de relaciones públicas de
International Children’s Care
cuando escribió este artículo.
f o t o g r a f í a s :
Sc o t t
N e l s o n
F e
y
ciencia
L. James Gibson
cambian
L
a descripción bíblica de la condición original del mundo
nos habla de armonía pacífica, carente de sufrimiento o
violencia. Dios proveyó las plantas como alimento para
todas las criaturas terrestres. El mundo actual dista mucho de
ser así. Se han producido cambios dramáticos, de manera tal
que la depredación, el sufrimiento y otras formas de violencia
son tan comunes que a menudo las consideramos el estado
normal de la naturaleza. ¿Cómo explicamos las diferencias
entre la creación original y el mundo actual?
Según Génesis 6, la naturaleza había cambiado mucho para
el tiempo de Noé. Dios le dio a Noé tres razones por las que trae­
ría un diluvio para destruir el mundo (Gén. 6:1-13). En primer
lugar, los humanos se habían tornado demasiado malvados,
según se describe en la frase «todo designio de los pensamientos
de su corazón solo era de continuo el mal» (vers. 5). Asimismo,
la tierra estaba «llena de violencia» (vers. 11), y «toda carne
había corrompido su camino sobre la tierra» (vers. 12).
Dios halló necesario destruir los efectos de siglos de maldad,
violencia y corrupción. De esta historia podemos hacer
algunas inferencias sobre los cambios en las especies.
Cambios en la creación
La primera inferencia es que los fósiles hallados en las
rocas no reflejan el estado original de la creación. Aunque
la Biblia no efectúa declaraciones explícitas sobre los fósiles,
parece razonable interpretarlos como resultado en su mayor
parte de la catástrofe mundial destructiva que describe el
Génesis. Para cuando llegó el diluvio y destruyó el mundo, la
corrupción de toda carne ya se había producido. No podemos
asumir que los depredadores de aspecto feroz que aparecen
en los fósiles son los que podríamos haber visto al fin de la
semana de la creación.
Una segunda inferencia es que la conducta humana y
animal han cambiado para peor. En el Edén recién creado
no existía la violencia o el sufrimiento. En el presente, esos
males son tan comunes que se nos hace difícil siquiera imagi­
nar un ambiente sin ellos. Varios tipos de animales, como los
gatos, las arañas y los cocodrilos, se alimentan exclusivamente
de otros animales. El estado presente de la naturaleza es todo
lo que conocemos, y puede resultar difícil imaginar un sistema
ecológico sin depredación, enfermedad, sufrimiento o muerte.
También podemos inferir que los animales y las plantas
han cambiado significativamente de forma. Muchos animales
tienen estructuras que no necesitarían en un mundo sin
depredación u otras formas de violencia. Ciertas clases de
serpientes poseen complejas estructuras para inyectar veneno
a otras criaturas. La composición química del veneno varía
según la serpiente para corresponderse con las vulnerabili­
dades de los diversos tipos de presas. Los cocodrilos poseen
características que parecen ser inadecuadas para una dieta
vegetariana, tales como el impresionante despliegue de filosos
dientes, y las poderosas mandíbulas con las que dominan a
sus víctimas. Se podrían dar muchos otros ejemplos de
criaturas con estructuras específicas que mejoran su capaci­
dad de matar y comer a otros animales.
Los cambios de forma reflejan cambios en la información
genética. La Biblia no revela exactamente cómo se produce
esto, pero sí revela la existencia de un enemigo del Creador, un
agente maligno que posee la capacidad de actuar en la natura­
leza (por ej., Job 1; 2; Luc. 13:16). Los estudios científicos están
descubriendo algunos medios por los cuales pueden cambiar
las especies, pero aún quedan muchas preguntas sin responder.
Quizá estudios futuros nos ayudarán a entender los dramáti­
cos cambios de la naturaleza, y la manera en que el Creador ha
dotado a los organismos vivos de la capacidad de sobrevivir en
un mundo que ya no refleja con exactitud su voluntad.
A pesar de todos estos cambios, la naturaleza aún testifica
de la existencia de un Diseñador Maestro, cuya habilidad y
pericia creadoras no tienen igual. n
El doctor L. James Gibson es director del
Instituto de Investigaciones en Geociencia de la
Asociación General de la Iglesia Adventista.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
25
R espuestas
¿Cómo interpretar
la declaración de que
al morir, la persona
va a «reunirse con sus
antepasados»
(Gén. 25:8, NVI)?
a
pre g untas
Ausentes
pero no
La frase «reunirse [’asap,
«reunir, recoger, llevar,»
etc.] con sus antepasados»
no es común en la Biblia;
se encuentra mayormente en
el Pentateuco. Su pregunta, asumo,
busca averiguar si la frase apoya o no la enseñanza
de la supervivencia del espíritu, o alma, después de
la muerte. Analizaré esa postura, examinaré el uso de la frase,
y hablaré de su significado.
1. ¿Vida después de la muerte? Los que aceptan el
concepto griego de un alma inmortal sostienen que esta frase
muestra que el Antiguo Testamento apoya ese concepto. Se
afirma que los «antepasados» formaban una comunidad en el
más allá, y que los que morían pasaban a formar parte de esa
comunidad. Se sostiene que la frase «reunirse con sus antepa­
sados» no significa que la persona era sepultada en la tumba
de sus antepasados, porque Abrahán no fue sepultado con sus
antepasados (Gén. 25:8, 9). Tampoco implica morir, porque
en algunos pasajes parece distinguirse del acto de morir. Para
esas personas, la única interpretación lógica es que después
de la muerte nuestros espíritus se unen a la comunidad de los
que ya han fallecido.
2. Análisis de los textos: Un estudio del uso de la frase
nos muestra varias cosas. En primer lugar, en algunos pasajes
es parte de una referencia enfática a la muerte. Por ejemplo,
Abrahán «murió en buena vejez […] y fue a reunirse con
sus antepasados. Sus hijos […] lo sepultaron» (Gén. 25:8, 9;
también Gén. 25:17; 35:29; 49:33; Deut. 32:50). Esto enfatiza
la finalidad de la muerte, aun para los hijos de Dios. El hecho
de que se mencionan juntas la muerte y la sepultura con
la frase «reunirse con» indica que no siempre es sinónimo
exacto de la muerte o la sepultura.
En segundo lugar, en algunos casos, la frase parece ser un
sinónimo de «morir». Dios dijo de Aarón: «Allí se reunirá
con sus antepasados» (Núm. 20:26). El mismo uso se da en
los casos de Moisés (Núm. 27:13; 31:2) y de la generación
que conquistó la tierra (Jue. 2:10).
En tercer lugar, la frase es casi un sinónimo de «ser
sepultado/sepulcro». El Señor dijo al rey Josías: «Te reuniré»
[lit. «yo soy el que te reúne»] con tus antepasados, y serás
26
bíblicas
Adventist World | Marzo 2015
olvidados
sepultado en paz [lit. «serás reunido con tu sepulcro en
paz»]» (2 Crón. 34:28; 2 Rey. 22:20). La segunda parte del
versículo aclara la primera: ser reunido con los antepasados
significa ser sepultado en el sepulcro de los padres.
En cuarto lugar, en ocasiones, en lugar de usar toda la frase
solo hallamos el verbo «reunirse» con el sentido de «morir»
(Núm. 27:13; Ose. 4:3; Isa. 57:1).
3. Importancia de la frase: En relación con el mensaje
de la frase, debemos destacar: En primer lugar, no existe una
conexión contextual entre la frase y la supervivencia después
de que una persona muere. En segundo lugar, es la persona
muerta (el cadáver) y no uno de sus componentes (por ej.,
el alma, el espíritu) que es reunido con sus antepasados.
En tercer lugar, la frase básicamente significa morir, pero
enfatiza un aspecto particular de la muerte. La frase «exhaló
[…] el espíritu» (RV95) establece la llegada de la muerte, y
«fue sepultado» lo entiende como separación. «Reunirse
con los antepasados» significa que la muerte es irremediable.
Al igual que nuestros antepasados, nosotros también
moriremos y nos uniremos a ellos en el sepulcro; nuestro
peregrinaje llega a su fin, y descansamos, al igual que los que
nos han precedido.
A pesar de ello, para los que sirven al Señor, ese no es el
fin. En cuarto lugar, el verbo siempre está en pasivo: el indivi­
duo es reunido; no se une con sus antepasados por sí mismo.
La muerte es algo que nos acontece. Pero el pasivo podría
sugerir que Dios es el agente implícito (2 Rey. 22:20). En
ese caso, la frase indicaría que los siervos de Dios no son
olvidados cuando mueren. Aunque estén muertos, Dios
aún los considera parte de su pueblo. Esto no se refiere a
la condición de los individuos después de la muerte, sino a
la manera en que Dios los ve. La frase parece incluir la
esperanza de la resurrección. n
Antes de jubilarse, Ángel Manuel Rodríguez
trabajó como pastor, profesor y teólogo.
E studio
El
bíblico
Mark A. Finley
don que Jesús
nos prometió
L
a promesa del Espíritu Santo es una de las más preciosas
de Jesús. Es el don de su presencia para alentar, fortalecer,
revitalizar y capacitar a cada creyente. Para muchos
cristianos, este precioso don suele ser malentendido y
sumamente misterioso. En el estudio bíblico de este mes y los
siguientes, analizaremos la naturaleza, función y ministerio
del Espíritu Santo. Al estudiar estos pasajes, lo invito a
reflexionar en lo que significan para su vida.
1
¿Qué dijo Jesús a sus discípulos respecto de su
partida? Lea Juan 16:7 y medite en la significación de
esa declaración.
Los discípulos de Jesús habrán quedado perplejos cuando él
les dijo que pronto los dejaría. Más asombrados aún queda­
ron cuando agregó que era mejor que así fuera. ¿Qué cree que
quiso decir al expresar algo semejante? He aquí una posibili­
dad: Los discípulos pronto serían esparcidos. Serían testigos
de su amor en aldeas, ciudades y países de toda la región del
Mediterráneo. Mientras estaba allí, solo podía estar presente
en un lugar. Pero mediante la presencia del Espíritu Santo,
podría acompañarlos no importa dónde estuvieran.
2 ¿Es el Espíritu Santo una influencia de Dios,
o uno de los miembros de la Deidad? Compare los
siguientes pasajes: Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14;
Efesios 2:18.
Note la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo:
Cada uno es descrito como miembro de la Deidad, coeterno y
coexistente.
3 ¿Cómo describe la Biblia las funciones del Espíritu
Santo como personalidad divina? Lea Génesis 6:3;
Juan 16:8, 12-14; Efesios 4:30; 1 Tesalonicenses 5:19.
Enumere los términos que describen la personalidad
del Espíritu Santo.
Según las Escrituras, el Espíritu Santo lucha, convence, instru­
ye, guía y dirige. Puede ser entristecido y extinguido. Ninguna
de estas características sería posible si fuera una mera influen­
cia. Elena White lo expresó claramente cuando dijo: «El mal
se había estado acumulando durante siglos, y solo podía ser
restringido y resistido por el grandioso poder del Espíritu
Santo, la tercera persona de la Divinidad, que vendría no con
energía modificada, sino con la plenitud del poder divino».*
4 ¿Qué términos usó Jesús para describir al
Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad?
Compare Juan 14:16, 17 con Juan 16:7.
Jesús se refirió al Espíritu Santo como nuestro Ayudador o
Consolador. Son términos que provienen de la palabra griega
paraklete, que significa «el que anda al lado». El Espíritu Santo
es la presencia personal de Cristo, que camina junto a cada
creyente para suplir sus necesidades más profundas. Es un
término legal que significa mucho más que un abogado o de­
fensor. En el sistema legal de la antigua Roma, el paraklete era
un individuo asignado para satisfacer las necesidades físicas,
mentales, emocionales y legales del que enfrentaba un juicio.
El paraklete debía ser el defensor de los individuos, represen­
tarlos, estar a su lado, asegurarse de que no les faltara nada.
5 Lea Juan 16:18. Al hablar con sus discípulos del
ministerio del Espíritu Santo, ¿qué dijo Jesús para
alentar a sus creyentes con la idea de que, aunque él
se fuera, seguiría presente a su lado?
6 ¿Cuál es otra función del Espíritu Santo revelada
por Cristo, y qué don específico nos trae? Lea Juan
14:25-27; 16:12, 13.
Uno de los ministerios del Espíritu Santo es enseñar a los
creyentes las verdades de la eternidad. Lo hace al impresionar
las verdades divinas en la mente cuando estudiamos la
Palabra de Dios. El Espíritu Santo también nos da paz en un
mundo atribulado, y nos brinda calma al corazón porque
nos lleva a sentir que Dios está en control de este mundo y
nuestra vida.
7 ¿Cómo podemos ser llenos del Espíritu Santo
y recibir la tercera persona de la Deidad todos los
días? Lea Juan 14:13-16; Lucas 11:13.
Nuestro Padre celestial anhela darnos el don de su Espíritu.
Desea que fluya en nuestra vida la influencia regeneradora y
revitalizante del Espíritu Santo. Al abrirle nuestro corazón
a Cristo y desear agradarlo en todo, solicitando por fe el don
de su Espíritu, nuestra vida se verá llena de su abundancia,
paz y poder.
No tenemos más que pedírselo. n
* Elena White, Testimonios para los ministros, p. 392.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
27
INTER C AM B IO DE IDEAS
r o n
g r ay b i l l
que no necesitamos el apoyo de los
laicos. En efecto, siempre aprecio la
inmensa contribución que estos hacen a
la Iglesia Adventista.
Francis Tuffour
Dallas, Texas, Estados Unidos
Preocupación por la «severa
pérdida» de miembros
Cartas
Fotografía inédita de Elena White
Escribo en respuesta al artículo de A.
McChesney sobre la fotografía inédita de
Elena White (Diciembre 2014). Es una
hermosa fotografía, porque 109 años no
han disminuido la calidez de la imagen.
Por la gracia de Dios, aguardo encontrar­
me con ella cuando llegue el «gran día».
Janet Williams
por vía electrónica
Supongo que esta fotografía de Elena
White no fue tomada en verano, a juzgar
por las ropas. El prolijo cartapacio que
lleva en la mano me dice que era suma­
mente organizada, y una oradora bien
preparada. En la misma revista, hay una
noticia titulada «Se insta a los líderes
para que contraten pastores, no adminis­
tradores». En cierto sentido, lo que dice
R. Lemon está bien: aumentar el número
de pastores ayuda, pero eso no significa
Pedidos y
Escribo en respuesta a la noticia «Preocu­
pa la “grave pérdida” de miembros»
(Diciembre 2014). Este informe prueba
que el fin está cercano, y que debemos
estar listos para la venida del Señor.
Me siento realmente bendecida de
ser parte de este gran movimiento. Mi
oración es que yo pueda ayudar y no
ser en cambio una piedra de tropiezo.
La mies es mucha; solo necesitamos ir
hacia otros y permitir que Dios nos use.
Nuestro mayor problema es la reten­
ción; como iglesia necesitamos trabajar
en esto.
Mishlyn Stephen
por vía electrónica
El privilegio de una Biblia abierta
Supongo que en la vida de cada niño
y aun en la de algunos adultos existe
algún tipo de héroe. Hasta ahora yo
jamás lo había tenido. Tengo 69 años y
soy veterano de Vietnam, y el héroe del
que hablo tiene 19 años. Su nombre es
William Hunter.
Jamás imaginé cuán privilegiados
somos aquí en Norteamérica de poder
leer la Biblia hasta que leí la historia del
joven William Hunter («El privilegio
de una Biblia abierta», Noviembre
2014). He leído esa historia una decena
de veces desde que recibí mi ejemplar
de Adventist World. Quedé tan
impresionado por la vida de ese joven
y su amor por la Santa Palabra de Dios,
que me ha inspirado a cavar aún más
profundo en las Escrituras. Me siento
bendecido de haber aprendido de ese
maravilloso joven. Su valor y naturaleza
humilde deberían ser una lección para
todos nosotros.
Phillip Webber, Sr.
Lisbon, Maine, Estados Unidos
Sí a las nueces
Gracias por el sutil mensaje de salud
que encierra la mención de la
sección «Intercambio de ideas»
de Adventist World
Aumentar el número de pastores
ayuda, pero eso no significa que
no necesitamos el apoyo de los laicos
.
–Francis Tuffour, Dallas, Texas, Estados Unidos
agradecimientos
Oren por favor por mi nuevo empren­
dimiento. He logrado reunir una can­
tidad de dinero razonable, y siento que
puedo buscar la manera de comenzar
un pequeño negocio.
Francis, Zambia
Oren para que Dios me guíe en la visión
que tengo de establecer un ministerio
de multimedios para la comunidad de
la paz y la justicia social.
Víctor, Estados Unidos
Les pido que oren por el éxito de
nuestro viaje misionero para ayudar a
28
Adventist World | Marzo 2015
las víctimas del Tifón Haiyan (Yolanda).
Oren también por las víctimas del Tifón
Hagupit (Ruby).
Rodel, Filipinas
Por favor, oren para que la gente se con­
vierta como resultado de las reuniones de
evangelización de nuestra iglesia local.
Adrien, Burundi
(Octubre 2014). ¡Me encantaría ver más
menciones como esa!
Carol Lee
por vía electrónica
Estudio bíblico
Cada mes aguardo con ansias la sección
«Estudio bíblico», de Mark Finley. Son
muy útiles no solo para uso personal,
sino también para los estudiantes de la
Biblia. Los uso después de completar
una serie de estudios durante o después
del bautismo, cuando temas como las
elecciones personales, la esperanza, la
paz y la seguridad, ayudan a los miem­
bros nuevos a enfrentar los desafíos dia­
rios. No son teorías aisladas, sino que se
aplican a la vida real. Las colecciono y
utilizo. Por favor, síganlas publicando.
Viv Braddy-Reid
Birmingham, Inglaterra
Gracias
¡Gracias por la revista y este ministerio!
Les pido que oren por mí, y yo oraré
por ustedes.
Promise Siphuma
Bulawayo, Zimbabue
Sin pelar
La cáscara o piel suele ser
la parte más nutritiva de
las frutas y verduras.
Para obtener el máximo
beneficio, coma las
siguientes frutas y
verduras sin pelar:
papa
manzana kiwi
mango
berenjena pepino
zanahoria
Fuente: Men’s Health
Revividos por la Palabra
Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@
adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una
extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del
artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre,
el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde
nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio
y claridad. No todas las cartas serán publicadas.
Un viaje de descubrimientos a lo largo de la Biblia
Dios nos habla por su Palabra. Únase a los creyentes de
más de 180 países que están leyendo un capítulo de la
Biblia por día. Si desea descargar la Guía de Lectura,
visite RevivedbyHisWord.org, o apúntese para recibir
el capítulo diario de la Biblia por vía electrónica.
Si desea participar de esta iniciativa, comience aquí:
1º de abril de 2015 • 2 Corintios 2
Oren por mi esposa y por mí, y por
nuestra vida espiritual. ¡Tengo que ser
más constante!
Franklin, Kenia
Me gustaría que oren por mi salud y
orientación espiritual. ¡Muchas gracias!
Chamel, por vía electrónica
Después de varios años de búsqueda,
conseguí un trabajo con el sábado libre.
La tarea representa un gran desafío,
por lo que pido que oren para que la
aprenda rápido y pueda satisfacer las
exigencias.
Rob, Estados Unidos
Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y
agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@
adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta
palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de
espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor
su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax
a: 1-301-680-6638; o por correo a Adventist World, 12501 Old
Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.
Vol. 11 No. 3 | Adventist World
29
INTER C AM B IO DE IDEAS
a r c h i v o s d e l a
a s o c i a c i ó n g e n e r a l
hace
92
años
La primera iglesia adventista de Irak fue organi­
zada en Mosul, el 17 de marzo de 1923.
Las creencias adventistas fueron introducidas
en el país por Bashir Hasso, que era de Mosul.
Hasso había sido bautizado en Beirut (Líbano)
W.K. Ising y Bashir Hasso
en 1911, mientras estudiaba en la Universidad
Americana. Después de leer el libro de Urías
Smith titulado Daniel y Apocalipsis, recibió instrucción adicional de parte de
W. K. Ising, un misionero adventista que trabajaba en Beirut.
Aunque Hasso perdió todo contacto con la iglesia durante la Primera Guerra
Mundial, cuando Ising visitó Irak (entonces llamada Mesopotamia) en 1923
había ya siete personas listas para el bautismo. La nueva Misión Mesopotámica
se convirtió en parte de la División Europea.
5
datos. . .
Interesantes sobre los
80 centímetros hasta
los hombros
Peso promedio:
Casi ochocientos millones de
personas no tienen acceso al
agua potable, lo que supera
a las poblaciones de Canadá,
Estados Unidos y Europa
Occidental combinadas.
Fuente: The Rotarian
más
y
Circunferencia
promedio:
1,5 metros
mejor
La gente más saludable del mundo tiene
estas cosas en común:
Son felices: La gente feliz suele tener
menor presión arterial.
Ingieren nueces: Los que comen nueces
tienen riesgos significativamente menores
de sufrir afecciones cardíacas, diabetes,
cáncer, etc.
No fuman: Sea inteligente, mejor ni
empiece.
Buscan estar de pie: Los que están
sentados más de seis horas al día tienen un
cuarenta por ciento más de probabilidades
de morir por cualquier causa que los
que se sientan por menos de tres horas.
Están en movimiento: El ejercicio
incrementa la aptitud física, la energía
y las endorfinas (los químicos del
bienestar del cerebro).
achos, 113 kilogramos
m
hembras, 100 kilogramos
Supervivencia promedio en
cautividad:
M i l lo n e s
viva
pandas
Altura promedio:
800
20 a 30 años
Dieta típica:
bambú (99 por ciento)
Fuente: Defenders.org
Fuente: Women’s Health
f o t o g r a f í a :
s t e l l a
b o g d a n i c
M a r c e l o
M o k r e j s
«He aquí, vengo pronto . . .»
5O
PALABRAS O MENOS
Mi
himno favorito
n Mi
himno favorito es «Cristo está buscando
obreros». Me recuerda de nuestro privilegio
como obreros en la viña del Señor.
–Dancan, Nairobi, Kenia
n Mi
cántico favorito es «Alaba al Señor, alma
mía». Tiene armonías maravillosas, y puede
cantarse en canon.
–S. T. A., Leisnig, Alemania
n Mi
himno favorito es «A Dios sea gloria».
Habla de Dios, Creador del universo, y de
cómo nos llena de confianza y de sus
constantes bendiciones. Culmina exaltando
la bondad de Dios, que entregó a su Hijo,
quien conquistó el pecado y la muerte y nos
brindó acceso a la ciudad celestial. ¡Aleluya!
–Jorge de Brito, Brasil
n «¡Oh, qué
amigo nos es Cristo!» me habla de
cuán fiel y tierno es Jesús. Es nuestro
mejor amigo.
–Patrick, Abiyán, Costa de Marfil
Para la próxima, díganos en 50 palabras o menos cuál es
su promesa bíblica favorita. Envíe su contribución a
[email protected], y en el título coloque
«50 palabras o menos».
Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los
adventistas de todo el mundo en creencias, misión,
vida y esperanza.
Editor
ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de
la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por
la Asociación General y la División de Asia-Pacífico
Norte de la Iglesia Adventista.
Editor ejecutivo
Bill Knott
Editor asociado
Claude Richli
Gerente editor internacional
Pyung Duk Chun
Junta editora
Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice-­
presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy;
Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana;
G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S.
Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.
Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD
Jairyong Lee, chair; Akeri Suzuki, Kenneth Osborn,
Guimo Sung, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han
Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU.
Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados),
Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi,
Kimberly Luste Maran, Andrew McChesney
Editores de Seúl, Corea
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Editor en línea
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Directora de operaciones
Merle Poirier
Editores invitados
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Consultor
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Gerente financiera
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Asistente administrativa
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Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki,
Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson
Dirección y diseño gráfico
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Consultores
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A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos
no solicitados. Dirija toda correspondencia a
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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias
bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.
ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa
simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia,
Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.
Vol. 11, No. 3
Vol.
March
11 No.
20153 | Adventist World
31