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Fundamentos firmes
Lección 25 – Las profecías y el nacimiento de Juan y Jesús
El último profeta que anunció la Palabra de Dios fue un hombre llamado Malaquías. El libro de
Malaquías es el último del Antiguo Testamento.
Malaquías les recordó a los judíos la promesa del Salvador prometido por Dios. También les dijo
que antes que viniera el Salvador, el Señor enviaría a otro profeta cuya tarea sería enseñar y
preparar a la gente para recibir al Salvador. (Malaquías 3:1, Malaquías 4:5)
Después de Malaquías pasaron cuatrocientos años durante los cuales Dios no habló por medio de
ningún profeta. Estos años son conocidos como “los años de silencio”. Sin embargo, en silencio e
inadvertido por la mayoría de los hombres, Dios continuó haciendo grandes preparativos para el
cumplimiento de Su promesa de un Salvador para el mundo entero1.
Cuando Dios tenía todo preparado para hacer lo que había prometido allá en el huerto (Génesis
3:15), le habló al profeta Zacarías, sacerdote del templo de Jerusalén.
1
Hizo del griego el idioma común de muchas partes del mundo, unió ciudades lejanas con rutas romanas y dispersó a Su
pueblo por muchos países distintos donde construyeron sinagogas y enseñaron Su Palabra.
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En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías.
Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios;
obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril;
y los dos eran de edad avanzada. Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba
como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el
santuario del Señor para quemar incienso. Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida
afuera estaba orando. En esto un ángel del Señor se le apareció a Zacarías a la derecha del altar del
incienso. Al verlo, Zacarías se asustó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: No tengas miedo,
Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre
Juan. Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento.
Lucas 1:5-14
Zacarías y su esposa Elisabet eran judíos que confiaban en Dios, creían en Su Palabra y ofrecían
sacrificios en el templo, tal como Dios lo había ordenado. Puesto que ellos confiaban en el Señor y
se acercaban de corazón y de la manera que El lo había establecido, el Señor los aceptaba.
Zacarías y Elisabet eran ancianos, pero nunca tuvieron hijos. Mientras Zacarías estaba oficiando
como sacerdote en el templo, un ángel de Dios le prometió que tendrían un hijo, al que debían
llamarlo Juan.
La tarea de Juan
Porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu
Santo aun desde su nacimiento. Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. Él irá primero,
delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a
los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para
recibir al Señor.
Lucas 1:15-17
El Señor sabía todo sobre el hijo de Zacarías antes que Elisabet quedara embarazada. Dios sabe
todas las cosas antes que ocurran y conoce todo acerca de nosotros. (Salmos 139:13-16)
Es importante notar que el ángel llamó al Salvador venidero “el Señor”. Es decir, ¡el Salvador iba a
ser Dios mismo!
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A través del profeta Malaquías, cuatrocientos años antes, Dios había profetizado sobre Juan, el hijo
de Zacarías.
El Señor Todopoderoso responde: “Yo estoy por enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante
de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en
quien ustedes se complacen.”
Malaquías 3:1
Ahora se estaban cumpliendo las palabras de Malaquías. Todo lo que Dios anunció a través de
Sus profetas, lo cumplió. El hijo de Zacarías sería el profeta que prepararía a las personas para
recibir al Salvador venidero.
Poco después, su esposa Elisabet quedó encinta y se mantuvo recluida por cinco meses. “Esto -decía ellaes obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los
demás."
Lucas 1:24-25
Elisabet sabía que Dios hizo posible que ella concibiera en su vejez. Estaba agradecida, pues en
aquellos días el pueblo judío despreciaba a las parejas que no podían tener hijos.
Dios prometió un hijo a María
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen
comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se
llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: -¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El
Señor está contigo. Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este
saludo. -No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor -le dijo el ángel-. Quedarás encinta y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del
Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David.
Lucas 1:26-32
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El Señor también envió a un ángel para decirle a una virgen, llamada María, que Dios la había
escogido para ser la madre del Salvador. María era una muchacha común que, aunque era
pecadora, confiaba que Dios enviaría al Salvador.2
Dios eligió a María para ser la madre del Salvador, porque Dios es Soberano. (Salmos 115:3,
Salmos 135:5-6, Isaías 45:21-22)
El hijo de María iba a ser el Salvador prometido. Se llamaría Jesús, que significa Salvador o
Libertador. Dios ama a todo el mundo y quiere que los pecadores sean rescatados del castigo
eterno. (Juan 3:16)
Jesús iba a ser el hijo de María, pero también sería el Hijo del Altísimo, el Hijo de Dios, la segunda
persona de la Trinidad. Seiscientos años antes, Dios lo había anunciado a Su profeta Isaías.
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se
le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su
soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para
establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo
del Señor Todopoderoso.
Isaías 9:6-7
El Salvador tenía que ser un ser hombre, pero sin pecado. Para esto, Dios mismo tenía que nacer
como un ser humano. Dios Hijo descendería del Cielo para nacer en la tierra como el hijo de María.
De este modo, Jesús sería Dios y hombre a la vez.
Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su
reinado no tendrá fin. -¿Cómo podrá suceder esto -le preguntó María al ángel-, puesto que soy virgen? -El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que
va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.
Lucas 1:32b-35
2
Hay personas que enseñan que María no tenía pecado. Sin embargo, María misma llama a Dios el Salvador (Lucas 1:47),
indicando que ella también necesitaba que el Señor la salvara de sus pecados. Además la Biblia enseña que “todos
pecado” (Romanos 3:23)
Lección 25 – Las profecías y el nacimiento de Juan y Jesús
han
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El Salvador sería descendiente de David y reinaría sobre Israel para siempre. Esto de lo había
prometido al rey David. Dios cumple Sus promesas.
María no podía entender cómo podía tener un hijo sin un padre humano. El ángel le dijo que el
Espíritu Santo haría ese milagro. El Padre de Jesús era Dios, perfecto y santo. Como Hijo de Dios,
Jesús sería perfecto, pues no heredaría la pecaminosidad de Adán.
También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está
en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible. -Aquí tienes a la sierva del Señor contestó María-. Que él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó.
Lucas 1:36-38
Era imposible que una virgen tuviera un hijo. Así mismo, era imposible que Elisabet, la madre de
Juan, tuviera un hijo en su vejez. Sin embargo, ¡para Dios no hay nada imposible! Dios creó al
primer hombre del polvo de la tierra y le da vida a cada persona. Para el Señor no era difícil darle
ese hijo a María, sin un padre humano. Tampoco fue difícil para Dios darle un hijo a Elisabet en su
vejez.
María entendió y aceptó que era la voluntad del Señor que ella fuera la madre del Salvador.
El nacimiento de Juan
Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo.
Lucas 1:57
Dios hizo lo que había prometido, Zacarías y Elisabet tuvieron un hijo y lo bautizaron Juan, como el
ángel les había ordenado.
Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso salvador en la casa de David su siervo
(como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas), para librarnos de nuestros enemigos y
del poder de todos los que nos aborrecen; para mostrar misericordia a nuestros padres al acordarse de su
santo pacto. Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor, al
rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su
presencia todos nuestros días. Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del
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Señor para prepararle el camino. Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus
pecados, gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol
naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos
por la senda de la paz.”
Lucas 1:67-79
Zacarías sabía que el Salvador prometido iba a venir muy pronto a rescatar a la humanidad de
Satanás, del pecado y de la muerte. ¡El Espíritu Santo utilizó el conocimiento que Zacarías tenía
del Antiguo Testamento para anunciar esto!
Zacarías sabía y confiaba en la promesa que Dios le había hecho a Abraham, por eso dice: “Así lo
juró a Abraham nuestro padre.”, haciendo referencia al pasaje de Génesis 12:3. Habían pasado
miles de años y Dios estaba cumpliendo Su promesa.
Zacarías dice acerca de su hijo Juan: “Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás
delante del Señor para prepararle el camino.” El Espíritu Santo estaba guiando las palabras de
Zacarías. Cuatrocientos años antes – a través de Malaquías – en Señor había dicho que Juan iba a
preparar el camino para el Salvador, anunciando a Israel que el Salvador estaría pronto con ellos.
El Salvador, a quien Juan le prepararía el camino, sería Dios mismo. ¿Quién rescató a Noé y su
familia del diluvio?, ¿quién rescató a Lot de la destrucción de Sodoma y Gomorra?, ¿quién rescató
a José de la cárcel en Egipto?, ¿quién rescató a los israelitas de la esclavitud en Egipto?, ¿quién
salvó a los israelitas del ejército de Faraón en el Mar Rojo?, ¿quién rescató a los israelitas de la
muerte al proveerles agua y comida en el desierto? El Señor mismo es el único gran Salvador y
Libertador. (Isaías 45:22, Hechos 4:12)
Yo, yo soy el Señor, fuera de mí no hay ningún otro salvador.
Isaías 43:21
En la actualidad, a las personas les gusta pensar que son fuertes e importantes. Les gusta jactarse
de sus capacidades y de sus bienes. Sin embargo, no importa las habilidades ni las riquezas que
se tengan ¡Nadie puede salvarse a sí mismo del castigo por sus pecados! El Señor es el único que
puede hacerlo, es el único Salvador de los hombres. (Jeremías 9:23-24)
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En su profecía, Zacarías dijo: “Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus
pecados, gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol
naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos
por la senda de la paz.”
El Salvador mostraría a Su la salvación mediante el perdón de sus pecados. Vendría como el sol
naciente. Producto de nuestro pecado, todos nosotros andamos en la más terrible oscuridad
espiritual. Cuando estamos en tinieblas, es imposible descubrir el camino correcto. Por eso,
Zacarías dice que el Salvador sería como “el sol naciente”, la luz de los que viven en tinieblas. Sería
como el sol que sale después de una noche oscura y alumbra por todas partes.
Dios prometió un solo Salvador que nos acercaría a El. Un solo Salvador que traería la luz al
mundo entero como el sol naciente. (Isaías 43:10-11, Isaías 44:6, Isaías 45:5-6, Isaías 45:21-22,
Juan 3:16, Hechos 4:12, Romanos 3:22-23, Romanos 3:29-30, 1 Timoteo 2:5, Apocalipsis 5:9)
El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó
públicamente al pueblo de Israel.
Lucas 1:80
Juan iba a ser el último profeta que le anunciaría a Israel la venida de Jesucristo. Juan creía en
Dios, reconocía que era pecador y se acercaba a Dios con sacrificios de animales y de sangre.
Confiaba que el Salvador venidero, Dios mismo, iba a salvarlo del castigo eterno.
Las profecías y promesas de Jesús, el Salvador
Tabla genealógica de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue el padre de Isaac; Isaac,
padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos.
Mateo 1:1-2
Jesús, el Salvador venidero, iba a ser descendiente de Abraham, Isaac, Jacob y David. Dios les
había prometido que el Salvador sería descendiente de ellos.
Más de cuatrocientos años antes, Dios había anunciado al Salvador venidero a través de Sus
profetas. Sin embargo, la mayoría de las profecías – del Antiguo Testamento – sobre el Salvador,
se sitúan en un contexto diferente. A menudo las profecías se referían a un acontecimiento que
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ocurriría inmediatamente y a uno que ocurriría cientos de años más tarde. Con frecuencia el primer
cumplimiento sucedía durante la vida del profeta, para demostrar que el profeta era de Dios.
Los profetas mismos no sabían con exactitud cómo se cumplirían estas profecías. Pues ellos
simplemente decían y escribían los mensajes que recibían del Señor (1 Pedro 1:10-12). Pero al
mirar atrás, se entiende que los detalles particulares de estas profecías tuvieron su cumplimiento
exacto en Jesucristo.
Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su
reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a
cabo el celo del Señor Todopoderoso.
Isaías 9:7
Este pasaje del Antiguo Testamento, profetizaba que Jesús iba a ser descendiente de David. En el
Nuevo Testamento se confirma esta profecía.3 (Mateo 1:1)
Jesús también iba a llamarse Cristo. “Cristo” es una palabra griega que significa “Ungido”, es decir,
una persona apartada por Dios para funciones especiales. “Cristo” es también la traducción griega
de la palabra hebrea “Mesías”. Jesucristo era el “Ungido de Dios”, apartado para tres funciones
especiales: Profeta, Sacerdote y Rey.
Como Profeta de Dios, Jesús iba a venir al mundo a anunciar el camino de Dios, para que todas
las personas fueran rescatadas de Satanás, del pecado y del castigo eterno. Dios también iba a
enviar a Jesús para ser el gran y último Sumo Sacerdote4. Además, iba a ser el Rey gobernante,
descendiente de David.
Sólo Jesús iba a ser el Cristo, el Ungido de Dios, el único Salvador de los pecadores para el mundo
entero.
3
Al final de esta lección se adjunta una tabla con las profecías del Antiguo Testamento, cientos de años antes, cumplidas
en Jesucristo y registradas en el Nuevo Testamento.
4
El sumo sacerdote era el encargado de llevar la sangre del sacrificio al lugar santísimo, una vez al año, para el perdón de
los pecados de Israel.
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La situación de José
María, que iba a ser la madre de Jesús, estaba comprometida para casarse con un hombre
llamado José. José descubrió que María estaba embarazada y sabía que él no era el padre. Según
la ley judía, si José lo declaraba públicamente, María moriría por estar embarazada de un hijo que
no era de José (Deuteronomio 22:20-21). Pero José amaba a María, así que decidió romper el
compromiso en secreto.
El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José,
pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo,
era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.
Mateo 1:18-19
¿Cómo había quedado embarazada María? Por obra del Espíritu Santo. El hijo de María, era Hijo
de Dios.
José era un hombre que confiaba en Dios, reconocía su pecado y se acercaba a Dios de la forma
el Señor lo había establecido. Dios quería que José se casara con María para que Jesús también
tuviera un padre terrenal. Por eso Dios envió a un ángel para decirle a José la verdad sobre María.
Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: “José,
hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Todo
esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen concebirá
y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel” (que significa “Dios con nosotros”). Cuando José se
despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa. Pero no tuvo
relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús.
Mateo 1:20-25
Cientos de años antes, el profeta Isaías había anunciado el nacimiento del Salvador.
Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará
Emanuel.
Isaías 7:14
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Como Dios y hombre, Jesús tendría muchos nombres. Uno de Sus nombres iba a ser Emmanuel,
que significa “Dios con nosotros”. Es decir, Dios mismo viviría entre las personas de este mundo.
Los magos (sabios) buscaron a Jesús
Después que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios5
procedentes del Oriente. -¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? -preguntaron-. Vimos levantarse
su estrella y hemos venido a adorarlo.
Mateo 2:1-2
5
Literalmente magos.
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¿Alguna vez pensaron que cada vez que escribimos la fecha, estamos teniendo en cuenta el
nacimiento de Jesucristo? Toda la historia la fechamos como a.C. (antes de Cristo) y d.C. (después
de Cristo). Jesucristo es el centro de la historia. El año que vivimos indica los años que han pasado
desde que nació Cristo.
Jesús nació en Belén, tal cual los profetas de Dios lo había anunciado Miqueas ciento de años
antes.
Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes
se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales.
Miqueas 5:2
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo son eternos. Por eso el profeta Miqueas declara “sus orígenes se
remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales”. El Salvador nacido en Belén era Dios
mismo. El gran Señor, eterno y todopoderoso, había nacido en un cuerpo humano para vivir entre
los hombres.
El temor del rey Herodes
Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Así que convocó de entre el pueblo a todos
los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. -En Belén de
Judea -le respondieron-, porque esto es lo que ha escrito el profeta: “Pero tú, Belén, en la tierra de Judá,
de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el
pastor de mi pueblo Israel.” Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo
exacto en que había aparecido la estrella. Los envió a Belén y les dijo: -Vayan e infórmense bien de ese
niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore. Después de oír al
rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta
que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño6. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando
llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le
presentaron como regalos oro, incienso y mirra.
Mateo 2:3-11
6
Es interesante notar que la Biblia dice que los sabios (magos) “llegaron
a la casa, vieron al niño con María”.
cuando llegaron los sabios, Jesús era un niño que estaba en la casa y no un bebé en un establo.
Lección 25 – Las profecías y el nacimiento de Juan y Jesús
Es decir,
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Herodes, igual que el Faraón egipcio en la época de Moisés, no quería que nadie gobernara sobre
él. Herodes tenía miedo de perder su posición como rey cuando este bebé se convirtiera en un
hombre. Los principales sacerdotes y los maestros de la ley sabían que Jesucristo nacería en
Belén, pues conocían el libro de Miqueas.
En la Ley que le dio a Moisés, el Señor había dicho que sólo debían adorarlo a El (Exodo 20:3,
Deuteronomio 5:7). ¿Estaba bien que los sabios adoraran a Jesús? ¿Estaba enojado Dios con
estos hombres por adorar a Jesús? No, porque Jesús es Dios, y merecía que lo adoraran.
Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al
niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al
niño para matarlo.” Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió
para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor
había dicho por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo.”
Mateo 2:12-15
Dios sabía lo que Herodes quería hacer, así que le ordenó a José que llevara a Jesús a Egipto,
donde estaría a salvo. Esto había sido anunciado muchos años antes por el profeta Oseas.
“Desde que Israel era niño, yo lo amé; de Egipto llamé a mi hijo”
Oseas 11:1
Después que murió Herodes, José, María y Jesús regresaron a Nazaret.
Después que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
“Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, que ya murieron los que amenazaban
con quitarle la vida al niño.” Así que se levantó José, tomó al niño y a su madre, y regresó a la tierra de
Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá.
Advertido por Dios en sueños, se retiró al distrito de Galilea, y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret.
Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: “Lo llamarán nazareno.”
Mateo 2:19-23
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Una vez más, las palabras que Dios había dado por medio de Sus profetas se cumplieron. Jesús,
el Salvador vivió en la aldea de Nazaret7.
Jesús creció hasta convertirse en un hombre
El niño crecía y se fortalecía; progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.
Lucas 2:40
Jesús se convirtió en un niño fuerte. Su Padre, Dios, lo protegía y guiaba en todo. Jesús obedecía
cada mandamiento de Dios y nunca pecaba, porque no había nacido pecador. No estaba separado
de Dios, como todos los descendientes de Adán.
Todas las personas hemos desobedecido al Señor, pero Jesús obedecía en perfección cada
mandamiento. Dios es el único completamente santo y perfecto ¡Jesucristo es Dios!
Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la
gente.
Lucas 2:52
Aunque Jesús era Dios, también era hombre. Así que creció y llegó a ser un adulto sabio. Dios
estaba complacido con El y tenía el favor de la gente. Su carácter como hombre era el carácter de
Dios: santo y sin pecado. Siempre cumplía Su Palabra, era fiel en todo, era completamente justo,
su conocimiento era perfecto, era misericordioso, amoroso, bondadoso y lleno de gracia. Era
natural tuviera el favor de Dios y de los hombres.
Estas cosas también habían sido anunciadas muchos años antes por el profeta Isaías.
El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de
poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Isaías 11:2
7
No hay profecías específicas en el Antiguo Testamento que se refieran a Nazaret. Esta es una aldea despreciada por los
judíos, porque había una guarnición de soldados romanos establecida allí. En Juan 1:46, dice:
“¡De Nazaret! ¿Acaso de allí
puede salir algo bueno?...” Las profecías del Antiguo Testamento sí registran que el Salvador iba a ser burlado, despreciado
y rechazado (Salmo 22:6, Isaías 53:3). Entonces se puede considerar que la profecía se cumplió de una forma que se
relacionaba apropiadamente con la gente de la época.
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Conclusiones
Para Dios no hay nada imposible.
Dios siempre cumple Sus promesas.
Sólo Dios mismo puede rescatar a los hombres del pecado.
El bebé en el pesebre era el Hijo de Dios.
Jesús, era el Salvador anunciado desde el huerto del Edén. El descendiente de David, el Santo
Hijo de Dios, Dios Hijo.
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1]
¿Qué nombre debía dar Zacarías a su hijo?
......................................................................................................................................................................
2]
¿Cuál era la tarea de Juan?
......................................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................................
3]
¿De qué rey era descendiente Jesús?
......................................................................................................................................................................
4]
¿Qué significa el nombre Jesús?
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5]
¿Tenía Jesús un padre humano?
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6]
Zacarías dijo que el Salvador le enseñaría a Su pueblo el ___________ para ser rescatados de Satanás,
el pecado y la muerte. El Salvador sería como el __________________, que le daría luz a aquellos que
estaban en oscuridad.
7]
¿Cómo sabía Zacarías lo que haría el Salvador?
......................................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................................
8]
¿Qué significa el otro nombre de Jesús, “Cristo”?
......................................................................................................................................................................
9]
Jesús era el Ungido de Dios, apartado para tres funciones especiales: ____________, ____________
y _________.
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10] ¿Cuál es la palabra hebrea para “Cristo”?
......................................................................................................................................................................
11] ¿Qué significa el nombre Emmanuel?
......................................................................................................................................................................
12] ¿En qué aldea nació Jesús?
......................................................................................................................................................................
13] En Sus mandamientos el Señor exige que toda la adoración sea sólo para El. ¿Estaba bien que los magos
adoraran a Jesús?, ¿por qué?
......................................................................................................................................................................
14] ¿A qué país le dijo Dios a José que llevara a Jesús para escapar de Herodes?
......................................................................................................................................................................
15] ¿A qué aldea de Israel llevó José y María a Jesús después que salieron de Egipto?
......................................................................................................................................................................
16] ¿Alguna vez hizo Jesús algo incorrecto?
......................................................................................................................................................................
Respuestas
1. Juan. 2. Anunciar la llegada del Salvador. Preparar a las personas para la venida del Salvador. 3. Del
rey David. 4. Salvador o Libertador. 5. No. 6. [camino], [sol naciente]. 7. Conocía la escritura, el Antiguo
Testamento y estaba guiado por el Espíritu Santo. 8. Ungido. 9. [Profeta], [Sacerdote], [Rey]. 10.
Mesías. 11. Dios con nosotros. 12. En Belén. 13. Sí, porque Jesús es Dios. 14. Egipto. 15. Nazaret. 16.
No.
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