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II.
LA
FINANCIACIÓN
AUTONÓMICA
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II.
LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
Hemos hablado mucho del Concierto Económico en las seis Partes anteriores
que espero te hayan gustado. Complementando esa visión en el Título anterior,
hemos hecho un análisis, que espero también te haya resultado valioso, de la
relación entre los Estados federales y los Estados federados, estudiando las
alternativas de los más importantes del mundo. Ahora, en este Título, vamos a
dar un paso más y nos vamos a adentrar en el complejo mundo de la
financiación de las quince Comunidades Autónomas de régimen común, es
decir, de todas ellas menos de la Comunidad Autónoma Vasca y de la
Comunidad Foral de Navarra que, como sabes ya muy bien, disfrutan,
respectivamente, del régimen de Concierto Económico y de Convenio
Económico.
Lo que vas a ver en este Título dedicado a la financiación autonómica es, muy
importante, entre otras cosas porque parte de los problemas con los que está
tropezando el Concierto Económico y que vamos a ver en detalle en la Parte
Octava de la obra provienen de la insatisfacción sobre el modelo actual.
En relación con el mismo, voy a tratar de hacerte una introducción. Si el tema
te interesa, puedes acceder con facilidad a cientos de obras relacionadas con
el mismo que lo analizan con profundidad, desde todas las perspectivas,
muchas de ellas críticas.
Para introducirte en el otro sistema que convive con el del Concierto y el
Convenio en el Estado español voy a desarrollar los ocho capítulos que te
relaciono a continuación (el número con los que los identifico es el que tendrá
cada capítulo este Parte Séptima). Son los siguientes:
2. El modelo de financiación de las Comunidades Autónomas de régimen
común en su planteamiento inicial.
3. Evolución del modelo de financiación autonómica.
4. Crítica del actual modelo de financiación.
5. La batalla ante el nuevo modelo de financiación autonómica.
6. ¿Qué es eso de las “Balanzas Fiscales”?
7. La aparición de las “Cuentas Públicas Territorializadas”, en 2014.
8. La ayuda financiera del Estado a las Comunidades Autónomas.
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9. Euskadi ha superado la crisis sin ayuda del Estado.
Como has visto, por lo tanto, se trata de un mundo del cual no hemos hablado
prácticamente nada hasta ahora y en el que vas a conocer muchos conceptos
nuevos (Balanzas Fiscales, Cuentas Públicas Territorializadas, Fondo de
Financiación a Comunidades Autónomas, etc. etc.). Espero que este Título te
interese tanto como a mí, cuando lo preparé.
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2.- EL MODELO DE FINANCIACION DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
DE REGIMEN COMÚN EN SU PLANTEAMIENTO INICIAL
Ahora que tú y yo ya tenemos un cierto conocimiento de los modelos federales,
pues confío en que te hayas leído el capítulo anterior, vamos a centrarnos
fundamentalmente en algo más próximo, el modelo de financiación de las
quince Comunidades Autónomas de régimen común. Tuvo su origen, como ya
te he apuntado, en la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades
Autónomas-LOFCA, aprobada en setiembre de 1980, sobre la que, con tu
permiso, vamos a hablar a continuación, pues su contenido afecta
indirectamente al sistema foral de relación con el Estado.
Con el anterior propósito vamos a analizar, en primer lugar, su ubicación como
elemento central de un Estado “federalizante”. Analizaremos seguidamente las
cuestiones que relacionan la LOFCA con el Concierto, que en mi opinión
pueden resumirse en tres: la existencia en el Estado español de dos modelos
diferentes de financiación, la referencia que contiene la LOFCA al Concierto y
la jerarquía de la LOFCA en relación con el mismo.
Por si esto te ha parecido poco, trataré de explicarte, también, las
características del modelo LOFCA, con los tres bloques que lo configuran, de
dónde obtienen sus recursos las Comunidades Autónomas que se rigen por la
LOFCA y la cuantía de los mismos. Asimismo, conocerás la existencia y
características del órgano de relación básico entre el Estado y las
Comunidades Autónomas en este campo.
¿Qué te parece el menú? Pues confío en que, así de entrada, no te haya
echado hacia atrás y, más aún, que todo ello te resulte interesante. ¡Vamos a
ver si lo consigo!
2.1. Un modelo de financiación regional en un Estado difícilmente
catalogable
En el capítulo anterior, te comentaba que España, tras la Constitución de 1978,
había adoptado una forma de Estado que calificaba de “federalizante”. Quizá
te haya parecido una cuestión sin importancia, pero la tiene y mucha. Déjame
que te ofrezca una breve explicación y tras ella estoy seguro de que sacarás
tus propias conclusiones.
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Por de pronto, esa significativa opción política tuvo su reflejo en el modelo de
financiación de las quince Comunidades Autónomas. Lo explica mucho mejor
que yo el destacado jurista español Álvaro Rodríguez Bereijo, Presidente del
Tribunal Constitucional entre 1995 y 1998, cuando señala que: “El sistema de
financiación de las Comunidades Autónomas previsto en el título VIII de la
Constitución Española (artículos 156, 157 y 158) es un reflejo de la
imprecisión y ambigüedad que caracterizan a un modelo no bien definido de
descentralización política y territorial del Estado que, anclado en la afirmación
del carácter unitario de la Nación española (artículo 2 de la Constitución
Española), oscila entre la forma organizativa de un Estado regional y la de un
Estado federal, ofreciendo rasgos característicos de uno y otro”.
Y el Sr. Rodríguez Bereijo concluye señalando que todo lo anterior convierte al
Estado español: “En un híbrido de difícil catalogación dogmática, que la
mayoría de políticos y aun juristas españoles ha querido aprehender con la
expresión de Estado autonómico o Estado de las Autonomías”8, 9.
Claro, ¿verdad? Pues vamos a ver ahora cómo está organizado ese “Estado de
las Autonomías” desde la perspectiva tributaria y financiera, que es la que aquí
nos interesa. Y para ello, como es lógico, nos vamos a centrar previamente en
la Ley Orgánica que define ambos campos. Te quiero hacer notar que al
tratarse de una cuestión compleja, de gran significación y que ha evolucionado
mucho a lo largo de las tres últimas décadas, la materia es extensísima y,
como te he apuntado en la introducción de este Título, se han escrito cientos
de libros y artículos sobre la misma. Por esta razón y como en el capítulo
anterior, me voy a limitar a ofrecerte una visión general que resulta suficiente,
porque no pretendo que sepas más del tema que el propio Ministro de
Hacienda.
(Si eres un “kamikaze” y aspiras a ese cómodo, relajado y bien pagado puesto,
tendrás que buscar más información, por tu cuenta. ¡No quiero asumir
responsabilidades por lo mucho que vas a sufrir!).
2.2. La LOFCA y el Concierto Económico
2.2.1. Un “Estado de las Autonomías” con varios modelos de financiación
La “imprecisión y ambigüedad” constitucional, que hemos destacado en el
epígrafe anterior, a las que se añade la falta de claridad en la jerarquía de la
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LOFCA, (¿tiene prelación sobre los Estatutos de Autonomía, aprobados por
Ley Orgánica del Estado y sometidos a referéndum?) se tradujo, “de facto”, en
que en el plano de la financiación, tras la entrada en vigor de la LOFCA el 21
de octubre de 1980, (que sustituyó al modelo financiero centralizado del
régimen franquista) en el Estado español convivieran, durante un cierto tiempo
(¡asómbrate!), nada menos que cuatro sistemas de financiación totalmente
diferentes:
•
Por un lado, estaba el recién aprobado sistema para las quince
Comunidades Autónomas de régimen común.
•
•
•
Por otro, el Concierto Económico de Araba de 1976.
En tercer lugar, el Convenio Económico de Navarra de 1969.
Y para completar el cuadro, el 29 de diciembre de 1980 se terminó de
pactar el Concierto del País Vasco que finalmente –tras los difíciles
acontecimientos que tuvo que superar y que has conocido por la Parte
Cuarta de la obra– entró en vigor el 1 de junio de 1981, con lo que
quedó derogado el de Araba.
Como ves, un verdadero berenjenal que el tiempo ha contribuido a aclarar.
Gracias a ello, en el Estado español conviven hoy dos sistemas de
financiación radicalmente distintos:
•
Por un lado, el que, como residuo de sus Derechos Históricos, tienen
reconocidos los tres Territorios Históricos que integran la Comunidad
Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra (cuyo primer
Convenio Económico de la era democrática siguió una metodología de
“Aportación Económica”, como se llama en él al Cupo, prácticamente
igual al del Concierto vasco aprobado nueve años antes, en 1981).
•
Por otro, el que estableció la LOFCA. Como veremos capítulo siguiente,
este ha evolucionado mucho a lo largo del tiempo, pues ha
experimentado nada menos que siete adaptaciones de distinta
naturaleza y alcance. Las han establecido sucesivas Leyes Orgánicas
del Estado, aprobadas el 13 de abril de 1989, 27 de diciembre de 1996,
17 de diciembre de 1998, 13 de diciembre de 2001, 27 de diciembre de
2001, 18 de diciembre de 2009 y 27 de abril de 2012.
Como puedes apreciar, estamos hablando de un ritmo de cambio tremendo.
¿Qué indica todo ello? Como eres una persona inteligente, habrás concluido
con acierto que estamos ante un modelo que no acaba de asentarse y que,
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por ello y por razones puramente políticas, necesita permanentes
adaptaciones, para tratar de encontrar algo que funcione satisfactoriamente.
Es importante destacar que estos dos sistemas, aunque totalmente diferentes,
son perfectamente compatibles en el plano económico, pues no han creado
distorsiones apreciables en el mercado.
A pesar de ello, la existencia de dos modelos “diferentes” –uno reconocido a
dos Comunidades Autónomas que representan en conjunto alrededor del 8%
del PIB del Estado español y el otro, a las otras quince que engloban el 92%
restante– ha derivado en la injusta apreciación de que los dos sistemas forales
de Concierto y de Convenio son “privilegiados”. Debería hablarse con más
propiedad y destacarse, más bien, que son “complementarios”, o
“diferenciados”, dentro de un Estado que “reconoce y ampara”, según reza la
Disposición Adicional Primera de su Constitución, derechos específicos de dos
de las Comunidades Autónomas que hoy lo integran.
Por su trascendencia, volveremos sobre el tema de la acusación de privilegio
más adelante en el capítulo 17 de la Parte Octava. Por el momento, este autor
amigo tuyo se conforma con que te quedes con la convicción de que en el
Estado español está reconocida, constitucional y legalmente, la existencia
de dos modelos diferentes y de que el modelo foral, a pesar de su origen
más que centenario, sigue vigente y no es privilegiado.
2.2.2. La referencia de la LOFCA al sistema de Concierto Económico
Con todo lo que has leído hasta ahora te habrás dado cuenta de que, en el
momento de abordar el contenido que debía tener la LOFCA, allá por el año 80
del siglo pasado, hubo que precisar qué tratamiento se le iba a dar en la misma
al Concierto vasco –tanto en la formulación del alavés de 1976, como en la
estatutaria, todavía por negociar– y al Convenio Navarro, dos cuestiones de
enorme trascendencia política y de no fácil encaje.
Hemos comentado este tema en un capítulo específico, el 17 de la Parte
Quinta, en el que te he explicado con todo detalle la negociación del encaje
diferencial del Concierto Económico en la LOFCA, pero te quiero recordar aquí
la solución a la que se llegó. En el caso vasco, en la Disposición Adicional
Primera de esta Ley Orgánica existe una referencia específica al Concierto
Económico, un tanto críptica y que dice así: “El sistema foral tradicional de
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Concierto Económico se aplicará en la Comunidad Autónoma del País Vasco
de acuerdo con lo establecido en el correspondiente Estatuto de Autonomía”10.
Para solucionar el encaje del Convenio navarro se acordó una segunda
Disposición Adicional de contenido algo más explícito, quizá porque existía uno
en vigor, como te he explicado en aquel capítulo de la Parte Quinta.
Detrás de aquellas dos líneas y media de la citada Disposición Adicional
Primera de la LOFCA (quizá te haya sonado a música celestial, como me
ocurrió a mí cuando la conocí) hubo una auténtica batalla negociadora que te
he contado en el capítulo al que he hecho referencia más arriba. Aunque la
redacción te pueda parecer trivial, la situación de peligro que se corrió en
aquellos momentos fue gravísima, porque el Concierto Económico todavía no
se había terminado de negociar (recuerda que la LOFCA entra vigor el 21 de
octubre de 1980 y el Concierto Económico se terminó de negociar el 29 de
diciembre de ese mismo año y no entró en vigor hasta el 1 de junio de 1981).
Afortunadamente, como ves, la situación se pudo solucionar con esta
Disposición Adicional aparentemente tan “tontorrona” que, en definitiva, dejaba
las espadas en el aire, hasta completar la negociación del Concierto, pero
dejando claro que el contenido del Estatuto vasco no iba a quedar convertido
en papel mojado. Y como este definía un modelo diferente al alavés, quedaba
al menos claro que el futuro Concierto vasco no iba a ser una copia del
entonces vigente en Araba.
2.2.3. El alcance de la LOFCA y su jerarquía
Lo primero que hay que definir es el alcance de la LOFCA. Como señala el Dr.
Javier Pérez Arráiz, destacado jurista y Catedrático de Derecho Financiero y
Tributario de la Universidad del País Vasco, la LOFCA es algo más que una ley
tributaria. Es una Ley “financiera”, cuestión que te puede parecer baladí, pero
que tiene un gran significado. Puede ser definida de esa manera, porque a
pesar de que ciertos aspectos, por lógica, queden fuera de esta Ley (entre
otros, el régimen aduanero, el sistema monetario, etc.) regula determinados
campos que superan lo estrictamente tributario, como son el gasto público, las
operaciones de crédito, las subvenciones, etc.11, 12.
Aclarado el contenido de la LOFCA, vamos a ver cuál es su jerarquía, cuestión
muy importante que antes he apuntado porque afecta indirectamente al propio
Concierto. Para analizar esta cuestión debes recordar que nos encontramos en
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la situación de “ambigüedad constitucional” que te he apuntado en el epígrafe
primero de este capítulo. Pues bien, esta quedó reforzada tras la aprobación
del primero de los Estatutos de Autonomía que resultó ser el del País Vasco,
ratificado un año después de la Constitución Española, el 18 de diciembre de
1979. En el Estatuto vasco se establece con claridad que esta Comunidad
Autónoma iba a contar con un modelo de financiación privativo, pues su
artículo 41.1. determina que: “Las relaciones de orden tributario entre el Estado
y el País Vasco, vendrán reguladas por el sistema foral tradicional de Concierto
Económico o Convenios”. Este modelo fue desarrollado, en sus grandes líneas
generales, en los artículos siguientes de aquel texto legal.
Todavía no se conocía el modelo que se iba a definir y a aplicar al resto de
Comunidades Autónomas, hasta que esa especie de “limbo legal” quedó
aclarado cuando, unos meses después, en octubre de 1980, entró en vigor la
LOFCA que, como ya conoces, establece otro modelo absolutamente diferente
al estatutario vasco de “Concierto Económico o Convenios”.
Al estar aprobados ambos textos legales en sendas Leyes Orgánicas del
Estado, con el mismo rango formal, seguro que se te habrá planteado la misma
duda que me surgió a mí y que ha sido objeto de debate entre muchos
expertos: ¿cuál de ellos prevalece? Por eso, como muy bien apunta el citado
Javier Pérez Arraiz, lo primero que es necesario clarificar en torno a la
naturaleza de la LOFCA es su jerarquía con respecto a los Estatutos de
Autonomía y, a los efectos de esta obra, con relación al Estatuto vasco, ya que
ambas Leyes son Orgánicas y además en este se define un modelo
absolutamente diferente al de la citada LOFCA.
Este mismo autor destaca que: “Algunos sectores, especialmente nacionalistas,
han apuntado la jerarquía superior de los Estatutos, dado que éstos cuentan
con un plus que no tiene la LOFCA, como sería su aprobación en referéndum.
Este plus les concedería un rango superior al resto de las leyes orgánicas”11.
No sé cuál será tu opinión pero la mía, aunque valga poco, la tengo
absolutamente clara: estoy de acuerdo con la tesis de que el Estatuto de
Gernika tiene mayor jerarquía que la LOFCA. Porque si no fuera así, ¿para qué
vale un referéndum? ¿No tiene ningún valor que esté aprobado, además de por
las Cortes Generales, como la LOFCA, por el Pueblo Vasco? Lo dejo a tu
criterio, inteligente lectora o lector.
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Pero en este campo, como indeseada consecuencia de esta indefinición sobre
la jerarquía formal, se plantea una nueva duda. ¿Cómo se resolvería un
hipotético conflicto entre el Estatuto y la LOFCA? La solución, como puedes
comprender, no es fácil. Siguiendo de nuevo a Pérez Arraiz, aunque hay
autores que no comparten su tesis, habría que ver en qué materia concreta se
ha producido la colisión, para posteriormente aplicar el llamado “principio de
competencia” y si, a pesar de ello, el conflicto no quedara resuelto, tendría que
ser el Tribunal Constitucional el que decidiría sobre el mismo11. Como ves, una
solución que no deja nada claro.
2.3. Las características del modelo LOFCA
Tras haber tratado de aclararte la cuestión más importante desde la
perspectiva de esta obra, la relación de la LOFCA con el Concierto Económico
–y, como lo prometido es deuda–, tras la preparación artillera a la que ya te he
sometido, voy a tratar de explicarte ahora, sucintamente, cuáles son las
características básicas del modelo que establece la LOFCA para las quince
Comunidades Autónomas de régimen común. De esta simple explicación
podrás deducir las enormes diferencias que existen entre este modelo y el del
Concierto Económico que has conocido en las Partes Quinta y Sexta
anteriores.
En los veintidós artículos de los que consta la LOFCA, aprobada en 1980 (ya
sabes que, con posteridad, se han aprobado hasta siete nuevas leyes
modificativas) a los que se añaden cuatro Disposiciones Adicionales, tres
Transitorias y una Disposición Final, se perfila un esquema general de
financiación para las quince Comunidades Autónomas no forales, basado en
tres bloques distintos de instrumentos de financiación que responden a
objetivos diferentes. Lo explica muy bien Javier Suárez Pandiello, Catedrático
de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, en su artículo: “El Concierto
Vasco en el contexto del federalismo fiscal español. Una visión panorámica”.
Con esos tres bloques “lofquianos” se pretende cubrir una tripleta de objetivos
diferentes que podríamos identificar con las metas a alcanzar: suficiencia,
solidaridad y autonomía. Con tu permiso, voy a comentarlos seguidamente,
para que tengas un conocimiento adecuado de los mismos:
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2.3.1. El Bloque de suficiencia
Como dice Javier Suárez, el objetivo inicial de este bloque es cubrir el coste
efectivo de los servicios traspasados por el Estado a las Comunidades
Autónomas no forales, de tal manera que estas pudiesen mantener la cobertura
de los servicios públicos al mismo nivel que los venía prestando la
Administración Central en el momento de su traspaso13.
Me parece que puedo adivinar una pregunta que está a punto de salir de tus
labios: ¿qué significa esto? Pues algo muy sencillo que te explico con gusto.
Primero tenemos que precisar qué es eso que acabo de citar al hablar de
“servicios traspasados”. Pues bien, es el resultado de completar la
“transferencia” de una competencia (como sabes, la tienes definida en el Anexo
D de Terminología que figura al final de la Parte Primera), previo acuerdo entre
el Estado y una Comunidad Autónoma. Una vez que este ha sido alcanzado, el
Gobierno central “traspasa” a la autonomía de que se trate una competencia de
las que tiene reconocida en su propio Estatuto de Autonomía que, hasta ese
momento, desarrollaba la Administración Central.
¿Por qué se producen esas transferencias de competencias? Porque, tras la
aprobación de la Constitución Española de 1978, se pasa de un modelo de
Estado unitario centralizado (en el que todas las competencias las ostenta la
Administración Central) a un Estado Autonómico descentralizado, en el que
parte de las competencias siguen siendo privativas del Estado (por ejemplo,
Asuntos Exteriores, Defensa, etc.) y otras son reconocidas a las diecisiete
Comunidades Autónomas, de acuerdo con la formulación contenida en sus
propios Estatutos. Para hacer realidad ese reconocimiento competencial, debe
efectuarse una transferencia de competencia, lo que se traduce en un traspaso
de servicios, personas, medios materiales, etc.
Como no sé si esto ha quedado muy claro, permíteme que te ponga un
ejemplo, centrado en la competencia de Sanidad. Volviendo a lo que estamos
analizando, la LOFCA, por aplicación de este “Principio de Suficiencia”,
garantiza a toda Comunidad Autónoma a la que se vaya a traspasar o transferir
desde el Estado la citada competencia que va a contar con los mismos
recursos (personales, materiales y financieros) con los que la desarrollaba
aquel. De esta forma, la Comunidad Autónoma que a partir de ese momento
adquiere la titularidad formal de la Sanidad en su territorio, podrá desarrollar
ese servicio público, con el mismo nivel de prestaciones y calidad que como la
hacía el Estado anteriormente. Expresado en dinero contante y sonante, esto
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quiere decir que si al Estado le costaba ofrecer el Servicio de Sanidad a los
andaluces un total anual de mil millones de euros, en el momento en el que ese
servicio público sea transferido a dicha Comunidad Autónoma, esta tiene que
recibir del Estado mil millones de euros para cumplir así con el “Principio de
Suficiencia”. ¿Está más claro ahora?
Por lo tanto, para poder pagar el sueldo de médicos y enfermeras, el
sostenimiento y mantenimiento de los hospitales, ambulatorios, etc. tal y como
lo hacía el Estado, este transfiere a la Comunidad Autónoma, no solo los
medios (hospitales, doctores, personal sanitario, etc.) sino también los
recursos, es decir, lo que le costaba a él prestar ese servicio, de forma que la
Comunidad Autónoma lo pueda desarrollar con la misma “suficiencia”
presupuestaria con que lo hacía el Estado.
Pero ¿de dónde sale el dinero que necesita la Comunidad Autónoma para
gestionar los servicios que conlleva esa competencia? Para conseguir que la
Comunidad Autónoma tenga recursos suficientes, el Profesor Javier Suárez
señala que el Estado procede a: “Ceder determinados tributos a las
Comunidades Autónomas y a complementar su financiación con un porcentaje
de participación en los ingresos del Estado”13. En otras palabras, volviendo al
ejemplo de la Sanidad, para que la Comunidad Autónoma de Andalucía a la
que se ha transferido la Sanidad pueda pagar su coste de mil millones de euros
(sueldos, medicinas, etc.), el Estado cede a esa Comunidad Autónoma parte de
lo que la Administración Tributaria estatal recauda en su territorio con alguno
de los impuestos y a ello añade, además, parte de la recaudación que obtiene
de las quince Comunidades de régimen común.
A lo mejor has pensado: ¡qué generoso es el Estado! Pues de eso, nada de
nada. Lo que hace es pagarle por esa vía a la Comunidad Autónoma lo que él
venía gastando en Sanidad, en su territorio. En otras palabras, lo que el Estado
deja de pagar se lo transfiere a la Comunidad Autónoma, junto a los médicos,
enfermeras, hospitales etc. Con ello, el cumplimiento del “Principio de
Suficiencia” en el primer año, si la transferencia ha sido correctamente
valorada, está garantizado. En los años sucesivos la situación puede ser muy
diferente…
(No se te ocultará que, a partir del momento en que recibe una transferencia, la
Comunidad Autónoma tiene claro el gasto –el sueldo del personal sanitario, las
medicinas, el coste de la luz de los hospitales– pero en el ingreso depende en
gran parte del Estado. Si este lo reduce, o no lo aumenta, la situación de la
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Comunidad Autónoma se puede convertir en crítica desde un punto de vista
financiero… que es lo que ha ocurrido, desde que se inició la crisis y, muy en
especial, a partir de 2010).
Te anticipo, para que tengas esta idea muy clara, que eso no ocurre en el
caso de Euskadi, porque el “Principio de Suficiencia” no es aplicable al
modelo de Concierto. Te puede sorprender esto, pero no debes olvidar que
Euskadi no recibe dinero cuando se le transfiere una competencia, sino que
deja de pagar el 6,24% (ya ves que ha vuelto a aparecer el porcentaje que has
visto repetido en las Partes Cuarta y Quinta anteriores y que te sugería que
utilizaras para el cálculo de tu donativo tras la lectura de la Parte Primera de
este libro) del coste de esa competencia en los Presupuestos Generales del
Estado. Como ves, algo totalmente distinto a lo que te explicaba antes para una
Comunidad Autónoma financiada con el modelo LOFCA.
Esta es una de las características esenciales de la metodología de Cupo vasco.
Como sabes ya muy bien, las competencias transferidas a Euskadi por el
Estado se pagan con los recursos que se obtienen en territorio vasco con la
recaudación de los impuestos concertados. En el caso de que la competencia
transferida la desarrolle el Gobierno Vasco –como es el caso de la Sanidad,
que ya sabes que es responsabilidad de Osakidetza– su costo se paga con las
Aportaciones que realizan los tres Territorios Forales al Gobierno Vasco, para
que este pueda financiar su Presupuesto. En otras palabras, Osakidetza se
paga con los impuestos que pagamos los vascos, sin ninguna aportación del
Estado.
2.3.2. El Bloque de solidaridad
Tras garantizar que se va a cubrir con suficiencia –al menos en teoría– el coste
de los servicios traspasados por el Estado a una Comunidad Autónoma, en el
modelo LOFCA se da un paso más. El objetivo del mismo es evoluciónar del
estadio de simple cobertura del coste del servicio traspasado a otro mucho más
ambicioso: lograr la nivelación en la prestación de los distintos servicios
públicos, independientemente de la Comunidad Autónoma donde se preste. En
otras palabras, y volviendo al ejemplo de la Sanidad, con todo ello se persigue
avanzar hacia una igualdad en la calidad de la misma, en Andalucía, en
Canarias o en Extremadura, hasta que se sitúe a nivel de la de Madrid o de la
de Catalunya.
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Expresado de una manera más técnica, Javier Suárez señala que: “Los
instrumentos del bloque de solidaridad estaban previstos para tratar de acortar
las diferencias en dotaciones de stock de capital público entre
comunidades”13. La LOFCA asumía, con acierto total, que aquel Estado unitario
que estaba comenzando a transformarse en “Estado de las Autonomías”, no
prestaba los servicios públicos (Sanidad, Educación, Seguridad Ciudadana,
Servicios Sociales, etc.) con el mismo nivel de calidad en las distintas regiones
españolas, antes de iniciar el proceso de transferencias.
Por ello, a la garantía de cubrir el coste efectivo de los servicios públicos que
recibe una Comunidad Autónoma del Estado, se decidió añadir una cantidad
adicional en concepto de “solidaridad”, para que esos servicios públicos
transferidos se llegaran a situar algún día al mismo nivel de calidad, con el que
se prestaban en las mejores Comunidades Autónomas, en cada uno de los
campos.
Como te puedes figurar, los servicios públicos de mejor calidad se prestan, en
general, en las Comunidades Autónomas de mayor renta. Por lo tanto, con ese
ejercicio activo de solidaridad se pretende, “de facto”, beneficiar a las
Comunidades Autónomas de menor renta. Para ello, el Estado resta recursos a
las Comunidades más ricas –Madrid, Catalunya, etc.– y los transfiere a las más
pobres –Andalucía, Extremadura, Canarias, etc.–. De esta manera, paso a
paso, siguiendo con el ejemplo de la Sanidad, se busca que la calidad de la
misma en Badajoz sea equivalente a la de Barcelona y que la de Almería se
iguale con la de Madrid.
Estoy seguro de que te habrás quedado conmovido, estimado lector, o
emocionada, distinguida lectora, por tan noble propósito, cuasi-evangélico. Y
tras ello, te habrás preguntado: ¿y eso cómo lo hacen? Pues muy sencillo:
creando una especie de “bote”, al que aportan más los que más tienen, para
que reciban más los que menos tienen, pero todo ello definido mucho más
elegantemente que como te lo estoy explicando.
(Casi casi podríamos decir que si Robin Hood levantara la cabeza, aplaudiría
hasta con las orejas al conocer un sistema tan estupendo, aunque luego se
pondría muy triste al saber que, con todo ello, tan noble forajido se iba a quedar
sin trabajo. Pero, más tarde, recuperaría la alegría al saber que el sistema
ideado no funcionaba, por lo cual le quedaba la esperanza de que alguien le
contratara para arreglar el entuerto).
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Con el noble objetivo de impulsar la solidaridad y hacer realidad la misma en
beneficio de las regiones más desfavorecidas, el principal instrumento que
contiene la Constitución Española es el Fondo de Compensación
Interterritorial-FCI que se establece en el artículo 16 de la misma.
Para Euskadi, se trata de un Fondo importante desde la perspectiva del
Concierto, porque queda claro en ese artículo que las dotaciones que se
incluyan por este concepto en los Presupuestos Generales del Estado tendrán
el carácter de “carga general del Estado”. En otras palabras, esta es una de las
competencias exclusivas del Estado que los vascos pagamos vía Cupo,
cuestión que también te explicaré en detalle más adelante. Paciencia, por
tanto.
Por ahora, basta que sepas que los vascos aportan lo que les corresponde
para el puntual cumplimiento de ese deber constitucional de solidaridad. Por
ello, en los Principios Generales del Concierto, según hemos comentado en la
Parte Quinta, se establece claramente que uno de sus fundamentos es el
“respeto a la solidaridad”. Por otro lado, en la metodología acordada para el
Cupo se determina con claridad que el País Vasco tiene la obligación de
aportar al “sostenimiento de las cargas generales del Estado”. Y el FCI es una
de ellas. ¡Más claro, agua!
2.3.3. El Bloque de Autonomía
Tras garantizar que los servicios públicos se van a poder desarrollar con
suficiencia de recursos en cada una de las quince Comunidades no forales y
que, además, las de menos renta van a disfrutar de la solidaridad de las más
ricas, la LOFCA aborda la posibilidad de que cada una de las quince
Comunidades Autónomas de régimen común pueda obtener más recursos por
sus propios medios, en el ejercicio de su propia autonomía.
Con este propósito, como señala el Catedrático de Hacienda Pública de la
Universidad de Oviedo al que venimos haciendo referencia, “conforman el
Bloque de Autonomía aquellos recursos que permiten a las Comunidades
Autónomas de régimen común mejorar su posición financiera a expensas de
sus propios contribuyentes”13. Por lo tanto, en virtud de esta capacidad
reconocida por la LOFCA, una Comunidad Autónoma no foral (Catalunya,
Madrid, La Rioja etc.) puede establecer tributos propios sobre hechos
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imponibles no grabados por el Estado… que deben ser pagados por sus
propios ciudadanos.
Además, las sufridas Comunidades Autónomas de régimen común, dentro de
este “Bloque de Autonomía”, pueden establecer recargos sobre el IRPF estatal
o sobre los tributos cedidos por el Estado, además de recurrir al crédito, si
necesitan más fondos para desarrollar su propio Presupuesto.
Para que tengas una precisa referencia de en qué se ha traducido este
principio de la LOFCA, como consecuencia de tener reconocida esa capacidad,
las quince Comunidades Autónomas que se rigen por la citada Ley Orgánica
habían creado, hasta finales de 2013, un total de 70 tributos nuevos. Los
mismos se aplicaban sobre bases imponibles variopintas, con el noble
propósito de conseguir más recursos mediante el sencillo procedimiento de
transferir euros contantes y sonantes del bolsillo de los contribuyentes a las
arcas de las diversas Haciendas autonómicas. Sin embargo, ese esfuerzo de
“creatividad impositiva” únicamente se tradujo en un aumento muy débil de la
capacidad recaudatoria, ya que solo representaban el 3% de los ingresos
autonómicos totales14, entre los cuales la parte de león la constituían las
transferencias desde los Presupuestos Generales del Estado y la participación
en impuestos estatales que, para 2016, será nada menos que de 92.715
millones de euros15.
En otras palabras, la conclusión a todo lo anterior seguro que ya la habrás
adivinado: la dependencia de las quince Comunidades Autónomas de los
recursos cedidos por el Estado (vía transferencias o participación en la
recaudación de determinados impuestos) sigue siendo prácticamente total y el
bloque de autonomía creado por la LOFCA tiene una importancia residual.
(Como demostración de que esto es así, por aplicación del principio de
autonomía, Extremadura estableció en 2001 un Impuesto sobre una actividad
no gravada por el Estado, los depósitos bancarios. La idea fue seguida,
posteriormente por Andalucía y Canarias.
Al Ministerio de Hacienda no le gustó el hecho de que le hubiesen pisado una
huerta con tan ricos frutos y, como primera premisa, creó una tasa propia sobre
ese mismo hecho imponible. Por ello, al quedar gravados por el Estado esos
depósitos, los impuestos autonómicos creados hasta entonces –a los tres
anteriores se habían añadido ya los de Asturias, Comunidad Valenciana y
45
Cataluña– decayeron. Y para que quedara clara cuál era la intencionalidad de
la medida, ¡la citada tasa estatal tenía un tipo del 0%!
Por ello, tras la medida del Ministerio de Hacienda, ni la Administración
tributaria estatal ni las autonómicas iban a cobrar un solo euro por ese
concepto, contra el que se había posicionado activamente la Asociación
Española de Banca-AEB y la Confederación Española de Cajas de AhorroCECA.
Para terminar con esta curiosa historia, como a la avidez recaudatoria le ocurre
como a los gases nobles, que tiende a expandirse, posteriormente, el Estado
creó su propio impuesto16, que en 2014 ya se encontraba en vigor. A partir del
1 de enero de ese año, los ingresos tributarios crecieron en una cantidad de
400 millones de euros, como resultado de la aplicación de esa nueva figura
impositiva que estableció un tipo del 0,03% –es decir, el 3 por 10.000– sobre
los 1,47 billones de euros con que contaban las instituciones financieras
españolas al cierre de 201317.
Como ves, el objetivo inicial declarado por el Ministerio de Hacienda de que los
depósitos bancarios reciban el mismo tratamiento en todas las Comunidades
Autónomas, para así “preservar la unidad de mercado y la eficiencia del
mercado”, ya ha quedado cumplido con la creación de un único impuesto
estatal.
En el momento de la creación del impuesto se dijo que era probable que los
400 millones de hipotética recaudación fueran cedidos a las Comunidades
Autónomas no forales. Con ello, el principio del Bloque de Autonomía quedaría
anulado y los recursos se integrarían en el “Bloque de Suficiencia” del que
antes te he hablado).
2.4. El origen de los recursos de las quince Comunidades Autónomas no
forales
De la simple lectura de lo que te he señalado hasta ahora, ya sabes que las
instituciones competentes de los Territorios Históricos tienen competencias
muchísimo más amplias que las que te acabo de explicar para las quince
Comunidades Autónomas que se rigen por la LOFCA. Y la explicación que te
voy a dar a continuación sobre las fuentes de donde provienen los recursos de
46
las Comunidades no forales, ampliando lo que te he apuntado en el epígrafe
anterior, te va a confirmar lo que te acabo de señalar.
En su versión actual –la de 1980 era mucho más sucinta– los recursos de los
que disponen las quince Comunidades no forales vienen expresados en el
artículo 4 de la LOFCA y provienen de dos grandes categorías que te
transcribo literalmente, para tu simple información (¡no hace falta que te lo
aprendas de memoria!):
“Uno. De conformidad con el apartado 1 del artículo 157 de la Constitución, y
sin perjuicio de lo establecido en el resto del articulado, los recursos de las
Comunidades Autónomas estarán constituidos por:
a) Los ingresos procedentes de su patrimonio y demás de derecho
privado.
b) Sus propios impuestos, tasas y contribuciones especiales.
c) Los tributos cedidos, total o parcialmente, por el Estado.
d) La participación en el Fondo de Garantía de Servicios Públicos
Fundamentales.
e) Los recargos que pudieran establecerse sobre los tributos del Estado.
f) Las participaciones en los ingresos del Estado a través de los fondos y
mecanismos que establezcan las leyes.
g) El producto de las operaciones de crédito.
h) El producto de las multas y sanciones en el ámbito de su
competencia.
i) Sus propios precios públicos.
Dos. En su caso, las Comunidades Autónomas podrán obtener igualmente
ingresos procedentes de:
a) Las asignaciones que se establezcan en los Presupuestos Generales
del Estado, de acuerdo con lo dispuesto en la presente Ley.
b) Las transferencias de los Fondos de Compensación Interterritorial,
cuyos recursos tienen el carácter de carga general del Estado a los
efectos previstos en los artículos 2, 138 y 158 de la Constitución”18.
Como has visto, son nada menos que once las fuentes de ingresos que
permiten el funcionamiento de las quince Comunidades Autónomas no forales.
De ello podrías deducir que las mismas viven en la opulencia, pero ya te he
47
comentado que no es así y te daré algún dato expresivo en el epígrafe
siguiente.
Entre las once fuentes de ingresos de estas Comunidades figura un concepto
que la LOFCA define como “tributos cedidos, total o parcialmente, por el
Estado”. Es el mismo al que hacíamos referencia en este capítulo, al hablar del
denominado “Bloque de Suficiencia”. En otras palabras, quien recauda en todo
el Estado –menos en Euskadi y en Navarra– es la Agencia Tributaria estatal y
parte de lo que recauda se lo “cede” a las quince Comunidades no forales y
con el resto, financia su propio presupuesto estatal.
En 2013 estaba totalmente cedida a las quince Comunidades Autónomas no
forales la recaudación del impuesto sobre sucesiones y donaciones, la del
Impuesto sobre transmisiones patrimoniales onerosas y el de actos jurídicos
documentados. Estos recursos impositivos totalmente cedidos se
complementaban con el 50% de la recaudación del impuesto de la renta de las
personas físicas, con el 50% del IVA y con el 58% de la recaudación estatal de
los impuestos especiales19.
¿Te parece mucho o poco? Para que tus dudas queden despejadas, te sugiero
que leas el epígrafe siguiente.
2.5. La cuantía de los ingresos cedidos a las Comunidades Autónomas de
régimen común
Intuyo que al leer todo lo anterior, y comprobar las numerosas fuentes de
ingresos que relaciona el artículo 4 de la LOFCA y los ingresos impositivos
cedidos por el Estado, te habrá asaltado, de inmediato, una pregunta: ¿oye,
aunque no vivan en la opulencia, todo eso cuánto representa?
Pues te diré que es bastante (¡sobre todo si lo comparas con el sueldo de un
pobre “mileurista”), pero claramente insuficiente para las necesidades de
recursos que tienen esas quince Comunidades Autónomas que, tras el inicio de
la crisis de 2007 y la consiguiente caída brutal de los ingresos tributarios, han
pasado por situaciones financieras críticas. En otras palabras, el Bloque de
Suficiencia al que hacía referencia más arriba se ha convertido más bien en
“Bloque de Insuficiencia”.
48
Así lo ponía de relieve una persona tan competente, como es el actual
Conseller d´Economia i Coneixement, de la Generalitat de Catalunya, el gran
economista Andreu Mas-Colell, quien señalaba acertadamente, el 1 de junio de
2014 que: “Es una quimera pensar que se puede mantener el Estado de
bienestar mientras se reducen los recursos que llegan a las autonomías. La
política de continuar ahogando a las autonomías amenaza el corazón de los
servicios públicos”20. En otras palabras, podríamos decir que no hay suficiente
“suficiencia” para pagar las competencias de las Comunidades Autónomas.
Y eso no se te ocultará que son palabras mayores, porque los servicios
públicos que prestan las Comunidades Autónomas tienen una gran repercusión
sobre la calidad de vida y sobre las expectativas de futuro de los ciudadanos y
ciudadanas, pues estamos hablando de competencias tales como Educación,
Sanidad, Medio Ambiente, Cultura, Infraestructuras, Prestaciones Sociales etc.
En otras palabras, las Comunidades Autónomas, incluidas en este caso las
forales, tienen a su cargo el núcleo del estado de bienestar, al que aludía
acertadamente el Conseller Mas Colell.
Para superar su crítica situación financiera porque las aportaciones de recursos
del Estado no les llegaban para cubrir sus Presupuestos, estas quince
Comunidades Autónomas no forales han tenido que recibir fuertes inyecciones
de liquidez, procedentes del Estado, a través de préstamos del llamado Fondo
de Liquidez Autonómica-FLA y del Fondo para la Financiación de Pago a
Proveedores-FPP, por un montante conjunto de nada menos que 102.634
millones de euros (1,7 billones de las antiguas pesetas) hasta el año 2014.
¿No está mal, verdad?
No me extiendo más, porque te comentaré en detalle el contenido y objetivos
de estos dos Fondos y el del “Fondo de Financiación a Comunidades
Autónomas” que los sustituye en el capítulo ocho siguiente de esta Parte
Octava. Pero con todo lo anterior tienes una buena panorámica de la situación
y la certificación de que el “Principio de Suficiencia” proclamado en la
LOFCA no se está cumpliendo, porque las cesiones de impuestos desde el
Estado han sido claramente insuficientes para que estas Comunidades
Autónomas pudieran desarrollar los servicios públicos que les fueron
transferidos en condiciones satisfactorias.
La explicación a esta lamentable situación la vas a ver de inmediato con la
simple observación de cómo han evolucionado dichos ingresos en los años
más duros de la crisis21.
49
INGRESOS IMPOSITIVOS DE LAS QUINCE
COMUNIDADES AUTÓNOMAS NO FORALES
Año
2007
2008
2009
2010
2011
Millones de euros
85.772
82.745
78.853
65.826
88.782
Índice
100
96
92
77
104
Como puedes ver, la crisis ha pasado una dura factura a estas
Administraciones Públicas en términos de fuerte caída de la recaudación
impositiva hasta el 2010, y como los gastos se adaptan con mucha mayor
lentitud a la coyuntura, esto explica la enorme cuantía de los mecanismos de
préstamo que ha arbitrado el Estado para que las Comunidades Autónomas
pudieran superar situaciones críticas, como verás en el capítulo 8 siguiente, y
también lo que ves cada día en los medios de comunicación: implantación del
copago, reducción de becas, limitaciones en servicios sociales, etc.
Como te he anticipado más arriba, la previsión que hace el Estado en los
Presupuestos de 2016 por este concepto es de 92.715 millones de euros22. En
2015, la dotación presupuestaria fue de 85.258 millones, a los que se añadían
93.047 más de los mecanismos de préstamo que te acabo de mencionar, el
Fondo de Liquidez Autonómica y del de Pago a Proveedores23 que
comentaremos en el citado capítulo 8 siguiente.
2.6. El órgano de relación entre el Estado y las Comunidades Autónomas:
el Consejo de Política Fiscal y Financiera
Además de definir el origen de los ingresos de las Comunidades Autónomas y
otras cuestiones de interés sobre las que no me extenderé, para evitar que este
capítulo se haga interminable, el artículo 3 de la LOFCA establece la creación
de un organismo importante, que conviene que conozcas. Se trata del llamado
“Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas”, en
cuya constitución, por esas casualidades que tiene la vida, me tocó participar.
Este importante Consejo tiene como objetivo garantizar la adecuada
coordinación entre la actividad financiera de las Haciendas regionales y la de la
Hacienda del Estado. Se trata de una comisión consultiva y deliberante que
50
está constituida por tres Ministros –el de Hacienda (que es su Presidente), el
de Economía y el de Administraciones Públicas– y por los Consejeros de
Hacienda de las diecisiete Comunidades y las dos Ciudades Autónomas.
Por ello, tras la entrada en vigor de la LOFCA, y siendo yo Consejero de
Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, me incorporé a las reuniones de
este Consejo, como miembro nato del mismo. Su reunión constitutiva tuvo lugar
el 1 de julio de 1981 y recuerdo que su duración fue muy breve (solo una hora).
De ella da cumplido testimonio el documento gráfico que acompaña a estas
líneas, en el que me puedes ver, todo sonriente (¡supongo que en este caso
tendría en su sitio el botón superior del pantalón, al que he hecho referencia en
la Parte Primera!), acompañado de las importantes personalidades que se
indican en el pie de foto, y de algunas otras cuyo nombre no recuerdo (les pido
perdón por ello), en el magnífico salón Carlos III, anexo al despacho del
Ministro de Hacienda.
Primera reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el 1 de julio de 1981.
De izquierda a derecha: Jaime Trebolle (Secretario del Consejo); el Ministro de
Economía y Comercio, Juan Antonio García Díez; el Ministro de Hacienda, Jaime
García Añoveros (Presidente del Consejo); el Ministro de Administración
Territorial, Rodolfo Martín Villa; y frente a ellos, el Conseller de Economía y
Finanzas de la Generalitat de Catalunya, Ramón Trías Fargas, y el autor de esta
obra, el Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Luis
Uriarte, entre otros asistentes. (Fuente: archivo propio del autor).
(Fíjate en seis curiosos detalles de esta fotografía: primero, la preciosa mesa
de reuniones de marquetería, que tiene el Ministro de Hacienda, al lado de su
51
despacho, donde se pueden sentar con comodidad más de treinta personas.
Segundo, el valioso cuadro que figura al fondo que, si la memoria no me
engaña, era de Francisco de Goya y Lucientes. Tercero, incluso en las
reuniones institucionales de máximo nivel que se celebraban en aquellos años,
se fumaba sin ningún tipo de limitación –¡pobre cuadro!–. Cuarto, todos los
presentes éramos hombres. Quinto, los micrófonos estaban dirigidos hacia los
Ministros y ninguno de ellos hacia los Consejeros de Hacienda, de lo cual
puedes deducir quién pretendía llevar la voz cantante en aquella reunión
constitutiva. Y el sexto detalle es que la reunión todavía no había comenzado.
¿Qué por qué lo sé? ¡Porque estábamos todos sonrientes!).
Quiero dejarte claro que mi participación como representante de Euskadi en las
reuniones de este Consejo fue, “de facto”, como puro oyente, porque las
materias que afectaban y afectan a la Comunidad Autónoma Vasca se
planteaban y decidían siempre en otro órgano, en este caso bilateral y paritario,
que ya conoces: la Comisión Mixta del Concierto Económico. Por esta razón,
en todas las votaciones que se celebraron en las reuniones del Consejo de
Política Fiscal y Financiera a las que yo asistí opté por la abstención.
(No te lo puedo confirmar con absoluta certeza, pero supongo que habrán
seguido haciendo lo mismo los Consejeros vascos de Hacienda que me
siguieron en el cargo que, por imperativo legal, han sido también miembros de
este Consejo).
Las funciones del Consejo de Política Fiscal y Financiera son muy amplias y se
extienden a los siete ámbitos de gran significación que te enuncio a
continuación, para que estés informado de a qué se dedica este Consejo:
-
-
52
La coordinación de la política presupuestaria de las Comunidades
Autónomas con la del Estado.
La emisión de informes y adopción de acuerdos relacionados con el
Principio de Estabilidad Presupuestaria, del que hablaremos más
adelante en esta obra.
El estudio y valoración de los criterios de distribución de los recursos del
Fondo de Compensación Interterritorial.
El estudio de los métodos utilizados para el cálculo de los costes de los
servicios transferidos a las Comunidades Autónomas.
La coordinación de la política de endeudamiento y de inversiones
públicas.
-
-
En general, todo aspecto de la actividad financiera del Estado y de las
Comunidades Autónomas que, dada su naturaleza, precise de una
actuación coordinada.
Con posterioridad se decidió que este órgano conociera y aprobara,
antes de su remisión a las Cortes, los proyectos de ley en los que se
recogían las sucesivas modificaciones que se han ido introduciendo,
según te he apuntado más arriba, en el modelo de financiación de las
Comunidades Autónomas de Régimen Común.
Se trata, por lo tanto, de un Consejo muy importante pero cuya actividad afecta
fundamentalmente a las quince Comunidades Autónomas de régimen
común y solo tangencialmente a Euskadi y a Navarra, pues ya sabes que la
relación de estas con el Estado es bilateral.
Me parece, amigo lector o lectora, que con todo lo anterior tienes más que
suficiente literatura, porque, si has tenido la capacidad de sufrimiento necesaria
para leer lo comentado en este capítulo, conoces más del sistema LOFCA que
la gran mayoría de los que lo disfrutan o padecen. ¡Has adelantado en
“sabiduría financiera autonómica” a más de cuarenta millones de personas! (y
eso son contar los 7.500 millones que pueblan el ancho mundo).
Espero que todo lo anterior no te haya resultado ni demasiado complicado, ni
aburrido, y que ahora te encuentres con ánimo para pasar al siguiente capítulo,
en el que vamos a ver la evolución que ha seguido el modelo de la LOFCA.
53
3.- EVOLUCIÓN DEL MODELO DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
Hemos comentado en el capítulo anterior con cierto detalles cuáles son las
características del modelo de financiación de las comunidades Autónomas de
régimen común. Me propongo ahora, en el capítulo que vamos a iniciar,
explicarte con un cierto detalle cuál ha sido la evolución del mismo desde aquel
lejano octubre de 1980 en el que se aprobó la LOFCA hasta la actualidad.
Verás que, si me permites la expresión coloquial, el modelo que se ha aplicado
a estas quince Comunidades ha ido dando tumbos con cambios tremendos
desde su iniciación, como si se quisiera encontrar el planteamiento adecuado
que todavía no se ha logrado porque, como vamos a ver en el capítulo
siguiente, las críticas al actual modelo son absolutamente clamorosas.
3.1. De la prehistoria hasta nuestros días, seis modelos diferentes
Señala Jesús Sérvulo González en un interesante artículo publicado en “El
País” el 25 de octubre de 2015 y titulado “La travesía hacia una España
federal” que “la historia de la financiación autonómica está lejos de ser algo
sexy, pero su relato es el de un viaje que ha transformado a España: de un
estado centralista a uno casi federal. Una obra que ha marcado la historia
política y económica del país. Si el dinero es poder, la crónica de la financiación
autonómica es la del traspaso de poderes desde Madrid a la periferia”24. En
cualquier caso, por mi parte añado a la descripción del “tránsito” que realiza
este periodista que, cuando nos encontramos en 2015, la acumulación de
poder que existe en lo que denominamos “Madrid” es abrumadora y creciente.
Continúa Jesús Sérvulo González señalando que aunque la travesía había
comenzado en 1980 con la promulgación de la LOFCA “fue en mayo de 1985
cuando consejeros de Economía y Finanzas de las comunidades autónomas
se reunieron en Parador Nacional de Sigüenza, en Guadalajara, con
responsables del Gobierno socialista que entonces presidía Felipe González,
para esbozar un sistema con el que financiar la España de las autonomías”.
En aquél momento, el responsable de la Secretaría de Estado de Hacienda, y
posteriormente Ministro, era Josep Borrell. Fue el anfitrión de aquella
importante reunión en la que se logró el primer acuerdo “para establecer una
fórmula de financiación conjunta para todos”.
54
De hecho, como apunta acertadamente este periodista, aquel fue uno de los
primeros cónclaves autonómicos para tratar asuntos financieros “que
posteriormente se repetirían casi anualmente en los Consejos de Política Fiscal
y Financiera”. Treinta años más tarde, el mismo protagonista considera que
“prácticamente nada de aquel primer andamiaje ha sobrevivido. Aquello era la
prehistoria”24.
Y es que desde la aprobación de la LOFCA se han sucedido nada menos
que seis modelos diferentes de financiación para las quince Comunidades
Autónomas de régimen común. Fueron los siguientes:
1º) El primero, se extendió desde 1980 a 1986 y las líneas generales del
mismo han sido descritas en el capítulo anterior.
2º) El segundo, discurrió entre 1987 y 1991.
3º) De 1992 a 1996 existió un nuevo modelo, diferente al anterior.
4º) En 1997 se aprobó el cuarto que estuvo vigente hasta el año 2001.
5º) El quinto de los modelos surgió en 2002 y alcanzó hasta el año 2008.
6º) Finalmente, el último modelo vigente se aprobó en el año 2009 y
aunque, en principio debería terminar su vigencia en 2013, porque se
venían renovando de cinco en cinco años, en el momento en que
escribo estas líneas en octubre del 2015, todavía sigue operativo, con
grandes críticas eso sí.
Como ves, se ha estado buscando una perfección que todavía no se ha
logrado. El Conseller d´Economía y Coneixement de la Generalitat de
Catalunya, Andreu Mas-Colell señalaba en relación con el modelo que todavía
está vigente en 2015 que: “Es evidente que el sistema debe revisarse. No hay
nadie que lo defienda. La situación actual de no hacer nada y dejar hacer es
frustrante y frena la economía catalana y también la española”25.
(Como te puedo asegurar que el Sr. Mas-Colell es un hombre muy educado, su
crítica es mucho menos rotunda que la de muchos de sus actuales colegas, de
otras Comunidades Autónomas, pertenecientes algunos de ellos al mismo
partido político que forma el Gobierno español en aquel año, pues tiran
verdaderas cargas de profundidad contra la situación que están padeciendo).
Por su lado, y en relación con estas seis fases, el profesor Eduardo Alonso
Olea, señalaba que “el salto cualitativo más importante han sido las últimas
medidas. Las de fines de 2001 y, desde luego, el proceso de reforma de
55
distintos Estatutos, sobre todo el catalán, lo que ha desembocado en la
creación de Agencias tributarias autonómicas”26.
El Círculo de Empresarios de Madrid publicó un interesante estudio en
septiembre 2011 –anterior, por tanto, a la modificación introducida por la Ley
Orgánica de 27 de abril de 2012– titulado: “Cómo reformar las Administraciones
Territoriales”27. Además de recordar que la financiación de las Comunidades
Autónomas en España responde a dos modelos claramente diferenciados –tras
el reconocimiento constitucional de los derechos históricos de los territorios
forales– destacaba, en la misma línea que el Dr. Alonso Olea, que el modelo
aplicado a las quince Comunidades no forales ha pasado desde un sistema de
fuerte dependencia financiera inicial del Estado a otro con impuestos
compartidos y con creciente corresponsabilidad fiscal.
(Por el contrario, y es importante que tengas eso muy en cuenta, la
metodología del Cupo establecida para el Concierto Económico en 1980 y los
principios en las que se asienta éste, han sido muchísimo más estables, a lo
largo de las tres últimas décadas).
3.2. Las razones que explican tantos modelos diferentes
Supongo que te habrás sorprendido ante tantos cambios de rumbo y te habrás
preguntado de inmediato cuáles han podido ser los motivos para que una
cuestión tan sustancial como esta haya experimentado tantas modificaciones.
Como pasa siempre, en este tipo de supuestos confluyen razones técnicas (por
ejemplo, las relacionadas con los cambios en el sistema tributario o la aparición
de nuevos impuestos) con razones de coyuntura económica (la mayor o menor
necesidad de recursos, en función de la evolución de la recaudación impositiva)
y también, resultan fundamentales las razones políticas.
Me voy a centrar en estas últimas, porque cuando se oyen algunas críticas
hacia el Concierto Económico, que analizaremos en detalle en la Parte Octava
de esta obra, parece que ha sido el Concierto Económico y la presión de los
nacionalistas vascos las que han originado determinadas disposiciones que
dan ventaja a la Comunidad Autónoma del País Vasco en término de
capacidad de gasto por habitante o en cuanto a la fijación de los índices de
imputación de contribución a las cargas generales del Estado (el 6,24% que ya
conoces) o el 6,875% (menos conocido para ti) que se utiliza para el ajuste de
56
la recaudación en el IVA y su reparto entre la Administración estatal y la
autonómica.
Desde una perspectiva política, Fernando Garea explicaba también en El País
con mucha claridad cuáles han sido los condicionantes que han motivado
tantos cambios de rumbo, en un artículo titulado “La misma medicina con
distintas dosis”. La tesis fundamental que sostiene este periodista es que todos
cambios se han hecho “para calmar reivindicaciones que llegan desde
Cataluña o para lograr respaldo nacionalista en el Congreso”. Señala a
continuación que en el año 2013, como consecuencia de la crisis económica
existen muchos menos recursos y que, además, el protagonista principal de los
cambios no es el mismo, como consecuencia de que “la reivindicación
soberanista ha avanzado tanto que esa medicina puede ser insuficiente. El
nacionalismo de bandera se ha mezclado con el de cartera y se precisa
mayores dosis, aunque los recursos son mucho más limitados”28.
La descripción que hace este periodista a continuación de las razones que
indujeron a los distintos cambios resultan muy llamativas. Dice así: “En 1993,
Felipe González se atrajo a CiU para poder gobernar en minoría con un
retoque notable al sistema de 1992. El PP votó contra el pacto y no lo
aceptaron en primera instancia Extremadura, Castilla y León y Galicia, que a la
larga, fueron las beneficiadas por un error de cálculo de ingresos. En 1997
José María Aznar incluyó en los acuerdos de legislatura con CiU un nuevo
sistema de financiación que se aprobó con el rechazo de Andalucía, Castilla-La
Mancha y Extremadura, las tres comunidades regidas entonces por el PSOE”28.
Continúa este periodista señalando que “en 2001 se aprobó el cuarto sistema
de financiación que estuvo en vigor hasta 2009. Desde 2004 José Luis
Rodríguez Zapatero gobernó en minoría y para traerse a CiU y ERC hizo un
retoque en 2005 para financiar la Sanidad, que se aprobó en la primera
Conferencia de Presidentes. También la reivindicación nació de Cataluña,
donde gobernaba el PSC con apoyo de ERC”.
Y así ve Fernando Garea el alumbramiento del último de los modelos… por
ahora: “En 2009 el Gobierno central y el catalán pactaron otro modelo de
financiación, el primero con el que CiU, entonces en la oposición, no estuvo de
acuerdo. ERC, promotor de la consulta de autodeterminación votó a favor de
ese sistema. Todos se beneficiaron, pero Cataluña actuó siempre como
catalizador del cambio que ahora también necesitan comunidades del PP como
Madrid”28.
57
Como ves, una descripción sangrante de los “cambalaches” que se producen
entre distintos partidos, por intereses puramente políticos y que afectan a un
tema tan serio como es el del modelo de financiación. ¡Y luego acusan al Cupo
de opaco y de negociadores fuera de la mesa y ocultas!
3.3. Las modificaciones en el modelo original de la financiación de las
quince Comunidades Autónomas de régimen común.
Ya has confirmado, por tanto, que la Ley Orgánica de Financiación de
Comunidades Autónomas-LOFCA ha experimentado, desde su aprobación en
1980, nada menos que seis modificaciones. La última de ellas se cerró en julio
de 2009 cuando, tras un duro proceso de negociación, el Consejo de Política
Fiscal y Financiera –el órgano creado por la propia LOFCA para encauzar las
relaciones entre el Estado y las Comunidades Autónomas en este tipo de
materias que te he comentado en el capítulo anterior– aprobó un nuevo
Acuerdo para la financiación de las quince Comunidades Autónomas de
régimen común.
Tras el acuerdo alcanzado en el citado Consejo, se inició un proceso de
reforma que culminó, en diciembre de ese año, con la aprobación de una nueva
Ley de Financiación Regional, (la Ley 22/2009) y con la reforma de la LOFCA,
en la Ley Orgánica 3/2009.
Como se señala acertadamente en un interesante documento publicado por
BBVA Research, “El nuevo sistema de financiación de las comunidades
autónomas de régimen común: un análisis crítico y datos homogéneos para
2009 y 2010”, publicado en noviembre de 2012, “tanto este acuerdo como la
nueva ley que no lo desarrolla y le da validez legal son documentos de
difícil lectura. En ellos se dibuja un sistema muy complicado que mantiene
determinados principios del modelo anterior, pero introduce novedades de gran
calado. Además, ni el acuerdo ni la nueva ley han sido acompañados de
estimaciones oficiales de los resultados del nuevo sistema, lo que se tradujo en
una considerable incertidumbre sobre las implicaciones financieras de estas
dos normas”29.
Como puedes apreciar, si hacemos caso a lo que dice este análisis de BBVA,
las cosas no están nada claras en este campo. ¡Y luego ya ves lo que ocurre!
¡Se critica al Cupo, cuya metodología es un ejemplo de transparencia!
58
Como se destaca en este trabajo, el modelo de financiación de las
Comunidades Autónomas ha sufrido cambios enormes desde su puesta en
marcha. En una primera etapa, el objetivo primordial era el de garantizar la
continuidad del funcionamiento de los servicios públicos, durante el proceso de
traspaso de competencias desde el Estado a las Comunidades Autónomas
que, como sabes, se produjo a ritmos muy diferentes entre unas y otras
regiones.
En las sucesivas adaptaciones del modelo LOFCA, se introducen métodos más
objetivos que el del puro coste histórico de los servicios transferidos, para
determinar las necesidades de gasto de cada una de las Comunidades
Autónomas, con el objetivo de garantizar la igualdad en la capacidad de
prestación de servicios de las distintas administraciones. Al mismo tiempo, y en
paralelo, se inicia la cesión a las Comunidades Autónomas de los rendimientos
de algunos impuestos, reconociéndoseles un cierto poder de decisión sobre el
diseño y gestión de los mismos.
A partir de 1986, fecha en la que se da por finalizado el llamado “periodo
transitorio” en el modelo de financiación, ligado a las sucesivas transferencias
de competencias del Estado a las Comunidades Autónomas, se inicia una
nueva etapa, en la que, para definir la fórmula de necesidades de gasto, se
tienen en cuenta las características demográficas y geográficas de cada
Comunidad Autónoma, asignando recursos a las distintas regiones, en función
de su población y de otras variables (por ejemplo,, la extensión de su territorio,
su carácter insular, la dispersión de la población y la estructura demográfica).
Con ello se pretendía alcanzar un estadio de nivelación total que nunca se
consiguió.
Como se señala en el estudio de BBVA que estamos citando, “es importante
resaltar que las fórmulas de necesidades de gasto del sistema de
financiación regional no llega nunca a aplicarse de forma satisfactoria en
la práctica”29. (La negrita es mía).
Efectivamente, como indica este interesante trabajo, todas las fórmulas han
quedado desvirtuadas por la inclusión, en los sucesivos acuerdos logrados en
el Consejo de Política Fiscal y financiera, de numerosas cláusulas de
excepción y de otros elementos ad-hoc que han originado que la distribución
final de los recursos disponibles en el año base de cada nuevo modelo
terminase no pareciéndose demasiado a lo que exigía al fórmula.
59
Como puedes ver, una situación realmente kafkiana que puedes completar si
leer a continuación la frase que recojo del estudio de BBVA que vengo
siguiendo: “en realidad, la asignación inicial de cada nuevo sistema ha sido
fruto de un acuerdo político entre las administraciones implicadas, que siempre
se ha negociado bajo una fuerte restricción de statu quo, que garantizaba
a cada comunidad al menos los recursos que venía percibiendo desde el
sistema anterior”29. (El subrayado es, de nuevo, mío).
En definitiva, y hablando claro, las negociaciones que se fueron realizando para
lograr las sucesivas reformas del sistema se centraron fundamentalmente en
cuánto dinero adicional aportaría el Estado y en cómo se repartiría esa
cantidad, en vez de fundamentarse en la lógica de la teórica fórmula de reparto.
En segundo lugar, la cantidad a percibir por cada una de las Comunidades
Autónomas se nutría, en parte, por la cesión a las mismas de los rendimientos
de determinadas figuras tributarias, así como por la gestión de algunas de
ellas, partiendo del supuesto de que las Comunidades Autónomas no iban a
utilizar sus competencias normativas en materia tributaria para modificar la
presión fiscal sobre sus ciudadanos.
Tiene una gran significación el hecho de que la ganancia o pérdida de
recaudación que se pudiera obtener modificando la presión fiscal sobre los
ciudadanos de una Comunidad Autónoma no se compensaba mediante una
modificación en la dirección contraria de las transferencias que le realizaba el
Estado, con lo cual esa ganancia o pérdida no aumentada o disminuía los
recursos fiscales de que se disponía.
Por lo tanto, el volumen de financiación real de cada Comunidad Autónoma en
un año determinado, se obtenía sumando la recaudación real, en ese año, de
los tributos cedidos que corresponden a la Comunidad Autónoma y las
transferencias estatales del llamado “Fondo de Suficiencia” que crecían al
mismo ritmo en todas las Comunidades Autónomas receptoras, con
independencia de lo que sucediera con su población o con sus ingresos
tributarios. Con lo cual, sorprendentemente, no se garantizaba en absoluto
que la financiación de cada comunidad Autónoma evolucionara en
paralelo a sus necesidades de gasto.
60
3.4. El modelo vigente de financiación de las Comunidades Autónomas de
régimen común
El modelo actualmente vigente, que tuvo su origen en diciembre de 2009 y que
el Gobierno español actual ha prometido modificar en 2016 (¡de nuevo! Con
ello, llegaríamos a siete modelos diferentes, desde 1980) introduce una serie
de novedades importantes en relación con el modelo con el que se venían
financiando las quince Comunidades Autónomas de régimen común. Son las
siguientes:
1ª) Un aumento significativo en las cesiones tributarias, lo cual se
traduce en un aumento del peso de eso recursos en relación con el
proveniente de las transferencias del Estado a las Comunidades
Autónomas.
2ª) Una mayor extensión de las competencias de las distintas regiones de
régimen común, para regular determinados aspectos relacionados con
los tributos que se les ha cedido.
3ª) Un crecimiento significativo del volumen total de recursos del
sistema que, en su momento, se estimó en más de once mil millones de
euros, aunque los críticos de aquel modelo señalaron que estaban
orientados, fundamentalmente, a favorecer la posición de Catalunya y de
Andalucía.
4ª) El mantenimiento del Fondo de Suficiencia Global (similar al anterior
Fondo de Suficiencia) “cuya finalidad es contribuir a la financiación de
todas las competencias transferidas y asegurar a cada comunidad
autónoma el mantenimiento del statu quo, es decir que ninguna de ellas
va a perder recursos respecto a los que recibía en el sistema anterior”30.
5ª) La creación de tres nuevos fondos que canalizan hacia las
Comunidades Autónomas las transferencias desde el Estado y
persiguen una redistribución de ingresos tributarios entre ellas.
Esos tres fondos son:
•
El Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales
que se nutre con un 75% de los ingresos tributarios teóricos de
las Comunidades Autónomas y con una aportación adicional del
Estado, con el fin de absorber alrededor del 70% de los recursos
61
del sistema de financiación de Comunidades Autónomas y que se
reparte entre las mismas en proporción a sus necesidades
estimadas de gasto.
Tiene como objetivo “garantizar que todas las comunidades
autónomas puedan ofrecer un nivel similar en la prestación de
servicios fundamentales: sanidad, educación y servicios
sociales”30.
•
Dos nuevos fondos de Convergencia Autonómica que se
financiarán con recursos del Estado, con el objetivo de promover
la convergencia entre Comunidades Autónomas en renta per
cápita y en financiación por habitante (ajustado por los costos
relativos de provisión de los servicios públicos).
El primero de los objetivos lo debe cubrir el Fondo de
Cooperación “cuyos recursos se distribuyen entre las
comunidades autónomas de menor renta per cápita y aquellas
que tengan una dinámica poblacional especialmente negativa”30.
•
Y el segundo el llamado Fondo de Competitividad “cuyo objetivo
es reducir las diferencias de financiación per cápita entre
comunidades autónomas”30.
6ª) De todo ello, quizá la principal novedad de este modelo es la creación
del fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales al que las
Comunidades Autónomas aportan el 75% de sus ingresos tributarios, de
forma que desde esa “cesta común” se realiza una distribución con
criterios de necesidad, mediante trasferencias niveladoras entre
regiones que se parecen bastante a las que existen entre los Länder
alemanes. Este Fondo se reparte en función de la población ajustada de
cada Comunidad Autónoma, actualizada anualmente.
(Como ves, estamos ante una diferencia fundamental con la
metodología de Cupo. En este Fondo se aporta a una cesta común el
75% de los ingresos de cada Comunidad Autónoma y se recibe en
función de la población. En la metodología de Cupo se le paga al
Estado, no a una cesta común, el 6,24% de las competencias que
desarrolla que no hayan sido transferidas a Euskadi y no se recibe nada
del mismo.
62
El modelo común es de aportación y reparto entre las Comunidades. El
de Cupo es de pago al Estado).
7ª) La parte de los ingresos tributarios autonómicos que no se integran
en el citado Fondo de Garantía se la queda quien recauda. De esta
forma, el nuevo modelo de financiación de las Comunidades Autónomas
que está en estos momentos vigente, opta explícitamente por un
mecanismo de nivelación parcial, renunciando así al objetivo de
asegurar la igualdad de acceso de todos los ciudadanos al conjunto de
los servicios públicos.
Por todo ello, estoy seguro de que todo lo anterior te habrá sonado bastante
sofisticado, como me ha ocurrido a mí. Pues bien, a pesar de que con los
cuatro fondos se pretendió mejorar el sistema anterior y que, para lograrlo, el
Estado aportó 11.598 millones de euros adicionales en 2009 y 201030, el
fracaso en su aplicación ha sido absoluto.
Como puedes ver, este modelo de financiación de las quince Comunidades
Autónomas de régimen común es tremendamente complejo, pues sus
resultados son fruto de la interacción de numerosos fondos que se reparten con
criterios muy diversos y que además parte del hecho de que se quiere
preservar el “statu quo” anterior, es decir, el nivel de ingresos que recibía cada
una de las Comunidades Autónomas.
Por esta razón y por razones estrictamente políticas, teniendo en cuenta que el
modelo se implantó por el último Gobierno del PSOE, las críticas que ha
recibido el modelo, en un escenario de crisis económica, han sido
abrumadoras, como eremos en el capítulo siguiente.
En el análisis que vengo siguiendo, publicado por BBVA, se señala que “el
nuevo modelo conserva uno de los vicios fundamentales de su antecesor: la
ausencia de un criterio claro de reparto de los recursos destinado a las
administraciones regionales, o si se prefiere, la falta de operatividad del mismo,
tanto a corto, como a largo plazo”31 (la negrita es de nuevo mía).
Por otro lado, el actual modelo y el anterior, como señala el estudio del citado
banco, “especifican una normas teóricas de reparto que son bastantes
razonables, pero ninguno de ellos garantiza el cumplimiento siquiera
aproximado de tales normas, ni a corto ni a largo plazo”. Por ello, la
asignación de recursos base en cada modelo “es fruto de un pacto político
63
muy condicionado por el statu quo y no tiene demasiado que ver con lo
que exigiría la fórmula teórica aprobada”31.
Por todas estas razones, aquellas Comunidades en que las cosas vayan bien,
porque su renta per cápita crezca por encima de la media, mientras que la
población, ajustada por edad, lo haga por debajo, resultarán cada vez mejor
financiadas en relación con sus necesidades de gasto, mientras que el resto de
Comunidades Autónomas le sucederá lo contario.
Por último, el estudio de BBVA señala que con el nuevo modelo se refuerza “la
percepción ya existente entre los líderes regionales de que la fórmula más
barata para ellos de conseguir recursos adicionales es presionando al
Estado, para que los incorpore al sistema de financiación”31.
No sé qué opinarás de todo lo anterior, a mi lector o lectora, pero a mi este
modelo de financiación me parece mucho más complejo que el que establece
el Concierto Económico con la fórmula del Cupo y, además, ya ves que está
condicionado por intereses políticos en un continuo “pasteleo”.
Las críticas académicas sobre este modelo de financiación han sido muy
variadas. Por citarte solo una, el 20 de enero de 2015, Juan José Rubio,
catedrático de Hacienda Pública, de la Universidad de Castilla-La Mancha, y
Santiago Álvarez, profesor titular de la misma materia en la Universidad de
Oviedo, publicaron un interesante estudio titulado “Modelo de financiación
autonómica 2009. El fracaso de una reforma política”. En él hacían una crítica
muy profunda sobre el actual modelo de financiación de las comunidades
autónomas, llegando a una valoración muy negativa sobre el mismo.
Recordaban estos profesores universitarios que los cambios más relevantes
que se habían producido en relación con el modelo anterior se referían a los
mecanismos de nivelación, a partir de los cuatro fondos de transferencias que
calificaban de incondicionadas que hemos apuntado y que, como ves, no han
funcionado32.
3.5. Los diferentes resultados del modelo vigente y del anterior
Para explicarte este punto, voy a seguir el trabajo publicado por Ángel de la
Fuente, en noviembre de 2013 y titulado “La evolución de la financiación de las
comunidades autónomas de régimen común, 2002-2011”. Este investigador,
que tantas críticas ha lanzado contra el Concierto Económico, en este trabajo
64
realiza un interesante análisis sobre la evolución de la financiación de las
Comunidades de Régimen común desde el año 2002 hasta el 2011. Como
comenta este experto y con este objetivo “se construyen series de financiación
efectiva a competencias homogéneas que intentan aproximar los recursos que
el sistema ordinario de financiación autonómica habría proporcionado a los
gobiernos regionales durante el período analizado para financiar las
competencias comunes a todas las comunidades autónomas si éstas hubiesen
aplicado una escala tributaria común en los impuestos sobre los que tienen
capacidad normativa”33.
Creo que es interesante que analices el cuadro que figura a continuación
porque te darás cuenta, en primer lugar, del crecimiento de nivel de
financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común que, como
verás, ha experimentado un aumento en estos nueve años de un 38,8%.
Pero sobre todo, es interesante ver la distinta composición de los ingresos de
estas Comunidades con el modelo vigente en el año 2002 y con el actual de
2011.
65
CUADRO 1: FINANCIACIÓN A COMPETENCIAS HOMOGÉNEAS DE LAS
QUINCE COMUNIDADES DE RÉGIMEN COMÚN (Millones de euros)
Fuente: “La evolución de la financiación de las Comunidades Autónomas de régimen
común, 2002-2011”, Angel de la Fuente. BBVA Research. Documento de Trabajo
nº 13/32, noviembre de 2013, página 2.
Espero que el contraste de los datos del cuadro anterior te haya resultado
interesante.
3.6. Las causas del retraso en la aprobación de un nuevo modelo de
financiación
El modelo de financiación de 2009 tendría que haber sido sustituido por uno
nuevo a partir del 31 de diciembre de 2013. Por tanto, para las quince
66
Comunidades Autónomas de régimen común, las cartas del juego se van
a repartir de nuevo, cuando se apruebe ese nuevo modelo. Inicialmente, fue
prometido para la segunda mitad del 2014, vuelto a prometer para el 2015 y,
finalmente y por el momento, pospuesto y propuesto para 2016.
El Gobierno español ha estado tratando de ganar tiempo, porque sabe que,
para cuadrar el “sudoku” que tiene sobre la mesa, la aportación estatal a las
Comunidades Autónomas –incluidas Catalunya, Madrid, Andalucía Comunidad
Valenciana, Baleares y Murcia que ya están haciendo una presión tremenda–
tendrá que aumentar sustancialmente.
Para que te sirva de referencia, te recuerdo que en todas las sucesivas
modificaciones del modelo de financiación de las Comunidades Autónomas de
régimen común que se deducen de la LOFCA, aprobada en 1980, el Estado ha
tenido que poner sobre la mesa los euros –antes las pesetas– adicionales
necesarios para que ninguna quedara perjudicada, con una menor
dotación. Como clarificadora referencia, en la última revisión de 2009, el
aumento de esas dotaciones ya has visto que fue de 11.598 millones de
euros… y a pesar de ello, hoy las quince al completo se consideran
perjudicadas.
(El ex-Presidente madrileño, Ignacio González, siempre incisivo, señalaba en
una conferencia pronunciada el 3 de marzo de 2014, que Madrid tiene una
balanza fiscal negativa de 12.882 millones de euros, mientras que Andalucía la
tiene positiva –recibe más de lo que aporta– por 7.594 millones, el País Vasco
por 3.138 millones y Navarra por 618 millones34, según datos de las Cuentas
Públicas Territorializadas para 2011, sobre las que hablaremos en el capítulo 7
siguiente)
Hasta 2015 ha sido imposible que el Estado pudiera aportar una cifra adicional
tan elevada como la de 2009, salvo que hubiera habido un sensible aumento
de recaudación, vía una mayor presión fiscal efectiva –lo cual era impensable
por puras razones electorales que se han traducido en numerosas promesas
gubernamentales de rebajas impositivas– o una mejora muy clara de la
situación económica de la que se dedujeran fuertes crecimientos de los
ingresos de las distintas Haciendas.
Como corolario indeseado que analizaremos en la Parte Octava, cuanto más
se dilate este proceso y/o más aumenten las necesidades financieras de las
Comunidades Autónomas de régimen común (muchas de las cuales cuentan
67
con nuevos Ejecutivos surgidos de las elecciones de mayo de 2015), más
aumentarán el tono, la exigencia y la presión para que se aumente el
Cupo vasco (y, después del cambio del color del Gobierno de Navarra, me
temo que le pasará lo mismo –ya le está pasando– a la Aportación de esta
Comunidad Foral).
(Como un ejemplo, aunque podría citar decenas más, el Sr. Ignacio González,
en la conferencia a la que hemos hecho referencia pidió un aumento de Cupo
para el País Vasco y a Navarra de 3.200 millones de euros “para hacer un país
más equilibrado”. Al Ministro de Hacienda, su correligionario Cristóbal Montoro
le pidió, en cambio, que publicase las Balanzas Fiscales “de manera
transparente, sin manipulación, ni cocina”35).
3.7. El modelo de financiación autonómica ¿cómo será a partir de 2016?
La orientación y el contenido de ese nuevo modelo de financiación es imposible
de definir, porque estará condicionada, sobre todo, por el color político del
Gobierno central que se forme en 2016 y por los apoyos parlamentarios con
que pueda contar y las ideas que en este sensible campo tengan los mismos.
Como ves, estimada lectora o lector, no tengo respuesta a esa pregunta. Ahora
bien, si hacemos caso a los expertos, parece que se avanzará hacia un modelo
en el que se respete el principio de ordinalidad (es decir. en el que una
Comunidad Autónoma que ocupe determinada posición en el ranking de
ingresos per cápita no pueda ocupar una posición inferior en el de gasto per
cápita) con un reconocimiento de mayor poder fiscal para las regiones y que
limitará las aportaciones destinadas a la solidaridad exclusivamente a los
campos de la Educación, Sanidad y Servicios Sociales.
Esas eran las conclusiones que el periodista Jesús Sérvulo González recogía
el 15 de octubre de 2013 en un artículo titulado, muy expresivamente
“Solidaridad solo en lo esencial”.
Llevaba a las conclusiones que hemos comentado anteriormente después de
hablar con Alain Cuenca, investigador de FUNCAS; Ángel de la Fuente,
director general de FEDEA; Carlos Monasterio, catedrático de la Universidad
de Oviedo; Julio López Laborda, catedrático de la Universidad de Zaragoza y
Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo.
68
En las manifestaciones recogidas a estos especialistas había alguna
francamente interesante, como por ejemplo el comentario de Julio López
Laborda que señalaba que “el límite a la solidaridad debe ser lo que el Estado
central defina como servicios públicos fundamentales” u otro comentario que no
se adjudica a ninguno de los intervinientes en el que se dice, en relación con
las Comunidades Autónomas de régimen común que “habría que obligarles a
ejercer la autonomía fiscal que tienen. Aunque no es fácil porque primero, el
Gobierno central tiene que establecer una reputación de dureza y convencer a
las regiones de que no les va sacar las castañas del fuego. Si no, seguirán
haciendo lo mismo que hasta ahora, gastar más de la cuenta y luego pedir más
dinero a Madrid en vez de subir impuestos”36.
Este último párrafo es especialmente interesante, porque si te fijas lo que este
experto preconiza para las Comunidades Autónomas de régimen común es
precisamente un principio que asume la metodología establecida en el año
1981 para la determinación del Cupo. De acuerdo con la misma, Comunidad
Autónoma del País Vaso corre con el 100% del riesgo de la recaudación y,
desde luego, no se le pasa ni por asomo por la cabeza “pedir más dinero a
Madrid en vez de subir impuestos”.
Con este epígrafe doy por finalizado este capítulo 3 sobre la evolución del
modelo de financiación autonómica que espero te haya resultado interesante.
Vamos a pasar a continuación a analizar las numerosas críticas que recibe este
modelo.
69
4.- CRÍTICA DEL ACTUAL MODELO DE FINANCIACIÓN
Ya conoces por los dos capítulos anteriores, en primer lugar, el origen del
modelo de financiación de las quince Comunidades Autónomas de régimen
común y en el capítulo anterior la intensa evolución que ha tenido desde 1980.
Toca ahora analizar las críticas al modelo, aunque ya te he anticipado
bastantes. Pero es que hay más. Te recomiendo que te agarres bien a la silla,
porque el aluvión de críticas que recibe este sistema para financiar a las
Comunidades que no son forales es increíble.
En otras palabras, las metas del diseño que te acabo de comentar eran muy
hermosas pero, visto lo visto, podríamos decir algo así como “muchos fondos y
pocas nueces”, porque los resultados conseguidos han sido muy pobres. El
modelo de financiación de estas quince Comunidades Autónomas lanzado a
bombo y platillos en 2009 ha constituido un rotundo fiasco, pues no ha
cumplido ninguno de los objetivos que perseguía.
Quizá esto nos debería servir de consuelo, si las comparamos con las que, por
otro lado, recibe el Concierto y que vamos a analizar a continuación en la Parte
Octava de esta obra.
Cuando leas lo que viene a continuación, creo que la conclusión que vas a
sacar, si me permites utilizar un dicho popular, es que, “en todas partes cuecen
habas”. Y aquí desde luego, lo hacen en cantidad como vas a ver a
continuación.
4.1. Un tsunami de críticas
Para que tengas una visión, creo yo que completa, de cuál es la valoración que
tiene en estos momentos el sistema de financiación de las Comunidades
Autónomas de régimen común, creo que es mucho que el que yo te traslade mi
opinión, que siempre puedes juzgar que es interesada, que te recoja una serie
de referencias de distintas personas y procedencias para que tú mismo te
hagas la composición de lugar que juzgues más oportuna sobre este tema.
He encontrado centenares de críticas (no es una exageración) a lo largo de
los últimos años en relación con este modelo, pero me voy a limitar a
trasladarte las que puedes ver a continuación, pues creo que con ese ramillete
de opiniones puedes formar tú mismo criterio sobre este tema.
70
Para que veas que las andanadas llegan por todos los lados, voy a seleccionar
para ti las quince siguientes que seguro que te ayudarán a definir tu propia
composición de lugar:
1º) El actual Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, en julio de 2009 valoró así este sistema de financiación: “Es un
chantaje político. Opaco, dificilísimo de entender, absurdo e injusto
socialmente. Divide y enfrenta a unas autonomías contra otras, porque
discrimina a los españoles según su lugar de residencia”37.
2º) El mismo Cristóbal Montoro, el 26 de agosto de 2009, con motivo de la
presentación del modelo actual por la entonces Vicepresidenta
Económica del Gobierno, Elena Salgado, en la Comisión de Economía y
Hacienda del Congreso de los Diputados, mostró su “más rotunda
crítica” a un modelo al que, entre otras lindezas, calificó de “viciado,
inoportuno y partidista”, y reprochó a la Vicepresidente Sra. Salgado que
no había dado “ni una sola cifra” que lo justificase cargando así contra lo
que él consideraba una gran opacidad del nuevo modelo38, 39, 40.
3º) Cinco economistas históricos, los Sres. Lamo de Espinosa, Tamames,
Barea, Velarde y Schwartz, los cinco galardonados con el Premio de
Economía Rey Jaime I, fueron convocados por el entonces Presidente
de la Generalitat valenciana, Sr. Fabra, en la segunda parte de 2003,
según recoge el boletín “Tendencias”, de 6 de diciembre de 2013, para
elaborar un informe sobre un nuevo modelo de financiación. En su
preparación, realizaron una inmisericorde crítica al vigente sistema del
cual dijeron que “ha originado una legislación de financiación
autonómica complicada, farragosa, y que conduce a contradicciones
insalvables en los propósitos declarados en las sucesivas Leyes de
ordenación de su cuadro general”41.
4º) El 10 de marzo de 2014 el Conseller de Hacienda de la Generalitat
valenciana, Juan Carlos Moragues, afirmó que el actual modelo de
financiación “no cumple ninguno de sus objetivos y no ha permitido la
mejora del reparto entre comunidades autónomas”42. Por ello, reclamó
un nuevo sistema “más sencillo, transparente, claro y entendible frente al
actual que es todo lo contrario, farragoso, opaco, ineficiente y difícil de
entender”42.
71
5º) El destacado economista y ex consejero de Economía de la Generalitat
de Cataluña, Antoni Castells, señalaba en relación con este modelo que
“es un error inventar un modelo de financiación autonómica cada
lustro”43.
6º) Otro conocido economista, de los que no se muerden la lengua cuando
emiten valoraciones, el catedrático de Estructura Económica de la
Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, señalaba el 24 de julio
de 2014, “el sistema autonómico es ilógico e injustificable. Lleva 34 años
pudriéndose”44.
7º) El, actual Director general de FEDEA y uno de los críticos más
acérrimos del Concierto Económico, Ángel de la Fuente, apostaba el 21
de agosto de 2014 por renovar el sistema de financiación porque “es
pésimo y casi una lotería. Es muy malo”45. Y añadió más tarde “es una
especie de Frankenstein y una fuente de inequidad”46.
8º) Otro crítico frecuente del Concierto, José María Ruiz Soroa, valorando
este sistema señalaba el 25 de julio de 2014 que “lo que no puede ser,
dicho en román paladino, es que los extremeños reciban un 20% de su
renta familiar gracias al esfuerzo fiscal de catalanes y madrileños, por un
lado, y encima paguen impuestos proporcionalmente menores que
éstos. Eso no es solidaridad, eso es un sarcasmo para los ciudadanos
contribuyentes y no es de extrañar que provoque oleadas de indignación
entre ellos”47.
9º) El periodista Pedro Ruiz, escribía el 14 de noviembre de 2014 que “el
sistema autonómico español es un compendio de errores, algunos
conscientes, junto a estructuras hipertrofiadas e ineficaces y que no solo
favorecen la corrupción sino la colocación de recomendados. Además
de que cuesta 86.000 millones de euros al año”48.
10º) En el estudio publicado por los profesores Juan José Rubio y Santiago
Álvarez, al que antes he hecho referencia, la conclusión que sacan es
exactamente igual que la del Sr. Calvo Ortega, calificando de “fracaso” el
actual modelo de financiación. Y ello porque “la vertiente de la
suficiencia no ha servido para garantizar la sostenibilidad financiera de
las comunidades autónomas, no incorporando ningún elemento que
garantizara la suficiencia dinámica del modelo”49. Añaden, por otro lado
que, en términos de equidad, se perseguía un doble objetivo: “garantizar
72
la prestación de los servicios básicos del Estado de Bienestar en
igualdad de condiciones a todos los ciudadanos” y “la corrección de las
diferencias de financiación entre comunidades autónomas, por unidad de
necesidad”. Concluyen que “ninguno de estos objetivos ha sido
cubierto”.
Y finalmente, lanzan una carga de profundidad (en este caso, quizá
porque el estudio de estos dos profesores se realizó en Papeles FAES,
la Fundación vinculada al Partido Popular) en la que señalan que “si el
objetivo político de la reforma era acomodar el sistema de financiación
autonómica al nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, frenando
posteriores demandas nacionalistas, es evidente a tenor de la situación
actual que el fracaso ha sido rotundo”49.
11º) Otro conocido economista, Luis Garicano, catedrático de Economía y
Estrategia en la London School of Economics, y que en estos momentos
tiene una gran proyección pública, porque es el “gurú” económico del
partido político Ciudadanos, resumía su opinión sobre el actual modelo
de financiación, dentro del programa económico de este partido: “el
sistema de financiación autonómica es una locura”50.
12º) Otro gran economista, Andreu Mas-Colell, Conseller d´Economía i
Coneixement de la Generalitat de Cataluña, resumía su opinión sobre el
sistema señalando que “hay una política premeditada de asfixia
financiera”51.
73
Fuente: La Vanguardia 30.3.2015
13º) En un editorial publicado en el suplemento “Economía” de El País, el 17
de mayo de 2015 se hacía la siguiente valoración: “La financiación
autonómica se ha convertido, prácticamente desde que se diseñó, en
una fuente de problemas políticos que ningún Gobierno se atreve a
afrontar en profundidad”52.
14º) El periodista Manel Manchón escribía el 22 de julio de 2015 que, en su
opinión, “el modelo de financiación autonómico es un caos, es arbitrario,
es injusto y precisa de un sistema que tenga en cuenta las necesidades
de cada autonomía, es decir que mire por el conjunto de los españoles al
margen del lugar en el que vivan”53.
15º) Por último, recojo la opinión de una política emergente, la Presidenta
de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quién el 2 de octubre de
2015 instaba a reformar un sistema de financiación autonómica que no
dudaba en calificar nada menos que de “satánico”54.
74
4.2. Una opinión muy cualificada
El 19 de agosto de 2014, Rafael Calvo Ortega publicaba un artículo en El País
cuya lectura te recomiendo si este tema te interesa. Su título era muy
expresivo: “La Pesadilla de la financiación autonómica”. La opinión del Sr.
Calvo Ortega es especialmente valiosa dada su cualificación académica.
(Es Catedrático de Derecho Financiero y Tributario y académico de
Jurisprudencia y Legislación. Fue Ministro de Trabajo entre 1978 y 1980 y
candidato a la Presidencia del Gobierno en 1993. Yo le conocí en mi época
política y tengo de este destacado jurista el mejor de los conceptos. Por eso
valoro mucho su punto de vista y, con tu permiso, te la voy a facilitar con más
extensión que los anteriores).
En primer lugar, Calvo Ortega señala que el debate sobre la financiación
autonómica ha llegado a un grado máximo de confusión y destaca que:
“Después de 30 años de Constitución resulta sorprendente que hayamos
llegado a una situación de desconcierto en la financiación autonómica y de
insatisfacción general como la actual. Y también de enfrentamiento de todos
contra todos”55.
Ante tan lamentable situación, el Prof. Calvo Ortega aboga por: “Llegar a una
fase de estabilidad donde el protagonismo corresponda a la gestión y al
cumplimiento de las previsiones presupuestarias”. Tras recalcar que lo que
pretende el artículo 158 de la Constitución es garantizar: “Un nivel mínimo en la
prestación de servicios públicos fundamentales” y puntualizar que estos
servicios “son sanidad, educación y servicios que puedan considerarse
esenciales” y que lo que se busca es: “garantía de un nivel mínimo” (no, por
tanto, máximo), señala que hay que potenciar el llamado Fondo de Garantía de
Servicios Públicos Fundamentales, con criterios para su dotación y su
distribución que: “Sean sencillos, transparentes y, por supuesto, que tengan la
máxima publicidad”. En otras palabras, los criterios actuales son complejos,
opacos y no tienen la transparencia suficiente.
Aboga, finalmente, este Catedrático por simplificar drásticamente el actual
modelo, eliminando el Fondo de Competitividad, y el Fondo de Cooperación,
pues ninguno se los dos tienen respaldo constitucional, y el Fondo de
Suficiencia Global, porque “la suficiencia no es algo que deba garantizarse de
antemano”55.
75
Hasta aquí la exposición resumida de la tesis del Prof. Calvo Ortega que
comparto plenamente y que, como ves, no puede ser más crítica con el actual
modelo. En otras palabras, hay que introducir correcciones muy profundas en
el modelo actual de financiación de las quince Comunidades no forales.
4.3. Unas críticas merecidas
Tras leer todo lo anterior, creo que te habrás hecho una adecuada composición
de lugar sobre el modelo vigente de financiación de las quince “sufridoras”
Comunidades Autónomas no forales. Y es que, ya habrás deducido de todo lo
que llevas leído en estos tres capítulos, inteligente lectora o lector, que este
modelo puedes estar seguro de que es de una complejidad y oscurantismo
extremos.
Así lo acreditan, su variable porcentaje de cesión de impuestos; su limitada
corresponsabilidad fiscal; sus cuatro fondos (te los recuerdo: Fondo de
Suficiencia Global, Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales,
Fondo de Competitividad y Fondo de Cooperación56); sus arreglos “ad hoc”
bajo la mesa antes de la aprobación formal de cada uno de los cinco sistemas
que se han aprobado desde 1980; y así un largo etc.
Y eso no lo digo solo yo. Lo proclaman los que todavía a la altura de finales de
2015 lo sufren, día tras día, y echan pestes del mismo, por una razón o por
otra. Así, otro de los críticos del Concierto, Ignacio González, el que hasta
mediados de ese año fue Presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, se
permitía descalificarlo cuando, el 7 de noviembre de 2013, declaraba lo
siguiente al diario económico Expansión: “denunciamos un modelo de
financiación que es injusto y penaliza gravemente a los madrileños”57.
Si a esta manifestación, y a las dieciséis que he recogido en el epígrafe
anterior, añadimos el huracán catalán de críticas, el valenciano, el murciano, el
balear, etc. tendrás un panorama cuasi completo del rechazo generalizado que
ese modelo recibe de quienes lo padecen.
(¿Te das cuenta de la enorme diferencia que se da en este campo respecto al
modelo de Cupo? Porque la aceptación social y política de este en Euskadi no
puede ser mayor).
76
Repasando lo ocurrido en la sesión de la Comisión de Economía y Hacienda
del Congreso de 26 de agosto de 2009, a la que he hecho referencia
anteriormente58, es interesante recordar también , y con esto dejo de echar sal
a la herida, la intervención de Joan Ridao, portavoz de Esquerra Republicana
de Catalunya-ERC, que tras negar que el nuevo modelo fuera “un traje a
medida de Catalunya”, como afirmaba entonces Cristóbal Montoro, criticó el
anterior modelo diseñado por el PP y CiU en 1999, al que, en este caso,
dedicó los siguientes calificativos: “indecoroso, injusto, opaco y expoliador”.
¡Toma ya!
Pero, para mi sorpresa y supongo que también para la tuya, a pesar de este
aluvión de crítica, cuando ya queda muy lejana la fecha de su término de
vigencia (recuerda que de acuerdo con la costumbre tenía que haber sido el 31
de diciembre de 2013) el actual Gobierno, que cuenta con mayoría absoluta en
las Cortes Generales y que, por lo tanto, podría hacer lo que considerara
conveniente, de acuerdo con sus convicciones políticas, no ha tocado ni una
sola coma de este súper-criticado modelo de financiación.
¿Por qué ha ocurrido esto? Ya lo sabes: porque el Gobierno del Partido
Popular es consciente de que cualquier modificación que se produzca en la
situación que venimos comentando, se tendría que traducir en nuevas
aportaciones de recursos a las Comunidades Autónomas, como ha ocurrido en
todas y cada una de las modificaciones del modelo que se han producido en
las diferentes reformas realizadas. Y, teniendo en cuenta la situación
presupuestaria española, la presión de la Comisión Europea para que España
y el resto de los países de la Unión reduzcan sus déficits presupuestarios y el
hecho de que las consecuencias de la crisis económica que se inició en 2008
todavía no han sido superadas, no existen recursos suficientes para facilitar
una modificación de tanto calado, como sería esta.
Como consecuencia, es un conflictivo asunto que, como te anticipaba
anteriormente, se ha dejado para ser resuelto en el año 2016, es decir, tras la
celebración de las elecciones generales que tendrán lugar el 20 de diciembre
de 2015. Esto quiere decir, en otras palabras, que la reforma queda aplazada
“sine die” y que quedará al arbitrio de la nueva configuración política que se
dibuje en España tras las citadas elecciones. En definitiva, si me permites la
expresión coloquial, queda colgada de la brocha y sin escalera…
77
4.4. ¿De Guatemala a “Guatepeor”?
No me voy a alargar más en este capítulo, porque creo que has tenido
suficiente. Pero sin embargo, quisiera plantearte la llamativa situación, que creo
debemos valorar, que origina el hecho de que los críticos del Concierto, en una
de sus numerosas variantes que vamos a estudiar en la Parte Octava de esta
obra, plantean, lisa y llanamente, la supresión del Concierto Económico.
Independientemente de que eso atentaría contra un modelo de financiación
que tiene las fuentes de legitimación que he tratado de explicarte en el Título I
de la Parte Segunda, lo que me resulta más sorprendente es que la oferta que
se hace al País Vasco es que acepte la eliminación de un modelo que ha
estado vigente durante los últimos 137 años, pero no para emigrar a otro mejor,
a una especie de “paraíso”, sino al contrario para ser introducido en un
auténtico “infierno”, por calificarlo así, dado que estamos haciendo valoraciones
en términos celestiales.
No sé qué pensarás tú amigo lector o lectora, pero a mí me parece que el
migrar de Guatemala a Guatepeor no es precisamente la mejor de las
soluciones, ni una alternativa que merezca ser considerada. Aunque solo fuera
por aplicación del dicho popular de que “más vale lo malo conocido que lo
bueno por conocer”… que aquí deberíamos cambiar por otra, que creo que
resulta mucho más ajustada a la realidad y más expresiva de “más vale lo
bueno conocido que lo malo por conocer”.
Con todo lo anterior, creo que estamos en condiciones mentales de podernos
enfrentar con una batalla, y no precisamente la de Inglaterra que tuvo tanta
resonancia en la II Guerra Mundial. La vamos a analizar en el próximo capítulo.
78
5.- LA BATALLA ANTE EL NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN
AUTONÓMICA
Como puedes comprender, después de haber leído todas las críticas que te he
trasladado en el capítulo anterior, el horno en estos momentos alcanza
temperaturas muy elevadas. Como consecuencia, se está produciendo día a
día un fuerte enfrentamiento entre Comunidades Autónomas que te voy a tratar
de resumir a continuación. ¿Y cuál es el objetivo de ello? Seguro que lo has
adivinado: ¡quedarse con la parte mayor que sea posible de la tarta a repartir!
Ya sabes que, “al pan, pan… y al vino como fieras”. Pues en este campo, la
pelea es por el pan, el vino… y los euros.
5.1. Un debate muy intenso, potenciado por un grave problema político
Como consecuencia de todo lo que hemos comentado en el capítulo anterior y
de la falta de claridad en los flujos, entre lo que se recibe y lo que se paga, el
debate que existe en estos momentos entre las distintas Comunidades
Autónomas es muy intenso. Además, se observan posiciones fuertemente
encontradas, incluso entre las regidas por un mismo partido político.
(Por ejemplo, antes de las Elecciones Autonómicas de 2015, la posición pública
de Extremadura, regida por el PP, era idéntica a la de Andalucía, gobernada
por el PSOE y totalmente contraria a las de Madrid, Comunidad Valenciana y
Baleares, todas ellas, antiguos feudos del PP, que se parecen más a la de
Catalunya, gobernada por CiU hasta el 27 de septiembre de 2015).
A este componente técnico del debate, para complicarlo más aún, se ha
añadido las consecuencias de la crisis política con Cataluña y algunas de las
manifestaciones que han llegado de allí. Como consecuencia, en medio de este
conflicto entre distintas autonomías, como era esperable, los ataques más
duros en este campo los ha recibido Catalunya, tras la extendida afirmación en
esa Comunidad Autónoma del latiguillo “España nos roba”.
Aunque la Generalitat se desvinculó del mismo, la cuantificación que ha hecho
–con expresiones no hirientes, sino técnicas– el Gobierno catalán del déficit
interterritorial en 9.376 millones de euros, de acuerdo con un informe
presentado el 15 de octubre de 2013 y titulado “La deslealtad del Estado
respecto a Catalunya. Balance de situación”, levantó en su momento ampollas
y originó múltiples reacciones.
79
Así, el destacado economista José Luis Feito afirmaba el 5 de febrero de 2014
en una entrevista en El Mundo “No hay ‘España nos roba’ sino todo lo
contrario”. Pero, como todo este resbaladizo terreno de los flujos
interterritoriales no está nada claro, reputados economistas catalanes siguieron
y siguen defendiendo con gran tesón, lo contrario. Y, como puedes
comprender, tras las Elecciones catalanas de 27 de septiembre de 2015 el
horno al que hacía referencia antes está a la misma temperatura que el propio
Sol.
5.2. La tarta a repartir
Con todo lo anterior, sin duda te estarás preguntando de qué cantidad estamos
hablando. Te recuerdo que la hemos visto en el capítulo 2 anterior pero la
tienes reflejada con toda claridad en el cuadro que puedes ver a continuación.
Fuente: El País. 30 de julio de 2015. “Cataluña es la más beneficiada en el nuevo
reparto de financiación.
80
Como pues ver, la cifra total para el año 2016 es de 92.795,1 millones de
euros, lo cual significa un aumento anual de 7.462,7 millones de euros, es decir
un 8,7%. En el cuadro puedes ver que seis Comunidades Autónomas o
ciudades autónomas (Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Melilla,
Ceuta, Murcia) obtienen crecimientos por encima de la media.
Todo ello se solventó en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera
celebrada el 29 de julio del 2015, en la que el Ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se encontró con el rechazo de
las siete Comunidades Autónomas controladas por el POSE (Andalucía,
Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias, Baleares y la Comunidad
Valenciana) a las que se unieron Cataluña, Cantabria y Canarias que votaron
en contra, formando un frente común contra Montoro. Su propósito era
reclamar un reparto más equilibrado de los objetivos del déficit público que para
el año 2016 quedó establecido en el 0,3%. Muchas de estas Comunidades lo
consideraron insuficiente, teniendo en cuenta que el Estado en el año 2016
mantendría un déficit del 2,6%59.
En los Presupuestos Generales del Estado presentados unos días más tarde,
las transferencias del Estado a las comunidades Autónomas se situaban en
una cifra de 23.504,95 euros, con un crecimiento del 3,13% sobre el año
pasado. De esta cifra 17.820 millones correspondían a las transferencias
propias del sistema de financiación y los fondos de compensación
interterritorial60.
Por otro lado, en el citado Proyecto de Presupuestos se planteaba que las
entregas a cuenta del sistema de financiación del 2016 sumaran en total
86.754 millones de euros que se repartían así: 3.894 millones del Fondo de
Suficiencia, 8.557 del Fondo de Garantía y 77.145 de Tributos Cedidos (34.028
millones por el IRPF, 30.705 por IVA y 12.412 por Impuestos Especiales). El
Fondo de Compensación Interterritorial se situará en 425,81 millones de
euros60.
5.3. Una batalla muy tensa
Las tensiones entre las Comunidades Autónomas vienen de largo y se
recrudecieron, muy especialmente, a partir del 2014.
81
Así, el 26 de marzo de 2014 el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijoo, advirtió muy seriamente que cualquier propuesta del Gobierno
de su correligionario y paisano Mariano Rajoy que redujera la capacidad de
financiación y los recursos para atender los servicios públicos de Galicia
recibiría “una respuesta contundente” de su Ejecutivo61.
Quizás estas declaraciones tan duras de un político tan templado como es
Núñez Feijoo eran consecuencia de que unos días antes, el 8 de marzo del año
citado, Andalucía y Cataluña habían reabierto la batalla por la financiación
denunciando nuevos agravios del Gobierno central quien, por supuesto,
desmintió cualquier tipo de imputación.
La Generalitat había elaborado un informe en el que señalaba que Cataluña
era la tercera Comunidad que más recaudaba y la décima en recibir recursos
per cápita, después de pasar por los Fondos de Solidaridad62.
Por su lado, la Junta andaluza defendía que esta Comunidad estaba
“infrafinanciada” y cifraba en 2.800 millones el dinero que ha dejado de
ingresar desde 2009, al situarse, en su opinión, por debajo de la media de
financiación por habitante62.
Por su lado y en representación del Gobierno central, su Vicepresidenta Soraya
Sáenz de Santamaría señaló “que los cálculos son tan variados que está claro
que cada uno usa un sistema que le puede venir mejor”62.
Fuente: Peridís. El País. 8 de marzo de 2014. Página 12.
Unos días después, el entonces Presidente de la Comunidad Autónoma
valenciana, Alberto Fabra, manifestó que su región había hecho lo que debía
para reducir el déficit y que lo que necesitaba en ese momento
imperativamente era “contar con mayores ingresos derivados del nuevo
sistema de financiación autonómica”63.
82
Por las mismas fechas, el Presidente del PP de Mallorca, Jeroni Salom,
reivindicó junto a Montoro una financiación justa para Baleares64 y
prácticamente en coincidencia, Canarias solicitó un nuevo modelo de
financiación porque “las islas se mantienen a la cola del sistema ya que las
cantidades entregadas a cuenta siguen muy por debajo de lo que recibe la
media de las autonomías”65.
Un par de meses después, el 12 de junio de 2014, para echarle más leña al
fuego, se produjeron unas declaraciones del consejero de Economía de la
Generalitat de Cataluña, Andreu Mas-Colell, que, además de rechazar el tópico
muy extendido de “España nos roba”, advirtió que el déficit fiscal de Cataluña
se situaba entre 11.000 y 15.000 millones de euros66.
Por esas mismas fechas, en julio de 2014, fueron la presidenta de Andalucía,
Susana Díaz y el entonces Secretario General del PSPV-PSOE, Ximo Puig,
actual presidente de la Comunidad Valenciana los que solicitaron al Presidente
de Gobierno una Cumbre de Presidentes sobre financiación67… que por
supuesto, no se celebró.
Te podría contar muchos más episodios de esta naturaleza pero creo que con
esas referencias tienes suficiente. Basta decir que la situación se complicó
todavía más cuando algunas comunidades Autónomas comenzaron a publicar
sus Balanzas Fiscales, cuestión de la que te hablaré en el próximo capítulo, y
cuando volvieron a incidir con fuerza en esta situación las exigencias de
Cataluña que, mezcladas con el difícil momento político que se vivía,
terminaron por echar más leña al fuego.
5.4. El “factor catalán” complica más aún el escenario
Además de la compleja situación política que se está viviendo en Cataluña, las
relaciones con otras Comunidades Autónomas se tensionaron todavía más
cuando el 7 de octubre de 2013 la Presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez
Camacho, presentó públicamente una propuesta de que se planteara una
financiación específica para Cataluña dentro de la LOFCA y un sistema nuevo
que incluyera límites a la solidaridad entre regiones, como ocurre en Alemania
(en donde uno de los länder no pierde posiciones de riqueza tras su aportación
a la caja común) y que además las ayudas que se realizaran por parte del
Estado fueran finalistas, como en el caso de la Unión Europea68.
83
Esta senadora planteó también una serie de fórmulas políticas que, sin tocar la
Constitución, permitieran reconocer el hecho diferencial de Cataluña en la
futura racionalización de la Administración, además de poner el acento en la
gestión y la revisión de competencias pendientes68.
Como puedes suponer, esto cayó como una auténtica bomba entre sus
correligionarios. Por esta razón el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo
que prometer a los barones regionales del PP que no favorecería a Cataluña
en la futura definición del nuevo modelo de financiación de las comunidades
Autónomas de régimen común69.
Por su lado, la Generalitat de Cataluña siguió presionando al Gobierno central y
reclamando más recursos. En esa línea, el 22 de septiembre de 2015 presentó
un informe titulado “Ineficiencias e inequidades del modelo de financiación
autonómica 2009-2013” en la denunciaba que el modelo de financiación
vigente había provocado desde 2010 hasta 2013 un “trasvase de recursos” de
las Comunidades Autónomas al Estado y, además, Cataluña había visto,
empeorar “su posición” en el ranking de las “más perjudicadas”70.
Según indicaba este documento, entre los años citados se había producido un
“desequilibrio vertical a favor del Estado”, ya que los recursos del mismo se
habían incrementado a una tasa interanual del 8,3%, mientras que los de las
Comunidades Autónomas se habían reducido un 3%. Con ello el Estado había
pasado de disponer del 37,8% de los recursos totales en 2010 al 45,8 en
2013 por lo que “se ha producido un trasvase de recursos” de las Comunidades
Autónomas de la Administración Central.
La Generalitat apuntaba que, para restablecer el equilibrio entre los recursos
del Estado y de las autonomías de 2010 “habría que haber trasferido a las
comunidades autónomas el año 2013 un total de 14.442 millones de euros
más”70.
Además, el citado informe apuntada que, desde la aprobación del nuevo
modelo de financiación de las Comunidades Autónomas, en el año 2009, las
diferencias entre Comunidades habían ido en aumento, de tal manera que las
que ya salían beneficiadas con el anterior modelo de financiación habían
mejorado su posición relativa, mientras que había empeorado la de las
comunidades autónomas que ya figuraban como las más perjudicadas70.
84
Finalmente, en el caso de Cataluña, desde 2010 hasta 2013, “los recursos per
cápita se habían ido reduciendo progresivamente, desde 2.320 euros hasta
2.075 euros por habitante, un descenso que también experimenta la comunidad
de Madrid”. El informe se cerraba afirmando que, en recursos per cápita,
Cataluña se sitúa en décima posición, pero teniendo en cuenta las paridades
de poder de compra cae hasta la decimocuarta posición de las 15
Comunidades Autónomas de régimen común70.
Fuente: Toni Batllorí. Ninots. La Vanguardia. 6 de marzo de 2014. Pág. 11
5.5. Los enfrentamientos continúan
A los dos factores que hemos citado anteriormente (fuertes necesidades de
recursos por las quince Comunidades Autónomas de régimen común y el factor
catalán que hemos comentado en el epígrafe anterior) se añadió otro muy
importante, desde marzo de 2014, cuando el Ministerio de Hacienda dejó claro
a las comunidades Autónomas que se había acabado la política de definir un
nuevo sistema de financiación a golpe de talonario. Al anticipar que, por
primera vez no habría más dinero sobre la mesa, y en consecuencia, habría
autonomías que perderían recursos, esto levantó ampollas en todos los
responsables autonómicos71.
Inmediatamente la Comunidad Autónoma de Madrid, a pesar de estar
encabezada por el mismo partido que el Gobierno central, reaccionó
publicando las Balanzas Fiscales que vamos a comentar en el capítulo
siguiente y exigiendo que se establecieran límites a la solidaridad71.
Este produjo un claro enfrentamiento del entonces Presidente de la comunidad
madrileña, Ignacio González, con el Ministro de Hacienda y Administraciones
Públicas, Cristóbal Montoro, quien ya previamente había señalado que quizá el
Sr. González pensara “que en este ministerio está la ventanilla para hacerle
candidato”72.
85
(Como sabes muy bien, es cierto que Ignacio González se debió equivocar de
ventanilla, porque en el año 2015 fue apeado, abruptamente, de la candidatura
para volver a presidir la Comunidad de Madrid, antes de las Elecciones
Autonómicas celebradas en mayo de ese año).
En toda esta polémica intervino también el entonces presidente de la
Comunidad Autónoma de Extremadura, José Antonio Monago, quien publicó un
artículo en El País titulado “Extremadura y Cataluña” en la que señalaba que
“salvo que estemos todos prevenidos y tengamos las ideas bien estructuradas,
la facilidad y la frivolidad con las que se cruzan argumentos fraudulentos desde
hace treinta años entre autonomías, cuando se trata de abordar el complejo
asunto de la financiación, puede llevar a que algunos en España pierdan la
perspectiva mínima necesaria para un diagnóstico sensato y con sentido
constitucional, de Estado, de Nación y de País”73.
Y añadía a continuación el Sr. Monago que “se trata de ser serios y despolitizar
el dinero de todos los españoles. Y de recordar que la solidaridad entre
regiones en nuestro país no es una función ejercida por los territorios entre sí,
sino que corresponde al Estado que no se primen a unos sobre otros, porque él
es el responsable de garantizar que un ciudadano pueda recibir como español
un mismo de nivel de servicios fundamentales en cualquier región de
España”73. Lo cual, si lees entre líneas, quiere decir que, aunque han pasado
nada menos que treinta y cinco años desde que se promulgó la LOFCA, el
Estado no ha cumplido con ese objetivo.
Como conclusión de todo esto, el entonces Presidente de la región de Murcia,
Ramón Luis Valcárcel, señaló que “todos estamos tirándonos los trastos a la
cabeza”, haciendo referencia al malestar que existía en las distintas
autonomías respecto al sistema de financiación autonómica. Añadió que “algo
se ha tenido que hacer muy mal” para que exista tal descontento74.
5.6. Unas llamativas “coaliciones”
La consecuencia más sorprendente de todo este guirigay es que, por encima
de la adscripción a los partidos políticos mayoritarios, se formaron unas
extrañas coaliciones entre responsables autonómicos de diferentes partidos.
Así, por un lado, la Comunidad valenciana, Murcia y Baleares, las tres regiones
del eje mediterráneo, fueron encabezadas a partir del 2014 por el entonces
86
Presidente de la Generalitat, Alberto Fabra del Partido Popular, defendiendo un
nuevo modelo de financiación que primara el criterio de población para
asegurar el coste de los servicios públicos esenciales, como la Sanidad, la
Educación o las políticas relacionadas con el bienestar social75.
En el otro lado, se formó un eje integrado por Aragón, Asturias, Extremadura,
Galicia, Castilla-La Mancha y Castilla y León, liderado por el presidente
extremeño, José Antonio Monago, también del PP, que abogaba por no perder
su posición y pedía un sistema que primara la baja densidad de población, el
envejecimiento y la dispersión del territorio75.
Como consecuencia de eso el Gobierno reaccionó y a principios de 2015
comenzó a reunirse en la sede del Partido Popular en Madrid con el objetivo de
alcanzar una “fórmula de consenso”. Pretendía incorporarla al programa
electoral de las Elecciones Autonómicas y municipales de mayo del 2015. Su
idea era así diseñar “las líneas maestras” de la reforma del sistema a defender
en la próxima Legislatura76.
Aquella idea fracasó. Porque lo que no sabía entonces el Gobierno central ni
los responsables autonómicos del PP es que los resultados de las Elecciones
del citado mes de mayo iban a ser “catastróficas para los intereses de dicho
partido”.
Con todo ello, y ya en 2015, se apreció una confluencia de intereses, una vez
rediseñado el mapa político tras las citadas Elecciones, entre Castilla y León,
Valencia, Madrid y sorprendentemente Cataluña, todas las cuales exigieron
que se aprobara cuanto antes un modelo más justo77.
Y ya, rizando el rizo de lo imposible, Cristina Cifuentes, la nueva Presidenta de
la Comunidad Autónoma de Madrid, el 8 de julio de 2015, en una entrevista
concedida a “La Vanguardia”, manifestó, sin que le temblara el pulso, que en
relación con el nuevo modelo para financiar las Comunidades Autónomas de
régimen común, “iré de la mano con Cataluña para reclamar otra
financiación”78.
Como puedes ver, si es verdad eso que se dice de que “la política hace
extraños compañeros de cama”, parece que es todavía más verdad aún que “la
financiación autonómica hace rarísimos compañeros de habitación”.
87
En toda esta esperpéntica situación terció el que es ahora Presidente de la
Comunidad Autónoma de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, con un
artículo publicado en El País el 4 de marzo de 2014 en el que entre otras cosas
señalaba lo siguiente: “están surgiendo ‘grupos de comunidades autónomas’,
preparándose para la gran batalla de la financiación autonómica. Siempre hubo
contactos pero este destape y alineamiento resulta grotesco. Me imagino a
Rajoy con los Presidentes autonómicos hablando de la financiación. A ver
señores que hable el portavoz del Mediterráneo. A continuación el del Atlántico.
Ahora es el turno del de la España interior. Cierra el portavoz del Sur”79.
A este irónico apunte, el Sr. Fernández Vara añadía lo siguiente: “Los
ciudadanos nos van a decir que ‘ya basta’ de tonterías, mientras millones de
personas viven la vida de forma dramática. Queda mucha gente que cree en la
política, pero no en esta política. Voy a decir algo que siento hace mucho
tiempo. Para todos los que piensan que el problema de España se llama
Cataluña, lamento decepcionarles. El problema de España se llama España,
que la estamos dejando sola”79.
Y tras esta dramática apelación al sentido común de los responsables
autonómicos, el hoy Presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura
señalaba que “un escritor alemán del siglo XVIII, Lichtenberg, sentenció que
cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el
respeto. No la perdamos nunca”.
No sé qué opinarás, amigo lector o lectora, pero la reflexión de este político la
comparto plenamente.
5.7. Un debate que promete alargarse en el tiempo
Lo que quedó claro de todo lo anterior es que ya a mediados del año 2014 la
situación era insostenible. Por esta razón, el Ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunció que su decisión de
aplazar la reforma del sistema de financiación autonómica, a pesar de las
reiteradas promesas que había realizado el Gobierno central de abordarlo en el
año 2014.
Comentó el Ministro que “no podemos abordar un nuevo sistema de
financiación autonómico que pretenda que el Estado ponga más dinero,
porque no lo tiene. No vamos a promover una discusión del sistema de
88
financiación que promueva más agravios y enfrentamientos entre las
autonomías y entre las comunidades y con el Gobierno de España. Es el
momento de la reforma fiscal y de la bajada de impuestos. Esa es la
prioridad”80.
Solo dos meses después, ya en agosto del citado año, Mariano Rajoy, tras
entrevistarse con el Rey en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, quiso
zanjar el debate sobre la urgencia de una reforma del sistema de financiación
autonómica con el argumento de que el vacío de las arcas públicas acumulado
en los últimos años impedía al Gobierno, al menos de momento, a abrir otra
vez el grifo del reparto, tras una pérdida de recaudación de 70.000 millones de
euros en solamente los años 2008 y 200981.
Comentó también el Presidente del Gobierno español que el plan del Ejecutivo
consistía en esperar a que se afianzara la recuperación económica y, con ello,
se lograra una mayor recaudación para poder aportar más recursos a solventar
“aquello que le importa a los españoles, educación, sanidad y dependencia.
Este es el objetivo, el reto y de él no debemos separarnos”81.
En definitiva, esta “patata caliente”, como ya te he anticipado, va a pasar, con
todos sus matices y sus fricciones, a tener que ser resuelta por el nuevo
Gobierno español que se constituya en 2016. Y la tarea no va a ser fácil. Por
un lado, porque la confrontación de Cataluña con el Estado seguirá
previsiblemente sobre la mesa. En segundo lugar, porque las estimaciones de
recaudación para el año 2016 que han avanzado los optimistas Presupuestos
Generales del Estado, aprobados en el mes de agosto de 2015, no apuntan a
un incremento claro de recaudación (con lo cual no se cumple una de las
condiciones que señalaba Mariano Rajoy, según has podido ver unas líneas
más arriba). Y tercero, y sobre todo, porque dependerá de cuál sea la
configuración de ese Gobierno, del peso que tenga en el Congreso de los
Diputados, para que en función de todo ello se puedan definir las líneas
generales de un nuevo modelo de financiación.
No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta que el Partido Popular,
Partido Socialista Obrero Español, Ciudadanos y Podemos (por señalar las
cuatro formaciones políticas que, en octubre de 2015 parece que van a ser las
que van a ocupar las cuatro primeras posiciones tras las Elecciones del 20 de
diciembre de este año), tienen puntos de vista muy diferentes para abordar
esta complejísima cuestión.
89
6.- ¿QUÉ ES ESO DE LAS “BALANZAS FISCALES”?
Hemos dejado ya atrás cinco capítulos de este Título dedicado a la analizar la
financiación autonómica de las Comunidades Autónomas de régimen común,
es decir, de aquellas que no disfrutan ni de Concierto Económico ni de
Convenio, y supongo que tendrás, a estas alturas, la cabeza como un bombo,
porque hemos visto temas bastante complejos y además tremendamente
conflictivos, como has podido comprobar en los dos últimos capítulos.
Pues bien, pues si no tenías bastante, nos vamos a meter en otro donde los
debates son todavía más encrespados que los anteriores y donde resulta muy
difícil poder aclararse, para sacar una única conclusión.
Por esta razón, y para no tratar de influirte, te voy a ofrecer una serie de
explicaciones teóricas, voy a analizar distintas alternativas y posiciones, te voy
a exponer las diversas críticas que he podido localizar, todas ellas de expertos
relevantes, y con todo ello, me permito dejar la pelota en tu tejado, para que tú
saques tus propias conclusiones.
Espero que no te enfades por ello, pero este es un asunto, como te apuntaba,
especialmente complicado y donde resulta muy difícil encontrar la verdad
absoluta, por una simple razón: porque esta no existe.
6.1. Qué son las Balanzas Fiscales
Desde una perspectiva técnica se denomina Balanzas Fiscal, en este caso
referidas a las Comunidades Autónomas, a un instrumento de información
económica que imputa territorialmente los ingresos y gastos de las instituciones
del sector público en un período de tiempo determinado y calcula así el saldo
fiscal resultante en esa Comunidad Autónoma82. Es por lo tanto, una
herramienta que puede utilizar un Gobierno para diseñar su política fiscal.
El propósito inicial de este instrumento es el de identificar el saldo que supone
para una Comunidad Autónoma el total de gastos de la Administración Central
en su ámbito territorial, menos la suma de sus aportaciones a la Hacienda
pública.
En otras palabras, la Balanza Fiscal es una cuenta resumida de ingresos y
gastos que proporciona un saldo. La imputación de cada una de las partidas de
90
dicha cuenta resumida puede hacerse, básicamente, con dos enfoques
diferentes que te voy a comentar a continuación que, en el marco adoptado de
las cuentas nacionales, encuentran amplia equivalencia con los criterios de
regional/nacional e interior, permitiendo interpretaciones analíticas diferentes82.
Confío en que, con todo lo anterior no te hayas desmoralizado, pero creo que
ya te habrás dado cuenta que vas a leer un capítulo de los que técnicamente
pueden resultar más difícil de comprender que los habituales. Pero creo que si
sigues leyendo, podrás tener una visión personal adecuada de este tema.
6.2. Los estudios históricos de las Balanzas Fiscales
Ramón Barberán Ortí, catedrático de Economía Pública de la Universidad de
Zaragoza, es uno de los grandes expertos en este campo. Este economista en
un artículo titulado “Las Balanzas Fiscales Regionales” nos señala que los
primeros estudios sobre Balanzas Fiscales hechos en España proceden de los
años 70 del siglo pasado y sobre todo se refieren a Cataluña.
Pues bien, a pesar de los años transcurridos el interés por este tipo de trabajos
no solo no ha desaparecido sino que, como vas a ver a continuación, ha
aumentado tremendamente y se ha ampliado a todo el territorio del Estado.
Como expone este experto, tomando solo la referencia del año 2000 y hasta la
fecha de publicación de su artículo en diciembre de 2005, se habían publicado
nada menos que ocho Balanzas distintas encabezadas por diferentes
economistas. Los resultados de las mismas tuvieron una importantísima
repercusión pública, porque fueron utilizados en debates de política territorial e
institucional relacionados con el estado de las autonomías. Todo ello se tradujo
en una repercusión que puede considerarse como desproporcionada, en
relación con la fiabilidad y el verdadero significado de estos estudios
económicos83.
Como señalaba Carmen Alcaide, una conocida economista, ex-Presidenta del
INE y a quien tuve el placer de conocer y tratar en mi época de trabajo en el
sector bancario, “se calcula que desde 1960 han sido publicadas más de 40
estimaciones diferentes de Balanzas Fiscales de diversos autores e
instituciones”84.
91
Estamos, por lo tanto, en un terreno muy trabajado pero en el que,
dependiendo de los criterios que se adopten los resultados que se obtienen son
radicalmente diferentes.
Y es que el consenso sobre la metodología a aplicar, sobre la cual te voy a
hablar enseguida, se ha revelado absolutamente imposible. Por ejemplo, en un
trabajo publicado por el Instituto de Estudios Fiscales, adscrito al Ministerio de
Hacienda y sobre el que hablaremos también enseguida, se señalaba en 2006,
que se habían producido en los últimos años hasta 36 estudios diferentes sobre
Balanzas Fiscales, con una gran disparidad en cuanto a los resultados, en
función del método aplicado. Se señalaba desde este Instituto que en dos de
ellos se recoge para la Comunidad de Madrid y el mismo año un saldo fiscal
negativo con el Estado central de 1.200 millones de euros y de 7.300 millones
respectivamente, según el criterio elegido84.
6.3. Para qué sirven y para qué no sirven las Balanzas Fiscales
Volviendo al trabajo del catedrático Ramón Barberán, la utilidad principal de los
estudios de Balanzas Fiscales es que sus resultados pueden alertar sobre
efectos redistributivos territoriales atípicos ocasionados por el presupuesto del
Gobierno central. Pero aclara este catedrático que la Balanza no proporciona
más que una señal de alerta, que además puede responder o no a un problema
real de desigualdad de trato entre los ciudadanos residentes en distintos
territorios y en ningún caso aporta información suficiente para hacer un
diagnóstico del problema85.
Por esta razón, indica Ramón Barberán que para disponer de una identificación
y diagnóstico precisos deberían analizarse los distintos programas de gasto,
evaluando necesidades y su grado de cobertura en cada territorio y no una sola
cifra (es decir, el saldo) obtenida como diferencia entre ingresos y gastos de
muy distinta naturaleza85.
En el lado de las ventajas, teniendo en cuenta que los estudios de Balanzas
Fiscales requieren elaborar y publicar información territorializada sobre la
actuación del sector público central, hacen más transparente su actuación y
facilitan su control democrático. Aunque, puntualiza este experto que, si la
calidad de los datos utilizados no es buena y la metodología de estimación
resulta inadecuada, contribuye más bien a crear confusión sobre la realidad de
esa actuación y especialmente sobre sus consecuencias redistributivas.
92
Por esta razón, Emilio Albi, catedrático de Hacienda Pública en la Universidad
Complutense señala que la utilización política de las Balanzas Fiscales que
tienen mitad de ciencia y mitad de arbitrariedad ha empeorado las cosas
desde hace al menos diez años86.
6.4. Los dos modelos básicos de Balanzas Fiscales
Entre las múltiples metodologías que se pueden utilizar, podríamos decir que
los modelos básicos son dos: el que se denomina de balanza fiscal por el
método de flujo monetario y, un segundo, que se identifica como la balanza
fiscal por el método de carga beneficio.
La diferencia entre estos dos modelos nos la explica muy bien, sin terminología
técnica, un conocido economista catalán Xavier Sala i Martín quien nos señala
que, de manera muy resumida, la balanza fiscal es la diferencia entre los
impuestos que pagan los catalanes (podríamos decir de cualquiera de las
Comunidades Autónomas, aunque hay que matizar lo relativo a las forales,
dado que tienen otro modelo de financiación) y el gasto público que reciben a
cambio. Y se pregunta este experto “¿qué quiere decir reciben a cambio?”. Y
se contesta a sí mismo señalando que uno puede referirse al “gasto que se
hace en beneficio de los catalanes” o “al gasto público que se hace en
Cataluña”87.
(Repito que tienes que leer estos conceptos aplicados a cualquier Comunidad
Autónoma. Aunque son modelos distintos, si vives en el País Vasco y cambias
la referencia a Catalunya por la referencia a Euskadi los entenderás mejor).
Son conceptos distintos, porque como puedes suponer hay gasto público que
beneficia a los catalanes pero no se hace en Cataluña. Por ejemplo, la base
aérea de Zaragoza: en la medida que el gasto militar protege (beneficia) a
todos los ciudadanos de España, beneficia también a los catalanes. Pero no es
un gasto que se haga en Cataluña, sino en Zaragoza87.
La diferencia entre los impuestos pagados en Catalunya y el gasto que
beneficia a los catalanes es el saldo por el método de carga-beneficio. La
diferencia entre los impuestos pagados y el gasto que se realiza en Catalunya
es el saldo por el método de flujo monetario87.
93
Espero que con todo ello te haya quedado más claro los dos grandes modelos
de medir las Balanzas Fiscales. Pues bien, como habrás deducido ya de lo que
has leído de este artículo de Xavier Sala i Martín, las diferencias de perspectiva
que ofrecen una y otra Balanza Fiscal son radicalmente distintas para la
valoración política de los resultados de las mismas. Y ahí precisamente surge
el problema.
6.5. Pros y contras de las Balanzas Fiscales
Desde el momento en que se planteó la idea de la publicación de las Balanzas
Fiscales, cuestión de la cual vamos a hablar en el epígrafe siguiente, se
discutió mucho la conveniencia de su elaboración. Los principales argumentos
a favor de la publicación fueron los cuatro siguientes88.
1º) El hecho de que se publiquen las Balanzas Fiscales fomentará la
transparencia fiscal y del gasto público, ofreciendo a cualquier
ciudadano una información más profunda de cómo emplean los
gobernantes el dinero obtenido de sus impuestos.
2º) Los datos obtenidos de las Balanzas Fiscales facilitan a los expertos y a
los académicos una mayor información sobre la cual realizar posteriores
estudios.
3º) Cualquier dato que sume a los que publiquen las distintas
Administraciones públicas sobre sus ingresos y sus gastos son un
elemento de transparencia que mejora la calidad de la democracia.
4º) La publicación de este tipo de informes facilita la valoración económica
de los desequilibrios territoriales, sirviendo por lo tanto de instrumento
para evaluar, generar y corregir las políticas redistributivas del Estado.
Los argumentos que se han manejado en contra de la publicación de las
Balanzas Fiscales son los siguientes88.
1º) La elaboración de este tipo de estudios dentro de un territorio nacional
es un ejercicio técnicamente imposible.
2º) El propio concepto de Balanza Fiscal Territorial puede inducir a
confusión, ya que quienes pagan impuestos son las personas, no los
territorios. La redistribución de recursos a través de los impuestos,
detrae ingresos de los más pudientes, para devolverlos en forma de
pagos sociales y servicios a los ciudadanos de menor poder adquisitivo.
94
La Balanza Fiscal, vista desde esta perspectiva, solo tiene sentido en el
plano individual.
3º) La perspectiva ofrecida por las Balanzas Fiscales es incompleta. Las
comunidades Autónomas que aparentemente resultan perjudicadas en
su relación con el resto de España pueden salir beneficiadas si se
analizan otras dimensiones económicas tales como la balanza
comercial, las compras de la Administración central a empresas
privadas, etc.
4º) Existen más métodos para calcular la Balanza Fiscal territorial y cada
una arroja unos datos objetivos que pueden ser interpretados de distinta
forma.
Como ves, por lo tanto, nos movemos en un terreno muy resbaladizo y
sometido a multitud de interpretaciones.
6.6. La iniciativa del Vicepresidente del Gobierno español y Ministro de
Hacienda, Pedro Solbes
Tras dos años de trabajos muy laboriosos, finalmente el Vicepresidente del
Gobierno español y Ministro de Hacienda, Pedro Solbes, recibió el informe que
había solicitado a los técnicos del Instituto de Estudios Fiscales sobre las
Balanzas Fiscales. Se conoció el 14 de noviembre de 2006.
El trabajo fue elaborado por un grupo de expertos del Instituto Nacional de
Estadística, del propio Instituto de Estudios Fiscales, de Universidades públicas
y privadas, con el objetivo de arrojar luz sobre esta cuestión que había sido
objeto de un intenso debate político desde distintas posiciones.
Este grupo de expertos se puso de acuerdo en la definición de Balanza Fiscal
que has conocido en el epígrafe primero de este capítulo: “Instrumento de
información económica que imputa territorialmente ingresos y gastos de las
instituciones del sector público en un período de tiempo determinado y que
calcula el saldo fiscal resultante”89.
Sin embargo, en lo que no se pusieron de acuerdo fue en la metodología a
aplicar para determinar una Balanza Fiscal.
Al final, optaron por dos de los enfoques fundamentales que oficialmente
deberían aplicarse y que ya conoces: el de “carga-beneficio”, por el que los
95
ingresos y gastos se imputarían al territorio donde residen las personas que se
benefician de los servicios públicos y el segundo, el de “flujo-monetario” en el
que los ingresos y gastos se imputarían donde se localice la capacidad
económica y el gasto sometido a gravamen, con independencia de quien se
beneficie de él89.
Según el Director del Instituto de Estudios Fiscales, Jesús Ruiz-Huerta, ambos
son válidos. Depende de qué se trate de analizar, si quien se beneficia de un
servicio o el impacto de una actividad sobre varios territorios.
Finalmente, se recomendó que las Balanzas Fiscales dado su “carácter teórico”
no deben utilizarse como instrumento decisivo para diseñar un nuevo modelo
de financiación autonómica que era en principio el origen de todos los debates
que se estaban produciendo.
Con ello, el Vicepresidente del Gobierno consideraba que había cumplido con
lo que se comprometió, es decir, realizar un análisis técnico sobre la
metodología para que esté disponible para los estudiosos. En cuanto a la
posibilidad de hacer cálculos oficiales, no descartó utilizar ambos criterios
aunque reconoció que por el momento “no es una prioridad de la
Administración”.
6.7. La publicación oficial de las Balanzas Fiscales por el Presidente del
Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero
De la lectura del epígrafe anterior, seguro que te habrás dado cuenta de que el
Vicepresidente del Gobierno español, Pedro Solbes, no tenía ninguna prisa, ni
desde luego entusiasmo, por realizar la publicación de las Balanzas Fiscales
porque pensaba, con toda la lógica del mundo, que provocaría confrontación. Y
bastante razón tenía.
La sorpresa surgió en el debate de investidura del segundo mandato de José
Luis Rodríguez Zapatero cuando, ante un planteamiento del portavoz de CiU,
Josep Antoni Durán i Lleida, reclamando la publicación de las mismas con
carácter oficial “a corto, cortísimo plazo”, el candidato a la Presidencia del
Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió el 8 de abril de 2008
a publicar antes de dos meses las Balanzas Fiscales de las Comunidades
Autónomas “por primera vez en este país”90.
96
Pues bien, no cumplió con su promesa por muy poco, porque la publicación de
las mismas, con carácter oficial, se realizó el 15 de julio de 2008. Y como era
de esperar, una vez realizada, se reabrió el debate territorial con una gran
visceralidad.
La presentación de las Balanzas oficiales corrió a cargo, lo cual no deja de ser
significativo, no del Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Hacienda, sino
de Carlos Ocaña, Secretario de Estado de Hacienda. A pesar de que insistió en
una rueda de prensa multitudinaria en que las Balanzas Fiscales no tenían
nada que ver con la financiación autonómica91 se armó a continuación el
correspondiente guirigay.
El Gobierno, en la presentación pública de este informe, la justificó como la
respuesta a un compromiso de transparencia, a un debate público que levanta
pasiones en la España de las autonomías. Y aunque apenas hubo sorpresas
con los datos, porque las comunidades de mayor renta aportan más al Estado y
las de menor renta reciben más, sin embargo, las Balanzas desataron
reacciones enfrentadas en el mes en el que se iban a iniciar las negociaciones
del nuevo modelo de financiación autonómica que finalmente entró en vigor en
2009.
Por un lado, se situó Cataluña, quien quería hacer frente común con Madrid, la
Comunidad Valenciana, Baleares y en general con las autonomías de mayor
déficit fiscal. Por el otro lado, estuvo Extremadura y Asturias. Además, las
regiones que recibían más de lo que aportaban no reconocieron validez de las
Balanzas Fiscales publicadas, pues alegaron que parten de “una idea de
España anticonstitucional”.
Por lo tanto, de la misma forma que hemos visto en el capítulo anterior, se
confirmó que el debate territorial iba a ser a cara de perro. Las Balanzas y la
reforma de la financiación estaba claro que difuminaban la tradicional
separación entre comunidades del PSOE y del PP. Pese a los esfuerzos de
Rodríguez Zapatero y de Mariano Rajoy para fijar una posición común entre los
suyos, esta no se consiguió y se produjo una clara ruptura de posiciones entre
las autonomías más pobladas y más dinámicas económicamente y las que
sufrieron los problemas de la reconversión industrial y disfrutan de menores
niveles de renta per cápita91.
97
6.8. Comienza la “guerra de las Balanzas Fiscales”
La situación de tensión que propició la primera publicación oficial de las
Balanzas Fiscales españolas se calmó algo, cuando se aprobó el nuevo
modelo de financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común en
el año 2009.
Pero lo que parecía una situación de paz idílica pronto el destino se encargó de
romperla. Porque, como sabes, en el año 2008 se inició una durísima crisis
económica y social en España que tuvo un reflejo inmediato en la recaudación
de la Hacienda estatal (y también de las forales) lo que obligó a la misma a
imponer un régimen de absoluta austeridad a todas las Comunidades
Autónomas. Con ello, estás empezaron a sufrir fortísimas dificultades de
financiación de las competencias que tenían asumidas. En ese escenario era
lógico que en algún momento volviera a resurgir el debate sobre las Balanzas
Fiscales. Y ese momento fue en marzo del 2014.
El día 5 de marzo, Extremadura dio a conocer la Balanza de su situación en el
contexto de España. Estaba basada en datos oficiales y “reales”, según su
Consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, frente a los “teóricos”
de la Balanza Fiscal reclamando un trato justo y equitativo en el nuevo modelo
de financiación autonómica92.
La visión que tenía el Gobierno extremeño se centraba en calcular lo que
recibe cada una de las quince Comunidades Autónomas no forales93, en
términos netos, a lo cual añadió las cantidades de los préstamos provenientes
del Fondo de Liquidez Autonómico-FLA y del Fondo de Financiación para Pago
a Proveedores-FFPP que comentaremos en un capítulo próximo. Los
resultados que obtiene son los siguientes:
98
CUADRO 1: BALANZA REAL DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA AÑO
2013
TOTAL COBROS
COMUNIDADES
- PAGOS
AUTÓNOMAS
(MILLONES DE
EUROS)
Catalunya
32.790
Andalucía
23.218
Comunidad Valenciana
16.740
Madrid
11.694
Galicia
6.645
Castilla-La Mancha
6.399
Castilla y León
5.779
Canarias
4.659
Murcia
4.366
Baleares
3.514
Aragón
3.170
Asturias
2.962
Extremadura
2.876
Cantabria
1.835
La Rioja
886
Total 15 CC.AA.
127.533
7.480.921
8.393.159
4.987.017
6.414.709
2.761.970
2.094.391
2.518.528
2.105.232
1.461.987
1.110.115
1.338.308
1.067.802
1.100.968
590.037
318.639
TOTAL POR
HABITANTE
(MILES DE
EUROS)
4.383
2.766
3.357
1.823
2.406
3.055
2.295
2.213
2.986
3.165
2.369
2.774
2.612
3.110
2.781
43.743.783
2.915
POBLACIÓN
AL 1.1.2013
Fuente: Gobierno de Extremadura: Balanzas de Extremadura. 5 de marzo de 2014.
(De esos 127.533 millones de euros te aclaro que, Euskadi no ha recibido ni un
solo euro. Ya sabes que sus competencias las financia con la parte de los
impuestos que se recaudan en territorio vasco, que queda en sus manos tras
pagar el Cupo y además, como comentaremos más adelante, no ha pedido, ni
por tanto recibido, un solo euro del FLA ni del FFPP).
Como puedes comprender, esas cifras levantaron ampollas, sobre todo
teniendo en cuenta que la Comunidad que aparecía como más destacada en
términos de recursos recibidos per cápita era Cataluña. Por esta razón, no es
de extrañar que el Director de La Vanguardia dedicara a este tema uno de sus
comentarios diarios, una especie de editorial, que publicó en la página segunda
de este excelente periódico. El 6 de marzo de 2014, Màrius Carol comentaba
que “ciertamente el Excel lo aguanta todo, incluso una afirmación tan temeraria
como que Cataluña está sobre–sobrefinanciada. Claro que el Consejero de
Economía extremeño puso en su ordenador, como si se tratara de una
99
coctelera, conceptos disgregados, porque contablemente no se puede mezclar
ingresos y gastos con endeudamiento. Dicho de otro modo, el dinero del Fondo
de Liquidez Autonómico o del mecanismo de Pago a Proveedores adelantado
por el Gobierno de España a Cataluña no es un ingreso, sino una deuda que
debe devolverse y con intereses. Así que la cifra de 7.104 euros que recibe
cada catalán, aportada por la Junta de Extremadura, no es un agravio sino una
demostración de mala fe. O de una formación económica deficiente”94.
Por su lado, el Conseller d´Economía Mas-Colell no perdió ni un minuto con
esos datos a los que calificó de “despropósito”94
Prácticamente coincidiendo con esta iniciativa de la Junta de Extremadura, la
Comunidad Autónoma de Madrid presentó también sus propios datos de
Balanzas Fiscales, con un resultado no muy diferente al anterior y al que se
había presentado por el Departamento de Pedro Solbes en el año 2008. Según
sus datos, la Comunidad Autónoma más aportadora era Madrid con un 8% de
su PIB, equivalente a 12.881 millones, mientras que Cataluña registraba
números rojos por 9.283 millones, un 5,5% del PIB95. El dibujante Peridis
recogía, con mucha intención, la situación creada en la viñeta que vas a ver a
continuación.
Fuente: Peridís. El País, 5 marzo 2014.
El estudio de la Comunidad de Madrid estaba realizado con la metodología
“carga-beneficio”, por lo que se había procedido a imputar a todos los territorios
la parte proporcional de los gastos generales del Estado. Es decir, el gasto del
Museo del Prado se repartía entre todos los territorios, porque según los
redactores de esta Balanza Fiscal, beneficiaba al conjunto del país. Lo mismo
pasaría con las estaciones del AVE, los cuarteles del Ejército o los gastos de
los ministerios, todos ellos situados en la ciudad de Madrid.
Como consecuencia de ello, se obtuvieron los datos que puedes ver en el
cuadro que reflejo a continuación en el que, como podrás apreciar, Navarra
aparecía con un superávit, es decir, recibiendo del sistema más de lo que
100
aporta por valor del 3,6% de su PIB y una cantidad de 549 millones de euros y
el País Vasco registraba un superávit, gracias a ese modelo de imputación de
servicios situados en la ciudad de Madrid, de 2.720 millones de euros,
equivalente al 4,9% del PIB95.
Fuente: El País, 5 de marzo de 2014
6.9. El Gobierno central toma cartas en el asunto
Ante el follón, si me permites la expresión, que se estaba organizando tras la
publicación de estas dos Balanzas Fiscales con los resultados, o los cálculos
que se filtraban desde Cataluña, acompañado todo ello del “frente
mediterráneo” formado por Baleares, Murcia y País Valenciano, Comunidades
al frente de las cuales se encontraban destacados políticos del PP, el Gobierno
decidió tomar cartas en el asunto y el día 7 de marzo de 2014 la Vicepresidenta
del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló en relación con lo
publicado que “los resultados son tan variados que está claro que cada uno usa
un sistema que le puede venir mejor”96. Añadió a continuación, que las únicas
cuentas que serían válidas serían las que iba a publicar el Ejecutivo de Mariano
Rajoy en el mes de abril, una vez hubieran obtenido los resultados del comité
101
de expertos que habían convocado para ello. Se trataba de las Cuentas
Públicas Territorializadas a las que dedicaremos el capítulo siguiente.
Con este posicionamiento gubernamental, doy por terminado este capítulo que,
a pesar de su complejidad espero te haya resultado interesante.
Te quiero enfatizar que se trata de una cuestión de la máxima importancia
porque, aunque todos los expertos insisten en que las Balanzas Fiscales no
deben ser utilizadas para actualizar el sistema de financiación de las
Comunidades Autónomas de régimen común, como señaló el actual Director
General de FEDEA Ángel de la Fuente97 sin embargo, está claro que se está
utilizando como arma arrojadiza.
Desde la perspectiva del País Vasco la publicación de todos estos estudios y
de los que vamos a ver en el capítulo siguiente, las Cuentas Públicas
Territorializadas, han creado un estado de opinión pública tremendamente
negativo para el régimen de Concierto y específicamente para el del
cálculo del Cupo. Por esta razón, creo que este es un tema que hay que
seguir con la máxima atención y por ello me voy a permitir introducir una
recomendación específica para afrontar el mismo, en la Parte Novena de esta
obra.
102
7.- LA APARICIÓN DE LAS “CUENTAS PÚBLICAS TERRITORIALIZADAS”,
EN 2014
Como has visto en el capítulo anterior, el tema de las Balanzas Fiscales entró
en erupción y, como consecuencia se produjeron multitud de enfrentamientos
entre Comunidades Autónomas, incluso entre las gobernadas por un mismo
partido.
Con el objetivo de clarificar el debate, el Presidente de Gobierno español,
Mariano Rajoy, prometió el 14 de octubre de 2013 la publicación de unas
nuevas Balanzas Fiscales, “que darán muchas sorpresas, en el último tramo de
2013”98. Como sabes, las dichosas balanzas se hicieron mucho de rogar y
hubo que esperar hasta junio de 2014 para que aparecieran.
7.1. El objetivo
Territorializadas”
del
llamado
“Sistema
de
Cuentas
Públicas
Los autores del “Sistema de las Cuentas Públicas Territorializadas” (al que a
partir de ahora me voy a referir como SCPT, para no agotarte escribiendo
tantas veces cuatro palabras), es obra de Ángel de la Fuente, Director de
FEDEA y del Instituto de Análisis Económico, adscrito al CESIC (Centro
Superior de Investigaciones Científicas). En la realización de este estudio,
estuvo acompañado de Ramón Barberán, catedrático de la Universidad de
Zaragoza, y de Ezequiel Uriel, catedrático de la Universidad de Valencia y
perteneciente al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. Contaron
con la colaboración de José Luis Fernández y Carlos Herrero, del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas. El primero de los informes sobre las
SCPT se publicó en junio del 201499 y a él voy a hacer referencia a
continuación.
El planteamiento que hacen de su trabajo estas personas viene resumido en la
Introducción del mismo. Te la resumo, a continuación, para que conozcas en
detalle los objetivos que se persiguen con la publicación del SCPT (las negritas
son mías): “Uno de los grandes temas recurrentes en el debate político español
ha sido el de la equidad del reparto territorial del gasto público y de las
cargas tributarias que lo financian. La controversia sobre el tema ha sido
especialmente intensa y agria en el caso de Cataluña, donde la percepción
cada vez más extendida entre la población de que la comunidad ha
experimentado durante décadas un claro maltrato fiscal por parte de la
103
Administración Central ha jugado un papel importante en el avance del
independentismo. Con menor intensidad y dramatismo, el tema está también
muy presente en el debate público en prácticamente todas las demás
comunidades autónomas españolas”.
Como puedes ver, ya de entrada queda clarísima la intencionalidad política
de este trabajo. No conozco ninguna fuente estadística solvente que se prepare
para evitar el avance de una opción política (si conoces alguna me lo dices y
retiro con gusto mis palabras).
Continúa esta Introducción señalando lo siguiente: “En cada una de ellas se
tiende a poner el foco sobre aquellos aspectos de las relaciones fiscales con el
Estado que se perciben como injustos o discriminatorios desde una óptica
local, muchas veces sin una base firme y documentada.
En esto último, sin embargo, tienen buena parte de culpa los sucesivos
Gobiernos centrales españoles que, con independencia de su signo político, no
han hecho nunca el esfuerzo de poner a disposición de la opinión pública una
información detallada y accesible sobre la incidencia territorial de sus
actuaciones, para hacer posible el análisis sistemático de esta faceta de las
mismas, que no tiene por qué estar exenta de los mecanismos de escrutinio
público y control habituales en un país democrático.
La limitada información con la que se ha contado para orientar el debate ha
tomado generalmente la forma de estudios sobre las balanzas fiscales
regionales. Estos estudios se han centrado casi exclusivamente en el cálculo
de los saldos fiscales agregados de las comunidades autónomas con la
Administración Central, esto es, en la diferencia entre los beneficios que los
residentes de cada región derivan de la actuación de esta administración y su
contribución tributaria al sostenimiento de la misma”95.
Y la Introducción sigue con estas palabras: “Este enfoque presenta a nuestro
entender una limitación fundamental: el saldo fiscal neto de una región es
una cifra particularmente poco informativa por cuanto se obtiene mediante la
agregación mecánica e indiscriminada de flujos fiscales que responden a
lógicas muy diversas, procediendo de una forma que lleva casi inevitablemente
a valorar el conjunto de la actuación de la Administración Central en términos
de un único criterio —su impacto territorial en términos netos— cuya relevancia
es más que dudosa y que tiene poco o nada que ver con los objetivos de la
mayor parte de las políticas públicas”.
104
Y tras todo lo anterior, aclaran lo que pretenden: “El objetivo central del
presente informe es el de recopilar, organizar y presentar de la forma más
útil posible la información necesaria para abordar de una manera
informada el debate que ha motivado su elaboración, esto es, el de ofrecer
a la opinión pública española datos y herramientas que permitan evaluar la
racionalidad y la equidad del reparto territorial del gasto público en nuestro país
y el de los ingresos tributarios que lo financian.
Por lo dicho más arriba, resulta evidente que esto exige ir más allá del cálculo
de los saldos fiscales agregados de las comunidades autónomas. Lo que se
necesita a los efectos que nos interesan no es una balanza fiscal sino
unas cuentas públicas territorializadas que permitan realizar comparaciones
válidas entre regiones para el mayor número posible de agregados
homogéneos de ingreso y gasto”99.
Centrado lo anterior explican el planteamiento que pretenden desarrollar:
“Tales cuentas tienen que estar, además, organizadas de una forma que nos
ayude a identificar aquellas partidas presupuestarias que responden
propiamente a una lógica territorial, separándolas de otras en las que la
incidencia regional sólo puede ser, en su caso, una consideración secundaria, y
han de permitirnos cuantificar el impacto de cada uno de estos grupos de
partidas sobre los saldos fiscales de las comunidades autónomas, desglosando
así el saldo fiscal agregado de cada región en una serie de componentes
susceptibles de ser valorados por separado.
En último término, tales cálculos han de permitirnos descomponer los
saldos fiscales de las regiones españolas en dos partes: una que no
debería preocuparnos porque no es más que el resultado de aplicar reglas de
tributación y de reparto uniformes a poblaciones con distintas características
demográficas y económicas, y otra que sí debería hacerlo por cuanto podría
reflejar diferencias de trato entre individuos similares que atentarían tanto
contra nociones básicas de equidad horizontal como contra el principio
constitucional de igualdad”99.
Con esto tienes una completa información sobre lo que se proponen los
autores de este nuevo Sistema.
105
7.2. El diseño y construcción del SCPT
Como puedes suponer, tan ambicioso planteamiento requiere utilizar mucha
“cocina” que es la que explican en el segundo de los capítulos de su trabajo los
autores del mismo. Para tu conocimiento, te la relaciono a continuación.
Aunque lo que vas a leer es un poco pesado, es conveniente que lo conozcas
para que luego puedas valorar por tu lado las numerosas críticas que se
plantean a este Sistema. Las características que se apuntan son las siguientes:
1ª) “Dado que se trata de hablar de equidad y no de otra cosa, la imputación
territorial de los ingresos y gastos públicos se aborda desde una óptica
de carga-beneficio”.
Por tanto, no utilizan en el SCPT el modelo de Balanza Fiscal de “flujo
monetario”, lo cual significa que van a proceder al reparto de los gastos
estatales, muchos de ellos ubicados en Madrid, entre todas las
Comunidades Autónomas. Esto, como puedes comprender es
importante, porque el criterio de reparto condiciona los resultados
que se obtengan.
Continúan añadiendo los autores del SCPT: “Esto es, lo relevante a la
hora de imputar los gastos y los ingresos públicos a las distintas
comunidades autónomas es dónde viven los ciudadanos en cuyo
beneficio se diseñan y ejecutan las políticas públicas que estamos
considerando y los contribuyentes que en última instancia soportan sus
costes. A estos efectos no importa necesariamente dónde estén
localizadas físicamente las unidades administrativas que producen
o gestionan tales servicios, o los centros de producción de las
empresas que les proporcionan los inputs intermedios necesarios a tal
fin. Ambas cuestiones serían relevantes si se tratase, por ejemplo, de
territorializar las cuentas de las Administraciones Públicas a efectos de
la elaboración de la Contabilidad Regional o de estimar los efectos de
las compras públicas sobre el empleo regional, pero no es el caso”100.
2ª) “Las cuentas no deben llevarnos a mezclar partidas presupuestarias de
naturaleza heterogénea en cuanto a su relación con el territorio de una
forma que nos obligue a valorarlas con una lógica que les es ajena”.
“Para evitar problemas de esta índole, el SCPT se construye en torno a
una clasificación del gasto público que separa con claridad lo que
106
podríamos llamar el gasto territorializable en sentido estricto de otras
partidas que se asignan –y deberían por tanto evaluarse– en base a
criterios que nada tienen que ver con el territorio”.
3ª) “Las cuentas que queremos construir han de reflejar la peculiar
organización territorial de la administración española, caracterizada por
un elevado grado de descentralización y autonomía y por una cierta
asimetría territorial en el reparto de competencias dentro de cada nivel
administrativo. Ambas cosas introducen dos tipos de complicaciones
en el análisis”.
“Una forma razonable de evitar ambos problemas consiste en incluir en
nuestras cuentas no el gasto de las administraciones territoriales,
sino los recursos agregados con los que éstas cuentan para prestar
los servicios de su competencia (antes de utilizar sus facultades
normativas para subir o bajar los impuestos que tienen cedidos)”.
“Así pues, el SCPT se construirá desde la óptica de una hipotética
Administración Central aumentada, a la que corresponderían en
principio todos los recursos tributarios del país y que canalizaría
después una parte de los mismos hacia las administraciones
territoriales, bien mediante transferencias o bien a través de la cesión de
determinados tributos, con o sin competencias normativas y de
gestión”100.
Esta centralización en una “Administración Central aumentada” es otra
de las claves del SCPT.
4ª) “La existencia de asimetrías competenciales entre comunidades
autónomas y ciertas corporaciones locales (especialmente las
diputaciones provinciales) también tiende a complicarnos la vida porque
hace que los agregados habituales de financiación territorial y ciertas
partidas de gasto no sean plenamente comparables entre regiones ya
que un mismo servicio puede ser de competencia estatal, regional o
incluso provincial dependiendo del territorio y aparecerá por tanto en
apartados diferentes de nuestras cuentas en distintas partes de España.
Para solventar este problema, en el SCPT se introducen una serie de
ajustes que consisten básicamente en cambiar de sitio ciertas
partidas de gasto en el caso de aquellas comunidades o ciudades
autónomas que tienen competencias atípicas”.
107
5ª) “Como ya se ha indicado, la autonomía tributaria de las administraciones
territoriales también introduce distorsiones que tienden a hacer menos
comparables entre territorios algunas partidas presupuestarias, en este
caso de ingresos. Para neutralizar este efecto, siempre que sea
necesario descompondremos la recaudación terrritorializada de los
distintos tributos en dos partes: una que aproximará los ingresos que se
habrían obtenido en cada territorio aplicando una escala de gravamen
uniforme en toda España y otra que recogerá el “sobreesfuerzo” (o
rebaja) fiscal que cada jurisdicción ha decidido aplicar. De esta forma,
será posible calcular saldos fiscales, indicadores de financiación
autonómica y otros agregados de interés “a igual esfuerzo fiscal,” lo que
en ocasiones resulta esencial para poder realizar comparaciones válidas
entre territorios”100.
De la lectura de los cinco puntos anteriores estoy seguro de que la conclusión
que habrás sacado es la misma que yo: estamos ante un estudio teórico que
nada tiene que ver con la realidad y menos, cuando lo que se pretende es
incluir en el mismo un sistema radicalmente distinto al de las
Comunidades Autónomas de régimen común, como es el del Concierto y
el Convenio. Lo veremos esto con más detalle más adelante, pero quería
anticipártelo para tu conocimiento.
7.3. Los resultados del SCPT
Tras esta primera publicación en junio de 2014, referida a la situación de 2011,
el 21 de julio de 2015, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas
publicó los resultados del SCPT correspondientes al año 2012.
En la nota de prensa del Ministerio con la que se presentó este nuevo trabajo
se señala que “la publicación del SCPT supone un esfuerzo notable de
trasparencia. Ningún otro país publica información oficial comparable
sobre la distribución territorial de los ingresos y gastos públicos”101.
(Como veremos más adelante, este es un tema esencial que hace criticable
este estudio desde un punto de vista técnico).
En cualquier caso, el Ministerio indica que esta operación estadística ha sido
incluida en el Plan Estadístico Nacional 2013-2016 porque “ofrece una
radiografía detallada de la incidencia territorial de los presupuestos públicos
108
desde una óptica de carga-beneficio, tanto por el lado del ingreso como del
gasto”.
Pues bien, en el cuadro que figura a continuación, puedes ver los resultados
que se publican para las 17 Comunidades Autónomas y las dos Ciudades
Autónomas.
CUADRO 1: RESULTADOS DEL SISTEMA DE LAS CUENTAS PÚBLICAS
TERRITORIALIZADAS 2012
Fuente: Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Nota de Prensa. 21 de
julio de 2015
Como puedes ver por el cuadro anterior, la Comunidad Autónoma del País
Vasco aparece como una de las receptoras netas de recursos entre todas
las Comunidades Autónomas, con una aportación por parte del Estado (o del
conjunto de las Comunidades Autónomas) de 1.562 millones de euros, lo que
representa el 2,43% del PIB. Desde esta perspectiva aparecería, en términos
absolutos, como la sexta más beneficiada de todas las Comunidades
Autónomas, lo cual no deja de ser sorprendente.
109
Pero más sorprendente aún es que, si miras la columna “gasto público” del
cuadro anterior, la cifra absoluta positiva más importante, es decir, como
receptora de gasto público es la de Euskadi, con 6.072 millones de euros,
mientras que Madrid aparece sorprendentemente con -2.308 millones de euros,
lo cual quiere decir que esa región recibe menos gasto. Cataluña, en cambio,
aparece como receptora de gasto por valor de 1.139 millones.
(Madrid castigada y Catalunya beneficiada, lo cual era esperable visto el
planteamiento inicial. ¿Lo sospechabas?).
Verás también en el cuadro anterior, si te fijas en la tercera columna, que la
Comunidad Autónoma más aportadora de todas al conjunto es Madrid con
19.015 millones de euros, seguida de Cataluña con 7.439 millones de euros y
Baleares con 1.330 millones de euros. Las otras 14 restantes y las dos
Ciudades Autónomas son receptoras de recursos, dando el conjunto de estas
posiciones, entre aportadoras y detractoras, un neto de 29.238 millones. Como
señala la nota del Ministerio, “de acuerdo con el SCPT los flujos redistributivos
entre regiones ascendieron a 29.238 millones o un 2,8% del PIB español”102.
En otras palabras, según el SCPT el País Vasco es receptor de 1.562 millones
de esos flujos redistributivos y la otra Comunidad Foral, Navarra, lo es por 371
millones. Unos resultados sorprendentemente llamativos que comentaremos
más adelante en detalle.
7.4. Una presentación peculiar del SCPT
Supongo que, después de haber leído todo lo anterior, y te has olvidado de los
primeros párrafos de la Introducción, tendrás en la cabeza la idea de que
estamos ante un planteamiento absolutamente técnico y que el objetivo es
clarificar una situación. Pues si eso es lo que piensas, me temo que vas a tener
que cambiar de opinión con lo que puedes leer a continuación y es que el
lanzamiento del SCPT no pudo tener una motivación más política y
beligerante.
Porque para complicar más la situación que hemos comentado en el capítulo
anterior, y como una demostración más de que estamos ante un terreno
complicado y discutible, el 24 de enero de 2014, el Ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, anunció en Barcelona103, en una convención del Partido
Popular, la decisión de suprimir las balanzas fiscales, para evitar los
110
agravios territoriales y su sustitución por un nuevo método que permitiría
presentar Cuentas Públicas Territorializadas104.
(No sé qué pensarás tú pero a mí esto no deja de sorprenderme, porque me
parece que el foro más adecuado para una afirmación de ese calado, en un
tema tan sensible como éste, debería haber sido el Congreso de los Diputados
o el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Al realizarse en una reunión de un
partido, es evidente la intencionalidad política y eso es obvio que demerita el
propósito inicial y final del SCPT).
Tras este sorprendente e inesperado anuncio, el escándalo fue monumental,
porque esta decisión se justificó en que “no se quería dar alas al
separatismo”, lo cual pudo entenderse como que Catalunya tenía razón con
sus argumentos de que estaba sufriendo un auténtico expolio fiscal (resumido
gráficamente en el ya apuntado lema “España nos roba”). Como ejemplo de los
titulares con los que fue acogida al notica, te apunto el de El País del 25 de
enero de 2014: “El Gobierno replica al desafío de Más con la supresión de las
Balanzas Fiscales”. La visión desde la mayoría de la opinión pública catalana la
puedes ver en la viñeta de Toni Batllorí que figura a continuación. Los
empresarios catalanes se mostraron indignados con tan inesperada decisión105,
106
.
Para complicar más el tema, cuando el promotor del nuevo sistema, Ángel de
la Fuente –al que nos hemos referido ya numerosas veces en esta obra–
explicó su idea, rectificó lo que había manifestado Cristóbal Montoro y aclaró
que las Balanzas Fiscales sí podrían publicarse107. Tras esa marcha atrás del
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, el Presidente de
Extremadura, Sr. Monago, decidió echar su cubo de gasolina al incendio y salió
a la palestra para decir que publicaría su Balanza Fiscal y la de todas las
Comunidades Autónomas antes de que lo hiciera el Estado, en marzo de 2014,
una promesa que ya has visto en el capítulo anterior que cumplió, como ya
sabes que también lo hizo el Presidente de Madrid, Ignacio González. ¡Aquello
fue un auténtico desmadre!
111
(Perdóname la expresión. Ya sé que no es muy técnica pero creo que refleja
perfectamente la situación que paso a paso se iba tornando explosiva).
7.5. Un político que no oculta sus objetivos y un investigador que actúa
como político
Tras una presentación tan peculiar como la que te he descrito en el epígrafe
anterior, como señalaba el periodista Manel Pérez en La Vanguardia, el 9 de
febrero de 2014, “el nuevo método de cálculo de las relaciones fiscales entre
las comunidades autónomas y el Estado, las cuentas públicas territorializadas,
ha provocado un auténtico incendio”108.
Por esta razón, el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas se tuvo
que explicar a diestro y siniestro, especialmente con quienes se habían
mostrado más críticos. Como señala este periodista, “desde Presidentes
autonómicos hasta Consejeros de Economía y Hacienda de algunas
comunidades, pasando por algunos representantes empresariales, por ejemplo,
Joaquim Gay de Montellà, el Presidente de Foment del Treball”108.
La impresión es que aquello era un texto para obtener un objetivo político y
además muy complicado de entender, se extendió como la pólvora y fue objeto
de numerosas chanzas:
Fuente: La Vanguardia, 1 de febrero de 2014
112
El Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro,
admitió que las Balanzas Fiscales, tal y como se habían conocido hasta
entonces, eran “correctas” pero no se cansaba de repetir que el cambio de
metodología se hacía porque se había observado un “uso indebido” de las
mismas que había originado que algunos ciudadanos pensaran que “necesitan
independizarse”109. Según el Ministro, el anterior sistema trasladaba a los
ciudadanos “ideas que algunos políticos y periodistas” utilizaban para azuzar
“un espíritu de enfrentamiento”.
En una entrevista en Radio Nacional de España, el Sr. Montoro apuntó que
“lejos de racionalizar el debate” las Balanzas Fiscales han llevado al
“enfrentamiento”, por lo que decidió completarlas “con una mejor metodología”.
En su opinión, las nuevas cuentas públicas regionalizadas propiciarán una
lectura “integradora” de los números desde la premisa de que “los territorios no
pagan impuestos sino los ciudadanos”.
(La verdad es que eso de la “lectura integradora” debe indicar que este Ministro
es un optimista radical, porque desde luego, en lo que se refiere al menos al
País Vasco, y me temo que habrá ocurrido lo mismo con otros territorios, la
lectura de las Balanzas Fiscales ha sido más que “integradora”, absolutamente
disgregadora y dañina).
Lo curioso y llamativo de este tema no es que todo un Ministro de Hacienda
hiciera declaraciones sobre un trabajo con un evidente trasfondo político, sino
que el autor principal del mismo, Ángel de la Fuente, las realizara a diestro y
siniestro. Desde la publicación del primero de los informes del SCPT ha
realizado cientos de entrevistas periodísticas o escrito artículos de periódico,
con un lenguaje que se aleja mucho de lo técnico.
Te ofrezco a continuación algunas muestras de la lectura “integradora” del
SCPT y de las manifestaciones de su autor:
1ª) El 1 de febrero de 2014 el titular era en este caso “Los expertos de
Montoro creen que Cataluña está bien financiada”110.
2ª) El 11 de febrero de 2014 escribía una página completa en El País
titulada “El expolio como verdad revelada” en la que se destacaba, como
segundo titular “No es cierto que se vayan a suprimir las Balanzas
Fiscales; lo que se hace es ampliarlas. Pero algunos nacionalistas
113
catalanes tienen el problema de que los datos desmontan sus artículos
de fe evangelizadora”111.
3ª) El 10 de marzo de 2014 se indicaba “Los asesores de Montoro acaban
con el ‘España no roba’: la financiación es la óptima”112.
4ª) El 10 de marzo el titular de El País era “Los expertos de Montoro no
auguran más recursos para Madrid y Cataluña”113.
5ª) El 11 de marzo de 2014 el titular era: “Los expertos de Montoro dudan
que las autonomías sepan de Balanzas. Los asesores de Hacienda ven
disparatado supeditar la financiación a los saldos fiscales”114.
6ª) El 24 de julio de 2014 publicaba Ángel de la Fuente otro artículo a
página completa en El País titulado “¿Qué dicen las cuentas
territorializadas?”. Este artículo comenzaba así: “Llevo seis meses
librando una batalla complicada. Periodista al que pillo por banda,
periodista al que intento convencer de que el día que se publiquen las
benditas cuentas territorializadas la noticia no deberían ser los muchos
miles de millones a los que ascienden los déficits fiscales de Madrid y
Cataluña, sino los pocos motivos justificados de queja que hay detrás de
tantos ceros. Si de lo que se trata es de ‘epater’ al personal, el titular
correcto no sería ‘España no roba a los catalanes y madrileños’, sino ‘los
gobiernos regionales de Madrid y Cataluña tienen más cuento que
Calleja’”115.
7ª) Finalmente, el 22 de septiembre de 2015 el mismo investigador publicó
otra página completa en El País titulada “Tirar la piedra. El mito del
espolio ha desempeñado un papel central en la propaganda
independentista en Cataluña”116.
Yo no le discuto a este investigador, ni a ningún otro, que tenga sus propias
ideas políticas que son absolutamente legítimas y defendibles. Lo que me
extraña es que se utilicen las mismas para presentar lo que en teoría es, así lo
afirman sus autores y el propio Ministerio de Hacienda y Administraciones
Públicas, una pura y simple operación estadística. ¿Has visto alguna vez al
Presidente del INE haciendo cientos de declaraciones, algunas con duras
descalificaciones políticas, a cuenta de la multitud de informaciones
estadísticas que publica este organismo, como por ejemplo las relativas a la
Encuesta de Población Activa que es un tema importantísimo para muchas
114
personas? Seguro que ninguna. Los debates ante la opinión pública los
realizan, con toda lógica, los políticos, nunca los técnicos estadísticos, ni
los investigadores. Pero en este caso estamos ante un economista que sin
duda es un político… o que quiere hacer carrera política (pero te aclaro que
esto último es una pura presunción de quién escribe).
Muy distinta ha sido la actitud que se ha observado en Ramón Barberán y
Ezequiel Uriel, los otros dos autores del SCPT. Estos catedráticos no se han
mezclado con el debate político, sino que han tratado de explicar con
corrección su posición académica. Así lo hicieron el 22 de octubre de 2014 en
una página completa de El País titulada “No todo vale en las Balanzas
Fiscales” en la que daban una serie de explicaciones técnicas,
fundamentalmente centradas en los usos que debían darse a los métodos de
Balanza Fiscal por carga y beneficio o por flujo monetario117. Una actitud
absolutamente profesional que les honra, independiente o no de que se esté de
acuerdo con su criterio profesional.
7.6. Un interesante planteamiento de un relevante economista y político
A diferencia de Ángel de la Fuente, la actitud de Andreu Mas-Colell, un muy
reputado economista que en estos momentos ocupa la posición de Conseller
d´Economía y Coneixement en la Generalitat de Cataluña, fue mucho más
profesional y menos polemista que la del citado investigador.
Señalaba en un artículo publicado en El País el 7 de marzo de 2014 que “me
felicito porque por fin, y a raíz de la publicación del trabajo del profesor De la
Fuente y sus colaboradores, el Ministerio de Hacienda ha hecho públicos los
datos de base sobre los cuales se pueden calcular las Balanzas (y muchas
otras cosas)”118.
Además de esta correcta afirmación, que dibuja un talante muy caballeroso en
el Sr. Mas-Colell, este profesor señala que “no hay una sino diversas Balanzas
Fiscales entre la Administración Central (inclusive de la Seguridad Social) y las
comunidades autónomas. Depende de la pregunta que se quiera responder”.
Y añade a continuación, “sin ánimo de ser muy precisos podríamos decir que la
diferencia principal entre los dos tipos de Balanza, las que se ajustan al método
carga-beneficio y las que se ajustan al método del flujo monetario, radica en el
cómputo de gastos: por el método carga-beneficio se imputan a la comunidad
115
autónoma los gastos que proveen servicios públicos a sus ciudadanos, se
realicen donde se realicen; por el método del flujo monetario se imputan a la
comunidad autónoma los gastos de todo tipo que se realizan en su territorio”.
Se trata de una puntualización importante que tú conocías, si recuerdas lo que
has leído anteriormente, y que sirve para justificar lo que viene a continuación.
Lo puedes tomar como una crítica indirecta al enfoque unitario seguido por
Ángel de la Fuente y sus colaboradores. Dice así el profesor Mas-Colell: “En
principio no está predeterminado cuál de las dos Balanzas tiene una magnitud
superior y quiero subrayar que ambas metodologías recogen todos los gastos
(incluidos los de los Ministerios y los de Defensa). Es habitual realizar y
presentar ambos cálculos y desde la Generalitat de Cataluña siempre lo hemos
hecho así. Al profesor De la Fuente sin embargo no le gusta el cálculo de las
balanzas por el método del flujo monetario y, un tanto dogmáticamente,
anuncia que no lo llevará a cabo. Considera que es completamente indiferente
si un servicio público, digamos la labor de un Ministerio se realiza desde un
territorio u otro”.
“Es esta una posición extrema, sobre todo en tiempos de gran desempleo. En
donde se realiza el gasto público importa, y mucho, para la actividad
económica de las distintas unidades territoriales. Si tan inmaterial fuera no
habría mucha resistencia a, por ejemplo, situar el Tribunal Constitucional en
Sevilla (en Alemania está en Karlsruhe). En todo caso me limito a un enunciado
modesto: la localización del gasto importa lo suficiente como para que valga la
pena calcular la balanza por el flujo monetario”.
La verdad es que el artículo de este destacado profesor no tuvo mucho éxito,
porque ya has visto que el SCPT se publicó exclusivamente por el método de
carga-beneficio… porque era el que políticamente interesaba más al Ministerio
de Hacienda y al principal de sus autores.
7.7. Una visión crítica de un destacado economista que no tiene nada de
nacionalista
Aunque ahora te voy a trasladar otras visiones críticas y a continuación también
la mía, quiero hacer referencia, por lo significativo que es el tema, a la posición
de Luis Garicano, al que hemos hecho referencia otras veces y citado como el
“gurú” económico de Ciudadanos. Ya recuerdas que es catedrático de
Economía y Estrategia en la London School of Economics y coordinador del
116
programa económico de Ciudadanos. Creo que su punto de vista es
especialmente interesante, dado que está claro que esta persona de
nacionalista tiene lo mismo que yo de ruso, o sea, más bien poco.
En un interesante posicionamiento, con la correspondiente polémica, en este
caso con un economista independentista catalán, el citado Xavier Sala i Martín,
escribía lo siguiente en un artículo publicado el 8 de septiembre de 2015 en El
País, titulado “El mito económico de la independencia”:
“La existencia de las balanzas es también una invención”. Y añadía
Garicano, en referencia a determinadas polémicas que se habían suscitado en
Cataluña a cuenta de este tema, que el embajador alemán había escrito a
Josep Borrell, en relación con un libro recientemente publicado, cuya referencia
puedes encontrar en la bibliografía de esta obra, que “el embajador alemán les
decía que el Gobierno alemán no realiza división alguna por länder de los
gastos de los presupuestos federales”. Y como escriben Borrell y Llorach (el
otro autor del citado libro) sin territorializar el gasto no se puede calcular la
balanza fiscal, es más, según Borrell y Llorach ningún gobierno federal
publica balanzas fiscales. Tampoco Estados Unidos, ni Bélgica, ni Australia,
ejemplos favoritos de transparencia para los independentistas”119.
Y añade Luis Garicano que esto “no es extraño que otros estados no calculen
sus balanzas, porque no existe una forma objetiva y generalmente
aceptada de hacerlo. Les doy un ejemplo del mundo de la empresa (que por
cierto también se le había ocurrido a este pobre autor amigo tuyo y luego te
explicaré): Es dificilísimo determinar el beneficio de una filial. Hacerlo es
fuente de enormes conflictos políticos. Las razones que este depende
enormemente del precio que se ponga a los servicios comunes, el cual es
esencialmente arbitrario. ¿Cuánto debe pagar Seat España, al calcular su
beneficio, por la investigación en tapicerías elegantes que hacen Audi y
Volkswagen en Wolfsburg? No existe respuesta correcta”.
Y finalmente, el coordinador del programa económico de Ciudadanos lanza
esta estocada que también afecta al Sistema de Cuentas Públicas
Territorializadas: “Existe otro método de cálculo que trata de medir los
beneficios recibidos pero, este método es tan arbitrario como el primero,
porque requiere asignar los beneficios de los servicios centrales como la
defensa común, los servicios exteriores y muchas otras cosas. Hay que hacer
heroicos supuestos y estos supuestos son arbitrarios y fácilmente
manipulables para presentar el mejor caso para una de las partes (sí,
117
también las balanzas de Montoro son falsas) como por cierto sabe cualquier
abogado matrimonialista que tiene que lidiar con un divorcio”.
Por lo tanto, te debe quedar claro que el trabajo que se han tomado sus
autores, sorprendentemente fuera del Instituto de Estudios Fiscales que es
donde el Ministerio de Hacienda debería haber encargado este nuevo modelo
de Balanza, en opinión de una persona que podemos considerar neutral,
porque no tiene nada de nacionalista y además forma parte del claustro de una
Universidad extranjera muy prestigiosa es un sistema “arbitrario y fácilmente
manipulable” y por lo tanto la conclusión a la que llegaba este profesor es muy
clara: sí, también las Balanzas de Montoro son falsas.
Espero que con esto tengas otra visión que ahora voy a completar con otros
puntos de vistas, también críticos con el SCPT.
7.8. Otras visiones críticas complementarias
Para que tengas otras visiones críticas sobre el SCPT y no solamente la de
Andreu Mas-Colell y la de Luis Garicano y la que te voy a ofrecer
personalmente más adelante (aunque obviamente la mía puedes considerar
que es la que menos vale), entre los múltiples planteamientos públicos en
contra de este nuevo modelo he seleccionado cuatro que creo que son de
interés, por provenir de distintos orígenes, culturas e ideologías. Son los
siguientes:
1º) El Director de La Vanguardia, Màrius Carol, escribía un irónico artículo el 2
de febrero de 2014 (cuando todavía no se había publicado el nuevo Sistema,
pero había sido anunciado por el Ministro de Hacienda), de los que suele
escribir en la página segunda de La Vanguardia, titulado “Masterchef en
Hacienda”.
Decía lo siguiente, entre otras cosas, el Sr. Carol: “El Ministro de Hacienda
parece haberse apuntado a la cocina molecular. Cuando el método de cálculo
de las Balanzas Fiscales están estandarizado en países federales como
Australia, Bélgica, Canadá o Estados Unidos, Cristóbal Montoro quiere
experimentar y ha encontrado un profesor de Economía a medida, Ángel de la
Fuente, dispuesto a innovar a fin de que la resta entre lo que Cataluña aporta y
lo que recibe demuestre que está bien financiada. A eso se le llama
deconstrucción y no a la tortilla de patata líquida de Adrià”120.
118
Y añadía lo siguiente el Sr. Carol: “Este tipo sí es un Masterchef y no el
almeriense Juan Manuel Sánchez. La nueva metodología nace bajo
sospecha pero lo más grave es que resulta poco serio cambiar un sistema
que utilizó el Gobierno de España hace casi seis años cuando publicó las del
2005. Por eso Durán i Lleida ha denunciado la cocina que lleva a cabo
Hacienda y ha exigido las bases de datos utilizados, los criterios y los métodos
de cálculo empleados. Montoro pasará a la historia como el Masterchef que
nunca participó en el concurso de TVE. Como el epígono de Adrià que convirtió
la información en espuma”120.
2º) El rector de la Universidad a Distancia de Madrid, Andrés Sánchez
Pedroche, escribía un artículo en El País titulado “El lío de las Balanzas
Fiscales”, el 9 de marzo de 2014. Decía lo siguiente en su interesante artículo:
“La Balanza Fiscal no es más que instrumento a partir del cual se pueden
analizar las relaciones financieras existentes entre una concreta Administración
regional y los niveles superiores de Gobierno, con el fin de indagar acerca del
sujeto que soporta la carga fiscal del Estado y aquel que se beneficia de los
servicios suministrados por éste. Así una determinada región sería
contribuyente neto cuando el nivel de impuestos satisfechos por sus residentes
fuese superior al volumen del gasto público del que se beneficia”121.
Y añadía lo siguiente: “Conceptualmente, la cuestión es relativamente sencilla,
pero cuando se trata de ponerle el cascabel al gato afloran
inevitablemente las dificultades tal y como ha demostrado la teoría de la
incidencia económica a través de algunos de sus más eminentes estudiosos.
Es más hay quien, no exento de razón considera este propósito inútil y
voluntarista, negando abiertamente la posibilidad de medir la incidencia
territorializada de los gastos e ingresos públicos sobre los variados agentes
económicos en los distintos mercados, atendidas las alteraciones que dichos
gastos impuestos generan en el multiforme conjunto de variables económicas
con las que dichos agentes operan”.
Y continúa matizando el Sr. Sánchez Pedroche: “Pero no sólo eso, porque en
el estudio de esas Balanzas Fiscales se presentan otros problemas nada
desdeñables. El primero es la existencia de marcadas singularidades en
nuestro sistema tributario, pues Canarias no aplica las Directivas Comunitarias
del IVA; Ceuta y Melilla se hayan excluidas de la Unión Aduanera, y Navarra y
el País Vasco presentan regímenes forales de notable especialidad. Por otro
lado no pueden obviarse tampoco las importantes carencias existentes en la
información estadística, pues más de dos terceras partes de los datos
119
necesarios para realizar los estudios no están regionalizados y los gastos que
sí muestran ese perfil territorializado lo hacen con criterios meramente
contables. Tres cuartos de lo mismo acontece con las cuentas de las propias
Administraciones públicas”121.
3º) Guillém López i Casasnovas, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra,
en un artículo publicado el 31 de marzo de 2014 señalaba lo siguiente: “Las
cuentas públicas territorializadas no son Balanzas Fiscales, al menos en el
sentido que se ha considerado siempre en Cataluña, desde la II República.
Aquí se entiende la Balanza como la diferencia entre la capacidad de gasto que
tendría Cataluña si pudiera disfrutar directamente de sus bases fiscales y la
que otorga la pertenencia en el Estado, visto lo que da si la financiación
autonómica y el gasto central hecho en el ejercicio de sus competencias sobre
el territorio”122.
Y añade lo siguiente: “Lo que calcula el Ministerio es ajeno a la misma
existencia del título VIII de la Constitución. Podría hacerse en su ausencia: solo
los individuos cuentan. Quien gasta y quien recauda no importa. De hecho lo
calcula el nuevo método sobre la base de lo que dice el sector público central
ampliado (recentralizado todo)”.
Y continúa este catedrático señalando lo siguiente: “¿Cómo no puede ser
importante quien gasta y en dónde gasta y quien recauda cuando eso es la
madre del cordero de la reivindicación catalana? Claro que importa: quien
gasta y quien ingresa es quien tiene la capacidad de autogobierno, de decidir
fiscal y responsablemente, la ausencia de la cual falsea hoy el Estado de las
Autonomías. Y claro que importa en donde se gasta: Alemania descentraliza
incluso el gasto de las instituciones de capitalidad (Frankfurt, Bonn, Berlín,
Karlsruhen) y nada justifica en España que centenares de organismos
centrales tengan que residir en Madrid con todo el gasto que comportan. Y
claro que importa el territorio donde se gastan los recursos visto el impacto
directo sobre el empleo y la economía local”122.
4º) Finalmente, el 4 de agosto de 2014 y con esto no me extiendo más, el
Director adjunto de El País, Xavier Vidal-Folch, escribía un artículo en El País
titulado “Las cifras no lo aguantan todo” en el que señalaba lo siguiente: “Para
que una estadística sea útil debe cumplir al menos tres requisitos. 1, Ser
completa para evitar el sesgo subjetivo del autor. 2, Desplegarse en serie
histórica, para compensar o neutralizar los ejercicios más atípicos. 3. Que su
120
método, los autores y la institución que la amparan conciten respeto técnico y
consenso social”123.
Y su conclusión no podría ser más clara: “El sistema de Cuentas Públicas
Territorializadas que, por cuenta de Hacienda, ha elaborado un equipo al
mando de Ángel de la Fuente incumple dos y medio de esos tres requisitos.
Cumple a medias el tercer requisito: Aunque los tres autores son respetados en
la comunidad científica representan un polo muy agudo de los expertos. ¿Por
qué no se ha contado con el conjunto de los académicos de distintas
posiciones, ellos incluidos, y con el patronazgo técnico del Instituto de Estudios
Fiscales que hizo el anterior estudio en la época de Solbes-Castells, en 2008?”.
Y respecto al principio añade lo siguiente: “El trabajo se circunscribe a 2011, un
año atípico de crisis aguda. Reduce por esta causa, por ejemplo el déficit fiscal
catalán entre 2005 y 2011 en 2,64 puntos porcentuales. No es un sesgo menor
y menos por su impacto político actual”.
Finalmente, señala que en cuanto a la primera condición “trabajan sobre uno
solo de los seis métodos posibles el de carga-beneficio. En su momento
algunos criticamos frontalmente al Gobierno de la Generalitat por ofrecer solo
dos resultados y no seis contra lo que hizo su antecesor. Mayor crítica me
merece ahora el Gobierno, al airear el resultado de un solo método. Ambos
aducen que el suyo es más relevante. Si nos dan toda la información ya
decidiremos nosotros. Contra los titulares más elementales, la infrafinanciación
de Cataluña (que es la madre del cordero en el debate actual) triplica la de
Madrid”.
7.9. El Concierto Económico vasco: un objetivo del SCPT
Como puedes suponer, el objetivo del SCPT no solamente era Cataluña, sino
por extensión tratar de preparar el terreno para una futura modificación del
Cupo, teniendo en cuenta que el principal responsable de las Balanzas
Fiscales, Ángel de la Fuente, está considerado, por los numerosos escritos e
intervenciones que ha tenido, como uno de los enemigos más fuertes del
Concierto (así lo destacaba el Consejero de Presidencia Josu Erkoreka el 25
de julio de 2014124).
Y además este enemigo, o al menos “contrario” al Concierto es de los
lenguaraces. La verdad es que no sé qué opinarás tú, pero a mí no me parece
121
propio que una persona con esa responsabilidad institucional y contratada por
el Ministerio de Hacienda se permita decir públicamente que “navarros y
vascos son una casta que viven en otro planeta y tienen doble
financiación”125. Por si quieres saber mi opinión, me parece intolerable de la
misma forma que defender públicamente, teniendo en cuenta la posición
institucional que ocupa relacionada con el Ministerio de Hacienda, que “hay que
corregir la forma en que se ha implementado el sistema foral”126.
Las consecuencias de sus posicionamientos, y de los dos trabajos publicados,
son políticamente obvias. Así lo destacaba La Vanguardia el 22 de julio de
2014 al señalar que “las Balanzas Fiscales destaparán el trato ventajoso de
Euskadi y Navarra”127.
Como consecuencia, al pregonar que la Comunidad Autónoma Vasca y navarra
tenían saldos fiscales positivos (que en 2011 llegaban a 1.576 millones de
euros y 35 respectivamente a los cuales se añade, las cifras aún mayores, de
2012128) plantean la conclusión lógica: “Madrid sugiere una revisión del Cupo
para que Euskadi pague más a España”, como titulaba el diario Deia el 24 de
julio de 2014129.
Todo ello, obligó en su momento a intervenir al Lehendakari Urkullu, quien
volvió a insistir, una vez más, en que el Concierto es un derecho histórico,
reconocido por la Constitución española y criticó, con toda la razón del mundo,
señalando que estaba “preocupado” lo que definió como “objetivos ocultos” del
Gobierno español con la publicación del SCPT130.
Desde una perspectiva técnicamente rigurosa, si te interesa este tema, te invito
a leer el artículo “Las relaciones financieras entre el País Vasco y el Estado”
escrito por José Rubí Cassinello, el Secretario General de la Hacienda foral de
Vizcaya, recogiendo una intervención realizada dentro del ciclo de conferencias
organizado por el Parlamento vasco, a finales de enero de 2014, sobre el
Concierto Económico131.
Entre los temas que toca José Rubí en este interesante trabajo, está
precisamente el que tocamos en este epígrafe. Entre otras cosas dice lo
siguiente, refiriéndose al SCPT: “El objetivo del trabajo elaborado resulta
tremendamente ambicioso y se enfrenta a dificultades obvias, entre las que
cabe mencionar, además de las señaladas ya para el cálculo ortodoxo de las
Balanzas Fiscales, la proliferación de hipótesis dirigidas no solo a la
imputación de ingresos y gastos, sino también para la homogeneización, por el
122
lado de los gastos y de los ingresos de situaciones competencialmente
diversas respecto de los primeros y, de manera relevante para nuestro análisis
de dos sistemas de financiación, el común y el concertado radicalmente
distintos en su concepción y que responden a principios, objetivos y
metodología profundamente diferentes”. (Las negritas son mías para resaltar
alguna de las ideas).
En su artículo, José Rubí señala una serie de aspectos a tener en cuenta como
son los errores que se han cometido en el SCPT en la compensación por
impuestos directos, en la imputación de los intereses de la deuda del Estado, y
en la operación de neutralización del déficit.
Señala el autor de este artículo elegantemente que “con las consideraciones
anteriores (que te aclaro por mi lado son muy importantes) no pretendemos
invalidar los resultado del exhaustivo trabajo realizado para la confección del
SCPT, sino poner de manifiesto las dificultades añadidas que se plantean, a las
ya propias de la elaboración de las Balanzas Fiscales, del ambicioso objetivo
de homogeneizar sistemas que como ya se ha repetido, responden a filosofía,
principios y metodología profundamente distintos”131.
De hecho, el Secretario General de la Hacienda Foral de Bizkaia señala que
“para finalizar nos gustaría ofrecer una visión complementaria de los resultados
obtenidos, inspirados en la propia metodología de Cupo. Así si comparamos las
diferencias entre los gastos estatales imputados por el SCPT al País Vasco y el
6,24% del importe total de aquéllos que, de acuerdo con la metodología de
Cupo financia el País Vasco, resulta un déficit para éste de 1.974 millones
de euros”131.
De todo lo anterior, la conclusión es obvia: no se pueden comparar dos
sistemas que como dice muy bien el Sr. Rubí Cassinello “responden a filosofía,
principios y metodologías profundamente distintos”.
7.10. Mi crítica personal sobre el SCPT
No quiero que pienses que estoy escurriendo el bulto y que no quiero dar mi
opinión sobre este tema. Nada de eso. Como te he facilitado ya numerosos
puntos de vista, te voy a aportar ahora el mío por si te interesa.
123
(Si con lo que has leído consideras que tienes ya suficiente, te puedes pasar
tranquilamente al capítulo siguiente. No te preocupes, porque no me voy a
enterar, por lo que no vas a sufrir ninguna reprimenda por parte del autor).
Las Cuentas Públicas Territorializadas que está impulsando el Gobierno
central, con la directa colaboración de los tres catedráticos que he citado
anteriormente (de la Fuente, Barberán y Uriel) pueden ser criticables desde
distintos puntos de vista. Te voy a citar a continuación algunos de ellos, sin
hacer demasiado esfuerzo intelectual:
1º) Se proclama ufanamente que el único país del mundo que tiene un
modelo como este es España. A mí, personalmente, eso me resulta
sorprendente, porque teniendo en cuenta la tradición centenaria federal
de algunos países (por ejemplo, Estados Unidos, Canadá, Suiza,
Alemania, Australia etc.) y la cualificación académica de sus elites
intelectuales, es absolutamente increíble que no se les haya ocurrido un
modelo parecido a este a ninguno de ellos.
2º) Las imputaciones en base a indicadores con la metodología que se
llama carga-beneficio no tiene un refrendo estadístico internacional. No
existe manual que haga este tipo de territorialización en términos de
cuentas. Esta metodología es una simulación universitaria que no tiene
por detrás ninguna metodología contrastada, ni está aceptada en la
estadística oficial ni en organismos internacionales como la ONU u
OCDE. No se conoce ningún trabajo de balanzas fiscales con este
método, excepto en España, porque interesa políticamente.
(Déjame expresar una sospecha que me corroe el celebro: ¿porque
perjudica a Catalunya, Euskadi y Navarra y porque beneficia a Madrid?).
Lo digo porque es obvio que, la metodología carga-beneficio favorece al
territorio en que más se gasta centralizadamente, porque se queda con
la actividad y los ingresos que genera y los gastos, se reparten. Por eso,
no se conoce ningún estudio en la Unión Europea con esta metodología.
3º) En Euskadi contamos con los datos en flujos monetarios entre Euskadi y
el Estado, en el informe “Cuentas Económicas de las Administraciones
Públicas” de EUSTAT que utilizan la metodología del Sistema Europeo
de Cuentas Económicas- SEC 2010, determinado por EUROSTAT y de
obligado cumplimiento para todos los países de le UE.
124
Como vas a ver en la Parte Octava, cada año Euskadi aporta en
exceso al Estado desde el año 2000 unos 1.000 millones anuales
(no tenemos Cuentas de las Administraciones Públicas antes del 2000),
por diferencia entre el Cupo Bruto (el pago del 6,24% de todas las
competencias estatales, no transferidas a la Comunidad Autónoma) y los
gastos que se reciben del Estado. Esto es aproximadamente el 10% del
presupuesto del Gobierno Vasco. La cifra total de 2000 a 2014 es de
15.026 millones de euros.
4º) Es obvio que el origen de las Cuentas Públicas Territorializadas no es
propiamente “técnico”, sino absolutamente político. Lo cual es
totalmente legítimo, pero hay que decirlo con claridad, para no ofrecer a
la sociedad lo que podría considerarse como mercancía averiada.
Lo digo porque para realizar este trabajo se eligió a estos tres
catedráticos, encabezados por un economista competente, pero lastrado
por el hecho de que su oposición al nacionalismo catalán gobernante era
absoluta (de hecho, como referencia, fue uno de los fundadores del
partido político Ciutadans, ahora reconvertido a nivel español en
Ciudadanos) lo cual no le descalifica técnicamente, pero sin embargo,
tiñe sus opiniones de un sesgo que pude considerarse partidista.
Si a lo anterior añades que esta persona es también quizá en estos
momentos el oponente académico más fuerte del Concierto Económico,
tendrás un panorama concreto para valorar este tema por tu lado.
(Es como si alguien encargara a Pablo Iglesias –al actual y al histórico–
que hiciera un análisis sobre las ventajas de potenciar la Banca privada.
Me figuro que los resultados, sin discutir la cualificación técnica del Sr.
Iglesias, serían previsibles. Lo mismo que si se le pidiera a Putin que
realizara un informe para la ONU de cómo solucionar la guerra de Siria.
Intuyo que también en este caso los resultados serían previsibles.
Por lo tanto, cuando se está ante un estudio técnico, pero encabezado
por una persona que realiza numerosísimos planteamientos políticos,
como has visto a lo largo de este capítulo, de un componente que no
tiene nada de técnico a uno, quizá porque sea mal pensado o porque he
perdido la inocencia infantil, eso le hace sospechar).
125
5º) La publicación de las Cuentas Públicas Territorializadas se realiza en el
momento en el que estaba planteado un debate académico sobre
Balanzas Fiscales que básicamente estaba centrado en si Catalunya
estaba bien financiada o no. Desde las instancias institucionales
catalanas, es decir, desde la propia Generalitat, apoyadas por opiniones
políticas y también académicas, se insistía en que el modelo actual de
financiación perjudica gravemente a Catalunya (planteamiento con el
cual personalmente estoy de acuerdo).
Pues bien, lo que se publica, en estas innovadoras Cuenta Públicas
Territorializadas, es una especie de “contra informe” de las Balanzas
Fiscales publicadas por la Generalitat de Catalunya. De nuevo, la
intencionalidad política, legítima por otro lado, es total, pero hay que
insistir en que no estamos ante un inocente movimiento puramente
estadístico-académico-intelectual, sino ante una maniobra política
impulsada desde el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
6º) El modelo de imputación racional de gastos (repartir lo que se sitúa
fundamentalmente en Madrid, entre las diecisiete Comunidades
Autónomas) que utilizan las Cuentas Públicas Territorializadas se
fundamenta en un sistema de contabilidad analítica que fue utilizado
hace décadas en bastantes empresas. Lo empleaban personas jurídicas
que en términos de gestión, calidad de análisis y de información estaban
y están muchísimo más avanzadas que las Administraciones Públicas y
en concreto que la española.
Pues bien, tienes que saber, que este tipo de imputaciones racionales,
que se solían utilizar en los grupos empresariales para trasladar a sus
filiales el costo total de la Administración Central del Grupo (en definitiva,
eso es lo que hacen las Cuentas Públicas Territorializadas), fue
abandonado hace tiempo por parte de las empresas, por los errores a
que inducía.
En primer lugar, porque es perfectamente discutible el criterio de
imputación con el que se distribuyen determinados gastos de carácter
indirecto (por ejemplo: ¿cómo se reparte entre las filiales de un grupo
multinacional el sueldo de su Presidente? ¿Se debe hacer por
empleado, por ventas, por resultados etc.?) Hay numerosas
posibilidades de reparto, cada una de las cuales tiene su propia
126
justificación lógica, pero que, y esto es lo más importante, cada cual da
un resultado diferente.
¿Qué quiere decir lo anterior? Que se pueden obtener los resultados
que se deseen en función del criterio de imputación que se emplee,
lo cual, en las empresas (y ahora esto sería perfectamente trasladable al
ámbito de las Administraciones Públicas, por aplicación de estas
Cuentas Públicas Terrotorializadas) era una fuente permanente de
conflicto y de errores graves de decisión.
Por lo tanto, las empresas más avanzadas del mundo no imputan ya los
costos de su administración central a sus filiales, sino que se centran en
calcular el llamado “Margen de Contribución”, para saber qué es lo que
aportan (beneficio o pérdida) cada una de esas filiales a la compañía
matriz y de esa forma calcular los resultado del grupo empresarial.
7º) El problema futuro que pueden originar las Cuentas Públicas
Territorializadas es de nuevo igual que el que originaban estos modelos
de imputación racional, en términos de contabilidad analítica, en el
ámbito empresarial: el hecho de que, como todos los costos centrales se
distribuyan entre fiscales, no existía un control suficiente ni presión sobre
su crecimiento, al quedar diluidos entre las cuentas de resultados de
todas las filiales.
Y esta fue precisamente otra de las razones por las que este modelo se
fue eliminado paulatinamente de las compañías más avanzadas en
términos de gestión. Y desde esa perspectiva es obvio, que el efecto
que produciría en el tiempo una aplicación generalizada, y no
propagandística como hasta hora de estas Cuentas Públicas
Territorializadas en el ámbito de la gestión pública española sería, casi
con toda seguridad, que a los gastos de la Administración Central
española no se les prestara la atención debida, trasladando su carga a
las Comunidades Autónomas.
(No sé qué opinarás, pero la Administración Central tiene muchísimo
que reducir, como lo demuestra el hecho de que la puesta en marcha del
llamado “Plan Cora” ha permitido ahorros y mayores ingresos,
proclamados por el Gobierno central, que se situaban nada menos que
en 20.206 millones de al 31 de marzo de 2015132).
127
8º) Los factores puramente contables también cuentan. Por poner un
ejemplo concreto, el Museo del Prado, que como sabes muy bien está
situado en un lugar privilegiado de Madrid, en estos momentos está
situado bajo competencia estatal. Los autores de las Cuentas Públicas
Territorializadas cargan un determinado porcentaje del coste de ese
Museo (un 25%) a las distintas Comunidades Autónomas.
Esto no deja de ser sorprendente, porque está fundamentado en un
hecho administrativo. En otras palabras, si el Museo del Prado fuera
dependiente de la Comunidad Autónoma de Madrid, sus gastos serían
exactamente los mismos, sus ingresos serian exactamente iguales, pero
el resto de las Comunidades Autónomas no tendrían que soportar
ninguna carga por este concepto.
Si tenemos en cuenta, por otro lado, que las personas que trabajan en
ese Museo cobran un sueldo que consumen o ahorran en la Comunidad
Autónoma de Madrid es obvio que el cien por cien de ese gasto tendría
que imputarse a esa Comunidad Autónoma. Entre otras cosas, porque
los visitantes pagan una entrada por visitarlo. Y esos ingresos no se
distribuirán entre las Comunidades Autónomas.
(Por aplicación de ese principio del SCPT podríamos plantearnos por
qué Europa no nos carga el costo del Museo del Louvre, que por cierto
está casi tan cerca de Donostia-San Sebastián como el propio Museo
del Prado. Dado que somos europeos ¿no crees que nos debería cargar
la cuota parte de dicho maravilloso centro?).
De la misma manera, y siguiendo la línea argumental de las Cuentas
Públicas Territorializadas, podríamos analizar el caso notorio de la
Organización de Naciones Unidas-ONU, una institución fundamental
para el equilibrio geopolítico mundial. Como sabes también muy bien, la
sede central de la ONU está situada en Nueva York. España paga su
cuota y, como se trata de una competencia estatal, el País Vasco
contribuye con el 6,24% del importe de esa cuota al sostenimiento de la
ONU.
En la sede central de Naciones Unidas trabajan miles de personas que
cobran su sueldo en Nueva York, van a restaurantes de esa ciudad o
residen en hoteles de Nueva York, lo mismo que hacen la totalidad de
los numerosos visitantes que pasan por aquella Organización. En
128
función de todo lo anterior, ¿no sería lógico que a España se le
imputaran parte de esos ingresos que se van a gastar íntegramente en
Nueva York (y que, por agregación, al País Vasco se le diera el 6,24%
de los mismos)?
9º) El régimen foral y el común no son comparables. No se pueden ni
se deben considerar conjuntamente. Hacerlo no es riguroso; es tan
burdo como sumar peras y manzanas o como comparar la rentabilidad
de la renta fija y de la renta variable, sin considerar el factor riesgo.
El régimen foral implica un riesgo unilateral. En una situación de
dificultad, de la que no estamos exentos, Euskadi no recibiría la
solidaridad del Estado como la reciben las Comunidades del régimen
común. Y eso lo vas a ver, con detalles cuantitativos muy precisos en el
capítulo siguiente.
Cuando Euskadi recuperó el Concierto a principios de los 80 aceptó un
gran riesgo puesto que la situación económica era muy complicada y la
recaudación muy baja. Ha sido la gestión posterior la que nos ha llevado
a la situación más favorable que tenemos hoy. Pero podríamos perderla.
Hay una gran volatilidad en el entorno económico que nos podría afectar
y no recibiríamos la solidaridad del régimen común. Porque esas son las
reglas del juego.
10º) Los cálculos que se hacen en el SCPT no pueden valorarse nada más
que como muy aproximados. Hay diferentes métodos para el cálculo
de las Balanzas Fiscales. Todos tienen ventajas e inconvenientes y
dan lugar a resultados muy dispares.
La aplicación de cada método está sujeta a muchas hipótesis que
tienen gran incidencia en los resultados finales. Por ejemplo, nadie sabe
realmente cuanto recauda cada Comunidad Autónoma, puesto que no
existen Haciendas en las mismas. Por otro lado, muchas empresas
tienen su sede en Madrid y Cataluña y este efecto podría no estas
corregido adecuadamente. Igualmente, el método carga-beneficio
imputa, por ejemplo, beneficios derivados de infraestructuras que se
crean en unas Comunidades Autónomas a otras en función de la
población o imputan como beneficio hipotético la menor presión fiscal de
algunas Comunidades.
129
En definitiva, nadie sabe cuáles son las Balanzas Fiscales reales. Se
trata de un ejercicio académico que está sujeto a los diferentes criterios
e ideologías de las que las calculan y al que se le da demasiada
relevancia política, por interés coyuntural partidista.
En cualquier caso, es sorprendente (¿o no?) lo bien que salen los datos
en el SCPT, desde el punto de vista político, al partido en el poder
tratándose de un estudio al que se le quiere dar el marchado de
fundamentalmente técnico. La Comunidad Autónoma que más aporta es
Madrid con mucha diferencia. La aportación de Cataluña se reduce a la
mínima expresión, lo cual no es lógico. Y las Comunidades forales son
receptoras netas, lo cual es menos lógico todavía.
El hipotético superávit viene de cálculos teóricos en relación a qué
recaudación debería tener el País Vasco y a asignaciones de supuestos
beneficios de infraestructuras, ministerios etc. ubicadas en Madrid, que
no son aceptables porque se basan en supuestos teóricos discutibles.
11º) En mi opinión, es desleal pactar un Concierto Económico con unas
determinadas características (que incluyen la aceptación de un riesgo
unilateral que Cataluña no quiso aceptar), y una vez que eso se ha
acordado y a aquel territorio con quien se ha acordado le ha ido bien (no
por casualidad, sino porque sus gestores, empresas etc. lo han hecho
bien) publicar estudios sesgados que comparen ambos regímenes (que
no son comparables)
12º) Y finalmente, planteo una duda doble. Primera: ¿hubiera publicado el
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas el SCPT, si sus
resultados no le hubieran convenido políticamente? No sé qué opinarás.
Mi contestación es claramente, ¡NO!
Segunda duda: un Gobierno futuro en otra coyuntura política, y o con
otra configuración, ¿mantendrá el SCPT? ¿Quieres saber mi opinión?: lo
dudo mucho. Porque genera más conflictos que las pretendidas
soluciones que dice aportar y va a ampliar enormemente las
dificultades para llegar a un consenso en un nuevo modelo de
financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común y en la
negociación de la futura Ley Quinquenal de Cupo.
130
En definitiva, estimada lectora o lector, ya has visto que de escurrir el bulto,
como sospechabas de este autor amigo tuyo, nada de nada, porque he puesto
ante tus ojos doce argumentos que te corresponde valorar. Ya sabes mi
opinión: por las consideraciones anteriores considero que el trabajo de Cuentas
Públicas Territorializadas debe valorarse con extrema prevención.
Con todo lo anterior, creo que, con un gran suspiro de alivio por mi parte, y
entiendo que también por la tuya, podemos dar por concluido este largo y
complejo capítulo, en el que te he ofrecido una visión de lo que es el Sistema
de Cuentas Públicas Terriotrializadas, que recientemente ha aparecido en
escena y que tanto debate ha originado.
Espero que por encima de los planteamientos técnicos inevitables que
contenían las páginas anteriores, el tema te haya resultado interesante y que,
por ello, me des un margen de confianzas y estés dispuesto a introducirte las
que siguen, para conocer otro de los mecanismos financieros que ha arbitrado
el Estado para financiar en los últimos a años a las Comunidades Autónomas
de régimen común.
131
8.- LA AYUDA FINANCIERA DEL ESTADO A LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS
No sé si estás siguiendo, apreciada lectora o lector, toda la grave problemática
financiera que ha azotado (desde 2008 creo que esa es la expresión que mejor
define su situación) a la gran mayoría de las Comunidades Autónomas, como
consecuencia de la crisis.
Esta delicadísima situación obligó al Gobierno español a arbitrar medidas de
carácter excepcional, para evitar lo que podría haberse traducido en un
auténtico colapso para la misma, con un impacto brutal sobre la imagen
internacional de España y consecuencias colaterales de extremada gravedad.
Porque, de haberse producido, hubieran abocado inevitablemente a la
necesidad de proceder a afrontar la intervención y el rescate de España, la
quinta economía por tamaño de la Unión Europea, por parte de las autoridades
europeas, como ha ocurrido con otros cuatro países de la misma, como sabes
muy bien: Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre.
8.1. Una situación financiera catastrófica
En los últimos 20 años, la economía española ha experimentado lo que en
términos coloquiales podríamos denominar como una “ducha escocesa”: ha
pasado de una etapa de expansión sin precedentes que duró 13 años, de 1994
hasta el año 2007 –que, casi con toda seguridad, fue el periodo de crecimiento
económico más intenso y más extenso de la historia económica española– a
otra catastrófica. Porque, a partir de ese año, y como consecuencia de una
serie de acontecimientos internacionales concatenados, que aparentemente no
tenían ningún tipo de relación con España, se inició la situación recesiva más
intensa y más duradera que nunca se había sufrido, solamente superada hasta
el momento (¡toquemos madera!) por la que siguió a la Guerra Civil española.
Como señala muy bien José Luis Feito, la crisis económica produjo un
“devastador impacto en los ingresos públicos de todos los ámbitos del
Estado”133. Las consecuencias de ese ajuste se vieron además intensificadas
por el hecho de que en los 14 años que duró el intenso ciclo expansivo de la
economía española produjo un crecimiento de los ingresos tributarios
gigantesco. Una gran parte del mismo se centró en las Comunidades
Autónomas, “porque el grueso de los impuestos generados por el “boom
inmobiliario” se recaudaba por las mismas y porque los sucesivos acuerdos de
132
financiación autonómica transferían cada vez más recursos desde el Estado
Central a las administraciones públicas”133.
Como consecuencia de todo ello, de la fuerte bajada de tipos de interés que se
produjo en aquellos años de vibrante crecimiento y de la intensísima creación
de empleo durante los mismos, se produjo un aumento exponencial de los
ingresos de todas las Administraciones Públicas, la central y las autonómicas.
En estas últimas, esto se tradujo en un aumento de los recursos públicos
destinados a financiar sus operaciones y sus competencias en Sanidad,
Educación etc.
Todas las Administraciones Públicas, en aquella época, desarrollaron
numerosos y muy caros proyectos de inversión pública, unos necesarios y
otros simplemente demenciales, que, para completar este escenario, contaban
con el apoyo extraordinario de abundantes fondos europeos.
Todo ello originó un tremendo “boom” en el gasto público, absolutamente
descontrolado. Se basó el mismo en un planteamiento muy parecido al de otras
actividades privadas, que posteriormente se mostró ilusorio: el de la
sostenibilidad en el tiempo de los ingresos públicos que financiaban aquel
exceso de gasto.
Cuando llegó, con toda su crudeza, el fin de la expansión económica y la
consiguiente fuerte caída de los ingresos públicos a partir de 2008, todas las
Administraciones se tuvieron que enfrentar a ella, con una estructura de gastos
y de compromisos de inversión tremendamente rígida. Y sin posibilidades de
financiarlos, ni vía impuestos, ni pidiendo créditos. Porque ningún banco se los
daba, ni la deuda pública se colocaba entre los inversores a tipos de interés
asumibles.
Como consecuencia de todo lo anterior, muchas Comunidades Autónomas (no
todas ellas y desde luego ninguna de las dos Forales) se encontraron ante
situaciones financieras críticas, equivalentes a lo que en el caso de una
empresa podrían calificarse como de “pre-concurso de acreedores” –lo que
antes se denominaba “suspensión de pagos”–. No tenían dinero suficiente para
pagar a sus proveedores, ni para atender los vencimientos de su deuda
pública, ni para afrontar las amortizaciones de los significativos préstamos
recibidos de las instituciones financieras y, en consecuencia, los famosos
“mercados” no se dignaban concederles un solo euro para financiar sus
Presupuestos.
133
Ante esta situación de gravísima insuficiencia financiera y con una España al
borde también del colapso –que podía haberse traducido, durante muchos
meses, en la necesidad de tener que pedir el citado rescate a la Unión
Europea–, el Estado se vio obligado a crear, con carácter excepcional, un
mecanismo de financiación que permitiera a las Comunidades Autónomas, y a
muchas Corporaciones Locales afectadas por la misma situación, acceder a
medidas extraordinarias de apoyo a la liquidez.
8.2. El Fondo de Liquidez Autonómica-FLA
Para afrontar esta situación, se aprobó, en primer lugar, la Ley Orgánica 2/2012
de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que
preveía en su Disposición Adicional Primera que las Comunidades Autónomas
y las Corporaciones Locales pudieran solicitar al Estado acceder a las citadas
medidas extraordinarias de apoyo a la liquidez.
Estas medidas fueron definidas por el Real Decreto-Ley 21/2012 de 13 de julio,
que es el que creó el denominado Fondo de Liquidez Autonómica-FLA134.
Su finalidad era dotar de liquidez a las Comunidades Autónomas que se
encontraran en una situación extraordinaria de acuciantes necesidades de
financiación y de crecientes problemas de acceso al crédito, permitiendo
cubrirlas a un costo razonable, contribuyendo a garantizar la sostenibilidad en
la prestación de sus servicios básicos esenciales, al mismo tiempo que se
reforzaba el control sobre las Comunidades Autónomas adheridas, bajo
condicionalidad fiscal adicional135.
Se definía este mecanismo con tres características. Primera, era de carácter
temporal, en tanto persistieran las dificultades de acceso de las Comunidades
Autónomas a los mercados financieros. Segunda, tenía carácter voluntario,
por su utilidad, dirigida a atender vencimientos de deuda y a financiar el déficit
público. Por último, estaba ligado a condiciones financieras y fiscales, para
que las Comunidades Autónomas garantizasen el cumplimiento de los objetivos
de déficit fijados dentro de la normativa de estabilidad presupuestaria135.
Por tanto, esta financiación extraordinaria se obtenía a cambio de unos
exigentes requisitos de condicionalidad fiscal y financiera.
134
Con cargo a este Fondo se realizaban operaciones de crédito (por lo tanto,
no se trataba de ningún regalo, ni de una subvención) a favor de las
Comunidades Autónomas, con el objetivo de que pudieran atender sus
vencimientos de deuda y otras necesidades financieras, dando prioridad entre
estas a los gastos Sanitarios, Educativos y Sociales135.
8.3. El Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores
Dentro de la dramática situación financiera que he descrito anteriormente y
antes de la creación del FLA, se produjo la publicación del Real Decreto 7/2012
de 9 de marzo, por el que se creó este primer Fondo136.
Como señala esta disposición oficial en su preámbulo, “en los últimos años se
ha producido un progresivo agravamiento del problema de los impagos de
administraciones territoriales a sus proveedores de bienes y servicios, con
especial impacto en las pequeñas y medianas empresas”. Y para afrontar esta
situación que estaba situando a muchas empresas proveedoras de las
Administraciones Públicas al borde del colapso, con las consecuencias
económicas y sociales que todo ello conllevaba, se decidió crear este Fondo.
Se creó, por lo tanto, un instrumento para ejecutar un plan masivo de pagos a
proveedores, con el objetivo de colaborar en la recuperación de la actividad
económica y con el apoyo, en este caso, de las entidades de crédito que
operaban en España.
A este Fondo se le dotó de una personalidad jurídica como entidad de derecho
público y se le permitió realizar en los mercados de capitales toda clase de
operaciones de endeudamiento, con la garantía del Estado, al mismo tiempo
que se les solicitaba a las Administraciones territoriales que acudieran al fondo
el cumplimiento de una serie de obligaciones estrictas.
8.4. Actividad desarrollada por el FLA y por el FPP desde 2012
La actividad desarrollada por estos dos fondos ha sido gigantesca desde su
creación. Lo vas a ver con claridad en los dos epígrafes que vienen a
continuación y así podrás valorar si he exagerado con la afirmación anterior.
135
8.4.1. La actividad del Fondo de liquidez Autonómico
El FLA137 se fundamentó en una línea de crédito, dirigida por el Instituto de
Crédito Oficial, bajo la dependencia del Ministerio de Economía y
Competitividad, por la que el Estado prestaba a las Comunidades Autónomas,
en créditos a diez años, con dos de carencia –es decir, en los que solamente
se pagan los intereses, pero no se realiza la amortización del crédito– unas
determinadas cantidades que el Estado español podría conseguir de los
mercados en condiciones financieras mucho más baratas que las de las
Comunidades Autónomas o Corporaciones Locales.
Con ello, se lograban dos objetivos complicados: primero, que éstas pudieran
financiarse –muchas de ellas no podían hacerlo, porque las instituciones
financieras no estaban dispuestas a concederles créditos, pues no se fiaban de
su solvencia– y segundo, hacerlo a tipos de interés mucho más reducidos que
los que podrían haber conseguido ellas directamente en el mercado.
Las cantidades de estos créditos que se han puesto a disposición de las
propias Comunidades Autónomas y sus entes locales fueron muy importantes:
en el año 2012, la dotación del Fondo fue de 16.638 millones, en el año 2013
de 22.948 millones y en el año 2014 se les dotó con 23.215 millones.
Estamos hablando de créditos que, en conjunto, representan por lo tanto,
62.802 millones de euros hasta el 31 de diciembre de 2014, lo cual
demuestra la profundidad del “agujero” financiero del conjunto de Comunidades
Autónomas138.
8.4.2. La actividad del Fondo de Financiación a Proveedores
En lo que se refiere al FFPP, la actividad de financiación de pagos a
proveedores se extendió inicialmente a catorce Comunidades Autónomas –
todas excepto Galicia, Navarra y País Vasco– y a nada menos que a cuatro mil
entidades locales.
El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas hizo público el 16 de
julio de 2014 el Balance final del Fondo de Proveedores, para los años 2012,
2013 y 2014, a los que se extendió la actuación de este Fondo. En el curso de
esos tres años se pagaron con cargo al mismo ocho millones de facturas,
con un importe total de 41.814 millones de euros. Como consecuencia de
136
su actividad, más de 200.000 empresas cobraron sus deudas atrasadas, en
algunos incluso desde hacía varios años, a través de los préstamos concedidos
por el Gobierno Central a las diferentes Administraciones Públicas139.
En conclusión, podría decirse que la creación de este Fondo fue
profundamente beneficiosa, con el impacto que te comentaré en el epígrafe
siguiente.
De esa importantísima cantidad, las Comunidades Autónomas más
beneficiadas fueron las que tenían, como es lógico, una cantidad de pagos
atrasados más importante. En cabeza se situó la Comunidad Valenciana con
8.790 millones de euros, seguida por Andalucía (8.360), Catalunya (7.286),
Castilla-La Mancha (7.286), Madrid (4.228) y Murcia (2.208). Las Comunidades
que menos apoyo necesitaron fueron Galicia (220 millones de euros), La Rioja
(78) y, sorprendentemente, Navarra que aparece en la información publicada
por el ministerio de Hacienda con un millón de euros139. La única Comunidad
Autónoma que no pidió recursos de este Fondo fue la vasca.
8.5. El positivo impacto inicial de las medidas arbitradas
El conjunto de estas medidas, según el informe que acabo de citar, supuso un
ahorro inicial de intereses para las Comunidades Autónomas de 5.016 millones
de euros que, lógicamente, ha ido aumentando a lo largo del tiempo. Así, con
las informaciones a febrero de 2014, este ahorro se estimaba ya en 5.729
millones140 –3.991 millones correspondientes al FLA y 1.738 producto de los
planes de pago a los proveedores–. De estos ahorros se beneficiarán catorce
Comunidades Autónomas, entre las que no se encontraba el País Vasco,
siendo las más favorecidas Catalunya (2.086 millones), Comunidad Valenciana
(1.181 millones) y Andalucía (1.045 millones).
Como has visto en el epígrafe anterior, el volumen de pagos a proveedores de
las Administraciones Públicas por facturas atrasadas alcanzó una cantidad que
superaba el 4% del PIB español. De acuerdo con la estimación del Ministerio
de Hacienda y Administraciones Públicas, el desembolso de los 41.814
millones que te he comentado anteriormente, tuvo un efecto muy positivo sobre
la economía que el Ministerio de Hacienda cifró en un incremento del 3% PIB a
medio plazo. Además, el pago de esas facturas atrasadas permitió el
sostenimiento de cuatrocientos mil empleos que se hubieran perdido como
137
consecuencia de cierres de empresas asediadas por las consecuencias de la
falta de liquidez crónica del Sector Público141.
Como resumen de su actividad inicial (según el informe de Hacienda del 15 de
noviembre 2013142) las ayudas financieras concedidas a las Comunidades
Autónomas en 2012 y 2013 alcanzaban la cifra estratosférica de 102.634
millones de euros.
Es importante destacar que ni un solo euro entró en la caja ni del País
Vasco ni de Navarra (como Comunidad Autónoma), que no necesitaron acudir
a estos dos Fondos para solventar la dura situación financiera originada por la
crisis económica que, lógicamente, afectó directamente a la capacidad de
recaudación de las cuatro Haciendas Forales.
(Esto demuestra que, a pesar del impacto gravísimo de la misma, el Concierto
Económico y el Convenio Navarro, han podido superar una situación de
máxima tensión –“stress”, como se dice en la jerga financiera–, en condiciones
favorables y sin necesitar la ayuda del Estado, como te comentaré en detalle
en el capítulo siguiente).
8.6. Los nuevos Fondos creados en 2015
Tras este periodo inicial de los dos Fondos citados, el panorama cambió
completamente a finales de 2014, con la aprobación del Real Decreto-Ley
17/2014, de 26 de diciembre, de Medidas de Sostenibilidad Financiera de las
Comunidades Autónomas y Entidades Locales, y otras de carácter
económico143.
El objetivo de este Real Decreto-Ley fue doble. Por un lado, poner en marcha
nuevos mecanismos que permitieran compartir los ahorros financieros entre
todas las Administraciones, priorizar la atención del gasto social, seguir
ayudando a las Administraciones con mayores dificultades de financiación e
impulsar a las que han conseguido superarlas y, por otra parte, simplificar y
reducir el número de Fondos creados para financiar mecanismos de apoyo a la
liquidez, mejorando la eficiencia de su gestión.
Con ese ambicioso objetivo se crearon dos grandes Fondos, el Fondo de
Financiación a Comunidades Autónomas y el Fondo de Financiación a
Entidades Locales. A su vez, estos Fondos quedaron estructurados en
138
“compartimentos” diferenciados, para así adaptarse a las necesidades
financieras de las distintas Administraciones. También se estableció en este
Real Decreto-Ley el régimen de integración de los mecanismos ya existentes
en los nuevos Fondos.
8.6.1. El Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas
Este nuevo Fondo regula de forma integral y ampliada los mecanismos
adicionales de financiación puestos en marcha para las Comunidades
Autónomas y establece las características y condiciones de los tres
“compartimentos” en que se divide el mismo: el de Facilidad Financiera,
Fondo de Liquidez Autonómico y el Fondo Social. Adicionalmente se
incluye un cuarto compartimento, el Fondo en Liquidación para la
Financiación de los Pagos a Proveedores, al que se adscriben las
operaciones de crédito vigente formalizadas con Comunidades Autónomas, con
cargo al extinto Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores, al que
hemos hecho referencia en uno de los epígrafes anteriores.
El compartimiento que se denomina Facilidad Financiera, está destinado a
extender los beneficios asociados a los mecanismos anteriores a aquellas
Comunidades Autónomas que cumplan los objetivos de estabilidad
presupuestaria y de deuda pública y hayan conseguido controlar la demora en
el pago de la deuda comercial.
El compartimento Fondo de Liquidez Autonómico, sucesor directo del Fondo
homónimo actualmente existente, se adscribirán las Comunidades Autónomas
actualmente adheridas al citado Fondo, operativo hasta el momento de crear el
nuevo, y las Comunidades Autónomas que incumplan el periodo medio de
pago a proveedores.
Finalmente, se crea el Fondo Social como un mecanismo de apoyo a la
liquidez de las Comunidades Autónomas, de carácter temporal y voluntario,
cuya dotación financiará el pago de las obligaciones pendientes con las
Entidades Locales que sean vencidas, líquidas y exigibles, al 31 de diciembre
de 2014 y que deriven de convenios suscritos en materia de gasto social y de
otras transferencias de esa materia144.
139
8.6.2. El Fondo de Financiación a Entidades Locales
Este Fondo se subdivide, a su vez, en tres compartimentos. Los dos primeros
son el Fondo de Ordenación y el Fondo de Impulso Económico, destinados
respectivamente a las Haciendas Locales con problemas y a las que se
encuentran saneadas (el Fondo de Impulso Económico se pretende que se
utilice para la financiación de proyectos de inversiones relevantes o
financieramente sostenibles). Con el conjunto de estos dos Fondos, el
Gobierno esperaba que las Haciendas Locales se ahorrasen 1.621 millones de
euros. El tercer compartimiento lo constituía y el Fondo en Liquidación para
la Financiación de los Pagos a Proveedores de Entidades Locales, similar
al anterior.
8.6.3. Unas ventajosas condiciones
La principal novedad de estos Fondos que fue objeto de debate en una reunión
del Consejo de Política Fiscal y Financiera, a propuesta del Ministro de
Hacienda, celebrada el 23 de diciembre de 2014, era que se iba a producir la
condonación de los intereses de la deuda de las distintas Comunidades
Autónomas.
Como puedes comprender, esto fue acogido muy positivamente por algunas y
no tanto por otras.
En el lado de las valoraciones positivas se situó por supuesto Catalunya. Por
ello, no es de extrañar que La Vanguardia, en un editorial publicado al día
siguiente señalara que la decisión tomada “supone una inyección de oxígeno
para todas las Comunidades Autónomas, pero especialmente para las que se
encuentran en una situación financiera más crítica”147.
Fuente: la Vanguardia 24 de diciembre de 2014
140
En cambio, otras Comunidades Autónomas no lo vieron tan positivamente, a
pesar de que el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, cuando
presentó esta medida en el citado Consejo, sostuvo que los nuevos
mecanismos ahorrarían 5.552 millones de euros a las autonomías146. Por
ejemplo, la Comunidad Autónoma de Madrid consideró que lo que se estaba
haciendo era beneficiar a aquellas Comunidades Autónomas que, como
Catalunya, Comunidad Valenciana, etc. habían incumplido los objetivos de
control financiero y que, por ello, se encontraban en una peor situación. En
definitiva, que se daba un premio a los incumplidores.
(Como puedes ver, por tanto, una vez más se confirmaba que nunca llueve a
gusto de todos).
8.7. El coste total del rescate autonómico y local
La agencia de calificación crediticia Standard&Poor´s estimaba a principios de
2015 que la deuda total de los entes locales y autonómicos, al finalizar 2014,
era de 282.000 millones de euros, es decir, 22.000 millones más que un año
antes. Por otro lado, estimaba que esa deuda crecería en otros 11.000 millones
durante el ejercicio 2015, con lo cual estaríamos hablando de que, al finalizar el
año en el que estoy escribiendo estas líneas, la deuda local y autonómica se
situaría ya muy próxima a los 300.000 millones de euros. El 85% de esa
cantidad correspondería a Comunidades Autónomas147.
Con esta referencia en la cabeza, creo que ahora es interesante reflexionar
sobre cuánto ha sido el coste total del rescate autonómico y local. Pues bien,
tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2016,
realizada en el mes de agosto de 2015, el Ministerio de Hacienda señaló que el
coste total de este rescate rozaba los 210.000 millones de euros entre
2012 y 2016148.
Esa cifra se formaba por la suma de las correspondientes a seis diferentes
fuentes que te relaciono a continuación:
1) La línea creada por el Instituto de Crédito Oficial-ICO, con destino a la
financiación de vencimientos de deuda de las Comunidades Autónomas,
durante el primer semestre del año 2012 que alcanzó una cifra de 5.450
millones de euros, para poder salvar la situación crítica que se presentó
en aquel tiempo.
141
2) El Fondo para la Financiación de Pagos a Proveedores, que ya sabes se
desarrolló en tres fases durante los años 2012 a 2013, realizando el
pago de facturas que hemos visto en un epígrafe anterior, por valor de
41.814 millones de euros.
3) El Fondo de Liquidez Autonómico que en su versión inicial se puso en
marcha en 2012 y se prorrogó hasta finales de 2014, realizando en ese
tiempo una aportación de créditos a las Comunidades adheridas por un
total de 62.764 millones de euros.
4) Los adelantos a cuenta y otras ayudas que puso en marcha el Gobierno
central, así como sucesivas ampliaciones en los plazos de amortización
y en el pago de intereses de préstamos concedidos por el Estado, cuya
cuantía rozó los 24.000 millones de euros entre 2012 y 2014.
5) El nuevo Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas, creado en
el 2015, como hemos comentado en el epígrafe anterior, y al que se han
adherido las quince Comunidades Autónomas de régimen común (en
cambio no lo han hecho el País Vasco y Navarra) y en el que se estima
que destinará 39.869 millones, en 2015, a financiar a Comunidades
Autónomas y Entes Locales, y otros 25.000 millones en 2016.
6) Finalmente, el resto de medidas complementarias aprobadas en 2015,
en apoyo de estas entidades, se sitúa en 10.700 millones.
Como puedes ver, una cifra realmente impresionante que permitirá el ahorro
a las Comunidades Autónomas de 22.648 millones de euros, gracias a
estos nuevos mecanismos de financiación iniciados en 2012. Las Comunidades
Autónomas que más ahorro han tenido como consecuencia de los mismos han
sido: Catalunya, con 8.027 millones (el 35,4% del total); la Comunidad
Valenciana, con 4.919 millones (el 21,7%) y Andalucía, con el 17,5%. Por lo
tanto, estas tres Comunidades Autónomas se llevarán el 74,7% de los 22.648
millones de ahorro conseguido149.
En lo que se refiere a Catalunya, ha recibido apoyo por más de 40.000 millones
del Estado desde el año 2012150.
En función de ello, el Banco de España estimaba en marzo de 2015 que las
ayudas a las Comunidades Autónomas habían elevado el PIB en 20.000
millones de euros desde el año 2012 y que estos Fondos Estatales de
142
Liquidez, habían impulsado el empleo en unos cien mil puestos de trabajo
al año151.
Con todo lo anterior, creo que estarás de acuerdo conmigo en que estos
mecanismos de liquidez han tenido, además de un volumen excepcional,
porque las cifras la verdad es que resultan mareantes, una actuación que ha
permitido salvar una situación crítica, no solamente a las Comunidades
Autónomas y a los Entes Locales, sino también al Estado español.
Creo que es interesante, en cualquier caso, que leas con atención el capítulo
siguiente, porque ya verás que las Comunidades Forales no han participado,
voluntariamente, en estos mecanismos. Han sabido poner, desde mi punto de
vista con la máxima inteligencia y visión política, el fuero por delante del huevo.
(El origen de esta expresión parece remontarse al genial Francisco de
Quevedo, cuando valoró algo que se ha puesto de nuevo de actualidad: la
sublevación de Cataluña en 1640. La descalificó –se ve que en aquel siglo
ocurrían ya esas cosas– señalando que “ni es por el güevo ni es por el fuero”).
8.8. ¿Podrá amortizarse la deuda autonómica y local?
Mirando el problema desde la perspectiva de las Comunidades Autónomas de
régimen común, la necesidad de acudir a estos Fondos de financiación
demuestra, palmariamente, que el modelo de financiación de estas
Comunidades es absolutamente insuficiente para permitir a las quince poder
desarrollar satisfactoriamente los servicios públicos que tienen encomendados,
con el modelo de financiación en estos momentos vigente.
Pero, independientemente de lo que depare el futuro, está claro que una cifra
tan gigantesca como la que he citado en el epígrafe anterior va a ser muy
difícil de digerir por estas quince regiones y nacionalidades. Por ello, en algún
momento se planteará en el horizonte la posibilidad de realizar algún tipo de
quita de esta deuda, con cargo al Estado, dado que tendrá que crecer
muchísimo la economía en el futuro para que estas Administraciones puedan
“digerir” una carga financiera así.
Esta posibilidad la planteó abiertamente el 25 de agosto de 2015 el Conseller
de Hacienda de la Generalitat Valenciana, Vicent Soler, quien señaló que el
Gobierno central mantiene con la Comunidad una deuda “histórica” de 12.433
143
millones de euros acumulados a lo largo de 20 años. Como comentaba el
citado responsable político, el 90% del “agujero” en el Balance del Ejecutivo
valenciano es responsabilidad del Estado y el otro 10% del despilfarro y la
corrupción de otros gobiernos autonómicos de esta región152.
Un día después, el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dio un paso más y
propuso al Gobierno central una solución de urgencia para devolver parte de
esa cantidad de la que el Consell ya ha decidido que no quiere hacerse cargo.
El Presidente de la Comunidad Valenciana planteó, por lo tanto, al Estado una
condonación de parte de la deuda que la Administración autonómica mantiene
con la estatal y que ese día el Presidente fijó en 20.000 millones de euros, lo
cual permitiría comenzar a compensar la cantidad que la Consellería de
Hacienda detallaba como déficit de financiación152.
El Gobierno español ya había manejado esta posibilidad a finales del año 2014
pero, finalmente, se impuso el criterio del Ministro de Economía, Luis de
Guindos, quien señaló que una quita, aunque solo supusiese traspasar al
Tesoro una parte de la deuda autonómica, no sería entendida por las
autoridades de Bruselas. El propio Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
señaló el 16 de diciembre de 2014, en una conversación informal con los
periodistas, que la idea de una quita resultaba muy difícil de vender153.
En cualquier caso, es un problema que está sobre la mesa y al que, en algún
momento, habrá que hincarle el diente. ¿Cuándo se hará?
Relacionando las afirmaciones contenidas en los párrafos anteriores con las
críticas de sobrefinanciación que reviven Euskadi y Navarra no sé qué
opinarás, pero creo que es obvio que no se trata de reducir las capacidades
financieras del País Vasco y de Navarra sino de mejorar sustancialmente las
de las Comunidades Autónomas de régimen común que a finales de 2015
siguen ahogadas financieramente. ¿Por cuánto tiempo?
Con el interrogante con el que se cierra el párrafo anterior creo que, salvo tu
mejor criterio, podemos dar por concluido este capítulo, en el cual he podido
someter a tu conocimiento la patética situación financiera por la que han
atravesado las Comunidades Autónomas de régimen común y, por extensión,
las Entidades Locales en los últimos años. Una situación que ha sido dramática
y que, al final, paso a paso, se ha conseguido enderezar en el día a día, con el
apoyo del Estado, pero que deja pendiente para el futuro a una serie de
144
administraciones lastradas por el peso de una deuda gigantesca, una cuestión
que en algún momento habrá que resolver.
Ese no es el caso, afortunadamente, del País Vasco ni, en menor medida, de
Navarra, cuestión que vamos a ver, por el interés que tiene, en el próximo
capítulo, al que te invito que me acompañes, estimada lectora o lector.
145
9.- EUSKADI HA SUPERADO LA CRISIS SIN AYUDA DEL ESTADO
Para tu satisfacción, y por supuesto también para la mía, hemos llegado al
último de los capítulos de este Título II de la Parte Séptima, dedicada a analizar
desde todos los puntos de vista la financiación autonómica.
Has tenido que superar algunos capítulos muy duros, por lo que ahora, como
premio, para cierre de este Título, vas a tener que lidiar con uno de los que se
pueden considerar facilitos. Además, plantea un tema muy interesante, muy
relacionado con la naturaleza del Concierto y que te puede ayudar a
reflexionar. El capítulo termina con una reflexión centrada en la sinrazón de
alguna de las críticas contra el Concierto Económico.
En función de todo lo anterior y, si te parece bien, paciente lectora o lector,
vamos a iniciar el último capítulo de este larguísimo Título.
9.1. Un dilema que afectaba a la esencia del Concierto
Cuando a finales del año 2014 se conocieron las intenciones del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas, confirmadas en la reunión del Consejo
de Política Fiscal y Financiera celebrado el 23 de diciembre de 2014, de ofrecer
financiación a todas las Comunidades Autónomas a un tipo de interés cero, a
través del denominado Fondo de Facilidad Financiera, con préstamos a tres
años, como es lógico, surgió de inmediato la pregunta de qué haría cada una
de las Comunidades Autónomas. La respuesta se adivinaba bastante fácil:
acudirían a los nuevos fondos que se crearan todas aquellas que estuvieran
fuertemente endeudadas. En un segundo estadio, específicamente se planteó
la incógnita de qué harían las Comunidades Forales.
En concreto, la alternativa planteada a Euskadi resultaba compleja porque, de
acuerdo con los primeros cálculos periodísticos, la Comunidad Autónoma
Vasca podría ahorrar más de cuarenta millones al año con la aparentemente
generosa oferta del Sr. Cristóbal Montoro154. De inmediato, desde el PNV se
contempló con recelo esta posibilidad pues, como comentaron fuentes de este
partido, “endeudarse a través del Estado sería como renunciar a la capacidad
financiera que otorga el Concierto Económico. Nada le gustaría más al Ministro
Montoro que prestar dinero a Euskadi, pero eso sería una trampa política”.
146
Valorando esta posibilidad y, con su habitual agudeza, Ignacio Marco-Gardoqui
echaba mano a Quevedo y escribía que “el PNV tendrá que elegir entre
pisotear el fuero y beneficiarse de la oferta o primar el huevo y dejarse de
exquisiteces normativas. Los cálculos apuntan a un eventual ahorro de unos
cuarenta millones de euros”155.
El 21 de enero, en una rueda de prensa, el Consejero vasco de Hacienda y
Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, confirmó que el Consejo de Gobierno
presidido por Iñigo Urkullu había decidido no acudir al mecanismo
ofrecido por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El
Consejero recordó que Euskadi cumplía con las normas de gobernanza
económica, tenía acceso a los mercados y una situación “sólida” en este
ámbito, con una solvencia superior a la de España156.
En la misma línea, el grupo parlamentario vasco defendió durante el debate en
el Congreso de las nuevas facilidades financieras ofrecidas a las Comunidades
Autónomas, que hemos comentado en el capítulo anterior, que “se trata de un
mecanismo financiero incompatible con el régimen del Concierto”156 y, por esta
razón, como siempre que se plantean este tipo que temas que no afectan al
Concierto y afectan a cuestiones relacionadas con Comunidades Autónomas
de régimen común, se abstuvo en la votación.
Al margen de condicionamientos financieros, el Gobierno Vasco consideraba
que la “letra pequeña” del Decreto Ley que hemos comentado en el capítulo
anterior presentaba “restricciones que anulaban las ventajas de tipo económico
que pudiera ofrecer”157.
Así, por ejemplo, se señalaba que las Comunidades que se acogieran a las
facilidades ofrecidas por este Decreto Ley deberían incrementar los
procedimientos de rendición de cuenta y de control a ojos del Estado, estando
los Gobiernos autonómico afectados obligados a presentar un programa de
medidas de ahorro cada tres meses que podría evaluar la Administración
central. Con ello, era obvio que el Ministerio de Hacienda incrementaba
claramente los mecanismos de control y también obligaba a que las
Comunidades Autónomas que sufren de una situación financiera más compleja
entraran por una vía que, para el Gobierno Vasco “supondría una pérdida
importante de la autonomía presupuestaria que tiene en la actualidad la
Comunidad Autónoma Vasca”157.
147
Además de este punto negativo, desde la perspectiva de la Comunidad
Autónoma Vasca se señalaba que para las regiones o nacionalidades que
entraran por este camino, la Comisión Delegada de Gobierno para Asuntos
Económicos será quien regule el desarrollo del Decreto, lo cual, en opinión del
Ejecutivo Vasco, “sería como entregar de nuevo un cheque en blanco, cuando
no lo necesitamos”.
Finalmente, el último punto negativo que se le veía a este Decreto-Ley era el
hecho de que las relaciones entre Euskadi y el Estado en materia financiera,
“siempre se han regido por mecanismos de acuerdo bilateral”157.
Por encima de ello, también flotaba el hecho de que todavía quedaba el
recuerdo de las incidencias que se habían producido entre los años 2006 y
2008, cuando el Tribunal de Justicia del País Vasco se vio obligado a presentar
una cuestión pre-judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de la Unión
Europea, un tema muy importante que comentaremos en el Título V de esta
Parte Séptima, pero en el que, lo que se valoró muy especialmente para que
Euskadi tuviera un reconocimiento pleno en cuanto a su posibilidad de
autonomía normativa en el Impuesto de Sociedades, fue el hecho de que
contara con “autonomía financiera plena”, es decir, que no existieran
compensaciones financieras del Estado hacia Euskadi, incluso aunque a esta
Comunidad se le hundieran los ingresos fiscales o tuviera problemas para
hacer frente a sus gastos158.
9.2. Navarra apuesta por el huevo y no por el fuero
Sin embargo, la posición de la otra Comunidad Foral, Navarra, fue distinta a la
de la vasca.
Así se conoció en una rueda de prensa de la entonces Presidenta de Navarra,
Yolanda Barcina, con el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, en
la que se tocaron determinados aspectos relacionados con el Convenio
Económico de esta Comunidad Foral y también con algunos de los problemas
que se arrastraban en relación con un contencioso, en relación con los ingresos
del IVA de la firma alemana Wolkswagen, en la Hacienda Foral navarra.
En aquella rueda de prensa, Cristóbal Montoro anunció que todas las
Comunidades se habían acogido a alguno de los mecanismos de financiación,
excepto Madrid y País Vasco, incluyendo a Asturias que ya estaba saliendo del
148
FLA y había anunciado que se iba a adherir al nuevo Fondo de Facilidad
Financiera a título de interés cero.
La Presidenta de Navarra explicó las razones por las que había decidido
adherirse a uno de los nuevos Fondos, señalando que, aunque Navarra no
había acudido al FLA y “siempre había encontrado dinero en los mercados a la
hora de financiar la deuda, con la opción abierta por Hacienda de la Facilidad
Financiera, habían considerado que podrían tener la deuda de 2015 hasta 2017
a un tipo de interés cero y que, por lo tanto, era difícil que la encontraran más
barata”159.
Por lo tanto, como podían ahorrarse “cinco o seis millones”, Navarra decidió
incorporarse a esta facilidad financiera porque “hay que aprovechar todas las
oportunidades”.
Como puedes ver, por lo tanto, una posición política muy distinta a la adoptada
por el Gobierno vasco, en la que primó más el interés de largo plazo que la
visión del corto plazo en la Sra. Barcina. Me cabe la duda de que, quizá la
decisión de la Presidenta de Navarra tuvo que ser adoptada así, a cambio de
las manifestaciones verbales de que el pleito relacionado con el IVA de
Wolkswagen al que he hecho referencia iba a ser solucionado
satisfactoriamente. Lo cual, que yo sepa, hasta el momento en que escribo
estas líneas, todavía no se ha producido.
Y, con esto termino este capítulo y el Título II de la Parte Séptima. Me parece,
amigo lector o lectora, que si has tenido la capacidad de sufrimiento necesaria
para leer lo comentado en los siete capítulos anteriores, conoces más del
sistema LOFCA que la gran mayoría de los que lo disfrutan o padecen. ¡Te
mereces mi enhorabuena más grande!
Espero que no te haya resultado ni demasiado complicado, ni aburrido, y que
ahora te encuentres con ánimo para pasar al siguiente Título, en el que vamos
a estudiar una cuestión de la máxima importancia política y que, aunque ha
quedado desplazada por otros acontecimientos, a lo mejor (o a lo peor, según
las perspectivas de cada uno) vuelve a ponerse sobre la mesa en el futuro.
La verdad, es que, si con esta presentación tan enigmática no te zambulles de
inmediato en las próximas páginas, tendré que reconocer que, en eso de crear
“suspense”, este pobre autor está a años luz de distancia del genial Alfred
Hitchcock. ¿Me acompañas? ¡Necesito sentirte a mi lado!
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