Procesos de adecuación corporal

UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE
FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES
ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA
Procesos de adecuación corporal: Relatos de cuerpos transexuales de la
región del Bío-bío, Chile
Profesora patrocinante:
Debbie Guerra Maldonado
Instituto de Estudios Antropológicos
Profesoras informantes:
María Pía Poblete Segú
Instituto de Estudios Antropológicos
Marta Santana Soto
Instituto de Salud Sexual y Reproductiva
Tesis para optar al título de Antropóloga
y el grado de Licenciada en Antropología
Eva Atalia Corsina Pizarro Loyola.
VALDIVIA - CHILE
2015
1
Índice
1. Introducción
7
2. Antecedentes generales
10
3. Marco Teórico
18
3.1. Sexo-género
18
3.2. Cuerpo: individual, social y político
24
3.2.1. El cuerpo hormonal
29
3.3. Adecuación Corporal, tránsito de género y proceso de transgeneridad
32
3.4. Habitus
37
3.5. Estigma
41
3.6. Adecuación corporal como rito de paso
43
4. Metodología
46
4.1 Tipo de estudio
46
4.2. Método
47
4.3. Unidad de análisis
48
4.4. Unidad de estudio
48
4.5. Características de la población entrevistada
48
4.6. Técnicas de recolección de información
49
4.6.1. Técnicas de relato de vida y entrevista en profundidad
52
4.6.2. Técnicas expresivas-creativas
53
4.7. Instrumentos de recolección de información
54
4.8. Análisis
55
4.8.1. Tipo de análisis
55
2
4.8.2. Categorías analíticas
55
4.9. Criterios de validez o rigor
56
4.10. Criterios éticos
58
5. Resultados
59
5.1. Prácticas asociadas al proceso de adecuación corporal
5.1.1. Nombre social, al asumirse y cambio de ropa, contarle
59
59
al entorno y asumirse socialmente
5.1.1.1. Nombre social
59
5.1.1.2. Al asumirse y cambio de ropa
60
5.1.1.3. Contarle al entorno: asumirse socialmente
61
5.1.2. Hormonas y cirugías: feminización y masculinización del cuerpo
62
5.1.2.1. Hormonización de mujeres y hombres transexuales
62
5.1.2.2.- Cirugías de mujeres y hombres transexuales
64
5.1.3.- Cambio legal
5.2.- Inscripciones corporales en el proceso de adecuación corporal
64
65
5.2.1.- Segunda pubertad
67
5.2.2.- “Estar hormonal”
69
5.2.3. Cirugías: gonadales, genitoplastía, mastectomía, implante
71
mamario
5.3.- Elementos del género en el proceso de adecuación corporal
74
5.3.1.- Elementos anatómicos
75
5.3.2.- Elementos hormonales
78
5.3.3.- Elementos identitarios
84
3
5.4.- Significaciones de la intervención hormonal y quirúrgica,
88
en el proceso de adecuación corporal
5.5.- Rol de la hormonización y cirugía, asociadas al rito de paso,
92
y con énfasis al proceso de liminalidad
5.5.1 Estado preliminal, el rito de separación
95
5.5.2 Estado liminal, rito de margen
98
5.5.3. Estado postliminal, rito de agregación
102
5.6.- Impactos del proceso de adecuación corporal en la vida social
105
de las personas transexuales
5.6.1. Impacto en la vida familiar
105
5.6.2. Impacto en las relaciones de amistad y amorosas
109
5.6.3. Impacto en el espacio público
111
6. Conclusiones
115
7. Bibliografía
120
8. Anexos
124
4
AGRADECIMIENTOS
A mi profesora guía Debbie Guerra M, ya que sin su apoyo, credibilidad y comprensión en el
tema no hubiera sido posible hacer esta investigación.
A María y Walter, por su apoyo incondicional y por darme el ejemplo de fuerza para seguir
trabajando en todo lo que quiero.
A Laura, Magda, Chris, Kim y Francisco Emilio, por su tiempo, su confianza, su preocupación y
su ayuda en la elaboración de esta tesis.
Y a Vicente, por sus consejos, la fuerza y calma diaria que entrega en su compañerismo.
A todas y a todos muchas gracias.
5
RESUMEN
La transexualidad, como transversalidad de género de la sociedad Occidental, conlleva un
conjunto de prácticas culturales regidas no sólo por la biomedicina sino además por el aparato
legal y prácticas sociales asociadas que tienden a ser invisibilizadas en la literatura. En esta tesis
propongo un acercamiento a la adecuación corporal desde la antropología, considerando sus
prácticas y posicionándola a esta como un proceso cultural y social, y no sólo individual. Para
lograr este acercamiento propongo un estudio de caso de cuatro personas transexuales de la
región del Bío Bío, Chile, con los que se realizaron relatos de vida y entrevistas en profundidad,
que permitieron analizar el proceso de adecuación corporal en identidad de las y los sujetos
transexuales. Se señala, respecto a esto, el importante rol de la hormonización y las cirugías en la
corporalización del género. A su vez, se explicita el modo en que la adecuación corporal es
experienciado, tanto por hombre como por mujeres, como un rito de paso, en cuanto hay un
proceso de agregación a la identidad de género con el que el sujeto o sujeta se sienta identificado.
Palabras Claves:
Transexualidad, Adecuación Corporal, Hombres y Mujeres Trans, Cuerpo, Región del Bío Bío
6
1. INTRODUCCIÓN
Los sujetos y sujetas transexuales sufren de invisibilización social que se reproduce en una
invisibilización analítica, que ha desplazado de manera diferenciada tanto a hombres como
mujeres transexuales, a saber, los hombres transexuales son escasamente visibles socialmente, y
las mujeres trans*1 son asociadas al trabajo sexual y las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Esta tesis tiene como tema principal el proceso de adecuación corporal en personas transexuales
de la VIII región de Chile, y busca entender las características de la adecuación corporal en
cuerpos transexuales, los elementos del género y las inscripciones corporales en la adecuación
corporal y, a su vez, los impactos en la vida social en personas transexuales. Lo anteriormente
descrito conduce a la siguiente pregunta de investigación, ¿Cuál es el significado del proceso de
adecuación corporal en la identidad de personas transexuales en la VIII región de Chile?
La pregunta de investigación ha conducido a definir el objetivo general de la investigación de la
siguiente manera: “analizar el proceso de adecuación corporal en la identidad de personas
transexuales de la VIII región de Chile" enfatizando sus particularidades culturales y sus
implicancias sociales.
Para el logro de este objetivo se han definido los siguientes objetivos específicos:
1) Describir las prácticas legales, biomédicas y sociales en el proceso de la adecuación corporal
de la unidad de estudio.
1
Utilizo esta categoría que es una abreviación e incluye tanto a personas transexuales, transgeneras, trans queer y
travestis. Y cuando no lleva asterisco (*) lo utilizo como sinónimo de transexual.
7
2) Identificar las inscripciones corporales realizadas por personas transexuales en el proceso de
adecuación corporal.
3) Distinguir los elementos del género manifestados en el proceso de adecuación corporal según
las personas sujetos del estudio.
4) Conocer la significación dada por los y las sujetos transexuales a la intervención hormonal e
intervención quirúrgica, respecto al proceso de adecuación corporal.
5) Identificar el rol de la hormonización y de las cirugías en el proceso de adecuación corporal en
las personas sujetos del estudio.
6) Describir los impactos de la adecuación corporal en la vida social de las personas transexuales
del estudio.
Como método de investigación se utiliza el de estudio de caso, que permite realizar un estudio
sobre un grupo determinado. Como principal técnica de recolección de información se privilegia
el relato de vida, ya que el centro de esta investigación es un aspecto de la vida de las y los
sujetos de estudio: el proceso de adecuación corporal. Asimismo, se realizaron entrevistas en
profundidad y técnicas expresivas-creativas dirigidas a recoger las expresiones corporales de los
y las sujetos de estudio por medio de dibujos de sus cuerpos.
El acercamiento cualitativo a las experiencias de los y las sujetos me obliga, como investigadora,
8
a centrarme en las temáticas éticas. El trabajo con relatos de experiencias personales implica, en
este caso,
adentrarse en un mundo de complejas representaciones de personas que viven
constantemente discriminación y exclusión. Es por esto, que toda la información que se expone
en este trabajo fue tratada con el máximo respeto y cuidado, teniendo especial atención en el
anonimato (si es que así se manifestaba), y la confidencialidad de los y las sujetos, por medio de
consentimientos informados.
En los siguientes capítulos se desarrollaran más detalladamente el proceso de la adecuación
corporal, reconociendo sus principales prácticas desde lo biomédico, pasando por lo legal, hasta
lo social. En un segundo momento se describen las diferentes espacios de inscripciones
corporales en la adecuación corporal, y como son incrustados en el habitus los distintos
elementos.
Por otro lado, también se distinguen los elementos del género manifestados por las y los sujetos
de estudio que son parte del proceso de adecuación corporal: los elementos anatómicos,
hormonales e identitarios, además de las significaciones -de las y los sujetos de estudio- de la
intervención hormonal y de la intervención quirúrgica en el proceso de adecuación corporal, y el
rol de la hominización y cirugía en la identidad transexual considerando la adecuación corporal
como un rito de paso y describiendo los estados preliminal, liminal y postliminal del rito.
Finalmente, se señalan los impactos del proceso de adecuación corporal en la vida social de las
personas transexuales, específicamente en su vida familiar, en sus relaciones de amistad y
amorosas y en el espacio público.
9
2. ANTECEDENTES GENERALES2
La transexualidad, como concepto, requiere una aproximación tanto desde la medicina como
desde las ciencias sociales para un apropiado entendimiento de cómo se inserta en la cultura
biomédica y occidental. Nieto (1998) señala, desde una perspectiva médica, que la
transexualidad se entiende desde 4 “síntomas” clásicos según el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV):
a) Identificación acusada y persistente con el otro sexo. En los adolescentes y adultos la
alteración se manifiesta por síntomas tales como un deseo firme de pertenecer al otro
sexo, ser considerado como del otro sexo, un deseo de vivir o ser tratado como del otro
sexo o la convicción de experimentar las reacciones y las sensaciones típicas del otro
sexo; b) Malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su rol;
c) La alteración no coexiste con una enfermedad intersexual y d) La alteración provoca
malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes
del individuo (1998, p. 26).
En otros términos, la transexualidad es una inadecuación de la identidad de género con el sexo
biológico, lo que es opuesto a la noción biomédica occidental que entiende la cisexualidad3 como
norma. Desde esta perspectiva médica ha sido tratado como patología, haciendo constante su
presencia en manuales de enfermedades mentales y psiquiátricas. En este sentido, existe una
doble patologización: por un lado, la no correspondencia entre sexo y la identidad de género; y
por otro lado, la necesidad de intervención de la anatomía.
2
Antecedentes generados para práctica profesional.
Una persona cisexual tiene concordancia entre sexo/ género que se le asignó al nacer con su identidad de género,
y se define en oposición a transexual, ya que en este no existe concordancia entre ambos.
3
10
En el actual sistema público de salud chileno se sitúa a la transexualidad en la lógica biomédica,
que la posiciona en el continuo enfermedad-salud. No obstante, existe dificultad para identificar,
en la adecuación corporal, el momento de salud. Estas dificultades se presentan si la persona
transexual no desea realizarse todos los procedimientos médicos, lo
que se opone a la
perspectiva de médicos y médicas que, usualmente, consideran necesaria la realización de todos
los tratamientos disponibles para poder, por fin, posicionarlos como pacientes "dados de alta" y,
por lo tanto, sanos y sanas.
En el contexto occidental, y partiendo desde Butler, Vendrell señala que “la patologización es el
precio a pagar precisamente para asegurar la ‘garantía’ estatal en todo el proceso de ‘cambio de
sexo’, lo cual incluye el punto esencial de su financiamiento” (2012, p. 128). Las necesidades de
salud de una persona transexual se constituye en la adecuación corporal con la identidad de
género a la que se pertenece ‒diferente al sexo asignado al nacer‒. Esta es patologizada sin
considerar su dimensión cultural como varianza de género, y por eso es tratada en el sistema de
salud como una enfermedad.
No obstante, lo anteriormente dicho es sólo una de las miradas de la adecuación corporal. Otro
aspecto de esto se observa desde los colectivos y teóricos más radicales, que piensan que la
adecuación corporal es actuar en los términos de la norma y que la reafirma, en vez de romperla.
El fin último de esto es actuar en pos de modificar las concepción de género y de reconocer la
diversidad de cuerpos, cuestionando que esto sea posible si se siguen realizando intervenciones
quirúrgicas u hormonales para ser y estar en sociedad, con reconocimiento de la identidad de
11
género, siendo este mismo proceso parte de la aceptación de la patologización y, con esto, del
actual sistema/sexo género.
En este punto considero adecuada la aproximación temática de la transexualidad en el texto de
Anne Bolin "La transversalidad del género. Contexto cultural y prácticas del género". En este
texto la autora asume, desde una perspectiva etnológica, que el género y la sexualidad tiene
procesos de transversalidad, es decir "algo que cruza o se sitúa a través" (Webster citado por
Bolin 2003, p. 140). Dirá Vendrell parafraseando a la autora que:
La transexualidad puede verse como una forma de transversalidad de género. La
transversalidad de género se ha dado histórica y etnográficamente en un amplio
abanico de culturas, adoptando modalidades sumamente diversas. Todas ellas pueden
y deben interpretarse desde una perspectiva, en los términos de la cultura en cuestión
(Bolin citado por Vendrell, 2009, p. 62).
Rodríguez señala algo similar cuando menciona que "la sociedad construye sobre el cuerpo
sexuado, y más concretamente sobre la genitalidad (sexo hombre-mujer), la identidad de género
(masculino-femenino), que determina para hombres y mujeres distintas responsabilidades,
actividades, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, expectativas, etc." (2002, p.
242).
En Chile, las normativas legales sobre el tratamiento hospitalario de usuarios y usuarias trans*,
como asunto de salud pública, se visibiliza el año 2012, cuando el Ministro de Salud del
Gobierno de Sebastián Piñera, Jaime Mañalich, promete que el presupuesto nacional destinado a
12
salud para el año 2013 permitirá al Estado subvencionar las cirugías de reasignación de sexo para
personas transexuales4. Este hecho, señala el ministro, complementará el trabajo realizado por el
Hospital Gustavo Fricke de Valparaíso y el Hospital Las Higueras de Talcahuano, quienes ya
realizan cirugías de reasignación de sexo.
El año 2011 se emite la circular N°34, la cual instruye acerca de la atención de personas trans* y
el fortalecimiento de la estrategia de Hospital Amigo a personas de la diversidad sexual en
establecimientos de la red asistencial por parte del Ministerio de Salud (a través de la
Subsecretaria de Redes Asistenciales). Este documento, en Junio del 2012, da lugar a la circular
N° 21, la cual reitera la instrucción sobre la atención de personas en la red asistencial. El objetivo
es profundizar las medidas descritas en la circular N°34, tanto en la identificación de la persona,
en los registros y consideraciones para la atención y tratamiento a un paciente trans*.
En el año 2011, se instauró la "Vía Clínica para la Adecuación Corporal en Personas con
Incongruencia Entre Sexo Físico e Identidad de Género", que funciona como guía y contiene las
intervenciones pertinentes para pacientes trans*, sus objetivos, secuencia, criterios de
elegibilidad y disposición para su prescripción, así como algunas especificaciones técnicas
necesarias para su aplicabilidad en las redes asistenciales.
Además, desde el año 2010, la Organización de transexuales por la Dignidad de la Diversidad
(OTD) comienza su trabajo en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, consiguiendo apoyos
desde la Dirección, el equipo médico, el Consejo Consultivo de Usuarios y las funcionarias/os,
4
No obstante, este hecho aún no se hace efectivo. Esto hace que pocos hospitales quieran realizar estas
intervenciones sobre todo porque significa asumirlas como deudas.
13
obteniendo logros notables: implementación del uso del nombre social (antes que el Ministerio lo
impusiera como obligación) y creación de un equipo multidisciplinario de atención a personas
trans*, lo que propicia el acceso a usuarios y usuarias trans* en todas las áreas de salud.
Actualmente, el Hospital Las Higueras ha aumentado sus cupos para las atenciones en las
diferentes áreas del programa, cirugías a personas trans* (genitoplastías feminizantes y
masculinizantes) y capacitaciones a funcionarios y funcionarias de salud.
Así también, se ha trabajado con el Servicio de Salud Talcahuano (SST), “quienes cuentan con el
Programa de Salud Trans* ya instaurado, desde donde se realiza capacitación a funcionarios y
seguimiento al cumplimiento de la Circular 21 a nivel primario y secundario” 5. Actualmente,
este programa se encarga de la atención integral de personas trans* relacionado con la
adecuación corporal desde la urología, endocrinología, ginecología, salud mental, cirugía plástica
y otras especialidades.
En este sentido, el programa es una forma de incluir en el Sistema de Salud a personas trans*
como sujetos y sujetas que, como cualquier otra persona, tienen derecho a la salud y necesidades
específicas. Esta inclusión es apoyada además, por la Carta de Deberes y Derechos de Los
Pacientes, y por la Ley Antidiscriminación 20.609 (Ley Zamudio).
Este programa cuenta con diferentes normativas para su funcionamiento. La primera a nivel
nacional: la Vía Clínica. El SST considera las intervenciones de esta, es decir, las intervenciones
de Salud Mental, Intervenciones Hormonales e Intervenciones Quirúrgicas, pero no estima un
5
Avances en salud trans Hospital Higueras”. Disponible en http://saludtrans.cl/2013/07/05/avances-en-saludtrans-hospital-higueras/ (Revisado el Miércoles 12 de Marzo)
14
orden -ni los plazos y pasos- que la Vía Clínica estima. La segunda, la Circular 21, también
funciona a nivel nacional, pero en el SST fue ampliada. Esta ampliación consiste en que la
persona trans* consigna sólo su nombre social para los efectos generales de la atención, y no
genera la confusión al llamado entre el nombre real y el nombre social. La tercera, y propia del
SST, es la resolución del Protocolo de Atención y Derivación de usuarios trans*, la cual asegura
la derivación de la Atención Primaria de Salud (APS) al nivel secundario.
En relación a este estudio, además de pertenecer a OTD, las personas que entrevisto son
atendidas en el Hospital Las Higueras de Talcahuano o por su equipo médico. Como ya fue
mencionado, este establecimiento de salud otorga atención integral a usuarios y usuarias
transexuales en relación a sus necesidades especificas de salud. Estos son los nexos que
caracterizan a las y los sujetos de estudio que son parte de esta investigación.
Para Vendrell (2009) los saberes biomédicos, las disciplinas "psi"(psiquiatría, psicologías de
diferentes orientaciones, psicoanálisis)(p. 64) -que permiten el acceso a los tratamientos,
diagnosticando-, la inserción de este proceso en la economía de mercado -ya que es pagado por
"alguien"-, ya sea por el estado o seguros médicos privados- y un tercer grupo que legitiman
estos procesos "los actores sociales: las instituciones legales y, en ultimo termino, las políticas"
(2009, p. 64) son parte del marco que permite, sustenta, y a la vez exige la adecuación corporal.
Desde una perspectiva de particularidad cultural, Vendrell sostiene que "la transexualidad, como
cualquier otra forma de transversalidad de género, produce ‘su’ verdad, la cual debe colocarse en
relación con los mecanismos productores -y reproductores- de la verdad en su cultura de
15
referencia" (2009, p. 62) y añade que un análisis desde la antropología (desde una perspectiva
"etic"), supondrá entender que la transexualidad "es la forma que dicha transversalidad adopta en
las modernas sociedades occidentales" (2009, p. 63). Para especificar esto, y otras ideas que
serán expuestas en el desarrollo de esta investigación, es necesario definir conceptos,
especialmente ideas base que se repetirán a lo largo del texto.
Primero es necesario esclarecer quien es transexual masculino y una transexual femenina. Un
transexual masculino es una persona que es una mujer biológica6 o hembra, pero que su
identidad de género no corresponde con una identidad femenina: también se utiliza el concepto
de MaH (de mujer a hombre) para graficar el tránsito de género. En el caso de las mujeres
transexuales, son hombres biológicos7 o machos, pero su identidad de género no es masculina: el
concepto HaM (Hombre a mujer). Además, en personas transexuales esto implica también un
cambio en el cuerpo.
Por otro lado, es necesario definir las cirugías que se realizan personas transexuales en su
proceso de adecuación corporal. Para los hombres trans está la posibilidad de realizarse
mastectomías, es decir, la extirpación de las mamas; la histerectomía, que se refiere a la
extirpación del útero; la faloplastía, que es la reconstrucción estética de los genitales masculinos
externos a partir del tejido de otras partes del cuerpo; y la metaidoplastía, es decir, la creación de
un pene o micropene utilizando el clítoris previamente hipertrofiado por el tratamiento hormonal.
6
Persona con características fisiológicas que social y en el sistema biomédico la definen como femenina o mujer,
una hembra.
7
Persona con características fisiológicas que social y en el sistema biomédico la definen como masculino y hombre,
un macho.
16
Para las mujeres trans, las cirugías que se pueden realizar, en contexto de adecuación corporal,
son la orquidectomía, es decir, la extirpación de los genitales masculinos externos (testículos) y
la vaginoplastía por inversión peneana, que es la creación de una vagina a partir del tejido de los
testículos y el pene.
Todo esto acompañado de la terapia hormonal la cual consiste en la toma de "hormonas
femeninas" estrógenos y anti-andrógenos, si se es mujer transexual para generar el cambio
femenizante y toma de "hormonas masculinas" testosterona si se es un hombre transexual.
17
3. MARCO TEÓRICO
La transexualidad como fenómeno cultural y la adecuación corporal de esta comunidad, como
proceso, tienen escaso desarrollo en la teoría, limitándose en muchos casos a la literatura médica
(respecto a la patologización) o aproximaciones a la transexualidad femenina y la adecuación
corporal para ejercer el trabajo sexual. El desarrollo de esta tesis requirió la construcción de un
marco teórico que permitiese visualizar la transexualidad en cuanto varianza de género en el
contexto occidental, las prácticas biomédicas relacionadas y las implicancias socioculturales que
se producen en este proceso. Los conceptos sexo-género, cuerpo, habitus, estigma y rito de paso,
como serán explicados a continuación, permitieron la construcción del objeto de estudio,
aportando luces respecto a los procesos de adecuación corporal como parte de la identidad
transexual.
3.1 Sexo-género
El concepto de género es algo problemático por sus múltiples acepciones -sobre todo en el
idioma español-, y con esto, se acentúa el conflicto de cómo entendemos el género y cómo lo
desnaturalizamos a través del tiempo. Entender el género nos lleva a pensar en la primera
asociación que se tiene cuando escuchamos o leemos la palabra. La asociación es directa en la
sociedad occidental, y es con el sexo. O, más bien, la confusión entre ambas nociones.
En 1972, los sexólogos John Money y Anke Ehrhardt popularizaron la idea de que sexo y
género son categorías separadas. El sexo, argumentaron, se refiere a los atributos físicos,
y viene determinado por la anatomía y la fisiología, mientras que el género es una
transformación psicológica del yo, la convicción interna de que uno es macho o hembra
18
(identidad de género) y las expresiones conductuales de dicha convicción (FaustoSterling, 2006, p. 18).
La autora señala que, durante la década del 70, el sexo físico (como fue definido) no se
encontraba en cuestionamiento, a diferencia del componente genérico que si se vio como una
fuente de discusión teórica muy prolífica (Fausto-Sterling, 2006). En este sentido
la noción de “género” surgió de la necesidad de romper con el determinismo biológico
implícito en el concepto sexo, que marcaba simbólica y efectivamente el destino de
hombres y mujeres. Esta nueva categoría de análisis científico reveló el carácter cultural
de las construcciones identitarias de las personas (Martín, 2006, p. 36).
Esta concepción, llamada por Nicholson (2011) “fundacionalismo biológico”, generó un
estancamiento en la comprensión del género -que se ha extendido e incorporado como una
determinación de la vida social- y, con esto, ha llevado a conflictos internos individuales -altas
tasas de problemas psicológicos y de suicidio entre personas de la diversidad sexual- y luchas
sociales -llevadas por los colectivos de diversidad y disidencia sexual- en la búsqueda de la
libertad y la igualdad. Esta división está basada en el fundacionalismo biológico, es decir, en lo
que Nicholson entiende por las distinciones elementales de la naturaleza que "se manifiestan en
la identidad sexual, un conjunto de criterios comunes a las diversas culturas para distinguir al
hombre de la mujer"(2011, p. 51).
Marta Lamas conceptualiza una primera definición de género desde la perspectiva feminista al
definirlo en términos de un
19
conjunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una cultura
desarrolla, desde la diferencia anatómica entre mujeres y hombres, para simbolizar y
construir socialmente lo que es “propio” de los hombres (lo masculino) y lo que es propio
de las mujeres (lo femenino) (2002, p. 131-132).
No obstante, Butler define el género como el “aparato mediante el cual tienen lugar la
producción y la normalización de lo masculino y lo femenino, junto con las formas intersticiales
hormonal, cromosómica, psíquica y performativa que el género asume” (2004, p. 11).
Sin embargo, entender el género es también entender la regulación que este nos supone como
norma. Como diría Butler, un ejercicio reflexivo de pensar sobre el género es entender que tanto
nos norma, y nos reproduce (2004). Esta norma es social, es decir, toma forma en algún actor
social en particular, y nos norma por este aparato regulatorio. El hecho de que sea una norma
hace que esta acción sea inteligible, permitiendo que "ciertos tipos de prácticas y acción sean
reconocibles como tales" (Butler, 2004, p. 10). Nos permite identificar y ser identificados en una
sociedad regulada y normada por el género.
Esta norma también hace inteligible al sujeto, que es entendido desde esta norma de género, pero
también la recrea permanentemente. Estos hechos y diferencias “solo adoptan la significación de
superior/inferior dentro del entramado culturalmente definido del sistema de valores” (Ortner,
1979, p.113). Esto sitúa tanto a hombres y mujeres con su valor simbólico diferenciado en la
sociedad, y los roles que estos están mejor "preparados" para desempeñar según la diferencia
biológica.
20
La concepción de género, y su relación con el sexo en la lógica del fundacionalismo biológico,
sitúa a el cuerpo como una constante, y entender a los cuerpos que salen de la norma resulta
conflictivo a nivel social. Además, debido a su exclusión e inabarcabilidad, estos conceptos no
producen una comprensión de las y los sujetos y sus cuerpos. Esto se produce si entendemos al
género simplemente señalando que “el ser fisiológico es un hecho ‘dado’, al que se ‘superponen’
determinadas características; es decir, que se proporciona el espacio en el que se localizan las
influencias sociales concretas" (Nicholson, 2011, p. 50), y deja de tener en cuenta la influencia o
la experiencia y la concepción propia de las y los sujetos, que puede o no atenerse a la norma,
que es una norma binaria, que se relaciona en oposición y mutuamente excluyente para
identificarse. En este situación, se sitúan las personas transexuales.
Una de los principales críticas al feminismo, que se sustentaba en el fundacionalismo biológico
que muchas autoras reconocen, es que a pesar de la intención de alejarse de este, para definir
género, y definirse en torno a la diferencia, es utilizar como base el mismo concepto del cual se
quiere distanciar, y es reafirmar de lo que se quiere alejar. Además, hablar del binario de hombre
y mujer o femenino o masculino como única forma de entender el género, "Naturaliza la
instancia hegemónica y excluye la posibilidad de pensar en alterarla" (Butler, 2004,p. 12).
Si bien, la primera diferenciación del concepto género con el sexo nace para poder diferenciar la
realidad biológica de la construcción social, se olvida en la misma separación el aspecto material
del cuerpo como generador de significación, como un lugar en donde se internalizan sistemas
sociales y externalizan relaciones y formas de ver el mundo. Este aspecto se desarrolla más
21
adelante, centrándose la dimensión material del cuerpo y la adecuación corporal en la identidad
de una persona transexual.
Pero para eso, y parafraseando a Bourdieu (2010), se debe historizar para no naturalizar, ya que
el orden de los sexos está inscrito en los cuerpos, vinculados a la experiencia y el aprendizaje, y
se reproducen en el espacio social. Y sería difícil definir un concepto que contenga la sexualidad
o género: estas son invenciones históricas. No obstante, es necesario tener claro, al utilizarlos, las
limitaciones conceptuales que generan y que son un producto histórico de un contexto particular:
el Occidental.
Entonces, es un inicio señalar que la concepción basada en la biología8 fue traspasada como
determinante a lo social. Y entender que determinados cuerpos y aspectos relacionados a su
funcionamiento fisiológico -lo hormonal y reproductivo-, sobre todo el aspecto de la diferencia
corporal, sigue siendo un punto de partida para definir lo que es ser hombre y ser mujer en la
sociedad occidental. Sin embargo, es innegable que el cuerpo o la corporalidad forman parte de
las concepciones del género, y es parte de la creación de la identidad de género. Olavarría afirma
que
Las construcciones socio-culturales en torno a la diferencia corporal, que distinguen a
"los" que tienen pene de "las" que no tienen, habría sido internalizadas como parte
constitutiva de esa diferencia corporal. La forma de "ser varones" les viene de adentro, es
su naturaleza. Entorno a los cuerpos construyeron las diferencias y ésta pasó a ser parte
de sus identidades de género (2001, p. 112).
8
Entendiendo que la biología y cualquier área de la ciencias también es social, ya que es practica social y es
producida socialmente.
22
La internalización de la diferencia corporal9 se incorpora como parte de la construcción genérica
de los individuos, tanto en hombres como mujeres, y casi siempre en términos de oposición. Y es
este aspecto el que genera conflictos internos en el cuerpo individual de personas transexuales, y
es que su identidad de género no tiene concordancia con su corporalidad desde las
construcciones actuales y locales de género. En este sentido, no es posible salir del sistema
binario que "da base" a lo que es hombre o mujer sin ver cuestionada alguna parte de lo que
constituye el propio cuerpo o la propia identidad.
Otro aspecto que se integra es la concepción de las hormonas como aspecto central en la
constitución e identificación de tales cuerpos. Como menciona Fausto-Sterling "a lo largo del
siglo XX, los científicos han integrado los signos del género (desde los genitales a la anatomía de
las gónadas y los cerebros, y hasta la química corporal misma) más exhaustivamente que nunca
en nuestros cuerpos" (2006, p. 180) y la idea de hormonas se ha hecho paralela a la integración
de la conceptualización de hormonas sexuales y no sexuales, y relacionándola a la diferencia
sexual y junto con esto al género.
Las hormonas mismas se convirtieron en marcadores de la diferencia sexual. Así, la
detección de una hormona sexual o su receptor en algunas partes del cuerpo (las células
óseas, por ejemplo) convierte esa parte antes neutra en sexual. Pero si uno adopta, como
hago yo, una perspectiva histórica, puede ver que las hormonas esteroides no tienen por
qué dividirse en categorías sexuales y no sexuales. Podría haberse considerado, por
ejemplo, que son hormonas de crecimiento que afectaron una amplia gama de tejidos,
órganos reproductivos incluidos. (Fausto-Sterling, 2006, pp. 45-46).
9
Aunque no sólo me refiero al aspecto genital de las personas, sino a todas aquellas diferencias corporales que
han sido atribuidas a lo socialmente que significa ser hombre o mujer.
23
Este aspecto es fundamental a la hora de entender como un elemento químico es determinante de
la constitución del género y está configurado en términos de género, binarios de macho y
hembra, que identifican a los hombres como poseedores de testosterona y las mujeres como
poseedoras de estrógeno. Como señala la autora,
empeño en definir y comprender el papel de las hormonas sexuales en la fisiología
humana no fue una excepción. Desde el principio, estas investigaciones reflejaban y a la
vez contribuían a las definiciones de masculinidad y feminidad y, con ello, a conformar
las implicaciones de dichas definiciones para los roles sociales y económicos de los
varones y mujeres del siglo XX. (Fausto-Sterling, 2006, p. 185)
En el caso de las personas transexuales estos dos aspectos son fundamentales, porque sin esta
posibilidad, o la existencia de un tercer género -como parte integral de la sociedad occidental-,
caen en el posicionamiento de una patología médica -a la vez que social-, la cual considera
tratamientos hormonales y quirúrgicos -prácticas médicalizadas- para lograr una relación
armónica del cuerpo individual y el cuerpo social, sin olvidar que de una u otra manera
transgrede lo normativo del cuerpo político y, a la vez, lo reproduce, en términos de la norma de
género que la regula.
3.2 Cuerpo: individual, social y político
El cuerpo, como objeto de análisis científico, se vislumbró de interés especialmente desde el
trabajo de Foucault y el desarrollo de la antropología y sociología de la sexualidad. Actualmente,
aproximaciones acerca de la idea del cuerpo son variadas, dando especial énfasis en sus
componentes simbólicos y relacionales.
24
Una de las aproximaciones respecto al cuerpo es el trabajo de Scheper-Hughes y Lock “El
cuerpo consciente: un prólogo a futuros trabajos en Antropología médica” (1987, traducción
propia), donde las autoras señalan la pertinencia de analizar el cuerpo en tres dimensiones
distintas: el cuerpo individual, el cuerpo social y el cuerpo político. El cuerpo individual,
explican, se entiende desde el sentido fenomenológico, desde al propio cuerpo (self-body), dando
énfasis en que las “partes constitutivas del cuerpo –mente, materia, psiquis, alma, la conciencia,
etc.– la relación entre ellas, y la manera en que el cuerpo es recibido y experimentado en salud y
enfermedad son, por supuesto, altamente variables” (Scheper–Hughes & Lock, 1987, p.7;
traducción propia).
El cuerpo social, por otro lado, es trabajado por las autoras desde una referencia directa de Mary
Douglas (1970), que se refiere a “los usos representacionales del cuerpo como símbolo natural
con el cual pensamos acerca de la naturaleza, la sociedad y la cultura (1987, p. 7). De esta
manera, el cuerpo se constituye no sólo como una unidad orgánica individual, sino que como un
elemento inmiscuido en un entramado social y simbólico, donde su presencia/ausencia o
salud/enfermedad son notorios. En palabras de las autoras “El cuerpo en salud ofrece un modelo
de totalidad orgánica; el cuerpo en enfermedad ofrece un modelo de desarmonía social, conflicto
y desintegración. Recíprocamente, la sociedad en “enfermedad” y en “salud” ofrece modelos
para entender el cuerpo” (Scheper-Hughes & Lock, 1987, p. 7).
Finalmente, está la idea de cuerpo político. Esta idea surge con la obra de Michel Foucault, y
hace referencia a la “regulación, vigilancia y control de los cuerpos (individuales y sociales) en
25
la reproducción y la sexualidad, en el trabajo y en el ocio, en enfermedad y en otras formas de
desviación y diferencia humana” (Scheper-Hughes & Lock, 1987, pp. 7-8). Señalan las autoras
sobre la idea de Foucault que a lo largo de la historia, “la estabilidad del cuerpo político
descansa en su aptitud para regular la población (el cuerpo social) y en la disciplina del cuerpo
individual” (1987, p. 8). Este control sobre la población se realiza mediante las ideas de
normalidad y normalización, definidas en términos de Foucault. El autor logra esto mediante un
análisis donde el poder, y el ejercicio de este.
De la misma manera, Honorio Velasco, en su libro “Cuerpo y espacio. Símbolos y metáforas,
representaciones y expresividad en las culturas”, retoma el trabajo de las autoras respecto de los
tres cuerpos, y explica la pertinencia del estudio del cuerpo individual, pero centrándolo en la
idea de imagen corporal, señalando que “no es sólo organismo biológico sino además aquello
con lo que engarza el sentido de ser uno mismo, una experiencia y una conciencia que vienen
dadas desde las culturas” (Velasco, 2007, p. 59). La idea de Imagen Corporal trabajada por el
autor tiene, como él mismo señala, sus bases en la psiquiatría, puesto que hace referencia a
La fortaleza y la debilidad, las tendencias o proclividades, las resistencias, la
flexibilidad, la sensibilidad, la reacción a sustancias, a ambientes o acontecimientos, a
tipos de personas, etc., el desarrollo, sus fases, sus tiempos, etc., todo ello forma parte
de esa imagen. El papel que se atribuye a determinados órganos o partes, al corazón, al
cerebro, al hígado, al estómago, a los intestinos, al sexo, a los riñones, a los ojos, a los
oídos, al pelo, todo forma parte igualmente de esa imagen. Y también a la cara, la
espalda, la mano derecha o la izquierda, el pecho, el culo, etc. Y el valor dado a la
sangre, las lágrimas, el semen, la leche materna, etc. En la salud y en la enfermedad
26
todo tiene relevancia. Todo esto en cuanto cuerpo es a la vez físico y psíquico, natural y
cultural y si se quiere orgánico y moral. (Velasco, 2007, pp. 59-60).
Por otro lado, el autor señala. respecto al cuerpo social, que
acciones o reacciones literales (…) están cargadas de sentidos refinados o refinables en
los contextos concretos. No sería posible entender todo ello si no se concibiera todo como
una in-corporación. Es decir, las creencias, los valores, las ideologías, el sentido que se
da a las relaciones sociales, los papeles de los sujetos en la sociedad, etc., no sólo están en
el cuerpo, son cuerpo (Velasco, 2007, p. 61).
Así, el autor define el cuerpo social como “la proyección del cuerpo a otros ámbitos u órdenes. Y
especialmente a la visión de la sociedad y de las relaciones sociales en cada cultura” (Velasco,
2007, p. 61). Sin escaparse del orden metafórico, el énfasis del autor está en recalcar siempre que
la idea de grupo (más específicamente, las idea de cuerpo y personalidad social):
subsuman a cada uno de los miembros de los grupos hasta hacerlos invisibles,
indiferenciables, sin entidad, fuera de esos grupos. En sus caracterizaciones más extremas
se indica de esa manera que ni la vida ni la muerte de cada miembro tiene mayor
relevancia que en lo que afecte al mantenimiento y reproducción del grupo (Velasco,
2007, pp. 62-63).
Finalmente, Velasco señala que las políticas de control del cuerpo político a lo largo de la
historia ven una mutación respecto a las concepciones del poder, no sólo en términos de su
funcionamiento sino que también en términos de su alcance. Este cambio en la historia
27
supone desplazarse de una noción negativa del poder (exclusión, reclusión) a una noción
positiva. Y entonces se descubre el poder como "un conjunto de fuerzas inmanente al
dominio en el que se inscribe”. No es el poder una cuestión de soberanía, sino que las
relaciones sociales de poder están entre un hombre y una mujer, en la familia, entre un
maestro y un alumno, entre el que sabe y el que no sabe, etc. (2007, p. 63)
Este aspecto, a través del tiempo, ha sido útil para identificar que el poder se ejerce a través de
todos los espacios sociales e individuales, y es así como "las ‘relaciones de poder pueden
penetrar materialmente en el espesor mismo de los cuerpos incluso sin tener que ser sustituidos
por la representación de los cuerpos" (Velasco 2007, p. 63).
Las ideas de cuerpo individual, social y político se entienden como pertinentes en cuanto las
experiencias individuales del proceso de adecuación corporal suponen una serie de
reformulaciones respecto al propio-cuerpo, su alcance, su materialidad y la relación con el
género. Velasco menciona algo similar cuando señala que “la imagen del cuerpo pueden forjarse
como si un sólo aspecto, parte u órgano cobrara relieve y dejara el resto en la sombra” (2007, p.
60).
Por otro lado, la idea de cuerpo social cobra importancia respecto a una "incorporación armónica
al grupo", interviniendo a la persona transexual en los términos que la sociedad señala, como
consecuencia tiene una persona con roles de género pertinentes y cuerpos para estos roles, los
cuales deben ser "adecuados" socialmente hablando. Finalmente, la idea de cuerpo político es
interesante en base a la idea de normalización y el ejercicio del poder, asociado a la idea de
patologización y de adecuación corporal en el sentido de control del propio cuerpo.
28
3.2.1 El cuerpo hormonal.
El cuerpo hormonal aporta luces como parte de la adecuación corporal, la intervención
hormonal. La concepción del cuerpo hormonal, en el mundo occidental, es parte de las
representaciones y construcciones del género, y el cuerpo hormonal es leído en términos género.
En este sentido, el cuerpo hormonal se relaciona con la división del cuerpo occidental basado en
el determinismo biológico. Este determinismo, se incrusta en los cuerpos y mente de las y los
individuos -en los cuerpos individuales- en la primera socialización como "habitus primario",
pero en las personas transexuales se produce una segunda incrustación, generando un " habitus
secundario".
El cuerpo hormonal se sitúa en el cuerpo individual en la medida en que el cuerpo es hormonal, y
es el sujeto de la intervención hormonal. Los impactos de las hormona -estrógeno o testosteronase observan en el cuerpo individual de las personas transexuales. Este es parte del tratamiento
para generar cambios -caracteres sexuales secundarios- y la diferencia corporal en la
materialidad del cuerpo.
En el cuerpo social, el cuerpo transexual sin un tratamiento hormonal o quirúrgico es una
persona situada en la enfermedad, en la disforia de género, y a su vez, como una patología social,
ya que esta es una persona que se sale del sistema binario basado en la diferencia sexual. En este
sentido, el cuerpo transexual "debe" situarse según las normas del cuerpo, "completarse" con la
adecuación corporal y acercarse lo más posible al binario, con el fin, no sólo de cambiar el
cuerpo individual, sino que además insertarse en el cuerpo social dentro de la norma de género.
29
Harding (1996) en "El cuerpo hormonal" (The Hormonal Body), sugiere un acercamiento teórico
a la hormona tanto como un ente químico como simbólico, dando cuenta de la diferencia sexual
que produce. Además, se señalan las fronteras entre las hormonas y, también, los modelos
culturales de lo femenino y lo masculino por medio de estos mensajeros químicos presentes en
los cuerpos de macho o hembra. Dirá la autora que "las hormonas sexuales construidas de esa
manera proporcionaron y apoyaron una jerarquía de eventos, donde fue aceptado que el sexo
puede ser leído como un cuerpo presentando una de dos superficies morfológicas"(Harding,
1996, p. 99).
La autora señala que, cuando fueron "descubiertas" a principios del siglo XX,
las hormonas fueron conceptualizadas como "mensajes químicos", que eran emitidas
desde una sola fuente (por ejemplo, las gónadas, la tiroides o las glándulas adrenales) y
circulan por la sangre para transmitir información necesaria para la activación de efectos
precisos en los diferentes órganos del cuerpo (Harding, 1996, p. 99).
Fruto del desarrollo e investigación científica, la hormona sexual se tornó el centro de la
búsqueda de control y regulación, especialmente con las pastillas anticonceptivas femeninas
(Harding, 1996). Dirá Oudshoorn, citada por la autora, que
el cuerpo femenino se transformó en foco central de las investigaciones de hormonas
sexuales debido al contexto institucional previo, particularmente la ginecología clínica
(interesada en la función reproductiva del cuerpo femenino), en donde materiales de
investigación como ovarios y orina pudo ser colectada, y ensayos clínicos con nuevas
drogas y técnicas de diagnósticos pudo ser conducido (En Harding, 1995, pp. 103-104).
30
Esto último es un ejemplo de que se tienen más representaciones sobre cuerpo hormonal
femenino más que de lo masculino. Como señala Harding, el cuerpo femenino es representado
como dominado por las hormonas, y el cuerpo masculino poco estudiado lo que dificulta
reconocerlo. Sin embargo, la pertinencia del cuerpo hormonal se basa en la idea científica de que
las mujeres y los hombres son construidos y diferenciados por hormonas sexuales que estaban
diferenciadas según sexo y se entendían como mutuamente excluyentes, es decir, la mujer era
"sólo" estrógeno y el hombre "sólo" testosterona.
revolucionario aspecto de la invención del cuerpo hormonal fue, quizás, su incorporación
a un modelo químico del sexo y el cuerpo basado en la idea de que la esencia de la
feminidad y la masculinidad estaban localizadas en una sustancia química más que,
como se había pensado previamente, un órgano específico (testículos u ovarios) (...). De
acuerdo a Oudshoorn, entre 1905 y 1920, las hormonas sexuales fueron vistas como
específicamente sexuales en origen y función, y se pensaba que había solamente dos
hormonas, una por sexo (Harding, 1996, p. 106).
El descubrimiento de la presencia de hormonas femeninas en la orina de un hombre masculino
sano superó la distinción anterior, complejizando la idea de las hormonas, y convirtiendo el
cuerpo hormonal en un asunto de "cantidad de hormonas", y asociado a la masculinización o
feminización de los cuerpos considerando, además, su rol reproductivo.
Harding vuelve a citar a Oudshoorn señalando que un "modelo relativo y cuantitativo de la
diferencia sexual significó que “todo el organismo puede tener características tanto masculinas
como femeninas”, e implicó que “el hombre y la mujer solo difieren en la cantidad relativa de
31
sus hormonas sexuales” (Oudshoorn, 1994, en Harding, 1996, p. 107). En este sentido, las
hormonas sexuales se vuelven centrales, permitiendo establecer categorías y niveles de hombres
y mujeres. Esto "abrió la posibilidad de que un individuo pueda ser clasificado en muchas
categorías, desde ‘un hombre viril a afeminado’ o de ‘una mujer masculina a femenina’”
(Oudshoorn, 1994, en Harding, 1996, p. 107).
De esta manera, la hormona se conceptualiza como instrumento de control corporal (ver Cuerpo
Político) y diferenciador genérico, por lo que en la adecuación corporal, su búsqueda es
pertinente para la incorporación de elementos masculinos o femeninos: las hormonas facilitarían
este proceso feminizante o masculinizante en personas transexuales. Esto no sólo posiciona a las
hormonas como "capaces de entregar elementos genéricos" ‒más bien aspectos corporales
reconocidos como femeninos o masculinos‒ al cuerpo de un macho o hembra, sino que también
posibilita la visibilidad de como la ideología de género penetro incluso en la ciencias. Estas
nociones son fortalecidas por la idea de que las "prácticas de los investigadores de las hormonas
sexuales contribuyeron a la construcción de un discurso y de la (re)construcción del cuerpo
natural y del sexo" (Oudshoorn, 1994, en Harding, 1996, p. 103; traducción propia).
3.3 Adecuación corporal, tránsito de género y proceso de transgeneridad
Las experiencias de género y del cuerpo son experiencias heterogéneas que, comúnmente, son
espacios de variabilidad ignorados fuera de un binario constituidos por opuestos. Sin embargo,
una observación a la construcción social del género, junto con las experiencias del cuerpo, nos da
un resultado amplio y diverso de prácticas.
32
La adecuación corporal es una de estas prácticas y no es exclusiva de personas transexuales. Este
es un proceso que puede ser vivido por diferentes sujetxs. Incluso en la misma comunidad
transexual tiene variabilidad. Este no es un proceso definido y delimitado para todos y todas, y
de ahí que existe complejidad en estos procesos y en establecer miradas sobre estos. Entenderé el
proceso de adecuación corporal como parte de la identidad transexual en, y mediante, el cual se
realizan incorporaciones en el cuerpo que posibilitan la internalización-externalización de la
identidad de género.
Vendrell (2009) habla de transexualidad tutelada por una política asimilacionista refiriéndose a la
adecuación corporal. El autor se refiere a esta como una corrección del cuerpo, ya que es aquí
donde se sitúa el sexo. Pero en la sociedad occidental, se confunde con el género, siendo
finalmente un cambio de este. Él está orientado por el orden de género y el sistema médico-legal
vigente que los reafirma.
Desde mi práctica profesional observé dos formas de vivir la adecuación corporal: por un lado,
como un proceso parte del tránsito de género y que, una vez realizado, se olvida, y como dice
Vendrell (2009) es parte de la práctica asimilacionista, donde se es hombre o mujer después del
tránsito; y por tanto, como un proceso configurador de la identidad y como parte de ésta. Esta
última forma está relacionada con un esbozo de autoidentificación como trans, a diferencia de la
primera. Me centro en esta última, ya que es el tipo de adecuación corporal que viven las y los
sujetos de estudio parte de esta investigación.
Como ya fue mencionado, en las experiencias transexuales existen múltiples formas de vivir-el-
33
cuerpo en el cuerpo, y diversas configuraciones identitarias. Es por esta razón que considero que
el concepto de transgeneridad es el adecuado para situar mi interés por los cuerpos e
identidades transexuales. La transgeneridad será entendida como
un conjunto de discursos, prácticas, categorías identitarias y, en general, formas de vida
reunidas bajo su designación por aquello que tienen en común: una concepción a la vez
materialista y contingente del cuerpo, la identidad, la expresión de sí, el género y la
sexualidad -es decir, el rechazo compartido de la diferencia sexual como matriz natural y
necesaria de subjetivación (Cabral, S/f, p. 1).
La transexualidad se ha construido teóricamente asociada al concepto de tránsito de género, el
cual considera, y se relaciona, al ámbito médico y la intervención de cuerpos con características
totalmente definidas. Como asevera García (2009, p. 133):
el manejo médico sugiere que la transexualidad es un tránsito unidireccional, un
movimiento de un punto definido de partida a uno de llegada, de un cuerpo masculino a
uno femenino. No hay fronteras posibles ni otras categorías de género que cuestionen el
binarismo hombre-mujer. Tampoco hay posibilidades de ir y venir permanentemente. Se
trata de sólo un tránsito, finito, vigilado, delimitado, que se clausura con la cirugía de
reasignación de sexo.
No obstante, considero que el peso simbólico del tránsito de género se mantiene en las líneas de
lo binario y dicotómico, entendiendo el estereotipo de que en la identidad femenina no existen
elementos de las masculinidades, y que en la identidad masculina no existen elementos de las
feminidades. En otras palabras, modelos mutuamente excluyentes y, como destaca la autora, un
34
punto de partida de masculino o femenino "al opuesto", que no responde, finalmente, a las
experiencias y cuerpos de las personas transexuales.
Es en este sentido, considero el proceso de transgeneridad como un cambio significativo tanto en
la apariencia como en la expectativa personal, y no como la transición o transito de género, de
un sexo, de una identidad sexual o de género a otro. Me alejo así del concepto "caricatura" de la
transgeneridad como "inautenticidad reproductora de masculinidades y feminidades no sólo
inapropiadas, sino esencialmente ajenas" (Cabral, S/f, p. 1), donde eventualmente se entiende
como un deber-ser genérico, y se transforma en una caricatura a toda y todo sujeto y expresión
de género que no corresponda al modelo femenino o masculino construido socialmente, basado
en la diferencia sexual y la cisexualidad.
Es por esto mismo que es de mi interés señalar, en primera instancia, que el proceso de
transgeneridad o la toma de elementos de la masculinidad o feminidad -socialmente construidosse entiende como un proceso que es vivido diferenciadamente por distintos sujetos, y no sólo por
personas trans*. Como dice Mauro Cabral:
es, por lo tanto, un espacio atravesado por una multitud de sujetos en dispersión travestis, lesbianas que no son mujeres, transexuales, drag queens, drag kings,
transgéneros... tod*s aquell*s que, de un modo u otro, encarnamos formas de vida no
reducibles al binario genérico ni a los imperativos de la hetero o la homonormatividad
(S/f, p. 1).
35
Sin embargo, desde la normativa de salud vigente10, se ha tratado el proceso médico de la
adecuación corporal como un concepto asociado a la transexualidad y destinado a tratar, como
problema de salud, la "incongruencia entre identidad de género y sexo físico" (Minsal 2011)
Además, considera un conjunto de intervenciones: salud mental11, adecuación corporal hormonal
y quirúrgica.
Mi acercamiento a la adecuación corporal se establece por medio de mi práctica profesional 12
realizada en la Organización de Transexuales por la Dignidad de la Diversidad (OTD)
relacionado con la salud, donde el proceso de "intervención corporal" o in-corporación, en el
sistema de salud público, se define como adecuación corporal utilizando conceptos como
transformación corporal y modificación corporal que son conceptos alejados de la comunidad
trans*. Este empleo institucional se traslada al uso de estos términos por parte de las personas
transexuales que entrevisté tanto en mi práctica profesional como, posteriormente, en mi tesis. Es
por esto mismo que decidí hacer parte de este estudio a esta noción.
La adecuación corporal también se establece como parte del cambio corporal que las personas
transexuales realizan como parte del tránsito de género
13
o dentro del proceso de
transgeneridad, todo esto sobre la base de que el cuerpo material otorga identidad. En este
10
La Vía Clínica para la adecuación corporal en personas con incongruencia entre sexo físico e identidad de género
(2011).
11
En esta investigación me centré en hormonas y cirugías que son los considerados relevantes para las y los
sujetos de estudio, y no en la intervención psicológica. Esto es debido a que para las personas entrevistadas la
transexualidad no es una patología, y se ven obligados a aceptar su patologización para obtener tratamiento.
12
Análisis de situación de salud: atención de usuarixs trans*en el hospital Las Higueras, Talcahuano (2014).
13
Uso el concepto "transito de género" ya que es enunciado por las personas entrevistadas. Sin embargo, en los
resultados y a nivel teórico, no es abarcador, ya que incluye y describe sólo un tipo de tránsito, que no logra dar
cuenta de las experiencias de las y los entrevistados y limita, por tanto, la comprensión de los resultados.
36
sentido, la adecuación corporal se constituye como un elemento identitario, y se relaciona
directamente con mi pregunta general de investigación.
3.4 Habitus
El concepto de habitus, desde Bourdieu, tiene diversas formas de conceptualizarse. En este caso,
lo entenderé como sistemas de disposiciones adquiridas en la experiencia individual y la historia
colectiva. En este sentido, permite observar su capacidad generadora de prácticas y regulaciones
incorporadas, además de permitir relacionarlas con las nociones de cuerpo individual, cuerpos
social y cuerpo político. Bourdieu define el habitus como un
sistemas
de
disposiciones
duraderas
y transferibles,
estructuras
estructuradas
predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios
generadores y organizadores de prácticas y de representaciones que pueden ser
objetivamente adaptadas a su meta sin suponer el propósito consciente de ciertos fines ni
el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos, objetivamente
"reguladas" y "regulares" sin ser para nada el producto de la obediencia a determinadas
reglas, y, por todo ello, colectivamente orquestadas sin ser el producto de la acción
organizadora de un director de orquesta (Bourdieu, 86, 2007).
A su vez, el habitus “es producto tanto de la experiencia individual como de la historia colectiva,
decantadas en la práctica gracias a las regularidades de la acción social. Se presenta como una
“subjetividad socializada” donde individuo/sociedad, subjetividad/objetividad, cuerpo/mente se
encuentran en relación dinámica” (Córdova, 2003, p. 3). Esto significa que el habitus es
37
‘la interiorización de la externalidad’ dada por el mundo familiar y las socializaciones
que le suceden, y la ‘externalización de la interioridad’; es la sociedad en el cuerpo y en
la mente, aquello que hace posible la percepción, la apreciación y la acción social para los
sujetos. Dicho habitus es inculcado por un contexto social particular (Tovillas, 2010,
p.64).
En ese sentido, la experiencia individual del género es producto de la historia colectiva de
Occidente, en relación al género. Esto supone comprender que la incorporación de elementos
colectivos del género, por medio de la adecuación corporal al cuerpo individual, es también una
externalización de la identidad de género de las personas transexuales en el propio cuerpo.
El entorno simbólicamente estructurado ejerce, sin agentes especializados ni momentos
específicos, una acción pedagógica anónima y difusa: lo esencial del modus operandi que
define el dominio práctico se transmitirá en la práctica, en estado práctico, sin acceder al
nivel del discurso (Bourdieu en Fernández, 2003, p. 22).
Esto último relaciona la comprensión misma de la transexualidad, desde la experiencia
individual de la vivencia de la identidad de género, con las nociones culturales de la
correspondencia de la identidad masculina y femenina en cuerpos cisexuales. En este habitus,
dice Bourdieu parafraseado por Fernández, “no se puede no ver que las formas de clasificación
son formas de dominación, que la sociología del conocimiento es inseparablemente una
sociología del reconocimiento y del desconocimiento, es decir de la dominación simbólica”
(Fernández, 2003, p. 21). No significa, por lo tanto, que se dé como error (o casualidad), sino que
se centra en que es un aprendizaje que se da, incluso, si nosotros no estamos dispuestos a
38
aprender. Esto es interesante, ya que el aprendizaje del género se da, de modo más frecuente,
como un aprendizaje no intencionado:
El género no es una propiedad de los cuerpos o algo que existe originariamente en los
seres humanos. El “mandato de género” lo internaliza cualquier ser humano en su
socialización, se recibe en forma de códigos, normas, mandatos escritos, orales o
imaginarios, a través de distintos
agentes socializadores (familia, escuela, iglesia,
medios de comunicación social, etc.) que tienen la misión de “integrarnos” en nuestra
sociedad y en su “normalidad”, o de otro modo, en la “normatividad” social (Rodríguez,
2002, p. 248).
En este sentido, la in-corporación de elementos en las identidades y los cuerpos transexuales
relacionados al género son parte de la experiencia social e individual. Ambas, en la
incorporación de la adecuación corporal, tienen un doble sentido: normativo y no normativo, lo
que es de mi interés en esta investigación para conocer como estos aspectos confluyen en una
identidad transexual, ya que
los agentes sociales están dotados de habitus, incorporados a los cuerpos a través de las
experiencias acumuladas: estos sistemas de esquemas de percepción, apreciación y acción
permiten llevar actos de conocimientos práctico, basados en la identificación y el
reconocimiento de estímulos condicionales, y convencionales a lo que están dispuestos a
reaccionar, así como a engendrar, sin posición explicita de fines ni cálculo racional de los
medios, unas estrategias adaptadas y renovadas sin cesar , pero dentro de los limites de
las imposiciones estructurales de las que son producto y que los definen (Bourdieu, s/f, en
Tovillas 2010, p. 63)
39
Estas incorporaciones se traducen en inscripciones corporales en el proceso de adecuación
corporal. Estas inscripciones corporales, a su vez, pueden ser entendidas como marcas sociales.
Al respecto, Le Breton dice que
La marca social y cultural del cuerpo puede llevarse a cabo a través de una escritura
directa de lo colectivo sobre la carne del actor. Puede hacerse como un recorte una
deformación o un agregado. Este moldeado simbólico es relativamente común en las
sociedades humanas" (2002, p.62).
Estas inscripciones corporales, en el proceso de adecuación corporal, toman forma de
inscripciones en la piel como el tratamiento hormonal y las distinta gama de cirugías, además del
cambio de ropa, maquillaje, cortes de pelo, depilación y/o afeitarse. No obstante, estas
inscripciones no son las únicas, sino que además se puede incorporar el nombre social y el
cambio legal. Todas estas inscripciones corporales se incorporan en la piel, y generan nuevas
experiencias a las que son sometidos los habitus. Pero estas experiencias nuevas para "los habitus
individuales estarán fuertemente condicionados por los primeros esquemas de percepción y
acción aprendidos" (Tovillas, 2010, p.64). Del mismo modo, estas inscripciones corporales
tienen diferentes funciones dependiendo de la sociedad. Estas inscripciones
en tanto instrumentos de seducción, suelen ser un modo ritual de afiliación y separación.
Integran simbólicamente al hombre dentro de la comunidad, del clan, y lo separan de los
hombres de otras comunidades o de otros clanes al mismo tiempo que de la naturaleza
que lo rodea (Le Breton, 2002, pp.62-63).
40
3.5 Estigma
La transexualidad, como forma de varianza de género, no es reconocida en occidente, y es
castigada socialmente por no ser parte de la norma dicotómica basada en la diferencia biológica.
Para las personas transexuales el proceso de adecuación corporal les permite no ser identificadas
ni estigmatizadas socialmente.
Las constantes complicaciones a nivel del cuerpo individual que genera esta inadecuación latente
cuerpo y género traen, desde el cuerpo social, una serie de prejuicios sociales. Dirá Rubio (2009,
p.3) que
señalar, identificar, estigmatizar a un grupo de personas. Que desde el punto de vista de la
imagen social –cuando es negativa–, ésta puede venir asociada a la actividad laboral de la
prostitución o al trabajo sexual. La imagen no depende sólo de las comunicaciones y
comportamientos producidos por el colectivo de personas transexuales (sus asociaciones
tratan de transmitir una imagen positiva y de normalidad), sino a través de las
percepciones sociales (construcción de su imagen social) que tenga la Sociedad.
En relación a esto último, me parece pertinente trabajar con el concepto de estigma de Goffman
(1963)14, en su aspecto social para la transexualidad. El autor afirma que "Debe advertirse
también que no todos los atributos indeseables son temas de discusión, sino únicamente aquellos
que son incongruentes con nuestro estereotipo acerca de cómo debe ser determinada especie de
individuo" (1963, p. 13). Entendiendo que la transexualidad no corresponde a la norma y
estereotipo occidental de hombre y mujer cisexual, convierte a las personas transexuales en una
categoría o grupo estigmatizado para esta sociedad y cultura.
14
La edición consultada es del año 2006.
41
La transexualidad, en sí, se posiciona como un atributo estigmatizado. No obstante, una persona
transexual sin adecuación corporal, al adoptar atributos de género no asociadas socialmente a su
corporalidad se vuelve una persona susceptible de ser estigmatizada.
Goffman (1963, p. 12) explica que en una situación social:
el extraño que está presente ante nosotros puede demostrar ser dueño de un atributo que
lo vuelve diferente de los demás (dentro de la categoría de persona a la que él tiene
acceso) y lo convierte en alguien menos apetecible –en casos extremos, en una persona
casi enteramente malvada, peligrosa o débil–. De ese modo, dejamos de verlo como una
persona total y corriente para reducirlo a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo
de esta naturaleza es un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de
efecto, un descrédito amplio; a veces recibe también el nombre de defecto, falla o
desventaja.
En este mismo sentido, se pueden mencionar las categorías de desacreditado y desacreditable en
relación al estigma. En la primera ya se conoce su calidad de diferente; en la segunda no es
conocida para el entorno:
El término estigma y sus sinónimos señalan una doble perspectiva: el individuo
estigmatizado, ¿supone que su calidad de diferente ya es conocida o resulta evidente en el
acto, o que, por el contrario, esta no es conocida por quienes lo rodean, ni
inmediatamente perceptible para ellos?. En el primer caso estamos frente a la situación
del desacreditado, en el segundo frente a la del desacreditable. Esta es una diferencia
42
importante, aunque es probable que un individuo estigmatizado en particular haya
experimentado ambas situaciones (Goffman, 1963, p. 14).
En esto coincide Montilla (2008) cuando señala que la sociedad ·en muchos casos, aún confunde
la homosexualidad, la transexualidad y el travestismo, cuando son tres realidades completamente
diferentes, añadiendo que “la confusión se origina porque aún no está claro para la sociedad la
diferencia entre sexo biológico, identidad de género, orientación sexual y conducta sexual” (p.
123).
3.6 Adecuación corporal como rito de paso
Reconociendo el aspecto identitario del cuerpo y del proceso de la adecuación corporal, es
necesario decir que en esta investigación se analiza la adecuación corporal como un "rito de
paso" (Van Gennep, 1969). Es por esto, que se entiende que toda persona está inmersa en el
ámbito social de sus propias comunidades, donde se destacan formas de hacer propias de cada
colectivo, y que definen aspectos socialmente aprobados o sancionados. Es, entonces,
el hecho mismo de vivir el que necesita los pasos sucesivos de una sociedad especial a
otra y de una situación social a otra: de modo que la vida individual consiste en una
sucesión de etapas cuyos finales y comienzos forman conjuntos del mismo orden:
nacimiento, pubertad social, matrimonio, paternidad, progresión de clase, especialización
ocupacional, muerte. Y cada uno de estos conjuntos se vinculan ceremonias cuya
finalidad es idéntica: hacer que el individuo pase de una situación determinada a otra
situación igualmente determinada (Van Gennep, 1969, p. 12).
43
El cambio de estado que se produce en la adecuación corporal en hombres y mujeres
transexuales constituye un rito de paso. En la vida individual, como señala Van Gennep (1969, p.
15)., "cualquiera sea el tipo de sociedad consiste en pasar sucesivamente de una edad a otra y de
otra ocupación en otra (...), este paso va acompañado de actos especiales". En este caso, mi
interés es conocer la significación dada por las y los sujetos transexuales acerca de este cambio
de estado y las prácticas relativas a la adecuación corporal.
El autor mencionado considera la importancia de "distinguir una categoría especial de ritos de
paso, los cuales se descomponen, al analizarlos en ritos de separación, ritos de margen y ritos de
agregación" (Van Gennep, 1969, p. 25), también se pueden entender
como ritos de
preliminalidad, liminalidad y postliminalidad. Estos conceptos posicionan los aspectos de la
adecuación corporal y significan, desde las y los sujetos, este proceso como parte de la
construcción de la identidad, además de identificar y definir en qué consisten las prácticas
realizadas y la importancia de cada una en el cuerpo tanto individual, social y político.
Por esto, es importante conocer la perspectiva del hombre o la mujer transexual, como señala
Van Gennep
quien pase por estas alternativas a lo largo de su vida sentirá, en un momento dado, en
virtud del juego mismo de concepciones y clasificaciones, que gira sobre sí mismo y
contempla lo sagrado en lugar de lo profano, o a la inversa (1969, p.28).
En este sentido, se debe considerar como el impacto social de la transexualidad en ellas y ellos
mismos. Como señala Van Gennep (1969, p. 28) "tales cambio de estado no ocurren sin que se
perturbe la vida social y la vida individual, siendo precisamente el objeto de un buen número de
44
ritos de paso el aminorar los efectos nocivos de esas perturbaciones". En este sentido la
adecuación corporal tiene un significado además en el cuerpo social y el cuerpo político.
Para el cuerpo individual, el rito significa un reencuentro con el propio cuerpo y la
(re)construcción de la identidad, avanzar en términos de identidad; para el cuerpo social, la
adecuación corporal significa la incorporación del cuerpo individual al ser social hombre o ser
mujer, y de una manera armoniosa al entramado social; y por último, para el cuerpo político, la
adecuación corporal significa una perturbación al control del cuerpo individual y el cuerpo
social, y a la vez, en los mismo términos de la norma de sexo- género.
45
4. METODOLOGÍA
La metodología está conformada por procedimientos o métodos para la construcción de la
evidencia empírica. Esta se apoya en los paradigmas, y su función en la investigación es discutir
los fundamentos epistemológicos del conocimiento. Es por esto último que se torna necesario
delimitar las características de esta investigación. Esta investigación tiene carácter cualitativo,
debido a que se refiere "a la investigación que produce datos descriptivos: las propias palabras de
las personas, habladas o escritas, y la conducta observable" (Taylor & Bogdan, 1984, p. 20). Y
porque aborda la experiencia y las realidades "subjetiva(s) e intersubjetiva(s) como objetos
legítimos de conocimiento científico" (Sandoval, 2002, p. 15).
A su vez, está enfocada en entender "la vida cotidiana como el escenario básico de construcción,
constitución y desarrollo de los distintos planos que configuran e integran las dimensiones
especificas del mundo humano" (Sandoval 2002, p. 15). Como dice Sandoval, esto permite poner
de relieve el carácter único, multifacético y dinámico de las realidades humanas (2002).
4.1. Tipo de estudio
Esta investigación es de carácter descriptivo debido a que "busca especificar las propiedades
importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que esté sometido al
análisis" (Hernández, Fernández & Baptista, 1991, en Muñoz, 2006, p. 47). En este caso, está
orientado a la adecuación corporal de personas transexuales, a la que accedo por medio de la
experiencia. Este estudio descriptivo se sitúa en la región del Bío-Bío, Chile el año 2014.
46
4.2.- Método
El método es la lógica interna de la investigación y está asociado a principios epistemológicos y
metodológicos. En esta investigación, el método es el estudio de casos, el cual se define como "el
estudio de la particularidad y de la complejidad de una caso singular, para llegar a comprender su
actividad en circunstancias importantes" (Stake, 1999, p. 11). Por esto es considerado como una
instancia de un fenómeno, como una parte de un amplio grupo de instancias paralelas
(…) un dato que describe cualquier fase o el proceso de la vida entera de una entidad en
sus diversas interrelaciones dentro de su escenario cultural – ya sea que esa unidad sea
una persona, una familia, un grupo social, una institución social, una comunidad o nación
(Young en De Salas, 2011, p. 3).
Es pertinente ya que permite entender los fenómenos desde una profundidad y complejidad que
sólo los casos particulares y el estudio de las experiencias de los sujetos puede otorgar.
Sin embargo, también es necesario definir que es un estudio de caso instrumental, el cual tiene
como objetivo "comprender otra cosa. Aquí el estudio de casos es un instrumento para conseguir
algo diferente a la comprensión de esa profesora concreta. Podemos llamar a esta investigación
estudio instrumental de casos" (Stake, 1999, p. 17). Esto es así debido a que los casos no están
dados ni predefinidos. Es necesario destacar que el criterio de la investigadora es el que
selecciona el o los casos, y es por esto que he decidido elegir varios casos a trabajar
privilegiando "los que se pueda identificar un posible informador y que cuenten con actores (las
personas estudiadas) dispuestos a dar su opinión" (Stake, 1999, p. 17). En la selección también
dar relevancia al "equilibrio y la variedad (...); las oportunidades de aprendizaje son de máxima
importancia" (Stake, 1999, p. 19).
47
4.3.- Unidad de análisis
La unidad de análisis en esta investigación es el proceso de adecuación corporal, específicamente
en la identidad de personas transexuales.
4.4.- Unidad de estudio
Esta investigación se realiza en la VIII Región del Bío-Bío, Chile, entre Enero y Diciembre del
año 2014. Entendiendo que el proceso de adecuación corporal es un tema complejo, esta requiere
de un trabajo en profundidad y un rapport que justifica una población tan acotada. Además, no
todas las personas transexuales llevan este proceso de manera similar. Estos dos factores han
hecho que la unidad de estudio se componga de 2 mujeres y 2 hombres transexuales que están en
un proceso de adecuación corporal, que viven en la región señalada, en el tiempo que dura la
investigación. Se privilegia, en este sentido, la saturación discursiva en las entrevistas. Otro
criterio es el etario. Por lo tanto, se trabajó con hombres y mujeres trans de 23 años. Este es
intencionado debido a que facilitaría la llegada y el contacto con los y las sujetos de estudio.
Finalmente, la accesibilidad al terreno se logró mediante el contacto directo con los y las sujetos
de estudio por medios telefónicos. De esta manera, la relación se logró de manera directa, lo que
entiendo como necesario a la hora de realizar las entrevistas y los relatos de vida de los sujetos.
4.5.- Características de la unidad de estudio
Para la realización de este estudio, la muestra se compuso de dos mujeres y dos hombres,
pertenecientes a OTD. De las cuatro personas, tres se consideran activistas y la cuarta persona no
se considera activista. Es de importancia señalar que las y los entrevistados han realizado
48
acompañamiento de pares. En cuanto a las edades, las y los entrevistados tenían 23 años al
momento de la entrevista.
Otra características es que todas y todos son de la VIII región del Bio-Bío: de las localidades de
Chihuayante, Concepción y Los Ángeles. A su vez, tres de estas personas están inscritos en
el Programa de Atención de Salud a Usuarios/as Trans* del Hospital Las Higueras de
Talcahuano, y la cuarta persona es atendida por el mismo médico urólogo que es el encargado de
este programa de manera gratuita, pero en el sistema privado, debido a que es hija de médico.
En cuanto al nivel educacional, las y los entrevistados tienen Enseñanza Media terminada, y tres
de ellos se encuentran cursando educación superior. La cuarta persona ha intentado estudiar una
carrera técnica o profesional, sin llegar a término. En lo que se refiere a nivel socioeconómico,
tienen un nivel socioeconómico medio-bajo, medio y medio alto.
Por último, una de las características que es necesaria describir de las personas entrevistadas es
que son personas muy informadas en lo que se refiere a sus necesidades de adecuación corporal.
La toma de decisiones y los tratamientos hormonales y quirúrgicos son conocidos por éstas y, en
general, conocen los efectos de los tratamientos ‒especialmente el tratamiento hormonal‒ y el
cambio que podrían tener sus cuerpos, centrándose en aquellos que consideran beneficiosos.
4.6. Técnicas de recolección de datos
En esta investigación, se usan dos tipos de técnicas de recolección de información. Por un lado,
instrumentos como la entrevista en profundidad y semi-estructurada, y el relato de vida, que
permite “distinguir modalidades de articulación narrativa acerca de ese “otro” en discursos y
49
práctica, que son actualizados y reelaborados por las definidas unidades de observación” (Espoz
& Ibáñez, 2009, p. 77). Por otro lado, técnicas expresivas-creativas que “interpelen la centralidad
de la corporalidad (de los sujetos) puesta en escena y los movimientos” (Espoz & Ibáñez, 2009,
p. 77).
Esta última técnica permite poner “en juego – y tensionar- el “cuerpo” concebido en sus tres
dimensiones, individuo, subjetivo, social, y no sólo en aquella para la que se construyen
categorías en la trama simbólica “estatal”, el cuerpo-individuo" (Scribano, 2006, en Espoz &
Ibáñez, 2009, p. 77) y, además, dar “cuenta de la complejidad de las tramas simbólicas que
operan en la cotidianeidad de los sujetos en la constitución de sus subjetividades” (2009, p. 79).
Antes de delimitar las técnicas, es necesario establecer que, como investigadora, no soy sujeta
neutral a la presencia de las y los sujetos con los que trabajo. Es necesario explicitar mi posición
en terreno y de qué manera la noción del diálogo, que Espoz & Ibáñez (2009) señalan como el
puente entre los y las sujetos participantes, regula la creación de nuevas actitudes y nuevos
contenidos, debido a que se reconoce una alteridad que diferencia a los sujetos dentro de una
conversación. Citando a las autoras, “el investigador entra en escena reconociéndose, en primera
instancia, como agente potenciador de palabras, sentidos e imágenes de ese 'otro'" (2009, p. 77).
Es por esto que el aparataje teórico de los conocimientos situados de Haraway (1997) sirve para
posicionarme, como investigadora y como sujeta, en la investigación. Este marco afirma dos
situaciones interesantes:
50
por una parte, sostiene que las versiones del mundo que co-construimos en la
investigación no son meros relatos fantásticos o un discurso como cualquier otro,
mientras que por otra, reconoce la imposibilidad de plantear que el conocimiento refleja
una realidad de manera neutra, más aún si asumimos que este se nutre de inquietudes
ciudadanas, políticas e ideológicas de los investigadores (Cruz, Reyes & Cornejo, 2012,
pp. 253-254).
En este sentido, mis propias inquietudes como sujeta posibilitan, posicionan, y dirigen, tanto mis
planteamientos teóricos como la forma de llevar la recolección de datos.
Como sujeta investigadora, debo reconocer que todo conocimiento es situado, y desde ahí mi
punto de partida que me ubica en una lógica de "racionalidad posicionada y dialógica; que
requiere la (re)interpretación y (re)negociación continua de cuerpos, sentidos y posiciones (...)
ambos movimientos implican la responsabilidad o conciencia moral y política ante la toma de
posición que supone cualquier acto de conocimiento" (García Selgas, 2001, en Cruz, Reyes &
Cornejo, 2012, p. 259).
Mi punto de partida, es mi experiencia en el desarrollo de mi práctica profesional, que deriva en
esta investigación de tesis y, con eso, al acceso a los y las informantes. De esta manera, me
posiciono como estudiante de antropología, mujer, no heterosexual y con un cuestionamiento
constante de la orientación del deseo y la norma de género.
51
Lo que comparto con las personas entrevistadas es mi activismo como parte de, lo que se llama,
la diversidad sexual o disidencia sexual, el interés por el cuerpo y la identidad, y lo femenino y
masculino en el cuerpo. Con las mujeres transexuales comparto la experiencia de sentir ser
mujer, y con los hombres transexuales la asignación al momento de nacer al sexo femenino y,
producto de esto, una socialización como mujeres. Otro aspecto que comparto, tanto con
hombres como con las mujeres trans*, es que somos cuerpos hormonizados: ellos y ellas por el
tratamiento de adecuación corporal, y yo tomo anticonceptivos.
La tensión entre los y las entrevistados y yo, como entrevistadora, posiciona de manera más
consciente la identificación de género y lograr, así, un debido respeto a las identidades de género
de los y las entrevistadas. Otro aspecto de esto mismo fue estar más consciente de las libertades
de roles de género y visibilidades de mi propia cisexualidad en relación a la transexualidad. Esto
conlleva a que mis entrevistas estén permanente tensionadas por el tabú del pronunciamiento de
la identidad de género basada en la diferencia sexual, aunque fuera no intencional. Esto último
fue muy distinto de mi experiencia de género, donde él o ella 15, y lo femenino y lo masculino en
las relaciones con los demás, se acerca más a lo queer, donde cuerpos e identidades tratan de
desligarse y posicionarse ambos en un cuerpo de macho o hembra de manera deliberada.
4.6.1.- Técnicas de relato de vida y entrevista en profundidad
Una de las técnicas centrales en este estudio es el relato de vida. También conocida como
historias de vida focalizadas, estas permiten enfocarse en uno sólo aspecto de la vida de estas
personas, como lo es su proceso de adecuación corporal. Por lo tanto, se entiende que “serían
15
Pronombres que, en el trato con una persona trans*, si se dice contrario a la identidad de género de la persona
provoca incomodidad y desconfianza e incluso se puede tomar como falta de respeto a la identidad de género
(Notas de campo).
52
construidas (…) enfatizando sólo un aspecto problemático de la vida del narrador, es decir,
abordando un solo tema o cuestión en el curso de la experiencia de vida del entrevistado”
(Aceves, 1999, p. 4). De esta manera, se puede realizar comparaciones y elaborar “una versión
más compleja y “polifónica” del tema/problema objeto del interés de la investigación” (1999, p.
4). Estas fueron construidas mediante la realización de entrevistas individuales.
Las entrevistas individuales se desarrollan en profundidad, entendidas estas como “reiterados
encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros estos dirigidos hacia la
comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o
situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras” (Taylor & Bogdan, 1984, p. 101).
Esta tendrá un carácter conversacional, ya que se “recomienda a fin de (…) no oprimir a las
personas participantes, generando un ámbito coloquial que facilita la comunicación entre quienes
interactúan, sabiendo que no hay nada en contra de investigar en asuntos en los que se esté
involucrada emocionalmente" (Díaz Martínez, 2004, en Ozonas & Pérez, 2005, p. 200). Sin
embargo, este carácter no interfiere con el rigor metodológico y ético que implica una entrevista.
Si bien se destaca el carácter coloquial de las entrevistas, se busca a fin de cuentas una saturación
de los datos que permita llegar a una masa densa y compleja de estos datos para el análisis.
4.6.2.- Técnicas expresivas-creativas.
En esta investigación se utiliza una técnica expresiva-creativa que permite conocer de qué
manera se construye la percepción de los sujetos respecto a su propio cuerpo. Esta consiste en la
realización de un autorretrato o un dibujo de ellas mismas, donde se refleja, y de que, manera
perciben su propio cuerpo y los elementos que lo componen, así como de las particularidades en
53
el proceso de adecuación corporal. Asimismo, me permite identificar el rol de la hominización y
las cirugías en el proceso de adecuación corporal, distinguiendo los elementos que son
transversales y aquellos que son propios del género de cada individuo e individua.
4.7.- Instrumentos de recolección de datos
Ahora es necesario establecer con que instrumentos de recolección de datos estas técnicas se
aplican:
Se utiliza grabadora, para asegurar que los discursos de los sujetos de estudio sean registrados de
manera lo más fidedigna posible; cuaderno de campo – para anotaciones de elementos kinésicos
y expresivos orales o faciales, que la grabadora no puede captar; y pautas de entrevista para
orientar la conversación según los objetivos planteados. Si bien, la generación de pautas sirve
para dirigir las entrevistas, estas no limitan la conversación, ya que la idea es que las y los sujetos
de estudio pudieran expresarse a cabalidad.
En las técnicas expresivo creativas: se utiliza el cuaderno de croquis con lápices de colores –con
el fin de tener libertad de poder dibujarse de la manera que ellos y ellas encuentran sea la más
apropiada-. Esto con el fin de identificar el rol de la hormonización en los cuerpos y los
elementos del género. Si bien, existía la posibilidad de usar una cámara fotográfica, en caso de
que se necesite como reemplazo a la técnica del dibujo, no fue esta una herramienta utilizada. Y
sólo una de las personas trans* no dibuja 16, pero sí permite el uso de fotografías seleccionadas
por él.
16
Esto se produjo por la imposibilidad del entrevistado por la tramitación de su cambio legal.
54
4.8.- Análisis de la información
4.8.1.- Tipo de análisis.
El análisis de los datos registrados en esta investigación es un análisis de contenido. Este está
basado en las etapas que Taylor y Bogdan establecen para el análisis de los datos
"La primera es una fase de descubrimiento en progreso: identificar temas y desarrollar
conceptos y proposiciones. La segunda fase, que típicamente se produce cuando los datos
ya han sido recogidos, incluye la codificación de los datos y el refinamiento de la
comprensión del tema de estudio. En la fase final, el investigador trata de relativizar sus
descubrimientos (Deutscher, 1973), es decir, de comprender los datos en el contexto en
que fueron recogidos". (1984, p. 159)
Este análisis se realiza tanto para las entrevistas como para el contenido de los dibujos o las
fotografías. Para esto, se traspasan las entrevistas y se analizan en torno a una matriz de datos
construido en torno a las categorías de análisis, y los objetivos planteados. A su vez, estos datos
fueron separados según la persona entrevistada. De esta manera, se puede hacer un análisis de
contenido y, a su vez, un análisis comparativo que nos permita concluir algunos procesos
similares.
4.8.2.- Categorías analíticas.
Los tópicos de las categorías analíticas se construyen en base a los objetivos:
(i)
prácticas las legales, biomédicas y sociales asociadas a la adecuación corporal, que
entiendo como los cambios que posibilitan el tránsito de género;
55
(ii)
las inscripciones corporales que entiendo como las incorporaciones que se realizan en
la materialidad del cuerpo;
(iii)
elementos del género en el proceso de adecuación corporal manifestados por las
personas transexuales, que pueden ser elementos anatómicos, hormonales o
identitarios;
(iv)
significaciones dados por las y los sujetos transexuales a la intervención hormonal e
intervención quirúrgico, que entiendo como la apreciación y significado en los tres
cuerpos;
(v)
rol de la hormonización y la cirugía, que entiendo asociadas al rito de paso, y dando
énfasis al proceso de liminalidad; y, finalmente,
(vi)
impactos del proceso de adecuación corporal en la vida social de personas
transexuales, que entenderé como las repercusiones de la vida social del espacio
social privado hasta el público.
Por otra parte, aquellos datos obtenidos de técnicas expresiva-creativa, se triangulan con los
datos obtenidos de otras técnicas y, además, se realiza un análisis comparativo entre los dibujos y
las fotografías (El análisis y explicación de estas a pedido de las y los entrevistados estará
incorporado en el análisis de las entrevistas y no se hará aparte. Se adjuntan en anexos 1, 2, 3 y
4).
4.9.- Criterios de rigor
Para términos de esta investigación, se utilizan los criterios de rigor de la credibilidad o
corrección y seguridad (Mendizábal (2006). Primeramente, la investigación debe tener
56
credibilidad, lo que implica “reflexionar sobre la credibilidad o corrección del conocimiento
producido y adoptar estrategias para lograrlo" (Maxwell, 1996, en Mendizábal, 2006, p. 92).
Supone, a fin de cuentas,
poder evaluar la confianza, tanto en el resultado del estudio como en su proceso. En
primer lugar, el vínculo adecuado entre las interpretaciones de los hallazgos obtenidos y
los datos provenientes ya sea de las diversas perspectivas documentadas en múltiples
testimonio, o de las observaciones en suma” (Mendizábal, 2006, p. 92).
En este mismo sentido, se ofrece la devolución y revisión de las transcripciones de las
entrevistas, sin embargo, los entrevistados y entrevistadas por temas de tiempo optaron por no
revisarlas.
La seguridad, por otro lado, se construye en base a que “las respuestas puede variar según el
ambiente de confianza u hostilidad, dependiendo por lo tanto de la situación específica de cada
investigación, de sus técnica y sus métodos” (Mendizábal, 2006, p. 95). Es por esto que generar
un ambiente de confianza es fundamental, y se logra por medio de entrevistas en modo de
conversación (sin comprometer el rigor metodológico) y respetando la identidad de género. Si
bien durante las entrevistas no se toma nota, posterior a ellas se lleva un registro de las notas de
campo, las cuales triangulo con las grabaciones.
57
4.10.- Criterios éticos
Como uno de los criterios éticos, esta investigación considera la devolución tanto de las
entrevistas traspasadas como de su producto final, el informe final. La forma convenida con los
y las sujetas de estudio es la entrega del informe final y una presentación de los resultados.
A su vez, se asegura la confidencialidad y el anonimato de las y los sujetos que participan en este
estudio por medio de la firma de consentimientos informados, donde se detalla y explica todos
los puntos a tratar de esta investigación y de la manera de participación en ella. Sin embargo, y
como el reconocimiento de la identidad sexual también se cataloga como un acto político, este
consentimiento informado debe ser firmado, incluso en aquellos casos en que el anonimato no
sea deseado. (Se adjunta el consentimiento informado tipo en anexos 17)
El anonimato y confidencialidad también son importantes en el caso de las fotografías y en el
caso de los dibujos. Esto implica que, de la misma manera que se considera la devolución de las
entrevistas para su revisión, las fotografías y dibujos son revisadas en conjunto –con los y las
sujetos- para asegurar ambos criterios en la posterior publicación de la tesis.
17
ANEXO nº5
58
5. RESULTADOS
5.1. Prácticas asociadas al proceso de adecuación corporal
Las prácticas sociales, las biomédicas y las legales, permiten dar el marco general de la
adecuación corporal en la identidad de personas transexuales. En este sentido, como prácticas
sociales considero el nombre social, asumirse y cambio de ropa, y contarle al entorno: asumirse
socialmente. Como prácticas biomédicas, el tratamiento de hormonización y las cirugías que se
han realizado. Por último, las prácticas legales se refiere al cambio legal del nombre y sexo.
5.1.1. Nombre social, el asumirse y cambio de ropa, y el contarle al entorno: asumirse
socialmente
5.1.1.1. Nombre social.
Una de las prácticas asociadas a la adecuación corporal es la elección del nombre social, que es
el que reemplaza al nombre legal -el nombre del carnet-. Este nombre es con el cual las personas
trans se identifican, y está acorde con el género al cual buscan representar. No obstante, son
experiencias variadas y no se da en un momento específico.
Como a los 12 lo escuché. Y pensé ‘oh, se llama igual que yo’. Y dije ‘oh…que chucha
igual medio choque interno ´’que raro, ¿qué te pasa?’. Y era como yo en otros lados. Me
disociaba harto, hubo un tiempo que juraba que tenía un gemelo o una gemela. Que
estaba dentro de mí. Sentía que era la copia de algo. (Magda)
La elección del nombre social es un tema identitario, pero no siempre va asociado al inicio de
59
adecuación corporal. Sin embargo, es en el proceso de adecuación corporal donde comienzan a
pedir usar sólo el nombre social en su entorno. El nombre social en las y los sujetos de estudio es
un tema previo a la adecuación corporal, incluso previo a asumirse como personas trans* y saber
qué es el término trans*.
Lo empecé a usar el 2008, en los chat. Un día fui a un ciber y vi un messenger abierto.
Empecé a conversar con sus contactos. Me preguntaron cómo me llamaba y le dije
Christopher, me salió de la nada. (…). No lo asociaba al tema de identidad de género, o
sea era raro, no sabía porque hacía eso, nunca lo asocié a ser trans. No conocía el
término, ni nada. Sabía que existían las travestis y nada más. (Chris)
En este sentido, el malestar de la persona es identificado dentro de las ciencias biomédicas y
"psi" como transexualidad. De este modo, para recibir tratamiento debe aceptar la patologización
de su sentir.
5.1.1.2. Asumirse y cambio de ropa.
Al asumirse una persona transexual, el primer deseo es buscar el tratamiento hormonal y cirugías
para generar cambios en el cuerpo que son reconocidos como elementos del género con el cual se
identifican, lo cual detallaré más adelante.
Cuando me asumí, pensé al tiro en hormonas y cirugías. Me cuestionaba cosas, pero
llevo re poco tiempo, y después quizás voy a querer ponerme pechugas, cadera, no sé...
Son cosas no para quedar rica, sino para poder expresarte mejor. (Magda).
60
El cambio en la ropa no es de manera inmediata al asumirse, y es que, el cambio de ropa se
realiza acompañado de cambios corporales. No obstante, los cambios corporales tampoco se dan
de manera inmediata y, es por esto mismo, que las personas transexuales, mientras más
avanzadas en los cambios físicos, más libertades de vestimenta van integrando.
Cuando me asumí, uno cambia y empiezas a ser muy ambiguo, aparte te vistes mal.
Empiezas a vestirte súper mal porque no quieres ser mujer pero tampoco quieres ser tan
hombre. Entonces empiezas a combinar ropa, no sé, yo combinaba pantalones de mina
con poleras de hombre. (Fco. Emilio)
5.1.1.3. Contarle al entorno: asumirse socialmente.
Contarle a la familia y al entorno más cercano es uno de los pasos a seguir luego de asumirse.
Esto permite a las personas trans* profundizar con los cambios de vestimenta, hormonales y
cirugías. Además, estos suelen ser unos de los primeros espacios donde se pide respetar la
identidad de género y el nombre social.
A mi mamá y mi papá les conté como dos días después de que lo asumí. Estaba súper
empoderada para empezar. Le dije a mi mamá y mi papá, y me dijeron ‘ya, bueno, tú
dale’. No me costó decirles, pero el problema fue después (...). Me costó decirle a mi
hermano, porque era evangélico. Y a pesar de que no tuve muy malas respuestas de él,
claramente cuando empiezas con el tratamiento hormonal, y que le dije como un año y
medio antes de empezar con las hormonas, fue otra cuestión nueva. La gente como que lo
asume, pero no traga: lo mastica nomás. (Magda)
61
5.1.2. Hormonas y cirugías: femeninización y masculinización del cuerpo
Previo a la realización de este estudio, los datos recabados en el desarrollo de mi práctica
profesional me permitieron constatar que unas de las necesidades de salud de las personas
transexuales son el tratamiento hormonal y las cirugías 18. Esto se debe a que "esto les permite
una concordancia entre su identidad de género y su corporalidad (...) ‘cambios físicos generales o
fenotípicos’, y les facilita a las personas trans desenvolverse en la vida cotidiana" (Pizarro, 2014,
p.36-37). No obstante, en el caso del tratamiento hormonal en el Hospital las Higueras, sólo se
provee las hormonas para el tratamiento de hombres trans* y no de mujeres trans*.
5.1.2.1 Hormonización de mujeres y hombres transexuales.
El tratamiento hormonal para hombres y mujeres transexuales no es el mismo, y sus efectos
"masculinizantes" o "femenizantes" no se dan de manera pareja. Se puede decir que "es más fácil
masculinizar hormonalmente a un hombre trans, que a feminizar a una mujer transexual"
(Extracto de entrevista coordinadora zona Sur OTD). Este hecho hace que la adecuación corporal
sea un proceso más largo para las mujeres trans*, y que para los hombres trans* la incorporación
de los caracteres secundarios se logre en menos tiempo. Por esto último, "las mujeres
transexuales deben tomar, además, anti-andrógenos para bloquear los efectos de la testosterona
en su cuerpo, si es que quieren ver resultados. En cambio, los hombres transexuales sólo deben
tomar testosterona"19.
Los cambios se mantienen si estas con anti-andrógenos o una orquidectomía (...) Le dije
‘dime cuál es’ y me dijo ‘Novafem, pero hay que tomarla con anti andrógenos’ porque,
18
El total de las cirugías es: En el caso de las mujeres trans -cuerpos de macho-:orquidectomía, genitoplastia. En el caso de
hombres trans -cuerpos de hembra-:histerectomía, oforectomía, mastectomía, faloplastía y metaidoplastia. Sin embargo, no
todas estas cirugías fueron consideradas con el mismo nivel de necesidad.
19
Extracto de entrevista con Médico urólogo del Hospital Las Higueras de Talcahuano, Rodrigo Baeza.
62
se supone que la testosterona es más fuerte que las hormonas femeninas, no hagan el
efecto que corresponde. Por eso hay que bloquear las masculinas (Kim).
Los efectos del tratamiento hormonal de mujeres trans* son más lentos, y esto, dificulta la
identificación externa como mujeres, y las sitúa en un lugar de ambigüedad o de masculinidad
corporal que se traslada al trato que reciben. Este punto lo detallaré más en el capítulo 5.4 y 5.5.
De la misma manera, el tratamiento hormonal se debe de llevar para toda la vida, o mantener
hasta que los "avances" en la feminización o masculinización sean los deseados, sobre todo
después de realizarse la orquidectomía (el cuerpo necesita hormonas, y luego de esta operación
no son producidas por él), la oforectomía y la genitoplastía feminizante o masculinizante, muy
comúnmente conocida como la cirugía de reasignación de sexo.
Ahora que me hice la cirugía tengo que tomar las Estradiol para siempre porque mi
cuerpo ya no produce hormonas. Tengo que sustituir las que producían mis testículos.
Con esas una persona se mantiene. (Kim)
Los cambios que las personas trans* identifican que producen las hormonas no sólo se
caracterizan por los cambios en los caracteres sexuales secundarios, sino además en los cambios
de ánimo.
Hacen que cambie y se desarrollen tus cambios sexuales secundarios. Además, del
cuerpo, cambian tus estados de ánimo. Todo depende de ellas. Si estás feliz y si estás
triste, depende de las hormonas. Más que del cerebro yo siento, porque las hormonas
están controlando parte del cerebro. (Fco. Emilio)
63
5.1.2.2. Cirugías de mujeres y hombres transexuales
Existe un espectro de cirugías las cuales son pertinentes en la adecuación corporal de personas
transexuales. Sin embargo, para hombres como mujeres transexuales, estas intervenciones no
tienen la misma relevancia y no se practican todas en sus cuerpos. En este sentido, las cirugías
con mayor relevancia para las mujeres trans* son: la orquidectomía y la vaginoplastía.
La orquidectomía tiene mucha importancia. Es la cirugía que se han hecho varios trans
al principio por parte de la terapia hormonal. Esa es como la más importante porque
ayuda a la terapia hormonal para avanzar en lo corporal. (Kim).
En el caso de los hombres transexuales, las principales operaciones son la mastectomía y la
histerectomía.
La mastectomía es la preferida (...). La histerectomía no me la voy a hacer todavía
porque quiero tener hijos. Bueno, esa es mi idea, tener a alguien que se parezca a mí.
(Chris)
5.1.3 Cambio legal.
El cambio legal, se refiere al cambio del nombre y sexo de la cédula de identidad por el cual se
identifica la persona. Este proceso se lleva a cabo en un juicio donde, usualmente, la persona que
pide el cambio legal está pasando por un proceso de adecuación corporal, ya sea con hormonas
y/o cirugías. Las cirugías y la terapia hormonal sirven como "pruebas" para poder realizar el
cambio. Esto se realiza pasando por el Servicio Médico Legal (SML), el cual inspecciona y
certifica los cambios realizados para dar paso al cambio legal 20. En algunos casos, incluso
20
No obstante, lo mencionado, esta es una práctica que depende usualmente del juez y de ahí la multiplicidad de formas de
llevar a cabo, las exigencias, negaciones y formas en que se puede hacer el trámite legal.
64
algunas cirugías están motivadas por el cambio legal, buscando que se demore menos tiempo y
se constate lo antes posible si es hombre o mujer. Este, sin embargo, no es el caso de las y los
entrevistados.
Desde que me operé siento que… más que decir ‘ahora soy mujer’, el único trámite que
me falta es ese. Que alguien te diga ‘no, la verdad es que no tienes vagina’, me siento
tranquila como para eso. Pero pasar por el SML... hubiese sido peor pasado con vagina,
aunque igual denigrante. Por el otro lado, debo ir a la Universidad, debo adaptarme a la
vida cotidiana, hacerlo bien y con mi nombre. Más allá de saber o no, que me represente
en el carnet. Si la gente no me cuestionara, me dejaría el carnet. Pero trae mucha
violencia, y no quieres más violencia cuando has pasado una vida llena de bullying que
es súper común en la vida de las personas trans. (Magda)
5.2. Inscripciones corporales en el proceso de adecuación corporal
En este capítulo conoceremos las inscripciones corporales realizadas por personas transexuales
en el proceso de adecuación corporal, que se realizan en la materialidad del cuerpo. Además,
conoceremos los procesos mediante el cual la persona transexual incorpora los elementos del
género y otros aspectos de la adecuación corporal, en y al cuerpo individual. No obstante, es el
cuerpo social el que provee de "formas sociales de ser, pensar y actuar de manera colectiva"
(Tovillas, 2010, p.63) en la incorporación de elementos del género, y éstas incorporan al
individuo a la sociedad. Y,
es el cuerpo político el que registra, controla y regula las
incorporaciones y a los cuerpos luego de éstas.
Estos elementos son regulados por la sociedad occidental y el sistema biomédico que cataloga lo
65
que es susceptible de hacer en y al cuerpo. De ahí también la normalidad o "naturalidad" con que
son vistas ciertas intervenciones realizadas por el sistema biomédico o el tabú que provocan21.
Lagarde (2005) afirma -aunque habla de cuerpos cisexuales y de hembras- que las mutilaciones
al cuerpo se consideran con base científica o médica, pero además que se está generalizando la
ideología medica quirúrgica, y "en ciertos grupos de población sujetos a este tipo de medicina, es
necesario haber sido operado cuando menos una vez en la vida" (2005, p. 385), de ahí que para
las personas transexuales realizarse intervenciones al cuerpo como las cirugías y las hormonas,
sea normal y aceptable.
Estos elementos se incorporan al habitus, y se conforman en un espacio en el que las personas
transexuales aprehenden el ser hombre y mujer en sus corporalidades, sin olvidar que el sentido
social de estas inscripciones son, como lo señala Le Breton (2002), a modo ritual de afiliación y
separación, pero este será desarrollado en el punto 5.5.
La segunda pubertad y el estar hormonal, son espacios de incorporación de los elementos
hormonales, en los cambios físicos, anímicos y emocionales. Y las cirugías son espacios de
incorporación-inscripción al cuerpo de los elementos anatómicos. Ambos espacios generan una
doble funcionalidad: la internalización-externalización de los elementos identitarios y los
elementos del género en el cuerpo.
21
Un tabú son las intervenciones que se realizan transexuales por su propia cuenta: inyecciones de silicona
industrial o mutilaciones corporales hechas por sí mismas o por personas que no son médicos o medicas.
66
5.2.1. Segunda pubertad.
En el tratamiento hormonal, las personas transexuales están incorporando a su cuerpo hormonas
que no son las mismas que producen sus gónadas, y que no tenían en esa cantidad en sus
cuerpos. Este proceso tiene también una lectura desde el cuerpo individual, identificado por
hombres y mujeres transexuales, en el comienzo de la toma de hormonas como una segunda
pubertad: esta es física o en el cuerpo material y a la vez social.
La pubertad física o en el cuerpo material fue identificada como cambios físicos, anímicos o
emocionales que las personas tienen según la hormona que estén tomando, y usualmente
relacionados a la "pubertad biológica". Los cambios que se adquieren son asociados con el
género y la identidad de género de la persona, y clasificados en opuestos de femenino o
masculino.
Para las mujeres transexuales22 los cambios físicos asociados a este proceso se refieren a: posible
redistribución de la grasa corporal y semejante al cuerpo de una hembra (formación de caderas
y/o cintura), crecimiento de las mamas, piel suave, disminución del vello corporal y facial, y
reducción de la fuerza de la parte superior del cuerpo.
Lo bueno es que no tuve espinillas esta vez, pero en mi primera pubertad tampoco tuve.
Ahora, la pubertad se nota en las pechugas, en la caderas igual, su crecimiento. En la
piel, las noto distintas, no están como antes, es como las de una mujer en desarrollo. En
lo social es como una segunda pubertad, la gente me mira pero no sabe que soy. (Kim)
22
También existen otros efectos como: Retardo o interrupción del proceso de caída del cabello, reducción de la fertilidad,
reducción del tamaño de los testículos, erecciones menos firmes y frecuentes y disminución de la libido. Sin embargo, estas
otros efectos de la hominización no son identificados como parte de la segunda pubertad.
67
Los cambios de los hombres transexuales23 en la pubertad física se caracterizan por: descenso en
el volumen adiposo de las caderas (disminuye la grasa acumulada en esta zona), aumento de
fuerza en la parte superior del cuerpo, incremento del vello facial y corporal, alopecia de
distribución similar a la masculina, un tono de voz más grave y aumento del libido.
Me estaba cambiando la voz, puros gallitos, como el gallo Claudio, andaba como en la
pubertad. Yo no lo notaba, pero el resto sí. A los cuatro meses me empezaron a salir
pelos en la cara (...) Estoy esperando a que me salgan bigotes, y cuando digo bigotes
digo ‘the real bigotes’ que se noten caleta. Siempre he dicho ‘estoy seguro que si me dejo
el bigote, así como quiero, ya no me va a gustar’, pero quiero hacerlo: quiero tener la
opción de decir ’no, no me gusta’. Por eso empecé con las hormonas, quería bigotes,
cambiar la voz y otras cosas. (Fco. Emilio)
En lo que se refiere a la pubertad social, se mencionó la inmadurez asociada a la pubertad. Este
es el primer momento del ciclo vital de la persona en que se toman decisiones desde el asumirse
como transexual y como hombre o mujer -correspondiente a la identidad de género-, además de
la posibilidad de vivir experiencias de género en el cuerpo individual que siempre se deseó. En la
primera pubertad se vieron limitados por la incomodidad social e individual al manifestarse los
caracteres sexuales secundarios, los cuales, de acuerdo con la correspondencia de sexo-género,
les recordaba que no estaban viviendo su identidad de género.
En este caso, la pubertad es el tiempo en que estas personas retoman su identidad. En la infancia
no estaban presentes los caracteres sexuales secundarios, la ambiguedad de esta posibilitaba la
23
Otros efectos de la hormonización es: Aumento de peso, atrofia mamaria leve, atrofia de los ovarios y agrandamiento
permanente del clítoris.
68
vivencia de una identidad de género más libre. Sin embargo, en la adolescencia como parte de la
pubertad, se manifiestan rasgos físicos y experiencias que socialmente son característicos de lo
que es ser hombre o mujer. Estos, son limitantes en los cuerpos transexuales. Es por esta razón
que la pubertad, tanto social como físicas, en la adecuación corporal les permite vivir ciclos
vitales antes no aprovechados.
Es un aspecto de la pubertad social. Estás más inmadura para las relaciones amorosas,
para tomar decisiones como mujer porque que no viviste esa weá. Si bien tú lo
construyes todo.... es algo tan que tu sentís que eres mujer a pesar de que estas
construida como hombre. Sabes que esa no es la forma... A veces te obligaste a tomar
decisiones de tal forma que parecieras un hombre. Y ahora quiere tomar las decisiones
de nuevo, y como a tú quieres. (Magda)
Estás metiéndote en tu cuerpo algo que te activa, porque la testo te activa: empiezas a
ver cambios físicos que no disfrutaste antes. Cuando tenía 15 no podía andar como cabro
webiando, tenía que estar encerrado dentro de ser mujer. Ahora puedes ser tú, sales,
pinchas, disfrutas, tienes barba, pelo, y facciones más masculinas y es como
’liberémonos’. Para mi es súper obvio que nosotros pasemos por ese proceso porque
estamos disfrutando de nosotros más viejos no más. (Fco. Emilio)
5.2.2. "Estar hormonal".
Existen cambios anímicos o emocionales a los cuales la persona transexual no está acostumbrada
y se producen al tratamiento hormonal. Sin embargo, para hombres y mujeres estos efectos no
son los mismos, y van acompañados e intervenidos por la norma de género. Además, en ambos
69
casos, existe una respuesta hormonal que es de carácter inevitable, debido a las hormonas el
tratamiento hormonal como dice Harding (1996), las mujeres desde la medicina parecen estar
dominadas por las hormonas, sin embargo, aquí los hombres también están dominados por ellas.
En el caso de las mujeres transexuales los efectos que reconocen son similares a los de la
menstruación
en
la
hembra.
Además,
acompañada
de
elementos
identitarios
estereotípicos de la feminidad y del proceso de la menstruación, el llanto y la hipersensibilidad
que parecen ser inevitables en determinados momentos y sin motivos.
Me la pasaba encerrada los primeros meses. Hasta el día de hoy hay una semana entera
que me la paso encerrada. Todavía de repente me pongo hormonal, pero yo creo que eso
me va a quedar para siempre. Como unos tres o cuatro días a la semana en un mes, los
12 por ahí, es como si tuviera la regla, las pechugas y el cuerpo te duele, estas más
explosiva, más sensible. Yo lloré ene como para el tercer o cuarto mes. Llamaba a mi
mamá y lloraba, llegaba donde ella y lloraba. (Magda)
Ligado al estado hormonal, está también la extirpación de las gónadas masculinas en mujeres
transexuales, que influyen también en el estado hormonal. Estas intervienen, en la disminución
de la libido, asociado a la testosterona y producidos por gónadas masculinas.
Lo que son diferentes ahora son los orgasmos. Ahora me cuesta mucho. Además ha
bajado mucho mi libido, sobre todo después de la cirugía. A los dos meses después fue
diferente. Mi pareja alega y dice "porque ya no lo quieres hacer conmigo". Incluso,
después de las hormonas, como que igual tenia la libido más baja, pero no tanto como
después de la cirugía. (Kim)
70
En el caso de hombres transexuales, el estar hormonal es distinto a las mujeres transexuales. La
respuesta hormonal es distinta, y está relacionada con el enojo, la posibilidad de violencia o
descontrol y la frialdad en las relaciones.
A nivel hormonal, sentimental, no sentía nada. A los cinco meses, empecé a sentir que
cuando me inyectaba estaba mañoso, y después se me quitaba. Ahora estoy más todavía,
pero trato de controlarlo, no podían ni hablarme, me enojaba al tiro. Me molestaban
cosas de mi pareja, que yo se que si no estuviera hormonal las controlaría. Sé que
cuando estoy así con las hormonas a full, o cuando no me queda nada de hormona, ahí
sé que voy a tener una reacción pesada o a responder mal.(Chris)
5.2.3. Cirugías: gonadales, genitoplastía, mastectomía, implante mamario.
Las cirugías son inscripciones corporales con el fin de incorporar al cuerpo lo que se considera
socialmente como anatómicamente de hombre o de mujer. No obstante, para las y los sujetos de
estudio, como mencioné anteriormente, las operaciones tienen diferentes niveles de importancia:
no todas las operaciones son susceptibles de realizar al comienzo de la adecuación corporal, ya
sea por decisiones personales o por el acceso a tal cirugía24.
En el caso de las mujeres transexuales, las cirugías gonadales, genitoplastía y de implante
mamario son una posibilidad, y es que son partes de la anatomía que son consideradas femeninas
y generan seguridad en la persona. Lo anterior significa que esta operación se desea realizar de
inmediato, pero necesita de un progreso o "avance" corporal para llevar a cabo, lo cual es
indispensable para todo el proceso de adecuación corporal a nivel individual. Otro aspecto de
24
Las operaciones dependen de que el equipo médico este todo reunido y con horas o cupos hospitalarios de disponibilidad
para realizar la cirugía.
71
esto mismo es que no necesariamente se está de acuerdo con realizar todas las intervenciones
quirúrgicas.
Sí, he pensado en la cirugía genital, pero más adelante, cuando avance con la parte
corporal. Es necesario primero mirarme al espejo y verme mujer, de esa forma me voy a
sentir bien. Mis testículos los perdí pero es algo positivo. Es lo que más me molestaba de
mi genitalidad. Mis pechugas como están, están bien, si crecen más, crecen, pero me
gusta como están. Estoy en contra de la silicona es peligroso. Además, nunca me han
gustado los pechos grandes, y menos en mí. (Kim)
Otra cirugía que se realizan mujeres transexuales es la vaginoplastía: la incomodidad o rechazo
con los genitales genera angustia, y la carga social de tener un pene y sentirse mujer, además de
los roles prácticos que conlleva tener un pene, provocan incomodidad.
No hay gatillante aparte de que odiara mis genitales. No podía convivir con ellos, me
llevaba mal con ellos. No los odias porque vives con él, pero piensas que es un peso
menos. Sentía que se me notaba en los pantalones, que no debería estar ahí. Sexualmente
no me iba a llevar con nadie, que cuando me duchaba me sobraba piel. Eso era lo
número uno: llegar a la ducha. Además con mi pareja no quería estar de espalda, quería
estar de frente. Porque sentía que así tenía que ser. Pero eso, como un rol físico, yo
sentía que para relacionarme me sobraba. (Magda)
Para los hombres transexuales las cirugías de mastectomía, histerectomía u oforectomía, además
de la faloplastía y la metaidoplastía, son posibilidades. Sin embargo, la mastectomía se configura
como la más deseada en hombres transexuales, muchos ocultan sus pechos con fajas y se les
72
producen lesiones, al ocultarlos se genera incomodidad por el calor, puesto que deben se colocan
mucha ropa para que no se les note que tienen mamas.
La mastectomía es la que todos quieren hacerse. Hay algunos que prefieren hacerse eso.
antes de hormonarse. Hay muchos como que lo primero que hacen es fajarse porque les
molesta les duele, quieren operarse lo antes posible. (Chris)
En el caso de la mastectomía existe una marca en la piel aparte de sacarse las mamas: las
cicatrices. Las cicatrices, en el caso de las personas entrevistadas, no son un inconveniente, tabú
ni estigma personal. Son elementos que pasan a considerarse parte constitutiva de su identidad
como trans*. Además, después de ocultar sus senos y las incomodidades que les generaban, las
cicatrices no son consideradas un problema.
Ocultas tu pecho. Después de la cirugía te quedan las cicatrices, pero eso no es nada.
Significa que soy trans no más. Ahora puedes ir a la playa, andar sin polera en la playa y
andar como si nada, después de que todos los veranos andabas con dos o tres polerones
para que no se te noten. (Chris)
Las cirugías genitales para hombres trans* no han sido tan desarrolladas como las de mujeres
trans*. Las operaciones como la faloplastía o la metaidoplastía tienen, hasta el momento en la
práctica médica, inconvenientes como la posibilidad de perder sensibilidad, no lograr reproducir
los tamaños y perder funcionalidad sobre todo en el aspecto sexual. Por lo tanto, no son tan
realizadas. En el caso de los sujetos de estudio, esto también va asociado a que ambos
entrevistados son activistas de la diversidad sexual.
73
tener algo entre las piernas no está en mis planes, a no ser que tú me digas ‘hay una
operación que funciona, que realmente es uno’... En las mejores condiciones, pero no
hay, no voy a gastar ni plata ni tiempo para hacerme algo que es para tener un bulto y
para poder mear de pie. A mí no me molesta mear sentado. Si me molesta cuando voy a
un lugar público que hay puros urinales, y ahí tú dices ’cresta ...’ y que me ha pasado, y
me he tenido que ir a mi casa. (Fco. Emilio)
Tener algo ahí, no... en realidad, al principio, antes de saber sobre el activismo, si quería
hacerme todo... pero después te das cuenta que no es necesario. Que no te hace menos
hombre. Igual me da miedo perder sensibilidad... si es algo con lo que disfruto... no voy a
cambiar eso por algo que sea un quizás.... (Chis)
5.3. Elementos del género en el proceso de adecuación corporal.
En este apartado se describirán los elementos del género que son identificados por las y los
sujetos de estudio como parte del proceso de adecuación corporal. Los elementos del género, en
este caso, son parte de la experiencia individual y de la historia colectiva, el habitus de la persona
transexual. Estos son incorporados en procesos como la segunda pubertad, el estar hormonal y
las cirugías. Estos espacios de incorporación, incrustan dentro del cuerpo y la mente de las y los
sujetos, características de lo que es ser hombre y mujer, desde el sentido hormonal, anatómico e
identitario. En este sentido, si bien existen en las personas transexuales elementos identificados
como masculinos y femeninos, que son parte de las nociones culturales del género, para las y los
sujetos de estudio no se consideran ni se incorporan de igual manera en su identidad.
74
Los elementos del género que fueron manifestados por las y los sujetos de estudio como parte del
proceso de adecuación corporal se pueden dividir en tres: los elementos anatómicos, hormonales
e identitarios.
5.3.1. Elementos anatómicos.
Los elementos anatómicos del proceso de adecuación corporal, considerados en su incorporación
como elementos femenizantes o masculinizantes, están mediados por el cuerpo social y por el
cuerpo político. Estos elementos del género están dispuestos en el habitus primario, y son
adquiridos en la primera socialización. Pero las personas trans tienen un conflicto con esta
primera socialización, existiendo una resocialización donde se incorporan elementos del género a
través del habitus secundario. En este caso, el activismo, el feminismo y las experiencias de los
pares transexuales son parte de este habitus que se está conformando, y que considera la
incorporación de elementos diferenciados en su identidad.
Para ser hombre debiese tener un pene, la mastectomía, no tener útero, es cuestión de
cada uno. Con el activismo, cambia la visión. Para mi es: tengo las hormonas, la
mastectomía. Estoy pensando en hacerme la histerectomía, en realidad, quiero hacerla
porque no me quiero hacer el PAP. Ni todas esas cosas muy de mujer, me incomodan,
estoy pensando en esa que te sacan todo por el abdomen. No de esas que es por la
vagina. (Fco. Emilio)
De esta manera, la incorporación de elementos del género, sobre todo los anatómicos, no son
totalmente la visión de género binaria y una norma a seguir "al pie de la letra". Si son
75
identificados los elementos anatómicos como masculinos o femeninos, pero no todos son parte
y/o considerados relevantes en su identidad como hombres o mujeres.
Las pechugas no te crecen mucho. Lo primero que noté fue el cambio en las pechugas y
la parte psicológica. En realidad no me importa mucho las pechugas, por eso deje la
Novafem por eso ahora estoy feliz con mis pechugas de asiática jajajaja. (Kim)
También existen elementos anatómicos que, si bien son considerados como elementos del género
opuesto al que se identifican, estos pasan a ser elementos de la persona más allá de la identidad
de género y, como parte de ella, no son incómodos o angustiantes y son considerados parte de la
variabilidad de los cuerpos tanto masculinos como femeninos.
Soy media espaldona y cuadrada. Creo que eso igual es algo mío porque si alguien me
ve en pelota en otro lado, va a decir, ¡ahhh es una mina un poco cuadrada, con menos
tetas!. Pero ve la vagina y ahí quedaste. En ese sentido, permiten que te reconozcan en
pelota. Pero en realidad nadie me va a ver en pelota. Porque creo que en realidad nadie
debería enterarse de los genitales de nadie. (Magda)
En este caso, la espalda cuadrada fue considerada como un elemento masculino, y las curvas
como parte de lo correspondiente a una anatomía femenina. No obstante, incluso aquellos
elementos de la anatomía que socialmente son parte crucial de lo que es un deber ser mujer o un
deber se hombre, en los cuerpos transexuales -sobre todo en hombres-adquiere significados
diferentes.
Lo más bien tendría un hijo y no me va a quitar ser hombre. Y eso en mi cuerpo. Tengo
un proyecto de vida. Estoy pensando en dejar de tomar hormonas por dos años, a los 27
76
y tener un hijo a los 29. Para que el útero empiece a volver a un estado normal. Se
atrofia con las hormonas, y además tengo más riesgo de tener cáncer. De lo más bien yo
me haría el PAP. No tengo problema con nada de esas cosas, si es mi cuerpo, si nací así,
que le voy a hacer: tengo que amar a mi cuerpo y respetarlo y querer cambiarlo para
mejor. Estos cambios son para yo sentirme mejor, no es por qué odie mi cuerpo, es
porque me gusta. Me gusta que se vea bien, me gusta andar sin polera. No me aproblema
tener un paquete. (Chris)
Si bien existen diferencias en la corporalidad de mujeres y en hombres, existen elementos
anatómicos que son considerados del género con necesidad de cambiar e intervenir para
extirparlos. Son aspectos que sobran, y generan incomodidad y angustia en el cuerpo individual.
De manera más recurrente fueron nombradas las mamas y al pene, cuyas intervenciones
quirúrgicas, además, se configuran como las dos operaciones que tienen más importancia de
realizar.
La faloplastía o la meta. Y el caso de las niñas trans lo que quieren en la cirugía vaginal.
La cirugía de reasignación. La única que quieren es eso. Todas quieren eso, porque es la
parte que más te incomoda, es como lo que te cuelga lo que está fuera de tu cuerpo. Para
mí las pechugas eran un pedazo de mi cuerpo que estaba demás. Cachas que el paquete
igual se les nota a las niñas. Y no les gusta. Por ejemplo, tú tuvieras un algo en la pierna,
en cualquier lado, que se te notara cuando te pones algo. Y que tú sintieras que no es
parte de tu cuerpo, te lo quieres sacar no más. Es lo mismo que a nosotros. Es como que
tú naciste con algo en tu cuerpo que no debería haber estado, que quieres que se vaya,
que te molesta, que sobra, que no te gusta, que le sientes rechazo.(Chris)
77
De este modo, la adecuación corporal para las y los sujetos de estudio no es en términos de
completarse, como lo señalan los términos médicos de la patologización en la que se realizan
determinadas intervenciones para ser totalmente mujer o totalmente hombre. Los elementos
anatómicos tienen un valor disímil debido a la fragmentación del cuerpo: existen elementos -el
pene y los senos- que si son elementos definitorios cuando son extirpados, y no necesariamente
agregados al cuerpo.
En realidad, cada uno tiene su concepto de ser. Puede ser que un trans quiera tener todo
y otro no quiera tener nada, o es que es tu expresión y es tu libertad de elegir que hacer y
que no con tu cuerpo. Así que no hay una estructura, o es un el que debiese ser. (Fco.
Emilio)
5.3.2 Elementos hormonales.
Los elementos hormonales identificados como del género dentro del proceso de adecuación
corporal existe, a diferencia de los elementos anatómicos, un binarismo marcado entre lo que son
la testosterona, que generan formas de ser de hombre, y el estrógeno, genera formas de ser mujer.
De esta manera, existen dos aspectos de este binarismo: el aspecto físico y el aspecto del "estar"
y "ser hormonal".
El aspecto físico es reconocido por los y las sujetos de estudio como elementos de avance hacia
lo masculino o lo femenino. Esto se refiere, primordialmente, a rasgos faciales y corporales. En
lo que se refiere al "ser" y "estar hormonal", el cuerpo individual se impregna de nociones de lo
femenino y lo masculino y el cuerpo hormonal, como lo anuncia Harding (1996) y FaustoSterling (2006), no es la excepción. Este cuerpo se torna incontrolable y dominado por las
78
hormonas. Y, en el caso de las y los sujetos de estudio, se encuentran dominados por hormonas
que, en esas cantidades, le son ajenas a sus propios cuerpos. Por otro lado, los elementos
hormonales físicos del género identificados son los rasgos faciales y corporales, y son
considerados los más deseados.
Los cambios faciales de feminización son: el aumento de los pómulos, la redondez de la cara,
disminución del tamaño de la nariz, cambio en la piel -delgadez y suavidad-, y retardo del
crecimiento del vello facial estos son parte de los elementos que son identificados como
femeninos y que son producto de la toma de hormonas. Los cambios corporales, a su vez, son: el
aumento de las curvas corporales, las que permiten externalizar el género y ser consideradas
como mujer en el aspecto social. La voz no es definida como parte de ninguno, pero si como
efecto de las hormonas, y como un elemento del género.
La cara número uno, las caderas y el poto. Pero dentro de mi cuerpo lo que me ayuda
mucho más que la corporalidad, es la voz y la cara. Después, lo otro se está
construyendo. Mi cuerpo es lo que está permitiendo más proyectar mi género, dentro de
lo que espero. Hasta el cambio más pequeño te hace feliz. Menos la celulitis (risas). Todo
es importante, todo lo que venga lo vas a recibir bien. Incluso la celulitis, aunque es
penca, sabes que es de mujeres. Trae tu felicidad. (Magda)
El pelo es un marcador del género tanto para hombres como para mujeres, ya sea por tenerlo o
por no. Este permite ser reconocido y reconocida socialmente y a primera vista como masculino
o femenina. No obstante, es parte también de la identificación del cuerpo individual de lo
79
femenino o masculino. Por eso también es una motivación para comenzar con la terapia
hormonal y la cirugía gonadal.
En el caso de las mujeres transexuales, tener el cabello largo es parte de la identidad femenina.
Sin embargo el vello corporal, y sobre todo la barba y bigote, son elementos identificatorios de
su socialización como hombres y de un marcador de género masculino no deseados.
Teniendo mi pelo bonito me da fuerzas, sobre todo cuando vuela con el viento. Mi pelo
me hace sentir segura, no sé por qué, es lo que más me ayudo. Yo quise tener el pelo
largo desde que estaba en el jardín. Tenía una bufanda y me la ponía como si fuera mi
pelo, ese es un registro. Y del otro pelo, yo me depilo con esas depiladoras para las
piernas, nunca me gustó la barba o el bigote era muy de hombre. (Kim)
En el caso de los hombres transexuales, los cambios de masculinización son mucho menos (en
comparación a las mujeres transexuales): cambios en la distribución de las grasas del rostro -se
elimina redondez-, el engrosamiento de la piel y el aumento del vello facial. En lo que se refiere
a lo corporal, sólo el aumento de vello corporal y cambio en las distribución de las grasas son
considerados hormonales y masculinos. Al igual que en el caso de las mujeres transexuales, no
existe una clasificación de la voz, pero si es parte del proceso del tratamiento hormonal y un
elemento del género que este produce.
El pelo es el principal cambio, los bigotes más que de la barba porque la barba me crece
más chica. Ahora igual que antes tengo pelusitas pero son más oscuras y tengo en todas
partes. Estoy feliz que me salgan pelos, porque yo se que los pelos me pueden tapar las
cicatrices. Y las piernas hace dos meses que no me había depilado (...) Como te dije el
80
pelo, la voz, se me iba a cortar la regla, aumentar la libido, el clítoris me iba a crecer, de
que quizás me podía salir la manzana de Adán, y no todavía eso no. (Chris)
Para los hombres trans el cabello corto, el vello facial y el corporal son fundamentales en la
construcción de la identidad masculina. De manera más específica, el cabello corto y el vello
facial son pasos decisivos en lo que se refiere al avance en la identidad masculina, ya que
usualmente no son aspectos en los que, en su socialización como mujer, pudieran incursionar.
Si bien los aspectos físicos de lo hormonal son identificados como características principales del
género, y sirven a la identificación externa de la identidad de género, para las y los sujetos de
estudio no tan liberadoras con el uso la vestimenta ni con la adopción del género, como si lo son
las inscripciones corporales realizadas en las cirugías.
Otro aspecto son el cambio anímico, de humor y emocional considerados como elementos del
género y que se producen por "hormonas de mujer u hombre en el cuerpo". En este punto, la
emocionalidad es controlada por el cuerpo hormonal y está acompañada de expresiones
estereotípicas del género. Somos personas que vivimos con hormonas, nunca hemos vivido sin
ellas, son parte de nosotros y nosotras. Es por esto mismo que es difícil definir el limite exacto
entre el efecto real de las hormonas y las libertades de género que, al tomarlas, se nos permite.
En este sentido, estos aspectos hormonales los identifico como una mezcla de ambos y como
parte de la identidad genérica de las y los sujetos de estudio.
81
En el caso de las mujeres transexuales, como se había mencionado, existen cambios anímicos
asociados a la menstruación y la sensibilidad producidos por el tratamiento hormonal, los cuales
son identificados como elementos hormonales asociados al género.
Me daban ganas de llorar de la nada. Por eso deje la Novafem, contiene progesterona, y
esa es la hormona que se supone está presente durante la menstruación. Por eso me
sentía tan mal, me sentía súper sensible cuando me inyectaba. Ahora sólo estoy con
Estradiol, porque la inyección que usamos nosotras o la mayoría es Novafem, que
contiene estradiol y progesterona. Con eso me mantengo bien y no ando con cambios de
humor, y andar un día mal y no saber qué hacer. No me puedo concentrar y no me
pasaba antes. El cambio hormonal es muy fuerte en la parte emocional. Tú me entiendes,
a ti te ha llegado la menstruación, son cosas de este proceso. (Kim)
En el caso de los hombres transexuales, los elementos anímicos son relacionados con la
testosterona que está, a su vez, asociada a lo masculino, que se caracteriza por lo práctico y
hormonal violento o descontrolado, el mal humor, el ser serio y/o frío. También se da en
términos de oposición a lo femenino y en oposición a la vida pasada del sujeto, cuando si
realizaban acciones que consideran femeninas y era producto de lo hormonal. La ingesta de
hormonas se considera como espacio de incorporación de la toma del rol masculino.
Lo noté, porque soy más práctico. En realidad, esto del género que dicen que las mujeres
son mucho más estructuradas. Las mujeres, si tú les dices "vamos a salir el sábado",
ellas se planifican. Yo no, ya no. Si hoy quiero hacer algo, ya lo hago. Soy más práctico,
si peleo con alguien, ya no le doy vueltas, lo cierro ahí mismo. No voy a estar pegado a
la cuestión. (Fco. Emilio)
82
No te cuestionas tantas cosas, no piensas tanto. Las mujeres piensan en un millón de
cosas. Y cuando yo pienso, bueno yo igual pienso harto. Pero cuando sólo tenía
hormonas de mujer pensaba el triple. Siempre estaba pensando. Eso cambio como con
las hormonas. Ahora da lo mismo y no me cuestiono las cosas. (Chris)
Lo que comparten tanto hombres como mujeres trans es que en esta inscripción hormonal
también se incorpora estereotipos hormonales al cuerpo transexual. En el caso de los hombres
transexuales se incorpora la testosterona y con esto la noción de ser y estar activo-energético. En
el caso de las mujeres transexuales la pasividad y el retraimiento (en el pick hormonal) en
relación con su estado hormonal anterior cuando la testosterona estaba en su cuerpo en mayor
cantidad.
Existe una gran capacidad para informarse sobre los cambios que se producen las hormonas y las
cirugías. Esto se logra compartiendo relatos y efectos de la adecuación corporal. Esta es una
forma de sentirse acompañado y acompañada en un proceso que es invisibilizado por el cuerpo
político, que genera la creencia de que existen sólo dos tipos de cuerpo: el macho y la hembra.
Compartir historias también posibilita que los efectos de las hormonas, específicamente, sean
más que percibidos personalmente: sean incorporados socialmente desde el grupo de pares.
Nosotros tenemos la mala volada de afirmarnos lo que va a pasar después. Que alguien
te diga ‘no, es que la testo te pone más bruto’. Entonces, le afirmas al otro que todavía
no pasa por eso, que es así. En realidad cada uno tiene su organismo distinto, cada uno
vive a su forma. Entonces, hay algunos que van predispuestos a que pase eso. Me daba
83
mucho miedo ponerme más agresivo, creo que yo me autocontrolé. No dejé que la testo
se me fuera a la cabeza. (Fco. Emilio)
5.3.3. Elementos identitarios.
Los elementos identitarios, descritos como parte del género, tienen un elemento central, que es la
autoidentificación por lo que no se es. Ser hombre o ser mujer entre personas transexuales es
complicado: el cuerpo político controla y vigila con la norma de género como "vara" para medir
el deber ser tanto de hombres como mujeres. Es por esto que, en el afán clasificatorio, muchos
cuerpos e identidades quedan relegadas a una categoría sin ser totalmente identificadora o
abarcadora de la identidad, y a otras más invisibilizadas dentro del sistema binario. Definirse en
oposición para las y los sujetos de estudio es parte constitutiva de identificarse en términos de
género, sobre todo cuando no existe una tercera o cuarta posibilidad de identificarse en
Occidente.
No porque sea denigrante que te digan maricón, sino que te nombren por algo que tú no
eres. No tengo ningún problema si en mi carnet sale ‘Magdalena Fabbri, Transexual’.
Me da lo mismo. Pero lo que aparece ahora ahí no soy. No es un tema de ser mujer, sino
que tu carnet te represente: yo no me siento hombre, estoy reconciliada mucho con los
aspectos masculinos míos, pero no es lo que soy. Preferiría que me pusieran mujer, pero
si hubiera el “trans”, o tuviera el identidad femenina, yo feliz, sentiría que es lo que más
me identifica. (Magda)
Los elementos masculinos o femeninos en una persona trans son fáciles de reconocer por ellas y
ellos. Esta identificación, usualmente, está asociada a las nociones adquiridas en la primera
84
socialización: la familia y la escuela. Sin embargo, durante toda la vida somos socializados y
estamos permanentemente modificando nuestras nociones y nuestro habitus, por lo que también
existe un proceso de incorporación de lo femenino y masculino posterior a la primera
socialización. Esto, en las y los sujetos de estudio, se manifiesta en que, si bien identifican
elementos tanto masculinos como femeninos, deciden incorporar tales elementos como parte de
su identidad, es decir, de su "ser mujer" o "ser hombre".
Dentro de mi identidad es otra cosa, para sentirme masculino en unas cosas y sentirme
femenino en otras. Sentirme masculino cuando quiero dar protección, sentirme femenino
cuando me duele algo, porque yo soy bien alaraco, aunque me duela poco, me quejo un
montón. Obvio que la gente te va a decir "es niñita", aunque es sólo ser sensible. Ser
caballero. Aunque yo sea feminista, me gusta ser caballero. (Chris)
En el proceso de adecuación corporal existe un cuestionamiento identitario de los aspectos
masculinos o femeninos que se incorporan en este proceso, pero también existen elementos
constitutivos de la persona que no se modifican, pero que en el proceso de adecuación corporal, y
debido al cambio en el cuerpo, existe una significación social diferente del mismo acto o acción.
No siento que tenga que ver con ser femenino o no. Considero que es ser más cortes con
la persona, es parte de la amabilidad. Ser amable, porque cuando era mujer era igual,
entonces no he cambiado, y ahí no me decían que era caballeroso, sino que era amable.
Me da risa porque yo siempre he sido así y antes no me decían nada de que era
caballero. Y ahora soy el más caballero del mundo por ser igual que antes, por ser igual
de preocupado. (Chris)
85
Como parte del proceso de adecuación corporal, la incorporación de elementos masculinos o
femeninos depende del estado de "avance" del proceso hormonal. Y es que su identidad en
términos de género, en este caso, depende del cuerpo material como generador de identidad y
reconocimiento. Es en este sentido que lo masculino y lo femenino, en la vestimenta, los efectos
hormonas y las cirugías, se tornan central y se encuentran asociado a lo ambiguo y lo liminal
(Este aspecto se desarrolla más detalladamente en el punto 5.5) en el proceso de adecuación
corporal.
Me gusta la forma de vestir ambigua. La ambigüedad de la ropa, sobre todo con
zapatillas de lona que usan hombre y mujeres, y son tan bonitas. Yo creo que si avanzara
más me vestiría de otra forma, pero lo que pasa es que yo quiero llegar a verme mujer de
esta forma. Que la gente me vea y me identifique por lo que soy. O sea me gustaría andar
vestido de hombre, y que la gente me vea como mujer. (Kim)
Esto representa un estado de "ambigüedad", pero también representa las limitaciones y el control
que ejerce el cuerpo político en una identidad transexual que ya es cuestionada por hacer el
tránsito de género y que imposibilita, por medio del control social, la incorporación de elementos
opuestos al género asignado al nacer. El cuerpo político, en este sentido, controla que el tránsito
de género sea en un sentido, y finito. Esto genera un doble cuestionamiento que hace que las
personas transexuales, si bien al asumirse socialmente se reconcilian con los aspectos identitarios
de género que antes los y las complicaban, socialmente no se les sea fácil incorporar, en sus
actuales cuerpos, estos elementos ante un nuevo cuestionamiento.
Me di cuenta de que el pelo no te define. Es como algo físico y por eso no voy a dejar de
ser hombre o empezar a ser mujer. Si las mujeres se cortan el pelo, ¿los hombres no van
86
a poder tener el pelo largo? Quizás si me lo dejo, sienta que he retrocedido un poco, por
eso quiero ver primero. Le conté a mi tía y no me dijo nada, sólo se rio. Supongo que
para ella no es de hombre dejarse el pelo largo y si digo que soy hombre, y quiero el pelo
largo, ella cree que voy a volver a ser mujer o con algo así. (Chris)
En este sentido, si bien todo puede ser en términos de género, los elementos que son incrustados
en el habitus son producto de la autodeterminación, de la fluidez de la vivencia de género 25 y de
partes constitutivas de la persona que son parte de la vivencia anterior de género. El rol y la
identidad, en este sentido, no son cambiadas por otras sin dejar rastro, sino que interrelacionan la
experiencia actual con la anterior.
No significa que tú te quieres adherir a algo y como ’oh, permiso, esto lo hacen las
mujeres, entonces debo hacerlo yo’. Diría que yo fluí con lo que yo era. En el fondo, a
pesar de que piense que el rol de mujer me quede un poco grande, mi identidad encajaba
dentro de lo femenino. En el fondo era mi autodeterminación la que estaba moviendo los
hilos de mi construcción como mujer. Por tanto habían cosas que saqué de otras
personas, por ejemplo, usar un sostén que yo podía usar y que todas las mujeres usan,
pero a nivel de pensamiento yo siento que es cómo lo mismo. Le he dicho a mi mamá, que
como mujer me he tenido que construir sola. Y que me voy a construir sola, porque a mí
no me criaron como mujer, y por lo tanto tengo que encontrar mi camino como mujer. Es
algo bueno ya que yo conocí los privilegios de ser hombre. Entonces igual me ayuda a
entender que no existe esta equidad y, por lo tanto, yo tengo el derecho de construirme
libremente. (Magda)
25
Que también sucede con las personas cisexuales. El cuestionamiento de ser mujer o ser hombre no se realiza,
sólo se siente que se es mujer u hombre.
87
5.4. Significaciones dados por las y los sujetos transexuales a la intervención hormonal y
quirúrgica, en el proceso de adecuación corporal
En el presente capítulo se realiza un acercamiento a las significaciones de la adecuación
corporal, específicamente a la hormonización y la cirugía. La idea es revelar el significado dado
por las y los sujetos a las intervenciones que son incrustadas en el cuerpo. Para los hombres y las
mujeres transexuales entrevistadas tiene un valor diferenciado en el proceso de adecuación
corporal el tratamiento hormonal y las intervenciones quirúrgicas.
En primera instancia, el proceso de adecuación corporal para las personas transexuales no "es en
términos de completarse". Esto se refiere a que si bien hay múltiples posibilidades de llevar a
cabo la adecuación corporal, este proceso no se trata de tener más elementos masculinos -o todo
lo masculino- si se es hombre trans*, o más elementos femeninos -o todo lo femenino- si se es
mujer transexual. Esto último, sobre todo en aspectos anatómicos, posibilita la comprensión de
las incorporaciones en el cuerpo relacionado a que ciertas cirugías sean consideradas necesarias,
y que otras no sean consideradas con tanta relevancia en el proceso de adecuación corporal. No
obstante, la adecuación corporal es completarse en términos de imagen identitaria relacionadas al
cuerpo.
Para le gente el tema de completarse es más social, como que te completas de la imagen
un poco. Sientes que tu imagen de identidad está más completa pero tu identidad de
género de por sí, que es lo que sentías de adentro, es la misma. (Magda)
En los cuerpos transexuales de las y los sujetos existe una fragmentación del cuerpo. Se
considera que el cuerpo transexual "tiene partes de más" y que no corresponden al cuerpo de la
88
persona. Mientras que las cirugías que implican "sacar lo que sobra" -el pene y los senos- tienen
un valor significativo, otros elementos del cuerpo no son tan relevantes. Relacionado con lo
anterior es que el cuerpo en la adecuación corporal no quiera ser modificado por completo, desde
las nociones del cuerpo que se posee.
Lo que uno busca al final es externalizar tu sentimiento de sentirte hombre en el cuerpo.
A menos que seas una persona queer. El fin que tú encuentras es sentirte de sexo
contrario. Después vas teniendo otros pensamientos y otras ideologías pero lo principal
es eso. Poder manifestarlo en el cuerpo y manifestar la libertad, igual, de hacer en el
cuerpo lo que tú quieras. Y que es tu decisión. Y decir que abortaste un cuerpo que no te
correspondía en parte. Porque al final no estás abortándolo del todo, sino que estas
corrigiendo las cosas que no te gustan de tu cuerpo. Igual que una persona que se opera
la nariz. Que no le gusta la nariz, que no le gustan algunas partes de su cuerpo y esas las
está corrigiendo. Cuando tú no sabes que es ser trans, dices que estas en un cuerpo
equivocado. Que ahí cambias tu cuerpo para que sea el correcto. (Chris)
En este sentido, la incorporación en el cuerpo como parte del proceso de adecuación corporal,
significa una externalización-internalización y la manera en que se puede expresar la identidad
de género de la persona. Esta internalización-externalización de la identidad es una forma de
manifestar en el cuerpo la identidad de género, y se comprende como la posibilidad de decidir en
el propio cuerpo y tomar control de él. De esta manera, la adecuación corporal se sitúa en
oposición al periodo antes de asumirse, donde la persona transexual hacía con su cuerpo "lo que
la sociedad estima" que debe hacer un cuerpo de macho y cuerpo de hembra, esto es,
corresponder con sexo con género.
89
Además, la adecuación corporal significa para las y los sujetos de estudio parte esencial de su
identidad. Sin embargo, para los hombres y mujeres trans* tiene un significado diferente. Para
las mujeres transexuales, es la posibilidad de externalización-internalización de la identidad, sin
embargo, si hubieran podido cambiar su sexo biológico lo hubieran cambiado. En el caso de los
hombres transexuales, todo lo anterior al asumirse es parte de la identidad, y ese malestar es lo
que permite apreciar la externalización actual de su identidad de género.
No es una enfermedad. Yo definiría a transexual como una identidad de género. Para mi
ser trans es que yo nací con un sexo biológico pero ese sexo biológico no corresponde
con mi género. No me gusta ser trans, o sea, si yo hubiera preferido haber nacido de otra
forma, a mi me hubiera gustado. Pero lamentablemente nací así, lo bueno es que se
puede cambiar. (Kim)
En el cuerpo individual, el realizarse las inscripciones corporales significa que se generaran más
posibilidades de acceder a espacios de género deseados, pudiendo participar en instancias,
experiencias y roles del género al que se sienten parte con mayor facilidad.
La sociedad es súper machista. Antes la mujer no podía hacer nada. Siempre se
restringen más cosas a las mujeres que a los hombres. Sentí un montón de libertades
para todo. Salir de noche es una libertad que tengo, y me la puedo dar por el hecho de
ser hombre, y ahora que parezco hombre. O si no tendría que volver temprano, porque
me podría pasar algo. Ahora sé que no me va a pasar nada, a menos que yo lo busque.
Suerte de ser hombre, de sentirme seguro y más cómodo, sobre todo ahora que me
opere. (Chris)
90
Por otro lado, la idea de “avanzar” también está explícita en el discurso de las y los sujetos de
estudio. Mediados por un proceso ritual, la adecuación corporal sigue un curso de acciones que
las personas valoraran en torno a los cambios corporales y en las libertades de género que van
adquiriendo cada vez más. Es un avanzar en términos corporales que permiten un progreso
identitario y empoderamiento.
Significaba, esa inyección, el inicio de la terapia hormonal. Igual fue como emoción, y
me la puse y tenía que esperar. Dentro de mi identidad significaba que iba a avanzar. De
que me iba a desarrollar como me tenía que haber desarrollado antes. Yo siempre pensé
que tenía que haberme desarrollado así. Me hubiese gustado ser como mi hermana,
aunque nos parecemos bastante. (Kim)
Para mí, la cirugía significó seguir avanzando. Por eso lo hice. Cuando me asumí quería
avanzar, sabía que era trans y que era un camino largo, pero he avanzado. Yo quería
avanzar en el tema corporal y en el tema social. (Kim)
Por último, la terapia hormonal y las cirugías tienen un valor diferenciado: si bien las hormonas
entregan un principio y una base en el cuerpo, es con las cirugías, sobre todo con la genital en el
caso de las mujeres transexuales y con la mamaria en el caso de los hombres transexuales, que se
elimina la incomodidad o angustia asociadas a esas partes del cuerpo individual. Y finalmente
eso es lo que permite que exista una libertad de vivir el género y que se transforme en una
vivencia social al externalizarla.
Libertad, vida. A pesar de que estar en al activismo y con las hormonas era amarme, era
amarme entre comillas. Igual me molestaba algo, y estaba como viviendo un poco.
91
Cuando me operé de la mastectomía fue ¡wow!, esto es ser libre. Ya no estaba atado a un
eso. Corporalmente ya me podía mirar al espejo. Era tan básico como eso, ya me bañaba
más (risas). O sea todo cambiaba, tu estructura corporal y una estructura emocional,
que cambia. Es muy brígido que algo que ya no está te de la libertad, y te de tanto
espacio para ti. O sea, me empecé a amar de nuevo, empecé a preocupar de otras cosas.
A arreglar la forma de vestir, me puse frenillos porque quiero visualmente estar bien.
Soy mucho más pretencioso, del perfume, de cosas que antes no hacía. Era vivir
realmente. Era mirar una mina y sin sentirme mal, era todo distinto. (Fco. Emilio)
5.5. Rol de la hormonización y la cirugía, asociadas al rito de paso
"Los ritos de paso", de Van Gennep (1969), son una herramienta analítica que sirve, en este
caso, para analizar la adecuación corporal como rito en la identidad de personas transexuales. La
adecuación corporal de personas transexuales, como proceso, tiene particularidades que la hacen
distintas a la de otros sujetxs que pasan por un proceso de transgeneridad. El tratamiento
hormonal y las cirugías tienen un rol dentro del proceso de adecuación corporal. Sin embargo,
también posee, en conjunto, un rol dentro de la identidad tanto de hombres como mujeres
transexuales. Es por esto que identificar el rol de la hormonización y la cirugía son relevantes
dentro de este proceso ritual y para identificar las características de este rito.
Tanto hombres como mujeres transexual se encuentran en una necesidad de que exista un cambio
de estado, tanto individual como social. Quieren generar un cambio de estado en el ser hombres
y mujeres biológicas, modificando su corporalidad para poder vivir su identidad de género,
debido a que existe una discordancia entre la corporalidad y su identidad, según el sentido social.
92
No obstante es necesario, además, incorporar las nociones de cuerpo individual, cuerpo social y
cuerpo político de Scheper-Hughes y Lock (1987), y relacionarlos con el rito de paso. Esto
permite conocer el significado de la adecuación corporal como rito de paso en los diferentes
cuerpos y, con esto, el rol de la hormonización y las intervenciones quirúrgicas en la identidad de
una persona transexual.
El proceso de adecuación corporal se produce en el cuerpo individual. Este es el lugar donde se
hace posible reconocer la vivencia y la experiencia de la y el sujeto. La identidad de género, en
personas transexuales y cisexuales, está mediada por el cuerpo, la cual es expresada y sentida en
el cuerpo individual. Esta mediación por el cuerpo de la y el sujeto, y nos hacen capaces de
diferenciar y significar que como individuos "corporalizamos" la experiencia de nuestro cuerpo,
el género y, además, tenemos la capacidad de separarnos de otras y otros individuos: diferenciar
y separar la propia experiencia de la de otras y otros.
En lo que se refiere al cuerpo social, este está simbolizado en occidente como un cuerpo
homogéneo. Este representa la noción de cuerpo individual binaria de occidente, donde las
posibilidades de cuerpo se limitan a macho o hembra, invisibilizando así las otras nociones de
cuerpo y de identidad. El grupo social, al igual que los cuerpos, no son homogéneos y, por lo
tanto, no producen una sola construcción identitaria, incluso en cuerpos cisexuales.
La construcción social, las instituciones y los sistemas sociales penetran en el cuerpo. Es el modo
en que la sociedad se hace presente en los cuerpos individuales. Y el cuerpo social genera y es
parte del entramado social al que los cuerpos individuales pertenecen y son socializados para
93
pertenecer. En la actualidad, la transexualidad, producto de la práctica psiquiátrica en occidente,
está posicionada como una patología. Esta patología es un problema de salud que, en la
normativa vigente en Chile, resuelve el problema de salud con la adecuación corporal. Esta
adecuación corporal, desde la salud pública, es normada, vigilada y regulada por el cuerpo
político. Si bien esta es una forma de regular al cuerpo individual, el cuerpo social controla
cuales son las incorporaciones de las y los sujetos en relación con su cultura.
Las personas transexuales, previo al periodo liminal, siempre han presentado el cuestionamiento
del género, de la propia identidad y de la toma de elementos que las y los identifican. Sin
embargo, estos se configuran como intentos fallidos de realizar la adopción de su identidad de
género y de la adecuación corporal de manera individual. Esto hace que, posteriormente, se
desee más la adecuación corporal. Es en este periodo, también, se puede producir la necesidad de
mutilación del propio cuerpo y de realizar el cambio corporal de las partes del cuerpo que
generan angustia e incomodidad.
Una vez me hice un tajo, súper profundo, con una gillette. Se veía para adentro. No
quería tener pechugas. Lo hacía inconsciente, no sabía que era trans. Yo siempre decía,
y hasta le rogaba a dios, me acuerdo, que por favor me diera la oportunidad de ser
hombre, que me cambiara el cuerpo, que despertara algún día y ser un hombre 100% y
que pudiera hacer todas las cosas que siempre había querido hacer como hombre.
(Chris)
Este cuestionamiento personal, es también un cuestionamiento social, que estigmatiza a la
persona y la posiciona como una persona desacreditable. Debido a que la persona ya tiene en su
94
cuerpo identificados externamente y personalmente como elementos masculinos y femeninos, en
algunos casos ambiguos.
5.5.1 Estado preliminal, el rito de separación
Es difícil establecer, en el proceso de adecuación corporal, inicio y fin ya que, si bien es un rito
que tiene un comienzo definido, no se lleva a cabo de la misma manera por todas y todos. En
este caso, la persona transexual se somete a la adecuación corporal, siendo la intervención
hormonal y quirúrgica partes del rito en el que se incorporan a los cuerpos elementos
femenizantes y masculinizantes, con el propósito de ser reconocidos socialmente, como hombres
y mujeres agregarse socialmente a estos grupos.
En este sentido, el estado preliminal se configura como el periodo desde que una persona se
asume individualmente como transexual, hasta la primera toma de hormonas. Esta toma de
hormonas se produce regulada por el sistema público de salud, y es usualmente previa a las
intervenciones quirúrgicas. No obstante, independiente de este estado, la persona transexual
siempre ha tenido cuestionamiento del género e intenciones de realizarse la adecuación corporal,
lo que es percibida socialmente por su entorno más cercano.
Se lo dije el 2011, mucho antes de empezar mi terapia hormonal, la empecé el año
pasado. Me demoré mucho en empezar tenía miedo y quería ver un médico primero.
Tiempo después, cuando entré a OTD y al hospital, ahí recién me puse mi primera
inyección. De todas maneras me la puse yo sola, pude haber comenzado antes. Lo de mi
identidad de género lo noté hace como tres años más o menos, cuatro años. Lo noté y
95
dije "tengo que hacerlo". Tenía que sentirme cómoda y eso fue lo que hice. Empecé de a
poco sí. Tenía que empezar con las hormonas y cirugías. (Kim)
El periodo preliminal es en el que las personas transexuales están en la búsqueda del tratamiento
hormonal, así como de las cirugías femenizantes o masculinizantes. Este se da como el "tiempo
de espera", como un tiempo de tensión por la inscripción en el cuerpo: un tiempo de separación,
en que la persona transexual se asume del género opuesto al socializado y pero no lo parece, y
asume, también, la necesidad de comenzar con los tratamientos para que deje de ser así. Este
tiempo se caracteriza como un tiempo de preparación en que la persona transexual está pensando
que incorporaciones realizarse y para su entorno acostumbrarse a la idea de la adecuación
corporal.
Era un paso a la libertad, y también era seguirme hundiendo, saber que era, que existían
los cambios. Entonces mi ideal era irme a España. Entonces hacía como estructuras de
vida. Mi estructura de vida era irme a los 18, desaparecer, y en España operarme. De
adonde sacaba plata, no tenía idea. Después era ’si entonces no tengo esta opción a los
18, me muero o me muero no más’. Y llegamos a hasta esa edad. (Fco. Emilio)
La búsqueda de la adecuación corporal no es idéntica en todas y todos los sujetos de estudio,
debido a que si bien todos tienen la misma edad, el tiempo entre asumirse, búsqueda de
adecuación corporal, y la primera inyección, varía. Algunos y algunas llevan años buscando la
adecuación corporal en hospitales y otros, apenas se asumieron, conocieron del Hospital Las
Higueras el programa de usuarios/as trans*.
96
En este primer periodo la persona transexual quiere todos los cambios en su cuerpo. Por un lado,
aquellos que siempre le incomodaron de su propia corporalidad, identificados como elementos
del género al cual no se identificaron y, por otro, aquellos cambios que permitan la identificación
con el género con el cual se identifican: cambios faciales y corporales, además de la vestimenta.
No obstante, la incorporación al cuerpo individual también implica un reconocimiento por parte
del entorno, identificando el cambio en la corporalidad como cambio de género y, por lo tanto,
de hombres y mujeres, respetando la identidad y reafirmándolas.
Van Gennep (1969) habla de que, si bien los ritos se pueden subdividir en tres y predominar una
funcionalidad social -de preliminar, liminal y postliminal-, dentro de este periodo pueden darse
múltiples ritos pequeños como parte de uno más grande. Es en este periodo preliminar que las
personas transexuales, tanto hombres como mujeres, parafraseando al autor, realizan un rito que
se caracteriza por ser un "no hacer": un tabú. El nombre legal, y todos los elementos del género
con los cuales no se identifican, hablando en términos binarios -de hombre o mujer-, se
convierten en tabú. Este tabú, para la persona, no es sólo en términos individuales, sino que
también es un tabú para el entorno y para cualquier persona que se dirija a la o el sujeto
transexual.
Nadie quería hablarme para no equivocarse, para no meter la pata, para no putearme,
porque algunos se enojaron… para no incomodarse a ellos mismos. Que es como la
parte número uno: ven que te pueden hacer daño a ti, pero en realidad están velando por
su comodidad, porque son ellos los que se sienten culpables de hacer eso. Entonces es
como narcisismo súper secundario. Nadie se quería sentir mala persona por que esas
cosas existen, igual dentro de mi familia significaba ser la ‘pobrecita’. (Magda)
97
Este "no hacer" se convierte en parte fundamental del estado preliminal, ya que en esta etapa del
rito no existen cambios corporales -los cuales son finalmente los que fijan y definen el cambio de
HaM y MaH-, sino que sólo de vestimenta. Y no toda la vestimenta, ya que esta "libertad" va
siempre acompañada de cambios en el cuerpo material. Son estas las particularidades del rito por
lo que las sujetas y los sujetos de estudio sienten la necesidad de incorporar en su cuerpo, y en
todos los aspectos de su vida, los elementos del género. En ese punto, la terapia hormonal y las
cirugías se hacen parte del estado de la persona: se pasa al estado liminal.
La ruptura de este tabú implica una forma de manifestar el no aceptar el cambio, ni corporal ni
identitario, y se configura como parte de un proceso de resistencia social al tránsito. Para la y el
individuo, esto significa un retroceso en términos identitarios -en si identificación externa-, que
en las personas transexuales algunas veces provoca un cuestionamiento personal de si realmente
han tenido un avance corporal o lo significan como un retroceso corporal. Sin embargo, este tabú
se encuentra permanentemente asociado al retroceso, no sólo en el estado preliminal, sino que
más fuertemente asociado al estado liminal en el espacio público, aunque se puede encontrar
presente incluso después de haber terminado la adecuación corporal: la persona transexual es o
puede ser permanentemente una persona desacreditable de su identidad de género: al no
corresponder "de nacimiento" o su asignación al nacer al binario cisexual.
5.5.2 Estado liminal, rito de margen.
El estado liminal de la persona transexual se define como el periodo en que esta se inyecta por
primera vez, nota los cambios en la materialidad del cuerpo, y se realiza alguna cirugía de
98
extirpación26. Si bien el estado liminal caracteriza el ciclo vital de personas transexuales, en este
apartado relataré específicamente las características de la adecuación corporal.
La liminalidad en el proceso de adecuación corporal comienza con la toma de hormonas, la
primera inyección. En este sentido, las hormonas permiten reconocer el comienzo de la
adecuación corporal como el primer avance identitario y como parte de los elementos corporales
que se fijan a partir de ahí en el cuerpo individual de la persona.
La primera testo fue como ¡aaaaaa! Fue como ahora sí. Con la primera que me puse fue
como no hay vuelta atrás, ese fue como ‘avanza no más y no tienes que mirar atrás y no
tienes tiempo para mirar’. Es hoy, y hoy empieza tu vida. (Fco.Emilio)
Es también parte de la liminalidad el proceso de confusión de la identificación social como
hombres o mujeres. La adecuación corporal, en este sentido, se realiza para la incorporación al
entramado social de manera armónica como hombres y mujeres o como dice Vendrell (2009) a
modo asimilacionista. En este sentido, si bien el cuerpo individual realiza las incorporaciones
según las normas del cuerpo social, es también el cuerpo político el que se encarga de regular y
vigilar el proceso. De esta manera, la liminalidad en el proceso de adecuación corporal se
manifiesta en que se es "ambiguo" o "andrógino" físicamente, un sentir individual, pero que
además, se es reconocido así socialmente.
Yo quería inyectarme y tener mi pelo para que no me confundieran. Entonces andaba
súper andrógino, la gente cuando ibas a comprar no sabía a qué probador te mandaban,
y me ponía más incomodo eso. Nunca me gusto ser andrógino. Yo sabía que iba a
26
Como ya se menciono existen elementos del cuerpo identificados como de género con el que no representan y
estos, son los que se intervienen. Estos son identificados como elementos que sobran y no le pertenecen a la
persona: mamas en hombres transexuales y; pene y testículos en mujeres transexuales.
99
encontrarme andrógino, y después con la testo también. Yo sabía que iba a tener una
etapa súper andrógina porque estas cambiando. Todavía no eres ni chicha ni limonada.
No era llegar y ponerme ropa de hombre al tiro, ya, y empezar a salir. (Fco. Emilio)
Los que sucede en general es que la ambigüedad física se manifiesta como un ambigüedad
social. En este sentido, para ser identificado como hombre o mujer, se debe también parecerlo/a
y tener una diferencia marcada. Cualquier aspecto no decisivo deja a la persona en una categoría
estigmatizada, como desacreditado/a, problemática para la identificación externa.
En hombres transexuales existe la necesidad de evitar la ambigüedad y separarse de las mujeres.
Existe molestia con esto, y es por esto mismo que toman el tratamiento hormonal. En el caso de
las mujeres transexuales producto, de que el cambio corporal es más lento, la búsqueda de la
ambigüedad pasa a ser parte del proceso. No es posible corporalmente dejar de ser y parecer para
separarse de los hombres en su totalidad. Por eso mismo, la ambigüedad es deseada: se busca la
confusión. Esta es identificada como un punto a favor en este estado, ya que si bien existe la
duda de lo que se es, ya no se considera como totalmente masculino, que es lo que,
definitivamente, no se es.
No, a veces me tratan de hombre y a veces de mujer. A veces me preguntan "y ¿usted es
hombre o mujer?" y yo le digo "mujer y ¿usted?" Una vez fui a la farmacia y no supo si
decirme si joven o señorita, entonces al final me dijo: ehhhhh ¿en qué le puedo ayudar?
No, generalmente cuando voy a las farmacias me dicen señorita, y cuando eso pasa trato
de poner mi voz más suave. (Kim)
100
En este sentido, el estado liminal tanto para hombres como para mujeres transexuales se vive de
manera diferente. Los cambios físicos e identitarios que se producen en el proceso de adecuación
corporal, como rito en el estado liminal, son susceptibles de ser interpretados como un estado
problemático que no permite que las personas transexuales sean aún considerados hombres o
mujeres, sino un algo intermedio que no es ni hombre ni mujer, o que es mujer y hombre. De ahí
la necesidad de aún más cambios físicos para salir de ese estado.
Un paso a la salida del estado liminal en hombres transexuales se genera con los vellos faciales,
el pelo corto, rasgos faciales más duros y el cambio en la distribución de las grasas, además de la
operación. Cuando no existe confusión social sobre que se es hombre, "parece hombre", lo que
permite que se integren a la sociedad y al espacio social como hombres. En el caso de las
mujeres transexuales, un paso a la salida del estado liminal se genera produciendo cambio de
rasgos faciales "femenizantes", la perdida de vellos y el retardo de crecimiento, además del
cambio de la voz.
En el estado liminal aun no existe cambio legal. Esto conlleva a la explicación constante de “por
qué se parece hombre o mujer físicamente, pero en el carnet se dice que no es así”. La
transexualidad misma, sin el cambio legal, y cambios como la cirugía a nivel social o del
entorno, es identificada como un estado ambiguo: se es pero, a la vez, no se es. Desde el entorno
no se considera hombre o mujer. Mostrar el carnet socialmente, se toma como un robo
identitario, anulación de la persona que está enfrente, no se cree que es la misma persona, es otra,
usualmente se confunde con un hermano o hermana.
101
Mostraba el carnet y decían que era mi hermana, que no le robara el carnet a mi
hermana. Que no lo podía usar si no era mío. Nadie me creía el cambio. Ahí tenía que
explicar que era trans. (Fco. Emilio)
La explicación permanente de que se es trans* posiciona a la persona en la tensión de se es pero
no se es. Lo cual imposibilita una agregación ritual al entramado social según su identidad de
género, y con esto la reafirmación social de que se parece lo que se es.
5.5.3. Estado postliminal, estado de agregación,
El estado postliminal se caracteriza en la adecuación corporal por ser difícil de definir, y es que
el estado liminal es recurrente en todo el proceso de adecuación corporal y posterior a él. En lo
que se refiere al estado postliminal, este comienza luego de realizarse una cirugía y con la
búsqueda del cambio legal hasta el cambio de carnet. Las cirugías, en el caso de los hombres
transexuales, se producen con la mastectomía y, en el caso de las mujeres transexuales, con la
orquidectomía y la creación de una vagina.
En el estado postliminal se produce la agregación de la persona transexual como hombre o como
mujer, y separación de lo que no se es. En este sentido existen dos aspectos: la agregación
individual, la cirugía, que se considera como la tranquilidad de no pertenecer por medio de un no
tener (cuerpo individual); y lo otro, es el aspecto social, el cambio legal y "pasar desapercibido"
como hombre o mujer (cuerpo social y cuerpo político).
102
La salida del estado liminal, y entrada a ser considerados como hombres y mujeres, son las
inscripciones corporales que se realiza de modo definitorio e irreversible: la marca que
representa que se es mujer u hombre. Ya no es sólo necesario los efectos de la terapia hormonal,
sino que se agregan como necesidad que esté acompañado de cirugías especificas -mastectomía y
vaginoplastía-. Son las cirugías las que tienen una mayor significación en la adecuación corporal
como rito, ya que es lo que permite salir del estado individual de liminalidad, y desenvolverse en
los diferentes espacios sociales con la identidad de género y cuerpo con la que la persona se
identifica.
Yo sentía que si no me operaba, me sentía incompleto. Sentía que tomar hormonas me
servía mucho, pero la cirugía era importante para mí. Porque sin cirugía, yo sentía que
no avanzaba nada. Que en cualquier momento podía retroceder todo e iba a quedar
igual, así igual bajándome para siempre. Para mi retroceder, es que iba a volver a ser
mujer. (Chris)
En el estado postiliminal ya se posee el cuerpo acorde para ciertos roles y prácticas. Además se
accede completamente a los espacios identificados como de hombre o mujer. Sin embargo, el
nombre legal es el último paso para finalizar con el rito, y este trae sentimientos encontrados por
el activismo y la invibilización social que se produce producto de la "agregación total" o
asimilación, a lo que es ser mujer y hombre, lo legal. El resultado final del cambio legal es que se
invisibiliza lo trans*: ahora ya se es mujer y hombre. Esto se representa como la legalización de
la identidad de género.
Y voy después a mi casa y le digo a mi mama ‘se murió’, y me pregunta ‘¿quién se
murió’ y yo le digo ‘mi hermana’. Yo decía ‘¿qué hago ahora?, ya soy hombre y ya soy
103
legalmente quién soy?’. Siento que para una persona que hace activismo, y que amaba
locamente cuando me pedían el carnet porque tenía una instancia como para educar a
alguien. En cambio, ahora soy un weón mas. Si, fue cuático. Debería haber sido el mejor
día de mi vida, pero fue cuático, de hecho aún no lo asimilo. Creo que recién me va a
caer la teja cuando lo tenga en la mano. (Fco. Emilio)
Durante este periodo, la incorporación de elementos femeninos, si se es hombre transexual, es
tabú, considerada un retroceso y no es permitido por el entorno social: es mal visto y
desmasculinizante, un punto de retroceso del rito de la adecuación corporal, “como una vuelta a
ser mujer”. En el caso de las mujeres transexuales la incorporación de elementos masculinos es
también limitada por el entorno social –especialmente el familiar-. No obstante, se considera
como positiva desde el entorno público, como parte de la igualdad de la mujer.
Este control de la incorporación de elementos masculinos o femeninos se mantiene incluso
después del rito, como parte del control del cuerpo individual que ejerce el cuerpo político. Es la
sociedad la que se encarga vigilar y limitar lo que se es masculino y femenino, y que se
mantengan los cambios como seres opuestos. En este punto, la desvalorización occidental de lo
que se considera femenino hace que hombres transexuales no deban incorporar los elementos de
lo femenino, puesto que es visto como negativo.
104
5.6. Impactos del proceso de adecuación corporal en la vida social de las personas
transexuales
El impacto del proceso de adecuación corporal lo entenderé como el impacto de la adecuación en
tres espacios identificados por las y los sujetos de estudio: el espacio familiar, el espacio de
amistad y relaciones amorosas, y el espacio público. Estas instancias se configuran como
espacios de reafirmación y validación de la identidad de género, y de las diferentes formas en
que la adecuación corporal ha generado cambios y repercusiones en la vida social de las
personas, y en su contacto y relación con el mundo.
5.6.1. Impacto en la vida familiar.
El asumirse socialmente, por un lado, y el proceso de adecuación corporal, por el otro, son
procesos que las personas transexuales tienden a empezar por medio de la comunicación a los
familiares. Esta acción de “contarle a la familia” propicia, según lo señalado, respuestas diversas.
Los familiares más cercanos tienden a ser los primeros en recepcionar la noticia y en notar la
visualización de los cambios. Es en este sentido este espacio de relaciones familiares se propone
como el primero en que la persona transexual expresa su identidad de género, y pide el respeto
de ella y del nombre social.
Si, fíjate que mi familia materna, que es la que más me relaciono, como que me asumió
súper rápido como mujer. No sé si me verán como mujer, pero me respetan. Y por lo
tanto me siento más libre de tomar el rol. Pero si me hablas desde el aspecto emocional,
no. Con mi mamá, que me afiaté más, nos sentimos las dos igual de mujeres. Como que
hablamos y mi mamá como que se da cuenta que siempre fui mujer cuando le hablo.,
como que ahora lo ve comprendiendo la situación completa. (Magda)
105
Este espacio familiar se transforma en el que se reafirma y valida, o no, la identidad de género de
la persona. Esto posibilita, también, la relación armoniosa con la familia y llevar el proceso de
adecuación corporal con tranquilidad, sin inquietudes que estanquen la realización de la
adecuación corporal.
La familia directa (madres, padres y hermanos) respetan y acompañan a las y los sujetos. No
obstante, los familiares o parte de la familia extendida no acepta, ni reafirma el rol, ni la
identidad de género de la persona, condicionando el contacto rutinario y constante a la
incomodidad del "no nombramiento", invisibilización del él o el ella o, simplemente, la negación
a aceptar, por costumbre o a nivel consciente, el nombre social de la persona.
No, no ha querido cambiar, pero nunca me ha dicho algo ni nada. Es chistoso, porque
cuando me llama a la casa y contesta mi otro abuelo "oye, está tal persona" y me
preguntan por el nombre del carnet, y él dice "si, ella está aquí". Él sabe ¿cachai? Si mi
mamá llama para acá, y pregunta por el Pancho, él sabe a quién tiene que pasarle el
teléfono. (Fco. Emilio)
Esto posiciona a la persona transexual en la identidad estigmatizada: recuerdo constante de la
identidad de género asignada al nacer, la frustración ante la negativa y resistencia constante del
entorno al cambio físico como identitario y como la persona que necesita ayuda, la persona
extraña y enferma -desde un sentido patológico médico y social- y un no capaz de realizar cosas
que antes si podía.
106
Los cambios físicos de la adecuación corporal, a nivel familiar, se transforman en parte de la
prueba o evidencia de que se es hombre o mujer. Estos significan que la acción se está haciendo
efectiva, y que la adecuación corporal es real, que se avanza hacia lo masculino o lo femenino y
el ser hombre o mujer, y que los tratos hacia la persona deben concordar con los cambios físicos
que manifiesta y la identidad que corporalmente representa.
Estos cambios significaba que me iban a empezar a ver como hombre. Que si no hacia
los cambios físicos, nunca me iban a valorar como hombre y nunca me iban a respetar
como un hombre, y eso significó que en mi casa me pudieran ver que ya estoy empezando
algo y que es algo que va a hacer permanente. No es un capricho, y que me van a ver
feliz así. Y van a empezar a darse cuenta que al frente ven un hombre, no una
mujer. (Chris)
Ahí se ha tenido que acostumbrar. Porque a ha tenido que darse cuenta que yo ya no soy
niña, o sea, ya en la calle ya no me puede decir como niña. Van a decir ‘esta señora trata
como niña al joven’. Ella va a pasar la vergüenza. (Fco. Emilio)
Otro aspecto a considerar es que la persona transexual, en el círculo familiar, es considerada
susceptible de ser iniciada en todos los aspectos que significan ser mujer u hombre. En las
mujeres transexuales y los hombres transexuales se traduce a ser iniciados e iniciadas en los
estereotipos de género, como modo de confirmar y reafirmar el género.
En mi otra familia, me pescaron todos mis tíos y yo era el chiche nuevo: ‘oye weón’ y no
sé qué, ‘vamos a un burdel, vamos a pescar o a cazar’. Me lo decían de broma, pero yo
sabía que para ellos eso significa ser hombre, simplemente no los pesqué. Y nunca voy a
107
hacer esas cosas, para mi independiente de sentirme hombre, esas cosas me cargan. Me
carga cazar, me carga pescar y lo del burdel.. obvio que no lo voy a hacer. (Fco. Emilio)
No obstante, estas son cosas que no necesariamente las personas transexuales consideran como
elementos del género, o elementos identitarios que son parte de su persona para incorporar en su
cuerpo. En este sentido, en hombres transexuales se transforma en un "qué hacer", cosas que no
se hicieron porque estaban limitados sólo para hombres; en cambio, para las mujeres se
transforma en un "qué no hacer", cosas que antes podían hacer porque eran hombres y ahora no.
Se supone que no puedo seguir siendo desordenada. Siempre lo he sido, pero para mi
familia las construcciones sociales de género dicen que no puedo hacerlo porque soy una
señorita, ‘las señoritas no hacen esto’. Yo decidí incorporarlo igual, lo encontraba justo,
y como parte de la equidad de género que no existe. Esto es obvio, que es una cosa mía
porque como te construyes sola, y no fuiste socializado como hombre. (Magda)
Desde la familia se posicionan a la mujer como una persona preocupada, y al hombre como un
hombre que no tiene por qué preocuparse por diversas cosas.
No, ahora por ejemplo tendría que pasármela arreglando mi pieza. Las señoritas hacen
eso. No sé si piensan que así me valorarían más o algo así, pero eso es lo que pasa por
sus mentes, lo incómodo es que me lo dicen. (Magda)
Estos elementos, desde la familia, son de un “deber ser” y un “qué hacer”, y son identificados
como elementos del género que la persona, en la adecuación corporal, debe aprender: se debe
aprender a ser mujer u hombre, independiente de las formas de la identidad propia que son
108
particulares a la persona y no necesariamente de género. La persona transexual, tanto hombre
como mujer, desde la familia, debe ser diferente ahora que está en el transito. Esto significa una
limitante en las relaciones familiares, ya que esta es la forma en que se reafirmarían las
identidades con las formas masculinas o femeninas en los términos que la familia establece.
5.6.2. Impacto en las relaciones de amistad y amorosas.
Junto con las familias, las otras personas que empiezan a notar los cambios y las repercusiones
del tratamiento hormonal y cirugías son los amigos, parejas, compañeros de trabajo o de estudio.
En algunos casos, los amigos y amigas fueron las primeras en enterarse del proceso de
incorporación, y actúan como vigilantes de los cambios que dentro del sujeto o sujeta transexual
se producen.
Yo creo que desde que empecé con el cambio estoy igual. Pero hay personas que dicen
que he cambiado mucho mi forma de ser. Que ya no soy la misma persona, que ahora soy
indiferente, que estoy muy metida en mi mundo, que ando enojada todo el día. Bueno eso
era cuando estaba con Novafem. De hecho, una amiga me dice que cambie mucho y ya
no somos amigas. Eso es según ella... no quería que cambiara tanto. (Kim)
Este espacio social se conforma como el espacio de práctica de los roles y la incorporación de los
elementos masculinos o femeninos antes de asumirse socialmente y contarle a la familia.
Es que todo en mi rol cambió cuando me asumí y mis amigos sabían, mis amigas en
realidad, ahí con ellas yo cambie el rol, solo con ellas. Pero yo llegaba a mi casa y
seguía manteniendo mi rol medio aweonao. Pero mi rol cambió así drásticamente, que le
109
conté a todos en mi casa. Ahí mi rol era masculino, no había cosas a medias. (Fco.
Emilio)
En este sentido las y los amigos, además de la pareja, se transforma para los y las sujetos de
estudio en el espacio de validación por sobre otros espacios como el familiar y el público,
mientras que en los otros espacios sin cambio físico no existe una validación y reafirmación del
rol ni de la identidad.
Ellos te van validando, te reafirman y validan lo que tú eres. Eso es súper importante,
porque en realidad ¿qué sacas con reafirmarte tu solo? Si, no estás ‘viendo frutos’ entre
comillas. Creo que recién empezaron a validarme un poco más con el cambio. Mis
amigos no, ellos empezaron a validarme desde el momento que les conté. A pesar de que
igual les costaba y en mi casa, fue como si ‘estamos viendo todo lo que hace, todos sus
cambios, ¿por qué vamos a seguir webiandolo con cosas de minas?’. (Fco. Emilio)
Este, desde la persona transexual, se identifica como un espacio de apoyo durante la adecuación
corporal. Es el único espacio, aparte del familiar, el cual se estima pertinente decir que se es
transexual, es decir, un espacio de confianza e intimo de relaciones personales (con amigos y
amigas) y sexuales (con la pareja). No obstante, también existen amigos y amigas que, producto
de la adecuación corporal, se alejan ya que no están de acuerdo con los cambios que se producen
debido al tratamiento hormonal y, en algunos casos, a las cirugías.
110
5.6.3. Impacto en el espacio público.
Los impactos en la vida pública, el o la sujeto transexual realiza su incorporación al entramado
social, al cuerpo social, en un contexto de patologización y estigmatización respecto a la
transexualidad. De esta manera, adquiere importancia la forma en que los y las sujetos se
presenten en lugares públicos, y se busca una validación del género con que se identifica.
Elementos del género incorporados en los cuerpos de los y las sujetos entrevistados, como la
ropa o el cabello, terminan siendo determinantes en la búsqueda de "pasar" por el entramado
social sin cuestionamiento de la identidad de género y sin la presencia de momentos de
incomodad u hostigamiento.
En este caso, mientras más lejana sea la persona en el entorno de conocidos de la persona
transexual, más se van a evitar estos contactos con esta persona, sobre todo una vez que
comienzan los cambios. Esto es así para no dificultar las relaciones con la familia extendida.
Me ocultaba por la familia, que no se notara por los vecinos. Con los vecinos todavía es
un tema, y no me da el cuero para andar mostrándome así. No salgo de mi casa con
short. Ahora ando con short porque salí súper temprano. Pretendo volver súper tarde o
mañana o ponerme un pantalón que ando trayendo, pero tampoco quiero hacerlo. Con el
tiempo yo sé que voy a empezar a salir a la hora que sea de la casa con short y
polera. (Chris)
En el entorno público es en el comienzo de la toma de hormonas, cuando el cuerpo presenta
ambigüedad tanto en los rasgos faciales como en la forma de vestir de las personas. Esto, desde
111
la persona transexual, los posiciona como la representación más conocida de las diferencias de la
identidad sexual y de género. A los hombres transexuales se los identifica como lesbianas
masculinas, "camionas", y a las mujeres transexuales se las sitúa como "travestis". Este aspecto
interfiere con la incorporación los elementos del género deseados, luego de asumirse, y se espere
un progreso o avance en términos corporales para poder incorporar elementos de lo masculino o
de lo femenino. No se desea la confusión, ya que es otro aspecto que no los identifica ni personal
ni socialmente, todo esto asociado al estigma que existe con las lesbianas masculinas y las
travestis.
Quizás están asumiendo que soy lesbiana, muy camiona. Tampoco siento que yo camine
como camiona ellas caminan de otra forma. Por eso igual, me dicen que no se me nota
ser trans porque cuando yo me paro, me paro normal. Como siempre lo he hecho. No he
adoptado tener un rol más de macho, porque nunca lo he sentido así, ni
necesario. (Chris)
Igual hay trans que están recién comenzando que se ven muy hombre y se visten de
mujer al tiro, y los crucifican como travesti. Entonces no quiero llegar a eso. Por eso yo
quiero usar esta ropa ambigua, para que la gente me identifique como soy sin que mi
ropa este diciendo cosas. Mi ropa no dice si soy una mujer, porque la ropa que llevo la
usan hombres y mujeres. (Kim)
Los cambios físicos de la adecuación corporal posibilitan también que las personas transexuales
se inserten de manera armónica en el entramado social y que accedan a múltiples "espacios de
112
género", que el cuerpo político regula, y que antes no accedieran por pertenecer en la
corporalidad a otro sexo, y que siempre se desearon acceder.
Al baño de mujeres (risas). Bueno, en realidad a todos. A todo lo que siempre quisiste
acceder, a que te digan "señorita". Es más un espacio social que físico sí. A un espacio
que se te respete lo que tú siempre te sentiste. Yo creo que la gente trans como que se
complica al explicarlo, como es algo tan profundo. (Magda)
No obstante, por el activismo de las personas y el sentido de pertenencia con OTD, para los y las
sujetos transexuales, no es necesario decir en cada instancia que se es transexual, y esto es parte
de lo que significa incorporarse como mujer u hombre totalmente. Si no se cambia el nombre
legal se vuelve a visibilizar la asignación de sexo al nacer y su socialización con una identidad
que no lo representan.
Alguien que vaya a algún lado, a sacar tu carnet, y la gente te mire raro, te hagan una
pregunta, y que no quieres explicarles porque no vale la pena explicarle a gente que no
conoces. Lo hago en charlas, pero no lo voy a hacer en la calle o con cualquier persona.
No encuentro que sea mi obligación. Y no define mi valor. Entonces prefiero que conocer
a una persona antes de decirle ‘hola, transexual, mucho gusto’ (Magda)
Declararse homosexual o lesbiana es un acto político similar al de asumirse como transexual. En
este punto, la transexualidad como fenómeno social y cultural, no es totalmente conocido como
la homosexualidad, lo que no permite ser comprensible y genera problemas en las personas
transexuales que aún no han realizado el cambio legal. Los visibiliza estigmatizando y
cuestionando lo que se es y lo que se hace, relacionado a los prejuicios sociales de la
113
patologización psicológica, así como con aquellos estigmas de la diversidad sexual, asociados al
comercio sexual y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y VIH.
El pasar en la sociedad como hombre y mujer es lo que se busca como fin último. Si bien, estas
personas no se identifican como transexuales a secas, si por su activismo tienen un esbozo de
identidad como transexual. La necesidad de decir o no que son transexuales es más una duda
externa que interna o una expresión permanente de su identidad. El pasar en la sociedad como
hombre y mujer es lo que se busca como fin último.
114
6. CONCLUSIONES
Cuando hablamos de adecuación corporal, reconocer experiencias nos ayuda a conceptualizar y
conocer diferentes realidades, pero también a identificar lo que implican aquellas vivencias no
hegemónicas del género y del cuerpo. Esto último tiene como finalidad exponer y desmitificar
experiencias de sujetas y sujetos sociales ocultados en una sociedad que homogeneíza, en el
discurso -siempre de manera intencionada-, géneros y cuerpos, y donde es necesaria una mirada
que se detenga en estos fenómenos invisibilizados. Se busca, a fin de cuentas, posicionar
prácticas, cuerpos e identidades dentro del mapa social, no como situaciones aisladas o poco
recurrentes, sino como parte de la sociedad y del espectro de identidades de esta.
Hablar de mujeres y hombres biológicos, o mujeres y hombres sociales, es hablar de personas sin
entender que estas tienen múltiples dimensiones. Y es que esto último, relacionado con "la
existencia de un verdadero hombre o mujer", o el cuestionamiento de las personas trans como
simuladores y exageradores de género, es no comprender la variabilidad, no sólo de las
identidades, sino también de los cuerpos y las posibilidades de estas. Si bien existen diferencias,
ya que las personas transexuales tienen una socialización base diferente a la de su identidad de
género, que además involucra privilegios y desventajas sociales, todas y todos somos biologicos
y sociales.
En la adecuación corporal se incrustan elementos en el habitus de la persona. Estos elementos
permiten la incorporación y el cambio de estado que la persona transexualidad necesita para
poder vivir su identidad de género. La segunda pubertad, el estar hormonal y las cirugías son
115
espacios de incorporación de la adecuación corporal, y pueden ser en el sentido individual del
género o no, pero siempre es en su sentido social.
La ruptura del sistema sexo-género o del determinismo biológico, como la adecuación corporal,
genera conflicto en el sistema biomédico y de género vigente. Por otro lado, el sistema
sexo/género inscribe en estas partes del cuerpo lo que es femenino o masculino, y es por eso que
son consideradas controversiales: se interviene. Sin embargo es claro que, como afirma Lagarde
(2005), existe una naturalidad cultural a intervenciones en los cuerpos, sobre todo las que se
asocian a lo que es mujer y, yo agrego, a lo que es ser hombre en cuerpos transexuales. Sin
embargo estás son inscripciones de género y al cuerpo de dos aspectos que, en la sociedad, son
culturalmente controversiales si es que no se realiza por funcionalidad y bajo el ojo científico
biomédico. Es por esto mismo que la intervención hormonal y quirúrgica en la adecuación
corporal es vigiladas por médicos y medicas con el fin de realizar el proceso de adecuación
corporal correcto, es decir, el tutelado.
La adecuación corporal modifica la construcción de la identidad de estas personas dando cuenta
de que, además, cambia las nociones de cuerpo y de la identidad de género, especialmente
cuando está asociado al activismo y a una identificación como trans. Y es que, mientras más se
está empoderado o empoderada como personas, menos son las intervenciones en la adecuación
corporal, sobre todo pensando que no todas las operaciones tienen un pronóstico y resultados
beneficiosos en funcionalidad y sensibilidad, especialmente en hombres -además de los riesgos
propios de cada intervención-.
116
Sin embargo, para hombres y mujeres este no es un proceso que se da la misma manera. En el
caso de las mujeres transexuales, la necesidad de fijar el género en su cuerpo con cirugías es más
alta que de los hombres, debido al poco avance y a la dificultad de la feminización hormonal y
los estereotipos femeninos que son más rígidos. En el caso de los hombres la masculinización,
considerando estereotipos menos rígidos y con un mayor avance hormonal, les es más fácil
prescindir de ciertas intervenciones. En este sentido, las diferencias corporales son leídas y
adquieren significado gracias al género. En la lectura de la corporalidad (el cuerpo material) en
personas transexuales, existen cuerpos, o partes del cuerpo, que posibilitan y/o facilitan o no el
transito, y que son considerados como femeninos en cuerpos de macho o masculinos en cuerpos
de hembra, todo esto desde la identificación externa y/o personal del género que apoya la
identificación externa y la agregación ritual al grupo de mujeres o de hombres.
El desarrollo de esta tesis permite sostener dos aspectos relevante en cuanto al significado que
tiene la adecuación corporal en la identidad de personas transexuales: la primera es que el
proceso de adecuación corporal ayuda en la identificación social o externa de la identidad de
género; la segunda es que la adecuación corporal permite la agregación ritual de la persona
transexual en el grupo como mujer u hombre según su identidad de género y no según su
asignación al nacer. Estos dos aspectos son relevantes, tanto para los sujetos y sujetas de estudio
como para su entorno.
Por un lado, el proceso de adecuación corporal es de vital importancia para que exista una
identificación externa de la identidad de género en personas transexuales, ya que socialmente se
considera necesaria una concordancia con el cuerpo e identidad de género. En occidente, esta
117
norma considera al cuerpo como el lugar donde se sitúa el sexo y, debido a que existe una
confusión en occidente del sexo con el género, la correspondencia de ambos factores permite la
identificación del género. De ahí que la adecuación corporal permite no sólo sentir externamente
el cuerpo acorde a un género, sino además pertenecer internamente por medio de incorporaciones
de aspectos anatómicos u hormonales. La identificación externa y tener un cuerpo
correspondiente permite desenvolverse en el género con el cual se identifica y parezca
pertenecer. Esto se configura como la materialización de la identidad de género.
En el cuerpo, las personas transexuales sitúan sobre todo un malestar con lo que "sobra", esto
externo al cuerpo -que no le pertenece- y que, además, confunde y dificulta la identificación
externa de la identidad de género de la persona. Este es un indicador del aspecto social de la
transexualidad, además de ser una dolencia individual. Como seres sociales somos validados, no
sólo individualmente, sino también en sociedad: la identificación externa fortalece la interna. De
uno u otro modo, las incorporaciones corporales se realizan pensando en que exista una clara
representación en el cuerpo del género al que se pertenece, facilitando la identificación externa y
aliviando el malestar individual. Esto está asociado a que el cuerpo en sí, en la sociedad
occidental, produce y es leído en términos de género. Lo que es o no de mujer, y lo que es y no
de hombre, hace que en los cuerpos se reafirme o se cuestione nuestra identidad de género. De
ahí la necesidad de fortalecer, a través de la adecuación corporal, la identidad.
Por otro lado, la adecuación corporal en el contexto de transexualidad surge de la necesidad de
reafirmación y expresión de género que realmente representa a la persona. De ahí la necesidad de
una agregación ritual que no sea sólo personal -que se produce al asumirse como transexual-,
118
sino que social. En este mismo sentido, la hormonización y las cirugías son incorporaciones que
ayudan con la identificación externa pero que, además, necesita del aspecto legal para considerar
una agregación completa. Para cuerpos transexuales estos tienen un valor social y personal
agregado, asociado a la identidad y a la necesidad de incorporar el habitus -como
internalización/externalización de género-. A esto hay que agregar que son sujetos y sujetas con
dolencias sociales, discriminación y de un constante malestar individual producto de su presencia
no-armónica dentro del entramado social, lo cual hace necesaria la agregación en todo aspecto
social para evitar las situaciones de discriminación.
En ese sentido, se reconoce que cada persona busca identificarse con su propio cuerpo. Sin
embargo, además busca ser reconocido socialmente por lo que es. Este aspecto no
necesariamente se da simultáneamente, a pesar de que exista una certeza personal de lo que se es.
El continuo cuestionamiento social por estar sin adecuación corporal deja a la persona en
constante estado de liminalidad, y es este estado el que hace llevar a cabo la adecuación corporal.
El cuerpo, como generador de identidad, tiene la posibilidad de ser “fragmentado”. Esto permite
que los sujetos y sujetas de estudio no consideren "estar atrapado en un cuerpo erróneo", sino que
reconocen algunos elementos anatómicos que no corresponden a su cuerpo, y así, a su identidad
de género. Es por esto que se piensa en qué parte(s) se puede(n) modificar en el propio cuerpo y
seguir siendo la misma persona, ya que la autoidentificación, como hombres o mujeres, siempre
existió. Es por esto mismo que la adecuación corporal afecta en realidad al aspecto social de la
persona transexual, cambiándola, además, de posición social y de HaM o de MaH.
119
7. BIBLIOGRAFÍA
-Aceves, J. (1999). Un enfoque metodológico de las historias de vida. Proposiciones, 29, 1-7.
-Bolin, A. (2003). La transversalidad de género. Contexto cultural y prácticas de género. En
J. N. Nieto, Antropología de la sexualidad y diversidad cultural. Antropología de la
sexualidad y diversidad cultural (pp. 231-259). Madrid: Talasa Ediciones.
-Bourdieu, P. (2007) El sentido práctico. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
-Bourdieu, P. (2010). La Dominación Masculina. Barcelona: Editorial Anagrama.
-Butler, J. (2004). Undoing Gender. New York: Routledge.
-Cabral, M. (S/F). La paradoja Transgénero. Recuperado de
http://www.ciudadaniasexual.org/boletin/b18/articulos.htm#3.
-Cordova, R. (2003). El concepto de habitus de Pierre Bourdieu y aplicación a los
estudios de género. Colección Pedagógica Universitaria, 40, 1-10.
-Cruz, M. A., Reyes, M. J. & Cornejo, M. (2012). Conocimiento situado y el problema de
la subjetividad del investigador/a. Cinta de Moebio, 45, 253-274.
-De Salas, S. et al. 2011. Una guía para la elaboración de estudios de caso. Razón y
Palabra, 75, 1-25.
-Espoz, M. & Ibañez, I. (2009). Tramas hechas cuerpo(s): una estrategia de lectura de las
vivencias de niños/as y jóvenes que habitan "Ciudad de Mis Sueños" En C. Figari
(Ed.), Cuerpos, subjetividades y conflictos: hacia una sociología de los cuerpos y
las emociones desde Latinoamérica (pp. 69-81). Buenos Aires: Ediciones Ciccu.
-Fausto-Sterling, A. (2006). Cuerpos Sexuados: La Política de Género y la Construcción de
la Sexualidad. Barcelona: Editorial Melusina.
120
-Fernández, J. (2003). Habitus y sentido práctico: la recuperación del agente en la obra de
Bourdieu. Cuadernos de Trabajo Social, 16, 7-28.
-Foucault, M. (2003). Historia de la Sexualidad. Vol.1: La Voluntad de Saber. Buenos Aires:
Siglo Veintiuno.
-Goffman, E. (1963). Estigma. Madrid: Amorrortu.
-Harding, J. (1996). The Hormonal Body. Body & Society, 2, 99-111.
-Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. México DF: UNAM
-Lamas, M (2002). Cuerpo: diferencia sexual y género. México: Taurus.
-Le Breton, D. (2002). La sociología del cuerpo. Buenos Aires: Nueva Visión
-Martín, A. 2006. Antropología del género. Cultura, mitos y estereotipos sexuales.
Valencia: Cátedra.
-Mendizábal, N. 2006. “Los componentes del diseño flexible en la investigación cualitativa”. En
I. Vasilachis (Ed.), Estrategias de Investigación cualitativa (pp. 65-105). Barcelona:
Gedisa.
-Ministerio de Salud. (2011). Vía Clínica para la adecuación corporal en personas con
incongruencia entre sexo físico e identidad de género. Recuperado de
http://www.movilh.cl/documentacion/trans/Ord%2057%202988%20Env%C3%AD
a%20v%C3%ADa%20cl%C3%ADnica%20para%20la%20adecuaci%C3%B3n%20
corporal%20en%20personas%20con%20incongruencia-1.pdf.
-Montilla, J. (2008). Las dificultades sociales de las personas transexuales. En Actas del IV
Congreso Estatal Isonomía sobre Identidad de Género vs. Identidad Sexual, 122-131.
121
-Nicholson, L. (2011) La interpretación del concepto género. En S. Tubert (Ed.) Los
Equívocos de un concepto (pp. 253-280). Madrid: Ediciones Cátedra.
-Nieto, J. (2003). Antropología de la Sexualidad y la Diversidad Cultural. Madrid Taasa.
-Pizarro, E. (2014). Análisis de situación de Salud: Atención de Usuarixs trans* en el Hospital
Las Higueras, Talcahuano. Práctica profesional para optar al título de Antropóloga,
Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile.
-Rubio, F. (2009). Aspectos sociológicos de la transexualidad. Nómadas, 21, 1-20.
-Olavarría, J. (2001). Hombres, identidades y violencia de género. Revista de la Academia,
6, pp. 101-127.
-Ozonas, L & Pérez, A. (2005). Notas sobre una práctica metodológica desde una
perspectiva de género. La Aljaba, IX, 196-203.
-Reyes, R. & Eroza, E. (2008). El Cuerpo y las Ciencias Sociales. Revista Pueblos y Fronteras
digital, 1-56.
-Rodríguez, R. (2002). Análisis antropológico de la transexualidad, entre la realidad cultural y la
resistencia social. Anuario de Filosofía, Psicología y Sociología, 5, 239-248.
-Sandoval, C. (2002). Investigación Cualitativa. Bogotá: ICFES.
-Scheper-Hughes, N. & Lock, M. (1987). The Mindful Body: A Prolegomenon to Future
Work in Medical Anthropology. Medical Anthropology Quarterly, 1(1), 6-41.
-Taylor, S.J. & Bogdan, R. (1984). Introducción a los métodos cualitativos de investigación.
Buenos Aires: Paidos.
-Tovillas, P. (2010). Bourdieu: Una introducción. Buenos Aires: Quadrata.
-Van Gennep, A. (1969). Los Ritos de Paso. Madrid: Alianza Editorial.
122
-Vartabedian, J. (S/F). El cuerpo como espejo de las construcciones de género. Una
aproximación
a
la
transexualidad
femenina.
Recuperado
de http://www.antropologia.cat/files/El%20cuerpo%20como%20espejo%2|0de%20las%2
0construcciones%20de%20género.%20Una%20aproximación%20a%20la%20transexuali
dad%20femenina.pdf.
-Velasco, H. (2007). Cuerpo y Espacio. Símbolos y metáforas, representaciones y
expresividad en las culturas. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces.
-Vendrell, J. (2009). ¿Corregir el cuerpo o cambiar el sistema? La transexualidad ante el
orden de género". Sociológica,69, 61-78.
___________. 2012. "Sobre lo trans: aportaciones desde la antropología" Cuicuilco 19
(54): 117-138.
123
8 .ANEXOS
Anexo n°1
124
Anexo n°2
125
Anexo n°3
Anexo n°4
126
127