La Defensa de España y el Flanco Sur

Por Salvador FONTENLA BALLESTA
E
l Plan Estratégico Conjunto (PEC) del año 1995, copió la expresión acuñada por la Alianza en
1991 de la inexistencia de enemigos, porque la OTAN se había quedado sin ellos a causa de la caída
del muro de Berlín y la disolución del Pacto de Varsovia. Haciendo seguidismo del concepto anterior, que era muy bonito para vender a la opinión pública, España pasó a no reconocer ninguna
amenaza y, en consecuencia y desde entonces, la doctrina oficial es que la “amenaza es imprevisible”, para así poder, al menos, justificar los gastos en Defensa y el mantenimiento de unas Fuerzas
Armadas. Pero la amenaza no es imprevisible ni inesperada, al menos a nivel estratégico.
Estamos ante un problema de léxico, porque
una cosa es imprevisible o que no se puede prever, y otra muy diferente imprevisto o no previsto, que proviene de imprevisión o falta de previsión, inadvertencia, irreflexión, según el DRAE
(Diccionario de la Real Academia Española), quizás las faltas más graves en un jefe militar. Porque
hay amenazas que son muy evidentes, como es
el caso de las aspiraciones del Califato Mundial
de reconquistar Al Andalus hechas públicas reiteradamente por Al-Qaeda, y nadie a estas alturas
se toma sus amenazas a la ligera.
La sociedad española no valora suficientemente los niveles de riesgos con los que se
28 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365
enfrenta y seguirá enfrentándose con mayor
intensidad en el futuro. Y lo más importante
para defenderse no es estar amenazado, sino
percibirlo. El general Aranda, en su libro El arte
militar, escribe que no se prepara la guerra sino
una guerra, y este concepto es tan importante
como obvio. Por tanto, no es suficiente tener un
catálogo de capacidades militares para una guerra futurible, abstracta por imprevisible. Hay
que planear y prepararlo para los conflictos probables, a corto, medio y largo plazo. Esa es la
verdadera misión de los jefes militares en la paz
y, como en toda decisión, empeñan su responsabilidad y su prestigio.
Dijo Clemenceau que la guerra es un asunto
muy serio para confiarlo sólo en manos de los
militares, célebre frase que ha tenido amplio eco
en los ambientes antimilitaristas. Tenía toda la
razón, porque las operaciones militares son
sólamente una parte de la guerra, donde el
apoyo social, la economía y la diplomacia tienen mucho que decir. De hecho, la decisión de
comenzar una guerra, dirigirla y ordenar su finalización es eminentemente política. Por esto, y
remedando a Clemenceau, igualmente se
podría decir que la guerra es un asunto lo suficientemente serio para que la preparación de
las capacidades militares y de combate (con
todo lo que ello conlleva) y la conducción de las
operaciones sean de exclusiva responsabilidad
de los militares.
España puede no reconocer oficialmente
tener enemigos, pero hay quien reconoce tener
a España por enemiga. Ningún experto en política internacional duda que el imperialismo califal quiere destruir Occidente y es evidente que
Al-Qaeda pregona la conquista de Al-Andalus,
quizás hasta Asturias o los Pirineos, y no parece que sea asunto para tomárselo en broma. El
califato mundial nos amenaza directamente,
según sus líderes manifiestan públicamente, con
la anexión de territorios por fases:
• 1ª Fase: Liberar los territorios islámicos
actualmente ocupados por los EEUU y sus
aliados (entre los que estamos nosotros).
Incluye Arabia Saudí, considerado un estado
sumiso.
• 2ª Fase: Liberar las naciones dirigidas por
regímenes considerados laicos, corruptos,
generalmente prooccidentales o apoyados
por Occidente.
• 3ª Fase: Liberar todos los territorios que han
estado en algún momento bajo soberanía de
los musulmanes, entre los que está AlAndalus y, como no, Ceuta, Melilla e islas
adyacentes.
Conforme vayan cayendo territorios bajo su
dominio, irán imponiéndoles su religión (prohibiendo las otras), sistema jurídico, la lengua
árabe como sagrada del Corán y sus formas de
vida. A sus habitantes sólamente les quedará
como alternativas la sumisión o el éxodo.
El correcto empleo del
vocablo terrorismo
El concepto de terrorismo que hemos adoptado recientemente, por mimetismo con el estadounidense, no es correcto, porque cuando los
EEUU preconizan la lucha contra el terrorismo,
es para desprestigiar a sus adversarios y lo hace
contra organizaciones y estados terroristas para
poder atacarlos (Afganistán o Iraq) o amenazarlos militarmente (Irán, Siria y Corea del Norte).
Pero nuestro problema es de tipo delincuente y,
por tanto, eminentemente policial. Confundir
ambos conceptos en España es dar a los terroristas nacionales y extranjeros, de facto y ante la
opinión pública nacional e internacional, el
carácter de beligerantes.
Se ha puesto también de moda considerar el
terrorismo como una amenaza. El terrorismo
no es una amenaza militar. En realidad, como
su propio nombre indica es más psicológica que
material. Los efectos, aunque espectaculares y
de gran difusión mediática, son totalmente asumibles por una nación y muchas veces inferiores a los daños causados por accidentes de tráfico y laborales desde el punto de vista material,
pero están dirigidos a la psicología adormecida
y acomodaticia de la retaguardia, verdadero
centro de gravedad de las sociedades occidentales. El empleo de los vocablos terrorista y terrorismo para las operaciones militares en el exterior ha dado la paradoja de la intervención de la
justicia penal nacional en los teatros de operaciones exteriores.
Es un grave error usar el vocablo islamismo
para designar esta amenaza, aunque sea con los
adjetivos calificativos de radical o integrista a los
que nos estamos refiriendo. El DRAE define
islamismo como conjunto de dogmas y preceptos morales que constituyen la religión de
Mahoma; radical como partidario de reformas
extremas; y radicalismo como conjunto de ideas
y doctrinas que pretenden reformar total o parcialmente el orden político, científico, moral y
aun religioso. Estas reformas pueden ser buenas
o malas y, de hecho, hay partidos políticos de
algunas naciones que se autodenominan radicales. Cada individuo tiene derecho a sentir su
religión con la intensidad y pureza que desee, y
ser partidario de las reformas que considere
oportunas.
Emplear los términos islamismo radical o integrismo islámico ofende la sensibilidad de todos
los musulmanes y contrapone el Islam contra
otras religiones, que es uno de los objetivos pretendidos por los líderes de Califato Mundial, buscando el efecto de acción-reacción. El problema
no es religioso, sino de nivel político, que emplea
la religión como pretexto y como instrumento,
transformando los conflictos políticos en guerras
de religión. Califato Mundial es como ellos
mismo denominan a su ambición imperialista,
nombre que es coreado por millones de manifestantes desde el Magreb a la India, que pretenden
su restablecimiento, es decir, la unificación de los
territorios islámicos o que alguna vez lo fueron,
regidos por la ley sharia.
La evolución de
la Quinta Columna
La amenaza de la Quinta Columna califal ha
tenido dos fases en España:
• La primera de diseño, financiada exteriormente, costosa, y de escasos resultados. El
PEC de 2003 advertía que la instalación
sutil, lenta pero ininterrumpida, de personal
procedente del otro lado de la frontera y la
adquisición de bienes y propiedades dentro
de nuestro territorio pueden dar lugar a
situaciones difíciles y a la aparición de irredentismos. Ponía como ejemplo el caso de
Kosovo. Es lo que popularmente se conoce
365 Fuerzas de Defensa y Seguridad 29
como la Marcha de la Tortuga. En algunas
ciudades paradigmáticas se limitaban a
hacer reclamaciones sobre edificios significativos (antiguas mezquitas, sin percatarse que
debajo están los cimientos de una basílica
cristiana), fiestas simbólicas (moros y cristianos la toma de Granada), excavaciones
arqueológicas de necrópolis medievales, etc.
• La segunda fase, no prevista en la anterior,
se desencadena con la emigración masiva,
principalmente desde el otro lado del
Estrecho. Financieramente no tiene costos y
es más fácil que provoque desarraigo y agravios comparativos, masa crítica fácil de captar adeptos para la subversión, como anteriormente pasó con las aglomeraciones de
obreros, desarraigados de sus familias y tradiciones, campo abonado para que prendieran las semillas subversivas de todo tipo.
La inmigración magrebí esta favorecida
desde el poder, para aliviar la presión demográfica, tener importantes ingresos de divisas y ser
una válvula de seguridad, con la salida de los
individuos más conflictivos. Actualmente la
situación se ha agravado, no sólo en los territorios españoles del Norte de África y en
Canarias, sino incluso en la Península. No se
sabe el número de magrebíes ilegales que hay,
estimándose en más de 700.000, ni el de
musulmanes de otras nacionalidades, pero los
cálculos más optimistas los cifran en otros
100.000. Pero, además:
• Una encuesta reciente realizada entre la
comunidad musulmana en España, el 5 por
ciento (40.000) apoya a la Yihad, y de estos
un 10 por ciento está dispuesto a colaborar
activamente (4.000).
• La falta de control real sobre su distribución
y organización social, no son una garantía de
seguridad. Muchos de los líderes religiosos y
sociales más radicales precisamente han
emigrado ante la persecución política y policial en su país.
• La falta de integración de estas comunidades
es manifiesta incluso en los inmigrantes
legales. Así, se han dado casos de muyahidines de 2ª y 3ª generación de inmigrantes en
Canadá y aquí tenemos el caso de Ceuta,
que, pese a su exigua población, ha dado
proporcionalmente un buen número de
muyahidines y terroristas. El primer caso de
deserción en las Fuerzas Regulares se dio en
1912, en la guerra del Kert, recién creadas,
con un soldado que lo hizo con armas y
municiones y disparó sobre fuerzas propias.
Había vivido y trabajado en Melilla y era
considerado por su comportamiento más
europeo que rifeño. Sin embargo el motivo
de su conducta fue las predicaciones que el
cabecilla rebelde y líder religioso Mizzian diri30 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365
gía a los soldados indígenas. Caso reciente
es el de los ocho terroristas procesados en
Londres por intentar volar unos aviones de
pasajeros, ciudadanos británicos nacidos y
educados en Gran Bretaña. Estos ejemplos
demuestran lo sensibles que pueden ser los
ciudadanos occidentales a la llamada utópica
del Califato, como antaño lo fueron otros al
comunismo.
Marruecos
Marruecos sigue reivindicando oficialmente
territorios españoles, con constantes alusiones
a Ceuta y Melilla, pues no ha desistido al Gran
Magreb, cuyo mapa está situado en el salón del
trono; y la historia demuestra que desde su
independencia ha realizado cuatros agresiones
en fuerza contra territorios bajo dominio español (Ifni en 1956, Sahara en 1960 y 1975 e Isla
Perejil en 2002). Es, además, muy sintomático
que los internautas marroquíes hayan cambiado
sus preferencias en las búsquedas en Internet y,
en pocos años, ha pasado de ser el sexo lo más
buscado a la Yihad.
Es muy importante, aunque difícil para un
occidental, bien sea de clase media, intelectual o
dirigente, comprender bien la psicología tan especial del magrebí, individualmente y como nación.
Es obsequioso, que no se puede confundir con la
amistad; su filosofía consiste pedir constantemente, regatear sin tregua; y ofrecer pero sin sentirse
deudor, sino no es por obligación.
Marruecos ha conseguido alguna ventaja en
todas sus agresiones. Incluso en el caso de la
Isla de Perejil ha conseguido que pasara de ser
territorio español, sin limitaciones de ningún
tipo, a que –por escrito– que ningún ciudadano
español la pise ni ondee la bandera de España,
es decir, ha conseguido de iure que sea un terreno neutral, al no poder ejercer ningún derecho
de soberanía. El concepto de terreno neutral es
muy diferente entre ambas naciones, como es el
ejemplo de las franjas neutrales de Ceuta y
Melilla, ocupadas por Marruecos, y del Peñón
de Gibraltar ocupada por Gran Bretaña. Otra
lección que se deduce de las agresiones a españoles es que nuestro país tiene que resolver sus
problemas de defensa sin esperar que nos los
resuelvan desde fuera, so pena de ingresar en el
grupo de naciones plañideras.
Las pretensiones expansionistas sobre territorios españoles tampoco serían otras con un
cambio de régimen en Marruecos, que vive una
situación de inestabilidad interior causada por:
• Crecimiento demográfico, que duplica la
población cada 20 años: a Marruecos no le
interesa controlar la oleada de emigración
hacia España, pues le sirve de válvula de alivio de la presión interna y, gracias a ella, se
libera de los más descontentos social y políticamente.
• Sistema económico anacrónico: cada vez la
diferencia entre pobres y ricos es mayor,
aumentando el resentimiento social.
• La difusión y arraigo de las doctrinas wahabíes, de origen saudí y patrocinadoras de AlQaeda. Se considera que actualmente el 30
por ciento del islam marroquí está fuera del
control de la Casa Real y la mitad de la
población es simpatizante de Al-Qaeda.
• Si efectivamente hay un cambio de régimen,
más acorde con las doctrinas del Califato
Mundial, sería perjudicial para España.
También debe ser consciente que la política
de confrontación no le debe servir para consolidar el poder sino todo lo contrario, porque tiene mucho más que perder que ganar.
Desde la ribera Sur del Estrecho de Gibraltar
pueden provenir amenazas, previsibles a corto
y medio plazo, que afecten directa o indirectamente a los siguientes factores de la seguridad
nacional:
• Afectar negativamente a la economía nacional.
Si se produjera una crisis política y social
afectaría directamente a las inversiones
españolas en Marruecos, y puede provocar
una ola masiva de refugiados, de los que
nuestra nación sería la principal receptora,
perjudicando seriamente al sector turístico
de Ceuta, Melilla y a toda la costa andaluza.
• Cortar los recursos energéticos que provienen del Magreb.
De Marruecos y del Sahara proceden el 80
por ciento de los fosfatos que consumimos y
de Argelia el 60 por ciento del gas. La interferencia de estas vías de abastecimiento se
puede realizar en los centros de producción
o en los tramos terrestres y marinos de los
gasoductos.
• Introducción masiva de drogas.
Marruecos tolera, si no promociona, la producción de hachís en la zona de Ketama
(Rif), donde el cultivo de grifa está cada vez
más extendido.
• Atentar contra la vida y seguridad de ciudadanos españoles.
Se trata de acciones terroristas sobre ciudadanos españoles, bien como consecuencia
de actos, como fue el caso de Marrakech
sobre turistas o el de la Casa de España en
Casablanca; o como consecuencia de una
crisis social con violencia callejera indiscriminada contra extranjeros, y particularmente
sobre la colonia española.
• Atentar contra la integridad territorial de
España.
Marruecos mantiene reclamaciones territoriales sobre Ceuta, Melilla, islas y peñones
españoles situados sobre la ribera Sur del
Estrecho de Gibraltar. La historia reciente
demuestra que no ha dudado en utilizar la
fuerza, cuando ha considerado la situación
favorable: Ifni-Sahara (1956), Sahara (1975)
y Perejil (2002), siempre con resultados favorables. Las citadas reclamaciones ya constituyen en sí un acto formal de hostilidad, aunque actualmente es un instrumento diplomático de presión, hábilmente utilizado según
los intereses marroquíes. Hay que tener en
cuenta que a ese país le corresponde la iniciativa para poner en marcha la acción, en
cuyo caso escogerá el momento más favorable a sus intereses y más inoportuno para
nosotros.
32 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365
Por si hubiera duda para algún cándido,
Abdelatif Filali, dos veces embajador de
Marruecos en España, dos veces ministro de
Asuntos Exteriores marroquí, jefe de Gobierno
con Hassan II y profundo conocedor de España,
acaba de publicar sus memorias y de ellas se
extraen estos párrafos literales que se comentan
por si mismos: Marruecos debe tomar la decisión que se impone: cortar las relaciones con
España. Y continúa: No se si esta fórmula (la
Marcha Verde) puede plantearse para recuperar
el Norte, pero Marruecos no puede seguir de
brazos cruzados ante este desafío a su unidad
territorial. Sobre el presidente del Gobierno
español, Rodríguez Zapatero, afirma que ha
arruinado las perspectivas de una sincera colaboración con España.
Balance de fuerzas
Los balances de fuerzas se hacen generalmente comparando presupuestos, estructuras
orgánicas y, sobre todo, medios, principalmente aviones, buques, carros de combate y cañones. Hacer valoraciones estratégicas solamente
con esos parámetros es desconocer que la guerra es un negocio mucho más complejo y hay
numerosos ejemplos históricos modernos que
lo confirman, como fue el caso de las confrontaciones de Israel con los países árabes de
1967 y 1973 o la capacidad de resistencia de
las guerrillas en Iraq o Afganistán, frente a la
que tuvo el Ejército iraquí de Sadam Husein.
Las capacidades militares y, sobre todo, las de
combate son mucho más que un simple catálogo de medios materiales.
Pensar que el balance militar de fuerzas es
favorable a España, teniendo en cuenta sólamente valores materiales, es un grave error. No
sería válido para un choque entre ambos ejércitos, donde otros factores deben ser tenidos en
cuenta, según los principios fundamentales del
arte de la guerra, y menos para una confrontación localizada y de hechos consumados.
El profesor Jordán (2004) considera que un
conflicto armado nuestro en la ribera Sur sería
fundamentalmente aeronaval, exceptuando, por
supuesto, Ceuta y Melilla, y en ese caso la
balanza se inclina a favor de España, aunque no
se puede hablar de una superioridad desmesurada de nuestras FAS. De estas aseveraciones
se extrae la conclusión de que si hubiera un
golpe de mano sobre nuestros territorios africanos sería eminente, o exclusivamente, terrestre.
Los confrontaciones anteriores con Marruecos (Ifni, Sahara y Perejil) no fueron entre las
Fuerzas Armadas de ambas naciones, sino muy
localizadas geográficamente, en tiempo y en los
medios empeñados. En dichas acciones primaron la oportunidad, la sorpresa y la política de
hechos consumados. Las fuerzas terrestres
marroquíes pueden ser fácilmente superiores en
número a las de guarnición en Melilla y Ceuta,
contar con las ventajas de la sorpresa, de la que
son expertos consumados, y actuar desde territorio propio. De hecho es fácil, de rápida ejecución (cuestión de horas) y muy discreto trasladar
a la zona unidades de entidad de batallón y realizar infiltraciones para acciones de hostigamiento y psicológicas.
Es bien conocido (Jordán, 2004, pág. 134)
que los sucesivos, y a veces espectaculares,
recortes en los presupuestos de defensa de
España han resentido el adiestramiento de sus
Balance militar entre Marruecos y España en 1999
Unidades
de maniobra
BRIAC
BRIMZ
BRIPAC
BRIL
BRICZM
BRCAC
BRIMAR
RI
BIAT
BCZM
BIM
BIS
GEB
Unidades de apoyo
de fuego
MACTAE
GACA ATP
GACA
GAAA
GrLz
Fuerzas navales
Portaaviones
Fragatas
Corbetas
Lanchas lanzamisiles
Patrulleras
Buques anfibios
Submarinos
Contraminas
Aviones
Combate
Transporte
Guerra electrónica
Patrulla marítima
3
2
1
0
0
0
8
2
1
3
37
10
España
1
2
1
3
1
1
1
5
0
0
0
0
0
0
12
3
1
3
1
4
8
8
1
(3)
1 + (3)
4
17
4
0
0
1
11
6
0
6
4
8
18
82
18
3
0
188
35
6
7
Marruecos
Presupuesto de Defensa
Millones $
Armamento terrestre
CC
CCL
VR
VCI
Cañones de campaña
Cañones antiaéreos
PT MAA
PT MCC
Helicópteros
Marruecos
1.700
554
100
344
900
357
425
107
720
112
España
5.800
775
0
340
1.274
1.274
604
163
670
213
Fuerzas Armadas, se han reducido las jornadas
de maniobras y los días de mar. El mismo autor
considera que la amenaza del Sur es poco creíble desde el punto de vista de las capacidades
militares, con la salvedad de una acción armada
contra Ceuta y Melilla. ¿Le parece poco? Y
para remachar el clavo, afirma que las alianzas
de la OTAN proyectan sobre nuestro país una
cobertura militar inigualable, salvo el caso de
Ceuta y Melilla. La política de Seguridad y
Defensa de la UE (Unión Europea) sí contempla
que la agresión a uno de sus miembros es una
agresión a todos, pero no tiene desarrollada
ninguna política de defensa común y la intervención de cada nación no sería automática. Su
oportunidad y entidad dependerá de la voluntad
política para cada situación concreta.
Se adjunta un balance militar entre Marruecos
y España, elaborado con datos del año 1999
(Jordan, 2004) y por Internet. La simple inspección de la tabla da una idea de la dificultad de
comparar datos no siempre homogéneos, además que no es siempre posible conocer los materiales que se dispone, ni su grado de operatividad
o el grado de cobertura de las unidades de
maniobra, en personal y material. A pesar que
los datos se pueden considerar anticuados, sirve
de base para realizar algunas matizaciones y consideraciones tácticas:
• El presupuesto de defensa español es cuatro
veces superior al marroquí. Sin embargo,
nuestras Fuerzas Armadas son materialmente sólo algo superiores y con salvedades que
se comentarán a continuación. La justificación habrá que buscarla en una mejor gestión del gasto o que éste sea menor en órganos administrativos centrales y grandes cuarteles generales.
• La supuesta superioridad en medios es válida
para la Armada y la Aviación, pero no está
clara en Fuerzas Terrestres, que parecen
familiares o algo inferiores las españolas.
• Las FAS marroquíes no tienen un mando
conjunto, excepto en el Sahara, y sus brigadas no pueden considerarse como grandes
unidades desde el punto de vista de la doc-
365 Fuerzas de Defensa y Seguridad 33
•
•
•
•
•
trina occidental, lo que aparentemente limita
sus capacidades de combate. Sin embargo,
esta estructura le permite actuar con la más
absoluta sorpresa, porque las órdenes (como
pasó en la crisis de Perejil) puede ser dadas
desde las más altas instancias directamente a
la unidad ejecutante. Y de sus capacidades
de combate ya lo hemos sufrido suficiente y
reiteradamente en nuestras carnes como
para ponerlas en duda.
Marruecos se ha dotado de 100 carros de
combate T-72B, dotados de un cañón de
125 mm., que fue ideado para hacer frente
a los M-60 y se consideran superiores a
estos, pero inferiores a los Leopardo.
Destacamos el despliegue de dos batallones
de su Infantería de Marina en Alhucemas,
uno de Sector en Nador y dos en Uxda.
La balanza aeronaval se inclina del lado español, gracias a los submarinos y al portahelicópteros. Es impensable que se decidieran
por una confrontación de esta naturaleza,
que ninguna ventaja territorial, estratégica o
táctica les reportaría. La finalización de la
construcción de una base naval en
Alcazarseguer cambia el balance actual de
fuerzas aeronavales y de inteligencia en el
Estrecho de Gibraltar. Dista en línea recta 20
km. de Ceuta, 18 de Tarifa, 36 del Peñón de
Gibraltar y 100 de la base española de Rota.
Marruecos ha adquirido tres fragatas francesas lanzamisiles tipo Floreal, dotadas con un
helicóptero Panther armado con lanzamisiles. Las nuevas patrulleras galas son también
lanzamisiles, de una gran capacidad ofensiva
La compra de misiles antibuque Exocet, con
un alcance mínimo de 40 km., considerando
que ni el Frente Polisario ni Argelia tienen
efectivos navales para justificarlos y es tan
eficaz contra blancos navales, tiene como
destino la defensa de sus costas y el control
del Estrecho de Gibraltar.
• La reciente compra a Arabia Saudí de diez o
quince helicópteros de ataque Apache.
• Resalta la escasez de medios antiaéreos
marroquíes, eminentemente defensivos,
aunque recientemente reforzados con misiles
SAM-7 para baja cota, similar al Stinger, de
manejo sencillo y singular eficacia.
Conclusiones
El modelo estratégico viene impuesto por
la geografía y la geopolítica. La situación del
primero de estos factores es prácticamente
inalterable y el segundo evoluciona con la historia. En consecuencia, no puede cambiar el
modelo estratégico con cada Gobierno o
ministro de Defensa, sino cuando se altere la
situación geopolítica. Toda nación debe tener
definida su estrategia de defensa. España
debe basarla y planearla sobre la base de los
recursos nacionales propios. Nuestra política
de defensa en el flanco Sur se tiene que asentar en dos pilares básicos, la disuasión y la
cooperación, y los dos son absolutamente
imprescindibles. Es mucho más rentable,
desde todos los puntos de vista, persuadir que
combatir. Nuestro campo de batalla preferido
debe ser la disuasión, que para que sea eficaz
tiene que ser creíble.
La disuasión consiste en tener capacidades de combate disponibles y visibles para
hacer frente a agresiones por sorpresa, fuerzas de reacción para apoyarlas de forma
oportuna, sostener el esfuerzo militar, restaurar la situación y quebrantar las capacidades
ofensivas enemigas. La percepción de debilidad, en medios y en voluntad de lucha, aunque sea falsa, favorece las políticas de agresiones y de hechos consumados. Los tratadis-
Bibliografía
Fontenla Ballesata, Salvador; 2007; Los
campos de batalla del futuro; Lorca.
Jordán, Javier; 2004; El Magreb en la
política de defensa española; Ceuta.
Klein, León; 2002; El enemigo del Sur;
Barcelona.
Ministerio de Defensa; 2000; Libro blanco de la Defensa, Madrid.
2003; Revisión estratégica de la
Defensa; Madrid.
34 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365
tas de ciencias políticas nacionales reconocen
(Jordan, 2004, 187) que la española de
disuasión con respecto al Magreb no es completamente suficiente ni creíble y la retirada
de fuerzas de las poblaciones en el Norte de
África pueden dar aliento a las reclamaciones
sobre las mismas.
Es un craso error, propio de estrategas de
café, y que ningún militar con elementales
conocimientos de su arte puede admitir, considerar que los territorios españoles en territorio
africano se pueden defender desde la Península,
porque, según la experiencia y el sentido
común, una agresión para su ocupación no
sería mediante una batalla aeronaval, sino con
un golpe de mano, que por definición incluye la
sorpresa. Las posibles represalias no doblegarían la voluntad de ocupación, en el caso que
fuera permitida por nuestros aliados, y una operación anfibia de reconquista por la fuerza no es
viable con las capacidades actuales.
pos ministeriales y por la pugna de cara a los
presupuestos entre los Ejércitos. En 1980 fue
considerado el centro de gravedad del planeamiento estratégico español. En octubre de
1985 se aprobó el PEC, introduciéndose respecto a la definición del Eje una novedad: de los
tres elementos que lo componen, el Estrecho es
sustituido por la Península, por lo que queda
definido como Baleares-Península-Canarias.
En 1992 deja de existir el eje estratégico y el
territorio peninsular le sustituye como elemento
fundamental, imponiéndose una visión puramente terrestre sobre la anterior, considerada
eminentemente aeronaval. La nueva DDN
(Directiva de Defensa Nacional) 01/92, primera
que se difundió sin restricciones, no incluye ni
una sola referencia al Estrecho, ni mucho
menos al Eje Estratégico. Es por todo ello que
desaparecen de las DDN y de los Planes
Conjuntos de Operaciones las referencias hacia
el Norte de África y la zona del Estrecho, a
pesar que, al producirse la 2ª Guerra del Golfo
de 2003: El centro de gravedad de nuestra
estrategia es la zona del estrecho de Gibraltar
con sus accesos prolongados hasta las islas
Baleares y las Canarias. Pero en la DDN 01/96
siguen sin aparecer citado ni el Estrecho ni sus
zonas de influencia. El establecimiento de la
base naval marroquí en Alcazarseguer, a sólo
20 km. de Ceuta y operativa dentro de tres
años, resalta con toda su crudeza la importancia estratégica de la zona.
Se considera fundamental que el eje estratégico
Canarias-Gibraltar-Baleares se mantenga, reformule y consolide como exigencia estratégica de primer
orden para España, por las siguientes razones:
• Control de forma efectiva los accesos y del
paso del Estrecho, favorecido por las actuales capacidades de reacción de la tierra
sobre la mar.
• Asegurar el abastecimiento de los gasoductos
magrebíes, que entran por Tarifa y Almería.
• Constituir una barrera eficaz contra la inmigración incontrolada
El eje estratégico
Baleares-Estrecho
de Gibraltar-Canarias
El eje estratégico Baleares-Estrecho de
Gibraltar-Canarias es un ejemplo de los vaivenes estratégicos causados por cambios de equi• Constituir una barrera eficaz contra la expansión del imperialismo califal.
• Impedir el tráfico de drogas: Marruecos
tolera, si no promociona, la producción
Siglas
(ocupación de Kuwait por parte de Irak y subsiguiente Operación Tormenta del Desierto), el
Estrecho de Gibraltar apareció como una zona
estratégica de primer orden, a través de la cual
pudo abastecerse a las tropas de los EEUU, con
el inestimable apoyo de España.
En 1996, con el cambio de Gobierno, vuelve a adquirir relevancia, apareciendo destacado
en las declaraciones de los responsables políticos y citado expresamente en el Libro Blanco
de la Defensa 2000 y en la Revisión Estratégica
36 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365
BCZM: Batallón de Cazadores de Montaña.
BIAT: Batallón de Infantería Aerotransportable.
BIM: Batallón de Infantería de Marina.
BIS: Batallón de Infantería de Sector.
BRIAC: Brigada de Infantería Acorazada.
BRIL: Brigada de Infantería Ligera.
BRIMAR: Brigada de Infantería de Marina.
BRIMZ: Brigada de Infantería de Cazadores
de Montaña
BRIPAC: Brigada de Infantería Paracaidista.
BRCAC: Brigada de Caballería Acorazada.
CC: Carro de Combate.
CCL: Carro de Combate Ligero.
GAAA: Grupo de Artillería Antiaérea
GACA: Grupo de Artillería de Campaña.
GACA ATP: Grupo de Artillería de Campaña
Autopropulsada.
GEB: Grupo de Escuadrones Blindados
GrLz: Grupo de Lanzacohetes.
MACTAE: Mando de Artillería de Costa del
Estrecho.
MCC: Misil Contracarro.
MAA: Misil Antiaéreo.
PT: Puesto de Tiro.
RI: Regimiento de Infantería.
VCI: Vehículo de Combate de Infantería.
VR: Vehículo de Reconocimiento.
de hachís en la zona de Ketama (Rif),
donde el cultivo de grifa está cada vez
más extendido.
• Velar por las riquezas submarinas de la zona,
tanto de recursos pesqueros, energéticos y
del patrimonio que encierran los pecios hundidos durante siglos.
• Contribuir a la recuperación de la soberanía
sobre el Peñón de Gibraltar, que constituye
un interés de primer orden según el PEC,
porque es una limitación al ejercicio de la
soberanía.
Este eje requiere un mando militar único y
exclusivo, al menos del nivel operacional. Si
Baleares-Estrecho de Gibraltar-Canarias lleva el
esfuerzo principal, es aconsejable definir un eje
complementario, que bien puede ser el de
Argelia y Sahara Occidental:
• De Argelia procede el 60 por ciento del gas
y del Sahara casi el 80 de los fosfatos.
• Ambas naciones están amenazadas por el
expansionismo califal, que no toleran nacio-
nes independientes ni sistemas de gobiernos
laicos.
• La República Democrática del Sahara, no
tendría porvenir dentro de una Argelia domi-
nada por el Califato Mundial, y su situación
ya es desesperada, pues afronta problemas
internos y la capacidad de resistencia de los
saharauis es difícil que dure 30 años más.
• Tenemos, a pesar de todo, un deber moral
con el pueblo saharaui, de los que muchos
tienen o pueden optar a la nacionalidad
española. „
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