Cuba - Juventud Rebelde

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NACIONAL
SÁBADO
06 DE FEBRERO DE 2016
juventud rebelde
La adelantada
Todavía florecen las palabras con las que Ana Betancourt, de quien este 7 de febrero se recuerdan los 115 años
de su fallecimiento, saltó a la historia de Cuba con su llamado a la emancipación de la mujer
por MARÍA DELYS CRUZ PALENZUELA y
YAHILY HERNÁNDEZ PORTO
[email protected]
CAMAGÜEY.— Por años, la figura de Ana
María Betancourt Agramonte se ha erigido
como la que, adelantada en el tiempo, proclamó la igualdad de la mujer en la sociedad.
Alrededor de esta figura se ha incurrido
en desaciertos históricos. Incluso, se marcó como fecha de su nacimiento el 14 de
diciembre de 1832, por un error de lectura
de quien entonces transcribió del libro 16
de bautismos de blancos, folio 116 vuelto,
No. 427, de la Iglesia Parroquial Mayor de
la ciudad de Santa María del Puerto del
Príncipe. Realmente se lee que nació el 14
de enero de 1833, mientras su fallecimiento ocurrió hace 115 años un 7 de
febrero.
A menudo se ha considerado que leyó o
pronunció su proclama emancipadora en la
Asamblea de Guáimaro, de lo cual no hay
constancia en el acta. En ese documento
no figura su presencia, ni la de su esposo,
Ignacio Mora de la Pera. Tampoco existe constancia histórica de que estuviera en la reunión preliminar para organizar la Asamblea.
Algunos historiadores apuntan que Ana,
animada por el esposo y los compañeros
de causa Moralitos y Antonio Zambrana,
quien sí era delegado, presentó una petición a la Cámara, la cual leyó su amigo
Ignacio Agramonte. En ella solicitaba que
tan pronto como estuviese establecida la
República, concediesen a las féminas los
derechos de los que eran acreedoras.
Otros investigadores señalan que en un
acto celebrado a poca distancia del lugar
donde se reunían los representantes, ella
exhortó a los legisladores a igualar los derechos de las mujeres con los hombres.
La verdad sobre este asunto está descrita por ella misma en una carta que remitió a su sobrino Manuel de Quesada, redactada mucho tiempo después del acontecimiento. Le comenta en la misiva que, cuatro días después de proclamada la Constitución de la República, el 10 de abril de
1869: «Por la noche hablé en un meeting:
pocas palabras que se perdieron en el atronador ruido de los aplausos, creo que fueron poco más o menos las siguientes: Ciudadanos: la mujer en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora hermosa, en que una revolución nueva rompe su yugo y le desata las
alas.
«Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la
cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del
color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer».
A esta gran cubana se le denomina en
ocasiones como Ana Betancourt de Mora,
por ser costumbre de la época la adopción
del apellido del cónyuge como el segundo.
Incluso, en la actualidad hay países donde
se asume únicamente el del esposo. Pero
sí fue ella la mujer que en Cuba abrió el camino de la emancipación. Lo primero entonces era la defensa de la identidad propia,
de ahí que siempre utilizó el nombre con el
que fue bautizada: Ana María Betancourt
Agramonte.
Ana María Betancourt Agramonte recibirá este domingo el homenaje del pueblo de Guáimaro y de las mujeres camagüeyanas, en acto solemne
en el mausoleo que guarda sus restos, en el sitio aledaño al Museo de la Constitución.
CONSAGRARLE MI VIDA A MI PATRIA
Ana recibió como cualquier joven de la
época, y de familia acomodada, la instrucción correspondiente de religión y manualidades de costura, bordado, tejido, música y
de economía doméstica. Aunque se distinguió por su vivacidad, fue a partir de su
casamiento con el abogado Ignacio Mora
de la Pera, el 17 de agosto de 1854, cuando su vida tomó un giro ignorado para
muchas mujeres de la época. Su esposo,
hombre de gran cultura y profundas ideas,
la ayudó a emanciparse de la ignorancia y
rezagos que imponía la educación de aquel
entonces.
Mora le enseñó idiomas, gramática e
historia, y aunque la joven de tan solo 21
años de edad no tenía al casarse una educación universitaria, adquirió muchos conocimientos junto a su Ignacio.
A tal punto se emancipó, que llegó a convertir su casa en un hervidero de conspiración contra los colonialistas españoles, hasta que abandonó su ciudad natal el 4 de
diciembre de 1868, para reunirse con su
esposo, quien estaba muy enfermo, y compartir junto a él las vicisitudes de la manigua redentora.
Ignacio Mora fue uno de los primeros
patriotas, junto a otros 73 camagüeyanos,
que se levantó en armas, al ocurrir el levantamiento de los camagüeyanos en Las Clavellinas, el 4 de noviembre de 1868.
La historia recoge que cuando Mora
fue a despedirse de su amada, ella le respondió con verbo encendido: «Y muerto
tú, ¿qué haría yo sola en el mundo? Enséñame a tu destino, empéñame en algo,
pues como tú, deseo consagrarle mi vida
a mi Patria. Por ti y por mí, lucha por la
libertad».
DESTINO Y FINAL DE UNA
DE LAS GRANDES CUBANAS
Después de la Asamblea Constituyente,
Ana se queda en Guáimaro, pero ante la
quema de esta ciudad por la población,
antes de dejarla en manos de los soldados
españoles, la abandona junto a su amado.
Se va a vivir a la manigua, hasta que fueron
sorprendidos en Rosalía del Chorrillo, el 9
de julio de 1871.
Ana cayó prisionera e Ignacio logró escapar. A la patriota le fue imposible huir debido a una crisis de artritis en las piernas. La
mantuvieron tres meses bajo una ceiba, a
la intemperie, en la sabana de Jobabo,
como cebo para atraer al coronel Mora. En
esas condiciones tuvo que soportar hasta
un simulacro de fusilamiento.
En una de sus desesperadas maniobras
para que esta mujer claudicara, los españoles le propusieron que escribiera a su
esposo pidiéndole su rendición. Pero nadie,
ni siquiera el más imaginativo de sus captores, pudo adivinar lo que esta camagüeyana escribiría con tinta de libertad. Sus
palabras la enaltecieron para la posteridad:
«Prefiero ser la viuda de un hombre de
honor, a ser la esposa de un hombre sin
dignidad y mancillado».
Después fue deportada y radicó en
varios países. En 1872 visitó al presidente
de Estados Unidos, Ulysses Grant, para
que intercediera a favor del indulto de los
estudiantes de Medicina, presos por los
sucesos de noviembre de 1871. En ese
mismo año pasó a residir en Kingston,
Jamaica, donde en noviembre de 1875,
recibió la triste noticia del fusilamiento de
su esposo.
En 1882 regresó a Nueva York y en
1889 marchó a España. En junio de ese
año comenzó a copiar el diario de su amado Ignacio, que entonces se mantenía en
posesión del general de brigada español
Juan Ampudia.
Falleció en Madrid el 7 de febrero de
1901, a los 68 años de edad, de una
bronconeumonía fulminante. Sus restos
estuvieron en España hasta 1968 y, por
gestiones directas de Celia Sánchez
Manduley, se trajeron a Cuba ese año y se
depositaron en el panteón de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, en la necrópolis
de Colón.
Desde el 10 de abril de 1982, aniversario 113 de la Asamblea Constituyente de
Guáimaro, Ana Betancourt de Mora descansa para siempre en un mausoleo erigido
a su memoria en la ciudad que la vio crecerse. En su honor se creó la Orden al Mérito Ana Betancourt, para reconocer a las
féminas que contribuyen de forma destacada a la defensa de los valores revolucionarios, internacionalistas y laborales.
El amor de esta pareja no ha quedado
en el olvido. Una bella tradición en la ciudad
cuna de la Constitución de la República de
Cuba, hace que quienes contraen matrimonio depositen un ramo de flores en su
monumento.
Ana Betancourt.
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El porvenir en la mirada de un héroe
por LISANDRA GÓMEZ GUERRA
YAGUAJAY, Sancti Spíritus.— Con la alegría con que «enamoró» Camilo Cienfuegos Gorriarán cada uno de los parajes
que visitó en esta norteña zona del centro de la Isla, parte del colectivo del seminternado Héroe de Yaguajay participó
este viernes en la acampada Somos el
porvenir, para homenajear el aniversario 84
del natalicio del Comandante del sombrero alón.
Desde las primeras horas del día, en
cada uno de los destacamentos de ese
plantel, más de 3 000 niños y niñas participaron en conversatorios sobre hechos
históricos y en la premiación del concurso
Con la flor de tu sonrisa.
Durante esos encuentros se conoció de
manera amena lo ocurrido en los últimos
meses de 1958 en Yaguajay, tras la llegada de la Columna No. 2 Antonio Maceo, al
mando de Camilo, quien se convirtió en
paradigma de ese pueblo.
Ya en la noche, con la asistencia de
quienes cursan el quinto y sexto grados, el
centro escolar se convirtió en escenario
ideal para demostrar las habilidades en las
diferentes modalidades del Movimiento de
Pioneros Exploradores.
De acuerdo con Yosvany Pérez Rodríguez, presidente de la Organización de Pioneros José Martí en Yaguajay, desde el
pasado 24 de diciembre la jornada de
homenaje se inició en ese territorio, con la
toma simbólica de los lugares que liberó el
legendario guerrillero.
Para este 6 de febrero, fecha del natalicio de Camilo Cienfuegos, en el Complejo
Histórico que lo recuerda en Yaguajay, se
plantará la palma número 84 del emblemático sitio y se realizarán actividades culturales con la presencia de los proyectos
infantiles del municipio.
Yaguajay se convirtió en el escenario principal para
homenajear al hombre de la más amplia de las
sonrisas, en su cumpleaños 84
La jornada de homenaje a Camilo incluyó la premiación del concurso Con la flor de tu sonrisa.
Foto: Raúl Pupo
LA FLOR DE TU SONRISA
Los ganadores del concurso nacional
Con la flor de tu sonrisa fueron premiados
este viernes, en sus colectivos pioneriles,
como parte del homenaje que realizan
niños y jóvenes cubanos a Camilo Cienfuegos, en vísperas del aniversario 84 de su
natalicio.
Royner Toledo Montero, funcionario de
la Presidencia Nacional de la Organización
de Pioneros José Martí (OPJM), explicó que
la convocatoria se efectúa cada año, y que
en ella pueden participar pioneros de todas
las enseñanzas del país.
En artes plásticas resultaron galardonados el artemiseño Víctor Jesús Pérez Cordero (9no. grado), la tunera Eilen Beatriz Pupo
del Río (2do. grado), la capitalina Ellen
Chiong Loredo (4to. grado), y los santiagueros Osnay Figueredo Morales (8vo. grado) y
Zulema Maturrel Contreras (7mo. grado); así
como la espirituana Brenda María Zayas Fernández (6to. grado), quien obtuvo el gran
premio en la categoría.
También resultaron premiados la habanera Angelis Otaño Alarcón (6to. grado) y
el matancero Alex Michel Dorte (9no. grado), ambos en el género poesía; y
Camilo Cienfuegos. Foto: Archivo de JR
Sahiary Martínez Paz (8vo. grado), de
Camagüey, en cuento.
A los actos asistieron miembros de la
Dirección de la OPJM, integrantes de la
Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, estudiantes, profesores y
familiares de los concursantes.
Liudmila López Rómulo, presidenta de la
OPJM en La Habana, afirmó que el concurso
tiene como objetivo estimular la creatividad
de los pioneros, y acercarlos, aún más, a la
vida y la labor revolucionaria del ilustre Héroe
de Yaguajay. (Junior Hernández Castro,
estudiante de Periodismo)
Galardones que dignifican
En la tarde de este viernes se dieron a conocer los resultados del Premio Nacional de Periodismo José Martí,
por la Obra de la Vida, y el Juan Gualberto Gómez, por la Obra del Año 2015
por GABRIELA SÁNCHEZ PÉREZ y
DARIAN BÁRCENA DÍAZ,
estudiantes de Periodismo
LOS destacados profesionales de
la prensa Susana Lee López, del
diario Granma; Pedro Méndez
Suárez, del suplemento humorístico Melaíto del periódico Vanguardia, y Luis Orlando Pantoja Veitía,
de la emisora CMHW, resultaron
laureados con el Premio Nacional
de Periodismo José Martí, por la
Obra de la Vida.
En conferencia de prensa este
viernes en la Unión de Periodistas
de Cuba (UPEC), Juana Carrasco
Martín, presidenta del jurado,
expresó que los galardonados son
ejemplo de modestia y calidad
humana, y resaltó la labor desplegada por cada uno de ellos en su
haber en los medios.
Belkys Pérez Cruz, vicepresidenta
Pedro Méndez.
Susana Lee.
Luis Orlando Pantoja.
de la organización, señaló que este
año la entrega del Premio Nacional
de Periodismo José Martí tiene una
connotación especial, por el cumpleaños 90 de Fidel, quien ha sido
uno de los mentores principales del
gremio. «Por esa razón la presidencia de la UPEC, conjuntamente con
el jurado, decidió conceder tres
galardones», apuntó.
Durante la jornada también se
informaron los resultados del Premio
Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la Obra del Año, en
los apartados de prensa escrita, digital, gráfica, radio y televisión.
De los 13 candidatos presentados en la categoría de radio, se
alzó con la condecoración Angélica Paredes López, de la emisora
Radio Rebelde, y se le concedió
mención a Arelys García Acosta,
de Radio Sancti Spíritus.
En el caso de la prensa escrita,
hubo 23 propuestas y mereció el
premio Katia Siberia, del periódico
Invasor, de Ciego de Ávila, y se le
otorgó mención especial a Sergio
Alejandro Gómez Gallo, del periódico Granma.
Ricardo López Hevia, fotorreportero también de Granma, fue el
galardonado entre los 16 aspirantes en la especialidad gráfica,
mientras Carlos Alejandro Falcó
Chang (Falco), diseñador gráfico
del periódico Juventud Rebelde,
recibió mención.
El jurado de televisión concedió el premio a Yordanis Rodríguez
Laurencio, de Tele Cristal, Holguín,
quien se destacó entre las diez
propuestas, y se otorgó mención
al equipo de información de la
Mesa Redonda.
Entre los 14 aspirantes al galardón en prensa digital, se reconoció la labor de Rosa Miriam Elizalde, del portal Cubadebate, y una
mención especial mereció Giselle
Morales, de la página web del
periódico Escambray, de Sancti
Spíritus.
Aixa Hevia González, vicepresidenta primera de la UPEC, destacó la trayectoria profesional de los
laureados y acotó que la entrega
oficial de los premios tendrá lugar
el 11 de marzo en el Memorial
José Martí.