Programa OFBA Abono 5

Orquesta Filarmónica
de Buenos Aires
ENRIQUE ARTURO DIEMECKE | director
ALFONSO MUJICA | barítono
Abono No. 5 | Temporada 2015
JEFE DE GOBIERNO
Mauricio Macri
VICE JEFA DE GOBIERNO
María Eugenia Vidal
JEFE DE GABINETE
Horacio Rodríguez Larreta
MINISTRO DE CULTURA
Hernán Lombardi
DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO
Darío Lopérfido
TEATRO COLÓN
DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO
Darío Lopérfido
DIRECTOR DE PRODUCCIÓN
ARTÍSTICA
Guillermo Scarabino
DIRECTORA EJECUTIVA
Mónica Freda
DIRECTORA ESCENOTÉCNICA
María Cremonte
DIRECTOR VOCAL Y GERENTE
GENERAL
Carlos Lorenzetti
DIRECTORA GENERAL TÉCNICA,
ADMINISTRATIVA Y LEGAL
Carolina Clavero
DIRECTORA VOCAL
Eugenia Schvartzman
DIRECTOR VOCAL
Hugo Gervini
DIRECTORA DE
ESTUDIOS MUSICALES
DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS
DIRECTOR DEL CORO ESTABLE
DIRECTORA GENERAL DE
RECURSOS HUMANOS
DIRECTOR DEL BALLET ESTABLE
DIRECTOR GENERAL DE
PLANEAMIENTO
Eduviges Picone
Miguel Martínez
Maximiliano Guerra
DIRECTOR DE LA ORQUESTA
FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES
César Bustamante
Elisabeth Sarmiento
Cristian Mealla
Enrique Arturo Diemecke
DIRECTORA DE
RELACIONES INTERNACIONALES
DIRECTOR DEL
CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN
DIRECTOR TÉCNICO OPERATIVO
DIRECTOR DEL PROGRAMA
COLÓN CONTEMPORÁNEO
DIRECTORA DE
AUDITORÍA INTERNA
DIRECTOR DEL
INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE A/C
DIRECTORA DE
CONTROL DE GESTIÓN
Miguel Galperín
Martín Bauer
Claudio Alsuyet
Zulema Scarabino
Juan Manuel López Castro
Isabel Valente
Manuela Cantarelli
Matías Cambiasso | Coordinador General de Escenario
Hugo García | Jefe de Prensa
Daniel Varacalli Costas | Publicaciones
Orquesta Filarmónica
de Buenos Aires
Enrique Arturo Diemecke | director
Programa dedicado a Gustav Mahler (1860-1911)
I
Canciones de un caminante
(Lieder eines farenden Gesellen)
1. Wenn mein Schatz Hochzeit macht (Cuando mi amada se case)
2. Ging heut morgen übers Feld (Fui esta mañana al campo)
3. Ich hab’ ein glühend Messer (Tengo un cuchillo brillante)
4. Die zwei blauen Augen (Los dos ojos azules)
ALFONSO MUJICA | barítono
II
Sinfonía No. 10 en Fa sostenido menor
(Versión de Deryck Cooke / Enrique Arturo Diemecke)
I) Andante - Adagio
II) Scherzo I: Schnelle Viertel
III) Purgatorio. Allegretto moderato
IV) Scherzo: Allegro pesante, nicht schnell
V) Finale. Langsam, schwer. Allegro moderato. Andante - Adagio
Gustav Mahler: Sinfonia No. 10. Editor: M.S.C, representada por Barry Editorial S.R.L.
Jueves 18 de junio a las 20
Abono 5
DISPOSICIONES GENERALES
- El Teatro Colón se reserva el derecho de cambiar las fechas de las funciones, programas o elencos por razones de fuerza mayor,
en cuyo caso informará oportunamente sobre la reprogramación realizada. Las entradas no tienen cambio ni devolución.
- Se solicita al público apagar por favor los teléfonos celulares o cualquier equipo con alarma o radiollamada antes del comienzo de la función.
- No está permitido el uso de cámaras fotográficas y filmadoras en la sala.
- Una vez comenzada la función el público no podrá entrar a la sala, salvo en los momentos de pausa o intervalo y con la guía
del personal del Teatro.
ABONO N°5
Disfrutá del
Enrique Arturo
Diemecke
Teatro Colón
en tu casa
Director de orquesta
N
Viví los grandes espectáculos del Teatro todos los sábados en el
Canal de la Ciudad y en La Once Diez.
acido en México, Diemecke proviene de una familia
de músicos. Estudió violín con su padre y con
Henryk Szeryng; luego piano, corno y percusión. Asistió
a la Universidad Católica en Washington, D.C., donde se
especializó en violín, corno y dirección. Con una beca
otorgada por Madame Monteux, se perfeccionó con Charles
Bruck en la Escuela Pierre Monteux de Estudios Avanzados
para Directores.
Este año realiza su cuarta temporada como director artístico
de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la novena como director artístico de la Filarmónica de Buenos Aires, la decimocuarta como director artístico de la Sinfónica de Long Beach
(California) y la vigesimosexta como director artístico de la
Orquesta Sinfónica de Flint (Michigan).
Es frecuentemente invitado por orquestas de todo
el mundo. En los EE.UU., por la Sinfónica Nacional de
Washington, Filarmónica de Los Ángeles y las sinfónicas de San Francisco, Baltimore, Houston, Minnesota,
Colorado, Fort Worth, San Antonio, Chautauqua, Pacífico,
Charlotte, Phoenix, Hartford y Columbus. En Europa, por
las sinfónicas de la BBC de Londres y Liverpool, Royal
Philharmonic, Nacional de Francia, Filarmónica Nacional
de Montpellier, Nacional de Lorraine, Orquesta de Paris, de
la Isla de Francia, Sinfónica de Valladolid, Orquesta y Coro
de la Comunidad de Madrid y Orquesta de la Residencia
(La Haya), entre otras. En Latinoamérica, por las sinfónicas
nacionales de México, Colombia, Venezuela, Puerto Rico,
Chile, Perú, Argentina; las filarmónicas de México, Bogotá
y de la Universidad Autónoma de México; Sinfónica Simón
Bolívar (Venezuela), Estable del Teatro Colón, Sinfónica
de San Pablo y Petrobrás (Brasil). En Oceanía y Asia colaboró con las sinfónicas de Auckland, Nueva Zelanda,
Queensland, Singapur, Filarmónica de Malasia y las sinfónicas de Pekín y Shangai. Se presenta con asiduidad en
los festivales estadounidenses Lincoln Center, Hollywood
Bowl, Wolf Trap, Chautauqua; en el Autunno Musicale a
Como (Italia), Europalia (Bélgica), Expo Sevilla (España) y en
el Festival Internacional Radio France.
En 2012-13, además de conducir las cuatro orquestas de
las que es director artístico, condujo otros conciertos en
Latinoamérica, Norteamérica, Europa, Asia y Australia.
Comenzó la temporada dirigiendo el concierto de apertura de la Orquesta de la Residencia (La Haya, Países Bajos) y
la concluyó con una gira con la Filarmónica de Bogotá, por
Rusia. Debutó en Eslovaquia y Rumania, con la Sinfónica
de la Radio de Bratislava y la Sinfónica de Bucarest; se presentó de nuevo en Polonia, con la Filarmónica Nacional de
Varsovia; y dirigió la Sinfónica Estatal de Moscú, la Sinfónica
de Queensland, y las sinfónicas italianas de Bari y Lecce.
Durante los 20 años al frente de la Sinfónica Nacional de
México, Diemecke llevó a la orquesta en extensas giras por
México, Europa y EE.UU., donde se presentaron en las principales salas del mundo. Bajo su guía, la orquesta se convirtió
en una de las principales instituciones culturales de su país
y de Latinoamérica.
Tiene una amplia experiencia en la ópera. Entre 198490 fue Director Musical de la Ópera de Bellas Artes de
México; allí dirigió más de 20 producciones. En 2007
realizó Werther en el Teatro Colón y El juglar de NotreDame en Montpellier, con el tenor Roberto Alagna. Luego
Pagliacci y Carmina Burana con la Ópera del Pacífico,
Ocho meses en dos horas de Donizetti con la Filarmónica
de Montpellier y una grabación en vivo de Parisina de
Mascagni, en el Festival de Radio France.
Compositor y arreglista, ha dirigido sus propias obras, entre las que se destacan Die-Sir-E, Chacona a Chávez, el
Concierto para guitarra y Camino y visión. Su más reciente
Fiesta Otoñal -concierto para marimba y orquesta- fue ejecutada en Rusia, Argentina, México, Colombia, Italia, España,
EE.UU., y con proximidad en Eslovaquia, Perú y Brasil.
ABONO N°5
Alfonso
Mujica
Barítono
N
ació en Uruguay. Se formó con la soprano Beatriz
Pazos y en la Escuela Nacional de Arte Lírico del
SODRE, en Uruguay. Becado por el Fondo Nacional de
Música estudió repertorio de cámara con Guillermo
Opitz en Buenos Aires. En su país, fue premiado en el
Concurso Nacional “Luis Troccoli” y obtuvo categoría
“A” en el 50ª Concurso de Juventudes Musicales.
Debutó en el SODRE cantando el rol principal de la
ópera El filósofo de campo de Gallupi y desde entonces ha personificado al Conde en Las bodas de Fígaro de
Mozart, Manuel en La vida breve de Falla, Eneas en Dido
y Eneas de Purcell, Ping en Turandot de Puccini, Peter en
Hansel y Gretel de Humperdinck, Morales en Carmen de
Bizet y Joaquín y Felipe en las zarzuelas La del manojo
de rosas y La revoltosa. En el Teatro Solís cantó Fiorello
en El barbero de Sevilla de Rossini y Silvio en I Pagliacci
de Leoncavallo. Asimismo cantó Morales y Dancairo en
Carmen de Bizet en el Festival de Manaos 2014 (Brasil).
Destacado en recitales y cultor del oratorio, ha cantado
el Réquiem de Fauré, la Pasión según San Juan de Bach, el
Réquiem y la misa Cum Jubilo de Maurice Duruflé, además
de los más importantes ciclos de lieder.
En la última temporada se ha presentado como solista junto a varias orquestas latinoamericanas, en Brasil,
Guatemala, El Salvador y Uruguay, abordando con elogios de crítica y público los ciclos: Canciones de los
niños muertos de Mahler, Don Quichotte à Dulcinée
de Ravel, las Siete canciones populares españolas de
Falla, el barítono solista de Carmina Burana de Orff y
las Canciones de un caminante de Mahler -que ya había cantado en Montevideo, San Pablo, Porto Alegre y
El Salvador.
Ha trabajado bajo la dirección de los maestros Antonio
María Russo, Reinaldo Censabella, Carlos Vieu, Nicolás
Rauss, Dietrich Paredes, Ignacio García Vidal, Pilar
Vañó, Martín Jorge, Rani Calderón, Doron Salomon,
Karl Martin, Víctor Hugo Toro, Luiz Fernando Malheiro,
Stefan Lano y Joshua Dos Santos, entre otros.
ABONO N°5
Comentarios
Gustav mahler
Canciones de un caminante
Es imposible hablar de las canciones de Gustav
Mahler sin hablar también de sus sinfonías. La obra
de Mahler es una trama donde, como en el cerebro humano, todos los elementos se relacionan
entre sí y forman parte de un todo: el mundo con
el que cada uno conforma su identidad. “La sinfonía es el mundo”, declaró alguna vez el compositor, y lo mismo puede decirse de sus canciones. Pero antes de entrar en ellas, conviene conocer algunas de las piezas con las que se armó la identidad de
Mahler. Acaso algunos datos basten: nació en Bohemia
en 1860; tuvo trece hermanos de los cuales ocho murieron niños y dos antes de los treinta años, uno por
suicidio. Un padre alcohólico y una madre judía en una
Europa central donde el antisemitismo comenzaba a
tomar un perfil activo, no eran el mejor punto de partida para un niño débil, pero en Mahler esta neurosis
fundacional, acompañada de un lógico narcisismo, devinieron en el fermento para convertirlo en el compositor que quizás más tenga que decir sobre el hombre
actual, con sus angustias y contradicciones.
Director de orquesta brillante, compositor de verano, funcionario a cargo de la Ópera de Viena, esposo
torturado de Alma Schindler, Mahler llegó a ser uno
de los últimos grandes sinfonistas del siglo XX. Pero
no hay sinfonía en Mahler sin haber canción, y no hay
canción sin haber poesía, un texto capaz de condensar
una idea del mundo.
La fuente primigenia de la que abrevó Mahler para sus
primeros acercamientos al género de la canción fue
Der Knaben Wunderhorn -título que habitualmente se
traduce como El cuerno maravilloso de la juventud-,
ABONO N°5
una recopilación de poemas y canciones populares
alemanas realizada por Aachim von Arnim y Clemens
Brentano, publicada en sendos tomos en 1805 y 1809.
El material, que trasunta una visión protorromántica
del hombre europeo, transido de guerras, epidemias y
ansias de libertad, generó en Mahler una identificación
absoluta desde que el escritor Josef Steiner se lo
facilitara en su primera juventud. Si bien Schumann y
Brahms habían compuesto algunas canciones aisladas
sobre estos textos, Mahler fue el primero en construir
ciclos completos con ellos, y además integrarlos a sus
sinfonías segunda, tercera y cuarta. Tanto es así que el
período que corre entre 1884 y 1900 -esto es, desde los
24 a los 40 años de nuestro autor- recibe justamente la
denominación de «los años Wunderhorn».
Tanto los cuadernos de Canciones de juventud, como el
ciclo propiamente llamado Das Knaben Wunderhorn,
de 1888, resultan, sin embargo, posteriores a la serie
que habitualmente se traduce como Canciones de un
compañero errante (o también «camarada errante»,
“compañero de viaje” o simplemente «caminante»),
elaborada entre 1883 y 1885, y revisada hacia 1891.
Se trata de cuatro canciones, cuyos textos fueron escritos por Mahler tras la ruptura de su breve relación
amorosa con la cantante Johanna Richter, a quien había dirigido durante su estada en la Opera de Kassel.
Buenas fuentes indican que Mahler habría escrito diez
poemas, pero sólo puesto música a los cuatro que hoy
integran el ciclo.
Sólo la primera de estas canciones está basada directamente en un poema del Wunderhorn, al cual
Mahler le infirió modificaciones. «Cuando mi amada
se case» - tal su título-, es una muestra clara de la
neurosis del autor, de su visión encontrada del mundo, al que califica de «hermoso» en la estrofa central,
en tono mayor, sólo como un alto en medio de su
dolor irreparable por la mujer perdida, expresado finalmente en la melancólica tonalidad de Sol menor.
En la segunda canción, encontramos el mismo material que informa el primer movimiento de su primera
sinfonía: una melodía amplia, fácil de recordar, seductora y jubilosa. Todo el texto de «Salí a pasear esta
mañana por el campo», es una muestra del panteísmo
de Mahler (el mismo que refleja su tercera sinfonía): el
amante se regocija al sentirse parte de la Naturaleza,
pero las dos líneas finales plantean una rotunda contradicción, junto con un súbito cambio de carácter de
la música: «¿Florecerá también mi felicidad? ¡No, no!
¡Bien sé que nunca florecerá!»
La tercera canción «Tengo un cuchillo brillante en mi
pecho» resulta la más dramática, la de acompañamiento más opulento, y su texto no da tregua a la desesperación. El material aparecerá luego utilizado en el
segundo movimiento de la quinta sinfonía. Finalmente, «Los dos ojos azules» semeja una suerte
de marcha fúnebre, un clima recurrente en la obra
de Mahler, cuya conexión más inmediata es el tercer
movimiento de la primera sinfonía, y el más lejano,
el último segmento de La canción de la tierra, la culminación a gran escala de la estética mahleriana del
canto. En el poema, el autor, después de la consabida
queja, plantea una cesura antes de la última estrofa,
donde describe poéticamente un tránsito de la vida
a la muerte, simbolizado en un tilo que le ofrece su
sombra a la vera del camino y bajo el cual descansará
este ajetreado caminante de sueños.
Las canciones de un caminante se estrenaron en
1896, con el bajo Anton Sistermans como solista y
Mahler al frente de la Filarmónica de Berlín. Cabe
aclarar que, como la mayoría de los ciclos siguientes
Mahler para la época de composición
de las Canciones de un caminante
–el Knaben Wunderhorn, las Canciones de los niños
muertos, las Canciones de Rückert y La canción de la
tierra– fueron concebidas con acompañamiento de
orquesta, pero a menudo, con excepción de la última, suelen interpretarse con la orquesta reducida a
piano. Asimismo, las líneas vocales, confiadas al registro del barítono, también suelen ser abordadas por
mezzosopranos y aun sopranos con los transportes
correspondientes.
Daniel Varacalli Costas
ABONO N°5
gustav mahler
Sinfonía No. 10
Al morir, en 1911, Mahler dejó inconclusa su Décima
Sinfonía. Se inauguraba así una aún no dirimida polémica: de los cinco movimientos planeados, sólo el primero
(Adagio) había sido finalizado, subsistiendo además tan
sólo treinta compases de un presunto tercer movimiento titulado “Purgatorio”. Sin embargo, gran parte del
resto había quedado en diferentes grados de boceto:
fragmentos melódicos, armonías aisladas, alguna indicación de orquestación. Virtualmente no había compás
sin alguna de estas huellas en el manuscrito, de cuyo total podía deducirse una línea narrativa suficientemente
discernible como para intentar una versión definitiva. En
los años siguientes varios intentos fueron efectuados
por la viuda de Mahler, Alma Schindler, para materializar
esta idea, pero los compositores propuestos, Zemlinsky,
Schönberg, Webern y aún Shostakovitch –que fue requerido en realidad por el especialista mahleriano Jack
Diether– declinaron esta posibilidad aduciendo diferentes razones. Mientras tanto, otros estudiosos no tan
célebres completaron estos bocetos, entre ellos el musicógrafo inglés Deryck Cooke (1919-1977) que se había
destacado como especialista en la música wagneriana y
sus derivaciones. En un artículo publicado en la revista
de la Asociación Bruckner de Estados Unidos, titulado
Chord and Dischord, Cooke defiende lo que él designa
como una performing version (versión ejecutable) de
la Décima, aclarando puntillosamente y con elogiable
modestia, su tarea. En el mismo trabajo (Vol. 2 Nº 10,
ABONO N°5
Portada de la primera grabación de la
décima sinfonía de Mahler completada
por Deryck Cooke
1963) al aclarar que la suya no es la única versión concluida de la obra, agrega que “he oído mencionar otras
realizaciones en Italia y en la Argentina” sin definir la
procedencia de este último dato.
En 1964 se estrenó en Londres la versión concluida por
Cooke de la Décima de Mahler que pronto pasó al disco
gracias a Eugene Ormandy y la Orquesta de Filadelfia,
abriendo así paso a la polémica antes mencionada, la que
puso de un lado a varios estudiosos (La Grange, Mitchell)
y algunos pocos directores (Rattle, Inbal) como defensores de la obra concluida, y a una importante cantidad
de célebres intérpretes del compositor en contra (Haitink,
Walter, Bernstein, Kubelik, Solti, Abbado) y al director de
la Sociedad Mahler de Viena, Erwin Ratz.
Al margen de la controversia –que no es la oportunidad
de analizar- el único movimiento concluido por Mahler
–el Adagio inicial–, fue dado a conocer en Buenos
Aires en 1953 por Fritz Zaun al frente de la Orquesta de
Amigos de la Música, mientras una solitaria ejecución
de la versión Cooke tuvo lugar en 1982 gracias a Pedro
Ignacio Calderón y la Orquesta Sinfónica Nacional.
La gestación de la Décima, ocurrida en los dos años finales de la vida de Mahler fue especialmente penosa. El
compositor se sabía mortalmente enfermo de una cardiopatía que veinticinco años más tarde la penicilina le
habría curado. Su vida privada se hallaba estrechamente
ligada a este ánimo: su célebre esposa, la cautivante
Alma Schindler, veinte años menor que él, vivía un romance con el joven Walter Gropius con quien se casaría a la muerte de Mahler. Sexualmente inhibido como
consecuencia de este hecho (o viceversa) Mahler había
tenido una única pero extensa entrevista con Sigmund
Freud, la que, según el biógrafo de éste, Ernest Jones,
había curado su impotencia. Toda una novela típica de
la Belle époque en la que han hurgado y casi depredado, escritores, periodistas, cineastas y por supuesto el
grueso del público, ávido de conocer las intimidades del
genio. La sinfonía refleja esta situación con climas de
alto voltaje romántico, pero están también las inscripciones de Mahler en el manuscrito, que describen su angustia, su idealizada concepción del mundo femenino,
concentrada en una devoción y un sometimiento hacia
la bella, pero fría y egocéntrica Alma.
El Adagio consta básicamente de dos temas: un enunciado melódico presentado al comienzo por las violas,
cuyo cromatismo le otorga un carácter titubeante y una
especie de danza, punteada claramente en su métrica
–una evocación final de este mundo, una de las constantes del estilo mahleriano–. Estos opuestos elementos, entablan una compleja relación dialéctica entre
sí, oponiéndose a veces, integrándose otras, inclusive
permutándose rasgos, de una manera que Theodor W.
Adorno designa como “variantes” en contraposición
con la más familiar noción de “variación”.
Este dualismo se mantiene hasta el momento de la
culminación o, para tomar el término favorito de los
analistas mahlerianos, la “catástrofe”: un poderoso cuasi-cluster en fortissimo de máxima gesticulación. Pero
todavía en la siguiente coda del movimiento, Mahler
se mantiene fiel a su rasgo básico, la yuxtaposición humoral más opuesta: el Epílogo recordará la perplejidad
del tema inicial de las violas para construir una inmensa
trecena de dominante, un acorde que se irisa progresivamente hacia su plena floración y que queda flotando
como suspensión nirvanesca hasta caer en un sencillo
pizzicato de Fa sostenido mayor.
Julio Palacio
Agradecemos a Marta Lugo, viuda de Julio Palacio,
la cesión de este material para su publicación.
ABONO N°5
Comentarios
del director
Además de la gran técnica del contrapunto y de
su estructura romántica, la música de Mahler tiene
para mí un par de componentes que la hacen muy
especial: en primer lugar, la forma operística de sus
sinfonías (beethoveniana-wagneriana) y, por otro
lado, la forma virtuosa con que utiliza la orquesta.
En cada sinfonía logra Mahler, como Beethoven en
sus sinfonías, introducir innovaciones en todos los
aspectos de la composición. Las estructuras varían y
las orquestaciones crecen al introducir instrumentos
como mandolina, guitarra, cencerros, cajas, voces,
coros. Con un trazo muy operístico, a la manera de
Wagner, logra Mahler que su música tenga el poder
de hacernos ver una ópera con los ojos cerrados. No
necesita de escenografía para llevarnos a parajes distintos y contrastantes. Muchos de éstos son un viaje
al centro de la tierra y otros al de el propio ser humano; un «viaje fantástico», pero de los sentimientos.
Un psicoanálisis para destrabar los momentos más
complejos del sentimiento y del pensamiento para
lograr la catarsis total.
Cada sinfonía presenta un episodio de la vida de un
ser (en esta caso, él mismo se puso de voluntario) que
atraviesa todas las etapas: nacer, respirar, abrir los ojos,
amar, sufrir, crear, triunfar, luchar, fracasar, perder a
seres queridos, enfrentar enfermedades, conquistar y
ser derrotado para luego esperar a que su trabajo y la
dedicación a su arte (la música) sea inmortalizada. Es
así que sus últimas palabras fueron: ¡mi tiempo llegará!
ABONO N°5
El compositor, enfermo,
en viaje a Nueva york
Y así ha sido, ya que hoy día es uno de los grandes
compositores de todos los tiempos. No hay director
de orquesta que no quiera dirigir su música. Desafía a
todos a hacer de la orquesta un instrumento virtuoso,
pero también a transmitir los sentimientos que su música contiene.
La versión
La Décima de Mahler tiene un primer movimiento terminado y el resto de los cuatro inconclusos. Queda
así como un testamento para leerse tiempo después.
Cuando se interpreta sólo el primer movimiento, como
se acostumbra hacer, queda uno con la sensación de
algo profundamente triste, como si estuviera frente a
un personaje se despide con un gran sufrimiento. De los
cuatro movimientos siguientes, tres nos van describiendo episodios de lucha en el trabajo, en la vida, en lo
personal. Pero el quinto y último es un mensaje del más
allá, donde la tristeza se va convirtiendo en serenidad
y donde una pequeña luz se agranda hasta convertirse
en un astro luminoso lleno de energía eterna, el «ewig»
(eterno / siempre) de Mahler.
Mi versión de la Décima de Mahler modifica algunos
aspectos de los dos Scherzos. Estos dos movimientos
no fueron terminados por Mahler y dejó bosquejos con
diversas pautas. Por lo tanto me concentré en darles,
sobre todo al primer Scherzo, una forma que facilite la
lectura de los músicos de la orquesta. Que la métrica
de los compases sea un poco más clara y que siga un
patrón de melodía y ritmo. Por ejemplo, en lugar de
escribir dos compases de seis negras (6/4) y dos de tres,
es preferible seis compases de tres negras (3/4). O unos
más complejos: 5/4 y otro de a 3/4 pasan a ser dos
de 4/4. Mi otro trabajo es sobre la forma: los Scherzos tienen
Deryck Cooke
una forma ternaria en sus temas, o sea ABC y luego A
y coda. En la versión de Cooke es ABC, abc (o sea ABC
con cambios) y coda. Yo sigo la forma simple de ABC
a y coda.
En el segundo Scherzo elimino un puente que detiene
el desarrollo del movimiento, y mantengo la forma ABC
y coda. En estos movimientos, como en el final, introduje algunos retoques en la percusión al solo efecto
de enfatizar el drama en el que Mahler nos presenta
sus temas. Enrique Arturo Diemecke
ABONO N°5
Canciones
de un caminante
(Lieder eines farenden Gesellen)
Cuando mi amada
se case
Fui esta mañana
al campo
Cuando mi amada tenga su feliz
día de bodas…
… su alegre día de bodas…
¡Yo tendré mi día de duelo!
Iré a mi pequeño cuarto,
mi cuarto pequeño y oscuro…
… y lloraré, lloraré por mi amada,
por la más amada!
Caminaba a través del campo esta
mañana;
el rocío cubría aún la hierba.
El pinzón alegre me habla:
“¡Hey!” ¿No crees?
¡Flor azul! ¡Flor azul!
¡No te marchites!
Dulce pajarito,
dulce pajarito…
… cantas sobre el prado verde!
¡Ay! ¿Cómo puede el mundo
ser tan bello?
¡No cantes! ¡No florezcas!
La primavera ha terminado.
Todo el canto debe ya terminarse.
En la noche, cuando voy a dormir,
pienso en mi pena…
¡En mi pena!
¡Lindo día! ¿No crees?
¿No está convirtiéndose
en un mundo maravilloso?
¡Pío! ¡Pío!
¡Hermoso y claro!
¡Cómo me deleita este mundo!
También las campanillas
en el campo con espíritu alegre...
… me han cantado el saludo
matutino con su dulce campanilleo.
¿No se está transformando
enun mundo maravilloso?
¡Ding, ding! ¡Hermosura!
¡Cómo me deleita este mundo!
Tengo un cuchillo
brillante
Y entonces, bajo los rayos del sol…
… el mundo repentinamente
comienza a resplandecer.
¡Todo se llena de sonido y color!
¡Bajo la luz del sol!
¡Flores y pájaros, grandes y
pequeños!
¡Buenos días, buenos días!
¿No es un mundo maravilloso?
¿no crees?
¿Un mundo maravilloso?
¿También mi felicidad empezará
ahora?
Tengo un cuchillo al rojo vivo,
clavado en mi corazón.
¡Pobre de mí!
Corta en lo más profundo
cada alegría y placer.
Tan profundo! ¡Tan profundo!
¡Ay, qué huésped tan malvado!
Nunca descansa.
Nunca disminuye.
Ni de día ni de noche
cuando quisiera dormir.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
¡Pobre de mí!
¡No, no, la felicidad que yo
deseo nunca podrá florecer!
Cuando levanto la mirada al cielo
veo dos ojos azules.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Cuando camino por el campo
dorado…
… veo su cabello rubio, a lo lejos,
ondear en el viento.
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Los dos ojos
azules
Cuando despierto de un sueño y
oigo el tintineo de su risa de plata…
¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
¡Quisiera yacer en mi negro ataúd!
¡Y que mis ojos nunca más
se vuelvan a abrir!
¡Los dos ojos azules de mi amor
me han llevado a otro mundo más
amplio!
¡Tuve que dejar este entrañable lugar!
¡Oh, ojos azules!
¿Por qué tuvisteis que mirarme?
Ahora sufriré eternamente
de pena y dolor.
Salí a caminar en la noche tranquila,
en lo profundo del monte oscuro.
Nadie vino a despedirme.
¡Adiós! ¡El amor y la tristeza
son mi única compañía!
Ah, junto al camino, hay un tilo…
¡Ahí por primera vez encontré
el descanso en el sueño!
Bajo el tilo que nevaba
sus flores sobre mí.
¡No supe cómo la vida continuaba,
y todo estaba bien otra vez!
¡Todo! ¡Todo! ¡El amor y la tristeza
y el mundo y el sueño!
Traducción y adaptación para sobretitulado: Mónica Zaionz
ABONO N°5
ABONO N°5
“La entrada de los artistas”
Orquesta Filarmónica
de Buenos Aires
Mtro. Enrique Arturo Diemecke | director
Concertino
Pablo Saraví
(Interino)
Concertino
adjunto
Demir Lulja*
Primeros violines
Alfija Gubaidulina
Francisco Masciandaro
Lucía Herrera
Hermes Peressini
Elías Gurevich
Olga Szurpik
Alejandro Wajnerman
Hugo Eliggi
Grace Medina
Eduardo Ludueña
Patricia Fornillo
Cecilia Barraquero
Alicia Chianalino
Matías Grande
Julio Domínguez
Sebastián Masci
Manuel Quiroga
Ahram Kim*
David Coudenhove*
Gerónimo Contreras*
Segundos violines
Hernán Briático (solista guía)
Esteban Prentki (solista adjunto)
Nelly Guevara (solista adjunta)
Jorge Caldelari
Alicia Gullace
Gerardo Pachilla
Silvio Murano
Ekaterina Lartchenko
ABONO N°5
musical
Humberto Ridolfi
Enrique Mogni
Rosa Ridolfi
Cristina Monasterolo
Nicolás Tabbush
Juan José Raczkowski
Eugenia Gullace
Andrés Magula*
Silvana Ledesma*
Violas
Marcela Magin (solista)
Kristine Bara (solista adjunta)
Silvina Álvarez (solista adjunta)
Juan Manuel Castellanos
Esteban Bondar
Irene Sopczak
Daniel Tetelbaum
Claudio Medina
Darío Legname
Ana Tauriello
Emilio Astolfi
Bárbara Hiertz
Verónica D´Amore
Sophie Lüssi*
Pablo Clavijo*
Violonchelos
Carlos Nozzi (solista)
Marcelo Bru (solista adjunto)
Diego Fainguersch
Matías Villafañe de Marinis
Mauricio Veber
Guillermo Mariconda
Adriana Bellino
Viktor Aepli
Gloria Pankaeva
Melina Kyrkiris
Lucas Caballero*
Emanuel Aguirrez*
Agustín Bru*
Contrabajos:
Javier Dragún (solista)
Fernando Fieiras (solista adjunto)
Osvaldo Gurknis
Luis Tauriello
Daniel Falasca
Raúl Barrientos
Germán Rudmisky
Julián Medina*
Karen Sano*
Jeremías Prokopchuk*
Marisa Hurtado*
Flautas
Claudio Barile (solista)
Gabriel De Simone
(solista adjunto)
Luis Rocco
Ana Rosa Rodríguez
Gabriel Romero
Flautín:
Luis Rocco
Ana Rosa Rodríguez
Gabriel Romero
Oboes
Néstor Garrote (solista)
Iris Camps (solista adjunta)
Natalia Silipo (solista adjunta)
Maximiano Storani
Michelle Wong
Hernán Gastiaburo
Alejandro Lago*
Corno inglés:
Maximiano Storani
Michelle Wong
Clarinetes
Mariano Rey (solista)
Matías Tchicourel
(solista adjunto)
Eloy Fernández Rojas
Eduardo Ihidoype
Alfonso Calvo*
Sebastián Tozzola*
Mailén Sémpolis***
Clarinete bajo:
Eloy Fernández Rojas
Sebastián Tozzola*
Clarinete requinto:
Eduardo Ihidoype
Eloy Fernández Rojas
Alfonso Calvo*
Fagotes
Gabriel La Rocca (solista)
Gertrud Stauber
(solista adjunta)
Carlos Storani
Andrea Merenzon
Daniel La Rocca
William Thomas Genz
Diego Armengol*
Contrafagot:
Andrea Merenzon
Daniel La Rocca
Cornos
Fernando Chiappero (solista)
Martcho Mavrov
(solista adjunto)
Luis Ariel Martino
Christian Morabito
Gustavo Peña
Margarete Mengel
Federico Schneebeli
Trompetas
Fernando Ciancio (solista)
Daniel Marcel Crespo
(solista adjunto)
José Piazza
Guillermo Tejada Arce
Werner Mengel
Javier Mas*
Trombones
tenores
Arpas
María Cecilia Rodríguez (solista)
Hilda Perín (solista adjunta)
Haydée Seibert (Concertino) **
Director Musical
Asistente (interino)
Fabrizio Danei
Víctor Gervini (solista)
Gaspar Licciardone (solista
adjunto)
Pablo Fenoglio*
(solista adjunto)
Armando Campos
Maximiliano De la Fuente
Enrique Schneebeli*
Secretaria
Operativa
Trombón bajo
Luz Rocco
Jorge Ramírez Cáceres
Tuba
Héctor Ramírez
Richard Alonso Díaz*
Timbales
Arturo Vergara (solista)
Juan Ignacio Ferreirós
(solista adjunto)
Juan Ringer
Percusión:
Christian Frette (primer tambor)
Ángel Frette (placas)
Federico Del Castillo
(platillos y accesorios)
Joaquín Pérez
Martín Diez*
Diana Canela
Coordinadora
Alejandra Gandini
Ayudante de
Coordinación
Músico copista
corrector
Jorge Azzinari
Archivo Musical
Horacio Lagrassa (Jefatura)
Antonio Battipaglia (2º Jefatura)
Técnico afinador
Ricardo Quintieri
*Contratados
** En comisión en el ISA.
*** Alumna del ISA.
ABONO N°5
Staff Escenotécnico
antonio Gallelli | coordinador
general
Jefe TÉcnico Escenario
Alberto Azzinari
Infraestructura escénica
Arq. Adriana Giugno
CoordinaciÓn de Vestuario
Blanca Ocampo
Luminotecnia
Rubén Conde
ProduccIÓn EscenotÉcnica
Verónica Cámara
Maquinaria escénica
Alberto Azzinari
ProduccIÓn Ejecutiva
Norberto Conde
Peluquería y Caracterización
María Eugenia Palafox
Asistencia de ProduccIÓn
Omar Duca
Pintura y Artesanía Teatral
Claudia Vega
Audio
Federico Guastella
Prevención riesgos escénicos
Alberto Luna
DocumentaciÓn
Arnaldo Colombaroli
Redes y comunicación escénica
Cristian Escobar
Electricidad escÉnica
Ricardo Azzaritti
Sastrería teatral
Stella Maris López
Efectos Escénicos
Ricardo Giménez
Tapicería
Alfredo Arias
Escenografía
Enrique Dartiguepeyrou
Utilería
Carlos Suárez
Escultura
Claudia Valerga
Video
Karina Barresi
Herrería teatral
José Di Pietrantonio
Zapatería
Blanca Villalba
ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU
TEMPORADA 2015
SPONSORS BENEFACTORES
Consejo de Administración
ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU
ABONO ESTELAR
PRESIDENTE HONORARIA
Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni
comité ejecutivo
Presidente
María Taquini de Blaquier
Vicepresidente Primero
Guillermo Ambrogi
Tesorero
Gerardo R. Lo Prete
Vicepresidente Segunda
Nelly Arrieta de Blaquier
Prosecretaria
Lily De Benedetti
Secretario
Jorge Daniel di Lello
Protesorero
Gonzalo Bruno Quijano
VOCALES
Víctor Cañardo
Salvador Carbo
Rodolfo A. Ceretti
Alejandro Cordero
Antonio Estrany Y Gendre
Alicia Farias
Teresa Grüneisen de Maronese,
Eric Guillermo Le Comte
María Inés Llach de Lo Prete
Alejandro Massot
Sergio Meller
Marcelo E. Podesta
Liliana Santarelli de Roux
Mecenas de Platino
Adherentes Patrocinadores
Pan American Energy Llc
(sucursal Argentina)
Nelly Arrieta de Blaquier
Alejandro Cordero
Anónimo
Sergio E. Meller
Liliana y Julián Roux
Alejandro y María José Massot
En memoria de Susana Crespo
Diario La Nueva Provincia
Susana Romero
Alberto y María Victoria Anchorena
Felisa Rocha de Quesada
ALUAR Aluminio Argentino SAIC
Felipe Acevedo
María Isabel y Jorge Winograd
Ricardo de Aguirre Hita
Anónimos
Mario Ricci
Rodolfo A. Roballos
León Chaita
Héctor Luis Freyre
Roberto Malkassian
Sergio Pedro Brodsky
Hebe Chiesa
Arturo García Rosa y Janina Kook
Leda Bohcali de Karagozian
María Angélica Cáceres Sclauzero
Alejandro L. de Elizalde y Cristina
Fernandes Jahrmann
Ana María A. de Piscitelli
Silvina y Santiago Del Sel
Silvina y Gustavo Glasserman
Héctor Mario Fiori y Sra.
Carlos Fontán Balestra y Sra.
Rodolfo F. Hess y Diana Mihura de Hess
Gerardo R. Lo Prete y Sra.
Irma M. Muslera
Sylvia Olguín
C. M. Pasquetti
José Luis Puricelli & Asoc. Abogados
Roberto Pons y Roxana Rodríguez
Zubrin de Pons
Teresa Tronconi
Anónimos
Mecenas de Plata
Lily De Benedetti
Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni
Banco Galicia
Anónimo
Adherentes Benefactores
Itaú
Teresa Grüneisen de Maronese
María Isabel Sirito
Marcelo E. Podestá
Adherentes Protectores
Marta Chopitea de Carbó
Paolo Rocca
Salvador Carbó
Martín Gaing
Susana Mitjans de Closa
Rafael Galanternik
Juan José Luis Piana
Salvador Carbó
Jean Dominique Zigliara
Carlos E. Zeni y Lila B. Rodriguez Diez
de Zeni
Noemí Lamuraglia
Anónimo
Adherentes Contribuyentes
Irma C. de Aberastury e Inés Aberastury
María Martha Rivero Haedo de
Blaquier
María de Tezanos Pinto de Eijo
Germán y Mónica de Elizalde
Maita Barrenechea
Luisa Atucha
Graciela Ball
Ana María Baudrix
Ana María Berti
Susana Braun de Santillán
Víctor Cañardo
Carmen y Ramón Jueguen
Jacqueline Larivière
Liliana Lewis de Martínez Castro
Irma Piano de Alonso
Agradecimientos
Cassagne & Asociados
Ford Argentina S.A.
Funes de Rioja & Asociados
SPONSORS DE LA TEMPORADA DE ÓPERA
SPONSOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE
SPONSORS DE LA TEMPORADA DE BALLET
SPONSOR DEL FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN
EL TEATRO AGRADECE A
POR SU APOYO A LA TEMPORADA DE ÓPERA