Fortalecimiento de la Identidad Regional 2010

Documento - Propuestas
“Estudio de Fortalecimiento de la Identidad
Regional, Región del Bío - Bío”
Concepción, Enero de 2010
TITULO DEL PROYECTO
Estudio de Fortalecimiento de la Identidad Regional,
Región del Bío - Bío.
CONTRAPARTE
Gobierno Regional del Bío Bío
UNIDAD EJECUTORA
Facultad de Ciencias Empresariales
Centro de Estudios Urbano Regionales
Universidad del Bío-Bío
APOYO
Departamento de Sociología y Antropología
Universidad de Concepción
Dirección de Informática
Universidad del Bío-Bío
2
EQUIPO DE TRABAJO
Jefe de Proyecto
Magaly Mella Abalos, UBB
Coordinadora General
Investigadores
Osvaldo Pino, UBB
Subcoordinador General
Identidades Socioproductivas
Equipo metodológico
Análisis de la información.
Ariel Yévenes, UBB
Identidades socioproductivas
Metodologías Cuantitativas
Análisis de la información
Javier León, UBB
Identidades Socioproductivas
Equipo Metodológico
Análisis de la información.
Susana Riquelme
Coordinadora ejecutiva
Equipo metodológico
Análisis de la información
Coordinadora página Web
Alejandra Brito, UdeC
Identidades Urbanas
Identidades de Género
Memoria Histórica
Análisis de la información
Rodrigo Ganter, UdeC
Identidades Urbanas
Equipo metodológico
Análisis de la información
Andrea Santelices, UdeC
Identidades étnicas nacionales
Metodologías cualitativa
Equipo metodológico
Análisis de la Información
3
Eduardo Bascuñán
Productor trabajo audiovisual
Rafael Galdames, UBB
Apoyo Metodologías Cualitativas.
Análisis de la Información.
Sergio Moffat, UBB
Diseño de talleres de análisis.
Estructuración de la información.
Construcción de mapas.
Elisa Cisternas
Descripoción de Identidades
Edición de material
Estudiantes UdeC
Alejandra Fuentes
Carrera de Antropología
UdeC
Isabel Ortiz
Carrera de Antropología
UdeC
Nazareno Medel
Carrera de Antropología.
UdeC
Constanza Vergara
Carrera de Sociología
UdeC
Pamela Santa Cruz,
Carrera de Sociología,
UdeC
Ana Karina Sepúlveda,
Carrera de Sociología,
UdeC
Víctor Hugo
Carrera de Sociología
UdeC
Fernanda Morales,
Carrera de Antropología.
UdeC
Soporte Audiovisual
Benito Cid, UBB
Juan Carlos Ceballos, UBB
Sergio Carrasco, UBB
Metodologías cualitativas
(diseño
metodología
talleres,
apoyo
técnicas
sistematización y entrevistas).
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Práctica y tesis profesional.
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Práctica profesional.
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Práctica y tesis profesional
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
Metodologías cualitativas
(diseño metodología talleres,
apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas).
talleres,
Registro Audiovidual
Registro Audiovidual
Registro Audiovidual
4
ÍNDICE
CAPITULO I
1.2.3.4.5.6.CAPÍTULO II
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
7.1
7.2
7.3
8.
8.1
9.
9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
10
CAPÍTULO III
RESUMEN EJECUTIVO
08
DISCUSIÓN Y ENFOQUE DEL ESTUDIO
13
Lo Global y las identidades en un mundo en transformación
Lo nacional y regional: una nueva (re) configuración de la
identidad
Desarrollo Humano y Democracia Regional
Identidad e identidades: una cuestión de diversidad cultural
La Identidad Territorial desde una mirada dinámica
Hipótesis de Trabajo
13
16
20
21
24
26
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Enfoque Metodológico del Estudio
Técnicas para la producción de información
Campos de Exploración Identitarios
Muestreo
Diagramas de Síntesis: Enfoque y Metodología
Recorrido del Estudio
Metodología Cualitativa
Talleres Participativos
Historias de Vida o Entrevistas Autobiográficas
Entrevistas en Profundidad
Metodología Cuantitativa, El Cuestionario
Respecto del Cuestionario Diseñado para la Captura de
Información.
Técnica De Trabajo Audiovisual
Registro audiovisual
La fotografía
El Video
Guión del video
Secuencia del video
Mapa Resumen Aplicación Metodologías Cualitativas y
Cuantitativas
DINÁMICA DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL
BÍO BÍO. HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN
27
27
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31
32
32
38
41
43
44
Acerca de las identidades de la región del Bío Bío
Campo de Exploración identidades Étnicas Nacionales
Identidad Lafkenche (Gente del mar)
Identidad Pehuenche (Gente del pehuén)
Identidad Mapuche Urbana
Campo reexploración identidades socioproductivas
Identidad Campesina
Identidad “Agricultor(a)”
Identidad Viñatera
Identidad Pescador Artesanal
Identidad Marítima Portuaria
Identidad Obrero Industrial
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61
61
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50
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51
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54
5
Identidad Minera
Identidad forestal
Campo de Exploración Identidades Urbanas
Identidad Surfistas
Identidad Hip Hop
Identidad Skaters
Mundo Universitario Estudiantil
Identidad Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros)
2.
2.2.1
2.2.2
2.2.3
2.2.4
3.
4.
4.2.1
4.2.2
4.2.3
4.3
5.
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
5.6
6.
6.1
6.2
6.2.1
6.2.2
6.2.3
Campo de Exploración identidades territoriales
Identidad Lotina
Identidad de Ñuble (Chillaneja)
Identidad Contulmo
Identidad Cobquecurana
Identidad “Yumbel”
Identidad San Rosendo
Relaciones interidentitarias: Consensos, Disensos y
Sueños de Región
Escasos consensos sobre temas comunes.
Espacios de convivencia.
Disensos o conflictos manifiestos.
Sueño de región
Identidad y Territorio: De la Región Política
Administrativa a las Nuevas Dinámicas Territoriales.
Mapa de Identidad e Identidades
Mapa de Identidades Socioproductivas
Mapa de Identidades Étnicas
Potenciar la competitividad territorial: Activos y
actores territoriales en pos del fortalecimiento de la
Identidad Regional
Principales activos asociados a las identidades regionales
Proyectos derivados de activos locales identificados por
Gestores Territoriales Comunales (SECPLAN).
Aportes de Documentos relacionados
Las identidades y su relación con el mercado
Actores Regionales y relatos identitarios
Evocaciones y conceptualizaciones sobre las identidades en la
región del Bío Bío
Los soportes de la identidad regional
Las identidades y su dimensión territorial
Auto-percepciones colectivas y cambio cultural
Ritos festivos como espacios de encuentro regional
Principales contenidos discursivos
Municipio e Identidad: La mirada municipal en el
fenómeno de la identidad de la región
Introducción
Identidad Regional
Identidad de la Región del Bío Bío
Productos y servicios asociados a la identidad cultural de la
Región del Bío Bío
El Patrimonio de la Región del Bío Bío, Natural, Material e
Intangible
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70
70
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98
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109
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111
112
115
115
116
120
120
121
124
126
135
136
140
140
140
140
142
142
6
6.2.4
6.3
6.4
6.4.1
6.5
6.6
CAPÍTULO IV
1.
Identidades Regionales Emergentes
Las Expresiones Identitarias en los Territorios de Planificación
de la Región del Bío Bío.
Identidad Comunal
Productos y servicios asociados a la identidad de las comunas
Ámbito espacial de identificación
Comentarios finales
CLAVES PARA EL TRATAMIENTO DE LA IDENTIDAD E
IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO
Temas Claves y relevantes dentro del estudio
• Identidades, actores y reconocimiento
• Identidad regional como un proyecto de futuro
•
El turismo a partir del caso de la Identidad Pewenche.
•
Ejemplo de participación ciudadana: Ley 20.249/2008
Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios
•
Identidades en la región del Bío Bío, fenómeno de
espirales y multiplicidades
Espacios públicos como espacios de desarrollo e
intercambio local
Identidades Barriales como de desarrollo Local
Pueblos indígenas y el miedo a la pérdida cultural
Factor económico y revitalización de las identidades y
cultura locales
Las Identidades Emergentes: Construcción y
reconfiguración de una realidad vinculante
•
•
•
•
•
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162
163
166
166
166
167
167
167
168
168
2.
Consideraciones generales
171
3.
Recomendaciones de perfiles de proyectos
172
BIBLIOGRAFÍA
176
7
Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Resumen Ejecutivo de Informe
El presente documento se inicia con un resumen ejecutivo del último informe del “Estudio de
Fortalecimiento de la Identidad e identidades de la Región del Bío Bío”, solicitado por el Gobierno
Regional, Región del Bío Bío, al Departamento de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias
Empresariales (FACE) y al Centro de Estudio Urbano Regionales (CEUR) de la Universidad del BíoBío.
El objetivo de este informe, es presentar el Documento Propuestas de la Investigación realizada en
cuanto a : Diseño de la investigación, Enfoque Teórico y Metodológico, Hallazgos y las Claves
conclusivas.
En el primer capítulo se desarrolla el Enfoque Teórico del Estudio, a objeto de circunscribir teórica y
conceptualmente el marco de acción del estudio, en un intento por exponer discusiones, reflexiones
y análisis que derivan en una mirada sistematizada sobre la identidad, actores, democracia y
territorio. El capítulo se formula en torno a las temáticas de la globalización y su relación con las
identidades en un mundo en transformación; lo nacional y regional en la nueva configuración de
identidad y territorio; el Desarrollo Humano Regional y democracia participativa; la identidad e
identidades como una cuestión de diversidad cultural y la identidad territorial desde una mirada
dinámica.
Se resalta la comprensión de la identidad como un fenómeno de expresión individual como
colectiva, de sistematización compleja por la multiplicidad de definiciones relacionadas a la
identidad personal, colectiva, social, cultural, étnica, nacional, global, territorial, urbana, de género,
entre otras tantas.
El enfoque teórico se orienta hacia una mirada de identidad colectiva más postmoderna, donde la
necesidad de diferenciarse y la puesta en escena de la diferenciación es la generadora de identidad
(Delgado.1997). En este caso, se reconoce que cuando se habla de identidad se mencionan
diferencias y semejanzas, adscripciones, auto-reconocimiento, auto-conciencia, identificaciones y
sentidos de pertenencias. Esta identidad se manifiesta a nivel individual como grupal, a través de
configuraciones, estados de conciencia o imaginarios, acerca de lo que es uno, lo que son su
comunidad, su grupo de personas o referentes, en contraste a otras personas, otras comunidades,
otras sociedades.
En esta perspectiva, se señala que la identidad como la cultura son consustanciales a las personas
y los grupos, presentándose en cualquier ámbito de diferenciación y representación, surgiendo
como respuesta a la diversidad humana. En este sentido, una de las principales preguntas del
estudio es la definición del “nosotros y los otros”, en tanto grupos, identidades colectivas, vínculos
emocionales o funcionales, relación y relimitación del territorio, significación del espacio, soportes y
discursos en torno a las identidades en sus diferentes escalas territoriales.
En este contexto el concepto de territorio es comprendido como una construcción social en la que
se entretejen lo material y lo simbólico, que se interpretan para dar forma y sentido a la vida del
grupo. Con todo, se establece una relación o vínculo de los individuos con determinados espacios
físicos – geográficos, pero además dotados de dinámicas específicas que le otorgan ciertas
identidades colectivas.
En este marco, se expone como hipótesis el carácter diverso de la región del Bío Bío como
determinante en la construcción de su identidad. Donde se encontrarán un abanico de identidades
intraregionales más que una sola identidad regional. Éstas presentarán diferentes niveles de
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
conciencia, unas más históricas y territoriales, otras cercanas a reivindicaciones sociales, sexuales u
otras formas de representación.
Existiría una identidad compartida en la región, que se encuentra a nivel discursivo y en el
imaginario de sus habitantes, que tiene que ver con la memoria histórica del territorio de frontera,
con el río que le da el nombre, o a la antigua “Octava” Región, como uno principales motores de la
descentralización del país, con sus constantes reivindicaciones regionalistas que marcan una
identidad propia.
El Segundo Capítulo se expone la metodología del estudio, se describe su enfoque, técnicas para la
producción de la información, campos de exploración identitarios, muestreo, cronograma de
aplicación, estrategia de análisis de datos. Se llega así a un diagrama de síntesis del enfoque y la
metodología, tal como se expone a continuación.
Para operacionalizar la información que recabada, se optó por desarrollar un trabajo orientado al
conocimiento amplio del fenómeno de las identidades, propio del contexto de las sociedades
modernas y globalizadas, donde éstas no sólo tienen expresión exclusivamente a nivel cultural o
territorial. Hablamos de las identidades colectivas, pueden ser sociales, culturales o territoriales,
etc. Es decir que la necesidad de diferenciarse puede tener expresión en todo tipo de soportes y
formas, algunas veces se responde a vínculos emocionales más profundos y atávicos, en cambio
otras, a vínculos efímeros, funcionales e instrumentales, pero no por ello, menos importantes para
los fines del estudio. La información recogida se organizó por campos de exploración identitarios,
dinámicos y provisorios, asociados a los requerimientos del orden metodológico y con base
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
empírica, ligado a los primeros hallazgos del estudio. Campos que se construyen en función de las
agrupaciones expuestas en el anterior diagrama, en su parte izquierda: las identidades étniconacionales, las identidades socioproductivas y las identidades urbanas. De manera transversal a
estos campos, se indaga en las diferentes escalas de identidades territoriales y la perspectiva de
género, así como también, respecto de algunos objetivos específicos de la investigación. Los
indican en el diagrama en el lado derecho como elementos transversales.
El enfoque metodológico se enmarcó en la “búsqueda” de las identidades en la Región del Bío Bío.
Al asumirla como diversa, compleja, en diferentes escalas, etc. ha sido clave la aproximación
metodológica utilizada para la obtención de información. En este sentido, se optó por una
aproximación preferentemente cualitativa, que dio cuenta en profundidad de la riqueza,
complejidad y diversidad ligada con el campo de estudio de las identidades territoriales. En este
caso, el énfasis estuvo dado por las perspectivas participativas y centradas en la vida cotidiana de
los actores y sus dinámicas territoriales. De este modo, la orientación metodológica tuvo un fuerte
énfasis en el “capturar” la dimensión biográfica y el mundo de vida puesto en escena
territorialmente, donde los componentes afectivos, la memoria social y la producción de espacios
sociales jugaron un rol determinante en la configuración de las identidades. De manera
complementaria, se utilizaron herramientas cuantitativas (el cuestionario) con el objeto de obtener
información anexa y a un grupo específico, actores municipales, relevantes para los propósitos de
la investigación
El Tercer Capitulo, “dinámica de las identidades en la región del Bío Bío”, se expone los principales
hallazgos de la investigación que corresponden a los objetivos específicos del estudio, con lo cual
se alcanza el propósito central del estudio que se presenta en el capítulo conclusivo.
La primera parte del capítulo, Descripción Identidades de la Región del Bío Bío, se presentan las
“principales” identidades de la región, con objeto de “describirlas” desde los planteamientos que
los propios sujetos han hecho de ellas, y a la vez, para demostrar el mecanismo por el cual se llegó
a seleccionar éstas identidades y no otras en el estudio. Las identidades descritas son: Lafkenche,
Pewenche, Mapuche Urbano, Campesina (recolector/a, temporero/a y arriero/a), Agricultor (a),
Viñatera, Pescador Artesanal (Algueras, Buzo Mariscador), Marítima portuaria, Obrero –Trabajador
(Mundo Industrial Moderno), Minera, Forestal, Surfistas, Hip Hop, Skaters, Mundo Universitario
Estudiantil, Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros), Lotina, Ñublense Chillaneja, Contulmo,
Cobquecurana, Yumbel y San Rosendo.
La segunda parte, fue titulada Relaciones Interidentitarias: Consensos, Disensos y Sueños de
región. Tal como lo indica su nombre, se refiere a la identificación de los escasos consensos sobre
temas comunes; los espacios de convivencia; los principales disensos o conflictos manifiestos entre
las identidades contrastadas y consultadas. Y finalmente, se presentan los sueños de región,
partiendo desde la pregunta ¿si existe o no un sueño de región?, o existe un sueño que
corresponda a otro imaginario territorial.
La tercera parte de este capítulo es Identidad y Territorio: De la Región Política Administrativa a las
Nuevas Dinámicas Territoriales. En él se reflexiona sobre cómo se ha conformado el territorio de la
Región del Bío-Bío, y cuáles son las características de éste, tanto históricas, productivas o
administrativas, que generan a su vez distintas perspectivas de análisis para establecer relaciones
territoriales con las identidades antes descritas. A partir de esta condición de inicio, y tomando en
cuenta que las entidades regionales llevan sólo algo más de treinta años de vida institucional, se
entiende que la identidad regional un proyecto aún en construcción después de casi veinte años
desde la recuperación de la democracia en Chile.
La cuarta parte, Potenciar la competitividad territorial: Activos y actores territoriales en pos del
fortalecimiento de la Identidad Regional, tiene por objetivo, a partir de los activos identitarios
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
(económicos, patrimoniales) y los elementos de la institucionalidad vigentes, proponer para los
ámbitos productivos e institucionales, recomendaciones que tengan efectos amplios sobre el
desarrollo económico y social de territorios y sean conducentes a vitalizar las identidades culturales
manifiestas. De manera complementaria a las propuestas de proyectos y programas presentes en la
dimensión Cultura y Diversidad de la Estrategia de Desarrollo Regional 2008-2015.
La quinta parte, concierne a las Identidades relatadas: Testimonios, evocaciones y
conceptualizaciones, que fue organizada en seis secciones donde se revisan los contenidos ligados
a la descripción de las identidades desde sus auto-percepciones, “soportes”, elementos de
convivencia y de auto-reconocimiento. Se estructura de la siguiente forma: Evocaciones y
conceptualizaciones sobre las identidades en la región del Bío Bío; los soportes de la identidad
regional; las identidades y su dimensión territorial; memorias emblemáticas; Auto-percepciones
colectivas y cambio cultural; finalmente, Ritos festivos como espacios de encuentro regional.
Por último, se incorpora un análisis del cuestionario dentro del capítulo III correspondiente a los
hallazgos, por ser un material que aporta nuevos elementos sobre la dinámica de las identidades
pero desde la mirada municipal. Este apartado se denomina, Análisis del Cuestionario: De identidad
e Identidades, la Mirada Municipal. Se presenta analítica y gráficamente los principales hallazgos
que arrojó el instrumento cuantitativo.
El Cuarto Capítulo y final, corresponde a la conclusión del estudio. Donde se habla de las claves o
aspectos centrales que debieran ser considerados en la inclusión temática y participativa de las
realidades socioculturales y los actores que lideran estos ámbitos, por ser temas centrales en el
proceso de descentralización, en el desarrollo humano endógeno y sustentable de la región.
Estas precisiones surgen desde reflexiones y análisis de la información recabada durante los meses
de trabajo que duró la investigación, y tras las largas conversaciones y talleres de discusión
colectiva, en las que obviamente no siempre hubo coincidencias. Las conclusiones se agrupan en
función de algunos temas aglutinantes, relevantes, y a la vez, dando respuesta al objetivo principal
del estudio, que es, Conocer, realzar y visibilizar las identidades regionales y el rol que cumplen en
el desarrollo regional y en la construcción de una visión conjunta de región.
Sin embargo, sobre esto último nos surgen más preguntas que respuestas.¿Cómo podemos
hacerlo?. Quizás es lo más complejo frente a este escenario de re-valorización de identidades, que
sabemos obedecen a dinámicas concretas de realidades socioculturales. ¿Cómo se potencian estas
identidades?, y a la vez, ¿Cómo se potencia la región?. ¿De qué manera se vuelve efectivo el
proceso de descentralización?, sabiendo que sobre todo pasa por una transformación cultural de la
sociedad regional, dado que somos una sociedad que obedece a una lógica centralista, que tiene
cierto carácter paternalista y asistencialista. ¿Qué paso es el indicado dar para revertir esta
situación o redireccionarla?. ¿De qué manera nos desarrollamos?, incluyendo las diferentes lógicas
de desarrollo presentes en el región. ¿Cuál es el desarrollo integral?, ¿Cómo profundizamos la
democracia?.
Son grandes temas del fortalecimiento de las identidades en la región del Bío Bío. Como relevar el
rol que cumplen los actores en la región, dado que en sí mismos son un activo que se activa en
situaciones de crisis. La importancia de las identidades y el carácter contracíclico de estas. La
identidad regional como un proyecto futuro de construcción cultural. La importancia del turismo en
los anhelos de desarrollo local. Fortalecer e incrementar los espacios públicos y los procesos de
participación. Reconocer el carácter emocional, múltiple y espiral de las identidades de la región.
Valorizar las identidades barriales como posibles polos de desarrollo local. Constatar el miedo a la
pérdida cultural de los pueblos originarios y la cultura campesina. La irrupción del factor económico
como configurador y gatillador de la emergencia identitaria en los últimos años. Asumir la
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
existencia de la identidad forestal, como una identidad paradójica de la región. Y evidentemente
que relevar el rol de la mujer, como un actor clave en el desarrollo regional.
Asimismo, es importante consignar que si bien la diversidad cultural es un rasgo constitutivo y un
valor diferenciador que define a la identidad de la región del Bío-Bío, no es menos cierto que dicho
rasgo puede constituirse en un obstáculo si no va acompañado de iniciativas ciudadanas y políticas
culturales que potencien los espacios sociales de confluencia de las diversidades, pues los procesos
de modernización y cambio social suelen desatar procesos de autonomización e individuación que
promueven nuevas exclusiones sociales, diversidades disociadas y fragmentación cultural; sobre
todo cuando estos procesos de cambio son acelerados por las fuerzas del mercado sin un
contrapeso social que oriente y gobierne las transformaciones estructurales hacia un horizonte de
desarrollo más humano y sustentable, que por cierto debe incluir mayor descentralización y
democracia regional.
De ahí la importancia de que los espacios sociales de encuentro y confluencia no sean únicamente
discursivos y retóricos, sino que efectivamente se refuercen los territorios materiales y simbólicos
de reconocimiento e intercambio entre diferentes mundos sociales y formas de vida. Para este
efecto no se requiere tanta inventiva artificial por parte de expertos y planificadores para diseñar
nuevos espacios, sino un mínimo de sensibilidad cultural para comprender que son las propias
inteligencias colectivas territorializadas las que han creado y recreado históricamente sus propios
espacios simbólicos de encuentro y confluencia, y que éstos están ya instalados: sus barrios,
plazas, paseo, fiestas costumbristas, carnavales, etc. Aunque muchas veces invisibilizados,
despoblados o en desuso, como efecto colateral de las narrativas insidiosas que encienden la
inseguridad y el miedo social sobre los espacios y quienes los habitan.
Es precisamente a través de estos espacios sociales adheridos a la memoria y la piel de los
territorios, donde las identidades se expresan, conviven, coexisten, festejan y se celebran,
renovando los antiguos vínculos sociales y también generando nuevas sociabilidades, intercambios
y reconocimientos. De ahí la relevancia y la apuesta por fortalecer los espacios festivos en la
región, su economía relacional, política y cultural, pues el rito festivo, en tanto espacio de
(re)encuentro inter-identitario, constituye uno de los activos identitarios y culturales más
importantes que el sector público puede y debe reconocer, no sólo estéticamente o retóricamente,
sino fortalecer materialmente a través de políticas culturales territorializadas que permitan
promover las dinámicas de descentralización local y la autonomía ciudadana en los procesos de
producción cultural.
De este modo, la cultura -en el marco de la sociedad de la información y el conocimiento- circula
globalmente, viaja translocalmente, pues en la actualidad los lugares, los rituales locales, la música,
las identidades y sus prácticas, se desplazan a través de las redes virtuales de las industrias
culturales, siendo promovidas como patrimonio en el marco de la nueva lógica desplegada por la
economía cultural. Pero sobre todo, en la actualidad la cultura se constituye más que en una
sustancia fetiche atada a un grupo humano específico, en un “recurso” que se legitima con fuerza
para ir consolidando los sentidos compartidos y la idea de cohesión social, y que sin borrar la
memoria de los conflictos logra disminuir la fricción entre grupos sociales opuestos, resolviendo
problemas sociales importantes como el desempleo y promoviendo formas de democracia
descentralizada y estrategias de desarrollo regional más holísticas y participativas.
Por último en cuanto al proceso de avance de los principales productos comprometidos en el
estudio, se entregaron todos los informes de avance del estudio, siendo este último, el DocumentoPropuestas con los aspectos claves de la identidad regional a ser promovidos.
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
CAPITULO I: DISCUSIÓN Y ENFOQUE DEL ESTUDIO.
El presente capítulo tiene por objeto presentar del enfoque teórico del estudio que el
equipo de investigación está desarrollando. Este se inicia situándose en el contexto de la
globalización que es el marco general de todos los estudios identidad por el impacto que
pueda tener a nivel global como local. Luego se pasa a las investigaciones que se refieren
a la identidad chilena y lo que podría estar sucediendo también en la región. A la vez, el
enfoque presenta los principales puntos relativos al concepto raíz que es identidad.
Finalmente se presenta la relación entre identidad y territorio, con una breve discusión
conceptual entre lo que es el espacio y el territorio. Se concluye el capítulo con la
presentación de las hipótesis de trabajo, las mismas que se formularon al inicio de la
investigación.
1.- Lo Global y las identidades en un mundo en transformación
El fenómeno de las identidades ha cobrado importancia en los últimos años. De forma
inesperada y a contracorriente de lo que se auguraba podía suceder con el proceso de
globalización, a nivel de las actividades culturales, éste generó múltiples respuestas de
diferenciación y transformación al interior y entre las sociedades nacionales e
internacionales, en sus espacios urbanos como rurales. Entre todas estas formas de
respuestas, algunas sociedades se revitalizan, refuerzan sus identidades, o bien las
recuperan, reinventándolas o re-conociéndolas dentro de una memoria olvidada, para
volver a reconfigurarlas, tal como ocurre en Chile y también en la Región del Bío Bío con
muchas de sus identidades.
La globalización del mundo puede ser vista como un proceso histórico social de vastas
proporciones, pues rompe y recrea el mapa del mundo, sus territorios y fronteras, los
regímenes políticos y los estilos de vida, donde las culturas y las civilizaciones parecen
mezclarse, tensionarse y dinamizarse, al igual que las cosas y las personas, tornándose
volátiles y desterritorializadas. Para Octavio Ianni (1998), estaría en curso una nueva
totalidad histórico-social, cuyo rasgo básico lo constituye su condición abarcadora y
envolvente, pues incluye lo geográfico, lo ecológico y demográfico, lo económico, lo
político y lo cultural. En ese sentido, para el autor brasileño el globalismo comprende
relaciones, procesos y estructuras de dominación y apropiación que se desarrollan en
escala mundial y que están implicando ajustes y desajustes, integraciones y
fragmentaciones, flujos e influjos mutuos, donde todas las realidades sociales, desde el
individuo a la colectividad, pasan a estar influidas por el movimiento del globalismo, pero
también a influirlo desde sus particulares localizaciones y especificidades territoriales.
Todo esto tiene consecuencias importantes a la hora de pensar quiénes somos, cómo nos
soñamos, cómo nos imaginamos territorial y regionalmente en los tiempos globales. Se
trata, nuevamente, de la eterna pregunta por la identidad, sólo que la respuesta a esta
pregunta ya no puede venir marcada por representaciones de tipo sustancialistas que
establecen diferencias biológicas y raciales entre los pueblos y las geografías. Por un lado,
la industria de la información ha saturado a los países latinoamericanos de películas,
videos, libros, exhibiciones, aparatos electrónicos y espectáculos multimedia provenientes
del extranjero, creando territorios supranacionales en donde se borran las fronteras entre
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
los "unos” y los "otros". En estos espacios, la oposición entre lo propio y lo ajeno se
(re)desdibuja en la medida en que los bienes culturales o de consumo son
desterritorializados, es decir, arrebatados de sus contextos originarios e integrados a
nuevas localidades globales. Por el otro lado, la globalización nos ha conectado vitalmente
con territorios en donde las identidades no están referidas más a pertenencias de lengua,
sangre o nación, pues ya no se estructuran desde la inmanencia de las tradiciones
monoculturales, sino desde la interacción de la cultura con la dinámica translocal ligada al
mercado de comunicación masiva.
Por otra parte, Manuel Castells (2000) plantea algunas de las consecuencias
determinantes en este proceso, y que estarían asociadas con las reconfiguraciones del
tiempo y del espacio en las sociedades contemporáneas, donde irrumpe el espacio de los
flujos y el tiempo atemporal. A este respecto Castells (2000) sostiene a modo de hipótesis
que las funciones dominantes se organizan en redes en el contexto de los espacios flujos
globales, fragmentando las funciones en el espacio inconexo de los lugares/localidades. En
relación al tiempo atemporal, parece desaparecer -en el contexto del espacio de los flujosel tiempo pasado y futuro, mientras el tiempo reloj sigue predominado a nivel de las
funciones subordinadas y a nivel de las localidades concretas. De este modo, la sociedad
global lejos de estar potenciando la uniformidad cultural e identitaria, está marcada por
una jerarquía y una geografía clara e injusta, muchas veces preñada de contradicciones
latentes y otras más explícitas.
Profundizando en el sentido contradictorio de este proceso apuntamos algunas ideas de J.
P. Fitoussi y P. Rosanvallon (2003), quienes plantean que uno de los rasgos
predominantes de la globalización es la búsqueda incesante de la libertad del individuo
(promesa de la modernidad), la que deriva en la sobre-dimensión de ese individuo,
sometido a una tensión de identidad, que surge de un marco de regulación social basado
en la crisis del Estado, de la economía y del propio sujeto, esto es la contradicción entre
las identidades individuales y colectivas. Libertad y padecimiento de sí mismo es uno de
los fenómenos contemporáneos que lleva a plantearse sobre los límites de esta
mundialización, como contrapunto al tiempo de la exacerbación del individuo los cuerpos
colectivos experimentan cambios profundos que hacen más compleja la trama de
identidades en el espacio público, y presionan a la definición de identidades personales
fragmentadas.
Desde la perspectiva de Renato Ortiz (1996), resulta interesante abordar a la globalización
no como un proceso exterior, ajeno a la vida nacional o local, sino como expansión de la
modernidad-mundo, es decir, como la radicalización del proyecto inaugural de la
modernidad, pues de este modo la comprensión del fenómeno que estamos estudiando se
torna más compleja y dialéctica (global/local), evitando caer en el ingreso rápido a ciertas
trampas que consideran la globalización como la clausura de un proceso histórico. Así,
para Ortiz la ventaja que tiene pensar la globalización en términos de modernidad mundo
supone la posibilidad de entender a las colectividades humanas expuestas a un conjunto
de nuevos referentes de identificación polisémicos que aceleran las condiciones de
movilidad y desanclaje, donde cada grupo social se irá apropiando de diversos referentes
para ir constituyendo su identidad y especificidad territorial y transterritorial.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
En continuidad con las líneas argumentales anteriores, es posible señalar que autores
como Castro-Gómez (1998) plantean que en el proceso de mundialización, lo que se
desterritorializa y lo que se globaliza no son únicamente las fuerzas ligadas al capital y las
instituciones estatales, sino también las ideas y las prácticas socioculturales. Esto debido a
que, durante la segunda mitad del siglo XX, la globalización del capital vino acompañada
por la revolución informática y, muy especialmente, por dos de sus productos
tecnológicos: la industria cultural y la comunicación a distancia. Rompiendo barreras
culturales, sociales, políticas o ideológicas. Así, los medios han configurado una verdadera
cultura global de masas. Todo un universo de signos y símbolos difundidos
planetariamente por los mass media que empiezan a definir el modo en que millones de
personas sienten, piensan, desean, imaginan y actúan. Signos y símbolos que ya no
vienen ligados a las peculiaridades históricas, religiosas, étnicas, nacionales o lingüísticas
de esas personas, sino que poseen un carácter trans-territorializado.
El otro rostro del proceso descrito anteriormente, se liga con el hecho de que cada uno de
nosotros, en la medida en que se vincula formalmente a las redes mundiales de
intercomunicación, se constituye en una subjetividad que participa de los procesos de la
globalización, de ahí que resulte impertinente asumir a la globalización como una red de
redes que se impone verticalmente y homogéneamente sobre la subjetividad, alienándola
y manipulándola ideológicamente al margen de su consentimiento. En ese sentido, los
Estudios Culturales en América Latina han mostrado convincentemente que la
globalización no es algo que ocurre por fuera de los sujetos sin intermediar procesos de
decodificación y apropiación de las semióticas que circulan por la red de flujos telemáticos.
La globalización, desde este punto de vista, produce una reflexividad de tipo
hermenéutico, es decir, abre la posibilidad de reinterpretación de la propia cultura con
base en imaginarios desterritorializado.
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2.- Lo nacional y regional: una nueva (re) configuración de la identidad.
En éste ámbito de la identidad, el Informe de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano
(2002) “Nosotros Los Chilenos: un desafío cultural”, plantea que en Chile la imagen de lo
chileno se ha vuelto difusa y poco creíble. Chile está experimentando un profundo cambio
cultural, donde las fuerzas de la globalización y la modernización generan grandes saltos y
avances, acompañados de intensos procesos de autonomización e individualización de las
personas, donde el mercado y las nuevas tecnologías van expandiendo y profundizando
estas tendencias. Estos cambios culturales y estructurales crean oportunidades pero
también nuevos riesgos y dilemas para la convivencia cotidiana, la construcción de las
identidades sociales y los proyectos biográficos.
De esta forma, el PNUD (2002) concluye que la sociedad chilena no parece disponer hoy
de una identidad, o bien, de una imagen de sí misma que le permita ser sujeto, es decir,
pilotear y gobernar colectivamente estas fuerzas del desarrollo y las propias dinámicas que
se presentan en el plano de la vida cotidiana. A esta carencia de la sociedad chilena
actual, también contribuye una imagen conflictiva de su pasado y un diseño débil de su
futuro.
Así, en Chile se han diversificado los modos de vida, muchas veces impulsados por la
expansión del mercado, pero la diversidad de modos y estilos de vida se presentan
carentes de puentes interdependientes que hagan posible la construcción de un orden
común que cobije y otorgue sentido a dichas multiplicidades. De ahí que se sostenga la
idea de una “diversidad disociada y disgregada” (PNUD, 2002), en tanto consecuencia de
la ausencia de un Nosotros.
Sin embargo, a pesar de esta identidad nacional debilitada, fruto de diversos factores y del
propio contexto histórico en el que nos encontramos, podemos observar al mismo tiempo
la revitalización, recuperación, emergencia y reconocimiento de las identidades colectivas,
locales, culturales o sociales. José Bengoa (2006) señala que las identidades locales en la
actualidad han cobrado tanta importancia, como la tuvo alguna vez la identidad nacional.
Estas identidades locales serán la clave en el presente estudio, como los nichos de
desarrollo posible en el contexto actual. Así, para SUBDERE (2008), la identidad adquiere
importancia por el efecto que puede tener en el desenvolvimiento del desarrollo regional,
en el traspaso de poder, la descentralización, por potenciar y gestar los procesos de
desarrollo endógeno en las escalas territoriales, locales, regionales y nacionales. Sergio
Boisier (2009) señala al respecto, que el desarrollo exige la descentralización y la
descentralización exige también a sus actores adecuados, sujetos sociales o ciudadanos
constructores de sus destinos, con sentidos de pertenencia.
De este modo, nos preguntamos ¿cómo somos nosotros los habitantes de la Región del
Bío Bío?¿, ¿Cuáles serían nuestros referentes de auto-definición?. ¿Tenemos referentes,
una memoria histórica o vivimos un tremendo deterioro de nuestro imaginario colectivo?,
¿Qué nos pasa con nuestra región?. Para responder éstas y otras preguntas debemos
primero realizar un recorrido retrospectivo y luego prospectivo en torno a lo que somos
como habitantes de la región del Bío Bío. Deteniéndose en pasado histórico, económico y
sociocultural del actual territorio regional.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
A partir de estas preguntas y desafíos como región, podemos señalar que la Región del
Bío-Bío se constituye político-administrativamente el año 1974 cuando la Comisión
Nacional de Reforma Administrativa (CONARA) inicia el proceso de regionalización
correspondiente al periodo del Régimen Militar tras la aprobación de los Decretos de Ley
Nº 575 de 1974 y Nº 2339 de 1978. Dicho proceso de regionalización ya había sido
promovido con anterioridad por ODEPLAN en el gobierno de Eduardo Frei Montalva,
sentando las bases de una subdivisión regional del país. Este proceso concluye finalmente
con una regionalización consistente básicamente en la subdivisión del país en 13 nuevos
territorios, más que por un proyecto político de regionalización, dado que no se
suministran recursos para la administración de las regiones (2005: 82).
Este modelo, ampara un desarrollo económico basado en la explotación intensiva de los
recursos y del territorio regional, en desmedro del impulso de otras actividades
socioproductivas y de las culturas existentes. Creemos que esta formación regional
economicista ha afectado fuertemente la posibilidad de configurar una identidad regional
acorde con todas las realidades presentes en la región, más allá de sus potenciales
económicos. En éste marco, por ejemplo se da el desconocimiento de una cultura de
importancia y presencia regional como la Mapuche, al aprobarse en 1979 Decreto de Ley
2.568 que dividía las comunidades indígenas en propiedades individuales. Esto apuntaba a
“convertir” a los mapuches en campesinos al cambiar la propiedad de la tierra, pasando
por alto la cosmovisión e identidad propia de esta etnia.
En éste marco, podemos mencionar por ejemplo, cómo influyó el período militar en el “rol”
que le asignó a esta Región, como subsidiaria del desarrollo económico central. De esta
forma, la explotación de los recursos del territorio regional fue desde una perspectiva
nacional, más que de generación de actividades socio-productivas acordes y pertinentes a
lo local y las culturas existentes en los territorios. El acento economicista del desarrollo
regional afectó fuertemente la posibilidad de configurar una identidad regional que tuviera
vínculo con la historia local, las realidades socio-productivas y socioculturales endémicas
de la Región.
Para José Bengoa (2006) en éste período se produce un quiebre profundo en las
relaciones territoriales de la zona, una suerte de fragmentación territorial; donde antes
pudo haber una comunidad ligada a un gran polo de acción económico, cultural, político y
social como lo fue Concepción, tras el golpe militar y el cierre de las industrias locales, la
comunidad se disgrega y quedan los territorios vacíos. Específicamente en Concepción,
“pasó de ser una centro administrativo político y cultural, relacionado con comunidades
industriales, a ser un centro político administrativo exclusivamente de carácter militar,
relacionados con ciudades y pueblos dormitorios” (2006:198). Fue una importante
transformación territorial y cultural en la región, tras el proceso de “regionalización” de la
dictadura militar durante los ochenta, que estuvo “guiado por estos estereotipos, estigmas
y fachadas existentes con anterioridad en la ciudad penquista. Como un modo de
establecer un cierto equilibrio, y también de establecer una cierta neutralización de
cualquier tendencia de Concepción a reconstruir su anterior situación...” (2006:199).
Al comienzo de la transición a la democracia, la región asume el desafío de iniciar un
recorrido de reconstrucción social, partiendo por mejorar los indicadores de pobreza e
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indigencia regional que eran altísimos. Además se busca instalar una nueva dinámica
democrática, que articule al conjunto de los actores locales regionales. En este sentido, el
año 1991 cuando se formula la primera Estrategia Regional de Desarrollo bajo la
intendencia regional de Don Adolfo Veloso Figueroa, se plantea que las personas son el
centro del desarrollo y que por ende, es necesario la construcción social de una identidad
regional, para que sus habitantes se movilicen tras objetivos comunes de desarrollo:
“...una identidad regional implica la existencia de una conciencia de sí misma,
percibiéndose como un cuerpo social con historia, con memoria, con pertenencia y futuro
colectivo. Complejo desafío para una región que integra muchas particularidades de las
comunidades, provinciales y locales, y que además adolecen de integración”1 .
Este planteamiento marca un precedente en la gestión regional, donde el tema de
identidad se encuentra presente en cada una de sus acciones. Por supuesto que esta
propuesta no refleja una región empoderada y conciente de su identidad, ya que al igual
que la mayoría de las regiones de Chile nos encontramos con una importante exclusión conciente o inconsciente- de parte importante de sus habitantes, que no participan, no
son reconocidos o valorados en su diferencia ni en su similitud. Sin embargo, la actual
Estrategia Regional de Desarrollo 2008-2015, plantea como uno de sus principios, el
reconocimiento de la diversidad cultural, con la definición de una serie de proyectos, que
entre otras cosas, promueven el fortalecimiento de las identidades y culturas locales como
ámbitos relevantes para el desarrollo regional.
Cabe señalar que en la actualidad la región del Bío Bío se organiza en 4 provincias, 9
territorios de planificación y 54 comunas. Las provincias son Concepción, Ñuble, Bío Bío y
Arauco. Los territorios de Planificación son Arauco, Bío Bío Centro, Bío Bío Cordillera,
Chillán Viejo, AMDEL (Asociación de Municipalidades para el Desarrollo Económico Local),
Valle Itata, Pencopolitano, Laja Diguillín y Punilla. Dentro de ellos se encuentran las 54
comunas que forman a la Región.
Dicho esto, podemos consignar que a diferencia de nación chilena, la región del Bío Bío
tiene sólo 35 años de existencia política administrativa, por tanto la idea de identidad
regional aún parece más como un anhelo o posibilidad de construcción, que una realidad
que pudiera estar ya fragmentada o disgregada como lo es la identidad Chilena. Esto no
significa que no existan múltiples expresiones de identidad en la región, que sí las hay y
las cuales han sido fuertemente moldeadas y marcadas por el devenir histórico.
Geográficamente la región se distingue por el principal río que la cruza, el más caudaloso
de todos, el río Bío Bío. Fácilmente se pueden distinguir tres importantes áreas geográficas
que determinan el tipo de asentamiento poblacional y las actividades socioproductivas
asociadas a éstas. De Este a Oeste encontramos el área de la cordillera y precordillera de
los Andes, luego el área central con su valles (depresión intermedia), y finalmente, el área
costera y urbana, donde se encuentra la cordillera de Nahuelbuta. La región además
cuenta con tres importantes islas en términos de identidad local, la Quiriquina, Santa
María y la Mocha.
1
Estrategia de Desarrollo Regional del Bío Bío, 1991-1994.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
En el ámbito histórico, se tiene antecedentes que se remontan a la prehistoria
precolombina, con datos poblacionales que van entre 7 mil a 1.000 años de antigüedad.
Se habla de una población humana que seguramente desencadenó en lo que hoy
conocemos como la cultura Mapuche, situándola en el Complejo El Vergel. Este periodo se
caracteriza por una serie de elementos más o menos estables y que permiten hablar de
una ocupación territorial determinada. Según el antropólogo Marcos Sánchez, Director
Regional del Museo de Historia Natural de Concepción2, ésta podría ser la expresión más
antigua registrada, caracterizada por: una economía predominantemente de pesca y
recolección que con el tiempo deriva en la agroalfarería, la elaboración de puntas de
flecha, piedras horadadas, urnas funerarias muy características de la zona, temprana
orfebrería, entre otros elementos específicos del complejo, que poseen un gran valor
histórico cultural para el patrimonio de la región.
La cultura mapuche es determinante en la historia regional, porque ella, junto con la
barrera natural que representa el río Bío Bío, se levanta la idea de región de frontera. El
Bío Bío divide de esta forma a españoles y Mapuches en un principio y luego, al Estado
chileno y el pueblo Mapuche. Sin embargo, no sólo se trata de una frontera en términos
negativos, sino también se ha constituido en el punto de encuentro, a través de los
parlamentos que congregaban a miles y miles de personas, efectuados durante el periodo
colonial. Esta misma geografía fue la decisiva en la fundación de ciudades, fuertes y
corregimientos en la región, que van de Oeste a Este por el curso del Río Bío Bío.
No obstante el sello de frontera que caracteriza a la región, también encontramos que la
región del Bío Bío ha sido la cuna de numerosos personajes públicos de importancia
nacional a través de la historia, como Bernardo O´Higgins, Arturo Prat, Lautaro, Fresia,
Guacolda, Tegualda, Inés Enrique Frödden, Violeta Parra, Víctor Jara, Rosario Ortiz,
Gonzalo Rojas, etc. Que sin duda refuerzan una imagen regional concreta.
La economía local se caracteriza por las grandes actividades forestales, pesqueras e
industriales. Dentro de éstas, la industria forestal tiene una posición preponderante, ya
que en esta región se encuentra el 40% de las plantaciones de todo el país. El auge de
esta actividad se da como reemplazo, -en orden de importancia mas no en el tiempo,
principalmente en la provincia de Arauco de la industria del carbón, que durante más de
un siglo fuera el centro económico de la provincia3. Otras industrias importantes en la
Región son las del acero, la pesca, agricultura de cereal y la remolacha. La economía
regional también se caracteriza por la presencia de medianas y pequeñas actividades
productivas, tanto formales como informales, que van desde el sector forestal, pesquero,
agrícola, recolección y de prestación de servicios, etc.
De éste modo, pensar en la construcción o reconstrucción de una identidad regional, o
de identidades territoriales, con fuertes vínculos de unas con otras, para la promoción de
visiones o sueños comunes, necesariamente debe ir acompañada de procesos de
reconocimiento de la diversidad regional. Estas visiones están plasmadas en cada
2
Presentación en: II Charlas de geografía Cultural. El Camino del Bío Bío. Jornada de reflexión en torno al
Bío Bío. 5 Diciembre 2008. UdeC.
3
La explotación del Carbón fue una de las actividades económicas más importantes de la provincia que
configuró una fuerte identidad cultural en torno a la industria de la gran minería. No obstante, no logra
sostenerse en el tiempo y conseguir competir en las condiciones de los mercados integrados.
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territorio, en diferentes escalas y definiciones, que pueden ir desde lo político
administrativo a emplazamientos de fronteras imaginarias y desterritorializadas, pero no
por ello, no existentes. Desde lo indígena, que indudablemente fueron los primeros
habitantes de este territorio, se va conformando una cultura de múltiples dimensiones,
aristas y relaciones. A partir del contacto intercultural con la colonia española, los criollos,
chilenos mestizos, la inmigración española vasca, francesa, inglesa, alemana, suiza, árabe,
va constituyendo espacios y territorios en función de múltiples formas de habitar. Esta
expresión de las identidades genera importantes actividades económicas e industrias
vinculadas a la agricultura, minería, desarrollo textil y otros, para responder a las
necesidades locales, nacionales y de otras partes del Mundo.
3.- Desarrollo Humano y Democracia Regional
Entendemos al desarrollo humano como el proceso mediante el cual la persona humana se
hace sujeto y beneficiario efectivo de las transformaciones sociales e históricas que están
marcando en la actualidad nuestra época (PNUD, 2002). Ello no implica un proyecto o un
modelo de desarrollo determinado, sino que se trata más bien de un modo de enfocar la
vida social. En ese sentido, planteamos al desarrollo humano como una perspectiva que
nos permitiría aproximarnos a los sueños e imaginarios colectivos de región, ello con el
objeto de hacer frente a los desafíos del presente, pues la ausencia actual de un
imaginario colectivo o sueño de región tiende a desdibujar las memorias colectivas, los
afectos y las pertenencias territoriales, en sus diversas escalas geográficas. Parafraseando
al PNUD 2002, sin una imagen de región, sin un relato compartido de región, sin una
experiencia práctica pero también simbólica de ser parte de un Nosotros, es muy difícil
fundar geografías humanas compartidas, tramas sociales fuertes y sustentables en el
tiempo y el espacio. Y en ese sentido, la tarea de la presente investigación y de su modo
particular de enfocar las diversas y complejas realidades regionales se encuentra
fuertemente orientada por la construcción de un imaginario de región, donde sea posible
comprender las experiencias sociales compartidas, visibilizar sus tensiones y proponer los
desafíos para los diferentes modos de vida que se inscriben en la región, teniendo como
horizonte la construcción de una cultura más inclusiva y democrática en el nivel regional, y
donde el punto de partida sea la densidad histórica presente en su geografía y paisaje
humano, pero también la multiplicidad de biografías y memorias que la pueblan, la habitan
y construyen desde su cotidianidad. De este modo, la pregunta que retomamos del
enfoque de desarrollo humano es por los sentimientos y las emociones que nos permiten
experimentar las pertenencias territoriales, con el objeto de convocar a las biografías a ser
parte de un proyecto colectivo.
En este sentido también cobra relevancia el análisis realizado en el informe PNUD 1998
“Chile las paradojas de la modernización”, al respecto señala: “Los datos empíricos
levantados y analizados en este Informe revelan avances importantes en el desarrollo
chileno, junto a grados más o menos significativos de desconfianza, tanto en las relaciones
interpersonales como en las relaciones de los sujetos con los sistemas de salud, previsión,
educación y trabajo. El malestar que se observa hace pensar que los mecanismos de
seguridad que ofrece el actual "modelo de modernización" resultan insuficientes o
ineficientes. Resumiendo el diagnóstico: la Seguridad Humana en Chile, más allá de los
considerables éxitos obtenidos, no tendría un nivel satisfactorio y, además, ella se
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
encontraría distribuida de manera desigual.”4 Esta situación da cuenta de que el ciudadano
enfrentado a los sistemas de regulación social fuera de su control (salud, educación, etc.),
acrecienta sus experiencias de inseguridad e inequidad. Se intensifica el cambio cultural a
una consolidación de un Chile individual-liberal, que se ve enfrentado a sus aspiraciones
de progreso y desarrollo democrático republicano, que inserto en una matriz liberal, había
tenido un acento en sujetos colectivos de transformación o reforma social.
4.- Identidad e identidades: una cuestión de diversidad cultural
La identidad es un fenómeno que tiene expresión individual como colectiva. Es una
materia tratada principalmente por las ciencias sociales desde hace por lo menos medio
siglo atrás, aún cuando en la actualidad se ha convertido en objeto de estudio y de
aplicación de muchas otras disciplinas, como la economía, arquitectura, las artes, etc.
masificándose su nomenclatura y expandiendo sus relaciones y áreas temáticas.
Razón por la cual, el abordaje de una conceptualización de la identidad es una empresa no
fácil, abunda la literatura y los artículos electrónicos, por lo que requiere ser acotada a una
orientación concreta, porque permanentemente nos encontramos con definiciones
acotadas a las identidad personales, colectivas, sociales, culturales, étnicas, nacionales,
global, territoriales, urbanas, género, transgénero, jóvenes, deseadas, asignadas,
asumidas, legitimadoras, de resistencia o proyecto, etc.
Además es un concepto que forma parte del lenguaje común, muchos hablan de su
identidad o multiplicidad de identidades. Varios autores coinciden en estamos
presenciando una época de crisis de las identidades, que vivimos una época de vacío, que
estamos faltos de identificaciones o que éstas son efímeras. Otros tantos hablan también
de la revitalización de éstas, manifiestas en las más diversas formas. Es la paradoja de la
identidad en la era global.
Para el caso de este estudio, nuestro enfoque se orientará al desarrollo de una mirada de
la identidad colectiva, por la importancia que tiene la identificación de los grupos
socioculturales con los territorios para el ámbito del desarrollo regional. No será situado a
escala de las identidades personales por la dificultad de hacer llevadero un estudio de este
tipo frente a los requerimientos actuales.
Pensamos es una definición postmoderna de la identidad, siguiendo a Lévi-Strauss (1972),
Manuel Delgado (1999) y José Bengoa (2006), porque aún cuando le otorgamos
importancia a la identidad dentro de la vida social, creemos que es principalmente la
necesidad de diferenciarse y la puesta en escena de la diferenciación la generadora de
identidad. Porque la identidad en sí misma no existe.
Cuando se habla de identidad se menciona las diferencias y semejanzas, las adscripciones,
auto-reconocimiento, autoconciencia, identificaciones y sentidos de pertenencias, que es
lo conocido como la mirada y el reflejo en el espejo. Esta identidad se manifiesta a nivel
4
Informe Desarrollo Humano en Chile - Año 1998. Las Paradojas de la Modernización Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo. Sinopsis. http://www.desarrollohumano.cl/ele98.htm
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
individual como grupal, a través de las configuraciones, estados de conciencia o
imaginarios, acerca de lo que es uno, los que son su comunidad, su grupo de personas o
referentes, en contraste a otras personas, otras comunidades, otras sociedades. Es decir,
que la identidad se basa en el principio de alteridad, desde el cual construyo
permanentemente lo que soy o quiero ser, diferenciándome de este modo de otros. José
Bengoa, también señala que no debemos olvidar que dentro del carácter no estático de la
identidad, ésta siempre va a ser un proyecto, una construcción (Ver informe del estudio
en: www.identidades.cl)
La identidad como la cultura son consustanciales a las personas y los grupos. Su
importancia está en que son conductoras de vida porque tienen una fuerte carga
emocional. Se localiza a nivel de las ideas, de lo cognitivo e ideacional, pero también se
presenta en los discursos, usos y las representaciones, las narrativas, lo material como lo
espiritual. En cualquier ámbito de diferenciación y representación.
Para Manuel Delgado (1998) , “un grupo humano no se diferencia de otros porque tenga
unos rasgos humanos particulares, sino que adopta unos rasgos singulares porque
previamente ha optado por diferenciarse” (Delgado. 1998). En este sentido, la identidad
sería la diferenciación. Desde esta perspectiva la identidad se localiza en todas las
personas, porque todas las personas nos diferenciamos de otras, a partir de
identificaciones personales, por características o condiciones coyunturales, como el
género, la edad, la sexualidad, el grupo étnico, la cultura, la nación o el territorio, etc.,
entre tantas otras posibilidades de diferenciación que se pueden presentar.
Cientistas sociales de las áreas de la antropología, sociología, teorías de la comunicación
de España, son dados a no encasillar el fenómeno de las identidades como situaciones que
se presentan con exclusividad en grupos sociales diferenciados, como los étnicos
tradicionales, las naciones o culturas con historia y sentimientos de soberanía, porque
consideran que tienen a situarse en una lógica etnocéntrica “euro-occidental”, creyendo
que los diferentes sólo son los otros no “euro-occidentales”. Por tanto, se presentan como
defensores de las identidades como fenómenos de eclosión de diferenciaciones, que
puede manifestarse de cualquier manera, y que tiene un comportamiento, similar al de las
identidades, culturas o comunidades políticas tradicionales, comenzándose a utilizar más el
concepto de diversidad.
Las identidades surgen como respuesta a la diversidad de la humanidad, es una condición
presente a lo largo de la historia, que ha traspasado todos los tiempos, todas las
sociedades y el interior de ellas. Para Bengoa es el capital cultural con el que contamos,
Aún cuando, sea una construcción de ontogénesis que se inicia con los procesos de
endoculturación y socialización, las identidades no logran fijarse con el tiempo, porque
permanentemente van cambiando. Por tanto “la identidad” es un proyecto futuro, en el
sentido que se aparece como una visión, algo que se pretende alcanzar. En este proyecto
de construcción, los otros son cruciales para la fundamentación del nosotros. En este
sentido, podemos decir que una de las principales preguntas que mueve este estudio es
precisamente esa definición del “nosotros y los otros”, en tanto grupos, identidades
colectivas, sus vínculos o no con un territorio, qué tipo de territorio, espacio o soporte y
un discurso en torno a una identidad regional.
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En este marco, nos interesa reafirmar que el principio de identidad surge por efecto de la
alteridad, somos por efecto de una diferenciación con los otros. Así surgen ciertos
parámetros que nos hacen sentir como parte de una “comunidad imaginada”, que tiene a
su vez fronteras imaginarias que nos ayudan a situar “el nosotros” o “los otros” dentro o
fuera de esa comunidad, que puede o no corresponder con un territorio.
Segundo, es de importancia recalcar que la identidad es una conciencia que involucra
sentimientos y emociones que movilizan la acción. Clifford Geertz (1977) se refiere a estos
sentimientos primordiales como generadores de sentidos, tan prístinos que pueden cobrar
fuerza incluso después de haber sido aplastados u oprimidos conciente o
inconscientemente por motivos ideológicos, políticos, económicos, religiosos, etc.; pueden
aflorar y emerger como semillas debajo de la tierra, cuando se creía habían sido
exterminadas de raíz. Ejemplo de lo anterior, lo constituyen los procesos de reetnificación
vividos en Latinoamérica y Chile los últimos 20 años.
Varios otros autores hablan de la identidad como una acumulación y una resultante a la
vez (Malek Chebel), como condensora de emociones que generan acciones (M. Maffesoli).
Específicamente éste último autor, señala que en la identidad la memoria es central,
porque “la voluntad de imaginar una comunidad se transforma en algo más que eso, en
gestos, maneras de decir, maneras de hacer, maneras de ser, formas de pensar,
estereotipos positivos, negativos” (Bengoa)
En este contexto, se reconoce en la actualidad la imposibilidad de hablar de la identidad
como esencia, características o cualidades fijas e inmutables; donde ésta ya no puede ser
reconocida como un conjunto de hechos objetivables, más allá de su valor real como
incierto nudo de instancias, irreales entre sí, inencontrables cada separado” (Delgado,
2007:261). Sino que más bien la identidad se ha trasladado al campo de las
construcciones relacionales, donde la diferenciación étnica es más un resultado, una forma
de categoría adscriptiva, de interacción de un grupo con otros grupos.
Sin embargo, la complejización del concepto de identidad también ha acarreado una
exacerbación de los particularismos, gatillando muchas veces que las diferencias fueran
nuevas instancias generadoras y receptoras de discriminación.
Los usos que se le ha dado a la identidad pueden tener diferentes proyecciones, de la
discriminación excluyente a la reivindicación y representación incluyentes. Es una bandera
de lucha a nivel individual y colectivo para la consecución de ciertos fines vindicados que
propugnan el derecho a la diferencia identitaria. Para Delgado, en la actualidad la
identidad es el requisito que todo Estado moderno exige siempre a sus interlocutores
(2007), pero ésta se negocia, y es a la vez el resultado de sus negociaciones, porque no
siempre es el resultado de afinidades y oposiciones. La identidad en sí misma nunca es la
causa de algo sino que más bien el resultado de “complejas dinámicas históricas, sociales,
políticas y económicas y no puede ser entendida al margen de la manera como grupos
humanos con intereses y objetivos específicos la emplean como fuente de legitimidad”
(Ídem).
En el ámbito regional que nos interesa en el presente estudio, partiremos de la premisa de
que existen “identidades” regionales en vez, de una identidad, considerando que nunca
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
existe una sola identidad, sino que nos encontraremos con múltiples y entremezcladas
identidades. No obstante, en la definición del quiénes somos, podemos encontrarnos con
un mínimo común identitario, como lo diría Carlos Amtmann (2007), con el lugar de
confluencia.
5.- La Identidad Territorial desde una mirada dinámica.
Cuando se habla del territorio regional generalmente se hace mención al extenso espacio
que lo caracteriza, su clima de transición y la diversidad de ambientes naturales que
posee. Algunos incluso se atreven a plantear que contiene todo lo que tiene Chile pero en
una superficie de sólo 37.062,6 kilómetros cuadrados. También caracteriza a este territorio
su diversidad poblacional, que de Norte a Sur, Este a Oeste, presenta tantas variaciones
como su geografía. Son los diferentes modos, usos y representaciones de la identidad que
los habitantes de la región le han otorgado y le otorgan a los espacios, transformándolos
en sus territorios de pertenencia. En la era Global los espacios también se dinamizan,
dejan de ser contenedores estáticos, vacíos de cosas y de habitantes, transformándose en
nuevos referentes y figuras aglutinadoras de acciones complejas.
La noción del espacio que nos sirve para abordar los temas esbozados arriba toma una
forma novedosa en los estudios actuales, pues se abandona la idea del espacio como
contenedor pasivo de los procesos para adoptar una imagen de espacio dinámico,
estructurado por esos procesos. De ahí que la relación entre la identidad y territorio ha
adquirido ahora mayor complejidad, ligada a las actuales mutaciones del mismo espaciotiempo y de las nuevas modalidades de movilidad y comunicación que han desplegado los
sujetos. En la actualidad, identidad y localidad, la sensación de ‘aquí’ y ‘allá’, viajan juntos,
lo que nos hace plantear esta noción tan pertinente para el presente estudio: la idea de
translocalidad, sugerida por Appadurai (1996); a través de la cual se estaría expresando
un cambio en la relación entre territorio, identidad y comunidades de pertenencia.
Ahora bien, como contrapunto es necesario plantear que si bien no es posible desconocer
los procesos asociados con las dinámicas de desterritorialización a las cuales nos arrojan
las fuerzas de la globalización, por otra parte no es posible soslayar la importancia que
posee el territorio en tanto construcción socio-cultural y práctica colectiva a partir de la
cual los sujetos arman sus pertenencias, arraigos y memorias colectivas, aunque sea de
modo precario y provisorio dado el actual contexto de cambios e incertidumbres al cual se
encuentra expuesta la vida cotidiana de los actores sociales. Sobre todo si se piensa en los
actuales procesos de segmentación territorial de las ciudades y de la región, donde el
territorio puede ser pensado como recurso de integración e identificación al interior del
propio grupo de pertenencia.
De ahí que los significados que construyen y constituyen a las identidades colectivas no
provienen únicamente de enunciados discursivos, sino también de prácticas concretas, de
las experiencias y trances colectivos ligados a contextos físicos y espaciales donde se
inscriben dichas prácticas. Es esta condición de la identidad que se denomina como la
territorialidad, y que otros autores atribuyen al poder de habitar (H. Lefebvre). La
territorialidad es un rasgo compartido por todos los sujetos sociales, y por ello es un
componente básico de su identidad. El Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural
24
Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
(RIMISP. 2006) lo concibe como una construcción social que presenta un conjunto de
relaciones sociales, que “dan origen y expresan una identidad”(2006:14), y sentidos para
los sectores públicos como privados de ese territorio.
Un componente cuyo peso específico, varía en las diversas coyunturas históricas, en
beneficio de componentes laborales, políticos, religiosos, de clase, de género, etc. Las
representaciones de nosotros mismos en el mundo están íntimamente ligadas con las
maneras en que ocupamos el espacio y hacemos territorio5. Por tanto cabe preguntarse
cómo ocupamos el espacio y hacemos territorio en la región del Bío Bío.
Aquí, Roxana Reguillo (1992) distingue al espacio físico del espacio construido. Siendo el
espacio un componente genético de la estructura identitaria de los actores sociales, es
posible distinguir dos dimensiones del espacio:
La dimensión dada del espacio: esto es la ciudad como espacio físico pre-existente a los
individuos. La dimensión construida del espacio: esto es el territorio como espacio que
constituye una extensión del propio sujeto y que simultáneamente es practicado
cotidianamente por los sujetos, donde destaca el elemento de la continuidad grupal y la
devolución de una imagen referida al quienes lo habitan.
“El territorio entonces, no puede de ninguna manera considerarse como contenedor de
hechos sociales, como mero escenario o telón de fondo en el que se desarrolla la acción.
El territorio se nos aparece como una construcción social en la que se entretejen lo
material y lo simbólico, que se interpretan para dar forma y sentido a la vida del grupo,
que se esfuerza por transformar mediante actos de apropiación –inscribir en el territorio
las huellas de la historia colectiva- el espacio anónimo en un espacio próximo pleno de
sentido para él mismo” (Reguillo, 1996:78).
En esta línea se encuentra el desarrollo del concepto de place-identity (Proshansky, 1976,
1978; Kaminoff, 1983). La identidad de lugar es considerada como una subestructura de la
identidad de self y consiste en un conjunto de cogniciones referentes a lugares o espacios
donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en función de los cuales el individuo puede
establecer vínculos emocionales y de pertenencia a determinados entornos. Estos vínculos
son, como mínimo, tan importantes como los que se establecen con los diferentes grupos
sociales con los cuales el individuo se relaciona. En la base de esta estructura se encuentra el
"pasado ambiental" del individuo así como los significados socialmente elaborados referidos a
estos espacios que la persona ha ido integrando en sus relaciones espaciales. Este "depósito
cognitivo" que configura la identidad de lugar -del cual, según Proshansky y otros (1983), el
individuo no es consciente excepto cuando siente su identidad amenazada- permite a la
persona reconocer propiedades de los entornos nuevos que se relacionan con su "pasado
ambiental", favorecer un sentido de familiaridad y la percepción de estabilidad en el
ambiente, dar indicios sobre cómo actuar, determinar el grado de apropiación o la capacidad
5
http://www.identidades.cl/pdf/discusionbibliografica. José Bengoa y Francisca Márquez (2006). De los
mismos autores revisar Revista Proposiciones: “Identidad e Identidades”; Ediciones SUR, Vol.35, marzo, 2006
25
Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
para modificar el entorno y, por último, favorecer un sentimiento de control y seguridad
ambiental.
Con lo todo lo anterior la discusión sobre la identidad territorial en la era global se vuelve
mucho más jabonosa que sólo plantearse una relación o vínculo de los individuos con
determinados espacios físicos –geográficos. Porque la idea de territorio desde una
definición más clásica no logra representar la complejidad del mundo moderno y global.
Los espacios están dotados de dinámicas, que incluso no siempre tienen referentes
concretos, ni se traducen en territorialidad. Y más aún cuando enfrentamos una identidad
nacional fragmentada, difusa pero presente. Y la región del Bío Bío, con una identidad que
obedece más a las identificaciones globales y locales que regionales, por tanto con mucha
dificultad de construcción de proyectos comunes.
6.- Hipótesis de Trabajo
Se plantean principalmente dos hipótesis de trabajo:
a
El carácter diverso de la región del Bío Bío es determinante en la
construcción de su identidad. Por lo tanto, creemos que nos encontraremos
con un abanico de identidades intraregionales más que con una sola
identidad regional. Éstas presentan diferentes niveles de conciencia, unas
más históricas y territoriales, otras cercanas a reivindicaciones sociales,
sexuales u otras formas de representación.
a
Creemos sin embargo que existe una identidad compartida en la región,
que se encuentra a nivel discursivo y en el imaginario de sus habitantes,
que tiene que ver con la memoria histórica del territorio de frontera, con el
río que le da el nombre, o a la “Octava” Región, como uno de los
principales motores de descentralización de nuestro país, con sus
constantes reivindicaciones regionalistas que marcan una identidad propia.
26
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
CAPÍTULO II: METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
1.- Enfoque Metodológico del Estudio
El Enfoque metodológico del estudio apunta hacia la “búsqueda” de las identidades en la Región del
Bío Bío. Al asumirla como diversa, compleja, en diferentes escalas, etc. es clave la aproximación
metodológica que se utilizó para obtener la información. En este sentido, se optó por una
aproximación preferentemente cualitativa, la que dio cuenta en profundidad de la riqueza,
complejidad y diversidad ligada con el campo de estudio de las identidades territoriales. En este
caso el énfasis estuvo dado por las perspectivas participativas, centradas en la vida cotidiana de los
actores y sus dinámicas territoriales. De este modo, la orientación metodológica tuvo un fuerte
énfasis en “capturar” la dimensión biográfica y el mundo de vida puesto en escena territorialmente,
donde los componentes afectivos, la memoria social y la producción de espacios sociales jugaron
un rol determinante en la configuración de las identidades. De manera complementaria, se
utilizaron herramientas cuantitativas con el objeto de obtener información anexa y a un grupo
específico que resulta relevante a los objetivos de la investigación.
2.- Técnicas para la producción de información
Las técnicas a utilizadas fueron definidas en base a las etapas del estudio:
ETAPAS
TÉCNICAS
APROXIMACIÓN
RESULTADOS
ESPERADOS
Etapa
de
sondeo
inicial y trabajo de
gabinete.
Sistematización y análisis
de fuentes secundarias
Cualitativo
*Rescatar el “estado del
arte” del tema en la
Región.
*Identificar puntos claves,
en términos de territorios,
actores u otros.
Etapa
de
reconocimiento
transversal
de
la
Identidad(es) de la
Región.
Taller de Identidades (1)
Cualitativo
*Visión regional del tema
de
identidad,
desde
especificidades que traten
de converger.
*Pauta
para
escoger
territorios
o
actores
arquetípicos,
que
respondan a la división
operativa de identidades
Etapa
de
profundización
y
enriquecimiento de la
información.
Talleres
locales
Identidad (10)
Cualitativo
*Visión de las diversas
identidades presentes en la
Región desde su propio
relato, confluencia y visión
general.
Entrevistas
en
Profundidad a actores
claves e informantes
expertos que puedan dar
cuenta
de
una
aproximación
regional
(7)
de
Historias y Relatos de
Vida (17)
Entrevistas
profundidad (9)
en
27
Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Aplicación
(54)
Etapa de análisis y
construcción de
resultados
Cuestionario
Trabajo de Gabinete
Construcción
Colectiva
de Mapas Identitarios (4)
Seminarios de Difusión
(4)
Publicación
Libro
realización de Video.
y
Construcción de Página
web:
www.identidadbiobio.cl
Afiches de Difusión.
Cuantitativo
* Recopilar información
otorgada
a
nivel
de
comunas sobre las distintas
identidades, sus relaciones
a
nivel
territorial,
identificaciones
patrimoniales, y proyectos
posibles de financiar en
esta materia.
Cualitativo
*Reunir
información
recopilada y sistematizarla
según los ejes del estudio
definidos.
*Apoyar
esta
sistematización
con
la
construcción colectiva de
mapas que validen la
información recogida
*Realizar Seminarios de
Difusión
para
validar
resultados,
corregir
o
agregar proposiciones
*Cerrar
proceso
con
publicación
de
Libro,
Afiches, Web y Video.
3.- Campos de Exploración Identitarios
En base a la experiencia y la información desplegada en el primer Seminario taller sobre Identidad
Regional realizado durante el mes de abril del 2009, se optó por construir una matriz metodológica
que permitiera operacionalizar las reflexiones, exploraciones y sucesivos hallazgos sobre la
Identidad Regional. Lo anterior se traduce en la organización de lo que el estudio denomina
Campos de Exploración Identitarios en el contexto de la Región del Bío-Bío. Estos campos de
exploración no constituyen nichos estancos y ni abstracciones sin historicidad, pues se trata de
campos dinámicos y provisorios, donde lo determinante está asociado con los rendimientos de
orden metodológico. No obstante lo anterior, estos campos tienen un sustento teórico y una base
empírica de contrastación ligada a los hallazgos del Seminario antes aludido y a la propia
experiencia e investigación desarrollada a nivel Regional por el equipo de profesionales
involucrados en el estudio.
Campos de Exploración:
a) Identidades étnico-nacionales, en este grupo se encuentran aquellas identidades que
comparten una etnicidad o nacionalidad determinada; una base histórica y vínculos
territoriales. Entre éstas podemos mencionar las identidades mapuche - lafquenche y
pewenche, como también las minorías nacionales por efecto de la inmigración o colonias de
descendientes de inmigrantes, etc., como lo serían las familias de chilenos descendientes
de inmigrantes alemanes en Contulmo. Sin embargo, este caso particular fue descrito como
un ejemplo de identidad local.
28
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
b) Identidades socio-productivas, aquellas identificaciones configuradas principalmente
por un ejercicio económico preponderante, que se ha efectuado en el pasado como en el
presente. Estas identidades son fácilmente reconocibles en los territorios, aún cuando
algunas de éstas son móviles por efecto de traslados de las producciones dentro de la
región, por ejemplo, el caso de los temporeros y recolectores. También son reconocibles
incluso en aquellos casos donde la actividad productiva que las originó ya no existe, como
la minería del carbón.
c) Identidades urbanas, en este ámbito encontramos a todas aquellas identificaciones que
no necesariamente presentan una historia de larga data, que no obligatoriamente están
determinadas por un quehacer económico productivo, o una condición étnica-nacional, sino
que más bien, responden a dinámicas de diferenciación, de vindicación como comunidades
imaginadas, a partir de otros referentes. Estas identidades se visibilizan como respuestas a
los procesos de modernización y globalización de las últimas décadas. Algunas de las cuales
tienden a ser nominadas minorías, no por su número sino por su posición dentro de las
esferas políticas. Su vinculación con el territorio no necesariamente responde de la misma
manera que las identidades socioproductivas o culturales planteadas, sino que más bien,
sus referentes son sus cuerpos que se desplazan por la región y los territorios libremente.
Aún cuando los espacios de mayor visibilización de estas identidades son los espacios
urbanos y semi-urbanos, entre todas ellas nos vamos a detener en las identidades,
barriales, mundos juveniles, sexuales, etc. De este modo, entendemos lo urbano como una
experiencia espacio-temporal asociada preferentemente con la heterogeneidad en las
formas de vida, la densidad socio-espacial, la cultura de la movilidad, la translocalización de
las dinámicas subjetivas, entre otros aspectos, y que en general tienden a co-existir
simultáneamente en un espacio social y de tiempo determinado.
d) Identidades de Género, aquí nuestra mirada se centró en reconocer la condición
sexuada de los sujetos con los cuales estamos trabajando a fin de visibilizar desde sus
experiencias cotidianas como construyen identidades marcadas por los aprendizajes
socioculturales de género. Esto significa incorporar el Género como una categoría analítica,
que nos permita cruzar la condición sexuada construida desde los anclajes socioculturales y
marcados por una historicidad concreta, en los distintos ámbitos de análisis. Este aspecto
es fundamental porque si bien se recogieron discursos y experiencias colectivas,
intentamos ser capaces de reconocer los matices que esos discursos más homogéneos
tienen y fundamentalmente no colonizar (en el sentido de imponer) los discursos de los y
las actores sociales por la incapacidad analítica de los y las investigadores/as para
incorporar las diferencias concretas y subjetivas de hombres y mujeres con las que
trabajamos.
4.- Muestreo
Muestreo Cualitativo
En el caso de la muestra para la aplicación de metodologías cualitativas, se plantea una muestra de
carácter Estructural, donde lo predominante para su selección sea el denominado criterio de
Comprensión, o bien, de Pertenencia (Ibáñez, 1989). Bajo este criterio se quiso incluir a todos los
sujetos que reproduzcan discursivamente las relaciones que se estimen relevantes para la
investigación.
Ahora bien, el problema del tamaño de la muestra en estos estudios adquiere un sentido distinto que
en el muestreo cuantitativo/estadístico, ya que, en estricto rigor o teóricamente no pudo predefinirse
con anticipación (Ruiz Olabuénaga, 1996; / Rodríguez Gómez, Gil Flores y García Jiménez, 1996).
29
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Por lo tanto, se trabajó una muestra suficientemente grande, pues intentó cubrir todas las posiciones
de habla o perspectivas que componen a un determinado grupo, y también, en cuanto accedió a un
punto de saturación de la información recogida.
En este marco, la muestra escogida para la realización de los Talleres, las historias de vida y las
entrevistas en profundidad han sido elegidas con las características anteriormente mencionadas y
con una cualidad arquetípica, que representara de la mejor manera el amplio espectro de
identidades presentes en la Región. Así se eligieron 10 lugares, correspondientes a territorios,
sectores e identidades específicas donde se trabajó y desde donde se realizó una convocatoria
amplia y pertinente para efectos del estudio. Además se eligieron lugares donde se realizarán las
historias de vida. Ambas decisiones fueron fruto de la aplicación de técnicas descritas en las dos
primeras etapas (Revisión bibliográfica, seis entrevistas en profundidad, y Taller con actores
regionales).
5.- Diagramas de síntesis: Enfoques y Metodología
En el siguiente diagrama se presenta de manera gráfica un resumen de los campos de exploración
definidos y las escalas donde es posible ubicarlos.
A la izquierda se hallan los tres campos de exploración que conducen el estudio, desde el cual nos
detuvimos en la identificación de las principales identidades en la región. A la derecha se encuentran
los elementos transversales que fueron tratados en cada campo de exploración, como la Identidad
Territorial, el enfoque de género y otros temas con los que se da respuesta a los objetivos
específicos del estudio.
30
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
6.- Recorrido del Estudio
El estudio parte con una exhaustiva revisión bibliográfica que permitió realizar el marco conceptual,
optar por un enfoque teórico y operacionalizar la organización de los equipos de investigación, y la
indagación de las identidades a través de la agrupación de éstas en tres campos exploratorios.
A la vez, se decide, que en dichos campos, se trabajará de manera transversal el enfoque de
género y las expresiones artísticas que se visualicen en las identidades.
Para tener una mirada complementaria a la otorgada por las fuentes secundarias, se decide realizar
un Taller de trabajo con actores que poseyeran una mirada holística de la región, y que además
nos aportaran en un primer acercamiento hacia personas y localidades, donde podemos focalizar el
estudio.
A este taller, denominado “Identidad e Identidades de la Región del Bío Bío”, asisten más de veinte
personas, provenientes del sector público, privado, académicos, y de la sociedad en general,
quienes aportan con información que permite realizar un esquema sobre la focalización de la
investigación.
Durante los meses qie van desde mayo a agosto, se concentra todo el periodo de realización de
entrevistas en profundidad e historias de vida o entrevistas autobiográficas. Ambas, tienen el
objetivo de tener un acercamiento mayor a las identidades, pero la primera hacia un actor regional
que posea una mirada amplia del tema en la región, y la segunda, enfocada hacia actores sociales
que son parte de la identidad que se pretende investigar. En total, se hicieron 16 entrevistas en
profundidad, y 17 entrevistas autobiográficas o historias de vida.
Paralela a la aplicación de dichas técnicas, se desarrollaron diez Talleres con carácter participativo,
que tuvieron por objetivo trabajar la temática de las identidades, con los propios actores
identitarios, para que ellos mismos pudieran discutir, intercambiar opiniones, llegar a consensos, y
describir su identidad, memoria, relaciones y sueños, etc., en un ambiente distendido, propicio y
pertinente para la discusión.
Por otro lado, en el mes de julio, se aplica el cuestionario, instrumento de tipo cuantitativo, que
pretende sondear la percepción de los Secretarios de Planificación Comunal (Secplan), frente a lo
que piensan los habitantes de sus comunas respectivas.
Una vez recabada toda la información extraída del trabajo de campo cualitativo y cuantitativo, la
investigación entra en su fase final. Al mismo tiempo, se dan las condiciones para esbozar los
mapas comprometidos al inicio del estudio, ya que se cuenta con la información sobre la
localización de las identidades con las que se trabajaron.
Por otro lado, de manera paralela revisa y edita el material audiovisual, recopilado material
audiovisual en todas las salidas a terrenos realizadas, donde se filmaron y fotografiaron la mayoría
de los/as entrevistados/as, talleres, y localidades recorridas.
31
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7.- Metodología Cualitativa
7.1.- Talleres participativos de Identidad
Los lugares y la convocatoria hecha para llevar a cabo los talleres de identidad, fueron modificados
tras la etapa de ajuste metodológico, por lo que no necesariamente coinciden con lo planteado
originalmente, donde cada taller concentraría a personas pertenecientes a dos territorios de
planificación y a las tres categorías de identidades definidas (socio-productivas, étnico-nacionales,
urbanas). Esta decisión fue tomada fruto de la información recolectada a través de las entrevistas
de los actores regionales al principio de la investigación1 y sobretodo de los resultados del Taller de
Trabajo de Identidades. Las visiones transversales de la Región podíamos obtenerlas a través de
aquellas fuentes, no así los relatos más “puros” de ciertas identidades claves, históricas, políticas,
autóctonas, etc. Además de algunas identidades más relegadas históricamente, con conflictos, más
invisibles, menos poderosas; sin embargo, muy importantes a la hora de formar el sustrato de la
Región del Bío Bío.
De esta forma, los talleres participativos de identidad quedaron definidos en las áreas, con los
perfiles de convocados y con su pertenencia a diversos territorios de planificación y provincias:
1
Al iniciar la investigación, se realizan seis entrevistas a actores claves de la región, con la finalidad de
complementar la información recabada del Taller Identidad e Identidades, realizado el 06 de Abril a personas
que tuvieran una mirada holística de la región.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
LUGAR /
FOCO
TALLERES DE TRABAJOS PARTICIPATIVOS, REGION DEL BIO BIO
PROVINCIA /
PARTICIPANTES
TERRITORIO
PLANIFICACIÓN
Lota /
Mineros,
Patrimonio
Concepción /
Reconversión
14 Participantes lotinos, provenientes de agrupaciones turísticas de
la comuna, organizaciones sociales, artistas locales, artesanos, ex
mineros.
Tirúa /
Lakquenches
Arauco /
Arauco
15 Participantes, provenientes de comunidades Lafkenche de la
zona, organizaciones sociales y Sindicato de pescadores.
Cobquecura /
Patrimonio y
mezcla socioproductiva,
turismo
Cabrero /
Forestal y
relación mundo
campesino
tradicional
Cocholgüe /
Identidades
ligadas al mar
Alto Bío Bío /
Pewenches
Ñuble /
Valle del Itata
7 Participantes, provenientes de organizaciones comunitarias e
institucionales.
Bío Bío /
AMDEL
14 Participantes, entre ellos mujeres emprendedoras, campesinos y
trabajadores del sector forestal maderero.
Concepción /
Pencopolitano
24 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Sindicato de
Algueras, Surfistas, Pescadores y actores institucionales.
Bío Bío /
Bío Bío Cordillera
12 Participantes, provenientes de comunidades Pewenche. Se
aplicaron técnicas distintas a la de los talleres, pero que iban en la
línea de recabar dicha información (en vez de taller, se realizaron
entrevistas conjuntas).
Chillán /
Patrimonio
Cultural
San Ignacio /
Sector
campesino
tradicional
Gran Concepción
/
Barrial
Gran Concepción
/ Jóvenes
Ñuble /
Chillán
Ñuble /
Laja Diguillín
12 Participantes, provenientes de centros culturales, actores
municipales y gubernamentales, de medios de comunicación,
sindicato de suplementeros, artesana de Quinchamalí.
26 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Agrupaciones
folclóricas, deportivas, agricultores, etc.
Concepción /
Pencopolitano
13 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Centros
culturales, y organizaciones sociales, del área pencopolitana.
Concepción /
Pencopolitano
9 Participantes, provenientes de centros culturales, colectivos
sociales, políticos y movimientos ambientales.
Se construyó una Metodología participativa, para abordar a través de diversas técnicas durante
aproximadamente cuatro horas, los distintos aspectos relevantes de este Estudio. Podemos
destacar que la metodología aplicada en los talleres resultó fructífera y enriquecedora, lo que dio
pie a interesantes encuentros de conocimientos colectivos. Esta herramienta cualitativa constituye
un aporte trascendental del presente Estudio, como un “kit” metodológico fácilmente replicable,
para abordar el tema de la identidad en cualquier colectivo y que puede ser de utilidad tanto para
el Gobierno Regional, como para la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE).
33
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Los temas claves que guiaron la construcción de estas herramientas metodológicas fueron:
—
—
—
—
—
Autodefiniciones identitarias
Rescate de la memoria histórica de las identidades locales
Relaciones de consenso y disenso entre las diversas identidades
Relación de las identidades locales con el resto de la Región
Sueño de región
En base a cada uno de estos temas, se plantearon técnicas para poder obtener la información.
Estas técnicas estuvieron basadas en una metodología participativa, que apostó por estos espacios
no representativos cuantitativamente, pero sí representativos cualitativamente de sectores claves,
que pueden en colectivo construir sus discursos y develar sus prácticas cotidianas, en pos de
entender mejor su propia historia, sus apegos, sus relaciones con los/las otros/as y finalmente
esbozar su futuro.
Los objetivos generales, las técnicas planteadas y su detalle pueden observarse en el siguiente
cuadro:
TÉCNICA /
ACTIVIDAD
DETALLE
Café compartido
Presentación por
pares
*Distensión y apertura taller
*En
algunos
talleres,
los
invitados
conversaron con alguien que no conocían, y
se preguntaron por el significado de
identidad (puerta de entrada)
y luego
ellos/ellas
presentaron
a
sus
compañeros/as. Pero en otros talleres, se
utilizó como técnica la presentación uno a
uno de los participantes, dando énfasis y
dejando el espacio a su relato. Esto da
cuenta de la flexibilidad de la metodología
utilizada, en función de hacerla pertinente a
los actores que estaban participando.
*Me identifico
con…
*Cada participante eligió un símbolo (una
palabra o un dibujo), que lo identifique y se
agrupó con aquellos/as que eligieron lo
mismo, con ellos/ellas se realizó una
reflexión sobre esta identidad compartida:
qué significa, en qué se manifiesta, cómo se
define, con qué elementos, productos o
íconos se representa y cómo definimos a los
otros en contraposición.
En algunos casos, esta agrupación no se
realizó,
realizando
un
trabajo
de
conversación grupal con todos los asistentes
al taller (cuando eran menos de diez
personas).
o
o
Autoidentificación
identitaria.
Relaciones de
consenso y disenso
entre las diversas
identidades.
*Construcción de una Línea de Tiempo con
o
Rescate
Línea de Tiempo
OBJETIVO GENERAL
Autoidentificación identitaria:
para
hacer
esto
necesitábamos saber primero
qué
entienden
los
convocados por identidad,
además se debían dar las
condiciones de confianza
para el taller.
de
la
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
memoria histórica de
las
identidades
locales
los principales hitos, sucesos, personajes,
que se consideren clave en la construcción
de esa identidad
Diagrama de
Venn
*Cada grupo visualizó su identidad en
relación a las otras encontradas o
nombradas, a través de relaciones de
importancia (más importantes, menos
importantes en el contexto local) y sus
respectivas relaciones (fluidas, sin relación,
de apoyo, antagónicas, etc.)
Hubo talleres donde no se realizó esta
actividad, debido a la extensión de las
primeras actividades, y en aquellos casos en
que el objetivo se cumplió a través de las
primeras técnicas (como en la definición de
“los otros”)
o
Relaciones de
consenso y disenso
entre las diversas
identidades.
Mapa de Flujos
*Se dibujaba en un Mapa de la Región, los
flujos de la identidad local con el resto de la
Región: qué sale y qué entra, en términos
de
flujos
económicos,
sociales,
de
información,
etc.
(gente,
comercio,
migraciones, estudio, etc.) y se vislumbra
una posición del territorio en relación al
resto de la Región (rol, preponderancia)
o
Relación
de
las
identidades
locales
con el resto de la
Región.
Plenario “Sueño
de Región”
*A través de una discusión general de cierre
entre los participantes se reflexiona sobre el
Sueño de Región (mediano y largo plazo)
o
Sueño de Región.
35
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
La idea de esta cronología dentro del taller fue el ir avanzando con los convocados de lo particular
a lo general, de lo local a lo regional:
Nivel personal
Nivel Local
Supra local
Nosotros
Autoidentificación
local
Línea de Tiempo
colectivo
Diagrama de Venn
Los otros/as
y la Región
Mapa de Flujos
Sueño de Región
¿ Es posible pensar como Región?
Cada taller contó con la guía de un equipo, dirigido por un facilitador/a, más un equipo de
ayudantes facilitadores secundarios, quienes registraron las reflexiones. Además este proceso está
respaldado por un registro audiovisual, que fue parte del video final del estudio.
Dada la diversidad de los actores convocados, cada taller debió adaptar la metodología explicada
anteriormente a su propia realidad y a los convocados que finalmente acudieron, por ende, casi
todos han trabajado el mismo tronco metodológico, pero de diversas formas, tal como lo muestra el
siguiente cuadro:
TALLER
Lota (01.06.09)
Tirúa (09.06.09)
MODO
“Original”, cada “sub-identidad”2 (un
grupo mixto, otro carbón, otro
mujeres) trabajó por separado la autoidentificación, el diagrama, la línea de
tiempo y luego se mezclaron para el
mapa y el sueño
Se trabajó en dos grupos, pero sólo
para profundizar la reflexión porque no
hubieron
“sub-identidades”
(una
pequeña
diferenciación
entre
INSUMO
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo
somos
los/las
Lotinos/as, los del carbón?
Diagrama
Línea de Tiempo, Mapa,
Plenario Sueño de Región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo
somos
los/las
Lafkenches? Diagrama, Línea
de Tiempo, Mapa
2
En este caso, se habla de “sub-identidad” sólo para efectos del cuadro, para poder mencionar resumidamente que en el
Taller habían varios grupos identitarios participando.
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campesinos mapuche y lafkenche)
Se trabajó casi todas las técnicas en
plenario por ser pocos los/las
asistentes
(malas
condiciones
climáticas); sin embargo, existían por
lo menos 4 “sub-identidades”.
Cobquecura
(19.06.09)
Cabrero (23.06.09)
“Original”,
cada
“sub-identidad”
(forestal, campesino, emprendedoras,
mujer mixto) trabajó por separado las
etapas más locales y luego se unieron
para el mapa y el sueño
Concepción
(25.06.09)
Barrial
“Mezclado”, excepto la autodefinición
que se trabajo por cada Barrio, todos
los demás ejercicios se realizaron
mezclando los diversos barrios en tres
grupos, al final con todos se realizó el
plenario de sueño de región
“Original”, cada “sub-identidades”
trabajó por separado las etapas más
locales y luego se unieron para la
Línea de Tiempo y el mapa; el sueño
de región se hizo en plenario
Alto Bío Bío (02 y
03.07.09)
Versión “especial” ya que por las
condiciones climáticas no se pudo
realizar el taller y se visitaron familias
claves para aplicar las diversas
técnicas. Esto a través de una
Entrevista colectiva no estructurada
(con 5 dirigentes) y entrevistas semiestructuradas en cada casa
“Mezclado” todos los ejercicios se
realizaron mezclando los diversos
artistas, grupos y organizaciones
culturales, en dos grupos, al final con
todos se realizó el plenario de sueño
de región
“Mezclado”, excepto la autodefinición
que se trabajo por cada “subidentidad” juvenil (arte y música,
políticos, medio ambiente) todos los
demás ejercicios se realizaron en
plenario
“Original”, cada “sub-identidades”
(campesina, san ignacina/o, cultura)
trabajo por separado las etapas más
Cocholgüe
(27.06.09)
Chillán (07.07.09)
Concepción Jóvenes
(10.07.09)
San
(11.07.09)
Ignacio
Plenario Sueño de Región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo
somos
en
Cobquecura?
Línea de Tiempo Cobquecura
Mapa, Sueño de Región
Ñuble3
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo somos en Cabrero?
(forestal,
campesino,
de
cabrero) Hasta diagrama por
identidad, mezclado Línea de
Tiempo,
Mapa,
Plenario
Sueño de Región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo somos en mi Barrio?
Línea de Tiempo barrios de la
Provincia de Concepción,
Diagrama, Mapa, Plenario
Sueño de Región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo somos? y Diagrama
por
grupo
(Pescadores,
Algueras, Cocholgüanos/as,
Surfistas), Línea de Tiempo y
mapa grupos mezclado,
Plenario Sueño de Región
Matriz
sistematización
Entrevistas
¿Cómo
somos
los
pewenches? Diagrama, Línea
de tiempo
Mapa de flujos, Sueño de
región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo somos en Chillán?
Ñuble?, Línea de Tiempo,
Mapa, Sueño de Región Ñuble
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo
somos
los/las
Jóvenes?
Línea de Tiempo, Diagrama,
Mapa, Sueño de Región
Matriz Sistematización Taller
¿Cómo es la Identidad
Campesina? Diagrama, Línea
3
Hubieron tres talleres que se planteó explícitamente como Sueño de Región, el poder constituirse como una
Región propia, en este caso, la Región de Ñuble
37
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locales (autodefinición y diagrama) y
luego se mezclaron para la Línea de
tiempo y el Mapa. El sueño de Región
se realizó en Plenario
de Tiempo, Mapa,
Sueño de Región Ñuble
Cabe destacar que el único ejercicio que fue difícil de obtener, es el “Sueño de Región”, porque los
actores a pesar que fueron analizando en diversos niveles, a la hora de “soñar”, por supuesto se
remiten a su entorno, al ámbito más local y a sueños que les sean más cercanos y que a la vez son
añorados. Tema abordado ampliamente en el capítulo de los hallazgos.
Por otro lado, en el transcurso de la investigación y tal como lo hizo ver la contraparte del Gobierno
Regional en conjunto con RIMISP, se introdujo de manera más contundente el tema de los
“Activos”4 como un elemento necesario a concatenar en el proceso de “búsqueda” de las
identidades regionales. En este sentido y a través de las técnicas expuestas se buscó la forma de
extraer esta información, principalmente en los puntos de Autodefinición (patrimonio tangible e
intangible que los representa) y el Mapa de Flujos (que visualiza hacia dónde van estos patrimonios
– sean productos o personas). De forma indirecta se puede abstraer a través de la Línea de
Tiempo, que permite siempre visualizar en una comunidad o en cualquier colectivo, los “éxitos” y
“los fracasos” de un grupo, que por ende tenderá a seguir por la senda de aquellas actividades
(formas de hacer las cosas, productos u otros) que les han reportado “éxitos” o por lo menos
tranquilidad como colectivo, más que a aventurarse en cosas nuevas o donde antes se ha
fracasado. También el Diagrama de Venn puede ser un indicador clave a la hora de potenciar estos
activos, puesto que el Diagrama nos muestra la correlación de fuerzas dentro de una comunidad o
colectivo, que se visualiza tanto entre identidades en este caso o entre instituciones presentes en
una comunidad. Esta correlación nos permitió proponer desde dónde pueden hacerse
intervenciones por ejemplo en cierta comunidad, con qué identidades hay buenas relaciones,
cercanía o con cuáles no las hay. Finalmente el Sueño de Región, que tal como se planteaba ha
surgió con mayor fuerza como sueños territoriales, dan buenas ideas de apoyo a estos activos para
mejorar el futuro de los grupos identificados.
7.2.- Historias de Vida o Entrevistas Autobiográficas
La “historia de vida” es una técnica utilizada principalmente por la disciplina antropológica que se
orienta a conocer por medio de la oralidad de un sujeto, parte de su historia, cultura, identidad, e
historia local. En este ámbito, se busca complementar con información enriquecedora los talleres
participativos con historias de vida o relatos autobiográficos claves, además de la realización de
éstas en sectores donde no se realizarán talleres, pero que contienen importancias particulares. La
definición de estos lugares y de los perfiles necesarios para las personas que se entrevistaron,
también fueron definidos por los resultados del primer taller de trabajo, las entrevistas realizadas y
sus conocimientos, la revisión bibliográfica y lo extraído también de los talleres que se fueron
realizando.
El siguiente cuadro muestra los lugares, perfiles y su correspondencia a nivel de provincia y
territorio de planificación, para cada historia de vida planificada:
4
ACTIVOS: 11 /“Se entiende por Activos el patrimonio material (financiero, físico, natural) e inmaterial
(cultural, relacional, conocimiento, habilidades) de una persona o grupo de personas, que al incrementarse y
combinarse puede mejorar su calidad de vida y el bienestar de su familia/” (Molano, 2006b:15).
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LUGAR /
PROVINCIA
/
TERRITORIO
Lota
Concepción /
Reconversión
Tirúa
Arauco /
Arauco
Cobquecura
Ñuble /
Valle del Itata
Guarilihue
(Coelemu)
Ñuble /
Valle del Itata
Concepción
Concepción /
Pencopolitano
Bío Bío /
Bío Bío
Cordillera
Ñuble /
Chillán
Alto Bío Bío
Chillán
San Ignacio
Gran Concepción
/
Barrial
Gran Concepción
/ Jóvenes
San Rosendo
Yumbel
Antuco
San Fabián de
Alico
Tomé
Laja
Contulmo
PERFIL PARTICIPANTES
Jacqueline Delgado, Mujer descendiente de generaciones de mineros y
de pescadores de Lota, que en la actualidad se encuentra trabajando
en turismo y en la recuperación del patrimonio.
Iván Carilao, Dirigente de la “Identidad Lafkenche”, con fuerte
compromiso con su pueblo y con la mantención de su patrimonio a
través de actividades innovadoras y activismo político.
Iris Hermosilla, Mujer Folclorista de Cobquecura, que mantiene viva la
tradición y la renueva a través de las organizaciones de la Comuna y
de la Provincia
Fabián Mora, Productor de Vinos de Guariliue (Viñatero), conocedor de
la zona, su tradición y potencialidades.
Antonio Deij, Ex Presidente de la Cut. Historia sindical.
Narciso Vita, Comunero pewenche de la Comunidad de Pitril, dedicado
al tema del turismo a través del rescate de las tradiciones.
Ñuble /
Laja Diguillín
Concepción /
Pencopolitano
Patricia Orellana, Periodista dedicada al tema cultural y rescate
patrimonial por años, oriunda y conocedora de toda la provincia y sus
tradiciones.
Dueño de Fundo, con tradición familiar campesina, con compromiso
innovador
Jorge Olave, Poblador y Poeta de la Población Agüita de la Perdiz de la
comuna de Concepción.
Concepción /
Pencopolitano
Ramiro Ramírez, Joven “hip-hopero” perteneciente a colectivo artísticocultural, con fuerte compromiso social y proyectos para la juventud.
Bío Bío /
AMDEL
Bío Bío /
AMDEL
Raúl Melo, Antiguo ferroviario de San Rosendo, que cuenta su historia
y rescata los grandes momentos del ferrocarril y su rol en la Región.
Nancy, Mujer comerciante dedicada a la venta de santitos y otros
artículos religiosos en el Santuario de Yumbel, rescate de la tradición
religiosa y su expresión productiva.
Miriam Gatica, Arriera, hija de arrieros de la zona, dedicada al rescate
cultural y patrimonial a través del turismo.
Bío Bío /
Bío Bío
Cordillera
Ñuble /
Punilla
Concepción /
Pencopolitano
Bío Bío /
Bío Bío Centro
Arauco /
Arauco
Álvaro Uribe, Descendiente de Arrieros, rescate cultural territorio
punilla a través del turismo.
Marina Maldonado, Mujer ex trabajadora Paños Oveja, tradición
industrial que conformó la identidad de Tomé y su búsqueda actual por
rehacerla.
José Osses, Ex Trabajador de la Planta de Celulosa, tradición histórica
industrial característica de la zona, con sus nuevos desafíos.
Faustino Villagra, Secretario Municipal, desarrollo cultural y tricultural.
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Con el afán de poder analizar en paralelo la información obtenida en las historias de vida o
entrevistas autobiográficas con el resto de las técnicas, además de obtener en el relato de vida los
puntos centrales del estudio, se aplicó una pauta guía de la conversación. Esta pauta consta de las
siguientes partes:
a) Análisis por etapas de la historia personal, que pueden aparejarse a la identidad colectiva a la
que pertenece
Infancia
Juventud
Pasado de
localidad:
Memoria
Histórica
Adultez
Vejez
Presente de
localidad:
Procesos y
Transformaciones
Nuevas
Generaciones
Futuro de
Localidad: “Sueño
de Localidad y de
Región”: “activos”
b) A través de diversas indagaciones:
Localidad y oficio(s):
-Vínculos con localidad (siempre ha sido de allí, procedencias, cómo y por qué llegó,
flujos)
¿Desde cuando vive en localidad?, Si no nació allí: ¿Dónde nació? ¿Cómo llegó a localidad? Y ¿por
qué?
¿De dónde eran sus padres? ¿Qué hacían sus padres?, ¿Cómo recuerda la localidad en su infancia y
juventud (pasado)?
-Oficio (cómo y de quién lo aprendió)
¿Siempre se ha dedicado a ….? ¿Cómo y cuándo lo aprendió? ¿De quién lo aprendió?
-Otros oficios presentes en la localidad y sus vigencias
¿A qué cosas se dedican principalmente las personas de su localidad?
¿Siempre han sido esas las actividades? Si no es así, ¿cuáles han dejado de practicarse y por qué
cree que esto ha pasado?
-Percepción localidad y región: explorar adscripciones:
Caracterización localidad:
¿Qué es lo que más le gusta de su localidad? ¿Qué cosas le cambiaria a su localidad?
Caracterización región:
¿Cómo se relaciona y se ha relacionado su localidad con la región del Bío Bío? ¿Qué tipo
intercambios (personas, productos) existen y han existido entre ambas?, ¿Qué cosas le gustan de
vivir en esta región?
¿Qué cosas le cambiaría a esta región?
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Caracterización relaciones sociales localidad: lo familiar, lo comunitario, asociatividad,
organizaciones. (Hitos comunidad, ritos que permanecen, transformaciones, etc.)
¿Cómo es la vida en su localidad?, ¿cómo se relacionan quienes la integran?
¿Han cambiado estas relaciones a como las recuerda en el pasado?, ¿qué cosas han cambiado?,
¿cuáles se conservan?, ¿Qué cosas reúnen a la localidad, celebraciones tradicionales, fechas
importantes, etc? y ¿en el pasado también era así?, ¿Participa de alguna organización social?, ¿Qué
organizaciones sociales conoce de su localidad?
- Transformaciones de la localidad y flujos, causas y consecuencias
¿Reconoce cambios en su localidad a través del tiempo? ¿A qué se debe esto?, ¿Qué cosa hace que
emigren personas de su localidad?, ¿Qué cosa hace que lleguen personas a su localidad?
-Proyección localidad y región: “sueño de localidad y de región”, “activos o productos”,
fortalezas y aportes de la localidad a la región en lo social, económico y político, lo
tangible e intangible.
¿Cómo imagina su localidad en el futuro? ¿Cómo visualiza a las nuevas generaciones nacidas aquí?
¿Cómo imagina la relación que esta tiene con la región, en el futuro?, ¿Cuáles cree usted que son
las fortalezas que su localidad puede aportar a la región en lo:
Social
Cultural
Político
Económico
7.3.- Entrevistas en Profundidad
Fueron dieciséis entrevistas en profundidad que se realizaron a lo largo del estudio, y que trataron
de abordar la temática de la identidad desde una perspectiva más regional, más que desde los
actores e identidades locales. El listado de las entrevistas realizadas con sus respectivos focos de
interés, se detallan en el siguiente cuadro:
PERSONAS
FOCO DE INTERÉS
REGIONAL
1. Claudio Lapostol / Corbiobio
Mundo empresarial
2. Raúl Guerrero/ Geógrafo
Vocaciones Territoriales a través
de relato comunal
3. Ma. Teresa Varas / Historiadora
Visión histórica de Identidades,
patrimonio
4. Armando Cartes
Histroriador
/
Abogado
e
Recuperación e investigación
patrimonio regional: memoria
histórica, comunal y regional
5. José Burdiles /Sociólogo y músico
Visión Mundo Joven y Cultura
emergente
6. Paulo Burgos /Empresario Arauco
Empresarios
regionales,
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productos agrícolas-ganaderos
7. Olga Picarte / Sernatur
8. Tito Figueroa Mora
Historia.
9. Clímaco Hermosilla
Potencialidad Turismo Regional
/
Profesor
Histórica local (Cabrero)
Historia Migrantes presentes en
la Región
10. Adolfo Millabur, ex alcalde de Tirúa
Presencia Mapuche en la Región
11. Alex Iturra, secretario general Cut
provincia de Concepción
12. Patricia Chavarría, Artistas del Acero
Trabajadores/as
y
mundo
sindical
Mundo de la cultura campesina
regional
Medios de comunicación
13. Tomás Mosciatti, Periodista Radio
Bío Bío
14. Felícitas Valenzuela, Profesora de
Filosofía udec.
15. Luis Aguirre, Consejo de la Cultura
16. Felipe Opazo y Benito Ibacache
Mundo Universitario y papel de
la mujer en la región.
Cultura en la región del Bio Bío
Jóvenes skater en el mundo
urbano de la región.
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8. Metodología Cuantitativa, El Cuestionario
A través de la metodología cuantitativa, se buscó capturar la diversidad de identidades que
interactúan y están presentes en el territorio regional, tomándose como alternativa, que parte del
muestreo nos otorgara un acercamiento a la visión de las mismas a nivel de las comunas
componentes de la región, considerándolas fundamentalmente desde una óptica operativa, dado
que ellas constituyen la unidad político administrativa de menor tamaño y por lo mismo, a este
nivel, podría llegarse a observar las identidades presentes en el territorio, con un mayor grado de
precisión posible, considerando por cierto las limitaciones operativas pero a su vez, las opciones de
cercanía al territorio, por parte de los observadores que serían consultados.
Por lo anterior, la problemática se centró en la búsqueda de información relevante que permitiera
identificar la diversidad de identidades que se encuentran presentes en el territorio regional, sus
requerimientos para su fortalecimiento y sus principales focos de problemática. Todo esto
considerando la intensidad de su presencia a nivel comunal, su localización (y extensión) geográfica
y su grado de desarrollo relativo.
El propósito del estudio es que, en función de la información capturada, se pueda posteriormente
sistematizar un acercamiento para una visión lo más detallada posible respecto de las identidades
que se encuentran presentes en las comunas de la Región del Bío Bío.
En este marco, el objetivo general es identificar las diversas identidades presentes en la Región del
Bío Bío de forma que se puedan cotejar dichos resultados con los obtenidos por otras herramientas
y metodologías analíticas desarrolladas en el estudio (talleres, entrevistas, historias de vida). En
específico ello implica:
-
Identificar las diferentes identidades étnico culturales, socioproductivas, Urbanas y las
Emergentes que se encuentran en los espacios subterritoriales (comunas y/o territorios
específicos) de la región.
-
Identificar los factores comunes (aglutinantes) de la identidad presentes entre los
subterritorios de la región.
-
Identificar los factores diferenciadores de la identidad presentes entre los subterritorios de
la región.
-
Identificar los factores que potencian y debilitan las identidades subterritoriales.
El Elemento Muestral estuvo constituido por las Secretarías de Planificación Comunal (Secplan).
Ello, considerando que serían las entidades que contarían con un mayor grado relativo de
conocimiento sistematizado de la realidad social comunal y a su vez, cuentan con la potencialidad
de un mayor acceso relativo para ser entrevistados, contando con una visión general de la comuna.
En este caso, el cuestionario se aplicó al 100% de las comunas; lo que implicó recoger 54 muestras
en toda la región, sobre las cuales se hizo un análisis de datos con medidas estadísticas de tipo
descriptivo, acompañadas de diagramas, mapas, gráficos y tablas correspondientes.
43
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8.1.
Respecto del Cuestionario Diseñado para la Captura de Información.
En una primera parte, el cuestionario abordó consultas de identificación respecto del encuestado.
En especial resultó relevante su ubicación geográfica comunal y territorial, toda vez que fueron los
datos que permitieron su sistematización según territorios de planificación se trate.
En este sentido, se entenderán por Territorios de Planificación los definidos en la Estrategia
Regional de Desarrollo de la Región del Bío Bío, que se definen por la existencia de acciones
destinadas a focalizar y/o coordinar inversiones de origen estatal para la superación de problemas
específicos en dichas áreas.
I Parte: Identificación.
1
2
3
4
5
6
Nombre
Cargo
Comuna
Territorio de Planificación
Fecha
Encuestador
En una segunda parte, a partir de un conjunto de categorías, se buscó recoger las identidades
comunales, territoriales y regionales relevantes. En este caso, se partió de un conjunto de 14
identidades hasta el momento identificadas como relevantes a través de talleres y entrevistas en
profundidad, sobre las cuales se consultó respecto de su presencia y jerarquía, tanto a nivel
comunal como territorial y regional. Se destacan en este caso las identidades Campesina, Huasa,
Viñatera, Arriera, Minera, Obrera, Pesquera Artesanal, Pesquera Industrial, Universitaria –
Estudiantil, Industrial, Lafquenche, Pewenche, Indígena Urbana, y Forestal, consignando además
para un espacio para otras relevantes a juicio del entrevistado.
1.- A partir de las siguientes categorías y en función de su experiencia, identifique la(s)
identidad (es) cultural (es) más preponderante en su Comuna (Marque hasta tres en
orden de importancia).
IDENTIDAD
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
Campesina
Huasa
Viñatera
Arriera
Minera
Obrera
Pesquera Artesanal
Pesquera Industrial
Universitaria, Estudiantil
Industrial
Lafquenche
Pewenche
Indígena Urbana
Forestal
Otras (indique):
44
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Comentario (sólo ocupar en casos puntuales):
En una tercera parte, a partir de un conjunto de categorías, se buscó recoger las actividades
económicas comunales, territoriales y regionales relevantes. En este caso, se partió de un conjunto
de 15 actividades hasta ese momento identificadas como relevantes a través de talleres y
entrevistas en profundidad, sobre las cuales se consultó respecto de su presencia y jerarquía, tanto
a nivel comunal como territorial y regional. Se destacan en este caso las actividades Agrícola
Campesina, Agrícola Industrial, Pecuaria Campesina, Pecuaria Industrial, Pesquera Artesanal,
Pesquera Industrial, Gran Industria Manufacturera, Pequeña Industria Manufacturera, Silvícola
Forestal, Comercio, Educación, Servicios, Portuario, y Turismo, consignando además para un
espacio para otras relevantes a juicio del entrevistado.
A ello se agregó una consulta respecto de los productos y servicios relevantes que pueden
asociarse a la identidad de la comuna – territorio – región, en la idea de identificar parte de los
activos del territorio, entendidos como el patrimonio material (financiero, físico, natural) e
inmaterial (cultural, relacional, conocimiento, habilidades) de una persona o grupo de personas,
que al incrementarse y combinarse puede mejorar su calidad de vida y el bienestar de su familia.
1.- A partir de las siguientes categorías y en función de su experiencia, identifique la(s)
actividad (es) socioproductiva (s) más preponderante en su Comuna (Marque hasta tres
en orden de importancia).
ACTIVIDAD SOCIOPRODUCTIVA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
13
14
15
16
Agrícola Campesina
Agrícola Industrial
Pecuaria Campesina
Pecuaria Industrial
Pesquera Artesanal
Pesquera Industrial
Gran Industria Manufacturera
Pequeña Industria Manufacturera
Silvícola Forestal
Comercio
Educación
Servicios
Portuario
Turismo
Otra (indique)
Comentario (sólo ocupar en casos puntuales):
45
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Identifique algún producto y/o servicio comunal relevante asociado a la identidad
cultural señalada.
Respuesta
La cuarta parte comprende una pregunta abierta en la cual se le solicita al entrevistado su
pronunciamiento respecto a la existencia de identidades emergentes en la comuna, entendiendo
por esto último aquellas identidades complejas, que han aparecido espontáneamente y de forma
imprevista en la comuna.
IV Parte: Identidades Emergentes Comunales Relevantes.
1.- Señale alguna identidad emergente que sea significativa para su comuna
(identifique hasta dos)
Respuesta
:
La quinta parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su
pronunciamiento respecto del patrimonio natural que define la identidad comunal, territorial y
regional. En este plano se considera como Patrimonio Natural los monumentos naturales
construidos por formaciones físicas y biológicas o por los grupos de esas formaciones que tienen un
valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico. Las formaciones geológicas
o fisiológicas y las zonas estrictamente delimitadas constituyendo él habitad de especies de
animales y vegetales amenazados de desaparición que tienen un valor universal excepcional desde
el punto de vista de la ciencia o de la conservación. Los sitios naturales y las zonas naturales
estrictamente delimitados que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la
ciencia o la conservación. En resumen todos los animales, plantas, territorio y conjuntos de estos
tres grupos, que signifiquen valores universales en cuanto a la protección y conservación de
especies animales y vegetales en peligro de desaparición, o paisajes integrales en peligro de
destrucción o transformación, son en términos generales Patrimonio Natural cuya custodia,
conservación o en su caso multiplicación es responsabilidad de la Nación. Dicho patrimonio ha
pertenecido y es raíz biológica de un pueblo y por lo tanto debe seguir perteneciéndole evitando su
desaparición o merma para el disfrute de las generaciones futuras.
V Parte: Identidad y Patrimonio Natural Comunal, Territorial y Regional Relevante.
1.- Señale cuál es el patrimonio natural de la Comuna con el cual se sienten más
representados los habitantes de su comuna
Respuesta
:
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La sexta parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su pronunciamiento
respecto del patrimonio arquitectónico que define la identidad comunal, territorial y regional. Por
Patrimonio Arquitectónico se entenderá un edificio, conjunto de edificios o las ruinas de un edificio,
o de un conjunto de edificios, que con el paso del tiempo, ha adquirido un valor mayor al
originalmente asignado y que va mucho más allá del encargo original. La calidad de patrimonio no
está necesariamente ligada al costo de la obra, sino a su importancia, y representa la herencia que
se deja a las generaciones posteriores de forma de mostrarles de dónde vienen.
VI Parte: Identidad y Patrimonio Arquitectónico Comunales, Territoriales y Regionales
Relevantes.
1.- Señale cuál es el patrimonio arquitectónico de la Comuna con el cual se sienten más
representados los habitantes de su comuna.
Respuesta
:
La séptima parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su
pronunciamiento respecto del patrimonio intangible que define la identidad comunal, territorial y
regional. En éste ámbito se entenderá por Patrimonio Intangible el conjunto de elementos sin
sustancia física (modos de hablar, canciones, costumbres) o por formas de conducta (danzas,
ritos). Al respecto, las creaciones de una comunidad fundadas en las tradiciones expresadas por
individuos que responden a las expectativas de su grupo, como expresión de identidad cultural y
social, además de los valores transmitidos oralmente. Son testimonio de ello: la lengua, la
literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, las costumbres, los conocimientos
ancestrales y la manufactura de artesanía, entre otros.
VII Parte: Identidad y Patrimonio Intangible Comunales, Territoriales y Regionales
Relevantes.
1.- Señale cuál es el patrimonio intangible de la Comuna con el cual se sienten más representados
los habitantes de su comuna.
Respuesta
:
La octava parte del cuestionario, consultó al entrevistado respecto de proyectos o líneas de
proyectos específicos que, mediante financiamiento, podrían fortalecer la identidad regional. En
este sentido se buscó tanto el pronunciamiento respecto de los mismos como también su ámbito de
localización geográfica en tanto comunal, territorial o bien regional.
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VIII Parte: Identidad, Proyectos y Activos Comunales, Territoriales y Regionales
Relevantes.
1.- Considerando su experiencia profesional y los activos culturales que usted visualiza
en su territorio, indique tres líneas de proyectos que considere relevantes de financiar
para el fortalecimiento de las identidades.
1
Proyecto
2
Ámbito
Comuna / Territorio de Planificación / Región
Finalmente, la novena parte, solicitó al entrevistado su pronunciamiento frente a la identidad que
más identifica a los habitantes de su comuna, respecto si ella tiene una vertiente relacionada a la
Región del Bío Bío, su provincia, su territorio de planificación, otro territorio de planificación o bien
una localidad específica de la comuna.
IX Parte: Identidad Territorial.
1.- En función de su experiencia, los habitantes de su comuna se sienten parte de
(ordene en orden de importancia):
IDENTIDAD TERRITORIAL
1
2
3
4
5
Región del Bío Bío
Su provincia
Su territorio de planificación:
Otro territorio (señale)
Localidad (señale)
Con la información recopilada se llegó a un mapeo que señala la presencia geográfica de las
identidades más relevantes de la región, sus activos, sus proyectos relevantes y el patrimonio
asociado a ella, lo que permite definir posteriormente un conjunto de líneas de política para el
fortalecimiento de la identidad a nivel regional, territorial y local.
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9. Técnica De Trabajo Audio Visual5
En la actualidad, la imagen juega un rol
preponderante en nuestra sociedad, es una
fuente de información trasversal que permite
comunicarnos
y
expresar
desde
ideas
publicitarias hasta el resultado de investigaciones
y documentos sociales.
En este estudio, la imagen o fotografía ha jugado
varios roles que se complementan. El primero ha
sido constatar la realidad. El segundo, graficar
esta realidad con una mirada social, que permite
al observador sentirse “parte de” o bien provocar
algún tipo de sentimiento. Y el tercero, es un rol
comunicador, es decir, que la imagen transmita
mas allá de lo que podemos ver a simple vista.
Es necesario mencionar que cuando hablamos de
fotografía, también nos estamos refiriendo a la
imagen que nos presenta el video, que, en
estricto rigor, no es más que una secuencia de
fotografías con sonido, que nos permiten tener
otra perspectiva de una situación determinada.
El equipo de investigación parte de la premisa
que una imagen vale más que mil palabras, es
por esto que los esfuerzos se centraron en poder
capturar momentos y relatos que permitan
generar
un
cambio
positivo
hacia
el
reconocimiento, la aceptación y el respeto de las
distintas culturas e identidades existentes en la
región, para construir una sociedad regional más
democrática. Lo que significa que las imágenes
utilizadas no son azarosas, apuntan hacia los
objetivos de este estudio, luego utilizadas como
un medio para el fortalecimiento de la identidad
regional, a través de la difusión del libro, video y construcción de una página Web.
5
Las fotografías son de los siguientes lugares, Agüita de la Perdiz, Yumbel, Lota, Cobquecura y Cocholgüe
respectivamente.
49
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9.1.- Registro audiovisual
El trabajo desarrollado por el equipo audiovisual,
apuntó hacia dos objetivos, la recopilación y
captura de imágenes para el libro, y la grabación
y obtención de material audio visual para el video
de difusión del estudio. Para esto, se filmaron y
fotografiaron todos los talleres, la mayoría de las
entrevistas en profundidad y algunas historias de
vida (o entrevistas autobiográficas) y localidades
recorridas a lo largo del estudio.
fotografía.
Este trabajo es encaminado por el guión del
video (el que más adelante se verá con más
detalle) y con la línea socioantropológica de la
Las entrevistas en profundidad fueron las primeras que se realizaron, porque la información que
arrojan éstas es de valiosa importancia, para complementar los conocimientos académicos con los
empíricos. Además, porque recogen conocimientos de estudiosos y actores relevantes con una
mirada regional del contexto pasado, presente y futuro.
El trabajo se realizó en paralelo a los talleres, es decir, cada vez que se desarrolló un taller, el
equipo audiovisual grabó y fotografió parte del trabajo y las distintas localidades que rodeaban el
lugar.
9.2.- La Fotografía
La fotografía se trabaja como documento, que permite constatar la realidad regional,
principalmente, a través de sus habitantes y sus distintas expresiones.
Se buscó capturar distintos “rostros de la región”, expresiones cotidianas, paisajes, lugares típicos.
Se pretende graficar de la mejor manera cada lugar que se visitó, con un claro sentido empático y
social.
Las fotografías se publicaron en la página web
www.identidadbiobio.cl, se utilizaron en el video y
el libro de difusión.
Además se realizó una recopilación de imágenes
antiguas que sirven de apoyo, tanto en el video
como en el libro.
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9.3.- El Video
El objetivo general del trabajo audiovisual es “Fortalecer la identidad regional del Bío Bío a través
de la realización de un video de difusión que presente, reconozca y valorice la diversidad cultural de
la región como una de las principales características de su identidad”.
El video tiene el mismo sentido socio antropológico que las fotografías. Su objetivo también es
difundir el estudio, con una mirada “positiva” de la región, recogiendo distintos relatos y discursos
existentes de los lugares visitados y a partir de éstos se construye la narración utilizada en el video.
9.4.- Guión del video
Como se planteó anteriormente, el objetivo del video es la difusión y el fortalecimiento de la
identidad e identidades de la región del Bío Bío. Se ha pensado que tendrá una duración máxima de
20 minutos, y que estará orientado al público en general.
La división estimativa de la duración del video sería la siguiente:
1. Inicio / Introducción: 1min y medio; 2 min.
2.
Desarrollo:
a. La discusión y tensión sobre el tema de la identidad: 5 minutos
b. Discursos e historias de vida: 8 minutos
c. Construcción de desafíos: 4 minutos
3. Cierre, Sueño de región:1 min; 1min y medio.
Qué queremos que exprese el video:
™ Empatía y emocionalidad: Que las personas al ver el video sean capaces de ponerse en el
lugar de los otros.
™ Identificación y autoreconocimiento: Que las personas se identifiquen, y sientan que su
particularidad y entorno son parte de la región. Que grafique de la mejor forma, la
diversidad existente en la región y que una vez visto el video, las personas se den cuenta
y se reconozcan como parte de esa diversidad.
™ Sueño de región.
Los acentos Generales de las grabaciones se dividen en dos, relatos identitarios y espacios y
representaciones:
1) Relatos identitarios
- Definición del Yo soy
- Definición del Nosotros somos (no somos, somos 1, somos 2, somos 3, somos 4, somos
diversidad)
- Memoria histórica
- Sueño de región
2) Espacio y representaciones
Lectura socio antropológica de las personas y del entorno, es decir, centrarse en elementos físicos,
gesticulares, accesorios de vestuarios, tatuajes, movimientos y entorno que sea complementario a
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los relatos identitarios.
9.5.- Secuencia del video
Se comenza mostrando el máximo de las distintas identidades de la región, que permitan graficar la
heterogeneidad presente en ésta. Las que no deben en esta instancia, tener puntos de encuentros,
sino que debieran generar una sensación de contraste cultural, con discursos centrados sólo en
definiciones como “yo soy” y “nosotros somos”, como identidades particulares.
Luego, a partir de los distintos discursos surgidos en los talleres, historias de vidas y entrevistas, se
incorporan relatos de la memoria histórica que permitirán, comenzar a unir los relatos del punto
anterior, demostrando y suavizando, a diferencia de la etapa anterior, la existencia de una memoria
histórica común.
Finalmente, se hace un cierre que deja en claro que la característica principal de la región es la
diversidad cultural. A partir de esto, se puede pensar en un sueño de región común que cumpliría
el rol de conclusión del video.
Además esta secuencia, se complementa con imágenes y música, con el fin de afinar un hilo
conductor consistente.
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10. Mapa Resumen Aplicación Metodologías Cuantitativas Y Cualitativas
Finalmente, a través de esta imagen se muestra todos los lugares donde el equipo de investigación
estuvo en la región y las diferentes técnicas e instrumentos cualitativos y cuantitativos aplicados
para la investigación en el territorio regional.
El Hexágono amarillo, representa las 17 entrevistas autobiográfica o historias de Vida.
El Rombo amarillo, que se ubica en la zona de cañete, representa 3 entrevistas en profundidad.
El Cuadrado celeste, corresponde a los 10 Talleres de Trabajo Participativos.
El Rombo verde, corresponde a 13 entrevistas en profundidad realizadas en el territorio
pencopolitano.
El círculo rojo, al cuestionario realizado en los 54 municipios.
Y finalmente el Rectángulo azul, al taller inicial realizado en Concepción.
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CAPÍTULO III: DINÁMICA DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO.
HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN
El presente capítulo titulado dinámica de las identidades en la región del Bío Bío consiste en la
exposición de los principales hallazgos de la investigación. Las que corresponden a los objetivos
específicos planteados para el estudio y con los cuales es posible alcanzar el propósito central de
éste, que se presenta en el capítulo conclusivo. La dinámica de las identidades obedece al estado
actual de estas realidades estudiadas en la región, en los ámbitos de sus autodefiniciones,
consensos, disensos y sueños, correspondencia territoriales, activos y testimonios emblemáticos.
El capítulo está estructurado en seis partes, tal como lo demuestra la columna izquierda del
diagrama. La primera parte se presenta y describen las identidades de la región. Con objeto de
definirlas a partir de los planteamientos que los propios sujetos han hecho de ellas mismas. La
segunda parte, trata de las relaciones interidentitarias, los consensos, los disensos, los sueños
comunes y muchos sueños locales. La tercera, aborda el tema de la correspondencia de éstas
identidades con los territorios, sean o no los territorios definidos política administrativamente. La
cuarta parte, se refiere a la competitividad territorial a partir de activos y actores de los territorios.
La quinta parte, presentamos a las identidades tras sus relatos, los que fueron agrupados en torno
a diferentes categorías de análisis. Por último, se incorpora en análisis del cuestionario dentro de
los hallazgos, por ser un material que permite conocer más de la dinámica de las identidades desde
una mirada municipal.
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Todas estas partes, a excepción del análisis del cuestionario (el punto 6) responden a la mayoría de
los objetivos específicos del estudio. Es la información requerida, el documento-propuestas, con los
temas centrales de la dinámica de la identidad e identidades de la región. Que se construye desde
las fuentes de información que se indican en la parte derecha del diagrama: La sistematización
bibliográfica sobre el conocimiento oral y escrito de las identidades en la región (Se incorpora en el
anexo del estudio. Además obedece al primer objetivo específico de la investigación). La
sistematización del primer taller de trabajo con actores poseedores de una visión holística de la
región. La realización de 17 entrevistas autobiográficas (algunas de ellas historias de vida). La
producción de 16 entrevistas en profundidad. Un cuestionario aplicado a los Secplan y/o Dideco de
las 54 comunas de la región, de los talleres de trabajo participativos efectuado en 10 localidades de
la región (Todo lo cual ha sido tratado en el capítulo de metodológico). Por último, desde los
análisis y las discusiones que se efectuaron desde el trabajo de gabinete y talleres del equipo de
investigación.
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Acerca de las identidades en la Región del Bío Bío
La Región del Bío Bío posee una amplia diversidad social, política, económica y cultural, que se
despliega en su cotidianeidad territorialmente, en escenarios dinámicos de representación y
manifestación de las diferencias y semejanzas de sus habitantes, dotándonos como región, de un
abanico prolífico de sentidos de vida, articulados en torno a innumerables visiones de mundo.
La riqueza de elementos presentes en nuestro territorio llevó a la necesidad de identificar y
describir las principales identidades de la región. Para ello se recurrió al material recopilado durante
varios meses de trabajo de campo, donde se seleccionaron relatos de vida, discursos acerca de
nosotros y los otros, consensos entre comunidades de vida y sueños de futuro de diversos actores
de la región.
Como parte de la estrategia metodológica del estudio, para el proceso de descripción de las
identidades se establecieron ciertos criterios y dimensiones específicas, a fin de facilitar la
orientación y caracterización de las mismas, a partir de lo manifestado como sus atributos y
particularidades.
En un primer nivel se organizaron las identidades en campos de exploración temáticos, establecidos
como orientadores al momento de agruparlas en función de sus propios relatos. De acuerdo a esto
se definieron cuatro niveles de organización y de análisis, además de distintas definiciones
intermedias. El primer campo es el étnico nacional (indígenas y nacionales-colonos). El segundo
campo es el socioproductivo (tierra, mar, trabajador/a y emprendedor/a); el tercer campo es el de
las identidades urbanas (mundos juveniles y poblacional-barrial); y finalmente, el último
corresponde a las territoriales (locales).
Estos criterios están relacionados a la autodefinición y autoadscripción, como principal condición de
definición de identidad. Luego se estableció un conjunto de características según las siguientes
dimensiones: temporalidad, presencia territorial-espacialidad, patrimonio físico como intangible. Y,
por último, se consideró la relevancia o importancia en distintos aspectos del desarrollo regional, en
sus ámbitos político, económico, cultural y de densidad poblacional, que tienen relación con los
objetivos iniciales a ser promovidos para la realización de los estudios Identidad Regional.
Cabe destacar, que el ánimo de éste estudio fue el de realizar una aproximación a las identidades
presentes en la región, en ningún caso abarcar la totalidad de este fenómeno dada su complejidad
y profundidad. Por tal motivo, en este trabajo se presentan y describen algunas de las identidades
de mayor relevancia en el ámbito regional, siguiendo la concordancia de los objetivos iniciales a ser
promovidos. Pero existen otras múltiples identidades que no fueron desarrolladas aquí, que son
igualmente relevantes y que debieran ser reconocidas, estudiadas y visibilizadas en su real
magnitud. Sabemos que este es un primer impulso.
La invitación entonces, es a detenerse en esta primera aproximación de este proceso dinámico y
cambiante. Dar cuenta de su riqueza, las percepciones, subjetividades y desafíos colectivos que
implica reconocer esta realidad, atender las variadas construcciones de mundo, para abordar
inclusivamente la diversidad Regional.
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Campo de Exploración: Identidades Étnicas Nacionales
Agrupación: Indígenas
‰
Identidad Lafkenche (Gente del Mar)
“La identidad son las características que nos rodean, que nos hace ser especiales, las raíces
culturales que poseemos”. (Evangelina Faundes, Sector San Ramón, Tirúa).
La identidad lafkenche es una de las identidades territoriales del Pueblo Mapuche. Su principal
autodefinición se desarrolla a partir de un estrecho vínculo y pertenencia con la tierra y el mar, con
toda la naturaleza, o “la vida misma”, como también le llaman. En este sentido, ser mapuche es
todo.
Esta relación ancestral-simbólica se expresa en una cosmovisión y ritualidad propia, donde se
amplía lo territorial más allá de la vinculación física que tienen las personas con los recursos. Las
normas tradicionales o Ad Mapu están en un plano que se constituye en el eje central de la
construcción identitaria y transmisión cultural, que en definitiva, es la que les permite la
autoidentificación y la diferenciación como mapuche-lafkenche.
El territorio lafkenche se extiende principalmente en el área costera, conformada por un conjunto
de comunidades rurales al sur de la Región del Bío Bío. Específicamente ubicadas en la provincia de
Arauco, aún cuando, esta identidad trascendería los límites regionales, manifestando1 su presencia
territorial también en zonas costeras de las regiones de La Araucanía (IX) y Los Ríos (X).
Desde hace algún tiempo atrás, la identidad y cultura lafkenche, su entorno y ecosistema, son
percibidos como amenazados por la presencia de las empresas forestales, mineras y pesqueras en
el territorio que signan como ancestral. Manifestando que esto ha incidido en el desarrollo cotidiano
de las actividades económicas, de autoconsumo campesino, de la recolección de frutos silvestres y
algas, en la pesca artesanal, y en otras actividades, como el turismo con identidad cultural y las
artesanías tradicionales. Por este motivo, se requiere avanzar en la protección de su espacio
territorial, surgiendo desde ahí la necesidad de reconocimiento constitucional como pueblo
originario del país.
En ese sentido, un hito reciente que ha venido a fortalecer la identidad lafkenche, es la
denominada Ley Ddel Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios N° 20.249/2008, siendo
una iniciativa surgida desde las comunidades lafkenche, respecto del acceso al litoral y el uso de los
recursos marítimos como elementos productivos ancestrales.
A partir de su definición ancestral y tradicional, el patrimonio cultural de los lafkenche se vería
intrínsicamente relacionado a su forma de vida, idioma, vestuario, gastronomía, creencias, religión,
sistema de salud, organización política y economía, etc. Siendo costumbres y tradiciones presentes
en función del arraigo al territorio local, vinculado al mar y la tierra. Cuyas características, recursos
1
Cabe destacar para ésta como las siguientes descripciones de identidades, que se realizan obedeciendo
los criterios antes señalados, y desde el material obtenido en los 11 talleres de trabajo, 18 entrevistas y
17 relatos autobiográficos realizados durante 8 meses de investigación. Por lo tanto, este trabajo recoge
las percepciones y subjetividades de las identidades colectivas, correspondientes a lo menos a 250
personas que participaron durante diferentes momentos del estudio.
.
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naturales y medio ambiente se transforman en elementos propios y diferenciadores del yo soy
lafkenche en la región del Bío Bío.
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‰
Identidad Pehuenche (Gente del Pehuén)
“Me identifico como mapuche pehuenche porque vivo en la cordillera, tengo sangre mapuche,
tengo un apellido mapuche y una cultura propia” (Rodrigo Vita, Alto Bío-Bío).
Los pehuenche, pertenecientes a otra de las identidades territoriales del Pueblo Mapuche, deben su
nombre a su ancestral relación con el fruto de la Araucaria llamado Pehuén.
Su vida en territorios cordilleranos y la recolección del fruto del piñón, es una ancestral forma de
subsistencia, que los identifica y caracteriza como tales. Antiguamente, ya la recolección del piñón
constituía el principal alimento de las familias pehuenche, sin embargo, en la actualidad éste ha
sido reemplazado por otros productos cultivados o adquiridos, como la harina elaborada
industrialmente y la papa, etc.
Para los pehuenche el pehuén es su árbol sagrado, siempre esta presente en las ceremonias y ritos
de su cultura, como el nguillatun, llellipun y wetripantü, siendo éstos a la vez, los más importantes
espacios de religiosidad y sociabilidad.
Podemos encontrar a las familias pehuenche en comunidades indígenas de la reciente formada
comuna del Alto Bío-Bío, ubicada en la Provincia del Bío Bío. Su presencia también se extiende a la
Región de la Araucanía siguiendo la cordillera de Los Andes.
Como en toda cultura, el modo de vida ancestral pehuenche se ha transformado en los últimos
siglos. Su principal actividad económica, la de recolección del piñón, se convirtió en una actividad
complementaria a la agricultura de subsistencia. Situación que se propagada en el pueblo mapuche
durante el S. XX. Esta misma actividad, y la relación que el pueblo sostuvo con el Estado de Chile,
generó la carencia y el agotamiento de las tierras de uso agrícola y de uso tradicional. Sin embargo,
desde la percepción actual, los mayores problemas se han ocasionado por el desarrollo de
actividades económicas foráneas, la producción maderera e hidroeléctrica en dichos territorios.
Generando una fuerte oposición de las comunidades pehuenche al ejercicio e instalación de las
empresas, por ser consideradas disruptoras de la vida y cultura pehuenche.
El patrimonio y acervo cultural de los pehuenche se encuentra principalmente asentado en sus
costumbres, tradiciones y cosmovisión, así como en su territorio, identificándose en éste no sólo la
diversidad natural, sino que también espacios sagrados, en donde se realizan las diversas
ceremonias, además de sus espacios cotidianos, como las rukas, elementos de suma relevancia.
Hoy en día los productos cultivados y la manufactura artesanal generan focos de subsistencia
familiar, ligándosele, a la vez, a la implementación de proyectos de turismo en la zona, como los
desarrollados por las comunidades de Tripil, Butalelbún, Trapa Trapa y Caiñicú en el proyecto de
etnoturismo comunitario llamado Trekaleyin, que según señalan, “busca compartir y poner en valor
las actividades que realizamos tradicionalmente y desde tiempos inmemoriales en nuestras
veranadas, las tierras altas de la cordillera del Alto Biobío” (www.trekaleyin.cl).
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‰
Identidad Mapuche Urbana
“Nosotros, a diferencia de nuestros peñi, de nuestros lamgen, […] que están en el campo, ellos
tienen un círculo súper cerrado. Por todo un tema ancestral de resguardo y respeto hacia las
creencias del pueblo mapuche… nosotros acá en la ciudad, es como al revés, es rescatar la
cultura…”. (AM, dirigente de Asociación Indígena de San Pedro de la Paz).
El mapuche urbano, descendiente mapuche que habita en la ciudad, constituye un nuevo actor al
interior de la realidad mapuche actual, cuya aparición se ha producido a partir de las
transformaciones experimentadas por la sociedad mapuche, donde la ciudad es identificada como
un nuevo espacio de reproducción y transmisión cultural.
En este sentido, es central la comprensión de los procesos de migración o éxodo campo/ciudad
experimentados por la población mapuche desde principios del siglo XX. Producto de la reducción
sus espacios territoriales tras la ocupación de La Araucanía a partir de 1860 en adelante. Lo que
desencadenó un conjunto de factores estructurales de pauperización, campesinización y pobreza de
las familias mapuche, determinando este nuevo fenómeno de urbanización.
Esta situación ha sido reconocida como una de las más drásticas e importantes transformaciones al
interior de la sociedad mapuche, principalmente debido al quiebre producido en la tradicional visión
de mundo que vinculaba al mapuche al sector rural y su ancestral espacio cultural.
Su definición se realiza a partir de su adscripción a una sociedad étnicamente diferenciada, como lo
es el Pueblo Mapuche, así como también, el reconocimiento de pertenencia a elementos propios y
distintivos de dicha cultura, como lo son sus tradiciones, vestuario, idioma, etc.
La presencia del mapuche en zonas urbanas del país, por largo tiempo se mantuvo invisibilizada,
producto de la negación y discriminación étnica. Sin embargo, en la actualidad y de forma reciente,
se ha desarrollado un proceso de surgimiento y valoración de la cultura mapuche en la ciudad. Lo
cual es palpable en las principales ciudades de la Región (Concepción, Talcahuano, Hualpén, San
Pedro, entre otras), en donde, además, se ha visto incrementado su proceso organizativo y
asociativo, como parte de un paso general de visibilización.
De esta forma, este nuevo escenario no tradicional, que viene a romper con el eje principal
constituido por el medio rural, es reconocido como un espacio de socialización y fortalecimiento de
la cultura y la identidad, a partir de la ocupación de lugares en la ciudad, como centros culturales y
deportivos, juntas vecinales, entre otros.
Así, como proceso emergente de apropiación de elementos culturales, ceremonias y ritos, y su
revaloración en la ciudad, estos componentes serían identificados como su principal patrimonio.
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Campo exploración: Identidades Socioproductivas
Agrupación: Tierra
‰
Identidad Campesina
Un elemento central en la definición de la identidad campesina es su vínculo con la tierra, la que, a
partir de una lógica emocional, sería parte del constructo histórico como medio de subsistencia
familiar y de cotidianidad. De esta forma, el campesino encontraría su origen y raíces en la tierra,
condición que perduraría en el tiempo.
Como parte de un proceso histórico, el campesinado es uno de los segmentos menos modernizado
de la sociedad nacional. Pese a la enorme cantidad de territorio, ciertas características, propias de
la ruralidad, van marcando su quehacer y su identidad: la distancia con la ciudad y la tecnología, el
ser reservorio de tradiciones y niveles importantes de pobreza y aislamiento.
Al hablar de la vida campesina, se define una identidad construida en función de su diferenciación
con lo urbano y la vida en la ciudad, en que sus principales referentes serían actividades de cultivo
de la tierra y la crianza de animales, en los que se vería involucrada toda la familia.
El campesino, habitante de la zona rural y que encuentra en el cultivo de la tierra su principal
medio de sobrevivencia, abarca la mayor cantidad de territorio del país. Debido a esto, si bien se le
sindica parte de una amplia definición territorial, también daría cuenta de la variedad y diversidad
de la misma, asentándose en diferentes zonas de la región.
Se considera a la variada actividad productiva del campesinado, de relevancia para la realidad
económica regional, sin embargo, ésta haría alusión a una producción muy disminuida que
significaría un medio de sustentación para una parte importante de la población habitante de zonas
rurales, representado por familias ligadas al campo, como única o principal actividad económica.
Aún cuando la identidad campesina haría alusión a una importante población del país y de la
región, no tendría mayor incidencia en las decisiones a nivel macro. Sin embargo sí poseería una
importante consideración en función del patrimonio y la cultura, a partir de las tradiciones
provenientes de la vida campesina, y que trascienden distintos territorios.
Bajo esta última lógica, se establecería que la identidad campesina sería parte y poseería un
importante patrimonio natural, físico y simbólico ligado a la tierra que, centrado en su uso como
medio de subsistencia, sería un elemento central en su adscripción al campo y a formas de vida
vinculado a éste. Por otro lado, igualmente daría cuenta de un patrimonio tangible relativo a la
arquitectura, y elementos tecnológicos propios de la vida campesina, como lo es, por ejemplo, el
arado a tracción animal, el desarrollo de canales de regadío, la recuperación de los suelos
erosionados, etc.
El folklore, las artesanías o elementos tradicionales relacionados a la actividad productiva son otros
mecanismos que definen a esta identidad, pero que también demuestran su amplitud al ser,
muchos de ellos reconocidos a nivel nacional, característicos del campesinado chileno o local, como
son las comidas típicas, la música y las fiestas tradicionales campesinas, donde encontramos
importantes fiestas religiosas como la cruz de mayo, campeonatos de rodeo, trilla a yegua suelta,
ferias artesanales de agroturismo, noches folklóricas, cabalgatas de turismo rural, ramadas a la
chilena, fiestas criollas, de uva o vendimia, etc.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Sin embargo, en la actualidad, y producto de las tensiones provocadas por procesos de
globalización y modernización, resultan ser rescatados o revitalizados como una forma de
demostrar su vigencia en el tiempo, aún cuando, es innegable su transformación.
Al interior del mundo rural existirían otros actores que vienen a enriquecer y complementar la
definición de la vida campesina y de la tierra como forma de subsistencia. De esta manera se nos
aparece la figura del arriero/a, campesino/a que configura su identidad a partir de la actividad del
acarreo de animales a las zonas precordillerana y cordillerana. Es un actor histórico y parte
importante de la vida campesina tradicional.
Por otro lado, también se encuentra el recolector/a, que habla de una actividad que implica la
búsqueda de diversos frutos nacidos en los bosques de distintas zonas de la región. Como por
ejemplo, los hongos, callampas, digüeñes, etc. Esta actividad estaría íntimamente relacionada a la
búsqueda de la subsistencia familiar, y poseería, a la vez, una presencia histórica y minoritaria.
Y finalmente nos encontramos con los temporeros/as agrícolas que se definiría a partir de un
proceso emergente de incorporación a las actividad de agroexportación. Surge como producto de
las necesidades laborales de parte importante de la población que mayoritariamente habita en los
sectores rurales. Debido a esto, y como un fenómeno de los últimos 25 años en el país, se han
incorporado hombres y mujeres a una masa trabajadora ligada a la actividad agrícola parcial o
temporalmente de manera complementaria a las labores domésticas campesinas. Desempeñándose
de acuerdo a su localización a trabajo con frutales, hortalizas, flores y semillas, en huertos, predios
o invernaderos.
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‰
Identidad del Agricultor/a
Al interior del mundo rural, la imagen del agricultor/a es descrita como el “dueño de campo”2, el
que poseé los medios de producción. Con ello se hace alusión a una identidad socioproductiva
ligada a la producción agrícola-ganadera que, si bien en muchos casos poseería un origen
campesino, se diferenciaría de éste al superar la producción de subsistencia.
Como uno de los actores relevantes para la tradición cultural campesina, el agricultor tradicional
mantendría una estrecha relación con el campo, el que, si bien constituiría el medio central para la
producción, también compondría el delimitador de su estilo de vida y formas de ser características,
lo que quedaría manifestado en el pasado de la hacienda, institución característica del campo
chileno.
Sin embargo, en la actualidad es posible identificar un emergente actor que superaría la producción
local, caracterizándose por su nivel empresarial de exportación. Este actor, aún cuando en muchos
casos tendría vínculos estrechos con la agricultura tradicional, también provendría de un
empresariado que ha visto en el mundo del agro un nuevo nicho.
Así, el agricultor tanto tradicional y, en mayor medida, el no tradicional, han llevado a cabo cambios
en la producción, incluyendo nuevos productos y tecnología, principalmente destinados a la
exportación.
Tanto pequeños como grandes agricultores tendrían una presencia que se extiende a distintos
territorios de la región, siendo variadas las actividades productivas que se encarnan en cada zona,
entre las que más se destacan son las relativas a la producción de lenteja, garbanzos, trigo, carne,
leche, remolacha, achicoria, maíz, frutas: manzanas, berries, ciruelas, uva; plantaciones de pino y
eucaliptos. A partir de ello, y principalmente por los activos de la tierra que se movilizan al interior
de la actividad, la relevancia económica de esta identidad es central para la región del Bío Bío.
Por otro lado, su reconocimiento como un actor relevante en la región se ve igualmente relacionado
a procesos asociativos, vinculados a fines productivos, como las cooperativas, las organizaciones
gremiales y mesas de trabajo público privadas.
Principalmente, por su estrecho vínculo con el campo, el agricultor tradicional participa de las
fiestas costumbristas, como parte de su identidad campesina huasa. Sin embargo, hoy se
desarrollan variados encuentros y muestras del mundo del agropecuario, vinculadas a su desarrollo
industrial y exportador. Destacando dentro de éstas las actividades propias de las comunas que se
autodefinen como campesinas, como Quirihue, Yumbel, que realizan reconocidas muestras
agropecuarias y forestales en la región, así como también está la celebración del gran día del
campo que reúne a más de 2000 agricultores, organizado por INIA y Bioleche de la comuna de Los
Ángeles.
2
Definición recogida desde el Taller de San Ignacio.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
‰
Identidad Viñatera
El desarrollo de la actividad viñatera, el cultivo de la uva y la producción del vino, constituye el eje
principal en la definición de la identidad viñatera, lo que, en definitiva, viene a identificar a
tradicionales productores de vino del valle del Itata.
La actividad viñatera se ubica en zonas rurales del Territorio Valle del Itata, en pequeños y grandes
predios dedicadas al cultivo de viñedos en una extensión aproximada de 10.800 hectáreas. Su más
tradicional y conocido producto es el vino pipeño, pero además se cultiva las variedades blancas
Chardonnay y Moscatel de Alejandría y la tintas País y Cabernet Sauvignon. También estas tierras
son destinadas al cultivo de diversas frutas además de la uva, como cerezas, guindas, las que son
comercializadas frescas como secas.
En esta zona se manifiesta que el impacto de la industria forestal y la instalación del Complejo
Nueva Aldea, han generado importantes transformaciones del medio natural y también las formas
de vida vinculadas al cultivo de la uva y la producción del vino. Debido a esto, uno de los
principales efectos que ha tenido ha sido la venta de predios tradicionalmente dedicados al cultivo
de viñas, para convertirlos en bosques de monocultivo. Asimismo también, hay quienes no han
vendido, pero han decidido la transformar los viñedos al cultivo de otras frutas como arándanos y
frambuesas, u otros productos de mayor rentabilidad en la actualidad. Hecho que se vincula
directamente a la transformación de los modos de vida, costumbres, tradiciones y festividades
propios de la vida campesina, que conjuga la agricultura de subsistencia con la producción a mayor
escala.
Sin embargo, la actividad e identidad viñatera esta presente y representada en una herencia
cultural que subsiste en el imaginario del Territorio, la Provincia de Ñuble y la Región del Bío Bío.
Presente con festividades culturales ligadas a la producción del vino, como las vendimias típicas
campesinas que constituyen una forma de manifestar y revalorizar la costumbre viñatera de más de
400 años de existencia.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Agrupación: Mar
‰
Identidad del Pescador Artesanal
El pescador artesanal tiene un fuerte vínculo emocional y productivo ligado al mar, que es
compartido por mariscadores y recolectores de productos marinos, con quienes, en conjunto,
conforman asentamientos costeros, conocidos como caletas. “Esta identidad engloba no sólo un
sistema productivo, sino que una cultura ligada a mar” (Sistematización Caleta de Cochogüe).
Territorialmente extendida por toda la costa de la región, los pescadores artesanales tienen un
estilo de vida que podría asociarse a la cultura rural, sin embargo, en esta región gran parte de las
caletas se ubican en las inmediaciones de los centros urbanos, o directamente al interior de éstos,
lo que los hace habitantes urbanos, y relacionados directamente a la ciudad.
De carácter histórico y tradicional, y aunque puede variar de caleta en caleta, la identidad ligada a
la pesca y la recolección posee grandes hitos locales y nacionales comunes, como las técnicas de
pesca, la explotación y agotamiento de los recursos marinos, la legislación asociada, la
incorporación de tecnologías y la relación de estas comunidades con su entorno.
Los pescadores artesanales tienen relevancia política, reflejada en la discusión de las leyes y el uso
de los recursos marinos, incluso en relación a otros intereses que les afectan directamente, como la
pesca industrial.
Por otro lado, su importancia de índole económica y productiva se relaciona a las franjas de
explotación y el espacio de comercio que éstos generan, que no sólo se relaciona con la extracción,
sino a muchas otras actividades económicas que se les vinculan (como los buzos mariscadores,
algueras, cocinerías, turismo). En la región son abastecedores prioritarios de los productos marinos
consumidos en las ciudades en que se encuentran insertos, y también por ciudades a mayor
distancia. Abastecen a puestos especializados en las costas, en mercados tradicionales y ferias
libres.
Cultural y tradicionalmente, son el referente de un tipo de comunidad ligada a valores
fundamentales de solidaridad y trabajo, al testimonio de unidad física y espiritual entre el ser
humano y su entorno marino.
Su patrimonio natural está relacionado con el mar y sus recursos, así mismo con los lugares donde
construyen sus comunidades, en ocasiones ligados a paisajes de gran interés turístico. Así, su
patrimonio físico lo conforman sus asentamientos, así como sus variadas embarcaciones y
herramientas destinadas a la pesca y recolección.
Por otro lado, de acuerdo a su cultura y folclor características poseen formas de vida reconocidas,
con historias, leyendas, prácticas religiosas y actividades artesanales, en torno al mundo que se
construye desde el mar. Desde este punto de vista, la identidad de la pesca artesanal es más que
una actividad económica, implica oficios y experiencias traspasadas de generación en generación.
En muchos lugares, las caletas están asociadas a circuitos turísticos vinculantes a las propias
actividades de la cultura de la pesca artesanal, como en Tumbes, Tubul y Quidico.
Las comunidades pesqueras de los bordes costeros de la región del Bío Bío constituyen ricos
espacios de identidad cultural, donde el quehacer más bien masculino, hoy también se ha vuelto un
quehacer para activas mujeres, impulsoras de innovadores proyectos vinculados al Mar y sus
recursos marinos.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
‰
Identidad Marítima Portuaria
La identidad marítima portuaria representa a una amplia gama de actividades productivas que se
ligan a los procesos de la economía de los puertos, y por supuesto a los trabajadores/as que las
desarrollan (empresas portuarias, transportes, alimentación y otros servicios).
Es una identidad que transita desde una relación instrumental a una emocional, en la medida que
se crea la cultura de los puertos, y aparece el porteño, como trabajador/a y eslabón principal de
desarrollo de la actividad marítima y portuaria. En este sentido, hay diferentes procesos y etapas
que, en el caso de Talcahuano, el primer puerto industrial, militar y pesquero de Chile, y con sus
instalaciones desde las Bahías de Concepción a San Vicente, como ejemplo, denota una cultura
portuaria de décadas.
También hay otras localidades que se asoman a este proceso, si bien con menos antecedentes
históricos, igualmente relevantes, como el caso de Coronel, Lirquén, Tomé, Lebu y Penco. Y pese a
que estas localidades se desarrollan a un nivel intermedio o menor, igualmente desarrollan una
actividad portuaria, principalmente ligada a la pesca.
Así, en la actualidad, estamos frente a un fenómeno de expansión de toda esta identidad portuaria,
incluso proyectada en el marco de una plataforma logística, como una forma física e intangible de
gestión de la actividad de transporte y acopio, donde la integración de toda la actividad de
transportes y comunicaciones a la actividad portuaria es central, fortaleciendo dicha actividad y
proyectándola a una escala mayor. Quedando clara la existencia de una profundidad histórica
importante, que se recicla o muta a nuevas formas de ser puerto.
El puerto, y su actividad de carga y descarga, sus actividades comerciales anexas, incluso la
experiencia del intercambio con los que vienen del extranjero, hace que la identidad portuaria sea
abierta a diferentes mundos, mirando el futuro e imaginando a otros horizontes.
Principalmente considerada una actividad extendida territorialmente y urbana, posee gran
relevancia en distintos ámbitos de la región, como lo es política, económica y culturalmente, en
función de lo cual se puede platear el enorme flujo de proyectos a futuro que rodea dicha actividad
e identidad, como los desplegados en Coronel a partir del Puerto Coronel.
Su mayor patrimonio natural es la presencia del mar. El porteño es tal debido a esa enorme
extensión de agua donde se encuentran su mundo físico tangible con otros mundos. Igualmente,
su patrimonio tangible es también importante, reflejado en formas de asentamientos,
principalmente en los cerros, con una arquitectura de base patrimonial histórica, característica de
siglos anteriores, a la cual se suman sus muelles, paseos y la forma de sus embarcaciones como
elementos centrales, como las industrias y empresas portuarias.
En el ámbito de lo intangible, la identidad pasa por un lenguaje particular ligado a las faenas de los
navegantes y los trabajadores de la costa, una forma de autodefinirse, que en el caso de
Talcahuano se sintetiza en el “Choro del Puerto”, aventurero, valiente y trabajador, honrado y
amistoso.
Igualmente, y estrechamente ligados al mundo portuario y a su historia, las actividades ligadas a
los puertos, poseen fuerte relación a procesos sindicales, creación de asentamientos y un particular
modo de consumir en épocas de bonanza, siendo el puerto muchas veces una rara mezcla de
pobreza y abundancia.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Agrupación: Identidad del Trabajador/a
‰
Identidad Obrera Industrial
Como una doble adscripción, la identidad obrera industrial transita desde una relación identitaria de
tipo instrumental y emocional. Éste es un proceso siempre ligado a la consolidación de un sector
productivo y la mantención de un grupo de trabajadores/as significativos en el tiempo, llegando a
conformar una cultura trabajadora que permanece más allá del vínculo laboral. Como ha sucedido
con las actividades de Bellavista en Tomé, con la industria CRAV en Penco, las conserveras de
Talcahuano, y otras más que han tenido una baja en su presencia, ya sea porque la actividad
disminuyó o sencillamente despareció.
Producto de la necesidad de mano de obra intensiva y especializada, las ciudades se transforman,
en la medida que el sector productivo requiere crear las condiciones materiales para la presencia
abundante de la mano de obra, apareciendo el obrero de la construcción, como un sector asociado
a la industrialización y sus requerimientos (infraestructura, vialidad, viviendas, sector de servicios).
Fuertemente ligado a procesos históricos del S. XIX y principios del XX, la presencia de esta
identidad marcó una etapa de luchas sindicales y la creación de asentamientos que son la base de
las áreas urbanas con mayor densidad poblacional de la región.
Con el tiempo, esta denominación fue mutando hacia una definición menos ideológica y más amplia
de identidad del trabajador/a, como un operario, funcionario, empleado y otras actividades u oficios
que diversifican el sentido histórico y tradicional de la identidad obrera. Conjuntamente, lo que en
principio obedecía a una mano de obra no especializada, su avance hacia su tecnificación es
determinante.
Desde el punto de vista de su manifestación territorial, y siendo una categoría amplia, es
considerada de forma extendida de identidad, al abarcar diversas comunas de la región, aún
cuando algunas de las actividades se centren en ciertas localidades. Por otro lado, la pertenencia a
la identidad trabajadora marca un sello común de presencia, fundamentalmente, urbana.
La identidad obrera posee relevancia política, fundamentalmente reflejada en la participación e
identificación con movimientos sociales y políticos de reivindicación y lucha por derechos laborales.
De esta forma, está patente en la memoria colectiva vinculada a la demanda social, con una fuerte
impronta del país entre los años sesenta a los setenta.
A nivel económico es un contingente considerablemente relevante, correspondiendo a una
importante fuerza laboral y productiva a lo largo de la región, e igualmente en términos de
consumo.
La tradicional cultura obrera, y que ha dado continuidad a la definición amplia del trabajador/a, se
encuentra estrechamente asociada al sindicalismo, e históricamente ha dejado huella en la
ocupación de espacios urbanos: poblaciones y sectores obreros de la ciudad como Barrio Norte y de
Concepción y Huachipato en Talcahuano, e igualmente sedes sindicales. De esta forma, su principal
patrimonio obedece tanto a su sentimiento de pertenencia al mundo laboral y productivo, así como
también a su medio físico y social de producción.
Como parte de su patrimonio cultural, desarrolla particulares formas de relación familiar, gustos
musicales populares, actividades deportivas y de ocio (fútbol y juegos de mesa, entre otros),
incluso de cocina y tragos.
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‰
Identidad Minera
Esta identidad se construye a través de la histórica actividad económica relacionada al carbón
mineral. De esta forma, la identidad minera ha sido protagonista de grandes luchas sociales, y
también de procesos de crecimiento poblacional en torno a la explotación de este mineral, en
donde familias y generaciones se vieron ligadas al mundo minero y la extracción del carbón.
Es así como la identidad ligada al carbón ha creado comunidades mineras en donde se desarrollan
fuertes lazos de solidaridad y de vivencias compartida, donde los tópicos recurrentes son el
sacrificio, el sufrimiento y la incertidumbre constante de la difícil vida del minero, en que participan
hombres, mujeres y niños.
La región tiene una larga historia de explotación del carbón, que se concentra en la constitución de
los yacimientos de Lota y Coronel, donde la actividad se mezcla con historias de modernización
productiva del siglo XIX, con el crecimiento de la industria, la inmigración de campesinos, mapuche
y pescadores artesanales, y las luchas de movimientos obreros y políticos, de sello progresista.
Su extensión territorial, principalmente urbana, se ha construido en la denominada zona del carbón,
considerando a todo el territorio donde se ha producido carbón, que incluye las comunas de Lota,
Coronel, Curanilahue, Lebu y, en una primera etapa, Lirquén.
Con una importancia política e histórica innegable para la región, hoy es parte de procesos
complejos de reconversión productiva y, pese a que se han intentado abrir otras fuentes de trabajo
o ámbitos productivos, la zona minera sigue manteniendo un sustrato basado en la identidad
minera del carbón.
Económicamente, la actividad productiva, aún cuando experimentó un importante auge en siglos
pasados, hoy no es significativa, fundamentalmente debido a los elevados costos de producción y la
oferta mundial de carbón. Esta situación se ha convertido en la principal y más dura crisis que ha
debido soportar la población minera, llegando a significar la eliminación casi total de la actividad de
extracción.
Su riqueza patrimonial de mayor relevancia, en términos físicos, lo constituye el carbón y sus
minas. Además, se considera su riqueza arquitectónica urbana, representados tanto en las
estructuras de minas; los pabellones, sus principales espacios de habitación y convivencia familiar;
su entorno, hornos colectivos, las iglesias, oficinas de administración y espacios de recreación.
A nivel de patrimonio intangible, abundan elementos de diversa naturaleza, como un lenguaje
particular, gastronomía, ceremonias, artesanías y religiosidad. De esta forma, son poseedores de
un gran capital cultural, con fuerte presencia en la poesía y las artes, turismo, patrimonio, música,
etc., y de capital social que diera origen a la creación de organizaciones como las Sociedades de
Socorros Mutuos y los movimientos políticos; historias y cultura hábilmente reflejada en la obra
Subterra del escritor Baldomero Lillo.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
‰
Identidad Forestal3
En las últimas décadas, la actividad forestal es una de las más importantes fuentes de producción
en la región, que incorpora, a la vez, una considerable fuerza trabajo en distintas comunas del
territorio. Así, la identidad forestal reconoce en ella el vínculo laboral y el compromiso de los
diversos actores que intervienen en diversas áreas del proceso, como siembra, tala y transporte, así
como también en la producción de derivados industriales.
El vínculo de tipo instrumental, que prevalece en la adscripción identitaria, encuentra asidero en la
definición de sus propios actores, al momento en que es identificada como una actividad laboral y
fuente de ingreso específica, dentro de una amplia definición de actividades productivas. Y, por
otro lado, muchas de sus dimensiones estarían atravesadas por elementos de disensos.
Esta relación se debería, principalmente, no sólo a un plano ligado a factores productivos y sus
actores, donde la incorporación precaria de trabajadores/as en muchas de las actividades del sector
sería una de las principales razones, sino que también en el impacto que la actividad representa
para el entorno, como lo que sucede con el territorio que reivindica el Pueblo Mapuche, los
conflictos asociados a las comunidades y pueblos campesinos aledaños a las industrias como la de
Nueva Aldea.
En esto incide la forma en cómo la actividad se fue incorporando en el territorio, en cómo marca
presencia y cómo se expande. Es por ello que la identidad forestal aparece como parte de un
proceso emergente de autoadscripción, en el sentido que aún no se consolida un discurso y
manifestaciones evidentes de diferenciación en torno a qué agrupase como actores.
La producción forestal maderera posee una territorialidad extendida, que aún cuando excede el
territorio regional, la región del Bío Bío se establece como un eje central de esta actividad. Por otro
lado, la identidad forestal, podría vincularse territorialmente a algunas comunas con determinante
presencia histórica de plantaciones y de la industria, con especial detenimiento en cada uno de los
sectores y su especificidad hacia el desarrollo y valoración de la actividad forestal. Como sería
Curanilahue y Cabrero entre otras más.
No cabe duda la importancia económica y política de este sector, que ha generado en los últimos
años reformas en sus procesos de comercialización, de aplicación de tecnología e incorporación de
certificaciones de calidad, como las medioambientales, y del manejo sustentable de bosques y
plantaciones.
3
Información obtenida desde entrevistas y taller de trabajo realizado en comuna de Cabrero.
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Campo de exploración: Identidades Urbanas
Agrupación: Mundos Juveniles
‰
Identidad Surfistas
“Identidad es estar enamorado de un lugar y defenderlo, que no se pierda el mar..”.
(Arturo Olate, surfista senior de Concepción).
La identidad surfista define a personas que practican el surf como su principal deporte y que, por
otro lado, también poseen un estrecho vínculo emocional con el mar. A la vez, este último, además
de ser el espacio en que se desarrolla el surf, es considerado un lugar de socialización y convivencia
entre quienes lo practican.
Los lugares donde se localiza esta práctica están en Lebu, Isla Mocha, Quidico, Buchupureo
Cocholgüe, Cobquecura, etc., los que se caracterizan por sus grandes olas que atraen a surfistas
provenientes de toda la región, e incluso de otras regiones o países. Sin embargo, a nivel regional,
es la denominada Caleta Chicha, de Colcholgüe, la localidad en donde habría mayor presencia de
surfistas.
En la región, la práctica del surf comienza en los años noventa, aunque con el tiempo ha ido
desarrollándose, llegándose incluso a la conformación de organizaciones y campeonatos anuales en
que se reúnen surfistas de distintas latitudes.
Los surfistas de la Región del Bío Bío habitan en áreas urbanas de distintas comunas,
desplazándose hacia las localidades ubicadas en el borde costero para la práctica de este deporte
en determinadas épocas del año. Sin embargo también hay quienes habitan dichas localidades
durante todo el año. Así mismo, aunque mayoritariamente es practicado por jóvenes y
adolescentes, también participan niños, los denominados “surfistas junior”.
El estrecho lazo con el mar ha provocado la ampliación de la perspectiva identitaria de los surfistas.
Ello se manifestó el año 2005, cuando comienza la lucha de los grupos medioambientalista contra
CELCO, argumentando que la industria contaminaba el mar, y no sólo resaltando lo negativo para
el desarrollo de este deporte, sino que lo perjudicial que era para las distintas identidades ligadas al
mar, con las que también se relacionan (pescadores artesanales, las algueras, mariscadores, etc.).
A partir de este acontecimiento, los surfistas pasan a ser parte y miembros relevantes de la
comunidad, ejemplificándose en su incorporación a la organización en favor de la protección de la
playa y lucha contra su contaminación, tal como ocurre en Caleta Chica.
Producto de los conflictos provocados por el daño al mar por acción antrópica, se han revitalizado
identidades ligadas a él. Es en dicho contexto en que la identidad surfista ha emergido, frente a la
toma de conciencia de las consecuencias negativas de la afección al medio marino, no sólo en
relación al desarrollo del surf sino que, además, para las actividades socioproductivas que se
desarrollan en estas localidades.
Respecto a la relevancia económica de la identidad surfista, ésta se vería estrechamente
relacionada al arribo de turistas a localidades del borde costero, donde se practica el surf,
beneficiando con ello el desarrollo de la industria hotelera y gastronómica. De esta forma, la
importancia de esta identidad no se limita a temas medioambientales, pues también son un aporte
en los ámbitos deportivos4 y turístico del borde costero.
4
En Cocholgüe, desde el año 1996 se realizan campeonatos de surf .
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‰
Identidad Hip Hop
“Nuestro centro cultural posiciona el hip hop como lo que es, con origen e identidad, un hip
hop regionalista, de Conce, de Lota, con problemáticas de acá, no somos santiaguinos, no
somos de Punta Arenas”. (Francisco Moreno, Centro Cultural Regreso al Gheto).
En la actualidad, el hip hop en la Región del Bío Bío, describe una identidad juvenil emergente que
aglutina a jóvenes provenientes de diversos sectores, principalmente concentrado en el territorio
pencopolitano, aunque también se encuentran en otros sectores urbanos de la región, como Los
Ángeles y Chillán.
Desde los años noventa, el hip hop toma más fuerza, sobre todo en Concepción, Talcahuano y lo
que hoy constituye la comuna de Hualpén. Al respecto, las principales influencias de este estilo
provienen tanto del hip hop nacional5 como de grupos centroamericanos y estadounidenses.
En general, para los jóvenes hip hop, su proveniencia y origen desde sectores populares y
marginales de diversas ciudades constituye un hecho determinante en el desarrollo y manifestación
de su arte, ya que, tanto las temáticas que abarcan así como su discurso, son reflejos de vivencias
y experiencias.
Se caracterizan por tener un discurso divergente y contrario a lo hegemónico, lo que se visualiza
mediante la estética de sus vestimentas, de su arte visual y en su propio lenguaje. En tanto, los
códigos discursivos y vivenciales que comparten, conllevan un sentimiento colectivo de pertenencia
a dicha identidad, lo que los hace ser diferentes al resto de las personas. Así, la forma de
comunicarlo es a través de diversas manifestaciones artísticas, donde la más conocida es el graffiti
(Grandes dibujos hechos muros en zonas urbanas).
Por otro lado, la identidad hiphopera, se caracteriza por su capacidad de autogestión para la
consecución de recursos para realizar encuentros musicales, así como también para apropiarse de
espacios públicos, donde plasman espacialmente su cultura. Sin embargo, los medios
guberamentales son considerados una oportunidad para conseguir recursos, donde lo sustancial
estaría en el desarrollo y resultados de su acción.
La identidad de los jóvenes hiphoperos ha tenido algunos hitos de suma relevancia en el proceso
de visibilización y fortalecimiento identitario, tal como ocurrió con la realización de actividades
masivas de reconocimiento, como la realización de los murales en calle Prat, en el año 2001, y la
tocata hip hop “Cosa de Familia”, en el año 2005.
A través de sus diversas manifestaciones, tanto visuales como musicales, esta identidad expresa la
tensión constante de la sociedad frente a temas como la injusticia y la desigualdad, principalmente
palpable en las poblaciones marginales y más pobres. Estas representaciones denotan la valoración
de una memoria histórica compartida, en la que se reflejan hechos como los sucedidos tras el golpe
de estado de 1973. De esta forma, evocan temas y conflictos de distinta índole, tanto económicos,
políticos o sociales.
Específicamente, el desarrollo del hip hop se realiza en torno a cuatro ramas. El rap, se refiere al
hacer música mediante la improvisación, o con bases previas. Los graffitis son murales que reflejan
temas de su interés, plasmados en distintas calles de la urbe, que cumplen con la condición de ser
de alta concurrencia y visibilización. Por ejemplo, los ubicados en el canal de la Universidad del BíoBío, la calle Bulnes, Manuel Rodríguez, Prat de Concepción6, etc. El break dance es el baile hip hop
5
6
Principales referentes: “Tiro de Gracia” y “Frecuencia Rebelde”.
Segundo Informe de Avance, Estudio de Fortalecimiento de la Identidad Regional, p. 144.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
y, por último, los Beat Makers7, son los Dj’s más evolucionados, quienes hacen música a través de
consolas8.
La potenciación de la identidad hiphopera, estaría relacionada al acceso o creación de
infraestructura que les permitiera desarrollar talleres hip hop, donde optar por una de las áreas de
éste. Al respecto, Ramiro Ramírez, rapero de Talcahuano, señala que, a través de los talleres, se
puede enseñar todo el sistema que conlleva el hip hop, y que sea considerado como una forma de
vida, siendo ésta demostrada a través del arte.
7
Información extraída del Centro Cultural “Regreso al Gheto”.
Información extraída de la Entrevista a Ramiro Ramírez, rapero de Talcahuano, y de la web del Centro
Cultural El Ghetto.
8
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‰
Identidad Skaters
“... Que la sociedad entienda que el skater es un cabro más, que tiene sus metas, que tiene
sus sueños, que tiene sus cosas que hacer, no es un simple vagabundo, que ese concepto
malo que tienen de nosotros que se borre, que es un “cabro”, ingeniero comercial, que es
un diseñador gráfico, que son personas normales, no es un delincuente...”. (Benito
Ibacache, skater de Hualpén).
El skate es un deporte que consiste en patinar sobre una tabla de cuatro ruedas (skateboard). Éste
comienza a ser desarrollado por niños y adolescentes, quienes en su mayoría lo hacen por
diversión, pero hay quienes se mantienen en el tiempo, compatibilizando diversas actividades
cotidianas con el skate, llegando a formar un estilo de vida ligado a éste.
Este deporte, con origen en los Estados Unidos, alcanza su visibilización en la ciudad de Concepción
a fines de los años ochenta, extendiéndose como un deporte capaz de agrupar a jóvenes y niños
de diversos estratos socioeconómicos, que dicen ser “jóvenes comunes y corrientes”9, sin ningún
tipo de ideología política, y solo motivados por la fraternidad y la amistad, valores transversales
entre ellos.
En la región hay alrededor de dos mil jóvenes skaters10, principalmente provenientes de comunas
netamente urbanas, entre ellas, Concepción, Talcahuano, Hualpén, San Pedro de la Paz, Tomé,
Coronel, Lota, Arauco, Curanilahue, Lebu, Los Ángeles, Chillán.
Poseen sus propias agrupaciones, conformadas, principalmente, a partir de gustos musicales, como
el punk o el hip hop. También se agrupan dependiendo de su barrio de procedencia o por simples
vínculos de amistad. La finalidad de las agrupaciones es diferenciarse, conformando Teams o
equipos, como el Team Caos, el Team de Higueras o el Team Roboteam, etc.
Son agrupaciones no formales en torno al deporte, que apuntan hacia las mismas técnicas y formas
de practicarlo. Los llamados skater también se relacionans con los roller, patinaje en línea, spitz,
hardcord, bikers, etc. Otros jóvenes que practican deportes en espacios similares a los utilizados
por los skater.
Algunos de los espacios claves o estratégicos para el desarrollo del skate en la zona, denominados
spots, son: la Universidad de Concepción, la Plaza Perú y de Armas, el sector Lomas de San
Sebastián, etc. Y si bien son espacios públicos, pueden considerarse su principal patrimonio
tangible, donde es esencial la existencia de pistas o terrenos de cemento o asfaltados para
practicar la actividad.
El hecho de cargar con estigmas o estereotipos respecto su la vestimenta, espacios utilizados y
práctica del skaters, llevó a que agrupaciones de skaters constituyeran el Club de Skate Conce
Style, durante el año 2003, cuyo principal objetivo fue organizarse de manera oficial, para poder
entablar canales formales de comunicación con la Municipalidad de Concepción, y otras
instituciones públicas y privadas. De esta manera se buscar la posibilidad de reunirse, realizar
actividades masivas, y organizar una pista pública para el skaters (Skate Park).
Ha sido tal el grado de organización en la región, que a contar del 2007 se realiza anualmente un
campeonato nacional de Skate, donde participan jóvenes de diversas regiones del país, en el
conocido, Skate Festival de Concepción. Actividad financiada con aportes del INJUV, de la
9
Felipe Opazo, joven skater de Concepción.
Dato entregado por Felipe Opazo, quien averiguó a través del portal www.patinea.cl
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Municipalidad de Concepción, y de la autogestión de los jóvenes. A través de esta actividad,
también se busca dar a conocer el mundo del skater, sus fotografías, videos, pintura, música y
vestimenta, etc. Con el fin de motivar a otros niños y jóvenes, y sensibilizar a la población, frente a
la discriminación de la cual son objeto por el hecho de utilizar los espacios públicos.
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‰
Mundo Universitario Estudiantil
“La Universidad de Concepción y la Universidad del Bío-Bío mantienen la mirada de formar
a la gente, eso es un baluarte importante que la ciudad debería valorar más”. (Felícitas
Valenzuela, académica Universidad de Concepción).
Uno de los principales caracteres de la ciudad de Concepción es su perfil universitario, el que se
inicia con la creación de la Universidad de Concepción en el año 1919, primera universidad que
surge como un proyecto de carácter regional y, a la vez, laico. Posteriormente, se sumarían otras
universidades, como la Universidad del Bío-Bío, Universidad Católica de la Santísima Concepción, y
Universidad Federico Santa María, atrayendo, todas ellas, no sólo a estudiantes de la región, sino
que de todo el país.
La marcada tradición universitaria que ha caracterizado la historia de Concepción ha girado en
torno a los lugares de convergencia, la creación de masa crítica e intelectuales, la generación de
fuertes movimientos universitarios, políticos, sociales y culturales, que han hecho de la ciudad, una
ciudad valorada a nivel regional como nacional.
Un reflejo de dicho proceso es la Universidad de Concepción, en donde han surgido grandes figuras
del teatro nacional, como actores, dramaturgos y directores, quienes eran parte de teatro
universitario (TUC). A la vez, surgieron importantes líderes políticos: parlamentarios, ministros,
candidatos a la presidencia de la república, etc.
En esa misma época, de fuerte compromiso político, la dirigencia de la Federación de la Universidad
de Concepción la asume un grupo de estudiantes liderados por Miguel Enríquez y Luciano Cruz,
quienes fueran fundadores del MIR, movimiento político revolucionario escindido de la izquierda
tradicional.
Se recuerda con nostalgia los años setenta, donde la Universidad era un sistema aglutinador de
conocimientos compartidos, y no tan sólo a nivel de alumnos/as y académicos/as, sino que también
en relación al mundo popular, generándose una estrecha interconexión entre la universidad, los
estudiantes, la sociedad y sus habitantes.
La dictadura militar marca un quiebre trascendental en dicha relación. Primero, se expulsa de las
universidades a todos/as quienes no se apegaran a dicho sistema, quienes, además, eran
perseguidos, provocándose una fuerte desarticulación de muchas organizaciones constituidas hasta
ese momento. En segundo lugar, se instaura un sistema de educación superior (que se mantiene a
la fecha) que ha permitido la apertura de instituciones privadas, así como la formación de
profesionales especialistas, dejando atrás aquellos profesionales que poseían una visión más amplia
del mundo social y académico. Quebrando, a la vez, el nicho cultural que significaban los
tradicionales establecimientos de educación superior hasta dicho momento.
El alto grado de intervención hacia la universidad, demostrado con el nombramiento de rectores
delegados, se decide a cerrar escuelas del área de las ciencias sociales (como sociología,
antropología, periodismo, etc.), produciendo un retroceso en la generación de conocimiento en las
distintas áreas, proceso que las universidades no han superado aún.
A partir de los años noventa, comienzan a notarse los efectos del cambio cultural post dictadura, se
visualiza una transformación en el concepto del “hacer” universidad, se deja atrás la idea de
profesional integral y con vocación de servicio que se rescataba en épocas anteriores.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
Sin embargo, hay otros hitos que se deben resaltar y que demuestran que en Concepción el mundo
universitario es clave para la sociedad regional. Como el hecho que los jóvenes se comenzaron a
aglutinar en torno al quehacer musical logrando posicionar a la ciudad como “cuna del rock
nacional”. Actualmente, el mundo universitario regional se visualiza como un mundo de diverso y
amplios intereses que sigue reuniendo a una importante cantidad de jóvenes, funcionarios y
académicos nacionales como internacionales.
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Agrupación: Identidad Poblacional y Barrial
‰
Identidad de Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros)
“Identidad es la lucha de los vecinos por salir adelante”. (Juan Sepúlveda, dirigente de la
población Esfuerzo Unido, Hualpén).
Con la definición de la identidad de pobladores se hace referencia a los habitantes de las distintas
poblaciones del Gran Concepción. Éstas se caracterizan por ser populosas, y por tener un sustrato
ligado a las “tomas”, a la autoconstrucción y la necesidad de estar cerca del lugar de trabajo, y que
se consolidan con el sacrificio de los propios pobladores, el Estado y/o empresas que desarrollan
políticas de construcción de viviendas y formación de barrios para sus trabajadores, apareciendo,
en muchas ocasiones, el concepto de villa (Bancaria, Acero, San Pedro, los Cóndores, etc.).
En una relación de doble significado, se encuentran las identidades barriales, de los llamados
Sectores y los Cerros. Todas ellas forman territorios con características particulares de relaciones de
reciprocidad e identidad. Esta ambivalencia en su significado se explica en la existencia de barrios
que, en su interior, contienen poblaciones, como por ejemplo: en Barrio Norte, la población
Teniente Merino I y II; en Barrio Universitario se encuentra la población Agüita de la Perdiz, etc.
En otros casos es en amplias poblaciones en las que se insertan barrios, que dan cuenta de
grandes agrupaciones de viviendas sectorizadas a partir, principalmente, de las relaciones de
cercanía de sus habitantes y la tradición. Así sucede con los sectores (como Lorenzo Arenas, Gaete,
Perales, Pedro de Valdivia Bajo, etc.), y otro tanto con los Cerros (David Fuentes, Vista Hermosa,
La Virgen, La Pólvora, etc.).
En la actualidad, el poblador se mimetiza con el vecino, el allegado, los propietarios y los
arrendatarios, siendo de más o menos recursos, y formando los amplios sectores de viviendas de
las ciudades más grandes de las región.
La identidad pobladora se basa en algunos elementos que remiten a la historia y a la ocupación de
un espacio común. Cabe mencionar que esta identidad es local, es decir, es parte de la
especificidad de cada población o asentamiento. Sin embargo, es posible encontrar algunas
características que aglutinan una identidad común de pobladores en comunas como Talcahuano,
Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Coronel.
A fines del siglo XIX y principios del siglo XX comienzan los primeros vestigios de poblamiento en
los alrededores del Gran Concepción, a través de “asentamientos urbanos espontáneos”, cuya
principal característica fue la autoconstrucción y las “tomas” de terreno. Dichos asentamientos
responden al fenómeno de migración campo-ciudad, en el cual las perspectivas laborales que se
vislumbran con la industrialización temprana se transforma en el principal motivo de movimiento
migratorio.
También es relevante señalar la importancia e influencia de los terremotos, ocurridos en los años
1939 y 1960, en la actual distribución de las poblaciones. Esto ya que provocó tanto el
desplazamiento, como la (auto)construcción de nuevas poblaciones en lugares que aún se
mantienen, como el conocido caso de la población La Emergencia en la comuna de Hualpén.
Otro elemento común de la historia poblacional en la zona se remite a la época dictatorial, cuando,
en los años ochenta se desarrolla todo un proceso de marginación de los sectores populares,
erradicándolos hacia la periferia de las principales ciudades, originándose nuevos cordones de
pobreza de la población (como el sector Michaihue y Boca Sur, de la comuna de San Pedro de la
Paz).
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Son varios los elementos que configuran un sentimiento de arraigo a una población determinada, y
a una forma de vida ligada a ella, traducida en una identidad de pobladores. Por una parte, remite
al hecho de compartir y habitar un espacio común, y las diversas variables que esto conlleva. Por
otro lado, los calificativos que aluden al esfuerzo y la solidaridad son claves en su (auto)descripción.
Lo mismo ocurre con el desarrollo de actividades y/o agrupaciones que son esenciales dentro de las
poblaciones, como los son los centros de madres y del adulto mayor, agrupaciones culturales y
clubes deportivos. Es en éste último donde el fútbol, como principal actividad, resulta ser un
elemento indiscutible de unión de los vecinos (un ejemplo es el Club Deportivo El Huracán de la
Población Costanera, que permanece vigente desde el año 1939).
Históricamente, en las poblaciones se reconocen a los actores barriales como sujetos colectivos por
las acciones sociales emprendidas a lo largo del siglo XX, destacando los obreros, trabajadores
industriales y dueñas de casa. Hoy, sus dirigentes manifiestan, que los movilizan otras
problemáticas propias de la modernidad, como la desocupación, la delincuencia y drogadicción. En
este contexto, esta identidad mira con nostalgia los movimientos poblacionales de antaño. Sin
embargo, un nuevo foco de movilización ciudadana poblacional son los temas medioambientales
dada la importancia ecológica y de biodiversidad con que muchas de las comunas de la región
cuentan, valorado como su patrimonio natural.
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Campo de exploración identidades territoriales
Agrupación: Localidades
‰
Identidad Lotina
La comuna de Lota posee un sustrato minero innegable, que se manifiesta en los sentimientos de
sus habitantes, quienes bajo una historia reciente, salvaguardan latentes formas de vida y
características ligadas a una cultura minera, la que si bien constituye un patrimonio, en ciertos
momentos se ha transformado en un obstáculo para avanzar hacia nuevos ámbitos laborales y
productivos.
Lota posee una gran riqueza histórica, cultural y patrimonial, que en sus inicios, habría pertenecido
al pueblo mapuche lafkenche. Sería así que se conformó como epicentro de luchas entre indígenas
y españoles, como la Batalla de Mariweñu, siendo el Fuerte Colcura un importante vestigio de
aquella época.
Hay períodos claves que configuran la memoria histórica local, como el año 1662, año de su
fundación por Ángel de Peredo, demarcando con ello los primeros asentamientos poblacionales en
lugares cercanos al mar, donde paulatinamente, se comienza a trabajar el carbón. Sin embargo, no
es hasta 1852 cuando se inicia la historia minera del pueblo lotino, pues comienza la migración de
campesinos, mapuche y pescadores desde distintos puntos del territorios de la región y más allá,
que buscan mejores horizontes laborales al lado de las minas del carbón.
Estas personas, y sus generaciones, constituirían los llamados mineros del carbón que nos dejaron
una imborrable huella en dichas tierras. Y es que por más de cien años se desarrolló esta actividad
en la zona, la que con toda la dureza que representaba, tanto para el minero como para sus
familias, se transformó en una forma de vida.
Una actividad laboral de importancia a nivel nacional, con movimientos sindicales trascendentales
para la historia obrera del país, y que ha significado que, en la actualidad la reconversión laboral se
torne una tarea de difícil envergadura por haberse constituido una cultura.
Tras el cierre de las minas, en el año 1997, comienzan a producirse cambios drásticos. La comuna
se vio ante un panorama adverso en materia laboral, pues dejaban de contar con su principal y
única fuente de trabajo. Y también se desplomaba toda una cultura para las familias mineras, en
que los hombres cumplían el rol de único proveedor de la familia, y la mujer, el pilar que ayudaba a
mantenerla, a través de su dedicación exclusiva al hogar.
En este proceso, la mujer lotina pasa a tomar otro rol, el de mujer trabajadora. La lucha y
perseverancia de la “mujer del minero” es reflejo de importantes organizaciones e iniciativas
impulsadas por ellas, en búsqueda de un aporte económico para su familia, debido a la estrechez
económica.
Aquel proceso es parte de una memoria e identidad local, la que es enriquecida por una “historia
viva”11, pues aquellos mineros que fueron parte de esa historia, hoy se encuentran en sus casas, en
las calles o en otros lugares, pero están vivos, intentando sacar adelante creativamente a sus
familias, con todas las dificultades que conlleva realizar un cambio cultural de tal envergadura.
Es innegable el gran patrimonio tangible de Lota, todo lo cual se transforma en activos invalorables,
desde el punto de vista del desarrollo con identidad. En este sentido, el turismo se vislumbra como
11
Jacqueline Delgado, Gestora Turística de Lota.
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una actividad emprendedora, emergente, desde donde se pueden aludir a circuitos los turísticos,
como el de “Lota Sorprendente”, una puerta de entrada para mostrar otros atractivos, como el
circuito de “Lota Museo Viviente”, y los demás servicios con que cuenta la comuna, sus hoteles,
hosterías, restaurantes, pubs y teatros. Sin dejar fuera a los innumerables artistas de la zona.
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‰
Identidad de Ñuble (Chillaneja)
“Quisiera tener la posibilidad de hacer como una oración para que mi provincia no perdiera su
riqueza, su alma y que fuera rentable, que no fuera solamente una cosa lírica, sino que de
verdad fuera rentable para su gente, qué quisiera, no tuviera que cambiarla”. (Patricia Orellana,
diario La Discusión, Chillán).
Esta es una de las identidades que abarca mayor territorio en la región. Se configura como
identidad a partir de su principal reivindicación, la descentralización político administrativa respecto
de Concepción, manifiesto al punto de considerar la necesidad de constituirse como una región
autónoma.
Circunscrita bajo un sustrato rural irrefutable, en los últimos años Ñuble se ha urbanizado. Sin
embargo, ha mantenido un sello campesino en todo el territorio. Justamente es esta característica
de autoadscripción que hace que sus habitantes se sientan diferentes al resto de los habitantes de
la región: “nosotros somos más rurales”12, más provincianos.
Son varios los sucesos que han marcado a la provincia a lo largo de su historia y que han hecho
trastabillar su carácter rural, aunque no han sido tan potentes como para acabar con ella, pues,
pese a todos estos cambios, se mantiene la ruralidad en los sentidos de sus habitantes. Algunas de
estas situaciones son los terremotos acaecidos los años 1835, 1939 y 1960, la electrificación
paulatina de la provincia, el reemplazo del tren por los microbuses y los caminos pavimentados.
En los últimos años, se manifiesta que lo que está causando algún grado de impacto en la vida de
las personas de Ñuble son las plantaciones de pinos y eucaliptos en la zona, afectando la cultura
campesina, por desencadenar, entre otros factores, el proceso de migración campo-ciudad y la
reformulación de algunas de sus actividades productivas, como las artesanías de Quinchamalí, que
han perdido espacio desde donde obtener la greda.
Quienes viven en Ñuble se reconocen como “provincianos”, considerando que mantienen vivas las
costumbres y algunas tradiciones campesinas, que van, desde el cómo enfrentar la muerte, hasta
características como ser acogedor o cariñoso, etc.
El carácter rural se visualiza en diversos productos locales, como el cultivo de trigo, las legumbres,
el vino pipeño, la remolacha, cerezas, uvas. Así mismo, actualmente se encuentran nuevos
productos de agroexportación como el arándano, la frambuesa, el espárrago, la achicoria, la
inulina, etc. Y, en el ámbito ganadero, se produce carne y longanizas, esta última considerada y
reconocida como un producto sello de Chillán.
En términos patrimoniales, la provincia es rica paisajísticamente desde el mar a la montaña, siendo
una importante fuente económica complementaria a la tradicional economía agrícola. De esta
forma, esta riqueza está comenzando a ser aprovechada en términos turísticos, intentando ampliar
el mercado más allá de los Nevados y las Termas de Chillán, sacando provecho para ello de la vida
tranquila, libre de contaminación y la importante tradición culinaria de la zona de Ñuble.
En cuanto al patrimonio intangible, Ñuble cuenta con un gran número de fiestas tradicionales,
artesanos, folcloristas y personajes que han nacido o sido parte de sus localidades. Lo intangible es
considerado un plus de atracción turística en la zona, como por ejemplo los son, la celebración de
fiesta de la Montaña, de la Cereza en San Fabián de Alico, la artesanía en greda negra de
Quinchamalí, en madera de San Fabián de Alico, y los personajes oriundos de la provincia, como
12
Historia de Vida realizada a Patricia Orellana.
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Bernardo O´higgins, Arturo Prat, Violeta Parra, Víctor Jara, Nicanor Parra, Claudio Arrau, Marta
Brunet, etc.
En términos artísticos, históricamente, la provincia, y en específico la comuna de Chillán, se ha
caracterizado por tener un gran número de manifestantes, en sus diferentes áreas, siendo parte
imprescindible de su identidad.
Si bien las comunas y localidades que son parte de la Provincia de Ñuble poseen su propia
identidad territorial, es necesario constatar la existencia de la identidad “chillaneja” aglutinadora
del resto de las comunas de la provincia. Que rescata y realza las demás, desde las diversas
manifestaciones y expresiones artísticas desplegadas en la provincia.
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‰
Identidad de Contulmo
“Los alemanes siempre tuvieron muy buena relación con toda esa gente chilena y con los
mapuche, nunca tuvieron ningún roce...”. (Faustino Villagra, Secretario Municipal de Contulmo).
La identidad de los habitantes de Contulmo es una de las más particulares de la provincia de
Arauco, y de la Región del Bío Bío. Es una comuna donde se mantiene vivo, y se realza, el proceso
de colonización ocurrido en el siglo XIX, valorando su legado en términos culturales y patrimoniales,
siendo la historia un elemento clave en la comprensión de esta identidad local.
En el siglo XIX, en Contulmo, así como en toda la provincia de Arauco, habitaban comunidades
indígenas, quienes vivieron el proceso de colonización y ocupación territorial de aquella época. De
esta forma, fueron dos tipos de colonos los que llegaron a aquel territorio: alemanes, cuyas familias
recibieron “90 hectáreas de terreno, además de una proporción de tierras por cada hijo, y en el
pueblo, les dieron media manzana”13, y también, inquilinos chilenos.
La principal actividad socioproductiva que desarrollaban los colonos alemanes era la agricultura de
subsistencia. Además de esto, había un importante desarrollo del comercio. La mayoría de las casas
donde habitaban alemanes tenía un local comercial, denominadas “pulperías”, donde se vendía
género, zapatos y abarrotes, etc.
Los colonos de Contulmo instaban a la vida social. Se producían muchas actividades y celebraciones
en distintas épocas del año. Los Colonos eran considerados un importante apoyo por su disposición
y aporte en lo local.
Por ejemplo, su llegada implicó el arribo de nuevos instrumentos musicales; por muchos años
funcionó el Orfeón de la comuna, donde además, ellos les enseñaban al resto de la población a
tocar dichos instrumentos. Esto fue el inicio del importante desarrollo de la música que aún se
mantiene con fuerza y mucha creatividad en la comuna, a través de coros y orquestas infantiles.
En la historia más reciente, surge otro proceso importante para Contulmo. Desde la década del
setenta se inicia un periodo de emigración de alemanes, comienzan a irse comprando parcelas en
otras regiones del país. A la vez, el gobierno de la época, en su proceso de erradicación de
poblaciones marginales de Santiago, lleva varias familias a vivir a Contulmo, la mayoría de aquellos
“santiaguinos” que terminan emigrando de la comuna.
Este proceso significó la partida de muchas personas que eran parte de la historia y de los vínculos
entre las tres culturas que habitan Contulmo. También significó la llegada de quienes no conocían
dicha historia y sus relaciones, por lo que no tenían aquel elemento de emocionalidad con el lugar.
A partir de los años noventa, gracias a los fondos concursables de diversas instituciones públicas y
de los actores municipales, se comienza a trabajar en el rescate de las tradiciones y de la historia
de Contulmo. Se intenta recuperar el legado que sus habitantes han dejado en el lugar, así como
instalar el arte como parte de la comuna. Ejemplo de aquello es el reconocimiento de la Escuela
San Luis como escuela artística, donde se desarrolla el teatro, la danza y la música, etc.
De lo anterior, se visualiza un importante desafío para potenciar el patrimonio inmaterial y material,
de la comuna. Se le ha potenciado turísticamente a partir de la belleza del lugar, pero también de
las capacidades y habilidades de sus habitantes, a través del arte, como de sus producciones
agrícolas locales.
13
Faustino Villagra, Secretario Municipal de Contulmo. Entrevista Estudio de Identidad Regional, 20 de
agosto de 2009.
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Hoy, alemanes y sus descendientes, mapuche y chilenos comparten una vida particular, propia de
la comuna de Contulmo. En ella coexisten y conviven tres culturas sumamente distintas, tanto en el
área rural como en la urbana.
Actualmente, todavía quedan terrenos de propiedad de alemanes, muchas casas del pueblo son
patrimoniales, pero la mayoría son utilizadas en época de descanso o veraneo, debido a la
emigración de los colonos.
Contulmo es rico en diversos aspectos, desde sus vestigios de las tres culturas, su belleza natural,
sus casas patrimoniales, hasta sus fiestas tradicionales (Fiesta Alemana, Año Nuevo Mapuche,
Fiesta de la Frutilla, Semana de la Música, etc.).
Todas estas riquezas son vistas como un gran potencial turístico. Es por esto que muchas de las
iniciativas artísticas, y también de recuperación y realce del patrimonio tangible e intangible con el
que cuentan, son relevados. El turismo es visto como uno de los elementos principales del
desarrollo de la comuna, de ahí que se vuelcan muchos esfuerzos para mantener vivas las
identidades de la comuna, y su triculturalidad.
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‰
Identidad Cobquecurana
“…Cobquecura yo en tus playas
Felices llora voce
Respirando el mar ambiente
Mis pesares olvide
Respirando el mar ambiente
Mis pesares olvide…”
(Extracto de canción interpretada por Iris Hermosilla, cantadora de Cobquecura)
El pasado indígena y mestizo en la conformación del pueblo cobquecurano, así como también la
institución de la hacienda y el inquilinaje, constituyen elementos significativos al momento de
definir la identidad de la comuna de Cobquecura y su autodefinición como cobquecurana.
Al definir la comuna se habla de un origen campesino, y eminentemente rural, que ha mezclado la
actividad pesquera y recolectora de productos marinos con una condición agrícola de subsistencia,
haciendo alusión a una particular vida vinculada a sus costas y el campo.
El paisaje natural y marino constituye un elemento característico de su territorio, que a la vez
ofrece un tradicional medio de sobrevivencia a sus habitantes, en donde el respeto, el cuidado y los
valores ligados a la vida en armonía con los recursos y su entorno natural serían centrales.
Su ubicación, al norte de la Región del Bío Bío, y la geografía de la zona han generado una lejanía
histórica de la comuna con los mayores centros urbanos de la región. De la mano a un arraigado
sentimiento de rezago y carencias en la conectividad, además de consolidarse el desapego del resto
de la región, también ello se ha conformado en el principal factor que ha posibilitado la
manutención de las costumbres de la zona.
El patrimonio al que hace alusión la identidad cobquecurana está estrechamente ligado a un vínculo
con la geografía y su entorno natural, en primer lugar, representado en la particular vida que
mezcla el campo y el mar, siendo para este último caso el principal referente el Santuario de la
Naturaleza, de importancia nacional como lo es la Lobería de Cobquecura, y principal referente,
también, para el turismo de la zona.
Así mismo, el pasado de la hacienda, y los vestigios de ésta, representados en antiguas
construcciones de adobe y piedra laja, son parte del patrimonio físico y tangible de la historia de la
comuna y de sus habitantes.
A partir de dichos elementos, el turismo es definido, por los cobquecuranos, como uno de los
principales focos de atención de la comuna, a nivel regional, nacional e internacional, dada su
riqueza natural, y siendo sus playas un interesante factor de desarrollo de dicha actividad, y más
específicamente ligada a la práctica del surf, otra de las características de Cobquecura.
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Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
‰
Identidad de Yumbel
“Sin el santo nos morimos, aquí no hay nada más, Yumbel es San Sebastián y San Sebastián es
Yumbel, son una sola cosa, nos llegan a sacar el santo como querían, Yumbel se muere, como
pueblo muere, porque no hay otra fuente laboral, no habría otro ingreso para mucha gente, y
la gente no vendría, porque… ¿a qué?...”. (Nancy, Yumbel)14
La identidad de los habitantes de Yumbel conjuga el fuerte apego a la tierra y tradiciones, propias
de una vida campesina, con elementos de una religiosidad popular que viene a constituirse en una
de las principales características de la comuna.
Yumbel es una comuna de origen campesino, y que aún cuando en la actualidad encarna gran
parte de sus tradiciones, hoy muestra con fuerza, al igual que muchas de las comunas campesinas,
la presencia de la empresa forestal, que ha provocado cambios tanto en el entorno, como en las
formas de vida de la población.
La vida y tradición religiosa, que caracteriza a Yumbel y sus habitantes, se materializa en la
presencia del Santuario de San Sebastián, uno de los principales centros religiosos y de
peregrinación del país, que cada año, el 20 enero, y el denominado “20 chico”, en el mes de marzo,
congregan a una gran cantidad de devotos, peregrinos y turistas, provenientes de zonas urbanas y
rurales del país.
Así, además de ser la Fiesta de San Sebastián el principal ícono en la definición del fuerte carácter
religioso de la vida de los yumbelinos, éste también se ha constituido en un importante epicentro
económico para habitantes de la comuna, por la gran cantidad de comerciantes que acuden cada
año, fenómeno que ha rezagado el carácter inicial de dicha fecha.
Por otro lado, el folclore y las tradiciones, como manifestaciones de la raigambre campesina de
Yumbel y sus alrededores, son expresados en numerosas festividades, como las muestras
campesinas y fiesta de la vendimia, entre otras que también muestran la relevancia religiosa y
tradición familiar.
Todas ellas se han constituido y consolidado, en la actualidad, como referentes para la actividad
turística de la zona, en que se conjugan fiestas de distinta índole, con las características del entorno
natural, y en la que se reúne gran cantidad de asistentes.
El patrimonio propio de esta identidad estaría íntimamente ligado al espacio religioso, como es el
Santuario, sin embargo, también es posible la identificación de un rico paisaje y medio natural rural
que se conjuga con el estilo de vida campesina, y las edificaciones características de la zona, como
lo son las construcciones de adobe.
14
Historia de Vida de Nancy, vendedora de velas en el Santuario a San Sebastián, Yumbel.
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Universidad del Bío Bío
Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío
‰
Identidad de San Rosendo
“Había harto movimiento en esos años, aquí alojaban los trenes, llegaban tres o cuatro trenes a
alojar, se iban al otro día, pasaban hartos trenes en la noche, tenían combinación, la gente
tenía que alojar en los hoteles y tomar tren al otro día”. (Raúl Melo, ex trabajador ferroviario y
habitante de San Rosendo).
Lo que más resalta de San Rosendo es su historia ferroviaria, una gran historia de conquista, de
trenes y pasajeros que genera una identidad particular en un asentamiento que está ubicado en el
secano costero, y que conjuntamente a la tradición campesina, la vida del ferrocarril ha generado
un vínculo emocional, y lleno de recuerdos.
Su historia de actividad ferroviaria es larga. Puente de comunicaciones, estación obligada de
viajeros y operarios de trenes, comerciantes y hasta inmigrantes, esta localidad tiene un papel
preponderante en la red de comunicación que se estructura en torno al ferrocarril, desde fines del
siglo XIX. Anteriormente a ello, fue punto de defensa de las avanzadas de españoles que
intentaban conquistar los territorios al sur del Bío-Bío. Y también punto de conquista para los
gobiernos de la república.
Pero es su posición de enlace, y ubicación estratégica para entrar al sur, la que marca su principal
identidad, al afianzarse como eje de contacto entre el norte, el puerto de Talcahuano y el sur del
Bío-Bío, principalmente debido a su característica vida ferroviaria. Y que, más tarde, se constituiría
un paso obligado de viajeros que entraban y salían de la zona.
Territorialmente se encuentra localizada en el pueblo, bordeando todo el sector de estación,
maniobras, talleres y puntos de acopio de agua, carbón y arena, que hoy son sólo testigos de lo
que fue el pueblo en otro tiempo.
Si bien no posee relevancia en temas políticos ni en el área económica, relacionada a la actividad
ferroviaria, su importancia se vincula a la asociatividad que logra con otros municipios de similares
características y el levantamiento de proyectos en conjunto, en el mismo macro territorio.
Igualmente, posee amplia relevancia cultural, principalmente ligada a su pasado aún desconocido.
San Rosendo posee un importante patrimonio natural, enriquecido por los ríos Laja y Bío Bío, los
paisajes y la vida campesina, que le otorgan interesantes activos a potenciar. Sin embargo, su
principal patrimonio está, ciertamente, vinculado a su pasado ferroviario, ya que aún se encuentran
los vestigios de aquella época de auge, así como también la memoria histórica que de allí se
desprende y se constituye como un elemento importante del sentido de pertenencia de sus
habitantes.
Actualmente, hay interesantes proyectos de diversos actores comunales para recobrar ese
patrimonio y llevarlo a un ámbito turístico y patrimonial, lo que implica recuperar como antes se
podía ver Chile desde San Rosendo, ¿Quién no recuerda la Carmela de la Pérgola de las Flores?.
San Rosendo es en sí mismo una localidad central en el patrimonio histórico de esta región, y fuera
de ella, que sirvió de punto de estación y patios de maniobras, acopio y maestranza, de llegada y
distribución de carga y pasajeros, de viajeros, de sueños y futuro.
87
2. Relaciones interidentitarias: Consensos, disensos y sueños de Región
Sin un relato compartido de Región, sin una experiencia práctica pero también simbólica de ser
constituyente de un nosotros, es difícil fundar geografías humanas compartidas, tramas sociales
fuertes y sustentables en el tiempo y el espacio; de ahí que la directriz fundamental de este
capítulo se oriente a indagar en la construcción de un imaginario de región, donde sea posible
comprender las experiencias sociales compartidas, transparentar sus tensiones y proponer los
desafíos para los diferentes modos de vida que se inscriben en la región, teniendo como horizonte
una cultura más inclusiva, democrática y descentralizada en el nivel regional.
En efecto, la pregunta por la identidad es importante hoy, por su proyección al futuro, sin
desatender su supuesta pérdida progresiva de lo “propio” en un mundo globalizado. La identidad
como proyecto de futuro aparece como una visión o algo que se pretende alcanzar; en esa esfera,
“los otros” son cruciales para la compresión del “nosotros”. De ahí que una de las principales
preguntas a responder en los estudios de identidad se refiere al “nosotros y los otros”, en tanto
grupos, identidades colectivas, sus vínculos o no con el territorio, tipo de territorio, espacio o
soporte y un discurso en torno a una entidad regional.
Siguiendo a Jorge Larraín, la identidad nacional fragmentada, difusa y centralizada1, todavía
vigente, hace que la identidad regional del Bío-Bío sea vulnerable a las identidades macro y micro o
más globales y locales que propiamente intermedia (mesoterritorial) o regional, lo que dificulta la
construcción en este nivel de proyectos identitarios comunes. Su proyección futura requiere
identificar los énfasis históricos y territoriales y, al mismo tiempo, sus principales desafíos comunes
y globales de futuro.
De este modo, el primer criterio de clasificación se relaciona a la identificación de escasos
consensos sobre temas comunes presentes entre las identidades en el territorio regional, aunque,
por otro lado, se describen como relevantes. Por su parte, la lectura puede extender los consensos
más allá de lo estrictamente regional (macrorregional o nacional), como por ejemplo lo mapuche o
lo campesino. De igual forma, en una escala territorial menor, encontramos consensos de alta
visibilidad manifiesta en localizaciones identitarias (como los barrios, etc.).
El segundo criterio se refiere a la identificación de espacios de convivencia entre las identidades
presentes en los territorios. Se identifican pocos espacios de convivencia pero de significación
mayor y atingentes.
El tercero incluye la identificación de los principales disensos o conflictos manifiestos por las
identidades contrastadas y consultadas. Donde, de manera sucinta, se observa un conjunto de
identidades diversas frente a la expansión forestal desregulada y manifiesta: “en una suerte de
paisaje identitario –concreto– de orden invasivo”.
Y finalmente lo que respecta al sueño de región. Donde nos preguntamos además si existe o no un
sueño de región. O corresponde a otro imaginario territorial mayor o menor.
1
Según concluye J. Larraín: “La identidad chilena tiene conciencia no sólo de su aislamiento geográfico sino
también de su ubicación en los confines del mundo. Tiene una variedad de regiones y estados geográficos, lo
que en sentido opuesto a los regionalismos y localismos, desde un comienzo acentuaron un fuerte centralismo
posiblemente por la clara conciencia que existía del peligro de la disgregación”. Ver ob. cit, parte final.
88
2.2.1 Escasos consensos sobre temas comunes
Si bien los consensos identificados aparecen como escasos, su sumatoria y aprehensión compresiva
territorial e histórica le hacen relevantes e incluso tributarios de la posibilidad abierta de la
construcción identitaria común. Destacan identidades industriales y del mundo estudiantil;
identidades indígenas-mapuches; del mundo popular, mineras/lotinas; de reciprocidad en los
barrios y pobladores; juveniles; entre otras de orden local.
Un primer consenso destacado se refiere a las identidades industriales y del mundo
universitario, es decir, de la modernidad industrial y racional, que se extiende en la evolución
económica a una importante fase de industrialización temprana nacional con centro en la Región
del “Bío-Bío”, al desarrollo industrial tradicional, ligado también desde las últimas décadas del siglo
XIX a la expansión del sector primario regional (primero trigo y posteriormente minería del carbón)
cuya continuación fue la industria textil en Tomé, de loza y vidrios planos en Penco y Lirquén.
Posteriormente, un salto fundamental fue Huachipato y nuevamente, la presencia de muchos
extranjeros desde la década del ´40, que gatilló otras industrias como Inchalam, Cementos Bío-Bío,
las maestranzas metalúrgicas, la fábrica de bolas de acero, etc., todas nacidas al alero de
Huachipato2.
Estas identidades industriales –ensambladas históricamente– es posible referirlas y
comprenderlas en un tipo relevante de modernidad regional, pero en esta última fase –en parte
importante– más chilena o nacional que territorial debido al centralismo cultural3; y en efecto, en
parte contradictoria, de naturaleza específica y limitaciones premodernas o de secuelas
preindustriales todavía vigentes (dependencia económica y política del centro o más bien de la
trayectoria de las elites en el poder nacional). Por otro lado, respecto al mundo universitario y de la
educación superior, la percepción del área pencopolitana como ciudad universitaria es reconocida
interna y externamente como una imagen territorial relevante4. Aun así, es débil el esfuerzo
identitario endógeno5. Esta presencia no es ajena al desarrollo industrial y urbano del gran
Concepción y representa claros vínculos de retroalimentación y formación profesional y técnica,
además –de masa crítica– con amplia repercusión regional y nacional. En la actualidad, la
2
Entrevista Claudio Lapostol Maruéjouls, Presidente CORBIOBIO (2009).
En opinión de María Teresa Varas (2009), Entrevista (Identidades...): “esta inducción industrial moderna no
genera identidad y emergen los disensos, en especial, respecto a las forestales y muchas pesqueras; sin excluir
Huachipato y ENAP, en que sus gerencias generales se asientan en Santiago –símil del centro político– y la
región queda a la deriva con una diversidad mayoritaria de PYMES vulnerables, dependientes y a su suerte”.
4
La creación histórica a comienzo del siglo pasado de la Universidad de Concepción y su trascendental papel
en las décadas siguientes a su nacimiento hasta comienzos del gobierno miliar en el desarrollo de masa crítica
local, junto a una diversidad de acciones de distinguible autonomía representa uno de los pocos ejemplos de
actos propiamente territoriales del Chile moderno. A ello se suma, en la segunda mitad del mismo siglo y con
mayor fuerza en los últimos años, la presencia regional activa en la formación profesional y técnica anclada
en su entorno territorial, de las Universidades del Bío-Bío, Federico Santa María y de la Santísima
Concepción. Por lo demás, las Universidades de Concepción y del Bío-Bío tienen campus universitarios
consolidados e importantes en las ciudades de Chillán-Chillán Viejo y Los Ángeles, provincias de Ñuble y
Bío-Bío, respectivamente. Últimamente, en Lebu, provincia de Arauco, se ha puesto en marcha el primer
Centro de Formación Técnica. Esta morfología del mundo universitario regional ha dado pie, en los últimos
tiempos, a nuevas inversiones en educación superior de organizaciones dirigidas preferentemente desde la
capital nacional, que responden a la expansión de la demanda educativa creciente en el país y sus diversas
regiones.
5
Armando Cartes Montory, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián (2009)
Entrevista (Identidades...) dice: “La ciudad de Concepción es considerada ciudad universitaria; sin embargo,
vislumbrala poca producción y articulación de material bibliográfico sobre el patrimonio histórico de la
región, lo que repercute en una débil identidad. Por otro lado, la provincia de Concepción como tal perdió
por completo su memoria rural y su conexión con el campo”.
3
89
conurbación presenta transformaciones importantes de su estructura productiva industrial y de
servicios (pesca, parque industrial de Coronel, centros comerciales y servicios financieros y de ocio
recreativo) de ahí que esta área urbano industrial y estudiantil, se conozca, también, como “ciudad
universitaria e incluso –últimamente– cuna del rock y en los años 70 del siglo XX del MIR6”. Por su
parte, “la región del Bío-Bío tiene 2 millones de habitantes, cuenta con 8 puertos, un aeropuerto,
más de 12 universidades, y una importante diversidad en la zona portuaria, industrial e
intelectual7”.
2) Un segundo consenso se refiere a las identidades indígenas-mapuches (lafkenche,
pewenchwe y urbanas), es decir, la cultura nativa y su visión de mundo holística de la realidad
heredada o transfigurada, incluida la inmigración urbana vivencial presente y significativa, de corte
distinto o de redefinición identitaria. Esta identidad es de valoración propia o de introspección
ancestral-territorial. Además, de una connotación diversa y retórica amplia en el pueblo y las elites
chilenas: en menor grado cercana y en general distante y confusa. Pero, al mismo tiempo –
paradojalmente– extendida y celebrada social y culturalmente.
Desde otra mirada, cierto consenso respecto al mundo popular, como culturas oprimidas o en
situación de desventaja y al mismo tiempo con handicap como alternativa a la dominante8 y en
efecto, identidad latente: indígenas, pescadores, campesinos, mineros, trabajadores asalariados,
jóvenes; en una palabra, el pueblo. Es decir, la sociedad identitaria popular en su estado presente y
su trayectoria evolutiva con su acervo cultural material y social intangible, desde la madre tierra, el
mar, el campo, la subterra, la realidad urbano industrial en sus distintas concreciones y la prole
urbana y rural impactada por la globalización, el mercado y el consumo.
3) Otro consenso nítido se refiere a la identidad minera como valoración regional-nacional. El
orgullo de la cultura minera, asentado en la subterra y la relación con la muerte, de alto
involucramiento o fuerte vínculo emocional. Se trata, en una doble expresión, en la figura del
minero y en particular del minero del carbón de Lota. O de la identidad lotina, que amaga o acoge
en su imagen la identidad de la gente del carbón de Chile. Baldomero Lillo pintó cuadros narrativos
o cuentos profundos internalizados por la chilenidad hasta años recientes. En parte y aún todavía
perdura esta actitud, cautelada por la sapiencia popular del carbón, la nostalgia popular y la
autocrítica latente y mediática del arte industrial (en especial, cine) actual.
4) Relaciones de reciprocidad en los barrios y los pobladores. Los barrios son espacios territoriales
con fuertes sentidos de pertenencia. La región en sus sectores urbanos cuenta con barrios
reconocidos; mención especial merecen aquellos, de estratos más bajos, conformados en su
mayoría por inmigrantes campesinos alrededor de los años ´50 y antes. La dificultad de llegar a
vivir a sitios descampados en las zonas urbanas, y a partir de ahí, luchar día a día por sacar
adelante a sus familias, levantar las viviendas y dotar de servicios básicos a sus barrios de
asentamiento, fue generando la construcción de una historia común barrial y poblacional
constituida, entre otros motivos, por las fuertes relaciones de solidaridad y reciprocidad que se dan
en las situaciones de adversidad, y que hoy se mantienen como una característica social de ciertos
barrios emblemáticos y de sus pobladores. Al interior de los barrios, los pobladores dicen mantener
relaciones entre diferentes organizaciones, como lo son los grupos de mujeres trabajadoras, las
iglesias (evangélicas, católicas, otras), los consultorios y colegios (como organizaciones
institucionales al servicio de la población), los clubes deportivos y los mapuches urbanos.
6
Seminario 2009 (Identidades...)
Armando Cartes Montory, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián (2009):
Entrevista (Identidades...)
8
Con mayor rigor dominantes en distintos niveles nacional y territorial en particular. En este caso, prevalece
el nivel nacional.
7
90
6) También, los jóvenes manifiestan consensos con las reivindicaciones indígenas, los/as
trabajadores/as, los movimientos sindicales, las identidades artísticas en relación a la gran cantidad
de identidades emergentes, en una suerte –tal vez parcial– de pueblo joven crítico y creativo.
Consensos a menor escala territorial
a) Otros consensos menores referidos a la identidad lotina se establecen en pro de a lo
menos dos objetivos comunes: a) Hacer visible la cultura minera lotina y b) Constituir a
Lota como patrimonio de la Humanidad. Estos consensos a escala comunal permiten la
generación de relaciones de reciprocidad, complementariedad y trabajo colectivo entre a lo
menos los siguientes grupos: sindicatos y otros grupos organizados, mujer lotina,
microempresario local (emprendimientos), jóvenes lotinos, adultos mayores, artesanos,
clubes deportivos, movimientos de defensa del patrimonio de Lota.
b) Además, se puede mencionar determinados consensos identitarios locales. Entre ellos,
Cobquecura: donde confluyen distintos fenómenos culturales y sociales, como son
algunos deportes asociados al mar, practicados especialmente por turistas, y el apego a
elementos propios de los lugareños, tales como las construcciones en piedra y la valoración
de los lobos marinos, símbolo identitario; además, su pequeña y mediana empresa de
moluscos y la comunidad de surfistas. Por otra parte, su soñado potencial como zona de
desarrollo industrial-Pyme, junto al turismo rural. Por último, sus vínculos mayores con el
área de Cauquenes (Región del Maule) ajena a Concepción, que refiere su identidad
territorial e histórica hacia el norte, fuera de la división administrativa de la Región del BíoBío”, donde se percibe el río Itata hacia el sur como infranqueable junto a la Cordillera de
la Costa. La realidad rural de Cobquecura hacia el sur es distante de Trehuaco y Coelemu y,
en consecuencia, el área de ruralidad que vincula a Cobquecura está más al norte, fuera de
los límites de la región.
c) En la comuna de Cabrero9, a partir del taller de trabajo realizado, se reconocieron tres
grandes identidades: la forestal, la agrícola-campesina y la de mujeres emprendedoras. De
todas éstas, en la actualidad la predominante es la forestal-maderera. Al respecto, esta
“identidad” no ve contradicciones con las otras. No obstante este parecer, las otras
identidades sí, dado que la forestal específicamente ha transformado el territorio y afectado
–sobre todo– la actividad agrícola. Sin embargo, reconocen el apoyo de este sector –de
gran dinamismo regional y exportador– canalizado a través de Prodesal, en materia de
invernaderos, mejora de caminos y construcción de puentes. Con todo, se le valora como
una identidad impuesta. Por su parte, también en la misma comuna, las identidades
agrícola-campesina con la de mujeres emprendedoras representan otro consenso
identitario; estas mujeres avanzadas se ven a sí mismas como iguales, como parte de lo
mismo (mundo agrícola-campesino y o forestal), señalando al respecto: “Aquí todos somos
emprendedores, nos pudimos haber situado en este grupo o en el de allá”. Su conciencia
identitaria refleja en el pequeño emprendimiento la respuesta campesina y popular a
situaciones de vulnerabilidad y potencial exclusión.
9
Como otras comunas en similar situación regional.
91
2.2.2 Espacios de convivencia
Los espacios de convivencia identificados corresponden al área minera; la ciudad universitaria
pencopolitana y el perímetro universitario en expansión; la comuna de Chillán y su entorno; los
mercados locales referidos a las ferias; Cañete como área intercultural; otros sitios tradicionales,
ceremoniales y sagrados de las identidades indígenas; las plazas de armas; Yumbel como ciudad
santuario; el mar como un elemento de asociatividad natural; escuelas públicas como espacios de
reunión ciudadana; y, finalmente, espacios de convivencias emergentes de redes interactivas de
internet y de convicción ecológica, que a continuación se detallan.
Uno de estos lugares de convivencia es el área minera: Coronel, Lota, Arauco, Curanilahue y
Lebu. Con huellas mineras todavía vigentes que se resisten al desapego concreto y a la
potencialidad de la recuperación del patrimonio arquitectónico y cultural de la gran minería
carbonífera nacional del pasado. Pero, de forma muy especial, de la conciencia identitaria
carbonífera y social de la zona. Actualmente, sombreada de plantaciones de pino, industrias
diversas en Coronel, de aserraderos y remanufactura maderera y celulosa, desde Arauco a
Curanilahue y Los Alamos. También de un nuevo sindicalismo en desarrollo.
En esta área, de manera particular se expresa la vivencia histórica minera lotina, concentrada en
la comuna de Lota, a través de las principales características de la cultura minera: solidaridad,
personalidad sociable y carismática, paternalista y aguerridamente organizada; recurrente y
altamente demandante de derechos sociales como los de mayor equidad.
La ciudad universitaria pencopolitana. Identidad propia de Concepción y su entorno inmediato
pencopolitano. Nacida a comienzo del siglo XX con la creación de la Universidad de Concepción y su
creciente y extenso campus universitario orientado hacia la ciudad centro. Posteriormente se crea
la Universidades Técnica del Estado, ahora Universidad del Bío-Bío que incluye un campus en
Chillán y Chillán Viejo; la Universidad de la Santísima Concepción y sus campus en Concepción y
Talcahuano, y la Universidad Federico Santa María, junto, en la actualidad, a un conjunto de sedes
universitarias externas, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. En ellas estudian y
trabajan muchas personas que han internalizado el ethos universitario de prácticamente un siglo de
vida.
La comuna de Chillán: aglutinadora de la realidad campesina, agropecuaria, comercial y
artística. Que emana un entorno histórico nacional con íconos militares y culturales emblemáticos,
en unión a toda una evolución agroeconómica y social gravitante y cercana del Gran Concepción y
la capital del país.
Los mercados locales, referidos a las ferias comunes a muchos pueblos de la región,
representan espacios de interacción social de enorme riqueza. Entre las que destacan Chillán y la
Feria de Lota. Ambas representativas de las características típicas de sus zonas de influencia. El
primero rico en producción agropecuaria campesina y artesanía regional (Quinchamalí) y retrato
vivo de un pasado agrario y pecuario todavía manifiesto, pero cambiante, como lugar de encuentro
de los “chillanejos” de la mayoría de las comunas aledañas. El segundo, la feria lotina, constituido
en un elemento de su identidad, en tanto que es el perímetro donde se alimentan los mineros y
trabajan sus mujeres. Es una feria, que al igual que el pasado minero, ha requerido de organización
y sindicalización para alcanzar beneficios. Es este espacio las mujeres lotinas se relacionan con los
pescadores artesanales en torno a la transacción de los recursos marinos primarios y por relaciones
maritales. Por la feria, los lotinos tienen intercambios comerciales con algunas comunas de la
región, como Lebu, Los Álamos, Curanilahue, Cañete, Nacimiento, Santa Juana, Concepción, San
Pedro e incluso Chillán. A ellas, se suman en la actualidad diversas ferias y mercados locales, así
como también eventos periódicos de convivencia comercial popular de los pueblos de acá y más
allá, todo lo cual nos muestra el valor de este tipo de espacio de convivencia.
92
Cañete, como área intercultural. Referente de distintas identidades étnico nacionales
(lafkenche, colonos –alemanes, franceses, chilenos–. Identidades socioproductivas como,
campesinos, pescadores, forestales, comerciantes). Es un espacio, quizás, de encuentros y
desencuentros asumidos por la historia y manifiestos en una ciudad-comuna de gente
representativa de la diversidad territorial chilena y regional. Es una tarea pendiente por el alto
interés sociocultural y político que contiene. Ahí es necesario auscultar las distinciones,
coincidencias y potenciales acuerdos o disensos, que deben ser nuestros orientadores de futuro.
Las plazas armas. Como espacios comunes a las distintas localidades o cabeceras de comunas.
Lugares de cotidianeidad y circulación de los habitantes comunales, lugares de ocio, de recreación,
de tránsito, de encuentro y musicales.
Otro caso comunal es la estación de ferrocarril de Cabrero, que se imagina como un gran
espacio vivencial, que se puede reutilizar como feria agrícola y pecuaria de campesinos de la
comuna.
Los Sitios tradicionales, ceremoniales y sagrados de las identidades indígenas. La Región
del Bío-Bío cuenta con una importante cantidad de lugares y espacios con carácter patrimonial
material e inmaterial de los pueblos originarios, de significación para las identidades pewenche,
lafkenche y mapuche urbanos. Son lugares de sociabilidad, celebración o ritualidad, de reunión
periódica de gran cantidad de población. Estos lugares se encuentran en zonas rurales y, en el
último tiempo –a medida que la presencia de los pueblos originarios se ha ido visibilizando–, han
proliferado los espacios de significación cultural en las zonas urbanas. Son espacios que tienen una
connotación cultural en diferentes ámbitos sociales, religioso, salud, festividad, ritos y político,
entre los cuales se pueden mencionar al nguillatuhue, palihue, kuel y cementerios, entre otros.
Yumbel como ciudad santuario. Sede de religiosidad popular, con amplia convocatoria de
feligresía católica cristiana en particular, el 20 de enero y el 20 de marzo de cada año se convierte
en un espacio de encuentro de la religiosidad popular regional rural y urbana, y de otras regiones
aledañas. Es un espacio de encuentro interidentitario, donde se conjugan diferentes sistemas de
creencias en torno a la fe.
El mar como un elemento de asociatividad natural. Desde donde surgen vínculos de forma
permanente entre las diferentes
identidades colectivas, pescadores y surfistas,
medioambientalistas con agrupaciones comunales o locales, generalmente en pro de la defensa,
prevención y recuperación de espacios naturales amenazados o dañados por efectos antrópicos.
Por ejemplo: Cocholgüe, Cobquecura. Estas vinculaciones de orden extractivo artesanal, ociorecreativas y deportivas, yecológicas o de defensa ambiental del mar y la tierra, representan
manifestaciones emergentes cercanas a la identidad lafkenche, que requieren ser atendidas como
espacios identitarios afectivos y efectivos, de raigambre endógena valiosa.
Escuelas públicas como espacios de reunión ciudadana. Frente a la escasez de lugares de
encuentro, en muchas de las localidades de la región, las organizaciones sociales se reúnen en los
colegios como una forma de suplir la escasez de puntos de encuentro. Muchas de las veces estos
espacios corresponden a las sedes vecinales, pero en su ausencia, y para el desarrollo de las
diversas actividades, las organizaciones se reúnen en las escuelas, en particular y con fuerza mayor
en la realidad rural. Esta situación de vulnerabilidad socio-organizativa y de comunicación social de
exclusión, nos permite imaginar lugares para el desarrollo de educación continua y participación de
sus habitantes.
A partir de la encuesta aplicada a directivos municipales y las conversaciones sostenidas en los
talleres de trabajo, se puede vislumbrar otros espacios de convivencia emergentes: uno de
93
ellos dice relación con espacios los virtuales de encuentro e intercambio de experiencia y opiniones
de los “mundos juveniles” globalizantes; el otro se refiere a sitios de protección ecológica o
espacios de convivencia de grupos ambientalistas. El primero de éstos se ocupa y activa cualquier
día y hora de la semana desde distintos puntos de la región que tenga acceso a la red de
internet. El segundo, a diferencia del anterior, se materializa como resultado de una convicción
ecológica, de organización e implementación de una acción transformadora.
2.2.3. Disensos o conflictos manifiestos
Los espacios de disensos son aquellos ámbitos de relaciones entre actores sociales, identidades y/o
de actividades socio-productivas que se encuentran generando algún tipo de fricción o tensión que
afecta el despliegue de los procesos de desarrollo social en el plano regional. Ello, a partir de las
representaciones sociales y percepciones que se encuentran presentes en los discursos de la
diversidad de actores entrevistados. Esto mismo produce en la mayoría de los casos la creación de
redes sociales que se organizan en torno a un fin común, que sería reestablecer el espacio como un
campo de encuentros interdependientes e intercambios constructivos. En lo específico, los espacios
de disenso corresponden a los siguientes: el de mayor afinidad dentro de la diversidad de
identidades se refiere a aquel de la expansión forestal que es percibida como ilimitada y
desregulada. Otros relevantes son aquellos referidos a la relación sostenida entre los colonos con
los indígenas; la identidad indígena desde la mirada de la modernidad; el de las identidades
indígenas con el Estado de Chile, las empresas forestales y las hidroeléctricas. Junto a otros de
orden más bien socio-productivos en este mismo ámbito. Además están los disensos entre
pescadores artesanales y Estado; lugareños y turistas. Por otro lado, aparecieron los de la Iglesias
Católica y Evangélica y el rechazo a identidades sexuales. Y, finalmente, los disensos relativos a
pobladores y grupos dominantes; y en particular, de lo jóvenes frente a la actual gestión de la
Universidad de Concepción. Todos y cada uno de los disensos son expresiones recopiladas durante
el desarrollo de la investigación que serán sintéticamente a continuación.
La primera línea de disenso y percepción contrapuesta, se observa respecto a la relación de un
conjunto de identidades diversas frente a la expansión forestal. Como se sabe un número
notable de comunas de la región presenta amplias extensiones de plantaciones forestales de pino y
últimamente de eucaliptus10. La expansión forestal histórica ha tenido como impacto social
fundamental en la emigración de una importante masa de habitantes de la ruralidad “indígena” y
campesina a los pueblos cercanos y posteriormente a los centros urbanos mayores de la región y el
país, en gran medida convertidos en pobres urbanos. Por otro lado, los lugareños del entorno
forestal suelen convivir con otros impactos propios de la actividad forestal, como el tráfico de
camiones que malogran los caminos menores y los incendios en la época de altas temperaturas. Sin
embargo, la industrialización del recurso se ha transformado en determinadas ciudades, como
Cabrero y Nacimiento, en un elemento constitutivo de la realidad local y en un incipiente imaginario
identitario de expansión patrimonial. La paradoja abierta de este disenso es que la actividad
forestal y su transformación productiva (en madera aserrada, remanufactura y celulosa) representa
parte sustancial del producto y de la exportación regional; además de su impacto no menor en
empleo directo y especialmente indirecto de mano de obra. El dilema en cuestión aparece también
en el cuestionario aplicado a los directivos municipales en este estudio, en que un 70% de ellos
reconoce distintos grados de identidad forestal en la esfera regional, pero, en sentido opuesto, sólo
un 17% del total identifica a la comuna que representa como forestal, lo que contrasta ante la
evidencia de un espacio regional ocupado en su mayor parte por plantaciones forestales. Estas
visiones contrapuestas junto al peso de su realidad, ameritan la generación de un conocimiento
10
Véase, también: R. Guerrero (2002): Las 52 puertas de la VIII Región. Ediciones Universidad del Bío-Bío.
Distingue comunas Pino.
94
necesario y cada vez más avanzado sobre esta tensión económica, social y ambiental, que limita la
construcción identitaria común del territorio.
La de los colonos con los indígenas. Según Adolfo Millabur ex alcalde de Tirúa, la fiesta de los
alemanes de Contulmo representa un acontecimiento reiterado de “identidad patética”. Expresión
que se sitúa en el contexto de colonización extranjera en el territorio Mapuche11. Por otro lado, nos
encontramos con Don Faustino Villagra, Secretario Municipal y Gestor Cultural de Contulmo, quien
manifestara que en su comuna el desarrollo esta orientado hacia las tres culturas presentes,
Alemana, Mapuche y Chilena, entre quienes se ha ido generado un sólido proyecto cultural.
Sin duda estamos en presencia de una tensión histórica que requiere de un proceso complejo de
toma de conciencia colectiva sobre lo allí acaecido, y en ese marco, diálogos interculturales
acabados y representativos de los intereses concretos en juego. Este disenso se extiende de
manera focal y diversa en otros espacios, y está latente en el contexto mapuche regional y
nacional. Por cierto, es un disenso profundo, continuo y originario del proceso evolutivo de la
inequidad social y cultural de nuestra región y del país.
La identidad indígena desde la mirada de la modernidad. Los referentes más generales de
este disenso tienen que ver con la modernidad en sus distintos matices y etapas de constitución,
que abarca los procesos evolutivos de aplicación técnica a la producción agropecuaria e industrial,
del racionalismo científico, y su expresión en leyes protectoras de la nacionalidad emergente o
chilenidad republicana.
Las interpretaciones sobre la modernidad en la experiencia chilena, hablan de una modernidad
barroca, de raíz religiosa católica, limitada por una suerte de racionalidad, basada en la sapiencia
de una “escuela” de lógica holística, menos nítida. Por otro lado, de una modernidad iluminada por
aquella de carácter “anglosajón” (inglesa y norteamericana) fundada en la lógica sociológica
weberiana (que posee metas y medios), que valora la eficiencia, la productividad y la acumulación
de riqueza.
Entre estos polos de modernidad “nuestra”, ha evolucionado un tipo de sociedad urbano industrial
creciente, altamente estratificada, concentradora de riqueza (incluida la tierra, el agua y en general
los recursos naturales) y, además, de raíz centralista republicana.
En la actualidad, la chilenidad y su expresión específica en la Región del Bío-Bío no son ajenas al
peso de las ideas de una modernidad fundada en el éxito económico, el progreso acelerado y el
consumo sin límites. Bajo esta mirada asumida por la elite en general, la sociedad chilena en su
conjunto, incluido el sentir popular, ve con cierto malestar la cuestión de la realidad indígena y la
aceptación de ciertos privilegios, frente a los cuales surge la pregunta: ¿y por qué, yo no? Sin
embargo, resta el examen profundo de esta contradicción y pesa el valor histórico de la realidad
indígena territorial y su conciencia distintiva y propia. La aplicación del Estado de derecho a las
conductas disímiles, es la marca más frenética de esta tensión identitaria desde la “modernidad a la
chilena”. Frente a ella el pueblo guarda contrapuesto, pero sabio silencio. En consecuencia, es un
desafío mayor a resolver cuanto antes.
11
A. Millabur, afirma: “por ejemplo aquí en Contulmo tenemos la famosa fiesta de los alemanes, como
ironía; en la provincia de Arauco se puede dar la fiesta de los alemanes, sabiendo lo que la venida de ellos
significó a estos territorios. En consecuencia, es como pegarle una bofetada a las comunidades indígenas,
celebrar este tipo de cosas,... ”. Por otro lado, “si uno se acerca a las regiones, la octava, tampoco se percibe
mucho como una identidad regional, parece ser el número que la identifica, el número VIII, la octava; y
entonces: “yo soy de la VIII”, pero de la VIII qué,... Por lo tanto, creo que tampoco estamos trabajando como
país”.
95
Identidades indígenas con el Estado de Chile, las empresas forestales y las
hidroeléctricas. Claramente en la actualidad el país está viviendo un conflicto intercultural de
grandes proporciones con los pueblos originarios. Específicamente con el Pueblo Mapuche. Del cual,
un porcentaje no menor habita en el territorio de la región en las zonas urbanas como rurales y se
reconoce manifiestamente como una identidad cultural, territorial y ancestral. Estas identidades
declaran un conflicto latente con el Estado de Chile, por considerar que es el responsable de la
pobreza en la que se encuentran, por haberlos discriminado y excluido durante décadas e intentado
exterminarlos, usurpándoles gran parte de su territorio. Por su parte también, a través de las
políticas económicas impulsadas por el Estado, se realizan desde mediados del siglo XX importantes
inversiones económicas, primero del sector forestal y paralelamente en el sector hidroeléctrico en
pro de la generación de recursos económicos para el desarrollo del país. Actualmente, de forma
específica –en el sector de Alto Bío-Bío– la identidad pewenche ha sido marcada por la oposición a
construcciones de centrales hidroeléctricas. Esta realidad es percibida negativamente por un sector
de la población mapuche, sobre todo los jóvenes son muy críticos, quienes reconocen dentro de su
trayectoria de vida el arribo de las empresas en su hábitat. También se manifiesta que el hecho de
ser o no indígena, les significa tratos diferenciados por parte de la población chilena.
La percepción de los habitantes de Cobquecura del Complejo de Nueva Aldea de madera
y celulosa como una realidad impuesta que les afecta las posibilidades turísticas de la comuna, el
medio ambiente y la extracción de los recursos marítimos; desencadenando movimientos sociales,
constituido por familias de la comuna como grupos ambientalistas, rechazando la actividad de la
planta y la instalación del ducto de vaciado de líquidos contaminantes.
De igual manera, pescadores artesanales de Cocholgüe manifiestan que el año 2005
comienzan los problemas con Celco (Grupo económico propietario del Complejo de Nueva
Aldea), lo que genera la asociatividad entre las diferentes organizaciones del territorio, como los
surfistas, las juntas de vecinos de Cocholgüe, orientados al resguardo de las playas y el tratamiento
de la contaminación.
Lugareños y turistas. Para muchos lugareños de Cocholgüe, Contulmo, Cobquecura, el entorno
natural es un motivo de preocupación y se ha convertido en un objetivo aglutinador de acciones
comunes, como lo son los humedales, la costa, los bosques nativos, etc. Por otro lado, localidades
y comunas, como una forma de revitalizar las economías locales han iniciado un trabajo orientado
al desarrollo turístico en diversas áreas de interés, como el rural, de aventura o turismo étnico.
Frente a esta impronta, los proyectos de cuidado medioambientales se ven amenazados por la
masividad de visitas foráneas, muchas de las cuales no son cuidadosas de los espacios,
afectándoles directamente en sus vidas por los costos que esto implica en recolección de basura y
en la reparación de los daños materiales como naturales.
Pescadores artesanales y Estado. Los pescadores artesanales son un grupo socioeconómico y
una identidad cultural histórica en la Región del Bío-Bío. Es una actividad desarrollada por hombres,
y ahora también mujeres, que a la vez se relaciona con otros oficios ligados al mar, conformando
una red familiar con presencia concreta en alrededor de 75 caletas de pescadores a lo largo de la
costa de la región. Como grupo, se ha visto fuertemente afectado por la irrupción del modelo
económico neoliberal, en el que se ha permitido la extracción poco controlada de los recursos
marítimos, dañando bastante el ecosistema. Lo mismo ha significado el mayor control de parte de
la autoridad pública para evitar un daño irreparable del ecosistema marino. Situación que les ha
afectado directamente, a través de la definición de la ley de pesca y la normativa de cuotas de
pesca. Como sector, señalan, se han empobrecido y marginado del dinamismo económico local.
Pobladores y grupos dominantes. Los pobladores manifiestan mantener relaciones menos
recíprocas, más esporádicas e intermitentes con tres importantes grupos signados como
dominantes; los partidos políticos, los municipios y las grandes empresas. Los lazos con los
96
partidos políticos son instrumentales y esporádicos. Con los municipios prevalecen relaciones de
clientelismo político y asistenciales. Y con las grandes empresas, las formas de vinculación son
prácticamente unidireccionales. Esto último se puede ejemplificar con la siguiente expresión:
“[nosotros] les compramos y les trabajamos, somos números (...) Nos falta una gran industria en la
que seamos capital de trabajo, estemos bien remunerados y vivamos todos iguales12”. A los
municipios como a las empresas se les demanda una relación de mayor atención y equilibrio, para
que los barrios y sus habitantes sean reconocidos como realidades sociales fundamentales en el
desarrollo urbano sustentable, se les considere como actores con capacidad de tomar decisiones en
el devenir de sus territorios y se resguarden sus intereses como derechos básicos, frente a los
proyectos económicos privados. No hay referencia en relación a los partidos políticos. Ante esta
realidad, los pobladores y las diferentes organizaciones sociales y culturales existentes al interior de
los barrios acrecientan sus formas organizacionales de defensa y propuestas de resguardo
medioambiental.
Jóvenes y crítica a la actual gestión de la Universidad de Concepción, como ícono y
foco. Los jóvenes partícipes del taller de identidad, fueron críticos de la actual gestión de esta
importante institución académica regional y nacional. Señalando que la casa de estudios, si bien
conserva la idea de ciudad universitaria como epicentro de la vida universitaria y estudiantil
“regional”, ha cambiado radicalmente su forma de relacionarse con el entorno. La crítica expresa
que, lejos del sentido que imperó durante décadas, a partir de sus inicios cuando se gesta como
universidad para los habitantes del territorio sur de Chile, hoy, el espíritu efectivo reinante se limita
a un campus universitario abierto a la ciudad –porque carece de rejas–, pero sus políticas de
control de personas son de exclusión. Responsabilizan de esta situación al imperio de una gestión
universitaria poseedora de una visión empresarial y de insuficiente servicio público, que ha
privatizado la educación, la prestación de los servicios comunitarios, dañando el desarrollo libre del
espíritu, de la cultura y los vínculos con la comunidad. Esta crítica creciente se ha plasmado de
diferentes maneras, como cuando el año 2006 se cubre con bolsas plásticas de supermercado la
Casa del arte simbolizando creativamente el mercantilismo de la educación.
Iglesia Católica y Evangélica y rechazo a identidades sexuales: De las iglesias, la identidad
evangélica en el mundo juvenil tiene una fuerte presencia política, es muy numerosa. En general,
las doctrinas religiosas, que tienen una importante representación en distintos espacios sociales,
son muy críticas y conservadores frente a la presencia y las reivindicaciones de las identidades
sexuales –como minorías políticas– generando muchas veces conflictos e impidiendo su aceptación
social y presencia como realidad histórica y universal.
12
Opinión de Myrtha Calderón (2009), Taller Barrios.
97
2.2.4. Sueños de región
Los sueños, son aquellas ideas movilizantes que nos pueden sensibilizar colectivamente en pro de
la consecución de objetivos comunes. Aquí se presentan una serie de expresiones subjetivas desde
las identidades recabadas que manifiestan pensamientos sobre lo que se quisiera obtener en un
futuro regional o local, más inmediato que lejano. Estos sueños remiten a lo siguientes temas: el
saber o la buena educación democrática y con sapiencia popular; los sueños indígenas; el de los
pobladores; los pescadores artesanales; los de conciencia ecológica y de diversidad cultural; el de
la descentralización; la plataforma logística portuaria; de las actividades endógenas y con
potencialidades; el sueño lotino y minero; el viñatero de la cuenca del Itata; el anhelo regional de
Ñuble; y, finalmente, el propio de los jóvenes con identidades.
El sueño región principal se asocia con el saber. El imaginario se construye en la imagen de espiral
histórico, que se inicia con la sabiduría ancestral nativa del tronco madre del viejo sabio “araucano”
del poema de Ercilla. Las enseñanzas de los jesuitas y el racionalismo incipiente de la
independencia gestada en parte significativa en estas tierras. La agricultura, la artesanía, los
primeros talleres industriales y la minería. La industrialización temprana y extendida en el territorio
en sus cuatro provincias y la educación universitaria autónoma y pública, la formación docente de
las escuelas normales de preceptores, la educación pública media experimental y creciente. En otra
fase bajo el alero de la CORFO (Corporación de Fomento de la Producción), la gran industria del
acero y la petroquímica. El bosque y la manufactura forestal. El sindicalismo, la intelectualidad y la
política. El arte, el oficio, la medicina y la ingeniería. La profesión y la escuela, valores significativos
del espíritu regional sin excepción.Hasta hace algunos años limitada a la población de los centros
urbano e industriales; y ahora, en extensión creciente por los confines del territorio. En este
tramado histórico es comprensible el sueño sobre la “la buena educación, democrática y con
sapiencia popular”, que incluya la trama positiva del progreso y de la cotidianidad. La dirección
es que el conocimiento se otorgue desde la universidades y las instituciones educativas en todos
sus niveles (prebásico, básico y medio) en sinergia con la sabiduría popular. Ciencia, tecnología y
arte coexistente con la realidad económica, social y cultural de los habitantes del territorio, en su
ligazón creciente con su entorno interno y externo propio de la globalización, como aquí se ha
definido.“El saber y el cómo hacer” requiere racionalidad y conocimiento tácito o cultural propio.
Además, de convicción, identidad y estatus docente13. Implica retomar la memoria histórica y su
potencialidad territorial y asumir el cambio o la innovación con las huellas valiosas del pasado,
como aquel de la industrialización temprana que hizo grande e inclusiva a esta región. Y, al mismo
tiempo, extender la buena educación en el conjunto del territorio, con centros de educación
superior innovadores, en especial en las localidades que requieren acicatear su desarrollo con
pensamiento necesariamente crítico.
Le sigue, el sueño indígena repensarlo e imaginarlo en el contexto del bicentenario como “la
cohabitación del pueblo mapuche y chileno en la práctica y la trasmisión de la historia (en los
hechos y en la teoría)”14, mediante una nueva constitución al margen del estilo código militar, sino
que se fundamente en la diversidad y en la delimitación real de sus regiones. Que permita el
desarrollo identitario de las comunidades mapuches, el asentamiento de sus pobladores y “la
permanencia en el territorio de los jóvenes o su reinserción efectiva y valorada”15. En una frase,
equidad y cohabitación.
El sueño lafquenche es un sueño como Pueblo Mapuche, que parte con la recuperación de
las tierras constitutivas de su cultura, identidad y autonomía. En este sentido, se sueña con una
república chilena que garantice los derechos colectivos de los pueblos indígenas para recuperar,
13
Véase Juan Casassus (2006): Educación del ser emocional. Santiago Chile: Cuarto Propio.
Entrevista a Adolfo Millabur. Estudio identidad 2009.
15
Del taller del Alto Bío Bío, 2009.
14
98
desde la visión de mundo holística indígena, el equilibrio entre las personas y la naturaleza. Se
sueña con un mayor diálogo entre el gobierno y los mapuches, donde todos aprendan. El Estado ya
reconoce la deuda histórica que tiene con los pueblos indígenas, ahora debe avanzar en un diálogo
para construir soluciones que permitan una salida a los conflictos que aquejan a las comunidades.
Por último, se sueña que exista una mayor oferta de trabajo para que los jóvenes no deban
emigrar a las ciudades y las comunidades puedan vivir en tranquilidad en base a su cultura.
Los pewenches del Alto Bío Bío manifiestan soñar con un futuro fortalecido en la identidad de las
comunidades cordilleranas, para disminuir la inmigración juvenil hacia las ciudades. Asimismo que
los gobiernos apoyen e inviertan en fortalecimiento local, para que las personas no tengan que
emigrar forzadamente de sus lugares de origen, para que se viva la cultura pewenche, lo que
quiere decir, que se hable el idioma, se celebren las tradiciones y se utilicen los recursos naturales
en la economía doméstica.
A continuación, el imaginario arranca del pasado la belleza de la naturaleza viva y ambiental
armónica. Y sueña con una región limpia y sustentable, lagos, lagunas, ríos y mares libres de
contaminación. Coexistentes con industrias sustentables y plantaciones forestales
responsablemente reguladas. El sueño se resume en el intangible de la creciente y necesaria
“conciencia ecológica”, otra clave de la socialización y educación regional.
En una dimensión más sociocultural, la idea imaginada se vincula a la “potencialidad de la
diversidad cultural en la región del Bío Bío”,, donde todas las personas tengan cabida sin
discriminación étnica, racial, de género, sexual, etarea, socioeconómica, etc. Defensora del
patrimonio histórico y cultural existente. Y, finalmente, más cercana que lejos de los referentes
fundamentales y superiores del desarrollo humano.
Los pobladores partícipes del estudio sueñan con tener una ciudad limpia y atractiva
turísticamente. Con el río Bío-Bío navegable y el Andalién reutilizable como balneario, con circuitos
turísticos urbanos, con sus lagunas y humedales recuperados, y menos industrias. Sueñan con
tener una ciudad amable, con más convicción y conciencia social, que ponga fin a las
erradicaciones, con más unidad y respeto hacia la pluralidad sociocultural, con salud y educación de
calidad. Es decir, con más compromiso social y democracia regional.
En el ámbito institucional, el sueño habla de una “región descentralizada” respecto al
centralismo nacional y al propio interno. Que representa acciones descentralizadoras de
competencias requeridas o demandadas por las distintas localidades, comunas, territorios de
planificación de acuerdo a las necesidades de los distintos contextos y en menor medida cedidas
desde el centro, muchas veces, sin la pertinencia de los desafíos territoriales reales. La
reconversión del sueño en realidad exige mayor autonomía presupuestaria, recursos humanos
apropiados y tributación orientada a las localidades. También, requiere de acciones responsables y
efectivas de “delimitación real de las regiones y divisiones territoriales”. Con respuestas asertivas y
acertadas a demandas como: Ñuble región, Cobquecura y Cauquenes ligadas, entre otras diversas
o de corte genérico mencionadas previamente.
En el terreno socioeconómico y productivo, el sueño se acrecienta a través del fortalecimiento de
actividades endógenas y con potencialidades disponibles como recursos del territorio; en
particular, al alcance de los habitantes menos favorecidos por el crecimiento económico de los
últimos lustros y que luchan por una vida sana y ojalá rentable. Es el caso de las recolectoras de
frutos silvestres y sectores interesados por el turismo local y territorial, en distintos niveles de
emprendimiento, que sueñan con su fortalecimiento. En las áreas sin disponibilidad de recursos
propios alcanzables y de fuerte vulnerabilidad laboral, de los pobladores preferentemente urbanos o
de reciente emigración a poblaciones vecinas, el sueño básico es de una región con trabajo, ojala
un trabajo acorde a su dignidad. Por algo en Cabrero, a pesar de la extensa impronta forestal
99
maderera predominante, cuando se sueña el futuro desde la comunidad, se excluye de ese
imaginario la presencia forestal. La expresión escalar y segmentada (estratificada o diversa) de este
tipo de aspiraciones plantea la utopía de la distribución de la riqueza y el imaginario de una
sociedad más justa e igualitaria. Desafío mayor pero no ajeno una región que busca sinergia
territorial.
En la esfera política, en el empresariado nacional y regional con arduo interés y también en la
conciencia ciudadana se ha internalizado la posibilidad de la “plataforma logística portuaria”,
que consolide e imane las posibilidades de un crecimiento sostenible de la región y su impacto en el
mercado laboral del territorio. Representa en realidad, un proyecto factible de futuro y de empuje
infraestructural regional16. Este sueño puede ser un foco aglutinate de trabajo conjunto, de orden
macroregional, vinculante hacia el norte con la región del Maule y hacia el sur con la Araucanía17.
Un imaginario con cierta especificidad local, es el “sueño de Lota”. Sin embargo, representa una
proyección compleja y preñada de pasado vigoroso y activo. Amerita y reclama el reconocimiento
integral del minero en la cultura chilena, acuñando tras de sí la de los mineros del carbón y del
minero chileno en general. Su gente, más aguerrida que otras y al mismo tiempo expectante, nos
habla con orgullo sobre “el valor de los saberes populares y el derecho a participar de lo que se
pretende y decida”. La reconversión de su realidad anterior recoge su pasado y sueña con la
creación de un complejo etnoturístico, que viaje y recorra desde el imaginario indígena al industrial.
Idea endógena, que inmersa en un contexto histórico y territorial e impulso educativo gravitante,
abra el camino hacia la ciudad soñada. En palabras del lotino Fernando Concha, “El Puma”, el
imaginario dice así: (Mi) sueño: “que se le rinda un homenaje al minero y de esta manera se le
reconozca su importancia histórica, ya que el carbón ha estado en todas partes, en las industrias
para su funcionamiento, en barcos, en las guerras, etc. Que los mineros siempre vivan a través del
traspaso de sus experiencias, pues éstos dieron vida al pueblo, vida a Chile, hicieron revolución”
(Del taller de Lota)..
El sueño de los San Ignacinos es vivir en una comuna desarrollada, plasmada en diferentes
ámbitos que plantean como necesarios. Una comuna con caminos pavimentados, con una plaza
terminada, con una iglesia grande, con una oficina del Banco del Estado, con un centro deportivo y
cultural, con el embalse El Zapallar. Contar con una ganadería y agricultura sustentable y
sostenible. Con internet y colegios en todos los sectores rurales, con envasadora de productos
locales. Que San Ignacio se convierta en un pueblo de descanso turístico. Por último, el anhelo
regional, que Ñuble se convierta en Región.
Los pescadores artesanales sueñan con que las autoridades públicas y municipales de la región
les acompañen en los avatares de la modernidad y en el impacto económico y sociocultural que ha
causado la escasez de los recursos naturales. Para no tener que ser otro grupo social que se
reconvierta ocupacionalmente en desmedro de la riqueza cultural existente en el ámbito local.
Significa que la generación de leyes se hagan participativamente y pensadas en función de las
personas y sus diferentes realidades, en vez de sólo corporaciones o entidades privadas, para evitar
que la distribución de los recursos obtenidos siga repartiéndose en pocas manos y lograr sentir que
son del mar, cuentan con el mar y su pertenencia.
Los jóvenes con identidades manifiestan soñar con ser habitantes poseedores de una valorada
identidad cultural que les permitiría sentirse parte de un territorio para aportar en el desarrollo
endógeno, en el desarrollo local, con su capital cultural y desarrollar más cultura, salir del letargo,
16
Seminario 2009 (Identidades...): Sin embargo, debe cuidarse que la conectividad de la región no cristalice
el carácter centrípeto de la capital regional, donde la conectividad de la región tiende a converger, limitando el
desarrollo endógeno aledaño.
17
Claudio Lapostol (2009): Entrevista cit.
100
ser más autónomos para dar respuesta a las necesidades y ser más amable. En ese sentido, es
necesario fortalecer las autogestiones y los espacios de encuentro y sociabilidad, más allá del actual
quehacer y de los espacios de las instituciones existentes.
El sueño viñatero dentro de la reconstrucción del ser regional. Este imaginario tiene que
ver con mostrar al visitante la montaña ñublense, su carácter y su vegetación. El volcán Chillán. El
Alto Bío-Bío y su importancia histórica y la belleza del río Bío-Bío. Lota, su peculiaridad inigualable
en otro lado del mundo, salvo en Japón. La Cordillera de la Costa. La zona de Arauco y su ruta en
tiempo verde. Y finalmente, el viejo viñedo del Itata, que tiene más de 400 años y corresponde a
la famosa uva país. No hay en América Latina otro viñedo similar. Distinto a lo que se hace en
Torres de Villa Alegre o en Curicó. El viñedo del Itata es original y hermoso.
En definitiva, una región muy linda para ensoñar. Que requiere conciencia regional. Que necesita
repoblar la cordillera con otras especies, en vez de sólo pino y eucaliptus. Y tener una visión de
organización del espacio moderno, acorde a la agricultura, con distinción entre espacios forestales,
agrícolas y pastizales. Con formas apropiadas para forestar con especies nativas como el
nothofagus, roble o el raulí. Además, pensando en las cuencas y en los alrededores de las ciudades
susceptibles de incendios forestales. Entonces, corresponde cultivar bosques de paseo y agrado con
especies chilenas. Y para celebrar, será extraordinario que lo productores de viña de todo el borde
del Itata tengan un vino conveniente, pagado según su calidad y capitalizado, y que toda persona
pueda llegar a una bodega de un pequeño propietario para servirse un vino original –endógeno– de
más de cuatro siglos de existencia. Es decir, un sueño al pasado y en red, o un espacio recorrido
por redes. Esto es un territorio con identidad18.
18
Raúl Guerrero (2009): Entrevista (Identidades...)
101
3. Identidad y Territorio: De la Región Política Administrativa a las Nuevas Dinámicas
Territoriales.
En este apartado se analiza la vinculación entre la o las identidades identificadas mediante los
distintos métodos de investigación aplicados, que incluyen entrevistas a informantes calificados,
talleres territoriales y una encuesta que respondieron profesionales de las municipalidades de la
región, encargados de la planificación comunal o del desarrollo social.
Desde el inicio de la consultoría estaba claro que Bío-Bío es una región diversa desde el punto de
vista geográfico, productivo y de la distribución de la población en su territorio, de manera que la
existencia de múltiples identidades resultaba ser una hipótesis fácilmente demostrable, como en el
hecho ocurrió.
La primera reflexión respecto al tema nos lleva a preguntarnos respecto a cómo se ha conformado
el territorio de la Región del Bío-Bío y cuáles son las características de éste tanto históricas,
productivas o administrativas que generan a su vez distintas perspectivas de análisis para
establecer sus vínculos con las identidades que han sido descritas en el presente estudio.
Una característica de la Región del Bío Bío, como ocurre en la mayoría, aunque no en todas de las
regiones del país, es que se trata de una construcción administrativa, con fines de mejor gobierno
interior y de generar un mayor equilibrio territorial y demográfico entre las distintas zonas de un
país, cuya población y actividades económicas más relevantes se concentran en la capital nacional.
Para ello se agrupan, en el caso de Bío-Bío, cuatro de las provincias preexistentes y se les dota de
una administración regional que con el tiempo ha ido adquiriendo mayores atribuciones, a medida
que el proceso de descentralización avanza en todo el país. En consecuencia, este proceso de
construcción regional, decidido centralmente bajo la autoridad de un gobierno militar sin ningún
espacio de participación ciudadana, reconoce como fundamentos sólo la perspectiva técnica y es
asumido por la población regional como una imposición.
A partir de esta condición de inicio, y tomando en cuenta que las entidades regionales llevan sólo
algo más de treinta años de vida institucional, se entiende que sea la identidad regional un
proyecto aún en construcción después de casi veinte años desde la recuperación de la democracia
en Chile.
Así desde el punto de vista de la división administrativa , no es extraño que las identidades
predominantes en tres de las cuatro provincias sea justamente la provincial más que la regional,
por el largo tiempo en que ellas se asentaron como las entidades en las que se dividía este país
fuertemente unitario que es Chile. Está situación para Ñuble, Bío-Bío y Arauco conllevaba también
el tener estatus de unidad administrativa que dependía directamente del Gobierno Central sin
intermediación de un nivel regional como lo es hoy día el Gobierno Regional. De allí que las
identidades provinciales, además de su larga historia, tienen en común una percepción de
existencia de un centralismo regional que afecta sus posibilidades de desarrollo. Esto constituye un
componente importante de reivindicaciones que levantan movimientos como “Ñuble Región” que
creen que la constitución de una nueva entidad regional constituye un elemento clave para mejorar
las oportunidades para el despegue económico y social de la provincia. Está dentro del imaginario
colectivo de quienes propugnan la constitución de esta nueva región, que el sólo hecho de ganar
estatus de región le abre a la provincia nuevas oportunidades de desarrollo propios de un dialogo
directo con el Centro, sin la intermediación de autoridades regionales, que carecen, por lo demás,
de suficientes atribuciones para resolver las demandas provinciales. Probablemente una
descentralización que entregue efectivas y mayores atribuciones al nivel regional, que permitieran
el diseño de políticas regionales más atingentes a las realidades locales y una elección directa de
102
las autoridades regionales por sufragio universal, podrían atenuar las demandas de conformación
de nuevas regiones como la que se señala.
Respecto de las comunas, puede decirse algo parecido a lo que ocurre con las antiguas provincias.
Se trata de entidades administrativas de larga tradición, lo que por lo mismo implica que existe una
cierta identidad comunal reconocida por sus habitantes y por los funcionarios de los municipios
entrevistados. No obstante aquello, se pueden distinguir situaciones en las que dicha identidad
comunal se refuerza o influye en espacios territoriales más allá de los limites administrativos
comunales.
Es el caso de la identidad chillaneja, por ejemplo, que fue relevada en talleres y entrevistas y cuya
influencia abarcaría a parte importante de la provincia de Ñuble. Aún cuando por la naturaleza más
general de este estudio no es posible analizar en profundidad las características o fundamentos de
esta identidad se pueden entregar algunos elementos que podrían explicarla. Por una parte está la
condición funcional-productiva de Chillán como capital de un hinterland rural al que concurren
habitantes de las localidades cercanas para desarrollar actividades comerciales, de servicios
financieros, educacionales, salud, etc. La presencia regional y el conocimiento nacional de
equipamientos como la feria de Chillán es expresión de esta intensa relación rural- urbana. Por otro
lado Chillán está relacionada con la historia nacional a través de héroes y artistas cuyo
reconocimiento también se extiende mas allá de las fronteras nacionales.
Otras identidades pesquisadas en el estudio, incluyen la Lotina o la Tomecina que se explican por la
importancia que tuvo en un caso la explotación carbonífera y sus industrias complementarias y en
el caso e Tomé la industria textil. En ambas situaciones el devenir diario de la ciudad estaba
relacionada con los ritmos y actividades industriales que por extensión influía sobre todos sus
habitantes. El pito de la fábrica de Tomé o los cambios de turno en Lota estaban internalizados en
la vida cotidiana urbana.
De una naturaleza totalmente distinta son las identidades territoriales de carácter étnico o aquellas
vinculadas a actividades productivas de explotación de recursos naturales. En el caso de las
primeras, las étnicas, resulta claro que los límites administrativos de la región o las antiguas
provincias, no reflejan la realidad de su distribución en el territorio1 . En efecto los Lafkenches,
predominantes en algunas comunas de la provincia de Arauco, extienden su presencia en la costa
mas allá de los limites regionales, es decir forman parte en cuanto identidad territorial, también de
las regiones sureñas vecinas De manera que en la perspectiva de lo que podría identificarse como
un territorio culturalmente influido por la presencia Mapuche Lafkenche este supera los límites
regionales. En cambio en el caso de los Pehuenches la situación es distinta, porque su mayor
concentración coincide con la delimitación de la comuna de Alto Bío- Bío, lo que en modo alguno es
casual, porque la constitución de dicha comuna, desprendida de la antigua comuna de Santa
Bárbara, respondió a una decisión gubernamental de dar expresión administrativa a una realidad
demográfica cultural, que pasó primero por la definición de Área de Desarrollo Indígena antes de
transformarse en comuna. Hay que recordar, por otra parte, que el Bío-Bío fue durante muchos
años, durante la República incluso, la frontera con el Pueblo Mapuche.
Por otro lado, la Región del Bío-Bío ha avanzado en propuestas de identificación de territorios que
reúnen a comunas que tienen vocaciones productivas similares o complementarias y cuya cercanía
geográfica les permitiría impulsar iniciativas de desarrollo comunes. 2
Estos territorios se conforman más desde la mirada de las vocaciones productivas que desde la
perspectiva cultural y tienen la finalidad de impulsar un desarrollo más armónico del territorio
1
2
Ver Mapa de Identidades Étnicas
Ver Mapa de Identidades Socioproductivas.
103
regional mediante la aplicación de instrumentos de planificación, programas y proyectos atingentes
a esa realidad productiva identificada.
Algunos de estos territorios se conforman por comunas cuya pertenencia es puramente funcional y
otros surgen de realidades distintas ,como es el caso del territorio de Amdel que expresa una
voluntad de asociatividad de los municipios que lo componen que le permite perfilarse con mayor
presencia en el ámbito regional. Otro caso destacable es el del territorio de Arauco cuya
conformación corresponde exactamente a la provincia del mismo nombre, de allí que la identidad
provincial es recogida por el nuevo territorio de planificación.
Otro caso distintivo es el territorio Laja Diguillín que se identifica a partir de un gran proyecto de
regadío impulsado en los últimos 20 años que busca aumentar la productividad de los suelos
agrícolas del sector.
En la mayoría de los casos, sino en todos, como se señaló anteriormente se trata de territorios de
planificación identificados a partir de vocaciones productivas y todavía es posible que la actual
conformación de ellos pueda sufrir algunos cambios como ocurrió respecto de los territorios
originales.
En términos generales se puede señalar que en los territorios predominantemente rurales las
identidades que aparecen con mayor frecuencia son las campesinas- huasas y las viñateras,
además de la forestal, respecto de la cual se señala más adelante su especial connotación regional.
Por su parte en los territorios predominantemente urbanos surgen las identidades industrial, minera
y universitaria como las más relevantes. No obstante aquello, en todo el litoral se observa la
presencia de identidades relacionadas con la actividad pesquera artesanal. Al respecto, la Región
del Bío-Bío destaca por tener una gran cantidad de caletas y concentrar el mayor número de
pescadores artesanales en el país. Este grupo presenta altos niveles de organización gremial, tiene
demandas para legalizar la propiedad de las caletas y mejorar las condiciones habitacionales de las
mismas y esporádicamente conflictos con la pesca industrial por los recursos y la sustentabilidad de
la actividad, amenazada por competencias en el uso del borde costero por distintas actividades
como las industriales, urbanas y portuarias.
En el litoral se desarrolla fuertemente también la actividad portuaria. hay que recordar que la
Región del Bío-Bío presenta el mayor complejo portuario nacional vinculado a la exportación de
commodities. Todos estos puertos despliegan sus actividades en estrecha relación, no siempre
armónica, con importantes ciudades como Talcahano, Coronel y Penco. No obstante la importancia
económica de la actividad no se percibió ni en los talleres ni en la encuesta realizada a los
funcionarios municipales la existencia de una fuerte identidad portuaria. En parte podría explicarse
esta situación por la existencia de otras identidades, que incluyen lo portuario, como es el caso de
la identidad “chorera“ de Talcahuano o porque la actividad portuaria constituye un eje productivo
que se ha incorporado muy recientemente en comunas como Coronel o la localidad de Lirquén en
Penco, de forma que aún no ha generado una identidad territorial reconocible por sus habitantes.
Respecto a la Identidad Minera, reconocida como una de las más representativas de la Región, se
puede señalar que ésta se localiza en una zona que incluye el llamado territorio de reconversión
(comunas de Lota y Coronel) y se extiende hacia el territorio de Arauco, completando lo que se
denomina la cuenca del carbón que termina en la comuna de Lebu por el Sur. Esta identidad está
ligada a la gran explotación carbonífera de mediados del siglo XIX y tiene su declinación definitiva
con el cierre de los grandes yacimientos a fines del siglo pasado. La capital simbólica del carbón es
la ciudad de Lota, construida en gran parte en torno a la gran industria de los Cousiño,
nacionalizada en los años 70 y cerrada en los 90. La explotación del carbón está ligada al desarrollo
de la minería del cobre, a la industrialización chilena, a la extensión del ferrocarril y está presente
en la Guerra del Pacífico a través del aprovisionamiento de carbón a los buques de la escuadra por
104
un vapor lotino. Tiene también fuerte expresión patrimonial por la cantidad de instalaciones
mineras, habitacionales y de equipamiento, algunas de las cuales, se han logrado recuperar en el
último tiempo. Paralelamente al minero ligado a la gran empresa (ENACAR), cuya actividad como
se señaló, terminó con el cierre de los yacimientos, subsiste hasta hoy el pirquinero que, en
condiciones aún más precarias, realiza hoy día labores extractivas especialmente en Curanilahue. La
identidad minera, incluye al minero propiamente tal como a su familia, que participa indirectamente
de su peligrosa tarea, conformando una sociedad con altos niveles de organización y solidaridad. El
discurso minero incluye reivindicaciones de carácter histórico, por el aporte que al desarrollo del
país han hecho las sucesivas generaciones, y que ha generado una deuda, que en su opinión, el
país no ha saldado.
En relación a la identidad forestal, los informantes municipales la consideran más relevante cuando
se refieren al nivel regional donde 21 de los 54 estiman que corresponde a la identidad dominante,
mientras que la campesina (incorporando en ella a la huasa y la viñatera) sólo la estiman como
identidad regional predominante 4 encuestados. Sin embargo, en el nivel de identitario territorial lo
forestal baja a 13 y en lo comunal a solo 9 mientras que lo campesino alcanza en este último caso
a 31.
Por otra parte, desde el punto de vista productivo, la Región del Bío-Bío es hoy sin lugar a dudas la
región forestal de Chile, y representa un importante rubro exportador regional y nacional. La
política de fomento de actividades económicas del Estado desarrollada por Corfo y otras agencias
estatales, desde mediados del siglo pasado, le dio gran importancia al despliegue de la actividad
forestal. De manera que puede decirse que el desarrollo de este rubro económico fue parte de la
estrategia productiva de sucesivos gobiernos chilenos. Estos antecedentes de contexto podrían
hacer pensar que la actividad tendría una fuerte identidad en la región forestal más importante del
país. Sin embargo distintos factores, han hecho que lo forestal sea negado por muchos actores
regionales como parte de la identidad regional. Uno de esos factores es que la actividad forestal
avanzó ocupando terrenos en los que se desarrollaban actividades agrícolas, casi siempre de baja
productividad, pero que eran el sostén económico de familias campesinas, que se vieron forzadas a
emigrar a los pueblos o ciudades cercanas. Otro factor importante es que detrás de esta actividad
hay una fuerte concentración de la propiedad del suelo rural en manos de dos grandes grupos
económicos cuya dirección está fuera de la región. Por último y como consecuencia de lo anterior la
actividad forestal generó muchas externalidades negativas, como el deterioro de caminos rurales, la
contaminación del aire, conflicto con comunidades Mapuches etc., mientras que la tributación era
realizada en Santiago, por lo que no existía ni beneficios ni compensaciones locales por dichas
externalidades negativas. En su conjunto, esta actividad fuertemente subsidiada en los años 1970 y
1980, generó una imagen negativa, que hoy todavía no ha sido superada.
No obstante lo señalado, numerosos trabajadores se desempeñan en labores forestales, ejerciendo
variados oficios que van desde la plantación a la operación de maquinaria especializada y empleos
industriales en planta de tecnología de punta. Parte de las labores de bosques han sido
externalizados a contratistas forestales, lo que dio origen hace algunos años a una gran
movilización sindical, que mostró el alto nivel de organización del trabajador forestal de la región.
De manera que, no obstante, la dificultad que ha supuesto reconocer la identidad forestal como
parte integrante de las identidades regionales, no es posible negar su importancia y presencia
creciente en la Región del Bío-Bío.
Entre las numerosas identidades urbanas detectadas, parece relevante referirse a aquellas más
específicas de la región que otras que suelen presentarse en cualquier ciudad de cierto tamaño
demográfico.
Al respecto, la identidad industrial del territorio Pencopolitano, tiene explicación en un proceso de
industrialización que surge en el siglo XIX y que tiene un fuerte impulso con la política de
105
sustitución de importaciones que desarrolló la Corfo en los años 1940, que fue el origen de la
localización de la industria pesada en la conurbación Talcahuano-Concepción. Esa identidad
industrial se ha ido extendiendo más allá de los límites del territorio Pencopolitano hacia la comuna
de Coronel, parte del territorio de Reconversión, hoy sede de importantes parques industriales y de
relocalización de la industria pesquera. También se expresa en ciudades del interior como
Nacimiento, por la importancia de las plantas de la industria forestal o en comunas más pequeñas
como Cabrero que han transitado desde una identidad campesina a una forestal-industrial. Es
significativo también en el binomio comunal Laja-San Rosendo la fuerte identidad industrial que
probablemente tiene su origen en el pasado ferroviario de San Rosendo, continuado por la
instalación de la primera planta de celulosa en Laja hace más de 50 años. Por otra parte, el proceso
de industrialización y la identidad que la acompaña, empieza a extenderse a sectores
tradicionalmente más rurales por la vía de la instalación de agroindustrias, dando origen a una
nueva ruralidad en que las identidades tradicionalmente campesinas se mezclan con las
provenientes de actividades industriales y turísticas.
Otra de las identidades relevadas en los talleres y reconocidas por entrevistados y encuestados, es
la identidad que se denominó universitaria-estudiantil. Al respecto es necesario destacar algunos
elementos que fundamentan esta identificación:
La región, y más concretamente Concepción es hoy día la sede , junto con Valparaíso, del mayor
complejo universitario después de Santiago. Está condición, ha sido construida en el tiempo a partir
de la fundación de la Universidad de Concepción en el año 1919, como una iniciativa que surge
desde la sociedad penquista, fuertemente influida por concepciones laicas de la educación. Esta
iniciativa local tuvo fuerte influencia en el desarrollo de diversas expresiones culturales y artísticas
de impacto nacional, entre la que destaca el teatro y la música. La Universidad por otra parte, fue
cuna de movimientos políticos y de un pensamiento contestatario en los ´60 y ´70 De manera que
el desarrollo universitario actual es heredero de esa historia que explican que la identidad
universitaria sea recogida incluso como una expresión urbana, que se expresa en el barrio
universitario, incorporado a la trama urbana y en la localización de otros campus universitarios de
creciente desarrollo.
Finalmente habría que señalar que en el territorio se expresa también la superposición de
identidades, por la existencia de actividades productivas que lo comparten o por que en el
transcurrir histórico unas actividades van desplazando a las otras 3. Esta última condición se
expresa con claridad, por ejemplo, en el territorio de reconversión de Lota y Coronel. En su origen,
Lota era un poblado campesino con fuerte presencia mapuche cuya actividad derivó hacia la
explotación minera, lo mismo que Coronel. Hoy día en Lota predomina la identidad minera mientras
que en Coronel, manteniendo rasgos de su origen minero, transita hacia una identidad industrial,
portuaria y pesquera.
En el área rural, la identidad campesina-huasa que identifica aún a muchas comunas, se desarrolla
junto a la expansión de una agricultura más moderna con plantas agroindustriales en las que
laboran mujeres de origen campesino tradicional, pero que hoy se desplazan desde los pueblos y
ciudades vecinas a su lugar de trabajo rural.
La variedad de identidades comunales explica que la localización de nuevas actividades productivas
tenga distintos efectos en el empleo local. Es el caso, por ejemplo, de la expansión de la industria
de la celulosa y la madera que se localiza ampliando instalaciones en comunas con identidad
industrial como Nacimiento o Laja o construye nuevas plantas como Nueva Aldea en la comuna de
Ranquil. En el primer caso, la expansión de la industria tiene efecto en mayor oferta de mano de
obra industrial y de proveedores que es aprovechada por el entorno local dada su identidad
3
Ver Mapa de Identidad e Identidades
106
industrial. En el segundo ejemplo, el carácter campesino y viñatero del entorno de Nueva Aldea
genera barreras culturales que impiden que la oferta de empleo industrial pueda ser aprovechada
por los habitantes del sector.
Se puede concluir entonces, que la identidad y su expresión territorial está en constante evolución,
muy influidas por los cambios en los ejes productivos, el sistema económico y también los cambios
tecnológicos. Sin embargo, cada una de las identidades que han sido dominantes en una época
dejan sus huellas en las que la suceden y eso tiene clara expresión en las zonas rurales o en los
territorios de reconversión productiva.
107
Mapa Identidad e Identidades
108
Mapa Identidades Socioproductivas
109
Mapa Identidades Étnicas
110
4. Potenciar la competitividad territorial: Activos y actores territoriales en pos del
fortalecimiento de la Identidad Regional
La principal característica de la Región del Bío-Bío es que ésta se presenta como un territorio
marcado por la diversidad, en términos de zonas geográficas, modos de producción, industrias
e identidades. Es decir, no existe una identidad única en la región, sino presenta una condición
de pluriculturalidad1, lo que es reafirmado por la historiadora María Teresa Varas, al aseverar
que “me resisto a hablar de identidad, en nuestra realidad compleja debemos usar el concepto
de identidades”. De este modo nos encontramos que en la provincia Ñuble la “identidad
provincial” es más palpable que la “identidad regional”, pero, sobre todo en la provincia de
Arauco donde, tanto en el ámbito cultural, como político es independiente de lo que es
Concepción.
Ante la premisa de pluriculturalidad planteada, existen dos aspectos que son importantes
destacar. El primero, que el objetivo de reforzar las identidades colectivas no se limita a un
problema de asociar activos culturales con el mercado, sino que se debiera derivar de la
interculturalidad, es decir, de la presencia e interacción de diversas culturas y la posibilidad de
generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud
de respeto mutuo. En este sentido, la región se presenta como un sistema complejo de
interacciones culturales no siempre exenta de contradicciones, que pueden ser profundas como
el caso de las identidades indígenas, en su relación con el Estado, la propiedad de la tierra y el
agua, el modo de producción y sus relaciones con la actividad productiva forestal y energética.
En segundo lugar, la principal característica de los territorios, donde se localizan la mayoría de
las identidades culturales, es la pobreza y ruralidad, e.g. en la provincia de Arauco las
identidades campesina, pescador artesanal y lafkenche; en el Alto Bío-Bío la identidad
pewenche, y en el norponiente de la provincia de Ñuble, la identidad campesina.
En este sentido, para las identidades culturales que se manifiestan en condición de ruralidad, en
la definición de las recomendaciones en estudio desarrollo territorial rural con identidad cultural,
de vital importancia es la visibilización de atributos que, sin ser símbolos de los paradigmas
modernos (globalidad, mercado y acumulación), pueden, en el marco de determinados
encadenamientos, resultar una importante contribución para el fin de la reducción la pobreza
rural.
Estamos en presencia de una región que, reconociendo la diversidad y falencias de la división
político-administrativa de comunas y provincias, decidió en el año 2007 generar e implementar
un Modelo de Desarrollo Territorial para avanzar hacia una gestión pública integrada, que
permita dar respuesta las necesidades y requerimientos del desarrollo con más equidad en
nuestra Región, proceso de reestructuración dinámico que se adecua a los intereses y/o
alianzas de los gobiernos comunales.
La región, lo mismo que el país, se nos presenta desde la perspectiva del producto como un
sistema de industrias oligopólicas, es decir, una forma particular de mercado donde pocas y
grandes empresas coexisten con muchas pequeñas empresas, con características tales que el
mercado para ellas, más que una oportunidad, se presenta como una barrera, un espacio de
inequidad. Esto último, también es válido para algunas emblemáticas identidades de la región.
El Estado durante los últimos decenios ha definido una estrategia de desarrollo que privilegia a
los sectores transables de la economía, por ello se han desarrollado la actividad forestal,
pesquera y la industria agroexportadora. Lo anterior en desmedro de la economía doméstica
donde se localizan la mayoría de las empresas, personas e identidades, a modo de ejemplo, de
1
Pluriculturalidad, como un concepto que da cuenta del estado de diversidad cultural presente en las
sociedades modernas y globalizadas. Ver, Miquel Rodrigo Alsina. Elementos para la comunición
intercultural. 1997.
111
las 72.000 unidades productivas catastradas en la región, en el registro de empresas
participantes de la cadena exportadora se totalizan tan sólo 700 empresas.
Desde esta perspectiva, se constata además una Región con un interesante capital social, en
contraposición a la situación de pobreza, como uno de sus principales atributos. De esta forma,
es posible encontrar en todos los rincones del Bío-Bío sectores de “emprendedores y
emprendedoras”, con un fuerte componente de rescate de oficios tradicionales revigorizados en
nuevos contextos, donde se cuenta con nuevas tecnologías de comunicación y acceso a
programas de capacitación que complementan la formación de este grupo. En cada una de las
identidades, uno de los principales “activos” pertenecientes al ámbito intangible, son sus
personas, sus capacidades de organización, de gestión, de buscar y adaptarse a nuevos
productos o a antiguos revalorizados. En este sentido, se destaca la presencia de las mujeres
de la Región como uno de sus activos transversales más potentes de los últimos tiempos,
siendo ejes revitalizadores en casi todos los ámbitos regionales, sean éstos sectores productivos
o identidades más socio-culturales.
4.2.1. Principales activos asociados a las identidades regionales
En la Región del Bío-Bío las identidades socioproductivas se presentan como identificaciones
configuradas principalmente por un ejercicio económico preponderante, que se ha efectuado en
el pasado como en el presente. Y que particularmente en la historia reciente se ha configurado
por dos grandes fuerzas, en primer lugar, por el accionar del mercado y, en segundo lugar, a
causa del rol jugado por el Estado y la política pública en todos sus niveles.
Para ello, inicialmente, se identificó y clasificó la naturaleza de los activos que caracterizan a las
identidades manifiestas en la región.
A partir de observaciones y proposiciones realizadas por los propios actores territoriales, a
través de talleres, entrevistas e historias de vida, encuestas de gestores territoriales de cada
comuna y estudio de la literatura reciente, se identificaron cuatro niveles de activos: i) Activos
como “productos” específicos; ii) Activos con elementos identitarios como característica
principal; iii) Activos con elementos pertenecientes al patrimonio natural y de interés turístico
de una zona; iv) Activos relacionados con el capital social de una comunidad o grupo
identitario.
En este marco, se puede enumerar la siguiente gama de activos:
De las Identidades Étnico Nacionales
‰
Identidad Lafkenche
Activos del mar: Pescado (corvina, sierra, pejegallo), choritos, piure, loco, cochayuyo , ulte,
luche; luga-luga, pelillo, cochayuyo.
Activos de la tierra: Papa, carne, lana, colorantes naturales, murtilla, nalcas, leña.
Activos con elementos identitarios: Platería, tejidos (mantos, guantes, gorro, faldas, chalecos,
calcetines, cintillos, etc.), alfombras y utensilios decorativos; medicina alternativa indígena;
patrimonio cultural.
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Lago Lanalhue, Lago Lleu Lleu, borde
costero, ríos.
Activos relacionados al capital social: Organizaciones lafkenches aglutinadoras, con fortaleza y
reconocimiento en las comunidades (identidad lafkenche); organizaciones de mujeres
artesanas.
112
Identidad Pewenche
Activos de la tierra: Piñón, ganado caprinos y ovinos, miel, huertos de: ají, tomate, repollo,
acelga, lechuga, cilantro, perejil, ajos, cebollas, zanahorias, betarragas y zapallos; chacras de:
papas, habas, porotos, chícharos, lentejas y maíz; trigo; alfalfa, forraje; colorantes naturales,
murtilla, digüeñes, avellanas, leña.
Activos con elementos identitarios: Platería, tejidos (mantos, guantes, gorro, faldas, chalecos,
calcetines, cintillos, etc.), alfombras y utensilios decorativos, medicina alternativa indígena,
patrimonio cultural.
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Ríos y lagunas (pesca deportiva,
rafting), lugares ceremoniales, paisajismo (fotografía, cabalgatas), montañas y bosques
(andinismo, trekking, mountain bike), observación de flora y fauna, centrales eléctricas¿? (Ralco
Pangue), hosterías y hoteles.
Activos relacionados al capital social: Grupos organizados de comuneros en pos de proyectos
turísticos de importancia, agrupaciones de mujeres tejedoras.
‰
Identidades Socio-productivas
De la tierra:
Campesino/a (AFS y AFT)2, viñatero, arriero
Activos de la tierra: Papa, avena, trigo, poroto, maíz, tomate, ají, ajo, frambuesa, fruta fresca
(frutilla, manzanas, ciruelas, uvas), uva, vino, leche y carne.
Activos con elementos identitarios: Huasos, trilla, carreras a la chilena, fiestas costumbristas,
cultura campesina (agroturismo, folclore), vendimia, fiestas tradicionales, pasos arrieros,
senderos cordilleranos, conocimiento de la cordillera.
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Cobquecura, provincia de Ñuble
(viñas, sectores campesinos, sector cordillerano), provincia del Bío-Bío (sector cordillerano).
Activos relacionados al capital social: Presencia de grupos de mujeres emprendedoras, cultura
solidaria entre los campesinos y valoración de lo tradicional.
Agricultor/a (AFC)3
Activos de la tierra: Lenteja, garbanzos, trigo, carne, leche, remolacha, achicoria, maíz, frutas
(manzanas, berries, ciruelas, uva), plantaciones de pino y eucaliptos.
Activos con elementos identitarios: Huaso, folclore.
2
AFS: Agricultura Familiar de Subsistencia, y corresponde a aquella agricultura más orientada al
autoconsumo, disponen de tierras e ingresos de producción propia insuficiente para garantizar el
sostenimiento de la familia, por lo que deben recurrir al trabajo asalariado, en ocasiones en actividades
distintas de la agricultura.
AFT: Agricultura Familiar de Transición, que, teniendo una mayor dependencia de la producción propia
(venta y autoconsumo), accede a tierras de mejores recursos que el grupo anterior, con los que sostiene a
sus familia, pero tiene dificultades para generar excedentes que le permitan capitalizar su unidad
productiva. Está en situación inestable con respecto a la producción, por lo que depende de apoyos
públicos para conservar esta calidad; básicamente para facilitar su acceso al crédito y las innovaciones
tecnológicas, así como para lograr una más eficiente articulación de los mercados.
3
AFC: Agricultura Familiar Consolidada; ésta tiene sustento suficiente en la producción propia, explota
recursos de tierra con mayor potencial, tiene acceso a mercados (tecnología, capital, productos) y genera
excedentes para la capitalización de la unidad productiva.
113
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Granja agrícola con potencialidad para
el agroturismo.
Activos relacionados al capital social: Presencia de grupos de mujeres emprendedoras.
Trabajadores:
Minero
Activos productivos: Yacimientos carboníferos.
Activos con elementos identitarios: Identidad dormida (Lota , Coronel, Arauco, Lebu),
culturales (leyendas, mitos, historia), artesanía.
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Lota (mina de Lota, lavaderos
comunes, hornos comunes, parque, iglesia).
Activos relacionados al capital social: Alto nivel de conocimiento local e investigación en el tema
en muchas personas de la zona; número importante de organizaciones relacionadas con el
rescate cultural; mujeres de Lota reconocidas a nivel regional por su esfuerzo y constancia.
Forestal
Activos productivos: Plantaciones de 800.000 ha.
Activos con elementos identitarios:
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Parque y reservas forestales
Activos relacionados al capital social: Nivel de sindicalización.
Del mar:
Pescador Artesanal
Activos del mar: Pescado (corvina, sierra, pejegallo, merluza, congrio, etc.), choritos, piure,
loco, cochayuyo, ulte, luche, luga-luga, pelillo, cochayuyo; cultivos de ostras, ostiones, locos y
otros.
Activos con elementos identitarios: Potencialidad de prestación de servicios para la realización
de deportes náuticos (buceo, pesca deportiva, paseos en lancha y otros, arriendo de botes,
kayak y arriendo de equipamiento diverso para mayor seguridad de los demandantes), entorno
cultural.
Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Caleta y sus bondades paisajísticas,
borde mar, museos (Llico), productos frescos.
Activos relacionados al capital social: Presencia importante de mujeres emprendedoras sobre
todo las algueras, niveles de cohesión importantes dentro de cada caleta entre vecinos.
114
4.2.2. Proyectos derivados de activos locales identificados por Gestores Territoriales
Comunales (SECPLAN)
En este marco se destaca la importancia que debe existir para fortalecer los activos de cada
comuna en pos de su identidad. Las áreas principales mencionadas por los entrevistados tienen
que ver con:
Recuperación de patrimonio, sean éstos tangibles (monumentos, construcciones antiguas, sitios
históricos) e intangibles (fondos para recuperación histórica, memoria, tradiciones, fiestas
tradicionales, relatos, etc.).
Habilitación de espacios o infraestructura adecuada para poder acceder o potenciar este
patrimonio (caminos, pavimentación, construcción de casas de la cultura, museos, servicios
básicos de luz y agua, puentes, infraestructura para celebración masiva de fiestas
tradicionales).
Formación de capital humano y potenciar turismo local como salida productiva y
aprovechamiento del patrimonio (programas de capacitación, creación de departamentos
municipales de microempresa y turismo, apoyo para hotelería local, instalación de señaléticas,
infraestructura turística).
Además se destaca la nítida presencia de tres activos fundamentales en la Región, expresados
a través de su: Patrimonio Natural, Patrimonio Construido, y Patrimonio Intangible.
Dentro del Patrimonio Natural se destaca una serie de “hitos naturales”, relacionados con
paisajes y recursos naturales de la Región, valorados y mencionados con claridad por los
encuestados. En orden de mayor a menor importancia, destacan los ríos y lagunas de la
Región, seguido por los paisajes cordilleranos y, luego, los del litoral. Este aspecto podría ser un
interesante pivote de fortalecimiento de la identidad, al promover por ejemplo el conocimiento
de este patrimonio entre los habitantes de la Región.
Dentro del Patrimonio Construido se destaca una serie de obras arquitectónicas singulares,
iglesias, mercados, barrios y pueblos, universidad. Se menciona a la vez la falta de proyectos
específicos que apoyen esta línea en potenciar el patrimonio vigente y recuperar parte de lo
perdido.
Finalmente el Patrimonio Intangible es un buen ejemplo de la diversidad regional, destacando
un amplio abanico de manifestaciones culturales, desde festividades propias de cada comuna
hasta oficios y culturas originarias.
4.2.3. Aportes de documentos relacionados
Es importante destacar y rescatar una serie de sugerencias contenidas en documentos oficiales
y estudios realizados recientemente. Nos referimos a el “Diseño de un proyecto de intervención
sociocultural en la Provincia de Arauco”4, “Buenas prácticas para el desarrollo de los territorios:
Experiencias destacadas 2008”5, y particularmente a la “Estrategia Regional de Desarrollo BíoBío 2008-2015”, que presenta 36 proyectos relacionados directamente con la identidad
regional, en siete programas estratégicos en los ámbitos de: la educación pública, de
recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico cultural y natural regional, de la gestión
publica, del fortalecimiento y difusión de las manifestaciones y producciones artístico-culturales
SUDERE -CIAE – Universidad de Chile “Diseño de un proyecto de intervención
sociocultural en la Provincia de Arauco”, Resumen Ejecutivo. Junio 2009.
5
SUBDERE. “Buenas practicas para el desarrollo de los territorios: Experiencias destacadas 2008” Serie
documentos de Trabajo Nº 4, junio 2009. Chile.
4
115
de la región, de la salud y el desarrollo forestal y de fortalecimiento de la identidad regional
para el desarrollo integral.
En el trabajo titulado “Diseño de un proyecto de intervención sociocultural en la Provincia de
Arauco” los autores concluyen que efectivamente existe una identidad cultural de la provincia.
Del estudio rescatamos las siguientes cuatro sugerencias conducentes a fortalecer la identidad
de la provincia: i) Rescatar el patrimonio de la provincia; ii) Desarrollar las expresiones
interculturales; iii) Integrar a las distintas comunas que forman parte de la provincia y iv)
Impulsar las actividades microempresariales. Adicionalmente, se revela la importancia de un
importante hito cultural como es la Orquesta Infantil y Juvenil de Curanilahue, experiencia del
ámbito cultural con un notable reconocimiento público, incluso más allá de los límites
provinciales.
En el documento “Buenas prácticas para el desarrollo de los territorios” se presenta un conjunto
de notables experiencias de articulación local para el desarrollo del territorio. Destacan en el
documento casos como la renovación del barrio de Pio Nono en el centro de Santiago,
conservación de la biodiversidad y gestión sustentable en el salar del Huasco, la mejora del
parque pehuenche en Lonquimay y el encadenamiento productivo del sector pesquero artesanal
en Puerto Montt.
Los anteriores y los otros proyectos que se presentan, adquieren importancia dado que, en su
realización, desencadenan potencialmente una serie de dinámicas y procesos sociales,
culturales, políticos-administrativos; fomentan la articulación entre distintos entes del Estado, el
sector privado y ciudadanía; fomento de la articulación productiva. Todo de gran relevancia
para la interculturalidad, fomento de los activos económicos y culturales de las identidades y
territorios.
4.3 Las identidades y su relación con el mercado:
Conocida la creciente interrelación entre cultura y economía y su vital influencia en el proceso
de desarrollo de los territorios y las identidades en ellas manifiestas, se evidencia, para las
identidades más relevantes de la Región del Bío-Bío, cómo el mercado ha impactado
profundamente en la evolución de éstas; se reconoce la existencia de experiencias exitosas de
activación e incorporación en el mercado de algunos activos con identidad cultural, en el marco
de la acción del Estado y empresas. Asimismo, por parte del Estado, se destaca un notorio
régimen de asistencialismo.
Identidades Indígenas: (lafquenche, pewenche, indígena urbana). El pueblo mapuche en la
actualidad, y a través de la historia, ha protagonizado una serie de procesos de
(re)identificación y de (re)construcción de su identidad étnica-nacional, procesos que se
relacionan, por una parte, con la definición y reformulación interna de las colectividades, lo que
se traduce en una búsqueda permanente de soportes que les permitan validarse en tanto
cultura diferenciada y, por otra parte, con la interrelación constante que se tiene con el Otro, ya
sea, el Estado, los organismos privados o personas pertenecientes a una cultura distinta
(Norero, 2007).
Sumado a lo anterior, se debe imputar cierta relación con las relaciones de mercado; en este
sentido debemos señalar que éstas son de primer orden; desde la colonización hasta el
presente, el mercado ha impactado profundamente en la evolución de estas identidades. En la
actualidad, como consecuencia del desarrollo de los complejos forestales (lafquenche) y
energéticos (pewenche), se ha generado una reactivación política y organizacional de las
identidades indígenas (lafquenche y pewenche), logrando representación en las instancias de
poder local. En este proceso, no menor ha sido el impacto del despertar del movimiento
indigenista a nivel mundial que tiene sus antecedentes, según lo que Bengoa señala, en un
proceso de emergencia indígena de América Latina desde los años 90 en adelante (2000).
116
Existen experiencias exitosas de activación e incorporación en el mercado de algunos activos
(orfebrería, tejidos), en el marco de la acción del Estado y empresas. Para estas identidades,
es notorio un régimen de asistencialismo por parte del Estado.
Para las identidades étnicas de la Región del Bío-Bío, a la luz de la evidencia empírica se
requiere “un tipo de desarrollo que no está basado en paradigmas universales, pero sí en
ventajas absolutas locales ligadas a la subjetividad de los actores locales y su capacidad
institucional”6. Desde la perspectiva de la urgencia y dinámica actual de manifestación de la
identidades étnicas nacionales, sin lugar a dudas, son prioritarias y las de mayor complejidad.
El sentimiento de autodeterminación de los lafquenche es poderoso, según se desprende del
trabajo en terreno, de la literatura y de sus demandas políticas. La idea de la región autónoma
de Arauco Malleco no es tan inviable, el país recientemente demostró la posibilidad cierta de
modificar su estructura de regiones, además, a la luz de la experiencia mundial, sería
recomendable su estudio.
Identidad Campesina: (campesina, huasa, Identidad viñatera, Identidad arriera , temporera
campesina). El mercado ha reactivado esta identidad, como consecuencia de su marginación y
pauperización. Obligando al Estado a configurar acciones de mitigación de los bolsones de
pobreza, déficit educacional generados en sus territorios, siendo en extremo preocupante tres
bolsones: Zona norponiente de la provincia de Ñuble, la provincia de Arauco y la comuna del
Alto Bío-Bío. Su relación con el mercado es marginal y se vincula básicamente a través ferias
públicas, donde tranza sus escasos excedentes y artesanías.
Existen experiencias exitosas de activación e incorporación en el mercado de algunos activos
(cerámica), en el marco del plan de mitigación de externalidades del complejo industrial de
Nueva Aldea.
Temporera(o). El desarrollo reciente de la industria agroexportadora, en la provincia de Bío-Bío
reproduce en la región esta condición. Esta identidad socioproductiva no presenta activos
(productos) de mercado, pero sí demandas de mayor regulación por parte del Estado y en
particular de mejoras de la ley de subcontratación.
Viñatera (Valle del Itata). El impacto negativo de la industria forestal y celulosa hace renacer
esta identidad, haciéndola parte de las acciones de Responsabilidad Social Empresarial de la
empresa (Nueva Aldea). Los esfuerzos de hacer una actividad madura, acorde con las exigencia
del competitivo mercado del vino, se ven acompañado con matices fuertes de asistencialismo.
La contradicción entre viñateros e industria forestal encuentra espacios de solución en la
interacción de los órganos de innovación tecnológica y reguladores del estado y la industria
con sus programas de RSE.
Identidad Minera: Identidad minera, Identidad pirquinera
Minera (Lota y Coronel). En estas ciudades, producto de la minería del carbón desarrollada en
el pasado, se ha configurado una cultura muy característica, que con el correr del tiempo “ha
conformado su identidad sostenida por la tradición” (Uribe, 2008). Vestigios de la actividad en
términos de patrimonio físico perduran, en forma de viviendas, lavaderos y hornos de barro
comunes, iglesia, parque y la mina en sí. Efectivamente, son activos muy arraigados que
sustentan la intención ciudadana de perpetuar en la memoria colectiva su pasado minero. De
6
Claudia Ranaboldo, 2006. “Bases conceptuales y metodológicas para el diseño y la realización
de estudios de caso de territorios con identidad cultural”. La Paz (Bolivia), 26 de junio 2006.
Rimisp (www.rimisp.org).
117
esto dan cuenta los intentos de los lotinos de consagrar su ciudad como patrimonio de la
humanidad y flujo de atracción turística, incluso de carácter internacional. Recientemente, el
municipio licitó proyecto de difusión turística de Lota que en sus bases exigía la instalación en
Concepción, Santiago y Londres una oficina para estos fines.
Pirquinero (Arauco). El cierre el cierre de ENACAR "por agotamiento del mineral", configura el
surgimiento de esta identidad que, en otrora marginal, hoy en la ciudad de Curanilahue es la
forma de alcanzar el “oro negro”.
En una perspectiva de largo plazo, considerando las nuevas tecnologías de altos hornos de
usinas, puesta en marcha de nuevas centrales termoeléctricas en la región y las políticas de
gobierno para las zona carbonífera de Arauco, se prevé una modernización de la industria
carbonífera donde la condición de “pirquinero” debe ser paulatinamente sustituida por la del
minero.
Identidad Pesquera: Pescador, buzo, recolector (algas)
Pescador. Que el mercado no tiene sentido ecológico, es totalmente aplicable a la pesquería
regional. El impacto de este “fallo de mercado” será más potente en la figura del pescador
artesanal que exige cambios en las normas de asignación de las cuotas de capturas.
A pesar del agotamiento relativo del recurso por parte de la industria pesquera, para la región y
su litoral (puertos y caletas) el pescador (industrial y artesanal) surgido del boom pesquero
continuará siendo una figura emblemática de nuestro litoral. Con fuerte contradicciones por
cuotas de captura y áreas de manejo.
Buzo, recolector (moluscos y crustáceos). Debido a las bondades gastronómicas de sus
productos, la potencialidad del mercado para las especies son enormes a nivel local, nacional e
internacional. Se prevén posibles cambios en el perfil del buzo recolector, consecuencia de la
nueva modalidad de uso del borde marítimo. Sus activos se potencian en la medida que se
transfieran tecnologías de manejo y cultivo de estas especies.
Buzo, recolector (algas). Podríamos decir que, en términos de reconocimiento social, es el
último eslabón de los trabajadores del mar. Dado el nivel de explotación y exportación de algas,
se concluye estar en presencia de un poderoso activo, que no se materializa en riqueza,
producto que es materia prima para la industria alimentaria y cosmética.
Identidad Universitaria (zona o ámbito de agrupación).
Gran impacto. El mercado de la educación ha transformado a Concepción concediéndole,
tanto por el número de instituciones de educación superior como del número de alumnos/as
(más de 70.000), casi la condición de ciudad universitaria. En la región, la educación superior
(considerando alumnos/as, maestros/as y personal de apoyo) es, sin lugar a dudas, la actividad
de mayor concentración de personas.
Identidad Industrial (industria temprana, industria tardía, desde Huachipato a las forestales.
Identidad Obrera, Identidad Forestal).
Identidad Obrera. En el pasado símbolo de esta ciudad industrial. Sin embargo, hoy, como
consecuencia de los cambios estructurales de su sistema productivo, esta identidad se
desdibuja. Hoy revela su importancia en términos de empleo y producto, oficios relacionados
con las actividades terciarias y/o de servicios.
Identidad Forestal. El mercado mundial de la celulosa, madera y derivados transformó la Región
del Bío-Bío. La industria forestal es la fuente de las exportaciones regionales y su quehacer se
revela en todo el territorio a través de sus plantaciones, complejos industriales y transporte de
sus insumos y productos. Para el sector silvícola y extracción de madera, eslabón primario de la
poderosa industria forestal, emerge la figura del trabajador forestal, que realiza labores directas
de roce, plantación, poda, raleo, corta, aserreo, madereo, cuidado y explotación de bosques,
bajo las órdenes del dueño del predio, obra o faena, o de su contratista o subcontratista. En
este sector se impone el régimen de subcontratación laboral.
118
El quehacer de esta actividad en expansión, sin lugar a dudas, se encuentra matizado de
múltiples conflictos. Las externalidades de la actividad afectan al adecuado uso de suelo en la
región y, por ende, cuando los suelos de uso agrícola se traspasan a uso forestal, se socava la
posibilidad de éxito de la política nacional de imponer a la región un carácter de “potencia
agroalimentaria”.
En segundo lugar, sus externalidades afectan directamente a la identidad campesina e
indígena. Las técnicas modernas de manejo de las plantaciones imponen restricciones a la
forma de manejo de las parcelas campesinas, lo que incide en la productividad de sus escasos
productos (ejemplo quema de roces y trigo; pesticidas y apicultura).
La industria forestal en el caso del Complejo Industrial de Nueva Aldea, es un buen ejemplo de
superación de externalidades. La empresa, dentro de su RSE, incorpora las demandas y
desafíos productivos de los habitantes del Valle del Itata.
119
5. ACTORES REGIONALES Y RELATOS IDENTITARIOS
5.1 Evocaciones y conceptualizaciones sobre las identidades en la Región del Bío-Bío
La noción de identidad evoca –en las biografías que pueblan y se inscriben en la región del BíoBío– variados conceptos, signos y tópicos que recurrentemente aluden a la pertenencia a un
colectivo social; a la materialización de un vínculo con la comunidad y la geografía que los
envuelve; a la sensación de unidad y apego con una totalidad; a la tradición como fuente de
sentido compartido; al reconocimiento que se experimenta cuando el actor social se ve
reflejado en una práctica social que comparte con otros en un espacio material y simbólico: su
territorio, el mundo que lo contiene y al cual los actores le dan forma.
De ahí que entendamos la identidad como una dimensión compleja de la experiencia vivida,
esto es, relacional, abierta a los cambios y posibilidades que nos ofrecen los nuevos contextos
sociales que habitamos y a las nuevas formas de interactuar y relacionarnos los unos con los
otros. Esta dimensión de la experiencia humana –con toda su complejidad– también nos
permite narrarnos a nosotros mismos en tanto biografías colectivas permeadas por la fuerza de
las memorias sociales y emocionales que van sedimentando imágenes de nosotros mismos y
conformando modos de vida que se expresan y vinculan con una territorialidad específica: una
geografía compartida, una procedencia vinculante, una pertenencia a un paisaje hecho
sentimiento:
“yo pertenezco, yo vengo, yo creo que el sentido de pertenencia es muy fuerte, en el
ser humano en general, el poder reconocerte en algo, el poder reconocerte en el ruido
de los álamos cuando hay viento, que es como el mar en el campo, y que hace el ruido
o la marea, tú dices: el olor del campo a la hora de la siesta, no es el olor del
amanecer, ni en la noche, cuando tu hueles las hierbas, que se mezclan los olores,
hasta los no agradables, y te ofrecen un cuento distinto” (Patricia Orellana, periodista,
Chillán).
Por su parte, existen diversos estratos para analizar la identidad expresada biográficamente, es
por eso que algunos actores hablan de escalas, lo que puede significar que las diferentes
posiciones que el sujeto ocupe determinan diversas construcciones identitarias. Uno de estos
estratos fundamentales resulta ser el territorio, en tanto soporte de sentido y pertenencia por
medio del cual se van generando vinculaciones y arraigos de diversa índole:
“yo creo que la identidad tiene varios aspectos, de tal manera que yo voy a refirme a la
identidad en tanto sentimiento de pertenencia a un espacio, a un lugar, a un
territorio…” (Raúl Guerrero, geógrafo, académico UBB).
Así, podemos señalar también que la identidad expresa y refiere a sentimientos, una
experiencia sensible que remite a una genealogía familiar y a un arraigo localizado en el espacio
material: un poblado, una caleta, un barrio, una comuna, una zona geográfica, una región, y
donde simultáneamente se construyen proyectos biográficos y colectivos que aluden a una
comunidad más amplia de iguales, donde se manifiesta una diversidad de formas de ser y
hacer, que potencia los relatos y los ritos compartidos, y que permite marcar fronteras que
resaltan las diferencias con otras comunidades de sentido. Es lo que se llama el juego de los
espejos, lo que permite re-conocernos, auto-percibirnos y construir una imagen diferenciada de
nosotros mismos, pero al mismo tiempo que los otros nos reconozcan como tales, que nos
devuelvan una imagen legitimada de nosotros que permite reforzar los vínculos cotidianos que
se comparten y construyen endógenamente.
“yo me siento parte de la Región del Bío-Bío (…) yo nací aquí, mi familia es de acá, y
ahí después de decir eso siento que la Región del Bío-Bío tiene identidades, yo me
siento parte de la región del Bío-Bío (…) yo me siento como se perciben los miembros
120
de una comunidad y les da un sentido de pertenencia y los separa de los otros” (María
Teresa Varas, historiadora regional).
Resulta interesante y significativo sostener que lo que compartimos y lo que nos diferencia
como grupo humano de otras adscripciones o formas de vida, también nos plantea el desafío de
pensar y experimentar la identidad como una fuerza múltiple, como una dinámica polimorfa,
como flujo e intercambio incesante de relaciones diversas expresadas en el espacio, en lugar de
experimentarla como un estado-estático, es decir, como una sustancia ontológica invariable en
el tiempo y el espacio. Ahora bien, esta expresión procesual de la identidad no parte de la
nada, pues dicha fuerza dinamizadora es portadora de una memoria colectiva territorializada y
sedimentada a través de napas de tiempo subterráneas, que no sólo se encuentran inscritas en
el nivel de las pesadas estructuras sociales y de los grandes procesos históricos, sino que
también están presentes al interior de los propios sujetos sociales, esto es, al interior de las
biografías múltiples los van configurando como actores territoriales portadores de identidades
transversales, pues la propia vida y sus formas de expresión y re-creación constante también
nos hablan de esa heterogeneidad como rasgo constitutivo de la experiencia humana:
“no podemos ser seres humanos plenos si no tenemos una identidad fuerte que nos
exprese, que nos manifieste, que nos simbolice (…) yo creo también que la identidad es
múltiple, no creo que haya una identidad que refleja todos los aspectos de la vida”
(Felicitas Valenzuela, académica Universidad de Concepción).
5.2 Los soportes de la identidad regional
a) La identidad como el poder de la geografía:
La identidad conformada por la geografía se puede considerar como un estrato de la identidad
personal y/o colectiva, a través de la cual el actor desarrolla vínculos emocionales y de pertenencia
con determinados entornos, lugares y paisajes. Estos vínculos son tan relevantes como los que se
establecen con los diferentes grupos sociales con los cuales el individuo se relaciona. En la base de
esta estructura se encuentran los significados socialmente elaborados referidos a los espacios que
la persona ha ido integrando en sus relaciones territoriales. Es lo que se conoce como la identidad
de lugar que promueve una percepción de estabilidad en y con el entorno natural, favoreciendo un
sentimiento de control, seguridad e integración con el medio ambiente que lo envuelve. Así, la
identidad:
“tiene que ver con un vínculo con el mar, una apreciación del mar, una valoración del
mar y ahí yo creo que tenemos una complementación” (Adolfo Millabur, ex alcalde
Tirúa).
Esto es lo que se conoce como la identidad de lugar, que promueve una percepción de estabilidad
en y con el entorno natural, favoreciendo un sentimiento de control, seguridad, equilibrio e
integración con el medio ambiente que lo envuelve, y que generalmente opera de manera
inconsciente, salvo cuando dicha estabilidad e integración se ve amenazada. En el caso del mundo
mapuche este soporte de la identidad es mucho más vinculante, explícito y conciente, dado el rol
que cumple el entorno y la geografía al interior de su propia visión de mundo:
“Somos identidades de un mismo pueblo que somos los mapuches, es como tu cuerpo,
entonces no puedes destruir la naturaleza por ganas, no puede ser, por eso el
pensamiento es más del equilibrio, todo lo que uno ve es un elemento más de
nosotros” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa).
121
b) La identidad como memoria histórica:
Este soporte de la identidad regional alude a la importancia que posee el situar las biografías
personales al interior de una narración más colectiva que permita interpretar el pasado de una
comunidad a partir de ciertos hitos y vivencias compartidas que den sentido a la experiencia del
presente y proyecten e imaginen el devenir de un grupo humano dado, pues todos estos
elementos definen la posibilidad de diferenciarse de modo significativo de una comunidad y/o
territorio donde operan y funcionan otras coordenadas interpretativas del tiempo histórico y la
memoria colectiva, y en la Región del Bío-Bío este soporte de la identidad posee una potente
densidad que activa un imaginario social compartido transversalmente por una cantidad
importante de actores en la Región:
“Eso es como una forma de vida que da características a la región, yo creo que están
los mapuches lafkenches que somos nosotros y que de alguna manera podemos decir
que también hay hartos componentes en esos mismos espacios, igual creo que la
historia nuestra se da de Concepción al sur, todo lo que es el Bío-Bío hacia el sur,
entonces desde ese espacio existe la identidad, está presente en los hitos históricos,
uno ve las calles hoy en día tratan de reivindicarlo pero hay mucho más de ello” (Iván
Carilao, dirigente Identidad Territorial Lafquenche).
“Los elementos que nos distinguen de otras regiones de otros lugares y a su vez los
elementos que nos identifican en el sentido de poner algo en común a los cuales
todos podamos adherir. Referido al territorio, a la región, se refiere a elementos que
forman parte de la memoria histórica, de nuestro diario vivir, de nuestra cotidianidad,
nuestra experiencia que nos permite sentirnos parte de algo local o en lo regional”
(Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián).
“desde Concepción hasta Villarrica, entonces la nación nace aquí, durante tres siglos es
importante la frontera (…) nosotros en esos tres siglos fuimos forjando caracteres que
son propios, nosotros por supuesto desde nuestra más tierna edad en la escuela y
después en el liceo, aprendíamos que la conquista y los hechos de formación de
nuestra raza se encuentran aquí, y forjados acá. Esto nos da un orgullo regional, una
identidad fuerte, y nosotros nos sentimos parte de esos héroes que lucharon ahí, de
ambos bandos, que se mezclaron y formaron nuestra raza (…) así que hay un rasgo
que nace de la historia que es importante en nuestra identidad” (Clímaco Hermosilla,
profesor del Liceo de Cañete)
c) La identidad como persistencia de la tradición y lo popular:
Este soporte de la identidad nos narra un relato asociado con los pueblos originarios presentes
en la Región, conectándonos con sus tradiciones y la resignificación de sus prácticas y
memorias en contextos sociales altamente cambiantes. En ese sentido, la modernidad
entendida como el despliegue de una racionalidad y un proyecto social que promueve un
vértigo incesante de transformaciones en el espacio-tiempo que habitamos, genera profundos
impactos y desanclajes en las estructuras clásicas de la sociedad, pero también en la vida
cotidiana de los sujetos, sus identidades y las propias tradiciones que otorgan sentido y
orientación a amplios grupos y comunidades humanas. Sin embargo, los actores sociales no son
agentes pasivos frente a los embates que generan los procesos de crisis y desestabilización de
sus mundos simbólicos, pues son innumerables las dinámicas de apropiación por parte de los
sujetos que intentan pilotear colectivamente dichas transformaciones y redireccionarlas en su
propio beneficio. Un ejemplo claro de dicha situación se manifiesta en la persistencia y la
resistencia al olvido por parte de la cultura y la tradición de los pueblos originarios presentes en
la Región, entendiendo que dicha persistencia constituye un soporte de la identidad regional,
pues no se trata de una forma de vida “vernácula” que da la espalda a los procesos de cambio
desplegados por la modernidad, sino que intenta interpretarlos activamente, dialogar con ellos
y crear espacios regionales para su propia visibilización y reconocimiento:
122
“Pa’ nosotros ser pewenche es costumbre, no quiere uno que olvidemos el habla, por
ejemplo, hablar.” (Narciso Vita, comunero mapuche).
Lo propio se observa en el caso del mundo popular, con toda la perdurabilidad de sus
tradiciones y la creatividad que sus actores le imprimen a sus diferentes ritualizaciones y
producciones culturales, donde es posible observar una interesante fusión de espacios
temporales, contextos sociales y prácticas intersubjetivas, que van afirmando la presencia de un
carácter social y un pasaje cultural absolutamente actualizado y distinguible de otros territorios
y mundos simbólicos:
“yo creo que hay algo que ha perdurado a través del tiempo y que está muy vivo y que
es los temas de religiosidad popular, que están ajenos a cualquier iglesia, a cualquier
religión, están los temas de creencias, por ejemplo aquí en Concepción está lleno de
santiguadoras (…) indudablemente tiene sus raíces campesinas, también con elementos
mapuches, como las santiguadoras y que están, como digo, aquí en la ciudad. Yo creo
que lo referente a religiosidad popular, de creencia está bastante vivo (…) y en las
zonas campesinas también, aunque se han ido debilitando algunas fiestas como por
ejemplo la fiesta de la Cruz del Trigo. Pero hay zonas por ejemplo en la región del BioBio, en la zona por ejemplo de Yungay, donde esta fiesta, el pueblo ha pedido que ese
día se cierre el comercio, que no haya clases, porque toda la gente está en esa fiesta, y
eso está vivo, absolutamente vivo, entonces hay como cosas que están vivas, insisto,
pero están invisibilizadas aquí en la ciudad” (Patricia Chavaría, Artistas del Acero).
d) La identidad como el lugar del sujeto en el mundo productivo:
El trabajo se ha configurado históricamente en un espacio y una actividad que otorga profundos
sentidos de pertenencia y define –de una forma u otra– un lugar donde los sujetos se
encuentran unos con otros y se reconocen al interior de un quehacer compartido y de una
estructura productiva determinada. El trabajo en tanto actividad consustancial a la experiencia
humana permite transformar la naturaleza y darle forma a la cultura, conformando poderosos
lazos colectivos a través del tiempo, donde los sentimientos y las vivencias se trenzan para ir
formando identidades densas, históricas y populares, que han contribuido al desarrollo y al
progreso tanto económico como social de la Región.
“soy un dirigente que por lo menos ha llevado una vida intachable y con consecuencia
para defender a la clase” (Antonio Deij, ex presidente de la CUT, provincia de
Concepción).
No obstante lo anterior, también resulta innegable que la experiencia del trabajo ha tenido
importantes transformaciones al interior de la sociedad contemporánea, y por lo mismo hoy se
desestabiliza el rol tan significativo que tuvo en su momento en materia de construcción de
identidades colectivas y de proyectos de país de largo aliento y alcance.
“yo como trabajador tengo mi propia identidad que puede ser la raigambre, yo nazco
como persona, a lo mejor a diferencia que hoy día tiene quien busca el rol de
empresario… depende del nicho socioeconómico en la identidad que yo me doy” (Alex
Iturra, secretario general de la CUT regional).
“siempre se me sentí identificada como una mujer arriera por ser capaz de hacerlo, por
ser capaz de levantarme en la mañana, ensillar mi caballo, arreglar mis prensiones,
echar algo de choca que se llama y partir al campo; saber para qué lado giro el animal,
saber ver la huella, si vamos pa’ delante o si vamos pa’ tras, lo encontraba como tan
123
entretenido, buscar el tesoro perdido, porque si a usted le dicen que hay un tesoro lo
va a buscar hasta encontrarlo, entonces para mí eran los animales. Entonces mi papá
me decía “fuiste a la meseta”, “sí, si fui”; “encontraste huellas”, “sí, pero pasaron pal’
miel”. Entonces esas cosas a mí me entusiasmaban cuando niña, seguí creciendo con
esa inquietud; yo quiero ser la mujer arriera de la octava región. Y el ir a la cordillera
como arriera es porque no tengo quién más vaya, y a mí me gusta mucho, y si alguien
me dijera “yo voy por ti”, yo le diría: ¡no!, yo soy la arriera, y yo voy; si tú quieres me
acompañas, pero la titular de este trabajo soy yo” (Miriam Gatica, arriera de Antuco).
De este modo, se plantea que asistimos a un contexto de resignificación importante del trabajo,
sobre todo si se lo piensa al interior de las actuales transformaciones ligadas con la crisis del
modelo fordista-keynesiano, y el advenimiento de la flexibilización, la desproletarización y el
auge del trabajo precario. Pero sin duda este vector de construcción de identidad continúa
siendo un soporte sustantivo para la configuración de las identidades sociales, sobre todo si lo
piensa al interior de las experiencias territoriales y las dinámicas socio-productivas actuales,
donde ciertamente es posible dar cuenta de una multiplicidad de nuevos emprendimientos e
inteligencias colectivas que hoy se encuentran operando colaborativamente en el plano
territorial con el objeto de promover nuevas formas de desarrollo local y cultural:
“Es difícil que llegue la gran inversión, que se vaya a poner una fábrica, no, entonces,
hay que apoyar, hay ensayos de arándanos, que son cosas más o menos exóticas y que
tienen mercado, hay otras cosas que se están probando, entonces, ese campesino
pequeño que tiene tierra, incluso los mapuches que produzcan porque todo lo que se
produce se pueda vender, entonces todo esto es una cadena que no solamente se
pueda vender, sino, comercializar y el turismo, y el turista va a venir a aprovechar
(Faustino Villagra, secretario municipal
todas estas cosas como consumidor”
Contulmo).
5.3 Las identidades y su dimensión territorial
a) El territorio como espacio de visibilización de las identidades:
Partiendo de la base que la territorialidad constituye un componente básico de la identidad de
los sujetos sociales y que al mismo tiempo constituye un elemento compartido por todos los
grupos sociales, es posible plantear al territorio como una construcción socio-cultural a través
de la cual se expresa una diversidad de prácticas y relaciones sociales que conforman una
identidad colectiva. De ahí que la forma en que habitamos y ocupamos un espacio físico –como
por ejemplo un barrio– resulte determinante para la propia auto-percepción que desplieguen
los grupos sociales respecto de sí mismos, pues el territorio constituye una extensión de la
identidad, en tanto ésta se vuelca hacia los espacios para expresar su pertenencia y desarrollar
sus ritos de encuentro y convivencia cotidiana, sus memorias y apropiaciones económicas y
simbólicas.
“las identidades se van percibiendo en función de los espacio físicos, en función de las
actividades económicas, el Bío-Bío fue frontera” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa)
“El poblador es el que hace patria para mí, el poblador es el que se instala en la tierra,
como un árbol más empieza a crecer con ella, el poblador es el que crea mundo, él es
el que está en mejor contacto con la naturaleza” (Jorge Olave, poblador Agüita de la
Perdiz).
“Bueno, las poblaciones, por ejemplo, aquí hay barrios en Concepción, el barrio de la
Plaza Cruz que es uno de los barrios más antiguos de la ciudad, donde tengo gente
124
conocida que vive ahí en que se da una convivencia bien especial, porque son familias
antiguas, entonces también se da mucho los espacios de encuentro entre esas familias,
yo creo que hay ciertos sectores de la ciudad en que se da eso” (Patricia Chavaría,
Artistas del Acero)
b) El territorio como patrimonio natural y cultural:
En relación a la noción de patrimonio presente en los actores sociales entrevistados, surge la
asociación del territorio como un recurso y un bien simbólico compartido y valorado por los
habitantes de la región, donde se observa una riqueza endógena y una diversidad cultural
expresada en lo heterogéneo de su geografía física y humana, pero también en la densidad
histórica y en el espesor de sucesos y acontecimientos sociales protagonizados por distintos
grupos e identidades colectivas que dan forma a la región y sus territorios, y que han
configurado un ADN regional altamente peculiar y distinguible en el tiempo y el espacio
respecto de otras zonas y regiones del país. Este hecho contribuye a otorgar una buena dosis
de equilibrio con el ecosistema, seguridad y certidumbre a las identidades que pueblan la
Región:
“Me siento muy cómodo en la región del Bío-Bío, me gusta mucho la diversidad que
expresa de montaña a mar, me gusta mucho también el tremendo pasado histórico que
tiene en la historia de Chile en la conquista y en la independencia que se dio casi
exclusivamente en esta región, es un tremendo patrimonio que hay que valorar. Me
siento muy cómodo con la región como mi espacio y Concepción como mi lugar de
origen (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián).
“Somos identidades de un mismo pueblo que somos lo mapuche, es como tu cuerpo,
entonces no puedes destruir la naturaleza por ganas, no puede ser, por eso el
pensamiento es más del equilibrio, todo lo que uno ve es un elemento más de
nosotros” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa).
“Cuando estamos hablando de identidad estamos diciendo que es un nexo entre
nosotros, es parte de nuestras raíces que nos hace sentir partícipes de una historia (…)
y justamente los patrimonios históricos son eso. Cuando uno lee La Araucana uno se da
cuenta de que la gente que combate con los conquistadores se llaman Lautaro,
Caupolicán, Paicaví, Cayucupil, Elicura, Tucapel, y resulta que esos son los caciques que
combaten con los españoles y en sitios que rodean Cañete, entonces todo es historia
(…) y es una de las ocho más antiguas del país” (Clímaco Hermosilla, profesor del
Liceo de Cañete).
c) El territorio como la fuerza y la experiencia de lo local:
Resulta complejo asociar la noción y la experiencia del territorio cuando ésta es el resultado de
una decisión administrativa, o bien, cuando ésta obedece a criterios de planificación técnica,
donde el mundo de la vida, la cotidianidad y la cultura de los actores sociales es subsumida al
interior de racionalidades que desconocen la dimensión emocional y simbólica de la
territorialidad.
“En el caso de la región del Bío-Bío se trata de construir, la zona geográfica, de
personas, que en realidad no existe. Lo que han hecho nuestros gobernantes es tomar
provincias y unirlas con criterios que son muy discutibles (…) nosotros nos encontramos
que la Región del Bío Bío carece de identidad. En realidad la identidad aquí en esta
región está basada en ciudades, de hecho Chillán, Arauco, Concepción, Talcahuano,
cada una tiene una identidad en esta región. Pero fuera del Gran Concepción, nadie
piensa en la Región del Bío-Bío” (Claudio Lapostol, director CORBIOBIO).
125
De este modo, la interpelación más próxima que los actores realizan cuando se les plantea
la realidad territorial resulta ser la comuna, el barrio, las texturas de la experiencia local y
sus organizaciones comunitarias, la geografía humana y vecinal, el paisaje identitario
cotidiano, pero, en la medida que enfocamos el “zoom” hacia la dimensión regional, se
observa una significativa tendencia a la disolución relativa de las identidades.
“Gran parte de la semana soy poblador, me siento cómodo como vecino cuando me
saluda la gente, para mí es más que saludable, que los vecinos te saluden, incluso
como tío me siento bien” (Jorge Olave, poblador Agüita de la Perdiz).
5.4 Auto-percepciones colectivas y cambio cultural
a) Diversidad cultural: frontera y mestizaje cultural
En cuanto a las auto-percepciones colectivas, existe un nivel significativo y latente en los
discursos que tiende a representarse la región a partir de la noción de frontera, donde las
significaciones colectivas apuntan a diseñar un imaginario social de lo fronterizo a partir de la
idea de mezcla, intercambio y combinación de experiencias culturales, muchas veces no
exentas de fricciones y conflictos:
“El concepto frontera es muy amplio, frontera no es límite (…) es zona de intercambio,
como punto de encuentro, no como punto de división, por el intercambio racial,
cultural, económico, en muchos aspectos” (Armando Cartes, académico Universidad
San Sebastián).
“Concepción tiene otra característica que es muy importante, es la segunda zona
industrial de Chile y el hecho que haya industria crea una mentalidad totalmente
distinta (…) esa diversidad, pura frontera, mundos comunicantes con los mapuches,
puerto, universidad e industria eso hace un cóctel muy interesante” (Tomás Mosciatti,
periodista Radio Bío-Bío).
De esta manera, las identidades colectivas se construyen en la interrelación entre el espacio
geográfico y lo que hacen las personas en ese espacio, es decir, su actividad. Así, se va
enfatizando en el relato de los actores el papel de las actividades económicas como el uso del
río Bío-Bío como frontera, este último aspecto es resignificado y reconocido positivamente, lo
que implica representárselo no como un factor que segrega física y simbólicamente las
experiencias culturales diferentes, sino como una zona de intercambio y encuentro de la
diversidad.
A nivel local se señala que las características de las localidades son fuertemente influenciadas
por su geografía. Se destaca que Concepción es una ciudad que posee un equilibrio entre
espacios naturales y desarrollo cultural que otras ciudades no tienen, pues se caracterizan por
avanzar en uno de estos ámbitos y descuidar el otro. Además es una ciudad neurálgica del sur
del país y que articula la zona sur con el espacio metropolitano y que también posee en cierto
grado un desarrollo propio.
“(Concepción) también es una zona fronteriza en lo geográfico, lo natural, es una zona
de transición, no tiene la belleza abundante de los bosques del sur pero también tiene
espacios naturales y desarrollo cultural que producen el equilibrio adecuado. Si uno va a
ciudades como Valdivia hay mucha más naturaleza pero existe menos capital cultural, si
uno va a Santiago tiene más oportunidades pero no tiene el tiempo para aprovecharla
y tiene que renunciar a las ventajas naturales que tiene vivir en una ciudad, en una
región menos poblada y con más espacio. Concepción es un buen equilibrio entre
126
naturaleza y cultura por eso es una ciudad en la que es agradable vivir y está, a demás,
situada a una saludable distancia de Santiago y que tiene un desarrollo propio.”
(Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián).
Otro componente significativo en la configuración de identidades colectivas son los cruces
culturales que se han generado tras las sucesivas oleadas migratorias. De esta manera, los
procesos de mestizaje que se generaron entre indígenas y españoles, sumado a la llegada de
colonos extranjeros, fueron desatando procesos de hibridación cultural que promovieron una
especificidad socio-cultural en el territorio expresada en múltiples desencuentros, pero también
en colaboraciones mutuas.
“El proceso de emigración que se produjo durante el siglo XIX de familias chilenas hacia
la frontera por la expansión de la frontera agrícola para alimentar los mercados de
California y Australia, lleva muchas familias de Concepción y del centro hacia la
frontera. Ese legado de esfuerzo de migrantes y de colonos –porque la perspectiva
errada que existe sobre la ocupación del territorio es que llegaron a ocupar los campos
o llegaron a ocupar predios ajenos, cuando realmente lo que llegaron ellos es a hacer
los campos, a secar pantanos, a abrir caminos, a desbrozar el terreno, a cortar con
hacha y con sierra manual un árbol que puede demorar dos semanas en cortarse, no
como hoy día–, es fundamental, entonces esa labor heroica y además peligrosa, porque
en la frontera había mucha inestabilidad, había mucha violencia (…), ese proceso de
migración interna de familias chilenas, pero también de familias extranjeras, hay que
rescatarlo, o sea los italianos en Pastene están recién siendo rescatados hoy en día por
el tema gastronómico, pero hay mucho más que eso y hay casas que se han declarado
monumento nacional. El tema de los alemanes en Contulmo por suerte hoy se está
recogiendo, pero se recoge como lo anecdótico, falta estudiarlo con más cuidado como
lo han hecho en Valdivia, desde el aspecto genealógico, los aspectos sociales, las
relaciones fronterizas con los mapuches. Entonces todo el tema de la colonización de la
frontera es muy interesante estudiarlo, muchos no se meten porque el tema indígena
como que de alguna forma complica todo y hay gente que solamente les interesa el
tema indígena, se meten pero en realidad hay mucho más que contar ahí.” (Armando
Cartes, académico Universidad San Sebastián).
“Contulmo era exportador de frutas, los alemanes hicieron doble trabajo, exportaban
todo lo que era manufacturado, las tiendas que había en Contulmo en el tiempo de la
colonia, el siglo pasado, en 1920, 1930, la gente de toda la provincia venía a comprar
telas que ellos traían de Alemania, maquinaria, y Contulmo exportaba manzanas que
ellos rápidamente hicieron en los huertos y miel, eran grandes productores de miel”
(Faustino Villagra, secretario municipal Contulmo).
b) La fatiga de las identidades “clásicas”:
En las significaciones colectivas presentes en este componente surge la idea de que ciertas
identidades clásicas, “históricas”, se han tornado difusas en los contextos sociales actuales, sin
embargo esta idea se sostiene tras el avance de los profundos cambios tanto sociales como
estructurales que ha vivido la sociedad chilena durante los últimos 30 o 40 años. Lo anterior
alude al relevo de un modelo de desarrollo donde el Estado jugaba un rol protagónico en
materia económica y social, hacia un modelo donde las políticas y racionalidades de mercado
son las que entran a definir los principales parámetros del crecimiento y el progreso para
nuestras sociedades. Lo anterior se viene desplegando con un costo social importante, donde
los indicadores macro-económicos suelen comportase de manera bastante óptima en relación a
los indicadores más sensibles ligados con el desarrollo social y humano. Este proceso, muchas
veces denominado como “ajuste estructural”, ha implicado desindustrialización y fuertes
deterioros en las formas tradicionales de organización del trabajo, con una consecuente
desprotección social, flexibilización y precarización. Sumado a este dato, la fuerza de trabajo
tradicional viene experimentando un proceso creciente de desproletarización, pues son otros
127
sectores de la economía los que en la actualidad pilotean las dinámicas endógenas de
crecimiento, desarrollo y expansión. Lo anterior implica que las identidades socio-productivas
ligadas al mundo obrero han perdido un peso importante, pero no sólo desde el punto de vista
de su contingente cuantitativo, sino que también desde su propia auto-percepción y orgullo
colectivo.
“En esos tiempos el trabajador estaba en la palabra del presidente (Salvador Allende)
de este país que hacia un gran reconocimiento a todos los trabajadores, que son los
que aportaban la riqueza que había en este país (…) realmente nosotros no tenemos
identidad hoy día, porque somos débiles hoy día para poder presionar. Yo no puedo
concebir que haya una CUT con 450 mil afiliados, habiendo una fuerza de trabajo de 7
millones y medio” (Antonio Deij, ex presidente CUT, Concepción).
“lo que pasa es que el origen, la mayor parte de la población, la mayor parte de la
población es de la zona rural, pero actualmente la ruralidad, es poca, o sea, nada, no
recuerdo cual es exactamente el porcentaje de población rural pero hay bastante poco,
debe ser un 30% y ha ido disminuyendo harto, entonces un grupo tan pequeño como
que no puede constituirse como en lo representativo, porque es de una parte bien
reducida” (Tito Figueroa, profesor, Cabrero).
“el campo en gran medida se está muriendo, y se está muriendo no por la gente que
vive en el campo, el primer gran escollo del campo fue la forestación, yo he conocido
familias que las han rodeado de pinos y eucaliptos y han tenido que vender su campo
aunque no querían, ¿por qué?: el pino y el eucaliptos chupó toda el agua, y no tenían
cómo sobrevivir, y por el otro lado está el problema de la reconversión... que es la zona
aquí de Guarilihue, de los vinos, por ejemplo, la gente quiere defender sus viñas, sus
antiguos oficios, pero no.... no hay, no hay cómo, entonces la única reconversión es la
forestación, y eso indudablemente está matando el campo” (Patricia Chavaría, Artistas
del Acero).
c) Nuevas ruralidades regionales:
Este componente hace referencia a la persistencia y resignificación de la ruralidad en contextos
sociales y económicos altamente variables e inciertos. Se trata de zonas que han sido
consideradas tradicionalmente agrícolas, como por ejemplo la provincia de Ñuble, y que en la
actualidad sus actores han debido reinventarse y recombinar sus formas de vida tradicionales
con los imaginarios propios de la modernidad. Ello por medio de inteligencias colectivas y
territoriales que buscan apropiarse del ritmo, las tecnologías, las lógicas relacionales y de
intercambio socio-productivo imperantes en el actual contexto social, donde una economía de
carácter cultural se prefigura como una posible estrategia de desarrollo más sustentable desde
el punto de vista ambiental, social y humano. Sin embargo, esta resignificación de lo rural y sus
formas de vida debe competir –a veces con muchas desventajas– con el sector forestal
maderero.
“Seguimos siendo un territorio fundamentalmente agrícola, a pesar de eso tenemos una
fuerte presencia remolachera, seguimos teniendo el trigo, a pesar de que en el trigo
siempre vienen vaivenes tan fuertes (…), mira yo creo que potencialmente hay mucho,
pero creo que recién la gente está empezando a entender y a valorar lo que tiene, una
alternativa económica, se abre eso como turismo rural. Muchos ya lo han entendido y lo
están haciendo, pero yo creo que es un muy buen plus que tiene la provincia, porque
nosotros somos una zona agrícola, toda nuestra historia es ésa. Ahí es muy buena toda
la historia gastronómica, toda la historia mágica, mágica porque la vida rural es muy
mágica, de muchos cuentos, de muchas historias (…) es un mundo de una imaginería,
donde te encuentras con el diablo cada cinco minutos (…), donde están los milagros,
eso está muy presente en la ruralidad” (Patricia Orellana, periodista, Chillán).
128
“los cañetinos en este momento estamos viendo qué factor desarrollamos para producir
bienestar, y nos encontramos con que lo único que nos queda es el turismo… y
entonces los empresarios de Cañete han hecho mucha inversiones en turismo, en
cabañas, en restoranes, etc. y está llegando mucho turista a Cañete, pero además
vienen muchos turistas interesados en esta parte histórica, entonces por eso yo digo
que el turismo geográfico se puede complementar con el desarrollo de un turismo
histórico o cultural, y en eso debería haber preocupación de las autoridades en
desarrollar este turismo porque yo creo que es importante, nosotros podemos lograr
que gente que viene de cualquier punto del país o que viene del extranjero se gaste
tres o cuatro días en Cañete, porque tenemos muchas cosas que mostrarle” (Clímaco
Hermosilla, profesor del Liceo de Cañete).
“Yo diría que la tendencia es a consumir productos más naturales y un poco la
tendencia a la producción orgánica, que es una de las ventajas que tendríamos
nosotros como pequeños agricultores. Es una ventaja porque podemos hacer las cosas
de forma más manual y más directamente el producto y no lo que ocurre con las
empresas grandes que lo hacen con maquinarias, entonces en la medida en que
nosotros podamos hacer las cosas más directas se pueden manejar mejor esos
factores. Entonces creo que es una ventaja, pensando igual en el tema del turismo,
para mantener los campos más limpios, más naturales” (Fabián Mora, viñatero,
Coelemu).
d) El espacio local como reconfigurador de lo identitario:
En un contexto histórico y social donde predomina la sociedad del conocimiento y la
información, preferentemente asociada con los procesos de globalización de la cultura y su
consecuente vorágine desterritorializadora, resurge con fuerza la experiencia y los sentidos
vinculados con las realidades locales. Pues, en un intento de refugiarse de dichos embates y
avatares sociales a veces ingobernables, los sujetos sociales recurren a lo más próximo para
logar mapear la incertidumbre asociada con las transformaciones antes descritas, y lo primero
que tienen a su alcance resulta ser: su memoria colectiva, sus recuerdos comunitarios, su
paisaje humano cotidiano, los usos sociales de los espacios y, por cierto, su territorialidad. Eso
que podría representar su brújula para aquilatar el vértigo de los cambios tecnológicos y la
redefinición de los imaginarios sociales.
Este retorno a lo local no necesariamente implica un retraimiento, sino una fase necesaria en
los actores sociales que luego les permita redituarse en una realidad más dinámica, compleja y
definitivamente translocal. De ahí que los modos de vida expresados capilarmente en y desde
los territorios locales constituyen el sedimento más espeso y significativo para el despliegue de
nuevas afirmaciones colectivas y prácticas sociales distintivas en el espacio-tiempo
contemporáneo. Lo anterior se asocia con una incipiente dinámica de autonomización de las
localidades y los actores que las habitan, promoviendo un cierto rechazo a los tutelajes
tradicionales procedentes del aparato público, lo que a su vez se puede traducir en la activación
de los procesos de descentralización en los intercambios y flujos ciudadanos. Este fenómeno se
hace patente en la Región tanto en el nivel comunal como en el nivel de la denominada
provincia; no obstante lo anterior, también es posible observar fuertes procesos de migración y
“éxodo” de algunos grupos sociales, que comienzan a salir de sus comunidades originarias en
busca de mejores oportunidades laborales y de educación. Proceso que genera en el nivel local
una doble aceleración, donde se combina lo centrípeto y con lo centrífugo, particularmente en
marco de las generaciones más jóvenes:
“desde que tengo uso de memoria que vivo en Talcahuano, y me gusta Talcahuano,
estudié en el colegio Talcahuano toda la etapa escolar, desde Kinder hasta Cuarto
Medio, y pasé luego a la Universidad de Concepción, estudié solamente un semestre,
ahora estoy (…) sacando mi carrera de técnico universitario en electrónica, a pesar de
que nací en Concepción (…) siempre de Talcahuano, siempre lo he defendido y siempre
lo voy a defender, siempre que me preguntan de donde soy, yo soy de Talcahuano. O
129
sea nunca voy a decir que soy penquista por haber nacido allá, o sea siempre voy a ser
de Talcahuano, porque uno es hijo de la ciudad que le da de comer” (Ramiro Ramírez,
cultura hip-hop, Talcahuano).
En el caso de Ñuble, es reconocida por su carácter agrícola, esto mismo ha contribuido a que
las familias antiguas tengan que permanecer en estas tierras y, por lo tanto, se expresa a
través de la fuerza de una identidad más profunda ligada a la tierra y sus tradiciones, la
identidad como raíces:
“Hay mucha identidad en la zona de Ñuble, creo que en Itata se presenta, por el
carácter agrícola, una mayor continuidad histórica de las antiguas familias y las
antiguas tradiciones y el presente. Se nota menos la migración o el cambio que en la
zona de Concepción que por ser una zona más industrial hay menos familias antiguas,
hay menos historia. Chillán para mí es la zona que lejos tiene más identidad, por lo
mismo hay más riqueza cultural y hay mayor deseo de promoverlo” (Armando Cartes,
académico Universidad San Sebastián).
Por su parte, es posible ir reconociendo la fuerza y las actuales tensiones a las cuales se ven
expuestos los modos de vida campesinos y las ruralidades tradicionales:
“Fíjate que la vida del valle del Itata es muy rica, como no son grandes predios, son
pequeñas, fundamentalmente pequeñas propiedades, las hay mayores también,
menores tal vez que en otros sectores, permite un modo de vida, generó un modo de
vida muy rico, muy patrimonial por así decírtelo (…) con usos y costumbres
maravillosas. Mucha vida comunitaria, la gente se comunicaba mucho a caballo, en
carretela y tenía un leguaje en común que era muy lindo en cuanto a costumbres, ahí
están todos los usos, de comidas, ¿no es cierto?; los afectos, y cuando la gente se tiene
que ir: ¿qué pasa?, una generación se va, salta a la ciudad, se acaba el pedazo de
tierra (…) y se produce ahí la desmemorización, porque se cortan los cables” (Patricia
Orellana, periodista, Chillán).
“eso está siendo crítico, ese es un asunto que está repercutiendo en el tema agrícola,
porque están quedando puros viejos y los viejos no quieren innovar, quieren hacer lo
mismo, entonces cuando tú antes me preguntabas ¿que va a pasar con el tema
vitivinícola?, obviamente va a morir, porque no hay gente de recambio, entonces la
gente que se va a estudiar, por ejemplo otras carreras que no son del tema agrícola, no
tienen ninguna posibilidad de volver. La gente que está relacionada con el tema
agrícola podría quedarse, pero no, o sea no hay fuentes de trabajo, (…), entonces qué
posibilidades tienes de quedarte; la migración es muy potente, los jóvenes se van y no
vuelven, por ejemplo nosotros pretendemos hacer cursos de algunas cosas innovadoras
para gente joven y nos encontramos que no hay agricultores jóvenes” (Fabián Mora,
viñatero, Coelemu).
En relación a la provincia de Arauco se afirma que la identidad mapuche es una de las más
potentes en la zona, la cual se relaciona con otras culturas que convergen como la alemana,
pese a la recurrente persistencia del conflicto cultural en la zona:
“Yo creo que los que tienen una identidad más interesante, son los que están en la
provincia de Arauco. Yo le diría que del sur de Lota hasta Tirúa, ellos han construido
una identidad basada en la diferencia, Contulmo es un poquito de eso, alemanes. Tirúa,
es un pueblito indígena. Pero han salido culturas, yo creo que lo que ha fallado
lamentablemente ahí, es construir buenas vías de comunicación; sin buenas vías de
comunicación es imposible pensar en progreso, pensar en integración. Y yo creo que los
que están ejerciendo violencia ahí, son pocos.” (Claudio Lapostol, director CORBIOBIO).
130
En la zona más bien costera de Tomé, Talcahuano, Lota, etc. se hace referencia a una
identidad más industrial y pesquera. Se crea así la cultura local de las caletas. Otras zonas son
Mulchén y sus alrededores, donde destaca la cultura del trigo y el comercio.
“La identidad industrial en toda la zona que se proyecta desde Lota hasta Tomé,
incluyendo a Talcahuano, la identidad pesquera que va desde la pesca artesanal hasta
la gran industria pesquera que generan la cultura de las caletas que la gente reconoce
como un gran valor en Chiloé pero no reconoce aquí en Concepción (…) La zona de
Mulchén está toda la cultura del trigo que habría que escribir una macro historia del
sector vinculando las corrientes de comercio que mencioné, no aisladamente. Es muy
importante la zona de Mulchén, Nacimiento, Negrete por el tema de la pacificación de la
Araucanía.” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián).
“Todo lo que tiene el pasado, político, obrero, sindical y cultural de Lota. Donde
además, se tiende a encasillar a Lota desde una sola óptica en términos de identidad, y
Lota tiene por decir lo menos, tres identidades distintas y marcadas en mismo territorio.
Una identidad ligada a la cultura minera, que es la más conocida; una identidad ligada
especifícamente a la caleta de Lota y la actividad marítima y/o costera; y una tercera
vertiente, que es la comercial” (Luis Aguirre, director Consejo de la Cultura, Región del
Bío-Bío).
Ahora, las significaciones colectivas en Concepción se vinculan al “ser penquista”, cuyo “ser” se
relaciona con las características que esta ciudad posee y que genera reconocimientos
colectivos. Tanto la universidad como generadora de cultura, como la actividad productiva
industrial, los barrios y la presencia de mapuches empujan las significaciones colectivas
referidas a esta ciudad hacia el horizonte de la diversidad cultural y la mezcla entre distintos
grupos sociales, aun cuando persiste un imaginario social que la liga con lo provinciano, con un
ethos ascético y puritano (en el sentido weberiano), que se resiste a lo múltiple, a lo diferente,
a la fuerza de la otredad cultural:
“Concepción es el lugar donde me he movido naturalmente todo el tiempo, creo que es
una ciudad muy entretenida y todo, pero que todavía es muy provinciana (…), cuando
me refiero provinciana en términos de clase, es muy clasista (…), todavía reproduce ese
esquema, pese a que es una ciudad de obreros mayoritariamente, cuando se funda,
cuándo se forja en los años 50 es una ciudad básicamente de obreros y de estudiantes
también, pero creo que es una ciudad clasista. Creo que la región es super rica en
términos de la diversidad. Igual ahí va asociado el tema productivo, al tema cultural, la
cultura campesina, de pescadores (…) Hay una cosa que yo si diferencio del rollo de
Concepción que por suerte no es tan marcado como en Santiago, el tema de que
todavía esta ciudad logra convivir, o sea éste se supone que es un barrio como medio
cuico pero tu cruzas la calle para allá y ya es popular (…) o sea, eso todavía Conce lo
tiene, entiendes (…) no es de plaza Italia para arriba. Conce tiene eso todavía, logra
tener ese cruce entre sectores, o sea la segregación no es tan violenta” (José Burdiles,
Centro Cultural Balmaceda).
Por otra parte, en Talcahuano es posible observar la existencia de una cultura local asociada
con lo marítimo, que ciertamente se relaciona con el aspecto geográfico de esta zona,
Talcahuano está rodeada de mar, y la mayor cantidad de fuentes laborales se relacionan con
este recurso y paisaje. Sin embargo, también se plantea que Talcahuano ha ido perdiendo
identidad tras el éxodo continuo de sus habitantes en búsqueda de mejores oportunidades
laborales, surgiendo un sentimiento de incertidumbre que tiende a ser crónico en sus tonos y
expresiones:
“Es como complicado que a alguien de Talcahuano no le guste el mar (…) más allá de
los olores y todo el cuento, el mar siempre ha sido como una atracción acá en
Talcahuano, porque aparte de que hay hartas playas, Talcahuano completo está casi
131
rodeado de mar (…) Talcahuano lo veo como un pueblo, se podría decir, bastante
perdido, ya no va a ser el Talcahuano que era antes, un Talcahuano lleno de vida, lleno
de gente con esperanzas, sino que cada vez la gente está arrancando de Talcahuano, o
sea Talcahuano va a pasar a ser en poco tiempo más una ciudad de dormitorio, se
podría decir, o sea no va a haber gran producción en Talcahuano, sino que gente que
va a salir a trabajar a otros lados. A menos que se empiecen a desarrollar otro
desarrollo económico aparte del pesquero, porque hasta el momento ése era el que
sostenía Talcahuano, pero también se han ido cerrando hartas pesqueras” (Ramiro
Ramírez, cultura hip-hop, Talcahuano).
e) Reconocimiento y afirmación de lo mapuche:
En la actualidad existe un poderoso sentimiento de auto-afirmación de la cultura mapuche, pero
también un fuerte reconocimiento y valoración por parte de la ciudadanía en general. En ese
sentido, se reivindica la experiencia vital con toda su complejidad, esto es, una forma de vida
asociada a prácticas y ritos inmemoriales, y a una cosmovisión en completa interdependencia y
ensamble con la biodiversidad del territorio. En definitiva, todo un patrimonio expresado al
interior de comunidades que hunden y despliegan su experiencia vital en y con el territorio, su
geografía, su entorno:
“Nosotros hoy en día apelamos en definitiva a la vida y de ello apelamos que la vida
existe en un espacio en un entorno y eso es lo que nos permitirá seguir existiendo, de
lo contrario, si no existen esas condiciones y no estamos claros de lo que queremos
vivir, no vamos a tener los espacios necesarios” (Iván Carilao, dirigente Identidad
Territorial Lafquenche).
A su vez se puede percibir la legitimación de esta identidad mapuche por parte de distintos
actores sociales con presencia regional, particularmente actores sociales con los cuales existen
alianzas y fuertes lazos de solidaridad con las actuales demandas del mundo mapuche. Aspecto
que también se ve reflejado en la percepción de riqueza que le imprime la presencia de la
cultura mapuche al universo regional, pues se destaca el valor de la diversidad cultural, la
inclusión, el respeto y la promoción de la diferencia cultural en el territorio regional:
“Somos una región cultural fuerte que sí está un poco diluida pero seguimos siendo… lo
que más me identifica… una región también muy adosada al ámbito cultural (…) los
indígenas, nuestras raíces de la provincia de Arauco, o sea, yo creo que eso es lo que le
da un sinsabor diferente a nuestra región, la hace diferente de otras regiones” (Alex
Iturra, secretario general de la CUT regional)
“Se está viendo que lo está haciendo también el pueblo mapuche, hay ferias que hacen,
ellos muestran lo que son, su cultura… y yo creo que eso también es muy bueno, que
ellos puedan… parte del rescate que ellos hacen, dicen, el rescatar su cultura y sus
costumbres eh, pasa por el hecho de poder mostrarlas ¿ah? Hay gente que es muy
reacia a mostrar lo que ellos hacen, pero en realidad hay otra gente que cree que el
rescatarlo es poder mostrarlo (…) En ese sentido, probablemente la gente del Valle de
Elicura, cerca de Contulmo, está haciendo las cosas desde hace más tiempo y ha sabido
desarrollar su tema de una manera algo diferente a como lo han hecho las
comunidades alrededor del lago Lleu-Lleu probablemente o más al sur de Tirúa…”
(Paulo Burgos, empresario agrícola).
132
f) Identidades emergentes en la región:
Este componente expresa el surgimiento de un conjunto de nuevas sociabilidades y modos de
vida asociados principalmente a contextos urbanos y a ciertos grupos sociales vinculados
preferentemente con jóvenes: sus consumos culturales, sus lógicas organizacionales, sus
producciones culturales, expresiones y diversas maneras de apropiación espacial y construcción
de territorialidad, que hoy van marcando una presencia significativa en el marco de las distintas
comunas de nuestra Región. Lo anterior se materializa en el horizonte de una sociedad
globalizada, es decir, fuertemente orientada hacia la comunicación, abierta a las experiencias
culturales transterritoriales, y donde el fenómeno de la diferenciación social se hace cada vez
más creciente y vertiginoso, llegando a constituirse casi en una necesidad primordial para la
construcción de identidades.
Por su parte, las identidades emergentes apuntan a visualizar –tal cual lo señala el PNUD 2000–
una presencia y una sociabilidad de reciente data en los espacios de la Región, pues carecen de
una sedimentación histórica asociada con actores o procesos sociales emblemáticos y de
inscripción territorial. No obstante lo anterior, muchas de estas sociabilidades poseen una
conexión significativa con movimientos sociales cuya presencia comenzó a desplegarse en los
años ’60 en nuestras sociedades. Así, podemos observar que se caracterizan por ser identidades
preferentemente urbanas y con una fuerte presencia translocal; aunque su expresión material y
simbólica se encuentra fuertemente especializada y localizada; privilegian las relaciones e
interacciones cara a cara; se apropian fuertemente de las nuevas tecnologías de la
comunicación y la información; poseen espacios y circuitos urbanos de encuentro; construyen
un lenguaje compartido; tienen un consumo cultural altamente definido y una estética que los
diferencia de las convenciones impuestas en este ámbito.
De este modo, es posible reconocer expresiones emergentes asociadas con colectivos de
jóvenes que construyen su identidad a partir de la práctica cultural del hip-hop, donde la
presencia del graffiti y el rap suelen ser importantes en la Región, o bien, de la práctica cultural
y postdeportiva del skater, o bien, el mundo de los diversos estilos musicales, de fuerte
presencia en Concepción, como por ejemplo: la práctica de la cueca “brava”, o el rock y la
diversidad de bandas que adscriben a dicho estilo, entre otros.
“de grupos musicales está lleno de gente que hace música, por ejemplo jóvenes, eso es
muy notable está lleno de conjuntos una cosa muy, muy notable en Concepción”
(Tomás Mosciatti, periodista Radio Bío-Bío).
“Bueno si a mí me preguntan qué soy, aparte de mencionar la carrera que uno estudió,
uno siempre menciona que uno es skater, porque no es lo mismo que tú le preguntes a
un chico que practica fútbol que es un deporte tradicional, porque lo hace como un
hobbie; entonces, si le preguntan qué hace, qué es, difícil que diga soy futbolista,
porque aquí el que se clasifica como futbolista es el futbolista profesional, pero en el
caso del skate, yo creo que va más allá, yo creo que es una cosa más cultural, más
urbana, más propia, entonces. Al final pasa a ser parte de uno y al final es un estilo de
vida” (Felipe Opazo, skater, Concepción).
En el caso de los jóvenes que adhieren a la cultura skater en la Región, es posible observar que
muchos se reconocen como una gran familia, donde se tienden a desarrollar relaciones de
proximidad y solidaridad por el hecho de participar dentro de este estilo de vida. Al mismo
tiempo los jóvenes plantean que se trata de una práctica que muchas veces desata ciertos
prejuicios por quienes se encuentran fuera de sus fronteras grupales e identitarias. A pesar de
ello, se observa que es una identidad que cuenta con una plataforma organizacional interesante
a través de la cual articula sus demandas concretas y específicas, sumado a sus iniciativas
futuras y proyecciones para logar consolidarse y fortalecerse a nivel comunal y regional.
“Es una familia prácticamente, cuando por ejemplo, yo he visto en campeonatos, si a
un chico se le quiebra la tabla, salen como tres tablas, usa la mía, todos así en
133
constante unidad, no hay como grupos que se odian a muerte, no” (Benito Ibacache,
skater, Concepción).
“Bueno el año 2003 recién se fundó el club de Skate Conce Style, después de muchos
años de poder tratar de manifestarle a la Municipalidad de acá en Concepción que
necesitábamos un lugar para poder andar en skate, porque nosotros andamos en skate
en la calle, y nos topamos con la gente y la gente varias veces nos mira de otra manera
y además que acá en Concepción la gente es muy prejuiciosa, porque te vistes de tal
manera eres delincuente, drogadicto o alcohólico o etc., entonces te generalizan en
muchas cosas. Pero como te digo, en el 2003 creamos el club con esa necesidad, de
poder darnos a conocer y comenzar a hacer actividades con la Municipalidad, para
poder lograr la pista pública. Y bueno en todo esto hoy en día vamos viento en popa y
ya el próximo año vamos a contar con dos pistas aquí en Concepción” (Felipe Opazo,
skater, Concepción).
Por otra parte, resulta significativo que el mundo skater posea una auto-representación de su
identidad a partir de la noción de transversalidad, pues estos grupos plantean que el skater es
un deporte interclasista, donde su práctica no excluiría a jóvenes procedentes de estratos socioeconómicos pobres, pues resulta ser una práctica amplia, inclusiva y fraternal. Por su parte,
esta transversalidad también se manifestaría en el orden de los territorios y las comunas, donde
se puede observar una significativa presencia en las comunas de Concepción, San Pedro,
Chillán, los Ángeles, Tomé, entre otras. Fenómeno que también es posible observar en el
mundo hip-hop de la Región:
“Yo creo que el skate es un deporte transversal, cruza de arriba hacia abajo, yo he visto
gente bien humilde y gente, pucha, súper pudiente que comparten y se juntan por el
skate que quizás en otras circunstancias, o en otra actividad con gente de ese mismo
nivel socioeconómico no se ven, pero con el skate sí se da el tema de la fraternidad. Yo
que he viajado harto, que he estado en Europa, Sudamérica en hartos países me he
dado cuenta de eso, uno se encuentra con otro skater y al tiro a conversar…” (Felipe
Opazo - Benito Ibacache, skater, Concepción).
“nosotros pasamos por casi todas las áreas del hip hop, casi todas las ramas, o sea,
aparte de hacer música nosotros graffiteábamos, también un tiempo tratábamos de
bailar pero nos dimos cuenta que no teníamos muchos dotes, era bastante complicado,
(…) nosotros desde que empezamos en el hip hop empezamos a conocer harta gente,
(…) igual estudiábamos hip hop, o sea aprendíamos historia y la gente nos conocía
harto (…) también organizábamos hartas tocatas entre yo y mis amigos, y empezamos
a hacer temas con gente de otros lados, gente de Argentina, gente de España, gente
de aquí mismo de Chile de distintas zonas y siempre también harto contacto con la
gente Disc Jockey (DJ), con la gente que bailaba, los demás graffiteros, siempre
tuvimos harta, harta relación en el mundo hip hop, nos metimos pero con tutti se
podría decir” (Ramiro Ramirez, cultura hip hop, Talcahuano).
134
5.5 Ritos festivos como espacios de encuentro regional
Una práctica altamente valorada por las identidades territoriales en el marco de sus propios
espacios y tiempos específicos, lo conforman las denominadas festividades populares. Estas
festividades constituyen expresiones de diversas identidades locales, donde la música, la
gastronomía, los intercambios, la religiosidad, las ferias, la producción simbólica, cumplen un rol
ritual que reafirma las pertenencias, los reconocimientos mutuos y los sentidos colectivos:
“hoy día tú vas a Contulmo y la ciudad entera esta embanderada con la bandera chilena
y la alemana una al lado de la otra (…) y ellos han sabido conservar, ellos hacen su
fiesta alemana, hacen la fiesta de la colonización, en verano tienen todo el tema
musical, la música clásica la han desarrollado muy bien, están las semanas musicales
(…) lo están haciendo también el pueblo mapuche, hay ferias que hacen, ellos
muestran lo que son, su cultura (…) sus costumbres” (Paulo Burgos, empresario
agrícola).
Una de las prácticas que re-surgen con fuerza en este marco es la fiesta tradicional, susceptible
de ser visibilizada en una diversidad de versiones que van desde la fiesta de la Challa o la Cruz
de Mayo, el día del Patrimonio, el Cabildo Cultural, San Pedro y San Pablo, entre otras. Lo
anterior implica una dialéctica e influencia mutua, pues, al verse fortalecida una práctica
tradicional que le da sentido y vitalidad al territorio, se promueve el componente simbólico y
material de toda identidad, creando nuevos recursos económicos para el desarrollo local y
territorial, re-novando las pertenencias comunitarias, los espacios de intercambio y encuentro
en el nivel regional, y la construcción de un nosotros y un imaginario social potente y
sustentable en el tiempo y el espacio.
“Este año empezamos con la recuperación de las tradiciones, celebramos el 2 de
febrero la Fiesta de la Challa, después fue la Cruz de Mayo, después vino el Día del
Patrimonio, después vino un Cabildo Cultural que se hizo en el Departamento de
Cultura donde se juntaron a todos los artistas de la comuna y hubieron como
doscientos y tantos de todas las áreas, después se celebró el Día de San Pedro y San
Pablo. Los otros eventos son los eventos de cueca, hubo un Comunal de Cueca
lugareña y huasa; y ahora el dieciocho está el Provincial de Cueca; después de eso
vienen las Fiestas Patrias, después viene el aniversario de la comuna que es en octubre
y en el verano viene la Fiesta de la Primavera, a grandes rasgos es lo que se celebra en
la comuna. Pero, por ejemplo, no se celebra el día del minero, el día de Baldomero
Lillo, cuando murió, lo único que se hace es ir a dejar un arreglo floral al cementerio
pero no se hace ninguna celebración simbólica, no sé si este año se irá a hacer algo así,
porque hasta el año pasado la Challa se celebraba en algunas poblaciones, todavía
quedaba, pero ahora se hizo a nivel comunal” (...).
“La misma gente me decía, se acordaba: –cuando yo era chico, yo hacía esto, yo salía
en la cruz, íbamos donde el vecino. A la gente les gustó que se recuperaran esas
tradiciones y la misma gente te decía: –ojala se haga el otro año y que siga haciendo”
(Jacqueline Delgado, mujer lotina).
“Sin el santo nos morimos, aquí no hay nada más, Yumbel es San Sebastián y San
Sebastián es Yumbel, son una sola cosa, nos llegan a sacar el santo como querían,
Yumbel se muere, como pueblo muere, porque no habría otra fuente laboral, no habría
otro ingreso para mucha gente, y la gente no vendría, porque el 90% de la gente que
viene a Yumbel, viene por San Sebastián, San Sebastián es lo más importante que tiene
este pueblo (…) el 20 de marzo, te llega todo lo que es el huaso, ya con la plata de las
cosechas, ya una vez que se ha desocupado de esas cosas, baja el huaso a Yumbel, y
ahí sí que se ve plata. Lo que es comercio, les va todos mejor, veinte de marzo, en
sentido comercial, es mucho mejor, yo creo que pa´ la iglesia igual, al comerciante aquí
135
le va bien, mucho mejor en marzo que en enero, en ese sentido (…) San Sebastián no
va a morir nunca, va a ser una especie de Tirana, más adelante, va a tener un pueblo
que va a llenarse de vida solamente para las festividades” (Nancy, Yumbel).
5.6 PRINCIPALES CONTENIDOS DISCURSIVOS
Los hallazgos básicos de este capítulo nos permiten describir e identificar algunos elementos
claves ligados a los principales contenidos discursivos y rasgos que definirían –preliminarmente–
el imaginario social sobre las identidades en la Región del Bío-Bío. Y al mismo tiempo avanzar
en la visibilización de los principales espacios de encuentro y convivencia regional. Esto último
tanto en un nivel material (territorios) como discursivo (consenso).
1) La noción de identidad aparece fuertemente vinculada a la idea de pertenencia, es decir, el
pertenecer o formar parte de una totalidad. Esta pertenencia supone en la mayoría de los
discursos el formar parte de una historia común, una memoria colectiva, o bien, el formar parte
de un grupo humano o una comunidad de personas con características e intereses compartidos.
También esta pertenencia remite a una geografía o un paisaje cultural determinado, y por lo
mismo a un territorio que contiene y es simultáneamente una extensión de la identidad, como
por ejemplo una comuna, un barrio o una caleta.
En suma, la identidad se dibuja en el imaginario social de los entrevistados como una
construcción colectiva e históricamente situada, una potencia multidimensional que atraviesa
transversalmente la experiencia humana, un proyecto abierto a las redefiniciones permanentes
en el tiempo y el espacio, y finalmente un recurso simbólico por medio del cual los actores
sociales pueden pilotear las fuerzas materiales en su propio beneficio y desarrollo.
2) Es posible identificar y describir en el relato de los actores al menos cuatro soportes por
medio de los cuales se sustenta y alimenta la identidad en la Región del Bío-Bío. Éstos son: lo
geográfico, lo histórico, la herencia cultural y popular, y lo socio-productivo.
•
Lo geográfico aparece fuertemente marcado por un paisaje regional donde los
elementos naturales se van integrando de algún modo con la experiencia cultural y la
construcción social y participativa del territorio. En ese sentido, la geografía, definida
por la diversidad del paisaje, los relieves, los bosques, los ríos, el mar, el campo,
promueven afectos colectivos y sentimientos de arraigo que se traducen muchas veces
en sensaciones de seguridad y equilibrio que refuerzan nuestro lugar y posición en el
mundo.
•
En relación al soporte histórico, se observa un importante consenso respecto a la
densidad histórica presente en la región, es decir, los actores reconocen una conjunto
de hitos históricos y acontecimientos sociales inscritos en el contexto regional, que van
tejiendo una memoria colectiva que narra una experiencia de autonomía e
independencia, de república temprana, de cruce y tensiones interculturales, de épicas
industrializadoras y desarrollistas, etc. Lo que se traduce en sentimiento de orgullo
colectivo y diferenciación frente a otros.
•
Por su parte, destaca como otro soporte de la identidad regional la presencia
permanente e inmanente –por lo menos en el inconsciente colectivo– de la herencia
cultural forjada por el mundo mapuche y la cultura popular. Aspectos que no sólo se
pueden observar en la resistencia cultural desplegada por los pueblos originarios frente
a las prácticas históricas de “pacificación” y olvido, sino que también por medio de los
diversos procesos de resignificación, apropiación y fusión cultural que permiten
actualizar las identidades en los nuevos contextos sociales y territoriales abiertos por la
modernidad reflexiva y la globalización.
136
•
Por último, se observa el soporte vinculado con el mundo socio-productivo, es decir, el
trabajo como configurador de las identidades y el quehacer de los territorios. Desde
este punto de vista destaca el vector de la industrialización en la región como una
matriz para la producción de identidades colectivas, pero que también define las lógicas
y dinámicas territoriales. De ahí la importancia jugada en la región por la cultura
minera, o bien, por la cultura obrera y asalariada, de donde se desprende una
mentalidad colectiva, un ethos cultural y una serie de otras expresiones ligadas a
organizaciones sociales y proyectos históricos que alimentaron los sentimientos de
pertenencia y la adhesión a un estilo de desarrollo. Al mismo tiempo es posible dar
cuenta de algunos elementos que muestran el impacto y las consecuencias que ha
tenido el declive del modelo industrializador clásico sobre el mundo del trabajo y sus
identidades territoriales, y su inicial reacomodo por medio de una nueva economía
radicalmente más abierta y centrada en la oferta de servicios.
3) Es posible advertir –a partir del relato de los actores– que el territorio aparece fuertemente
definido como un componente socio-afectivo de la identidad, al mismo tiempo se lo visualiza
como un recurso concreto por medio del cual es posible concebir y materializar diversas formas
de desarrollo cultural y económico. Pero, sobre todo, la significación que posee mayor potencia
en el relato de los entrevistados se refiere a la representa del territorio como el espacio
privilegiado de lo local. Lo anterior implica que en la medida que se intenta indagar y sondear
en nivel regional o provincial de la territorialidad, ésta tiende a diluirse significativamente;
mientras que la escala que activa su valoración discursiva y afectiva se encuentra asociada
fundamentalmente con los espacios de la cotidianidad, es decir: la comuna, el barrio, el sector
o la zona geográfica de mayor proximidad corporal y por tanto biográfica y emocional.
4) Auto-percepciones colectivas y cambio cultural
Los principales hallazgos presentes en esta sección se vinculan con la identificación y
descripciones de los principales cambios culturales experimentados en la sociedad
contemporánea, y cómo éstos han impactado la esfera de las identidades sociales y su
dimensión territorial. Pero al mismo tiempo se reconocen las dinámicas de apropiación de estos
cambios por parte de los actores sociales y el mundo de la vida cotidiana, donde es posible
observar nuevos elementos de consenso discursivo y convivencia colectiva.
•
Diversidad cultural: frontera y mestizaje cultural. En este tópico es posible identificar un
consenso respecto a la importancia que jugó el procesos de colonización y migración
interna de familias chilenas a la denominada zona fronteriza, donde también es posible
identificar la contribución que hacen los colonos extranjeros en la región, generando un
espacio de encuentro intercultural, intercambio e influencia mutua que muchas veces
ha sido invisibilizado o subsumido dentro de otros temas por la historia oficial. Se
advierte la necesidad de revalorarlo y promover su desarrollo como parte de un
patrimonio material e inmaterial importante para la región. En ese sentido, es relevante
reconocer que en la actualidad existe un renovado interés por parte de diversos actores
sociales de potenciar los territorios con ese valor agregado definido por el cruce y el
mestizaje cultural entre elementos mapuches, criollos y extranjeros.
•
La fatiga de las identidades clásicas. Este componente está referido al “impacto” de los
procesos de desindustrialización en el nivel regional, explorando en las resignificaciones
del trabajo a partir de las auto-percepciones de los propios actores inscritos al interior
de estas transformaciones socio-productivas. Los principales hallazgos apuntan a
evaluar una perdida importante en el contingente obrero ligado a la gran industria,
fenómeno que también se puede ir verificando al interior de las lógicas productivas
tradicionales ligadas al campo; pero sobre todo es posible testear en las autopercepciones un sentimiento de pérdida del orgullo que caracterizó históricamente a las
identidades obreras, aspecto central al momento de repensar las identidades al interior
de este campo socio-productivo. Por su parte, también se observa que algunas de las
137
iniciativas de reconversión socio-productiva si bien han mostrado logros importantes,
desde otro punto de vista, se comprueba cómo estas iniciativas han radicalizado el
declive y desestabilización en la región de las llamadas identidades clásicas o históricas
vinculadas a la matriz industrial.
•
Nuevas ruralidades regionales. Aquí los hallazgos más significativos identificados en la
percepción de los actores tienden a diagnosticar un importante proceso de
transformación de la ruralidad tradicional y sus formas de vida. En ese sentido, se
valora todo el potencial y la herencia desarrollada, transmitida y contenida por el
mundo rural, no obstante se visualiza la necesidad y el desafío de modernizar este
mundo, o bien, abrirlo, sacarlo de la comunidad ensimismada y reinscribirlo en los
universos de la economía y la cultura translocal, sin que por ello se pierda su
“naturaleza” o sus rasgos identitarios más “genuinos”; al contrario, el desafío estaría
precisamente en proyectar y fortalecer la autenticidad de su universo simbólico por
medio de su reinserción en el marco de otros imaginarios del desarrollo social y
productivo. De este modo, se reconoce que una economía cultural, ligada por ejemplo a
la oferta turística podría constituir una estrategia rentable y sustentable en el tiempo.
•
El espacio local como reconfigurador de lo identitario. En este componente es posible
observar en las auto-percepciones un retorno a lo local, aunque no necesariamente
dicha dinámica implica un proceso de retraimiento comunitario, sino una fase necesaria
en los actores sociales que luego les permite re-situarse en una realidad social y
territorial más dinámica y compleja. Al mismo tiempo se puede plantear una incipiente
dinámica de autonomización de las localidades y los actores que las habitan,
promoviendo un cierto rechazo a los tutelajes tradicionales procedentes del aparato
público, lo que a su vez se puede traducir en la activación de los procesos de
descentralización en los intercambios y flujos ciudadanos. Este fenómeno se hace
patente en la Región tanto en el nivel comunal como en el nivel de la denominada
provincia; no obstante lo anterior, también es posible observar fuertes procesos de
migración y “éxodo” de algunos grupos sociales, que comienzan a salir de sus
comunidades locales originarias en busca de mejores oportunidades laborales y de
educación. Proceso que genera en el nivel local una doble aceleración, donde se
combina lo centrípeto y con lo centrífugo, particularmente en marco de las
generaciones más jóvenes.
•
Reconocimiento y afirmación de lo mapuche. En este componente es posible encontrar
en los discursos de los entrevistados una actitud positiva hacia la cultura y las
reivindicaciones del pueblo mapuche. Por su parte se tiende a evaluar positivamente los
esfuerzos que tienden a combinar la promoción de la diversidad cultural con la
generación de recursos económicos que permitan sustentar y fortalecer la identidad
territorial de los pueblos originarios, como es el caso de las ferias culturales, que
además poseen el potencial de configurarse en un espacio privilegiado de convivencia y
encuentro entre diversas identidades sociales. Destaca también un discurso de autoafirmación que tiende a promover un imaginario social conserve el equilibrio entre la
dimensión ambiental, cultural y económica.
•
Identidades emergentes en la región. En el horizonte de una sociedad globalizada, es
decir, fuertemente orientada hacia la comunicación, abierta a las experiencias culturales
transterritoriales, y donde el fenómeno de la diferenciación social se hace cada vez más
creciente y vertiginoso, llegando a constituirse casi en una necesidad primordial para la
construcción de las identidades, van surgiendo las denominadas identidades
emergentes. Así, es posible reconocer expresiones emergentes asociadas con colectivos
de jóvenes que construyen su identidad a partir de la práctica cultural del hip hop,
donde las presencia del graffiti y el rap suelen ser importantes en la Región, o bien, de
la práctica cultural y postdeportiva del skater, o bien, el mundo de los diversos estilos
musicales, de fuerte presencia en Concepción, como por ejemplo la práctica de la cueca
“brava” o el rock, y la diversidad de bandas que adscriben a dicho estilo, entre otros.
138
5) Ritos festivos como espacios de encuentro regional.
Se observa una dialéctica e influencia mutua, pues al verse fortalecida una práctica tradicional
que le da sentido y vitalidad al territorio, se promueve el componente simbólico y material de
toda identidad, creando nuevos recursos económicos para el desarrollo local y territorial,
renovando las pertenencias comunitarias, los espacios de intercambio y encuentro en el nivel
regional, y la construcción de un nosotros y un imaginario social potente y sustentable en el
tiempo y el espacio.
139
6. Municipio e Identidad: La mirada municipal en el fenómeno de la
identidad en la región.
6.1. Introducción
Con el objetivo de contar con información empírica sobre la diversidad de identidades
de la región, se realizó una encuesta a todas las comunas de la Región del Bío-Bío.
Donde la pregunta central fue, ¿cómo se percibe la identidad colectiva del territorio
desde sus unidades más pequeñas?
Las percepciones sobre la identidad colectiva se complementaban con opiniones acerca
de elementos patrimoniales, tanto tangibles como intangibles, y acerca de productos y
servicios relacionados con la identidad. Las preguntas abarcaban el ámbito comunal,
regional y los territorios de planificación.
Uno de los hallazgos fue que la identidad regional, desde la mirada o percepción de un
funcionario municipal, se encuentra fuertemente ligada a las actividades productivas
que hoy predominan la región, la forestal, industrial y pesquera. Sin embargo, también
existe una fuerte identificación con la cultura campesina, que en particular se
manifiesta a nivel comunal y en las respuestas sobre expresiones patrimoniales.
Aparentemente, se mezcla una mirada económica de la identidad con otra basada en
el pasado, la tradición y la memoria.
Con todo esto en mente, y cubriendo a los 54 municipios de la región, se realizó la
encuesta, eligiendo como informante clave al secretario de planificación municipal1. En
el siguiente apartado de dará a conocer los resultados más importantes de esta
investigación.
6.2.
Identidad Regional
6.2.1. La Identidad de la Región del Bío-Bío
Al consultar a las comunas por la identidad más importante de la Región del Bío-Bío,
las respuestas se concentran en las actividades que forman la base de la economía
regional. En efecto, tal como se observa en el gráfico, casi un 40% de las comunas
identifican en primera opción2 a la Región del Bío-Bío con una identidad Forestal;
mientras que un 28% la identifica como una región Industrial, seguidas por la
impresión de una región con identidad Campesina, Pesquera Industrial y Universitaria
Estudiantil.
1
En un 85% de los casos respondió el secretario municipal de planificación de la comuna, en los
restantes, el director de desarrollo social u otra persona.
2
Los encuestados podían indicar hasta tres identidades, ordenadas jerárquicamente; tanto culturales
como socioproductivas.
140
IDENTIDAD CULTURAL PRINCIPAL
REGION DEL BIO BIO
Universitaria, Estudiantil
7,4%
Pesquera Industrial
7,4%
Otras
7,4%
Forestal
38,9%
Campesina
11,1%
Industrial
27,8%
Es interesante constatar que de la totalidad de quienes identifican como primera
opción a la Región del Bío-Bío con identidad Forestal, un 43% la indica con identidad
secundaria Industrial. En este mismo sentido, del total de quienes indicaron como
primera opción la Industrial, un 40% lo identifica en segunda opción con la identidad
Forestal. Se podría aseverar que la identidad cultural de la Región del Bío-Bío se
encuentra fuertemente señalada por el binomio de Región Forestal Industrial.
Al contabilizar todas las respuestas, en las tres prioridades, se tiene que en más de un
70% de las comunas considera a su región con algún grado de identidad Forestal,
mientras que más de un 50% de las respuestas mencionan a diversos grados de
presencia identitaria Industrial. La identificación con la actividad Pesquera Industrial,
con la cultura Campesina y con el polo de Educación, es igualmente relevante.
Identidad cultural regional, todos los grados de importancia.
Identidad Cultural
Respuestas
% de las respuestas
Forestal
39
Industrial
29
Pesquera Industrial
25
Campesina
20
Universitaria, Estudiantil
17
Nota: la tabla sólo muestra las categorías más repetidas.
72,2
53,7
46,3
37,0
31,5
Por otro lado, es interesante constatar que, de los consultados que identifican a la
región como un territorio con identidad principal Forestal, sólo un 43% se
autodenomina a sí mismo como una comuna forestal, en cualquiera de las tres
prioridades. En efecto, la identificación de la región como forestal, no pasa tanto por
una autoidentificación forestal, sino que más bien se trata de una identificación que se
encuentra presente en la región, más allá de que las propias comunas se sientan
identificadas con ella. Así, sólo un 17% del total de los encuestados se autodenomina
comuna Forestal, en una región que extrañamente aparece con una marcada identidad
de estas características.
141
6.2.2. Productos y servicios asociados a la identidad de la Región del
Bío-Bío
Los productos asociados a la identidad regional se encuentran muy relacionados con la
industria manufacturera, en particular la forestal, coherente con las respuestas
anteriores. En la tabla siguiente se muestran las categorías más importantes de
productos mencionados:
Categorías de productos y servicios regionales
Categorías de productos
Referencias
Productos forestales
Productos del mar
Productos agropecuarios
Educación superior
Acero y derivados
39
16
10
5
5
Refinación de petróleo
Energía
Textiles
Servicios turísticos
3
1
1
1
Servicios portuarios
Otros productos industriales
1
1
Además se constata que la educación universitaria es el único producto de importancia
del sector de los servicios.
6.2.3. El patrimonio de la Región del Bío-Bío, Natural, Material e
Intangible
En este plano se contempló la indagación en tres ámbitos: el patrimonio natural, que
más representa a la región, el patrimonio arquitectónico, construido por los habitantes
de la región y que constituyen una imagen de la misma, y el patrimonio intangible,
relacionado a costumbres, fiestas y tradiciones que constituyen parte de su acervo
cultural.
En el plano del patrimonio natural se registra una amplia diversidad de riquezas
naturales señaladas por los consultados. El río Bío-Bío se indica en el mayor número de
casos como el patrimonio natural de la región con el cual los habitantes se sienten más
representados. En segundo lugar está el Salto del Laja y en tercer lugar aparece las
Termas de Chillán. Además, hay un conjunto de identificaciones de menor relevancia,
no por su significado, sino más bien porque no constituyen un espacio de consenso, al
grado en que se señalan estas tres riquezas indicadas.
Un resumen de la totalidad de elementos mencionados con que se sienten más
representados los habitantes, se muestra en la tabla siguiente:
142
PATRIMONIO NATURAL REGIÓN DEL BIO BIO
Nº respuestas
40
30
20
10
0
Ríos y
lagunas
Cordillera
Lit oral, mar y
playa
Ot ros
paisajes
Recursos
naturales
Fauna
En el ámbito del patrimonio arquitectónico de la región surge un gran abanico de
construcciones. En primer lugar, aparece el Campus de la Universidad de Concepción,
contenedor de un conjunto de postales regionales que son parte de su identidad, el
Campanil, el arco de Medicina, el foro y el mural de la Pinacoteca. En segundo lugar,
aparece la figura de una comuna, Lota, representativa de la identidad minera del
carbón, abarca las minas, las cabrías, los chiflones, especial el Chiflón del Diablo, los
pabellones, las antiguas industrias de Lota, el parque Cousiño y central Chivilingo. En
la siguiente tabla se muestran los más repetidos.
143
Patrimonio arquitectónico de la Región del Bío Bío3
Hitos patrimoniales
Campus Universidad de Concepción
Lota y la zona minera
Catedral de Chillán
Mercado de Chillán
Ex estación de ferrocarriles y su mural
Los fuertes de la región
Puentes sobre el río Bío-Bío
Construcciones ferroviarias San Rosendo
Talcahuano y sus puertos
Museo y parque Hualpén
Referencias
32
25
18
11
5
4
3
3
3
3
Es en el plano del patrimonio intangible donde se expresa la mayor diversidad
de elementos. Se señala una larga lista de fiestas populares, tradiciones, leyendas y
costumbres, que tienen su más fuerte expresión, fundamentalmente, en el nivel
comunal pero que extienden su influencia más allá de las fronteras propiamente
locales, constituyendo la capital simbólicos de la región.
Con toda claridad la fiesta religiosa católica de San Sebastián de Yumbel se alza
como la expresión patrimonial intangible más fuerte de la región. Se destaca entre una
gran diversidad de celebraciones, tales como la Festividad de la Virgen Inmaculada
Concepción en el Cerro la Virgen, el Carnaval de Talcahuano, las Fiestas Patrias, el
Estofado de Rere, y fiestas costumbristas en general. La siguiente tabla recoge la
variedad de las opiniones sobre el patrimonio intangible representativa de la región.
Patrimonio intangible representativo de la Región del Bío Bío
Hitos patrimoniales
Fiesta San Sebastián de Yumbel
Otras fiestas religiosas
Fiestas y ferias costumbristas campesinas
Tradición musical campesina
Cultura campesina y huasa
Mercado de Chillán
Artesanía de Quinchamalí
Artesanía otra: mimbre, madera, fierro fundido, talabartería
Gastronomía criolla
Leyendas populares
Cuna de expresiones artísticas: música y poesía, actuales y del pasado
Orquestas juveniles
Murales de Siqueiros
Referencias
19
2
9
6
4
2
9
6
2
3
11
2
1
Cultura mapuche
Cultura pewenche
Cultura del carbón
2
1
1
Memoria histórica
Generaciones de egresados de las universidades regionales
5
1
3
Incluidos los hitos mencionados en tres o más ocasiones.
144
Feria internacional de Arte Popular
Carnaval de Talcahuano
2
1
6.2.4. Identidades regionales emergentes
En el plano de las identidades que se señalan en proceso emergente observado en las
comunas de la región, se registra una amplia diversidad. Al sistematizarlas, resalta la
identificación con el turismo en sus diversas vertientes, como ecoturismo, agroturismo,
turismo patrimonial y cultural.
A ello se agrega la identidad ambientalista en sus diversas expresiones. Se destaca que
varias comunas señalan una identidad emergente relacionada con la cultura tradicional
campesina. Otras comunas indican nuevas identidades surgidas por la reconversión
productiva o por rubros emergentes, como el apícola. Finalmente se detectan otras
identidades relacionadas con las diversas manifestaciones culturales, tradicionales y
nuevas4. El cuadro siguiente sintetizan las identidades emergentes de la región.
Identidades emergentes en la Región del Bío-Bío
Identidades
Turística
Ambientalista
Revalorización de la cultura campesina
Relacionado con rubros productivos recientes
Relacionado con arte, música o cultura
Otros
Referencias
16
6
4
5
4
17
Nota: Pregunta abierta, con posibilidad de mencionar más que una identidad.
4
Las señaladas van desde centro de negocios, plataforma logística, turismo y mujeres emprendedoras,
hasta ambientalista, artística, culturales, donde se repite el rescate de la cultura con arraigo campesina y
deportiva. También se menciona la identidad forestal como emergente, junto con rubros agropecuarios
emergentes como el frutícola y apícola. Relacionado con reivindicaciones están las identidades, indígena
urbana, movimiento emergente de temporeros agrícolas, existencia de red social activa. Se mencionan
movimientos migratorios, desde y hacia las comunas, y otras.
145
6.3.
Las Expresiones Identitarias en los Territorios de Planificación de
la Región del Bío-Bío
Dada la importancia que tienen los territorios de planificación en la Región del Bío-Bío
para la focalización de la acción pública, se quiso averiguar si éstos tienen una
identidad territorial. En efecto, se observa una elevada coincidencia entre las
percepciones de los encuestados al respecto.
A continuación se expone un cuadro de síntesis sobre las principales expresiones de la
identidad y patrimonio a nivel de los territorios de planificación de la Región del BíoBío. El cuadro recoge las opiniones de mayor consenso tanto de los territorios como las
comunas que los integran, pero de ninguna manera se agotan aquí.
146
Expresiones Identitarias preponderantes en los Territorios de Planificación de la Región del Bío-Bío
Territorio
Identidad Cultural5
Punilla
Campesina.
Huasa.
Laja Diguillín
Campesina.
Forestal.
Huasa.
Viñatera.
Campesina.
Forestal.
Campesina.
Industrial.
Forestal.
Valle del Itata
Bío-Bío Centro
Bío-Bío Cordillera
Amdel
Arauco
Reconversión
Pencopolitano
5
Campesina.
Forestal.
Obrera.
Campesina.
Forestal.
Huasa.
Forestal.
Pesquera Artesanal
Campesina
Industrial
Pesquera Artesanal
Industrial.
Pesquera Industrial.
Universitaria,
Estudiantil.
Actividad Socioproductiva
Agrícola campesina.
Agrícola industrial.
Agrícola campesina.
Pecuaria campesina.
Silvícola forestal.
Agrícola campesina.
Silvícola forestal.
Agrícola campesina.
Gran industria.
Manufacturera.
Silvícola forestal.
Agrícola campesina.
Silvícola forestal.
Pecuaria campesina.
Agrícola campesina.
Silvícola forestal.
Turismo.
Silvícola forestal.
Agrícola campesina.
Pesquera artesanal.
Pesquera industrial.
Portuaria.
Servicios.
Educación.
Comercio.
Gran industria
Manufacturera.
Pesquera industrial.
Patrimonio Natural
Cordillera de los Andes y su
flora y fauna.
Río Ñuble y Perquilauquén
Cordillera de Los Andes.
Termas de Chillán.
Ríos Diguillín y otros.
Río Itata.
Paisaje con viñedos.
Lobería de Cobquecura.
Saltos del Laja.
Río Bío-Bío.
Ríos y saltos.
Cordillera de los Andes.
El bosque nativo.
Río Bío-Bío.
Río Laja.
Saltos del Laja.
Lago Lanalhue.
Lago Lleu Lleu.
Cordillera Nahuelbuta.
Minas de carbón.
Borde costero.
Borde costero, bahías, playa,
mar.
Río Bío-Bío
Península de Hualpén.
Patrimonio Arquitectónico
Casas patronales.
Casas coloniales de adobe.
Construcciones relacionadas
con O´Higgins
Hacienda San Agustín de
Puñual, Ninhue.
Puentes sobre río Itata
Fuerte histórico de
Nacimiento.
Internado Liceo Hombres,
Los Ángeles
Puentes sobre el río Bío-Bío
Patrimonio ferroviario.
Minas de carbón
Arquitectura tradicional y
moderna en madera.
Instalaciones de la ex minas
de carbón.
Universidad de Concepción.
Patrimonio Intangible
Fiestas y gastronomía criolla (en
particular camarón).
Artesanía en madera.
Fiestas y tradiciones campesinas.
Fiestas Religiosas.
Fiestas costumbristas.
Vendimia y Ruta del Vino.
Fiestas populares y tradiciones
Campesinas.
Artesanía en greda.
Fiestas campesinas y religiosas;
cultura campesina, cultura
pewenche.
Fiestas populares y religiosas
costumbristas.
Cultura mapuche y lafquenche.
Orquestas juveniles.
Cultura minera.
Feria Internacional de Arte Popular
de Concepción.
Gastronomía marina.
Los tres más nombrados, para el territorio y para las comunas que lo integran.
147
6.4.
Identidad Comunal
La Región del Bío Bío está conformada por un alto número de comunas que incluso se ha
incrementado en los últimos años, en respuesta al tamaño de algunos de sus
conglomerados poblaciones y, en el caso del Alto Bío-Bío, en respuesta a la identidad
pewenche y la extensión del territorio local. En total suman 54 comunas.
La región, además, se caracteriza por una variedad de paisajes que da lugar a diversas
realidades productivas, con una concentración de la población y las actividades
productivas en el borde costero.
En vista de lo recién planteado, no es de extrañar que la identidad comunal presente un
abanico de identidades. En la tabla se muestra los resultados a la pregunta sobre la
identidad principal de las comunas, donde la identidad Campesina y Forestal concentran
parte importante de las respuestas.
Identidad cultural comunal principal
Identidad cultural
Campesina
Forestal
Viñatera
Pesquera Artesanal
Turística
Apícola
Comuna dormitorio
Folclórica6
Huasa
Industrial
Minera
Obrera
Pesquera Industrial
Pewenche
Sector público
Textil
Universitaria, Estudiantil
Total general
Respuestas
% de las comunas
26
9
3
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
54
48,1
16,7
5,6
3,7
3,7
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
1,9
100,0
Es notorio que más de un 90% de las identidades culturales se puede relacionar con una
actividad productiva, es decir, las labores productivas y sus exigencias son determinantes
para la conformación de la identidad colectiva. Esto es independientemente si se trata de
labores de rubros económicos preponderantes o no. Por ejemplo, tanto la actividad minera
como la textil son actividades que dejaron de ser el centro de la economía local, igual que
la producción campesina7. Eso refleja que la identidad colectiva se genera no sólo de la
realidad actual, sino de la memoria colectiva. Al compararlas con las respuestas sobre la
6
Por el gran número de grupos folclóricos que existen en la comuna.
El último censo agrícola del INE (2007) comprendió 53 mil informantes, de propiedades menores que 50
hectáreas.
7
149
actividad socioproductiva más preponderante en la comuna, en un 74% de las comunas se
da una correlación con la principal identidad cultural.
Si se agregan las respuestas sobre identidad secundaria y terciaria8, se tiene nuevamente
que las identidades campesinas son las que más se repiten.
Identidad cultural comunal, todos los grados de importancia
Identidad cultural
Campesina
Forestal
Huasa
Viñatera
Obrera9
Pesquera Artesanal
Industrial
Indígena
Turística
Respuestas
% de las respuestas
38
23
15
10
10
8
6
6
4
70,4
42,6
27,8
18,5
18,5
14,8
11,1
11,1
7,4
Un 70,2% de los encuestados menciona a la identidad campesina como una de las más
preponderantes de la comuna, mientras que otros señalan la identidad huasa y viñatera
en sus respuestas, es decir, la identidad relacionada con el trabajo de la tierra tiene un
alto grado de arraigo en la identidad comunal. En total son 41 comunas que indican por lo
menos una de estas tres actividades, equivalente a un 75,9% del total.
La presencia de las identidades Campesina, Forestal, Huasa, Viñatera y Obrera en las
comunas de la región se muestra gráficamente en los mapas adjuntos, en todos los
grados de importancia.
8
Los encuestados podían indicar hasta tres identidades, ordenadas jerárquicamente.
En varias comunas se trata de trabajadores agrícolas de temporada que conforman gran parte de la mano de
obra.
9
150
151
152
153
154
155
La actividad forestal, una actividad relativamente nueva, está presente en un 42,6% de las
comunas en algún grado de identidad, pero como se ha indicado más arriba, sólo en un
16,7% como la principal, lo que contrasta con las respuestas sobre la identidad regional,
donde un 38,9% indica esta identidad como la principal, es decir, la región no parece ser
la suma de lo que las comunas perciben de sí mismas.
Al indagar un poco más en la correlación existente entre las visiones de las comunas de sí
misma y de la región en general, se descubre lo siguiente. De las 54 comunas, sólo 10
coinciden en la percepción de su comuna y de la región de la identidad principal. Es decir,
sólo en un 18,5% de los casos constituyen un reflejo de la región, en su aspecto principal.
A eso se agrega que estas comunas no concuerdan en cuál es la identidad más
importante; seis opinan que es la Campesina, y cuatro que es la identidad Forestal.
Aunque no necesariamente las comunas sean un reflejo de la región, lo esperable
sería que la gran mayoría de las comunas coinciden con la identidad regional en por lo
menos algún grado. El análisis arroja que eso sucede en un 63% de las comunas, tal
como lo demuestra la tabla siguiente.
Coincidencias:
Identidades
Forestal
Campesina
Industrial
Pesquera Ind.
Otras
Total coincidencias
Nº comunas
%
1
2
3
13
6
1
0
1
21
5
7
4
2
4
22
4
6
21
38,9
11
20,4
2
3,7
Total
Ninguna
Total
2
0
34
63,0
20
37,0
54
100,0
Lo sorprendente es que en un 37% de las comunas, ninguna de las identidades comunales
se ven reflejadas en la percepción de la identidad regional. Estas comunas se perciben a sí
mismas, entonces, muy distintas a la de la región en general. Al alejar la vista del espacio
comunal y si lo enfocamos a la de la región en su globalidad, aparentemente desaparece
su comuna y la imagen global que se forma es otra.
6.4.1. Productos y servicios asociados a la identidad de las comunas
La pregunta acerca de productos y servicios relevantes asociados a la identidad de la
comuna, arrojó como era de esperar, una gran cantidad de respuestas, variadas en su
topología y características. Se mencionan productos que van desde las commodities hasta
productos locales de producción artesanal, como, por ejemplo, el vinagre de manzana.
Dado el carácter de este estudio, que busca identificar las posibilidades de potenciar la
competitividad territorial desde la perspectiva de las identidades, la descripción y el
análisis va a comprender específicamente los productos que presentan posibilidades de
agregar valor basado en la identidad local. La selección es, por lo tanto, subjetiva, y la
identificación de productos y servicios, con el potencial mencionado, no debería agotarse
ahí.
156
Productos y servicios asociados a la identidad comunal
Comuna
Ñiquén
Portezuelo
Ninhue
Quillón
Ranquil
Trehuaco
Cobquecura
Chillán Viejo
San Ignacio
Yungay
Chillán
Antuco
Mulchen
Santa Barbara
Quilaco
Alto Bío-Bío
Tirúa
Lebu
Cañete
Contulmo
San Pedro de la Paz
Penco
Santa Juana
Florida
San Rosendo
6.5.
Productos y servicios
Camarones
Vino tradicional
Uva negra
Turismo (laguna, clima)
Uva
Productos agrícolas, vino
Papas, papayas
Flores (lilium y claveles); conservas
Papas
Ganadería ovina
Viñas
Corderos, chivos, turismo, miel
Vinos; nueces
La miel; la producción apícola como producto turístico
Vinagre de manzana
Artesanía pewenche: tejidos, comidas típicas
servicios turísticos: cabalgatas, paisaje, termas
Tejidos en telar mapuche
Pescados, mariscos, algas
Papa cañetina, turismo lago Lanalhue
Frutilla blanca
Gastronomía
Gastronomía marítima (Ruta Bordemar)
Productos agrícolas, hortalizas y otros
Vino
Vino burdeo
Ámbito espacial de identificación
Ahora, luego de esta larga vuelta por las identidades regionales, territoriales y comunales,
se les hizo la siguiente pregunta a los encuestados, con cuál de los ámbitos espaciales se
sienten más identificados los habitantes de su comuna10, si se sienten parte de la región,
o más bien es su municipio el que evoca mayor sentido de pertenencia. Pregunta
importante dada la finalidad del estudio.
El resultado arrojó lo que muestra la tabla siguiente:
Identificación espacial principal
Ámbito espacial
Comuna
Provincia
10
Nº respuestas
15
14
%
27,8
25,9
Se podía mencionar hasta tres espacios de identificación, en orden de importancia.
157
Capital comunal
Localidad de hábitat, rural o barrio
Territorio de planificación
Capital provincial
Región del Bío-Bío
Termas de Chillán
Total
9
7
4
2
2
1
54
16,7
13,0
7,4
3,7
3,7
1,9
100,0
Tal como se observa, una parte insignificante de las comunas se sienten parte de la
región, de acuerdo a la opinión de los informantes. La identificación espacial más
importante es con los espacios subterritoriales (¿o sub-regionales?) de la región, la
comuna, la provincia y el barrio. Tampoco los territorios de planificación parecen ser
espacios que despiertan sentido de pertenencia. Tal como quedara señalado en el capítulo
Identidad y Territorio, desde donde se profundiza este aspecto de la identidad en la
región.
Al agregar las identificaciones secundarias y terciarias, se tiene que la Región del Bío-Bío
mejora su posicionamiento, aún cuando la provincia aparece con un nivel de identificación
superior.
Identificación espacial principal, secundaria y terciaria
Principal
Comuna
Provincia
Capital comunal
Localidad de hábitat,
rural o barrio
Territorio de planificación
Capital provincial
Región del Bío-Bío
Termas de Chillán
Total
Nº
resp.
15
14
9
Secundaria
Provincia
Región del Bío-Bío
Capital provincial
Nº
resp.
13
8
4
7
Territorio de planificación
4
4
2
2
Comuna
Capital comunal
País
Localidad de hábitat,
rural o barrio
Otro territorio: Punilla11
No indica
Total
3
2
1
1
54
Terciaria
Región del Bío-Bío
Provincia
Territorio de planificación
Localidad de hábitat,
rural o barrio
No indica
Nº
resp.
9
8
6
1
30
1
1
17
54 Total
54
En cuanto a los Territorios de Planificación, al sumar todas las referencias a la identidad
espacial en cualquiera de sus intensidades, existe un bajo nivel de identificación. Sólo un
25,9% de las comunas tiene algún grado de identificación con este ámbito. Véase el
cuadro siguiente.
Identificación espacial, todos los grados de importancia
Ámbito espacial
Provincia
% comunas
64,8
11
El municipio de San Nicolás, perteneciente al Territorio de Planificación Valle de Itata, aspira a incorporarse
con el Territorio Punilla, por considerar mayor similitud con éste.
158
Región del Bío-Bío
Comuna
Territorio de planificación
Capital comunal
Localidad de hábitat, rural o barrio
Capital provincial
País
Otro
35,2
33,3
25,9
20,4
16,7
11,1
1,9
1,9
La Región del Bío-Bío está presente en 35,2% de las comunas, pero mayoritariamente en
segundo y tercer lugar, mientras y la provincia aparece como el espacio que genera mayor
grado de consenso como el espacio con el que se sienten identificados los habitantes.
6.6.
Comentarios finales
La pregunta inicial de este estudio, ¿cómo se percibe la identidad del territorio desde sus
espacios más pequeños?, arroja una gran variedad de respuestas, y con una alta
concentración en las identidades Forestal, Industrial y Pesquera Industrial, pilares en la
economía regional. Se desprende que las labores productivas y sus exigencias son
determinantes para la conformación de la identidad, o que lo que predomina es la mirada
objetiva de la región más que los sentimientos y los afectos. A esto se suma otra
identidad, la Campesina, identidad que no se relaciona con una actividad de la misma
importancia económica como las anteriores, sin embargo, para los encuestados, es de
relevancia.
En el ámbito del patrimonio natural se destaca una clara identificación con el principal
cuerpo de agua de la región, y que le da su nombre, el río Bío-Bío. En general existe un
alto número de referencias a ríos, lagunas y cordillera, elementos que sin duda conforman
el sentido de pertenencia a la región.
El patrimonio arquitectónico revela la importancia que asignan los encuestados a la
historia regional, donde se destacan los hitos de la creación de la Universidad de
Concepción, la cultura minera, los fuertes y la, hoy declinante, actividad ferroviaria
regional.
Algo similar pasa en el patrimonio intangible. Las respuestas indican una fuerte valoración
por la cultura popular campesina, por clara identificación con sus celebraciones y fiestas.
En menor grado aparece la cultura contemporánea como parte del capital simbólico
regional.
Ahora, al comparar la identidad comunal y la regional, sucede algo curioso.
Aparentemente existe una baja relación entre lo que se responde por la comuna y la visión
que se tiene de la región. Se podría esperar que un alto número de comunas declarara la
misma identidad para sí como para la región, aún cuando no fuera en idénticos grados de
importancia. Sin embargo, sólo en un 63% de las comunas tiene una similitud entre
algunas de las identidades indicadas para la comuna y para la región. Lo sorprendente
aquí es que un 37% de las comunas de la región se perciben a sí mismas muy distintas a
159
la región en general. Con otras palabras, la identificación de la región no pasa
necesariamente por la autoidentificación a nivel local. Y la identidad regional no es una
simple sumatoria o una ponderación de las identidades comunales.
Finalmente, la identificación con un ámbito espacial demuestra ser más fuerte a niveles
inferiores, es decir, aparentemente los habitantes de la región se identifican en primer
lugar con la comuna, con la provincia y el barrio, pero no con su región. Tal vez este
resultado explica de alguna manera los resultados anteriores, las diferencias entre las
percepciones de la región y de la comuna; la región es un ente más lejano y por lo mismo
más abstracto. Esta conclusión debe necesariamente ser tomada en cuenta al realizar
acciones de fortalecimiento de la identidad regional.
160
CAPÍTULO IV: CLAVES PARA EL TRATAMIENTO DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN
DEL BÍO BÍO
Cuando hablamos de las claves nos referiremos a los aspectos centrales que debieran ser
considerados en la institucionalidad pública y privada, para la inclusión temática y participativa, de
todas estas realidades socioculturales y los actores que las lideran, por ser temas centrales en el
proceso de descentralización, desarrollo humano endógeno y sustentable de la región.
Estas precisiones surgen desde reflexiones, maduradas, procesadas y analizadas de lo que hemos
recogido durante meses de trabajo y tras las largas conversaciones y talleres de discusión colectiva,
en las que obviamente no siempre hubo coincidencias.
Las conclusiones serán agrupadas en función de algunos temas aglutinantes, relevantes, y a la vez,
dando respuesta al objetivo principal del estudio:
Conocer, realzar y visibilizar las identidades regionales y el rol que cumplen en el desarrollo regional
y en la construcción de una visión conjunta de región.
Podemos plantear que en términos de los requerimientos de la investigación, conocimos las
principales identidades de la región, las hemos realzado y visibilizado en cada uno de los informes,
en las actividades de difusión, en la elaboración de los mapas, en el diseño de una web
(www.identidadbiobio.cl), el video y la edición de libro de divulgación. También hemos reafirmado
el rol fundamental que cumplen en el desarrollo regional y en la construcción de una visión o sueño
de región.
Los actores sociales de la región, en tanto activos de las identidades colectivas, son fundamentales
para la consecución de los objetivos que persigue el estudio. Por el impacto positivo que generarían
en el corto y mediano plazo, si estas temáticas se incluyeran y aplicaran dentro de los diferentes
quehaceres institucionales, porque corresponden a los temas que éstos mismos promueven.
Es así como los municipios, el sistema de educación regional (escuelas y colegios), los medios de
comunicación, las diferentes ONG y las organizaciones culturales ciudadanas, entre otras instancias,
pueden transformarse en trampolines y agentes territoriales promotores del desarrollo endógeno y
de la descentralización, en impulsores del reconocimiento y el fortalecimiento de las culturas e
identidades territoriales, de la valoración y el respeto de las especificidades locales. Los municipios
como la entidad más cercana a las personas, a las identidades colectivas y sus espacios
territoriales. El sistema de educación regional, como mecanismo de difusión de la diversidad
geográfica y cultural de la región, de sus historias locales y transversales. Los medios de
comunicación regionales, como comunicantes efectivos en la interculturalidad regional (en el
sentido de relaciones entre culturas). De la misma manera, el Gobierno Regional del Bío Bío debe
continuar en la generación y promoción del conocimiento sobre la dinámica de las identidades
presentes en la región, como una forma de acercamiento a la realidad de sus habitantes, para
saber qué es lo que quieren y cómo estas identidades colectivas se imaginan su desarrollo, en qué
términos y bajo qué lógica.
Se plantea a través del siguiente informe la pertinencia de la inclusión de la dimensión cultural en
las políticas públicas como instrumento favorable de la democracia regional, como medio de
superación de los malestares sociales, que facilita la inclusión de sus habitantes y la generación de
espacios de encuentro y sociabilidad, lugares de confluencia de las identidades.
161
1. Temas Claves y relevantes dentro del estudio
‰
Identidades, actores y reconocimiento
Como sabemos la investigación se centró en desarrollar un conocimiento orientado al estudio de las
identidades presentes en la región del Bío Bío. A nivel teórico y metodológico, significó situarse en
esta realidad desde su composición colectiva, sin realizar una distinción entre las identidades
sociales y las culturales1. Desde las primeras hasta las últimas aproximaciones en los territorios
evidenciamos que en la región imperaba la presencia de un abanico de identidades sociales y
culturales; unas más históricas, otras más emergentes, funcionales o instrumentales, pero muchas
formas de representación de la diferencia, de la distinción, en el sentido desarrollado por el Catalán
Manuel Delgado (1998), que expresa que la identidad es la diferenciación, que en este caso, son
diferenciaciones colectivas a partir del territorio, género, la tradición, religiosidad, patrimonio, etnia,
deporte, estilo musical, actividad económica, etc.
Detrás de cada composición identitaria, ubicación territorial y dinámica, es evidente la presencia de
actores, mujeres u hombres, jóvenes, adultos o adultos mayores, organizados en función de
propósitos concretos, todos variados y respondiendo a intereses particulares, como algunos
también comunes, porque hay sueños comunes. Es decir, sin ir más lejos nos encontramos con uno
de los principales activos regionales perteneciente al ámbito del patrimonio intangible, las personas
con sus capacidades de organización, gestión, de búsqueda y adaptación, que requieren
participación y reconocimiento. Participación en las diferentes instancias en la toma de decisiones
(ser parte, formar parte y tomar parte), pero también reconocimiento por su trayectoria, sabiduría
y perseverancia, por ser los gestores de las transformaciones sociales, incluso de las más
profundas, las que se producen a nivel de la familia, de los barrios, sectores o comunidades
completas. Porque son actores que participan de comunidades organizadas, que se movilizan y
autogestionan sus necesidades.
Cabe destacar que una identidad no reconocida, puede constituirse en una identidad subordinada
(Bello, 2008). Lo que implica mantener las relaciones de desigualdad y de exclusión. Siendo un
elemento central en el desarrollo, sobre todo en una región de identidades, de actores, que en
momentos de crisis y amenazas externas, se activa la asociatividad y solidaridad. Es lo que a partir
de este estudio llamamos, asociatividad y solidaridad, un activo que se gatilla en momentos de
crisis y amenazas. Porque las identidades y sus actores cumplen el rol clave en el desarrollo que es
ser soporte de los otros cada vez que alguna externalidad los golpea o afecta. Casi de manera
contracíclica, las identidades menos golpeadas emergen como sostenedoras sociales de las
amenazadas. Algunos ejemplo de lo anterior:
™ Cuando la pesca artesanal está mala, la recolección de mariscos y algas logra “parar la olla”
y cuando no existen más opciones de desarrollo para el sector y las personas del Alto Bío
Bío, es entonces cuando “la identidad pewenche” emerge como un “activo” a ser
potenciado.
™ Otro caso es el caso de Concepción como ciudad industrial a ciudad de servicios. Aquí otra
vez se repite el modelo, cuando las industrias dejan de desempeñar un rol central de
actividad económica, “la identidad penquista pencopolitana” emergió para sostener a la
ciudad.
1
“La identidad social, denota todos aquellos atributos reconocibles en un sujeto, y que son compartidos con
otros miembros del grupo de pertenencia. La identidad cultural, en cambio, da cuenta del universo de normas
y valores que el sujeto comparte con su comunidad de pertenencia”. Concepto desarrollado por CIAE
Universidad de Chile, en el contexto del Estudio, “Diseño de proyecto de intervención sociocultural para la
provincia de Arauco, realizado en el mes de Mayo, 2009. También desarrollado por Álvaro Bello, en:
Aspectos sociopolíticos de la identidad en un territorio. Universidad Católica de Temuco, 2008, (En línea).
162
™ Lo mismo sucedió con pescadores artesanales de Cocholgüe y tomecitos. Antes que se
cerrara la fábrica Bellavista, los cocholgüanos eran tratados por los tomecitos de manera
despectiva si se encontraban arriba de una micro, signándolos como los hediondos. Pero al
cierre de la fábrica los tomecitos iban a Cocholgüe a pedirles pescados.
™ Pescadores artesanales de Cocholgüe manifiestan que el año 2005 comienzan los
problemas con Celco. Lo que genera la asociatividad entre las diferentes organizaciones del
territorio, como los surfistas, del Club de Surf y Body Board Zona 4 y las juntas de vecinos
de Cocholgüe, orientados al resguardo de las playas y el tratamiento de la contaminación.
Esta emergencia de identidades no hace más que expandir fuertemente el mercado de identidades
regionales, invisibilizando las reales capacidades y potencialidades de unas sobre otras, y nublando
un tanto el panorama y futuro regionales.
Por lo anterior, se vuelve fundamental trabajar en el reconocimiento, aceptación y difusión de esta
realidad sociocultural regional. De alguna manera la región se asume diversa, Sernatur por ejemplo
(Servicio Nacional del Turismo), ha definido a la región desde una diversidad de atractivos
naturales, culturales, patrimoniales, históricos, costumbristas, invitando a descubrir la diversidad del
Bío Bío, sustentado todo esto, en un importante estudio2. La actual Estrategia de Desarrollo
Regional 2008-2015 también se orienta hacia la diversidad cultural. Pero este estudio constata que
la diversidad aún cuando sea la principal característica de la región no necesariamente genera
orgullo entre sus habitantes, no nos identificamos con la diversidad. Por esta razón se puede
plantear que muchas identidades son rechazadas, como las indígenas, los campesinas, los
pescadores, los jóvenes skater, los hiphoperos, etc.
Por tanto, se señala que el reconocimiento, aceptación y difusión de esta realidad sociocultural
regional debe ser un tema de proyección en los servicios públicos, para favorecer la visibilización de
estas realidades, generar un impacto en la mejora de la calidad de vida, la autoestima y en el
arraigo territorial.
‰
Identidad regional como un proyecto de futuro
Otro tema clave del estudio es que el fortalecimiento de la identidad regional pasa por el tránsito
de una región funcional a una región cultural. Como se ha planteado, la región funcional es una
que se constituye en un territorio común sólo en términos políticos y administrativos, sin que haya
necesariamente un sentimiento de pertenencia hacia éste. En cambio una región cultural, los
sujetos le otorgan un sentido al territorio y a los habitantes que lo integran. De esta manera, la
identidad regional, de la región del Bío Bío es un proyecto de futuro, aún un sueño, donde los
habitantes podrían tener un vínculo emocional con el territorio.
El estudio en el principio apuntaba a auscultar el sentido de pertenencia de los habitantes de la
región del Bío Bío. Siguiendo esa línea, rápidamente pudimos constatar que la identidad regional es
una identidad débil, frágil, feble, pareciera que no contamos un discurso o imagen aglutinadora de
identidad regional, sino que más bien surgen flojos enunciados y vínculos emocionales que se
originan desde la racionalidad, desde discursos aprendidos3.
A diferencia de lo recién señalado, el estudio arrojó múltiples identidades, la mayoría de éstas
locales y comunales, algunas territoriales y culturales, muchas emergentes, y bastantes, resistiendo
2
Se recomienda ver en el anexo de este informe entrevista a Olga Picarte, profesional de Sernatur.
Respecto de este sentimiento, se les consultó a distintos habitantes por medio de entrevistas, talleres,
autobiografías e incluso, en el cuestionario aplicado a los 54 Secplan (Secretaría de Planificación Municipal),
a estos últimos se les preguntó exactamente por el sentido de pertenencia de los habitantes de su comuna.
3
163
a los embates de la modernización. Todas las cuales fueron presentadas en el capítulo de los
hallazgos.
De la misma manera, el capítulo referido a los testimonios y discursos de la identidad, señala que la
interpelación más próxima que los actores realizan cuando se les plantea sobre la realidad territorial
resulta ser la comuna, el barrio, las texturas de la experiencia local, sus organizaciones
comunitarias, la geografía humana y vecinal, el paisaje identitario cotidiano. Pero en la medida que
ampliamos el “zoom” hacia la dimensión regional se observa una significativa tendencia a la
disolución relativa de las identidades. Al igual que lo que sucede con la sociedad chilena, según el
estudio del PNUD 2002, ésta no dispone de una imagen de sí misma que le permita gobernar
colectivamente las fuerzas de desarrollo.
Diagrama interpretativo del estado de la identidad e identidades en la Región del Bío Bío.
Fuente: Elaboración propia.
En correspondencia a la forma del triángulo, la base contiene mayores identificaciones. El resto de
espacio, representando en el color verde y que no es parte del triángulo, pero que se halla dentro
del cuadrado, representa las identificaciones con el nivel nacional o global. etc. Evidenciando de
esta manera, el sentido de pertenencia en la Región del Bío Bío.
Por ende, la importancia de dar un paso de una región funcional hacia una región cultural, clave
para lograr el desarrollo sobre la base de objetivos comunes, y superar de esta forma, el proceso
de construcción regional, que como sabemos, y se explicitara en el capítulo Identidad y Territorio,
fuera decidido centralmente bajo la autoridad del gobierno militar en 1974, sin un espacio de
164
participación ciudadana, donde sólo se reconocieran los fundamentos técnicos y fuera sentido por
la población regional como una imposición.
A diferencia de la débil identidad regional, las provincias de la región presentan mayores vínculos
emocionales, es decir que hay identidades territoriales a nivel provincial. Tanto es así que Ñuble
demanda la autonomía regional y la identidad Lafkenche lo mismo para la constitución de la región
Mapuche.
En cambio los territorios de planificación, son espacios de reconocimiento casi exclusivo del nivel
público municipal. Exceptuando a AMDEL y Arauco, porque el primero se constituye desde la
voluntad de asociatividad de los municipios y el segundo coincide con los límites provinciales de
Arauco, por tanto son territorios con mayores sentidos de pertenencia.
Pero resulta interesante constatar que uno de los resultados del cuestionario establece la existencia
de factores comunes entre los municipios integrantes de los territorios de planificación, es decir,
que en gran parte de los territorios de planificación existe una identidad común entre sus comunas
constitutivas, lo que puede ser un reflejo de que el origen de los territorios de planificación fueran
sus vocaciones productivas. Aún cuando no debiera ser un determinante absoluto de identidad,
porque sabemos que la identidad se origina a partir de cualquier vinculo o referente, desde la
necesidad de diferenciarse, que se basa en cualquier soporte para esta diferenciación.
Sobre lo común que se puede encontrar en la Identidad regional aparece con bastante reiteración
discursos que remiten a los “sustratos” de la región, que hacen referencia a la diversidad geográfica
y cultural, la existencia del pueblo mapuche en el pasado constitutivo de la nación y de la región, la
cultura campesina, el río Bío Bío y la idea de frontera, todos éstos como ámbitos innegables de su
territorio.
Así mismo, en términos del patrimonio natural, material e inmaterial, primero se señala el Río Bío
Bío, y segundo lugar el Salto del Laja como los espacios naturales más representativos de la
región4. Respecto del patrimonio arquitectónico, son un referente regional, la catedral de Chillán y
su mercado, el campus de la Universidad de Concepción, y finalmente Lota y el pasado Minero.
Este último nos ha llamado la atención sobre los otros, porque Lota y la identidad minera, es sin
duda alguna la identidad que mayor consenso genera a nivel regional, tal como fuera expresado en
el capítulo de este informe, consensos y sueño de región. Finalmente, en el plano del patrimonio
intangible, con toda claridad la fiesta religiosa Católica de San Sebastián es la expresión patrimonial
más fuerte de la región, que se extiende más allá de los límites comunales de Yumbel y que
aglutina a todo tipo de identidades. También se menciona todo lo relativo a las expresiones
artísticas (música, poesía, murales, etc.) y a las fiestas y ferias costumbristas campesinas.
En el fortalecimiento de la Identidad Regional, se debe poner atención a las narraciones personales
de los habitantes de la región, a la subjetividad, a las biografías personales, porque tras los
testimonios se evidencia una memoria colectiva, con puntos de intersección, de interconexión entre
uno y otro relato, que nos permite interpretar el pasado de una comunidad a partir de ciertos hitos
y experiencias compartidas, que dan sentido al presente y proyectan e imaginen el devenir de un
grupo humano, otorgando la posibilidad de diferenciarse de modo significativo, de constituir una
comunidad y/o territorio, es decir de una región cultural.
4
Los lagos Lleu Lleu, Lanalhue y Laja ocuparían el tercer lugar.
165
‰
El turismo a partir del caso de la Identidad Pewenche.
El turismo con identidad implementado en comunidades indígenas del Alto Bío Bío se aprecia
positivamente como una nueva actividad económica que puede complementarse perfectamente con
las actividades de tipo más tradicional, como la ganadería, recolección de frutos silvestres y
hongos, y la agricultura, entre otras. No necesariamente el desarrollo de una actividad “menos
tradicional” afecta el deterioro de la cultura local, al menos en este caso sus habitantes señalan
todo lo contrario.
Incluso se plantea que a partir de este impulso de desarrollo, paulatinamente se han ido
recuperando las tradiciones locales, cuidando eso sí, de no volver este servicio productivo en un
lugar de folclorización de la vida y cultura Pewenche, lo que sí es visto como un alejamiento de la
cultura.
El desarrollo turístico debe ir acompañado de un programa periódico de difusión, para que la
actividad se vuelva rentable durante todo el año y efectivamente sea un complemento económico
del total de recursos captados.
El caso de la Identidad Pewenche no es el único que considera el desarrollo turístico como una
alternativa de desarrollo local, se aparece como uno de los temas más importantes de la región.
Sorprende como casi todas las identidades descritas lo presentan como la posibilidad real y más
cercana generadora de desarrollo, casi como una palabra mágica. Tanto así es el impulso que ha
tenido en los últimos años, que algunas comunas y localidades se definían así mismas como
turísticas, es decir, nuestra identidad es el turismo, somos turismo.
‰
Ejemplo de participación ciudadana: Ley 20.249/2008 Espacio Costero Marítimo
de los Pueblos Originarios.
Un ejemplo de real participación ciudadana es la redacción y la gestión para la promulgación de la
Ley de Borde Costero Indígena, desarrollado por la organización Identidad Territorial Lafquenche, a
partir del impulso de la gestión del ex alcalde Adolfo Millabur de la Comuna de Tirúa. Es un modelo
concreto de desarrollo con identidad cultural, donde primó la importancia del uso cultural del borde
costero para los Pueblos Originarios. Fue un proceso que se inicia con un trabajo autogestionado y
participativo el año 2006 y concluye con la ley aprobada en el parlamento el año 2008. Según
manifiestan es un hito relevante para la Identidad Territorial Lafquenche, que reacciona frente a la
ley de pesca del año 1990, para no ser despojados del mar. Esta ley recoge el derecho de
costumbre para quienes tienen vínculos con el mar, el uso gratuito, derecho de administración
directo y uso compartido, respetando el espacio que han utilizado.
Este ejemplo de participación ciudadana y de desarrollo con identidad cultural, puede ser un
horizonte a seguir en la tarea del fortalecimiento del capital social y cultural regional, de la inclusión
y el reconocimiento de las identidades y de la profundización de la democracia, y la
descentralización regional. Sobre todo después de constatar que participación ciudadana es un
anhelo y sueño transversal de los habitantes de la región.
‰
Identidades en la región del Bío Bío, fenómeno de espirales y multiplicidades.
Las identidades en la región del Bío Bío se caracterizan por su multiplicidad y su movimiento en
espiral. Se presentan más bien como dinámicas polimorfas, como flujo e intercambio incesante de
relaciones diversas, expresadas en los espacios y territorios. En vez de hallar exclusivamente
identidades en un estado estático, es decir, como una sustancia ontológica invariable en el tiempo y
el espacio. Las identidades aquí son múltiples y adquieren la figura de espiral, parten desde una
166
memoria colectiva territorializada, que se encuentra inscrita en estructuras sociales, procesos
históricos y en las propias biografías de los sujetos sociales. De esta manera, nos podemos
encontrar un lajino con un pasado minero; un chorero (Talcahuano) con un vínculo campesino; una
mujer emprendedora también pescadora; una hija de minero como promotora patrimonial. Es
decir, estas historias nos dan cuenta de la circularidad en forma de espiral, un retorno sobre sí
mismo y una nueva partida, del dinamismo y movilidad de las identidades y que cada cierto tiempo
van tomando matices que son las que se representan, las que denotan la distinción. En esta
distinción, nos encontramos más que con fuertes identidades comunales con fuertes identidades
locales. Las comunas, dependiendo del tamaño que sean varían sustantivamente en su composición
identitaria y complejidad. Por ej. a Concepción se le describe como la urbanización, lugar de
transición y contradictorio, haciendo mención a la cantidad de escenarios posibles y la multiplicidad
de situaciones que pueden ocurrir en cada momento. De identidad mixta.
‰
Espacios públicos como espacios de desarrollo e intercambio local.
Claramente se manifiesta la importancia de potenciar en la región los espacios públicos, para
recuperar lo colectivo y la sociabilidad, porque las personas requieren de lugares para compartir,
realizar un rito en tranquilidad y seguridad, encontrarse y discutir. Esto quiere decir que los
espacios se deben construir, implementar y masificar para que los habitantes cuenten con lugares
para la realización de actividades. Sean estas acciones políticas, sociales, culturales, lúdicas,
conmemorativas, festivas o de ocio, etc. Como espacios de convivencia, intercambio, diálogo o
discusión para la generación de un nuevo pensamiento. Estos espacios pueden ser desde las juntas
de vecinos, a espacios culturales, aperturas de escuelas, recuperación de lugares patrimoniales,
protección de los lugares sagrados de los Pueblos indígenas, en contextos urbanos como rurales,
etc. Es decir, espacios para el desarrollo y el intercambio comunitario, de generación de identidad.
‰
Identidades Barriales como desarrollo Local
De las identidades territoriales, en el ámbito urbano de la región del Bío Bío se destacan los Barrios
y los/as pobladores/as. Muchos de los cuales, se forman a partir de la inmigración de campesinos
que llegan a las ciudades atraídos por la demanda laboral o por haberse desplazado producto de los
desastres naturales. Estas identidades nos han demostrado con ejemplos de perseverancia y
tenacidad, lo fundamental que es para el desarrollo local el trabajo colectivo. Que implica, entre
muchas más situaciones, sobrevivir a desastres naturales y antrópicos, enorgullecerse de su propia
historia, desarrollar un espíritu solidario, gestionar actividades culturales, deportivas y sociales,
dejar de lado muchas veces la discriminación, la desocupación y en las últimas décadas, la
delincuencia y drogadicción. Por esta razón, los Barrios como identidades territoriales se vuelven
una realidad a fortalecer en el ámbito del capital social, en la recuperación de su memoria histórica
y mejora de sus espacios públicos, por el potencial existente en esos lugares, poseedores de una
fuerte identidad y generadores de diversos proyectos de desarrollo local. Entre estos cabe destacar
los Barrios de Talcahuano, Hualpencillo, Barrio Norte, Barrio Universitario, Boca Sur, Nonguen,
Agüita la Perdiz, Costanera, Michaihue, Salvador Allende de Coronel, Lota Alto y Lota Bajo, Etc.
‰
Pueblos indígenas y el miedo a la pérdida cultural.
Es coincidente uno de los sueños de las identidades Lafquenche y Pewenche, que se vincula a la
emigración de los jóvenes, las ofertas laborales y pérdida cultural. Pareciera ser que para un sector
importante de Mapuches que aún habitan en los sectores rurales, las costumbres, ritos y
tradiciones recreadas en los sectores urbanos son asumidos como una cultura dañada, -a pesar de
las reclamaciones de los Mapuche Urbanos, donde la mayoría de ellos son familiares que se visitan
con periocidad con sus parientes de la ruralidad. El hecho es que los hombres y mujeres jóvenes
dejan las comunidades en búsqueda, -la mayoría de las veces-, de mejores oportunidades
laborales. Lo que implica a la vez dejar a los mayores y la cultura Mapuche en el abandono y olvido
167
de todo, en una época adversa, por las dificultades con que hoy se enfrenta la vida rural, se sea o
no sea ésta indígena.
El vínculo familiar, afectivo y emocional se daña, se aleja, la cultura se olvida. Aparece como un
lamento, el mayor de los temores. Aún cuando sabemos que las culturas y las identidades son
dinámicas cambiantes en el tiempo, incluso al punto que pueden ser absolutamente distintas de
una época a otra. No obstante aquello, es evidente la resistencia, resistencia que además se
plasma en movilizaciones y demandas concretas hacia el Estado y los gobiernos, por el respeto,
cuidado y reconocimiento, no teórico sino que práctico, de ésta realidad étnico nacional. En alguna
medida el lamento también es similar desde el mundo campesino en la región. Se habla del rescate
y fortalecimiento de las tradiciones y folclor campesino-huaso, que sufre de los embates de la
modernidad y globalización. Por ello también la demanda concreta, es el trabajo hacia un desarrollo
local con identidad, en base a su cultura y tradiciones.
‰
Factor económico y revitalización de las identidades y cultura locales
Llama la atención en el estudio que la mayoría de las identidades se configuran a partir de alguna
actividad económica, sea o no relevante (determinante) a nivel local o regional. El factor
económico es central en la revitalización de las identidades y de algunas culturas
locales en los últimos años. La relación entre identidad y la actividad socioeconómica queda
claramente demostrada en el cuestionario aplicado, en los testimonios y relatos orales, así como
también, en la masificación, rescate y re-invención constante de los ritos festivos locales. El
cuestionario arrojó que más del 90% de las identidades presentes en la región se relaciona con
alguna actividad productiva, sea esta del presente como del pasado. Los testimonios y relatos
orales, dan cuenta en los territorios una multiplicidad de nuevos emprendimientos e inteligencias
colectivas que hoy se encuentran operando colaborativamente en el plano territorial, con el objeto
de promover nuevas formas de desarrollo. De la misma manera, podemos ver como se ha ido
posicionando en los últimos años, la realización de fiestas y celebraciones locales, como la fiesta de
la castaña, del camarón, del estofado de San Juan, del choclo, la mora, la reineta, la nalca, la
vendimia, la cruz de mayo y la semana del minero, etc.
De manera implícita está presente una ideología económica productiva que está muy preocupada
de la producción de ciertos bienes, a partir de una lógica occidental en desmedro de otras visiones
de mundo y culturas, donde el mismo factor económico también está presente, pero respondiendo
a otras expresiones y lógicas. No sólo la mirada más institucional es economicista respecto de la
dinámica y constitución de las identidades, ahora vemos que muchas de las identidades
emergentes y actividades culturales locales se están situando en mecanismos de diferenciación a
partir de la producción de ciertos bienes de consumo, como el turismo que es una necesidad y
mencionada demanda transversal.
‰
Las Identidades Emergentes: Construcción y reconfiguración de una realidad
vinculante
Cabe destacar la emergencia de identidades que responden a la compleja y variada dinámica de la
globalización económica y cultural. En la que no sólo se recepcionan pasivamente influencias de
una cultura global, sino que dentro de las variadas y singulares respuestas a este proceso
innegable, están la eclosiones y reetnificaciones de identidades sociales y culturales. El estudio a
nivel regional constata esta realidad tras las denominaciones y auto definiciones identitarias, como
las que se mencionan: los surfistas; muchas identidades de mujeres emprendedoras, como las
algueras y recolectoras; los skater con una ocupación concreta de lugares y espacios en las zonas
urbanas del Pencopolitano, Chillán y Los Ángeles: los pobladores y barrios como identidad común y
diferenciada a la vez; y finalmente mencionar la que se aparece como más “conflictiva” de todas, la
identidad forestal, -por el impacto que ha tenido en las identidades campesinas e indígena,s y por
168
el gran rechazo que genera desde las percepciones subjetivas en el territorio regional. En todas las
comunas de la región se observa este fenómeno, que sin lugar a dudas responde a una amplia
diversidad5, tal como quedó signado en el cuestionario. Al ser sistematizado se resalta con
intensidad el turismo en sus diversas vertientes, -como ecoturismo, agroturismo, turismo
patrimonial y cultura-, los movimientos ambientalistas vinculados a identidades preocupadas por el
entorno comunal6.
No obstante aquello, se destacarán dos temas centrales en esta emergencia de identidades; las
mujeres y el rol en las identidades emergentes. En segundo lugar la emergencia y negación de la
identidad forestal, como una gran paradoja de las identidades en la región.
Las mujeres han ocupado un rol preponderante en el desarrollo local. A lo largo del estudio nos
encontramos con la presencia activa de distintos grupos de mujeres participantes de organizaciones
sociales, culturales y productivas, ligadas al emprendimiento de los más variados rubros. Las habían
recolectoras, campesinas, tejedoras, dirigentas sindicales, gestoras culturales, gestoras en turismo
local, etc. Llama la atención como este grupo se ha ido posicionando, ocupando un rol clave en el
desarrollo local, tanto es así que en casi todos los lugares donde se desarrollaron talleres habían
grupos de mujeres que se autoidentificaban como emprendedoras. Cabe mencionar, tal como
aparecen en los diferentes relatos recogidos, la identidad de la mujer lotina (minera) que como
compañera de los mineros, batalló junto a él para la obtención de máximos recursos durante el
cierre de las minas. Las mujeres pobladoras, quienes ocuparon un rol preponderante en la década
de los ‘ 80 asumiendo liderazgos en los cacerolazos, las ollas comunes y las protestas. Las mujeres
de los pueblos originarios, quienes se han transformado en importantes líderes urbanas como
rurales. Las mujeres de los pescadores artesanales, desafiando el mar y las creencias, frente a la
crisis están en la mar, en los empleos municipales u otras actividades. Claramente, las mujeres han
ocupado otro rol dentro de las responsabilidades socioeconómicas familiares, se están visibilizando
y generando acciones concretas de desarrollo con impacto local.
La otra identidad emergente es la identidad Forestal. Particularmente, de los diferentes
instrumentos utilizados en el estudio, la información que arrojó el cuestionario resulta interesante,
porque confirma el dato que había aparecido en el taller de la comuna de Cabrero con participantes
ligados al sector forestal maderero, campesinos y mujeres emprendedoras. El cuestionario señala
que más del 70% de los encuestados considera a la región del Bío Bío con algún grado de identidad
forestal. Sin embargo, sólo un 17% de éstos, identifica a su comuna como forestal.
Es una identificación que obedece a una característica socioproductiva de la región. Se produce
esta relación porque el sector económico está presente extensamente en la región. Pero como
realidad social existe.
Por otro lado, cuando se les consulta concretamente sobre la actividad socioproductiva
predominante a nivel comunal, la mayoría de estos pone en primera opción la actividad silvícola
5
Las señaladas van desde centro de negocios, plataforma logística, turismo y mujeres emprendedoras, hasta
ambientalista, artística, culturales, donde se repite el rescate de la cultura con arraigo campesina y deportiva.
También se menciona la identidad forestal como emergente, junto con rubros agropecuarios emergentes como
el frutícola y apícola. Relacionado con reivindicaciones están las identidades; indígena urbana; movimiento
emergente de temporeros agrícolas; existencia de red social activa. Se mencionan movimientos migratorios,
desde y hacia las comunas; y otras tantas más.
6
Ámbito analizado en el capítulo de los consensos. Otras identidades que se mencionan en el cuestionario se
refiere a la reemergencia de identidad tradicional campesina, identidades surgidas de la reconversión
productiva y rubros emergentes, como el avícola e identidades relacionadas con manifestaciones culturales,
sean estas tradicionales y nuevas.
169
forestal. Como segunda opción sitúa a la gran industria manufacturera. Con lo anterior se
constataría que en las comunas donde se desarrolla la actividad forestal no necesariamente son
depositarias de grandes establecimientos manufactureros, como para que sus habitantes lleguen a
vincularse laboral y emocionalmente con este sector, como sucede con otras identidades.
En el mismo sentido, sorprende la respuesta cuando se les consulta por la identidad cultural de su
comuna, el 48% responde que su identidad es campesina, y el 16,7 % dice que es forestal.
Para terminar, claramente estamos en presencia de una identidad forestal, pero al respecto
tenemos muchas más preguntas que certezas. ¿Es una identidad creciente?, ¿qué vínculo tienen
los/as habitantes, comunas o sectores que se llaman a sí mismos como forestales?, ¿si es o no una
identidad impuesta, instrumental o funcional?, ¿si estamos o no en presencia ya de una identidad
cultural?.
Cuadro Síntesis Claves
Temas claves
Para lograr
Reconocer y Fortalecer:
-
Diversidad de Identidades presentes
en la región
-
Políticas Públicas
pertinentes a las culturas
y territorios
-
Actores relevantes que son
representantes de dichas identidades
e impulsan proyectos alternativos
-
Mayor Participación
-
Avanzar en el proceso de
descentralización
-
Desarrollo Humano
Endógeno y Sustentable
-
Valoración y Respeto de la
diversidad cultural
-
Mayor Democracia
-
Inclusión
-
Mejor calidad de vida
-
Dinamismo e interrelación de las
identidades
Dar un paso...
-
De una región funcional a una región
cultural
Potenciar:
-
Actividades socioeconómicas con
identidad cultural y territorial
-
Espacios públicos como espacios de
convivencia e interrelación de las
identidades
170
2. Consideraciones generales
Finalmente nos preguntamos cómo podemos visibilizar, realzar y relevar el rol que cumplen las
identidades en la construcción conjunta de región. Quizás es lo más complejo frente a este
escenario de revalorización de identidades que sabemos obedecen a dinámicas concretas de
realidades socioculturales. Cómo se potencian estas identidades, y a la vez, cómo se potencia a la
región. De qué manera se vuelve efectivo el proceso de descentralización, sabiendo que sobre todo
pasa por una transformación cultural de la sociedad regional, dado que somos una sociedad que
aún obedece a una lógica centralista, que tiene cierto carácter paternalista y asistencialista. Qué
paso es el indicado dar para revertir esta situación o redireccionarla. De qué manera nos
desarrollamos incluyendo las diferentes lógicas de desarrollo presentes en el región. Cuál es el
desarrollo integral, cómo profundizamos la democracia.
Evidentemente debemos partir por reconocer el efecto de las identidades en el desarrollo de
proyectos comunes con impacto en el desarrollo territorial.
Claramente en el cierre de este estudio también nos hacemos muchas preguntas, que debiéramos
ir respondiendo con mesura. Son grandes temas los que han aparecido con el fortalecimiento de las
identidades en la región del Bío Bío. Como relevar el rol que cumplen los actores en la región, dado
que en sí mismos son un activo que se activa en situaciones de crisis. La importancia de las
identidades y el carácter contracíclico de estas. La identidad regional como un proyecto futuro de
construcción cultural, que mira el pasado, reconoce su presente y se proyecta hacia el futuro. La
importancia del turismo en los anhelos de desarrollo local. Fortalecer e incrementar los espacios
públicos y los procesos de participación. Reconocer el carácter emocional, múltiple y espiral de las
identidades de la región. Valorizar las identidades barriales como posibles polos de desarrollo local.
Constatar el miedo a la pérdida cultura de los pueblos originarios y la cultura campesina. La
irrupción del factor económico como configurador y gatillador de la emergencia identitaria en los
últimos años. Asumir la existencia de la identidad forestal, como una identidad paradójica de la
región. Y evidentemente que relevar el rol de la mujer, como un actor clave en el desarrollo
regional.
Para potenciar lo anterior, se necesita trabajar persistentemente en el reconocimiento y en la
aceptación de todas las identidades, porque son muchas tal como lo demuestra el mapa de las
identidades, están expresadas en los territorios de la región, pero no todas son visibles en su real
magnitud, no siempre generan orgullo para los/as habitantes, y muchas son rechazadas.
Se requiere incorporar en la educación pública regional la “densa” memoria histórica existente,
ojalá en la enseñanza de la historia, para saber desde dónde venimos, quienes somos, cuáles son
nuestras diferencias, así como nuestras similitudes. Es una manera de generar un imaginario
colectivo, inclusivo de sus habitantes y realidades, que apunta al fortalecimiento de la identidad e
identidades presentes en la región. Es una forma de tener cierta sinergia con la sabiduría popular.
Rescatar la música en la región, porque Bío Bío si tiene una característica, es la de ser un territorio
musical, que cruza generaciones, niveles socioeconómicos y particularismos de culturas e
identidades.
Trabajar en la construcción de criterios de pertinencia cultural para la inversión pública regional. En
ese sentido tener presente, qué es lo que quieren las identidades, qué es lo que quieren los
habitantes de la región, recoger estas orientaciones e ir más allá de las premisas técnicas y
centralistas.
Asumir las demandas autonomistas que se dan en el territorio de la región. Como parte presente de
la dinámica de la identidad e identidades territoriales, de la construcción social de los espacios y la
171
generación de vínculos emocionales e historias comunes. Posiblemente en el futuro el
fortalecimiento de la identidad regional puede que pase por otras proyecciones político
administrativas. Como lo sería la creación de la región mapuche y de la región de Ñuble.
Reconociendo que son espacios de importantes identificaciones territoriales, de demandas de
administración y de descentralización (desconcentración) del territorio. Así como también cabe la
posibilidad que la proyección se oriente hacia la configuración de una macro región centro sur de
Chile, que englobe a las regiones de Maule, Bío Bío y La Araucanía, que puede desarrollar grandes
proyectos, reconociendo y respetando, las diversidades territoriales existentes.
Es fundamental que se implementen las orientaciones de la dimensión cultura y diversidad de la
Estrategia de Desarrollo Regional 2008-2015. Por ser un instrumento de planificación territorial que
recoge las demandas de los ciudadanos/as y que piensa a la región en su fase identitaria y cultural.
Asumir el carácter eminentemente rural de la región, con núcleos urbanos densamente poblados.
Este vaivén entre núcleos poblados urbanos (Gran Concepción, Chillán, Los Ángeles) y pequeños
poblados rurales crea y sostiene dinámicas microeconómicas que indudablemente aportan
económicamente a la mantención de las localidades rurales que se han visto afectadas a partir de
la transformación de sus suelos de agrícolas a forestales a los vaivenes y situaciones propias de su
carácter agricultor de sobrevivencia.
La participación e involucramiento juvenil en la trama social urbana de las ciudades, a mayor
urbanidad, mayor preocupación e involucramiento en cuestiones trascendentes por parte de los
jóvenes. No solamente los jóvenes que estudian y son parte, todavía, del sistema educativo, sino
que de jóvenes no tan jóvenes que participan en distintas organizaciones, colectivos y grupos de
interés, como las organizaciones y colectivos de diversidad sexual.
La demanda transversal por mayor sustentabilidad ambiental y social por parte de los habitantes de
la región. Hace falta, entonces, un nuevo trato entre la región, los tomadores de decisiones, y los
habitantes comunes y corrientes.
Finalmente, agregar que en nuestra región existen particularidades y peculiaridades que pueden
ser potenciadas, como claramente lo señala el capítulo de activo y actores territoriales. En nuestra
región hay muchos lugares a ser desarrollados a partir de su reconocimiento como algo exclusivo,
único y casi inigualable. Se vuelve fundamental entonces ampliar estudios a nivel local y comunal,
con aplicación de encuestas sobre identidad, para obtener una visión acabada de esta realidad en
la región, localizarlas y evaluarlas, e ir generando desarrollo local con identidad de manera
descentralizada e interrelacionada a las grandes urbes regionales.
3. Recomendaciones de perfiles de proyectos
Podemos finalizar, con un interesante cúmulo de posibilidades de desarrollo para la Región a través
de el apoyo de las actividades que se encuentran realizando sus habitantes, a través de actividades
socioproductivas, como a través de la generación de lazos y rescate de su propia historia en otros
casos. Es importante destacar, la diversidad y el potencial inmenso donde puede nutrirse la
identidad, a través de perpetuar las actividades básicas que la componen y la relación entre la
comunidad con la que se identifica.
En este marco, nos parece fundamental rescatar la actual Estrategia de Desarrollo Regional 20082015, que coincide plenamente con lo expresado por los actores durante el transcurso de este
estudio. En especial, los programas estratégicos mencionados con anterioridad y centrados en el
tema de patrimonio, identidad, interculturalidad y manifestaciones culturales, entre otros. En este
sentido, queremos además agregar una pequeña lista de recomendaciones de proyectos más
específicos surgidos a la luz de lo observado en terreno de forma más particular y que creemos
172
podrían ser un aporte significativo al fortalecimiento de la identidad de la Región y, por ende, a su
desarrollo.
Proyecto: Desarrollo productivo con base en la pesca artesanal (Pesca-turismo-ambientalsocial e identidad y cultura).
Objetivo: Replicar la experiencia de “Caleta Maitencillo” para algunas de las 70 caletas de
pescadores artesanales de nuestro litoral marítimo. Esto es, la instalación de centro de
investigación aplicada en apoyo a la pesca artesanal y desarrollo de proyectos productivos con
el fin de explorar nuevas capacidades (negocios, productos y encadenamientos) y potenciar los
activos económicos de esta identidad mediante el repoblamiento del borde marino con viejas y
nuevas especies.
Proyecto: Promover la creación de la red de productores de leña certificada.
Objetivo: Incorporar al mundo rural a la cadena de la industria de combustibles y contribuir a la
reducción de los niveles de contaminación atmosférica en los principales centros urbanos en la
región.
Proyecto: Identificación de proyectos productivos y construcción de perfiles para las
principales productos con identidad lafkenche y pewenche (orfebrería, tejidos, medicina
indígena, leña certificada, complejos de cabañas turísticas, camping, senderos, papa, etc.).
Objetivo: Colocar a disposición de la comunidad perfiles de proyectos preevaluados y facilitar
así la conservación y la transmisión de sus elementos identitarios esenciales.
Proyecto: Implementar Escuelas de Altos Oficios Interculturales en las comunas de Cañete y
Santa Bárbara (Orfebrería, tejidos, textiles, medicina popular e indígena, turismo con identidad
cultural, gastronomía intercultural, etc.).
Objetivo: Dotar a jóvenes de las identidades étnicas nacionales y socioproductivas de una
alternativa educacional pertinente a su cultura, identidad y territorio, que permita el
fortalecimiento de éstas y la generación de proyectos con alto impacto territorial.
Proyecto: Ferias productivas costumbristas de carácter regional e itinerante.
Objetivo: Visibilizar las producciones artístico culturales y costumbristas de la región y sus
creadores, a fin de abrir y acceder a los mercados locales de la región.
Proyecto: Programa de infraestructura rural para el desarrollo del territorio Bío-Bío Cordillera.
Objetivo: Orientado a satisfacer las demandas de infraestructura necesaria para desarrollar el
ecoturismo, turismo de intereses especiales de administración comunitaria.
Proyecto: Programa de promoción de fiestas costumbristas.
Objetivo: Apoyar, fortalecer las fiestas costumbristas existentes y promover la recuperación de
aquellas que se han perdido, como un medio de fortalecimiento de las identidades locales, de
promoción turística y servicios asociados.
Proyecto: Implementación de centros interculturales.
Objetivo: Dotar a la comunidad de un espacio de realización de la interculturalidad: presencia e
interacción equitativa de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales
compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo.
173
Proyecto: Implementación de centros culturales.
Objetivo: Dotar a las comunidades locales de espacios dedicados a las diversas manifestaciones
culturales, con equipamiento, con apoyo para la realización de talleres y trabajo en conjunto
con líderes locales.
Proyecto: Fortalecimiento de la institucionalidad forestal.
Objetivo: Concertar a los actores (organizaciones gremiales, sociales, ambientales, académicas
y de la industria forestal) vinculados con el manejo, conservación y explotación de los recursos
forestales para la construcción de una propuesta regional de desarrollo sustentable de bosques
nativos y masas forestales en la búsqueda de consensos tendientes fortalecimiento del sector
forestal incluyendo personas, bosques, industria y plantaciones.
Proyecto: Estrategia(s) comunal(es) de desarrollo patrimonial y cultural: base para la
prevención y promoción de estilos de vida saludables, desarrollo de la creatividad, las
expresiones artísticas con identidad local territorial y regional.
Objetivo: Terminar con la amenaza con perder la vinculación con su pasado (histórico-cultural),
que trata de escapar de su presente y que no ve el futuro con optimismo. Prevenir y promover
estilos de vida saludables, desarrollar de la creatividad, las expresiones artísticas con identidad
local territorial y regional.
Proyecto: Concurso y edición de revista semestral de trabajos graffiti (inéditos).
Objetivo: Generar un espacio grafico de difusión y reconocimiento de la creatividad juvenil, de
manera de contribuir al hermoseamiento y limpieza visual de la ciudad.
Proyecto: Conoce tu Región.
Objetivo: Que las comunidades, en especial niños y jóvenes, puedan conocer y visitar los
diversos hitos patrimoniales naturales como construidos de la Región, a través de visitas
guiadas y/o campamentos.
Proyecto: Investigación aplicada patrimonio construido de la Región.
Objetivo: Propiciar línea de proyectos que apoyen la investigación desde sitios arqueológicos de
la Región, hasta construcciones patrimoniales en mal estado, olvidadas o sin mayor registro y/o
investigación (por ejemplo fuertes, puentes, casas, edificios públicos) para construir un catastro
de este nivel patrimonial en la Región, revalorizarlo y apoyar su perpetuación.
Proyecto: Gestión turística integral comunal.
Objetivo: Generar un programa base que pueda ser entregado a nivel comunal, donde se
trabaje la gestión turística dentro de cada comuna, estableciendo Planes de Promoción Turística
Comunal, presupuestos y labores dentro del Municipio, preparación de funcionarios en gestión y
en capacitación a operadores turísticos, catastro comunales de atractivos turísticos, etc.
Proyecto: Rescate historias locales.
Objetivo: Promover línea de proyectos de apoyo en especial a la recuperación de historias
locales, a través de diversas instancias: trabajos con clubes de adultos mayores, organizaciones
comunitarias, grupos artísticos, escuelas, etc.
174
Proyecto: Fondo para la Mujer Emprendedora.
Objetivo: Generar un Fondo específico para las Mujeres de la Región, que realicen alguna
actividad innovadora sea ésta de manera grupal o individual, dándole no sólo los fondos sino la
capacitación para utilizarlos de la mejor manera.
Proyecto: Apoyo a la creación de museos y galerías de arte.
Objetivo: Apoyar la creación de museos y galerías de arte locales, donde prime el interés de
cada comuna, se cuente con un espacio consensuado e interesante tanto para la comunidad
como para los visitantes, donde se apoye a los artistas locales y se abra un espacio permanente
de diálogo con las historias de cada comunidad.
Proyecto: Apoyo grupos ambientalistas en recuperación de patrimonio.
Objetivo: Generar proyectos de apoyo específico a aquellos grupos ambientalistas quienes están
tratando de recuperar lugares de especial belleza, donde se les permita generar además de
actividades concretas de recuperación (por ejemplo campañas de limpieza), campañas de
difusión y promoción de estos lugares al resto de la comunidad, además de brindar apoyo para
infraestructura básica para este tipo de lugares (basureros, baños públicos, caminos de acceso,
restricciones para vehículos por ejemplo motos, etc.).
Proyecto: Participación ciudadana en la construcción de mi ciudad (pueblo, comuna o
provincia).
Objetivo: Promoción de participación de las organizaciones comunitarias frente a las decisiones
de importancia en cada barrio, pueblo, comuna o provincia, generar cabildos y consultas
ciudadanas para preguntar a los habitantes de cada lugar sobre sus percepciones frente a los
cambios acelerados en nuestro entorno (cambios urbanísticos, ampliación de caminos), a
actividades productivas que estén en expansión o instalándose (expansión forestal incontrolada,
instalación de nuevas represas o industrias), a puntos críticos identificados por estos habitantes
(por ejemplo, pérdida de barrios patrimoniales frente a construcción de edificios de altura,
pérdida de casas antiguas identificadas y tradicionales en cada ciudad, etc.).
Proyecto: Talleres de reconstrucción de historia barrial / poblacional.
Objetivo: Propiciar espacios de encuentro para la reconstrucción de las historias barriales y
poblacional del Gran Concepción, a través de talleres, registros fotográficos, historias de vida y
logros e hitos de estas comunidades, como puntos de encuentro.
Proyecto: Ferias juveniles de expresión artística (festivales).
Objetivo: Apoyo y generación de espacios para la realización de ferias juveniles de expresión
artística a nivel provincial, donde a través de stands, espacios para obras teatrales, danza,
música puedan juntarse los diversos grupos juveniles y potenciarse, además de constituir un
espacios de encuentro y formación para toda la comunidad.
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