Humanidades Documento marco

Documento marco
Humanidades
USTA COLOMBIA
Documento Marco
Humanidades
© Universidad Santo Tomás, 2015
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Bogotá, D. C., Colombia
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Coordinación editorial: Valeria D’Amato Orozco,
María Adelayda López Alzate, Yeniter Khatéleen
Escalona Poleo.
Corrección de estilo: Mayra Alejandra Castellanos
Meneses, Óscar Javier Arango Arboleda, María del
Mar Agudelo Torres, Hilda Liliana Ayala Hernández,
Luis Daniel Pico Páez, Jessica Nathalia Sanabria
Cantón, Nadia Johana Paola González Rodríguez,
Juan Carlos Molano Carrillo, Gloria Elisa Amézquita
Ospina, María Fernanda Chacón Castro, Juan Carlos
Velásquez Sánchez, Jesús Delgado Argoti, Clara Inés
Galindo Huertas.
Pauta gráfica: Sylvana Silvana Blanco Estrada.
Diseño: Laura Cortés Ardila.
Diagramación: Taller de Edición Rocca.
Impresión: Ultracolor Artes Gráficas L.T.D.A.
Hecho el depósito que establece la ley
Impreso en Colombia • Printed in Colombia
Se prohíbe la reproducción total o parcial de
esta obra, por cualquier medio, sin la autorización
expresa del titular de los derechos.
ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL
AUTORES
Unidad
Departamento de Humanidades
Responsable
Miguel Moreno Lugo
Coordinador General Departamento de Humanidades
Sede Bogotá
Fr. Alberto René Ramírez Téllez, O.P.
Director Departamento de Humanidades
Sede Bogotá
Eduardo Alberto Gómez
Coordinador Académico Departamento de
Humanidades
Sede Bogotá
Fr. Mauricio Cortés Gallego, O.P.
Director Departamento de Humanidades
Seccional Bucaramanga
Miguel Tarazona
Coordinador Departamento de Humanidades
Seccional Bucaramanga
Milton Bautista
Director Departamento de Humanidades
Seccional Tunja
Fray Álvaro José Arango Restrepo O.P.
Director Departamento de Humanidades
Sede Villavicencio
José Domingo Correa
Coordinador Departamento de Humanidades
Director (e) 2015
Seccional Medellín
Fr. Rodrigo Rivera Gutiérrez, O.P.
Director Departamento de Humanidades 2014
Sede Medellín
Fr. Gilberto Londoño, O.P.,
Director Departamento de Humanidades 2013
Sede Medellín
©Derechos reservados
Universidad Santo Tomás
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2015
Profesores de apoyo
Departamento de Humanidades Sede Bogotá
Kenya Latorre
Luis Merchan
Jaime Linares
Wilmer Rubiano
John Maldonado
Julio Murcia
Tabla de
contenido
1. Contextualización y antecedentes 5
1.1. Antecedentes históricos 6
1.2. Marco normativo de las humanidades 8
1.3. Horizonte 9
2. Campos de acción para el desarrollo de las funciones sustantivas 10
2.1. ¿Qué es el humanismo? 11
2.2. Docencia 14
2.3. Investigación 17
2.4. Proyección social y académica 18
3. Políticas y lineamientos 19
3.1. Política de la formación humanística 20
3.2. Lineamientos 21
4. Gestión y organización 22
5. Estrategias, logros e impactos 26
5.1 Estrategia de formación integral desde lo académico 28
5.2. Estrategia de la ruta formativa 31
5.3. Estrategia: cátedras magistrales 32
5.4. Logros en investigación: revistas y publicaciones 33
5.5. Estrategias desde proyección social 34
6. Sistema de evaluación, seguimiento y mejoramiento 35
Referencias 37
1.
Contextualización y
antecedentes
1.1. Antecedentes
históricos
6
La Universidad Santo Tomás reabre sus puertas el 7 de marzo de 1965, bajo la regencia de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, y se aprueba en 1966 por el Gobierno Nacional. Inicialmente,
Humanidades se constituyó como un área de la Facultad de Filosofía, y ofrecía cursos de Historia del
Pensamiento, Tomismo y Cultura Teológica a todas las facultades de la universidad.
A mediados de 1974, nace otra unidad académica que ejercería gran influencia en el desarrollo académico y de proyección social de la universidad: el Centro de Enseñanza Desescolarizada (CED),
antecedente de la actual Vicerrectoría de Educación Abierta y a Distancia (VUAD). Con esta, se da
inicio a una segunda etapa de la Facultad de Filosofía y del proceso Humanidades. Es un periodo
caracterizado por una nueva orientación de la filosofía y la teología de la liberación en América
Latina. La docencia no era solo el espacio de reflexión de los problemas del hombre, sino de búsqueda de transformación de la realidad y de compromiso social.
El Consejo Superior de la USTA aprueba el Acuerdo 11 (11 de agosto de 1974), donde estableció la
necesidad de unificar la formación humanística de la universidad a través de una sola instancia, con
el nombre provisional de Departamento de Filosofía y Cultura Teológica, perteneciente a la Facultad de Filosofía, en la sede de Bogotá (Universidad Santo Tomás, 2014, p. 2).
Fruto de los procesos académicos al interior de la Universidad, especialmente en la triada Facultad de Filosofía, Centro de Enseñanza Desescolarizada y Área de Humanidades, se constituye un
equipo de trabajo para pensar las humanidades como factor para coadyuvar a la formación integral en las condiciones locales y globales del futuro profesional de la USTA. El Acuerdo 19-24 (4 de
agosto de 1993) implementa en forma oficial la necesidad de incluir en la formación humanística
la cátedra de Epistemología, así como la importancia de la formación física integral, el dominio de
una segunda lengua, y la proyección social de todos los programas académicos. […] El Departamento de Humanidades y Formación Integral en Bogotá, se legalizó en el Acuerdo 10 (30 de agosto
de 2004), con seis cátedras obligatorias de tres créditos cada una y una amplia oferta de Cátedras
Opcionales Institucionales (COI), encargada de impulsar la formación humanística. Para este
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proceso de formación humanística, la Universidad cuenta con instancias en las Seccionales y Sedes
de Bucaramanga (1973), Tunja (1996), Medellín (1998) y Villavicencio (2007) (USTA, pp. 2-3).
En el último periodo, se destaca que, mediante el Acuerdo 28 (16 de octubre de 2013), el Consejo
Superior determinó la unificación de políticas y lineamientos de la gestión de las humanidades en
las funciones sustantivas y de la gestión académico-administrativa. Se determinó la naturaleza y
condición propia de sus programas académicos, acorde con la impronta institucional de la USTA, y
cómo lo anterior permitirá el cumplimiento de los objetivos de la institución en lo referente a la formación humana integral. Finalmente, se aclara que la formación institucional constituye un componente obligatorio del currículo en todos los programas académicos.
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1.2. Marco normativo
de las humanidades
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En el contexto nacional, la normatividad en torno a la educación superior se reglamenta en la Ley
30 de 1992, y en la Ley General de Educación de 1994, en donde se regula la formación integral y, en
general, los campos de acción universitarios. En el ámbito institucional, se destacan el Estatuto Orgánico (2010), el PEI (2004), la Política Curricular (2004), el Modelo Educativo Pedagógico (2009), el
Plan General de Desarrollo (2012-2015) y el Acuerdo 28 (2013), en donde se establecen y orientan
las políticas y lineamientos sobre la formación integral que, desde lo académico, promueve, gestiona
y dirige los departamentos y unidades en las sedes y seccionales.
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1.3. Horizonte
Misión
Inspirada en el humanismo cristiano tomista, la formación integral de la comunidad universitaria
promueve, desde el ámbito académico, procesos constantes de formación humanística para desarrollar actitudes y conciencias éticas, críticas y creativas entre los estudiantes, con el objetivo de preservar, profundizar y actualizar la misión de la USTA como universidad dominicana de estudio general
en las funciones sustantivas.
Visión
Para 2023, la formación humanística se proyecta como un proceso académico reconocido en los
ámbitos regional, nacional e internacional, mediante acciones y procesos permanentes de investigación, docencia y proyección social y académica, para dinamizar la generación de conocimientos
en y desde el campo de las humanidades.
Objetivo
Propiciar una formación humanista integral desde el ámbito académico, a la luz del pensamiento tomista de
la educación para el desarrollo de toda la comunidad universitaria, bajo el lema: “Primero personas, luego
profesionales”.
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2.
Campos de acción
para el desarrollo de las
funciones sustantivas
2.1. ¿Qué es el
humanismo?
Entre los retos de las sociedades actuales, está el dirimir el problema de la desigualdad y la injusticia social. Es así como los Estados, a través de sus gobiernos, exigen a las instituciones de educación
superior responder a las nuevas dinámicas sociales, dado el ejercicio de responsabilidad social que
a estas se les demanda.
Colombia ratifica estas disposiciones, las cuales se encuentran registradas en el documento Hacia
una nueva dinámica social de la educación superior. Documentos de políticas 2010-2014. Entre los
debates actuales, está la pertinencia de los currículos de las universidades, en tanto que estos parecen responder más a los intereses de la economía y el mercado, restando relevancia a la resolución
de las verdaderas necesidades humanas.
Como lo afirma Chanlat Alain (2009), director del Centro de Humanismo, Gestión y Mundialización de Montreal: “Las Universidades han formado bien en el administrar cosas, aquí caben las
palabras ciencia, tecnología, técnicas, explicación (relación), números y fórmulas, universalidad,
modelo, precisión, demostración, rigor, razón, y espíritu de geometría, pero se olvidó de formar en
la dirección de las personas”.
Dado el direccionamiento de las universidades hacia la productividad, los avances científicos y tecnológicos, que han traído altos costos sociales, se hace prioritario aunar las funciones sustantivas de
la universidad: difusión del conocimiento, desarrollo de la ciencia y la tecnología, y formación profesional, a través de la investigación, la docencia y la proyección social y académica, con un enfoque
humanista que garantice la construcción de una sociedad democrática, incluyente y más humanizadora.
De esta manera, siguiendo la impronta dominicana de estudio general, la USTA se inspira en el humanismo cristiano tomista, cuya centralidad gira en torno a la persona humana como eje dinamizador de la acción universitaria. La universidad apuesta, por lo tanto, por una formación humanística,
para que la comunidad universitaria responda de manera ética, crítica y creativa a las problemáticas
del mundo actual.
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Los departamentos de humanidades, desde el horizonte de la pedagogía problémica, siguen un
modelo formativo centrado en el desarrollo de la persona, que responde a la pregunta: ¿qué tipo de
ser humano-persona quiere formar? Así, dirige sus acciones hacia la excelencia de sus cuatro dimensiones: comprender (visión racional estructurada), hacer (acción transformadora y productora), obrar
(acción conforme a valores éticos), comunicar (a través de los distintos lenguajes).
Así pues, todos los programas académicos asumen, desde sus campos específicos, la formación
humanística. En ese sentido, el componente humanístico transversaliza toda la formación universitaria en sus funciones sustantivas, y se apoya en cursos específicos de formación institucional en
espacios académicos obligatorios y flexibles.
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Las acciones de los departamentos, a través de estos espacios, procuran la valoración de la persona
como ser humano, pues ello implica el desarrollo de tres capacidades en sus estudiantes: la capacidad de autoexamen, la capacidad de verse a sí mismos como seres humanos en interdependencia
con los otros, y la capacidad del cultivo de la imaginación narrativa.
En cuanto a la primera, la capacidad de autoexamen, propende por el ejercicio auto reflexivo y la
construcción del pensamiento crítico sobre el mundo de la vida; la segunda, la capacidad de autoexamen en interdependencia con los otros, implica la posibilidad de verse a sí mismo en relación con los
otros, favoreciendo una ética del cuidado por los otros y por el mundo. Finalmente, la capacidad de
cultivo de la evolución narrativa implica el sentimiento de empatía, de ponerse en lugar de los otros
para valorar el significado de sus sentimientos, sus deseos, proyectos y logros (Nussbaum, 2010).
Es así como el cultivo de las dimensiones mencionadas posibilita la construcción de diferentes tipos
de pensamiento (creativo, crítico, reflexivo, entre otros). Su dinámica apunta, además, a la formación del pensamiento cuidante, entendido este como: “una fusión entre el pensamiento cognitivo y
el pensamiento emocional, que se expresa a sí mismo a través de actividades como la apreciación,
la estima, el respeto, el cuidado, la empatía, la compasión y la valoración” (Lipman, citado en Lago,
2006, pp. 108-110).
Dado lo anterior, bien puede afirmarse que el cultivo del pensamiento cuidante es fundamental para
una formación humanista, en tanto que implica: la valoración de lo que piensan los otros: pensamiento respetuoso; pensar lo que se valora como bello: pensamiento apreciativo; pensar lo que se considera virtuoso: pensamiento admirativo; pensar lo que es sintiente: pensamiento considerado; pensar
lo que se considera debe ser apoyado: pensamiento animante, y pensar lo que es el sufrimiento: pensamiento compasivo (Lipman, 1991, citado en Lago, 2006, p. 110).
Tener una actitud cuidante implica que la persona no se limita a lo que es o a lo dado, por considerarlo inamovible, como un límite del pensar y actuar, sino, por el contrario, esta actitud ha de estar
dirigida hacia lo que puede y debe ser, a lo que sería justo, adecuado y correcto (Lago, 2006).
Esta visión humanista es condición para la construcción de una sociedad más democrática, porque se
percibe al otro desde su condición como ser humano, y no como medio instrumental para alcanzar
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un fin. Bajo esta mirada, los departamentos de humanidades pretenden ampliar el horizonte comprensivo de la realidad, para que los miembros de la comunidad universitaria posean herramientas
que les permitan ser agentes activos de transformación en todos los ámbitos de la vida.
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2.2. Docencia
14
La docencia se concibe como una relación pedagógica de mutua y dinámica participación colectiva en
el proceso formativo, en el cual el aprendizaje es responsabilidad compartida entre docentes y estudiantes. Está delineada por los principios de autonomía, libertad de cátedra, construcción y recreación del saber, reconocimiento de las diferencias y ritmos individuales de aprendizaje, en donde el
estudiante será el centro del proceso, y el docente, el motivador y mediador del mismo.
Para tal fin, la docencia estará basada en un enfoque pedagógico de interacción y construcción del
saber desde el Modelo Educativo Pedagógico de la USTA, es decir, la pedagogía problémica y la
metodología problematizadora, que tendrá como objetivo misional la promoción de la formación
integral desde lo académico.
Dentro de estos procesos, la USTA siempre ha reconocido su responsabilidad como instancia formadora del carácter, de la personalidad y del pensamiento crítico del estudiante. Actualmente, se
enfoca en la formación integral como una forma de responder a los retos del mundo globalizado en
su acelerado desarrollo tecnológico y científico.
La formación humanística, como tarea de los departamentos y unidades en las sedes y seccionales, promueve, en primer lugar, las dimensiones de la acción de la persona humana como acto de
aprehensión de la realidad, acto que es abierto, dinámico e integral. Desarrollar las acciones para
comprender, obrar, hacer y comunicar creativa, ética y críticamente los saberes, y guiarlos hacia la
interpretación y transformación de la realidad es uno de los propósitos de la ruta formativa que nos
lleva a aprender a aprehender, y aprender a reaprender.
En la tabla 1, se especifican, en concordancia con el Modelo Educativo Pedagógico y la Política
Curricular de la USTA, los rasgos característicos de las dimensiones. Es de aclarar, entonces, que el
currículo de la USTA no está diseñado bajo el enfoque por competencias (entendidas como hábitos
operativos desde el humanismo cristiano tomista), sino centrado en el desarrollo de las dimensiones
de la acción humana. En ese sentido, las competencias están subordinadas a estas.
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Tabla 1.
Rasgos característicos de las dimensiones
DIMENSIONES
CARACTERÍSTICAS
Comprender
Análisis, interpretación, síntesis y argumentación del conocimiento, de los principios,
conceptos, teorías, lenguajes y métodos, y de la capacidad de recontextualización de los
núcleos problémicos, de acuerdo a los propósitos de formación institucional y profesional.
Hacer
Transformación y producción en el contexto, a partir del desarrollo de las habilidades y
destrezas propias de las cátedras; manejo de tecnologías y herramientas para el desarrollo de la asignatura; habilidades para formular y evaluar proyectos.
Obrar
Respeto y solidaridad, sentido crítico-propositivo, y resignificación de aprendizajes
desarrollados a partir de la interacción con el otro; apertura y reconocimiento del otro
como interlocutor válido, y desarrollo de la sensibilidad y la responsabilidad social.
Comunicar
Escucha, expresión verbal clara, expresión escrita, capacidad para expresar las inquietudes propias; dominio de lenguajes específicos de las cátedras, capacidad para presentar
proyectos, uso de los lenguajes multimedia, manejo de recursos simbólicos, y capacidad
para el trabajo en equipo.
Fuente: elaboración institucional.
En segundo lugar, la formación humanística promueve la formación del sentimiento, ya que el hombre es también realidad afectiva, se mueve por intereses y motivaciones. Por ello, mientras educadores
y educandos no se entusiasmen con los propósitos y las tareas educativas, no se generarán cambios
reales. Por el contrario, los sentimientos que se desbordan, convertidos en pasiones ciegas, pueden
distorsionar la realidad, el conocimiento de la misma, y la propia existencia. Una formación integral
no puede descuidar una educación estética que deguste los valores del arte humano ni la sensibilidad de reacción ante la tragedia, el atropello, la violencia, el oprobio y la injusticia.
En tercer lugar, la formación humanística promueve la formación de la voluntad. A los seres humanos, los estímulos provenientes del medio interno o externo no nos imponen un tipo de respuesta,
sino que nos exponen a optar por distintas alternativas. Frente al medio, no tenemos más remedio
que decidir. La educación de la voluntad parece algo arcaica para algunos ambientes educativos, y
palabras como obediencia, esfuerzo, disciplina, autoridad suenan como una grave ofensa personal y
un atentado al libre desarrollo de la personalidad.
Educar la voluntad implica aprender a querer, a emprender proyectos, a pretender metas; la voluntad juvenil requiere que se le presenten proyectos de vida, que se le señalen cauces, que se le enseñen
utopías razonables. La voluntad no se conforma solo con el querer o el apetecer, también requiere
de una determinación para no desfallecer ante la más mínima dificultad. Es cierto que el mundo de
hoy debe formar en la flexibilidad para asumir los cambios permanentes, pero ello no significa que
se deba negociar todo, y se deban cambiar valores y lealtades básicas por unos seudovalores que no
preparan para la vida buena y la convivencia justa. Por último, educar la voluntad debe atender la
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acción y el compromiso que nos hace responsables y libres. De esta forma, la educación de la voluntad
nos hace libres. El modelo universitario de estudio general, en términos académicos y de docencia,
lo podemos traducir en tres exigencias básicas: formación en las ciencias, formación de la conciencia y formación para la presencia.
• Formación en las ciencias. Apertura a la investigación en la pluralidad de métodos y saberes, a la
diversidad de lenguajes y formas culturales; exigencia de rigor y sistematicidad en la búsqueda
siempre de la verdad (Facientes Veritatem), dentro de la autonomía relativa y el espíritu de diálogo, comunicación, disputa y consenso de toda la comunidad universitaria.
• Formación de la conciencia: Reconocimiento y apertura al mundo de los valores y a la eticidad de
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las profesiones; maduración y formación en la autenticidad; construcción del sentido de libertad,
de responsabilidad y de autonomía, y comprensión del sujeto social como una persona abierta
a la comunidad, a su dimensión política, y a los retos y compromisos que la situación del país
requiera.
• Formación para la presencia: El saber, en cuanto saber especializado y, al mismo tiempo, crítico,
que no elude los compromisos y las responsabilidades socio históricas, y que sabe estar a la altura
de los nuevos cambios radicales del mundo moderno y posmoderno. En especial, se trata de un
saber en proyección permanente, en un país que exige un proceso total de reconstrucción de sus
estructuras, de sus valores básicos, y de sus proyectos esenciales de justicia social, democratización y respeto a los derechos fundamentales de la persona.
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2.3. Investigación
La investigación, como función sustantiva de la universidad, perfilada en los documentos institucionales, tiene, junto con las demás funciones, un punto de encuentro común. Tal es el caso de la
misión de la USTA, cuando establece que, junto con la docencia, se convierte en uno de los factores
determinantes en la formación humanista de la comunidad académica, permitiéndole, a través de
esta impronta, una visión crítica de la sociedad y sus problemáticas, pero, ante todo, estar en capacidad de participar en su transformación, en la construcción creativa de soluciones que apuntan a
una sociedad justa e incluyente. La investigación, asimismo, es fruto también de la misma experiencia que la universidad ha adquirido con el paso del tiempo, y que la ha llevado a realizar los diferentes ajustes que ha considerado pertinentes en busca de una apropiada formación y preparación para
un adecuado desempeño social.
Es claro e imperante, en esta apuesta por la formación humanística, promover la función sustantiva
de la investigación tanto en sus aulas, desde lo formativo, como entre sus docentes, en cuanto a la
construcción de nuevos conocimientos, basados en elementos de un modelo que contempla como
sus pilares los siguientes aspectos: grupos, proyectos, redes, semilleros, productos y visibilización en
el campo de las humanidades. Esto último implica, además, los empeños que siguen haciéndose en
y a través de los diversos medios de edición con que cuenta la universidad, y los departamentos y la
unidad en particular. Para ello, estos han trazado un horizonte articulado, a través de cuatro líneas
activas de investigación: educación contemporánea y pedagogías emergentes; humanidades y estudios transdisciplinares; memoria, historia e identidades, y humanismo y sociedad. Estas abordan
temáticas en las que convergen docentes y estudiantes frente a realidades emergentes, que exigen
profundizar en su conocimiento a través de distintas posturas teóricas, epistemológicas, y haciendo
uso de variadas posturas metodológicas.
Toda esta construcción, como lo señalan las políticas institucionales y sus estrategias, no solo debe
estar articulada a las funciones sustantivas de la docencia y la proyección social, sino también debe
mantener un necesario dinamismo e interacción con diferentes actores de la vida nacional, sean de
orden público o privado. Esto obliga a que las humanidades mantengan una postura de transversalidad
e interdisciplinariedad, en la que encontramos su verdadera riqueza y aporte a la construcción social.
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2.4. Proyección
social y académica
18
Se parte del hecho de que la formación humanística es la actividad que se imparte en la universidad
por parte de los departamentos y la Unidad de Humanidades. Es un servicio que contribuye a la
formación básica de los futuros egresados, como componente importante del currículo, fundado en
los principios educativos de la USTA, y que, a su vez, se expresa en la filosofía y pensamiento vigentes de Santo Tomás de Aquino, tal como aparece en el PEI, conocido por todos los integrantes de la
comunidad académica.
La proyección social, la docencia y la investigación se erigen como la tríada sobre la que se establece
el entramado mediante el cual se realiza la misión institucional. Los departamentos y la Unidad de
Humanidades, además de la formación académica, asumen su compromiso ante el país y la sociedad en general, mediante acciones orientadas hacia la proyección académica y social. Estas acciones
buscan formar en la ciencia, en la conciencia, y para la presencia.
La proyección es entendida y asumida en dos niveles. En primer lugar, a través de la formación humanística, como aporte a la formación integral de los egresados. En segundo lugar, mediante proyectos
académicos de emprendimiento, de desarrollo comunitario y de educación continuada.
En la actualidad, la proyección se está articulando con el trabajo que se viene realizando en las diferentes sedes y seccionales, en aras a cumplir con lo que demanda el Plan General de Desarrollo (20122015), que guarda relación con la apuesta de un proyecto unificado denominado USTA Colombia.
Al respecto, el Plan General de Desarrollo especifica lo siguiente:
Articulación de las políticas de la USTA Colombia. Fortalecimiento de los procesos de
comunicación en los diferentes organismos colegiados de la USTA en todas sus Sedes y
Seccionales, para unificar la visión estratégica de la Universidad en Colombia (…). Articulación y fortalecimiento de los procesos misionales en la USTA Colombia. Estimular
la articulación entre directivos de las diferentes Sedes, Seccionales y Centros de Atención
Universitaria (CAU) de la VUAD, en torno a procesos académicos y administrativos fundamentales, que permitan un trabajo coordinado y unas estrategias que fortalezcan la labor
en equipo y la búsqueda de consensos y de aprendizajes comunes (Varios, 2012, p. 33).
Universidad Santo Tomás
Políticas y lineamientos
3.
3.1. Política de la
formación humanística
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La política de la formación humanística, como parte constituyente de la formación integral desde
lo académico, se encuentra especificada en el Plan de Desarrollo 2012-2015, en el eje “Comunidad
Universitaria”. En este sentido, la política se formula de la siguiente manera: “La USTA promueve
la integración, participación y la formación de la comunidad universitaria, con sentido humanista
cristiano”.
Ello corresponde a la estrategia de identidad y cultura institucional, la cual responde a la problemática
fundamental de la formación integral hoy en día. De una parte, se busca contribuir a que el estudiante
amplíe sus horizontes comprensivos de la realidad, estando en condiciones de aportar soluciones a
la problemática y necesidades de la sociedad, del país y de la vida humana. De otra, ofrecer una formación que, más allá de lo puramente disciplinar y técnico de los saberes profesionalizantes, forme
buenas personas, buenos profesionales y buenos ciudadanos.
Para responder a esta misión, la formación humanística debe enfrentarse a los retos que demanda la
globalización, la tecnologización, la ultraespecialización deshumanizante de las ciencias, los poderes
económicos, la pérdida de valores morales, la corrupción, la violencia, la cultura de la vida cómoda
y facilista, entre otros.
La política del Departamento de Humanidades y Formación Integral, para responder a estas situaciones, compromete a sus docentes en la formación de la comunidad universitaria en la impronta
distintiva de la USTA, es decir, identidad y cultura institucional con sentido humanista cristiano.
Esto se logra a través de la formación institucional en los currículos de todos los programas de la
universidad, en los cursos de formación a las demás dependencias de la USTA, y en la participación
colegiada en las instancias institucionales.
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3.2. Lineamientos Los documentos institucionales y, en especial, el Acuerdo 28 (16 de octubre de 2013) del Consejo
Superior de la Universidad, establecen la obligatoriedad de introducir en todas las instancias de la
universidad la formación humanística con sentido cristiano, inspirada en el pensamiento del patrono
de la universidad. Estos lineamientos dan sentido y validez a la formación humanística, ya que esta
propende por mantener el sello institucional, la orientación dominica y el estudio general, característicos de nuestra universidad. De igual modo, los principios, objetivos y valores institucionales
surgen de la naturaleza misma de la universidad, orientan y dan sentido a su quehacer como institución de educación superior, y, por lo mismo, mantienen su impronta humanística.
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Gestión y organización
4.
En la planificación del proceso de formación humanística, se encuentran diseñados e implementados los planes necesarios para avanzar en la consecución del objetivo propuesto. En los siguientes
planes, se concretan las acciones por desarrollar: el plan de docencia, investigación, proyección y
gestión universitaria.
La gestión administrativa está involucrada en todos los procesos sustanciales de la formación humanística y hace parte de la cotidianidad educativa de la institución. Su objetivo se centra en la gestión
que se realiza a nivel de los recursos humanos, financieros y físicos para alcanzar el desarrollo de las
funciones sustantivas con criterios de calidad.
La organización, gestión y administración se definió como línea estratégica en el Plan de Desarrollo
y en el Plan de Mejoramiento Institucional 2012-2015, y a su vez en el Plan Estratégico de la Formación Humanística, que incluye los siguientes aspectos: actualización de la estructura administrativa,
comunicación organizacional, recursos y aseguramiento de la calidad.
La gestión administrativa se sustenta en el trabajo del potencial humano como dinamizador del proceso, que debe ser canalizado a través de propuestas que ordenen propósitos y acciones para alcanzar los objetivos establecidos para la formación humanística. Reconocer que existen debilidades y
fortalezas es necesario para establecer acciones de mejora continua, pero reconocer que la gestión
es una tarea permanente, y que se hace práctica en el día a día garantiza avanzar hacia la excelencia,
utilizando la calidad como guía. Además, el análisis del entorno podrá ser realizado con criterios,
procedimientos e indicadores logrados en las prácticas cotidianas de docencia, investigación y proyección; estos deben sistematizarse para que se constituyan en argumentos de gestión para la toma
de decisiones.
En el marco del desarrollo de la formación humanística, la gestión administrativa, igualmente, se
postula desde las políticas de calidad definidas para la institución, orientando los esfuerzos en el
cumplimiento de cuatro aspectos: articulación de procesos, excelencia académica, preservación de
los valores institucionales, y participación permanente. Estas políticas, en la práctica, orientan la
estructuración, implementación y accionar de los procesos y funciones administrativas.
Humanidades
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Para la administración del Proceso de Formación Humanística USTA Colombia, se cuenta con órganos y mecanismos para elaborar y llevar a cabo los objetivos propuestos. La estructura organizacional de este proceso está direccionada por la Mesa Nacional, la cual está integrada por los directores
de los departamentos y la Unidad de Humanidades. Cada una de la sedes y seccionales se encuentra
conformada por un director y coordinadores que, dentro de sus funciones principales, fomentan
la planeación, organización, dirección, ejecución y control del cumplimiento de todos los procesos
académicos y administrativos contemplados en los documentos de planeación. Además, se realizó
la distribución de funciones entre el equipo de trabajo, con el cual se realizan reuniones periódicas
para el control y mejoramiento continuo de los mismos, reuniones con los docentes, y comunicaciones con la comunidad en general, informando sobre la gestión de la administración del proceso.
24
Las acciones de los directivos de la formación humanística están orientadas a lograr los objetivos
estratégicos; asimismo, la misión y la visión se guían por las políticas y lineamientos institucionales.
Es necesario demostrar que los planes fijados en sus propósitos garantizan el bienestar de la universidad y el de la comunidad universitaria, y que las actuaciones de los administradores transcurren
en la dinámica definida por los principios, valores y filosofía institucional.
Teniendo en cuenta que uno de los criterios de calidad es la planeación, esta se promueve en los
departamentos y en la Unidad de Humanidades, a través de distintas fases que son gestionadas por
los comités. Su principal objetivo es brindar y generar estrategias que faciliten la organización, ejecución y planeación de logros e impactos de acuerdo a las particularidades de las sedes y seccionales,
las cuales, a través del comprender, hacer, obrar y comunicar, promueven una cultura del aseguramiento de la información y la documentación.
Ahora bien, cada una de las sedes y seccionales cuenta con la participación del equipo docente de
humanidades y formación integral. Los espacios académicos, como salones y aulas, promueven el
diálogo y la interacción de la comunidad universitaria, donde la investigación formativa está generada por medio de lo presencial y lo virtual, vinculando el saber práctico y el saber teórico. Por lo
tanto, a partir de los espacios académicos que brindan los departamentos y unidades, se busca determinar una serie de recursos que permitan la mejora continua en el proceso de formación humanística, entre ellos:
• La planta física de la universidad, la constituyen los espacios físicos disponibles para realizar las
actividades académico-administrativas que se programen para cada una de las áreas del conocimiento que constituyen cualquier programa que ofrece la universidad, tanto en pregrado como
en postgrado. La administración de estos espacios se encuentra a cargo de Planeación.
• La universidad cuenta con dotación bibliográfica representada en libros, revistas, tesis de grado,
bases de datos, entre otros. Esta dotación constantemente se está actualizando, con base en las
solicitudes bibliográficas hechas por los docentes y directivos de acuerdo a las actualizaciones de
contenidos de asignatura y las necesidades de investigación. Igualmente, se dispone de una serie
Universidad Santo Tomás
de recursos informáticos y de comunicación, para asegurar la eficiencia y buen desempeño de la
academia.
• La universidad cuenta con un organismo encargado de dar soporte administrativo y técnico a
la infraestructura de red y de comunicaciones denominado Departamento de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (TIC). Este garantiza la prestación de servicios de tecnología
informática en todo lo relacionado al uso de TIC, mediante la implementación de proyectos de
innovación hardware y software, con el objetivo de contribuir en el logro de los objetivos de calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje, investigación y gestión administrativa.
Dentro de los parámetros de la USTA respecto a la formación humanística, los departamentos y la
unidad contribuyen a los procesos de acreditación de la comunidad universitaria, partiendo de lineamientos institucionales de calidad para la cultura organizacional, que conllevan elementos propios
como procesos, caracterizaciones, procedimientos, documentación y evidencias, orientados hacia
la construcción de un modelo de aseguramiento de la calidad.
Humanidades
25
Estrategias, logros e impactos
5.
A partir de 2011, y con el Plan General de Desarrollo 2012-2015 (también PGD 2012-2015), se dio
inicio al proceso de integración de todas las sedes y seccionales de la USTA en el país. Se resalta el
trabajo mancomunado, en aras de establecer los criterios mínimos para el desarrollo curricular de la
formación institucional, materializado en el Acuerdo 28 (16 de octubre de 2013): la ruta formativa y
los núcleos problémicos de las cátedras obligatorias; el acuerdo de realizar el Congreso de Humanidades de manera conjunta y alternada; los cursos de lecto-escritura a estudiantes neotomasinos, de
formación institucional y de perfeccionamiento docente en el ámbito nacional; las cuatro líneas de
investigación, y la red de publicaciones. Para la sede de Bogotá, se destaca el diseño e implementación de las cátedras magistrales, como estrategia de participación de los estudiantes en los espacios
académicos de Epistemología, Cultura Teológica, Filosofía Política y Ética.
Humanidades
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5.1 Estrategia de
formación integral
desde lo académico
28
Conforme a las metas planteadas en el Plan General de Desarrollo, se ha realizado un recorrido
dialógico y discursivo, cumpliendo cada uno de los indicadores propuestos, donde la participación
de USTA Colombia ha sido fundamental para el desarrollo de la estrategia en sus diferentes etapas:
• En 2012: elaboración del diagnóstico de las actividades y los escenarios de promoción integral en
la USTA Colombia, desde lo académico.
• En 2013: diseño e implementación del Programa de Promoción de la Formación Integral desde lo
Académico en la USTA Colombia, y materialización del documento que lo expone.
• En 2014: establecimiento de los criterios para la evaluación del primer impacto de la estrategia y
del Programa de Formación Integral desde lo Académico.
Categorías, estrategias y acciones de promoción
de la formación integral desde lo académico
El Programa de Promoción de la Formación Integral desde lo Académico no se reduce al campo de
la enseñanza y del aprendizaje, o a las prácticas de aula. Lo académico trasciende dichos espacios,
razón por la cual la estrategia vincula, de manera sistémica, por lo menos ocho categorías, a saber:
• Currículo: Se ajustan en esta categoría todas aquellas acciones y actividades que, desde la postura
curricular, propenden por la formación integral. Desde las políticas curriculares institucionales
y del departamento, y desde los lineamientos de la formación institucional, en sus componentes
obligatorio y flexible, hasta el diseño micro curricular de cada espacio académico y su consecuente desarrollo en las clases. De ello se desprende el conjunto de acciones que intervienen de
manera articulada para formar la persona humana con un determinado perfil.
• Investigación: Ingresan en esta categoría todas aquellas acciones que propendan por el estudio
riguroso y permanente alrededor de la formación integral como objeto de investigación, pero
también la inclusión de estudiantes como neo-investigadores, la organización de semilleros de
Universidad Santo Tomás
investigación, la formación de competencias en el campo de la investigación, la investigación formativa desde proyectos de aula, o proyectos que bien pueden articularse con proyección social;
propuestas de estudios —sin ser estrictamente en el campo de la investigación— encaminadas a
la actualización de los referentes emergentes sobre la formación integral desde lo académico, y
demás desarrollos que se van creando con base en los intereses de los investigadores y las necesidades de la universidad y del entorno.
• Didáctica: Aunque hace parte del currículo, especialmente del micro-currículo, se ha querido
abrir esta categoría en razón de actividades que, por sus características, no implican una gran
actividad con despliegues institucionales, sino acciones muy puntuales y, en ocasiones, desapercibidas, pero que tienen gran impacto en la formación institucional. Ahora bien, el diseño de
didácticas se desprende de una intencionalidad pedagógica y curricular, pero apunta al desarrollo
de la estrategia en cuestión. Al respecto, muchos docentes diseñan e implementan estupendas didácticas que, en muchas ocasiones, son, si no insulares, anónimas, y mueren en el total desconocimiento institucional. Por ello, con esta categoría se desea vincular esas pequeñas acciones que,
a la postre, hacen un valioso aporte a la formación integral del proyecto de vida de los estudiantes
en particular.
• USTA Colombia: El beneficio que trajo el diálogo con las sedes y seccionales en la construcción
de la estrategia de promoción de la formación integral desde lo académico, junto con la misma
elaboración de esta tarea institucional, fue el conocernos y reconocernos en nuestras acciones.
Por ello, se despertó un gran deseo de seguir vinculando planes, programas, proyectos, actividades y acciones que se puedan compartir entre sedes y seccionales. Esto permite estrechar lazos en
múltiples campos de acción, por ejemplo, desde la unificación de los núcleos problémicos de las
cátedras del componente obligatorio de la formación institucional, la posibilidad de movilidad
docente entre sedes y seccionales, la transferencia o intercambio de estudiantes y la participación
de eventos, hasta la integración de macro-estrategias en orden a las funciones sustantivas, entre
otras. Por lo tanto, en esta categoría caben todos esos planes y programas, proyectos y actividades
USTA Colombia que optimicen la estrategia que, por el Plan General de Desarrollo, deben promocionar los departamentos de humanidades.
• Eventos académicos: En esta categoría se incluyen, como se ha venido realizando con congresos,
encuentros y demás eventos, todas aquellas acciones que involucren directamente a la comunidad universitaria, en aras de la formación integral, siempre desde el corte académico. Es la posibilidad de inclusión de muchos eventos académicos en la estrategia de formación integral.
• Publicaciones: Esta categoría juega un papel fundamental en el despliegue de la estrategia de for-
mación integral desde lo académico. Docentes investigadores de los departamentos de humanidades y formación integral de USTA Colombia, ya están realizando muy buenas elaboraciones,
de acuerdo a sus intereses investigativos. Sin embargo, el contenido y trascendencia de lo producido no es publicitado ni publicado, por lo que es importante que esta categoría sea un apoyo en
la comunicación de la estrategia como tal y de su intencionalidad. De otro lado, las publicaciones
Humanidades
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tienen, por lo menos, dos finalidades: una de ellas es el lugar del autor ante la comunidad universitaria, y, en general, ante la comunidad académica; la otra, el posicionamiento de la universidad
ante el conocimiento en general. Sin embargo, con esta categoría se podría pensar una tercera
finalidad de fondo, de plataforma y de cimiento: la emergencia de nuevas formas de comprender,
desde el ejercicio mismo de escribir y de publicar lo escrito. En otras palabras, entender la importancia de publicar en la formación integral del autor, llámese estudiante, egresado, docente,
administrativo o directivo.
• Cursos de formación: Dentro de esta categoría, directamente se relacionan los cursos de forma-
30
ción en identidad y cultura institucional. Son cursos breves o diplomados, donde se integran
diferentes miembros de la comunidad universitaria para el conocimiento de la universidad y del
pensamiento dominicano y tomista; de la historia de la universidad para no académicos, pero
desde la academia. Pertenecen a esta categoría diplomados, cursos, seminarios, seminario-talleres, entre otros programas orientados a la formación en la identidad y la cultura institucional,
por ser política del eje del PGD 2012-2015 sobre la comunidad universitaria, y del Programa de
Formación de la Comunidad Universitaria, donde está inscrita la estrategia de formación integral
desde lo académico.
• Relación con el medio: No menos importante por ubicarse en este lugar, es la relación con el
medio. Son todos aquellos planes, programas, proyectos y actividades que buscan, trascendiendo el mero asistencialismo, el impacto extramuros. La universidad y la sociedad deben dialogar
permanentemente en aras de comprender la relación entre las mismas. Por tal razón, en esta categoría se concentran todas aquellas acciones, sean de docencia, investigación, proyección social
y académica, o de gestión universitaria, orientadas al desarrollo de la estrategia de la formación
integral desde lo académico.
Universidad Santo Tomás
5.2. Estrategia
de la ruta formativa
La ruta formativa es la esencia de la formación integral desde lo académico, y obedece al modelo de
formación dominicana y tomista de conducción y promoción de la persona humana.
La formación institucional
La universidad debe guiar y promover a los educandos hasta que logren el estado de virtud o madurez, es decir, hasta cuando su razón práctica los haga capaces de auto-gestionar su propio crecimiento
humano, y sean aptos para autogobernarse. La referida articulación de saberes se concreta en la Política Curricular (USTA, 2004b, pp. 31-38), como una manera de dar respuesta a los criterios de flexibilidad que demanda la educación en la actualidad. Los componentes del currículo de la USTA se
estructuran según dos estrategias curriculares:
• Componente obligatorio: La formación institucional cubre espacios académicos como Filosofía
Institucional, Antropología, Cultura Teológica, Filosofía Política, Epistemología y Ética, que estructuran e interrelacionan saberes desde una cosmovisión que asuma la realidad: mundo, sociedad, historia, Dios, hombre, como totalidad integrada y como propuesta de vida. (USTA, 2004b,
pp. 33-35)
• Componente flexible: Son cátedras institucionales opcionales, que contribuyen a enriquecer el co-
nocimiento de la sociedad, de la historia y de las problemáticas contemporáneas más acuciantes.
(USTA, 2004b, pp. 35-37)
Humanidades
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5.3. Estrategia:
cátedras magistrales
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Estas cátedras complementan el trabajo de los docentes en cada uno de los espacios académicos al
generar un nuevo escenario de reflexión, formación e interacción. Desde la óptica del Departamento
de Humanidades y Formación Integral, las cátedras magistrales permiten su proyección y visibilización a la comunidad académica en general. Además, se asumen como eventos académicos diferentes
a las cátedras regulares; de forma especializada, profundizan los núcleos problémicos de los espacios
académicos de Epistemología, Cultura Teológica, Filosofía Política y Ética.
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5.4. Logros en
investigación: revistas
y publicaciones
En el ámbito de las actividades editoriales, resulta particularmente relevante, desde la perspectiva de
USTA Colombia, la aprobación del documento de Lineamientos Editoriales, el Reglamento Interno
del Comité Editorial, y el Plan Operativo para el año 2014. Igualmente importante, es el camino que
se ha adelantado, con el apoyo de la Unidad de Investigaciones, en la unificación de criterios de gestión y edición de las revistas científicas indexadas, y en proceso de indexación de la universidad, lo
que sin duda representa un aporte fundamental para la consolidación del proyecto USTA Colombia. Además, es significativo que se han evaluado un total de tres libros con perspectiva de edición,
de los cuales dos cuentan ya con aprobación, y que cursa el proceso de edición de dos números de
la revista Análisis. Los departamentos y la unidad cuentan con publicaciones seriadas, entre otras:
revistas Análisis y Quaestiones Disputatae; periódico Doxa; Revista Temas, indexada en Publindex,
categoría B; colección Selecciones de Investigación. En las no seriadas, existen libros fruto de investigación y módulos pedagógicos.
Humanidades
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5.5. Estrategias desde
proyección social
• Programa de Desarrollo Estudiantil: Este programa se implementó en toda la población estudian34
til que se encuentra en situación de riesgo académico (repitientes, estudiantes reintegrados, de
bajo nivel académico, y ausentismo). Está materializado en los procesos de atención al estudiante, y cuenta con estrategias académicas para facilitar la permanencia estudiantil y la promoción
oportuna.
• Participación en eventos: Se promovió la participación de los docentes en diferentes eventos de
carácter nacional e internacional, sobre temáticas y problemáticas actuales que gravitan en torno
a las humanidades.
• Perfeccionamiento y cualificación docente: Se desarrollaron diferentes estrategias de formación
docente, como seminarios, cursos, diplomados, conversatorios, entre otras acciones, que han
contribuido a mejorar los procesos y acciones de las funciones sustantivas.
• Educación continuada: Se han implementado diplomados y cursos, como Aulas de Paz; cursos de
lectoescritura, congresos de humanidades y cursos de formación docente, permanentes para los
periodos intersemestrales; Diplomado en Cultura Dominicana, Diplomado en Construcción de
Paz y Reconciliación, y Programa de Capacitación a Servicios Externos: Vigilancia y Aseo.
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Sistema de evaluación,
6. seguimiento y mejoramiento
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Para la evaluación, seguimiento y mejoramiento del proceso de formación humanística en USTA
Colombia, se elaboró y aprobó un plan bianual, en el que se establecen metas tendientes al cumplimiento de la misión, visión, política y objetivos del proceso. Para su consecución, se diseñaron estrategias, cuyos logros e impactos serán evaluados con una periodicidad semestral en Mesa Nacional.
De acuerdo con los resultados de la evaluación, se establecerán planes de mejoramiento que conlleven al alcance de los objetivos propuestos.
Universidad Santo Tomás
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