Educar al niño para humanizar al hombre

XVII Encuentro Estatal de Valores y Educación
"Educar al niño para humanizar al hombre"
GUADALAJARA / ESTADO DE JALISCO
Octubre, 2015
Ponencia:
“Aprender para perdurar a través del currículum humanista.”
Dra. Ana Leticia Gaspar Bojórquez
Directora General Académica
Universidad del Valle de Atemajac
Educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el
deseo de saber que la anima. Fernando Savater.
Es innegable que el proceso educativo en el mundo contemporáneo se ha complejizado en
lo que a la enseñanza de ser personas se refiere: violencia, inseguridad, delincuencia,
suicidio, desastres ecológicos, la prevalencia de la ley del más fuerte, hedonismo,
consumismo exagerado, falta de compromiso y responsabilidad social son algunos de los
temas que nos preocupan más a aquellos que somos responsables de la educación en
nuestros países.
El filósofo Zygmunt Bauman (2006) ha denominado a la sociedad actual como “vida líquida”
y la define como aquella en que las condiciones de actuación de sus miembros cambian
antes de que las formas de actuar se consoliden en unos hábitos y en unas rutinas
determinadas. A partir de este concepto se derivan sus características principales: no puede
mantener su forma ni su rumbo durante mucho tiempo; todo se vuelve obsoleto en
instantes; se dan condiciones de incertidumbre constante; saber librarse de la cosas prima
sobre saber adquirirlas; la visión del mundo es fragmentada, desarticulada; la velocidad y
no la duración es lo que importa; vivir en el presente envueltos en el vértigo del movimiento
perenne; consumir y desechar de manera constante; desarraigarse, desprenderse,
desatarse; enarbolar la bandera de “la destrucción creativa”: lo que esta creación destruye
son otras formas de vida y, con ello, indirectamente, a los seres humanos que las practican;
caminar, moverse, abandonar…aunque sea sin rumbo.
El sociólogo polaco nos muestra como la vida líquida es una forma de vivir devoradora, que
transforma todo en objeto de consumo, productos que rápidamente pierden su utilidad:
Los objetos de consumo tienen una limitada esperanza de vida útil y, en cuanto sobrepasan
ese límite, dejan de ser aptos para el consumo; como su “aptitud para el consumo” es la
única característica que define su función, llegado ese momento ulterior ya no son aptos en
absoluto: son inútiles. Cuando dejan de ser aptos, deben ser retirados del escenario de la
vida de consumo (es decir, destinados a la biodegradación, incinerados, confiados a las
empresas de eliminación de residuos) para hacer sitio en él a nuevos objetos de consumo
aún por usar. (p.19)
Bauman enfatiza en la idea que su compatriota Milán Kundera usó como título de una de
sus novelas “La insoportable levedad del ser”; el énfasis se hace en lo volátil, la
insatisfacción, la desvinculación y la discontinuidad.
En este “mundo líquido”, centrado en la cultura del desperdicio, los seres humanos son
desechables, y también, como los objetos, poseen código de barras y fecha de caducidad,
por lo cual se requiere humanizar de nuevo al hombre, a través de un proceso de
reeducación que le permita alejarse del proceso de cosificación al que se ve sometido;
desvalorización que impacta también en la relación con los demás y con su entorno.
Sabemos que en la enseñanza de los valores puede residir una de las soluciones; estamos
conscientes que recuperar el enfoque humanístico ayudaría a contrarrestar los efectos de
la sociedad de consumo en la que estamos inmersos, “mundo líquido” –Bauman dixit- en el
que la precariedad de las relaciones duraderas prevalece llevándonos a la desvinculación
moral.
Entendemos la palabra "valor", por afuera de toda connotación moral, como los elementos
de referencia de carácter normativo, que orientan nuestras elecciones y actividades.
Dada la complejidad del fenómeno, el objetivo de este documento es presentar una opción
educativa en la cual se pueden insertar estrategias pedagógicas en las que el estudiante, a
través de interactuar con los otros, con su entorno y consigo mismo, reflexione, asimile,
interiorice y viva los valores. Coincidimos con Savater (2010), quien afirma que el hecho de
enseñar a nuestros semejantes y de aprender de nuestros semejantes es más importante
para el establecimiento de nuestra humanidad que cualquiera de los conocimientos
concretos que así se perpetúan o transmiten. (pag. 30)
Se parte de que se requiere un currículum flexible que desarrolle integralmente todas las
capacidades del estudiante y que vaya más allá de la simple transmisión de datos o
mecanización de actividades; es decir, se requiere un currículum de profundo enfoque
humanístico que fortalezca las capacidades de aprender a aprender, interactuar con los
demás compañeros y con el contexto social, así como de desarrollar la tolerancia hacia la
diversidad y fortalezca el pensamiento crítico, además de generar en el estudiante las
competencias básicas que se requieren para desempeñarse como tal: pensamiento global
y analítico, resolución de problemas, capacidad de autoestudio, de trabajar en equipos
colaborativos, adaptabilidad al cambio, comprensión lectora, manejo de códigos y
símbolos, entre otras. Esta opción curricular humanística se ha encontrado en el enfoque
interdisciplinario el cual, además de reducir la fragmentación del conocimiento, busca la
transversalidad en la cual puede insertarse el aprendizaje de los valores.
La visión humanística del currículum interdisciplinario:
Savater(2010) define lo que entendemos por educación humanística:
La educación humanista consiste ante todo en fomentar e ilustrar el uso de la razón, esa
capacidad que observa, abstrae, deduce argumenta y concluye lógicamente. Passmore,
apoyándose en Bruner, enumera los afectos principales que una enseñanza de este tipo debe
lograr en los alumnos: “hacerlo que terminen por respetar los poderes de su propia mente y
que confíen en ellos; que se amplíe ese respeto y esa confianza a su capacidad de pensar
acerca de la condición humana, de la situación conflictiva del hombre y de la vida social;
proporcionar un conjunto de modelos funcionales que faciliten el análisis del mundo social
en el cual vivimos y las condiciones en las cuales se encuentra el ser humano; crear un
sentido del respeto por las capacidades y la humanidad del hombre como especie; dejar en
el estudiante la idea de que la evolución humana es un proceso que no ha terminado (pag.
124)
De acuerdo con la clasificación que propone Gimeno Sacristán (1988), la definición de
currículum que en este trabajo se emplea se centra en la función social y humana del
mismo, y en concebirlo como proyecto educativo el cual se transforma continuamente, por
ello se le considera como el punto neurálgico de cualquier propuesta para mejorar la calidad
educativa.
El enfoque interdisciplinario se encuentra situado dentro de los denominados enfoques
globalizadores; aunque existen diferentes conceptos de interdisciplinariedad, en este
trabajo la entendemos como la interacción de dos o más disciplinas que pueden ir desde la
simple comunicación hasta la integración recíproca de los conceptos fundamentales y de la
teoría del conocimiento, de la metodología, de los datos de la investigación y de la
enseñanza. (Zabala, 1999: 27)
A partir de una de las características esenciales del currículum interdisciplinario, la de la
premisa de que el conocimiento se construye con base en el proceso mental de relacionar,
se puede situar claramente dentro del marco de la corriente constructivista, misma que
asume que nuestra estructura mental se compone de esquemas de conocimiento sobre la
realidad, los cuales se van modificando mediante la incorporación de nueva información.
Si se toman
los esquemas de conocimiento como nexos entre la realidad y la
conceptualización de la misma, la escuela debe evitar promover la fragmentación del saber
y buscar la articulación de las asignaturas para evitar la formación de esquemas parcelados:
De este modo, la capacidad de integrar, de relacionar, de establecer vínculos, de promover
formas de complementación y cooperación entre modelos e instrumentos metodológicos de
las diferentes fuentes del saber , se convierten en un objetivo básico en la enseñanza; así, la
interdisciplinariedad no es únicamente un concepto que explique las relaciones entre las
diferentes disciplinas, sino que esta finalidad se convierta en un contenido de aprendizaje
que facilite el establecimiento de los nexos y relaciones entre las disciplinas, potenciando
una mejor comprensión de los problemas del mundo que nos rodea, para facilitar la
elaboración de un conocimiento más holístico y complejo, y, por tanto, más válido para la
integración en el conocimiento de unos ciudadanos y unas ciudadanas comprometidos en la
mejora de la sociedad. (Zabala: 64)
Una de las prioridades de la educación en el siglo XXI es la de recuperar la noción de lo
humano y enfatizar aspectos que van más allá del “orden y el progreso”, como son: el
desarrollo humano, la ecología, la conciencia cívica, la solidaridad, el respeto a los derechos
humanos, etc. Uno de los grandes retos planteados por la globalización es la conservación
de la identidad cultural y el respeto a la diversidad, como lo señala Edgar Morin:
La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la
condición humana”...Interrogar nuestra condición humana es, entonces, interrogar primero
nuestra situación en el mundo...es imposible concebir la unidad compleja de lo humano por
medio del pensamiento disyuntivo que concibe nuestra humanidad de manera insular por
fuera del cosmos que lo rodea, de la materia física y del espíritu del cual estamos
constituidos, ni tampoco por medio del pensamiento reductor que reduce la unidad humana
a un sustrato puramente bioanatómico. Las mismas ciencias humanas están divididas y
compartimentadas. La complejidad humana se vuelve así invisible y el hombre se desvanece
como una huella en la arena...La educación del futuro deberá velar porque la idea de unidad
de la especie humana no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de
la unidad. Existe una unidad humana. Existe un diversidad humana (Morin, 2001:49-53)
La interdisciplinariedad como herramienta para el aprendizaje de los valores:
Aunque se ha trabajado con varios conceptos de interdisciplinariedad, en este estudio se
ha adoptado el concepto de Heidi Hayes Jacobs y Susan M. Drake: la interdisciplinariedad
es un punto de vista curricular en el que conscientemente se utilizan los conocimientos,
metodología, materiales y lenguaje de más de un área de conocimiento para desarrollar un
tema central, resolver un problema o confrontar una experiencia. La esencia de la
interdisciplinariedad es buscar los eslabones que conectan a las diferentes materias de una
manera consciente, deliberada y ordenada; a través de esta aproximación se buscan las
interrelaciones entre las diferentes disciplinas. Se puede definir como una aproximación
educativa holística, integral.
De acuerdo con Robin Fogarty(1991), existen diferentes modelos de trabajo
interdisciplinario, a saber:

Secuencial o paralelo: los temas o unidades de estudio se rediseñan de forma
secuencial, de tal manera que coincidan unas con otras. El mismo tema es estudiado
al mismo tiempo en diferentes materias; por ejemplo, en la clase de lenguaje se
estudian las etimologías grecolatinas, mientras que en la clase de historia se analizan
las características de la cultura griega, o en biología se aplica el conocimiento de
lenguaje.

Compartido: dos disciplinas de estudio comparten la enseñanza de un mismo
conocimiento; en las dos se comparte la sobreposición de conceptos y habilidades,
se buscan las intersecciones entre las materias; esta variante se utiliza en materias
que corresponden a la misma área; por ejemplo, en química y matemáticas se
enseña como recolectar datos, organizarlos y elaborar gráficos; en lugar de repetir
la información en cada clase, se diseña una unidad y se elige cómo y cuándo será
impartida.

Red: Se elige un tema o idea central que puede ser desarrollado o enseñado desde
las diferentes materias; por lo general se trabaja con una unidad completa que gira
alrededor de una idea central; los docentes de las diferentes asignaturas utilizan el
mismo vocabulario y desarrollan los mismos conceptos. Esta modalidad puede
aplicarse con la dinámica del team teaching; por ejemplo: el tema de la unidad
puede ser “La Revolución industrial: los textiles”; los alumnos investigan los
antecedentes históricos y el desarrollo de la época; posteriormente, utilizando
fuentes primarias, como cartas de los obreros o poemas, se discute la relación entre
la literatura y el contexto histórico; usando el cálculo se determina la producción de
una fábrica comparando la productividad manual contra la de la máquina y se
utilizan gráficos para determinar los tiempos de producción; en el laboratorio de
química se experimenta con el teñido de telas y se realizan prácticas para descubrir
las combinaciones que producen colores; en un debate se discute el utilitarismo
como eje de la vida y los efectos de la producción en serie así como los problemas
éticos derivados de la situación; para estimular el desarrollo de habilidades del
pensamiento se plantean problemas similares que se presenten en la comunidad,
como la influencia en los artesanos de Tlaquepaque, y se plantean alternativas de
solución; esta última actividad supone promover la educación extramuros.

Hilvanado: a través de este estilo se desarrollan las habilidades sociales, del
pensamiento, de inteligencias múltiples, tecnología y habilidades de estudio a través
de las diferentes disciplinas. Aquí lo que se comparte no es un contenido específico
sino una metodología educativa, por lo tanto lo que une a las diferentes materias es
el modelo de enseñanza-aprendizaje que se realiza.; por ejemplo, el enfoque
bilingüe, la aplicación del pensamiento crítico para abordar problemas de la
comunidad, etc.

Integración completa: modelo superior en el que se buscan los enlaces de
contenido, metodología, sistemas de evaluación, enseñanza compartida y sociedad,
y que implica un rediseño curricular (conocido como áreas o módulos) horizontal y
vertical; asimismo, se cambia el concepto de hora/clase por el de bloque de estudio.
Andy Hargreaves resume así la propuesta de Fogarty:
Fogarty ha elaborado un continuum de integración del currículum con diez modelos
dispuestos a lo largo del mismo. En un extremo se encuentran los modelos organizados
alrededor de disciplinas sueltas, como el modelo fragmentado, cuya visión periscópica se
centra exclusivamente en una sola asignatura, dentro de una sucesión de disciplinas
separadas y de poco alcance. En el centro se hallan los modelos que integran varias
disciplinas, como el modelo compartido de visión binocular, en la que dos disciplinas
intercambian conceptos y habilidades que se superponen dentro de una estructura de
planificación y enseñanza compartidas entre ambas disciplinas. Luego está el modelo
entretejido de integración, cuya naturaleza telescópica capta toda una constelación de
disciplinas al mismo tiempo. A lo largo del continuum hay modelos que logran la
integración de los educandos mismos, no del material. Un ejemplo lo constituiría el modelo
de inmersión cuya naturaleza microscópica expone todo el contenido a los lentes de los
intereses y experiencias de los estudiantes. En el otro extremo del continuum se sitúa el
modelo de red de la integración, de naturaleza prismática porque crea múltiples
dimensiones y direcciones de enfoque, entre redes de educandos que dirigen el proceso de
integración. (Hargreaves, 1998:167)
La literatura como insumo para la reflexión sobre los valores:
En la sociedad líquida, el tiempo dedicado a la reflexión ha disminuido; las asignaturas
humanísticas son una especie en extinción y la literatura no es la excepción; sin embargo,
los grandes escritores, los considerados clásicos porque han trascendido el tiempo y el
espacio, son una fuente inagotable de situaciones, ambientes y personajes que permiten la
reflexión sobre los dilemas morales y éticos a los que se ve sujeto el ser humano.
Una de las obras más relevante para utilizarla como herramienta de aprendizaje de los
valores es Los Miserables de Víctor Hugo, y aunque se recomienda la lectura de la novela,
alguna versión cinematográfica también puede ser útil. En esta obra clásica, se ejemplifican
todos los valores presentados en la tabla mostrada arriba y, simplemente, con el dilema
moral que se presenta en uno de los personajes centrales, el inspector Javert, se puede
generar un debate de ideas sobre su cuestionamiento central: el inspector Javert, un
hombre de mirada ortodoxa, fiel seguidor de las leyes es confrontado por las conductas de
Valjean, a quien él considera un delincuente. ¿Acaso alguien que se halla fuera de la ley
puede ser bueno? ¿Está él actuando de modo justo con Valjean? Así, Victor Hugo describe
magistralmente estas contradicciones de Javert en la novela:
Los axiomas que habían sido los puntos de apoyo de toda su vida, caían uno a uno por tierra
ante aquel hombre… Javert sentía penetrar en su alma algo horrible: la admiración hacia
alguien fuera de la ley… por más esfuerzos que hacía tenía que confesar en su fuero interno
la sublimidad de aquel miserable… su mayor angustia era la desaparición de la certidumbre.
Sentía como si le faltasen las raíces. El Código de la ley se convertía en papel mojado en su
mano. Acometíanle escrúpulos de una clase desconocida. No le bastaba ya permanecer en
la honradez antigua. Un nuevo orden de hechos inesperados surgía y le subyugaba… con
que era verdad que había excepciones, que la regla podía retroceder ante un hecho… ¿Hay
pues algo por encima del deber?… Agitábale una especie de vértigo. Hasta entonces había
vivido con la fe ciega que engendra cumplir la ley. Abandonábale esa fe… (Los miserables.
1862. Pag. 1224-1226)
Otra dinámica relacionada con una obra literaria es la que ilustra cómo se manipula a la
población para lograr el sentimiento xenofóbico y beligerante, mismo que se ejemplifica
claramente en la novela El cementerio de Praga del escritor italiano Umberto Eco, en la cual
se describe la estrategia de crear un enemigo para distraer a la comunidad de otros
problemas:
…El enemigo para ser reconocible y temible debe estar en casa o en el umbral de casa. De
ahí los judíos. La Divina Providencia nos los ha dado, usémoslos por Dios, y oremos para que
siempre haya un judío que temer y odiar. Es necesario un enemigo para darle al pueblo una
esperanza. Alguien ha dicho que el patriotismo es el último refugio de los canallas…Ahora
bien, el sentimiento de la identidad se funda en el odio, en el odio hacia los que no son
idénticos. Hay que cultivar el odio como pasión civil. El enemigo es el amigo de los pueblos.
Hace falta a quien odiar para sentirse justificados en la propia miseria. Siempre. El odio es
la verdadera pasión primordial…El odio calienta el corazón. (pp453-454)
Los proyectos de investigación e intervención social como instrumento para vivenciar los
valores:
Si la literatura proporciona insumos para la reflexión y el debate, los proyectos de
investigación que derivan en la intervención social confrontan al estudiante con la realidad;
más que hablar de la pobreza en las aulas, se requiere que el alumno la estudie en la
realidad, a través de una mirada interdisciplinaria, de tal forma que perciba que no sólo es
una situación de precariedad económica sino que debe ser abordada desde la mirada de la
salud, de la política, de la psicología social, de la geografía, etc.
Es importante estimular la reflexión que vaya más allá del mero conocimiento científico, a
través de actividades metacognitivas como el diario de campo o bitácora, en el cual, por
medio de la escritura se promueve en los estudiantes la reflexión, el análisis, la valoración
de la situación a la que se acercan y que los confronta con sus propias creencias, como se
ejemplifica en el testimonio que se presentan, producto del programa de asistentes de
investigación, función que es desempeñada por estudiantes de diferentes programas
educativos, los cuales acompañan a los investigadores titulares a comunidades marginadas
en las cuales se recaba información para diferentes proyectos que pretenden, además de
generar conocimiento científico, despertar la conciencia social de los estudiantes, como se
puede percibir en el siguiente texto, redactado y publicado por un estudiante de la
licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, quien colaboró en un proyecto sobre
las familias de los migrantes mexicanos que se van a trabajar a Estados Unidos:
El juego del abandono
Óscar Joel Martínez Camarillo
Tan lejos y tan cerca, parecieran decir las personas que viven la migración en carne propia;
quizá las diferencias son pocas… unos sufren la partida, otros las desventuras. Los que se
quedan no hacen más que dejar correr el destino que se les tiene preparado. Se podría decir
que están a la espera de un regreso, pero quizá el anhelo sea bastante propicio para un
desencanto. La migración es un fenómeno social en donde grupos humanos realizan un
desplazamiento en busca de un nuevo hábitat. Naturaleza o necesidad primaria, esta
errancia inevitable para algunos, evitable para otros cuantos, surge de necesidades de
diversas índoles, como la carencia de oportunidades laborales, de desarrollo humano o
económico, hasta el reacomodo geográfico que históricamente los pueblos realizan para su
mejor distribución. Y no siendo un fenómeno excluyente de alguna parte del mundo, éste
tiene sus repercusiones más notorias en ciertas regiones propicias para satisfacer las mutuas
necesidades que conlleva la palabra migración.
El municipio de Tala, Jalisco, México ofrece, como otras tantas regiones, un abanico de
posibilidades para el inevitable flujo de seres humanos hacia países vecinos, en busca del
ansiado boleto que les permita jugar la posibilidad de mejora social para ellos y los suyos.
Aquí es donde el fenómeno se vuelve tradición; donde las casas emanan el olor de la partida
y, en otras cuantas, el de la soledad permanente. Las experiencias que un grupo de
colaboradores y un servidor, quienes tenemos la simple intención de conocer tan fiel como
sea posible la condición de aquél que se queda donde nació, han sido por demás
gratificantes, por el hecho de acercarnos a un fenómeno que desconocemos a detalle.
Muchas han sido las experiencias de aprendizaje humano, pero en cinco visitas que hasta el
momento hemos realizado pareciera que las dudas y preguntas aumentan con las vivencias
que aún no terminan de sorprendernos. Si bien el contacto con la gente de los pueblos que
hemos visitado ha sido más que satisfactoria, nos hemos encontrado también con
problemas dignos de la investigación social; más allá de las lamentaciones, se busca
también encontrar las maneras de plasmar tanto como sea posible el grito del que se queda
con la vana esperanza de saber que su vida es, desde cierto un momento, diferente. Quizá
ese grito esté tan camuflado al natural, que nos hace ver que la migración en estas regiones
no es otra cosa más que el cúmulo de años de la mutación de su pensamiento social.
Historias van y vienen de las cocinas de la mujer matinal que trabaja, de aquella que
alimenta a sus hijos y forma una familia atípica, o irremediablemente, típica. Algunas sufren
de nostalgia, otras de resignación, pero afrontan el día como si no existiera el mañana.
Quizá en el rostro luzcan el semblante del orgullo por el marido que se fue para procurarles
bienestar, pero tarde o temprano la máscara cae. Tristes, ven como un día más transcurre
sin posibilidades de un regreso, con la impotencia de ver que nada pasará al siguiente día,
que solo les depara la búsqueda de paciencia.
En algunas partes del pueblo se asoman importantes vestigios de la cultura a la que sendos
exploradores se han aventurado; antenas parabólicas donde el piso de concreto refresca los
pies descalzos de los niños que algún día seguirán los pasos del padre, o del hermano o de
abuelo, o quizá realice su propia búsqueda. Pero la tradición es fuerte.
Pero, ¿cómo abandonar el orgullo de mostrar resultados del sacrificio? Si bien la ausencia
de la persona pesa, ciertos objetos materiales de procedencia lejana simbolizan que las
cosas no marchan tan mal como pudiera llegar a sentirse; quizá esa “Van” que se trajeron
de California les permita suplir ciertas carencias. ¿Cómo odiar al pueblo que da educación
de calidad al hijo de la madre que siempre soñó Licenciado a su único varón? O tal vez el
próximo año toda la familia conozca Chicago, para no perderse la boda de aquél joven que
enamoró a la única hija de esta agradable familia azucarera.
El “money order” parece un templo en el que confluyen propios y extraños para consumar
breves sueños que cuajan en un instante; siempre aparece uno o varios de estos lugares en
el rincón menos imaginado. Y a su vez, el templo parece un money order que recibe las
verdes bendiciones migrantes para el sustento y desarrollo de las creencias a las que casi
todo el pueblo es devoto.
Un detalle que en lo personal me llama la atención en demasía, quizá por mi casi nula
experiencia religiosa, es el fervor con el que la gente, y en especial niños y adolescentes,
piden milagros o peticiones materializadas con cartas que prenden al manto de santo del
pueblo; estas contienen un diálogo privado y comprometido con la figura religiosa a la que
se entregan, con la fe de recibir la bendición del regreso de alguien, de una posibilidad de
irse del pueblo, o simplemente de ayudarlos en su examen final de la secundaria.
Por el contrario, una situación que nos ha sido difícil revertir ha sido la poca actividad
migrante en algunas festividades religiosas o públicas que se han llevado a cabo; tal vez
todavía no sea el momento de visita, o tal vez el parcial regreso de algunos sea más
complicado que en antaño, pero estamos a la espera de mejores resultados. Así también ha
habido algunos conceptos que nos han sido difíciles de concretar visualmente, ya que la
estela de la migración prácticamente está camuflada en el discurso y muchas veces no tanto
en lo que percibimos.
Estas y otras experiencias son palpables en los recorridos que hemos realizado, con la idea
de realizar investigación social, más sin embargo, los que en algún momento fueron sujetos
de estudio, cada vez más a menudo se vuelven los rostros del Tío Juan o la Seño Madrigal,
aquella que anhela el regreso de sus hijos que algún día se fueron.
Dejamos un espacio abierto a las experiencias que están por venir, y el inamovible
compromiso inicial de adentrarnos lo más posible al fenómeno de la migración; y mientras
tanto, el juego del abandono continúa…
Conclusiones
Para garantizar el aprendizaje de los valores no basta con insertar asignaturas de ética o
similares en un currículum tradicional, fragmentado y carente de la visión integral que se
requiere recuperar. Los valores se desarrollan y fortalecen a través de la experiencia
vivencial, de la recuperación directa de la información que el entorno proporciona, y de un
acercamiento científico que permita procesar analíticamente la información obtenida de la
realidad, para producir una visión integral de la misma.
A través de una visión curricular interdisciplinaria se busca recuperar la articulación que
todas los ámbitos del conocimiento deben tener, esa articulación que no deja de fuera los
aspectos éticos que envuelven a todo conocimiento científico.
Se debe revalorar el papel de las humanidades en el currículum general; el físico y el
ingeniero no están exentos de la búsqueda del bien común y deberán enfrentarse, como el
músico y el médico, a los dilemas morales que la literatura manifiesta; el compromiso social,
el respeto, la honestidad, la tolerancia y todos los demás valores no son privativos de una
licenciatura o una maestría, son un paraguas que debe cubrir todos los programas
educativos, para que el abordaje a los graves problemas sociales que nos aquejan se dé
desde todas las perspectivas científicas, de forma interdisciplinaria, para que nadie eluda la
responsabilidad que le toca.
Es nuestro deber luchar contra la ceguera blanca de la que habla el escritor portugués José
Saramago en su novela Ensayo sobre la ceguera,
obra alegórica que presenta una
representación del mundo contemporáneo habitado por ciegos que creen haber
encontrado en “la razón”, en la inteligencia, la respuesta a la finalidad de la vida, del
hombre. ¿Cómo evitar que quedemos nosotros también inmersos en otra especie de
blancura, que es la ausencia del sentir, la incapacidad de reaccionar, la indiferencia, la
alineación?”( Cuadernos de Lanzarote)
Referencias:
Bauman, Zygmunt(2006) Vida Líquida. España: Paidós
Drake, Susan. ( 1994) Planning integrated curriculum. The Call to aventure. USA: ASCD.
Eco, Umberto (2010) El cementerio de Praga. España: Lumen.
Fogarty, Robin.(1991) How to Integrate the Curricula.USA: IRI/Skylight Publishing, Inc.
Hargreaves, A.; Earl, L. Y Ryan,J: ( 1998) Una educación para el cambio. Reinventar la
educación de los adolescentes. España: Octaedro.
Hayes Jacobs, Heidi.(1989) Interdisciplinary Curriculum: Design and Implementation. USA:
ASCD.
Morin, Edgar (2001) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. México:
Correo de la UNESCO.
Sacristán, Gimeno.(1989) El Currículum: una reflexión sobre la práctica. Madrid:Morata.
Savater, Fernando (2010) El valor de educar. México: Ariel.
Víctor Hugo (2002) Los miserables . México: Porrúa.
Zabala Vidiella, Antoni.(1999) Enfoque globalizador y pensamiento complejo. Una
respuesta para la comprensión e intervención en la realidad. Barcelona: GRAO