Diapositiva 1 - Red Wang Cultura China

La astrología china es la astrologia del calendario chino, particularmente sus 12 ciclos
anuales de animales, conocidos como zodiaco chino. Este sistema de adivinación se
deriva de las características principales del sistema: el zodiaco, los cinco elementos
del pensamiento chino, los ciclos del calendario basados en la astronomía y la religión
china antigua.
Los antiguos astrónomos chinos asignaron a cada uno de los cinco planetas principales
uno de los cinco elementos chinos: a Venus, el metal (oro); a Júpiter, la madera;
a Mercurio, el agua; a Marte, el fuego, y a Saturno, la tierra. Según la astrología china,
la posición de estos planetas, junto con la posición del sol, la luna y cualquier cometa
en el cielo además de la fecha de nacimiento y el signo del zodiaco puede determinar
el destino de una persona.
Un complejo sistema para calcular el destino basado en la hora de cumpleaños y la
fecha de nacimiento (conocido como 紫微斗數 zǐwēidǒushù) todavía se utiliza
regularmente en la astrología china hoy en día para adivinar la fortuna. Las
veintiocho constelaciones chinas (宿 xìu) son totalmente diferentes de las ochenta y
ocho constelaciones occidentales.
Por ejemplo, la Osa Mayor es conocida como 斗 dǒu y el cinturón de Orion como 參
shen. Las siete constelaciones norteñas son llamadas xúanwǔ (玄武). Xuan Wu
también se conoce como el espíritu del cielo del norte, y en la creencia taoísta, como
el espíritu del agua.
Existe un ciclo binario, el "Yin Yang", que junto al ciclo de los 5 elementos forma un ciclo
de 10. Los años pares son yang, y los impares son yin. Cuando se divide el ciclo del
zodiaco de los 12 animales en dos, cada zodiaco puede ocurrir solamente en yin o yang:
el dragón es siempre yang, la serpiente es siempre yin, etc. Esta combinación crea un
ciclo de 60 años, comenzando desde Madera Rata y terminando con Agua Cerdo. El ciclo
actual comenzó en el año 1984.
Cada personalidad individual se asocia con un animal que la represente, según el año (lunar) de
nacimiento. Es aquí donde muchas descripciones de la astrología china se apartan de la sociedad
occidental. Cada año en el ciclo de 60 años contiene doce animales, cada uno con cinco posibles
elementos, las cuales son modificadores de la personalidad animal con una posibilidad de hasta
60 combinaciones. Los animales en cuestión son los siguientes:
1. La rata (o el ratón)
2. El buey
3. El tigre
4. El conejo (o la liebre)
5. El dragón
6. La serpiente
7. El caballo
8. La cabra
9. El mono
10. El gallo
11. El perro
12. El cerdo (o el jabalí)
No solo existen animales asignados por año. Además del animal principal anual, existe
el animal interno y el secreto, así es que cada persona tiene tres animales: mientras
una persona puede parecer ser un Dragón, en realidad puede ser en su interior una
Serpiente y un Buey de forma secreta. Estos tres animales, junto con los 5 elementos,
crean un total de 13,824 combinaciones (5 elementos, 12 animales, 12 animales
internos, 12 animales secretos).
El animal anual representa lo que otros perciben sobre la manera de ser de un sujeto.
El animal interno es asignado por el mes de nacimiento y dicta sobre la vida amorosa y
la personalidad interna, y es un factor crítico a tomar en cuenta al buscar la
compatibilidad con otros signos. Este puede dictar a lo que un individuo desea llegar a
ser o piensa que debería ser.
El animal secreto está determinado por la hora exacta
de nacimiento y es el signo real en el cual la
personalidad está basada. Es importante para la
astrología china cualquier cálculo que compense
el horario de verano o cualquier ajuste realizado en los
relojes del país de nacimiento, ya que está basado en la
posición del sol y no en la hora local.
• El yin y yang son dos conceptos del taoísmo, que
exponen la dualidad de todo lo existente en el
universo. Describe las dos fuerzas fundamentales
opuestas y complementarias, que se encuentran en
todas las cosas. El yin es el principio femenino, la
tierra, la oscuridad, la pasividad. El yang es el
principio masculino, el cielo, la luz, la actividad.
• El carácter chino tradicional de yin ,
representa la parte norte, nubosa, de una
montaña, mientras que en el simplificado
aparece el carácter de ‘luna’. El carácter
tradicional de yang representa el lado sur,
soleado, de una montaña; en el simplificado
aparece ‘sol’
Principios
• El yin y el yang son opuestos. Todo tiene su opuesto
relativo. Por ejemplo, el invierno se opone al verano,
aunque en un día de verano puede hacer frío y viceversa.
• El yin y el yang son interdependientes. No pueden existir el
uno sin el otro. Por ejemplo, el día no puede existir sin la
noche.
• El yin y el yang pueden transformarse en sus opuestos. La
noche se transforma en día, lo cálido en frío, la vida en
muerte. Sin embargo, esta transformación es relativa
también. Por ejemplo, la noche se transforma en día, pero
a su vez coexisten en lados opuestos de la tierra.
Aplicaciones
• Se puede aplicar el concepto al fluir del tiempo. Por
ejemplo, se puede aplicar a las estaciones: el verano es
yang, el invierno es yin.
• También se puede aplicar a las direcciones: el norte es
yin, el sur yang.
• También se usa en el tratamiento de las enfermedades
según las medicinas tradicionales asiáticas, en las que
con frecuencia se contrarrestan determinados
síntomas con tratamientos regidos por el concepto
opuesto. Por ejemplo, el enfriamiento, un síntoma yin,
sería tratado con comidas calientes.
¿Qué es un dragón?
• El dragón chino es un animal mitológico y
legendario de China y de otras culturas
asiáticas que dispone de partes de nueve
animales: ojos de langosta, cuernos de ciervo,
morro de buey, nariz de perro, bigotes de
bagre, melena de león, cola de serpiente,
escamas de pez , garras de águila.
DRAGÓN CHINO LUNG
• Los dragones chinos Lung, simbolizan el poder La valentía
y la audacia, el heroísmo, la perseverancia, la nobleza y la
divinidad.
• El dragón Lung supera todos los obstáculos hasta que el
éxito es suyo. Son enérgicos, decisivos, optimistas,
inteligentes y ambiciosos.
• A diferencia de los dragones europeos, los dragones
orientales son bellos, amigables y sabios. Son los ángeles
del Oriente. Los dragones en China son amados y
venerados. Hay muchos templos y capillas que se han
construido en honor a ellos, porque ellos controlan la lluvia,
ríos, lagos y mares. Las gentes les ofrecen incienso y les
ruegan amparo y buena fortuna.
Rey Dragón
Rey Dragón
• En la mitología china hay cuatro Reyes Dragón, que son: Ao
Guang, Dragón del Mar Oriental; Ao Qin, Dragón del Mar
del Sur; Ao Run, Dragón del Mar del Oeste y Ao Shun,
Dragón del Mar del Norte.
• Además de gobernar la vida acuática, manipulaban
también las nubes y tenían control sobre la lluvia. Cuando
había una gran sequía o una inundación, los chinos
antiguos creían que era porque uno de los Reyes Dragón
estaba enfadado y estaba castigando al mundo humano.
Por eso, en la mente del pueblo chino los Reyes Dragón son
una divinidad seria y cruel en comparación con otras
divinidades tradicionales chinas.
Fucanglong
Es el Dragón de los
Tesoros Ocultos.
El Fucanglong es el
dragón del
inframundo,
que custodian tesoros
enterrados , tanto
naturales como
artificiales.
Tianlong
• Es el Dragón
Celestial,
también es una
estrella en la
astrología china,
y un nombre
propio.
• Aparece a
menudo
esculpido en la
base de piedra
de lápidas
monumentales.
Shenlong
• Dragón Espiritual.
Siempre se le
encuentra en los
tejados.
• Este gigante que
volaba en el cielo y
debido a su color azul
que cambiaba
constantemente era
difícil de ver con
claridad. Shenlong rige
el viento, la lluvia y las
nubes de las cuales
dependía su
agricultura.
Dilong
• Es el Dragón del
Inframundo.
• Presiden ríos y
arroyos. Según
algunas leyendas, son
el complemento
femenino de los
Shenlong y sólo
vuelan para aparearse.
• A menudo se le
encuentra en las
puertas de las
prisiones para asustar
a los presos.
Huanglong
• El Dragón
Amarillo, que
emergió del río
Luo para enseñar
a Fuxi los
elementos de la
escritura.
Yinglong
• El Dragón Alado,
se cree que había
sido un poderoso
sirviente de
Huang Di, el
Emperador
Amarillo, y que
fue inmortalizado
posteriormente
en forma de
dragón.
• El fénix chino es un pájaro mitológico chino
que reina sobre las demás aves.
Tiene el pico de un gallo, la cara de una
golondrina, el cuello de una serpiente, el
dorso de una tortuga, la cola de un pez. Su
cuerpo simboliza a los seis cuerpos celestes.
• El fenghuang tiene connotaciones muy
positivas. Es símbolo de virtud y gracia.
Simboliza la unión del yin y el yang.
• En la antigua China, se solía encontrar en la
decoración de bodas o eventos reales, junto
con el dragón.
• Jingwei. Siendo originalmente la hija del
emperador Yandi, sufrió un accidente a corta
edad en el Mar Este. Después de su muerte,
decidió tomar la forma de ave, para tomar
venganza contra el mar trayendo rocas y
pequeños pedazos de las montañas cercanas
al mar.
• Di Yu es el reino de los muertos o el infierno de la mitología
china.
• Dominado por Yama, el rey del infierno, Di Yu es un laberinto
de mazmorras subterráneas donde las almas son tratadas en
concordancia con sus pecados terrenales.
• Di Yu es una especie de lugar de purgatorio que no sólo sirve
para castigar sino también para renovar a los espíritus cara a
la siguiente encarnación.
• Su paisaje se ha ganado la fama de la ciudad
como el lugar mítico donde los Ocho
Inmortales flotaron sobre el mar desde los
acantilados rojos hasta allí, debido a esta
conexión con los inmortales, los emperadores
Qin Shi Huang y Han Wu Di llegaron a Penglái
en busca de un elixir de la inmortalidad. La
ciudad también es famosa por sus espejismos
en el mar, que son frecuentes durante mayo y
junio.
Los orígenes de la civilización china están estrechamente unidos a su entorno favorable.
En China cabe distinguir tres zonas ecogeográficas:
La primera es la franja templada del norte, con sus llanuras fértiles beneficiadas por los
ricos aluviones del río Amarillo, permitía el cultivo de mijo, cáñamo, árboles frutales y
muy favorable para la evolución de las plantas y animales silvestres y domésticos, y el
asentamiento humano. No obstante, sus inviernos eran duros y existía el peligro de la
sequía y las inundaciones.
La segunda zona es la franja meridional, con su clima suave, estable y húmedo, con
aluviones del río Yangtsé que permitían cultivos de propagación vegetativa durante
todo el año. Su sistema agrícola acuático era favorable al cultivo del arroz, legumbres,
loto, bambú, y a los peces y tortugas.
La tercera zona es la franja del extremo sur de China, con sus costas ricas en pesca y un
ecosistema tropical.
Los diferentes entornos del norte y del sur contribuyeron a un origen dual de la cultura
humana, con la aparición de comunidades de niveles económicos similares, pero de
sistemas culturales diversos. Los lugares más antiguos conocidos hasta la fecha son los
asentamientos neolíticos pertenecientes a la cultura de Yangshao, en Banpo, cerca de
Xi'an en el norte, y en Hemudu, en la provincia de Zhejiang, en el sudeste.
La población neolítica del
norte de China tenía
rasgos mongoloides y no
mostraba una gran
diversidad étnica El primer
estado chino, creado por
los Shang, emergió en la
franja norte. Procedentes
de la cultura Longshan de
la provincia de Henan, los
Shang alcanzaron el poder
en una época de desarrollo
cultural y tecnológico sin
precedentes.
No se sabe por qué, pero el número cinco tiene especial importancia para los chinos
desde la antigüedad. Se dice, por ejemplo, que la estructura material del mundo está
compuesta por cinco elementos (Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua), fuerzas dinámicas
que se influyen mutuamente. Cada elemento se asocia a una de las cinco estaciones
(incluyendo un «centro» místico), uno de los puntos cardinales (también con un
«centro») y un planeta:
Madera
Fuego
Tierra
Metal
Agua
primavera
verano
centro
otoño
invierno
este
sur
centro
oeste
norte
Júpiter
Marte
Saturno
Venus
Mercurio.
Desde la antigüedad se venera a las montañas como deidades activas que responden a
oraciones y sacrificios. Los monarcas chinos reconocían cuatro montes especialmente
sagrados: Hengshan (pico septentrional y pico meridional: en la ortografía pinyin. son
idénticos); Huashan (pico occidental); Songshan (pico central) y Taishan (pico oriental),
este último el de mayor prestigio. Se encuentra cerca de Chufu, pueblo natal de
Confucio, y en el transcurso de los siglos se le otorgaron diversos títulos nobiliarios,
desde duque hasta emperador. Ningún emperador podía ofrecer sacrificios allí a menos
que su reinado hubiera sido muy destacado. Aparte de estas cinco, hay otras montañas
sagradas para budistas y taoístas, y Kunlun, fuera del antiguo imperio, al oeste, se
consideraba morada de los dioses, casi como una colonia celestial.
En el relato chino de la creación más
importante se describe cómo formó el
mundo una divinidad primordial llamada
Pangu, cuyo culto se mantiene aún entre
una población minoritaria del sur de la
China, como los miao, los yao y los li.
Pangu nació de Yin y Yang, las dos fuerzas
vitales del universo. En la oscuridad de un
enorme huevo primordial Pangu cobró
vida y creció durante dieciocho mil años,
hasta que el huevo se rompió. La luz y las
partes ligeras del huevo ascendieron y
formaron los cielos, mientras que las
pesadas y opacas se hundieron y
formaron la tierra.
Pangu se puso de pie y para evitar que volvieran a unirse la tierra y el cielo, fluidos,
creció y fue separando cielo y tierra más de tres metros al día. Al cabo de otros
dieciocho mil años, la tierra y el cielo se solidificaron y Pangu se tendió a descansar.
Murió, y su aliento se transformó en viento y nubes, su voz en trueno, su ojo
izquierdo en el sol, el derecho en la luna y el pelo y los bigotes en las estrellas. Las
demás partes de su cuerpo se convirtieron en los elementos que componen la
tierra, como las montañas, los ríos, los caminos, las plantas, los árboles, los metales,
las gemas y rocas, y su sudor en lluvia y rocío.
El mito de Pangu adquirió esta forma en el siglo III, si bien el personaje aparece
como tal en textos anteriores. En una de las múltiples variantes posteriores se
explica la alternancia de noche y día por los movimientos de Pangu al abrir y cerrar
los ojos.
Esta historia cuenta el por qué hoy nuestro sistema solar cuenta con un único sol:
Di Jun, Emperador Chino de los Cielos orientales, junto a su mujer Xi He, tuvieron diez
hijos, quienes se convirtieron en diez soles. Vivían en una gigantesca morera regada por
las aguas que provenían del Valle del Cielo, las cuales los soles usaban como baño y por
ende, siempre estaban calientes, en estado de ebullición.
Por las mañanas se iban turnando para dar luz al cielo, así todos cumplían con su deber al
tiempo justo que los demás podían descansar. Sin embargo, los hijos de Di Jun se
cansaron de la aburrida y ordenada rutina así que decidieron subir al cielo y se pusieron a
jugar a las corridas, de un lado para el otro. Al estar los diez soles juntos alumbrando la
tierra, la intensidad del calor comenzó a multiplicarse y por consiguiente, a abrasar la
tierra.
Cuando sus padres se dieron cuenta de ello les ordenaron que se detuviesen y que
bajaran a su morada habitual, pero los hijos no hicieron caso. Di Jun lleno de furia por
tal desobedecimiento envió a su arquero Hou Yi, para que les diera una lección. Pero
Hou Yi se sobrepasó un poco con el castigo y así derribó a nueve de los diez soles con
sus flechas. Di Jun estaba desconsolado así que despojó a Hou Yi de su inmortalidad y lo
desterró de los cielos.
Entre las mejores fuentes de la antigua mitología china se encuentran los relatos de las
obras de los filósofos clásicos. Un buen ejemplo sería una narración breve pero muy
conocida sobre la creación, con la muerte de Caos, que aparece en el Zhuangzi, escrito
por un erudito taoísta del mismo nombre alrededor del siglo IV a. C. El mito presenta los
dos principios de influencia recíproca del universo primordial y el caos que se extiende
entre ambos en la forma antropomórfica de tres emperadores.
Shu, emperador del mar del Norte, y Hu, emperador del mar del Sur, se reunían con
frecuencia en el territorio de Hun Dun («Caos»), emperador del Centro, que les brindaba
su hospitalidad. Un día, Shu y Hu discutieron cómo pagar la amabilidad de Hun Dun.
Observaron que ambos tenían siete orificios corporales que les permitían ver, oír, comer y
demás, mientras que Hun Dun no tenía ninguno.
Los dos emperadores decidieron mostrar su gratitud a Hun Dun abriendo unos
agujeros en su cuerpo con taladros, a un ritmo de uno por día. Al cabo de siete días
terminaron el trabajo pero, por desgracia, Hun Dun murió mientras lo hacían, y en el
mismo momento en que murió Caos cobró vida el mundo ordenado.
La seda llegó al mundo gracias al amor filial de una muchacha. Hace mucho tiempo vivía
un hombre que tuvo que ausentarse de casa una larga temporada por motivos de
negocios. Su joven hija le echaba mucho de menos, y un día, mientras cepillaba su
caballo, dijo:
«Me casaré con cualquiera que traiga a mi padre.» De repente, el caballo salió al
galope y desapareció.
Al día siguiente, en una ciudad lejana, el padre vio con sorpresa que el caballo se
aproximaba a él, relinchando. Como pensó que algo le había ocurrido a la familia, subió
a lomos del animal y partió hacia su casa. Al llegar, vio con alivio que todo estaba en
orden y le preguntó a su hija qué había impulsado al caballo a ir a buscarle, y ella
respondió que debía de saber que le echaba en falta.
El hombre, agradecido, le dio más raciones del mejor heno durante los días
siguientes, pero el caballo no parecía contento y apenas tocaba la comida, y cada vez
que se acercaba la muchacha se ponía muy nervioso, relinchaba y se encabritaba. Al
cabo de unos días, mientras cepillaba el caballo, la muchacha recordó sus palabras y
se lo contó a su padre. Furioso porque un caballo se atreviera a pensar que podía
casarse con su hija, el hombre lo sacrificó y tendió la piel al sol para que se secara.
Una vez, cuando la muchacha y sus amigos se
burlaban de la piel como si estuviera viva,
ésta se envolvió bruscamente alrededor de
ella y desapareció. Su padre y los vecinos la
vieron al fin en la copa de un árbol, y la
muchacha estaba dentro, transformada en un
ser parecido a un gusano de seda, Can Nü
(señora Gusano de Seda). Movió la cabeza de
un lado a otro y de su boca salió un hilo
blanco, fino y brillante. Todos se quedaron
atónitos y comentaron que era el hilo más
fuerte que hubieran visto jamás y que podía
hilarse y tejerse para confeccionar bonitas
prendas.